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Conjunto

Revista de teatro latinoamericano


Casa de las Américas, La Habana. Cuba

La Casa de las Américas, consecuente con su 2 Arístides Vargas


propósito de estimular las expresiones culturales de
D ra m a tu rg ia na cio n a l: viaje a la tea tralid ad
América Latina, especialmente aquellas que no
encuentran cauce bastante para su difusión, creó la 5 Nara M ansur

revista Conjunto dedicada al teatro latinoamericano. De ntro y fu e ra del te a tro e cua to ria no

Por eso en las páginas de esta revista se recogen 11 Genoveva Mora


criticas, estudios teóricos e informaciones acerca A ñ o s 90. Au to n o m ía y exp e rim en ta ció n
de) movimiento teatral latinoamericano, así como
22 Manuel Mejía
textos completos de obras Creemos cumplir un
1 9 7 5 -1 9 9 0 . Es ta m p a s tea trale s
doble objetivo: ofrecer un campo para difundir
lo que hacemos en teatro y romper la incomunicación 27 Santiago Rivadeneira
entre nuestros taatrístas. Fe stiva le s y e ncue ntros: ¿nuevo m odo de producir?

34 llonka Vargas
Fundador Manuel Galich L a cultu ra sí cuenta

36 Juana Guarderas, Susana Nicolalde y Cristina Marchán


Directora: Vivían Martínez Tabares
P a la b ra s de m ujer
M a da Redacción: Nara Mansur
Diseñador: Pepe Menéndez 40 D irec to re s a e sc en a. Testim onios en Q u ito , G u a y a q u il y M anta
Coordinador de Producción: Antonio Verdera
55 Peky Andino
Hasta nunca clase media
Departamento de Teatro
Casa de las Américas 71 Nixon García
3ra. y G, B Vedado La travesía
La Habana, CP 10400, Cuba 89 Ernesto Ortiz
Teléfonos: 838-2706 al 09,836 5849 Voces p ro p ia s para una d a n za m e stiza
Fax: (537) 834-4554
94 Wilson Pico
teatro@casa.cult.cu
S u p a y C o rp u s (El cue rp o del D iab lo )
conjunto@casa.cutt.cu
www.casadelasamericas.org 96 Valeria Andrade
http://laventana.casa cult.cu C o m p o n e r em ociones g e n u in a s. En tre vis ta a K ló ve r Viera

99 Jorge Parra
Inscrita como impreso periódico en la
O d io la d a n za
Dirección Nacional de Correos, Telégrafos y Prensa.
Permiso no. 81224/173. ISSN 0010-5937. 100 Cristian Cortez

Cada trabajo expresa la opinión de su autor. M e lo d ra m a en T V U na escena d e lágrim as y rating

No se devuelven originales no solicitados. 108 Carlos Michelena


H éro e de El Eg id o y otras batalla s
© Casa de las Américas, 2007
110 G. M.
Yo he sido m im o . En tre vis ta a José Vacas
Miembro fundadora
del Espacio Editorial de la Comunidad 112 LEE R EL TEATRO
Iberoamericana de Teatro Vivian Martínez Tabares
A rístid e s Va rg as: de la a usencia y la im aginación fecun da
Edición auspiciada 114 ÚLTIMAS PUBLICACIONES RECIBIDAS
c ' i por la Casa de la Cultura Ecuatoriana
CC 0 y la Sección Académica de Artes
11 8 ENTREACTOS

Escénicas de la institución 128 COLABORADORES

Con el agradecimiento a los artistas e instituciones


ecuatorianos que nos han hecho llegar valiosos
materiales de archivo.
Portada: La razón blindada, de Malayerba
Reverso de portada: Un cerro de cuentos. Foto: Manuel Larrea
Contraportada: Cmüzatoria, de Sarao
Reverso de contraportada: El eterno femenino, de El Patio de Comedias
1 La aparición de la escritura dramática se da a
Dramaturgia, según las diferentes definiciones partir de coordenadas o mapas, pero no a partir
de los diccionarios teatrales, es lo que hace el de un recambio generacional. Esto no significa
drama, o lo ordena fijando las premisas funda- que no hubiera dramaturgos antes de estos últi­
mentales o coordenadas de un posible espectá­ mos veinte años. Sí los hubo, sin la lógica de una
culo, que será la última seña remota que guarda nación que se construye sino de una nación que
esa escritura. Pero el dramaturgo es a la vez otras se desmonta. Por eso es más importante jugar
escrituras, una señal entre otras señales de soco­ con la obras del teatro ecuatoriano antes que con
rro, tormenta, fantasma iluminado por ráfagas la historia sociológica de la dramaturgia.
de luz de múltiples faros. Es obvio que nuestras formas de escritura
transcurren en un espacio referencial que no
2 necesita ser nombrado porque se es ese nombre,
El movimiento teatral que yo viví, fue el tiem­ y es un nombre en el que se está, aunque ese
po de la escritura actoral, en un comienzo teñido nombre signifique la ausencia total de ese nom­
de inconciente religioso, éramos la pura acción bre o la desesperación que nos causa el vacío,
para ser fiel a esa tintura, el gesto del cuerpo y cuya dinámica demanda llenarlo con un enun­
las emociones en ebullición. Tome usted un ciado: lo ecuatoriano, como si esto fuera algo
periódico del año 1980 y mire cuántas obras de específico y lógico. Por eso, no se le puede des­
teatro ecuatoriano se presentaban entonces. truir, es un referente que funciona fuera de nues­
Claro, eran todas ecuatorianas en la medida que tro alcance, como un deseo al que podemos olvidar
eran escritas desde una estructura de comporta­ pero no destruir.
miento a la que podríamos llamar cultura, pero
eran creaciones colectivas u obras americanas o 5
europeas, escritas desde el singular signo del Intento rehuir el populismo teatral, no caer en
tiempo actoral. la trampa que nos propone la maquinaria social
corrompida por la forma de! ejercicio político;
3 intentar una relación ética que no se confunda
No hay una figura esencial en el campo de la con la moral sino que se sitúe en un impulso
dramaturgia ¿nacional? Sí hay emblemas locales simbólico profundamente humano y anterior al
que conforman de una u otra manera un espacio interés moralizante y al orgullo falso por lo nacio­
de diferencias, es la figura de un actor en un nal. por eso decía que es más interesante hablar
lado, de un grupo o la solitaria figura de un dra­ de El sol bajo las patas de ¡os caballos, de Jorge
maturgo de un lugar específico, pero ninguno de Enrique Adoum, y relacionarla con Flagelo, de
estos alcanzan a conformar ese conjunto tan caro Jorge Icaza, ambos en la frontera de los géneros,
a los intereses de la ilustración que se llama lo donde poesía, novela y teatro son parte del oficio
nacional. El autor nacional, signo unívoco de una de escribir.
cultura de la nación que identifica y da un único Es que es muy difícil -en Ecuador- separar al
sentido, menos mal. Menos mal que este lugar dramaturgo del poeta o del escritor, o al filósofo
no es definitivo. del periodista; las fronteras en algunos creadores
se diluyen, ¿por qué no se iba a diluir la especia­
4 lidad entre actor dramaturgo o director drama­
La nación perdida es un mito, la nación encontra­ turgo? ¿Acaso no escribió teatro Juan Montaivo?
da también lo es. ¿Entonces? ¿Desde dónde escribi­ Un artículo periodístico de Javier Ponce o de
mos? Si convenimos que la existencia de una cultu­ Simón Espinosa aportan de una manera diferen­
ra teatral está en constante movimiento expansión te al pensamiento ecuatoriano sin recurrir a la
y contracción, ¿en qué punto de la expansión esta­ especificidad del oficio. Me parece interesante
mos? Siento, y es tan sólo un sentimiento, que que esto sea así porque, entonces, el pensamien-
escribimos por contagio, todavía no conocemos to y el arte son una forma de mirarse y no de
cuáles son ios fundamentos de la literatura drama- legitimarse en una verdad inamovible; me inte­
tica pero ya estamos enfermos de ella resa esta duda sobre lo específico.
Escribimos porque intuimos que la palabra es Cuando leí por primera vez El tigre, de Aguifera
necesaria, porque debemos confiar en la palabra Malta, me sorprendió la densidad y profundidad
artística ante el devaluado palabrerío cotidiano, de ese pequeño texto en el que el autor lograba,
tan saturado de frustración y fracaso. casi sin saberlo, la indagación de sus mitos que
A veces pienso en'la gente que escribimos tea­
tro en el Ecuador, en los jóvenes, en los no tan
i'hjóvenes, y en los viejos: hay algo de oficiantes en
este asunto de escribir, que a la larga hace difícil
en otros textos intentaba con mayor ambición. establecer rupturas, recambios generacionales,
Lo mismo me pasó con Melodía inmortal, de parricidios...
Pablo Palacio, en el que la intención de ironizar Intento decir que es difícil oponer un autor a
sobre un tipo de teatro -sin mayor pretensión otro. Por otro lado, vivimos en un país donde los
que el entretenimiento- revela la posibilidad de padres se mueren antes de que los hijos tengan
un juego teatral accidentado y salvaje; y es que el la edad suficiente como para empuñar un cuchi­
teatro aparece y el sentido de aparición no llo, no hay carrera de postas, sólo hay carrera de
depende tanto de la especificidad de la búsque­ cien metros llanos con vallas, las corridas son
da De todas formas hay que leer a autores como vertiginosas y cortas pero aun así se escribe y se
Martínez Queirolo o Francisco Tobar, que se monta teatro. Y si hay algo saludable en el teatro
sitúan en la generación inmediatamente anterior ecuatoriano de estos días, es la escritura dramá­
a la que boy escribe teatro. A ellos habría que tica; cada una y cada uno con su universo particu­
añadir figuras solitarias que han realizado apor­ lar, cada autora y autor con su búsqueda personal;
tes al teatro del país, como Jorge Dávila Vásquez, me parece diferente y significativo que se escri­
algunos de los cuales siguen escribiendo, insis­ ba para una práctica eminente, es decir, que esta
tiendo en una escritura teatral, que por su natu­ invención compuesta de-palabras y literatura
raleza vive en la permanente aventura del olvido encuentre un cauce práctico en el escenario aun­
que, por otro lado -y es una consideración per­ que esto suene a lugar común y el texto sea en sí
sonal- es lo mejor que le puede pasar a un autor una síntesis, lo es en la medida en que otras sín­
teatral. tesis revelan su eficacia, como portadoras de
imágenes y acciones físicas.
Es como una revolución de la palabra teatral,
¿cómo algo tan inmaterial como la palabra se fija
momentáneamente como posibilidad visual? Son
muchas las posibilidades visuales de esta pala­
bra, lo que significa que hay muchas voces dife­
rentes entre si. Las diferencias son importantes
porque son la expresión de los teatros, de los
diferentes teatros que se suceden en un tiempo
de tiempos diferentes.
Pienso que el teatro ecuatoriano contemporá­
neo evolucionó hacia la dramaturgia y este es un
signo particular del viaje de esta teatralidad. El
autor es el último en entrar a escena, antes entra­
ron actrices, actores, directores y el autor entra
porque se necesita la palabra con desesperación.
No la palabra minada por la compra-venta ni la
orgullosa palabra de la auto-legitimidad ni la pro­
vinciana palabra de la envidia ni la grandilocuente
de la demagogia, sino la suave, desconcertante e
incierta palabra de 1a poética teatral.
Nara Mansur

