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Una mujer en Ia politica Cuando Roses empréndi la campafia al “desler” en 1833, su esposa, Encamacin Ezeurra, permanecié en fa ciudad de Buenos Aires y se convirtié en la defensora de sus intereses politicos, Consolid6 el grupo de los federales apostticas, que hicieron uso de la prensa para difundir sus ideas y ddenasta asus enemigos. Ademés, se rodes de integrantes de los sectores populares, a los que recibis en su casa, para escindalo dele elite porter, que desprectaba esta conducta. Para burtarse de su vinculo con la plebe, los féderales dogméticas le llamaban “la mulata Torbia”. Desputs dal rita de la Revolucién de los Restauradores, dota Encamacién fornenté ta violencia que cercieron los partidaris de Rosas contra sus enemigos y, a fines de 1833, acept6 Corganizar un grupo de sequidoresfandticos de su espaso, llamado Sociedad Popular Restauradora, | Juan Manuel de @ sas pertenecia ‘una ka familia de hacendades Dbonaerenses. Fra dueto de ses 2) salaceres, 4. La confederacion rosista Rosas volvié a ser gobernador de ia provincia de Buenos Aires en 1835, Permanecié en ese cargo hasta 1852. En ese periodo, logré unificar a las provincias en una confederacion, en la que asumié et manejo del ejército y las relaciones exteriores. Sin embargo, tuvo una amplia oposicién, encabezada por los unitarios, y la resistencia de Gran Bretafia y Francia a algunas de sus decisiones politicas y econémicas. Buenos Aires sin Rosas {Al finalizar su primer mandato, Rosas fue reelegido gobernador por la Legslatura ‘bonaerense. Sin einbargo, como no le renovaron las facultades extuaordinariss, no acept6 el cargo y abandons Ia cludad para realizar la carpatia al “desierto” de 1833, A partir de és momento, en la ciudad de Buenos Aires se produyjo una divi. sion entre los federates, que afect6 seriamente el ejercicio del poder. El grupo organizado por Rosas y su esposa, Encarnacién Ezcutra, denaminado de los fecerales netos o apostélicos, mantuvo su lealtad al gobernador sailenic. El oto séctor era el de los federalesliberales o doctrinarios, apodados cismuaticos © Lomos negros por sus adversazios; querian organizer la provincia por medio de una constitucién y la vigencia plena del sistema representativo republicano, Y se oponian al Lderazgo de Rosas. En este clima politico, el gobemador Juan Ramén Balearce, del bendo dog- ‘atic, inici6 un juicio contra un periddico rosista, Ef Restaurador de tas Leyes, que lo atacaba duramente. En respuesta, los federales apostélicos pusiezon en ‘marcha una maniobsa contra el gobierno: convencieron a los sectores populares de que el juzgado era el propio Rosas y organizeton tn levantamiento conoeida como fa “Revolucién de los Restauradores”. Contaron con el apoyo del efércice ¥ de fa pobiaci6n de Ia eatmpa‘ia. Como consecuencia, Balcarce fue reemplazado por Juan José Viamonte (+0). Como este gobernador tampoco pudo poner fin a los problemas entre los federales porterios, renunci6 en junio de 1834, El ‘cargo fue ocupado por el presidente de la Legislatura, Manuel Vicente Maza. Ei segundo gobierno de Rosas La situacién de las Provincias Unidas se agravé en 1835, cuando Facundo ‘Quiroga, aliado de Rosas, fue asesinado. A pedido del Restaurador, Quiroge habia viajado desde Buenos Airés para mediar en un con Micto entre los gobemadores de Tucumén y Salts. A su regteso, al llegar a la localidad cordobesa de Barranca ‘Yaco, una partida enviada por los hermanos Reinaté, due- fos del gobiemo de Gérdoba, puso fin a su vid Esta noticia conmovi6 a le sociedaé, que empez6 4 pedir mayor seguridad, Ta Buenos Aires, el deseo de un gobiemo fuerte llev6 a la remancia de Maza ya la elec- ‘ibn de-Rosas como gobernador. Para que este