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SECCION DOCUMENTOS

Pontificia Comisión Bíblica


"Biblia y Cristología"
(Texto Oficial)

Traducción por José María Gallego, S.J.

PRESENTACION

Dentro de nuestra sección "DOCUMENTOS" hemos decidido


publicar el emanado de la Pontiticia Comisión Bíblica, en abril de
1983 y publicado en doble versión, latina y francesa por ''Les
Editions du Cerr: París, 1984. Esta decisión la hemos tomado,
pues dentro de nuestro medio tal Documento, al igual que los
emanados de la Comisión Teológica Internacional, no han
tenido una suficiente difusión.

Con esto queremos apoyar a la misma Pontiticia Comisión


Blblica la cual expresa en su presentación, el interés que tiene de
ayudar a los pasores y a los fieles preocupados por la variedad
de enfoques y aproximaciones exegéticas que se dan hoy en la
presentación de Jesucristo a comprender en su glbbalidad los
nuevos aportes e interrogantes que se están planteando como el
tener presente los riesgos que interpretaciones parciales conlle-
van en la captación del misterio de su persona y de su acción (l)
en sus perspectivas salvíficas y ontológico mesiánicas.

La Comisión asociada a la Congregación para la Doctrina de la Fe por Pablo


VI en 1971, en el momento de la votación de este Documento estaba
integrada así: Cardenal Joseph Ratzinger, quien la preside, José Alonso
Díaz, S.J. (España), Jean Dominique Barthelemy O.P. (Francia/Suiza),
Pierre Benoit O.P. (Francia·lsrael), Henri Cazelles, S.J. (Francia), Guy Cou·

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Como lo anota Joseph A Fitzmyer en su "comentario" (2) al
Documen to los pun tos capitales del mismo están: 1f/ Insistir en
la visión total de la imagen de Cristo presentada por la Escritura
la cual no ha sido respetada por algunos enfoques (cfr. Secc 3
Parte 1). 2f/ Lo que es aún de mayor-importancia, son los comen-
tarios desparramados, aquí y allá a lo largo de todo el Docu-
men to, sobre la metodología en la interpretación de la Escritura.
El Documento evita toda armonización o concordismo de los
datos bíblicos e insiste en el reconocimiento de los vacíos cristo-
lógicos, tanto de cada uno de los Evangelios como de otros
escritos bíblicos (cfr. 1.2.7.2 y 1.2.10), aunque la Comisión no
habla explícitamente en ninguna parte del Documento del
método de interpretación histórico crítico, sin embargo de
hecho en sus in terpretaciones del A. T. Ydel N. T. está de acuerdo
con los principios de esa metodología. No es que la Comisión
haga de este método un Ím exclusivo sino que lo utiliza como un
medio para llegar a la "Cristología Integral'~

Reseñamos a continuación los cinco puntos que la Comisión


destaca:

a. El deseo que los estudios bíblicos se lleven a cabo con la


ayuda de los métodos exegéticos actuales y que cada vez se
perfeccionen en sus investigaciones ~ estado actual (1.3.3.).

b. Apela por una apertura a los. puntos críticos en exegésis


(1.2.1.2.) Yque la historicidad de los Evangelios no ha de ser
tomada en sus "detalles mínimos"tanto más cuanto muchos
elementos han sido aportados por un interés teológico.

twier C.S.C. (Canadá), Alfonso Deissler (Alemania), Mons. Albert Decamps


(~élgica), Jacques Dupont, O.S.B. (Bélgica), Joachim Gnilka (Alemania),
Jhon Greehy (Irlanda), Pierre Grelot (Francia), Augustyn Jankowski (Polo-
nia), Cardo Cario María Martini, S.J. (Italia), Antonio Moreno CasamitJana
Chile), Laurent Navé (Alto Volta), Angelo Peuna (Italia), Ignacio de la
Potterie, S.J. (Bélgica - Italia), Jerome D. Quinn (Estados Unidos de Amé-
rica), Matthew Vellanickal (India), Benjamín Wanbaq O. Puermost (Bél-
gica). Su secretario era Marino Maccarelli O.S.M.

Para consultar la historia de su creación y reconstitución ver "Sedula


Cura" AAS 63 (1971) 665-69 como a Joseph A. Fitzmyer, Catecismo
Cristológico, 103-149.

2. "Theological Studles" Sept. (1985) 443-479 tanto más válidos en cuanto


que el autor fue hecho miembro de tal Comisión.

236 BIBLIA Y CRISTO LOGIA


c. Insiste en que el Jesús de la historia debe ser admitido como
"el origen de la Cristología" (1.2.8.1). La Cristología no nació
unicamen te del Kerigma Pascual. Hay que otorgar unajusta
valoración a los textos más tardíos y no considerarlos como
tergiversaciones de los datos originales del Jesús Histórico
(1.2.7.3) Y aunque se utilice un lenguaje simbólico no se ha
de identificar sin más con algo mitológico.

d. Se acepta abiertamente el que la Resurrección "no puede


probarse de manera empírica'~ Por ella Jesús fue introdu-
cido en "el mundo que viene" (1.2.6.2).

e. Conviene establecer una más adecuada relación entre los


elemen tos preparatorios del A. T. Yla llegada de la plenitud
de la revelación en Jesucristo en el N.T. mediante estudios
exegéticos más precisos y definidos (1.2.10).

f. Se pide el valorar adecuadamente el lenguaje en la elabora-


ción cristológica de las deÍmiciones conciliares como len-
guaje "auxiliar" el cual reformuló conceptualmente el len-
guaje básico y "referencial" de los escritos inspirados, que si
bien son más imprecisos en términos, sin embargo han de
tener la primacía por ser la fuen te de la revelación (1.2.2.1).

El Padre José María Gallego, autor de la traducción, ha sido


Profesor de las Facultades Eclesiásticas de la Pontificia Univer-
sidad Javeriana en donde tuvo a su cargo las cátedras de Cosmo-
logía y Etica. Actualmente es el Director de la Biblioteca.

SILVIO CAJIAO, S.J.·

* Doctor en Teología, Universidad Gregoriana, Roma. Decano del Medio


Universitario de la Facultad de Teología, Universidad Javeriana; Profesor
de Cristología.

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"Biblia y Cristología"
(Texto Oficial)

Muchos hombres de nuestra 2. Recordando brevemente el con-


época, sobre todo en Occidente, se junto de los testimonios conser-
dicen con gusto agnósticos o incre- vados en la Sagrada Escritura
yen tes. ¿Pero se desinteresan por eso sobre la espera de la Salvación y
de Jesucristo y de su misión en el del Mesías, para situar exacta-
mundo? Los estudios y publicaciones mente el Evangelio sobre ese
que aparecen muestran que no, aun- trasfondo, mostrando después
que haya variado la manera de abor- cómo hace falta entender el
dar esta cuestión. Sin embargo, algu- cumplimiento en Jesucristo de
nos cristianos se sienten pertur- esa espera y de las promesas que
bados por la variedad de maneras de la fundan.
tratar el problema y de las afIrma-
ciones que se hacen.
PRIMERA PARTE

La Pontificia Comisión Bíblica 'Perspectivas actuales en la


quiere ayudar sobre este punto a los manera de tratar sobre Jesucristo
pastores y a los fieles.
Sección l. Breve inventario de
los intentos
1. Presentándoles un breve cuadro
de esos trabajos, de su interés, y No se trata aquí de presentar una
de los peligros que llevan consigo; historia completa de los estudios

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sobre Jesucristo; se anota simple- llaman la "economía (dispensa-
mente que en nuestros días se ha tio) de la salvación n.
intentado hacerlo de diversas mane-
ras. Las resumiremos según una cla- c. Teniendo en cuenta puntos de
sificación aproximada que no in- vista modernos, ciertas cuestio-
tenta ser ni lógica, ni cronológica, nes tratadas en la Edad Media
indicando algunos nombres repre- son renovadas en parte: así la
sentativos para algunas de ellas. "ciencia" de Cristo y el desarrollo
de su personalidad (v.g.J. Mari-
tain, etc.).
1.1.1 Intentos teológicos de
estilo "clásico" 1.1.2 Métodos especulativos de
tipo crítico
1.1.1.1. Este intento es el de los tra-
tados dogmáticos de tendencia espe- 1.1.2.1. Un cierto número de teólo-
culativa, que presentan una elabora- gos especulativos estiman necesario
ción sistemática de la doctrina par- aplicar, no solamente a los teólogos
tiendo de las definiciones conciliares patrísticos y medioevales, sino tam-
y de las obras de los Padres: tratado bién a las definiciones conciliares,
De Verbo Incarnato (Cfr. Concilio de una forma de lectura crítica que ha
Nicea, 325; de Calcedonia, 452; de dado resultados positivos en el estu-
Constantinopla 11 y m, 533 y 681) Y dio de los textos bíblicos: conviene
tratado De redemptione (Cfr. Conci- interpretar esas defmiciones en fun-
lios de Orange, 529; de Trento, sesiq- ción de los cuadros culturales e his-
nes 5 y 6, 1546 Y 1547). tóricos en que han sido ela-
boradas.
1.1.1.2. Los trabajos concebidos así
aprovechan muchos enriquecimien- 1.1.2.2. El estudio histórico de los
tos modernos. Concilios muestra en efecto que sus
definiciones se han esforzado por
a. Utilizan generalmente la crítica superar disputas de escuelas o dife-
bíblica, distinguiendo mejor el rencias de puntos de vista y de len-
aporte propio de cada libro o guaje que dividían a los teólogos,
grupo de libros: así la exégesis aunque afirmando la fe proveniente
teológica queda fundada más del Nuevo Testamento. A pesar de ese
sólidamente: (v.g. J. Galot, etc.). esfuerzo, no siempre se han superado
con plenitud las oposiciones. Exami-
b. La influencia lateral de una teo- nando críticamente el contexto cul-
logía centrada sobre la "historia tural y el lenguaje de las formulacio-
de la salvación" (Heilsgeschichte, nes adoptadas, por ejemplo, en el
véase más abajo 1.1.6) permite Concilio de Calcedonia (451), se dis-
situar con mayor firmeza la per- tinguen mejor el objeto de la defini-
sona de Jesús en lo que los Padres ción y las enunciaciones empleadas

240 BIBLIA Y CRISTOLOGIA


para formularlo rectamente. Si el se le adoptó en el protestantismo
contexto cultural cambia, las formu- llamado "liberal": Se quería sustituir
laciones pueden perder su eficacia en una teología "bíblica", establecida
un cuadro lingüístico en que las mis- críticamente, a una teología "dogmá-
mas palabras no se emplearían con el tica" que parecía excluir toda inves-
mismo sentido. tigación positiva (Cfr. A. Harnack,
Das Wesen des Cristentums). Estas
1.1.2.3. Hace falta pues confrontar investigaciones sobre el "Jesús de la
de nuevo esas enunciaciones con las historia" terminaron con resultados
fuentes fundamentales de la Reve- tan contradictorios, que la "inves-
lación, volviendo con una atención tigación sobre la vida de Jesús"
más sostenida al Nuevo Testamento (Leben Jesu-Forschung) vino a ser
mismo. El estudio del "Jesús histó- considerada como una empresa sin
rico" lleva entonces a ciertos teólogos esperanzas (A. Schweitzar, 2a. ed.,
(v.g. P. Schoonenberg) a hablar de su 1913). De la parte católica, aunque M.
"persona humana"; ¿pero no sería J. Lagrange haya puesto firmemente
mejor decir su "personalidad hu- el principio del "método histórico"
mana", en el sentido en que la Esco- para el estudio de los Evangelios (La
lástica hablaba de "humanidad indi- Méthode historique, 3a. ed., 1907), no
vidual" y "singular"? se escapaba prácticamente a las
dificultades precedentes sino postu-
lando la historicidad integral de todos
1.1.3 Cristología e los detalles de los textos evangélicos
investigación histórica (así: Didon, Le Cam us; más matizado,
Lebreton; el mismo Lagrange, Fer-
Otros caminos provienen más de nández, Prat, Ricciotti, etc.) El es-
los métodos de la historia científica. fuerzo de R. Bultman (véase más
Estos métodos que han dado prueba adelante 1.1.8) tendrá como punto
de su eficacia en el estudio de los de partida esta dificultad de la
textos del pasado, era natural que se investigación sobre la ''vida de Jesús".
les empleara con los textos del Nuevo
Testamento. 1.1.3.2. Desde entonces, el "método
histórico" ha recibido complementos
1.1.3.1 De hecho, desde el princi- importantes, porque los historiadores
pio del siglo XIX, se ha concentrado mismos han puesto en cuestión la
la atención sobre la reconstitución concepción "positivista" de la obje-
histórica de la vida de Jesús, tal como tividad en historia.
aparecio a sus contemporáneos, y
sobre la conciencia que pudo tener a. Esta objetividad no es la de las
de sí mismo. Este desinterés de los ciencias naturales; se refiere a
dogmas cristológicos era obvio en experiencias humanas (sociales,
autores racionalistas como Reima- psicológicas, culturales, etc.),
rus, Paulus, Strauss, Renan, etc. Así ocurridas una sola vez en el

JOSE MARIA GALLEGO. s.J. 241


pasado, que no se pueden re- situación. Nunca es "neutra". En
construir plenamente tales como efecto, la persona de Jesús concierne
fueron. Si se quiere descubrir a todo hombre, y así también, al
su ''verdad'', hay que partir de los historiador mismo: por el sentido de
vestigios que han dejado y de los su vida y de su muerte, por el alcance
testimonios (monumentos y do- humano de su mensaje, poda inter-
cumentos) e intentarlo en lo pretación de que dan testimonio los
posible; pero no se llega a su diferentes libros del Nuevo Tes-
comprensión sino en la medida tamento. Las condiciones en que se
en que se los entiende "desde su emprende toda investigación sobre
interior". este punto explican la gran diver-
sidad de los resultados obtenidos, sea
b. Un esfuerzo tal hace intervenir por los historiadores, sea por los
necesariamente las subjetivida- teólogos; porque nadie puede estu-
des humanas en las investiga- diar y presentar de una manera
ciones del historiador: éste ad- puramente "objetiva" la humanidad
vierte su presencia en todos los de Jesús, el drama de su vida que
textos que refieren los sucesos y corona la Cruz, el mensaje que ha
evocan sus personajes, sin pre- dejado a los hombres por sus pa-
juzgar la calidad de los testi- labras, por sus hechos y por su
monios así conservados. existencia misma. Esto no impide
que esta investigación histórica sea
La subjetividad del historiador indispensable, si se quieren evitar dos
mismo interviene en todas las peligros: o bien que se conciba a Jesús
etapas de su trabajo, en su inves- como un héroe mitológico simple-
tigación de la ''verdad'' en historia, mente, o bien que su reconocimiento
(Cfr. H.G. Gadamer). Aborda los como Mesías e Hijo de Dios sea
temas que estudia en función de abandonado a un fideísmo irracional.
sus propios centros de interés,
con una "comprensión previa"
(Vorverstandnis) que debe 1.1.4 Cristología y ciencia de
ajustar poco a poco en el contacto las religiones
de los testimonios estudiados.
Aun si se critica a sí mismo en el 1.1.4.1 Un dato más se ofrece a la
curso de esta confrontación, es investigación para completar la base
raro que la exposición de los de las investigaciones históricas: la
resultados obtenidos no esté de la "ciencia de las religiones", con
condicionada por su propia con- las interferencias que se pueden
cepción de la existencia humana observar entre éstas. En esta pers-
(Cfr. X. Leon-Dufour). pectiva es en la que hay que colocarse,
por ejemplo, para explicar el paso del
1.1.3.3. El estudio histórico de Evangelio del Reino de Dios, tal como
Jesús es el caso más típico de esta Jesús lo anunció según los textos

