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ROGER BARTRA SELECCION Y PROLOGO ANATOMIA DEL MEXICANO (DEBOLSILLO Anatomfa del mexicano Primera edicién en Debolsillo, 2005 Tercera edicién, 2007 Cuarta reimpresién: enero, 2013 . D.R. © 2005, Roger Bartra D. R © 2013, derechos de edicién mundiales en lengua castellana: Random House Mondadoti, §, A. de C. V. Av. Hometo niim, 544, colonia Chapultepec Morales, Delegacién Miguel Hidalgo, CP. 11570, México, D.F, ‘www.megustaleer.com.mx . Comentarios sobre la edicién y el contenido de este libro a: megustaleer@thmx.com.mx Queda rigurosamente prohibida, sin autorizaci6n escrita de los tea. Jares del «Copyrigh, bajo las sanciones establecidas por as leyes, In reproduccién total o parcial de esta obra por cualquier medio 6 pro. cedimiento, comprendidos la reprografia el tratamicnto informdtico, as{ como la distribucién de ejemplares de la misma mediante alquiler o préstamo publicos. ISBN 978-970-780-480-7 Impreso en México / Printed in Mexico Indice Prdlogo v0. se cece esse eee s ess ecetsssscnrsercs 11 I. Primeras disecciones La sensibilidad del mexicano ........... 000 e cece ee 25 EZEQUIEL A. CHAVEZ RENE AES Gee TIES 55 00000000000000000000000000 47 JuLIO GUERRERO LORS Pointer Git 5 5q6cqgc00000GG000000000c000 55 ANTONIO Caso WajrazalcOsmical ellie elaclelelsiolsteloieiieiisisinisioilo\e icles 63 José VASCONCELOS El mesfas mexicano ...... ec ceeresevecceseeees 75 ANITA BRENNER . Contra el nacionalismo ... 6... eee cee ee ee eee 95 JORGE CUESTA México eterno ..... 22. e eee eee eee eee ee eens 101 ANTONIN ARTAUD I. Invencién de una anatomia El complejo de inferioridad ...................08 109 SAMUEL RAMOS Catarsis del mexicano ....... eee ee eee cece eee ecee 121 CESAR GARIZURIETA TI. Las mascaras de la hipocresia.. ++ see eee eee eee, Ropo.ro USIGLI Ontologia del mexicano .. +++ seer eee eee eeeeee ee, EMILIO URANGA Los hijos de la Malinche ... 6+ +++ eee rete rere eee, Octavio Paz Elrelajo .. cece cece ene teen eee JORGE PORTILLA De la rafz a la flor del mexicano .........eeeee eee JORGE CARRION EI Yo indigena ........... eee ee esse ee eeeeeeee LuIs VILLORO Posibilidades y limitaciones del mexicano ........... José REVUELTAS Resurrecciones y autopsias Psicoanilisis del mestizaje SANTIAGO RAMIREZ El cardcter nacional mexicano MICHAEL Maccosy Tiempo mexicano 1.2.0... 2. ccc cece cence neces CarLOS FUENTES Cultura mexicana y opinién politica Etsa CECILIA FROST La sexualidad de la mexicana JUANA ARMANDA ALEGRIA Psicologia del mexicano ...........eeeseeeeeeeet ROGELIO Diaz-GUERRERO México profundo ........cccceeeceeeeeeeeeeees GUILLERMO BONFIL La identidad nacional ante el ESPejO ss. eee eee errr Carlos MonsivAis 281 289 295 La condicién postmexicana ....... sees secre eens ROGER BARTRA Posibilidades y limitaciones del mexicano JOSE, REVUELTAS 1. El mexicano y su ser nacional Plantear no importa qué problemas en relacién con “el mexicano” im- plica desde lucgo formular una peticién de principio, o sea la de que “el gacion respec- antasfa personal gador. De ahi, por cjemplo, las sorprendentes enunciaciones que se han hecho, don- de, sin que sea preciso siquiera penetrar en su desarrollo, se advierte desde el primer momento la propensién a lo facil y lo arbitrario. Ha- blar de una particular “finura” del mexicano, o de que éste tenga un pri- vativo “sentimiento de rivalidad”, del mismo modo que una “voz, gesto y silencio” 0 un “asombro”, 6 una forma de sentir “lo imaginario y lo real”, es tanto como pretender que ciertos fenémenos invariables y uni- versales se expresen de una manera exclusiva y diferenciada, a cuenta de también a la mitad del siglo José Revueltas (1914-1976) publicé una in- sretacién marxista de “lo mexicano”, que se agrega a las versiones positi- vistas, fenomenoldgicas, existencialistas y psicoanaliticas. Aunque se burla de la “literatura barata de salén” que especula sobre el resentimiento, el sentid de la muerte, las inhibiciones sexuales y las paradojas de la mexicanidad, Re. Ha mos entrega una visin del ser nacional explicada