acepta®® el cargo, la Legislatura le concedié nuevamente las facul- tades extraordinarias y, ademés, la suma del poder piiblico. Esto significaba que Rosas, ademés de ejercet el Fjecutivo provincial, podia tomar decisiones que e730 ‘proplas de los poderes legislativo y judicial, Para confit {mar su avtoridad absoluta, Rosas solicité a realizacion ce un plebiscito: 9.713 votos favorables contra 7 neg ‘vos mostraron que contaba con el pleno apoyo ¢e la ciudadania portefa, a Confederediin ele J * festa | £1 {Shdel poder =~ Consenso Besar eee 7 pein \ pee = iiss del rosisme: Cee : La Confederaci6n bajo el rosismo ‘ina ver que consolid6 su autoridad en Buenos Aires, Rosas fue extendtiendo su ‘ales demés provinclas, La falta de caudillos opositores poderosos y a acep- © Ton de au poder por los caudillos fedtales del Interterfaclitaron la conforma. 4 Ugn ce la Confederacln Argentina, basada en el Pacto Federal de 1831. Rosas astumio distintas funciones: estaba encargado de las relaclones exterlo- sesy del mando de Ios ejércitos federal, podia intervenir en las provincias en E> que petigrase Ia causa federal y juagat los delitas federales; controlaba el téfico fiyvial en Jos rios Parand y Uruguay y vigilaba la cliculacién de publicaciones. "De este modo, Rosas ejercia de hecho un poder de alcance nacional, sin que > yubjera una constituctOn, El mismo se openia firmesnente 2 la convocatotia de pn congreso constituyente, argumentando que los debates generarian més divi- siones ¥ enfrentamientos. “B. Aliados y opositores fosas contaba con un gran consenso en la provincla de Buenos Aires = Hacendados, comerclantes, militares y sectores medios apoyaran su gestion, ya © que lo veian como promotor del orden y Ie prosperided bonaerense. Tarmbién fvo la adhesion de las clases bajas rurales y los sectores populares urbanos, en particular, la poblacién negra de la ciudad de Buenos Aices. in embargo, para Rosas el orden consist en acallar todas fas voces oposito- as tanto la de los unttarios como la de los federales dogméticos. Por eso dispuso rmumerosas cesantias de empleados clviles y militares y de miembros ce Ta Iglesia. ‘Adem, impuso a toda la poblacién ef uso de a cinta zojo punz6, come sfmbolo {ée incandicionalidad politica (x0). Para imponer su politica sepresiva contaba con Ia Sociedad Popular Restauradoza. Algunis Ge sus integrantes formaron Ia Marorea, umn grupo encat= so de realizar acciones violentas contra Tos enemigos politicos. Debido a la creciente persecuciGn politica, muchos oposttores optaron por nigra. En sit mayorta, los unitarios, los federales eismaticos y los miembros de Ja Generacién del 37 que hufan de la represi6n del régimen roststa, se dirigic- on a Montevideo. La Generacién del 37 Bn la década de 1830 Llegazon al Ro de la Plata las ideas del romanticismo ‘exropeo, traidas como novedad por el escritor Esteban Echeverria. junto con otros jovenes como Juan Maria Gutjérrez, Juan Bautista Alberdi, Miguel Cané (adre), Vicente Fidel Lopez y Valentin Alsina, formé un grupo al que se cono- ce como la Generacién del 37. Se los lama asi porque en 1837 empezaron a mise en el Slén Liters ubledo en tratinda de ier de Meas ste. Estos intelectuales publicaron una revista liamada La Moda e intentaron. influr en el rosismo con sus Ideas cepublicanas, pero fueron perseguldos por Safgimen como opasitores y debleron emigrar, Desde el exilic, expresaron, su oposiclon a Rosas a través de perl6dicos y escritos literarios, Echeversia, Por ejemplo, etcribi6 el cuento “El matadero”, en et que rettat6 a los partida- tios de Rosas como personas muy crueles. Otros roménticos, que no habian participado del Sai6n Literario, tambien ‘sctibieron contra Rosas. Asio hizo José Mérmal en st novela