IEE2343 – PROTECCIONES PROF.: SERGIO DÍAZ C.

PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES DE PODER

A. FALLAS INTERNAS

A.1. Protecciones Eléctricas

a) Relé Diferencial de Porcentaje (NEMA: 87T)

Conceptualmente, es similar a aquel usado como protección de generadores (también utiliza un porcentaje de
retención para hacerse cargo de problemas propios de los TT/CC: imprecisión y eventual saturación ante fallas
externas de gran magnitud). Sin embargo, para evitar falsas operaciones, su aplicación a transformadores de poder
debe resolver problemas adicionales, de origen primario, inherentes a estos equipos, tales como:

i) Diferencia de magnitud de las corrientes primarias en cada lado del transformador. Causas: razón de
transformación, existencia de derivaciones o “taps” (en vacío o bajo carga).
ii) Diferencia de ángulo de fase de las corrientes primarias en cada lado del transformador. Causa: forma de
conexión de cada enrollado (estrella / delta / zigzag), y grupo de conexión entre enrollados.
iii) Diferente contribución de corrientes y sus componentes de secuencia a cada lado ante fallas externas. Causa:
forma de conexión de cada enrollado, y grupo de conexión (ídem (ii)).
iv) Circulación de una elevada corriente transitoria de energización (“inrush”) a un solo lado del transformador.

Soluciones:

i) TT/CC principales de razón adecuada en cada lado (esto se cumple en forma natural cuando los enrollados
son de igual potencia nominal, dado que las corrientes respectivas siguen la razón de transformación inversa),
para el “ajuste grueso”.
TT/CC auxiliares (“de interposición”, externos, o “taps o derivaciones” internos al relé), o constantes numéricas
internas en el relé, para el “ajuste fino”.
Porcentaje de retención (insensibilidad) mayor que en el caso de los generadores, entre 25% y 50% (típico
40%); los valores superiores de este rango se usan en caso de existir cambiador de taps o derivaciones bajo
carga, debido a que la razón de transformación varía en tiempo real y en un rango más amplio.
ii) Ver punto siguiente.
iii) Conexión adecuada de TT/CC principales, en función del tipo y grupo de conexión de cada enrollado. Como
regla general, consiste en “deshacer” el grupo de conexión de los enrollados del transformador a través de la
conexión de los secundarios de los TT/CC, por ejemplo, si el enrollado del transformador se encuentra en
delta, los TT/CC se conectan en estrella, y viceversa. Así, se compensan los desfases y se bloquea la entrada
de corriente de secuencia cero al relé.

A modo de ejemplo, la figura siguiente muestra en detalle el caso de un transformador estrella – delta (Yd11):

Ia Ia - Ib

. Ib
.
Ib – Ic

Ic Ic - Ia

Ia’ – Ib’ (Ia – Ib)’

87T

1
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En relés digitales, muchas veces sólo es necesario ingresar información general del transformador (potencias
nominales, tensiones nominales, conexión y desfase de cada enrollado), junto con la razón de los TT/CC de cada
terminal, realizándose las compensaciones necesarias de magnitud y ángulo en forma numérica.

iv) Una posibilidad consiste en impedir o inhibir la operación de la protección diferencial durante la energización del
transformador (desventaja: no operaría si se energiza en presencia de una falla). Sin embargo, la solución más
utilizada consiste en aprovechar la existencia de corrientes de segunda y tercera armónica, características que
son propias de la corriente de energización y no de la corriente de falla, para agregarle una retención adicional
al relé por estas componentes, previamente filtradas.
Esta retención no es necesaria en el caso de transformadores elevadores de centrales, conectados en bloque
con el generador (sin interruptor entre ellos), pues en este caso, la energización del transformador es a través
de la excitación del generador, y, en consecuencia, gradual (tipo rampa en lugar de escalón, por lo tanto, no se
produce inrush).
Tampoco sería necesaria en el caso de energizarse a través de un mando sincronizado sobre los polos del
interruptor, capaz de detectar y cerrar cada fase en forma independiente y en el instante preciso, de manera de
evitar la superposición del escalón de flujo que se aplica al energizar, con el flujo remanente originado en la
desenergización previa.