Muégano Teatro: Juguete cerca d é la violencia

l teatro ecuatoriano es rico en iniciativas de oficio de dramaturgo es el que más se ha demo­

E agolpamientos y encuentros. Conjunto asis­


te al XIX Festival Internacional de Teatro de
Manta (subsede en la capital de la provincia:
cratizado.
La fijación de los textos teatrales en libros y
revistas documenta y testimonia la historia de
Portoviejo) organizado por La Trinchera, al 9no. este teatro antes que la propia reflexión critica,
Festival Internacional de Artes Escénicas de más dispersa y emergente todavía En la expe­
Guayaquil, liderado por el Centro Cultural Sarao, riencia de la dramaturgia confluyen diversas,
que junto al Spondylus. de la Fundación Huma­ mestizas, híbridas experiencias de escritura. No
nizarte en Quito conforman un solo circuito, a es un sitio de elite sino de concurrencia, ambien­
través del cual los artistas invitados y sus espectá­ te de trabajo y relaciones de intercambio.
culos tienen la oportunidad de confrontarse con Los temas advierten semejanzas con los de
otros colegas y el público de tres ciudades. nuestras zonas en conflicto. Tercer Mundo, Amé­
El teatro ecuatoriano que tengo la oportunidad rica Latina. En primer lugar la migración, a través
de ver como parte de las muestras de estos festi­ de la cual la historia del país, lo nacional viaja del
vales y de la cartelera de la capital, se identifica pathos a la subjetividad como recuerdo íntimo,
entre otros signos por sus textos, que tienen una gesto fotografiado de la vida o artificiosamente
gran importancia en la trama de construcciones mostrado como procedimiento a través una téc­
teatrales: la dramaturgia jerarquiza, ella está nica aprendida o de la ironía, lo aparentemente
estructurando un pensamiento teatral, que vacío, desvanecido. 4

muchas veces rige los destinos de los montajes, La metodología de trabajo comienza a afian­
aun en el caso de que los textos muchas veces se zarse a través de los estudios y laboratorios que
anuncian como escaletas, bocetos que se inte­ generan los propios artistas como experiencia
gran a otras escrituras de la práctica escénica El docente al interior de sus grupos. De manera
paralela, las instituciones y escuelas de teatro en Los contenidos urgentes están ahí, la conviven­
las universidades del país dialogan con sus mues­ cia con la gestión, la producción y la utopía por
tras y encuentros, a través de los modelos que la diversidad de las teatralidades que se generan,
rigen a sus claustros y programas de estudio. su continuidad y poder germinativo. El teatro es
Entre las iniciativas líderes de agolpamiento se literatura y puesta en escena. Dónde se sitúan los
destaca Quintaescena, un movimiento de teatro temas que reflejan lo naciohal, lo regional, lo lati­
contemporáneo integrado por los grupos La noamericano, sino en el encuentro de subjetivi­
Espada de Madera, Cronopio, Contraelviento, dades, personas provenientes de países y de
Zero no Zero y Mandragora, todos con sede en la “lugares artísticos” diversos. En las coincidencias
Casa de la Cultura en Quito. Generacionalmente y desencuentros de estas convivencias tiene uno
afines, llevan veinte y veinticinco años de traba­ de sus valores ancestrales, en la democratización
jo continuado desde disciplinas como la danza de las fuentes, del valor del elemento natural,
teatro, el teatro de objetos, los títeres, el clown. autóctono o propio en relación a los nuevos
Producen trabajos en colaboración, de entrecru- aprendizajes, artificios y descubrimientos, enri­
zamientos. Por ejemplo: Y no ha pasado est nada y quecidos naturalmente. Es diversa la mirada
Déborah el fin . Se preguntan cómo concretar un sobre los materiales a investigar y cómo manio­
pensamiento, un movimiento a partir de cinco bra el artista en busca de la mirada del especta­
escuelas con tendencias estéticas diferentes. dor, en busca de un efecto que construir con él,
Entre los proyectos que tienen: crear una escue­ para él. Las construcciones imaginarias que here­
la integraj^ a partir de la metodología generada damos a veces nos hacen sentii^ salvo cuando
por los vínculos entre ellos, encauzar un reparto en verdad empequeñecen las combinaciones
equitativo de los fondos institucionales. A veces múltiples de nuestro devenir, en todos los senti­
el teatro se corre ^acia intervenciones en,la polí­ dos: la profesión, el sentido de pertenencia (¿a
tica o manifestaciones que colindan con 1¿ cróni­ qué?), lo nacional, lo político.
j £ '- \ i ''
ca periodística, la crítica televisiva, el estereotipo ’

y “ su verdad" a toda prueba: esos pueden ser los OJOS QUE TE VIERON IR
sketches y participaciones de Carlos Michelena, A continuación transcribo parte de mi mirada
el mítico cronista urbano de Quito, y las de Lucho ante el encuentro con experiencias teatrales
Mueckay y Raymundo Zambrano con sus másca­ ecuatorianas de muy diverso carácter e inten­
ras de “Tuco y Manuco” en Guayaquil. Estos acto­ ción. Increíblemente no argumento el protago­
res o performers crean un estado de opinión nismo dramatúrgico al que apuntaba antes, sino
sobre el afuera desde escenarios y tribunas, allí
“ meten la cuchara” y politizan cualquier espacio
donde aparentemente llevart^i
a cabo una “ ligera” actividad
cultural o representan al país,
al gremio, en un campeona-
to. Problematizan el que
antes fue visto como panfle­
to, la intención obvia, investi­
gan en la gente de a pie, cari-
caturizan la casta de políticos
y oligarcas y llevan con fres­
cura, humor y vernáculo un
discurso de impacto e inme­
diata comunicación con el
público.

