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Salud
El estereotipo del hombre fuerte, valeroso y audaz incide en la poca atención que muchos
hombres prestan a su salud y al autocuidado. La idea de competencia y liderazgo les lleva
a tener altos niveles de estrés, con fuertes cargas de trabajo y horarios laborales extensos.
Ejercicio de la violencia
El mandato de género que establece que los hombres deben ser fuertes, valientes y
poderosos pesa mucho en materia del ejercicio de la violencia. Históricamente se ha
entendido (de manera equivocada), que el poder sobre otras personas debe ser ejercido a
través del uso de la fuerza y medios violentos.
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El ejercicio de la violencia tiene graves consecuencias para las víctimas, pero también
para los hombres que la ejercen, al incapacitarlos para relacionarse sin tener que recurrir
a un abuso de poder. La cultura de la violencia y de la masculinidad valiente, arrojada
y fuerte, lleva a muchos hombres a participar de situaciones de riesgo y a exponerse
innecesariamente a peligros para demostrar su hombría.
La sexualidad
En la masculinidad tradicional se espera de los hombres una vida sexual temprana, activa
y heterosexual.
En el marco de la masculinidad hegemónica, las mujeres son vistas como objetos sexuales,
como seres al servicio y para el placer de los hombres. En el otro extremo, el control del
cuerpo (y por lo tanto de la sexualidad), sobre aquellas mujeres que son la pareja, la
hija, hermana, esposa o madre, es parte importante de la visión sexista de esta forma de
masculinidad.
Para los hombres hay toda la libertad sexual; para las mujeres poca o nada. Un hombre
puede hacer alarde de una vida sexual activa, promiscua, pública, y eso lo hace “más
hombre” a los ojos de la sociedad patriarcal. Una mujer, por el contrario, debe ser discreta
y sexualmente controlada.
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Otro rasgo importante de la masculinidad hegemónica, en el contexto del sistema
patriarcal, es el de la heterosexualidad. Esto ha limitado e impedido la expresión afectiva
de muchos hombres, por temor a ser considerados débiles o afeminados. Ha generado
graves problemas de autoestima y aceptación para los hombres con una orientación
sexual homosexual y ha contribuido a la homofobia.
Paternidad