La operación de una protección diferencial de transformador debe provocar la apertura inmediata y el bloqueo de
todos los interruptores que lo rodean, lo que se realiza a través de un relé auxiliar de desenganche y bloqueo de
reposición manual (“relé maestro”, NEMA: 86T). En el caso que alguno de estos interruptores no exista, en especial
en el lado de AT, se puede actuar cerrando un desconectador monofásico de puesta a tierra (a veces denominado
“cuchilla”), provocando una falla a tierra que es detectada y despejada en forma remota por otras protecciones.

b) Protección Diferencial Restringida (sólo para fallas a tierra)

Se aplica en algunos casos para transformadores conectados en delta – estrella, protegiendo en forma
independiente cada enrollado, detectando corrientes residuales a cualquiera de ambos lados mediante respectivos
relés instantáneos de sobrecorriente, NEMA 50), de acuerdo con el siguiente esquema:

50
50

Notar que, si existe impedancia en el neutro, la protección en el lado de la estrella pierde sensibilidad.

Otra protección, que detecta sólo fallas a tierra internas, es la denominada Protección de Cuba o de Estanque o a
Masa, que detecta la circulación de corriente a través de la conexión del estanque del transformador a la malla de
puesta atierra de la S/E.

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A.2. Protecciones Mecánicas

a) Relé Buchholz

Es utilizado ampliamente en transformadores que cuentan con estanque conservador de aceite. Su principal virtud
es que detecta tanto cortocircuitos francos, dando orden de desconexión inmediata a través del relé auxiliar 86T,
como también fallas incipientes, que se manifiesten como calentamientos locales, los cuales provocan una
degradación puntual de los aislantes y la acumulación gradual de los gases resultantes. En este último caso, sólo da
origen a una alarma. Posteriormente, a través del análisis de la composición de los gases, se puede estimar la
localización de la falla incipiente, y repararla antes que el daño aumente.

El principio de funcionamiento se muestra en el esquema de la figura siguiente.

PURGA
(MUESTREO)

CONTACTOS
DE ALARMA

FLOTADOR

ASPAS

CONTACTOS DE
DESENGANCHE

Los contactos de desenganche o desconexión se cierran cuando se produce un flujo violento de aceite desde el
transformador hacia el estanque conservador, producto de la onda de presión que se origina por la falla franca, la
que provoca el movimiento de las aspas.

Los contactos de alarma se cierran cuando la acumulación de gases es suficiente para hacer bajar el elemento
flotador, haciendo subir el extremo opuesto de la barra pivote. Según el tipo de material aislante y la ubicación de la
falla incipiente, la aislación se descompone en gases tales como: hidrógeno (H 2), acetileno (C2H2), metano (CH4),
etileno (C2H4), etano (C2H6), dióxido de carbono (CO2), etc. A veces, sólo se acumula vapor de agua, producto de la
humedad del aceite.

Por su extrema sensibilidad, se debe tomar precauciones para su aplicación en zonas sísmicas. Por ello, en Chile se
utilizan diseños especiales, de características asísmicas.

Como sólo detecta fallas internas, cuando se produce su operación (desenganche), en conjunto con la protección
diferencial, el transformador no puede ser repuesto al servicio antes de realizar análisis de gases y medidas
eléctricas de aislación, resistencia de enrollados y razón de transformación. En cambio, si existiendo relé Buchholz,
sólo opera la protección diferencial, basta con una inspección visual externa al entorno del transformador (podría
tratarse de una falla ubicada en la zona exterior al transformador, pero interior a la zona definida por la ubicación de
los TT/CC asociados a la protección diferencial).

Otra protección basada en principios mecánicos, pero que sólo permite detectar fallas francas, es el denominado
Relé de Presión de Aceite, el cual se utiliza en casos de transformadores sin estanque conservador de aceite. Opera
según el mismo principio físico de la componente de desenganche del relé Buchholz.

