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EL DESPERTAR DEL DRAGÓN (JAIME CASAS)
CAPÍTULO 2947 FENÓMENO EXTRAÑO

Jaime, que estaba cultivando en el patio de la Residencia Kus, exhaló y abrió lentamente los ojos.
—Ahora que he terminado de absorber el fragmento de alma de hielo, lo siguiente es la fruta del
trueno celestial.
La velocidad a la que absorbía el fragmento de alma de hielo era mayor que la de cualquier otro,
pero aun así le parecía demasiado lenta.
En ese momento, se sintió débil y estaba desesperado por aumentar su poder lo antes posible.
Sin embargo, cada nivel de cultivo menor que alcanzaba requería miles de veces más recursos que
los demás y eso le preocupaba enormemente.
Aunque su cuerpo era increíblemente resistente y objeto de envidia para muchos, los recursos que
necesitaba para fortalecerse eran algunos de sus mayores obstáculos.
Si sólo dependiera de absorber la energía espiritual del entorno, tardaría una eternidad en alcanzar
otro nivel de cultivo menor.
Al escanear su entorno, se dio cuenta de que Feenix y Aislin seguían en pleno cultivo. Una sola fruta
del trueno celestial les bastaba para cultivar durante unos diez días.
Sin embargo, el número de niveles que podrían alcanzar con la ayuda de la fruta del trueno celestial
dependería de sus talentos.
Tal vez, Feenix superaría muchos niveles. Después de todo, era una bestia celestial del Reino Etéreo.
Sólo estaba debilitada porque la habían arrojado al reino mundano.
Si deseaba fortalecerse, podía hacerlo rápidamente.
—Me pregunto si esta fruta del trueno celestial puede ayudarme a alcanzar el Reino de la Fusión
Corporal de Cuarto Nivel. —Jaime se sintió inquieto.
Si conseguía convertirse en un cultivador del Reino de la Fusión Corporal de Cuarto Nivel, no
necesitaría escapar de Lina si volvían a encontrarse. De hecho, sería capaz de enfrentarse a Lina y
luchar contra ella cara a cara.
Con ese pensamiento en mente, sacó la fruta del trueno celestial.
Podría haber absorbido las tres frutas del trueno celestial. Sin embargo, estaría privando a Feenix y
Aislin de su oportunidad de hacerse más fuertes.
El Reino Etéreo era un lugar plagado de peligros. Si Feenix y Aislin no conseguían aumentar su
poder, sus vidas se verían amenazadas.
Incluso un cultivador cualquiera e insignificante podría derrotarlas con facilidad.
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Jaime no podía protegerlas en todo momento. Para disminuir la probabilidad de que resultaran
heridas, había permitido que ambas absorbieran las frutas del trueno celestial para aumentar su
fuerza.
Se quedó mirando la fruta del trueno celestial que tenía en la palma de la mano. Podían verse arcos
de electricidad saltando sobre ella, y podía sentir el poder del relámpago arremolinándose en su
interior.
Un momento después, Jaime dio un mordisco a la fruta. Si alguien presenciara esa escena, se
sobresaltaría porque aquello era prácticamente un acto de suicidio.
La fruta del trueno celestial era un tipo de recurso que debía absorberse lentamente. Si alguien más
intentaba el método de Jaime, tal vez moriría porque su cuerpo no podría soportar una afluencia
repentina de energía.
Feenix y Aislin llevaban mucho tiempo absorbiendo el poder de las frutas del trueno celestial. Sin
embargo, las frutas del trueno celestial apenas se habían encogido un poco.
Jaime no quería perder más tiempo. Confiaba en que su cultivo y su cuerpo pudieran soportar el
poder bruto de la fruta del trueno celestial. Por eso la consumió como tal.
Tal vez Halcón del Trueno se pondría furioso si viera a Jaime comerse la fruta del trueno celestial
como si fuera una manzana corriente.
Cuando Jaime se terminó toda la fruta del trueno celestial, sintió que le explotaba la cabeza.
Arcos de electricidad comenzaron a danzar sobre su cuerpo.
Se miró las manos y vio que el poder del rayo salía continuamente de sus palmas.
Se veían relámpagos crepitando sobre el patio en el que estaba Jaime.
Aquel fenómeno insólito atrajo la atención de muchos miembros de la Familia Kus.
—¿Qué está pasando? ¿Por qué vemos aquí el poder de los relámpagos?
—¡Sí! Hacía muchos años que no veía esto.
—Sólo he presenciado tiempo nevado. No creo haber visto esto antes, pero es bonito.
Los miembros de la Familia Kus empezaron a discutir sobre el extraño fenómeno del cielo.
Incluso Marón había salido también de su habitación para ver el relámpago.
—¿Se ha comido toda la fruta del trueno celestial?
CAPÍTULO 2948 ATERRADORA TRIBULACIÓN DEL RAYO

Sin que Marón lo supiera, su suposición era totalmente correcta. Jaime había comido directamente
la fruta del trueno celestial en lugar de absorber su poder lentamente.
—Me pregunto si podré abrir mi propio espacio de nascencia con el poder de la fruta del trueno
celestial. —Después de conocer el aura de nascencia, Jaime deseó desesperadamente tener su
propio espacio de nascencia.
Sin embargo, por mucho que quisiera comprender el aura de nascencia, sólo era un cultivador del
Reino de la Fusión Corporal. No le resultaría fácil conseguirlo.
Los cultivadores tribuladores que podían crear un espacio de nascencia tenían un talento
excepcional y eran demasiado raros.
Si Jaime pudiera lograr eso siendo sólo un cultivador del Reino de la Fusión Corporal, sería
considerado un genio entre los genios.
Jaime se tranquilizó al sentir dentro de su cuerpo el poder del rayo que una vez estuvo contenido en
la fruta del trueno celestial.
«¡Si tan sólo pudiera obtener la capacidad de crear espacio de nascencia! Si no puedo, bueno,
supongo que seguiré cultivando. No es como si tuviera que hacerlo ahora mismo».
Mientras se sumergía en su campo de consciencia, contempló el Tomo Dorado. Esperaba que el
Tomo Dorado se activara y le ayudara a obtener la capacidad de crear espacio de nascencia.
Sin embargo, por mucho que lo intentó, no funcionó, y el Tomo Dorado permaneció inmóvil.
—Tal vez sea porque mi cultivo aún es demasiado bajo para aprender este poder…
Al ver que no lo conseguía, Jaime empezó a cultivar de nuevo.
«¡A ver si ahora puedo alcanzar el Reino de la Fusión Corporal de Cuarto Nivel!».
El poder del rayo era refinado continuamente por la Técnica de Enfoque de Jaime.
Mientras lo hacía, empezaron a acumularse nubes sobre él.
Las nubes eran densas y los truenos y relámpagos eran fuertes y claros. El temblor parecía sacudir
toda la Residencia Kus. En las nubes se disparaban arcos de electricidad como si se estuvieran
preparando para algo.
—¿Qué es esto? ¿Nos está sorprendiendo un Cultivador Demoníaco?
—¡Esto es terrorífico! ¿Es realmente un demonio?
—¡Esto es una Tribulación del Rayo! ¡Alguien está a punto de lograr un avance!
—¿Quién? ¿De quién ha sido el avance que ha provocado una Tribulación del Rayo tan aterradora?
¿Es el Señor Marón?
Los miembros de la Familia Kus estaban conmocionados.

Karim estaba de mal humor tras ser regañado por Marón, así que estaba bebiendo en su patio.
Cuando vio las terroríficas nubes de tribulación del rayo sobre la Residencia Kus, se sobresaltó.
—¿Marón está a punto de alcanzar un gran avance?
Karim no sabía quién estaba a punto de hacer un avance que provocaría una Tribulación del Rayo
tan aterradora.
Se apresuró a ir al patio de Marón.
«Si realmente es Marón, ¡son buenas noticias! ¡Hacía muchos años que no lograba ningún
avance!».
Al llegar al patio de Marón, Karim gritó emocionado:
—¡Marón! ¿Has...?
En ese momento, se dio cuenta de que Marón salía de su habitación.
Al darse cuenta de que Marón no era quien estaba logrando el avance, Karim se quedó atónito.
—Marón, ¿quién de nuestra familia está logrando un avance? ¿A qué viene tanto alboroto?
Marón echó un vistazo a las nubes de la tribulación del rayo y dijo:
—Es el señor Casas…
—¿El Señor Casas? ¿Cuál es su nivel de cultivo? ¿Está ascendiendo a Tribulador desde el Reino de la
Fusión Corporal? —Karim estaba perplejo.
Marón sacudió la cabeza.
—Sólo es un cultivador del Reino de la Fusión Corporal de Tercer Nivel. Ahora mismo, debería estar
abriéndose paso hasta el Cuarto Nivel.
—¿Qué? —Karim estaba incrédulo—. ¡Es imposible! ¿Cómo puede ser tan espectacular el ascenso
del Tercer Nivel al Cuarto Nivel del Reino de la Fusión Corporal? ¡No me lo creo!
—Es tu decisión creerlo o no. No des por sentado que los demás comparten la misma opinión que
tú. Además, no creas que no sé que has estado bebiendo todo el día en lugar de cultivar. —Marón
fulminó a Karim con la mirada.
Karim se asustó tanto que salió corriendo.
CAPÍTULO 2949 OPORTUNIDAD

Justo después de que Karim se marchara, Marón dirigió su mirada hacia las nubes de tribulación del
rayo que se acumulaban sobre Jaime.
—Qué extrañas nubes de Tribulación del Rayo. ¿Serán...?
De repente, le brillaron los ojos.
—¡Señor Ambrosio! —gritó.
Ambrosio se presentó rápidamente ante Marón, ansioso.
—¿Qué ocurre, señor Marón?
Era la primera vez que Ambrosio veía a Marón tan emocionado.
—¡Diles a todos que salgan ahora mismo de su habitación y se dirijan al patio! ¡Ha llegado una gran
oportunidad! —Marón estaba tan emocionado que su cuerpo temblaba un poco.
Estupefacto, Ambrosio preguntó en voz baja:
—¿Qué quiere decir, señor Marón?
—¡Haz lo que te digo! Pronto lo sabrás. Rápido.
Pronto, Ambrosio hizo que todos se pusieran de pie en el patio.
Karim no fue una excepción. Refunfuñó:
—¿Está loco Marón? ¿Por qué no podemos quedarnos en nuestras habitaciones? Además, ¿por qué
sigue diciendo que ha llegado una gran oportunidad?
Otros miembros de la Familia Kus se preguntaban lo mismo. No entendían qué quería decir Marón
con una gran oportunidad.
Justo cuando la multitud discutía, escucharon una explosión.
¡Boom!
Se escucharon los primeros truenos celestiales procedentes de las nubes de la tribulación del rayo,
seguidos de un relámpago que cayó sobre el patio de Jaime.
El corazón de todos tembló un poco cuando presenciaron aquella tribulación del rayo.
Cuando cayó la primera Tribulación del Rayo, Jaime abrió los ojos y se elevó en el aire.
La tribulación del rayo golpeó el cuerpo de Jaime, haciendo que una luz dorada destellara a su
alrededor.
La segunda tribulación del rayo lo golpeó justo después de la primera, sin darle la menor
oportunidad de recuperar el aliento.
Aquél rompió la ropa de Jaime en pedazos, revelando su cuerpo, que estaba cubierto por una capa
de escamas doradas.
Jaime había activado el Cuerpo de Golem porque sabía que le esperaban muchas más tribulaciones
del rayo.
Si no conseguía sobrevivir, sus esfuerzos serían en vano. No sólo no se haría más fuerte, sino que
incluso podría resultar herido.
Cada Tribulación del Rayo que golpeaba a Jaime era más poderosa que la anterior.
Sin embargo, mientras Jaime flotaba en el aire, no había miedo en sus ojos.
—¡Esto es ridículo! ¿Cuántas tribulaciones del rayo ha soportado a estas alturas?
—Nueve. —Las he contado. Ésta es su novena tribulación del rayo.
—¡Dios mío! ¡Ni siquiera un cultivador Tribulador puede resistir nueve tribulaciones del rayo! ¡Este
tipo está loco!
Los miembros de Familia Kus comentaron la escena que tenían ante ellos, envidiosos del duro
cuerpo de Jaime.
Karim, que había despreciado a Jaime, levantó la mirada. La admiración se arremolinó en sus ojos al
ver a Jaime soportar sin miedo las tribulaciones del rayo.
Marón sonrió, mirando a Jaime sin decir palabra.
—Una más. Aún queda una Tribulación del Rayo. Estoy seguro de que podrás combatirla —murmuró
Marón.
Justo cuando dijo eso, la décima Tribulación del Rayo golpeó a Jaime.
En ese momento, el cuerpo de Jaime empezó a temblar.
La multitud se quedó boquiabierta mientras observaba con incredulidad.
«¡Diez tribulaciones del rayo! ¡Esto es una locura!».
La última tribulación del rayo fue especialmente cruel porque el rayo era tan grueso como un
tronco. Era improbable que alguien de la multitud pudiera sobrevivir a aquello.
Sin embargo, Jaime sí lo hizo. A pesar del temblor de su cuerpo, soportó la última tribulación del
rayo.
CAPÍTULO 2950 LA UNDÉCIMA TRIBULACIÓN DEL RAYO

Justo cuando la multitud miraba a Jaime con asombro, alguien detectó una gota de lluvia en su
mejilla.
—¿Está lloviendo?
—¿Qué? Esto es el extremo norte. Aquí sólo cae nieve.
—¡Está lloviendo de verdad!
—¡Está lloviendo! ¡Mira! ¡Está lloviendo!
De repente, empezó a lloviznar.
Los miembros de la Familia Kus se sobresaltaron porque ninguno de ellos había visto llover antes.
Después de todo, el tiempo allí era tan frío que cualquier agua del cielo se habría convertido en
copos de nieve al tocar el suelo.
—¿Qué está pasando? ¿Cómo puede estar lloviendo? —Karim estiró la mano para tomar una gota
de lluvia, confundido.
Sin embargo, cuando la gota de lluvia cayó sobre su palma, se desvaneció al instante. Sintió que la
energía espiritual de su cuerpo se movía.
—Esto es… —Karim abrió los ojos con incredulidad.
En ese momento, Marón voló por los aires y se encaró con su familia.
—A esto me refería con una gran oportunidad. Lo que ven ante ustedes no es lluvia. Es agua
espiritual. Es energía espiritual condensada en líquido. Esta agua espiritual es miles de veces más
poderosa que la energía espiritual. Presten atención a mis palabras, miembros de la Familia Kus.
Inicien de inmediato su cultivo y absorban esta rara agua espiritual.
Sólo entonces comprendieron los miembros de Familia Kus por qué llovía.
Resultó que el líquido que caía del cielo no era agua ordinaria, sino agua espiritual. Por muy fría que
fuera la temperatura, el agua espiritual nunca se convertiría en nieve.
Los miembros de la Familia Kus se sentaron de inmediato y empezaron a cultivar, absorbiendo el
agua espiritual que caía del cielo.
La fuerza de todos se disparó a un ritmo meteórico mientras absorbían el agua espiritual que
lloviznaba. Incluso los que estaban heridos se recuperaban rápidamente.
Marón observó cómo los miembros de su familia se fortalecían a gran velocidad y sonrió con
satisfacción.
—Y pensar que un cultivador del Reino de la Fusión Corporal de Tercer Nivel puede convocar diez
tribulaciones del rayo y hacer que llueva agua espiritual del cielo. Qué milagro es éste —dijo Marón
mirando a Jaime.
Cuando lo hizo, se quedó atónito porque las nubes de la tribulación del rayo no desaparecieron.
De hecho, las nubes eran cada vez más espesas.
—¿Qué está pasando? —Marón frunció el ceño, un poco asustado—. ¿Se avecinan más
tribulaciones del rayo? —«No lo entiendo. Jaime ha sobrevivido a diez tribulaciones del rayo. ¿Por
qué siguen las nubes? ¿Significa esto que hay una undécima tribulación del rayo? No parece
probable. Aunque un cultivador Tribulador como yo alcance el Último Reino, no atraeré once
tribulaciones del rayo. ¡Esto es ridículo!».
Al percibir el poder oculto en las nubes de tribulación del rayo, Marón retrocedió rápidamente lejos,
muy lejos de Jaime.
En aquel momento, Jaime aún flotaba en el aire y se sentía inquieto por dentro.
Había soportado diez tribulaciones del rayo, pero aún no había alcanzado el Reino de la Fusión
Corporal de Cuarto Nivel.
Y ahora que las nubes de la tribulación del rayo no se habían dispersado, se preguntó si habría más
tribulaciones del rayo.
Sabía que no sería capaz de soportarlo si tenía que soportar una Tribulación del Rayo más.
Después de todo, apenas había sobrevivido a la décima tribulación del rayo.
En ese momento, estaba agotado, y el Cuerpo de Golem había sido destruido durante la décima
tribulación del rayo.
Si hubiera una undécima tribulación del rayo, se convertiría en ceniza.
«¡Mi*rda! ¿Intentan matarme los cielos? ¡No esperaba que este avance mío atrajera tribulaciones
del rayo tan poderosas!».
Marón se dio cuenta de que Jaime estaba agotado. Levantó la palma de la mano en el aire y envolvió
a Jaime en una poderosa aura.
Cuando Jaime bajó la cabeza, vio a Marón ayudándole.
Con la ayuda de Marón, Jaime recuperó algo de confianza. Aunque recibir apoyo externo durante
una Tribulación del Rayo haría que los beneficios disminuyeran, seguía siendo mejor que morir.
CAPÍTULO 2951 NO PUEDO MORIR

¡Boom!
Al final, la undécima Tribulación del Rayo alcanzó a Jaime.
Apretó los dientes y empleó toda la fuerza que le quedaba en el cuerpo para resistirse.
Sintió como si decenas de miles de rayos atravesaran su cuerpo y, poco a poco, éste se volvió
invisible.
Marón salió despedido por la fuerza de la tribulación del rayo. El hecho de que incluso alguien tan
poderoso como Marón saliera despedido por la onda expansiva decía mucho del poder de la
undécima tribulación del rayo.
Cuando Jaime abrió los ojos y escrutó su entorno, se dio cuenta de que éste estaba cubierto de gris.
—¿Me he muerto? —Jaime se pegó enérgicamente el cuerpo, pero no sintió nada—. ¡Dios mío! ¡He
muerto! Creo que lo que soy ahora es sólo un resto de alma de mi antiguo yo. —Su corazón se
hundió—. ¿Cómo puedo morir así? No es justo. Aún no sé quién es mi padre. ¡No he encontrado a
Josefina y hay muchas mujeres esperándome! ¡No puedo morir así! ¡No puedo!
Por más que intentaba gritar, no podía producir ningún sonido. Lo único que podía hacer era gritar
en su mente.
Tras un largo rato, Jaime se rindió.
Se acostó lentamente, flotando en el espacio gris.
Mientras tanto, Marón estaba asombrado por el espectáculo que se veía en el aire.
Las nubes de la tribulación del rayo se habían desvanecido, y Jaime también.
—¿Qué está pasando? —Aquel repentino giro de los acontecimientos hizo que Marón frunciera las
cejas. «¿Está muerto o se ha teletransportado? ¿Dónde está?».
¡Boom!
De repente, Jaime, que estaba acostado en el espacio gris y nublado, escuchó un largo estruendo. A
continuación, el espacio que lo rodeaba empezó a temblar.
El Tomo Dorado flotaba ante él.
Al verlo, Jaime se emocionó y gritó:
—¿No estoy muerto? ¿Aún estoy vivo?
Si sólo era un remanente de alma, entonces no debería poseer sentido espiritual. Puesto que el
Tomo Dorado estaba guardado dentro de su campo de conciencia y había aparecido ante él en ese
momento, eso demostraba que seguía vivo.
Unos rayos de luz de colores salieron del Tomo Dorado y brillaron sobre el cuerpo de Jaime. Los
rayos de luz se extendieron entonces hacia fuera desde debajo de los pies de Jaime, borrando el
espacio gris que tocaban.
El Tomo Dorado se desvaneció poco a poco mientras los coloridos rayos de luz continuaban
extendiéndose hacia el horizonte.
—¿Qué está pasando? —Incluso Jaime estaba desconcertado por lo que estaba ocurriendo.
En ese momento, Marón volvió a ver a Jaime. Jaime resplandecía con colores brillantes.
Marón se acercó de un salto a Jaime y le gritó:
—Señor Casas, ¿me escucha? ¡Señor Casas!

Jaime no respondió. Tenía los ojos muy abiertos, pero sin vida.
Marón frunció las cejas y estudió el cuerpo de Jaime. En ese momento, comprendió algo y liberó su
sentido espiritual en Jaime.
Jaime seguía perplejo por lo que ocurría cuando vio aparecer ante él a Marón.
—¿Señor Marón? ¿Qué está pasando aquí?
Jaime estaba confundido y no entendía lo que estaba pasando.
De hecho, Marón también se quedó atónito ante aquella serie de sucesos. Después de que Jaime se
desvaneciera en el aire, su cuerpo reapareció envuelto en brillantes y coloridos haces de luz.
Marón nunca había visto nada parecido en el pasado. Tampoco sabía qué estaba pasando.
Sobre todo, no sabía adónde había ido Jaime cuando desapareció de repente.
—Señor Casas, yo tampoco tengo ni idea de lo que está pasando. ¿Por qué se ha vuelto así su campo
de conciencia? ¿Qué ha ocurrido? —Marón estaba totalmente desconcertado por los cambios que
se habían producido en el campo de conciencia de Jaime.
CAPÍTULO 2952 ESPACIO NASCENTE

A medida que los rayos de luz de colores seguían extendiéndose hacia el exterior, un mundo ilusorio
nació dentro del cuerpo de Jaime.
De golpe, Marón exclamó:
—¡Ahora sé lo que pasa! Éste no es su campo de conciencia. ¡Éste es su espacio de nascencia!
—¿Espacio de nascencia? ¿Realmente he alcanzado el poder de crear espacio de nascencia? —Jaime
seguía desconcertado porque no creía haber comprendido el poder del espacio de nascencia.
«¿Se debía a la última tribulación del rayo y al Tomo Dorado?».
—Este es sin duda un espacio naciente. Enhorabuena, Señor Casas. Una vez formado tu espacio de
nascencia, podrás comprender y obtener la nascencia. Pensar que un cultivador del Reino de la
Fusión Corporal es capaz de crear un espacio de nascencia... Es un milagro. —La alegría y la envidia
se reflejaban en el semblante de Marón.
—¿Cómo será mi espacio de nascencia? ¿Será también un palacio? —En ese momento, Jaime se
sintió encantado y curioso a partes iguales por su nueva habilidad.
—Tal vez no. Basándome en la estructura de su espacio de nascencia, creo que será más grande que
un palacio. Es probable que sea un océano o una montaña gigante. Algo así —dijo Marón.
—¿Es mejor tener un espacio de nascencia más grande? —preguntó Jaime.

—Por supuesto. Cuanto mayor sea el espacio de nascencia, mayor será su potencial de crecimiento
en el futuro. Sin embargo, el tamaño del espacio de nascencia también se correlacionaría con la
dificultad de obtener la nascencia. Cuanto mayor sea, más difícil será. Además, debido a lo duro que
es su cuerpo físico, le resultará muy difícil ascender a mayores alturas. Necesitarás muchos más
recursos para lograrlo. Sin embargo, también significa que el beneficio que recibirás será mucho
mayor. Todo es relativo.
En ese momento, los brillantes rayos de luz desaparecieron. Ocuparon su lugar estrellas. Sin
embargo, esas estrellas eran grises y no parpadeaban.
Marón y Jaime miraron las estrellas de su entorno, sintiéndose como si estuvieran al final del
universo galáctico.
—¿Qué es esto? ¿Dónde está mi espacio de nascencia?
Jaime miró a su alrededor y no vio nada.
No había palacio ni océano ni montaña gigantesca.
Marón estaba igualmente desconcertado por la ausencia de lo que se convirtió en el espacio de
nascencia.
—Esto es bastante extraño. ¿Qué está ocurriendo? ¿Ha fallado la creación del espacio de nascencia?
—Marón voló por el espacio, esperando encontrar algo, pero no vio nada destacable.
Jaime examinó las estrellas que lo rodeaban. Cada una de las estrellas grises parecía estar esperando
a ser iluminada por él.
—Señor Marón, ¿cree que tal vez mi espacio de nascencia sea esta galaxia? Siento que cada una de
estas estrellas oscuras es nascencia que espera que yo las ilumine —dijo Jaime en voz baja.
La razón por la que sonaba inseguro al decir eso era que no estaba seguro de si su suposición era
correcta.
—¡Eso no parece posible! ¡Nunca he escuchado hablar de un espacio de nascencia tan grande como
una galaxia! Si éste es realmente su espacio de nascencia, ¡entonces su fuerza es inconmensurable!
—replicó Marón.
—Pero aquí no hay nada más que esta galaxia. ¿Cómo puedo saber si he tenido éxito o no? —
preguntó Jaime.
—Eso es fácil. Una vez que comprenda un tipo de nascencia y obtenga esa aura de nascencia, podrá
utilizar esa aura para encontrar su espacio de nascencia. ¿Qué nascencia puede comprender ahora
mismo? Una hazaña así no es algo que pueda forzarse. La verdad, depende de la suerte. Y los
cuerpos de las distintas personas son adecuados para distintos tipos de nascencia.
—Déjeme intentarlo. Quizá pueda comprenderlo ahora mismo. —Jaime cerró los ojos y sintió el
poder del rayo recorriendo su cuerpo.
Había consumido una fruta del trueno celestial y sobrevivido a once tribulaciones del rayo. Lo más
apropiado para él era comprender ahora la nascencia del rayo.
CAPÍTULO 2953 DESTINO

