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Tratamiento Basado en La Mentalizacion para Trastornos de La Personalidad
Tratamiento Basado en La Mentalizacion para Trastornos de La Personalidad
Peter Fonagy
TRATAMIENTO BASADO EN
LA MENTALIZACIÓN
PARA TRASTORNOS
DE LA PERSONALIDAD
Una guía práctica
BIBLIOTECA DE PSICOLOGÍA
Desclée De Brouwer
Título de la edición original:
MENTALIZATION-BASED TREATMENT FOR PERSONALITY DISORDERS
A Practical Guide
© 2016 Oxford University Press
Great Clarendon Street, United Kingdom
EditorialDesclee
@EdDesclee
índice (
(
(
Prefacio........................................................................................................
PARTE I
El marco de la mentalización
1. ¿Qué es mentalizar?..........................................................................
3. Comorbilidad......................................................................................
4. Evaluación de la mentalización.....................................................
PARTE II
La práctica de la mentalización
I
8 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
PARTE III
Grupos de mentalización
PARTE IV
Mentalización de los sistemas
comparamos con hace una década y, sin duda, será diferente de nuevo
dentro de otra década. No obstante, albergamos la esperanza de que
los componentes básicos aquí descritos se mantengan como pilares
fundamentales de la evolución futura. En nuestro intento de exponer
el modelo con mayor precisión, el libro ha aumentado su tamaño, pe
ro esperamos que esto no desanime a los lectores interesados.
ser puesta «a punto», algo que se lleva a cabo a través de una serie de
pasos que sustentan la trayectoria de cada sesión.
Es posible que lo que voy a decirte te haga sentir que estoy regañán
dote o criticándote, pero te aseguro que no se trata de eso [antici
pando la respuesta del paciente].
El problema es que, cuando te inclinas hacia delante en la silla
de ese modo, blandiendo tu dedo en el aire y elevando la voz, empie
zo a sentirme ansioso y amenazado [identificando las pruebas con-
ductuales y el foco externo de la mentalización, presentando su
propio afecto y el efecto que tiene sobre él].
Soy consciente de que esto solo tiene que ver conmigo [señalan
do el sentimiento], pero se me hace difícil concentrarme en lo que
estás diciendo [efecto adicional que interfiere en la relación].
Referencias
Introducción
• Automática:
- Procesamiento rápido y reflejo
- Mentalización reflexiva reducida, particularmente en el contexto de
la activación del apego
- Mayor sensibilidad a las señales no verbales para inferir las intencio
nes ajenas
- Uso cotidiano
- Asociada a un entorno de apego seguro
8 Controlada:
- Proceso lento y serial
- Verbal
- Requiere reflexión, atención y esfuerzo
- Utilizada cuando son evidentes errores y malentendidos en la menta
lización, cuando la interacción requiere atención, si hay ansiedad e
inseguridad o bien en contextos específicos.
¿QUÉ ES MENTALIZAR? 37
0 Foco en el otro:
- Mayor susceptibilidad al contagio emocional
- Asociada a la precisión en la lectura de las mentes ajenas sin ninguna
comprensión real del propio mundo interior
- Puede conducir a la explotación o el abuso del otro o a verse explotado
• Foco en uno mismo:
- Hipermentalización del propio estado
- Interés o capacidad limitada para percibir los estados ajenos
- Puede abocar al autoensalzamiento.
¿QUÉ ES MENTALIZAR? 39
° Interna:
- Capacidad para formular juicios sobre el estado mental basándose en
los estados internos
- Se aplica tanto a los otros como a uno mismo
- Puede asociarse a la hipermentalización acerca de posibles motiva
ciones y estados mentales de los demás y de uno mismo
® Externa:
- Mayor sensibilidad a la comunicación no verbal
- Tendencia a hacer juicios basándose en las percepciones y caracterís
ticas externas
- Puede abocar a asunciones rápidas no controladas por la vigilancia
interna.
¿QUÉ ES MENTALIZAR? 41
° Foco cognitivo:
- Asociado a una menor empatia emocional
- Considera la «lectura de la mente» como un mero juego intelectual y
racional
- Tendencia a hipermentalizar, vacía de un núcleo emocional
- Comprensión en términos de proposiciones Agente-Actitud
9 Foco afectivo:
- Hipersensibilidad a las señales emocionales
- Susceptibilidad incrementada al contagio emocional
- Tendencia a verse desbordado por el afecto cuando se piensa en los
estados mentales
- Comprensión en términos de proposiciones Self-Afecto.
¿QUÉ ES MENTALIZAR? 43
cualquier tipo de señal emocional (Lynch et al., 2006). Esto nos sugiere
que estos pacientes pueden tener una ventaja en el procesamiento emo
cional, relacionada tal vez con una combinación de sobreactivación de
la amígdala y el córtex orbitofrontal y de déficit en la regulación en el
córtex prefrontal (Domes, Schulze y Herpertz, 2009).
mentalizado por otra persona. Para que el entorno social sea inter
pretado correctamente, de manera que ofrezca oportunidades para
un nuevo aprendizaje, es fundamental la comprensión del estado
mental y de las acciones y reacciones de los demás. Solo la mejora de
la mentalización alcanzará este objetivo. Y, para que pueda preser
varse el beneficio de la experiencia social a través del mantenimiento
de la mejora de las relaciones, son claves la regulación emocional y el
buen control de la conducta y, una vez más, solo la mejora de la men
talización hará posible este resultado. Esta es la razón fundamental
por la cual la MBT se centra en esta capacidad y por qué su realiza
ción constituye el foco de esta guía práctica.
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74 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Introducción
Impulsividad
Disfunción social
Suele considerarse la disfunción social como el tercer factor de la
tríada básica del conjunto de síntomas del TLP. Por ejemplo, en com
paración con otros grupos clínicos, los pacientes con TLP experi
mentan mayores dificultades para resolver los problemas sociales y
presentan elevados niveles de perturbación en sus relaciones román
ticas. Es probable que las dificultades para la resolución de proble
mas sociales estén conectadas directamente con los procesos de
apego disfuncional (véase el cuadro 2.5). Un estudio efectuado sobre
una muestra de pacientes con TLP (Fonagy et al., 1996), que contro
laba las condiciones que suelen concurrir con el TLP, reportó una
UTILIZAR EL MODELO DE LA MENTALIZACIÓN 85
Asumimos:
O Que la negligencia temprana (especialmente emocional) y el entorno
social desorganizado socavan el pleno desarrollo de las capacidades de
mentalización
Que el trauma o la adversidad posterior también pueden perturbar, más
si cabe, la mentalización
o Que la hiperactivación del apego y las estrategias de apego desorganiza
do perturban las capacidades cognitivas superiores
o Que la mentalización es multidimensional. Diferentes subtipos de
pacientes con TLP se caracterizan por deterioros específicos en sus
capacidades de mentalización.
• Fracaso para adaptarse a las normas sociales con respecto a las con
ductas legales
0 Falsedad
® Impulsividad o fracaso para planificar de antemano
° Irritabilidad y agresividad
• Desprecio imprudente por la seguridad propia y ajena
• Irresponsabilidad constante
• Ausencia de remordimiento
Ninguno de estos factores contribuye a promover la simpatía por parte
de los demás. La actitud egoísta de las personas con TASP y su
impredecibilidad suscita el temor de la gente.
96 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
(
El perfil de mentalización, en las cuatro dimensiones, del TASP (
En cierto sentido, es evidente que el TASP implica dificultades de
mentalización y que la inhibición momentánea de la capacidad para
(
mentalizar es una ruta común hacia la violencia. Sin embargo, sería
(
demasiado simplista concluir que los individuos con TASP presentan
un déficit absoluto de mentalización. Por ejemplo, hay pruebas que (
sugieren que, a pesar de lo paradójico que nos parezca, una mayor (
capacidad de mentalización en determinadas áreas (como hemos j
mencionado antes) podría estar vinculada a la violencia en los tras
í
tornos mentales (véase el cuadro 2.12). Los pacientes violentos aque
jados de esquizofrenia, por ejemplo, tienden a funcionar mejor que (
sus contrapartes no violentas en las tareas complejas de la Teoría de f
la Mente. Al igual que ocurre con el TLP, necesitamos pensar en tér (
minos de perfiles de mentalización y los estados subjetivos que estos
(
generan, en lugar de concebir lá «mentalización» como una entidad
única. Los individuos con TASP pueden ser mejores en la mentaliza r
ción externa que en la interna, en la cognitiva que en la afectiva y en (
la impulsivo-intuitiva (automática) que en la reflexiva (controlada). <
Dado que la mentalización de la gente clínicamente normal fluc i
túa según el contexto y el estado de ánimo, se deduce de ello que la
(
patología de la personalidad no aparece debida simplemente a una
(
pérdida de mentalización. En primer lugar, es importante la facili
dad con que el individuo pierde la capacidad de mentalización y, en <
segundo, también importa la rapidez con que recupera la mentaliza
ción una vez esta se ha perdido. Nosotros hemos sugerido que lo que
i
caractériza al TLP es una combinación de pérdidas de mentaliza
(
ción frecuentes, rápidas y fácilmente provocadas en el marco de las
relaciones interpersonales, con dificultades asociadas para recupe (
• Equivalencia psíquica:
- A causa de un desequilibrio en las dimensiones de la mentalización
- La vergüenza y otras emociones se vuelven potencialmente devasta
doras
0 Modo simulado:
- La mente de la víctima separada de la mente del perpetrador
- La violencia es posible cuando no se ve restringida
- Falta de reflexión en la acción, dado que no hay representación de la
mente del otro y se produce la desidentificación afectiva con la expe
riencia de los demás
• Modo teleológico:
- La experiencia solo es válida cuando las consecuencias son evidentes
- El castigo debe ser físico (aceptación de que otros -por ejemplo, sistema
de justicia y prisión- actúen conforme a las mismas reglas).
UTILIZAR EL MODELO DE LA MENTALIZACIÓN 109
Otro Otro
Self experimentado Self experimentado
como incoherente como coherente
Es típico que las personas con TASP nunca hayan tenido la opor
tunidad de aprender acerca de los estados mentales en el contexto
de unas relaciones de apego adecuadas. Por el contrario, sus expe
riencias de apego pueden haber sido crueles o haberse visto pertur
badas constantemente. En otros casos, una figura de apego puede
haber destruido la incipiente capacidad de mentalización del niño,
creando la suficiente ansiedad acerca de sus pensamientos y senti
mientos hacia dicha figura como para que el niño desee evitar pen
sar en la experiencia subjetiva de los demás. En un análisis
longitudinal llevado a cabo con una importante muestra de alto
riesgo, el abandono materno durante la infancia predijo, 20 años
después, la magnitud de las características del TASP, y lo hizo con
independencia de la presencia de un abuso infantil posterior (Shi,
Bureau, Easterbrooks, Zhao y Lyons-Ruth, 2012). En un estudio de
seguimiento de esta muestra, durante la etapa intermedia de la
infancia, la conducta de apego desorganizado y la conducta inadap
tada en la escuela se sumaron a la predicción de las características
TASP en etapas posteriores de la vida. Estas conclusiones confir
man de qué modo el apego puede socavar la adaptación social, lo
cual incrementa, a su vez, el riesgo de violencia. Existen evidencias
razonables, a partir de varios estudios transversales, de que los indi
viduos con TASP, especialmente aquellos que presentan una historia
de violencia, albergan representaciones de patrones de apego adulto
inseguro-evitativo, es decir, se apartan de las relaciones de apego o
niegan su importancia (Frodi, Dernevik, Sepa, Philipson y Bragesjo,
2001; Levinson y Fonagy, 2004; van Ijzendoorn et al., 1997). Los pri
meros años de las personas que, posteriormente, desarrollan un
TASP se caracterizan por una serie amenazas al desarrollo del siste
ma de apego en forma de perdidas, separaciones, negligencia y abu
so físico y sexual (Luntz y Widom, 1994; Pert, Ferriter y Saúl, 2004).
Son niLichos los estudios que han reportado que la privación psico-
social, incluyendo el abuso durante la infancia, está asociada a la
presencia de factores TASP durante la edad adulta (por ejemplo,
Kumari et al., 2013; Liu et al., 2012). No obstante, también es posible
que intervengan factores genéticos. Los padres que proporcionan
cuidados de calidad inferior pueden también transmitir genes que
UTILIZAR EL MODELO DE LA MENTALIZACIÓN 115
MBT para pacientes con TLP. En un ECA de MBT para TLP, efectuado
en un entorno de hospitalización parcial (Bateman y Fonagy, 1999,
2001), un programa de 18 meses propició cambios significativos y
duraderos en los estados de ánimo y en el funcionamiento interperso
nal. Las mediciones de resultados incluían la frecuencia de intentos de
suicidio y actos autolesivos, cantidad y duración de los ingresos hospi
talarios, utilización de los servicios y mediciones basadas en autoin-
formes de depresión, ansiedad, síntomas generales de angustia,
función interpersonal y ajuste social. Los beneficios en relación con el
Tratamiento habitual (TH) fueron grandes, con un número necesitado
de tratamiento de aproximadamente dos; además, se observó un
aumento de los beneficios durante el periodo de seguimiento de 18
meses de duración. El análisis del gasto sanitario de los participantes
sugería que el tratamiento para el TLP en hospitales de día no era más
caro que la atención psiquiátrica general y mostraba, después del tra
tamiento, un ahorro considerable de costes. Un estudio de seguimien
to efectuado a pacientes con TLP, 5 años después de que se completase
todo el tratamiento y 8 años después de la entrada inicial en el trata
miento, comparaba a pacientes tratados con MBT y a otros que habían
recibido el TH, poniendo de manifiesto que quienes recibieron la MBT
seguían mejor que el grupo que había recibido el TH. Los niveles supe
riores de mejoría se evidenciaron en los niveles de suicidio (23% en el
grupo de la MBT versus el 74% en el grupo del TH), estado de diagnós
tico (13% versus 87%), utilización de servicios (2 años frente a 3,5 años)
y otras variables como el uso de medicamentos, el funcionamiento
global y el estatus profesional (Bateman y Fonagy, 2008).
También se han efectuado dos estudios ciegos simples bien con
trolados en pacientes MBT no hospitalizados, uno de ellos con adul
tos con TLP (Bateman y Fonagy, 2009) y el otro con adolescentes que
acudieron a los'servicios clínicos con autolcsiones, la inmensa mayo
ría de los cuales cumplían los criterios del TLP (Rossouw y Fonagy,
2012)
. En ambos ensayos, la MBT resultó ser superior al TFI en la
reducción de las autolesiones (incluyendo el suicidio) y de la depre
sión. Es importante subrayar que, en la prueba con adultos, el grupo
de control recibió un tratamiento altamente eficaz manualizado,
estructurado y gestionado clínicamente (Bateman y Fonagy, 2009) y
120 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
que la MBT fue superior a esta intervención, sobre todo a largo plazo
(Bateman y Fonagy, 2013). Un análisis de moderadores a posteriori
constató que el número de diagnósticos de trastorno de la persona
lidad, además del TLP, era el principal indicador de severidad que
predecía que la necesidad del enfoque MBT como gestión clínica
estructurada parecía tener escaso beneficio en la mayoría de medi
ciones de resultados efectuadas a estos pacientes (Bateman y Fonagy,
2013)
. Además, en la prueba llevada a cabo con una muestra de ado
lescentes, las mejoras generadas por la MBT parecían haber sido
mediadas, en los participantes, por los niveles incrementados de
mentalización, la reducción de la evitación del apego y la mejora en
los factores emergentes del TLP. Los participantes tratados con MBT
mostraron una tasa de recuperación del 44%, frente al 17% de quie
nes recibieron el TH (Rossouw y Fonagy, 2012). Cabe señalar que, en
la actualidad, la evidencia de que, en la MBT, el cambio terapéutico
esté mediado por la mentalización es limitada y que existen más
pruebas disponibles en relación con la mediación de la mentalización
en otras modalidades de tratamiento (Forster, Berthollier y Rawlin-
son, 2014; Goodman, 2013). El seguimiento continuo de ambos estu
dios nos indica que, como mínimo, las mejoras en los grupos de MBT
se han mantenido y, que en la mayoría de los casos, persistieron tras
la conclusión del tratamiento, mientras que las diferencias en rela
ción con el grupo de comparación siguen siendo significativas.
Tres estudios recientes proporcionan apoyo adicional a la eficacia
de la MBT para el TLP. Un ECA llevado a cabo en Dinamarca ha
investigado la eficacia de la MBT versus una terapia de grupo de
apoyo, menos intensiva y manualizada, para pacientes diagnostica
dos con TLP (Jqrgensen et al., 2013). Los pacientes fueron asignados
aleatoriamente al MBT (n = 58) o a la terapia de apoyo manualizada
(n = 27). Cada intervención fue administrada en combinación con
psicoeducación y medicación. Tanto la MBT combinado como la
terapia de apoyo menos intensiva propiciaron mejoras importantes
constatadas por una amplia gama de mediciones psicológicas e
interpersonales (como, por ejemplo, el funcionamiento general, la
depresión y el funcionamiento social), disminuyendo el número de
criterios diagnósticos del TLP; los tamaños del efecto fueron gran
UTILIZAR EL MODELO DE LA MENTALIZACIÓN 121
reducción de las altas imprevistas (la MBT tuvo una baja tasa de
abandono del 2%). La medición de los beneficios del cambio de pro
grama incluía mejoras en los síntomas de angustia y funcionamiento
global, interpersonal y ocupacional. Aunque el cambio se asoció a la
introducción de la MBT, las atribuciones causales específicas son
difíciles de establecer en este diseño.
Un estudio naturalista llevado a cabo por Bales et al. (2012), en los
Países Bajos, investigó la efectividad de un programa manualizado de
MBT de 18 meses de duración en 45 pacientes diagnosticados con TLP
severo, con una alta prevalencia de comorbilidad de los trastornos en
los ejes I y II del DSM-IV. Los resultados evidenciaron importantes
cambios positivos en los síntomas de angustia, el funcionamiento social
e interpersonal y el funcionamiento y la patología de la personalidad,
mientras que los tamaños del efecto fueron de moderados a grandes (d
= 0,7-1,7). El estudio también puso de relieve una disminución impor
tante, durante y después del tratamiento, del uso de tratamientos adi
cionales y de ingresos psiquiátricos. Sin embargo, la falta de un grupo
control en este estudio limitó la posibilidad de extraer conclusiones
acerca de la eficacia de la MBT. Otro estudio (Bales et al., 2015) aplicó
el pareamiento por puntaje de propensión para determinar las mejores
puntuaciones en 29 pacientes MBT integrados en un grupo mayor (n =
175) que recibía otros tratamientos psicoterapéuticos especializados.