¿De dónde viene o vendrá


la solidez que se necesita
para que el teatro gane espa­
cios, espectadores, recursos
que sustenten la investiga­
ción?
el diálogo de las diversas escrituras, estas son humana (es más inteligente que el hombre, más
creaciones muy atentas a ía producción de senti­ lúcido), es el narrador, el acompañante sencillo
do desde los lenguajes escénicos: .que lo comprende todo. Un montaje que además-
La razón blindada, de Malayerba, de la que se ha de contar una historia de amor a través del
escrito en tantas publicaciones teatrales en el últi­ humor y el melodrama, juega con los referentes
mo año, a propósito de su estreno como parte de formales de la narración e ironiza la visión de
los festejos por el centenario cervantino y las género, los lugares comunes de crecimiento de la
miradas sobre El Quijote, es una obra rica en pareja, la comunicación, el arte de seducir, todo
muchos aspectos. Primero, la concepción misma para ser más simples.
de adaptación o versión del original, con las El eterno femenino, a partir del texto de Rosario
maniobras y subversiones que asimila y proyecta. Castellanos, está dirigida por Guido Navarro y Jua­
Las más conocidas: el dúo de Quijote y Sancho y na Andrade. Actúan Juana Guarderas, Marta
los testimonios de los presos políticos argentinos Ormaza. Ana Urbach, IVlonserrat Astudiilo. Se trata
en el Penal de Rawson, y allí su condición de de una comedia paródica con típicos temas y com­
extraña y extrañada felicidad. A partir de estas portamientos "femeninos" o sobre lo femenino y
premisas el espectáculo no cesa de comentar y la caricatura de estas respuestas, triquiñuelas, espa­
erigirse en un material que habla del teatro cios: peluquería, sueños, hogar, despedida de sol­
mismo y de los efectos y relaciones que genera. tera. Antiheroínas, payasas, organizadas en una
El duelo de su autor Arístides Vargas y Gerson farsa y de pronto en un grupo musical que suena
Guerra (como artistas y personajes) es delirante, ruidosamente. Llegan al espectador a través de una
ingenuo, frágil, preciso. Se juega a hablar, el tea­ relación basada en la hilaridad, la autocrítica con­
tro hablaoy actúa aquí de la crisis misma de rela­ vertida rápidamente en autohomeriaje, la revela­
tar desde ese ámbito y sobre las nociones de ver­ ción en la ligereza y el transitar por una serie de
dad y verdad escénica, ilusión, artificio. Lo fami­ lugares comunes desafinados, donde la mujer aun­
liar. el afuera, la circunstancia policíaca que los que sepa que "'ya sé que no te gusta que te diga
contiene, la elección de objetos/clave -como las cosas cursis" construye slogans, estereotipos en
sillas con rueditas, el orinal, las dos mesas- los sus propios vínculos interpersonales: “lo que sé de
constriñe en un espacio que es la nada (el esce­ los hombres lo sé por los perros ". Y la rebelde auto-
nario) y a su vez se energiza y muta todo lo posi­ viuda se defina: ‘‘Yo me prefiero fuera de foco",
ble y necesario: estados de la mente, paisajes. Susana Nicolalde (La Cachinera) junto a Sandra
Aquí todo es elucubración, tejido y montaje, Ortiz (La Duenda) muestran Y no ha pasado es
magia y ritual Analogía y espacio de representa­ nada, indagación en lo ancestral de los momen­
ción. La vida aparece como documento y allí las tos vividos, narración de la sabiduría de un pue­
palabras están sumergidas, hasta el último alien­ blo. extraño folklor que deambula con sus abar­
to se le extraen significados, sonoridades. Esta cas y telas bordadas, panecitos de coco que la
dramaturgia construye su propio verosímil, su contadora de historias brinda. La Cachinera -se
legalidad poética. No cesa de evocar, de provocar le decía a las que contrabandeaban y recogían
emociones y también, juicio estético. objetos tirados para cambiar más tarde por
El montaje de Él, ella y ese perro del grupo Ojo otros- destruye el tiempo y lo restaura.
de Agua, a partir del original de Sybille Berg, se Son las voces de la gente las que recoge, como
presenta casi como una coreografía, el espacio cosas suspendidas en un tiempo y en un silen­
despojado muestra elementos fetichistas que los cio inapresables -señoritas que endulzan adió-
identifican, casi como ¡a caricatura de ellos mis­ ses y despedidas... viejos jubilados, bebiendo
mos. El vaudeville, el cabaret, el teatro de salita tragos de miseria y limosnas, hermanos de to­
con teléfono incluido, las pasarelas y el mundo • das partes- recuperadas para el acto secular
físico gestual, nutren la visualidad de este mon­ del nombramiento y la reconstitución,1
taje. Ella dice ser un ser neutro precisamente Canciones, objetos que se transforman en otros
para negar la condición obvia de su aparición. El y son atrezzo de la propia y necesaria historia,
perro no es é í animalito juguetón, el amigo más confieren mundo al espectáculo: “ Hoy hemos
fiel del hombre sino casi el deseo más canalla, y podido hablar y contar nuestras historias" La ciu­
los tres (María Elena López, Marco Bustos y dad no la traga en su inmensidad y su ámbito de
Roberto Sánchez, también director) forman un
triángulo que se autoparodia. El perro se huma­ Santiago Rivadeneira: "£l mundo imaginario de la Cachi­
nizó y pareciera de una especie superior a la nera", 0 Apuntador, n, 22. agosto 2006. p. 4,
m i.
., ■■ .
tan común ahora está extrañado, antropologiza-
do. Ella es el ri— ’ m r
pia instalación interviene el
^ #
taciion de artista a ,

teter
irar una tizana. es un
las yerbas que pone
sr\do. Un paso como el
la mujer pobre que vende em] s y canta: del zapateo es su mane Razarse, pegado
"Las palabras tienen'que ver con cosas y las a la madera del - 5 ¿ortos, como a
cosas tienen que ver con la vida. Nosotras estare- la manera de un tap). La danza de Wilson Pico
mos vivas mientras ellas permanezcan con vida”, -de la que se ha escrito tanto y mente-
Wilson Pico crea fñstórías frágiles. retablo de ^contiene los despojos de lasabi una vida
cinco personajés masculinos en solitario: “El bailada, pensamientos ambiguos, qt irovienen
hombre del bastón" (El recuerdo de su padre no sólo de la coreografía sinq de la qbservación
enfermo de catarata, una infección que le hizo; sobre el mundo, sin formalismos. Es afectiva,
perder la vista ai Wilson durante semanas siendo' intensamente ascética, despojada, rara, su cuer-
niño, el fantasma de Edipo). “El kamikaze” (Llega . po interactúa con su mente en una personal
por primera vez a la Plaza Belmonte y ve a fartfc actuación, llena de misticismo.
sos luchadores mexicanos pelear), “El fino” (El Müégano Teatro (Pilar Aranda, Santiago
recuerdo del ladrón que se llevó a su borreguito Roídos, Itzie! Cuevas, Bárbara Aranda, Lucía
blanco, los ladrones de cuello blanco que conoció ’ Modad) presentayugueíe cerca de la violencia, de
de adulto), “ La esquina” (Amar en silencio, la ■Brecht “ Un espectáculo dialéctico cómico
opresión en el pecho a causa de un imposible) y . mágico musical en el que ios payasos ayudan a
“ El cuarto de Don Lu” (El bailarín pone con delec-: los hombres mientras los hombres cruzan los
1 ,
-y

m m & j-
océanos mean petróleo y e! petróleo se trans­
forma en una cornetíta” , escriben los artistas en
el Programa de mano. El montaje apuesta casi
todo a las circunstancias de enunciación, como
si ahí estuviera la llave para descubrir y conver­
tir en “ un juguete cercano a la violencia" el
modelo que se representa. No importa la histo­
ria sino cómo el teatro la cuenta Los efectos de
la voz, el recital o conferencia organizada, el
juego. “ Lo vigente de Brecht no son sus adhe­
siones políticas en sí [...] sino el hecho de que
lograra materializar nuevas formas de produc­
ción y de relaciones sociales en su propio tea-
tro”.2
El texto se vuelve rito escolar, desecho, se pone
en movimiento a partir de una línea donde los
comediantes se sitúan con sus libros abiertos, y
generan diálogos, narraciones, soliloquios, una
participación múltiple, multivocal de los ¿hechos?
que narra Juguete... Las relaciones se construyen
en estos vínculos siempre vivos a partir del con­
tenido de lo narrado y también de todo lo que se
“produce” durante el montaje con mucha ener­
gía: canciones, símbolos, el interés que avanza y
retrocede como en un juego, los comentarios
sobre el mismo teatro que se hace y la memoria
del que se nutre (Míjller, Pessoa, Weill, Maiayer-
ba, Teatro de los Andes), quizá porque “ nadie
sabe qué es un ser humano”, una chachara inde-
tenible que contiene lo superfluo y la indicación
final sobre la imagen proyectada: “contemplad a
nuestros muertos”.
Sarao, que dirige el actor, bailarín y coreógrafo
Lucho Mueckay, hace danza teatro desde los con­
tenidos más inmediatos y cercanos, las coreo­
grafías y dramatizaciones de los bailarines mues­
tran lo mismo enseres domésticos, tuberías y
artefactos de plomería, carteles de propaganda
política, cuerpos bien entrenados y la preocupa­
ción por el diseño del montaje y cómo interactúa
el cuerpo danzante con las palabras, a veces
enunciadas desde un afuera opositor. El mensaje
pareciera en ocasiones muy directo en relación al
sitio o marco de la investigación: un barrio mar­
ginal, y lo que este genera: un mundo físico, de
movimientos, respiraciones, cadencias a explorar.
Lo urbano tiene protagonismo, al igual que las
relaciones familiares, la violencia y vínculos de
dependencia que genera. Sarao (Jorge Parra,
Michelle Mena, Cyndi Cantos, Nancy León, Mario