De repente, Jaime sintió que su cuerpo temblaba y que estaba rodeado de electricidad crepitante.
Surgió una formidable fuerza de succión, que los atrajo a ambos hacia arriba sin darles la
oportunidad de recuperar el control.
Al llegar a una estrella lejana, la fuerza implacable cesó su succión, y la electricidad que envolvía a
Jaime se descargó, golpeando la propia estrella.
Con la ayuda del rayo que recorría el cuerpo de Jaime, la estrella, antes gris, empezó a irradiar una
brillante luminosidad.
Al final, brilló con fuerza, eclipsando a las demás estrellas apagadas de los alrededores.
Marón se quedó estupefacto ante el espectáculo que le recibió.
—¿Qué? ¿El espacio naciente resulta abarcar una galaxia entera? Esto es totalmente absurdo —
murmuró, con la cabeza zumbándole de incredulidad.
La idea de que el espacio naciente de uno pudiera ser tan vasto como una galaxia le resultaba
totalmente desconocida.
La enormidad del espacio naciente de Jaime implicaba que éste tenía infinitas posibilidades. Podía
ocurrirle cualquier cosa.
El espacio de nascencia de Jaime no tendría ninguna restricción, lo que le permitiría adquirir
conocimientos y absorber el aura de nascencia sin cesar.
Ciertos cultivadores poseían la capacidad de forjar espacios de nascencia, pero debido a las
dimensiones confinadas, existía una restricción en las percepciones que podían adquirir y en el aura
de nascencia que podían asimilar. En consecuencia, necesitaban elevar sus propias capacidades para
ampliar los límites de sus espacios.
Sin embargo, Jaime nunca se encontraría con ese problema. Los conocimientos que adquirió esta
vez podrían durarle toda la vida. No había espacio de nascencia más grande que una galaxia entera.
Marón contempló las monótonas estrellas esparcidas por la galaxia, reflexionando sobre cuánto
tiempo y energía necesitaría Jaime para iluminarlas todas.
Si Jaime era capaz de llenar todo el espacio de nascencia con aura de nascencia, eso lo convertiría en
un ser formidable.
—¿Señor Marón? —susurró Jaime al notar la expresión perpleja de Marón.
Marón recuperó enseguida la compostura.
—¡Es asombroso! La undécima tribulación del rayo debe de haber sido el catalizador para crear su
propio espacio de nascencia. Sin él, su forma física no habría soportado la ira del rayo. Es como si el
propio destino le hubiera sonreído. Ya ni siquiera tiene que cultivar. Su cuerpo es el sueño de
muchos cultivadores. Así es el destino —dijo con envidia.
Convertirse en cultivador Tribulador le permitió absorber el aura de nascencia, lo que le proporcionó
un profundo conocimiento del espacio de nascencia y lo convirtió en un individuo de talento. A
pesar de sus habilidades, palidecía en comparación con la brillantez de Jaime.
—Creo que he comprendido mejor el aura de nascencia del rayo, señor Marón —dijo Jaime.
Extendió las palmas de las manos, revelando un crepitar de electricidad. La estrella que sostenía el
nacimiento del rayo comenzó a parpadear.
—Señor Casas, comprender la nascencia no es un paseo por el parque, y mucho menos aprovechar y
perfeccionar su elusiva aura. Haría bien en no malgastar esta rara esencia, pues su reserva es
bastante limitada. Guárdela para un escaparate más significativo —aconsejó Marón.
Para Jaime, comprender los entresijos del espacio de nascencia y reclamar el aura de nascencia era
algo natural, por lo que no era consciente de su verdadero valor. La obtención de esta esencia
etérea no supuso un gran reto para él, ejemplificando el viejo adagio que dice que los que tienen
mucho a menudo luchan por empatizar con los necesitados.
Jaime retrajo el aura de nascencia de su mano y preguntó:
—¿Existe algún método alternativo para adquirir el aura de nascencia, que no implique una
comprensión gradual de la misma?
Jaime no podía evitar sentir que el camino gradual hacia la comprensión exigiría una cantidad
considerable de tiempo. Si tan sólo pudiera adquirir el aura de nascencia con la misma facilidad con
que absorbía la energía espiritual consumiendo frutas espirituales y núcleos de bestias, eso sin duda
simplificaría mucho las cosas.
CAPÍTULO 2954 GRATITUD

—Absolutamente. Ciertos objetos contienen en su interior auras de nascencia latentes. Por ejemplo,
la fruta del trueno celestial que consumiste. Tiene la nascencia del trueno celestial. Sin ella, captar la
nascencia del rayo sería una tarea formidable. Del mismo modo, criaturas como la bestia con alma
de hielo del lejano norte tienen el potencial para que obtenga una visión de la nascencia del hielo.
Derrotando a tales bestias y absorbiendo sus núcleos de bestia o consumiendo su carne y su sangre,
existe la posibilidad de que pueda comprender la nascencia del hielo. Sin embargo, no es un
resultado garantizado, pero sin duda es mejor que intentar comprender varias auras de nascencia
sólo con la fuerza de voluntad. El talento y la fuerza innatos de cada uno también desempeñan un
papel crucial en este empeño —explicó Marón a Jaime la comprensión del aura de nascencia por
parte de su secta.
Jaime preguntó:
—¿Hay otras formas de conseguirlo?
—En efecto, existen métodos alternativos. Uno de ellos consiste en combatir con otros cultivadores
que posean auras de nascencia.
Si consigue destruir su alma divina, su aura de nascencia quedará sin reclamar y otros podrán
absorberla y refinarla. Sin embargo, se trata de un proceso peligroso. Incluso si consigue destruir el
alma divina de un cultivador, su aura de nascencia se disipará rápidamente, a menos que poseas un
objeto mágico capaz de detener por un tiempo su dispersión, lo que permite una rápida absorción.
Tras una breve pausa, continuó:
—Hay otro método, y es aventurarse en un antiguo campo de batalla. Durante la Batalla Celestial,
hubo innumerables campos de batalla de este tipo, que provocaron la muerte de numerosos
cultivadores. En ciertos lugares, debido a sus condiciones ambientales y geográficas únicas, las auras
de nascencia de estos cultivadores se reúnen en lugar de disiparse, y permanecen sin dueño. Sin
embargo, localizar tales lugares es sumamente difícil. Incluso si se consigue encontrarlos, el aura de
nascencia no reclamada allí es turbulenta e inherentemente hostil. Sin una gran fuerza, no sólo
absorber y refinar el aura de nascencia es una tarea formidable, sino que también puede conducir a
la perdición. El aura de nascencia es excepcionalmente preciosa y no se obtiene con facilidad. Marón
quería que Jaime supiera lo raras que eran las auras de nascencia para que Jaime lo apreciara.
—Ah, comprendo. Adquirir esas escurridizas auras Nascentes parece todo un reto. Parece que
alcanzar la inmortalidad sigue siendo una hazaña formidable incluso para quienes han alcanzado el
nivel de Tribulador.
Jaime había pensado que una vez convertido en cultivador Tribulador, uno podría elevar su nivel de
cultivo y por fin alcanzar la inmortalidad.
Sin embargo, la realidad pintaba un panorama distinto. El camino hacia su meta parecía exigir una
gran inversión de tiempo y un esfuerzo inquebrantable.
Jaime y Marón cambiaron de enfoque, saliendo del espacio de la nascencia de Jaime y volviendo al
espacio de la realidad.
En ese momento, la lluvia espiritual había cesado, pero los discípulos de la Familia Kus habían
aumentado mucho su poder, todo gracias a la bendición fortuita de la lluvia espiritual. Representaba
una gran bendición para la Familia Kus.
Tanto Marón como Jaime quedaron suspendidos en el aire. Marón anunció:
—Pónganse todos de rodillas y den las gracias al Señor Casas por la bendición fortuita que nos ha
proporcionado.
Sin vacilar, todos los miembros de la Familia Kus se arrodillaron, con expresiones llenas de gratitud,
mientras daban las gracias de todo corazón a Jaime.
Incluso Karim, que solía ser despreocupado y perezoso, se arrodilló, totalmente asombrado por la
extraordinaria fuerza de Jaime.
Después de todo, todos ellos habían sido testigos de la asombrosa progresión de Jaime al ascender
del Reino de la Fusión Corporal de Tercer Nivel al Cuarto Nivel.
Este logro les dejó a todos asombrados. Aunque algunos de ellos ostentaban niveles de cultivo
superiores a los de Jaime, su admiración por él no tenía límites, sobre todo porque había soportado
once formidables tribulaciones del rayo.
Sobrevivir sólo a nueve tribulaciones del rayo se consideraba un acto de genialidad, y soportar once
era poco menos que extraordinario.
—Señor Marón, esto… —A Jaime le invadió una sensación de impotencia.
No podía comprender lo que había hecho por la Familia Kus para ganarse su profundo respeto.
—Señor Casas, ha otorgado una bendición fortuita a la Familia Kus. Es justo que solicite que
muestren su gratitud arrodillándose ante usted —dijo Marón mientras guiaba a Jaime de vuelta al
suelo.
CAPÍTULO 2955 DIRÍGETE ALLÍ AHORA

—Karim, ¿no vas a reverenciar al señor Casas? —dijo Marón.
Karim se puso rápidamente en pie y se acercó a Jaime, su semblante irradiaba ahora admiración y
profundo respeto. Ya no parecía arrogante.
Al observar esta transformación en su hermano, Marón discernió que Karim sentía una profunda
reverencia por la notable hazaña de Jaime de soportar once tribulaciones del rayo.
—Señor Casas, éste es mi incompetente hermano —presentó Marón.
Sabiendo que Karim era quien había secuestrado a las chicas, Jaime le lanzó una mirada gélida y
penetrante.
Al sentir la mirada helada, Karim se estremeció y se dio dos bofetadas.
—Señor Casas, fui un tonto al hacer daño a sus amigas. Por favor, perdóneme.
La rápida admisión de Karim de su fechoría llenó de satisfacción a Marón. Al fin y al cabo, conocía
bien el típico comportamiento arrogante de Karim.
Al ver aquello, Jaime dijo en tono deliberado y mesurado:
—Ya que está en el pasado, que se quede ahí.
—Karim, cuéntale al señor Casas cómo tropezaste con un tesoro hace sólo unos días —dijo Marón.
Karim asintió y empezó a relatar la historia de cómo había descubierto la entrada al tesoro y se
había enzarzado en una lucha encarnizada para obtener la llave de la Alianza del Sello Demoníaco.
—¿Alianza del Sello Demoníaco? —Jaime se quedó desconcertado, pues nunca había escuchado
hablar de esta alianza.
Al percatarse de la reacción de Jaime, Marón se apresuró a dar una explicación.
—La Alianza del Sello Demoníaco está compuesta por numerosos cultivadores, unidos por su misión
de capturar Cultivadores Demoníacos y confiscar sus recursos y riquezas como medio de sustento.
Esta alianza opera en todo el Reino Etéreo, y muchos cultivadores han optado por alinearse con ella.
Sin embargo, existe un aire de incertidumbre en torno a la autenticidad de sus afirmaciones sobre la
captura de Cultivadores Demoníacos. Los que tienen quejas contra la Alianza del Sello Demoníaco
suelen ser tachados de Cultivadores Demoníacos, lo que da lugar a la confiscación de sus recursos y
riquezas antes de ser sellados.
Tras escuchar la explicación de Marón, Jaime comprendió mejor la naturaleza de la Alianza del Sello
Demoníaco. Parecía una entidad plagada de prácticas cuestionables.
—¿Dónde está la entrada que conduce al tesoro? Dirijámonos allí ahora mismo —preguntó Jaime a
Karim.
—Señor Casas, han pasado varios días, así que creo que esos individuos ya han entrado en el lugar
—dijo Karim.
Jaime sacó la llave del tesoro y dijo:
—La verdadera llave está en mi poder. No podrán abrir la entrada al tesoro. Si el tesoro resulta ser
auténtico, nunca podrán acceder a su ubicación.
Karim se entusiasmó al escucharlo.
—¡Esto es estupendo! Déjeme guiarlo hasta allí, señor Casas.
Jaime asintió y procedió a convocar a Nimbus, Soleil y los demás para que le acompañaran en esta
expedición.
Karim también consiguió la presencia de varios ancianos de la Familia Kus para que los acompañaran
en este viaje.
A pesar de los notables progresos de Jaime, éste permanecía en el Reino de la Fusión Corporal de
Cuarto Nivel, lo que hizo necesaria la inclusión de individuos adicionales para reforzar sus fuerzas.
Además, como había afirmado Karim, Los cinco Asesinos eran adversarios excepcionalmente
formidables.
Aunque Jaime poseía el Flagelo Demoníaco, su eficacia se limitaba al uso contra Cultivadores
Demoníacos. En lugar de emplearlo contra cultivadores ordinarios, prefería confiar en su Espada
Matadragones para tales encuentros.
En su viaje hacia el tesoro escondido, Jaime siguió profundizando en su comprensión de la nascencia

del rayo. Era su primer encuentro con el concepto, lo que lo hacía aún más intrigante.
Por el camino, Jaime sacaba con frecuencia el aura de nascencia y se maravillaba de la electricidad
crepitante que bailaba en su palma. Le resultaba bastante excitante.
También contempló la posibilidad de integrar el aura de nascencia del rayo en su técnica de la Palma
del Trueno para potenciar su capacidad ofensiva.
Sin embargo, era plenamente consciente de que el aura de nascencia que había captado era
bastante limitada. Con cada experimento, corría el riesgo de agotar este precioso recurso.
Mientras Jaime y sus compañeros avanzaban hacia el lugar donde se encontraba el tesoro, otro
grupo se dirigía también hacia el mismo destino.
CAPÍTULO 2956 DOMESTICADO

Estos individuos vestían atuendos a juego, y tres formidables Halcones del Trueno Sanguinario se
elevaban grácilmente sobre ellos.
Si Jaime estuviera presente para presenciar este espectáculo, sin duda los reconocería como
miembros de la familia Nasser.
Cosme encabezaba el grupo, y a su lado estaba su hijo, Chev.
La forma de Cosme se vio envuelta en un continuo y deslumbrante despliegue de relámpagos.
—Papá, esa fruta del trueno celestial era realmente extraordinaria. Un solo bocado de ella te
impulsó a la cima del Reino de la Fusión Corporal de Noveno Nivel, acercándote a la consecución del
Tribulador. Además, ahora posees el poder del rayo y has domado con éxito a tres Halcones del
Trueno Sanguinario. ¡Es extraordinario! Sin embargo, la salud del Anciano Nasser no ha mostrado
mejoría a pesar de haber consumido la fruta del trueno celestial.
Chev seguía halagando a su padre.
—El Anciano Nasser era un cultivador Tribulador. Por desgracia, no pudo pasar de Tribulador y
acabó falleciendo. Una sola fruta del trueno celestial no puede traerlo de vuelta. Nuestra esperanza
reside en encontrar el tesoro. Se rumorea que contiene una Píldora Alma de Hielo capaz de
reconstruir el propio cuerpo. Una vez que consigamos esa píldora, el Anciano Nasser podrá tener
una oportunidad de recuperarse —dijo Cosme a Chev, con la voz llena de determinación.
De vuelta a la Cueva del Rey Halcón, tras conseguir dos frutas del trueno celestial, había planeado
dárselas a Eamon, pero al final no pudo resistir la tentación y refinó una en secreto.
Esta extraordinaria fruta facilitó su ascenso desde el Octavo Nivel hasta la cúspide del Noveno Reino
de la Fusión Corporal, situándole a un paso de alcanzar el codiciado Tribulador.
Si Jaime descubriera que Cosme había logrado un avance tan significativo, pasando del Octavo Nivel
al Noveno con una sola fruta del trueno celestial, sin duda encendería su ira.
Después de todo, Jaime había absorbido el fragmento de alma de hielo y consumido él mismo una
fruta de trueno celestial, pero sólo había conseguido progresar del Reino de la Fusión Corporal de
Tercer Nivel al Cuarto Nivel.
Además, Cosme había utilizado el nuevo poder del rayo otorgado por la fruta del trueno celestial
para regresar sigilosamente a la Cueva del Rey Halcón cuando Halcón del Trueno estaba ausente y
había domesticado con éxito a varios Halcones del Trueno Sanguinario.
Era evidente que, sin la energía del rayo concedida por la fruta del trueno celestial, tal hazaña le
habría resultado totalmente imposible.
—¡Papá, mira! ¡Un oso de hielo! —Chev se emocionó al ver un oso de hielo.
Este fue el primer viaje de Cosme al extremo norte, y también su primer encuentro con un oso de
hielo.
Cuando Chev se disponía a dirigir al grupo para capturar y someter a la criatura, Cosme intervino de
golpe, emitiendo un grito desgarrador que detuvo sus acciones.
Al escuchar aquel grito, los tres Halcones del Trueno Sanguinario volaron directamente hacia el oso
de hielo.
Cosme optó por un enfoque diferente. Ordenó a los Halcones del Trueno Sanguinario que mataran
al oso de hielo, dando prioridad a la conservación de sus propias fuerzas. Razonó que necesitaban
estar en condiciones óptimas para posibles enfrentamientos con otros una vez que llegaran a la
ubicación del tesoro.
Sintiendo el peligro, el oso de hielo rugió con fuerza antes de huir del lugar.
Los tres Halcones del Trueno Sanguinario volaron tras él implacablemente.
El oso de hielo corría en dirección a Jaime.
De repente, Karim señaló al cielo y preguntó:
—Señor Casas, mire. ¿Qué son esas cosas que hay en el cielo?
En las frías extensiones del extremo norte, el clima gélido disuadió a la mayoría de las aves de surcar
los cielos.
Cuando Jaime levantó la vista, pronto discernió que las criaturas aladas que se elevaban sobre ellos
no eran otras que los formidables Halcones del Trueno Sanguinario.
De inmediato frunció el ceño.
Justo entonces, Nimbus, Soleil y otros también descubrieron a los Halcones del Trueno Sanguinario.
—Esos son Halcones del Trueno Sanguinario. ¿Por qué están aquí? ¿Está aquí Halcón del Trueno?
Tenemos problemas.
—¡Si Halcón del Trueno está aquí, deberíamos irnos ya!
Suponían que Halcón del Trueno estaba ahí.
Jaime sospechaba que Halcón del Trueno podría estar en las inmediaciones, dada su capacidad única
para comandar a los Halcones del Trueno Sanguinario
Sin embargo, pronto detectó algo inusual en los alrededores.
CAPÍTULO 2957 TIENES RAZÓN

—Verás, aquí sólo hay tres Halcones del Trueno Sanguinario. Si Halcón del Trueno está aquí, habrá
un gran grupo de ellos. ¿Cómo puede haber sólo tres?
Jaime lo sabía por el tiempo que había pasado en la Cueva del Rey Halcón. Aquellos Halcones del
Trueno Sanguinario solían cubrir el cielo en bandadas y rara vez se les veía solos.
—Sí, a estos Halcones del Trueno Sanguinario les gusta actuar en grupo. ¿Cómo es que esta vez sólo
hay tres?
Leal también estaba desconcertado.
Pronto, al acercarse, todos vieron por fin al oso de hielo corriendo por el suelo.
Resultó que esos tres Halcones del Trueno Sanguinario estaban cazando al oso de hielo.
Karim se preguntó:
—Este oso de hielo está, como mínimo, en el Sexto Nivel del Reino de la Fusión Corporal. Por lo que
sé, esos tres Halcones Trueno Sanguinario que has mencionado están, como mucho, en el Cuarto
Nivel del Reino de la Fusión Corporal. ¿Por qué está tan asustado este oso de hielo que huye? Es
vergonzoso para una criatura del lejano norte…
Karim no reconoció a los Halcones del Trueno Sanguinario, pero sabía que, a pesar de que el oso de
hielo era claramente más fuerte, huía despavorido.
Al escuchar la duda de Karim, Nimbus y los demás rieron entre dientes.
Jaime explicó:
—No te dejes engañar por el alto nivel de cultivo del oso de hielo. En una lucha real, no tiene
ventaja. Además, estos Halcones del Trueno Sanguinario tienen la sartén por el mango. Supongo
que el oso de hielo no es capaz de contraatacarlos. Espera y verás…
Justo cuando Jaime terminó de hablar, los tres Halcones del Trueno Sanguinario alcanzaron al oso de
hielo.
¡Prum!
De inmediato, uno de los Halcones de Trueno Sedientos de Sangre escupió un rayo por la boca y
golpeó al oso de hielo.
Por suerte, el oso de hielo pudo evitar ser alcanzado por el rayo porque se detuvo rápidamente.
Sin embargo, después de que el oso de hielo se detuviera, los tres Halcones del Trueno Sanguinario
lanzaron sus ataques.
Mientras los rayos golpeaban continuamente al oso de hielo a toda velocidad, éste blandía sus
garras enérgicamente para contrarrestar los rayos mientras rugía de rabia.
El oso de hielo utilizó sus duras garras para aplastar directamente los rayos.
Al ver aquello, los tres Halcones del Trueno Sanguinario lanzaron rayos al instante. Cuando esos
rayos se conectaron entre sí, formaron una gran red de relámpagos.
Entonces, la red de relámpagos descendió y envolvió al oso de hielo.
En ese instante, el oso de hielo fue cubierto por la red, no tenía forma de contraatacar. Cuando los
arcos de electricidad golpearon su cuerpo, cayó al suelo al instante.
Karim, que presenció la escena, se quedó momentáneamente atónito. Ahora comprendía por qué el
oso de hielo había tenido que huir para salvar la vida a pesar de su alto nivel de cultivo.
—Señor Casas, el rayo de estos Halcones del Trueno Sanguinario parece similar a la energía del rayo
que usted posee… —dijo Karim.
Después de todo, Jaime había comprendido el aura del nacimiento del rayo a través de la fruta del
trueno celestial. Naturalmente, su poder se parecía al de los Halcones del Trueno Sanguinario.
—La energía del rayo de mi cuerpo es, en efecto, similar a la de esos Halcones del Trueno
Sanguinario —dijo Jaime.
—Si consume el núcleo bestial de esos Halcones del Trueno Sanguinario, ¿no se hará aún más fuerte
la energía del rayo en su cuerpo? —recordó Karim.
—¡Tienes razón! —Jaime asintió.
De hecho, cuando Jaime vio a los Halcones del Trueno Sanguinario, ya había pensado en eso.
Al consumir el núcleo de bestia de los Halcones del Trueno Sanguinario, podría comprender de
nuevo el aura de la nascencia del rayo, lo que a su vez aumentaría el aura de la nascencia del rayo
en su espacio de nascencia.
La razón por la que Jaime no había actuado de inmediato era que estaba cuidando de Halcón del
Trueno.
Si Halcón del Trueno hubiera llegado con los Halcones del Trueno Sanguinario, habría dado prioridad
a escapar antes que molestarse con los Halcones del Trueno Sanguinario.
Sin embargo, parecía que Halcón del Trueno estaba ausente. De lo contrario, Jaime habría percibido
el aura del Tribulador hace tiempo.
Tras derribar al oso de hielo, los tres Halcones del Trueno Sanguinario empezaron a chillar mientras
descendían en picado directos hacia el oso de hielo.
En ese momento, Jaime entró en acción. Agarró rápidamente el oso de hielo y lo lanzó sin esfuerzo
en dirección a Karim y los demás.
El núcleo de bestia del oso de hielo también era un recurso valioso. Jaime no podía dejar que los tres
Halcones del Trueno Sanguinario lo devoraran porque sería un desperdicio.
Cuando los tres Halcones del Trueno Sanguinario vieron que Jaime les arrebataba su oso de hielo,
emitieron de inmediato chillidos y lanzaron rayos por la boca contra Jaime.
CAPÍTULO 2958 ESCAPADO

Jaime permaneció completamente sereno cuando se enfrentó a los rayos. Cuando extendió las
manos, los rayos convergieron rápidamente en sus manos como si fueran atraídos hacia él.
¡A continuación, los rayos acumulados se transformaron en una lanza atronadora, que crepitaba con
arcos de electricidad a lo largo de toda su longitud!
Entonces, Jaime arrojó la lanza contra los tres Halcones del Trueno Sanguinario.
¡Crash!
Cuando la lanza se acercó a los Halcones del Trueno Sanguinario, explotó al instante, convirtiéndose
en miles de arcos de electricidad que se extendieron en todas direcciones.
Los Halcones del Trueno Sanguinario, imbuidos ya de la energía del rayo, no deberían haber tenido
miedo de estos arcos de electricidad. Sin embargo, cuando los arcos explotaron, los tres Halcones
Sedientos de Sangre chillaron y retrocedieron.
El miedo llenó los ojos de los tres Halcones del Trueno Sanguinario. Parecían realmente asustados
del poder del rayo que Jaime había desatado.
Los tres Halcones del Trueno Sanguinario batieron las alas y lanzaron miradas aterrorizadas a Jaime
antes de darse la vuelta de repente e intentar escapar porque sabían que no eran rivales para Jaime
en absoluto.
—¿Intentas huir?
Una leve sonrisa curvó los labios de Jaime. Si dejaba escapar a los tres Halcones del Trueno
Sanguinario, sería una desgracia.
Un débil arco eléctrico apareció en la palma derecha de Jaime. Al expandirse poco a poco, emitió
sonidos crepitantes.
Cuando Jaime empujó la palma de la mano hacia delante, varias ráfagas de rayos alcanzaron a los
tres Halcones del Trueno Sanguinario antes de que pudieran reaccionar, tomándolos
completamente desprevenidos.
Antes de que los tres Halcones del Trueno Sanguinario pudieran siquiera chillar, ya habían sido
fulminados por la energía del rayo.
—Esta aura de nascencia del rayo es notable…
Jaime tenía una expresión de agradable sorpresa en el rostro. Al fin y al cabo, era la primera vez que
utilizaba su aura de nascencia.
Todos se quedaron totalmente estupefactos cuando vieron que Jaime mataba sin esfuerzo a los tres
Halcones Sedientos de Sangre con un simple movimiento de la mano, por no mencionar que los
Halcones Sedientos de Sangre seguían volando.
Jaime se acercó a los cadáveres de los tres Halcones del Trueno Sanguinario e hizo que Nimbus
recuperara de ellos los núcleos de bestia.
Los núcleos de bestia de los Halcones del Trueno Sanguinario eran de gran ayuda para Jaime, porque
podían ayudarle a comprender mejor el aura de nascencia del rayo.
—Jaime, tu control sobre los rayos es increíble… —exclamó Soleil asombrado.
No tenía ni idea de que Jaime ya poseía el espacio de nascencia y había comprendido el aura de
nascencia del rayo.
Jaime también estaba bastante satisfecho de sí mismo.
Parecía que su comprensión del aura de nascencia del rayo había alcanzado cierto nivel. Cuando
observó la energía del rayo que emanaba de aquellos Halcones del Trueno Sanguinario, su espacio
de nascencia reaccionó de un modo peculiar.
Con la ayuda del aura de nascencia del rayo, Jaime podía controlar realmente el rayo. Si alguien
intentara utilizar un rayo ordinario contra él, no sólo fracasaría, sino que también podría ser
manipulado por él.
—Me pregunto si podré controlar la energía del rayo de Halcón del Trueno si me encuentro con él —
dijo Jaime con una sensación de expectación. Quería ver si podía controlar la energía del rayo
emitida por Halcón del Trueno.
En ese momento, Karim se acercó a Jaime y le dijo con cara de admiración:
—Señor Casas, es usted una verdadera proeza...
—Sólo tuve suerte. Si esos tres Halcones del Trueno Sanguinario hubieran volado por separado, no
habría podido matarlos de un solo golpe —respondió Jaime con modestia.
Si los tres Halcones del Trueno Sanguinario hubieran volado en tres direcciones distintas, Jaime no
habría podido matarlos a los tres con un solo movimiento de la mano.
Después de todo, la cantidad de aura de nascencia del rayo que podía controlar aún era limitada.
Todavía no podía ejecutar ataques simultáneos en múltiples direcciones.
Mientras estaban ocupados recogiendo los cadáveres de los Halcones del Trueno Sanguinario, un
grupo de personas se acercó lentamente a ellos desde no muy lejos.
—Papá, los Halcones del Trueno sanguinarios se han ido. ¿Por qué ya no podemos verlos?
Chev levantó la vista y escudriñó la zona, pero no pudo divisar ninguna señal de los Halcones del
Trueno Sanguinario.
—¿Quizá escaparon? —especuló un anciano de la familia Nasser.
—Imposible. Una vez que esos Halcones del Trueno Sanguinario estén domesticados y reconozcan a
un amo, no huirán.
Cosme sacudió la cabeza mientras miraba al cielo. Entonces emitió unos sonidos extraños, pero los
tres Halcones del Trueno Sanguinario seguían sin regresar.
CAPÍTULO 2959 FAVOR

—¡Papá, mira! ¡Hay alguien ahí! —dijo Chev mientras señalaba a Jaime y su grupo, no muy lejos.
Al notar el grupo de gente delante, Cosme también frunció las cejas, pareciendo tenso. Después de
todo, todos los cultivadores que estaban allí iban tras el tesoro.
—Señor Casas, mire allí. Se acerca gente. —En ese momento, Karim también se fijó en los miembros
de la familia Nasser.
Jaime levantó la mirada, desatando una enorme oleada de sentido espiritual hacia el grupo de
recién llegados.
Aunque se consideraba descortés que los extraños se sondearan mutuamente con su sentido
espiritual sin motivo, había que practicar una vigilancia constante en aquella vasta extensión
nevada.
Jaime quería determinar quiénes eran esas personas y evaluar su nivel de cultivo. Si la otra parte era
muy formidable, podrían aprovechar la oportunidad para huir antes de encontrarse.
Sin embargo, en cuanto el sentido espiritual de Jaime envolvió a los miembros de la familia Nasser,
frunció de inmediato el ceño.
—¿Son ellos? ¿Por qué están aquí?
Jaime sintió al instante que eran Cosme y los demás. Ya se habían cruzado antes, así que Jaime
conocía el aura de Cosme.
Cosme también detectó que alguien lo estaba comprobando con su sentido espiritual. Una pizca de
ira apareció en su semblante mientras hablaba.
—Prepárense para la batalla.

