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a modernidad, según la filosofía, puede entenderse como un período histórico y un movimiento

intelectual posterior al renacimiento que se caracteriza por una serie de cambios profundos en la
forma de pensar y concebir el mundo.

La filosofía moderna surge en los siglos XVII y XVIII y se desarrolla en el contexto de la Ilustración
(llamada así por el predominio de la razón, entendida esta como una luz que descubre verdades
en contraposición con la época concebida como “oscurantismo” presente durante la Edad Media),
así como de grandes cambios sociales, políticos y científicos que marcaron esta etapa.

¿Quién fue el iniciador de la filosofía moderna?

Se considera que fue René Descartes quien inaugura la filosofía moderna a través de la duda
metódica, la cual ponía en cuestión todas sus creencias y percepciones para llegar a verdades por
medio únicamente de la razón.

Así surgió su idea de cogito ergo sum (“pienso, por tanto, soy” muchas veces traducida como
“pienso luego existo”), que explicaba que no podía dudar de la duda misma. La duda es un tipo de
pensamiento (cogito), y para pensar se necesita antes ser, de lo contrario no hay cosa que piense.
Por tanto, hay certeza en que pienso, y si pienso, entonces soy.

Características principales

Revolución epistemológica

Hubo tres importantes posturas epistémicas en boga en esta etapa, que son las que se describen a
continuación:

Racionalismo: Los filósofos René Descartes, Baruch Spinoza y Gottfried Leibniz consideraban que la
razón era la fuente principal de conocimiento y que la verdad podía ser alcanzada a través de un
proceso deductivo, es decir, a partir de postulados universales.

Empirismo: John Locke, George Berkeley y David Hume, por su parte, creían que lo principal para
conocer era la experiencia sensible, más aún que la razón, por lo que optaban por un método
inductivo, que va de identificar objetos particulares a postular juicios generales.

Idealismo trascendental: Immanuel Kant intentó superar la dicotomía entre el empirismo y el


racionalismo al postular que, si bien la experiencia proporciona los materiales brutos, es la razón la
que organiza y estructura esos materiales en formas cognoscibles.

El idealismo trascendental es una especie de síntesis que reconoce la importancia de la


experiencia empírica, pero también subraya el papel activo de la razón en la
construcción del conocimiento.
Crítica

¡Sapere aude! (“¡Atrévete a saber!”) es una frase que Kant usó como un llamado a superar la
minoría de edad intelectual, es decir, la dependencia de las opiniones preestablecidas y la falta de
confianza en la propia capacidad de pensar y juzgar.

Contenido relacionado: ¿Qué es filosofar y por qué es importante hacerlo?

Él y otros filósofos de la época instaban a las personas a liberarse del miedo y la conformidad, y a
tener el coraje de cuestionar, investigar y buscar la verdad por sí mismas.

Secularización

Surgió un alejamiento de la religión y una mayor orientación hacia la ciencia. A medida que la
Ilustración ganaba fuerza, muchos pensadores buscaban evidencia empírica para desentrañar los
secretos de los fenómenos del universo.

Antropocentrismo

Debido a los aspectos anteriores, hubo un cambio significativo en la manera en que los hombres
se percibían a sí mismos y su relación con el mundo.

Antes de la filosofía moderna, la visión predominante era teocéntrica, centrada en la supremacía


de Dios como el origen de la existencia y la explicación de la realidad.

Esta visión antropocéntrica coloca al ser humano como el punto focal y la medida de todas las
cosas, en algunos casos como dominador de la naturaleza y constructor de su propio destino.

La idea de progreso

Como resultado, se gestó una creencia optimista en el avance y la mejora constante de la


humanidad. La noción de progreso se basaba en la idea de que podíamos comprender y dominar
la naturaleza a través del conocimiento y la aplicación de la razón.

De este modo, la ciencia y la tecnología fueron vistas como motores del desarrollo, capaces de
resolver problemas y aumentar el bienestar social presente y futuro.

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