2 Santiago Roídos: “ Brecht aquí y ahora” , Programa de ma­


no de las jomadas Brecht en Guayaquil, del 11 a l l 9 de agos­
to del 2006.
Suárez y Vanesa Guamán) está bailando no sólo Malanoche habla de las paradojas, lo que se dice
desde la danza misma y sus elucubraciones téc­ parece significar lo que se calla, a través de una
nicas, sino desde la mirada cuestionadora de pasión desenfrenada, casi en su totalidad repre­
otros andares, probando la presencia física en sentada por Ella, personaje que construye Rocío
busca de personajes, de sonidos, rutinas callejeras Reyes, junto a los otros actores (Nixon García,
en las que los cuerpos generan un comporta­ Freddy Reyes, Magaregger Mendoza). Una escena
miento físico distinto al habitual y sus agregados: compuesta visualmente hasta el más mínimo
recuerdos, palabras, voces de los civiles, de los detalle, en sus planos, perspectiva, colores, seres
ciudadanos. Y una vocación por narrar, por cons­ que la habitan. Al centro, la mesa de billar, en
truir relatos a veces más figurativos, otras el bai­ torno a la cual, una noche, sucede ésta historia de
larín danza con su entrenamiento, su fragilidad. ajuste de cuentas, recuerdos, que pareciera habi­
Mostraron Civilizatoria, Se nosfue la mano y Juego tar un sueño, una condición onírica y no la reali­
de amargos adioses. dad mugrienta de un sitio como ese en el campo
Teatro Ensayo Gestus pone en escena Q.E.P.D., o “zona marginal” manabita.
de José Martínez Queirolo, dramaturgo a quien Uno de los hombres dice haber amado a esta
se dedica el 9no. Festival de Artes Escénicas de mujer y los dos tiempos parecen unirse, y asi el
Guayaquil. El espectáculo, con dirección de Virgi­ montaje manipula espacio, tiempo y lugar. Un
lio Antonio Valero y Bernardo Menéndez, se sitio donde siempre es de noche, puede que todos
arma desde el diálogo del texto con otras fuentes estén muertos o donde el elemento sugestivo es
no teatrales como $1 video. Ahí radica su apuesta de gran fuerza: lo que se siente en ese ámbito de
principal, en eyÉi|gg|&te que genera la vida en el ficción y lo que es el efecto en el espectador,
escenario y la documenfi&ión urbana, un velorio juego de espejos, eLambiente rural, en penum­
en una ftuMraria... es decin cuando no se argu­ bras, el malentendido opmo motor del diálogo, el
menta ni subraya nada, sino que desde dos fuen­ olor, lo grotesco del delineado de los personajes
tes se genera tensión y se produce un agregado (desastres de la guerra) que diseña una presencia
energético, no presente antes. Estas nuevas rela­ rara en sus movimientos ralentizados, mucho
ciones visuales, de armado compositivo de toda tiempo observando desde la quietud. O de pron­
la escena, enriquecedlas circunstancias y diálo­ to ella irrumpe y no para de dar vueltas sobre la
gos. mesa, caer, y seguir con una coreografía de con­
Simón (V. A. Valero) y Enriqueta (Monse Ferra) vulsiones y contorsiones que más que de cons­
ya no están solos como los concibió Queirolo (a la trucción física, está hablando de ritmos y padeci-
manera de Tota y Tato en Dos viejos pánicos, de rnientos anímicos, sacudidas. Como si los perso­
Virgilio Pinera). El video enajena el sentido literal najes estuvieran en la escena pero no en la histo­
de! texto y establece otro tipo de drama o conflic­ ria, entese momento que se cuenta.
to, referidos a la construcción formal y a los senti­ Esas asociaciones provoca Malanoche, un juicio
dos que desprende la elección de montaje. El blan­ desde el infierno para juzgar al asesino de esta
co y negro son los colores sobre los que se diseña mujer, al violador del pueblo, la reconstrucción de
todo: el ajedrezado del piso, la ropa. El montaje los hechos desde la evanescencia.
está encontrando el elemento de modernidad ins­ Como propuesta ética en medio del delirio y el
crito o escrito en el texto. insomnio metafísico de una cultura que quiere
La Trinchera, el grupo anfitrión del Festival de comprenderse, es Ella la que tiene una respues­
Manta, en la provincia de Manabi, presenta Mala- ta que nos recuerda a la iriujer que se rebela en
noche, texto y dirección de Arístides Vargas. Manta Casa de muñecas o La muñeca rota, de Simone
es una ciudad puerto, que los cartógrafos y nave­ de Bouvoir. Ojo: estamos ante un Existencia-
gantes identifican desde los siglos XVI y XVII; su lismo de nuevo cuño.4
nombre parece referirse al escualo marino. “Se
asegura que frente a la actual ciudad de Manta, en
el lecho marino, estos grandes y peligrosos ani­
males se escondían bajo la arena, listos para abra­
zar una presa y huir con ella a toda velocidad".3

4 Ubaldo Gii: “ Festival Internacional de Teatro ’Maianoche'


5 Manta ayer y hoy. Idea original y textos: Ricardo de la o la llaga insomne". E l Mercurio. Manta, viernes 22 de sep­
Fuente, Manta, 2006. p 16. tiembre del 2006. p. 24A.
Auto­ Decía Alfonso Espinosa que el teatro ecuatoria­
no nació experimental. Estoy de acuerdo. Sobre

nomía y todo, creció experimental y sigue en esa línea. En


todo caso, nació como un niño grande obligado
a ponerse al día, a subirse ai bus de la creación

experimen­ colectiva, sí o sí -década del 70. Tema que no


cabe en este artículo, tan sólo nota que da luces
sobre la producción ecuatoriana. Sí -hay que

tación señalarlo- a partir de los años 80, y concreta­


mente en los 90, el movimiento teatral se conso­
lida con la aparición de grupos que nacen de la
Genoveva Mora experiencia de sus predecesores y, al mismo
tiempo, del empeño por ser autónomos y con­
centrar su búsqueda desde la propia experiencia.
o hay puesta en escena. Tiempo y espado