Tras avisar a todos para que se preparasen, corrió hacia el grupo de Jaime.
A medida que se acercaban, Chev se percató rápidamente de los tres cadáveres de los Halcones del
Trueno Sanguinario en el suelo.
—¡Car*jo! ¿Fuiste tú quien mató a nuestros Halcones del Trueno Sanguinario? ¿Estás buscando la
muerte? —bramó Chev, luego ordenó a los miembros de la familia Nasser que rodearan al grupo de
Jaime.
Desde que Cosme consumió la fruta del trueno celestial y ascendió a la cima del Noveno Nivel del
Reino de la Fusión del Cuerpo, Chev se volvió significativamente más arrogante, pensando que su
padre era ahora invencible.
Cosme miró a Jaime con animosidad. Su hostilidad no provenía de la muerte de sus Halcones del
Trueno Sanguinario. En cambio, se debía a las frutas del trueno celestial.
Por aquel entonces, Jaime había tomado tres frutas de trueno celestial del árbol de trueno celestial
de la Cueva del Rey Halcón.
Mirando a Jaime, que no era más que un cultivador del Reino de la Fusión Corporal de cuarto nivel,
Cosme calculó que Jaime aún no había consumido las tres frutas del trueno celestial.
«Si las tres frutas de trueno celestial aún están en su poder, ¡el precio que pueden alcanzar no es
menor que el de la Píldora Alma de Hielo! Si puedo obtener tres frutas del trueno celestial, ¡no
importará si localizo el tesoro o no!».
Justo entonces, Nimbus dio un paso al frente.
—¡No esperaba que ustedes, miembros de la familia Nasser, también estuvieran aquí!
Chev observó a Nimbus.
—¿Quién eres tú?
—Soy el vástago de la Secta Estelar, Nimbus Santini —se presentó Nimbus.
—Ya veo. Eres el vástago de la Secta Estelar. ¿Qué estás haciendo con esta gente? —Cosme
preguntó.
—Son mis amigos. Señor Nasser, matar a sus Halcones del Trueno Sanguinario es un malentendido.
Si necesita una compensación, me aseguraré de que su familia sea generosamente reembolsada
cuando regrese a la Secta Estelar —dijo Nimbus a Cosme.
Con la inmensa riqueza de la Secta Estelar respaldándolo, Nimbus era bastante generoso.
—Tanto si se trata de un malentendido como si no, hoy debo ajustar cuentas. Señor Santini, quizá
quiera dar un paso atrás —dijo Cosme con frialdad.
Nimbus frunció el ceño.
—Señor Nasser, ¿podría hacerme un favor? Yo…

—¡No! ¡Piérdete, o te daré una lección a ti también! —Chev interrumpió de golpe.
La familia Nasser tenía ahora un estatus elevado. Con Cosme en la cima del Noveno Nivel del Reino
de la Fusión Corporal y el renacimiento de su anciano, Eamon, ya no eran la misma vieja familia
Nasser.
Sintiéndose completamente enaltecido, Chev ignoró por completo la Secta Estelar.
—¡Tú! —Nimbus estaba lívido, pero no había nada que pudiera hacer al respecto.
La Secta Estelar se centraba principalmente en el negocio de la logística, lo que la convertía en una
familia semicomercial. Por lo tanto, la capacidad de combate no era su fuerte.
Ahora que la familia Nasser no estaba dispuesta a mostrarle cortesía, Nimbus estaba perplejo.
CAPÍTULO 2960 MANO SUPERIOR

—Hola a todos, soy Karim Kus de la Familia Kus. No me importa quiénes sean, pero si se atreven a
ponerme un dedo encima, les garantizo que no podrán salir del lejano norte —le dijo Karim a Cosme
mientras avanzaba dos pasos.
—¿La Familia Kus? —Cosme frunció las cejas.
«¡He escuchado hablar de la Familia Kus!».
Después de todo, la Familia Kus estaba considerada el clan más grande e influyente del extremo
norte.
—Señor Kus, aunque sea de la Familia Kus, todos ustedes han matado a nuestros Halcones del
Trueno Sanguinario. No podemos dejar pasar este asunto —añadió Cosme.
—La Familia Kus aceptará cualquier compensación que pida —respondió Karim.
Todo el mundo podía decir que Cosme estaba en la cima del Noveno Nivel del Reino de la Fusión
Corporal, y nadie del grupo de Jaime era su oponente.
El nivel de cultivo de Cosme era el más alto de todos los presentes.
—El reembolso que requiero es simple. Este mocoso, Jaime, tiene tres frutas del trueno celestial.
Mientras entregue las frutas, me iré de inmediato, ¡y pasaremos por alto la matanza de estos tres
Halcones del Trueno Sanguinario! —dijo Cosme mientras señalaba a Jaime.
Al ver que Jaime, un cultivador del Reino de la Fusión Corporal de Cuarto Nivel, tenía el nivel de
cultivo más bajo del grupo, Cosme pensó por error que Jaime no era más que un seguidor
insignificante.
Sin que Cosme lo supiera, Jaime era en realidad su líder, y todos tenían que acatar sus órdenes.
Al escuchar aquello, Karim se volvió para mirar a Jaime, sin atreverse a tomar decisiones por él.
Jaime miró fijamente a Cosme. Sabía que Cosme debía haber consumido la fruta del trueno celestial.
De lo contrario, era imposible que avanzara desde el Octavo Nivel del Reino de la Fusión Corporal
hasta la cima del Noveno Nivel del Reino de la Fusión Corporal en tan poco tiempo.
—¿Quieres mis frutas de trueno celestial? —Jaime esbozó una leve sonrisa.
—¡Eso es! —Cosme asintió.
—Por desgracia, me comí las frutas del trueno celestial. Aunque no lo hubiera hecho, no te las daría.
¿Qué harás al respecto? —Jaime se mofó.
—¡Car*jo! ¿Estás cansado de vivir? —Chev, al ver la osadía de Jaime de hablarle a su padre de una
manera tan irrespetuosa, montó en cólera al instante.
Cosme entrecerró los ojos ante Jaime y luego se volvió para hablar con sus compañeros.
—Compañeros cultivadores, tengo algunos rencores personales con este mocoso, así que espero
que no intervengan. Mientras se vayan ahora, les prometo que no les haré daño.
Cosme pretendía convencer a los demás de que abandonaran a Jaime, ya que no era su deseo
ofender tanto a la Secta Estelar como a la Familia Kus.
Además, el grupo de Jaime estaba formado por unos pocos cultivadores del Reino de la Fusión
Corporal de Octavo Nivel. Si ambos bandos se enzarzaban en una pelea, incluso si la familia Nasser
pudiera ganar, sería una victoria pírrica.
Cosme sólo quería tratar con Jaime y adquirir sus frutos de trueno celestial.
En su opinión, esa gente nunca iría contra la familia Nasser por el bien de un cultivador insignificante
como Jaime.
De la nada, justo después de que Cosme terminara su frase, Soleil rugió:
—¡Deja de decir tonterías! ¡Rencor personal, mi pie! ¡Sólo son un puñado de ladrones! No nos
iremos. ¡Lucharemos junto a Jaime!
—El señor Casas es el invitado de la Familia Kus. No importa el rencor que le tenga, siempre
estaremos a su lado —añadió Marón.
Cosme se quedó atónito al ver el sorprendente giro de los acontecimientos. No podía entender por
qué esa gente miraba a un cultivador menor del Reino de la Fusión Corporal de Cuarto Nivel con
tanta reverencia.
—Ahora sólo eres un cultivador en la cima del Noveno Nivel del Reino de Fusión Corporal, y tus
subordinados son en su mayoría cultivadores del Séptimo u Octavo Nivel del Reino de Fusión
Corporal. ¿Estás seguro de que podrías ganar si tuviéramos que luchar? No puedo creer que estés
pensando en quitarme mis frutas de trueno celestial. Que broma. No sólo he matado a tus Halcones
del Trueno Sanguinario, sino que también voy a darte una lección. Si no, seguirás viviendo con la
falsa impresión de que soy un pusilánime —dijo Jaime con frialdad a Cosme.
Justo cuando Jaime terminó su frase, todos los miembros de la Familia Kus, Soleil, Nimbus y los
demás, se pusieron de inmediato en posición de combate, como si estuvieran listos para una feroz
batalla.
De repente, Jaime tenía ventaja sobre Cosme.
CAPÍTULO 2961 CÁLLATE

—¡Tienes una opinión demasiado elevada de ti mismo, muchacho! ¿Cómo te atreves a hablarle así a
mi padre? ¿Intentas provocarme para que te mate? Por si no lo sabes, ¡mi padre es un cultivador del
Noveno Nivel del Reino de la Fusión Corporal! Eliminarte será un juego de niños para él. ¿Y qué si
todos ustedes son cultivadores del Séptimo u Octavo Nivel del Reino de la Fusión Corporal? Mi
padre puede con todos ustedes sin ayuda —le gritó Chev a Jaime.
—Muere, tonto.
Jaime se burló y levantó la mano en dirección a Chev.
Cuando hizo el gesto, el aire se llenó de sonidos crepitantes.
En el momento siguiente, arcos eléctricos golpearon a Chev.
—¡Cómo te atreves a ponerle un dedo encima a mi hijo!
Cosme frunció el ceño y rápidamente puso a Chev detrás de él, protegiendo a su hijo.
Al instante siguiente, levantó la palma de la mano para golpear la de Jaime.
Al fin y al cabo, Jaime era sólo un cultivador del Reino de la Fusión Corporal de Cuarto Nivel. Por otro
lado, Cosme era un cultivador de Noveno Nivel del Reino de la Fusión Corporal en su apogeo.
Eran muy dispares en términos de poder.
Jaime contraatacó con un golpe de palma, impulsado por el miedo a morir si no actuaba con
rapidez.
Se escuchó un ruido sordo al chocar sus palmas.
Como el ataque había sido impulsivo, Cosme no había desplegado toda su fuerza, y la respuesta de
Jaime había sido igualmente comedida.
Tras el choque, Jaime tropezó y dio un paso atrás.
Aunque Cosme permanecía quieto en su sitio, sentía la palma de la mano entumecida, como si le
hubiera caído un rayo encima.
La sorpresa y la confusión llenaron los ojos de Cosme cuando se dio cuenta de que Jaime acababa de
dar un pequeño paso atrás.
No podía comprender cómo un cultivador del Reino de la Fusión Corporal de Cuarto Nivel como
Jaime había sido capaz de bloquear su golpe.
Aunque no hubiera utilizado toda su fuerza, un cultivador del Reino de la Fusión Corporal de Cuarto
Nivel como Jaime debería haber salido despedido hacia atrás. Aunque Jaime no hubiera muerto por
el ataque, quedaría malherido.
Sin embargo, Jaime parecía ileso.
—Maldito...
La rabia se manifestó en el rostro de Chev, y justo cuando iba a empezar a insultar a Jaime, Cosme lo
detuvo.
Jaime sonrió satisfecho a Cosme.
—¿Todavía estás tan seguro de tu victoria ahora?
Cosme permaneció en silencio, con los ojos fijos en Jaime. Luego recorrió con la mirada a Karim,
Soleil y los demás.
Evidentemente, estos individuos habían resuelto alinear sus destinos con el de Jaime. Si se desataba
una batalla, no tenían intención de escapar.
Por lo tanto, Cosme no podía estar seguro de que la familia Nasser saliera victoriosa.
Aunque ganaran, tendrían que pagar un precio tremendo por su victoria.
Cosme sabía que Jaime no había ido con intención de pelear.
—Vámonos.
Tras un momento de vacilación, Cosme saludó con la mano y se dispuso a marcharse con los
hombres de la familia Nasser.
—Papá, nosotros...
—Cállate.
Antes de que Chev pudiera terminar la frase, Cosme lo fulminó con la mirada.
Poco después, Cosme alejó a los hombres de la familia Nasser. Había decidido renunciar a cualquier
otro enfrentamiento con Jaime por la muerte de sus tres Halcones del Trueno Sanguinario y no tenía
intención de perseguir los tres frutos celestiales del trueno que Jaime poseía.
Al ver partir al grupo de Cosme, el grupo de Jaime continuó su camino. Sin embargo, la llave del
tesoro estaba con Jaime, así que éste no tenía prisa por llegar a su destino.
Sin la llave, sería un reto para esas personas llegar al tesoro.
Durante su viaje, Jaime ingirió los núcleos de las bestias de los tres Halcones del Trueno Sanguinario
y aprovechó su poder para mejorar su comprensión del aura de la nascencia del rayo. Poco a poco,
la constelación de la nascencia del rayo en el espacio de nascencia de Jaime se hizo más radiante.
El conocimiento que Jaime tenía del aura de nascencia del rayo era ya profundo, lo que le permitía
avanzar rápidamente en su esclarecimiento de esta.
«También tengo fuego demoníaco. Me pregunto si eso me iluminará sobre la nascencia del fuego.
Si funciona, podré absorber el aura de la nascencia del fuego. Eso sería maravilloso», pensó Jaime.
Después de todo, cuanto mayor fuera el número de auras de nascencia en las que alcanzara la
iluminación, más ventajoso sería para él.
Aun así, Jaime no tenía ni idea de si podría conseguirlo o no. Aún tenía pocos conocimientos sobre
las auras de nascencia.
CAPÍTULO 2962 OTRO LUGAR

—Hemos llegado. Está justo delante —gritó Karim, mirando hacia un lugar donde la nieve y el hielo
se habían derretido.
—Qué lugar tan extraño es éste. ¿Por qué parece que hace más calor aquí? Hasta la nieve se ha
derretido —comentó Soleil.
—Parece que hay una brisa cálida que viene del frente. ¿Cómo puede haber una corriente cálida en
un lugar tan helado y nevado como éste? —se preguntó alguien en voz alta, igualmente
desconcertado.
—Démonos prisa. Estamos a punto de encontrar la entrada al tesoro —instó Karim.
Al llegar a la entrada, descubrieron que alguien ya había desbloqueado la puerta de acceso a la zona,
y no había nadie a la vista en el exterior.
Sin embargo, una cálida brisa seguía saliendo del interior de la puerta.
—¿Han abierto la puerta? —Jaime frunció las cejas.
Él tenía la verdadera llave del tesoro, así que ¿cómo abrieron la puerta los demás?
«¿Podría tratarse de un tesoro falso? El líder de los cultivadores del Cuerpo Arcaico mencionó
previamente la presencia de numerosos tesoros falsos esparcidos. Si esta entrada está abierta de
par en par, tal vez contenga un tesoro falso. Pero si el tesoro que hay dentro es falso, ¿qué pasa
con las corrientes cálidas? No pueden haber puesto muchos objetos mágicos ahí dentro también,
¿verdad?».
—Señor Casas, ¿qué hacemos ahora? —preguntó Karim al ver la puerta abierta.
Jaime dudó un segundo antes de decir:
—Entremos.
Independientemente de que el tesoro fuera falso o no, Jaime iba a echar un vistazo.
Después de todo, si era aquí donde estaba escondido el verdadero tesoro, estaría dejando pasar la
oportunidad de obtenerlo si solo se marchaba.
A continuación, el grupo se adentró lentamente, con Jaime guiando el camino con cautela.
Al entrar, fueron recibidos por un colorido despliegue de energía espiritual. La escena era tan
encantadora que parecía que estuvieran paseando por un sendero hacia un reino de fantasía.
Cuanto más los guiaba Jaime, más subía la temperatura. De repente, una luz brillante iluminó su
camino, haciéndoles cerrar los ojos por instinto.
Cuando volvieron a abrir los ojos, se sobresaltaron al comprobar que ahora se encontraban en un
lugar desconocido.
Se encontraron rodeados de frondosos árboles, con un valle envuelto en niebla que se extendía ante
ellos.
—¿Qué... está pasando? ¿Qué pasó?
—¿Cómo puede existir un lugar así en el lejano norte? Es imposible.
—No hemos entrado en una matriz de ilusión, ¿verdad? ¿Estamos alucinando en masa?
El repentino cambio de escenario provocó una oleada de pánico entre la gente.
Incluso Jaime se sintió sorprendido por el espectáculo que tenía ante sí. Cuando la luz blanca había
destellado antes, parecía que habían atravesado algún tipo de barrera y habían sido transportados
lejos por alguna fuerza misteriosa.
No obstante, Jaime estaba seguro de que el paisaje que tenían ante ellos no era una alucinación. Era
imposible confundir a Jaime con un conjunto de ilusiones.
Después de todo, era un experto en matrices. Ninguna matriz de ilusión podría atraparlo.
—Esto no es una matriz de ilusión. Hemos llegado a otro lugar. También existe la posibilidad de que
sigamos en el extremo norte, pero bajo tierra —explicó Jaime.
—Señor Casas, si esto no es una matriz de ilusión, ¿podría ser este lugar un reino secreto? Recuerdo
que Marón mencionó que el extremo norte no siempre fue un páramo helado. En el pasado, era una
región donde florecían flores y una vegetación exuberante. ¿Podría referirse a este lugar? ¿Se trata
de un reino secreto asociado a un inmortal? —sugirió Karim a Jaime.
Sin embargo, Jaime negó con la cabeza.
—Este lugar no parece un reino secreto, pero tendremos que comprobarlo antes de llegar a una
conclusión.
Con eso, liberó su sentido espiritual y dejó que se dirigiera hacia el valle brumoso.
Sin embargo, pronto descubrió algo muy peculiar en la niebla: su sentido espiritual no podía entrar
en ella.
En ese momento, Soleil dijo:
—Señor Casas, algo pasa con la niebla. Mi sentido espiritual no puede explorarla.
Parecía que también había intentado que su sentido espiritual estudiara el lugar.
Jaime asintió y procedió a acercarse a la niebla, extendiendo la mano hacia ella.
Un instante después, retiró el brazo.
CAPÍTULO 2963 CABAÑA DE PAJA

—Qué extraño. No hay nada inusual en la niebla, y no es venenosa, así que ¿por qué no podemos
llegar con nuestro sentido espiritual?
Jaime frunció las cejas.
—¿A quién le importa eso? Lo sabremos cuando entremos.
Mientras hablaba, Nimbus entró en la niebla.
—¡Esta niebla es increíblemente densa! Es difícil navegar sin mi sentido espiritual —Nimbus, que ya
se había aventurado en la niebla, gritó sus observaciones.
En ese momento, Jaime lo siguió, y lo mismo hicieron los demás.
—Quédate más cerca y no te alejes solo. No podremos usar nuestros sentidos espirituales para
buscarnos, así que, si acabamos separándonos, será difícil que volvamos a encontrarnos —advirtió
Jaime en voz alta.
Los demás sintieron y avanzaron con calma.
Ahora se veían obligados a avanzar con cautela, fiándose de su instinto, porque el camino apenas se
distinguía en la espesa niebla.
—¿Nimbus? ¡Nimbus!
Tras un rato caminando, Jaime seguía sin ver a Nimbus por los alrededores, así que empezó a llamar
a éste.
Sin embargo, Nimbus no respondió.
—¿Soleil? ¡Soleil!
Cuando Jaime se dio la vuelta, descubrió que los individuos que lo habían estado siguiendo también
habían desaparecido. En consecuencia, empezó a gritar sus nombres.
Por desgracia, por mucho que Jaime gritara, nadie le contestaba.

Jaime se volvió cauteloso.
Sin embargo, no tuvo más remedio que armarse de valor y seguir adelante. Pronto, encontró un
martillo púrpura flotando en la niebla.
Jaime se sobresaltó. Enseguida se dio cuenta de que el martillo estaba hecho con piedra estelar
índigo, un mineral muy pesado. Especuló que el martillo debía pesar miles de kilos.
Sin embargo, esta arma pesada flotaba en la niebla. Era un espectáculo antinatural.
Jaime alargó la mano para agarrar el martillo morado antes de inyectarle un hilo de su sentido
espiritual, con la esperanza de averiguar su dueño y si tenía algún aura familiar.
Sin embargo, parecía que nadie había usado nunca el martillo púrpura, pues no percibió aura alguna
en él.
Jaime apretó los labios. Lo soltó y el martillo volvió a flotar.
—Esto es muy extraño. ¿Hay algo raro en esta niebla?
Jaime no pudo discernir qué había de inusual en la niebla.
Si la niebla fuera venenosa, Jaime la habría detectado mucho antes.
Al continuar su camino, pronto encontró más y más armas flotando en el aire: espadas, machetes y
más.
Además, las armas eran de diferentes grados.
Contemplando las armas flotantes, Jaime empezó a sospechar aún más. Por lo tanto, abrió su Anillo
de Almacenamiento para recuperar su Espada Matadragones.
Justo cuando empuñaba la espada, una fuerza inmensa tiró de golpe de Jaime como si intentara
arrebatarle la Espada del Matadragones.
Era tan poderosa que, a pesar de que Jaime ejerció toda su fuerza, no pudo mantener el agarre del
arma. La Espada Matadragones abandonó su mano y flotó en el aire, como todas las demás armas
que había encontrado.
En ese momento, Jaime saltó para agarrar su espada. Al segundo siguiente, guardó de nuevo la
Espada Matadragones en su Anillo de Almacenamiento.
Fue entonces cuando suspiró aliviado.
Si perdía allí su Espada Matadragones, tal vez estaría enfadado consigo mismo el resto de su vida.
La Espada Matadragones había sido su fiel compañera en innumerables batallas. Además, Zita, el
espíritu de la espada, aún estaba en proceso de recuperación. Perder la Espada Matadragones
significaría que nunca volvería a reunirse con Zita.
Como no se atrevía a seguir experimentando con la niebla, Jaime aceleró el paso. En poco tiempo, la
niebla que lo rodeaba se hizo más fina.
En un breve lapso, un paisaje más luminoso se desplegó ante Jaime. La niebla había desaparecido
por completo, y a ambos lados de él se alzaban imponentes picos adornados con frondosos árboles.
Mientras miraba en dirección al valle, Jaime divisó una cabaña de paja de cuya chimenea salía humo,
lo que indicaba que allí vivía alguien.
CAPÍTULO 2964 ELECCIÓN CORRECTA DEL DESTINO

—¿Cómo puede haber alguien viviendo aquí?
Jaime parecía perplejo, pero procedió a acercarse a la cabaña de paja.
Sin embargo, su paso era pausado, y escudriñó la cabaña con su sentido espiritual.
Aunque salía humo de la chimenea, Jaime no percibió ningún aura dentro de la cabaña.
Cuando Jaime llegó a la cabaña, empujó la puerta con cautela, sólo para descubrir que estaba
desocupada. Sobre la mesa de madera desgastada había varios platos, que aún irradiaban calor.
La estufa tenía un fuego crepitante y de una olla colocada encima salía vapor.
La escena le recordó su infancia.
Tenía una estufa de barro como ésta en su casa familiar.
Sin embargo, en la era moderna ya nadie construía cabañas de paja. Si eso era cierto en el reino
mundano, ¿por qué alguien elegiría residir en una vivienda así aquí, en el Reino Etéreo?
—Esto huele tan bien.
Cuando Jaime se acercó a la mesa y vio los platos, le entró hambre.
El hambre era una sensación extraña para un cultivador de su nivel. Incluso el acto de comer era
sólo para saborear la comida.
Sin embargo, Jaime sentía hambre por la suculenta comida que tenía ante sí.
Levantó la mano, a punto de dar un mordisco a la comida, pero se detuvo.
Entonces, Jaime inspeccionó la casa y vio numerosos libros en una estantería de un rincón.
Cuando se acercó, se quedó atónito. Resultó que todos estos libros eran registros de diversas
técnicas.
Además, en el nivel inferior de la estantería, los objetos mágicos estaban dispuestos.
«¿Cómo es posible que una simple casita de paja contenga tantos objetos mágicos y libros de
técnicas?».
Jaime se quedó atónito.
Su primera respuesta fue tomar los libros y los objetos mágicos para guardarlos en su Anillo de
Almacenamiento, pero volvió a detenerse.
—¿Hay alguien por aquí? ¿Alguien? —gritó Jaime, saliendo de la cabaña para mirar a su alrededor.
—¿Quién es eres ¿Cómo has podido irrumpir aquí y entrar en mi casa sin mi permiso?
Justo en ese momento, sonó una voz. Al momento siguiente, Jaime vio aparecer de la nada a un
anciano encorvado.
Jaime había escudriñado minuciosamente su entorno y no había detectado señales de vida. Incluso
lo había confirmado con su sentido espiritual.
Sin embargo, el anciano se había materializado ante Jaime de forma inesperada.
—Señor, mi nombre es Jaime Casas. No sé cómo he llegado hasta aquí. Si le he causado alguna
molestia, le pido disculpas —dijo Jaime cortésmente al anciano.
—Si has entrado en mi casa, ¿me has robado la comida? —preguntó solemnemente el anciano.
—Señor, no he tocado su comida en absoluto. Siéntase libre de comprobarlo usted mismo —
respondió Jaime con prontitud.
—¿Entonces te llevaste mis libros y objetos mágicos? —prosiguió el anciano.
—No, claro que no —contestó Jaime.
El anciano se calló y entró en la cabaña. Jaime lo siguió.
El anciano echó un vistazo a la comida de la mesa y luego a su estantería. Fue entonces cuando
sonrió.
—Siéntate. Parece que el destino ha tomado la decisión correcta —pronunció el anciano.
Jaime parpadeó rápidamente, confundido.
No tenía ni idea de qué hablaba el anciano, pero se sentó obedeciendo.
—Estos platos los he hecho yo. ¿Por qué no los pruebas? —procedió a decir el anciano después de
que Jaime tomara asiento.
No queriendo rechazar al otro hombre, Jaime tomó un tenedor y probó los platos.
—Saben de maravilla. Es usted un cocinero maravilloso, señor —alabó Jaime.
Una pequeña sonrisa se dibujó en los labios del anciano.
—Si te gusta, sírvete más. Te sentarán bien.
Jaime no sabía a qué se refería. A su nivel de cultivo, no tendría hambre, aunque no comiera, así que
¿por qué tenía que consumir esos platos?
Sin embargo, Jaime no pudo rechazar la amabilidad del anciano. Después de todo, la comida era
buena.
CAPÍTULO 2965 IDÉNTICO

