En América Latina, la deforestación generalizada ha provocado incendios
forestales desastrosos en las últimas décadas, señala el informe Fronteras 2022. Según las estadísticas disponibles, en 2019 ardieron más de seis millones de hectáreas en las regiones de Chiquitania, el Cerrado y la Amazonia, en Bolivia, Brasil, Colombia, Paraguay y Perú, en su mayoría en zonas protegidas de vegetación autóctona. A nivel mundial, de 2002 a 2016 se quemaron cada año aproximadamente 423 millones de hectáreas (o 4.23 millones de kilómetros cuadrados) de superficie de la Tierra. La mayoría (67%) en el continente africano. Aunque los incendios forestales pueden producirse de forma natural, la mayoría son consecuencia de acciones humanas. Las sociedades alteran los regímenes de incendios al modificar los paisajes y su vegetación, al cambiar el clima, y al iniciar incendios como práctica de gestión del suelo. El desmonte, la deforestación, la expansión agrícola, la extracción de recursos y el desarrollo urbano y rural representan en todos los casos importantes cambios de uso del suelo. Como ejemplo, en Brasil la deforestación y la agricultura se han traducido en un aumento de los siniestros en todo el país, incluida la región de la pluviselva amazónica donde antes eran poco frecuentes. El informe advierte además que, a escala mundial, muchos tipos de fenómenos meteorológicos extremos ya son más intensos y ocurren con más frecuencia que en el pasado debido al cambio climático antropógeno (provocado por los humanos). El aumento de las temperaturas sumado al mayor número de sequías se traduce en temporadas de incendios más prolongadas y en mayores probabilidades de que se den condiciones meteorológicas propicias para los incendios que sean peligrosas
Los saltadores de humo realizan operaciones de quema por la noche y queman
toda la vegetación no quemada entre el punto de anclaje y el borde del incendio, Alaska.
Los efectos a largo plazo en la salud física y mental no se limitan a quienes
se encuentran cercanos al fuego. El humo y la materia particulada procedentes tienen importantes consecuencias para la salud humana en asentamientos a veces a miles de kilómetros del origen.