N
Aparecen Malayerba, El Juglar, Teatro Experi­
son coordenadas determinantes en la cre­ mental Guayaquil, Sarao, Contraelviento, La Trin­
ación artística, invisibles y concretas chera, Espada de Madera, Callejón del Agua y
simultáneamente, se confabulan para imponer Zero no Zero.
un sello, una fecha y una atmósfera. Consciente El Ecuador, como la mayoría de Latinoamérica,
o inconscientemente, los artistas asumen y res­ ha venido experimentando constituciones, go­
ponden a estos aspectos, complejos en demasía. biernos, estrategias para sobrevivir. En este sen­
El tiempo, por supuesto, nos determina: nuestra tido el teatro es un reflejo, con mejor destino, del
historia teatral es joven. No tenemos tradición mismo espejo. El teatro ecuatoriano tiene sus
teatral en estricto sentido. El teatro clásico en su particularidades, una de ellas es que la dirección
momento fue un modelo, y por diversas circuns­ tradicionalmente ha estado en manos de los
tancias que bien conocemos, la escuela una ellas, hombres, pero los personajes inolvidables, las
no tuvo espacio para prosperar. buenas actuaciones, corresponden a las mujeres.
Otro signo nuestro son los elencos mínimos: la plido a carta cabal. Al pueblo le ha tocado vivir un
nómina de integrantes es en genera! reducida, jardín de pulpos, se ha poblado de señoras de las
característica que responde, evidentemente, a las nubes; de mujeres solas, de medeas, de confesio­
limitaciones económicas para producir otra ima­ nes vergonzosas. Kito con k ha desbordado sus
gen de nuestra economía “en desarrollo", de fronteras.
nuestra “crisis permanente". Puntualmente nos preguntamos: ¿Quién se ha
El teatro se presenta “puertas adentro” , por los llevado todo? Y para no sumergirnos en la angus­
obstáculos económicos básicamente, para difun­ tia, nos reímos de nosotros mismos. Las maruji-
dirlo: escaso apoyo estatal, de medios, etc. El tas nos visitan de cuando en cuando para hacer
registro de su desarrollo ha sido inexacto, aparte un paréntesis saludable. El escenario nunca está
de la ausencia de un centro de documentación, vacío, hay una niña de las caracolas que habla de
de una labor crítica sostenida, más aún de refle­ tragedias particulares. Otra que retrata la clase
xión teórica. más desposeída, las alianzas matrimoniales
El mapa teatral ofrece dos regiones protagóní- impensables, los militares y su poder Niñas,
cas: Quito y Guayaquil. Y otras de menor inci­ mujeres, magdalenas, locos, asesinos; lúcidos y
dencia como Cuenca, Ambato y Manta. agoreros van apareciendo al ritmo de los aconte­
Quito: lugar y puesta en escena de las múltiples cimientos, de la accidentada vida política y los
manifestaciones políticas y sociales. fallidos intentos de cambio radical. Por eso el
Quiteños: aquellas y aquellos que lo habitan, punto defuga, en lenguaje de clown, cala hondo,
actores y protagonistas de los derrocamientos de no hay desenlace ni estructura, y.- en este
turno. momento (a una semana de elecciones presiden­
Escenarios: San Francisco, Avenida de los ciales) quién sabe si este título es el único que
Shirys, Centro histórico, barrios y valles, lugares cabe en nuestra agitada fábula.
de resistencia y acción ciudadana, que, en el La realidad es contundente, se ha repetido con
lapso de diez años -1996-2006-, han cambiado insistencia, más rica que la ficción, en eso no hay
de figura presidencial, nada más ni nada menos discordia. Por ello es imposible ignorarla, por eso
que seis veces, sin contar la efímera y teatral y a pesar de tanto obstáculo, el teatro y sus tra­
subida y bajada de la silla presidencial de Rosalía bajadores no han cesado:
Arteaga, quien constitucionalmente tenía dere­ Malayerba en la década de los 90 ha marcado
cho al cargo. su espacio. Dirigido por Arístides Vargas, y con el
“Ahora le toca al pueblo" fue e! slogan de apoyo inteligente de Charo Francés, han cons­
Rodrigo Borja, un gobierno que arrancó en los truido un grupo sólido, teniendo en cuenta que
años que nos ocupan, y sin duda, eso se ha cum­ su elenco ha ido cambiando. Malayerba tiene
una estética que lo identifica, Braganza; El Arrebato: Juan Carlos Valencia;
así como un nivel actoral vigo­ Teatro de la Resistencia: Santiago Naranjo.
roso, resultado de una búsque­ Malayerba ha llevado al escenario a partir de
da incesante en cuanto a técni­ los 90, en su mayoría, obras de Arístides Vargas,
ca, así como la definición de lo que ha consolidado un teatro nacido y pensa­
una línea dramática. De hecho, do desde y para una realidad latinoamericana.
su laboratorio teatral ha sido el Los referentes que mueven al dramaturgo se
espacio de búsqueda del actor. transforman en la escena y en los textos, reinter-
Fruto de este trabajo tenemos pretan la realidad y se sitúan en un tiempo y
actores y directores jóvenes con espacio que fluctúa entre lo terrenal y abstracto.
un potencial creativo que ya ha Sus personajes son seres poco reales que sin
empezado a dar frutos: Gerson embargo, nos sitúan en conflictos tangibles,
Guerra, Santiago Villacís. Joseli- actuales, en la desmemoria que nos determina:
no Suntaxi, Cristina Marchán, Jardín de pulpos. Pluma, La edad de la ciruela, El
Daysi Sánchez, Manuela Romo- deseo más canalla, Nuestra Señora de las Nubes,
leroux y Pepe Rosales -además De cómo moría y resucitaba Lázaro, el Lazarillo, La
de actor, escenógrafo y vestua- muchacha de tos libros usados, La razón blindada.
rista del grupo- constituyen el Malayerba es un teatro de la memoria histórica
elenco actual. y poética, extrañada y realista, un referente inne­
Malayerba hace honor a su gable en el teatro ecuatoriano,
nombre, no por lo de mala, sino Contraelviento nace en 1991. Se ha sostenido,
por eso de que nunca muere, se ha prolongado como su nombre lo afirma, contra todo tiempo.
en varias direcciones. Varios actores y actrices Patricio Vallejo Aristizábal, su director, anota asi­
han nacido o pasado por su casa, para luego mismo una característica que se ha vuelto cons­
tomar camino independiente: Ximena Ferrín, tante: dramaturgo, director y, en varios casos,
quien junto a Carmen Vicente formaron Chiroka, actor en sus propias obras. Por el camino de una
y aunque como grupo se han mostrado poco, estrella. Abril, Tarjeta sucia, Adiós!, Cargamontón,
pues Carmen dejó Ecuador hace algunos años, Herodías y la luna en el desierto y Al fin a l de la
Ximena es una actriz, probada en la escena, noche otra vez, dan cuenta de este trabajo. Casi
versátil y segura: La verdadera historia de la cape- todas construidas con personajes más bien coti­
rucita roja. En el umbral de una noche invisible. La dianos que se mueven en un lapso y territorio
niña de las caracolas, ¿Quién se ha llevado todo?, reconocibles, locales. Como una manera de insis­
avalan su trabajo. Ahora mismo acaba de iniciar­ tir en mostrar una realidad concreta y cercana.
se en la dirección junto a Sara Constante, en Sus protagonistas son seres que, por sobre
Trans, una obra en la que comparte escenario todo, tienen que vencer la lucha diaria, sus nece­
con Gabriela Ponce, recién egresada del taller sidades más urgentes y básicas. Si bien no se
Malayeba. Valentina Pacheco cumplió un ciclo profundiza en el por qué de las situaciones de
importante con Malayerba y es otro nombre en estos personajes, se deja ver un orden social y
el .teatro. Sus últimos trabajos los ha realizado económico que impide crecer. Se constata que
con Viviana Cordero; Escenas fam iliares y La tore­ en el mundo moderno y progresista de hoy,
ra. El año pasado compartió escenario con queda poco espacio para el arte, para aquellos
Rossana lturralde en La edad de la ciruela. Marco que han centrado la búsqueda personal en aspec­
Bustos, actor, salió de la escuela y ha participado tos menos profanos. Contraelviento es también
con mucho reconocimiento en propuestas teatra­ el laboratorio donde se han formado un número
les y en el cine. Cacho Gallegos dejó escrita su importante de actores. Verónica Falconí, Cristina
actuación en Macario. Coral, Wilson Sandoval y Marcelo Guigua, consti­
Varios grupos se han formado al salir de esta tuyen el grupo.
escuela: El Retablo: Alexandra Almeida, Pablo Patricio Estrella junto a José Alvear formaron La
Roldan. Erick Cepeda; Huella de Mente: Camilo Espada de Madera y, desde 1989, han realizado
Orozco, Joselino Suntaxi, Vinicio Romero, una labor perseverante en varios derroteros. Su
Priscila Romo; Grupo Sabandija: Sebastián apuesta ha ido casi por igual al teatro de sala, con
Aguillar, Estiven Góngora, Mónica Mancero, obras para chicos y grandes, la narración oral, y
Pablo Ortega, Martín Varea; María Dolores Ortiz, una importante labor en escenarios alternos. El
Frank González; Tropa en-Juego: María Carmen teatro de títeres es otro de los pilares del grupo:
pedagogía teatral. Ha colaborado y trabajado de
manera cercana con el elenco del Patio de
Comedias.
Luis Miguel Campos actualmente dirige el gru­
po Teatro de la Forma. Si bien sus textos abordan
temáticas diversas, su teatro en la escena se ha
definido por una innovadora linea costumbrista.
La realidad y el entorno cotidiano, los modos de
ser ecuatorianos, son la materia prima para
varias de sus obras, para algunos "juguetes”
como él los define. Campos, más que retratar,
hace una interpretación caricaturesca de perso­
najes tipo, los rescribe y construye nuevos signos
que nos identifican.
La marujita se ha muerto con leucemia, estrena­
da en 1991 y dirigida por Navarro, con la actua­
ción de Juana Guarderas, Elena Torres y Martha
Ormaza, es la comedia ecuatoriana más vista. El
E l Quijote, Cristobita el de porra, E l brujo y el dia­ rabo de paja de la Anita Zuquülo, La Tránsito Smith