Estos otros tratamientos especializados produjeron mejorías en dife
rentes dominios, que por lo general solamente fueron moderadas; en
cambio, los tamaños del efecto pre-post fueron consistentemente gran
des para la MBT, con una d de Cohén que indicaba un reducción de los
síntomas psiquiátricos que oscilaba entre el -1,06 y el -1,42 a los 18 y 36
meses, respectivamente, y una desviación estándar que iba del 0,81 al
2,08 en cuanto a la mejora en los ámbitos de funcionamiento de la per
sonalidad. Dado el diseño no aleatorio de este estudio y la variación en
las dosis de tratamiento recibido por los participantes, la diferencia
intercondicional en los efectos debe interpretarse con cautela. Asimis
mo, existe un ensayo aleatorizado multicéntrico, llevado a cabo por el
mismo grupo, que compara la atención ambulatoria intensiva y la hos
pitalización parcial basada en MBT para pacientes con TLP y que está
actualmente en curso (Laurenssen, Westra, et al., 2014).
UTILIZAR EL MODELO DE LA MENTALIZACIÓN 123
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UTILIZAR EL MODELO DE LA MENTALIZACIÓN 129
Depresión
° El TLP amplifica los síntomas depresivos como, por ejemplo, una mayor
inestabilidad afectiva
• Los modos de no mentalización del TLP aumentan la severidad de los
síntomas depresivos
• Se incrementan las autolesiones y los intentos de suicidio
• La depresión mejora más rápidamente que el TLP
• A menos que también se tenga en cuenta el TLP, las técnicas estándar
para el tratamiento de la depresión serán ineficaces.
136 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
* N del T: Nos estamos refiriendo a los Intemal working model de Bowlby, también
traducidos como «modelos operativos internos» o «modelos internos de trabajo».
COMORBILIDAD 139
Trauma
• Equivalencia psíquica:
- Realidad mental = realidad física (corporal)
- Estado hipercorporeizado: foco negativo en el cuerpo, mirarse en el
espejo, medir el peso/tamaño corporal
0 Modo simulado:
- Estado descorporeizado: incapacidad de reconocer la apariencia real
y las necesidades del cuerpo
• Modo teleológico:
- Autovalía basada en resultados físicos: pérdida de peso, vómitos y
exceso de ejercicio.
156 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
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.
(
(
(
Evaluación de la mentalización
Descripción de laFR
Plena o Excepcional
Las respuestas del entrevistado
muestran una sorprendente
sofisticación excepcional, bastante
compleja y elaborada, y manifiestan, de
un modo causal, un razonamiento
consistente utilizando los estados
mentales
FR de moderada
Marcada a alta
Las respuestas del entrevistado
contienen numerosas declaraciones
indicando una FR completa que
evidencia una conciencia de la
naturaleza de los estados mentales e
intentos explícitos de dilucidar los
estados mentales subyacentes a la
conducta
5 Definida u ordinaria
El entrevistado muestra diferentes
ejemplos de FR, incluso si estos son
impulsados por el entrevistador y no
emergen espontáneamente
3 Cuestionable o baja
Alguna evidencia de consideración de
los estados mentales a lo largo de la
entrevista, pese a su nivel bastante p^ ¿e negatíva
rudimentario a iimitada
1 Ausente pero no repudiado
La FR está completamente, o casi
completamente, ausente
-1 Negativo
El entrevistado se resiste
sistemáticamente, a lo largo de la
entrevista, a asumir una postura
reflexiva
EVALUACIÓN DE LA MENTALIZACIÓN 175
176
Self-Otro Cognitiva-Afectiva
____________________________________
Cuestionario de la Función Reflexiva Parental (Luyten et X X X X X (X) X
al., 2009)
Historias de Mentalización para Adolescentes (Vrouva y X X X X (X) X
Fonagy, 2009)
Entrevistas/sistemas de codificación de narrativas
Entrevista de Apego Adulto-Escala de la Función X X X X X (X) (X) X
Reflexiva (Fonagy, Target, Steele y Steele, 1998)
EVALUACIÓN DE LA M ENTALIZACIÓN
Entrevista de Desarrollo Parental-Escala de la Función X X X X X (X) (X) X
Reflexiva (Slade, Aber, Berger, Bresgi y Kaplan, 2002)
Modelo de Trabajo de la Entrevista para Niños-Escala X X X X X (X) (X) X
de la Función Reflexiva (Grienenberger, Kelly y Slade,
2005)
Entrevista Estructurada de Toronto para la Alexitimia X X X X (X) X
(Bagby, Taylor, Parker y Dickens, 2006)
Medición de los Estados Mentales y Rejilla de X X X X X (X) (X) X
Elaboración Verbal de los Afectos (Bouchard et al.,
2008)
Escala de Evaluación de la Metacognición (Carcionc X X X X X (X) X
et al., 2007)
Escala de Intencionalidad (Hill, Fonagy, Lancaster y X X X X (X) (X) X
Broyden, 2007)
Léxico de Estados Internos (Beeghly y Cicchetti, 1994) X X X X X (X) X
(Continúa)
Tabla 4.2. (Continuación)
178
TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Self-Otro |fogñifiva-Afectiva Interna-] ixterna Automática-Controlada
Self | Otro Cognitiva Afectiva I Interna Externa Automática Controlada
Tareas observacionales/experimentales
Test de Lectura de la Mente en los Ojos (Baron-Cohen, X X X X X
Wheelwright, Hill, Raste y Plumb, 2001)
Test de Lectura de la Mente en la Voz (Golan, Baron- X X X X X
Cohen, Hill y Rutherford, 2007)
Tarea de Lectura de la Mente en Películas (Golan, X X X X X X
Baron-Cohen v Golan, 2008)
Sistema Internacional de Imágenes Afectivas (Lang, X X X X X
Bradley y Cuthbert, 2008)
Colección NimStim de Expresiones Faciales X X X X X
(Tottenham et al., 2009)
Transformaciones Faciales (Bailey et al., 2008) X X X X X (X) X
EVALUACIÓN DE LA M ENTALIZA.
Mente (Beaumont y Sofronoff, 2008)
Mente-Mentalizadora Materna (Meins y Fernyhough, X X X X X (X) (X) X
2006)
Paradigma de Precisión Maternal (Sharp, Fonagy y X X X X (X) (X) X
Goodyer, 2006)
Tarea de Historias Extrañas (Happé, 1994) X X X X X
Mediciones proyectivas
Test de Imaginación Proyectiva (Blackshaw, (X) X X X X X (X) X
Kindcrman, Haré y Hatlon, 2001)
Muy alta
Alta
Media/ordinaria
Baja
Muy baja
Reconocer la no mentalización
de que, en la MBT, este tipo de pacientes sea menos tratable que otros,
sin embargo, la presentación clínica nos sugiere que el énfasis inicial
del tratamiento ha de recaer en la forja de una alianza terapéutica que
fomente la esperanza de que el cambio es posible. Hay que llevar a
cabo, al principio del tratamiento, un trabajo muy sensible para cimen
tar la confianza en la relación terapéutica y ayudar al paciente a defi
nir algunos objetivos restringidos, pero asequibles. Ciertas «ganancias»
rápidas pueden contribuir a consolidar la relación paciente-terapeuta.
Más que el desafío, es la validación empática la que debe constituir el
foco principal de la intervención durante algún tiempo (véanse capítu
los 8 y 9 para una discusión de este tipo de intervención).
Pseudomentalización
1. Intrusiva
2. Hiperactiva
3. Destructivamente inexacta
Pseudomentalización intrusiva
Pseudomentalización intrusiva
La pseudomentalización intrusiva aparece cuando no se respeta
la separación o la opacidad de las mentes. El individuo cree que
«sabe» cómo y qué siente o piensa la otra persona. Con frecuencia,
los elementos de lo que se afirma son precisos y adecuados, y son las
diferencias sutiles o los cambios de énfasis los que revelan la pseu
domentalización. Es bastante común que esto ocurra en el contexto
de relaciones de apego relativamente intensas, en las que el indivi
duo que está pseudomentalizando expresa lo que siente su interlo
cutor, pero lo extiende más allá de un contexto específico o lo
presenta de una manera incondicional. Por lo general, los estados
mentales se describen y elaboran con tal riqueza y complejidad que
es improbable que estén basados en evidencia alguna. Cuando se
cuestiona una declaración de este tipo (por ejemplo, «¿Cómo sabes
que él se siente incompetente y que rivaliza contigo?»), la narrativa
pasa a ser claramente no mentalizadora y a referirse a los rasgos de
la personalidad, o bien formula afirmaciones infundadas basadas
en la intuición («Sencillamente lo sé...»).
Pseudomentalización hiperactiva
La modalidad hiperactiva de la pseudomentalización se caracte
riza por invertir una excesiva energía en reflexionar acerca de qué
piensan o sienten los demás. La pseudomentalización hiperactiva
constituye una idealización de la comprensión en beneficio propio.
Existe escasa relación entre lo que se elabora como la realidad inter
na de la otra persona y sus auténticas preocupaciones.
Lo más probable es que la persona sobre la que se lleva a cabo
dicha mentalización ni siquiera sea consciente de ella, dado que uti
lizar la mentalización al servicio de la mejora de la comunicación
no forma parte de la motivación de la pseudomentalización. Pero,
incluso si la persona sobre la que se piensa es consciente de ello, es
probable que los pensamientos acerca de ella le resulten confusos y
oscuros. El individuo pseudomentalizador puede sorprenderse por
esto y expresar su frustración por la falta de interés que la otra per
sona muestra hacia la conclusión a la que ha llegado. Es poco pro
200 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Comprensión concreta
La comprensión concreta -asociada al modo de equivalencia
psíquica- es la categoría más común de no mentalización y suele
reflejar un fracaso general a la hora de apreciar los estados inter
nos (véase el cuadro 4.10). El corolario evolutivo de la comprensión
concreta es un modo de equivalencia psíquica de experimentar la
subjetividad. Este modo, que también es típico en los niños de 2 a 3
años de edad, se toma con excesiva seriedad las experiencias de los
estados mentales. No existe distinción alguna entre el estatus asig
nado a un pensamiento o creencia y el asignado a la realidad física.
El interior se equipara con el exterior. Por ejemplo, el miedo a los
fantasmas que experimenta un niño es tan real como el que podría
esperarse de la presencia de un fantasma verdadero. De igual mane
ra, en el caso de la comprensión concreta, los estados mentales se
ven privados de su estatus especial y son tratados como equivalentes
al mundo físico y accesibles de manera concreta.
El paciente que se halla en este modo deja de establecer conexio
nes entre pensamientos y sentimientos, por un lado, y entre sus pro
pias acciones y las de los demás, por el otro. Asimismo, muestra una
falta generalizada de atención a los pensamientos, sentimientos y
deseos de otras personas. En lugar de guiarse por los sentimientos
y los pensamientos, suele interpretar las conductas desde el punto
de vista de la influencia de las restricciones físicas o situacionales.
Los prejuicios y otros tipos de generalizaciones son comunes, como
lo son también las explicaciones tautológicas circulares de las con
ductas. Se confunde lo que son descripciones o categorizaciones
con las explicaciones (como, por ejemplo, «No hace nada durante
202 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Indicadores generales
Indicadores estilísticos
° Hablar en términos absolutos (por ejemplo, «Él siempre...»)
• Estilo culpabilizador o de búsqueda de responsabilidades
° Caracterizaciones exageradas y pensamiento de tipo «blanco o negro»
8 Atribuciones y explicaciones en términos de características personales
incambiables
° Descripciones con detalles innecesarios
® Rigidez y falta de flexibilidad, que se adhiere al primer relato plausible
y disponible de la conducta
« Ausencia de reflexión: solo resonar con algo dispara inmediatamente la
acción.
Este tipo de actuaciones, que rara vez son neutrales, provocan prin
cipalmente una ansiedad en el terapeuta que puede manifestarse
en forma de preocupación por el paciente o incluso por sí mismo,
teniendo en cuenta el perjuicio que los actos del paciente pueden
infligir a su reputación profesional. Algunas de estas acciones son
"diagnósticas" -p. ej. las autolesiones, los intentos de suicidio o los
actos agresivos y violento-. En otras ocasiones, las actuaciones im
plican conflictos virulentos que, si bien no alcanzan el nivel de la
agresión física, son inusuales por su ferocidad y su cualidad de des
control aparente. Las actuaciones que convierten al terapeuta en
sujeto de un ataque agresivo o de un afecto exagerado forman parte
de las dificultades que suelen afrontar los terapeutas. Más común,
aunque menos reconocida, resulta la situación en la que el terapeuta
no es el sujeto directo de una acción, pero se le exige algo, como es
cribir una carta de apoyo o efectuar llamadas telefónicas al paciente
fuera de las horas normales de trabajo. En su grado más tenue, tal
vez adopta la forma de sentirse presionado a responder a los correos
electrónicos del paciente; y, en el extremo más grave, puede implicar
visitar al paciente en el hospital o en casa.
Pero lo que todas estas situaciones tienen en común es:
El abuso de la mentalización
Indicadores generales
Abuso leve
(Continúa)
212 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Resumen
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220 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Introducción
Evaluación de la
Contrato que
mentalización v
Plan de crisis y contemple
del ' Dar el Supervisión de MBT
Formulación evaluación de posibles
funcionamiento diagnóstico resultados introductorio
riesgos barreras para
de la
el tratamiento
Fase inicia!
Evaluación de la mentalización
Ya hemos abordado, en el capítulo 4, la evaluación de la capaci
dad de mentalización de los pacientes.
Programa de tratamiento
Han existido históricamente dos variantes de la MBT. Los prime
ros estudios de la MBT fueron llevados a cabo en el contexto de un
programa de hospital de día (parcial) al que los pacientes asistían
inicialmente 5 días por semana y cuya duración máxima era de entre
18 y 24 meses. Para poder ingresar en el programa de hospital de día
(parcial), se requería que los pacientes mostrasen un número concre
to de características clínicas descriptivas, incluyendo un riesgo ele
vado tanto para los demás como para ellos mismos, repetidos
ingresos hospitalarios que interfieren con la adaptación a la vida
cotidiana, grave abuso diario de substancias, mentalización frag
mentada y alojamiento y apoyo social inadecuados. Era más proba
ble que los pacientes que mostraban alguna capacidad para la vida
cotidiana y que recibían un apoyo social estable y alojamiento ade
cuado fuesen tratados en el marco de un programa intensivo para
pacientes externos (ver los parágrafos siguientes), en especial si su
vulnerabilidad a la pérdida del proceso de mentalización estaba
limitada, sobre todo, a las relaciones emocionales cercanas.
Programas de Mentalización
Lo que es importante en todos los programas es la interrelación
de los diferentes aspectos del programa, la relación de trabajo entre
los distintos terapeutas, la continuidad de los temas entre distintos
grupos y la consistencia con la que el tratamiento es aplicado duran
te un determinado periodo. Tales aspectos no específicos constitu
yen, probablemente, la clave de la eficacia del tratamiento, mientras
que la especificidad de las actividades terapéuticas todavía está por
determinar.
No sorprenderá al lector que la integración dentro del programa
se alcance mediante el foco que ponemos en la mentalización. Todas
las secciones que conforman el programa MBT tienen el objetivo
general de aumentar la mentalización en un marco que aliente la
exploración de las mentes por medio de las mentes, incluso si el
camino para alcanzar ese objetivo es a través de técnicas de expre
sión como la escritura y la creatividad artística.
Los grupos pueden ser muy difíciles para todos nosotros, pero
reproducen el contexto en el que se desarrolla nuestra vida. Todos
nos relacionamos con otras personas y debemos funcionar teniendo
en cuenta a los demás y, a veces, suprimiendo nuestros sentimientos
e ideas porque no sabemos si pueden ofender o conducir a reaccio
nes indeseadas. Negociar al respecto forma parte de nuestra vida
cotidiana. También tenemos que aprender el modo de decir las
cosas sin dejar de ser fieles a nosotros mismos. El propósito de los
grupos consiste en trabajar todo ello y aprender que podemos discu
tir cosas, incluso cuestiones personales acerca de nosotros mismos
y de nuestros sentimientos hacia los demás, sin causar reacciones
perturbadoras en los otros, mientras sentimos que hemos expresa
do lo que queremos. Debemos ser capaces de decir qué es lo que sen
timos por alguien o cómo valorar su apoyo y amistad. Hacerlo
requiere de nosotros que entendamos, no solo nuestros motivos y
necesidades, sino también, las reacciones de los demás a lo que deci
mos. También debemos ser capaces de pensar en las respuestas aje
nas y de cambiar nuestra propia manera de pensar en relación a ello
238 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE I.A PERSONALIDAD
Formulación
Después de unas cuantas sesiones, y tras discutir el tratamiento
individual, el terapeuta individual lleva a cabo la formulación inicial,
la cual se entrega por escrito al paciente para su posterior considera
ción. En el cuadro 5.2 esbozamos los objetivos y aspectos más impor
tantes de la formulación.
Si las formulaciones han de ser abiertamente discutidas, desarro
lladas y vueltas a desarrollar, los miembros del equipo deben ser
capaces de trabajar juntos con honestidad y mutuo respeto y abste
nerse de rivalidades personales y de una excesiva competitividad en
el seno del grupo. Cada miembro del equipo debe, asimismo, desa
rrollar la habilidad de discutir la formulación con los pacientes sin
estimular en exceso sus estados emocionales. La lectura de un relato
sincero de lo que piensa otra persona acerca de cómo han podido lle
gar a ser lo que son suscita una considerable agitación en todos los
pacientes y, en consecuencia, no debería subestimarse la importan
cia que reviste para ellos.
* Objetivos:
- Organizar el pensamiento del terapeuta y el paciente: cada uno perci
be mentes diferentes
- Presentar el abordaje mentalizador de modo formal (explícito, con
creto, claro y ejemplificado)
- Presentar humildemente la naturaleza de la verdad
® Gestión del riesgo:
- Análisis de componentes de riesgo en términos intencionales
- Evitar la estimulación excesiva provocada por la formulación
• Creencias acerca de uno mismo:
- Relación de estas con los estados internos (variables) específicos
- Aspectos históricos ubicados en contexto
0 Principales preocupaciones actuales en términos relaciónales:
- Identificación de las pautas de apego
- Retos implicados
° Aspectos positivos
- Momentos en que funcionó la mentalización y tuvo el efecto de mejo
rar una situación
° Anticipación para el despliegue del tratamiento
- Impacto de la terapia individual y grupal.
240 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Ejemplo de formulación
La mujer A, de 22 años de edad, tiene dificultades para relacio
narse constructivamente con los demás y dudas persistentes acerca
de sí misma. Ha tratado de hacerse daño en varias ocasiones y fue
derivada tras ingerir una sobredosis de su medicación antidepresiva
que la llevó a ser ingresada en una unidad de cuidados intensivos.