—Señor, ¿dónde estamos exactamente? ¿Y por qué sólo está usted aquí? —preguntó Jaime
mientras comía.
—¿Adónde te diriges? —preguntó a su vez el anciano.
—Estoy en una búsqueda para encontrar el tesoro de los cultivadores del Cuerpo Arcaico. Pero
después de entrar en la puerta del tesoro, de alguna manera terminé aquí. ¿Es este el lejano norte?
Los alrededores de aquí son completamente diferentes a los del lejano norte —dijo Jaime con
franqueza.
—¿Estás buscando el tesoro de los cultivadores del Cuerpo Arcaico? —El anciano sonrió sutilmente y
extendió la mano—. Muy bien, entrega el objeto.
—¿Objeto? ¿Qué objeto? —preguntó Jaime, con la cara llena de confusión.
—Me refiero a la llave del tesoro, por supuesto. Sin la auténtica llave del tesoro, no podrías haber
acabado aquí —respondió el anciano, con una sonrisa inquebrantable.
Jaime se quedó estupefacto, con el rostro marcado por la incredulidad mientras miraba al anciano
que tenía delante. El nerviosismo y la inquietud se agitaron en su interior mientras preguntaba:
—Señor, ¿quién es usted exactamente?
Se quedó perplejo, sin comprender el significado de las palabras del anciano. Lo que lo desconcertó
aún más fue cómo el anciano parecía saber que poseía la llave del tesoro.
—¡Jajaja! Vienes buscando mi tesoro, y aun así preguntas quién soy. ¡Es muy divertido! —El anciano
rio con ganas.
—¿Es usted... tal vez el mayor de los cultivadores del Cuerpo Arcaico? —preguntó Jaime asombrado,
con la mirada fija en el anciano.
El anciano no lo confirmó ni lo negó. Solo extendió la mano y dijo:
—Entrégame la llave…
Jaime miró al anciano, luego sacó la llave del tesoro y se la entregó.
Éste sostenía la insignia esmeralda, con una leve sonrisa en los labios.
—Todos estos estantes contienen las técnicas del Cultivo del Cuerpo Arcáico, junto con algunos
tesoros. Sírvete lo que necesites —dijo el anciano señalando las estanterías.
—Eh… —Jaime no había esperado que obtener los tesoros de los cultivadores del Cuerpo Arcaico
fuera tan fácil.
«¿No es demasiado directo?».
—¿Qué pasa? ¿No los quieres? —preguntó el anciano.
—No, no es eso. Por favor, no me malinterprete, señor. Es que no esperaba obtener las técnicas y
los tesoros con tanta facilidad —aclaró Jaime—. ¿No debería haber también una Píldora Alma de
Hielo? Mi principal propósito esta vez es obtenerla.
En realidad, Jaime no estaba particularmente interesado en las técnicas y tesoros de los cultivadores
del Cuerpo Arcaico. Su objetivo principal era adquirir la Píldora Alma de Hielo.
—La Píldora Alma de Hielo no está aquí. Toma estas técnicas y tesoros y parte. Recuerda, no seas
codicioso y continúa tu viaje. Espero que tengas en cuenta mi consejo… —La insignia esmeralda del
anciano irradió de repente rayos dorados de luz, y se desvaneció poco a poco.
—¿Señor? ¡Señor! —gritó Jaime en voz alta, pero el anciano no volvió a aparecer.
Desconcertado, sólo pudo recoger las técnicas y los tesoros. Sin embargo, al salir de la choza de
paja, el paisaje que tenía ante sí sufrió una repentina transformación.
La choza de paja había desaparecido y, en su lugar, un magnífico palacio se materializó ante sus
ojos.
Jaime estaba desconcertado en ese momento.
«Era una simple choza de paja hace unos momentos... ¿Cómo demonios se ha transformado en un
magnífico palacio en un abrir y cerrar de ojos?».
No obstante, se dirigió hacia el palacio y abrió de un empujón las imponentes puertas. Dentro,
descubrió un surtido de técnicas y tesoros, como antes.
Sin embargo, en cuanto entró en el palacio, sus cejas se fruncieron un poco y su expresión se tornó
sombría.
—¿Quién se atreve a traspasar mi residencia? ¿Tienes ganas de morir? —una voz curtida retumbó
en los oídos de Jaime antes de que un anciano apareciera ante él.
Cuando Jaime vio al anciano, se quedó estupefacto de inmediato, pues su aspecto era idéntico al del
anciano que había encontrado en la choza de paja.
La única diferencia entre ambos era su atuendo. El anciano que conoció en la cabaña vestía ropas
sencillas y simples, mientras que el del palacio estaba ataviado con opulentas sedas y satenes, que le
daban la apariencia de un rico terrateniente.
Jaime miró atento al anciano que tenía delante, sin decir nada.
—¿Cómo te atreves a entrometerte en mi residencia y mirarme de forma tan desafiante? Parece

que tu audacia no tiene límites. ¿Acaso sabes quién soy? —exclamó el anciano, enfurecido por la
inquebrantable mirada de Jaime.
CAPÍTULO 2966 REINO ILUSORIO

—¿Quién es? —preguntó Jaime.
—Soy el mayor de los cultivadores del Cuerpo Arcaico. ¿Qué trae a un joven intruso como tú a mi
residencia? ¿Estás aquí para robar mis técnicas y tesoros? —interrogó el anciano a Jaime.
—Señor, acabé aquí por accidente, y no tengo intención de robar sus tesoros y técnicas. Todo esto
no es más que un malentendido. En cualquier caso, ahora me voy… —Jaime declaró y se dio la
vuelta para marcharse.
—¡Espera! Veo que posees un potencial excepcional. Me gustaría ofrecerte la oportunidad de
convertirte en mi discípulo. Si estás dispuesto a aceptar, te proporcionaré todas estas técnicas,
pergaminos secretos y tesoros. Además, te pasaré todo mi legado. ¿Qué me dices? —El anciano
detuvo la marcha de Jaime y expresó su deseo de tomar al joven como discípulo.
—Lo siento, pero no tengo planes de enfrentarme a un maestro por el momento… —contestó Jaime
mientras seguía hacia la salida.
—¿Me estás menospreciando? —preguntó enfadado el anciano.
Jaime sonrió sin fuerza y dijo:
—En efecto, tengo algunas reservas. Considerando su fuerza actual, no creo que pueda enseñarme
mucho.
—¡Mocoso ignorante! ¿Cómo te atreves a dudar de mis habilidades? —tronó el anciano.
—No dudo de usted, señor. Tan solo le tengo poco respeto… —Jaime respondió, y de repente, su
Espada Matadragones apareció en su mano.
La hoja helada de la espada apuntaba directamente al anciano.
Al ver esto, el anciano frunció el ceño y preguntó:
—¿Cómo es que aún posees un arma?
Jaime se burló:
—¿Por qué no puedo tener un arma?
—Tú, joven, no respetas a tus mayores y tu carácter deja mucho que desear. Solo no cumples mis
estándares. Vete, entonces. Vete… —El anciano se hizo a un lado, instando a Jaime a partir.
Sin embargo, Jaime se limitó a esbozar una leve sonrisa y no mostró intención de marcharse.
—Señor, he cambiado de opinión. Ya no deseo marcharme. Me gustaría participar en una sesión de

entrenamiento con usted —dijo con frialdad.
—Si te enfrentas a mí, puedo acabar con tu vida con un simple movimiento de mi dedo. Es mejor
que te marches y no malgastes tu vida inútilmente. —El anciano hizo un gesto con la mano,
descartando la idea de enfrentarse a Jaime.
—Señor, dudo que tenga la capacidad de matarme en este reino ilusorio —se mofó Jaime y se
abalanzó rápidamente sobre el anciano con la espada en la mano.
Éste soltó un bufido frío y, con un gesto casual de la mano, una luz espiritual del color del arco iris se
dirigió hacia Jaime.
—No puedo creer que un simple cultivador del Reino de la Fusión Corporal de Cuarto Nivel pueda
ver a través de mi reino ilusorio… —murmuró el anciano, mostrándose algo sorprendido.
Jaime blandió su Espada Matadragones y la blandió con fiereza contra el aura del color del arco iris,
sólo para ser repelido con violencia por una fuerza tremenda.
Una expresión de suficiencia se dibujó en el rostro del anciano.
—¡Idiota ignorante! Incluso en este reino ilusorio, puedo aniquilarte con facilidad —bramó el
anciano y descargó contra Jaime una andanada incesante de golpes con las palmas.
Una fuerza monstruosa se arremolinó alrededor de Jaime, desgarrándolo. Sin embargo, antes de
que pudiera acabar con él, se desvaneció.
Al ver desaparecer a Jaime, el anciano resopló y dijo:
—Tengo que admitir que eres bastante notable al ser capaz de ver a través de mi reino ilusorio. Es
una pena que tu nivel de cultivo sea demasiado bajo.
Sin embargo, en cuanto el anciano terminó de hablar, Jaime, que antes había desaparecido, volvió a
hacer su entrada.
—Señor, ¿de verdad cree que mi nivel de cultivo es demasiado bajo? —Jaime sonrió satisfecho—.
Tengo que decir que su matriz arcana es bastante mala. Tan solo hice algunos ajustes, y la matriz de
ilusión ahora trabaja a mi favor.
—¿Sabes de matrices arcanas? —El anciano estaba muy Z sorprendido.
—Oh, sé algo más que matrices arcanas… —Jaime replicó y lanzó otro ataque al anciano.
—¡Qué descaro! —rugió el anciano. Su energía espiritual se disparó, y entonces una ola torrencial de
energía espiritual rodó hacia Jaime como el mar al romperse.
Jaime entrecerró los ojos y su Espada Matadragones estalló con una luz radiante.
CAPÍTULO 2967 ALUCINACIÓN

Mientras la espada irradiaba haces de luz, un rayo rodeaba a Jaime, pulsando y chisporroteando tan
fuerte que cualquiera habría pensado que era el Dios del Trueno.
Al ver eso, el anciano no pudo evitar fruncir el ceño.
Pero cuando estaba a punto de decir algo, Jaime apareció de repente ante él y blandió su espada
iluminada por un rayo.
—¿Cómo es posible que un simple cultivador del Reino de la Fusión Corporal de Cuarto Nivel sea tan
rápido y poderoso? —exclamó el anciano, con el rostro pálido por el asombro.
Extrañamente, el anciano desapareció poco a poco cuando la luz pasó junto a su cuerpo.
Al mismo tiempo, el palacio, los objetos mágicos y los pergaminos se desvanecieron en el aire,
dejando a Jaime solo en la espesa niebla blanca.
Totalmente desconcertado, Jaime escudriñó a su alrededor.
—¿Eh? ¿Ha sido todo eso una alucinación?
Se había sentido tan real cuando conoció al anciano en la choza de paja, y sólo empezó a sospechar
que estaba en un conjunto de ilusiones cuando apareció el palacio.
Ahora, estaba atrapado en la niebla blanca, y no parecía que estuviera haciendo ningún progreso.
—No, eso no está bien. Es imposible que sea una alucinación… —dijo Jaime antes de abrir a prisa su
Anillo de Almacenamiento.
Por suerte, los pergaminos secretos y los objetos mágicos seguían allí, lo que significaba que el
anciano no podía ser una ilusión.
Aunque Jaime quería seguir adelante, vaciló al recordar el consejo del anciano.
«Ah... ¿No me dijo que no fuera codicioso una vez que hubiera conseguido los pergaminos de
técnicas y los objetos mágicos? Dijo que no debía seguir avanzando, ¡pero si no lo hago, no podré
obtener la Píldora Alma de Hielo!».
Tras mucho meditarlo, Jaime decidió continuar su viaje.
Por suerte, la espesa niebla desapareció a cierta distancia y Jaime vio a Nimbus, Karim y los demás
acurrucados ansiosamente.
Al ver a Jaime, Karim se abalanzó sobre él.
—Señor Casas, ¿por qué ha tardado tanto? Llevamos medio día esperándolo.
—¡Exacto! —replicó Nimbus—. ¡Desapareció mientras caminábamos por la niebla y, por mucho que
gritamos, no respondió!
Por fin todo se aclaró para Jaime.

«Oh... ¡Así que fui yo quien desapareció, no ellos!».
—¿Les pasó algo extraño mientras estaban en la niebla? —preguntó.
Nimbus negó al instante con la cabeza.
—No. Lo atravesamos sin ningún contratiempo…
—¿Encontraste algo extraño en la niebla, Jaime? —preguntó Soleil.
Jaime asintió.
—Sí. Creo que entré en un reino ilusorio. Por suerte, estoy bien versado en matrices arcanas. Logré
salir después de ver a través de él.
—¿Cree que la niebla sabe elegir sus objetivos? —preguntó Karim con curiosidad—. Éramos tantos
y, sin embargo, el señor Casas fue el único elegido.
«¡Qué extraño! ¿Por qué sólo el señor Casas entró en el reino ilusorio?».
Caín se acercó a Jaime, con el rostro lleno de curiosidad.
—Dime, Jaime, ¿tuviste algún encuentro interesante en el reino ilusorio? ¿Encontraste algún objeto
mágico?
Aunque obtuvo objetos mágicos y la técnica de Cultivo del Cuerpo Arcaico, Jaime se limitó a sacudir
la cabeza.
Después de todo, era difícil conocer las verdaderas intenciones de la gente, y Jaime no podía estar
seguro de que los demás no se dejaran tentar por los inmensos beneficios que les aguardaban.
—Sigamos adelante ya que el Señor Casas ha salido. Creo que esos tipos ya nos llevan mucha
ventaja —instó Nimbus.
«Alguien se nos ha adelantado con el tesoro, ¡y podríamos quedarnos sin nada si no nos damos
prisa!».
El grupo siguió caminando por el valle hasta que vieron a lo lejos un vórtice giratorio que les cortaba
el camino.
No sólo había una fuerte aura que emanaba del vórtice, sino que también era imposible saber qué
había detrás del valle.
Jaime observó rápido a su alrededor, sólo para darse cuenta de que no había otra forma de avanzar.
—Quién sabe si hay algún peligro acechando dentro de esto… —comentó Soleil mientras examinaba
el misterioso vórtice.
CAPÍTULO 2968 SIÉNTATE

—Este vórtice no puede tener más de tres metros de altura. Saltemos y sobrevolémoslo —sugirió
Karim antes de saltar al aire con todas sus fuerzas.
—No te precipites… —pronunció Jaime, pero, por desgracia, su advertencia llegó demasiado tarde.
Karim ya estaba en el aire y sobrevolaba el vórtice cuando sintió una poderosa fuerza de succión.
Sin embargo, antes de que pudiera reaccionar, fue arrastrado al interior del agujero arremolinado y
desapareció sin dejar rastro.
—¡Señor Karim! —Al ver la situación, los de la Familia Kus empezaron a entrar en pánico y a gritar.
—¡Oh, mi*rda! ¿Qué demonios es este vórtice y por qué se está comiendo a la gente? —exclamó
Nimbus mientras un escalofrío recorría su espina dorsal—. No puedo creer que pueda succionar a
alguien desde una altura tan grande.
Los demás también estaban desconcertados. Nadie esperaba que el vórtice fuera tan poderoso.
Jaime caminó hacia el vórtice y se acercó poco a poco tras observarlo con calma.
—¡Señor Casas! —Nimbus gritó.
—No te preocupes. No pasa nada. Este vórtice es tan solo una pequeña matriz de teletransporte. No
nos hará daño… —dijo Jaime antes de entrar en él.
Al instante, una luz blanca brilló en los ojos del hombre, y lo siguiente que supo fue que estaba
dentro de un enorme palacio.
«¿Por qué me resulta tan familiar este palacio? ¡Oh! Lo vi antes en el reino ilusorio, ¡excepto que
este es mucho más grande y grandioso!».
Karim vio a Jaime y no tardó en correr hacia él.
—¡Señor Casas!
Había estado muy confundido la primera vez que fue absorbido por el vórtice, pero ahora que Jaime
estaba cerca, se sentía más tranquilo.
Pronto, Nimbus y los demás también fueron teletransportados al palacio.
El grupo no tardó en empujar la puerta y entrar en la sala, sólo para ver un mar de cultivadores
sentados con las piernas cruzadas en el suelo, como si estuvieran esperando algo.
Una vez que Jaime y el resto estuvieron dentro, decenas de miradas se posaron en ellos.
—Esos son de la Alianza del Sello Demoníaco… —murmuró Karim.
Se había fijado en cinco personas que meditaban en silencio delante y al instante los reconoció
como los miembros de la Alianza del Sello Demoníaco.
Justo entonces, alguien llamó a Jaime:

—¡Aquí! ¡Ven aquí!
Jaime se volvió hacia la voz y se dio cuenta de que se trataba de alguien a quien ya había salvado
antes: Boris Yute.
Al encontrarse con una cara conocida, Jaime se dirigió hacia Boris, ansioso por preguntarle qué
demonios estaba ocurriendo.
«Si esta gente ha venido por el tesoro, ¿por qué están sentados y meditando ahora? ¿Por qué
querría alguien cultivar en un lugar como éste?».
—¡Qué casualidad! El destino nos ha vuelto a juntar, ¿eh? —dijo Boris sonriendo.
—Claro que sí. Por cierto, ¿qué están haciendo aquí? ¿No están buscando el tesoro? —preguntó
Jaime.
—Siéntate primero y di a tus compañeros que hagan lo mismo. No deambulen —susurró Boris—. Si
después de tres minutos siguen sin sentarse, serán castigados y perderán el derecho a encontrar el
tesoro.
Jaime se quedó aún más perplejo.
—¿Qué quieres decir con eso?
«¿Alguien está controlando la búsqueda del tesoro? ¿Es eso?».
Justo cuando Jaime intentaba comprender la situación, sonó de repente la voz de un anciano.
—Recién llegados, por favor, tomen asiento de inmediato. De lo contrario, serán expulsados y
perderán su derecho a obtener el tesoro...
Jaime se quedó helado.
«Un momento... ¡Esa voz me resulta muy familiar! Ya fuera en la cabaña de paja o en el reino
ilusorio, ¡el anciano que conocí sonaba igual! Argh... ¿Este anciano es el mayor de los cultivadores
del Cuerpo Arcaico o no?».
Aunque no conocía la verdadera identidad del anciano ni lo que estaba ocurriendo, Jaime decidió
acatar las normas.
—Dense prisa y siéntense. Dejen de moverse...
Karim, Nimbus y los demás escucharon a Jaime y se apresuraron a hacer lo que se les ordenaba.
CAPÍTULO 2969 SELECCIÓN

Karim fulminó con la mirada a la gente de la Alianza del Sello Demoníaco, pero lo ignoraron por
completo y ni siquiera lo miraron.
Jaime y los demás acababan de instalarse cuando apareció otro grupo de personas. Eran miembros
de la familia Nasser, a quienes Cosme había llevado.
Cosme sintió curiosidad cuando vio a todos sentados formalmente en la sala.
Al recordárselo la voz del anciano, Cosme no se atrevió a desobedecer y rápidamente se sentó
también.
Una enorme puerta de luz apareció entonces frente a la sala. Nadie podía ver con claridad lo que
había detrás.
La puerta de luz parpadeó y una figura salió lentamente de ella.
La expresión de Jaime se frunció en cuanto vio la figura, que resultó ser el anciano que había
encontrado en la cabaña de paja y dentro del reino ilusorio.
El anciano observó a la multitud que tenía delante antes de desviar la mirada hacia Jaime.
Esta vez, sin embargo, el anciano no pareció reconocer a Jaime.
—Soy el mayor de los cultivadores del Cuerpo Arcaico. La única razón por la que conservo este lugar
es para encontrar a la persona adecuada para desarrollar a mi pueblo. Uno tendría que pasar por
varias pruebas antes de obtener nuestro tesoro, así que no será fácil. Si es capaz de superar las
pruebas, no sólo se le permitirá obtener el tesoro, sino que también recibirá una Píldora Alma de
Hielo y mi herencia. Sólo pueden entrar cien personas —dijo el anciano.
Todos empezaron a murmurar entre ellos en cuanto escucharon aquello. No podían evitar
preguntarse por el proceso de selección de los cien candidatos.
«¿Cómo decidirá este anciano quién entra? ¿Se supone que tendremos una gran batalla real en la
que sólo quedarán los fuertes?».
—Seleccionaremos a los cien primeros candidatos por orden de llegada —añadió el anciano
mientras agitaba con suavidad la mano, enviando cien ondas de luz hacia la multitud.
Sólo tres de ellos no fueron iluminados por las ondas de luz, todos los cuales resultaron ser
miembros de la familia Nasser porque llegaron al último.
—¿Qué pasa con estos tres, señor? ¿Se supone que deben irse? —Cosme preguntó.
—Sí, así es. Se irán para siempre —respondió el anciano asintiendo con la cabeza.
Luego apuntó con el dedo a los tres hombres y les disparó un haz de energía espiritual.
Como si tuviera vida propia, el rayo de energía espiritual se dirigió directamente hacia los tres
miembros de la familia Nasser y penetró en sus cuerpos.
Sin más, los tres se desplomaron lentamente sin saber qué había pasado.
Lo siguiente que todos supieron fue que sus cuerpos se desvanecieron lentamente en el aire.
Las cejas de Cosme se fruncieron de rabia al ver aquello.
«¡Eran miembros de mi familia! ¿Cómo pudo matarlos así?».
Sin embargo, reprimió su ira porque sabía que el tesoro era mucho más importante.
Además, aún no había descubierto la verdadera fuerza del anciano.
Aunque el anciano no era más que un remanente de alma, seguía siendo bastante poderoso y no
debía ser subestimado.
Mientras que Cosme pudo contenerse, Chev no hizo lo mismo.
Pensó que no tendría que temer a nadie porque su padre era un cultivador del Reino de la Fusión
Corporal de Noveno Nivel en su mejor momento.
—¿Cómo te atreves a matar a los miembros de nuestra familia, viejo? ¡No eres más que un
remanente de alma! ¡Destruiré tu alma y tu tesoro! —Chev gritó furioso.
—¡Cállate, cabr*n! —Cosme le gritó a Chev.
No quería que las tres muertes afectaran sus posibilidades de obtener el tesoro.
El anciano mostró a Chev una leve sonrisa:
—Los fuertes son los que mandan. Así es como ha sido siempre el mundo. Siéntete libre de hacerte
más fuerte si no quieres estar a merced de los demás. ¿Y bien? ¿Crees que eres lo bastante fuerte?
—Yo… —Chev se quedó en silencio.
CAPÍTULO 2970 ¿NO TE LASTIMAMOS LO SUFICIENTE?

—¡Por favor, perdone a mi hijo por su comportamiento grosero e ignorante, señor! —Cosme se
disculpó rápidamente ante el anciano.
«Puede que sea un cultivador del Noveno Nivel del Reino de la Fusión Corporal en mi mejor
momento, ¡pero no sé si podré con este anciano si decide atacar a Chev! ¡Puede que sea un alma
remanente, pero es el mayor de los cultivadores del Cuerpo Arcaico! ¡No puedo permitirme
subestimar su poder!».
—No se preocupe. No mataré a su hijo. De hecho, no mataré a ninguno de los cien cultivadores
seleccionados aquí porque es parte de las reglas, y no puedo romper mis propias reglas ahora. Sin
embargo, no sé cuántos de ustedes sobrevivirán a esto. Eso depende enteramente de ustedes. La
búsqueda del tesoro comenzará una vez que pasen esta puerta de luz. Lo que encuentren también
depende de su destino. Buena suerte a todos —dijo el anciano y su cuerpo empezó a desvanecerse.
No fue hasta que desapareció por completo que los cultivadores salieron de su estado de
aturdimiento y corrieron hacia la puerta de luz.
Como la puerta de la luz era la entrada a los tesoros, tenía sentido que los que entraran primero
tuvieran más posibilidades de encontrarlos.
Sin embargo, una poderosa oleada de energía surgió en el momento en que los cultivadores
alcanzaron la puerta de luz.
Antes de que alguien se diera cuenta de lo que estaba pasando, la onda de energía había matado a
esos cultivadores.
Tifón se plantó frente a la puerta de luz y gritó con frialdad:
—¿Por quién nos tomas a los de la Alianza del Sello Demoníaco, eh? Ni se te ocurra entrar antes que
nosotros.
Los hombres que venían con él se reunieron alrededor de la puerta de luz para bloquearla de los
demás. Su poderosa aura era tan abrumadora que hizo retroceder a todos los demás cultivadores.
Así de fácil, Los cinco Asesinos de la Alianza del Sello Demoníaco habían conseguido imponer su
dominio sobre todo el mundo.
Los cultivadores los fulminaron con la mirada, pero nadie se atrevió a decir nada.
En ese momento, los cultivadores se habían dividido en varias facciones.
Cosme se colocó junto a los miembros de la familia Nasser, mientras que Jaime y los miembros de la
Familia Kus se agruparon con Soleil y los demás.
Los cultivadores errantes también se reunieron para formar su propia facción.
Los cien cultivadores estaban divididos en cuatro facciones. Aunque sólo había cinco de ellos de la
Alianza del Sello Demoníaco, seguían siendo los cultivadores más poderosos de la escena.
Con cinco cultivadores del Noveno Nivel del Reino de la Fusión Corporal en un equipo, podrían
aplastar con facilidad a cualquiera de esas facciones.
—¿Es la Alianza del Sello Demoníaco realmente tan poderosa? ¿Por qué deberían entrar ustedes
primero? —Chev habló.
«Aquí somos muchos de la familia Nasser, ¡así que tampoco nos amilanamos!».
—Te perdonaré por ser joven e ignorante, jovencito. Adelante, pregúntale a tu padre si la familia
Nasser se atrevería a enemistarse con la Alianza del Sello Demoníaco —respondió Tifón.
Cosme guardó silencio, pues sabía que la familia Nasser no era rival para la Alianza del Sello
Demoníaco, sobre todo porque las fuerzas de esta última estaban por todo el Reino Etéreo.
—¡Oh, pfft! ¡Es imposible que sean tan poderosos! Además, estamos en el extremo norte, ¡que
ahora mismo es territorio de la Familia Kus! ¡Ninguno de ustedes saldrá vivo de este lugar, aunque
yo lo ordene! —gritó Karim.
Todavía estaba molesto por haber sido expulsado hace unos días, así que esta vez había llevado a
sus luchadores más fuertes. Con Jaime y los demás de su lado, no temía a Los cinco Asesinos.
Por supuesto, ninguno de los cultivadores errantes se atrevió a decir una palabra, ya que se
contentaban con entrar en el tesoro y obtener algunos de sus tesoros.
Tifón llevaba el desdén escrito en la cara cuando dijo:
—¿No te hicimos suficiente daño la última vez, niño? ¿Quieres otra paliza?
Karim se volvió hacia Jaime enfadado y esperó a que dijera algo y lo respaldara.
Sin embargo, Jaime se limitó a mirar al cultivador muerto, que yacía en el suelo, con una expresión
solemne en el rostro.
—¡Señor Casas!
No fue hasta que Karim le llamó que Jaime salió de su estado de aturdimiento y preguntó con el
ceño fruncido:
—¿Alguno de ustedes notó algo extraño en el cultivador muerto?
CAPÍTULO 2971 NO NECESARIAMENTE ES ALGO MALO