blo, son muestra de este género. ha sido secuestrada, La mierda, son propuestas en
José Alvear, actor versátil y músico, ha trabaja­ la misma línea El secreto de la Azucena y San
do a la par que su director, realizando adaptacio­ Sebastián incursionan en una dirección dramáti­
nes como La leyenda de Cantuña. ca distinta. Los protagonistas nacen de las figuras
Estrella, además de director es actor, titiritero y de dos santos, en un teatro ligado a la historia,
un buen contador de cuentos. Colabora con otros que no precisamente se identifica con lo que
grupos en la dirección y puesta en escena. Es el popularmente se conoce de Luis Miguel Campos.
autor de Al pie de la campana, obra simbólica de Zero no Zero, formado en 1996 por Peky Andi­
La Espada de Madera. Ha adaptado textos de no y María Beatriz Vergara, repite el fenómeno
autores nacionales y extranjeros: Sólo cenizas del dramaturgo, director y actor. Andino se carac­
hallarás y Ana la pelota humana, de Raúl Pérez, teriza por una escritura ácida, provocadora en
Hombre solo, de Eduardo Estrella, E l principito, de algunos casos, que mantiene un constante obje­
Saint-Exupery, y de García Lorca, entre otros. tivo: dibujar ámbitos y personajes oscuros, un
La Espada de Madera es un grupo dinámico tanto retorcidos, que en sus textos parecen
que ha llegado al público desde diversos géneros borrar el tiempo histórico e instalarse con los
y una labor continua. Con mucha frecuencia son mismos defectos y carencias en el panorama
invitados a festivales alrededor del mundo. actual. En un primer momento, el dramaturgo
Cuenta también con su espacio de formación y echó mano de ios mitos griegos y los aterrizó en
talleres regulares. territorio y espacio propio: Edipo y su señora
Teatro del Cronopio, fundado por Guido Na­ mamacita, Kito con K, U lisesy la máquina de per­
varro, ha sido el gran impulsador del teatro de dices. Con Medea llama por cobrar, recreada en
clown, que hoy en día tiene diversas manifesta­ “ la Churona", diosa y madre de nuestra comarca
ciones, algunas un tanto desviadas de la esencia -su mayor logro- cierra esa etapa ligada a los
del clown, que por cierto no es -como señala textos clásicos.
Navarro- sólo una forma teatral que se sostiene Regresa entonces a la historia ecuatoriana como
principalmente en lo gestual, y uno de los ele­ fuente para las nuevas propuestas. Antes había
mentos es lo cómico. En esta línea el grupo ha hecho A García Moreno le gusta el cha cha chá. La
trabajado y creado El baile de los inocentes, E l vida política ha sido ingrediente y pretexto para
hueco. La tempestad, Punto defuga, algunas de las
puestas que los definen, nacidas de adaptaciones
de textos y de otros propios. La agrupación con­
voca a jóvenes que buscan un lenguaje particular
y una forma gestual sustentada en el concepto de
clown: el actor que puede jugar con el teatro.
Navarro centra su tarea en la dirección y en la
caricaturizar y llevar al escenario a personajes Matheus se ha empeñado en un tema: la migra­
nada gratos, que han tenido un triste y protagó- ción, que por cierto atraviesa el teatro ecuatoria­
nico papel en nuestro devenir histórico: Mi radio no. Con esos zapatos me quería comer el mundo
lo mató, Hasta nunca clase media. Andino ha tra- -texto de Pablo Tátés- y El pueblo de las mujeres
bajado no sólo con su grupo, en los últimos años solas, son obras que responden a esta preocupa­
lo ha hecho con actrices y actores de diversos ción y han recorrido diversos escenarios.
ámbitos, en “ matrimonios” de corta duración y Ojo de Agua, nacido en 1997, lo conforman
resultados variables. Su oficio de director y dra­ María Elena López y Roberto Sánchez Cazar. Su
maturgo no ha sido obstáculo para estar de vez trabajo ha constituido una constante búsqueda.
en cuando en las tablas y compartir escenario Entre sus expresiones está el teatro de títeres con
con actores diversos. lenguaje poético, no sólo a nivel de la palabra,
María Beatriz Vergara, la cara visible de Zero no sino de puesta en escena: Romero solo, Vida y
Zero, ha probado su ductilidad como intérprete. muerte de Juan Palomo, La realmente imaginaria
A su capacidad y ventura desde el sillón de la historia de Cantuña. En el teatro para adultos des­
dirección con Eres perla que te hundiste, junto a taca Kaspar, obra de indagación, en la que se
Alfredo Espinosa, le siguió Sacrificios del alma y empiezan a vislumbrar ciertas características de!
Función continua, ambas de Andino. Más adelan­ director: un trabajo profundo a nivel de persona­
te vino Que te perdone Dios, ¡yo nof, obra en la jes definido en el lenguaje escénico, es decir, los
que Vergara adapta, dirige, produce y actúa, una personajes de Sánchez no se repiten, responden
manera completa de experimentar. En estos días a cada creación. Se irán consolidando en Confe­
estrenó E l club de los traviesos, obra infantil escri­ siones vergonzosas, y en Él, ella y ese perro... su
ta con el aporte de su pequeño hijo Joaquín. último trabajo.
Cercana al grupo ha estado Andrea Ordóñez, Paralelo a su actividad de dirección y actua­
actriz de corta experiencia pero de inmensas ción, Roberto se ha mantenido en su oficio de
posibilidades. Ha destacado en varías obras y en escritor. Que no haya pena y Naufragios, incluidas
alguna ha sido puntal y razón de su éxito. en un solo volumen, gana el Aurelio Espinosa
Poli:, que gn modalidad de teatro, fio se concedía
desde 1986. Es parte dél grupo que emprendió
Hoja de Teatro, revista de artes escénicas, en la
que es su coordinador general.
El Patio de Comedias, fundado hace más de
veinte años, es sinónimo dé acción y buena
vibra. Dirigido desde los 90 por juana Guarderas,
Patio... por metonimia ha pasado también §
denominar al elenco integrado por su di
Elena Torres y Martha Ormaza. Con ella
Jan de manera cercana Ána Urbach, Moi
Astudillo, y como directores, Guido Navarro y
Juan Andrade. El Patio... tiene casi un membreií
3ue lo identifica: la comedia, en este género ha
io su quehacer con gran respuesta pe
Darte del público. Elena, Martha y Juana son
arujitas”, grabadas ya en el imaginario ec
riano. El Patio.. da cabida a grupos extranjer
qu^ísuarHIícuaao^íu s ^ ^ ^ n u g a r aonae se
Jorge Matheus dirige El Callejón del Agua, inte­ juntan los teatreros para actividades puntuales y
grado por Santiago Rodríguez, Sonia Valdez, Alex ofrecen talleres de manera regular.
Altamirano y Alejandra Albán, desde su apari­ Mandrágora, es decir, Susana Nicolalde, tiene
ción. En estos últimos años ha hermanado su presencia no sólo por la figura teatral de su direc­
tarea teatral con la dirección de la Escuela de tora, sino porque desde el 2003 convoca al
Teatro de la Universidad Central, y le ha inyecta­ Encuentro de mujeres, un empeño para mostrar
do una buena dosis de dinamismo. La escuela y trabajos, dialogar y reflexionar sobre las pro­
su actividad han estado ligadas en el escenario puestas. Las últimas obras de Susana: Retrato
con festivales y obras nacionales y extranjeras. junto a Y no ha pasado es nada.
Quilago la mujer solar, da nombre al grupo cre­ Entretelones -1995- Raymon Duque y Patricio
ado por Viviana Cordero, dramaturga, narradora Guzmán, este último dramaturgo y director que
y directora de cine y teatro. Trabajadora incansa­ además de llevar a escena, actuar -en algunas-
ble, desarrolla una actividad ininterrumpida en y dirigir sus obras, constantemente colabora con
estos últimos años. Antes de centrar su actividad sus colegas en la dirección. Chancho agridulce.
en las tablas pasó por el cine con el guión de Alquimia, Cochinillo color de cielo, No todos los
Sensaciones y la dirección de Titanes en el ring. A días se casa un amigo, son algunos de los textos.
partir del 2000 en que hace Mano a mano -con Patricio es una de los fundadores del Festival del
Martha Salas y Toty Rodríguez, actriz de recono­ Sur, que lleva ocho ediciones y se consolida
cido trayecto en el cine y después en el teatro de como una jornada cultural, ampliada a escena­
los 70- decide formar el grupo. Luego vendrá rios alternos y espacios donde el resto del año
Tres (también con Rodríguez), de la que nacerá ocurre muy poco a nivel teatral.
Lula. Más adelante, María Magdalena, la mujer Saltamontes, colectivo que nació en 1979, con
borrada, protagonizada por Juana Estrella, quien María Escudero, figura que contagió con su ética
se da a conocer con este excelente trabajo. Le y compromiso, acentúa en sus creaciones una
siguen Escenas fam iliares, La torera y De arrugas temática que refiere y expresa nuestra cultura,
y bisturís, un éxito a nivel comercial y un giro en historia e idiosincrasia. Se han especializado en
la escritura y dramaturgia de Viviana Cordero. propuestas aptas para todas las edades y públi­
Taller de Teatro Popular en 1991 amplía su pro­ cos, sobre todo a aquellos que no tienen acceso
puesta y agrega a su original el nombre Máscaró. directo al teatro, por eso, la calle, la plaza, patios
IlonKa Vargas, la fundadora, continúa en la direc­ y parques, han servido de escenario para obras
ción general hasta ese año, cuando la asume como Dominica, que habla de la violencia intra-
Pedro Saad Vargas, con quien comparte la direc­ familiar, Etza y el gigante, inspirada en un mito
ción artística. La primera obra de esta nueva Shuar, Glup-Zas-Pum-Crahs, cuyo protagonista es
etapa es Saludos para Titi, hoy convertida en La el legendario Naún Briones. Su última obra -pri­
fiesta del bosque encantado. Le sigue El año que mera de autor llevada a escena- es Pedro y el
viene en el mismo lugar. Irina Gamayúnova, actriz capitán. El grupo lo integran Viviana Jojoa, Sergio
del grupo, ha participado en propuestas diversas, Silva, Hugo Palacios y Lucio Saéd. Su director es