242 BIBLIA Y CRISTO LOGIA


evangélicos, al Evangelio de Jesús la fe cristiana. La cristología
Mesías e Htjo de Dios, tal como se lo pierde entonces todo contenido
encuentra en los textos que presen- realista. pero es posible conservar
tan diversamente la fe de la Iglesia este último sin dejar de reconocer
primitiva. derecho a lo que exige la "ciencia de
las religiones".
1.1.4.2 Desde el siglo XIX, la his-
toria comparada de las religiones ha 1.1.5 Aproximaciones a Jesús
conocido un auge que renovó, sobre partiendo del judaísmo
este punto, intentos más antiguos.
Dos clases de materiales permitieron 1.1.5.1 La religión judía es evi-
tal avance: en primer lugar la re- dentemente la primera que hay que
cuperación de las antiguas literaturas estudiar para comprender la per-
orientales gracias al desciframiento sonalidad de Jesús. Los evangelios lo
de las escrituras egipcias y cunei- muestran profundamente arraigado
forme (Champollion, Grotefend, en su tierra y en la tradición de su
etc.); en segundo lugar, las inves- pueblo. Desde principio del siglo,
tigaciones etnológicas sobre las investigadores cristianos han en-
poblaciones llamadas "primitivas". El contrado numerosos paralelismos
fenómeno religioso apareció entonces entre el Nuevo Testamento y la
a la vez como irreductible a los literatura judía (Cfr. Strack-Biller-
demás) Cfr. Otto, Das Heilige, 1916) y beck, J. Bonsirven, etc.) Más recien-
como muy variado en el campo de las temente, los descubrimientos de
creencias y de los ritos. Qumram y la recuperación del
antiguo Targum palestino del Penta-
1.1.4.3 En esta perspectiva, al teuco han renovado las cuestiones y
principio del siglo XX, la "Escuela de estimulado su estudio. Al principio
la historia de la religión" (Religion- hubo alguna vez, detrás de esta
geschicht1iche Schule) ha intentado investigación, una preocupación por
aplicar bajo una forma genética y subrayar la historicidad de los
evolutiva, por una parte, los orígenes materiales evangélicos sobre el
y la evolución de la religión de Israel, trasfondo del judaísmo antiguo.
por otra parte, el surgir de la religión Actualmente se procura preferen-
cristiana a partir del Judío Jesús, en temente comprender mejor las raíces
un mundo helenizado, marcado pro- judías del cristianismo para medir
fundamente por el sincretismo y el ~xactamente la originalidad de éste
gnosticismo. R. Bultmann (Cfr. más sin perder de vista el tronco sobre el
adelante 1.1.8) ha aceptado este cual se injertó.
principio sin reticencia para explicar
la formación del lenguaje cristológico 1.1.5.2 Después de la Primera
en el Nuevo Testamento. El mismo Guerra mundial, historiadores ju-
principio queda corrientemente díos, superando una animosidad
admitido entre quienes no comparten secular que había tenido paralelo en

JOSE MARIA GALLEGO. S.J. 243


los predicadores cristianos, se han manera de ver, próxima a la de los
interesado directamente por la per- historiadores provenientes de la Reli-
sonalidad de Jesús y por los orígenes giongeschichtlicheSchule, no siempre
cristianos (J. Klausner, M. Buber, J.G. descuida la profunda judaicidad del
Montefiore, etc.). Cuidan de subrayar mismo Pablo. En todo caso, es claro
la judaicidad de Jesús (por ejemplo, que el estudio del judaísmo contem-
P. Lapide), las relaciones de su en- poráneo de Jesús en toda su comple-
señanza con la de las tradiciones jidad es una etapa previa necesaria
rabínicas, la originalidad profética o para comprender la personalidad de
sapiencial de un mensaje íntima- este último, y el papel que el cris-
mente ligado a la vida religiosa de las tianismo primitivo le ha atribuido en
sinagogas y del Templo. Se han la "economía de la salvación". Ade-
buscado filiaciones, ya por el lado de más, sobre una base tal, un diálogo
Qumram, por historiadores judíos (Y. fecundo, sin intenciones apologé-
Yadin, etc.) o desprovistos de toda fe ticas, puede entablarse entre judíos y
cristiana (J. Allegro), ya por el lado cristianos.
de paráfrasis litúrgicas de la Es-
critura, por autores judíos (v. g. E. 1.
Kutscher, etc.) y cristianos (R. Le 1.1.6 Cristología e "Historia de
Déaut, M. McNamara, etc.). la Salvación"

1.1.5.3 Historiadores judíos, inte- 1.1.6.1 En el siglo XIX, como


resados por "el hermano Jesús" (Sch. reaCClOn contra el "historicismo"
Ben Chorin), han puesto de relieve liberal (Cfr. 1.1.3.1.) y contra el
ciertos aspectos de su fisonomía, monismo idealista de Hegel que ejer-
para encontrar en él un doctor cía entonces una profunda influencia,
próximo al fariseismo antiguo (D. teólogos protestantes alemanes (v. g.
Flusser) o un taumaturgo análogo a J.T. Beck, J. Chr. K. von Hofmann),
aquellos cuyo recuerdo ha conser- reasumieron por su cuenta la noción
vado la tradición judía (G. Yermes). de "historia de la salvación" (Heil-
'AJgunoshan aceptado establecer relación sgeschichte), bastante próxima de lo
entre los relatos de 'la Pasión y el que los Padres y los teólogos me-
Siervo paciente del libro de Isaías (M. dioevales llamaban "economía de la
Buber). Los teólogos cristianos deben salvación". Recibiendo el Evangelio
tomar en serio tales esfuerzos en el en la perspectiva abierta por la fe, se
estudio de la cristología. esfuerzan por encontrar'en la historia
humana ''los acaecimientos significa-
1.1.5.4 Los autores judíos (v.g. S. tivos" en que Dios ha dejado, por
Sandmel, etc.) tienen tendencia sin decirlo así, la traza de su intervención,
embargo, a achacar a Saulo de Tarso y por medio de los cuales El lleva esta
la atribución de aspectos trascen- historia hacia su "cumplimiento".
dentes de su fisonomía, especial- Estos acaecimientos constituyen la
mente su filiación divina. Esta trama misma de la Biblia, y el "fin" de

244 BIBLIA Y CRISTO LOGIA


la historia así concebido recibe el entera. Estimando que se puede
nombre de escatología. establecer su verdad por el ca-
mino de la investigación histórica
1.1.6.2 En la perspectiva de la (Historie), piensa que al mismo
historia de la salvación, la cristología tiempo queda firmemente esta-
se despliega de varias maneras, según blecida la divinidad de Jesús.
el punto de partida elegido para Partiendo de ahí, hace la relec-
construirla. tura de su viday de su ministerio:
su predicación ha inaugurado el
a. Paralelamente a las obras sobre Reino de Dios entre los hombres;
los títulos de Cristo en el Nuevo su muerte ha realizado la sal-
Testamento (Cfr. F. Hahn, V. vación de ellos; por la resurrec-
Taylor, L. Sabourin, etc.) o sobre ción, Dios ha confirmado su
el Cristo "Sabiduría de Dios" (A. misión.
Fe u illet, etc.) O. Cullmann cons-
truye sobre la misma base una c. J. Moltmann se coloca desde el
cristología esencialmente "fun- principio en una perspectiva
cionar' que se preserva de los escatológica: La entera historia
análisis metafísicos de estilo humana aparece como polariza-
"ontológico". Los títulos en cues- da por una promesa, y quienes la
tión son tanto los que Jesús se ha abordan con fe descubren allí la
dado a sí mismo, en relación fuente de una esperanza orien-
estrecha con sus actos y su tada hacia la "salvación por Dios".
conducta, como los que los pre- Este era efectivamente el caso en
dicadores del Evangelio le han las promesas del Primer Testa-
atribuido en el Nuevo Testa- mento. Ahora bien, el Evangelio
mento. Se refieren a la obra perfecciona esas promesas por el
realizada por El durante su vida anuncio de la muerte y la re-
terrestre, su obra presente en la surrección de Jesucristo. En la
Iglesia, la obra final (o escato- Cruz, Dios ha asumido en su Hijo
lógica) hacia la cual la Iglesia la pena y la muerte humanas
dirige su esperanza, pero también para hacer paradójicamente de
su preexistencia (P. Benoit). ellas el medio de la salvación. Por
Desde entonces, la soteriología (o amor, Jesús se ha hecho efecti-
teología de la redención) está vamente solidario de la huma-
incorporada a la cristología, en nidad pecadora y sufriente, a fin
lugar de estar separada de ella de asegurarle una liberación que
como en los tratados clásicos. le alcance en todo su ser, tanto en
el- orden de sus relaciones con
b. W. Pannenberg parte en su Dios, como en el plano psicológico
reflexión del hecho de la re- (antropología) yen el de la vida
surrección de Jesús, anticipación social (sociología y política). La
( o prolepsis) del fin de la historia teología de la redención desem-

JOSE MARIA GALLEGO. s.J. 245


boca así en un programa de 1.1.7.2 Para K. Rahner, el punto
acción. Se encuentra una preo- de partida de la reflexión se busca en
cupación semejante en la "exé- la existencia humana, analizada de
gesis social" (Cfr. G. Theissen, un modo que él llama "trascendental":
E.A. Judge, A. J. Malherbe, etc.). es fundamentalmente conocimiento,
amor y libertad. Ahora bien, estas
dimensiones de la existencia se ac-
1.1.7 Cristología y tualizan totalmente en la persona de
antropología JesÍls durante su vida aquí abajo. Por
su resurrección, su vida en la Iglesia y
Se agrupan bajo este título diversos el don de la fe que el Espíritu Santo
métodos que tienen en común buscar hace a los creyentes, rinde posible a
su punto de partida en diversos todos la realización del proyecto hu-
aspectos sociales de la experiencia mano, que sin El, terminaría en un
humana y de la antropología. Estos' fracaso.
caminos reasumen a su manera los
debates, corrientes en el siglo XIX y 1.1.7.3 H. Kung, preocupado por
en la primera parte del presente, el encuentro entre el cristianismo, las
sobre los "signos de credibilidad" que religiones mundiales y los humanis-
conducen a la fe. Los ensayos de esta mos modernos, se inclina sobre la
clase tomaban como punto de par- existencia histórica del Judío Jesús.
tida, ya sea el examen de los signos Examina la manera como Jesús tomó
_externos (apologética clásica), o ya en su mano la causa de Dios y la de los
la experiencia religiosa considerada hombres, el drama que lo condujo a
en su universalidad (tentativa "mo- la muerte, en fm, el modo de vida
dernista"), o las exigencias intrín- cuyo animador e iniciador fue, y que
secas de "la acción humana" (M. el Espíritu continúa haciendo brotar
Blondel). Desde entonces estos pro- en la Iglesia. El obrar cristiano apa-
blemas se han transformado, pero su rece así como un "humanismo radi-
transformación ha tenido repercu- cal" que da al hombre su auténtica
siones en el campo de la cristología. libertad.

1.1.7.1 P. Teilhard de Chardin ha 1.1.7.4 Estudiando la experiencia


presentado al hombre como el "brote personal de Jesús intenta E. Schille-
terminal" de la evolución del universo. beeckx poner un puente entre ésta y
Cristo, el Hijo de Dios encarnado, es la experiencia humana común, sobre
considerado así como el principio todo, la de quienes fueron los pri-
unificador de la historia de la huma- meros compañeros de la vida de
nidadydel universo, desde su origen. Jesús. La muerte que Jesús sufrió en
Por el nacimiento y la resurrección cuanto "profeta escatológico" no puso
de Jesús, se manifiesta así a los fin a la fe de esos primeros compa-
creyentes el sentido coherente del ñeros en El. El anuncio de su re-
"fenómeno humano" entero. surrección, entendida como ratifi-

246 BIBLIA Y CRISTOLOGIA


cación divina de su vida, mostró que Dios a los pecadores: este anuncio
habían reconocido en Ella victoria de está significado por la "Cruz de Jesús",
Dios sobre la muerte y la promesa de verdadera "palabra" de Dios inscrita
salvación para todos los que mar- en un suceso histórico. Tal es a sus
charían tras El en su Iglesia. ojos el contenido del mensaje pascual,
que pide una "decisión de fe" (Cfr. S.
1.1.8 La interpretación Kierkegaard), que es la única que
"existencial" de Jesucristo asegura al hombre la entrad en una
existencia nueva, plenamente "autén-
Una aproximación a Jesús de tipo tica". Esta fe no tiene, como tal,
antropológico se encuentra también contenido doctrinal: es de orden
en la interpretación "existencial" de "existencial", como compromiso de la
los evangelios propuesta por R. libertad que pone al hombre en las
Bultmann, a la vez, exegeta y teólogo. manos de Dios.

1.1.8.1 En exégesis, Bultmann 1.1.8.3 Las formulaciones de la


toma en cuenta los resultados ne- cristología y de la soteriología que
gativos en que terminaban las in- figuran en el Nuevo Testamento han
vestigaciones sobre la "vida de Jesús" sido hechas, según Bultmann, en el
en el protestantismo liberal. De todos lenguaje "mitológico" de la época.
modos, esas investigaciones no Este lenguaje debe pues ser des-
pueden, según él, servir de base a la mitologizado, es decir, interpretado
teología. Con la Religiongeschichtli- teniendo en cuenta las leyes del
che Schule, admite que las creencias lenguaje mitológico, para formar
del cristianismo primitivo fueron el objeto de una interpretación "exis-
resultado de un sincretismo entre tencial". Esta no tiene solamente por
elementosjudíos, venidos en particu- fin mostrar las consecuencias prác-
lar de los medios apocalípticos, y de ticas del mensaje evangélico; tiende a
los elementos paganos, venidos de la poner en evidencia las "categorías"
religiosidad helenista. Así el "Jesús de que estructuran la existencia huma-
la historia" es separado más que na "salvada". Sobre este punto, la
nunca del "Cristo de la fe" (según el reflexión de Bultmann depende fuer-
principio puesto al fm del siglo XIX temente de la fIlosofía de M. Heidegger
por M. Kahler). en Sein und Zeit.