—¿Qué tiene eso de extraño? —Soleil preguntó mientras daba un paso adelante.
—El cadáver del cultivador emitía una tenue luz blanca poco después de su muerte. Luego, como si
la luz blanca hubiera sido absorbida por algo, se desvaneció tras flotar en el aire —respondió Jaime.
—¿Podría ser el espíritu del cultivador, señor Casas? —preguntó Nimbus.
Matar el cuerpo físico de un cultivador del Reino de la Fusión Corporal provocaría que el espíritu lo
abandonara lentamente.
La única forma de matar de verdad a un cultivador así sería destruir el cuerpo y el alma al mismo
tiempo.
Jaime negó con la cabeza.
—Eso no es un espíritu. Podremos saber si lo es.
—En ese caso, no tengo ni idea de lo que es. No he visto nada.
—¡Yo tampoco! ¡No había luz blanca!
—¿Podría estar equivocado?
Como sería posible que todos los cultivadores presentes en la escena no se percataran de que el
cadáver estaba sufriendo tales cambios, supusieron que Jaime sólo estaba viendo cosas.
Un profundo ceño frunció Jaime al escuchar lo que decían. Sabía que no se había equivocado y, sin
embargo, nadie más parecía haberse dado cuenta.
Al final, Jaime no tuvo más remedio que dejarse llevar por la corriente y dijo:
—Quizá me equivoqué de verdad.
—¡Estos tipos de la Alianza del Sello Demoníaco han ido demasiado lejos, Señor Casas! ¿Qué tal si
les damos una lección? —sugirió Karim.
—Estamos aquí para buscar tesoros, no para empezar peleas —dijo Jaime con una leve sonrisa.
—¡Pero no podemos entrar ahí con ellos bloqueándonos el paso!
—Si no nos dejan entrar, entonces los dejaremos entrar a ellos primero. Puede que haya trampas,
así que no necesariamente es bueno ir primero. Pero, ¿quién sabe? Puede que nos ahorren la
molestia de lidiar con esas trampas.
A Jaime no le importaba lo más mínimo lo que estaba haciendo la Alianza del Sello Demoníaco.
Sabía que las técnicas y objetos mágicos de los cultivadores del Cuerpo Arcaico ya estaban en su
Anillo de Almacenamiento.
Lo único que quería era conseguir la Píldora Alma de Hielo para poder responder ante la condesa de
Jeriva. No le interesaban lo más mínimo los otros tesoros.
Al ver que nadie más se atrevía a desafiarlos, Los cinco Asesinos atravesaron la puerta de luz.
El caos estalló en la sala en cuanto entraron.
Justo cuando los cultivadores corrían hacia la puerta de luz, alguien los hizo retroceder a todos con
unas ondas de aura.
—¡Fuera de mi camino, todos ustedes! —Cosme gritó mientras él y Chev se dirigían lentamente
hacia la puerta de luz.
—¡Ustedes, don nadies, no pueden entrar hasta que nosotros, la familia Nasser, lo hagamos! —Chev
dijo con arrogancia.
—¡Oh, por favor! ¡Ninguno de ustedes dijo una palabra cuando los chicos de la Alianza del Sello
Demoníaco afirmaron su dominio antes!
—¡Exacto! ¿Dónde estaba esa arrogancia tuya cuando el anciano mató a tres miembros de tu
familia?
—¡No crean que pueden intimidarnos sólo porque tienen superioridad numérica! Los mataremos a
todos si nos presionan demasiado.
Los cultivadores errantes comenzaron a gritarle a Chev con ira y frustración.
La cara de Chev se puso roja. Estaba a punto de gritar a los cultivadores errantes, pero Cosme lo
agarró y lo arrastró a través de la puerta de luz.
«La familia Nasser no es rival para la Alianza del Sello Demoníaco, así que puede que los
cultivadores errantes no nos teman tanto. Si los presionamos hasta la desesperación, ¡podrían
atacarnos! Es difícil decir qué lado ganará si realmente se desata una pelea. ¡Estamos aquí por los
tesoros, no para empezar peleas!».
Después de que los miembros de la familia Nasser entraran en el tesoro escondido, Karim había
querido que sus hombres aseguraran la puerta de la luz para poder entrar ellos primero, pero Jaime
se lo impidió.
—¿De verdad vamos los últimos, señor Casas? —preguntó Karim confundido.
«Puedo entender si Jaime tiene miedo de la Alianza del Sello Demoníaco y de la familia Nasser,
¡pero no hay razón para que temamos a estos cultivadores errantes! ¿Por qué deberíamos dejarlos
entrar primero?».
—No necesariamente es malo ir al final —respondió Jaime con una leve sonrisa.
Karim no se atrevió a decir nada más y sólo pudo observar cómo los cultivadores errantes se
precipitaban hacia el tesoro escondido.
CAPÍTULO 2972 LUZ BLANCA

Jaime esperó a que todos los demás hubieran entrado antes de guiar a sus hombres a través de la
puerta de luz.
Al cruzar la puerta, llegaron a un páramo vacío.
El suelo era estéril, sin plantas a la vista, y el cielo estaba iluminado con luces espirituales de colores.
El espacio a su alrededor parecía distorsionado, lo que llenó sus corazones de malestar.
Como si hubiera habido una gran batalla, la tierra bajo sus pies estaba abrasada, y el terreno parecía
no tener límites.
—¿Qué es este lugar? ¿Es un reino ilusorio? —exclamó Nimbus conmocionado.
No sabían si estaban en un reino ilusorio o no.
Jaime vio que los cultivadores estaban igual de sorprendidos y confundidos por el entorno. Todos
avanzaban con cautela, pues no sabían qué peligros les aguardaban en aquel espeluznante lugar.
—¿Cómo es posible que haya un tesoro en un lugar como éste? ¡Es imposible que ese objeto mágico
esté aquí! ¿Crees que nos han engañado? Quizá este lugar sea un falso tesoro —dijo Karim.
—¡Sea este lugar real o no, tenemos que permanecer unidos y abstenernos de hacer algo
imprudente! Sólo así podremos garantizar nuestra seguridad —les recordó Jaime mientras temía
que se separaran para buscar el tesoro, lo que podría poner en peligro a todo el grupo.
Mientras Jaime y los demás avanzaban lentamente, escucharon una pelea a lo lejos.
Jaime los condujo rápido hacia la dirección de los sonidos y vio montones de cultivadores luchando
entre sí como si se hubieran vuelto locos.
—¡Fragmento de alma de hielo! ¡Fragmento de alma de hielo! —Karim exclamó conmocionado de
repente.
Al mirar más de cerca, vieron montones de fragmentos de alma de hielo esparcidos por el suelo
donde luchaban los cultivadores.
Aunque los fragmentos de alma de hielo eran diminutos, seguían considerándose recursos de alta
calidad.
Eso explicaba por qué los cultivadores luchaban tanto. Dado lo preciados que eran los fragmentos
de alma de hielo, tenía sentido que todos quisieran el mayor número posible de ellos.
Karim lanzó un grito de guerra mientras dirigía a sus hombres hacia el caos y empezaba a arrebatar
también los fragmentos de alma de hielo.
Nimbus, Soleil y los demás también se unieron.
Jaime había querido detenerlos al principio, pero sabía que no le harían caso cuando se enfrentaban
a recursos tan preciados.
Se dio cuenta de que los hombres de la Alianza del Sello Demoníaco habían tomado una zona.
Tenían a un hombre vigilando mientras los demás estaban ocupados recogiendo fragmentos de
alma de hielo.
La familia Nasser también se había asegurado un lugar y estaba reuniendo fragmentos de alma de
hielo. Ambos bandos habían ignorado por completo a los cultivadores errantes, que luchaban con
todas sus fuerzas.
En lugar de concentrarse en los fragmentos de alma de hielo, Jaime miraba fijamente los cadáveres
de los cultivadores muertos.
Todos sus cadáveres emitían una luz blanca que flotaba en el aire antes de desaparecer por
completo.
Al notar que uno de los cultivadores acababa de exhalar el último suspiro, Jaime saltó de inmediato
sobre su cadáver.
Mientras el cadáver del cultivador muerto emitía una luz blanca, Jaime alargó la mano y lo agarró
por los hombros. Canalizó su Técnica de Enfoque y absorbió la luz blanca en su cuerpo.
De repente, los ojos de Jaime se abrieron de par en par de asombro e incredulidad.
—¿Qué? ¿Cómo es posible?

Aparentemente, la luz blanca no era el espíritu del cultivador, sino su cultivo.
Mientras que la Técnica de Enfoque de Jaime era capaz de consumir el cultivo de una persona,
requeriría que la persona estuviera viva.
La mayoría de los cultivadores del Reino Etéreo tenían altos niveles de cultivo. Consumir su cultivo
era increíblemente difícil y problemático para Jaime.
Por ello, Jaime no había practicado su cultivo con esa técnica, y mucho menos la había utilizado en
público.
«Estos cultivadores están muertos, ¿por qué su cultivo sigue presente? ¡Una vez que una persona
muere, su cultivo desaparece junto con su vida! ¡No hay forma de que permanezca en su cuerpo!
Estos cultivadores no sólo conservaron su cultivo después de la muerte, sino que su cultivo se
convirtió en una luz blanca que desapareció poco después de abandonar sus cadáveres...».
CAPÍTULO 2973 PIÉRDETE

Justo cuando Jaime estaba perplejo, un viejo cultivador del Séptimo Nivel del Reino de la Fusión
Corporal apareció de repente frente a él.
—Chico, entrégame el fragmento de alma de hielo que recogiste y puede que te perdone la vida.
El anciano había visto a Jaime agacharse y supuso que éste había encontrado un fragmento de alma
de hielo.
Se había acercado tan audazmente a Jaime para arrebatarle el botín porque había intuido que Jaime
era sólo un cultivador del Reino de la Fusión Corporal de Cuarto Nivel.
El anciano suponía que Jaime obedecería y le entregaría el fragmento de alma de hielo con una
simple amenaza.
Jaime miró al viejo y le gritó:
—¡Piérdete! —«No tengo tiempo para entretener a este tipo. Necesito investigar por qué estas
personas murieron, pero aún podían conservar su cultivo».
—Tienes el valor de hablarme de esa manera. Estás cortejando a la muerte. —El rostro del anciano
enrojeció de ira.
¡Plaf!
Justo cuando la cara del anciano se llenaba de ira, Jaime apareció de repente ante él y le dio una
bofetada en toda la cara, dejándolo completamente aturdido.
—¿No me oíste cuando te dije que te largaras? No me obligues a matarte —dijo Jaime mientras
miraba con frialdad al anciano cultivador.
El aura del anciano estalló tras recibir la bofetada. Apretó los dientes con furia.
—¿Cómo te atreves a golpearme? ¡Te mataré!
El anciano se levantó de un salto y golpeó a Jaime con la palma de la mano.
Había pensado que Jaime entregaría el fragmento de alma de hielo con una ligera intimidación, pero
ahora parecía que tenía que usar la fuerza.
Jaime ni siquiera se molestó en dedicarle una mirada a aquel anciano. En cambio, siguió observando
a los cultivadores que acababan de morir a su alrededor.
Todos esos cultivadores experimentaron lo mismo. Tras morir, su cultivo se transformó en tenues
resplandores blancos que se elevaron en el aire y se dispersaron.
Era como si algo en el aire absorbiera esas fuerzas.
Al ver que Jaime lo ignoraba, el anciano montó en cólera y canalizó más potencia en su ataque.
Cuando el anciano se acercó, Jaime desapareció de repente.
Justo después, Jaime se materializó detrás de él.
Al anciano se le fue el color de la cara. Quiso darse la vuelta, pero Jaime le golpeó en la cabeza.
Al instante siguiente, la cabeza de aquel anciano explotó.
Por suerte, todos estaban absortos en sus propias batallas, luchando por los fragmentos de alma de
hielo. Ninguno se dio cuenta de que Jaime, un cultivador del Reino de la Fusión Corporal de Cuarto
Nivel, acababa de matar a un cultivador del Reino de la Fusión Corporal de Séptimo Nivel de un solo
golpe.
En cuanto murió el viejo cultivador, Jaime clavó los ojos en su cadáver. Una bola de luz blanca surgió
del cadáver, se elevó poco a poco hacia el cielo y desapareció.
Jaime escudriñó rápidamente los alrededores con su sentido espiritual, pero parecía que había una
barrera impenetrable en el cielo que bloqueaba el avance de su sentido espiritual.
Jaime frunció las cejas. Sentía algo siniestro en aquel tesoro escondido.
Aún no se había encontrado el tesoro, pero muchos cultivadores ya habían perecido o resultado
heridos.
Cuando las luchas por los fragmentos de alma de hielo estaban a punto de terminar, Karim, Soleil y
los demás se acercaron a Jaime.
—Este lugar es increíble. Hay tantos fragmentos de almas de hielo aquí. Es mucho más fácil que
buscar en las vastas llanuras nevadas del lejano norte. —Karim sostenía los fragmentos de alma de
hielo que había encontrado y tomado, con cara de satisfacción.
Sin embargo, Jaime no mostró ningún interés por los fragmentos de alma de hielo de Karim. Seguía
mirando al cielo, extrañado por la presencia de una barrera sobre ellos.
—Señor Casas, ¿cuántos fragmentos de alma de hielo ha recogido? —preguntó Nimbus a Jaime.
—No he recogido ninguno. —Jaime negó con la cabeza.
Todos quedaron desconcertados cuando supieron que Jaime no había recogido ningún fragmento
de alma de hielo.
Cuando todos los fragmentos de alma de hielo desaparecieron, los cultivadores siguieron vagando
por la tierra calcinada, con la esperanza de encontrar otros tesoros.
Sin embargo, a pesar de que muchos de ellos peinaron la zona, no encontraron nada en absoluto.
CAPÍTULO 2974 ELECCIÓN

Además, aquel lugar no tenía salida. Si seguían adelante, acabarían donde habían empezado,
caminando en círculos.
—¿Vamos a quedarnos atrapados aquí? —preguntó Karim con cara de preocupación.
Los miembros de la Alianza del Sello Demoníaco y la familia Nasser también empezaban a
inquietarse porque también habían descubierto que no había forma de salir de aquel lugar hicieran
lo que hicieran.
Sin embargo, como allí no había ningún tesoro, eso significaba que el tesoro se encontraba en otra
parte.
En ese momento, todos escucharon un ruido inusual.
Justo después, vieron cinco vórtices oscuros que emergían poco a poco de los coloridos
resplandores del cielo.
Los vórtices aumentaron de tamaño y acabaron flotando en el aire.
Los cinco vórtices eran idénticos, cada uno tan extraño como el otro, y todos tenían una débil fuerza
de succión.
—¿Qué es eso? —preguntó Nimbus con curiosidad mientras miraba los fenómenos recién formados.
Los demás también miraron hacia arriba, incapaces de averiguar qué eran aquellos cinco vórtices.
—Estos deben ser una especie de portales. Tenemos que atravesar estos vórtices para llegar a otro
lugar. Tal vez los tesoros se encuentren en ese otro lugar —dijo Jaime.
—En ese caso, ¿en qué vórtice deberíamos entrar? —preguntó Nimbus.
Tras observar detenidamente los cinco vórtices, Jaime sacudió la cabeza porque no podía saber cuál
era seguro.
Los demás cultivadores también comprendieron que sólo uno de los cinco vórtices podía ser seguro
para entrar, pero nadie sabía cuál, y nadie estaba dispuesto a arriesgar su vida para averiguarlo.
La multitud murmuraba entre sí mientras miraba los vórtices, pero ninguno hizo ningún
movimiento.
A medida que pasaba el tiempo, los vórtices empezaron a encogerse como si fueran a desaparecer
en cualquier momento.
Todos entraron en pánico ante aquella visión, temiendo quedarse atrapados en aquel lugar para
toda la eternidad una vez que los vórtices desaparecieran.
—¡Maldita sea! Ya que no sabemos cuál es seguro, probémoslos uno a uno. —Tifón, cada vez más
impaciente, agarró de golpe a un cultivador errante.
Aquel cultivador errante se encontraba en el Sexto Nivel del Reino de la Fusión Corporal, pero se vio
impotente al ser apresado por Tifón.
—Elige un vórtice y salta dentro. Si no, ¡te mataré! —Tifón amenazó al cultivador errante.
Al sentir la amenaza de Tifón, el cultivador errante se puso demasiado pálido. Por desgracia, en un
mundo donde los fuertes se aprovechan de los débiles, estos últimos solo podían estar a merced de
gente más poderosa que ellos.
Todos observaron en silencio, ninguno se adelantó para intervenir, ya que eso era beneficioso para
el resto. Además, que alguien probara el agua podría hacer que la situación fuera más segura para
todos los demás.
Jaime observó sin decir una palabra ni hacer nada para detener a Tifón, ya que no era un salvador.
Mirando los cinco vórtices, el cultivador errante apretó los dientes.
—Solo iré y ya. ¡La muerte me espera de cualquier manera!
Pensó que aún había una pequeña posibilidad de sobrevivir si saltaba al vórtice. Si no lo hacía,
seguiría condenado.
El cultivador errante hizo su movimiento, yendo hacia uno de los vórtices.
Pronto, desapareció en el vórtice.
Los espectadores observaron con atención al cultivador errante y se dieron cuenta de que, en
cuanto entró en el vórtice, el espacio que había en su interior se retorció con violencia, desgarrando
al instante al cultivador errante y convirtiéndolo en papilla.
—¡Este vórtice es un «no»! —Tifón hizo una nota mental y extendió la mano para agarrar a otro
cultivador errante—. ¡Ahora te toca a ti elegir!
Sin alternativas, el cultivador errante sólo podía elegir, pero esta vez, sus posibilidades de sobrevivir
aumentaron significativamente, ya que la probabilidad era de una entre cuatro.
El segundo cultivador errante saltó a un vórtice diferente, pero su destino fue el mismo que el del
cultivador anterior.
Su cuerpo también fue destrozado por la contorsión del espacio en una masa de sangre.
Los demás cultivadores errantes estaban aterrorizados y empapados en sudor, temerosos de ser el
próximo objetivo de Tifón.
CAPÍTULO 2975 ATRAPADO

Aquellos cultivadores errantes eran como corderos indefensos que se preparaban para el matadero.
Sin embargo, Tifón no mostró signos de ceder. No sentía piedad por esos cultivadores errantes.
Continuó sus crueles experimentos con los cultivadores errantes, ya que aún había muchos de ellos
por los alrededores.
Tras realizar cuatro movimientos incorrectos consecutivos, cuatro cultivadores errantes fueron
aplastados sin piedad hasta quedar hechos papilla.
Mientras contemplaban el vórtice final, todos parecían repentinamente nerviosos.
Al momento siguiente, varias figuras se elevaron en el aire de entre los cultivadores errantes,
dirigiéndose directamente hacia el último vórtice.
Al ver eso, Cosme dio rápidamente su señal, y varios subordinados de la familia Nasser siguieron a
prisa su ejemplo.
Aquellos individuos se movían a una velocidad increíble, temerosos de quedarse atrás.
Creían que, puesto que los cuatro vórtices anteriores habían resultado peligrosos, el último debía de
ser seguro.
Karim hizo de inmediato un gesto a los subordinados de su familia para que entraran en acción, pero
Jaime los paró en seco.
—No se muevan. Vamos a ver qué pasa —le dijo Jaime a Karim.
Karim no tuvo más remedio que cumplir la orden de Jaime.
Cuando varios cultivadores errantes y algunos otros cultivadores de la familia Nasser entraron en el
vórtice final, no hubo signos de distorsión espacial, y ninguno de ellos se hizo pedazos. Esto llevó
alivio a la multitud.
—Señor Nasser, parece que este vórtice es seguro —informó a Cosme uno de los cultivadores de la
familia Nasser.
Cosme estaba encantado y se disponía a guiar a su grupo hacia el vórtice final cuando de repente se
dio cuenta de que una niebla negra había empezado a extenderse dentro del vórtice.
Los cultivadores que habían entrado fueron poco a poco envueltos en la niebla negra, y en cuestión
de momentos, cada uno de ellos quedó sólo con espeluznantes huesos blancos.
—¿Qué acaba de pasar? ¿Significa que ninguno de los vórtices está a salvo? —Cosme se quedó
boquiabierto.
Los demás cultivadores también cayeron en el caos. Incluso algunos de la Alianza del Sello
Demoníaco estaban abrumados por el miedo.
—Esto es terrible. ¿Vamos a acabar todos aquí? ¿Por qué ninguno de estos cinco vórtices está a
salvo? ¿Qué clase de tesoro asqueroso es este? ¿Estaremos atrapados en este lugar abandonado
para siempre? —El giro de los acontecimientos hizo que el ánimo de Karim cayera en picado.
Todos quedaron desconcertados, y no pudieron hacer otra cosa que esperar en silencio. Aquellos
cinco vórtices seguían encogiéndose, y una vez que desaparecieran, todos quedarían atrapados
permanentemente en aquel espacio.
—¡Señor Casas, haga algo! —Nimbus se volvió hacia Jaime.
—Sí, Jaime, tú eres el inteligente e ingenioso aquí. Date prisa y piensa en algo. No podemos
quedarnos atrapados aquí para siempre. —Soleil también empezó a entrar en pánico.
Jaime contempló en silencio los cinco vórtices.
Luego, tomó un arma dañada y empezó a dibujar ciertos símbolos en el suelo chamuscado.
Mientras todos estaban en vilo, Jaime seguía esbozando símbolos que resultaban increíblemente
difíciles de entender.
—¿Qué está haciendo? Estamos en esta terrible situación, ¿y aún tiene tiempo para garabatear? —
Chev expresó su desdén al ver a Jaime dibujando en el suelo.
—No está garabateando —dijo Cosme con semblante serio mientras miraba a Jaime—. Está
trabajando en una matriz arcana.
Tifón y los demás también prestaron mucha atención a Jaime. Les interesaban los complicados
símbolos que dibujaba en el suelo.
Cuando Jaime terminó de dibujar, ya estaba sudando a mares.
—¿Quién de ustedes tiene un espejo de bronce? —preguntó Jaime.
La multitud intercambió miradas de desconcierto al escuchar las palabras de Jaime, pero ninguno de
ellos respondió porque no estaban seguros de las intenciones de Jaime.
Karim, Nimbus y los demás no llevaban espejos de bronce. Al fin y al cabo, todos eran hombres, por
lo que no era habitual que llevaran espejos de bronce.
—Yo tengo uno. —Un cultivador sacó un espejo de bronce justo en ese momento.
Jaime recibió el espejo de bronce y lo colocó en el centro de la matriz arcana.
A continuación, infundió su energía espiritual en el conjunto arcano, haciendo que la formación

emitiera rayos de luz dorada.
Los deslumbrantes rayos de luz danzaron dentro de la formación antes de converger finalmente en
el espejo de cobre colocado en su centro.
CAPÍTULO 2976 MISTERIO

De repente, cinco rayos de luz dorada salieron disparados del interior del espejo de bronce,
dirigiéndose directamente hacia los cinco vórtices.
Cuando la luz dorada alcanzó los vórtices, se produjo una reacción inesperada. Los vórtices
empezaron a emitir sus propios haces de luz, pero todas esas luces convergieron en el aire.
Al poco tiempo, en el punto donde convergían estas luces, se materializó un portal de luz que se
expandía poco a poco.
—¡Rápido! ¡Vamos! —Jaime gritó.
Ascendió en el aire, dirigiéndose directamente hacia el portal de luz recién formado.
—Señor Casas… —Karim no pudo evitar sentirse preocupado cuando vio a Jaime saltar hacia el
portal de luz.
Después de todo, aquellos cultivadores habían tenido un final espantoso, y las horripilantes
imágenes seguían vivas en su mente.
Si algo le ocurriera a Jaime, la Familia Kus estaría en desventaja en esta búsqueda del tesoro.
—Síguelo. —Nimbus reaccionó con rapidez y siguió a Jaime hacia el portal.
Soleil, Caín y Leal saltaron también al portal, dispuestos a enfrentarse a situaciones de vida o muerte
junto a Jaime.
Confiaban plenamente en Jaime, creían que nunca haría nada que los perjudicara.
Al ver eso, Karim agitó la mano y, junto con el resto de los miembros de la Familia Kus, saltaron por
los aires, dirigiéndose directamente hacia el portal.
Cuando Jaime y los demás atravesaron el portal, los demás se quedaron allí, intentando comprender
la situación.
—¿Podría ser esta la salida de este espacio? ¿Esos cinco vórtices eran todos callejones sin salida? —
Cosme parecía algo asombrado.
Incluso Los cinco Asesinos, al presenciar el portal de luz emergente, quedaron totalmente
conmocionados. Sin Jaime, nunca se habrían dado cuenta de que más allá de los cinco vórtices,
había otra salida.
—Papá, mira, los vórtices están desapareciendo, y el portal de luz está desapareciendo lentamente
—Chev se dio cuenta de que tanto los vórtices como el portal estaban desapareciendo.
—Vámonos. ¡Deprisa! —Cosme sabía que quedarían atrapados permanentemente en aquel lugar si
no hacían uso del portal.
La multitud se precipitó hacia el portal de luz, cada uno ansioso por ser el primero en atravesarlo. En
el último momento, todos consiguieron atravesarlo.
Cuando Jaime atravesó el portal, miró hacia atrás y se dio cuenta de que sólo Nimbus, Soleil, Caín y
Leal lo habían seguido.
—¿Dónde está Karim? —preguntó Jaime a Nimbus.
—No tenemos ni idea. Lo seguimos después de que entrara. Debería estar justo detrás de nosotros
—respondió Nimbus.
En el portal, cada vez llegaban más cultivadores errantes, pero seguía sin haber rastro de Karim y sus
hombres.
Cosme, que guiaba a algunos de los Nasser a través del portal, fue de los últimos en lograrlo. Poco
después, el portal que tenían detrás desapareció por completo.
Una vez que lo consiguieron y recuperaron la compostura, se dieron cuenta de que muchas
personas que habían estado con ellos habían desaparecido.
—¿Chev? ¿Chev? —Cosme se dio cuenta de que su hijo no estaba por ninguna parte—. ¿Has visto a
mi hijo?
Habían entrado todos juntos en el portal de luz, pero ahora faltaba Chev.
—Señor Nasser, lo seguimos a través del portal, pero cuando una repentina luz blanca brilló ante
nuestros ojos, nos encontramos aquí. No tenemos ni idea de dónde ha ido a parar —dijeron varios
subordinados de la familia Nasser.
Cosme se inquietó, preocupado por si le había ocurrido algo a Chev durante su paso por el portal.
Muchos cultivadores errantes también echaron un vistazo de reojo y se dieron cuenta de que varias
personas habían desaparecido. Era como si no hubieran atravesado el portal.
Incluso Tifón, uno de los Cinco Asesinos que habían entrado en el portal, se dio cuenta de que era el
único que lo había logrado.
No podía sentir la presencia de sus compañeros ni siquiera cuando extendía su sentido espiritual.
Esto le hizo entrar en estado de pánico.
Jaime, observando a la ansiosa multitud, frunció las cejas con fuerza.
Al parecer, muchos individuos habían desaparecido, por lo que sólo quedaban una docena de
cultivadores. Los demás se habían esfumado y su paradero seguía siendo un misterio.
CAPÍTULO 2977 PIEDRA FLAMÍGERA