Aunque no había podido trabajar durante el año anterior, antes
trabajó como secretaria a tiempo parcial. Era la mayor de cuatro
hermanos y se había enfrentado a una madre estricta, rígida y con
troladora. Se sentía más cerca de su padre, quien solía estar de
acuerdo con ella en que su madre era una «mujer difícil». Debido en
parte a su conducta incontrolable, fue expulsada de la escuela, donde
fue objeto de acoso escolar y padeció, desde los 8 a los 11 años, abu
sos sexuales por parte de un chico mayor que ella. Y, aunque informó
de ello a la escuela, no la creyeron y tampoco se lo dijo nunca a sus
padres.
Ahora se ve a sí misma como una persona dependiente de la
aprobación ajena, en ausencia de la cual no tarda en sentirse inse
gura. Esto es aplicable a muchas de las relaciones que mantuvo en
el pasado, las cuales se caracterizaban por la búsqueda de aproba
ción, hasta el punto de acabar haciendo lo que quería la otra perso
na, aunque ella no lo quisiese. Esto se extendió a sus relaciones
sexuales, en las que fue objeto de abuso por parte de dos hombres
cuyo deseo de infligirle dolor se veía correspondido por la obedien
cia pasiva de ella.
A pesar de estas áreas de dificultad en su desarrollo interperso
nal, pudo completar la escuela y aprobar varios exámenes de educa
ción superior. Sin embargo, una vez ingresó en la universidad y tras
el primer periodo lectivo, descubrió que no podía volver, para mayor
desprecio de su madre. Entonces consiguió un empleo como secre
taria, pero lo había dejado hacía aproximadamente un año por
razones que no son demasiado claras. De pronto, A despertó una
mañana sintiendo que ya no podía ir a trabajar.
LA ESTRUCTURA DE LA TERAPIA BASADA EN LA MENTALIZACIÓN 241
Revisión y reformulación
Todos los pacientes que participan en los programas MBT tienen,
cada tres meses, una revisión con todo el equipo de tratamiento. El
terapeuta grupal, el terapeuta individual, el psiquiatra y otros profesio
nales relevantes de la salud mental se reúnen con el paciente para dis
cutir el progreso, los problemas y otros aspectos del tratamiento. Los
especialistas se entrevistan con el paciente para asegurarse no solo de
que se tienen en cuenta las visiones de todos y se integran en un con
junto coherente de ideas, sino también para asegurar que la mentaliza
ción, tal como se manifiesta a través de la discusión de las diferentes
opiniones expresadas en la reunión, se ve modelada con una actividad
constructiva que fomente la comprensión. Estas revisiones regulares
conducen a una reformulación, que pasa entonces a aportar la base del
244 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Revisión de la medicación
Como parte de una buena práctica médica, se debe revisar regu
larmente la medicación de todos los pacientes, lo cual puede tener
lugar durante la reunión de «revisión y reformulación». Son muchos,
en la actualidad, los pacientes que son remitidos después de un pro
longado tratamiento con medicación y más del 50% están tomando
diversas combinaciones de antipsicóticos, antidepresivos, estabiliza
dores del ánimo, ansiolíticos e hipnóticos (Zanarini, 2004). La medi
cación debe ser revisada al principio del tratamiento por el equipo
psiquiátrico, aunque rara vez se cambia de inmediato la prescripción
a menos que resulte obviamente peligrosa o inadecuada. Se revisa
periódicamente la medicación y solo se modifica de mutuo acuerdo
cuando el equipo y el psiquiatra están seguros de que el paciente ha
mejorado. Como protocolo general, seguimos las directrices sobre el
uso de fármacos en el TLP esbozadas en la guía para el tratamiento
del TLP (NICE 2009) del National Institute for Health and Clinical
Excellence y también facilitamos al paciente información sobre las
recomendaciones contenidas en dicha guía.
LA ESTRUCTURA DE LA TERAPIA BASADA EN LA MENTALIZACIÓN 245
Plan de crisis
Aunque un estudio reciente ha puesto en duda esta opinión clíni
ca (Borschmann, Henderson, Hogg, Phillips y Moran, 2012), desa
rrollar junto a los pacientes un plan de crisis es, posiblemente, la
estrategia terapéutica general más eficaz para personas aquejadas de
TLP. Todos los pacientes con TLP experimentarán alguna crisis
durante el tratamiento y, por consiguiente, es necesario que terapeu
ta y paciente consideren qué hacer cuando esta se presente. Aquí dis
cutiremos solo los aspectos prácticos del desarrollo del plan. Desde
la perspectiva de la mentalización, no resulta adecuado «proporcio
nar» un plan al paciente, sino que es más conveniente estimular la
identificación de una guía que le facilite el acceso a la ayuda cuando
la necesite, con la esperanza de que esto prevenga los actos autodes-
tructivos más graves. El formato descrito aquí es utilizado tanto en
la MBT como en el tratamiento clínico estructurado para personas
con TLP (Bateman y Krawitz, 2013). Lo más importante es que la
gestión de las crisis se convierta en una responsabilidad compartida
entre terapeuta y paciente.
Contratos
Clarificación de algunas «reglas» básicas y aporte de orientaciones
Seguimos los «principios de compromiso» comunes que se apli
can a los pacientes que reciben tratamiento en cualquier servicio de
salud. Asumimos el compromiso de aplicar, de manera profesional y
con respeto interpersonal, el programa de tratamiento, de igual
modo que los pacientes tienen la obligación de abordar sus dificulta
des dentro de los límites delineados por el tratamiento. Tenemos
«principios» concretos que los pacientes deben seguir sobre la violen
cia el uso de drogas o el alcohol, y también ofrecemos directrices
acerca de posibles relaciones sexuales entre ellos, ya que interfieren
con el tratamiento de las dos personas implicadas. Estos principios
se discuten con más detalle en nuestra descripción del programa en
nuestro libro original sobre MBT y TLP (Bateman y Fonagy, 2004).
La cuestión que abordaremos ahora es de qué modo el terapeuta
debe exponer estas directrices al paciente.
Contratos individuales
Los principios se aplican a la totalidad del grupo, protegen la inte
gridad del programa global de tratamiento y definen los límites de la
implicación profesional. Los contratos, en cambio, tienden a ser indi
vidualizados y específicos y suelen abordar las áreas particulares
que, probablemente, sean problemáticas en el tratamiento. No somos
grandes proponentes de contratos draconianos que, posiblemente,
aboquen al abandono en el caso de no cumplir sus condiciones. La
fluctuación en la capacidad de mentalización de un paciente supone
que este puede mostrarse de acuerdo en un determinado momento
con un contrato y deje de tener, de hecho, la misma competencia en
un contexto distinto o que no tenga acceso, posteriormente, al estado
de conciencia en que se encontraba cuando se mostró de acuerdo con
el contrato. Es importante no olvidar que la mentalización eficaz
requiere que el paciente entienda su estado mental en un momento
dado y sea capaz de proyectarse a sí mismo en el tiempo para recono
cer su posible estado emocional en el futuro, reflexionar sobre su
estado mental en el pasado y considerar su posible estado emocional
en múltiples contextos. Acordar un contrato relevante para el futuro
exige todas esas capacidades. Los pacientes aquejados de un TLP gra
ve no retienen estas habilidades a lo largo del tiempo y, de ese modo,
solo tienen dos posibilidades cuando abordan el contrato: mostrarse
de acuerdo sin duda alguna con él, atribuyéndole poco sentido y otor
gándole solo una importancia superficial, o bien desafiarlo como si se
tratase de un modo más de examinarles que parece que les conducirá
a un fracaso humillante. El paciente dubitativo que teme mostrarse
de acuerdo con el contrato porque se da cuenta de que puede no ser
capaz de cumplir sus obligaciones puede tener una capacidad de
mentalización más alta que la persona que simplemente firma de
inmediato el contrato. Más que un signo de falta de motivación, dudar
al principio del tratamiento puede ser un factor que apunte a un pro
nóstico positivo. Es importante que el terapeuta aborde esta incerti
dumbre y se asegure de que, en el caso de que se rompa el contrato,
esa situación no induzca un sentido de fracaso en el paciente.
Existen varios peligros asociados al establecimiento de contratos y
es que, con demasiada frecuencia, se convierten en algo punitivo e
252 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Supervisión de resultados
La MBT incorpora en la actualidad una rutina de monitorización
de los resultados del tratamiento que ha llegado a convertirse en parte
integral del modelo. Las evidencias indican que, con independencia del
método de tratamiento, los terapeutas individuales tienen un impacto
substancial en los resultados obtenidos por el paciente, y esto puede ser
de particular importancia en la práctica clínica rutinaria. En cual
quier tratamiento psicoterapéutico, entre el 5 y el 10% de los pacientes
obtendrán unos resultados negativos, un hecho que puede ser atribui
do a las diferencias existentes entre terapeutas (Hansen, Lambert y
LA ESTRUCTURA DE LA TERAPIA BASADA EN LA MENTALIZACIÓN 253
Proceso
El equipo de mentalización
Esta sección bebe en gran medida del resumen del equipo de tra
bajo incluido en el manual de gestión clínica estructurada para el
TLP (Bateman y Krawitz, 2013) y en el del equipo de trabajo reco
mendado por el Tratamiento Integrador Basado en la Mentalización
para Adolescentes (en inglés AMBIT: ver http://www.annafreud.org/
servicesschools/services-for-professionals/ambit/).
Las características del equipo de mentalización se resumen en el
cuadro 5.4.
Mente unida
Cuando el equipo funciona como una sola mente, mientras sus
miembros mantienen su propia individualidad, aparece un objeti
vo común en el equipo y este responderá de manera coherente a
una amplia variedad de situaciones clínicas. Para ello, el equipo ha
de atenerse a algunos principios básicos. En primer lugar, el respe
to mutuo tiene que ser evidente y, más que darlo por sentado, debe
trabajarse en él. En segundo lugar, el equipo necesita definir y
redefinir constantemente sus objetivos con cada paciente; estos
objetivos tienen que ser coherentes con los objetivos globales del
proceso de tratamiento. En tercer lugar, tiene que enfatizar la
comunicación entre sus miembros. Todos los miembros tienen
idéntica responsabilidad a la hora de garantizar que la informa
ción, las ideas y los planes se compartan de manera apropiada. Por
último, deben acordarse el liderazgo y las estructuras de apoyo.
Todos los miembros han de comprometerse a trabajar en el marco
de estas estructuras, es decir, aunque las disidencias sean bienve
nidas, los elementos incontrolados destruirán al equipo, y tal vez
nunca se recupere.
El líder identificado del equipo no tiene por qué ser el líder per
manente de los debates del equipo. En lugar de una estricta estruc
tura jerárquica, los equipos que funcionan mejor evidencian procesos
flexibles, y el líder de una discusión puede ser alguien identificado al
principio de la reunión del equipo o bien elegido por turnos.
Respeto
El respeto significa que cada miembro del equipo aprecia ade
cuadamente los sentimientos, opiniones y experiencias de los otros
miembros. Todos los terapeutas son conscientes de que las personas
con TLP pueden evocar sentimientos contradictorios, y esto es algo
que, de manera inevitable, se torna patente entre los componentes
del equipo. Un miembro puede enfadarse con un determinado pa
ciente, y otro sentirse muy protector con él; los pacientes pueden
tratar de implicar a un miembro del equipo destacando -quizá exa
gerando- las deficiencias de otro terapeuta participante. Para alguien
LA ESTRUCTURA DE LA TERAPIA BASADA EN LA MENTALIZACIÓN 259
Planificación clínica
La planificación exitosa requiere un apoyo organizativo para las
reuniones de equipo y una declaración explícita a todos los miem
bros sobre la importancia de tener en cuenta las diferentes perspec
tivas clínicas. Los miembros del equipo se organizan en torno a la
problemática del paciente e inician un proceso de integración de sus
diferentes ideas y sugerencias clínicas. A menudo, esto puede hacer
se en presencia del paciente, quien, distanciado de la intensidad emo
cional de las interacciones del equipo, puede beneficiarse de la
observación de cómo otros discuten ideas alternativas acerca de la
ayuda, que confluyen gradualmente en un plan práctico y sensato
con el que todos se comprometen.
Una paciente informó a una miembro del equipo que llevaba con
sigo una navaja a las sesiones porque se sentía insegura en la calle
y también porque se sentía más tranquila en las sesiones de terapia
teniendo la navaja en su bolso. La terapeuta se sintió preocupada,
no solo porque llevar un arma es ilegal, sino también por su propia
seguridad durante el periodo de sesiones. También paso a ser una
preocupación para el resto del equipo exactamente por las mismas
razones, por lo que los miembros expresaron su preocupación de
que la terapeuta no fuese capaz de centrarse en el tratamiento de
la paciente al sentirse preocupada porque esta portaba una navaja.
El equipo no estaba seguro de qué hacer, por lo que organizó una
reunión de todo el equipo con la paciente para discutir el asunto.
Se vertieron diferentes opiniones, que iban desde expulsar a la
paciente, salvo que prometiese no llevar navajas a las sesiones, has
ta comentarios más protectores sobre su ansiedad. El proceso de
262 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Una vez que los miembros del equipo han expresado su deseo de
debatir un determinado problema clínico y se acuerda el orden de
debate, el equipo debe ayudar al terapeuta a identificar explícita
mente el problema y lo que quiere obtener de la discusión. Con
demasiada frecuencia, los terapeutas y los equipos se limitan a
relatar una historia. Pero, si bien eso reviste sus aspectos positivos,
en particular el de ayudar a los facultativos a ventilar sus senti
mientos y sentirse validados, es poco probable que dé lugar a una
planificación práctica y eficaz del tratamiento en curso. Esta es la
razón por la que se torna imperativo marcar la tarea y también es
la responsabilidad de la presentación por parte del terapeuta. En el
ejemplo anterior, la terapeuta identificó su preocupación acerca de
que una paciente portase una navaja y marcó la tarea de cómo
manejar esta situación de manera práctica y cómo había procesa
do su temor durante la sesión. Ejemplos adicionales de marcar la
tarea son los siguientes:
Enunciar el caso
Retorno a la tarea
La persona que dirige la reunión es la encargada de que el equipo
retorne a la tarea. Por lo general, esto se hace mejor resumiendo la
mayor parte del debate y vinculándolo al problema identificado al
principio. Se requiere un esfuerzo en este punto para definir accio
nes claras. Es útil recordar el criterio START en torno a cualquier
tarea planificada. Los cinco aspectos de START son Sitio (¿dónde?),
Tiempo (¿cuándo?), Autoridad (¿quién tiene la autoridad?), Respon
sabilidad (¿quién tiene la responsabilidad?) y Tarea (¿cuáles son las
acciones que hay que llevar a cabo?).
Fase final
Seguimiento
La responsabilidad de desarrollar un programa coherente de
seguimiento y de negociar tratamiento posterior es ofrecida por el
terapeuta y compartida con el paciente. Aunque, por lo general, en la
LA ESTRUCTURA DE LA TERAPIA BASADA EN LA MENTALIZACIÓN 267
Referencias
c,
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c 1
í
Posición del terapeuta
Introducción
La paciente decepcionada
Paciente: [Hablando de su reunión de seguimiento con su psicó
logo anterior] No creo que se preocupase en absoluto por
lo que yo le decía.
Terapeuta: ¿Qué te lleva a afirmar eso?
Paciente: Tenía que repetir lo que le decía y él no añadía nada,
sino que se limitaba a hacerme la misma pregunta a la
que yo acababa de responder [posible declaración no
mentalizada].
Terapeuta: Puedo ver cómo has llegado a eso [validación sin un
acuerdo de que el psicólogo estuviese o no molesto]. ¿Qué
efecto tuvo en ti? [Una pregunta que, en lugar de una
narrativa, trata de suscitar un estado mental.]
Paciente: Me molestaba que, durante todo ese tiempo, hubiese
estado viendo a alguien que siempre parecía deseoso de
escucharme, pero que en realidad estaba fingiendo.
Terapeuta: Es duro, ¿no?, cuando alguien parece cambiar tan rápi
damente, ¿pero qué ocurría con esa sensación de que él
no escuchaba?
Paciente: Él estaba viéndome y se suponía que me escuchaba con
independencia de lo que estuviese haciendo. Simplemen
te no decía demasiado [la paciente explica cómo ha llega
do a esa conclusión]. No me quería allí.
POSICIÓN DEL TERAPEUTA 281
El terapeuta “hacedor"
Los pacientes, desde muy pronto en la terapia, pueden sentirse
comprendidos por los terapeutas solo cuando les suministran prue
bas explícitas y concretas de que este es el caso. La presión para que
el terapeuta haga algo es alta porque la función psicológica ideoló
gica, a menudo aparente en las personas con TLP (véase capítulo 1),
significa que su comprensión del mundo depende de lo que ocurra en
282 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
el plano físico, es decir, son los resultados en el mundo «real» los que
definen su importancia. Los terapeutas demostrarán, a veces, su
comprensión a través de acciones adecuadas dentro de los límites
terapéuticos como, por ejemplo, cuando se requiere una carta de
apoyo relacionada con la vivienda, una llamada telefónica al pacien
te que le ayude a explorar los desencadenantes de una crisis interper
sonal y supervisar lo que está sucediendo en su mente, o incluso una
visita a su casa con un colega durante una urgencia entre periodos
de sesiones. Muchas de esas acciones pueden llegar a convertirse en
parte integral de la terapia.
Cualquier carta o informe escrito en beneficio del paciente debe
ser compartida con él antes de ser remitida, y reescrita si es necesa
rio, como parte de la atención conjunta a sus necesidades. El primer
borrador ¡levado a cabo por el terapeuta brinda su punto de vista,
mientras que la modificación mediante su discusión con el paciente
muestra un proceso de cambio y la influencia de una mente sobre
otra. Si no puede alcanzarse un acuerdo mutuo sobre algún aspecto
de la carta, el terapeuta debe decidir si desea renunciar a su propia
opinión o bien mantenerla. Cualquiera sea el curso de acción empren
dido, deben explicarse al paciente las razones de la decisión tomada.
Por supuesto, algunos informes serán favorables al paciente, mien
tras que otros, por ejemplo, los referentes a libertad vigilada, tribu
nales de justicia y equipos de protección infantil, pueden plantear
problemas complejos en la terapia.
Autenticidad
Y esto nos lleva a un aspecto controvertido de la MBT, esto es, que
los procesos mentales del terapeuta deben ser accesibles al paciente.