1.1.8.2 Bultmann quiere, sin 1.1.8.4 En su trabajo exegético,


embargo, permanecer un cristiano Bultmann ha sobrepasado, como sus
creyente que realiza una obra teo- contemporáneos M. Dibelius y K. L.
lógica. Pero para salvar el valor del Schmidt, la crítica literaria clásica
"Kerygma" evangélico, que había para recurrir a la crítica de las
precedido a la actitud de Jesús ante "formas" literarias que han concurri-
Dios, acabó por reducirlo a la pro- do a la "formación" de los textos
clamación del perdón concedido por (Formgeschichte). Se trata menos de

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extraer de los textos evangélicos un 1.1.9.2 En nuestros días, las teo-
contenido histórico relativo a Jesús, logías de la liberación, elaboradas
que de establecer la relación de estos sobre todo en América Latina, buscan
textos con la vida concreta de la en el "Cristo libertador", que algunos
"comunidad primitiva" determinando han presentado como opositor po-
el puesto que han ocupado allí y la lítico del poder romano (Cfr. S.G.F.
función que allí han llenado (8itz im Brandon), el fundamento de una
Leben), a fin de percibir sobre lo vivo "praxis" y de una esperanza. Para dar
los diversos aspectos de su fe. Sin a los hombres una liberación social y
abandonar sobre este punto las exi- política ¿no ha tomado Jesús partido
gencias de Bultmann, sus propios por la causa de los pobres, y no se ha
discípulos (E. Kasemann, etc.) han opuesto a los excesos de los poderes
experimentado la necesidad de reen- opresores en los campos económico,
con trar a Jesús mismo en los orígenes político, ideológico y aun religioso?
de la Cristología. Los teólogos de que tratamos tienen
sin embargo formas múltiples. Los
unos subrayan el carácter global de
1.1.9 Cristología y la liberaciÓn necesaria, incluyendo la
preocupaciones sociales. relación fundamental del hombre a
Dios (v.g. G. Gutiérrez, L. Boff, etc.).
1.1.9.1 Estando condicionada la Otros insisten principalmente en las
vida del hombre por su vida en relaciones sociales de los hombres
sociedad, la atención a los problemas entre sí (v.g. J. Sobrino).
prácticos planteados por la vida
social dominan la reflexión de un 1.1.9.3 De hecho, un cierto
cierto número de "lectores", teólogos número de marxistas ateos, en
o no, que han dirigido su mirada búsqueda de un "principio-esperanza"
hacia Jesús. Observando y experi- (E. Bloch), ven en la praxis de Jesús,
mentando los vicios de las sociedades fundada sobre el amor fraterno, un
humanas, se vuelven hacia la "praxis" camino abierto para hacer emerger
de Jesús para buscar allí un modelo en la historia la humanidad nueva, en
aplicable a nuestro tiempo. Desde el que se realizará el ideal del "comu-
siglo XIX, los socialismos utópicos nismo" integral (v. g. M. Machovec).
(Cfr. Proudhon) se interesaban en los
aspectos del Evangelio. Marx mismo, 1.1.9.4 Algunos lectores de los
aunque rechazando un bloque reli- evangelios, aceptando por principio
gioso, sufría la influencia lateral del la interpretación de los fenómenos
mesianismo bíblico, y F. Engels in- sociales y de la historia humana
terpretaba en función de su teoría de propuesta por algunas corrientes de
la "lucha de clases" la esperanza del los marxistas contemporáneos, apli-
cristianismo primitivo, tal como se can sus métodos de análisis a los
presenta, por ejemplo, en el Apo- textos del Nuevo Testamento y
calipsis. proponen de éste una lectura

248 BIBLIA Y CRISTO LOGIA


materialista. Extraen así de los textos se concibe como una revelación teo-
los principios de una praxis libera- lógica de Dios mismo. Son las de K.
dora, independiente, según ellos, de Barth y H. U. von Balthasar. No se
toda "ideología eclesiástica", para ignoran los resultados de la crítica
fundar sus propias actividades so- bíblica; pero el recurso de la Sagrada
ciales ev. g. F. Belo). Grupos de trabajo Escritura toda entera es lo que per-
en que pueden figurar cristianos sin- mite construir una síntesis sistemá-
ceros adoptan este método que quiere tica. Jesús de Nazareth y el Cristo de
juntar la teoría con la acción, sin la fe son dos "tomas de vista" que se
coincidir necesariamente con los unen profundamente para construir
fines teóricos del "materialismo la autorrevelación de Dios en la
dialéctico". historia humana. Evidentemente,
l.l.9.5 Todas estas "lecturas" esta revelación no se descubre sino
concentran su atención sobre el en la fe (K. Barth). Para H. U. von
"Jesús de la historia". Según su punto Balthasar, la "kenosis" de Cristo,
de vista, el hombre Jesús fue el manifestada por su obediencia radi-
iniciador de una "praxis" liberadora cal al Padre hasta la muerte en la
cuya acción debe ser reasumida en el Cruz, manifiesta un aspecto esencial
mundo moderno con medios nuevos. de la vida trinitaria misma, al mismo
Bajo un cierto ángulo, los proyectos tiempo que obra la salvación de la
que se despliegan en esta dirección humanidad pecadora asumiendo su
toman el lugar que ocupan, en la experiencia de la muerte.
teología clásica, la doctrina de la
redención y la ética social.
1.1.10.2 Para Barth, la existencia
l.1.9.6 En una perspectiva sensi- entera de Cristo no adquiere su
blemente diferente, aparecen inves- sentido sino en cuanto Palabra
tigaciones que tienden a establecer suprema del Padre. Comunicando
una teología práctica que, abor- esta Palabra por su Espíritu en su
dando los problemas del campo socio- Iglesia, Dios abre el camino a una
político, ofrecería a los hombres, y ética que exige de los creyentes un
sobre todo a las clases pobres y flpri- interesarse por el mundo temporal:
midas una esperanza efectiva "Ji/ reali- la vida política no queda excluida de
zable: por la Cruz de Cristo, Dicjs se ha eso. En Balthasar, que opera una
hecho solidario de la humanJ,dad que contemplación de Dios por el camino
sufre para efectuar su liberación de la "estética", la reflexión racional,
eCfre. J.B. Metz). Se desemboca así en las investigaciones históricas y la
el campo de la ética. actuación de la libertad humana en
el amor están integradas en el mis-
1.1.10 Estudios sistemáticos de terio mismo de la Pascua. Así se
nuevo estilo esboza una teología de la historia que
l.l.10.1 Se agrupan bajo este se libra de las reducciones idealistas
título dos síntesis en que la cristología y materialistas.

JaSE MARIA GALLEGO. S.J. 249


1.1.11 Cristologías desde lo alto corte entre estos dos tiempos:
y cristologías desde pero se observa una transforma-
abajo. ción considerable que es cons-
titutiva de la cristología misma.
1.1.11.1 Entre las investigaciones Esta debe reconocer los límites
cristo lógicas que acabamos de re- de "Jesús de Nazareth", aunque
señar, las que parten del "Jesús sabiendo reconocer en él al
histórico" se presentan, de alguna "Cristo de la fe", plenamente
manera, como "cristologías desde revelado por su resurrección en
abajo". Por el contrario, las que ponen la luz del Espíritu Santo.
el acento sobre la relación filial de
Jesús con Dios Padre pueden llamar- b. Hace falta constatar también que
se "cristologías desde lo alto". Muchos los libros del Nuevo Testamento
ensayos contemporáneos se esfuer- reflejan de diversas maneras la
zan por combinar ambos puntos de comprensión del misterio de
vista, mostrando, a partir del estudio Cristo. Pero lo hacen refiriéndose
crítico de los textos, que la cristología siempre al lenguaje de las Es-
implicada en las palabras y la ex- crituras: éstas se han "realizado"
periencia humana de Jesús presenta en Jesús, Salvador del mundo. Su
una continuidad profunda con las cumplimiento supone un "creci-
cristologías explícitas que se en- mien to de sen tido '; ya se trate del
cuentran en el Nuevo Testamento. Se sentido que tenían primitiva-
busca esta combinación por caminos mente los textos bíblicos, o del
muy diversos (v.g. L. Nouyer, R. Fuller, que el judaísmo les atribuía
C.F.D. Moule, I.H. Marshall, B. Rey, releyéndolos en el tiempo de
Chr. Duquoc, W. Kasper, M. Hengel, Jesús. Este enriquecimiento de
J.D.G. Dunn, etc.). sentido no es el efecto de una
simple especulación teológica:
1.1.11.2 Las orientaciones y las tiene su origen en la persona del
conclusiones de todos estos autores mismo Jesús, cuyos rasgos espe-
están lejos de coincidir plenamente, cíficos permite poner mejor en
pero coinciden en dos puntos princi- evidencia.
pales:
1.1.11.3 En esta perspectiva los
a. Se debe distinguir la manera exegetas y los teólogos abordan la
como Jesús se presentó y pudo cuestión de la personalidad indivi-
ser comprendido por sus con- dual de Jesús.
temporáneos (familia, adversa-
rios, discípulos) y de otra parte, a. Esa personalidad ha sido mode-
la comprensión que sus manifes- lada por una educación judía
taciones ya resucitado han dado cuyos valores Jesús asumió ple-
de su vida y de su persona a namente. Pero fue dotada tam-
quienes creyeron en El. No hay bién de una conciencia de sí

250 BIBLIA Y CRISTO LOGIA


original, tanto para su relación su Padre, en sentido particular y
de Dios como para la misión que completamente único. Las cuestiones
tenía que cumplir entre los hom- de la ciencia y de la preexistencia de
bres. Los textos (v. g. Luc. 2,40. Cristo se presentan inevitablemente;
52) obligan a considerar un pero provienen de una fase ulterior
desarrollo de esta conciencia. de la investigación en cristología.

b. Pero los exegetas y los teólogos se Sección 11. Peligros y límites de


resisten a emprender una "psico- estos diversos métodos.
logía" de Jesús, tanto por causa
de las dificultades críticas unidas Cada uno de estos métodos que
a los textos,. como por razón del acabamos de presentar tiene sus
peligro de especulaciones abusi- puntos fuertes, su arraigamiento en
vas, ya sean maximizantes o mi- los textos bíblicos, su riqueza y su
nimizantes. Respetan el misterio fecundidad propias. Pero muchos
de una personalidad que Jesús entre ellos, si se les emplea sepa-
no se preocupó de definir expre- radamente, corren peligro de no
samente, aunque dejaba entrever explicitar la totalidad del mensaje
algo de sus secretos íntimos con bíblico, o aun de propagar de
palabras o con hechos (H. Schür- Jesucristo una imagen truncada. Es
mann). Las diversas cristologías preciso pues medir con precisión los
del Nuevo Testamento, igual que límites de varios entre ellos.
las definiciones conciliares que
han repetido su contenido recu- 1.2.1 Los métodos teológicos de
rriendo a "lenguajes auxiliares", estilo clásico están expuestos a dos
han indicado la dirección en que escollos.
puede emprenderse la reflexión
sin circunscribir exactamente el 1.2.1.1 Las formulac'iones de las
misterio mismo. tesis cristológicas dependen más del
lenguaje de los teólogos patrísticos o
medioevales que del lenguaje del
1.1.11.4 En su reflexión sobre Nuevo Testamento mismo, como si
Jesucristo, exegetas y teólogos están esta fuente última de la revelación
igualmente de acuerdo en no separar fuera, en sí misma, demasiado poco
la cristología de la soteriología. El precisa para dar a la doctrina una
Verbo de Dios se ha hecho carne (Jn formulación bien definida.
1,14) para desempeñar una función
mediadora entre Dios y los hombres. 1.2.1.2 El recurso al Nuevo Testa-
Ha podido ser el hombre "plenamente mento, marcado por el cuidado de
libre" y "el hombre para los demás" defender o de fundar la doctrina
porque esta libertad y este don de sí llamada "tradicional" en su presen-
tenían su origen en la intimidad con tación "clásica", peligra ser dema-
Dios, a quien podía dirigirse como a siado poco abierta a ciertos pro-

JaSE MARIA GALLEGO. S.J. 251


blemas críticos que la exégesis no afirmaciones formales de la Es-
puede evadir. Por ejemplo, se llegará critura.
a admitir demasiado fácilmente la
historicidad de todos los detalles en 1.2.2.2 En este trabajo se corre el
ciertos relatos evangélicos, cuando peligro de dar un valor absoluto a las
pueden tener una función teológica categorías de pensamiento y al len-
según las convenciones literarias de guaje propios de nuestro tiempo, de
la época, o la autenticidad verbal de tal manera que la comprensión de
ciertas. palabras que los evangelios Cristo que brota de los textos bíblicos
ponen en la boca de Jesús, aun podría quedar puesta en cuestión. Es
cuando se refieren de diversa manera lo que se produciría si los textos del
en estos evangelios. Se descuidan así Nuevo Testamento se hicieran objeto
ciertas cuestiones que plantean legí- de una selección o de una inter-
timamente nuestros contemporá- pretación estructurada con sistemas
neos, y se corre el peligro de hacer fllosóficos. Ahora bien, la cristología
depender afirmaciones doctrinales no puede ser elaborada sino guar-
de soluciones críticas de tipo "con- dando el equilibrio resultante del
servador" que son discutidas. conjunto de la Escritura y asumiendo
la variedad de los lenguajes que ésta
1.2.2 El esfuerzo de reflexión teo- utiliza.
lógica unido a la crítica del lenguaje
empleado por los teólogos y los 1.2.3 Las investigaciones históricas
concilios se basa sobre una intuición que han demostrado su valor para la
justificada. Pero es preciso, para no inteligencia de los personajes y de los
traicionar el testimonio de la Sagrada acaecimientos del pasado, se impo-
Escritura, observar dos condiciones nen naturalmente en el caso de Jesús
esenciales: de Nazareth. Evidentemente, no se
puede descuidar ninguno de los datos
1.2.2.1 Los lenguajes "auxiliares" históricos relativos al medio en que
utilizados en el curso de la historia de estos testimonios han sido recibidos
la Iglesia no tienen para la fe un valor y transmitidos.
idéntico al del lenguaje referencial
utilizado por los autores inspirados: 1.2.3.1 Sin embargo, no bastan los
el del Nuevo Testamento que hunde simples análisis de los textos. En
sus raíces en el Primero. Para percibir efecto, esos textos han sido redac-
"el Absoluto de la revelación" en la tados y recibidos en una comunidad
relatividad del lenguaje respetando que no vivía de ideas abstractas, sino
la continuidad entre la experiencia de la fe naciente y progresivamente
fundadora de la Iglesia apostólica y profundizada, en la resurrección de
la experiencia eclesial que la ha Jesús, acaecimiento de salvación
seguido, las distinciones y análisis insertado en la experiencia de co-
necesarios no pueden sacrificar las munidades judías diversas.