la más recordada Sólo cenizas hallarás, con Leonardo Ramos.
Patricio Estrella. En 1997 se estrena como dra­ Teatro Ensayo, fundado y dirigido por Antonio
maturga y llevan a escena su obra A calzón quita­ Ordóñez hace más de tres décadas, mantiene
do. Pedro e Irina alternan su actividad escénica una actividad más bien moderada. Las puestas
con la de la pantalla chica. en escena no han vuelto a tener el brillo ni la
resonancia de Huasipungo o Santa Juana de Amé­
rica. El trabajo actual se centra más al interior de
la Escuela con un elenco constituido por alumnos
egresados de sus aulas: Mari Rubio, Ruth Abril,
Silvia Chasi, Carlos Guamán, Marco Tkyupanta,
Cristina Ochoa, Fernando Trujillo, Mariuxi Cas­
tillo, Gualberto Quintana -técnico- e Isabel Casa-
nova y Víctor Hugo Gallegos, dos personajes
reconocidos de nuestro teatro. Gallegos alterna la
dirección de obras con Ordóñez y Casanova
mantiene su oficio de dramaturga y libretista
para radioteatro.
Sus trabajos de la última década son Memorias
desde el cascajo seco, La Celestina -V. H. Galle­
gos-, Marat-Sade, E l ángel estúpido -creación
colectiva. El Teatro Ensayo fue invitado por Raúl
Pérez, en su período de director de la Casa de la
Cultura Ecuatoriana, a volver a ese espacio y con­
vertirse, nuevamente, en su grupo oficial.
Arista, creado en 2003, está conformado por per­
sonajes de experiencia en la dirección, actuación
y dramaturgia: Diego Carrasco, Luis Cáceres, Pe- La nómina teatral en Quito se
tronio Cáceres y Santiago Naranjo Viera, actor completa con grupos jóvenes
joven que ha dado cuenta de excelentes trabajos, que empiezan a construir su tra­
invitado por varios directores para diversos pro­ yecto: La Torora, es decir, Diana
yectos, ganador de un festival de monólogos, con Borja -actriz de visible poten­
Variaciones de la vida del ahorcado. cial- ha trabajado con algunos
Laboratorio Cómico, de José Moran, Eduardo elencos y en un monólogo que
“ Mosquito” Mosquera y Christoph Baumann, la identifica: Débora el fin . Y
marcan un capítulo de humor y coyuntura en el están Huella Demente, Tentem­
teatro, siempre bien recibidos por el público. pié, Azul profundo.
Cerró su ciclo como grupo con su último café tea­ Otras agrupaciones no tan jó­
tro A la bió alabaoü!, dirigido por José Morán, un venes son la Compañía Nacio­
juego con el fútbol y la política, dos ingredientes nal del Teatro, Contracorriente
garantizados para el éxito. y, seguramente una que otra se
Baumann dirigió con mucho pulso en el 2005, queda, involuntariamente, en el
Adiós. Today, de Igor Bauersima, para Teatropro- tintero.
ducciones; protagonizó La celda, propuesta experi­ En el centro del país, en Am­
mental del compositor Mesías Maiguashca. Tamara baro, se registra también, aun­
Navas, unida a Baumann por su relación de pareja que moderada, una actividad
y también en el teatro, es una de las actrices sóli­ teatral. Mediante la gestión de
das de nuestra cartelera, desafortunadamente un actores y actrices se ha impul­
tanto alejada de las tablas. Su presencia reciente ha sado la realización de El Nacional de Teatro, y
sido más bien en la pantalla grande. Informe para Nacional de Títeres, evento que convoca a los
la academia -Kafka-, dirigida por Baumann. elencos del país a mostrar sus trabajos cada año.
Entre los nombres importantes del quehacer La Carreta, La Muralla, Entrecomillas, son sus
teatral está el de Rossana Iturralde, que inició su agrupaciones. Todos han buscado apoyo y cone­
carrera con El Juglar. Directora de Tragaluz, cor­ xión en el teatro quiteño, de hecho Patricio
poración que ha producido obras con directores Estrella, Roberto Sánchez y Patricio Guzmán los
y artistas extranjeros y ecuatorianos, es una han dirigido.
actriz de grandes dotes, que ha venido combi­ Siguiendo la ruta de la sierra, llegamos a
nando su trabajo con la producción. Quizá hoy la Cuenca, ciudad reconocida por su vida cultural.
conocemos más como directora del Festival Sin embargo, el teatro parece no terminar de
Internacional de Teatro -FITE Q-, el más impor­ encontrar cabida. La actividad ha sido intermi­
tante de los últimos nueve años. tente, actores y actrices han emigrado a la capi­
El actor y director Juan Carlos Terán se mueve tal en busca de formación y estabilidad, En los
entre el teatro y la música. Si bien es más prolífi- años 90 aparece el Teatro del Quinto Río y se
co en lo musical, sí mantiene una actividad liga­ establece en la Casa de la Cultura, lo conforman
da al gremio. Su último montaje es Spaghettis, el cubano Fidel Román y Pancho y Pablo Aguirre,
con Diana Borja. el dramaturgo Isidro Luna, pero no logran per­
José Vacas es el mimo de Ecuador. Sin embar­ manencia.
go, a pesar de ser el creador de la única escuela Hoy son los jóvenes quienes han tomado la
de pantomima, no mantiene un trabajo regular posta: Teatro para Zurdos: Silvana T&pia, José
en el género. De él recordamos la famosa Mudan­ Cáceres, Paúl Romero, Testadura: Mabel Petroff y
zas, con María Luisa González, primer experi­ Manolo Salgado. Colectivo Mano3, dirigido por
mento de danza-teatro, que tuvo gran éxito y que Daniel Berrezueta, que organiza desde hace dos
de vez en cuando remontan. Como director, versiones, la Bienal del Teatro. Lo significativo es
Vacas monta obras que no encajan en su imagen que, a pesar de las carencias a nivel pedagógico,
un tanto trascendental como mimo. estos jóvenes hacen lo suyo y han conseguido, a
Carlos Michelena sigue siendo el “hombre de la través de su trabajo, participar en varios encuen­
calle” , su representación ha perdurado y ocupa tros y festivales dentro y fuera del Ecuador.
nuestro imaginario urbano. Los Perros Callejeros,
El Hombre Orquesta, también son manifestacio­ Otro punto de nuestro mapa teatral es Guaya­
nes que trabajan por inscribir su arte en el entor­ quil, escenario particular en el que sus actores
no citadino. intercalado las tablas y la televisión. Este es un
aspecto en el que habría que pensar detenida­
mente, porque no cabe la conclusión de que los
teatreros han cambiado escenario por pantalla,
sin más ni más. De hecho hay grupos que se
han sostenido en la escena, alternando sus
objetivos más auténticos con aquellos cuyas
“ satisfacciones” permiten comer, excusa esgri­
mida por mucha gente del medio. Más bien
habría que mirar a Guayaquil, que ha sufrido
una transformación notable, por lo menos a
primera vista: grandes avenidas, pasos a desni­
vel, túneles, y sobre todo su carta de presenta­
ción: Malecón 2000. Toda esta “ modernidad”
en gran medida influye en la manera de abor­
dar el arte.
“ Creo que Guayaquil sufre de novelería, hablo
de un público que se deja atrapar por la publici­
dad", decía Marina Salvarezza. Cierto, pero no
exclusivo. En Quito vivimos un momento en el
que se ha agudizado la dificultad para los grupos
alternativos, frente a la producción y mercadeo,
legítima por cierto, de algunos teatros.
El Juglar, nacido a fines de los 70, y consolida­
do en la siguiente década, sorprende gratamente
con un teatro que retrata al guayaquileño de la
época. Logra años de gran actividad con Guayaquil
Super Star, su carta de presentación. Sin embar­
go, el regreso a Argentina de su director Ernesto
Suárez hace que pierda su dirección y abre una
crisis interna que ocasiona que más o menos
cada quien busque lo suyo. Ocho integrantes han llevado al escenario obras
Oswaldo Segura y Taty interílege, forman La que oscilan entre la creación colectiva, dramatur­
Mueca, con propuestas que no han evolucionado gia de Henríquez, así como del repertorio univer­
mayormente desde los 90 hasta ahora, sin duda sal. Kurombos trabaja mucho junto a los niños,
por una razón contundente: la televisión les ha están vinculados a la pedagogía dentro de las
brindado mejores réditos y me atrevería a decir escuelas y a proyectos sociales que velan por
que el teatro ha pasado a segundo plano. Un niños con carencias afectivas y formales.
Guayaco en Hollywood es la obra que se ha man­ Teatro Experimental Guayaquil, cuya figura em­
tenido en cartelera por largos años. Taxi coca. blemática es Marina Salvarezza, quien junto a An­
Maestra vida y Ovarios, son obras dirigidas por tonio Aguirre ha mantenido contacto permanente
Segura y cocinadas en La Mueca. con las actrices y actores guayaquileños. En sus
Augusto Henríquez, una de los fundadores de inicios trabajó junto a Anne Von Buchwald, titiri­
El Juglar, busca nuevos aires para fortalecer su tera, que mantiene una actividad permanente en
oficio. Luego de una temporada de estudios en este género, y dos compañeras argentinas: Alcira
Mendoza, regresa a Guayaquil y junto a Miriam Mújica y Luí de Carvajal. En el TEG han cristaliza­
Murillo forman Kurombos en 1996. Su actividad do múltiples propuestas y esfuerzos colectivos. Su
ha estado ligada al teatro para niños y adultos. oferta ha sido harto variada, desde los clásicos
Guayaquil, que empieza a indagar en la práctica
teatral Un año después llevan a escena su pri­
mera obra: El más extraño idilio, de Tennessee
Williams Y en el mismo año Q.E.P.D., de
Martínez Queirolo, obra que en el 2005 conoce
nueva versión y es llevada a varios festivales. En
1999 Virgilio Valero, fundador del grupo, viaja a
Cuba y participa en el Festival de Guanabacoa
con Colorín colorado el teatro ha comenzado.
Empieza su vínculo con Bernardo Menéndez a
partir de un intercambio cultural con la UNEAC
(Unión Nacional de Escritores y Artistas de
Cuba), que permite la presencia del actor y direc­
tor cubano. Menéndez dirige Breverias de muje­
res. que reúne las piezas Mal dormir. Retrato de
mujer con sombras y Casi todas locas, del español
José Sanchis Simsterra, Tal vez soñar ... del cuba­