Los procesos mentales son opacos, y esta opacidad, combinada con
la vulnerabilidad característica de la persona con TLP a la pérdida
de mentalización en las relaciones, la sensibilidad a estímulos exter
nos tales como las expresiones faciales (Lynch et al., 2006) y sus
suposiciones acerca de los estados mentales internos, significa que el
terapeuta mentalizador debe conseguir que sus procesos mentales
sean transparentes para el paciente. Por eso, cuando intenta com
prender al paciente, debe deliberar abiertamente, al tiempo que
«marca» sus declaraciones con cuidado. Eso requiere franqueza,
honestidad, autenticidad y dominio personal de lo que el terapeuta
siente y piensa, algo que no deja de ser problemático, en parte debido
a los peligros de las violaciones de límites terapéuticos en el trata
miento de las personas con TLP. Nuestro énfasis en la necesidad de
autenticidad no es una licencia para sobrepasar los límites de la tera
pia o desarrollar una relación «real»; solo tratamos de subrayar que
el terapeuta debe estar mentalmente disponible para el paciente y
demostrar su capacidad para equilibrar la inseguridad y la duda con
una opinión y una perspectiva profesional. Esto es de particular
importancia en el caso de que los pacientes identifiquen correcta
mente los pensamientos y sentimientos experimentados por el tera
peuta. Entonces, este debe estar preparado para recibir preguntas y
afirmaciones que pueden ponerlo a la defensiva: «Está aburrido de
mí», «Está harto de mí», «No le gusto demasiado, ¿no?», y así sucesi
vamente. Tales desafíos pueden surgir de repente y sin previo aviso,
POSICIÓN DEL TERAPEUTA 285
® ¿Hay algo de lo que he dicho o hecho que pueda haberte hecho sentir de
ese modo?
• No estoy seguro de haber dicho eso. Déjame pensarlo
• Creo que me he equivocado. Lo que no puedo entender es cómo he podi
do llegar a decir eso. ¿Puedes ayudarme a volver a lo que sucedió antes
de equivocarme?
• ¿He pasado por alto algo obvio?
Movíwzientos contrarios
El intento de distanciarse de la estimulación emocional excesiva
forma parte de una técnica general para reequilibrar la mentaliza
ción adherida a un extremo de alguna de las cuatro dimensiones de
la mentalización (véase el capítulo 1, donde discutimos en detalle
estas cuatro dimensiones). En la práctica clínica, recomendamos
sopesar la posibilidad de reequilibrar o hacer avanzar a los pacientes
a lo largo de estas dimensiones cuando, en lugar de tener en cuenta
la experiencia de los demás, se fijan en uno de los extremos como,
por ejemplo, la excesiva racionalización cognitiva carente de afecto o
la focalización persistente en el propio self, (véase el cuadro 6.1).
Técnicamente hablando, lo que hace el terapeuta es intentar re
conducir al paciente hacia fuera cuando está centrado en sí mismo,
o hacia el interior si se encuentra excesivamente externalizado o fo
calizado en el otro. Esto también se plasma en la interacción pacien
te-terapeuta, haciendo que el terapeuta se acerque al paciente -es
decir, procurando que el diálogo sea más personal emocionalmente
hablando- cuando el paciente se distancia, y alejándose cuando el
paciente se fija emocionalmente en el terapeuta.
Lo que tratamos de hacer es llevar a cabo un «acto de equilibrio»
que mantenga la flexibilidad de la mentalización en torno a las cua
tro dimensiones, lo cual aumentará el alcance de la reflexión y el diá
logo. Desde el punto de vista de la interacción interpersonal,
POSICIÓN DEL TERAPEUTA 295
Paciente-terapeuta | Terapeuta-paciente
Foco externo Foco Interno
Reflexión sobre sí mismo Reflexión en el otro
Distancia emocional Cercanía emocional
Cognitivo Afectivo
Implícito Explícito
Certidumbre Duda
® Parar c investigar
° Permitir que la interacción lentamente se despliegue
® Poner de relieve quién siente qué
® Identificar de qué modo se entiende cada aspecto desde múltiples pers
pectivas
9 Desafiar los «rellenos» reactivos
° Identificar de qué modo son sentidos y entendidos los mensajes y qué
reacciones suscitan.
POSICIÓN DEL TERAPEUTA 303
La paciente suicida
Una paciente se dirigió al grupo diciendo que quería suicidarse y
había planeado tomar una sobredosis. El grupo, con la ayuda del
terapeuta, se esforzó mucho para tratar de entender qué había preci
pitado su estado mental negativo y destructivo en el que sentía que a
nadie le importaba si vivía o moría y también le parecía que no tenía
nada ni a nadie por lo que mereciese la pena vivir. Después de recha
zar numerosos intentos de ayuda por parte de los miembros del gru
po, se hizo evidente que la frustración del grupo iba en aumento.
Pero, antes de que el terapeuta pudiese controlarlo y subrayar la
frustración subyacente, tuvo lugar la siguiente interacción:
Paciente: Así pues, supongo que ahora será culpa mía si ella toma
una sobredosis.
Terapeuta: No [de pie]. Vamos a volver atrás para ver qué ha ocurri
do que te haya llevado a sentirte tan frustrado que no te
importa si ella lo hace o no [parar]. De hecho, no creo
que quieras eso, así que quizá podemos tratar de retor
nar hasta el punto en que empezaste a sentirte frustra
do [retroceso]. ¿Cuándo empezaste a sentirte de ese
modo? [explorar]
Referencias
i
V
del tratamiento exitoso, puesto que les permite atenerse a los princi
pios básicos sin desviarse demasiado de ellos. Los terapeutas experi
mentados, a menudo forzadamente, tienen que creer en su terapia,
sus métodos y sus técnicas y pueden correr el peligro de mostrarse
inflexibles. En cambio, los entusiastas que inician su viaje terapéuti
co con menos ideas preconcebidas y por puro placer pueden tener
mejores oportunidades de asumir una actitud mentalizadora o de
«no saber» (véase el capítulo 6). Pero no diremos más so pena de que
se nos acuse de generar quimeras, estereotipos y arquetipos, ¡todos
los cuales son ejemplos de fenómenos no mentalizadores!
El terapeuta inteligente
Terapeuta: lal vez sientas que no estoy haciendo nada para reparar
la gotera que se ha abierto en tu mente y que, si no hago
algo rápidamente, tus sentimientos quedarán fuera de
control y lo estropearán todo.
Paciente: Deberían venir a arreglarla. Me he enfadado con ellos
otra vez y, si no vienen pronto, buscaré yo misma una
«solución».
Terapeuta: Así pues, tus sentimientos realmente van a gotear perju
dicialmente en ese momento.
Paciente: ¿De qué me está hablando? Deje de hablar de mis senti
mientos. Usted también se sentiría frustrado si alguien no
acudiese a reparar las cosas, ¿no? Así que deje de suponer
que el problema son mis sentimientos. Solo son un proble
ma porque ellos no hacen lo que se supone que deben hacer.
este caso, sino más bien que no era el momento oportuno, y la pacien
te no podía mejorar su autorreflexión porque su mente estaba atrapa
da en una cuestión sumamente práctica. Su realidad mental actual
estaba fijada, en esos momentos, en el modo teleológico y, por lo tanto,
buscar vínculos analógicos carecía relativamente de sentido para ella.
Errores similares pueden ocurrir cuando el terapeuta le pide a un
paciente que considere las motivaciones de otras personas. Esta es
una intervención bastante tentadora que, de hecho, podría estimular
la mentalización acerca de las motivaciones ajenas. Pero, como hemos
visto en capítulos anteriores y repetimos ahora, se torna ineficaz
cuando los pacientes no están mentalizando, por ejemplo, cuando
mantienen sus pensamientos en el modo de equivalencia psíquica, y
solo sirve para provocar confusión en ese contexto (véase el ejemplo
clínico de la funcionaría de libertad condicional que hemos expuesto
en el capítulo 6, en la sección titulada «Movimientos contrarios»). Si
la equivalencia psíquica está firmemente arraigada, el paciente care
ce, en ese momento, de capacidad para considerar las motivaciones y
los estados mentales de otras personas. Plantear una pregunta como
«¿Qué llevó a tu novio a decir eso?» o «¿Por qué crees que lo hizo?» es
probable que obtenga una respuesta contundente del tipo «No lo sé,
¿por qué no se lo pregunta a él?», «Porque es un imbécil», o estimular
el modo simulado, en el cual nosotros y la paciente elaboramos una
fantasía sobre la motivación de su novio. Cuando se halla en un modo
no mentalizador, el paciente no puede distinguir fácilmente entre los
demás y él mismo y, en consecuencia, es incapaz de concebir que el
estado mental de la otra persona esté separado de su propio estado.
Así pues, la intervención más utilizada en la MBT, consistente en
explorar activamente la autocomprensión de los demás y contrastar
los estados mentales, debe ser aplicada con cierta cautela, es decir,
que se recomienda principalmente en los momentos en que el pacien
te muestra una cierta capacidad de mentalización. Cuando sostiene
sus creencias en el modo equivalencia psíquica, en lugar de intentar
desafiar de inmediato dichas creencias, lo más apropiado es que el
terapeuta empatice con el paciente. Los cuadros 7.1, 7.2 y 7.3 resumen
algunas de las principales respuestas clínicas a la equivalencia psí
quica, al modo simulado y al proceso teleológico.
PRINCIPIOS PARA EL TERAPEUTA MENTALIZADOR 313
Claras y breves
Mantener las cosas claras y breves es más fácil de decir que de
hacer, pero es algo imprescindible al servicio del principio fun
damental de asegurar que nuestras intervenciones estén en con
sonancia con la capacidad mentalizadora del paciente. Las
intervenciones más largas y complejas tienen menos probabilida
des de ajustarse a la capacidad de mentalización del paciente,
especialmente si, en ese momento, se encuentra emocionalmente
excitado. Cuanto mayor sea el uso de una jerga psicológica o «psi-
cocháchara», más posibilidades hay de que se vea estimulado el
modo simulado. Lo mejor es utilizar un lenguaje cotidiano y un
estilo de conversación ordinario. La capacidad de mentalizar de
los pacientes con TLP fluctúa según el nivel de estimulación del sis
tema de apego. De ese modo, un paciente puede, en un momento
dado, entender y reaccionar a una intervención compleja y, sin
embargo, verse incapaz, en otro momento, de comprender o inclu
so de escuchar algo sencillo. Cuanto más estimule el terapeuta el
estado emocional del paciente y aumente el arousal de su sistema
de apego, más frágil será la capacidad mentalizadora del paciente,
y por ese motivo el terapeuta debe tratar de ser muy cuidadoso en
sus intervenciones.
En el ejemplo que hemos visto antes, la paciente se sentía emo
cionalmente frustrada por la falta de respuesta de la comunidad de
vecinos y su inoperancia para llevar a cabo reparaciones en su apar-
318 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
que se genera una tensión entre que puedas hablar sin temor sobre
cualquier preocupación acerca de cómo los estás criando y sentir
que puedes hablar conmigo abiertamente».
La paciente retraída
Una paciente acudió a su sesión llevando una gorra de béisbol que
le tapaba el rostro. Se sentó mirando al suelo, incapaz de establecer
contacto visual con la terapeuta y mostrando un vendaje en sus bra
zos. De entrada, la terapeuta le preguntó si quería hablar de «lo que
le ocurría», pero su demanda no obtuvo respuesta alguna. Poco a
poco, la terapeuta se dio cuenta de que estaba tornándose cada vez
más reactiva al retraimiento de la paciente, evidenciado a través de
su lenguaje corporal y su silencio, formulándole cada vez más pre
guntas y también inclinándose hacia adelante en su silla para inten
tar obligarla a hablar. Sin embargo, todo lo que obtuvo fue un
gruñido. La terapeuta finalmente mostró cierta frustración: «¿Tiene
algún sentido que siga haciéndote preguntas?»
322 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
«¿Qué estás sintiendo ahora?» o «¿Qué crees que deberías hacer aho
ra?» Esta es una falsa dicotomía, por supuesto, pero el énfasis del
diálogo debe ser el afecto y no la conducta, incluso cuando se esté
explorando una conducta suicida y autodestructiva.
• Pérdida
- Incrementa la necesidad de apego dispara el sistema de
apego
» Fallo de mentalización •*
- Equivalencia psíquica intensificación de la experiencia inso
portable
- Modo simulado "♦ hipermentalización, falta de sentido, diso
ciación
- Soluciones teleológicas a la crisis del self agente intentos de
suicidio, autolesiones.
334 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Intervención
Se comienza por el principio de la trayectoria. Se usan interven
ciones empáticas y de apoyo y determinamos los eventos autolesivos,
incluyendo el contexto interpersonal (véase el cuadro 7.7). Es indis
pensable, en cualquier caso, que la respuesta inicial dependa del
estado mental actual del paciente.
Autolesiones/
intentos de
suicidio
<_____________ >
No hay acuerdo
para explorar
<_______ _______ /
Equivalencia psíquica
Restaurar la mentalización
Cuadro 7.8
El novio de una paciente con TLP le dijo a esta que él y sus amigos
iban a ver un partido de fútbol, lo cual hizo a pesar del acuerdo
previo con su novia de que irían a visitar juntos a unos amigos.
Este evento la condujo finalmente a infligirse cortes. Su experien
cia de soledad le produjo un estrés insoportable que, a su vez, la
llevó a la ruptura de la mentalización. El anuncio inicial efectuado
por el novio representaba una pérdida de apego, una pérdida anti
cipada de «unión» física y emocional. En principio, ella sintió que
la elección del novio de ir al partido de fútbol, en lugar de estar con
ella, significaba que ya no la amaba. Si bien esto es comprensible,
el problema no es el pensamiento, sino el hecho de que el pensa
miento empiece a asumir todas las características de la equivalen
cia psíquica. Su pensamiento se convirtió en un hecho
incuestionable, mientras que la ausencia del novio era la prueba
adicional de que no la quería. El desarrollo ulterior de esta idea la
condujo a un pensamiento más rígido y esquemático que la llevó a
«concluir» que su novio realmente se había citado con alguien.
Esto generó inevitablemente sentimientos más intolerables, si
cabe, que la paciente no pudo administrar. Su única opción, o más
340 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
(
era la única forma de que las cosas te pareciesen mejor
(
en ese momento.
(
El terapeuta se centra en el alivio afectivo producido por la acción
(
de cortarse y también alude al efecto estabilizador de la acción, lo
(
que retrotrae la mente de la paciente al momento en que perdió su
mentalización. Cortarse y otras acciones similares son intentos de (
restablecer la mentalización. Sin embargo, el terapeuta corre el peli (
gro, en este caso, de exagerar su propia comprensión y de ir más allá
<
de la capacidad mentalizadora de la paciente.
Referencias
Introducción
Motivación
Aseguramiento y apoyo
Componentes de la empatia
Son varios los componentes que conforman la empatia. Los ele
mentos básicos incluyen interés, reflexión, recapitulación del diálo
go, respeto y normalización de las declaraciones en el contexto de la
experiencia pasada y presente. Todos ellos son inherentes a la actitud
mentalizadora de no saber. Sin embargo, le que pedimos al terapeu
ta, en la MBT, es que preste atención a dos componentes principales
de la empatia, los cuales confluyen, en un contexto interpersonal, en
torno a los estados mentales afectivos.
El primero de ellos es su identificación con los sentimientos del
paciente. El terapeuta reconoce el sentimiento y lo gestiona en sí mis
mo sin verse arrastrado por él. En otras palabras, aunque pueda, por
ejemplo, entristecerse momentáneamente, sus procesos mentales no
se ven afectados substancialmente por ese sentimiento. Para que una
intervención empática sea efectiva en vistas a fortalecer la alianza
terapéutica, el paciente necesita experimentar que el terapeuta reco
noce su estado emocional y, sin embargo, no sentirse molesto por
ello. Demostrar esta identificación al paciente, evidenciando que
hemos captado la forma y la fuerza de sus sentimientos, de modo que
se «sienta sentido», es un aspecto no exento de dificultad. Para ello,
sugerimos que, primero, nos involucremos en el proceso de «mos
trarnos normales», que ya hemos mencionado (véase el capítulo 6,
sección acerca de la contrarrelación). En caso de duda, debemos
decirle al paciente lo que le diríamos a una buena amiga si nos estu
viese contando una historia similar mientras tomamos un café y qui
siéramos transmitirle la sensación de que somos «receptivos» a su
EL FOCO DE LA MENTALIZACIÓN: APOYO, EMPATÍ A Y VALIDACIÓN 357
Rellenos no mentalizadores
El elogio sensato de los puntos fuertes de la mentalización debe
equilibrarse con la identificación de los «rellenos» no mentalizado
res. Las explicaciones trilladas, las declaraciones aprendidas, las
suposiciones, los absolutos, las racionalizaciones, etcétera, todos
deben ser identificados y abordados en el momento en que aparecen.
La mayoría de los rellenos no mentalizadores no ayudan a desarro
llar relaciones constructivas y satisfactorias, ni incrementan la com
prensión de las situaciones o de nosotros mismos. Estos efectos
negativos deben ser subrayados.
El uso de rellenos no mentalizadores permite al paciente evitar
problemas e incluso asegura que ese tipo de comprensión y de cua-
siexplicaciones se tornen aceptables y no se vean sometidas a revi
sión. El terapeuta se asegura, en primer lugar, de que el paciente
reconozca lo rellenos, principalmente a través de la actitud de no
saber y, en segundo lugar, trata de hacer que el paciente cuestione su
estado mental actual.
Terapeuta: Así pues, crees que hay razones que alimentan su irrita
bilidad. ¿Pero cuál es el aspecto de vuestra relación que
le causa problemas y cómo te afecta eso? [Intenta conse
guir que la paciente se centre en su estado mental actual
en relación con su novio.]
Paciente: ¡Oh! Me da pena.
Terapeuta: ¿Y de qué manera influye en vuestra relación que sientas
lástima por él? [Trata de explorar el efecto del afecto para
promover alguna empatia.]
Clarificación
Paciente: Mi amiga lo vio cerca del cine con una chica. Por supues
to que me puse celosa. Así que le dije, «¿Qué haces acos
tándote con esa chica con la que estabas en el cine?»
Terapeuta: Ayúdame a averiguar cómo dedujiste que verle cerca del
cine equivalía a mantener relaciones sexuales.
Paciente: Su madre vive en la esquina.
Terapeuta: Puedo comprender que verlo con una chica te haga sentir
celosa, sobre todo porque ya no confiabas en él desde hacía
algún tiempo [normalización], pero ¿qué te hace estar tan
segura de que mantuvo relaciones sexuales con ella?
Paciente: Porque lo sé, y porque su madre le dejaba utilizar su
casa.
Terapeuta: Es muy difícil saber cómo afrontar los celos cuando uno
cree que están relacionados directamente con una infide
lidad, ¿no es cierto? [Trata de identificar el efecto de la
emoción inicial.] Veamos ahora cómo estableciste tan
rápidamente esa relación.
Paciente: ¿Por qué la gente dice que estoy enfadado todo el tiempo,
cuando no lo estoy?
Terapeuta: Bueno, pienso eso cuando estás de pie, levantas la voz y
gesticulas con los brazos [una descripción del foco
externo de la mentalización]. Me parecía que estabas
enojado conmigo [presentación de la experiencia del
terapeuta del estado del paciente]. Si no estás enfadado,
puedes explicar cómo te sientes [sugiriendo la identifi
cación del estado emocional] para que pueda entender
te mejor?
Paciente: No estoy enfadado.