a partir de le Lach 2s y de la filosoffa de la praxis. El texto que sigue fue originalm. nte una conferencia dictada en la UNAM, publicada posteriormente en la ee sofia y Letras (nim. 40, octubre-diciembre de 1950). aE 215 JOSE. REVUBETAS factores, sobre un sujeto que en y -1o exclusivo y diferenciado, Je qué misteriosos ser un suj el mexicano existe no nos dice al afirn node al. quign sab guno es ni puede Afirmar a priori que th hong i ca cosa, en Vi e que in deja pendie dice bien poca cosa, en virtud de q ; ! ja pendent por qué y el cémo de dicha existencia y au los grads de relaividag de esa misma existenc! . Sdlo a partir, entonces, de estos por qué ye. 0 de la existencia del mexicano, pueden derivarse los deméy asu vez el particularismo a tales ri tos com! rasgos y determinars i “Ahora bien, el existir no es una fun in ottas pala bras, en tanto que no puede dejar de ser un hecho funcional, pues de lo contrario dejaria de ser también un existir, se produce y sucede de un modo concreto y en un tiempo y un espacio concretos. De esta ma- nera, cuando se habla de la existencia del mexicano (que no es sino una forma de la existencia del hombre en general), no podemos concebir que ésta se produzca y suceda fuera de la praxis, es decir, fuera de la re- ciprocidad de relaciones que el sujeto establece necesaria y forzosamen- te con sus citcunstancias. A mayor abundamiento, las relaciones de reciprocidad entre el sujeto y sus circunstancias no se expresan jamés de un modo pasivo, antes sujeto y circunstancias aparecen en continuo movimiento, condiciondandose mutuamente sin cesar, de tal suerte que la subversion de las circunstancias por parte del sujeto se resuelve a su vez, dialécticamente, en una autosubversién del sujeto mismo. El hombre aparece dentro de la praxis en su condicién real e {nte- gra, en su movimiento y devenir continuos, no como un resultado pa- sivo de la naturaleza inconsciente y ciega, ni como una suma de reflejos condicionados, sino como un elemento prdctico critica, es decit, fevor lucionario. Sujeto y objeto —dice el italiano Mondolfo— no existen més que como términos de una relacién necesariamente recipro%s cuya realidad reside en la praxis; su oposicién no es mas quel! condicién dialéctica de su proceso de desenvolvimiento, dese” da. Por consiguiente, el sujeto no es una tabula rasa pasivarner Teceptiva; es (como el idealismo sostiene) actividad, que Pde dems se afirma (y esto contra el idealismo) en la sensibili 216 Pode cit fa: atiay ine » ls se oyna rece ded pen POSIMLIDADES Y LIMITACIONES DEL MEXICANO actividad humana subjetiva, la cual pone, modela o transforma el tbjeto y con esto se va formando a s{ misma.’ Esta praxis subversiva que parece situar al hombre como un ser relative ¥ cambiante, presupone la existencia de un hombre objetiva- wate absoluto, cuya existencia objetiva es absoluta. La historia y las sociedades humanas nos han dado al hombre del Renacimiento, al hombre de la Edad Media, al hombre burgués, al hombre feudal, al hombre proletario, del mismo modo que comunidades humanas mis especificas nos han dado al hombre alemén, al hombre francés, al hombre mexicano, Pero si se toma al hombre en su conjunto, prescin- diendo de la relatividad a que lo condicionan historia y sociedades mu- tables, queda una constante absoluta, que es el hombre mismo como verdad objetiva. El burgués 0 el proletario, el renacentista o el habitante de las ca- vernas, el sueco 0 el mexicano, son hombres, pero no son el hombre. De aqui que no pueda emprenderse el andlisis del hombre relativo y concreto de una sociedad o un pafs determinados, dentro de un tiem- po y un espacio locales, sin referirlo al hombre universal absoluto, cu- ya existencia es absoluta dentro del tiempo y espacio universales. De acuerdo con el punto de vista anterior, los términos “el mexi- cano” y “lo mexicano”, deberdn cobrar una categoria diferente a la de su simple acepcién gentilicia. Si se dbserva la perspectiva econémica, socioldgica € histérica del pais llamado México, se verd, por ejemplo, que