Amiatia, rela- to de las persecuciones contra fos unttarios. Ea 1845, el Facundo de Sarmiento se convirti6 en la obra més representativa de la oposicién al resismo, Cuestién de colores Después de la Revolucién de Mayo, los colores celeste y blanco se convirtieron en ef simbole de la nueva etapa. Muchos vvecinas, para demostrar su adhesion al proceso independentista, cubrieron ios frentes de sus casas blanqueades a la cal con una franja celeste. Derante el primer gobierno de Rosas, se intents erradicar el celeste y volver al blanco, pero muchos propietarios empezaron a colocar toques rosas en los zécalos y las moiduras. En el segundo gobierno, todo se tif de rojo 'y quedaron absolutamente prohibidos el celeste y el verde, considerados colores Unitaries. Los hombres debian levar una. cinta rojo punzé en el sombrero y en el jal de ia chaqueta, y fas mujeres, on cl Cabello. Algunos agregaban leyendas bordadas sobre las cintas, como "Viva a Confederacién Argentinal”, “jFederacién ‘© Muerte!” y “iMueran fos salvajes cnitaies!” ee @ Soldode de Rosa, deo sobre ‘cuero de Rayrrond Quinsac ‘Mervoisin, 1842 151 4 Para ordenar la inforacién, tracen tuna linea de tempo que represente el periodo 1831-1852. Sobre ella, anoten los acontecimientos més importantes de ese perfodo, Puecien utlizar distintos colores seagin se trate de cambios de gobierno 0 de otto tipo ce acontecimientos, AL MisMo TIEMPO.” En tiempos del bloqueo francés, Francia estaba gobernada por la monarquia parlamentaria de Luls Felipe de Orleans, {que impoisé una politica de expansion, ‘colonial, relacionada con los intereses ‘econémices de la burguesia de su pats. \ 4 } César Hipdlita Bacle publicé un paricco itustrado con itegrafas, en las que 5 | representaban costuraes de ls €poca. EF 11838 fue encarcelado, acusado de traicon, le qua dio origen al ententamiento de Francia cone! régien rossi, 192, a La politica comercial de Rosas Rosas mantuvo una politica comercial de puerto tnico, es decir que soig Buenos Aires funcionaba come puerto de entrade y sallda de mercadertas, 4 ppesar de Ios reclamos de las provinclas de litora, no permits la More navega. cién de los rios Parana y Uruguay. ‘in 1835 dict6 una Ley de Aduana que favoreci6 a Jas economias del Interior al establecer el cobr0 de altos aranceles a los productos extranjeros que compe. tian con la produccié toca (por ejemplo, los objetos de cuero y los textiles de Jana). Ademnds, esta Tey prohibia la entrada ce ciertos productos que pudicran fabricarse localinente, como herrjes para puertasy ventanas, manufactures de latén,trenos, espueas y botones de asta hveso o madera. Pare proteger la agi- ‘cultura se zegul6 la importacion de trigo y hatin ‘Aunque esta ley de cavécter protecclonista fue muy bien recbida en las pro ‘vincias del Interior, no solucioné los problemas det iitoral, que siguiS sujetoa 1a imtermediaci6n del puerto de Buenos Airs. El bloqueo francés Las intereses comerciales de Francia habfan crecido durante le década de 1830, ‘Sus comercianies se veian perjudicados porque Roses impedta e tato divecto con Jas provincias del Inoral y cobreba impuestos especiales a as meteaderias que pro: cedian del puerto de Montevideo, donde los franceses tenfan sus depésitos. En 1838, fa incorporaciin de sibditos franceses al servicio miltar y la éeten. cién de uno de ellos fueron los motivos para reclamos diplométicos de Froncia ante el gobierno de Buenos Alzes. Ante la falta de una respuesta favorable, la escuadea francesa en ef Atléntico Sur bioqued el puerto de Buenos Aires, Los franceses acordaron con los emigrados de Montevideo y apoyacon la rebeliGn Gel itoraly la expedicion de Lavalle, alas que nos referiremos a continuacién, ‘Come la actitud de los franceses perjudicaba