252 BIBLIA Y CRISTOLOGIA


1.2.3.2 Como hay sobre este punto desde el siglo III anterior a nuestra
una düerencia capital entre la fe de era, eljudaísmo se había enfrentado
las comunidades judías y la de la ya con el helenismo, sea para recha-
Iglesia cristiana, se podría sentir la zar los elementos que se oponían a su
tentación de olvidar la continuidad tradición propia, sea para asimilar
histórica entre la fe primera de los los valores que podían enriquecerlo:
apóstoles, estructurada por la Ley de legando a los siglos siguientes una
Moisés, los Profetas y los Salmos" Biblia traducida al griego, había ya
(Luc. 24,44) Yla que ellos adquieren manifestado el logro de su incultu-
por su relación con Cristo resucitado. ración. El cristianismo naciente,
Ahora bien, esta continuidad es heredero de esa Biblia, se metió por
también un dato histórico: hubo una un camino semejante.
continuidad en su actitud religiosa
hacia el Dios de Abrahán y de Moisés 1.2.4.2 Igualmente, se corre el pe-
antes como después del suceso pas- ligro de atribuir a las comunidades
cual. Ha vivido con el "Jesús de la cristianas primitivas una facultad
historia" antes de vivir con el "Cristo creativa desprovista de toda regu-
de la fe". Sean cualesquiera las dis- lación interna, como si las Iglesias no
posiciones subjetivas de los investi- hubieran tenido ni encuadramiento,
gadores modernos, les hace falta ni tradición sólida. En el límite, al-
volver a encontrar así lo que cons- gunos historiadores no verían en
tituye la unidad profunda de la Jesucristo más que un "mito" des-
cristol~ía del Nuevo Testamento en provisto de toda historicidad. Se evita
el interior mismo de su desarrollo. lo más frecuentemente esta conjetura
paradójica. Pero un cierto número de
1.2.4 Por necesario que sea el historiadores incrédulos estiman que
recurso a la ciencia comparada de las las comunidades del cristianismo
religiones para estudiar los orígenes helenista han hecho del "Salvador" de
cristianos ella implica dos peligros. la tradición judía el "héroe" central
de una "religión de salvación" paralela
1.2.4.1 Esa ciencia comparada a los "cultos de misterios". La ciencia
puede estar dominada por un juicio de las religiones no exige en manera
preconcebido: que la religión cristiana alguna el postulado evolucionista que
debe explicarse como todos los casos determina estas maneras de ver. Se
análogos, por la fusión sincretista de esfuerza por descubrir "constantes",
elementos preexistentes en el medio pero no nivela las creencias hasta el
en que nació: elementos judíos y punto de falsearlas. Como para todas
elementos venidos de los paganismos las religiones, debe detectar la
contemporáneos, pues habría resul- especificidad de la religión de Cristo,
tado de la confrontación entre un ligada a la originalidad del "Evan-
grupo creyente de origen judío y un gelio". Así, por la desviación de la
medio helenístico al que ese grupo fenomenología, puede abrir el camino
debió tomar prestado. De hecho, a la cristología misma.

JOS E MARIA GALLEGO, S.J. 253


1.2.5 El estudio profundo del 1.2.6 La manera de acercarse a
medio judío es esencial para com- Jesucristo partiendo de la noción de
prender la persona de Jesús y la vida la historia de la salvación ha produ-
de la Iglesia cristiana con su fe cido resultados importantes, aunque
originaria. la expresión Heilsgeschichte quede
demasiado vaga. Las cuestiones que
1.2.5.1 El estudio de Jesús, llevado deja ambiguas varían según los auto-
exclusivamente en esta perspectiva, res 'que siguen este método.
pondría en peligro de mutilar su
personalidad, en el momento mismo 1.2.6.1 La palabra "historia", al
en que pondría en evidencia su menos en las lenguas modernas de
judaicidad. ¿No sería Jesús más que origen latino, y en inglés, no tiene el
un doctor entre los otros, aunque mismo sentido cuando se habla de
fuera el más fiel a la tradición del Jesús como personaje "histórico" y
Torah y de los Profetas? ¿un tauma- cuando se habla de "historia" de la
turgo análogo a algunos otros de que salvación. El alemán puede introducir
la literatura judía ha conservado el alguna distinción entre Historie y
recuerdo? ¿o un agitador político, Geschichte, pero la terminología que
víctima finalmente del poder romano se haya de emplear,plantea una cues-
con la complicidad del alto sacerdo- tión difícil. La historia de Jesús, en
cio que no lo habría comprendido? efecto, entra en el campo del dominio
empírico accesible mediante el estu-
1.2.5.2 Es exacto que las tensiones dio de los documentos, mientras que
que han opuesto a Jesús con la la historia de la salvación no encaja
corriente pietista de los fariseos se allí. Incluye la experiencia común,
parecen a las disputas entre herma- pero supone su comprensión a la
nosque participan de la misma cual no se llega más que por la
herencia. Pero la vitalidad ulterior de inteligencia de la fe. Es preciso tener
la corriente brotada de El, después en cuenta esta distinción para colo-
de su rechazo por los jefes religiosos car la cristología en su verdadero
de su nación, muestra que el terreno. Lo cual supone, tanto en el
disentimiento fundamental entre El historiador como en el teólogo, una
y aquellos tenía un principio más apertura a lavida de fe y a la "decisión
profundo, aunque se admita que los de fe" que a ella da acceso.
relatos evangélicos hayan podido
endurecer sobre este punto la si- 1.2.6.2 Esta observación se aplica
tuación original: se refería a un modo particularmente a la resurrección de
de relación con Dios y de "cumpli- Cristo, que por su misma índole
miento de las Escrituras" que Jesús escapa a una constatación pura-
aportaba a sus contemporáneos por mente empírica, pues en efecto, in-
su Evangelio del Reino de Dios. Un troduce a Jesús en el "mundo que
estudio profundo de lajudaicidad de viene". Su realidad puede ser inferida
Jesús no puede olvidar este punto. de las manifestaciones de Cristo en

254 BIBLIA Y CRISTOLOGIA


gloria a testigos privilegiados, y es dición en que la historia misma se
corroborada por el hecho de la tumba desarrollaría? ¿No se trataba de la
abierta y vacía. Pero no hay que última etapa de "la economía de la
simplificar esta cuestión suponiendo salvación" inaugurada por el anuncio
que todo historiador, con los solos del Evangelio del Reino de Dios, pero
recursos de su investigación científica, todavía no consumada, coextensiva
pudiera demostrarla como un hecho a toda la duración de la historia de la
accesible a cualquier observador: Iglesia? Una cristología auténtica
también aquí, la "decisión de fe", o debe precisar todas estas cuestiones.
mejor, la "apertura del corazón",
determina la posición tomada. 1.2.7 El peligro de ciertos métodos
antropológicos, que reagrupan mo-
1.2.6.3 En cuanto a los títulos de dos de reflexión muy diversificados,
Cristo, no basta distinguir los que El es minimizar ciertos componentes de
se ha dado durante su vida, y los que ese ser complejo que es el hombre en
le han dado los teólogos de la época su existencia y en su historia; de
apostólica. Más bien conviene distin- donde viene eventualmente una cris-
guir los títulos funcionales que tología truncada.
definen su papel en la realización de
la salvación de los hombres, y los 1.2.7.1 En la observación del "fe-
títulos relacionales, que se refieren a nómeno humano", el aspecto religioso
sus relaciones con Dios, de quien es el de éste, o su despliegue histórico, ¿es
Hijo y el Verbo. En el estudio de esta estudiado siempre bastante cerca,
cuestión, el examen de sus compor- para que la persona de Jesús y la
tamientos y de sus actos no tiene fundación de la Iglesia en el seno del
importancia menor que el examen de judaísmo queden situados con preci-
sus títulos, porque los actos manifies- sión en el curso de la evolución
tan lo que hay de más profundo en la universal? Una visión 'optimista de
persona. ésta en la dirección del "punto Ome-
ga" ¿deja espacio suficiente al pro-
1.2.6.4 La tensión ~trelahistoria blema del Mal y a la función de la
de la .s¡Úvación y la escatología y la muerte de Jesús, aun..que, por lo
esperanza que ésta excita tienen demás, se tengan en cuenta las crisis
consecuencias importantes para la que la evolución humana debe atra-
"praxis" cristiana en el seno de las vesar? El estudio de Jesús y de las
sociedades humanas. Pero la palabra cristologías del Nuevo Testamento
"escatología" es por sí misma ambi- dará aquí los complementos ne-
gua. Los "últimos tiempos" ¿están cesarios.
más allá de la experiencia histórica?
¿Ha anunciado Jesús el fm de "este 1.2.7.2 Los ensayos especulativos
mundo" antes del paso de la gene- sobre un análisis filosófico de la
ración en que vivía? ¿O bien abrió así existencia humana peligran de ser
una nueva perspectiva sobre la con- rechazados por quienes rehusan esas

JOSE MARIA GALLEGO. S.J. 255


bases. Ciertamente, los datos bíblicos meditación sobre el Antiguo Testa-
no se descuidan; pero a menudo mento y a una reflexión más profun-
deben tomarse en cuenta con mayor da sobre las palabras y los hechos de
consideración de las exigencias de la Jesús, la comprensión creyente de
crítica y de la pluralidad de las Cristo tenida global y virtualmente
cristologías en el interior del Nuevo desde los orígenes? El papel devuelto
Testamento. Solamente entonces al Primer Testamento, cuya autori-
puede confrontarse la antropología dad no ha sido discutida ni por Jesús
filosófi~a, de una parte, con la exis- ni por sus discípulos, peligra ser
tencia personal de Jesús aquí abajo, y descuidado aquí demasiadamente, lo
de otra parte, con el papel de Cristo cual falsearía la interpretación del
glorificado en la existencia cristiana. mismo Nuevo Testamento.
1.2.7.4 Es perfectamente legítimo
1.2.7.3 Esjusto tomar como punto
tratar de establecer una continuidad
de partida un acercamien to histórico
entre la experiencia de Jesús y la
al hombre-Jesús: su vida dejudío, sus
experiencia cristiana. Queda enton-
comportamientos, su predicación, su
ces por establecer, sin ligarse a las
conciencia de sí mismo y la manera
hipótesis minimizan tes, cómo y en
como ha presentado su misión, la
qué sentido Jesús, "profeta escato-
perspectiva de su muerte y el sentido
lógico", ha sido reconocido en la fe
que le pudo dar, los orígenes de la fe
como Hijo de Dios; cómo la fe y la
en su resurrección y las interpreta-
esperanza incoativas de sus disCÍ-
ciones de su muerte en la Iglesia
pulos han podido mudarse en certeza
primitiva, la elaboración de la cris-
de su victoria sobre la muerte; cómo,
tología y de la soteriología en el Nuevo
en medio de los conflictos que han
Testamerl'to. Pero se corre el peligro
atormentado a las Iglesias de los
de hacer depender los resultados
tiempos apostólicos, se ha podido
obtenidos en el plano doctrinal de las
reconocer la verdadera praxis queri-
hipótesis críticas previamente adop-
da por Cristo, la que fundaba el
tadas. Si por método no se retuviera
seguimiento, la secuela auténtica de
sino las más restrictivas, podría
Jesús; cómo las interpretaciones di-
quedar vaciada la cristología de una
versas de su persona y de su función
parte de su contenido. Se lo advierte
mediadora, tales como se encuentran
sobre todo si los textos estimados "los
en el Nuevo Testamento, pueden
más antiguos" se consideran como
mirarse como la expresión verdadera
los únicos que verdaderamente den
de lo que El fue realmente y de la
autoridad, y si los más recientes se
revelación venida en El y por El.
consideran como especulaciones se-
Teniendo en cuenta estas condiciones
cundarias que habrían modificado
¿es como se puede evitar lo vaporoso
sustancialmente los datos "originales"
en la presentación de la cristología?
atribuibles al "Jesús histórico". ¿No
han tenido esos textos por función, 1.2.8 El método fundado sobre el
en su época, explicitar, gracias a una análisis existencial con su insistencia

256 BIBLIA Y CRISTOLOGIA


sobre la adhesión personal del cre- cida al extremo. Finalmente, la in-
yente hacia Dios, conformemente a la terpretación existencial propuesta para
obediencia practicada por el mismo interpretar el lenguaje "mitológico"
Jesús, subraya fuertemente el ¿no peligra de concluir lógicamente
vínculo entre la exégesis, la reflexión en una red ucción an tropológica de la
teológica y la fe viviente. Practicando cristología?
una crítica rigurosa de los textos,
llega frecuentemente a hacer brillar 1.2.8.3 Si la resurrección de Jesús
sus funciones en las comunidades y su exaltación no son más que
cristianas para las cuales fueron traducciones mitológicas del kerygma
compuestos, y por consiguiente, en la pascual, no se comprende ya cómo
Iglesia de hoy. Pero muchos exegetas la fe cristiana ha podido nacer de la
y teólogos, cualesquiera que sean las Cruz. Si Jesús no es "Hijo" de Dios en
confesiones a que pertenezcan, han un sentido único, no se ve ya porqué
mostrado sus límites y sus eventuales Dios no habría dicho en El su "última
lagunas. palabra" por la mediación de esa
Cruz. En fin, si para apartar una
1.2.8.1 El radicalismo crítico concepción racionalista de las
reduce el resultado del estudio de los "pruebas" de la fe, se suprime la
evangelios a un núcleo muy tenue, noción de los "signos" que la fundan
tanto más cuanto que el conocimien- ¿no se desemboca en una invitación
to de Jesús como personaje de la al fideísmo?
historia lo considera como despro-
visto dé interés para la fe. Así Jesús 1.2.8.4 En la medida en que este
no está verdaderamente en los oríge- modo de acercamiento a Jesús está
nes de la cristología: ésta habría concentrado exclusivamente sobre
nacido del kerygma pascual, y no de la decisión personal de fe, ¿no se
su existencia de judío que realice en dejan aparte los aspectos sociales de
su persona la Ley (Torah) bajo la cual la existencia humana? Tanto más,
vivió. Si esta Ley no tiene por papel cuanto que se opone radicalmente
más que mostrar por su fracaso la una "moral del amor" muy poco defi-
impotencia de los hombres para sal- nida, a una "moral de la ley", que
varse por sí mismos ¿no desaparece a incluiría las exigencias positivas de la
su vez la teología del Primer Tes- justicia. Por todas estas razones, los
tamento? discípulos de Bultmann han empren-
dido la tarea de reintroducir a Jesús
1.2.8.2 El lenguaje simbólico em- en los orígenes de la cristología,
pleado en el Nuevo Testamento para aunque reconociendo el derecho al
traducir el kerygma pascual diciendo proyecto global de reflexión fundado
lo que es Cristo y cuál sea su función, sobre la analítica existencial.
es atribuido aquí al solo sector "mito-
lógico": la relación entre los dos 1.2.9 Las ''teologías de la libera-
Testamentos queda entonces redu- ción"han recordado útilmente que la