Terapeuta: Lo acepto. Entonces, ¿puedes describirme lo que sientes
en esos momentos? Empieza diciéndome qué siente tu
cuerpo, si eso te sirve de ayuda. [Tratando de conseguir
que el paciente se centre de entrada en su estado interno;
luego, el terapeuta le pedirá que lo traduzca a un estado
mental.]
Paciente: Me siento en tensión y, por eso, me pongo de pie. En rea
lidad, me siento frustrado porque no creo que la gente
me escuche realmente.
Terapeuta: ¿Cómo puedes saber que no te estamos escuchando?
Paciente: [Un poco más vacilante.] No estoy seguro.
Terapeuta: Esto me parece realmente útil. Así que, cuando te veo tan
enfadado y agitado, lo que de verdad necesito considerar
es si te estás sintiendo insignificante, algo que podemos
pasar por alto muy fácilmente. ¿Hay algo que hagamos en
este momento que te lleve a sentir insignificante? [Decla
ración enfática enraizada en la relación interpersonal.]
El Foco afectivo
o El «elefante en la habitación»
• Definimos el estado afectivo actual compartido entre paciente y tera
peuta
° Hacemos eso, provisionalmente, desde nuestra propia perspectiva
• No lo atribuimos a la experiencia del paciente
° Vinculamos el estado afectivo actual al trabajo terapéutico en el marco
de la sesión misma
• Desplazamos el proceso implícito hacia la mentalización explícita
° Definimos explícitamente cualquier interacción que interfiera con el
proceso de la terapia.
EL FOCO DE LA MENTALIZACIÓN: CLARIFICACIÓN, ELABORACIÓN DEL AFECTO... 375
El paciente, evitativo
Un paciente evidenciaba en su vida estrategias de afecto evitativo.
Estas se ponían de manifiesto en las sesiones porque el paciente eludía
el contacto ocular con el terapeuta y se ponía a mirar por la ventana.
Esta conducta evitativa indicaba una ansiedad subyacente que, en oca
siones, llevaba al paciente a interrumpir la sesión. De hecho, el tera
peuta también sentía cierta ansiedad acerca de abordar algunos temas
con más detalle porque activaba de inmediato la conducta evitativa y
temía que eso pudiese hacer que el paciente abandonase la sesión.
Desafío ("Challenge”)
Indicadores
El indicador principal para poner en práctica la intervención del
desafío es la no mentalización persistente (véase el cuadro 9.5). Sin
embargo, un indicador más específico es la presencia del modo simu
lado. Este modo pernicioso es una de las principales causas de la inefi
cacia del tratamiento. Aunque sea difícil de reconocer al principio, el
terapeuta debe estar alerta al modo simulado cuando el paciente pare
ce estar haciéndolo bien en el tratamiento pero, a pesar de los esfuer
zos y la aparente comprensión de los problemas por parte de terapeuta
y paciente, no se produce ningún cambio en su vida exterior o las
sesiones parecen no conducir a ninguna parte.
378 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Características
El desafío tiene que estar imbuido de empatia, de lo contrario
puede ser utilizado de forma inapropiada en contra del paciente y no
a favor suyo. Es más eficaz cuando supone una completa sorpresa, es
inesperado, se utiliza con humor, confronta la no mentalización gra
ve con una perspectiva alternativa y cuando la maniobra «trastoca»
los procesos mentales del paciente deteniéndolos abruptamente. El
desafío es completamente inusual, excede el diálogo normal entre
terapeuta y paciente y presenta, a este respecto, ciertas característi
cas que resumimos en el cuadro 9.6.
EL FOCO DE LA MENTALIZACIÓN: CLARIFICACIÓN, ELABORACIÓN DEL AFECTO... 379
• Imbuido de empatia
• Carente de juicios
• Inesperado, inusual, sorprendente
• Al margen del diálogo terapéutico habitual
• Apunta hacia el afecto utilizando la validación empática con mayor fre
cuencia que la cognición.
El paciente quejoso
Estrategias
Las estrategias de desafío se resumen en el cuadro 9.7.
Travieso o «extravagante»
En ocasiones, efectuar comentarios traviesos o extravagantes pue
de «trasladar» rápidamente la no mentalización a un marco mentali-
zador. Las declaraciones traviesas son provocativas, pero absolutamente
inesperadas, y harán que el paciente se gire, preguntándose casi si ha
escuchado bien. Se parece a un doctor que entabla conversación con
un paciente que tiene fobia a las inyecciones y que le administra la
inyección mientras están hablando, de manera que, en el momento en
que el paciente se da cuenta de ello, ya ha recibido el pinchazo. La
observación podría producirse en forma de un diálogo paralelo en el
que, por ejemplo, el terapeuta habla de repente sobre un tema distinto
o cambia el enfoque. Podría adoptar, asimismo, la forma de una decla
ración peculiar con un significado ambiguo; un ejemplo célebre de este
tipo de comentario fue el efectuado por el futbolista Eric Cantona,
quien, al ser preguntado en una rueda de prensa acerca de una senten
cia reciente que le condenaba a trabajos comunitarios, respondió «Las
gaviotas siguen al barco porque saben que acabarán cayendo sardinas
al mar». De este modo, no solo dejó perpleja a la prensa allí reunida,
sino que provocó a un frenesí de reflexiones acerca de su posible signi
ficado. Esta es la reacción exacta que el desafío pretende estimular
durante una sesión. La atención tanto del paciente como del terapeuta
se orienta hacia otra área y se centra en ella al unísono.
Expresión emocional
Los pacientes esperan, y con razón, que sus terapeutas se mues
tren comedidos, e incluso no reactivos, en sus respuestas emociona
les. Un terapeuta que realiza movimientos contrarios en términos de
expresión emocional constituye toda una sorpresa para el paciente,
el cual puede reconsiderar su experiencia al tener que afrontar una
EL FOCO DE LA MENTALIZACIÓN: CLARIFICACIÓN, ELABORACIÓN DEL AFECTO... 389
Sincero y justo
En el ejemplo del paciente bien vestido y la cuestión del engaño, la
terapeuta evidenció de manera abierta y franca sus preocupaciones.
390 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
R£X.Í.-JV-V-
1 1 1'
Desaff ío en ki violación de los li mites
Cuadr o 9.8. E i1 ta
i
■■
O Aclarar los límites: deben reiterarse los límites acordados cuando
empezó el tratamiento
Una vez exploradas todas las vías, exponer el callejón sin salida: «Por
lo que puedo ver, estamos dando vueltas en círculos. Cuando digo
algo, vosotros simplemente lo desecháis como basura y, si bien estoy
dispuesto a aceptar que a veces lo sea, no puedo admitir que siempre
sea así»
o Declarar nuestro posicionamiento: «Si no podemos evitarlo, quizá me
vea obligado a reconocer que el tratamiento ha fracasado y debe ter
minar»
0 Monitorizar los sentimientos del terapeuta para asegurarse de que no
se produce ninguna acción impulsiva por su parte.
Referencias
Adler, A. (1956). The Individual Psychology of Alfred Adler. Nueva York, NY:
Basic Books.
Bateman, A., Bolton, R. y Fonagy, P. (2013). «Antisocial Personality Disor
der: A Mentalizing Framework», Focus: The Journal of Lifelong Lear-
ning in Psychiatry, 11, págs. 1-9.
Bateman, A. y Fonagy, P. (2008). «Comorbid Antisocial and Borderline
Personality Disorders: Mentalization-Based Treatment», Journal of Cli
nical Psychology, 64, págs. 181-194.
Beutler, L.E., Moleiro, C. y Talebi, H. (2002). «Resistance in Psychothera
py: What Conclusions Are Supported by Research», Journal of Clinical
Psychology, 58, págs. 207-217.
Gunderson, J.G. (2008). «Borderline Personality Disorder: A Clinical Gui-
de», Washington, DC: American Psychiatric Publishing.
-
El foco relacional de la
mentalización: indicadores
transferenciales y mentalización
de la relación
Introducción
Indicadores transferenciales
La paciente implicada
Una paciente hablaba profusamente sobre sus relaciones con
otras mujeres y se lamentaba del hecho de que, pasados unos cuan
tos meses, todas terminaban en duras disputas. Ella sentía que siem
pre se repetía un patrón en el que era cada vez más dependiente
hasta que se sentía atrapada y forzada a escapar, lo que usualmente
ocurría culpando a su pareja de los problemas.
Terapeuta: Estaba pensando que, tal vez, esto es algo a lo que te
nemos que prestar atención. Es posible que también te
impliques mucho con el tratamiento y que eso haga que te
sientas atrapada o que creas que no nos preocupamos por
ti. Y entonces querrás dejarlo. Tengo que recordarte que,
si eso ocurre, te buscaremos y nos pondremos en contac
to contigo para ayudarte a volver. Debemos vigilar eso y
tú podrías avisarme si empiezas a sentirte atrapada.
El paciente intolerante
Paciente: Me desagrada no saber lo que piensan los demás. Puedo
evitarlos o ignorarlos quedándome callado y guardando
para mí mis propios pensamientos. No comparto nada si
los otros no lo hacen. Es peligroso.
Terapeuta: Por tanto, si no hablas v te guardas las cosas para ti, tendré
que preguntarte si lo que pienso te hacer sentir ansioso.
Paciente: No comento nada si no sé lo que piensa la otra persona al
respecto.
Terapeuta: Háblame más acerca de eso. ¿Serás capaz de preguntar
me qué pienso o te quedarás callado?
Paciente: Podría hacerlo.
Terapeuta: Sería bueno si lo hicieses. Pero trataré de recordar que,
cuando te quedas callado, puedes estar preocupado por
lo que yo estoy pensando. En general, no obstante, te
comunicaré lo que pienso. ¿Qué ocurre para que sientas
que no sabes lo que piensa la otra persona? ¿Ha habido,
en el día de hoy, algún momento en que te hayas sentido
de ese modo?
EL FOCO RELACIONAL DE LA MENTALIZACIÓN 399
Mentalización integradora
Paciente: Yo quería que estuviese conmigo, así que cada vez que se
alejaba, lo seguía [descripción del aspecto teleológico de
la no mentalización en ese momento.]
terapeuta: Quizá «no lo dejabas», como dices, para asegurarte de
que no te quedabas sola y, tal vez, incluso el hecho de que
te amenazase fuese, para ti, una manera curiosa de tran
quilizarte en ese sentido [Aludiendo a un aspecto alter
nativo en la interacción.]
paciente: No creo que debamos ir por ahí amenazándonos mutua
mente. Al final, es horrible.
• Validar la experiencia
® Explorar la relación actual
° Aceptar y explorar la actuación (la contribución del terapeuta, las
propias distorsiones del terapeuta)
® Colaborar para llegar a una comprensión
° Presentar una perspectiva alternativa/adicional
° Monitorizar y explorar la reacción del paciente a la nueva comprensión.
• Modo simulado:
- Aburrimiento, tentación de decir algo trivial
- Parece que uno está con el piloto automático, tentación de dejarse
llevar
- Inadecuada modulación del afecto (sentirse desinteresado, rígido,
desconectado)
9 Modo teleológico:
- Ansiedad
- Desear hacer algo (elaborar listas, estrategias de afrontamiento)
° Modo de equivalencia psíquica:
- Perplejidad, confusión, ambigüedad, asentir con la cabeza en exceso
- No estar seguro de qué decir, limitarse a seguir la corriente
- Enfadarse con el paciente.
414 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Introducción
Formato de la MBT-I
• El grupo es psicoeducativo
• No se pedirá a ningún participante que profundice en sus pro
blemas personales
• El grupo puede ser utilizado, a veces, para discutir cuestiones
personales que estén relacionadas con el tema, aunque el tiem
po dedicado a ello será limitado.
422 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
° Automática/controlada
* Emociones/pensamientos
• Otro/uno mismo
0 Externo/interno.
Beneficios de la mentalización
Mentalización y malentendidos
El líder del grupo presenta el siguiente tema: mentalizar tiene
mucho que ver con los malentendidos. «Vamos a discutir por qué
mal interpretamos tan a menudo a los demás y a nosotros mismos.
¿Alguna sugerencia?»
Tener dificultades para encontrar las palabras con las que expresar
pensamientos y sentimientos. Todos tenemos esta experiencia a veces,
especialmente cuando nos sentimos ansiosos.
Ocultación deliberada o «manipulación mental». Si la otra per
sona oculta sus intenciones, juega con los sentimientos o no es sin
cera, se incrementa la dificultad de interpretar su estado mental.
Es la opacidad de la mente la que hace posible que la gente oculte
cosas de esta manera.
Esta discusión es seguida entonces por una nueva actividad
grupal.
Actividad grupal: El líder del grupo pide ejemplos en los que la per
sona haya malinterpretado a otros.
Líder de grupo: Señala que, a veces, será necesario que el líder deten
ga el grupo e invite a todos a participar en un proceso explícito de
mentalización. Esto ocurrirá cuando uno o más miembros del gru
po se alteren tanto emocional mente que corran el peligro de «reac
cionar» sin pensar.
Líder del grupo: Asegurarse de que los miembros del grupo aprecian
que ambos modos de funcionamiento son útiles y que ninguno es
mejor que el otro. Destacar asimismo que ambos pueden utilizarse
bien o mal.
Resumen
El líder del grupo empieza resumiendo brevemente el último
encuentro. Los principales puntos a reiterar son:
Líder del grupo\ Pregunta si los miembros del grupo han llevado a
cabo sus tareas y, en caso afirmativo, qué les han parecido.
Líder del grupo: Pregunta si algo de lo debatido hasta ahora no está
claro, y también si hay algo que los miembros del grupo hayan pensa
do desde la última vez y deseen dialogar conjuntamente.
436 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
*:
Actividad grupal Es el cumpleaños de Sarah. Ella está planeando
celebrarlo con Mike, su novio, y lo ha invitado a cenar en su casa.
Ha comprado vino para acompañar la cena y está deseando que
venga cuando salga del trabajo. Pero, cuando Mike llega, no trae un
regalo para ella y le dice, «Guau, menuda cena has hecho, y eso que
es martes». Durante la cena, Sarah permanece en silencio y se bebe
la mayor parte del vino.
¿Qué ha ocurrido? ¿Por qué crees que Sarah se comporta de la
manera en que lo hace?
439 f
GRUPO DE INTRODUCCIÓN A LA MBT (MBT-I)
{
mentalización, haciendo que el individuo «piense dos veces» lo que /
está diciendo y experimentando. ¿Podría haber otras posibilidades?
(
¿Es probable que alguien tenga siempre razón? ¿Estamos seguros de
que entendemos a los demás perfectamente?
(
El líder concluye que una mentalización pobre conduce a:
í
1. Problemas recurrentes en las relaciones con los demás
2. Inseguridad y un sentido inestable del self, pobre control emo
cional, impulsividad y potencial personal puesto en peligro. ( |
í
440 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Resumen
El líder del grupo resume el tema de la última sesión. En ella se
abordaron las dificultades de mentalización que suelen provocar
problemas en las interacciones con los demás. Algunos puntos cla
ve fueron:
GRUPO DE INTRODUCCIÓN A LA MBT (MBT-I) 441
Tarea para casa-. ¿Qué emociones han sido las más prominentes
durante la semana anterior? O bien, ¿ha habido una activación
emocional difusa, es decir, que se haya experimentado como un
malestar físico?
GRUPO DE INTRODUCCIÓN A LA MBT (MBT-I) 447
Resumen
El líder resume la introducción a las emociones tratadas en la
última reunión, poniendo de relieve que todo el mundo alberga una
amplia gama de emociones, divididas en emociones básicas y socia
les y consideradas como primarias y secundarias. Todos los mamífe
ros experimentan unas emociones básicas que son las siguientes:
• Interés y curiosidad
0 Miedo
0 Ira
• Deseo sexual
® Amor/cariño
• Ansiedad/tristeza por la separación
• Juego/alegría.
Actividad grupal-. El líder pide a los miembros que cierren los ojos,
se olviden del entorno y se centren en sí mismos. Entonces dirige su
atención hacia el interior, formulando algunas preguntas como:
® ¿Hay alguna zona de tu cuerpo que atraiga tu atención?
® ¿Qué sientes?
• Trata de sentir si hay algún rastro de activación emocional.
Quizá no, pero a menudo lo hay.
• ¿Qué tipo de sentimientos experimentas? (Si son demasiado
incómodos, déjalos estar, pero si no lo son, intenta permane
cer con ellos.)
Esto no dura mucho tiempo, y el líder debe tener claro que lo
más importante es que cada participante enfoque su atención en su
experiencia interior.
Regulación emocional
El líder del grupo trae ahora a colación el tema de la alteración de
la regulación emocional. El deterioro de la regulación emocional supo
ne que uno permanece bloqueado en un estado emocional doloroso,
incómodo y, a menudo, confuso, pudiendo recurrir a medios drásticos
(como drogarse o autolesionarse) para intentar escapar de él.
GRUPO DE INTRODUCCIÓN A LA MBT (MBT-I) 451
Resumen
El líder del grupo resume el contenido de la sesión anterior,
incluyendo el modo en que identificamos los sentimientos en noso
tros mismos y en los demás, la interpretación de nuestras señales
emocionales internas y las expresiones emocionales de otras perso
nas, la autorregulación de los sentimientos, el modo en que otras
personas pueden ayudarnos a regular nuestros sentimientos, los
sentimientos no mentalizados que nos resultan incómodos y cómo
gestionar tales estados emocionales.
El líder pregunta si alguien desea compartir alguna experiencia
de regulación emocional positiva ocurrida durante la semana
anterior.
Tema: El Apego
El líder introduce a continuación el tema principal del día, es
decir, el Apego, vinculándolo de inmediato a los sentimientos y la
regulación emocional, y definiéndolo como sigue:
GRUPO DE INTRODUCCIÓN A LA MBT (MBT-I) 453
Tarea para casa: Tomar nota acerca de cuáles son nuestras relacio
nes típicas de apego.
GRUPO DE INTRODUCCIÓN A LA MBT (MBT-I) 457
Resumen
El líder del grupo resume la última sesión:
El apego se refiere a un vínculo emocional positivo establecido
con otra persona. Nuestras estrategias típicas de apego en la edad
adulta están influenciadas por los patrones de apego establecidos
durante la infancia. Las estrategias típicas de apego son los patrones
de apego seguro e inseguro. Los patrones de apego inseguro pueden
ser definidos como ambivalente/sobreimplicado/aferrado y evitativo/
distante/resistente.
Cada participante ha sido invitado a explorar, a la luz de sus
diferentes estrategias de apego, su relación con una persona
importante.
La asignación de tareas para casa consistió en pensar más acerca
de cuáles son, para cada uno de nosotros, nuestras relaciones típicas
de apego. El líder pregunta si alguien desea compartir la tarea enco
mendada. Esto abre el debate.
El líder del grupo toma notas y dirige el debate sobre este tema.