sus interess, 1s ingleses inter vvinteron para poner fin al conficto. Finalmente, en 1840 se fizmé la conven- ion Arana-Mackau, por la cual Franca levanté el bloqueo a cambio de secibit el trato de nacion més favorecida, es deci, a posibilidad de comerciar en el Rio de la Plata y la exiniciou del servicio militar para sus cludadanos. Los levantamientos en el litoral y el Interior En 1839, Juan Genaro Berdn de Astrada, gobernador de Corrientes, una de las provincias perjudicadas por Ia politica comercial de Rosas, inicié un levan- tamiento que fue derrotado, se mismo afto, con apoyo francés y de los emigrados de Montevideo, Lavalle invadi6 Entre Ros para iniciac uaa campara contra Roses. En julio de 1840, derrotado en esa provincia y sin el apoyo de la poblacién local, se dit 6 al Noroeste, donde se habia producido un levantamlento. Las provincias de ‘Tucuman, Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja y Cérdoba, en reclamo por [a polit ca intervencionista de Rosas y el esiaricamlento econéimico, habfan formado 12 Coalicién del Norte. Para unirse a las fuerzas militares de esa alianza, Lavalle avanz6 sobre Cérdoba, pero fue derrotado por tropas zosistas en Quebracho Herrado, en noviembre de 1840. ‘Durante la década de 1840, Rosas mantuvo el control de Ja Confederactén a través de sus gobernadores aliados: Felipe Ibarra (Santiago del Estero}, Nav Benavidec (Sani Juan) y Justo José de Urqulza (Entre Rios). El bloqueo anglo-francés ‘Apartir de 1839, Rosas intervino en la politica del Uruguay, a favor de sa abiado, Manuel Oribe (#KFo). Esta intervenciéa preocupé a Francia y Gran Bretaia, aque tenian fuertes intereses comerciales en la regién del Rio de la Plata y pre tendifen la apertura del comercio a través de Ios ris Parana y Uruguay. ‘en 1843, Orlbe, auxiliado por tna escuadza enviada por el goberador por- tefo, inicid el sitio de Montevideo. Los emigrados unitarios y los extranjesos ‘que tsidian en esa ciudad organizaron la defense y pidieron la IntervenciGn de Gran Sretadia y Francia, Las potencies europeas exigieron la retirada de las Fuct- za de la Confederacion Argentina. Ante la negativa de Rosas, la flota anglo- francesa bloqued el puerto de Buenos Aizes en septiembre de 1845. ‘Con la intencién de dominar los ris interiores ¢ iniciar e! eomercio con los puertos del Litoral, la flota anglo-francesa rementé el Pararfé. Rosas ordend resis- tir el paso de las naves extranjeras. Fl 20 de noviembre de 1845 se pracufo el combate de la Vaelta de Obligado. Después denna Iucta-desigual, en que las fuezzas sosistas, conducidas por el general Lucio Mansilla, trataron de impediz- les el paso, las naves extranjeras siguieron st tecorride hasta las proximidades de ‘AsunciOn-delParagoay. Sin embargo, no encontraron el mercado que eszeraban: las provingjas del litoral éstaban empobrectdas y no tenfan recursos para com: rar Bienes imporiados. ‘Rosas se mantuvo firme en su apoyo a Oribe, el no reconocimlento del gobier- pode Montevideo y € rechazo a a libre navegacion de 1s ris inieriores. Francia y Gran Bretafla intentaron convencerlo pot la via diplomética, pero fracasaron. Tita sttuacién perjudic, paticulacmente, alos comerciantes ingleses, para los cules «I meicado mas importante era Buenos Aires, Por eso, el gobierno betén- ep negocls el in del bloqueo en 1847. Lo'mismo hizo Francia al ao Siguiente. ‘i 1849, cl tratado Arana-Southem sellé eLacuerdo-definitivo-con Gran Bretaia, por el caal se reestablecieron fas zelaciones-diplomaticas y comerciales. Francia lleg6 a'uh acuerdo similar en 1850, mediante el tratado Arane-Lepredour. la “paz rosista” La violencia desplegada por los partidarios de Rosas, que tenia su maxima ‘expresi6n en las acciones de la Mazorca, 3 agudiz6 