JaSE MARIA GALLEGO. S.J. 257


salvación aportada por Cristo no se interpretación "ideológica" o aun una
sitúa en el dominio de algo "espiritual" "mitologización" de su figura histó-
desencarnado; debe liberar a los hom- rica. Entonces, la noción de "poder"
bres, por la gracia de Dios, de todas en las comunidades cristianas some-
las tiranías que pesan sobre su con- tidas a la potencia imperial de Roma
dición presente. Pero hay peligros y a las administraciones locales no
posibles en las consecuencias que se constituyen ya objeto de ningún aná-
sacan de ese principio general, sobre lisis preciso, y se corre gran peligro de
todo, si la doctrina de la redención no interpretar la noción misma de ese
se articula claramente sobre una "poder" según criterios marxistas.
ética que respete plenamente los
datos del Nuevo Testamento. 1.2.9.3 En consecuencia, no se
toma en consideración la acción li-
1.2.9.1 Ciertos marxistas miran beradora de Cristo operando en su
lateralmente hacia el Evangelio de Iglesia por el Espíritu Santo; Jesús
Jesús para buscar allí el ideal de una queda como un simple "modelo" his-
vida social verdaderamente fraterna. tórico cuya acción debería ser pro-
Pero eso deja intacto su método de seguida por otros más modernos y
análisis de los hechos sociales en los eficaces. Se peligra ~í de terminar en
planos económico y político, vincu- una completa reducción antropoló-
lado a una antropología filosófica gica de la cristología.
que, en su teoría, incluye un ateísmo
fundamental. Adoptando sin crítica 1.2.10 Los estudios de teología
este método de análisis y la "praxis" especulativa sobre Cristo rehusan
consiguiente para hacer del Dios de por principio -no sin razón- colo-
la Biblia el artífice de una "liberación" carse en posición de dependencia
así concebida, se corre el gran peligro con relación a hipótesis críticas que
de falsear la naturaleza misma de están siempre sujetas a revisión. Pero
Dios, la interpretación correcta de el peligro sería que, por un cuidado
Cristo, y finalmente, la comprensión excesivo de síntesis, la variedad de
del hombre mismo. las cristologías del Nuevo Testamento
quedara difuminada, siendo así que
1.2.9.2 Ciertos "teólogos de la libe- constituye una riqueza cierta; o tam-
ración" retienen firmemente al "Cristo bién, que las preparaciones del An-
de la fe" como principio último de tiguo Testamento, sean omitidas o
esperanza. Pero sucede también que minimizadas, privando así al Nuevo
se mira exclusivamente hacia la de sus raíces. Hay que desear que los
"praxis" del "Jesús de la historia, trabajos exegéticos encuentren un
reconstruida más o menos arbitra- lugar determinado y muy preciso en
riamente con la ayuda de un método el estudio de la revelación que, desde
de lectura que la falsea en parte, de sus orígenes históricos y en su de-
modo que el "Cristo de la fe" no es sarrollo tiende a su perfecciona-
considerado ya más que como una miento en la totalidad del misterio de

258 BIBLIA Y CRISTOLOGIA


Cristo. Hay ahí, en un sentido distinto arqueológicos y etnológicos de los
del señalado por San Pablo (Cfr. Gal dos últimos siglos, apenas está en sus
3, 24), una "pedagogía" divina que comienzos. En cambio, para descubrir
conduce a los hombres hacia Cristo. cómo Jesús es el salvador de todos los
hombres en todos los tiempos,
1.2.11 Todas las tentativas hechas importa reflexionar sobre la
para unir la "cristología desde lo alto" cuestión de su preexistencia reco-
con la "cristología desde abajo" mues- nociendo en Ella Sabiduría de Dios y
tran la dirección que ciertamente su Palabra (Cfr. el Prólogo de Juan),
hay que tomar. Pueden dejar en sus- artesano y modelo de la creación
penso cuestiones particulares que entera, poder actuante en toda la
resolver. historia.

1.2.11.1 Las cuestiones críticas 1.2.11.3 Para comprender cómo


relativas a los evangelios, a la puesta Cristo glorificado continúa actuando
en forma de las palabras de Jesús que eficazmente en este mundo para
allí figuran, a la historicidad más o efectuar su obra de redención, es
menos densa de los relatos que le necesario proseguir un estudio bíblico
conciernen, a la fecha y al autor de más preciso con respecto a las rela-
cada libro, a las modalidades y a las ciones entre la Iglesia, que es el
etapas de su composición, al desa- Cuerpo de Cristo dirigido por el
rrollo doctrinal de la cristología, Espíritu Santo, y las sociedades en
quedan abiertas en el cuadro de los el seno de las cuales la Iglesia se .
estudios exegéticas. Hay allí un cam- desarrolla. Bajo este respecto, la
po de investigación que no sólo es ecJesiología constituye un aspecto
legítimo, sino necesario y fructuoso esencial de la cristología, en el
para la cristología sistemática misma. momento mismo en qu~ ella se ofrece
a las investigaciones de los sociólogos.
1.2.11.2 Para percibir el valor único
de Cristo en la historicidad del
mundo, no se puede prescindir de Sección 111; ¿Cómo hacer frente a
una investigación sobre el lugar que estos peligros, a estos límites, a
ocupa la Biblia en el desarrollo de las estas incertidumbres?
culturas. Como ha aparecido ahí en
un tiempo relativamente tardío, no La experiencia evocada antes
se puede omitir el estudio de la muestra que no se hará frente a
manera como ha tomado algunos de todos estos peligros enunciando al-
sus elementos para ponerlos al ser- gunas fórmulas terminantes que
vicio de la revelación. Insertada en representen la "verdad" definitiva, o
las culturas, lajudaicidad de Jesús es elaborando exposiciones sistemáti-
portadora de su total humanidad. cas que englobarían todas las
Este camino para llegar a Jesús, es- cuestiones y las resolverían inme-
timulado por los descubrimientos diatamente.

JaSE MARIA GALLEGO. S.J. 259


1.3.1 La comunión de fe con el ofrece otros medios, pero la orien-
conjunto de la tradición eclesial, que tación con que hace falta practicarlos
remite siempre al teólogo a la Tra- permanece la misma.
dición fundadora de los tiempos
apostólicos (en el sentido amplio de 1.3.3 Para que el lector creyente
la palabra que incluye todo el Nuevo pueda fácilmente discernir en la
Testamento) no dispensa de las in- Biblia esta cristologia integral, sería
vestigaciones que deben alcanzar el deseable que la ciencia bíblica, cul-
conjunto de la Escritura, sobre su tivada con la ayuda de los métodos
lugar en Israel, sobre la nueva rama exegéticos de nuestro tiempo, estu-
que se ha injertado en ella a partir de viera más avanzada de lo que está en
Jesús en los escritos del Nuevo Tes- el estado actual de la investigación y
tamento hasta el cierre de su lista de la reflexión. En efecto, muchos
"canónica" es decir, "reguladora" de puntos quedan oscuros en el proceso
la fe y de la vida práctica. Sobre este de composición que ha terminado en
último punto existe una divergencia la presentación actual de los libros
fundamental entre los judíos y los santos por los autores inspirados.
cristianos; pero el principio de la Quienes para prescindir de las inves-
"canonicidad" es admitido por unos y tigaciones de este género, se atu-
otros. vieran a una lectura superficial que
creerían "teológica", emprenderían
1.3.2 El desarrollo literario de la un camino engañoso: las soluciones
Biblia refleja el desarrollo del don de simplistas no pueden en manera al-
Dios que lleva a los hombres su reve- guna servir de fundamento sólido a la
lación y su salvación. Para los cris- reflexión teológica efectuada con una
tianos, este don culmina en el de su fe plena. Pero la Pontificia Comisión
Hijo, "nacido de la Virgen María". La Bíblica estima que, prescindiendo de
unidad de las Escrituras se realiza así discusiones de detalle, los trabajos
alrededor de las promesas recibidas están bastante avanzados para que
por los patriarcas y ampliadas por todo lector creyente encuentre un
los profetas, después, alrededor de la apoyo Írrme en ciertos resultados
espera del Reino de Dios y del Mesías suyos para su investigación sobre
anunciado. Ahora bien, estas prome- Jesucristo.
sas y esta espera son las que encuen-
tran su cumplimiento en Jesús, Esto es lo que expondrán las dos
Mesías e Hijo de Dios. El recurso a la secciones siguientes:
Biblia en cristología está sometido a 1. Las promesas y la espera de sal-
este principio de totalidad que no vación y del Salvador en el Primer
habían olvidado los Padres ni los
Testamento.
teólogos medioevales, cuando re-
currían a los métodos ofrecidos por 2. El cumplimiento de esas prome-
su cultura para leer e interpretar los sas y de esa espera en la persona
textos bíblicos. Nuestra cultura nos de Jesús de Nazareth.

260 BIBLIA Y CRISTOLOGIA


SEGUNDA PARTE nidad cristiana primitiva entendió y
comprendió a la luz de Cristo, llegado
EL TESTIMONIO GLOBAL DE ya.
LA SAGRADA ESCRITURA
SOBRE CRISTO 2.1.1 Dios y la revelación en el
Antiguo Testamento
Sección l. Las acciones
salvadoras de Dios y la 2.1.1.1 Todos los pueblos del An-
esperanza mesiánica de Israel tiguo Oriente buscaban a Dios pero
como "por tanteos" (Ac 17,27); según
Se sabe que Jesús y la primera el libro de la Sabiduría, se han extra-
comunidad cristiana reconocían la viado en esa búsqueda, cuando
autoridad divina de las Escrituras encantados por la belleza de las cosas,
que nosotros llamamos Antiguo tomaron por dioses las Potencias de
Testamento. En efecto, sobre el tes- este mundo, sin saber cuán sl,lperior
timonio de los autores sagrados, es su dueño (Sab 13, 3). Ahora bien,
Israel pudo creer en la voluntad de Dios se presenta a Israel como bus-
salvación de su Dios y conocer sus cando El mismo a los hombres: llama
caminos. Esta primera experiencia a Abrahán (Gen 12, 1-3) y le cons-
de las relaciones entre Dios y su tituye una descendencia que llegará
pueblo tiene pues su propia consis- a ser su pueblo particular entre todos
tencia y merece por lo mismo que se los pueblos de la tierra (Ex 19, 5-6; Dt
la evalúe debidamente. 7,6) por pura gratitud (Dt 7,8). En
Abrahán y su posteridad las naciones
Se pueden también examinar en recibirán la bendición (Gen 12,3; 22,
estos escritos tres tipos de realidades 18; 26, 4); únicamente en este Dios
cuyo perfecto cumplimiento encon- ellas encontrarán la salvación (ls 45,
trarán los cristianos en Jesucristo: a) 22-25), yen El deben buscar el objeto
el conocimiento del verdadero Dios de su esperanza (ls 51, 4-5).
que se distingue de las otras divini-
dades y funda la esperanza de Israel; 2.1.1.2 Dios, Creador del universo
b) la experiencia que Israel ha hecho (Gen 1,1 - 2,4) se manifiesta a Israel
de las voluntades de salvación de su sobre todo como Señor y Dueño de la
Dios, en el curso de su historia en historia (Aro 1,3 - 2,16; Is 1!! 5 ss.); El
medio de los otros pueblos; c) las es el "Primero y el Ultimo", y fuera de
diferentes mediaciones que promo- El no hay otro Dios que pueda operar
vieron constantemente la realización como El (ls 44, 6; 45,5-6); no hay Dios
de la alianza y de la comunión entre sino en Israel (ls 45, 14) y El es el solo
Dios y los hombres. No se trata aquí (ls 45,5).
de retrasar las diferentes etapas de la
revelación de Dios a Israel, sino de Se presenta a los hombres nota-
evocar los principales testigos de este blemente como Rey:ya se ha revelado
"Primer Testamento" que la comu- esta realeza por su fuerza de creación

JOSE MARIA GALLEGO, S.J. 261


(Sal 93, 1-2; 95, 3-5), Y la manifiesta jero (Ex 3, 8; Jos 24,10; 2 S7, 9-11), le
todavía más por tomar a su cargo el dará el don de la tierra de las
destino de Israel (Ex 15, 18;Is52,7)y promesas (Gn 15, 18; 22, 17; Jos 24,
por su reino venidero (Sal 98). 8-13; 2 S 7, 10), en fin, le procurará
la salvación (Ex 15, 2; Jc 2, 16-18).
Así esta misma realeza estará en el También mediante ellos Dios trans- ,
centro mismo del culto que se le mitirá a este mismo pueblo sus
rendirá en Jerusalén (ls 6, 1-5; Sal mandamientosysusleyes(Gn 18, 19;
122). Cuando Israel se da jefes según Ex 15,25; 21,1; Dt 5, l;Jos 24, 25-27; 1
su elección (1 S 8, 1-9) sufre bajo el R 2, 3) cuya observancia ser' para
yugo de esos reyes (l S 8, 10-20) y así Israel la manera de confesar a su
descubrirá en su Dios al Buen Pastor Dios con el respeto del prójimo en su
(Sal 23; Ex 34), porque El es siempre persona y en sus bienes (Ex 20, 3-17;
"fiel... justo y recto" (Dt 32,4), "mise- Dt 5, 6-21; Ex 21, 2ss; Lv 19). La
ricordioso, compasivo... abundante en relación entre el don de la tierra y la
ternura y veraz" (Ex 34,6). obediencia a la leyes presentada, en
la Biblia, bajo el concepto jurídico de
Un Dios cercano a los hombres "alianza" (berit) que define los nuevos
constituye pues el corazón mismo de vínculos que Dios establece entre El y
la fe de Israel; su nombre propio, los hombres.
dado por el tetragrama YHWH, quiere
ser la confesión de una tal fe (Cfr. Ex Ciertamente, el pueblo y sus jefes
12-15), y define por lo mismo el tipo se comprometen libremente en esta
de relación que pretende establecer alianza (Ex 24, 3-8; Dt 29, 9-14; Jos
con su pueblo, llamando a éste a la 24, 14-24). También serán tentados
fidelidad. de introducir otros dioses aliado de
YHWH(Ex32, 1-16;Nm25, 1-18;Jc 2,
11-13) Yde oprimir a su prójimo con
2.1.2 Dios y los hombres: toda clase de injusticias (Am 2, 6-8;
promesa y alianza Os 4, 1-2; Is 1, 22-23; Jr 5, 1ss)
rompiendo así la alianza contraída
2.1.2.1 En virtud de una libertad con su Dios (Dt 31, 16-20; Jr 11, 10;
inquebrantable (Jr 31, 35-37), signi- 32, 32; Ez 44, 7). Ciertos reyes fueron
ficada por su juramento "ante sí particularmente culpables en estas
mismo" (Gn 22, 16-18), este Dios se injusticias (Jr 22, 13-17) Y en esta
ha comprometido con los hombres ruptura de la alianza (Ez 17, 11-21).
constituidos en un pueblo. Les provee Pero la fidelidad de Dios vencerá la
dejefes responsables de la realización iQfidelidad de los hombres (Os 2, 20-
de estos designios: Abrahán (Gn 18, 22) trabando con ellos una alianza
19), Moisés (Ex 3, 7-'15), "Jueces" (Jc nueva (Jr31, 31-34), alianza perpetua
2, 16-18) Y Reyes (2 S 7, 8-16). Me- e inquebrantable (Jr 32, 40; Ez 37,
diante ellos Dios librará a su pueblo 26:27). Alianza que no se extiende a
de toda esclavitud o dominio extran- la descendencia de Abrahán, marca-