Resumen
El líder del grupo resume brevemente el tema y el debate de la
última sesión:
Actividad grupal: Pedir a cada miembro del grupo que tome nota de:
1. Sus propios rasgos problemáticos de personalidad
2. Sus talentos y sus rasgos de personalidad buenos y positivos
Otra posibilidad es pedir a cada participante que escriba acerca
de «lo que le hace ser "él mismo"» (es decir, cuáles son sus caracte
rísticas individuales).
Tarea para casa: tomar nota de los rasgos de personalidad que resul
ten, durante la próxima semana, problemáticos para nosotros.
Resumen
El líder del grupo resume los temas de la sesión anterior:
Resumen
El líder del grupo resume la sesión previa:
Tema: Ansiedad
El líder del grupo presenta el tema de la jornada, explicando que
casi todas las personas que solicitan tratamiento a causa de un sen
tido inestable de sí mismo, desequilibrio emocional y relaciones pro
blemáticas con otros, también tendrán síntomas perturbadores en
un sentido más restringido, síntomas que son, con frecuencia, los
que motivan a la persona a buscar tratamiento. Los síntomas más
comunes son la ansiedad y la depresión. En esta sección y en la
siguiente, abordaremos ambos, dado que están relacionados con el
proceso de apego.
La ansiedad está íntimamente ligada al miedo, una de las emocio
nes básicas que fueron tratadas en el módulo 3. El miedo es indispen
sable para la supervivencia en un mundo plagado de peligros; nos
advierte del peligro y activa el «botón de alarma» en los animales y los
seres humanos, estimulando la preparación para la «lucha o huida».
El líder expone que el umbral a partir del cual el miedo provoca
una respuesta de lucha o huida, así como la intensidad de dicha res
puesta, varía entre diferentes individuos, siendo en buena medida
una cuestión de temperamento. Algunas personas son de por sí más
temerosas que otros. Cuando este es el caso, a menudo puede condu
cir a consecuencias problemáticas, porque la persona se vuelve exce
sivamente ansiosa y «huye» (física o mentalmente) en momentos en
que no habría necesidad.
Tarea para casa: Anotamos si, cuando nos hemos sentido ansiosos
por algo durante la última semana, hemos logrado acercarnos a otra
persona (familiar o amigo) y si eso nos ha servido o no de ayuda.
¿Qué pensamos acerca de las razones de nuestro éxito o fracaso?
Resumen
El líder del grupo resume brevemente el debate de la sesión
anterior:
* La estrecha asociación existente entre miedo y ansiedad
• El miedo constituye una respuesta apropiada en algunas situa
ciones pero, si es exagerado, da lugar a ataques de pánico
GRUPO DE INTRODUCCIÓN A LA MBT (MBT-I) 481
Tema: Depresión
Al igual que la ansiedad, la depresión también está asociada con
una emoción básica: ansiedad, de separación y tristeza. Se trata de
una reacción natural relacionada con una ruptura de lo que llama
mos el sistema de apego. Todos los niños que han establecido una
relación de apego responderán con la ansiedad de la separación
cuando se ven abandonados, y con tristeza si la persona que añoran
no vuelve cuando esperan. En nuestra opinión, la ansiedad de la
separación forma parte natural de una fase de protesta que está
conectada con el llanto y los gritos utilizados para atraer la atención
de los padres. La tristeza, por su parte, pertenece a una fase poste
rior en la que la protesta no ha obtenido el resultado deseado. Cuan
do esto se debe a la muerte de la persona que cuidaba al niño o
alguien cercano, es decir, a una pérdida, se conoce como reacción de
duelo. Aunque la reacción de duelo intensa es bastante similar a la
depresión, es cualitativamente diferente.
482 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Resumen
El líder resume la última sesión acerca de la depresión:
El líder del grupo pregunta entonces si hay alguien que desee com
partir sus notas sobre la tarea asignada para la semana anterior y con
duce el debate siguiente. Como esta es la última sesión, el líder decide
cuánto tiempo va a asignar a la tarea, lo cual dependerá en cierta
medida del nivel de actividad del grupo. También puede darse el caso
de que el líder haya dejado de lado algunos temas que no ha tenido
tiempo de abordar en sesiones anteriores y que ahora podrían ser tra
tados. El líder debe improvisar un poco más en esta última sesión.
Referencias
Terapeuta: Espera un momento, porque creo que Rose aún está tra
tando de resolver su problema. Kate, esa ha sido una res
puesta muy rápida. Darle una solución final podría
dificultar que ella lo resolviese. Vamos a intentar no llegar
a soluciones con tanta rapidez. Rose, ¿puedes averiguar
por qué no estás segura de que poner fin a esa relación sea
algo positivo?
■ • ’ •-\;;r
Cueidro 12.6.. Sugere ncias útiles para los ter<ipéutas (2)
■
• Prestar atención a cada uno de los miembros del grupo (no solo al que
habla)
• Calibrar la comprensión/mentalización de cada miembro en todo
momento
• El papel a desempeñar es una mezcla entre «jefe de sección» y «anfi
trión de cena».
Formato de la MBT-G
Número de pacientes
En cierta medida, el número de pacientes en el grupo viene deter
minado por el propósito de este. La MBT-G es más cómoda para
terapeutas y pacientes cuando hay entre seis y nueve pacientes. Esto
permite interacciones interpersonales complejas sin que los partici
500 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Estructura de la MBT-G
«Ronda» de problemas
Seguidamente, el terapeuta inicia una «ronda» preguntando a
cada paciente si hay algo con lo que le gustaría contribuir al grupo
durante la sesión actual.
Foco
Por lo general, resulta obvio quién debe empezar como, por ejem
plo, una paciente que se encuentre ostensiblemente angustiada. A
menudo la elección la llevan a cabo los otros pacientes, quienes reco
nocen que alguien tiene un asunto urgente y rápidamente se dirigen
a él como la persona que debe empezar; otras veces, en cambio, es
un paciente el que empieza de inmediato sin supeditarse a los demás.
Si nadie toma la iniciativa, el terapeuta tiene autoridad para decidir
quién empieza, pidiendo a uno de los pacientes que comience a
explorar el problema identificado durante la «ronda». A partir de
este punto, el terapeuta debe «regular» la discusión grupal para
garantizar que se abordan en buena medida todos los problemas
identificados durante la «ronda». Esto será posible siempre y cuando
utilice el enfoque de la síntesis para abordar de manera conjunta
determinados problemas. Por supuesto, parte de la responsabilidad
para asegurarse de que se emplee el tiempo de manera apropiada
también recae en el grupo y en cada paciente individual. Si el tera
peuta es consciente de que un determinado paciente suele mostrarse
reticente a tomar la iniciativa, y es probable que se siente de brazos
cruzados sin exigir que se trate su problema, esta es una cuestión
que debe resolverse. Por ejemplo, el paciente puede estar sumido en
un proceso de apego evitativo y, por tanto, tenderá a inhibirse inclu
so habiendo presentado su problema. Cuando alguien identifica un
problema durante la «ronda», es imprescindible trabajaren este sen
tido, a través de la identificación del modelo relacional, y hacer explí
cito el problema.
Una vez que se lleva a cabo parte de este trabajo, el terapeuta pue
de orientar la discusión grupal hacia los procesos actuales en el gru
po que sirven para ilustrar el mismo problema. Siguiendo con el
ejemplo anterior, Rachel tiene fuertes sentimientos acerca de Robert,
de manera que esto puede verse integrado en la discusión, lo cual
consigue que el debate sea inmediato y ayuda a aprender de qué
modo las emociones pueden ser expresadas de manera constructiva
en una relación.
512 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
■ - • ■ (-
Cuadro 12.10. Facilitación de la confianza epistémica en el grupo
■
Cuadro 12.12. Cultura indagadora: exploración de las historias (2)
• Alentar a los pacientes a articular explícitamente lo que, de otro
modo, sería asumido privadamente acerca de los estados mentales de
otros
• Apoyar a los pacientes para que hagan explícito su trabajo a través de su
historia (detalle) para que el resto del grupo (pacientes y terapeutas)
pueda identificar en qué momento ocurren la mentalización y la no
mentalización.
[Helen siguió hablando con más detalle del amor hacia su gato.]
Clarificación
Mentalizar el problema
Una vez que se ha establecido la secuencia de eventos -la histo
ria-, el terapeuta puede «rebobinar» la mente de los miembros del
grupo, pidiéndoles que se centren en lo que se ha dicho. Los par
ticipantes, dirigidos por el terapeuta, tienen que efectuar «micro-
cortes», aclarando las experiencias mentales del paciente, mientras
se precipitaban los acontecimientos, y aportando al problema sus
TERAPIA DE GRUPO BASADA EN LA MENTALIZACIÓN (MBT-G) 521
Precauciones
Existen diferentes escollos que, a la hora de mentalizar el proble
ma, debe salvar el terapeuta grupal (véase el cuadro 12.15). El prime
ro de ellos es llevar a cabo terapia individual en el seno del grupo. La
MBT-G nos advierte contra la terapia individual en el grupo. Es muy
522 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
A ii
| vuauru jiIZ.l.5», VziH rincacioii del problema: precau tetones
, -11 _ ____1,1,..,,,.. ,
• Intercambio abierto entre todos los pacientes sobre los aspectos relació
nales de su formulación inicial
° Focalizar, durante las sesiones individuales, sobre los procesos de ape
go evidenciados en el grupo
a Identificación y definición del patrón relaciona! en las «historias» ofre
cidas por los pacientes
e Trabajar para delinear las ventajas y desventajas de cada patrón.
524 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Nigel: Oh, ya veo. Así que piensa que no hay tiempo, ¿verdad?
Bien, me aseguraré de que hay tiempo. No dejaré el grupo
. hasta que lo hayamos discutido. Sentaos y escuchadme
TERAPIA DE GRUPO BASADA EN LA MENTALIZACIÓN (MBT-G) 525
Terapeuta: Quizá el problema sea ahora que nos hemos visto obliga
dos a hablar contigo, así que no es exactamente lo mismo
que si lo hubiéramos hecho libremente.
Nigel: Eso no me importa.
Terapeuta: ¿Estás seguro? Porque antes hemos hablado acerca de
que sientes que lo que deseas es que la gente «realmente»
quiera ayudarte y que la única ayuda que obtienes es
cuando les obligas a dártela.
526 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Este trabajo interpersonal tiene que ver con las relaciones fami
liares del individuo, los patrones de amistad, el trabajo, las interac
ciones y las relaciones con la comunidad, y de qué modo todas ellas
afectan, tanto de manera constructiva como destructiva, a la vida del
paciente. Dicho trabajo explora el modo en que el paciente manifies
ta estos patrones, y los patrones subyacentes de apego, en el propio
grupo. Así pues, el trabajo concerniente a la mentalización de los
procesos interpersonales, tal como son evidenciados en el grupo, tie
ne en cuenta los aspectos manifiestos de las relaciones del paciente y
528 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Triangulación
Aparcamiento
En los pacientes con TLP y otros trastornos de la personalidad,
son frecuentes los problemas de control atencional. A los pacientes a
menudo les resulta difícil reprimir un deseo dominante para estar
pendiente de un proceso subdominante. Eso significa que, si ellos
mismos tienen un fuerte deseo de hablar sobre algo que les afecte,
pueden no ser capaces de centrarse fácilmente en un tema no intere
sante para ellos pero de gran relevancia e importancia para otra per
sona. Tratarán entonces de que, tarde o temprano, triunfe su deseo
dominante de hablar acerca del tema que es importante para ellos,
normalmente después de varias señales de tensión creciente e inclu
so de desesperación. Sin embargo la interacción constructiva con los
demás requiere de un buen control atencional. Si se plantea la nece
sidad de comentar otra cosa o si queremos centrarnos en otra perso
na, todos nosotros tenemos que suprimir el deseo apremiante de
hablar acerca de algo. Si las personas con TLP aspiran a mejorar sus
relaciones personales, es importante que aumenten su capacidad de
control atencional porque este es el «ingrediente básico» del inter
cambio conversacional. Deben, pues, aprender a inhibir su impulso
de exigir atención o, alternativamente, aprender a desviar de manera
gradual, pero con sensibilidad, la atención hacia sí mismos en una
forma socialmente constructiva. El objetivo del terapeuta, facilitado
por la utilización de una alianza terapéutica positiva (cuadro 12.19),
al «aparcar» a un paciente, es ayudarle a generar esta capacidad.
TERAPIA DE GRUPO BASADA EN LA MENTALIZACIÓN (MBT-G) 535
Tomar partido
A veces, el terapeuta puede tener que ponerse activamente del
lado de un paciente durante una interacción en el grupo. Esto se
conoce como «tomar partido» y consiste en algo más que simple
mente mostrar su apoyo al paciente, puesto que exige que el terapeu
ta actúe como si fuese la mente de un paciente vulnerable durante
una interacción en el seno del grupo. El indicador fundamental para
que el terapeuta empiece a tomar partido es que el paciente se torna
cada vez más vulnerable en el contexto de un debate, bien entre él y
otro paciente o entre el paciente y el resto del grupo. Un paciente
puede, sin darse cuenta, mostrarse inadvertidamente cruel hacia
otro, efectuar un comentario desdeñoso cuando otro participante
está tratando de exponer un problema, o atacar verbalmente de
manera activa a otro integrante del grupo. El terapeuta valora rápi
damente el estado mental del paciente más vulnerable y asume una
Referencias
Introducción
Foco de la MBT-TASP
Código de conducta
El desarrollo de un código de conducta es una función central en
los grupos TASP (véase el cuadro 13.8). Para funcionar juntos de
manera eficaz, los miembros deben acordar normas y límites apro
piados. Es importante que los terapeutas no impongan al grupo su
propio código de conducta, pero primeramente debe tener lugar una
discusión en torno a los valores morales de los participantes y su sen
tido de la responsabilidad y la justicia. Por lo general, las personas
EL TRASTORNO ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD 551
con TASP tienen reglas distintas que aplican de manera rígida. Tene
mos que averiguar cuáles son estas, ya que a menudo incluyen muchos
de los principios comunes que sustentan la conducta del grupo.
Requerimientos clínicos
Los terapeutas grupales deben establecer ciertos principios o
reglas grupales a fin de que el grupo se sienta seguro (véase el cuadro
13.9), pero también deben permitir la expresión de las actitudes anti
autoritarias sin que estas terminen siendo destructivas para el gru
po. Los individuos con TASP reaccionarán de manera predecible
contra toda regla que ellos sientan que les ha sido impuesta. Si los
participantes perciben a los terapeutas como agentes de control
social que les imponen arbitrariamente normas y regulaciones «san
cionadas socialmente», se opondrán a ellas haciendo imposible el
trabajo terapéutico.
e Asistencia regular
0 Compromiso de pensar en los demás, así como en uno mismo
° Sinceridad dentro del grupo
o Confidencialidad fuera del grupo
° Abordar el contacto entre participantes fuera del grupo
• Prohibición de amenazas de violencia
0 Evitar los comentarios inapropiados u ofensivos
• «Zona libre de consejos».
Confidencialidad y revelación
Cuadro 13.11.
________ • Confidencialidad ..__________ ■
Riesgos
En la terapia de grupo, se anima a los participantes a hablar de
los incidentes agresivos y violentos, muchos de los cuales están rela
cionados con la subcultura antisocial en la que viven, para que pue
dan aprender a mentalizar estas experiencias mediante la
identificación de los sentimientos y pensamientos asociados a la con
ducta violenta. No obstante, para ello, el terapeuta MBT debe fomen
tar y alimentar una atmósfera de confianza. Los participantes
pueden mostrarse reacios a hablar acerca de los incidentes violentos
actuales debido al temor de ser detenidos o devueltos a prisión. Una
EL TRASTORNO ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD 555
En una de las sesiones grupales, Stan reveló sin darse cuenta que,
durante esa semana, había estado hablando con Tom. El terapeuta le
preguntó entonces si se habían visto fuera del grupo. Stan se irritó y
dijo que no había podido soportar que su familia se negase a verlo
durante la semana anterior y que, por eso, había llamado a Tom para
recabar su apoyo porque sabía que Tom era más fuerte que él y le
podría aconsejar. El terapeuta preguntó por qué no había contactado
con la clínica para consultar a uno de los terapeutas. Otro miembro
del grupo intervino entonces diciendo que hablar con un terapeuta
no era lo mismo: «Solo nosotros nos entendemos, ustedes no proce
den de nuestro entorno y no pueden entendernos». El terapeuta se
mostró de acuerdo en que podían tener diferentes orígenes y, por
tanto, diferentes experiencias. También dijo que le parecía que Stan
no había sido capaz de esperar hasta la siguiente reunión del grupo.
Stan se tranquilizó y aceptó que iba a hablar de ello en su sesión indi
vidual y también dijo que, cuando telefoneó a Tom, se había sentido
558 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Diferencias de poder
Las personas con TASP son sensibles a las jerarquías y a las dife
rencias de podci' (véase el cuadro 13.14). En la MBT, se recomienda
que estas dinámicas se discutan abiertamente con los participantes.
Esta cuestión se introduce en la MBT-I. En la MBT-I, el módulo de
trastorno de la personalidad (módulo 7; véase el capítulo 11) incluye
una breve descripción del TASP, en la que se habla de la tendencia
característica a desafiar tanto la autoridad real como la percibida.
Es de sobra conocido que los participantes pueden ver a los terapeu
tas como figuras de autoridad. Aunque esto es cierto en determina
dos aspectos como, por ejemplo, en el hecho de que son ellos los que
organizan el grupo, la relación entre participantes y terapeutas debe
caracterizarse por la colaboración y el esfuerzo compartido.
EL TRASTORNO ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD 559
-
Cuadro 1 314
■
TArnrmiía v pod ■■■■■
o
Las personas con TASP perciben las relaciones en términos de poder y
control
o
Los terapeutas deben evitar asumir, demasiado pronto en el tratamien
to, una posición de poder con relación a los participantes
o
Aceptar las críticas y pedir disculpas por los errores percibidos
El papel de los terapeutas es canalizar el «alien self» del participante,
algo que solo puede abordarse una vez que el participante se siente
seguro y contenido.
Los ultimátums
Es fácil enredarse en discusiones con los participantes acerca de
su asistencia, actitud, conducta y utilización de declaraciones ofen
sivas hacia otras personas, como comentarios relativos, por ejemplo,
a la raza y el género. Rara vez hay que emitir un ultimátum (ver
cuadro 13.15) y, en caso de que sea inevitable, es mejor que sea un
ultimátum «de vida» y no un ultimátum «de terapia». Se advierte al
participante, por ejemplo, de que es improbable que su actitud le
aporte relaciones más satisfactorias, que no es viable que sus amena
zas al departamento de la vivienda aumenten sus posibilidades de
obtener una casa o que la falta de asistencia a las sesiones supone
que tiene menos probabilidades de aprender a gestionar mejor sus
emociones. Plantear un ultimátum acerca del abandono de la terapia
suele ser inútil y, rara vez, aumenta la motivación y estimula el cam
bio. No obstante, puede ser imprescindible, en algún momento,
hablar con un participante acerca de una posible interrupción del
tratamiento y determinar las posibles formas de abordar el proble
ma. Esto se hace de forma colaborativa llegando primero a un acuer
do con él sobre la naturaleza del problema, lo cual no es tarea fácil,
ya que muchos participantes negarán que exista un problema.