durante el perfodo de {ntervenciones extranjeras ¥ levantamientos internos. Buenios Aires viviG la mayor persecucién de opositores entre 1888 y 1842. Pero luego de la derota de la Coalicién det Norte, los asesinatos poll ticos disminuyeron notablemente. Por esa razén, algunos historiadores denominan "paz rosista” a la etapa que se inicié en 1842. Consolidado sm poder, en. 1846 Rosas ordend Is disolucién de la Mazorca e incarpor6 {83us integrantes a las milicias. Cuando finalizé el bloqueo anglo-fran- ‘és, permiti6 el regreso de los emigrados y disminuyé las restricciones a Ja Ubertad de prensa. 1@ Vista de Montevideo hacia 1840, La "Guerra Grande” del Uruguay Lego de su indepencenca, el Uruguay s¢ ‘organi2d mediante la constitucién de 1830 y eligi come presidente a Frucwoso Rivera. En 1834 lo sucedi6 Manuel Orfbe, quien fue derrocado por su antecesor en 1838, ‘A partir de entances se conformaron dos bandos: fos "blancos", partidatios de Oribe, {que contaban con el apoyo de Rosas, y 4os “coloracios", sequidores de Rivera, ‘que tenfant el respalo de las potencies europeans, del Brasly de los emigrados unitarios. La guerra civil, conccida come “Guerra Grande”, se-extendi entre 1839 1y 1852. Aunque la mayor perce del pas ‘qued bajo control ce Orbe, Montevideo ppermaneci en manos de los colorados. i En 1843, con ayuda de Rosas, Oribe puso sitio a ese puerto, lo que complics el ‘comercio en la regisn, Por eso intervinieron las potencias extranjeras y posteriormente, 1 Brasil. Finalmente, en 1851, Oribe fue dertotaco por Unquiza (al pronunciarse contra Rosas) y los brasleios, a quienes debié ceder el teritorio de Uruguayana, fn la frontera fluvial del rio Uruguay. En la Vuelta de Obtigada, sobre el rio Parang, se unieron embarcaciones con ‘adenas, en un iniento por impetiret ase ala escuadra anglo-francesa. 153, as Rosas en el exilio E110 de febrero de 1852, Rosas, acompafiado por su hija Manuelita y su hijo Juan Bautista Pedro, con su esposa e hijes, partié hacia Inglatera.tnicialmente, sus Bienes fueron confiscados por las nuevas autoridades bonaerenses. Luego Urquiza derogé el decreto-de confiscacin lo que le permité a Rosas recibir dinero porta venta de una de sus estancias, de ganado yy de muebles y plateria de sus casas, Lo recaudado le sivié para alquilar una chacra en las afueras de Southampton, en el sur de Inglaterra, donde se dedics a fas tareas rurales. Muri6 en ese ‘ugar en 1877, 2 los cochenta y tes afios. ‘Cuatro que representa a carga dele cabal ‘ervreriana en la batalla de Caseros. H Ejécvo ‘Grande reunila por Urquizaincuis topes argentinas,urugoayas y brass. La alianza antirrosista 1a finalizacién del contlicto con las potencias europeas y Ie instauracioa dela pa. interna parecian anunciar un largo periodo de predominio de Rosas Sin ‘embargo, la resistencia del Restaurador a convocar al congreso constituyente para organizar definitivamente al pais y su negativa a satisfacer los reclame de las provincias del literal Hevaron @ la formacién de une nueve alianza opostiora, Durante la década de 1840, la provincia de tre Rios habfa alcanzado un importante desasrollo econdmico como productora gattadera. Pero la politics comercial de Rosas impedia que comercializaran directamente a través de los ‘puertos de los sos Parana y Uruguay. El gobemnador entrerriano, Justo José de Urquiza, que habia sido uno de los mis importantes aliados de Rosas, decidig creer una alanza contra el goberaador porteno, Para ello inicl6 contactos con el gobemador de Corrientes y con representantes del Brasil y los “colorados" del Unaguay. El pronunciamienio de Urquiza ‘A comienzos de 1851, Urquiza hizo piblica su posiién a favor de la organiza.

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