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B. SOBRECALENTAMIENTOS

Estos son provocados normalmente por condiciones de sobrecarga. Sin embargo, también pueden ser causados por
fallas en sus sistemas de refrigeración (radiadores, ventiladores, bombas de circulación de aceite, etc.), o incluso,
por condiciones ambientales particularmente cálidas. Por esto, no resulta una buena práctica la protección a través
del control de la corriente de carga mediante un relé de sobrecorriente, salvo que se quiera proteger otros elementos
asociados al transformador que sean particularmente sensibles a un exceso de corriente (bushings, TT/CC, etc.).

Lo que interesa determinar es la temperatura del punto más caliente de los enrollados, para evitar sobrepasar la
temperatura de diseño de la aislación (normalmente entre 105ºC y 120°C), evitando con ello la pérdida de vida útil
del transformador. El problema se presenta ante la imposibilidad de medir directamente esta temperatura, de modo
que se debe recurrir a métodos indirectos, los que se enfrentan a la superposición de dos fenómenos cuyas
constantes de tiempo son muy diferentes: el calentamiento del aceite (lento, del orden de horas), y el calentamiento
de los enrollados (rápido, del orden de minutos)1.

La protección típica consiste en el relé de imagen térmica, en el cual interactúan dos elementos: uno que mide la
temperatura del aceite en la parte superior del estanque (donde su temperatura es mayor), y otro, que mide la
“diferencia de enrollado”, consistente en una resistencia cuya dinámica térmica es similar a la de los enrollados, a
través de la cual se hace circular la corriente de carga. Así, la temperatura del punto más caliente del enrollado se
estima a partir de la suma de estos dos elementos.

Esta protección puede dar desenganche ante una situación extrema, pero también puede dar origen a diferentes
niveles de alarma, y comandar la partida y detención de las diferentes etapas de refrigeración, comportándose
además como una especie de “sistema de monitoreo y control” del transformador.

En transformadores más pequeños, se puede utilizar relés térmicos (bimetálicos), y medir separadamente la
temperatura del aceite en la parte superior del estanque.

C. FALLAS EXTERNAS

Si bien se concibe como una función de respaldo, el objetivo es evitar los esfuerzos mecánicos y térmicos al interior
del transformador, en el caso que estas fallas no sean debidamente despejadas por las protecciones principales del
equipo fallado. Su forma de realización depende de la aplicación y localización del transformador dentro del sistema.

a) Transformadores en topología radial o de distribución primaria (AT/MT, normalmente alimentan consumos):

Se utiliza normalmente una protección de sobrecorriente de fase temporizada (NEMA: 51), generalmente alimentada
desde TT/CC de fase ubicados en el lado de MT del transformador (para evitar problemas con la corriente de
energización), complementada, si es necesario, con una protección de sobrecorriente residual temporizada (NEMA:
51N), alimentada desde un T/C ubicado en el neutro del secundario del transformador, o desde el punto común o
neutro de los secundarios de los TT/CC de fase antes indicados.

Estas protecciones constituyen además la protección principal de la barra de distribución primaria (MT), y sus
ajustes deben coordinar con los de las protecciones de los alimentadores que se derivan de dicha barra.

b) Transformadores de interconexión (unen sistemas de transmisión de distinta tensión):

Pueden corresponder a autotransformadores, o a transformadores de dos o más enrollados.

La protección se realiza instalando relés de sobrecorriente temporizadas, de fase (51) (a veces y, si es necesario,
con retención por tensión, 51RV), y residuales (51N), o bien protecciones de distancia (impedancia) temporizadas,
para fallas entre fases (NEMA: 21) y a tierra (NEMA: 21N), en cada enrollado que se conecte a un sistema de
transmisión (se excluyen las deltas terciarias estabilizadoras).

