RESUMEN DEL QUIJOTE DE CERVANTES

Don Quijote de la Mancha, la obra cumbre de Miguel de Cervantes Saavedra, es una de

las piezas más influyentes de la literatura española. Publicada en dos partes en 1605 y
1615, esta novela se considera la primera novela moderna. A través de su ingenio y humor,
Cervantes parodia los libros de caballería, al tiempo que nos sumerge en una reflexión
profunda sobre la condición humana.

La historia sigue a don Quijote, un hidalgo manchego de unos 50 años. Tras devorar
innumerables libros de caballería, decide transformarse en un caballero andante y
emprender aventuras junto a su fiel corcel, Rocinante. Su objetivo: “irse por todo el
mundo con sus armas y caballo a buscar las aventuras y a ejercitarse en todo aquello que
él había leído que los caballeros andantes se ejercitaban, deshaciendo todo género de
agravio y poniéndose en ocasiones y peligro donde, acabándolos, cobrase eterno nombre
y fama” (Parte 1, Cap. 1).

Siguiendo la tradición caballeresca, don Quijote se encomienda a Dulcinea del Toboso,

una figura imaginada por el protagonista. Aunque él la ve como una hermosa y elegante
dama, en realidad es una simple campesina llamada Aldonza Lorenzo. En el mundo del
Quijote, nada es lo que parece: los molinos de viento son gigantes, las ventas son
castillos, las plebeyas son princesas y los títeres son moros.

A lo largo de sus andanzas, don Quijote y su escudero, Sancho Panza, se cruzan con otros
personajes que comparten sus historias. No todas las aventuras son divertidas ni
graciosas; en algunas, especialmente en la segunda parte, don Quijote y Sancho Panza se
convierten en el blanco de burlas y engaños. Al final, don Quijote deja de ser un personaje
cómico y burlesco. Vencido por el desengaño, recupera la cordura poco antes de morir en
su casa.

La novela se divide en dos tomos, con 52 y 74 capítulos, respectivamente. Estos narran la

historia de un hidalgo manchego al estilo de las novelas caballerescas. Aunque se narra
en primera persona, la tercera persona aparece en la mayor parte de la novela. La famosa
primera línea, “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…”,
establece el tono y la atmósfera de esta obra maestra12.

En resumen, Don Quijote de la Mancha es una exploración profunda de la realidad, la

ficción, la locura y la búsqueda de la grandeza en un mundo que a menudo se revela
como una ilusión. Su legado perdura como un faro literario, iluminando los rincones más
oscuros de nuestra propia existencia.