el lacandén no es ni “el mexicano” ni “lo mexicano”, del mismo modo que no lo son, tampoco, el yaqui, el cora, el huichol o el otom{. La causa de que no lo sean radica en que sus caracteristicas como co- munidades humanas concretas no se han podido imponer a esa otra comunidad de hombres, a su vez con caracterfsticas propias y en el se- no de la cual coexisten, que constituye el resto del pais. Una comunidad humana se convierte en Jo nacional de un pais pameer nd crea las condiciones para serlo y no en ninguna ofr Sg ae esto no quiere decir, sin embargo, que a a ae a yaquis len de un pais dado no pueda ser bo at ea ey ad, S$ Coras, los lacandones y demés minorfas i ne so ) Para sf mismas, respecto a sf mismas, pero no son /0 nacionai 217 ¥! JOSE. REVUELTAS acional de México. Si cualquiera de estas minorfas hu. ciones econémicas, soc oldgicas ec histéni. cas indispensables para convertir lo nacional propio ca lo nacional det pais, no estariamos planteando el problema ‘ mexicano, sino, en sy caso, o el problema del yaqui 0 del cora 2 de cand sn, . De aqui se concluye que el problema de “el mexicano se plantea como tal en tanto que el mexicano, a través de una serie de Vicisitudes y circunstancias de las que hablaremos cn su turno, ha Hegado a con. vertirse en lo nacional de un pafs, 0 con mayor exactitud, en el ser ng. cional de México. del pais, el ser n ‘ biese podido crear las condi La realidad del ser nacional de un pats, considerado como sujeto —en nuestro caso el mexicano, el ser nacional de México—, y la tea- lidad de sus relaciones de interdependencia e interaccién respecto ala economia, la sociedad y la historia del pais en cuestién, considera- das como objeto, radican en la praxis, lo que significa entonces que nacional, el ser nacional, no es otra cosa que ese proceso universal de transformacién, integraci6n y desintegracin del hombre, localiza- do en un punto concreto del tiempo y el espacio, que hace posible a una comunidad formularse respecto a s{ misma y respecto a las demds el concepto mds o menos absoluto de “lo francés”, “lo inglés”, “lo me- xicano”, etcétera. En consecuencia y como resultado de ese proceso universal del que le es imposible separarse, el concepto de lo nacional aparece en el cerebro de los honabres como una forma précticamente determinada de la conciencia del ser, de la conciencia del ser humano. Esta conciencia del ser humano, en su forma prdcticamente deter- minada del ser nacional (del mismo modo que en su forma de con- ciencia de clase y en todas sus dems formas), aparece en la vida de los hombres como el resultado de un conjunto de fenémenos econdmi- cos, sociolégicos € histéricos, que tienen caracteristicas peculiares en cada comunidad, a pesar de que el proceso de su aparicién esté regido a al camino recorrido — = a francés ceo la conciencia de “lo ont ie iar de Norteamérica para se €sa conciencia. Por “, oe hasta llegar al absoluto pow f T adsoluto posible” entendemos el punto donde 218 posIBILIDADES Y LIMITACIONES DEL MEXICANO «ase realiza y donde, al realizarse, se transforma de conciencia oe | ser mismo. Al respecto hemos dicho, refiriéndonos a las Aticas de México, que ellas son lo nacional de s{ mismas, o significa que sean lo nacional del pais, aunque dichas conc del ser en © minorias idiom ue esto ni ‘ > ” es posean una conciencia de su yo, de su ser nacional. Con esto mino! uerido decirse que la conciencia de lo nacional, en el caso de tales ae no ha Ilegado al punto de su absoluto posible, es decir de su mjeacién econdmica, social € histérica, y que, por lo tanto, es una venciencia estacionaria y pasiva. Una de las caracterfsticas, precisamente, del ser nacional del me- xicano, ¢s que convive, como tal ser, junto con otras nacionalidades dentro de los limites de un mismo territorio. La no realizacién de la conciencia nacional de las minorfas idiomaticas que conviven junto al mexicano, constituye, en consecuencia, una de las antinomias bdsicas que obstruyen el camino para que el ser nacional del mexicano con- quiste su absoluto posible y se