Vi que Gabriela me miraba y me sonreia, asi que
Je agarré una mano y empezamos a seguir las
hhuellas iluminadas de esos viejos locos que abora
cantaban juntos una antigua cancién.
Elabuelo mas loco
Después de esa noche pasaron otras yorras hasta
que mis vacaciones legaron a su final
En esos dias hicimos muchas cosas: pinté un
cuadro, segui viendo a Gabriela todo el tiempo y
ayudé al abuelo a constnuir su iltimo gran
inventor una especie de miquina tlena de tubos
dde goma que iba a servir para pintar cuadros
automtiticos.
Orgulloso, e! abueto no habia querido probarta
hasta que llegara papi, diciéndome que lo queria
soprender. Pero finalmente, cuando papa vino a
bouscarme, Felipe cambio de idea v decidi6
esperar un poco mis.
Esa tarde sala caminar para despedirme de
Gabriela y prometimos que nos ibamos a escribir
ruchisimas cartas y que yo votveria en las
vacaciones de verano,
Después me despedi del abuelo con un abrazo
muy grande y muchas ganas de llorar, pero me
aguamlé.
Cuando ef auto arraneé y empezamos a alejamos,
pap’ empez6 a preguntarme c6mo lo habia
pasado con el abuelo,
8
Supongo que no se habrin metido en ningin
no?
Tio,
—Para nada —contestéy casi se me escapa una
carcajada—. Todo estuvo muy tranquito,
Peto tuvimos que patar: algo itabia explotado en
casa del abuelo.
Papa frend y dio la vuelta, pero cuando bajamos
y entramos corriendo en la casa nos encontramos
con la imagen del abuclo que desde esa época
conservo como la mis clara y querida de todas.
La imagen del abuelo ms loco del mundo
manchado de todos los colores posibles,
explicando con una sonrisa que su miquina de
pintar cuadros necesitaba algunos ajustes.