262 BIBLIA Y CRISTO LOGIA


da por el signo de la circuncisión (Gn los orígenes (Am 9, 11-12; Ez 34, 23-
17,9-13) sino a la humanidad entera 31; 37, 24-27).
por el signo del arco iris (Gn 9,12-17;
Cfr. Is 25, 6; 66,18). Los profetas anuncian también la
purificación y la restauración de
2.1.2.2 Si los profetas fueron los Jerusalén, lugar en que el Señor reside
testigos escandalizados de esta rup- en su templo; ella llevará los nombres
tura de la alianza bajo todas sus simbólicos de "Ciudad-Justicia" (ls 1,
formas, que producían así la conde- '26), "el Señor nuestrajusticia" (Jr 33,
nación del pueblo elegido por YHWH 16), "el Señor está allí" (Ez 48, 35);
(2 R 17, 7-23), son sobre todo, los aun sus muros se llamarán "Salva-
testigos privilegiados de la fidelidad ción"ysus puertas, "Alabanza" (Is 60,
de ese mismo Dios por encima de las 18). Todas las naciones participarán
infidelidades humanas. Ese Dios de la alianza eterna de David (ls 55,
transformará radicalmente el cora- 3-5); serán llamadas a compartir la
zón del hombre, haciéndole capaz de Salvación del Dios de Israel en la
realizar sus compromisos por la ciudad santa restaurada (ls 62, 10-
obediencia a la ley (Jr 31, 33-34; Ez 12), porque de Sión sale la ley y la
36, 26-28). No obstante los fracasos justicia para alcanzar los confines de
repetidos de la alianza por parte de la tierra (Is 2, 1-5; Mi 4, 1-4), y sólo en
Israel, los profetas no dejaron de YHWH encontrarán la salvación.
esperar la realización de la salvación
aportada por Dios, gracias a su amor 2.1.3 Las mediaciones de
y a su indulgencia sin límite (Am 7, salvación
1-6; Os 11, 1-9; Jr 31, 1-9) aun en los
peores momentos de su historia (Ez 2.1.3.1 Ciertamente, es Dios mismo
37,1-14). quien salva a su pueblo y a la huma-
nidad entera, pero lo hace por diver-
Dios, por David, había realizado sas mediaciones.
sus promesas de hacer de las tribus
de Israel un pueblo libre en una tierra a) El rey ocupa un lugar de elec-
de su pertenencia (2 S 7, 9-11). ción en este suceso de la Salvación.
Aunque sus descendientes no hayan Adoptándolo como su Hijo (2 S 7, 14;
marchado sobre sus huellas, los Sal 2,7; 110,3 LXX; 89, 27-28) Dios le
profetas aguardan siempre a aquel confiere la fuerza de vencer a los
rey que, como David, (2 S 8,15), hará enemigos del pueblo (2 S 7, 9-11; Sal
reinar la justicia y el derecho, sobre 2, 8-9; 110, 1ss; 8~, 23-24), como lo
todo, con respecto a los más pobres y habían hecho -antes los jueces sal-
a los más débiles del reino (Is 9, 5-6; vadores (Jc 2, 16). Investido de la
11, 1-5; Jr 23,5-6; 33,15-16). Un rey sabiduría divina (1 R 3,4-15. 28) el
será la manifestación del "celo" de rey debe ser fiel al Dios de la alianza
Dios por su pueblo (Is 9, 6), Y la (1 R 11, 11; 2 R 22,1...) y vigilar para
garantía de la paz prometida desde que el derecho y la justicia se obser-

JOSE IItIARIA GALLEGO. s.J. 263


ven a través de todo el reino, sobre dicionado por el cumplimiento de su
todo con respecto a los pobres, a las función de ministro de la Ley (Os 4,
viudas y a los huérfanos (Is 11,3-5; J r 6-10).
~2, 15-16; Sal 72, 1-4, 12-14). El
Deuteronomio tendrá pues razón c) El profeta desempeñó un papel
para insistir sobre esta sumisión del importante en la experiencia que
rey a todos los deberes de la alianza Israel hizo de la salvación. Habitado
(Dt 17, 16-20). Por lo demás, el rey por la "palabra" de Dios (Jr 18, 18) El
asegur-ará a su pueblo paz y libertad está presente en todos los momentos
mediante su fidelidad a la justicia críticos de esta historia (Jr 1, 10).
(Sal 72, 7-11; Jr 23, 6; Is 11,5-9). Pero Debe ante todo denunciar las infide-
si el rey, como fue el caso, es hallado lidades del pueblo y de sus jef('s
infiel a sus deberes con respecto a la políticos y religiosos (l R 18): por el
alianza, arrastrará consigo al pueblo honor de su Dios, exige que se respete
en su caída (Jr 12,12; 22,13-19). Las al hombre en su persona y en su bien,
naciones mismas son invitadas por en virtud misma de la alianza si-
todas partes a participar de las naítica (l R 21; Am 2, 6-8; 5, 7-13; Os
bendiciones de un tal don que Dios 4, 1-2; Mi 3, 1-4; Jr 7, 9).
hace a los hombres (Sal 72, 17).
El menosprecio de la Ley atrae
b) Aunque los reyes hayan ejercido sobre el pueblo pecador el juicio de
funciones sacerdotales (2 S 6, 13.17- Dios, que la intercesión del mismo
18; 1 R 8, 63 ss; etc.), el ejercicio de profeta no sería capaz de apartar
esas funciones corresponderá a un (Am 7, 7-9; 8, 1-3). Solamente una
sacerdote-levita (Dt 18, 18). Conviene verdadera conversión del pueblo
subrayar que la función del sacerdote infiel podrá permitir a Dios mani-
está definida en referencia a la Ley festar de nuevo su salvación (Am 5,
(Jr 18, 18); él es su guardián (Os 4,6; 4-6; Jr4, 1-2; Ez 18,21-23; J12, 12-17).
Dt 31, 9), él enseña las diversas Puesto que esta conversión se ha
cláusulas que la constituyen (Dt 33, manifestado efímera (Os 6, 4) si no
10). Por su función cultual, el sacer- imposible (Jr 13,23) Dios solo puede
dote se santifica él mismo y con él, pues realizarla (Jr 31, 18; Ez 36, 22).
toda la comunidad de Israel (Lv 21, Debido a esto, el profeta puede an un-
8), para hacer posible la ofrenda de ciar un porvenir mejor, aun en el
un sacrificio agradable a Dios (Dt 33, momento en que los fracasos son los
10). Puesto que el culto celebraba los más graves (Os 2, 20-25; Is46, 8-13;Jr
sucesos pasados de salvación (Sal 31, 31-34; Ez 37). Esta pedagogía
132, 136... ) y recordaba los compro- prepara la victoria del amor de Dios
misos de Israel hacia su Dios (Is 1, sobre la condición pecadora de los
10-20; Os 8,11-13; Am 5, 21-25; Mi 6, hombres (Os 11, 1-9; Is 54, 4-10).
6-8) el valor de la misión cultual del
sacerdote, según el testimonio no d) Al Sabio corresponde el sentido
equívoco de los profetas, está con- de este universo que el Creador ha

264 BIBLIA Y CRISTO LOGIA


puesto a disposición del hombre (Si b) El "Servidor del Señor" todavía
16,24 -- 17, 14) puesto que es a la vez velado en su misterio profundo, se-
el don y el reflejo de su bondad (Gn 1, llará la Alianza universal, revelará al
1-2,4; SaI8). Le corresponde también mundo entero al único verdadero
recoger y evaluar a la luz de la Reve- Dios-Salvador, e instaurará el orden
lación las diversas experiencias del dictado por Dios (ls 42, 1-4; 49, 1-6).
hombre en cuanto ser social y res- Solidario de los sufrimientos del
ponsable para legarlas a las gene- pueblo errante, tomará sobre sí el
raciones futuras como un ideal que peso de sus pecados para justificar
realizar (Pr 1 a 7), o un ministerio que en seguida a las multitudes (Is 52,13
respetar (Pr 30,18-19). Sin embargo, --53, 12).
sucederá que el Sabio sobreestime el
valor de sus consejos (ls 5, 21; 29, c) En fin, cuando los tiempos es-
13-14) Y aun haga violencia a la Ley tarán cumplidos, aparecerá como la
de YHWH por esos mismos consejos figura de un Hijo de hombre (inter-
(Jr 8,8-9). Deberá en fin saber medir pretado entonces como el "pueblo de
los límites de una tal sabiduría para los santos del Altísi-mo", Dn 7,18),
procurar al hombre felicidad y éxito viniendo ante Dios "con las nubes del
(Qo 1, 12 -- 2, 26). cielo" para recibir el imperio eterno
sobre todos los pueblos de la tierra,
2.1.3.2 La historia ha mostrado que que le obedecerán (Dn 7,13-14.27).
estas diferentes mediaciones no han
logrado poner a los hombres en 2.1.3.3 Para representar esta
comunión duradera con Dios. Al acción de Dios en el mundo y en la
término de constantes fracasos, Dios historia, la fe israelita ha tenido
suscitó en la conciencia religiosa de recurso también a las figuras de cier-
su pueblo la esperanza de mediadores tas potencias que las religiones
nuevos, capaces de instaurar defini- paganas consideraban algunas veces
tivamente su Reino. como divinidades, pero que esa fe
israelita sometió al Dios de Abrahán
a) Aunque comparado a los anti- para evocar su presencia creadora y
guos reyes davídicos, el rey-Mesías salvadora.
será humilde, pondrá fin a toda
guerra y llevará la paz a las naciones a) El Espíritu es una fuerza de Dios
todas (Za 9,9-10; Cfr. Sal 2, 10-12). La que presidió a la creación de todas
instauración definitiva de este Reino las cosas y las renueva sin cesar (Sal
mesiánico es sin duda la obra de Dios 104,29-30). Es sobre todo activo en la
mismo (Dn 2, 44-45), pero quiere historia: en cuanto Potencia divina
realizarla por la mediación de su habilita para ciertas misiones. Se apo-
pueblo santo (Dn 7, 27), cuando la dera de los Jueces para liberar a
venida de la 'justicia eterna", cuando Israel (Jc 3,10; 6,34; 11,29); desciende
la "unción del Santo de los Santos" sobre David (l S 16,13), sobre el rey
(Dn 9, 24). ideal (Is 11,2) y sobre el Servidor (Is

JOS E MARIA GALLEGO, S.J. 265


42, 1-4) para hacerlos verdaderos buto de los reyes o un arte del éxito
mediadores del reino de Dios en el en la vida, sino que se presenta como
mundo. Es también quien produce en Sabiduría creadora divina (Pr 3,19-
los profetas la inteligencia del tiempo 20; 8,22ss). Sólo mediante ella los
presente (Ez 2, 1-7; Mi 3,8) Yla espe- reyes pueden gobernar (8, 15-16).
ranza de la salvación próxima (ls 61, Invita a los hombres a seguir sus
1-3). En los últimos tiempos, este caminos; así encontrará la vida (8,
mismo Espíritu creará el pueblo n ue- 32-35). Creada antes de todas las
vo que resurgirá de la muerte (Ez 37, cosas, preside a la aparición del uni-
1-14) para guardar los preceptos de verso, y encuentra su alegría en habi-
Dios (Ez 36, 26-28). Todo hombre en tar entre los hombres (8, 22-31). Más
fm estará habitado por este Espíritu, tarde se dice salida de la boca del
que le abrirá el acceso a la salvación Altísimo (Si 24,3), para identificarse
(JI 3, 1-5). en seguida con el libro de la Alianza y
con la Ley de Moisés (Si 24,23; Ba 4, 1).
b) La Palabra de Dios no es sola- El libro de la Sabiduría de Salomón le
mente su mensaje dirigido a los hom- atribuirá la posesión del Espíritu que
bres (Cfr. Dt 4,13 Y 10,4: las "diez lo penetra todo (Sab 7,22) yve en ella
Palabras"); es también y ante todo un "reflejo de la luz eterna, un espejo
una potencia activa y que revela sin mancha de la actividad de Dios"
codo. Por su Palabra, "El dijo, y todo (7,26).
fue hecho" (Sal 33, 6-9; Cfr. Gn 1,3ss),
y esta creación es a la vez la obra de 2.1.4 El balance de una
su Palabra y de su Espíritu (Sal 33,6 ). experiencia religiosa
Las palabras de Dios, puestas en la privilegiada
boca de los profetas (Jr 1,9) resultan
para ellos ya una alegría (Jr 15,16), 2.1.4.1 Los libros del Antiguo Tes-
ya como un fuego en sus huesos (Jr tamento, leídos sin cesar y constan-
20,9; Cfr. 23,29). En fin, la Palabra, temente reinterpretados, quedan
como el Espíritu, es evocada, poco a como testigos autorizados de las
poco, con trazos personales: toma experiencias y de la esperanza que se
lugar en la boca y en el corazón de acaba de evocar brevemente. En el
Israel (Dt 30,14); "tiene su puesto" en tiempo de Jesús, la esperanza de los
los cielos (Sal 119,89); es enviada y judíos había tomado formas diversi-
realiza misiones (Sab 18, 15-16) de ficadas, según las opiniones que
donde vuelve no sin resultado (ls prevalecían en las corrientes y en los
55,11). La tradición rabínica acen- partidos. Tanto como su realización
tuará fuertemente esta imagen: en- final era mirada como cierta, también
tonces la Palabra del Señor (Memra) las modalidades de su cumplimiento
manifestará la acción de Dios mismo quedaban indeterminadas. Por
en sus relaciones con el mundo. ejemplo, mientras que los fariseos
creían en la venida del Mesías daví-
c) En el libro de los Proverbios, la dico, se esperaba entre los esenios,
Sabiduría no es solamente un atri- además de este Mesías (Ungido) real

266 BIBLIA Y CRISTOLOGIA


a quien volvería al poder político, un Sección 11.
Mesías sacerdotal (Cfr. Za 4,14; Cfr. El cumplimiento en Jesucristo
Lv 4,3) que tendría la preeminencia de las promesas de salvación
sobre él, y un Profeta que los pre-
cedería a ambos (Cfr Dt 18,18; 1 M
4,46; 14,41). 2.2.1 La persona y la misión de
Jesucristo

2.1.4.2 La espera del Reino de 2.2.1.1 El testimonio evangélico


Dios, portador de salvación para
todos los hombres y causa de un Jesús de Nazareth, "nacido de una
cambio radical de la condición hu- mujer, nacido bajo la Ley" ha venido
mana, constituye en todo caso el en la plenitud de los tiempos (Ga 4,4)
centro de la fe y de la esperanza de para realizar la esperanza de Israel:
Israel. Su advenimiento, objeto de Como decía El, por su predicación del
una Buena Nueva, resucitará a Je- Evangelio, "el tiempo se ha cumplido
rusalén e iluminará el mundo entero y el Reino de Dios está cerca" (Mc 1,
(Is 52, 7-10). Fundado sobre el de- 15). En su persona, este Reino está ya
recho y la justicia, este Reino presente y operante (Cfr. Lc 17, 21 y
manifestará a todos los hombres las las parábolas del Reino). Los milagros
verdaderas dimensiones de la san- y la obra de potencia que El opera por
tidad de Dios, que quiere la salvación el Espíritu de Dios muestran que el
de todos (Sal 93; 96-99). Las poten- Reino de Dios ha llegado (Mt 12,28).
cias de este mundo han usurpado la Jesús viene, "no para abolir la Ley ni
realeza de Dios. También serán ellas los Profetas, sino para darles cum-
despojadas de sus vanas pretensiones plimiento" (Mt 5,17).
(Dn 2, 31-45). Una de las grandes
manifestaciones del Reino de Dios en Sin embargo, este "cumplimiento"
medio de los hombres será su victorIa no puede ser asimiladQ a lo que los
sobre la muerte por la promesa de la contemporáneos deducían de su lec-
resurrección (Is 26,19; Dn 12,2-3; 2 M tura de las Escrituras. Para saber
7, 9-24; 12, 43-46). cómo se diferenciaba, hace falta
examinar con cuidado el testimonio
A Juan Bautista le tocará anunciar de los evangelios. Estos provienen de
la venida inminente de este Reino los discípulos que han vivido la ex-
definitivo que instaurará "uno más periencia de sus palabras y de sus
fuerte que él" (Mt 3, 11-12 Y para- gestos (Ac 1,1), y que nos la han
lelos). Los tiempos están ahora transmitido con la autoridad del Es-
cumplidos: todo hombre que se arre- píritu Santo (2Tim 3,16; Cfr.Jn 16,3).
pienta de sus pecados podrá gozar La acción del Espíritu Santo no ha
verdaderamente de la salvación (Mc consistido simplemente en asegurar
1,1-8; Mt 3,1-12; Lc 3,1-18). una transmisión materialmente fiel;