realice en una forma plena e integra. Sin embargo, el hecho de que el mexicano no constituya por completo y en su totalidad el ser nacional de México, no implica su inexistencia como set nacional mayoritario del pafs y determinante del mismo, de su ca- acter y su morfologfa. Pero, en suma, qué es, entonces, el mexicano? No obstante que, como se decia en renglones anteriores, los fend- menos universales que determinan al mexicano se producen y desarro- llan con caracteristicas peculiares propias, este hecho no nos autoriza a claborar una definicién primitiva de lo mexicano diferente a la que existe para establecer las condiciones indispensables que debe reunir no 'mporta qué otra comunidad humana considerada como ser nacional, como nacionalidad, 1 sande Se y profesores pretenden definir al mexica- Sita a do de la mue aciendoons ja y por sus ii ‘Sun tipo ui aed ore nico para el que rte, por su resentimiento, por su propen- inhibiciones y elusiones sexuales, no est4n literatura barata de salén. El mexicano no ticonestnieas existan, o deban inventarse, leyes ni defi- bingin géners " "que un tipo de tal naturaleza no puede darse en Modem Ls as Tunstancias dentro del conglomerado humano TS del a es que se quieren hacer pasar como peculia- ? &' Tesentimiento, el sentido de la muerte y demés, 219 JOSE REVUELTAS ue han aparecido y aparecen en otros pueblos, Atin El hombre es el mundo de los hombres y las condiciones les de su vida determinan su conciencia, su organizacién social y tica, sus costumbres y su ideologia. De esta suerte un andlisis cortecra i del hombre no puede sino tomar como punto de partida el alive © las condiciones materiales de su existencia, que son las determinante, j de todo el resto. Del mismo modo que en medicina los sintomas no son la enfermedad, en la sociedad humana los datos determinad. | no son el hombre, pues el hombre estd constituido no sélo Por lo que | aparece en su superficie, sino también y preponderantemente por ig que estd en su raiz como el conjunto de sus determinantes, Los datos determinados del hombre constituyen un conjunto inestable, que se | altera en la misma medida en que los datos determinantes asi lo con- dicionan. Por cuanto a esta permanencia ¢ inestabilidad de los datos determinados, podrian dividirse éstos en una escala muy amplia, pero ciertamente los del cardcter y la psicologia son los més efimeros, san. que también los mds favorecidos por los profesores afectos a urdir hi- potesis ligeras. Si se toma al mexicano de la ciudad de México, concretamente al de las calles San Juan de Letrdn, se tendré en la mayoria de los ca- » sos, digamos, a un simulador, a un sédico sexual que golpea a las mu-_ jeres, a un resentido y a un bravucén cobarde, por no hablar de otras caracteristicas. Pero si se toma a otro mexicano de la propia ciudad de México, digamos un intelectual,’se encontrar, salvo excepciones, a un ser complicado y astuto, torturado de la manera mds increible por d infierno de la vanidad, retorcido, envidioso y Ileno de oscuras repre-- siones. Es decir, del macré de San Juan al intelectual del cabaret Leda. ya se advierte, por lo pronto, una diferencia; 0 sea que los datos deter- | minados en estos dos tipos de mexicano comienzan a no tener una magnitud comin, a no ser un denominativo comun. La diferencia © acentia si se toma el mexicano de Monterrey, de la Baja California ¢_ de Nueva Rosita, Aqui tenemos a un hombre reposado, sobrio, aust ro, cordial y sin tortuosidades. Sin embargo, la inutilidad de estos tos resulta obvia cundo se advierte que ni los mexicanos de San Jus" Materia. 220 i posIBILIDADES Y LIMITACIONES DEL MEXICANO s mexicanos de Monterrey, Baja California y Rosita, son spiamente dicho, el ser nacional de México. ser nacional. Justamente a es el ser nacional de México, porque en la comunidad que reine todos y cada uno de estos factores. Empero, a lo largo de la historia, el mexicano no siempre ha sido dlser nacional, la nacionalidad de México. Esto significa que el ser na-

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