Al notar a Boris, Jaime se acercó y preguntó:
—Escucha, cuando atravesaste el portal de luz, ¿viste a los Kus atravesándolo también?
—Los Kus deberían haber venido. ¿No están por aquí también? Qué extraño. Muchos vinieron a
través del portal de luz, pero ¿cómo desaparecieron sin más? —Boris estaba igual de perplejo.
—Señor Casas, ¿esos individuos fueron destrozados por algún tipo de anomalía del tiempo y el
espacio? —preguntó Nimbus, con el pánico evidente en su rostro.
—Eso es imposible. No hubo ninguna fluctuación de tiempo y espacio en este portal de luz. Es
probable que hayan sido transportados a otro lugar. El destino del teletransporte de este portal de
luz es aleatorio. Donde estamos ahora es más como un enorme reino ilusorio.
Jaime entrecerró los ojos, su desconfianza era evidente en su mirada.
—¿Un reino ilusorio? ¿Qué tan poderoso debes ser para crear un reino ilusorio tan grande como
este? —Nimbus se quedó de piedra.
—Tengamos cuidado. No queremos acabar muriendo aquí en lugar de traer el tesoro con nosotros
—advirtió Jaime.
—¿Qué hacemos ahora? —preguntó Nimbus.
—Daremos un paso cada vez. Primero avancemos.
Jaime tampoco sabía qué debían hacer ahora.
—Jaime, ¿puedo... ir contigo? —Boris suplicó.
Era débil y, por tanto, un blanco fácil para muchos. Tuvo que buscar a alguien que lo protegiera.
Al ver la expresión de Boris, Jaime acabó por asentir.
—De acuerdo. Movámonos juntos.
Jaime ignoró al resto y guio a Nimbus, Soleil y los demás hacia delante.
Se encontraban en un desierto de arena dorada que se extendía en todas direcciones. No había
vegetación y el calor era intenso. Poco después de emprender el viaje, ya estaban empapados en
sudor.
Ahora, todos echaban de menos las llanuras heladas del lejano norte, pues el desierto era
demasiado caluroso.
Sin otra opción, tuvieron que canalizar su energía espiritual para disipar el calor abrasador y crear
una barrera protectora a su alrededor. Sin embargo, esto consumiría una cantidad sustancial de su
energía espiritual.
Pero, no había alternativa. Morirían quemados.
Los demás cultivadores empezaron a rastrear la zona en busca de señales de los tesoros.
Estaban ansiosos por descubrir los tesoros de ese lugar, ya que el número de cazadores de tesoros
que competían por los mismos premios había disminuido.
—Es una Piedra Flamígera...
De repente, Boris, que estaba con el grupo de Jaime, divisó una piedra de color rojo brillante no muy
lejos de ellos.
Dentro de esa piedra parecía haber una llama ardiente.
Boris se apresuró a agacharse para recoger la Piedra Flamígera del suelo, pero en cuanto la tomó, la
desechó de inmediato. Estaba caliente al tacto, y el intenso calor le resultaba insoportable.
Sin embargo, justo en el momento de tirarlo, otro individuo se abalanzó sobre él para recogerlo.
—¡Realmente es la Piedra Flamígera! Si se la doy a Faetón, ¡aumentará enormemente su nivel de
cultivo!
Con eso, Tifón se movió para quedarse con la Piedra Flamígera.
—¡Yo descubrí esto primero! Devuélvemela —gritó Boris cuando vio que Tifón estaba a punto de
llevarse la Piedra Flamígera que había encontrado.
Tifón se volvió hacia Boris y entrecerró los ojos.
—Criatura estúpida, ¿cómo te atreves a gritarme? Debes tener ganas de morir.
Levantó el puño.
Boris palideció, pero antes de que Tifón pudiera tener éxito en su ataque, Jaime se había colocado
en el lugar frente a Boris para asestarle su puñetazo.
La fuerza de su ataque chocó con el puño de Tifón, disipando el movimiento de éste.
—¡Jaime, me robó mi Piedra Flamígera! —gritó Boris mientras señalaba a Tifón.
Tifón miró a Jaime con frialdad y asombro.
—Chico, no esperaba que fueras capaz de neutralizar mi ataque a pesar de ser un cultivador del
Reino de la Fusión Corporal de Cuarto Nivel. En cualquier caso, no te metas. Piérdete o te mataré a ti
también —amenazó Tifón, con el desprecio hacia Jaime palpable en su rostro.
CAPÍTULO 2978 LAS POSIBILIDADES ESTABAN EN SU CONTRA

Los ojos de Jaime brillaban al mirar la Piedra Flamígera en manos de Tifón.
Si consiguiera hacerse con la Piedra Flamígera, sin duda tendría más facilidad para comprender la
nascencia del fuego.
—Entrega esa cosa y piérdete, o no tendré piedad contigo —le dijo Jaime a Tifón.
Tifón se quedó helado, luego resopló y dijo:
—¿Me estás hablando a mí? ¿Cómo se atreve a hablarme así un cultivador del Reino de la Fusión
Corporal de Cuarto Nivel como tú? ¡Debes estar harto de vivir!
Justo cuando Tifón dijo eso, alguien preguntó:
—¿Eso significa que podemos hablar contigo si nos unimos?
Soleil, Caín, Leal y Nimbus caminaron hacia ellos.
Juntos, había tres cultivadores del Reino de la Fusión Corporal de Octavo Nivel y un cultivador del
Reino de la Fusión Corporal de Séptimo Nivel.
Por otra parte, Tifón era el único de Los cinco Asesinos presente. Los demás se habían ido a otra
parte.
Si todos los miembros de los Cinco Asesinos hubieran estado presentes, Soleil y los demás no
habrían hablado con tanta audacia. Sin embargo, Tifón era el único que estaba presente, así que no
había necesidad de que el grupo de Jaime le temiera.
Tifón miró a Soleil y a los demás y luego a Jaime. Su aire de arrogancia empezó a disiparse.
También sabía cuándo no luchar si las probabilidades estaban en su contra. Si estallaba un conflicto,
se enfrentaría a un grupo de cultivadores, y no estaba seguro de la verdadera fuerza de Jaime. No
había razón para que pusiera en peligro su vida por una Piedra Flamígera.
—Hmph, no hay necesidad de un gran espectáculo. Sólo recuerda, algún día suplicarás clemencia...
A continuación, Tifón arrojó la Piedra Flamígera al suelo y se dio la vuelta para marcharse.
Boris quiso tomarla, pero cuando pensó en la superficie abrasadora de la Piedra Flamígera y en su
incapacidad para sostenerla, se volvió hacia Jaime y le dijo:
—Jaime, esta Piedra Flamígera será inmensamente útil para el cultivo, por favor, quédatela. Puede
que este lugar esté lleno de estas piedras.
Sin dudarlo, Jaime la tomó. A diferencia de Boris, Jaime no sintió calor en la superficie de la piedra.
Después de todo, tenía fuego demoníaco en su interior. Por muy poderosa que fuera la Piedra
Flamígera, nunca podría quemarlo.
Jaime la guardó en su Anillo de Almacenamiento antes de continuar su búsqueda de los tesoros.
Pronto, un grito de agonía sonó no muy lejos de ellos. Jaime supuso que un cultivador tenía que
haberse encontrado con problemas, pero no tenía ni idea de si era porque había estallado una
batalla por los tesoros o porque el cultivador se había encontrado con bestias demoníacas.
Mientras Jaime y los demás peinaban el desierto, los cultivadores desaparecidos realizaban su
búsqueda en un lugar diferente.
Todos habían acabado en entornos muy diferentes. Algunos estaban en un bosque, otros junto al
océano y otros en praderas.
En medio del caos, el anciano observaba el vacío, que reflejaba los distintos lugares donde habían
ido a parar los cultivadores.
Pudo ver la lucha que se desató entre los cultivadores por los tesoros que buscaban.
Mientras tanto, una cuenta negra flotaba ante el anciano. Cada vez que moría un cultivador, un rayo
de luz blanca entraba en la cuenta negra, aclarando poco a poco su tono oscuro.
Ahora, la mitad de la cuenta era blanca. La codicia brillaba en los ojos del anciano.
Jaime y el resto seguían buscando los tesoros y las Piedras Flamígeras en el interminable desierto.
—Un momento —dijo Jaime mientras su expresión cambiaba.
Los demás se detuvieron rápidamente.
—¿Escuchas algo? —preguntó Jaime.
—¿Eh? ¿No es sólo el viento? —respondió Soleil, sacudiendo la cabeza.
—No, he escuchado otra cosa. —Justo cuando Jaime fruncía las cejas, el suelo bajo ellos empezó a
temblar.
—¡Retrocedan! —Jaime gritó.
Todos se apresuraron a hacer lo que les ordenaba, pero como Boris era más débil, fue más lento.
Un bestia lagarto demoníaca salió corriendo de la arena y se lanzó hacia Boris.
Al ver eso, Boris se asustó mucho.
Jaime consiguió agarrarlo por el cuello y lo arrojó a un lado.
Tras perder a su presa, la bestia lagarto demoníaca se volvió para mirar al grupo de Jaime.
CAPÍTULO 2979 LAGARTO DE FUEGO

A Boris se le aceleró el corazón. Sus ojos se abrieron de par en par, incrédulos, mientras miraba a la
bestia lagarto demoníaca. Si Jaime no hubiera actuado con rapidez para rescatarlo antes, se habría
convertido en comida para el voraz apetito de la criatura.
—Gracias, Jaime —dijo Boris, secándose el sudor frío de la frente.

—Señor Casas, si este lugar es un reino ilusorio, ¿por qué hay bestias demoníacas aquí?
Nimbus estaba confundido. Deberían ser falsos si estaban en un reino ilusorio, y sin embargo la
bestia demoníaca que tenían delante parecía tan real.
La bestia lagarto demoníaca parecía de color marrón rojizo, y su lengua podía sobresalir más de un
metro.
Fijó su mirada en el grupo de Jaime.
Al instante siguiente, la criatura abrió la boca y escupió fuego.
Las llamas se dirigieron hacia el grupo de Jaime, obligándolos a retroceder.
—¡Esta es una bestia demonio de elemento fuego! —Soleil gritó.
Jaime fijó su mirada en la bestia demoníaca. Si conseguía matar a esa bestia lagarto demoníaca, sin
duda obtendría ese núcleo de bestia de elemento fuego que había en su interior.
Ese núcleo bestial sin duda ayudaría a Jaime a comprender la nascencia del fuego. Sería fantástico
para él poseer tanto la Piedra Flamígera como el núcleo de bestia del lagarto de fuego.
Al ver cómo el grupo de Jaime retrocedía y esquivaba su ataque, el lagarto de fuego dio dos pasos
hacia delante y, después, liberó otra ráfaga de llamas por la boca.
Jaime entrecerró los ojos y desató llamas desde la palma de la mano. Cuando las dos fuentes de
fuego chocaron, resonó una explosión ensordecedora.
Jaime empezó una pelea con el lagarto de fuego. También aparecieron más lagartos de fuego en
otros lugares. Muchos cultivadores, incapaces de evitar sus ataques a tiempo, murieron abrasados
por las llamas de los lagartos.
Tifón estaba en una situación difícil. Sus técnicas de cultivo tenían que ver con el elemento metal,
por lo que el desierto abrasador y el fuego emitido por el lagarto de fuego no hacían sino agravar su
situación.
Al fin y al cabo, el elemento fuego debilitaba el elemento metal.
—Nimbus, Soleil, ayuden a los demás —ordenó Jaime cuando vio que los cultivadores errantes eran
perseguidos por los lagartos de fuego.
Se dio cuenta de que la búsqueda del tesoro parecía más bien una matanza premeditada.
No tenía ni idea de adónde habían ido los demás. Eran los únicos cultivadores que quedaban, así que
tenían que trabajar juntos. Tal vez esa era la única manera en que podrían hacer frente a los peligros
que los acechaban.
Tras asentir a Jaime, Nimbus y Soleil fueron a ayudar a los demás cultivadores, mientras Jaime se
enfrentaba solo al lagarto de fuego.
Aunque el lagarto de fuego también era del elemento fuego, su fuego no era nada en comparación
con el fuego demoníaco de Jaime.
Empujó las palmas hacia delante y una formidable oleada de fuego demoníaco se precipitó hacia el
lagarto de fuego.
El lagarto de fuego contraatacó escupiendo fuego.
Sin embargo, cuando las dos oleadas de llamas chocaron, las llamas del lagarto de fuego se vieron
abrumadas y extinguidas.
El lagarto de fuego quedó envuelto en llamas y se retorció de dolor. De hecho, empezó a intentar
excavar un túnel.
Sin embargo, no pudo extinguir el fuego demoníaco que lo quemaba.
Pronto, el lagarto de fuego murió por las llamas.
Una pequeña llama surgió de su cuerpo sin vida y flotó en el aire.
Jaime saltó y agarró la llama.
Era el núcleo bestial del lagarto de fuego. Las llamas ardían alrededor del núcleo de la bestia, lo que
le daba la apariencia de una pequeña llama suspendida en el aire.
Jaime arrojó el núcleo de bestia del lagarto de fuego a su Anillo de Almacenamiento antes de buscar
más lagartos de fuego que matar.
Independientemente del interés de los demás cultivadores por los núcleos bestiales de los lagartos
de fuego, Jaime estaba ansioso por conseguir más.
Al mismo tiempo, Cosme estaba guiando a los Nasser en su búsqueda de lagartos de fuego, ya que
sus núcleos de bestia también eran valiosos para ellos.
Una vez había escuchado a Eamon mencionar sus preferencias por los núcleos de bestias
demoníacas con el elemento fuego.
CAPÍTULO 2980 TRABAJAR JUNTOS

—¡Sellen esta zona y no dejen que nadie mate a ninguna bestia aquí! ¡Son todos nuestros! —Cosme
instruyó a sus hombres.
En esta zona, la familia Nasser era el grupo más numeroso de todas las facciones.
Cuando los Nasser escucharon la orden de Cosme, se apresuraron a ahuyentar a los cultivadores
errantes que también cazaban a los lagartos de fuego.
—Váyanse de aquí de inmediato. Estos lagartos de fuego pertenecen a los Nasser, y ya no se
permite a nadie cazar aquí. Si se niegan a obedecernos, no dudaremos en tomar medidas drásticas.
Los cultivadores errantes estaban furiosos con los Nasser, pero no se atrevían a cruzarse con ellos.
Después de todo, los Nasser habían llevado a muchos de sus hombres, y Cosme era alguien
demasiado poderoso como para que pudieran luchar contra él.
—¡Están actuando como tiranos! Justo cuando los hombres de la Alianza del Sello Demoníaco por fin
han aprendido la lección, ¡los Nasser han intervenido para ocupar su lugar!
—Lo sé, ¿verdad? ¡Son unos cretinos! Parece que hemos venido aquí para nada.
—Arriesgamos nuestras vidas para llegar hasta aquí, pero nos vamos a ir con las manos vacías.
Numerosos cultivadores errantes estaban descontentos con las circunstancias, pero sólo podían
quejarse en voz baja, preocupados de que los Nasser pudieran escucharlos.
Mientras tanto, un cultivador errante perseguía a una bestia demoníaca.
—¿Adónde crees que vas? —bramó el cultivador errante mientras mataba a la bestia demoníaca
antes de recuperar su núcleo de bestia.
Mirando el núcleo de bestia que tenía en la mano, el cultivador errante se secó el sudor y sonrió.
«¡No puedo venir aquí por nada!».
—Entrega el núcleo de la bestia. ¿Quién te dijo que cazaras bestias demoníacas aquí?
Este es el territorio de la familia Nasser —gritó uno de los cultivadores de la familia Nasser al
cultivador errante.
—¿Qué? ¿Este es el territorio de la familia Nasser? ¿Me estás tomando el pelo?
El cultivador errante no había escuchado antes la reclamación de los Nasser sobre la zona.
—No, no lo hago. Ahora entrega el núcleo bestial —espetó el cultivador de la familia Nasser.
—¡De ninguna manera! —No había forma de que el cultivador errante entregara el producto de su
duro trabajo con tanta facilidad.
—¡Entonces muere!
Justo después, Cosme saltó desde lejos.
Al segundo siguiente, el núcleo de bestia en la mano del cultivador errante cayó al suelo.
El cultivador errante tenía los ojos muy abiertos, y un latido después, su cabeza cayó al suelo.
Al ver esto, los cultivadores errantes se quedaron totalmente perplejos.
Cosme era extremadamente formidable. Tenía el poder de acabar con sus vidas con un simple
movimiento de su mano.
Después de todo, era un cultivador del Reino de la Fusión Corporal de Noveno Nivel en su apogeo.
Ejercía un poder que los cultivadores errantes como ellos nunca podrían alcanzar.
Lo que Cosme había hecho era disuadir a los demás de resistirse a sus hombres. Había sembrado el
terror en sus corazones.
Ni siquiera Tifón, de la Alianza del Sello Demoníaco, se atrevía a acercarse a la tierra reclamada por
Cosme. Estaba solo, y si ofendía a Cosme, estaría condenado.
En ese momento, Jaime condujo a su grupo hacia el cultivador errante muerto. Al mirar el cadáver,
hizo una mueca y se puso sombrío.
Jaime sabía que todos los cultivadores que habían perdido la vida ahí verían su poder absorbido por
aquella fuerza misteriosa.
Sus instintos le decían que la fuerza no era nada bueno.
—¿Qué está pasando? —preguntó Boris mientras miraba al cultivador errante que había sufrido una
trágica muerte.
—¡Los Nasser son unos tiranos!
—¡Estoy de acuerdo! Han ido demasiado lejos.
Los otros cultivadores errantes empezaron a refunfuñar en voz baja.
Al escuchar eso, Jaime dijo:
—¡Los Nasser nos miran por encima del hombro! Ni que este lugar perteneciera a la familia Nasser.
Enfrentémonos a ellos y resolvamos esto de una vez por todas. Si trabajamos juntos, no tendremos
nada que temer.
—Tienes toda la razón, Jaime. Una vez que formemos una alianza, ya no seremos cultivadores no
afiliados. No tendremos que temer a la familia Nasser —dijo Boris en voz alta.
CAPÍTULO 2981 DARTE UNA MANO

Cuando los cultivadores errantes se dieron cuenta de que Soleil, Leal y los demás que estaban junto
a Jaime eran todos cultivadores increíblemente capaces en el Reino de la Fusión Corporal de Octavo
Nivel, asintieron y accedieron a seguir a Jaime.
Con los cultivadores errantes uniéndose a ellos, Jaime ya no temía a la familia Nasser, así que
condujo al grupo a los territorios marcados por los Nasser.
Varios cultivadores de la familia Nasser, que rodeaban el territorio, se pusieron rígidos al ver que
Jaime y su séquito se acercaban con un aura intimidatoria.
—¿Qué piensan hacer? —preguntó en voz alta un cultivador de la familia Nasser.
—Pensamos hacer lo que nos dé la gana. ¿Pertenece este lugar a la familia Nasser? —dijo Soleil con
valentía mientras daba un paso al frente.
—La familia Nasser se ha apoderado de todo el...

Antes de que el cultivador pudiera terminar, Soleil le dio una bofetada en la cara.
La bofetada fue tan contundente que hizo volar al instante al cultivador de la familia Nasser.
Al presenciar la escena, los cultivadores errantes se sintieron tan bien que aplaudieron y vitorearon
para expresar su satisfacción.
Los pocos cultivadores de la familia Nasser no se atrevieron a hablar, sabiendo que los superaban en
número y que no eran rivales para Jaime y sus hombres.
Sabían que tenían que esperar a Cosme, y pronto llegó con sus hombres.
Cosme discernió de inmediato la situación al ver que Jaime y el grupo de cultivadores errantes
exudaban un aura sobrecogedora.
Los cultivadores errantes a los que se había pedido que se marcharan antes empezaron a armar
jaleo cuando vieron a Cosme.
—¿Este lugar pertenece a la familia Nasser? ¿Por qué nos persiguen?
—¿Esta es tu bestia demoníaca? ¿Por qué no podemos cazar aquí?
—¡Son unos matones! Insistimos en cazar bestias demoníacas aquí. ¿Qué pueden hacer al respecto?
Los cultivadores errantes bramaron indignados.
La expresión de Cosme se ensombreció. Si no fuera porque Jaime había llevado a Soleil y a los
demás, esos cultivadores errantes no se habrían atrevido a hablarle tan groseramente.
—¿Qué es todo esto? ¿Estás defendiendo a estos cultivadores errantes? —Cosme miró a Jaime.
—Así es. Los estoy defendiendo. ¿Eres el dueño de este lugar? ¿Por qué no podemos cazar bestias
demoníacas aquí? No me hables de superioridad. Si estalla una pelea entre nosotros, no tememos a
la familia Nasser. Puedes intentarlo si no me crees —dijo Jaime con desdén.
Sin duda, los Nasser no eran rivales para Jaime en una batalla.
Cosme era el único en la cima del Noveno Nivel del Reino de la Fusión Corporal, mientras que los
otros cultivadores de la familia Nasser estaban meramente en el Sexto o Séptimo Nivel.
Además, estaban en desventaja numérica.
Cosme lanzó una mirada a Jaime antes de cambiar su mirada a Soleil y a los otros tres en el Reino de
la Fusión Corporal de Octavo Nivel. Estaba comparando el poder de combate de ambas partes.
Momentos después, Cosme preguntó a Jaime:
—¿Qué quieres exactamente?
—¡Piérdete con tus hombres, y mataremos a todas las bestias demoníacas de aquí!
Cosme frunció el ceño ante su petición, con los ojos encendidos de ira.
—No seas tan engreído, chico. Si nos enzarzamos en una batalla en toda regla, ¿cuántos de ustedes
crees que saldrán vivos? Si me provocas, no dudaré en luchar contigo hasta el final, y ninguno de
ustedes debería pensar en salir de aquí ileso.
Cosme nunca había sufrido semejante humillación. Aunque la familia Nasser no fuera tan famosa
como otras sectas, no se podía jugar con ellos ni subestimarlos.
—Claro, si quieres luchar hasta el amargo final. Hagámoslo —dijo Jaime mientras se ponía en
posición de combate.
Lo hizo porque sabía muy bien que Cosme no correría el riesgo.
Como cabeza de la familia Nasser, Cosme no entraría en una batalla perdida con el grupo de
cultivadores errantes.
Al ver que Jaime no mostraba miedo, Cosme se quedó inmóvil, inseguro sobre cómo proceder.
—¿Le echo una mano, Señor Nasser? —Una voz sonó en el oído de Cosme, que no sabía qué hacer.
CAPÍTULO 2982 MANO SUPERIOR

La multitud redirigió rápidamente su atención, sólo para descubrir que la persona que hablaba no
era otra que Tifón.
Tifón se acercó a Cosme con una sonrisa y le dijo:
—Señor Nasser, ¿no es bastante vergonzoso que el líder de familia como usted sea humillado por un
grupo de cultivadores errantes? Si esto se supiera, podría empañar gravemente la reputación de la
familia Nasser. Déjeme ayudarlo. Con nuestras habilidades de combate, estoy seguro de que los
cultivadores errantes no supondrán una amenaza.
La expresión de Jaime se ensombreció de inmediato cuando Tifón optó por colaborar con Cosme.
Lamentó no haber encontrado una excusa para deshacerse de Tifón desde el principio.
«Si Tifón trabajara con Cosme, nuestras posibilidades de ganar serían escasas. No somos los
oponentes legítimos de dos cultivadores del Noveno Nivel del Reino de la Fusión Corporal».
Mientras Cosme seguía en un dilema, Tifón había tomado la iniciativa de unir fuerzas con él. Por
supuesto, Cosme estaba más que dispuesto a aceptar la oferta.
De lo contrario, se sentiría realmente intimidado por los cultivadores errantes.
—Este es el mejor resultado. Con nuestra colaboración, toda esta zona estará bajo nuestro control.
Los cultivadores errantes no podrán reclamar nada de ella, ya sean Piedras Flamígeras o bestias
demoníacas.
Con Tifón apoyándolo, Cosme se volvió arrogante.

Ahora, quería prohibir a todos los cultivadores errantes el acceso a cualquier parte de toda la zona.
Nadie se atrevió a rebatirle esta vez porque ninguno de ellos podía derrotar a dos cultivadores del
Noveno Nivel del Reino de la Fusión Corporal.
Al ver que Cosme aceptaba la oferta, Tifón soltó una risita. Luego dirigió su fría mirada a Jaime.
—Chico, ¿aún crees que soy un blanco fácil? Entrega las Piedras Flamígeras de inmediato, o haré
que te arrepientas de Tifón había estado guardando rencor a Jaime y a los demás por amenazarlo
con entregar la Piedra Flamígera.
Como miembro de la Alianza del Sello Demoníaco, nunca había sufrido semejante maltrato en toda
su vida, pues siempre podían hacer lo que quisieran.
Tifón estaba decidido a descargar su frustración y recuperar su dignidad.
—Está conmigo, pero ¿por qué debería dártela? —preguntó con frialdad Jaime.
—¿Por qué ibas a hacerlo? —resopló Tifón—. ¡Porque soy más poderoso que tú, y éste es un mundo
realista! La superioridad lo es todo.
—¿Cómo eres más poderoso que yo? Por lo que veo, tu técnica de cultivo metálica no te dará
ventaja en un lugar tan abrasador como este horno ardiente.
Jaime se había enterado de que Tifón practicaba una técnica de cultivo metálica.
Sin embargo, toda la zona, incluido el lagarto de fuego y la Piedra Flamígera, era del elemento
fuego.
Como se sabía que el elemento fuego debilitaba el elemento metal, aquel lugar impediría a Tifón
desplegar todo su potencial.
—Incluso si mis capacidades están restringidas, sigue siendo pan comido para mí matar a un
cultivador del Reino de la Fusión Corporal de Cuarto Nivel como tú.
En cuanto Tifón dijo eso, golpeó a Jaime con la palma de la mano.
Éste reaccionó con rapidez y dio un paso atrás. A continuación, se puso en pie de un salto y esquivó
el ataque de Tifón.
Cuando Nimbus, Soleil y los demás lo vieron, se prepararon de inmediato para la batalla.
Justo en ese momento, Cosme gritó:
—¡No me culpen de lo que haré si alguno de ustedes se atreve a intervenir!
Su advertencia impidió que alguien se uniera a la lucha, y nadie se atrevió a ayudar a Jaime.
A decir verdad, Jaime había sabido que Tifón había elegido convertirse en aliado de Cosme no para
apoyarlo, sino para enfrentarse directamente a él.
Cosme también era consciente de ello. Sin embargo, siguió adelante para unir fuerzas con Tifón.
Después de todo, el enemigo del enemigo es un amigo.
—Ustedes no actúan imprudentemente. Es sólo un cultivador del Noveno Nivel del Reino de la
Fusión del Cuerpo. Observen y vean cómo me encargo de él —gritó Jaime.
No aminoró la marcha mientras seguía huyendo.
Luchar contra alguien del Noveno Nivel del Reino de la Fusión Corporal era un reto para él, pero no
sería derrotado con tanta facilidad.
Dado que Tifón subestimaba las capacidades de Jaime, éste podría aprovecharse de ello para
tomarlo desprevenido y ganar ventaja en la batalla.
CAPÍTULO 2983 FUERZA VERDADERA

—Chico, puede que no seas fuerte, pero seguro que tu boca se desborda. Te atreves a
menospreciarme a mí, un cultivador del Noveno Nivel del Reino de la Fusión Corporal. Hoy, te
demostraré que puedo aplastarte con una sola mano...
Tifón saltó en el aire y persiguió a Jaime.
Jaime ocultó rápidamente su aura y huyó lejos, fingiendo una huida.
En el aire, Tifón extendió su sentido espiritual, sólo para descubrir que el aura de Jaime había
desaparecido.
—¿Dónde está? ¡La habilidad de este chico para ocultar su aura es bastante impresionante!
Tifón frunció un poco las cejas. No había esperado que Jaime ocultara por completo su aura,
haciendo imposible que lo percibiera.
Sin embargo, Tifón no tenía miedo. Casualmente sacó lo que parecía una moneda de oro con un
pequeño agujero en el centro.
Mientras pronunciaba un conjuro, Tifón hizo que la moneda se elevara en el aire y luego giró
rápidamente en el aire.
—Puedes ocultar tu aura, pero no puedes ocultar el calor de esa Piedra Flamígera.
Con un movimiento del dedo, golpeó la moneda con un hilo de fuego. La moneda se encendió al
instante y comenzó a dirigirse en una dirección determinada.
Tifón la seguía de cerca, rastreando a Jaime con la fuente de calor de la Piedra Flamígera.
Jaime se sorprendió. De inmediato sacó la Piedra Flamígera de su Anillo de Almacenamiento.
Miró fijamente la Piedra Flamígera que tenía en la mano, luego cerró los ojos y entró en su espacio
de nascencia.
Muchas estrellas titilaban, pero sólo una brillaba.