JOS E MARIA GALLEGO. S.J. 267


sino que más bien ha fecundado una 10,47, etc.). Más aún, se comporta
reflexión que ha producido, con el como rey davídico, el día en que
tiempo, una expresión cada vez más entra en Jerusalén bajo las acla-
rica, cada vez más desarrollada, de la maciones de la multitud, "a fin de
historia y de los hechos relativos a que se cumpla la Escritura" (Mt
Jesús. De ahí las diferencias de tono, 21,1-11; Cfr. Za 9,9s). Se porta en
de concepción, de vocabulario, que se seguida en el Templo "como te-
observan, por ejemplo, entre los niendo autoridad", pero no quiere
Sinópticos y el IV evangelio. Pero la decir a los sacerdotes en virtud
seguridad de que esta maduración de qué poder El hace esas cosas
del recuerdo y de la reflexión, en el (Mc 11, 15-16.28). Efectivamente,
seno de la primera comunidad cris- en ese sitio su misión tiene un
tiana, ha sido conocida por el Espíritu aire más profético que real (Cfr.
de Dios, autoriza al cristiano, que Mc 11,17, donde se alegan Is 65, 7
recibe estas presentaciones de Jesús y Jr 7, 11).
y de su mensaje en diversos niveles de
desarrollo, para acogerlos con la
b) Jesús deja a Pedro profesar, en
misma fe como auténtica Palabra de
nombre de los doce discípulos
Dios garantizada por la Iglesia.
que El es el Cristo (es decir, el
Mesías); pero prohibe en seguida
2.2.1.2 Jesús y la tradición del decir a nadie nada de eso (Mc
Antiguo Testamento 8,30ss), siendo·dado que esa pro-
fesión de fe es todavía imperfecta,
La actitud que Jesús adopta, no y que Jesús piensa ya El mismo en
solamente con respecto a la Ley, sino su fracaso final y en su muerte
también con respecto a los títulos (Mc 8,31, etc.). Su concepción del
atribuidos por las Escrituras a los Mesías hijo de David difiere en
mediadores de la salvación, depende efecto de la de los escribas; se lo
esencialmente de la relación que El ve, cuando El les muestra que
mantiene con Dios: la del Hijo con su según el Salmo 110, 1, éste es el
Padre (Cfr. más adelante, 2.2.1.3). Señor de David (Mt 22, 41-47 y
paralelos). En los evangelios si-
a) No es extraño verle aceptar los nópticos, cuando el gran sacer-
nombres de "maestro" (Mc 1,38 dote le interroga para saber si El
etc.) y de "profeta" (Mt 16,14; Mc es el Cristo (el Mesías) hijo de
6,15; Jn 4,19), o aun atribuirse Dios (o: del Bendito; Cfr. 2 S 7,14;
este último título (Mt 13,57; Lc Sal 2, 7) El da una respuesta cuyo
13,33). Aunque rehusa ser rey o tenor difiere según los evangelios
mesías en un sentido puramente (Mc 14,62; Mt 26-34; Lc 22, 69-70,
terrestre (Cfr. Lc 4, 5-7; Jn 6,15), donde la pregunta está dividida
no rechaza, sin embargo, el nom- en dos). Pero, en los tres casos, El
bre de hijo de David (por ej. Mc profesa abiertamente que "en

268 BIBLIA Y CRISTO LOGIA


adelante el Hijo del Hombre (Cfr. curso de la última Cena (Mc
Dn 7, 13-14) estará sentado a la 14,24 y paralelos) parece hacer
derecha de Dios (o: de la poten- alusión a la misión del Siervo
cia)" como un rey en la gloria paciente que entrega su vida "por
divina. En el evangelio según multitudes" (ls 53,12), sellando
Juan, cuando el prefecto Pilatos con su sangre la nueva Alianza
lo interroga para saber si El es "el (Cfr. Is 42,6; Jr 31,31). Se puede
rey de los judíos", precisa que su creer que El piensa ya en eso
realeza "no es de (ek) este mun- cuando dice que ha venido "no
do" y que El la ejerce "dando para ser servido, sino para servir
testimonio de la verdad" (Jn 18, y dar su vida como rescate por
36-37). De hecho, Jesús no se muchos" (Mc 10,45).
comporta como Señor, sino como-
servidor y aun como esclavo (Mc e) Hay más. Dios no ha anunciado
10,45; Lc 22,27; Jn 13,13-16). su venida solamente en persona-
jes humanos. Ha evocado también
c) La apelación de "Hijo del Hom bre " la mediación de atributos divinos:
que Jesús sólo se da a sí mismo en su Palabra, su Espíritu, su Sa-
los textos evangélicos, es de una biduría (Cfr. supra, 2.1.3.3.). En
gran importancia cuando lo de- efecto, Jesús se presenta como
signa como mediador de la salva- quien habla en nombre del Padre
ción, según el libro de Daniel, y con su autoridad, tanto en el IV
(Cfr. Dn 7,13). Pero hasta su evangelio (Cfr. Jn 3,34; 7,16; 8,26;
Pasión, o al menos hasta su res- 12,49; 14,24 yel Prólogo que le da
puesta ante Caifás, ese título lleva el título de Logos "Palabra"),
consigo una cierta ambigüedad, como en los sinópticos: "Se os ha
porque puede tratarse de una dicho ... yyo os digo ..." (Mt 5,21ss;
manera de hablar de sí bastante Cfr. 7,24.29). Declara, por otra
corriente en arameo. En breve, parte, que habla y obra por el
Jesús se comporta y habla de una Espíritu Santo (Mt 12,28), que
manera tal, que parece que nunca dispone de esta Potencia divina y
revela explícitamente el secreto la enviará a sus discípulos (Lc 24,
-o el misterio- de su persona, 49; Ac 1,8; Jn 16,7). En fin, deja
porque los hombres no podrían entender que la Sabiduría está
comprenderlo: según el IV evan- presente y obra en su persona
gelio, El sólo dice lo que los dis- (Mt 11,29; Cfr. Lc 11,31).
cípulos "pueden soportar" (Jn
16,12). Así se reencuentran con Jesu-
cristo las dos vías, de arriba y de
d) Pero al mismo tiempo, El insinúa abajo, que Dios había trazado en
muchas cosas que se aclararán el Antiguo Testamento para pre-
más tarde en el Espíritu (Jn parar su venida entre los hom-
16,13). Así en las palabras que El bres: de arriba, los llamamientos
pron uncia sobre el cáliz en el cada vez más próximos de su

JaSE MARIA GALLEGO. S.J. 269


Palabra, de su Espíritu, de su llamado '~oánnico" de Mateo y de
Sabiduría, que bajan a nuestro Lucas (Mt 11, 25-27 = Lc 10, 20-
mundo; de abajo, las facciones 21). Aquí la relación de Jesús a
cada vez mejor dibujadas "de un Dios aparece tan íntima, que
Mesías, rey dejusticia y de paz, de puede decir: "Todo me ha sido
un humilde Siervo paciente, de entregado por mi Padre, y nin-
un misterioso Hijo de hombre, guno conoce al Hijo sino el Padre,
que ascienden, y con ellos hacen ni al Padre, sino el Hijo, y aquél a
ascender a la humanidad hacia quien quisiere revelárselo" (Mt
Dios. De donde las dos marchas 11,27 = 10,22).
que se ofrecen a la cristología:
descubrir en Jesucristo, de una b) Tal es el secreto íntimo en que
parte, a Dios que viene a los todos los actos y comportamien-
hombres para salvarlos comu- tos de Jesús encuentran su ori-
nicándoles su vida; de otra parte, gen, dicho de otra manera, su
la humanidad que vuelve a en- verdadera "filiación': Jesús tiene
contrar en el nuevo Adán la conciencia de ella desde su edad
vocación primera de los hijos juvenil (Lc 2,49), y la manifiesta
adoptivos de Dios. por su perfecta obediencia a la
voluntad del Padre. (Mc 14,36 y
2.2.1.3 Jesús ante Dios paralelos). Esta cualidad de Hijo
no le impide, sin embargo, ser
a) El secreto último -o más bien el perfectamente un hombre que
misterio- de Jesús consiste "crece en sabiduría, en edad y en
esencialmente en la relación mial gracia ante Dios y ante los hom-
que mantiene con Dios. De hecho, bres" (Lc 2,52). Adquiere así por
en su plegaria llama a Dios etapas una conciencia cada vez
"Abba": este término, en arameo más precisa de su misión recibida
"Padre" con un matiz de fami- del Padre, desde su juventud
liaridad (Cfr. Mc 11,36 etc.) El se hasta la Cruz. Finalmente, su
da a sí mismo el nombre de "Hijo", experiencia de la muerte es
en la misma frase en que dice que resentida por El tan cruelmente
sólo el Padre, con exclusión, no como por cualquier otro hombre
solamente de los ángeles, sino (Cfr. Mt 26,39; 27,46 y paralelos):
aun del mismo Hijo, conoce el día "Aunque era Hijo, ha aprendido
del Juicio (Mc 13, 32). Esta ma- la obediencia por lo que ha
nera de presentarse como "el sufrido" (He 5,8).
Hijo" ante "el Padre" se vuelve a
encontrar también en muchos 2.2.1.4 Jesús en los orígenes de
lugares del IV evangelio (como J n la cristología
17,1: "Padre, ha llegado la hora,
glorifica a tu Hijo a fin de que tu Así todos los títulos, todas las
Hijo te glorifique"; Cfr. también Jn funciones y todas las mediaciones de
3,35-36; 5, 19-23) yen el "logion" salvación de que se hablaba en las

270 BIBLIA Y CRISTOLOGIA


santas Escrituras, están asumidas y desde largo tiempo (Cfr. Jn 2,11)
reunidas en la persona de Jesús. Pero quedó muy imperfecta mientras
ha sido necesario, para quienes cre- que Jesús vivió. Esa fe fue sacu-
yeron eH El, interpretarlas de una dida por su muerte, según el
manera nueva. Paradójicamente, el testimonio de todos los evange-
reino del Mesías (es decir, de Cristo) lios. Pero se hizo más completa y
ha llegado por el escándalo de la más clara, cuando Dios concedió
Cruz, según que Jesús hubo sufrido El al Resucitado que se manifestara
mismo la muerte como Siervo a los suyos (Ac 10,41s; Cfr. 1,3; Jn
paciente (1 P 2, 21-25, asumiendo Is 20, 19-29). Las apariciones por
53) y que El entró, por su resurrec- las cuales Jesús "se mostró vivo
ción, en la gloria del Hijo del Hombre con numerosas pruebas" (Ac 1,3)
(Ac 7,56; Ap 1,13; Cfr. Dn 7,13s). El no habían sido esperadas por los
pudo así ser recQnocido en la fe como discípulos, tanto, que "no las
"Cristo, hüo de David"y como ''Hüo de aceptaron sin dudar de la verdad
Dios en poder" (Rm 1, 3-4), como de la resurrección" (San León,
Señor (Ac 2,36; Ph 2,11; etc.), como Sermón 61,4; Cfr. Mt 28,27; Lc
Sabiduría de Dios (1 Co 1,15; Cfr. Col 24,11). Pero esas manifestaciones
1, 15-16; He 1,3), como Palabra (o los llevaron a reconocer que "el
Verbo) de Dios (Ap 19,13; 1 Jn 1,1; Jn Señor verdaderamente había re-
1,1-14), como Cordero de Dios in- sucitado" (Lc 24,34).
molado y glorificado (Ap 5, 6ss; Jn
1,29; 1 P 1,19), como Testigo fiel (Ap b) En la luz de la Pascua, algunas
1,5), como verdadero Pastor (Jn 10, palabras de Jesús, que a primera
ls; Cfr. Ez 34), como Mediador de la vista habían aparecido más difí-
nueva alianza dotado del Sacerdocio ciles, se aclararon (Cfr. Jn 2,22), e
real (He 8,1 - 10,18) Y aun como "el igualmente algunos de sus actos
Primeroyel Ultimo"(Ap 1,17), título (Jn 12,16). Pero sobre todo su
que correspondía a Dios sólo en el Pasión y su muerte tomaron todo
Antiguo Testamento (Is 41,8; 44,6). su sentido cuando Elles "abrió el
Así las Escrituras se han cumplido en espíritu a la inteligencia de las
Jesús de manera diversa y mejor que Escrituras" (Lc 24, 32.45). Así
la esperada por Israel. Pero esto no fueron constituidos los "testigos"
puede reconocerse sino en el acto (Lc 24,48; Ac 1,8; Cfrf 1 Co 15,4-8)
mismo de la fe en El, confesado como sobre cuya palabra se fundó la fe
Mesías, Señor e Hijo de Dios (Rm 8,29; de la comunidad primitiva. Su
Jn 20,31). testimonio condujo, en efecto, a
la inteligencia de todo lo que
2.2.2 Los orígenes. de la fe en estaba escrito acerca de El "en la
Jesucristo Ley de Moisés, los profetas y los
Salmos" (Lc 24,44) y a darse
2.2.2.1 La luz de la Pascua
cuenta de la manera como las
a) La fe de los discípulos de Jesús, promesas de Dios se habían
aunque habían creído en El cumplido en El.