EL TRASTORNO ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD 561
Siempre que sea posible, hay que evitar las discusiones, aunque
incluso una declaración calmada, pero firme, pidiendo a un partici
pante que considere un problema, puede causar una reacción.
Relación colaborativa
Todas las terapias tratan de desarrollar una relación colaborativa
entre terapeuta y paciente. Aunque esta es un componente esencial del
tratamiento eficaz para las personas con TASP, también es una tarea
compleja (véase el cuadro 13.16). Participar en la exploración de las
motivaciones para el tratamiento, interesarse por la experiencia de la
persona, acordar objetivos conjuntos y dialogar sobre el diagnóstico,
incrementarán la relación colaborativa. Inicialmente, sin embargo, los
562 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Interrupciones en la terapia
Las interrupciones en el tratamiento son momentos especialmen
te difíciles para las personas con TASP, que van asociados a un ries
go mayor de «mala conducta». A pesar de que las interrupciones en las
sesiones de terapia grupal se vean minimizadas, dado que los tera
peutas pueden sustituirse cuando uno de ellos está de vacaciones, es
EL TRASTORNO ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD 565
Ejemplo 1
En una reunión grupal, un participante expuso cómo el depar
tamento de la vivienda no había respondido a su solicitud de un
piso. Al preguntar si algún médico había evaluado su solicitud, se
le respondió que un funcionario superior encargado de la vivienda
había revisado la solicitud y no la había remitido al médico porque
lo consideró innecesario. En ese momento, el participante les dijo
que no hacían bien su trabajo y amenazó con ir al departamento
para aclararles el asunto. Otro participante señaló que el departa
mento de vivienda nunca hacía su trabajo adecuadamente y que la
gente que trabajaba allí solo estaba interesada en sí misma. Poco a
poco, esto dio lugar a una discusión entre todos los miembros del
grupo acerca de cómo los funcionarios de ese departamento eran
unos incompetentes e inútiles, aportando numerosos ejemplos. Por
último, el grupo recurrió a los terapeutas, diciéndoles que debían
escribir ai departamento de vivienda para hacer algo al respecto.
Ejemplo 2
Un participante informó de que había herido a otra persona,
aunque no letalmente, sino que solo le había hecho una «herida de
advertencia». Había quedado en un pub con algunos amigos, pero
había allí otras personas que hacían mucho ruido y «molestaban» al
resto de la gente presente en el pub. Cuando les pidió que se tranqui
lizasen y utilizasen un lenguaje menos ofensivo, ellos hicieron caso
omiso, por lo que a los pocos minutos volvió a pedírselo. Como no
dejaban de utilizar palabras soeces, sacó una navaja del bolsillo,
amenazó a la persona que, según él, era el cabecilla y acabó cortán
dole en un brazo. Otras personas lo inmovilizaron y el dueño del
local pidió al grupo ruidoso que abandonase el lugar.
que el participante les había avisado: «Es justo. Haces una adverten
cia y, si no se dan por aludidos, tienes que ir a por ellos»; «Veamos, les
avisó dos veces, lo cual es más de lo necesario. Con una es suficiente».
También señalaron que no se puede permitir que la gente te ignore
porque «Se hacen una idea equivocada de ti y creen que eres blando.»
Asimismo, dijeron que «Gente como esa solo entienden ese tipo de
lecciones». Por último, empezaron a tratar de persuadir a los terapeu
tas de que esa reacción era el único camino sensato para manejar la
situación y que los terapeutas lo entenderían si estuviesen en las mis
mas circunstancias.
Actitud desafiante
Las personas con TASP se rebelan contra cualquiera al que consi
deren una autoridad y tienden a percibir a los terapeutas como auto
ridades. Sus relaciones interpersonales se basan en el control, la
rivalidad y la dominación. Si el terapeuta Ies parece alguien fuerte,
es probable que eso socave la motivación activando la actitud contra
ria. Al principio del grupo, los terapeutas pueden pedir a los partici
pantes que acuerden algunos objetivos como, por ejemplo, reducir
los actos agresivos. Sin embargo, los participantes pueden no tener
el mismo objetivo. Cuanto más intentan los terapeutas cumplir con
ese objetivo e insistir en él como un espacio para el cambio, más
desafiantes tienden a ser los miembros del grupo. Más que conside
rar un posible foco de tratamiento, el planteamiento de un determi
nado objetivo se convierte entonces en una batalla interpersonal. Los
participantes pueden argumentar, por ejemplo, que no son ellos los
que deben cambiar, sino el mundo, y recurrirán a argumentos orien
tados cognitivamente para ocultar sus temores al cambio. Para ellos,
el cambio supone una amenaza de descenso en la clasificación de la
liga interpersonal, de sumisión y de experimentar vergüenza. Si el
terapeuta insiste en que el objetivo principal consiste en reducir la
agresión, perderá la argumentación (ver cuadro 13.18).
Escaladas de amenazas
Los participantes pueden amenazarse mutuamente dentro del
grupo o incluso fuera de él (quizá también en redes sociales como
Facebook o Twitter). Por supuesto, esto es inaceptable puesto que, en
el acuerdo al que se ha llegado al principio del grupo, se prohíben a
EL TRASTORNO ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD 571
Participante 2: Yo no lo he disculpado.
Terapeuta: No, lo he hecho yo por ti, y te doy las gracias
por ello. Volviendo ahora, como decía...
dro 13.21). Esta puede ser la primera vez que muchos de ellos se han
sentado a hablar con personas que comparten problemas similares y
les resulta reconfortante poder identificarse con otros individuos.
Rápidamente, tal vez demasiado, empiezan a pensar que se entienden
bien entre ellos. Cuando los terapeutas formulan preguntas a un
miembro del grupo, otros participantes pueden responder en su lugar
y sugerir que los terapeutas no entienden a la persona como ellos la
entienden. Los terapeutas están excluidos de la idealización que los
participantes hacen de ellos mismos como grupo. Haciendo caso
omiso de los terapeutas, los participantes pueden incluso organizar
actividades, que ellos consideran de apoyo mutuo, al margen de las
sesiones grupales. En el caso de que los terapeutas traten de impedir
lo, lo consideran una injerencia y una falta de comprensión del modo
en que los participantes pueden ayudarse entre sí: «Nadie más nos
ayuda, así que tenemos que hacerlo nosotros». Este es el momento en
el que dar consejos prácticos a los demás se convierte en norma.
Reacciones paranoides
También pueden producirse, en el grupo, reacciones paranoides
(véase el cuadro 13.26). Estas se discuten, en parte, en la sección rela
tiva a la escalada de las amenazas, que suelen ser en sí mismas des
encadenadas por malentendidos, sensibilización y claras
interpretaciones paranoides de algo que se ha dicho o bien a causa
de la dependencia inapropiada de un foco externo de mentalización
o de asunciones asociadas a las motivaciones ajenas. De vez en cuan
do, un participante puede reaccionar explosivamente a algo que dice
el terapeuta u otra persona; en esta situación, se recomienda algún
tipo de intervención para mitigar la conducta amenazadora. Sin
embargo, la reacción puede ser principalmente más mental que físi
ca o conductual, por lo que el participante, a pesar de su considera
ble ansiedad, responde verbalmente.
En un coloquio sobre los sentimientos, el terapeuta sugirió que
sería útil para el grupo considerar la forma en que empiezan a reco
nocer que están enfadándose, a lo que un participante reaccionó
diciendo: «Usted trata de controlarnos. Intenta apoderarse de noso
tros. No voy a hacerlo. Solo pretende averiguar lo que hemos hecho».
eficaz para las personas con TASP es tan difícil como gratificante.
Hay pocas dudas de que tomarlos en serio y ofrecerles tratamiento
es una experiencia nueva para muchas de estas personas. Existen
evidencias de que sus necesidades de salud mental son descuidadas
por los servicios sanitarios (Crawford, Sahib, Bratton, Tyrer y
Davidson, 2009) y de que incluso pueden rechazar la ayuda cuando
se les ofrece porque se han visto rechazados por los servicios
muchas veces en el pasado, dejando sus necesidades desatendidas.
No obstante, todavía tenemos que probar si la MBT-TASP es eficaz
para abordar sus problemas y, con este fin, se están realizando
ensayos controlados aleatorios.
Referencias
Introducción
■
Cuadro 14.2. FACTS: sumario
• http://www.borderlinepersonalitydisorder.com
• http://www.TLPfamily.com
• http://www.rethink.org
Preparación
Una vez que los miembros de las familias están de acuerdo con
los principios estipulados al comienzo del primer módulo, los pre
sentadores les brindan la oportunidad de presentarse brevemente y
de explicar por qué razón asisten al cursillo. Para muchas familias
esta es la primera vez que se encuentran en un grupo de personas
que tienen experiencias similares a las suyas y, de ese modo, la ten
tación de discutir extensamente sus experiencias puede ser muy
poderosa.
El hecho de que los ponentes tengan una buena comprensión de
los antecedentes de los miembros de cada familia no es necesaria
mente algo negativo, pero no habrá tiempo suficiente para cubrir el
contenido de la primera sesión holgadamente si las presentaciones
se prolongan demasiado. A los familiares también puede resultarles
molesto describir en detalle sus antecedentes y los problemas a que
se enfrentan, por lo que los ponentes animan a las familias a abre
viar sus presentaciones. Esto es algo que llevan a cabo efectuando
primero, y a modo de ejemplo, brevemente su propia presentación,
sin entrar en excesivos detalles y esperando que el resto del grupo
siga su ejemplo.
Actividades
• Psicoeducación
° Exploración
• Role-play
0 Hojas de trabajo y ejercicios
• Vídeos
• Identificación de las habilidades utilizadas en las sesiones.
Role-play
El role-play se utiliza durante todo el curso. Para llevarlo a cabo,
las familias se dividen en grupos más pequeños y aportan sus propios
ejemplos de situaciones o conversaciones con el familiar aquejado de
TLP, que les gustaría representar para practicar la gestión de la situa
ción de manera diferente. Aunque este es un método útil para que las
familias apliquen técnicas a situaciones a las que están acostumbra
dos, puede resultar difícil y consumir mucho tiempo que las familias
generen sus propios role-plays. También pueden verse tentadas a dis
cutir sus experiencias personales, en lugar de involucrarse plenamen
te en el role-play. Si los ponentes creen que hay un riesgo de que esto
ocurra, brindan a las familias un ejemplo de escenario para que lo
utilicen. Por otra parte, en lugar de dividir el grupo en grupos más
pequeños, los presentadores pueden hacer que dos miembros de la
familia representen el role-play para el resto del grupo. Los ponentes
escuchan con atención cada role-play, animan a los participantes a
utilizar diferentes técnicas y enfoques y, si no tienen éxito la primera
vez, les brindan la oportunidad de intentar el role-play de nuevo. Si el
role-play se lleva a cabo ante todo el grupo, todos los asistentes obser
van y escuchan, expresan su opinión acerca de cómo creen que ha ido
el role-play y sugieren maneras alternativas de gestionar la situación.
Vicíeos
Tres de las sesiones también contienen videos opcionales para
mantener centrado el debate e implicados a los miembros de las
familias. Estos son más eficaces cuando los ponentes presentan el
vídeo, explican por qué se utiliza a modo de ilustración y, una vez
que ha sido proyectado, brindan a las familias la oportunidad de
plantear preguntas. Las notas para los ponentes de FACTS contienen
detalles acerca de los clips de vídeo sugeridos.
Discusión general
La actividad final, y quizá la más útil, consiste en dedicar un
periodo a que las familias hablen acerca de cómo aplicar los conteni
dos a las experiencias con su ser querido aquejado de TLP. Los pre
sentadores deben juzgar cuándo permitir que las familias compartan
eventos recientes y cuándo permitir que todos los presentes partici
pen en la discusión acerca del evento. La discusión debe centrarse,
en todo momento, en cómo los participantes pueden aplicar las habi
lidades aprendidas en el cursillo para gestionar mejor el «evento». Si
los ponentes consideran que sería beneficioso dividir el grupo en
grupos de debate más pequeños, pueden hacerlo, aunque, al igual
que ocurre con los role-plays, se requiere sensibilidad para evitar
que las familias se absorban tanto en sus experiencias personales
que dejen de hablar de las habilidades y técnicas pertinentes. Si las
familias se dividen en grupos más pequeños, los moderadores se ase
guran de que sigan centradas, pidiendo a un representante de cada
grupo que informe de lo que han hablado.
MENTALIZACIÓN Y FAMILIAS 601
Módulo 2: Mentalización
alguna interacción con su ser querido, que haya ido a peor, analizan
do cómo una postura más validadora podría haber sido de mayor
ayuda. También se puede utilizar el role-play para brindar a los par
ticipantes la oportunidad de practicar, en el fragor del momento, la
formulación de declaraciones validadoras. Los ponentes escuchan
atentamente los intentos de validación por parte de los familiares, es
decir, si tuvieron éxito o no y les ofrecen un feedback constructivo.
otra persona nos sugiere que lo interpreta como una crítica, enton
ces, nuestra siguiente respuesta ha de tener eso en cuenta para que
se establezca un proceso de reflexión recíproca. La distinción entre
comentario y crítica o elogio es, en ocasiones, sutil y difícil de detec
tar. En ese sentido, se ayuda a los familiares a que los distingan y
aprendan a modificar sus declaraciones para que suenen más a
comentario que a crítica. También aprenden que la diferencia entre
comentario, elogio y crítica depende, en cierta medida, de la otra
persona. Algunos participantes perciben que, aun cuando solo pre
tendan hacer un comentario a su ser querido, este será mal interpre
tado como una crítica. Otros incluso perciben que los elogios también
pueden ser fácilmente mal interpretados como críticas. Un miembro
de una familia citó un intercambio que había mantenido con su hija:
«¡Hoy estás muy guapa!» «¿Estás diciéndome que no estoy guapa los
otros días?» Incluso así, es importante que los miembros de las fami
lias entiendan que, a pesar de que el elogio o el comentario puedan
dar lugar a discusiones, son mucho menos propensos a causar pro
blemas que las críticas y, por tanto, son preferibles.
Una mujer llegó a casa después del trabajo y descubrió que los pla
tos seguían sin lavar. Aunque eso le resultó frustrante, se las arregló
para no criticar a su hijo por ser tan desordenado y, en su lugar, le
dijo: «Sería de gran ayuda para mí si lavases los platos antes de que
llegue a su casa». Su hijo se disculpó y se mostró de acuerdo. La
madre entendió que el resultado ciertamente no habría sido tan
positivo si se hubiese limitado a criticarlo.
Referencias
Introducción
Supervisión
La supervisión se integra en la estructura de la MBT. Se espera
que terapeutas y equipos reciban una supervisión y un apoyo ade
cuados: los buenos sistemas de supervisión son un elemento integral
de la aplicación de la MBT. También se espera que el supervisor sea
un miembro veterano del equipo de MBT o, alternativamente, que
participe en otros programas de MBT. Por ejemplo, si un equipo de
MBT realiza de dos grupos, el terapeuta principal de uno de los gru
pos supervisará al otro grupo y viceversa, llevando consigo las venta
jas de la hibridación de ideas.
El principal objetivo de la supervisión en el contexto de la MBT
es ayudar ai terapeuta a mantener su actitud mentalizadora frente
a las interrupciones y obstrucciones que se producen en el curso de
su trabajo. La supervisión de la mentalización trata de apoyar la
capacidad de mentalización del terapeuta con relación a un paciente
concreto. Dicho con otras palabras, al igual que, en la MBT en sí, la
supervisión no consiste tanto en establecer juicios más amplios, o en
formular directrices acerca de la práctica, como en mentalizar cui
dadosamente la relación. Si hay que efectuar alguna corrección, esta
debe basarse en la pérdida de mentalización del supervisado en un
momento específico del tratamiento. El supervisado requiere ayuda
para recuperar la mentalización y, una vez recuperada, podemos
suponer que el proceso seguirá por sí mismo de forma espontánea.
MENTALIZAR EL SISTEMA 619
Cada vez que la señora Jones interviene para tratar de aplacar las
rabietas de Billy, la conducta de este empeora. Ella empieza pidién
dole que se siente y permanezca en silencio para que el resto de los
alumnos pueda hacer su trabajo sin distracciones. Y, cada vez con
mayor énfasis, le dice: «¡Deja de hacer ruido!»", pero es en vano.
Entonces le grita: «Billy, SIMPLEMENTE SIÉNTATE! ¡AHORA!
¡HABLO EN SERIO!» Pero, una vez más, esto no surte ningún efec
to. La mala conducta constante que resulta de estas intervenciones
provoca una agitación permanente en el aula, dejando al resto de los
alumnos desatendidos durante periodos considerables. Por último,
la señora Jones no tiene más remedio que enviar a Billy al director.
Lo que ocurre entonces es que Billy permanece «custodiado», de
manera un tanto inútil, en la oficina del director durante el resto de
esa clase y, a continuación, es enviado de nuevo a la siguiente clase.
Desde la perspectiva de la señora Jones, Billy es intimidador y mani
pulador, capaz de «jugar con el sistema», consiguiendo que su madre
e incluso el director lo libren siempre del castigo y, como consecuen
cia, se le permite que siga alterando al resto de la clase y socave la
profesionalidad de la señora Jones. Pero también entiende que Billy
tiene problemas sociales y, en cierto sentido, no lo culpa, sino que
siente que el problema reside en la madre, quien transmite a su hijo
una actitud amenazadora y destructiva ante la autoridad. La señora
MENTALIZAR EL SISTEMA 631
Para ayudar a Billy -y a la señora Jones a tratar con él- sería poco
práctico intentar explicar los patrones de comunicación complejos
que hemos esbozado arriba. La señora Jones está demasiado ocupa
da, teniendo que hacer frente a toda una clase. ¿Podría entonces Billy
beneficiarse de la terapia individual? La experiencia nos demuestra
que los chicos como Billy responden pobremente a ese tipo de esfuer
zos, por muy hábiles que estos sean, si no se llevan a cabo simultá
neamente en el contexto de la familia y de las intervenciones sociales.
Nosotros creemos que, para interrumpir el círculo vicioso en que se
encuentra inmerso un niño como Billy, debe participar el conjunto
de la escuela. Además, dada la sensibilidad de Billy a la humillación,
tal vez lo mejor fuese que la intervención no le afectase directamente
a él sino, más bien, a toda la clase.
zos. Sin embargo, si asumimos una visión más amplia, podemos ver
que no se trata tan solo de Billy, sino de que todos los que interac
túan con él tienen dificultades para tener en cuenta sus pensamien
tos y sentimientos. Billy puede ser el origen de los problemas, pero la
señora Jones, normalmente una persona sensible y solidaria, se des
cubre a sí misma reaccionando a Billy con gritos e intimidaciones.