Jaime echó un vistazo a la constelación de la nascencia del fuego, y luego absorbió rápidamente la
energía de la Piedra Flamígera.
Esperaba que mientras absorbía la energía de la Piedra Flamígera, pudiera comprender la nascencia
del fuego.
Por desgracia, las estrellas de la constelación de la nascencia del fuego no mostraron respuesta
alguna.
Mientras tanto, Tifón se acercaba cada vez más.
Jaime no tuvo más remedio que guardar la Piedra Flamígera. Dejó de ocultar su aura y descendió
rápidamente hacia el suelo.
Tifón estaba en su persecución, y no había forma de que dejara ir a Jaime.
Jaime huyó a gran velocidad, llevando consigo a Tifón.
En el suelo, todos observaban atentamente cómo ambos se perseguían en círculos.
Pronto, el rostro de Tifón se contorsionó. Como cultivador en la cima del Noveno Nivel del Reino de
la Fusión Corporal, no podía alcanzar a Jaime, un cultivador de Cuarto Nivel del Reino de la Fusión
Corporal. Esto era bastante vergonzoso.
—Chico, no tienes ninguna habilidad, pero seguro que eres rápido. Veamos a dónde más puedes
correr —Tifón rugió furioso y de repente agarró la arena del suelo.
Innumerables partículas metálicas brillantes flotaron en la arena y se transformaron en una espada
afilada.
Con la espada en la mano, Tifón la empujó hacia Jaime.
Jaime esquivó rápidamente el ataque y, de contraataque, golpeó la espada con su aura.
La espada se disipó al instante, convirtiéndose de nuevo en las motas metálicas dispersas que
flotaban hacia abajo.
Para entonces, Tifón ya estaba frente a él. Agarró las motas, reformándolas en una espada una vez
más.
Atacó tres veces seguidas, pero Jaime logró esquivar cada golpe.
Esto dejó a Tifón un poco estupefacto. Un cultivador del Reino de la Fusión Corporal de Cuarto Nivel
había conseguido esquivar sus ataques tres veces.
«¿Es una broma?».
Tifón empezó a reevaluar la verdadera fuerza de Jaime.
«La habilidad de Jaime para ocultar su aura es formidable. Tal vez ocultó a propósito su verdadera
fuerza, lo que le hizo parecer sólo un cultivador del Reino de la Fusión Corporal de Cuarto Nivel».
Tal vez la verdadera fuerza de Jaime sea aún mayor. Si no, no tendría tanta velocidad y reflejos.
Jaime también quedó impresionado por la fuerza de Tifón. Aunque el entorno era desfavorable para
Tifón, seguía mostrando un poder considerable.
Ahora, ninguna de las partes subestimaba a la otra.
CAPÍTULO 2984 NASCENCIA DE FUEGO

—Chico, ¿estás ocultando tu fuerza y planeas tomarme por sorpresa? Déjame decirte que es
imposible —Tifón rugió furioso y volvió a lanzar un ataque contra Jaime.
Jaime sólo podía seguir evadiéndolo, sabiendo que, si luchaba de frente contra Tifón, podría
encontrarse con peligros desconocidos. Podría acabar exhausto, indefenso y a merced de Tifón.
Al ver la velocidad de Jaime y sentirse como si estuvieran jugando con él por la espalda, Tifón sacó
de repente una red dorada de su bolsillo y la lanzó contra Jaime.
Sobresaltado, Jaime descendió rápidamente, intentando evitar la red. Sin embargo, la red parecía
tener vida propia y lo seguía de cerca.
—Chico, eres el primero que me obliga a usar esta red dorada, pero no creas que puedes escapar.
Aunque rasgues el vacío, no escaparás… —se burló Tifón.
De repente, la red se expandió, cubriendo aparentemente todo el cielo.
Descendió sobre Jaime, atrapándolo por completo. La red siguió cambiando hasta que Jaime quedó
completamente atrapado.
Al ver esto, Jaime tomó rápidamente un amuleto y recitó conjuros en voz baja. Al instante, todo su
ser se hundió en el suelo.
Como la red podía atraparlo en el aire, una vez que entrara en el suelo y la arena, la red no podría
con él.
En efecto, mientras el cuerpo de Jaime descendía velozmente hacia el suelo arenoso, pudo salir de
la red.
Tifón se quedó boquiabierto.
—No creas que esconderte bajo tierra te salvará. No puedes quedarte ahí abajo para siempre...
Tifón sabía que, por muy poderoso que fuera Jaime, no podría permanecer bajo tierra mucho
tiempo.
En las profundidades de la tierra, Jaime se rodeó de una cantidad considerable de energía espiritual
para evitar que la arena circundante restringiera sus movimientos y permitirle cierto margen de
maniobra.
Sin embargo, también comprendió que no podía permanecer bajo tierra indefinidamente.
Ocultarse así consumía demasiada energía espiritual. Si continuaba, se debilitaría incluso antes de
que Tifón hiciera un movimiento.
Jaime echó un vistazo a su Anillo de Almacenamiento y luego sacó el núcleo de bestia del lagarto de
fuego y la Piedra Flamígera. Después de eso, ingirió rápidamente ambos.
Ahora no tenía tiempo de asimilarlos lentamente.
En cuanto los tragó, sintió una sensación punzante que se extendía por su cuerpo.
El fuego demoníaco dentro del cuerpo de Jaime comenzó a surgir.
Jaime cerró los ojos a prisa, sintiendo el ardiente poder que le recorría al entrar en su espacio de
nascencia.
En poco tiempo, una fuerza aterradora surgió dentro de su cuerpo.
Intensas ondas de energía abrasadora pulsaban sin control. Jaime observó cómo la constelación de
la nascencia del fuego que antes era tenue empezaba a parpadear.
Estaba lleno de una alegría extasiante. Sin embargo, permaneció inmóvil como si todo su ser
estuviera en llamas.
¡Boom!
De repente, estalló un aura increíblemente poderosa. Transportaba un calor intenso como un
maremoto abrasador que barrió todo el espacio estrellado.
Aquella constelación de la nascencia del fuego centelleaba en ese momento, arrojando un
resplandor radiante sobre el espacio de la nascencia de Jaime.
—Jaja, lo hice. ¡Lo he conseguido! ¡Nascencia del fuego! He obtenido el fuego nascente...
Los ojos de Jaime se clavaron en la brillante constelación mientras su corazón palpitaba de júbilo.
Había dominado dos variedades de poder de nascencia, y dentro de su espacio de nascencia,
todavía había una multitud de constelaciones tenues.
Jaime no podía imaginar cuántos poderes de nascencia podría alcanzar, pero como recién llegado al
Reino de la Fusión Corporal, ya poseía el espacio de nacimiento y comprendía dos tipos de poderes
de nascencia.
Si Marón se enterara, seguro que se pondría verde de envidia.
Al momento, el fuego demoníaco dentro de Jaime se había desvanecido, fundiéndose con la
nascencia y encontrando su lugar entre la constelación de la nascencia.
CAPÍTULO 2985 OPORTUNIDAD

Jaime contempló la brillante constelación de la nascencia del fuego, con el corazón latiéndole con
fuerza.
Ahora, aunque no absorbiera el fuego demoníaco de otros demonios y se limitara a cultivar
utilizando diversos recursos de atributos de fuego, la nascencia del fuego y el fuego demoníaco en
su interior seguirían potenciándose.
El fuego demoníaco de Jaime era el más puro de su clase, heredado del linaje del demonio. Aunque
absorbiera y refinara el fuego demoníaco de un Diablo Infernal corriente, no podría fusionarlos con
el fuego demoníaco más puro que llevaba dentro.
Ahora que poseía la nascencia del fuego, Jaime ya no necesitaba buscar fuego demoníaco puro para
refinarlo. Mientras siguiera aumentando su comprensión de la nascencia del fuego, su fuego
demoníaco también se haría más poderoso.
—¡Señor Casas, su fuego naciente parece ser más potente que el fuego demoníaco puro! Esto es
increíble. No es de extrañar que uno adquiera conocimiento de la nascencia después de atravesar el
reino de Tribulador. ¡Esta técnica es mucho más formidable que las anteriores al reino del
Tribulador! No es más que un cultivador del Reino de la Fusión Corporal, y sin embargo posee
espacio de nascencia y ha conseguido comprender dos tipos de nascencia. ¡Qué extraordinario!
Dedicaré mi vida a seguirlo en el futuro, aunque tenga que atravesar el fuego y el agua, señor Casas.
Frey se dio cuenta de que la nascencia del fuego que Jaime comprendía era incluso más fuerte que
el fuego demoníaco puro del clan del Diablo Infernal. Era increíble.
Jaime también se sorprendió, pues no esperaba comprender la nascencia tan rápidamente. Según
Marón, comprender la nascencia era extremadamente difícil.
Algunos trabajaron duro toda su vida y sólo pudieron comprender un tipo de nascencia por medios
naturales al atravesar el reino del Tribulador.
Aquellos que podían comprender más allá dos o tres tipos de nascencia eran considerados genios,
pero Jaime, un cultivador del Reino de la Fusión Corporal, no sólo tenía un espacio de nascencia tan
vasto como la galaxia, sino que además comprendió dos tipos de nascencia en un corto período.
Fue una hazaña totalmente absurda.
En ese momento, Tifón flotaba en el aire, esperando la aparición de Jaime. Sin embargo, cuando
sintió la inmensa aura que brotaba del suelo, una expresión de desconcierto se extendió por su
semblante.
La figura de Jaime fue saliendo poco a poco del subsuelo hasta situarse en el suelo.
Al ver el aspecto de Jaime, Tifón frunció las cejas.
—¿Qué has estado haciendo bajo tierra?

Jaime miró con frialdad a Tifón en silencio, emanando un aura abrumadora. Bajo sus pies ardían
llamas ilimitadas que lo rodeaban.
Tifón practicaba técnicas de cultivo metálicas, por lo que era muy susceptible a un fuego demoníaco
tan furioso.
Se quedó boquiabierto al ver las rugientes llamas que envolvían el cuerpo de Jaime.
La fuerza dentro de Jaime también aumentaba constantemente, desconcertando aún más a Tifón.
—¿No me digas que te tragaste esa Piedra Flamígera? —El corazón de Tifón se estremeció. «Por su
aspecto, parece haber consumido directamente esa Piedra Flamígera».
La piedra flamígera contenía un poder considerable y debía absorberse poco a poco. Si uno engullía
la piedra de una sola vez, podía sufrir un contragolpe que hiciera explotar su cuerpo o lo redujera a
cenizas.
Sin embargo, Jaime parecía ileso e imperturbable ante las abrasadoras llamas que lo rodeaban.
Parecía que tenía fuerzas ocultas que Tifón aún no podía descifrar.
Una sensación de crisis se apoderó del corazón de Tifón mientras fijaba sus ojos en la figura en
llamas de Jaime. Preparó su red dorada para atacar a Jaime en cualquier momento.
No muy lejos, Nimbus, Soleil y los demás miraban a Jaime con asombro.
Teniendo en cuenta la gran diferencia de capacidades entre un cultivador del Reino de la Fusión
Corporal de Cuarto Nivel y un cultivador del Reino de la Fusión Corporal de Noveno Nivel, el duelo
uno contra uno debería haber sido una victoria unilateral para el segundo.
Sin embargo, sorprendentemente, Jaime parecía sereno en ese momento, y era Tifón quien parecía
nervioso.
Caín y Leal suspiraron aliviados.
«Por suerte, estamos del lado de Jaime. De lo contrario, habríamos muerto hace tiempo».
—¿No dijiste que podías matarme con una mano? Te daré la oportunidad de hacerlo ahora. No
huiré, así que ¿por qué no me das ahora tu mejor golpe? —Jaime miró a Tifón con sorna.
Sin embargo, cuanto más hablaba Jaime de aquella manera, más reacio se mostraba Tifón a lanzarle
un ataque.
CAPÍTULO 2986 SUPRIMIR

Tifón no se atrevió a actuar temerariamente. En su lugar, manipuló su red dorada, usándola para
envolver a Jaime.
Contemplando la red dorada que descendía, Jaime no mostró ninguna inclinación a correr o
esquivar.
Se dio cuenta de que no había escapatoria, a menos que volviera a enterrarse bajo tierra.
Tifón estaba bien preparado esta vez y seguramente atacaría en el momento en que Jaime pasara a
la clandestinidad.
Jaime se vería impotente para tomar represalias y estaría a merced de su oponente.
Nimbus, Soleil y los demás estaban preocupados por Jaime, al ver que éste no esquivaba.
Tifón, que estaba presenciando la misma escena, no se sintió triunfante. En su lugar, una ligera
inquietud surgió en su interior.
Pronto, la red dorada envolvió a Jaime y empezó a tensarse, inmovilizándolo.
Sólo después de ver eso, Tifón dejó escapar un suspiro de alivio.
—Chico, veamos si aún puedes comportarte con arrogancia. No me importa si posees la Piedra
Flamígera. Te suprimiré hoy y te confinaré para la eternidad —dijo Tifón con una sonrisa burlona.
Tifón sacó rápidamente un objeto parecido a una moneda de oro. Lo lanzó al aire, y al instante se
expandió hasta alcanzar un tamaño gigantesco antes de presionar a Jaime.
Jaime permaneció inexpresivo. Dentro de su espacio de nascencia, la constelación de nascencia de
fuego brilló, seguida de la ignición del terrorífico fuego demoníaco.
¡Crack! ¡Crack! ¡Crack!
Incinerada por el fuego demoníaco, la red dorada empezó a fracturarse, emitiendo sonidos como si
se estuviera rompiendo.
En poco tiempo, la red empezó a derretirse, convirtiéndose en niebla.
La visión de su objeto mágico derritiéndose rompió el corazón de Tifón. Antes incluso de que
pudiera estirar la mano para recuperar la red dorada, ésta se había reducido a nada más que una
nube de niebla.
El intenso fuego demoníaco seguía ardiendo salvajemente y lanzando llamas hacia el cielo, haciendo
que el clima, ya de por sí abrasador, se volviera aún más caluroso.
Olas de calor chocaron contra Tifón, obligándolo a retroceder.
Al segundo siguiente, parecía haber pensado en algo mientras intentaba recuperar la moneda de
oro que utilizaba para encarcelar a Jaime.
Por desgracia, ya era demasiado tarde. A medida que el objeto mágico parecido a una moneda de
oro seguía cayendo, también se convertía en humo, destruida por el fuego demoníaco.
Al ver cómo se destruía otro de sus objetos mágicos, Tifón parecía a punto de echarse a llorar.
Mientras el fuego demoníaco ardía alrededor de Jaime, una energía abrumadora surgió en su
interior. En ese momento, Jaime sintió una confianza sin igual. Nunca antes había aprovechado el
poder de nascencia, pero ahora le llenaba de una seguridad inquebrantable.
Sin la nascencia del fuego, el fuego demoníaco dentro de Jaime no podría haber ardido durante
tanto tiempo, y mucho menos desatar una fuerza tan tremenda.
«Así pues, éste es el potencial de nascencia. Con este poder, ¡no creo que haya nada que no pueda
hacer!».
Transformándose en una bola de llamas, Jaime se materializó al instante ante Tifón.
Cuando Tifón percibió el aura ardiente de Jaime, su rostro se puso extremadamente pálido.
—¿No eres un cultivador del Reino de la Fusión del Cuerpo de Noveno Nivel? ¿No dijiste que podías
eliminarme con una bofetada? ¡Vamos! ¡Date prisa e inténtalo! —se burló Jaime.
Los párpados de Tifón se movieron sin control. Apretó los dientes con rabia, pero no se atrevió a
moverse.
Para empezar, cultivaba técnicas metálicas, por lo que sus habilidades eran más débiles en medio de
ese caluroso desierto.
Ahora que Jaime estaba usando técnicas de atributo de fuego contra él, estaba más restringido.
Ya no se atrevía a actuar sin pensar.
—Ya que eres demasiado cobarde para atacar, voy a hacer mi movimiento.
Tras decir eso, Jaime corrió hacia Tifón.
Éste retrocedió por instinto, pero un muro de fuego demoníaco le bloqueó el paso, dejándolo sin
saber qué hacer.
Jaime asestó una bofetada con la fuerza de un infierno en erupción.
Una gran palma cubierta de ardiente fuego demoníaco presionó a Tifón.
CAPÍTULO 2987 CUALQUIERA EN MI CAMINO MORIRÁ

Cuando ese golpe flamígero cayó sobre Tifón, su rostro se contorsionó rápidamente en una máscara
de agonía. Salió volando antes de estrellarse contra el suelo.
Todos presenciaron aquella escena y se quedaron perplejos.
Después de todo, Tifón estaba en la cima del Noveno Nivel del Reino de la Fusión Corporal. Era
absurdo que saliera volando de un solo golpe.
Cosme miró a Jaime con perplejidad en los ojos.
No podía comprender ese giro de los acontecimientos.

«Aunque Jaime hubiera ocultado sus capacidades, no podría haber mandado a volar a Tifón de un
solo golpe. ¡Es un cultivador del Noveno Nivel del Reino de la Fusión Corporal en su apogeo!».
En realidad, fue debido a que las capacidades de Tifón habían sido suprimidas allí y a que el fuego
demoníaco de Jaime era mutuamente destructivo para su técnica metálica por lo que fue enviado
volando con un solo golpe.
Si hubiera sido Cosme, Jaime nunca habría logrado mandarlo a volar con tanta facilidad de un solo
golpe.
Ese golpe había llegado justo en el momento y el lugar adecuados. Por si fuera poco, Tifón tenía
miedo psicológico al fuego, lo que contribuyó al asunto.
En ese momento, la sangre brotó por la comisura de la boca de Tifón. Se levantó lentamente del
desierto arenoso, con la furia ardiendo en sus ojos.
Nunca había sufrido tal humillación.
Jaime volvió a cargar contra Tifón con intenciones asesinas en los ojos al ver que el hombre estaba
herido.
Le pareció sensato aprovechar su debilidad para quitarse la vida, y estaba decidido a no volver a
desaprovechar esa oportunidad esta vez.
Sin embargo, justo cuando se abalanzó sobre Tifón, varios cultivadores de la familia Nasser se
abalanzaron sobre él y lo atacaron sin previo aviso.
Su intención era salvar a Tifón. Como el hombre estaba aliado con la familia Nasser, Cosme no podía
quedarse de brazos cruzados mientras Jaime lo mataba.
Si Tifón muriera, los siguientes serían los de la familia Nasser.
Cosme, sin embargo, no cedió porque quería intimidar a los cultivadores errantes como Soleil y Leal.
Los pocos cultivadores de la familia Nasser bloquearon el paso de Jaime, ante lo cual el hombre
frunció el ceño. El fuego demoníaco a su alrededor se extendió salvajemente en todas direcciones
como un maremoto, con él en el centro.
Al sentir el calor abrasador, los pocos cultivadores de la familia Nasser retrocedieron
continuamente, ya que no podían soportar la intensidad del fuego demoníaco.
—¡Cualquiera en mi camino morirá! —rugió Jaime, aterrorizándolos tanto que temblaron con
violencia.
Era demasiado petrificante en ese momento, ya que incluso podía hacer volar por los aires a un
cultivador del Reino Fusión Corporal de Noveno Nivel con un solo golpe. Eso era alucinante.
Cuando Cosme vio que los cultivadores de la familia Nasser estaban aterrorizados por Jaime, la
vergüenza lo inundó, y bramó:
—¡No seas tan arrogante, chico!

Dio un salto y aterrizó justo delante de Jaime.
A continuación, todos los cultivadores de la familia Nasser se reunieron detrás de él.
Ante esa visión, Nimbus, Soleil y los demás también saltaron y se colocaron detrás de Jaime.
En medio del desierto, las dos partes estaban frente a frente con las espadas desenvainadas.
Tras recuperarse en cierta medida, Tifón se levantó de un salto y se colocó junto a Cosme.
—Ataquemos juntos y matémoslos a todos, Jaime. Alguien en la cima del Noveno Nivel del Reino de
la Fusión Corporal no es más que un pedazo de basura sin valor ante ti. Puedes mandarlos a volar de
un solo golpe, ¡así que no tenemos que temerles lo más mínimo!
En ese momento, Boris confiaba plenamente en Jaime.
Con este último allí, sintió que no había nada que temer, aunque fuese el propio Dios.
El hecho de que un cultivador del Reino de la Fusión Corporal de Cuarto Nivel pudiera hacer volar
por los aires a un cultivador del Reino de la Fusión Corporal de Noveno Nivel en su mejor momento
con un solo golpe lo había hecho considerar a Jaime como un inmortal.
—¡Sí, ataquemos juntos y matémoslos a todos! Ya han ido demasiado lejos. ¡Vamos con todo!
Los cultivadores errantes también estaban muy emocionados.
Todos habían sido oprimidos por la Alianza del Sello Demoníaco y la familia Nasser. Como Jaime era
más que poderoso, querían vengarse.
Sin embargo, Jaime sabía que no tenían ninguna posibilidad de ganar si estallaba una batalla.
Sus capacidades también eran inadecuadas para hacer volar a un cultivador del Noveno Nivel del
Reino de la Fusión Corporal en su mejor momento.
En realidad, sólo ocupaba un entorno geográfico favorable.
Por desgracia, los cultivadores errantes eran totalmente ajenos a eso y habían asumido por error
que él era tan poderoso que no se preocupaba por un cultivador del Reino de la Fusión Corporal de
Noveno Nivel en su apogeo.
CAPÍTULO 2988 NO TE CREO

Las dos partes permanecieron en un punto muerto, sin atreverse a hacer ningún movimiento en ese
momento. Teniendo en cuenta la situación actual, era muy probable que ambas sufrieran pérdidas
devastadoras si se enfrentaban.
Al cabo de un tiempo indeterminado, el espacio que los rodeaba empezó a volverse borroso poco a
poco. Sin embargo, nadie se percató de ello.
Pronto, un aura impregnó el aire y la vista de todos se nubló. Cuando recobraron la cordura, se
encontraron en el centro de un enorme altar.
Entre ellos se alzaban innumerables pilares gruesos y macizos. No sólo estaba todo excesivamente
oscuro, sino que había una sensación espeluznante.
Aparte de eso, la gente empezó a materializarse alrededor de Jaime y los demás.
Todos los que habían desaparecido inicialmente reaparecieron allí.
Pero, además, muchos de ellos estaban llenos de heridas y sus rostros estaban marcados por el
cansancio.
—¡Señor Casas!
En ese preciso momento, Karim vio a Jaime y se apresuró a acercarse con la Familia Kus.
Jaime se dio cuenta de que el hombre también estaba herido. Peor aún, dos de los pocos
cultivadores de la Familia Kus que estaban con él habían desaparecido.
—¿Qué ha pasado exactamente, Karim? —preguntó con el ceño un poco fruncido.
—Yo tampoco tengo ni idea de lo que pasó, señor Casas. Después de atravesar el portal de luz,
llegué a un bosque. Allí había muchas hierbas místicas y bestias, y entramos en conflicto con otros
cultivadores en la recolección de hierbas místicas y núcleos de bestias. Dos de nuestros hombres
acabaron muertos —respondió Karim con abatimiento.
Al escuchar eso, Jaime barrió con la mirada a su alrededor, sólo para ver que quedaban menos de la
mitad de los cientos de cultivadores.
Los cultivadores errantes, en particular, se encontraban en un estado trágico. Incluso si sobrevivían,
habían sufrido heridas graves.
Era la personificación de renunciar a la propia vida en aras de la riqueza.
Sólo para obtener el tesoro, nadie tenía reparos en correr un riesgo tan grande.
Además, Jaime se dio cuenta de que había el mayor número de cultivadores de su lado. Supuso que
tal vez se debía a que sus capacidades estaban a la par, por lo que nadie se atrevía a hacer un
movimiento contra ellos.
Si no se hubiera aliado con los cultivadores errantes desde el principio, tal vez habrían muerto uno a
uno y habrían quedado pocos.
—¿Qué te pasó, Tifón?
Mientras tanto, los otros cuatro miembros de Los cinco Asesinos formularon esa pregunta
sorprendidos al notar la sangre en la comisura de los labios de Tifón.

Eran los más fuertes entre los cultivadores de allí, y nunca resultarían heridos a menos que fueran el
objetivo de un grupo de cultivadores.
En el instante en que Tifón vio que sus compañeros estaban allí, su confianza se disparó. Entonces
dirigió su mirada a Jaime con frialdad.
—¡Un chico me tomó desprevenido y me hirió! —gruñó, con una intención asesina que irradiaba de
él.
—¿Quién se ha atrevido a atacar a un miembro de la Alianza del Sello Demoníaco? —preguntó
Madero furioso, con las cejas fruncidas.
—¡Fue él!
Tifón apuntó directamente a Jaime.
Los otros cuatro hombres miraron a Jaime. Cuando se dieron cuenta de que sólo estaba en el Cuarto
Nivel del Reino de la Fusión Corporal, se quedaron atónitos. La incredulidad se reflejaba en sus
rostros.
—No nos estás tomando el pelo, ¿verdad, Tifón? Ese chico sólo está en el Cuarto Nivel del Reino de
la Fusión Corporal. ¿Cómo podría atacarte así? Incluso si te quedaras quieto, ¡nunca sería capaz de
hacerte daño!
Faetón no se lo creía en absoluto.
Los demás tampoco se lo creyeron, ya que la diferencia de capacidades entre ellos era demasiado
grande.
Si la persona era un cultivador del Reino de la Fusión Corporal de Octavo Nivel extraordinariamente
talentoso, existía la posibilidad de luchar contra alguien de un nivel superior y derrotar a un
cultivador del Reino de la Fusión Corporal de Noveno Nivel.
Sin embargo, era absurdo que Jaime, en el Reino de la Fusión Corporal de Cuarto Nivel, derrotara a
un cultivador del Reino de la Fusión Corporal de Noveno Nivel en su mejor momento.
—No estoy bromeando. El fuego que tiene es aún más poderoso que el tuyo. Como sabes, yo le
temo más al fuego. Mis capacidades se ven comprometidas en esta tierra de fuego —dijo Tifón.
—Incluso si pudiera jugar con fuego, sólo está en el Cuarto Nivel del Reino de la Fusión Corporal.
¿Qué tan poderoso podría ser? Creo que nos estás tomando el pelo. ¡No te creo!
Aun así, Faetón se mantuvo escéptico.
Al ver que ninguno de ellos le creía, Tifón dijo:
—Los llevaré a todos ante él ahora mismo y les mostraré sus verdaderas capacidades. Sospecho que
ocultó parte de ellas.
CAPÍTULO 2989 QUEMADO HASTA LA MUERTE

Mientras Tifón hablaba, dirigió a los otros cuatro hombres hacia Jaime.
Al ver a Los cinco Asesinos dirigiéndose hacia él, Jaime frunció un poco el ceño. Su expresión
también se volvió solemne.
«Ya era más que difícil para mí lidiar con Tifón solo. ¡Con los cinco ahora, no tenemos ninguna
posibilidad de ganar!».
Mientras tanto, Cosme buscaba con frenesí a su hijo, Chev.
Las capacidades de Chev no eran tan impresionantes. A Cosme le preocupaba que le pasara algo
desde que se separaron.
Sin embargo, no vio ni rastro de su hijo entre la multitud tras recorrer con la mirada a todos los
presentes. Su rostro se ensombreció como la noche.
Sabía que la ausencia de Chev podía significar que le había ocurrido alguna tragedia.
«Mientras alguien esté vivo, sin duda será transportado. Incluso los malheridos y al borde de la
muerte están aquí mientras les quede aliento. Los únicos ausentes son los muertos».
Su corazón se hundió de inmediato. Mientras insistía en buscar a Chev, se dio cuenta de que alguien
parecía evitarlo.
Se acercó y descubrió rápidamente que se trataba de un sirviente de la familia Nasser que había
estado al lado de Chev. Sacó al hombre de un tirón.
—Señor Nasser...
Cuando el criado de la familia Nasser vio a Cosme, se asustó tanto que tembló y se puso pálido como
una sábana.
Antes había evitado a propósito al hombre, pero inesperadamente, Cosme se había fijado en él.
—¿Dónde está mi hijo? —peguntó Cosme con una mirada fría.
—El Señor Chev...
El criado de la familia Nasser no se atrevió a responder a esa pregunta.
—¡Escúpelo! ¿Dónde está? —Cosme le lanzó dagas.
—¡Está muerto! —respondió al fin el criado de la familia Nasser.
La cabeza de Cosme empezó a zumbar y casi se desploma en el suelo.
A pesar de haberlo adivinado hace años, seguía sin poder aceptarlo cuando se afirmaba su
conjetura.
Tras tomarse un momento para serenarse, preguntó:
—¿Cómo murió? ¿Y quién lo mató?