JaSE MARIA GALLEGO. S.J. 271


c) Estas "manifestaciones" (Ac "bautismo en el Espíritu Santo"
1O,40s; Mc 16, 12-14) ilustraban (Ac 11,16; Cfr. Mt 3,11 Y parale-
al mismo tiempo el sentido de los los) los apóstoles recibieron valor
sucesos que se presentaban y fuerza para dar testimonio de
como las consecuencias de su Cristo (Ac 2, 23-26; 10,39), anun-
resurrección de entre los muer- ciar la palabra de Dios con segu-
tos: el don del Espíritu Santo ridad (parrhesia: Ac 4, 29.31) y
desde la tarde de la Pascua (Jn realizar milagros en nombre del
20, 22), la venida del Espíritu Señor Jesús (Ac 3,6. etc.). Así fue
Santo sobre los Apóstoles en instaurada la comunidad de los
Pentecostés (Ac 2, 16-21.33), las que creen en Jesucristo. En se-
curaciones obradas "en el nombre guida la Iglesia, edificada "en el
de Jesús" (Ac 3,6 etc.). Desde esta Espíritu Santo" (Ac 9,31; Cfr. Rm
época, la fe apostólica tuvo por 15, 16-19; Ef 2, 20-22) se acre-
centro, no solamente el Reino de centó de tal manera entre los
Dios cuya venida había anun- judíos y en medio de las naciones,
ciado Jesús (Mc 1,15), sino tam- que se rindió testimonio al Cristo
bién la persona misma de Jesús y al Reino de Dios, propagado
por quien este Reino había sido "hasta los extremos de la tierra"
inaugurado (Cfr. Ac 8,12; 19,8; (Ac 1,8).
etc.); Jesús, tal como lo habían
conocido antes de su muerte, y b) Las tradiciones evangélicas
tal como había entrado en su fueron recogidas y puestas poco
gloria por la resurrección de en- a poco por escrito bajo esta luz,
tre los muertos (Lc 24,46; Ac esperando a ser puestas en fin
2,36). fijadas en los cuatro libritos.
Estos no son simples recuerdos
2.2.2.2 El desarrollo de la de "lo que Jesús hizo y enseñó"
cristología (Ac 1,1; dan también de eso
interpretaciones teológicas (Cfr.
a) Según la promesa de Jesús (Lc Instrucción de la Pontificia
24,49; Ac 1,8), sus discípulos Comisión Bíblica, de 4 Mayo 1964,
fueron "llenados con una fuerza AAS LVI/III, Vol. VI, 1964, pág.
de arriba, la del Espíritu Santo" 712.718; o Docum. Catholique 7
cuando se cumplió el día de Junio 64, Col. 711-718). Se debe
Pentecostés (Ac 2, 1-4; Cfr. 10,44). pues buscar allí la cristología de
Tal fue en efecto el don particular cada evangelista. Esto vale sobre
de la "n ueva alianza ": por la todo para Juan, que en la época
primera alianza, la Ley había sido patrística recibirá el nombre de
dada al pueblo de Dios; por la "teólogo". Igualmente, todos los
nueva, el Espíritu del Señor fue autores, cuyos escritos conserva
esparcido sobre toda carne según el Nuevo Testamento, han inter-
la promesa profética (Ac 2, 16- pretado de maneras diversas los
21; Cfr. JI 3, 1-5 LXX). Por este hechos y las palabras de Jesús, y

272 BIBLIA Y CRISTOLOGIA


más todavía su muerte y resu- tianos. Ciertamente está permi-
rrección. Se puede hablar así de tido a cada uno ser más sensible a
la cristología del apóstol Pablo, talo cual entre ellos, según que
que se desarrolla y se modifica, parezcan hablar mejor de Cristo
desde sus primeras epístolas, conforme a las afinidades de los
hasta la tradición emanada de él. espíritus o de las diversas cul-
Se encuentran también otras turas. Pero para los fieles, su
cristologías en la epístola a los conjunto es lo que constituye el
Hebreos, la Carta primera de único Evangelio anunciado por
Pedro, el apocalipsis de Juan, las Cristo y relativo a Cristo. Ninguna
Epístolas de Santiago y de Judas, de esas cristologías puede ser
la segunda Epístola de Pedro, rechazada como si, debida a una
aunque no tengan el mismo de- evolución secundaria, no presen-
sarrollo en todos sus escritos. tara el verdadero rostro de Cristo,
o como si por estar marcada por
No solamente se distinguen estas un contexto cultural antiguo,
cristologías por las diferentes hubiera perdido su valor. La in-
iluminaciones que proyectan terpretación de los textos, que
sobre la persona de Cristo que sigue siendo necesaria, no debe
realiza el Antiguo Testamento; terminar por vaciarlos de con-
sino que la una o la otra aporta tenido.
todavía nuevos elementos, en
particular, los "Evangelios de la d) En cuanto a las expresiones de
infancia" de Mateo y de Lucas que que se sirven los autores para
en~ñan la concepción virginal presentar diversamente su pro-
de Jesús, mientras que los es- pia cristología, merece una gran
critos de Pablo y de Juan nos atención. Como se ha dicho antes
manifiestan el misterio de su (Cfr. supra 2.2.1.4.), esas expre-
preexistencia. Un tratado com- siones están tomadas en su mayor
pleto de "Cristo Señor, mediador parte de las Sagradas Escrituras.
y redentor" no se presenta en Sin embargo, a partir del mo-
ninguna parte. El hecho es que mento en que la predicación
los autores del Nuevo Testa- evangélica entra en contacto con
mento, en cuanto pastores y las filosofías y las religiones hele-
doctores, testimonian del mismo nistas, los pastores y los doctores
Cristo con voces diversas en la de la época apostólica fueron
sinfonía de un canto único. llevados poco a poco a asumir
prudentemente expresiones e
c) Estos testimonios deben ser imágenes que corrían en el len-
recibidos en su totalidad, para guaje de las naciones, reinter-
que la cristología, en cuanto co- pretándolas según las exigencias
nocimiento de Cristo fundado y de la fe. Por lo demás, ejemplos de
arraigado en la fe, sea verdadera este género son poco numerosos
y auténtica en los creyentes cris- (veáse el caso del "pleroma" en

JaSE MARIA GALLEGO. S.J. 273


Col. 1,9). Tales casos no deben mundo, la Iglesia experimenta en
atribuirse a un falso sincretismo: su fe la presencia de Cristo en
quieren pintar al mismo Cristo medio de ella (Cfr. Mt 18,20). Por
que otros designan con la ayuda eso la Iglesia está tensa con una
de otras expresiones, más di- firme esperanza hacia la venida
rectamente dependientes de la gloriosa de su Señor. Expresa
Escritura. Abren así el camino a este deseo en su plegaria, espe-
los teólogos de todos los tiempos, cialmente cuando celebra el
que han debido encontrar -y memorial de su Pasión y de su
todavía deben encontrar- len- resurrección. (l Co 11,26), pi-
guajes "auxiliares" para hacer diendo con fuerza su retorno:
claro a sus contemporán~os el "Ven, Señor Jesús" (1 Co 16,22;
lenguaje particular y fundamen- Cfr. Ap 22,20).
tal de la Sagrada Escritura, a fin
de anunciar correctamente a b) En la diversidad de situaciones
todos la plenitud del Evangelio. históricas, incumbe a la Iglesia
reconocer auténticamente la
2.2.3 Cristo, mediador de presencia y la acción de Cristo.
salvación Por esta razón se preocupa de
escrutar los "signos de los tiem-
2.2.3.1 Cristo presente en su pos" y los interpreta siempre a la
Iglesia luz del Evangelio (Cfr. Gaudium
et spes, NI! 4). Para hacerlo, deben
a) Cristo permanece con los suyos los ministros del Evangelio y los
hasta el fin del mundo (Mt 28, fieles, cada uno según su propia
20). La Iglesia, cuya vida toda misión, guardar la doctrina (Tt
proviene de Cristo Señor, tiene 2,10) y "conservar el depósito" (1
por misión escrutar su misterio y Tm 6,20) a fm de,no ser ''llevados
hacérselo conocer a los hombres. por todo viento de doctrina"(Ef
Ahora bien, esto no 'se puede 4,14). Por lo tanto, la verdadera
realizar más que en la fe y bajo el fe en Cristo, la acción auténtica
influjo del Espíritu Santo (l Co 2, del Espíritu Santo y la "praxis"
10-11). En efecto, éste distribuye recta de los cristianos fieles
sus dones a cada uno en particu- deben siempre ser "discernidas"
lar como él sabe (Cfr. 1 Co 12,11), (1 Co 12,10) y "probadas" (1 Jn
"en vista de la construcción del 4,1).
Cuerpo de Cristo, al término de la
cual debemos llegar a hacernos La verdadera fe es la fe en Jesu-
una sola cosa en la fe y en el cristo, Hijo de Dios, que ha venido
éonocimiento del Hijo de Dios, y a en carne (1 Jn 4,2), que ha reve-
constituir ese Hombre perfecto, lado a los hombres el nombre del
en la fuerza de la edad, que Padre (Jn 17,6), que se ha en-
realiza la plenitud de Cristo" (Ef tregado a sí mismo como rescate
4, 12-13). Así insertada en el por todos (1 Tm 2,6; Cfr. Mc 10,45 .

274 BIBLIA Y CRISTO LOGIA


y paralelos), que ha resucitado al CEf 4,24). Por el mismo Espíritu
tercer día (1 Co 15,4), que ha sido resucitará a todos los que creen
llevado a la gloria (1 Tm 3,16), en Cristo (Rm 8,11; 1 Co 6,14).
que está sentado a la derecha de Por la fe y el bautismo los cris-
Dios (1 P 3,22) Y cuya manifes- tianos se hacen miembros de
tación gloriosa se espera al fin de Cristo (1 Co 6,13), unidos a El
los tiempos (Tt 2,13). Una cristo- hasta en sus cuerpos, que reciben
logía que no profesara todo esto su vida y se hacen un templo del
se apartaría del testimonio de la Espíritu Santo (1 Co 6,19). Ellos
tradición apostólica, regla última todos no constituyen más que un
de la fe según San Ireneo (De- solo cuerpo, que es el cuerpo
mostración apostólica, N2 3), crucificado y resucitado del
"regla de la verdad", guardada en mismo Cristo. Este cuerpo, ani-
todas las Iglesias gracias a la mado por un solo Espíritu (1 Co
sucesión de los apóstoles (Ad- 12, 12ss; Ef 4,4) asume a todos los
versus haéreses, III, 1, 2) Y reci- bautizados como sus miembros:
bida por todo cristiano al ser es la Iglesia (Col 1,24; Ef 1,22).
bautizado (ibídem, 1, IX, 4). Cristo es la Cabeza de este Cuer-
po; Ello vivifica y lo hace crecer
c) Así mismo, la acción del Espíritu (Col 2,19) por la energía (Ef 4,16)
Santo debe ser discernida con la de su Espíritu. Tal es la "Creación
ayuda de signos seguros. La Igle- nueva" (2 Co 5,17; Ga 6,15) en la
sia está dirigida en su camino por que Cristo reconcilia todo lo que
el Espíritu de Dios. Pero, lo el pecado había dividido: los
mismo que cada fiel (Rm 8,14), hombres entre sí (Ef2, 11-18), los
no puede "creer a todo espíritu" pecadores con Dios, de quien se
(1 Jn 4,1). Porque no hay más habían hecho enemigos por su
Espíritu de Dios que "el Espíritu rebeldía (2 Co 5,18-20; Rm 5,10;
de Jesús" (Ac 16,7), ese Espíritu Col 1,21), y aun el mundo entero,
Santo sin el cual nadie puede donde Cristo ha vencido las po-
decir: "Jesús es Señor" (1 Co tencias del mal que tiranizaban a
12,2). Este mismo Espíritu re- la humanidad (Col 1,20; 2,15; Ef
cuerda a los discípulos todo lo 1, 10.20-22).
que Jesús ha dicho (Jn 14,26) y
los introduce en la verdad entera 2.2.3.2 Hacia el Cristo total
(Jn 16,13) hasta que, en la Iglesia,
"estén cumplidas las palabras de a) La salvación que aporta Cristo es
Dios" (Dei verbum, N2 8). pues "total': que alcanza a los
hombres hasta en su cuerpo por
Por este mismo Espíritu el la gracia del bautismo (Rm 6, 3-4;
Padre resucitó a Jesús de entre Col 2, 11-12), de la eucaristía
los muertos (Rm 8,11), creando (Cfr. 1 Co 10, 16-17)yde los otros
en El el Hombre nuevo "en la sacramentos (Cfr. R. 12,1). La
justicia y la santidad de la verdad" santidad de Cristo, que se comu-

JOS E MARIA GALLEGO. S.J. 275


nica a la Iglesia, irradia así la vida b) Esto no se hace sin paciencia ni
concreta de los cristianos, y a sufrimiento (Mt 5,11; Jn 15,20;
través de ellos, el mundo en que 16,33; Col 1,24). El pecado,
ellos viven. A la imagen de su entrado en el mundo desde los
Hermano "Primogénito" (Rm orígenes (Rm 5,12), continúa
8,29) participan en la edificación operando ahí sus daños. El reino
del Reino de Dios que Cristo ha de Dios, ya comenzado, no está
venido a establecer entre los todavía plenamente manifes-
hombres, con todo su programa tado. Se desarrolla poco a poco
de amor, de justicia y de paz (Ga en los dolores de un parto (Mt
5,22-23; Flp 4,8; Col 3, 12-15). A 24,8; Jn 16, 21-22). La creación
ejemplo de su Maestro, deben misma, sujeta a la Vanidad,
"dar la vida por sus hermanos" (1 aspira a ser liberada de la servi-
Jn 3,16). dumbre de la corrupción (Rm
8,29-31). Pero Cristo ha triunfado
del Pecado por su muerte y su
Jesús ha venido para anunciar la resurrección. Ha vencido al
Buena Nueva a los pobres, a liber- "Príncipe de este mundo" (Jn
tar a los cautivos, liberar a los 12,31; 16,11.33). Con su ejemplo y
oprimidos (Lc 4, 18-21). Sus dis- por su gracia, los cristianos tienen
cípulos se empeñan por conti- pues que luchar y sufrir, si es
nuar esta obra de liberación. Su necesario, hasta el martirio y la
Iglesia prepara el advenimiento muerte y su resurrección. Ha
del Reino final de Cristo, cuando vencido al "Príncipe de este mun-
Este, habiendo sometido todas do" (Jn 12,31; 16,11.33). Con su
las cosas, se someterá El mismo á. ejemplo y por su gracia, los cris-
su Padre, "a fin de que Dios sea tianos tienen pues que luchar y
todo en todos" (1 Ca 15,28). sufrir, si es necesario, hasta el
Desde ahora, en orden a este martirio y la muerte (Mt 24, 9-13
logro, la Iglesia se inserta y paralelos; Jn 16,2; Ap 6, 9-11),
mediante sus miembros en el para que el Bien triunfo del Mal,
mundo presente. Lejos de hacer- esperando que lleguen "los cielos
los salir de este mundo, la Iglesia nuevos y la tierra nueva... en que
trabaja mediante ellos para la justicia habitará (2 P 2,13).
hacer penetrar el espíritu del
Evangelio en todas sus estruc-
turas, familiares, sociales y po- Entonces, Aquel que nos amó el
líticas. Así Cristo, presente en el primero (l Jn 4,19) será recono-
mundo, esparce la gracia de su cido, amado, adorado, servido
salvación: "Bajado a las regiones por todos los hombres hechos sus
inferiores de la tierra" y "subido hijos de adopción (Ef 1,5). Así
por encima de los cielos", "llena terminará en la eternidad biena-
todas las cosas" (Ef 4,9-10). venturada la obra de salvación

276 BIBLIA Y CRISTO LOGIA


qu{' su fidelidad misericordiosa todos lo aclamarán en una feli-
prosigue con incansable pacien- cidad sin término: "A aquel que se
cia (Cfr. Rm 2,4-5; 3,25-26; 9,22), sienta sobre el trono, como tam-
después de su primer llama- bién al Cordero, la alabanza, el
miento al que se sustrajo la honor, la gloria y el poder por los
humanidad, hasta el día en que siglos de los siglos" CAp 5,13).

JaSE MARIA GALLEGO. s.J. 277

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