Sus reacciones, a su vez, paralizan a los otros niños hasta un punto
en el que hay poca expectativa por parte de nadie de que pensar en
lo que está ocurriendo podría ser más fructífero que limitarse a
imponer medidas físicas.
El procedimiento a seguir, en el marco de nuestro programa,
hubiera sido que la señora Jones detuviese la clase inmediatamente
después de que Billy empezase a crear alboroto, y generar un poco de
espacio para reflexionar en lo que estaba ocurriendo. En otras pala
bras, debería haber reconocido que estaba experimentando un ata
que a su propia mentalización, para intentar restablecer su propia
capacidad de mentalización controlada y cognitiva y, en ese proceso,
aprovechar la capacidad de mentalización colectiva de la clase para
generar un entorno que pudiese mitigar el arousal de Billy.
* Los niveles del sistema pueden ser considerados como (a) microsistemas: inte
racciones entre los niños y otras personas de su entorno inmediato; (b) meso-
sistemas: interacciones entre diversos microsistemas (por ejemplo, entre la
familia del niño y la escuela, o entre los compañeros del niño y su familia); (c)
exosistemas: implican a las instituciones en las que el niño no participa direc
tamente, pero que tienen una influencia indirecta en él; y (d) macrosistemas:
tienen que ver con la interacción de los niños con las creencias, valores, expec
tativas y estilo de vida de su entorno cultural.
Hay pocas cosas que resulten más eficaces que las soluciones
mentalizadoras a los problemas sociales. La razón de ello es que la
mentalización constituye el fundamento del modo en que hemos evo
lucionado para funcionar como sociedad.
Referencias
Abordaje del tratamiento 138 Alien, self 50, 51, 52, 53, 54, 110, 111,
Abordaje del tratamiento del trauma 145 112, 115, 118, 135, 137, 559
Abuso de la mentalización 49, 103, 200, AMBIT 257, 621, 622, 644, 648
209, 210, 211, 212, 213, 214, 386 Amenazas crecientes 570, 572
Abuso sexual 142, 143, 152, 154 Análisis funcional de la mentalización
Abuso sexual infantil 142, 143 335, 337, 339, 340
Acción carente de reflexión 82 Antidepresivos 244, 483, 484
Acciones del terapeuta 281,406 Apego desorganizado 51, 56, 87, 88,
Actitud colaborativa 338 114, 191
Actitud defensiva 227, 427 Apego temeroso 85
Actitud del terapeuta 159, 278, 305, Apego y mentalización 476, 480
355, 619 Apertura epistémica 61, 63
Actitudes 19, 89, 92, 185, 226, 247, Aplazamiento 535, 536
259, 302, 360, 466, 551, 637 Aprendizaje social 32, 60, 61, 67, 623,
Actividad extragrupal 501 624
Activo 68, 138, 225, 275, 279, 302, 419, Arousal 15, 16, 20, 37, 43, 44, 45, 50,
435, 491, 536 61, 80, 81, 87, 88, 90, 107, 111, 138,
Actuaciones 205, 207, 208, 274, 290, 140, 147, 150, 166, 189, 191, 194,
314, 406, 407 195, 196, 211, 213, 225, 275, 292,
Actuar con conciencia 176 294, 309, 315, 316, 317, 323, 326,
Agorafobia 478 332, 335, 346, 370, 381, 389, 390,
Agresión 98, 100, 112, 113, 116, 117, 495, 521, 526, 535, 536, 538, 540,
137, 188, 206, 543, 544, 545, 566, 543, 635
568, 570, 571, 573, 578, 624, 625, Arousal emocional 43, 44, 80, 81, 107,
626, 627, 629, 631, 640, 641, 642, 194, 225, 292, 294
643 Atribución de estados mentales 39
652 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
r
Identidad 31, 51, 52, 76, 77, 86, 91, Maternés 55, 57
141, 255, 353, 464, 542 Medicación 46, 120, 121, 139, 240,
Identificación 14, 17, 18, 19, 50, 51, 62, 244, 247, 314, 321, 357, 471, 484
79, 97, 110, 157, 224, 245, 254, 255, Medición de los estados mentales 177
278, 321, 329, 332, 349, 352, 355, Mentalización de la contrarrelación
356, 358, 363, 373, 375, 448, 496, 412, 413
510, 512, 517, 521, 523, 547, 554, 628 Mentalización integradora 399, 400, 408
Identificación con los demás 448 Mentalización positiva 360, 361
Identificar las emociones 413 Mentalización robusta 64, 301, 305,
Importancia de las relaciones de apego 545
113, 452 Mentalizar el cuerpo 157
Impulsividad 76, 78, 81, 82, 83, 95, Mentalizar el proceso interpersonal
116, 137, 244, 318, 439, 441, 509, 571 528, 530
Indicadores 19, 39, 41, 49, 86, 92, 155, Mentalizar el sistema 617, 619, 621, 623,
185, 205, 240, 302, 366, 378, 404, 625, 627, 629, 631, 633, 635, 637, 639,
419, 448, 491, 513, 514, 535, 544, 547 641, 643, 645
índice de reactividad interpersonal- Mentalizar la contrarrelación 291
subescala de toma de perspectiva 176 Mentalizar la relación 19, 20, 157, 329,
Inseguro 87, 88, 113, 114, 153, 154, 375, 396, 397, 399, 402, 403, 404,
297, 438, 454, 455, 457 405, 406, 411, 527, 528, 529, 530
Intentos de suicidio 119, 135, 137,206, Mentalizar las emociones 146
331, 332, 333, 464, 472 Mente-mentalizadora materna 173, 179
Intergeneracional 33 Método de tratamiento 11, 165, 252
Interpretando las expresiones faciales Mindfulness 593, 594, 607, 608, 609,
167 613
Interpretando sus expresiones faciales Modelo de la mentalización 7, 31, 77,
448 79, 81, 83, 85, 87, 89, 91, 93, 95, 97,
Interrupciones en la terapia 564 99, 101, 103, 105, 107, 109, 111, 113,
Intervención clínica 20, 310 115, 117, 119, 121, 123, 125, 127, 129,
Introducir el enfoque 226 131, 260, 261
Inventario animado para niños de la Modelo del cambio en la mentalización
teoría de la mente 179 190
Modelo de trabajo de la entrevista para
Juegos de confianza 178 niños 173, 177
Modo de equivalencia psíquica 15, 45,
La pérdida y la separación 141 46, 54, 81, 108, 115, 118, 134, 135,
Léxico de estados internos 177 149, 155, 201, 260, 283, 285, 286,
295, 296, 297, 303, 309, 312, 333,
Malentendidos 29, 30, 36, 236, 275, 335, 336, 369, 371, 401, 405
338, 365, 426, 428, 438, 476, 545, Modo simulado 14, 45, 47, 48, 49, 50,
563, 583 83, 108, 109, 136, 138, 144, 155, 197,
Maltrato infantil 115, 143 213, 286, 309, 311, 312, 313, 317, 319,
Manipulación de la conciencia corporal 324, 333, 339, 355, 377, 396, 410,
179 411, 529, 622, 640, 641
f
656 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Modos de no mentalización 14, 45, 48, Patrón de apego 454, 456, 471
135, 136, 138, 145, 150, 155, 157, Patrones relaciónales del paciente 19
159, 309, 414, 495 Paz en la comunidad 643
Modos prementalizadores 50, 154, 195, Película para evaluar la cognición social
617, 641 98
Modo teleológico 45, 47, 48, 49, 50, 54, Peligros 109, 159, 251, 284, 330, 477,
83, 108, 110, 136, 137, 144, 156, 208, 543
312, 314, 333, 404, 642 Pensamiento depresivo 484, 486
Monitorización 185, 253, 254 Pensamientos suicidas 137,549
Moral del equipo 259, 260 Pérdida temporal de la mentalización
Motivación 92, 110, 153, 199, 251, 256, 333
257, 263, 296, 312, 322, 324, 338, Perfil de mentalización 35, 88, 99, 180
342, 346, 347, 349, 367, 393, 403, Perfil de mentalización del TLP en las
404, 417, 418, 466, 546, 547, 560, cuatro dimensiones 88
561, 568, 583, 584, 632 Perspectivas alternativas 46, 47, 81,
Movimientos contrarios 171, 294, 296, 279, 280, 286, 403, 518
297, 388, 389 Plan de crisis 245, 246, 247, 248, 249
Poner en práctica las habilidades de
National Institute for Health and Care mentalización en las relaciones
Excellence (NICE) 590 cercanas 472
Naturaleza multidimensional 34 Posición del terapeuta 7, 273, 274, 275,
Neuronas espejo 39, 448 277, 279, 281, 283, 285, 287, 289,
No mentalizadores 15, 45, 46, 99, 308, 290, 291, 293, 295, 297, 299, 301,
309, 339, 340, 361, 363, 414, 490, 303, 305
511, 544, 617, 639, 641, 642 Postura de no saber 281, 298, 496, 518,
No saber 54, 65, 66, 275, 278, 279, 281, 521
297, 298, 305, 308, 352, 355, 356, Precauciones 522
363, 369, 372, 398, 411, 412, 420, Prementalización 45, 83, 108, 170, 195,
429, 430, 435, 472, 491, 495, 496, 642
518, 521, 545, 568, 643 Principios básicos 258, 308, 331
Número de pacientes 499 Principios clave 165
Número de terapeutas 499 Principios clínicos 307
Principios directrices 307
Objetivos del MBT-G 490 Problemas de mentalización 29, 36, 38,
Obsesivo-compulsiva 478 135, 154, 157, 165, 167, 189, 435,
505, 542, 584
Paciente que se quejaba 379, 381 Proceso de mentalización 12, 140, 150,
Paciente retraída 321 165, 195, 223, 232, 273, 298, 300,
Paradigma de precisión maternal 179 301, 305, 325, 335, 380, 404, 405,
Paradoja de la empatia 41, 167 410, 490, 491, 494, 496, 498, 499,
Paranoides 76, 290, 583, 637 503, 507, 508, 509, 511, 522, 577,
Parar, escuchar, ver 301 580, 581
Parar, rebobinar, explorar 301 Proceso social 33
Parar y mantener 377 Programa de tratamiento 121, 156, 231,
Participación reflexiva 289 249, 250, 421, 457, 473, 474, 484
ÍNDICE TEMÁTICO 657
Programa intensivo para pacientes Riesgos 136, 207, 225, 307, 462, 548
externos 232 Role-play 429, 450, 599, 605, 606, 611,
Programa para las escuelas 625 614, 620, 621, 627
Programa para pacientes externos 233
Propósito del grupo 502 Seguimiento 12, 113, 114, 119, 120,
Pseudomentalización 49, 82, 90, 171, 121, 124, 225, 252, 256, 265, 266,
181, 182, 188, 197, 198, 199, 200, 267, 268, 269, 279, 280, 281, 564
201, 214, 310, 322, 324, 325, 383, Seguimiento de los resultados 252
391, 545 Sensibilidad a las perspectivas ajenas 98
Psicoeducación 63, 120, 139, 158, 224, Sensibilidad interoceptiva 179
229, 330, 418, 490, 501, 514, 590, Sentimientos no mentalizados 451, 452
591, 592 Señales ostensivas 57
Psicopatía 106, 112, 116, 117 Separación 141, 171, 199, 265, 266,
Psicopatología 27, 35, 59 443, 444, 447, 453, 454, 481, 485
Psicoterapia 48, 62, 66, 70, 168, 193, Síntesis de los problemas 504
253, 254, 259, 268, 273, 275, 470, Síntesis de problemas 509
471, 484, 489, 490 Sistema de representación compartida
Psicoterapias basadas en la evidencia 61 39
Sistema en torno al paciente 623
Qué es mentalizar 430 Sistema en torno al terapeuta 616, 618
Sistema internacional de imágenes
Reacción al dolor 481, 482 afectivas 178
Reacciones paranoides 290, 583 Sistemas de comunicación terapéutica
Rebobinado 276, 304, 341 60
Reconociendo la no mentalización 401 Solidario 138, 361, 527, 622
Reconocimiento de las emociones en los Sugerencias útiles 496
demás 547, 579 Sugerencias útiles para los terapeutas
Reconocimiento visceral 39 496
Reconstrucción 150, 151, 152 Suicidio 17, 54, 76, 81, 82, 83, 119, 135,
Reemergencia de los modos de no 136, 137, 206, 252, 256, 331, 332,
mentalización 45 333, 334, 336, 338, 340, 378, 390,
Regulación emocional 71, 144, 449, 464, 472, 536, 617
450, 452 Supervisión 21, 206, 224, 257, 261, 283,
Relación colaborativa 276, 561, 562 555, 618, 620, 621, 622
Rellenos no mentalizadores 361, 363
Resiliencia 11, 42, 140, 141, 149, 192 Tarea de historias extrañas 179
Resolución de problemas 84, 268, 330, Tarea de lectura de la mente en películas
352, 612, 613, 614 178
Respeto 238, 249, 258, 259, 346, 356, Terapia centrada en esquemas 324
543, 627 Terapia de grupo 120, 121, 236, 267,
Respuestas clínicas 312 491, 493, 495, 497, 499, 501, 503,
Restricciones 49, 201, 209, 498 505, 507, 509, 511, 513, 515, 517, 519,
Reuniones del equipo 260 521, 523, 525, 527, 529, 531, 533, 535,
Revisión de la medicación 314, 321 537, 539, 544, 554
Revisión y reformulación 244 Test de imaginación proyectiva 179
658 TRATAMIENTO BASADO EN LA MENTALIZACIÓN PARA TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Test de inteligencia emocional Mayer- Trauma 44, 45, 59, 85, 87, 88, 117, 142,
Salovey-Caruso 176 143, 144, 145, 146, 147, 148, 149,
Test de lectura de la mente en la voz 178 150, 151, 152, 170, 189, 195, 213,
Test de lectura de la mente en los ojos 306, 462
98, 178 Trayectoria 11, 12, 16, 112, 113, 117,
Tipo ambivalente/sobreimplicado 454 153, 224, 229, 254, 255, 274, 300,
Tipo distante/evitativo 454 301, 325, 326, 331, 332, 334, 339, 366,
Tomar partido 537, 539, 574 396, 496, 502, 504, 513, 548, 633
Trabajo grupal 235, 496, 521, 532, 548, Trayectoria del tratamiento 224, 229,
582 300
Transferencia 8, 19, 55, 238, 300, 324, Triangulación 531, 532, 533
328, 396, 397, 402, 403, 404, 405, Ultimátums 560
407, 408, 409, 410, 411, 527, 559, 644 Uno mismo 12, 15, 28, 31, 34, 36, 38,
Transformaciones faciales 178
40, 42, 45, 49, 53, 54, 58, 64, 67, 69,
Trastorno antisocial de la personalidad
75, 77, 85, 88, 89, 90, 91, 95, 101,
(TASP) 8, 10, 20, 27, 75, 94, 168,
102, 103, 104, 105, 106, 109, 115,
249, 289, 386, 418, 460, 541, 543,
138, 140, 146, 153, 171, 172, 175,
545, 547, 549, 551, 553, 555, 557,
181, 184, 185, 195, 196, 197, 203,
559, 561, 563, 565, 567, 569, 571,
212, 213, 239, 268, 294, 328, 333,
573, 575, 577, 579, 581, 583, 585, 617
353, 360, 361, 423, 427, 428, 430,
Trastorno de estrés postraumático
438, 441, 462, 466, 469, 470, 489,
(TEPT) 28, 82, 142
503, 505, 517, 531, 543, 544, 545,
Trastorno límite de la personalidad
(TLP) 12, 17, 27, 75, 118, 133, 167, 547, 552, 554, 568, 572, 577, 578,
226, 228, 230, 274, 417, 541, 589, 581, 612, 615, 624, 628, 638
590, 591, 592, 601, 617
Trastorno narcisista de la personalidad Validación empática 16, 65, 188, 301,
97 309, 326, 329, 332, 334, 335, 338,
Trastorno paranoide de la personalidad 353, 354, 379, 389, 390, 445, 519, 521
97, 99, 100 Vigilancia epistémica 56, 58
Trastornos alimentarios (TCA) 10, 28, Violación de los límites 390, 392, 501
152, 153, 154, 155, 156, 157, 158, Violencia 29, 96, 98, 99, 104, 105, 106,
159, 160 108, 109, 112, 113, 114, 115, 117, 118,
Tratamiento basado en la mentalización 203, 249, 250, 334, 386, 459, 468,
(MBT) 9, 27, 92, 470 472, 524, 544, 546, 551, 552, 555,
Tratamiento de la depresión 133, 135 556, 560, 571, 575, 615, 624, 625,
Tratamiento integrador basado en 626, 629, 643, 644
la mentalización para adolescentes
257 Zona libre de consejos 352, 498, 563
La mentalización -la capacidad para entender a los demás y entenderse a uno
mismo infiriendo los estados mentales que subyacen a la conducta manifies
ta- se desarrolla en el contexto de las relaciones de apego. Es crucial para la
autorregulación y para las relaciones íntimas constructivas, ambas deterio
radas en los trastornos de la personalidad a causa de la tendencia a perder la
mentalización en momentos de ansiedad y estrés en el apego. La pérdida de
la mentalización aboca a problemas interpersonales y sociales, inestabilidad
emocional, impulsividad, conductas autodestructivas y violencia.
Esta guía práctica del tratamiento basado en la mentalización (MBT) para
trastornos de la personalidad, desarrolla el modelo de la mentalización para
los trastornos límite y antisocial de la personalidad y cómo llevarlo a cabo
en la práctica terapéutica. Los autores examinan el marco y la práctica básica
de la mentalización. los grupos de mentalización y la mentalización de los
sistemas. Este libro guía a los profesionales de la salud mental a través de
los objetivos y la estructura del tratamiento y el modo de introducir a los
pacientes al modelo de la mentalización -de manera que su trastorno de la
personalidad cobre sentido para ellos-, por qué se recomiendan ciertas inter
venciones y se desaconsejan otras y el proceso de tratamiento a través de la
terapia individual y grupal para alentar una mentalización más estable.
También contiene consejos para gestionar los problemas comórbidos de sa
lud. tales como la depresión y los TCA. que pueden complicar el tratamien
to. El texto proporciona así mismo apoyo para afrontar los problemas de
mentalización tanto en la familia como en contextos sociales, además de
entrenamiento y orientación para las familias y cuidadores, que pueden ver
se desatendidos durante el tratamiento de las personas con trastornos de la
personalidad.
Este libro es. en suma, una valiosa guía que servirá a todos los profesionales
de la salud mental para abordar con eficacia este tipo de trastornos.