Sabía que Chev aún tenía a su lado a los sirvientes de la familia Nasser para protegerlo, aunque se
separaran.
Las capacidades de los sirvientes de la familia Nasser eran todas bastante altas, por lo que nunca
permitirían que Chev fuera asesinado sin oponer resistencia.
¡Pum!
El criado de la familia Nasser cayó de golpe de rodillas al suelo. Con lágrimas en los ojos, dijo:
—Todo ha sido culpa nuestra, señor Nasser. No protegimos al señor Chev. Murió quemado por
Faetón de los Cinco Asesinos.
En ese momento, Faetón lo quemó hasta la muerte por una hierba mística. Queríamos salvarlo, pero
no éramos rival para Faetón. Todos murieron en sus manos, y yo sólo escapé por poco para llegar
aquí. Por favor, perdóneme, Señor Nasser. Por favor, ¡tenga piedad de mí!
Mientras Cosme escuchaba, su cuerpo temblaba sin cesar.
Nunca había esperado que su hijo tuviera una muerte tan trágica, y mucho menos que los Cinco
Asesinos de la Alianza del Sello Demoníaco fueran contra la familia Nasser sin miedo.
No hacía mucho, acababa de aliarse con Tifón. Pero en el segundo siguiente, uno de los compañeros
del hombre había quemado a su hijo hasta la muerte.
Su furia ardía cada vez más, haciendo que el terror llenara los ojos del sirviente de la familia Nasser.
—¡Ya que no pudiste mantener a salvo a mi hijo, no sirves para nada!
Cosme mató al hombre de un solo golpe.
En el momento en que el sirviente de la familia Nasser murió, un rayo de luz blanca brotó de su
cuerpo. Como fuegos artificiales, salió disparado hacia el cielo y pronto desapareció en la oscuridad.
Sin embargo, nadie se dio cuenta. Todos observaban a su alrededor, muy aprensivos en un entorno
desconocido.
Tras matar a aquel sirviente de la familia Nasser, Cosme se volvió, solo para ver a Tifón dirigiéndose
hacia él con los demás. La rabia en sus ojos consumía toda razón.
—¡Devuélveme a mi hijo!
CAPÍTULO 2990 ENEMIGO

Cosme saltó en el aire y disparó su mano hacia Faetón. Aquel golpe tenía una fuerza infinita, pues
pretendía acabar con la vida de éste.
El repentino ataque tomó a Los cinco Asesinos por sorpresa.

Tifón fue el primero en reaccionar. Enseguida alzó la mano y recibió el golpe de Cosme.
¡Bang!
Cuando las dos manos chocaron, un aura aterradora estalló y se extendió rápidamente en todas
direcciones. Como una hoz, segó las vidas de los cultivadores a su alrededor.
Uno sólo podía imaginar la fuerza producida por dos cultivadores del Noveno Nivel del Reino de la
Fusión Corporal en sus picos cuando luchaban en ese estrecho altar.
Jaime, Soleil y los demás liberaron aprisa su energía espiritual y formaron un escudo para bloquear
la aterradora fuerza.
Los demás cultivadores utilizaron igualmente diversos métodos para protegerse.
Por desgracia, algunos cultivadores heridos y moribundos no tenían capacidad para protegerse. El
aura barrió sobre ellos. Fueron al instante aplastados y convertidos en un montón de polvo.
Varios rayos de luz blanca se elevaron de nuevo y se dispararon hacia el cielo antes de desaparecer
en el aire.
Jaime había estado vigilando, así que se dio cuenta de que las capacidades de cualquier cultivador
que muriera se convertían en un rayo de luz blanca antes de ser absorbidas.
Tras aquel intercambio de golpes, Cosme retrocedió a trompicones dos pasos mientras Tifón salía
volando.
Herido en primer lugar, Tifón estaba en el extremo perdedor para luchar contra Cosme de frente.
—¡Tifón!
Los demás ayudaron rápidamente a Tifón a levantarse.
—¡Qué atrevimiento atacar a alguien de la Alianza del Sello Demoníaco, Cosme!
¡Debes estar harto de vivir!
Con un rugido, Madero se preparó para atacar a Cosme.
—¡Alto! —Tifón se lo impidió a Madero. Luego, se volvió hacia Cosme con perplejidad y le
preguntó—: ¿Qué significa esto, señor Nasser? ¿Por qué nos ha atacado de repente?
—¿Todavía tienes el valor de preguntarme eso? Pregúntales a tus compañeros qué han hecho.
Cosme miró a Faetón con furia en los ojos.
Desviando la mirada hacia Faetón, Tifón preguntó:
—¿Qué has hecho, Faetón?
—Nada. Ese chico de la familia Nasser se atrevió a luchar contra mí por una hierba mística, así que lo
quemé hasta la muerte —respondió Faetón con indiferencia.
En cuanto Tifón escuchó eso, arrugó las cejas.
Cuando Cosme vio que Faetón seguía actuando con alegría a pesar de haber matado a su hijo, su ira
ardió aún más.
—¡Quiero que pagues la vida de mi hijo con la tuya! —Cosme bramó.
—Espero que pueda calmarse, Señor Nasser —le instó Tifón.
—¿Que me calme? ¿Podrías calmarte si matara a tu hijo? —ladró Cosme.
—Si insiste en hacer un movimiento, señor Nasser, ¿cree que usted y sus inútiles subordinados son
nuestros rivales? —preguntó Tifón, con expresión fría.
Cosme lo miró sin decir nada. Con Los cinco Asesinos allí presentes, los pocos hombres de la familia
Nasser que había llevado no eran su rival.
Estaba completamente lívido en ese momento. No podía derrotarlos, pero tampoco podía permitir
que su hijo muriera sin ser vencido.
Por un momento, se sumió en un dilema.
Mientras tanto, Jaime estaba encantado al ver que la familia Nasser se había enemistado con los
Cinco Asesinos.
Desde que hirió a Tifón, los Cinco Asesinos nunca lo dejarían escapar. Por desgracia, él, Soleil y los
de la Familia Kus no eran rivales para ellos.
Pero si se unían a la familia Nasser y al resto de cultivadores errantes, no tendrían que temer la
venganza de Tifón.
—¡Ustedes, los Cinco Asesinos! ¡son francamente despreciables al lanzarse a matar a otros
cultivadores a voluntad! —Jaime se adelantó con sus hombres justo en ese momento—. Si quiere
vengarse, Señor Nasser, podemos trabajar juntos. Entonces, tendrá una oportunidad.
Sus palabras dejaron atónito a Cosme. Incluso Tifón se sorprendió, pues nunca había esperado que
Jaime propusiera una colaboración con Cosme.
Después de todo, había unido sus fuerzas a las de este último para enfrentarse a Jaime hacía apenas
una hora.
En un abrir y cerrar de ojos, las cosas habían cambiado.
Sin embargo, no había amigos eternos en el Reino Etéreo. Todo lo que existía eran intereses
perpetuos.
El enemigo del enemigo es un amigo.
CAPÍTULO 2991 UNA RECOMPENSA

Cosme se quedó mirando fijamente a Jaime antes de asentir profusamente como respuesta.
Sabía que formar un equipo era la única forma de tener una oportunidad contra los Cinco Asesinos
de la Alianza del Sello Demoníaco.
Sobre todo, porque Cosme y Jaime guardaban rencor a Los cinco Asesinos.
Nimbus, Soleil y los demás estaban confundidos sobre por qué Jaime querría de repente aliarse con
Cosme, pero decidieron apoyar su decisión pasara lo que pasara.
Como Karim guardaba un profundo rencor a Los cinco Asesinos, era natural que apoyara la decisión
de Jaime con tal de poder luchar contra ellos.
Tifón había utilizado a los cultivadores errantes como conejillos de indias para probar los efectos de
los vórtices de aura, así que todos estaban también del lado de Jaime.
Así, las docenas de cultivadores restantes se dividieron en dos facciones.
Tifón y los demás tenían caras sombrías cuando se dieron cuenta de que se enfrentaban a docenas
de personas.
Ninguno de ellos esperaba que las cosas salieran así.
Enfrentados a un número tan abrumador de enemigos, cualquier confianza y arrogancia que
tuvieran en ellos se esfumó en un instante.
Desesperados por matar a los Cinco Asesinos, algunos de los cultivadores errantes gritaron:
—¡Mátenlos! ¡Mátenlos a todos!
Eso aterrorizó aún más a Los cinco Asesinos.
«¡Será demasiado difícil para nosotros dejar este lugar si nos atacan! ¡Estos b*stardos están tras
nuestras vidas!».
Cosme apretó los dientes y sus ojos se llenaron de intenciones asesinas. Con su nueva confianza,
dijo con expresión despiadada:
—Ojo por ojo y diente por diente. Es una regla que se practica desde la antigüedad. Pagarán sus
crímenes con sus vidas.
Al percibir la intención asesina de Cosme, Faetón se asustó tanto que ni siquiera se atrevió a decir
nada en respuesta.
—¡Todo esto es un malentendido, Señor Nasser! Lamento que Faetón matara a su hijo, ¡y le
prometo que responderemos ante la familia Nasser por ello! Ahora mismo estamos con el tesoro, y
aún no lo hemos encontrado. Ninguno de nosotros saldrá vivo si empezamos a matarnos unos a
otros —exclamó Tifón con ansiedad.
«¡Mientras Cosme no forme una alianza con Jaime, no tendremos nada de qué preocuparnos!
¿Quién sabe? Incluso podría vengarme de Jaime por haberme abofeteado antes».
—¡Mentira! ¿Y si mato a uno de ustedes y digo que es un malentendido? No descansaré hasta
hacerlos pagar, cabr*nes —replicó Cosme mientras liberaba su aura y se preparaba para atacar.
Jaime entrecerró los ojos y cargó su aura mientras los demás se preparaban para el combate.
Sabía que Los cinco Asesinos eran su mayor amenaza, así que matarlas era la única forma de
permanecer a salvo en el tesoro escondido.
La familia Nasser aún no era lo bastante poderosa como para matar a Jaime, y sería un reto para
Jaime acabar también con ellos.
Ambos bandos estaban bastante igualados en fuerza, pero Los cinco Asesinos estaban en una liga
diferente.
Si Jaime no se aliaba con la familia Nasser, los Cinco Asesinos podrían eliminar a los cultivadores y
acaparar el tesoro para ellos.
Los cinco Asesinos se habían convertido en el objetivo de todos. Todos a su alrededor buscaban la
sangre de Los cinco Asesinos.
Los cinco tenían el miedo escrito en sus caras cuando vieron las miradas de rabia en los ojos de los
cultivadores.
Justo cuando estaba a punto de comenzar una gran batalla, el oscuro altar se iluminó con una luz
blanca y brillante.
Todos se congelaron al ver al anciano emerger lentamente de la luz blanca.
Miró a todos en silencio durante unos segundos antes de decir:
—No está mal. El hecho de que hayan podido llegar tan lejos demuestra lo competentes que son.
Ahora sólo están a un paso del tesoro. Para felicitarlos por haber llegado tan lejos, les daré una
recompensa.
El anciano agitó suavemente la mano, haciendo que llovieran fragmentos de alma de hielo desde lo
alto del altar.
CAPÍTULO 2992 UNA TRAMPA

Todos se quedaron boquiabiertos al ver los fragmentos de alma de hielo.
Unos segundos después, salieron de su estado de aturdimiento y empezaron a llenarse los bolsillos
con los fragmentos de alma de hielo.
Como eran tantos, ni siquiera necesitaban luchar entre ellos por los fragmentos de alma de hielo.
Todo lo que tenían que hacer era agacharse y recogerlos del suelo.
Justo en ese momento, los cultivadores, que estaban a punto de saltar a la acción hace un rato,
estaban todos ocupados recogiendo los fragmentos de alma de hielo.
Jaime se agachó, tomó un fragmento de alma de hielo del tamaño de su pulgar y lo miró más de
cerca.
Intentó inyectar el fragmento de alma de hielo con su energía espiritual, sólo para sentir algo raro
en el aura que recibía a cambio.
«¿Eh? Esta aura es diferente de la que tengo cuando absorbo los fragmentos de alma de hielo del
exterior, pero no sé qué tiene de malo...».
Jaime intentó absorber uno de los fragmentos de alma de hielo, sólo para darse cuenta de que su
cuerpo no podía digerirlo después de absorberlo.
Por alguna razón, su Técnica de Enfoque parecía rechazar esta energía, por lo que no podía usarla
para sí mismo.
Jaime se sintió un poco aturdido, ya que nunca antes había experimentado algo así.
«¡La Técnica de Enfoque es capaz de refinar cualquier cosa! No sé qué está pasando, ¡pero
definitivamente hay algo mal con estos fragmentos de alma de hielo y ese anciano!».
—Estos fragmentos de alma de hielo son mi recompensa para todos ustedes, pero sólo podrán
absorberla aquí. No podrán llevarlos fuera —dijo el anciano al ver que todos se llenaban los bolsillos
de fragmentos de alma de hielo.
Todos se quedaron paralizados durante unos segundos antes de sentarse y absorber la energía del
fragmento de alma de hielo.
Jaime también se sentó con ellos. Sin embargo, a diferencia de ellos, no absorbió la energía del
fragmento de alma de hielo.
El anciano sonrió y se desvaneció lentamente después de ver a todos cultivando.
Los alrededores del altar volvieron a oscurecerse, y una niebla negra salió lentamente de él.
La niebla negra envolvía a todos los presentes, por lo que nadie podía verse, aunque estuvieran
sentados uno enfrente del otro. Como todos estaban ocupados cultivando, nadie prestó atención a
la niebla negra.
Un aura aterradora acompañaba a la niebla negra y hacía que el altar pareciera aún más
espeluznante.
Jaime se sintió demasiado inquieto mientras miraba a su alrededor.
Los cultivadores estaban absorbiendo la energía de los fragmentos de alma de hielo de forma tan
agresiva que se formaron vórtices sobre sus cabezas.
Aunque Jaime no podía verlos con sus ojos, aún era capaz de observar su entorno a través de su
sentido espiritual.
—¡Dejen de absorber esas cosas, chicos! ¡Dejen de cultivar! —gritó a Soleil, Nimbus, Karim y los
demás a través de la telepatía.
Temblaron un poco y abrieron los ojos cuando escucharon su voz, sólo para jadear de asombro
cuando vieron la niebla negra a su alrededor.
—¿Qué está pasando aquí, Señor Casas? —preguntó confundido Nimbus.
—Hay algo mal con estos fragmentos de alma de hielo. Esto podría ser una trampa. Tenemos que
dejar de absorber estas cosas —susurró Jaime.
—¿Una trampa? —Todos miraron a Jaime perplejos, pues no tenían ni idea de lo que estaba
hablando.
—Yo tampoco estoy seguro de lo que es, pero hay algo que no me cuadra. Date prisa y deja de
absorber los fragmentos de alma de hielo —respondió Jaime.
Aunque habían despertado de su estado de cultivo, seguían canalizando sus técnicas y absorbiendo
la energía de los fragmentos de alma de hielo.
Soleil y los demás dejaron rápidamente de absorber la energía de los fragmentos de alma de hielo,
sólo para darse cuenta de que no podían contenerla en absoluto.
Como si tuviera mente propia, la energía de los fragmentos de alma de hielo siguió entrando en sus
cuerpos, aunque hubieran dejado de canalizar sus técnicas.
CAPÍTULO 2993 ¿ESCAPAMOS DE ESTE LUGAR?

—¡Oh, no! ¡La energía de este fragmento de alma de hielo no dejará de entrar en mi cuerpo!
—¡Lo mismo digo! ¡Ni siquiera puedo dejar de canalizar mi técnica!
—¡Yo tampoco! ¿Qué está pasando aquí?
Los demás empezaron a asustarse cuando se dieron cuenta de que ya no podían controlar su cultivo.
«¡Si la energía de los fragmentos de alma de hielo sigue entrando en nuestros cuerpos,
acabaremos explotando!».
Ni siquiera Jaime esperaba que las cosas salieran así.
—Mantén la calma. Ya se me ocurrirá algo —dijo mientras intentaba absorber parte de la energía de
los fragmentos de alma de hielo.
Al no haber absorbido en absoluto la energía del fragmento de alma de hielo, no le afectó en lo más
mínimo.
Jaime cubrió a Nimbus y a los demás con su sentido espiritual y sintió el camino que tomaba la
energía del fragmento de alma de hielo cuando entraba en su cuerpo.
A continuación, hizo varios intentos de cortar esa conexión, pero sin éxito.
Tras permanecer en silencio unos segundos, Jaime tomó una decisión audaz.
«¡Quese joda! ¡Canalizaré toda esa energía en mi propio cuerpo! ¡Quizás pueda liberar a estos
tipos de esa energía!».
Jaime empezó a absorber la energía de los fragmentos de alma de hielo con Nimbus.
Al canalizar su Técnica de Enfoque, succionó con fuerza la energía del cuerpo de Nimbus.
Como si se hubiera quitado un enorme peso de encima, Nimbus respiró aliviado. Si Jaime no hubiera
hecho eso, seguramente habría explotado y muerto.
Jaime siguió absorbiendo en su cuerpo la energía de los fragmentos de alma de hielo de Soleil, Karim
y los demás.
Con la niebla negra oscureciéndolo todo a su alrededor, nadie podía ver que toda la energía fluía
hacia el cuerpo de Jaime.
El rostro de Jaime se tornó algo sombrío, ya que no podía refinar la energía por más que canalizara
su Técnica de Enfoque.
Estaba usando su cuerpo físico para contener a la fuerza toda esa energía.
—¿Cómo se siente, Señor Casas? —preguntó Nimbus.
—Estoy bien. Ustedes asegúrense de no absorber más energía de los fragmentos de alma de hielo.
Necesito tomarme un descanso —dijo Jaime mientras activaba su campo de elixir y comenzaba a
canalizar esa energía.
Por muy fuerte que fuera su cuerpo, acabaría resquebrajándose si esa energía seguía recorriéndole
así. Tenía que tratar de canalizar esa energía en otra parte.
Tras pensarlo un poco, decidió canalizar esa energía hacia su espacio de nascencia, que era tan
enorme como un universo.
«Esta energía no causará ningún problema si fluye por la inmensidad de mi espacio de nascencia.
Aun no comprendo esta energía lo suficiente como para saber si puedo dirigirla hacia mi espacio
de nascencia...».
Tras colocar todo su cuerpo en el espacio de nascencia, Jaime comenzó a dirigir la energía con su
sentido espiritual.
No tardó en dirigir con éxito la energía hacia el espacio de nascencia.
La energía se volvió cada vez más agresiva tras entrar en el espacio de nascencia y empezó a volar
de un lado a otro.
La energía también aumentaba de intensidad con el tiempo a medida que más energía seguía
entrando en el cuerpo de Jaime.
Esta vez, sin embargo, no tuvo miedo, ya que el espacio de nascencia era tan enorme que sería casi
imposible que la energía ocupara todo el espacio.
—¡Señor Casas! ¡Señor Casas! —le gritó Nimbus preocupado al ver que Jaime se quedaba callado
tanto tiempo.
—¡Estoy bien! —dijo Jaime al salir de su espacio de nascencia.
—¿Qué debemos hacer ahora, Señor Casas? ¿Escapamos de este lugar? —preguntó Karim.
«Como esto es una trampa, tenemos que salir de aquí cuanto antes, ¡o acabaremos todos
muertos!».
CAPÍTULO 2994 ¿POR QUÉ HICISTE ESTO?

—¿Escapar? Me temo que eso ya no es posible...
Justo cuando Jaime dijo eso, un grito resonó por toda la zona.
No podían ver lo que había sucedido debido a la niebla negra que oscurecía su vista, pero el sentido
espiritual de Jaime reveló que un cultivador había explotado tras absorber demasiada energía.
Tras la explosión del cultivador, una luz blanca se elevó en el aire y desapareció segundos después.
La mayoría de los cultivadores despertaron de su estado de cultivo tras la explosión.
Algunos de ellos se veían pálidos como una sábana, ya que sus cuerpos habían alcanzado sus límites,
pero no podían evitar que la energía entrara en ellos.
Cosme, Los cinco Asesinos y los demás también se habían dado cuenta.
Todos empezaron a entrar en pánico cuando intentaron evitar que sus cuerpos absorbieran esa
energía.
—¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué no puedo detenerlo? La energía de los fragmentos del alma de
hielo sigue forzando su entrada en mi cuerpo.
—¡Yo tampoco puedo pararlo! Ya estoy al límite.
—¡Voy a explotar! Voy a...
¡Boom!
Cuando otro cultivador estalló en el acto, otra luz blanca se elevó en el aire.
La niebla negra que envolvía el altar se disipó lentamente a medida que se producían más
explosiones.
Cuando la niebla negra desapareció por completo, los cultivadores supervivientes vieron al anciano
levitando en el aire y mirándolos fijamente.
El altar estaba cubierto de manchas de sangre que los cultivadores muertos habían dejado tras
explotar.
Fue un espectáculo tan espantoso que dejó atónitos a todos los presentes.
—¿Qué está pasando aquí, señor? ¿Por qué no podemos detener el proceso de cultivo? La energía
de los fragmentos de alma de hielo sigue entrando en nuestros cuerpos —exclamó Tifón ansioso.
—¡Eso es! ¿De verdad creen que recompenso a la gente sin motivo? ¡Qué ingenuos son al pensar
que pueden entrar aquí y llevarse mi tesoro! ¡Menuda broma! —replicó el anciano con un bufido
desdeñoso.
Todos se estremecieron al escuchar lo que dijo.
—¿Por qué haría esto, señor? —preguntó Tifón confundido.
—¿Por qué tengo que darte explicaciones? —replicó el anciano con sorna.
No había forma de que les revelara la verdad.
—¡Les diré por qué! —dijo Jaime.
Al escuchar eso, todos desviaron la mirada hacia él.
—¿Sabes por qué, Jaime? —Preguntó Soleil.
—¡Por supuesto! ¡No hay ningún tesoro aquí porque ya lo tengo todo en mi persona! Estos
fragmentos de alma de hielo no son más que un cebo. Quiere que absorbamos su energía para
introducirla en nosotros y hacernos explotar. Los que mueran se convertirán en una luz blanca que
será absorbida por algo. En cuanto a qué es ese algo... este anciano es el único que tiene la
respuesta a eso —explicó Jaime mientras fulminaba con la mirada al anciano.
—¿De qué estás hablando, Jaime? ¿Quieres decir que todo esto era mentira? —preguntó Soleil
confundido.
—Sí, ¿todo esto es mentira? Este anciano es el mayor de los cultivadores del Cuerpo Arcaico,
¿verdad? —preguntó Leal.
—No, no es el anciano de los cultivadores del Cuerpo Arcaico. El verdadero anciano es otra persona
que se parece a él, pero son un poco diferentes en cuanto a su personalidad, su aura y su forma de
hacer las cosas —dijo Jaime.
—¿Qué estás diciendo? ¡Hablas como si tú mismo hubieras conocido al anciano de los cultivadores
del Cuerpo Arcaico! —gritó Tifón.
—¡Adelante, intenta preguntarle a este anciano de aquí si me lo estoy inventando! —dijo Jaime
mirando severamente al anciano.
Todos desviaron la mirada hacia el anciano en respuesta, sólo para estremecerse cuando lo vieron
sonreír espeluznantemente sin negar las acusaciones de Jaime.
CAPÍTULO 2995
CAPÍTULO 2996
CAPÍTULO 2997
CAPÍTULO 2998
CAPÍTULO 2999
CAPÍTULO 3000
Nota: Si consiguen algún tipo de error por favor enviar un reporte al grupo
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Lea También Con Nosotros El Secreto De Un Multimillonario.
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EL DESPERTAR DEL DRAGÓN (JAIME CASAS)

CAPÍTULO 2947 FENÓMENO EXTRAÑO

CAPÍTULO 2948 ATERRADORA TRIBULACIÓN DEL RAYO

Los miembros de la Familia Kus estaban conmocionados.

CAPÍTULO 2949 OPORTUNIDAD

CAPÍTULO 2950 LA UNDÉCIMA TRIBULACIÓN DEL RAYO

CAPÍTULO 2951 NO PUEDO MORIR

—Señor Casas, ¿me escucha? ¡Señor Casas!

CAPÍTULO 2952 ESPACIO NASCENTE

—¿Es mejor tener un espacio de nascencia más grande? —preguntó Jaime.

CAPÍTULO 2953 DESTINO

CAPÍTULO 2954 GRATITUD

CAPÍTULO 2955 DIRÍGETE ALLÍ AHORA

En su viaje hacia el tesoro escondido, Jaime siguió profundizando en su comprensión de la nascencia

CAPÍTULO 2956 DOMESTICADO

CAPÍTULO 2957 TIENES RAZÓN

CAPÍTULO 2958 ESCAPADO

CAPÍTULO 2959 FAVOR

—Prepárense para la batalla.

—Señor Nasser, ¿podría hacerme un favor? Yo…

CAPÍTULO 2960 MANO SUPERIOR

CAPÍTULO 2961 CÁLLATE

CAPÍTULO 2962 OTRO LUGAR

CAPÍTULO 2963 CABAÑA DE PAJA

Por desgracia, por mucho que Jaime gritara, nadie le contestaba.

CAPÍTULO 2964 ELECCIÓN CORRECTA DEL DESTINO

CAPÍTULO 2965 IDÉNTICO

—¿Cómo te atreves a entrometerte en mi residencia y mirarme de forma tan desafiante? Parece

CAPÍTULO 2966 REINO ILUSORIO

—Señor, he cambiado de opinión. Ya no deseo marcharme. Me gustaría participar en una sesión de

CAPÍTULO 2967 ALUCINACIÓN

Por fin todo se aclaró para Jaime.

CAPÍTULO 2968 SIÉNTATE

Justo entonces, alguien llamó a Jaime:

CAPÍTULO 2969 SELECCIÓN

CAPÍTULO 2970 ¿NO TE LASTIMAMOS LO SUFICIENTE?

CAPÍTULO 2971 NO NECESARIAMENTE ES ALGO MALO

CAPÍTULO 2972 LUZ BLANCA

—¿Qué? ¿Cómo es posible?

CAPÍTULO 2973 PIÉRDETE

CAPÍTULO 2974 ELECCIÓN

CAPÍTULO 2975 ATRAPADO

A continuación, infundió su energía espiritual en el conjunto arcano, haciendo que la formación

CAPÍTULO 2976 MISTERIO

CAPÍTULO 2977 PIEDRA FLAMÍGERA

CAPÍTULO 2978 LAS POSIBILIDADES ESTABAN EN SU CONTRA

CAPÍTULO 2979 LAGARTO DE FUEGO

—Gracias, Jaime —dijo Boris, secándose el sudor frío de la frente.

CAPÍTULO 2980 TRABAJAR JUNTOS

CAPÍTULO 2981 DARTE UNA MANO

—La familia Nasser se ha apoderado de todo el...

CAPÍTULO 2982 MANO SUPERIOR

Con Tifón apoyándolo, Cosme se volvió arrogante.

CAPÍTULO 2983 FUERZA VERDADERA

Muchas estrellas titilaban, pero sólo una brillaba.

CAPÍTULO 2984 NASCENCIA DE FUEGO

CAPÍTULO 2985 OPORTUNIDAD

—¿Qué has estado haciendo bajo tierra?

CAPÍTULO 2986 SUPRIMIR

CAPÍTULO 2987 CUALQUIERA EN MI CAMINO MORIRÁ

No podía comprender ese giro de los acontecimientos.

—¡No seas tan arrogante, chico!

CAPÍTULO 2988 NO TE CREO