La selección de los tipos de relé y su temporización (tiempo inverso o definido), dependerá en gran medida del tipo
de protección de las líneas o elementos adyacentes (se prefiere tener tipos similares, para facilitar su coordinación).
Para especificar sus ajustes, se debe tener en cuenta la corriente de energización, tanto en lo que respecta a su
magnitud probable como a su duración esperada (fenómeno transitorio electromagnético).

1
Este tipo de comportamiento permite que, en algunos casos, se pueda evaluar el uso de la capacidad de sobrecarga de corta duración
de un transformador, en el caso que en las horas previas su carga haya sido menor que la nominal, o las condiciones ambientales sean
más favorables que las de diseño.
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D. PROTECCIÓN MEDIANTE FUSIBLES

Muchas veces se recurre a los fusibles, por su simplicidad y bajo costo, como la única protección de los
transformadores de poder de distribución, primaria o secundaria, especialmente para aquellos ubicados en
configuraciones topológicas radiales2. Ocasionalmente, en el caso de transformadores de mayor tamaño o
importancia, se les complementa con un relé Buchholz (sin interruptor en AT).

La forma de realización práctica es a través de un desconectador fusible trifásico (NEMA: 89F), con un elemento
fusible en cada fase, ubicado en el lado de AT del transformador, que cumple además las funciones de elemento de
maniobra para su conexión o desconexión normal del sistema.

A modo de guía para una especificación adecuada de los elementos fusibles, el estándar ANSI/IEEE recomienda
satisfacer simultáneamente los siguientes criterios:

- Debe soportar, sin quemarse, la corriente de carga, incluyendo eventuales sobrecargas (1,5 veces I AT NOM)
- Debe quemarse con una corriente de 6 veces IAT NOM (si ZT  6%), o entre 4 a 6 veces IAT NOM (si ZT  6%)
- Debe soportar, sin quemarse, la corriente de energización (se supone entre 8 a 12 veces I AT NOM durante 100 a
200 ms)
- Debe quemarse bajo el “ANSI point”, punto que representa la curva de daño del transformador. Esto es, por
diseño, existe un punto que debe ser soportado por un transformador, de acuerdo con la siguiente tabla:

ZT % Icc / IAT NOM t (s)

4 25 2
5 20 3
6 16,6 4
7 14,4 5

Si el enrollado de AT está conectado en delta, las corrientes de esta tabla deben reducirse en un factor 3.

En la figura siguiente se resume la aplicación de todos estos criterios:

t (s)

X ANSI
point

TCT (tiempo total de aclaramiento o despeje)

0,1 – 0,2 – X
MMT (tiempo mínimo de fusión)

1,5 4–6 8 – 12 I / IAT NOM

NOM
Además, para su coordinación con las protecciones contra fallas externas ubicadas en el lado secundario, MT o BT,
(51 y 51N descritos en el punto C, literal a)), se debe tener cuidado respecto de la distinta forma en que se reflejan a
ambos lados las fallas asimétricas que ocurren en el lado secundario, debido al efecto del grupo de conexión,
generalmente Dynx (un cierto desfase en secuencia positiva (x veces 30°); el mismo desfase, pero conjugado (x
veces -30°), en secuencia negativa; y mallas separadas en secuencia cero).

Como contrapartida a sus ventajas, estas protecciones presentan como inconvenientes la rigidez de sus ajustes
(para cambiar ajustes se debe reemplazar los elementos fusibles), su sensibilidad limitada por la corriente de carga
máxima, la imprecisión de sus tiempos de operación, su falla (“operación”) por envejecimiento, y el originar fases
abiertas cuando operan, degradando la calidad del producto.

2 El Art. 3-24 c) de la Norma Técnica de Seguridad y Calidad de Servicio vigente hasta septiembre de 2020 permitía excepcionalmente
el uso de desconectadores fusibles en el caso de “transformadores cuyo enrollado de mayor tensión sea inferior a 150 [kV] conectados
en derivación de una línea y que tengan una potencia máxima inferior a 12 [MVA]”. Si bien a partir de esa fecha dicho artículo fue
derogado, no se estableció la necesidad de adecuación a la nueva norma de las instalaciones ya existentes a esa fecha.
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