no Norberto Domínguez, La planta de cuadernos
-2001-, versión libre de Virgilio Antonio Valero,
Noctámbulos y La clase sánduche, de Cristian
Cortez.
Su repertorio está hecho de obras para niños y
adultos. Teatro Gestus ha seguido una línea de
trabajo de exploración a partir del texto. Si bien
no se puede hablar de un estilo definido, sí se
evidencia una particularidad nacida de las pro­
pias obras y el trabajo colectivo. Su permanencia
K en la escena se ha logrado a fuerza de proyectos
■ - y alianzas, de alternar obras formales {si cabe el
término), con otras más comerciales, como un
hasta obras de dramaturgos guayaquileños como mecanismo económicamente conveniente. El
Hemry Raad, Eduardo Solá, Martínez Queirolo y grupo ha sostenido amistoso vínculo con quienes
Cristian Cortez. Si bien el grupo no ha manteni­ pasaron por su agrupación: Susana Nicolalde;
do un derrotero -que parecía marcarse en la Maribel Solines y María Fernanda Gutiérrez.
puesta de La casa de Bernarda Alba- sí ha logra­ De su alianza con el Teatro Experimental, una
do afirmarse en escena. decisión saludable, que en tiempos de crisis les
En la década de los 90 Marina Salvarezza ha
sido invitada por Lucho Mueckay en más de una
ocasión. En el 92 lo hace en Antígona, estrenada
en Quito en el Teatro Sucre, producida por Cami­
lo Luzuriaga y Mariana Andrade; también dirigi­
da por Mueckay. Yerma, La vida es sueño, Edipo
rey, Yocasta, dirigidas estas últimas por Alejandro
Pinto, cuentan entre su heterogéneo trabajo. La
característica preponderante del grupo ha sido su
poder de convocatoria hacia la gente del gremio.
Sus integrantes: Rosy Moscoso, Elena, Marina Sal­
varezza, Constantino Vinuesa, Antonio Aguirre,
Margorie Fajardo. María Sacoto, Aurora Valdez,
Prisca Bustamente, Teresinha Murtinho, son algu­
nos ligados al grupo aunque no de manera per­
manente.
Teatro Gestus de Guayaquil nace en 1987 con un
grupo de estudiantes de la Universidad Católica de
permitió avanzar, son varios los trabajos bajo la ríum Vacilams son producciones que le dan respiro
denominación de TEG + TEG, entre los más re­ y les permite torear tiempos difíciles, económica­
cordados La lección, de Ionesco, Mandragora, de mente hablando. Sus integrantes son Paola Cabal,
Maquiavelo y Humor de Chejov en un acto. Michelle Mena, Cristian Andrade, Vanesa Guarnan,
Sarao es un nombre que identifica a Guayaquil. Mario Suárez, Cindy Cantos, Valeria Guerrero, Nan-
Fundado en 1988 por el actor, bailarín y coreó­ cy León, Ornar Aguirre, entre otros.
grafo guayaquileño Lucho Mueckay, dirigido por Sarao ha estado ligado a diversos festivales como
él y Jorge Parra, bailarín y coreógrafo, es un elen­ organizador y participante: Fragmentos de Junio y
co que no ha detenido su gestión creadora, así Festival Internacional de las Artes Escénicas.
como su labor de formación. Es interesante señalar Fantoche, una agrupación joven, se inicia en 1999,
que esta agrupación mantiene un entrenamiento dirigida por Hugo Avilés. Dramaturgo cuyas
asiduo, incluso a veces sin miras a nuevas pues- obras se detienen en la identidad guayaquileña,
tas, gracias a lo cual admiramos un excelente escribe también teatro para niños. Como grupo
nivel interpretativo. empiezan, al igual que tantos otros, con un labo­
Sarao es el grupo paradigmático guayaquileño ratorio experimental, se mantienen en esta línea
en lo que a danza contemporánea se refiere. Si por tres años y luego encuentran una modalidad
hay un género que lo define es la danza-teatro. teatral que los cautiva y apuestan todo por ella: la
Obras como Civilizatoria, Juego de amargos adia­ Impro. Empiezan con la impro-deportiva, juegos
ses, Húmedas trinitarias, Amortiguando, Se nos de improvisación, y ahora no humorísticas de
fue ia mano, dan cuenta de propuestas nacidas de mayor duración: historias que se escriben y re-
un sentir profundo frente al entorno social, polí­ presentan en la escena. Sin embargo y, como
tico y económico que nos sobrepasa. Es una señala Hugo Avilés, están ya un poco intoxicados
danza profundamente elocuente, construida con de impro, pero todo lo ganado en este campo les
un lenguaje que a más de deleitar visualmente, ha servido para volver al teatro experimental, a la
cala en las sensaciones. Un modo de decir que se puerta de estrenar Casa matriz.
evidencia en el vestuario y en lo escénico. Sarao Esta línea de “teatro al instante", cautiva de
baila la problemática urbana marginal, es decidi- igual modo a Raquel Rodríguez en su paso por
damente teatral. Sin lugar a dudas, Sarao es el Buenos Aires en el 2003. Se entrenan -si cabe el
espacio alternativo en Guayaquil. término- con el match deportivo y en el 2005
Su actividad teatral marca diversos derroteros, invitan a un experto, a enseñar nuevas técnicas
entre los que cuentan el teatro para niños: Foro- escénicas y de montaje. Después de este ejercicio
loco, Pechiche, y la comedia musical: Pedro Navaja. producen ímprolandia, espectáculo infantil que
E l vuelo de Lavoe. El café teatro: Normalixta y Velo- tiene inmensa acogida.
Raquel Rodríguez junto a Ánge­ Coba, Samuel Herrera, Juan Antonio Coba, Cecilia
la Arboleda, actriz que viene tra­ Salazar, Ornar Rosado, Adriana Fajardo, Edwin de
bajando en la narración oral, han la A, Alvaro Hidalgo y su director, Juan Coba Caíza,
impulsado Un Cerro de Cuentos, toman la decisión de llevar adelante una propues­
encuentro que permite conocer y ta. que les ha brindado mucha satisfacción. Desde
reconocernos en esa amplísima el 2002 cuentan con su Casa del Arawa, donde rea­
gama de leyendas y tradiciones lizan talleres permanentes. Es un grupo que se ha
ecuatorianas, y desde este año, empeñado en fortalecer su formación a nivel teóri­
también de otros países. ca y práctica. Con frecuencia invitan a colegas para
Muégano Teatro, conformado recibir y compartir su conocimiento. En su sala
por Pilar Aranda y Santiago ofrecen teatro para niños y adultos. Algunas de sus
Roídos, es un proyecto que obras: Apuesta de don Pedro. Historias para ser con­
nació hace diez años, cuando tadas, Pobre papá. Camas calientes.
Roídos terminaba su carrera de Además de su actividad regular, organizan dos
director y actor en México. Por eventos importantes a nivel de teatro popular:
esos años Pilar trabajó en el ENTEPOLA Ecuador (Encuentro de Teatro Popu­
filme Como agua para chocolate lar Latinoamericano) y ENTUPE (Encuentro Na­
con mucho éxito en su papel de cional de Teatro Universitario y Politécnico del
Chencha pero, curiosamente, Ecuador), jornadas que brindan a los barrios
este temprano prestigio les sir­ marginales la oportunidad de acceder al teatro y
vió a los dos para reafirmar que compartir con actores y directores, a quienes la
su camino era el teatro. Ya en ese momento gente recibe como huéspedes.
empezaron a plantearse lo que hoy es Muégano. Termino este itinerario teatral en la ciudad de
De regreso a Ecuador ponen en escena Ofelia, Manta, sede de diecinueve festivales internaciona­
monólogo de Pilar, basado en textos de Margarite les. Sin embargo, y seguramente debido a las
Yourcenar. Su periplo se dirige al viejo mundo, carencias ya conocidas en nuestro medio, el teatro
luego de haber establecido un lazo teatral con no ha proliferado. Manta cuenta con los grupos
Malayerba, determinante para continuar en su Palosanto y La Trinchera, este último dirigido por
proceso. “ Entendimos que eso era lo que quería­ Nixon García, e integrado por Rocío Reyes. Freddy
mos hacer, que sí existía una forma de vivir el Reyes y Magaregger Mendoza. Nixon es también
teatro en Latinoamérica”. Instalados en España productor del Festival Internacional de Teatro.
producen tres obras: La edad de la ciruela, con la En La Trinchera, que ya tiene veintitrés años de
que logran un reconocimiento que les permite vida, se repite el fenómeno de otras provincias:
vivir y mostrar su teatro; El pozo de los mil demo­ la ausencia de la escuela formal los lleva a invitar
nios. de Maribel Carrasco, adaptado por Santiago, a personajes del teatro nacional y extranjero a
para niños. Uno de sus objetivos es el estudio y dictar talleres. Por su casa han pasado Christoph
la investigación, abren su camino con Brecht e Baumann, José Morán, Tamara Navas. Arístides
inician un ciclo que se materializa en Juguete Vargas y Charo Francés, figuras decisivas para es­
cerca de la violencia, ciclo que culmina en La te elenco que los han dirigido y asesorado con
Semana de Brecht, organizada por Muégano en regularidad. Las obras: El zaguán de aluminio, Ana.
septiembre pasado en Guayaquil. La producción el mago y el aprendiz y Tres viejos mares,
de esta última obra se da con los integrantes que Malanoche, son de Arístides Vargas; E l cuco de los
hoy lo constituyen: Lucía Modat, Itsel Cuevas, sueños, de Raymundo Zambrano y Vargas, y La
Ximena Cordero, Bárbara Aranda. travesía, de Nixon García.
Muégano Teatro trabaja con el convencimiento El grupo ha trabajado estimulado por razones
de que Guayaquil es un espacio que les plantea estrictamente teatrales: la búsqueda de un len­
retos a nivel ¡teatral En este momento han en­ guaje, de temas que den cuenta de sus preocu­
contrado en él ITAE (Instituto Tecnológico y de paciones sociales y personales, y del modo de
Artes del Ecuador), una especie de isla en estos elaborarlo estéticamente. Así como por una
tiempos en que las instituciones de arte son tan razón más pragmática: son la imagen del teatro
escasas. El lugar les permite compartir y enseñar en Manta, tienen en sus hombros la obligación
a gente interesada. de sostenerlo y difundirlo. *[T|
Arawa -teatro popular- nace en 1983 en la
Universidad de Guayaquil. Aníbal Páez, María

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