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ARTURO MONTAGU | DIEGO PIMENTEL MARTIN GROISMAN Cultura digital Comunicacion y sociedad Petters) CO Sa a ee Arturo Montagu Diego Pimentel Martin Groisman Cultura digital Comunicaci6n y sociedad 3 dosn ecbformadin renwal de pacsias novedade/ pubes p ‘ones, y ser incorporado a nuestra Hista de comteo electrnico, por favor e ‘envienos los siguientes datos a difusion@editrialpaidos.com.ar PAIDOS Nombre y apelido, rofesin y dreclén de e-mall Buenos Aires Barcelona México 303.489 4 Montagu, Aro 0 ‘ars gal: comunseactny sociedad / Aro Morag Diogo Penta Nath (Solman. trea, Suenes hres! Pago, 2008, "218g 22a em (studs ce omen) 4, Comunicacin 2, Nuwes Tecrlogas = Perea, ago It ramen, Marin Tule Cubierta de Gustave Mace 1. edicién, 2008 uaa grsamenta ria sina strc wert der tere Gora ens canes subodas en nr pen a epee ‘eaoprcl dence or cage mo preci compeedioe sl medante gars peste pase © 2004 de todas las ediciones altorial Paidés SAICE Defense 599, Buenos Aires ‘email: literaria@editoria sr poidoeargentina.com.ar ios com.ar (Queda hecho el depsito que previene la Ley 11.728, Impreso en la Argentina - Printed in Argentina Impreso en Grafica MPS, Santiago dol Bstoro 388, Lands, fen octubre de 2004 Tirade: 2.000 ejemplares ISBN 950.12:2720-0 Indice Prologo, Thomas W. Maver ...... oo Prefacio, Gastén Brey 13, Introduccién .. 19 1. Superconectados, Diego Pimentel 25 2. Eltercer momento de la sociedad contemporanea, Arturo Montagu 97 3. Ciclos, lineas, tramas, Martin Groisman... 149 4, Didlogo final . 181 5. Glosario, 197 Prélogo Es un gran privilegio el haberme dado la oportunidad de escribir el prologo de Cultura Digital. Comunicacién Sociedad, un libro que trata un tema que est transforman- do profundamente el modo en que nos relacionamos en todos los campos del desarrollo humano, con nuestro ambiente y con los dems. Es también un gran placer por el hecho de que el profesor Arturo Montagu y yo nos co- nocimos de jovenes, en el principio de nuestras carreras, a fines de los afios sesenta, con el nacimiento de la tecno- logia digital. Nuestros caminos se separaron luego, hasta que en la década del noventa ~cuando la disciplina se con- solid6— nos redescubrimos uno al otro y fuimos capaces de comparar, y de hecho celebrar, nuestras contribuciones, que resultaron complementarias, a la grafica digital. Estas contribuciones abarcaron predominantemente el campo de la arquitectura. Desde los trabajos publicados en los afios setenta —1os cuales describfan procesos de cons- trucci6n de edificios teniendo en cuenta la minimizaci6n de los costos (capital, circulo de vida recurrente) y su “ren- dimiento” (niveles de iluminacién natural, consumo de energia, tamafio de la planta, etcétera), hasta la aparicion de los plotters de tinta en 1973 y los algoritmos, que hicie- ron posible la produccién de documentacién en dos di- mensionesy de perspectivas en tres dimensiones, con valor de linea. Mecanismos rudimentarios en su momento, que devinieron con el tiempo, mas accesibles. De la noche ala mafana, la arquitectura como profesién -la cual no sos- pechaba que las computadoras pudieran tener alguna minima influencia en la calidad del discfio- se aferr6 a la tecnologia como la forma de automatizar la documenta- cién de planos. Luego, en los cinco o seis afios siguientes, el énfasis cambi6 de direccién —mas de uno lo lamentaré— pasando de priorizar el mejor producto a la mas eficiente produccién. Los afios ochenta fueron testigos de la evolucién de modelos altamente sofisticados de comportamiento ener- gético, imagenes foto-realistas en color y animacién. Los afios noventa presenciaron la aparicién de grandes maque- tas virtuales de escala urbana, realidad virtual, y maquetiza- cién y prototipado rapido de objetos. El resultado positivo de las investigaciones llevadas ade- lante por pioneros como Arturo Montagu son significativos: * Se puede sostener que, de todas las profesiones del disefio, la arquitectura abrié el camino a la adopcién de las tecnologias de informacién emergentes; asi como los desarrollos en inteligencia artificial, aun siendo primitivos, han permitido comprender la so- fisticacion de la mente humana, el CAAD, es decir, los sistemas de representacién del espacio, han for mado una comprensién de la compleja actividad humana del disefio. * La aplicacion de las tecnologias a las tareas cultur: es que son centrales para la profesién (por ejemplo, la representacién del patrimonio digital), ya nues- tra comprensién de las relaciones entre los rangos de escala de las operaciones de la profesion ~desde el disefio interior al disefio de edificios, de barrios 0 hasta el disefio urbano- ofrece, en palabras de Frank Gehry en su discurso de entrega de la Medalla de Oro del Instituto Real de Arquitectos Britanicos (RIBA) “una gran oportunidad para los arquitectos de devenir en maestros constructores nuevamente”. Los extraordinarios avances en la verosimilitud de imagenes fijas y animadas de las caracteristicas visua- les de los interiores y exteriores de cada edificio y su barrio entero, seguramente brinda como nunca an- tes, confianza a los que hacen arquitectura y a sus clientes, acerca de que lo que se disefia es lo que se va a obtener, formal y estéticamente, como produc- to final. El poder del avance dinamico de modelos de com- portamiento termodinamico de los edificios, en res- puesta a la variacin diurna y temporal del tiempo y el clima, tiene el potencial de salvar millones de Euros, y, atin mas importante a largo plazo, reduce dramaticamente la polucién de la atmésfera y la estratésfera. Estos modelos tienen el potencial de brindarnos una nueva tradicién de auto-sustenta- bilidad. La reciente aparicién de robustos y poderosos sopor- tes sincrénicos, que facilitan la tarea de disefio en dis- tintos continentes, con diferentes zonas horarias, profesiones y estudios, le permitiran a las futuras ge- neraciones de disefiadores, arquitectos ¢ ingenicros disehar desde dentro de un entorno virtual, el cual puede vincular realidad virtual con la répida cons- truccién de documentacién y prototipado de obje- tos y espacios. El establecimiento de un ntimero cada vez mayor € interrelacionado de iniciativas académicas que con- forman comunidades de intercambio basadas en la comunicaci6n; la formacién de eCAADe en Europa, ACADIA en Norteamérica, SIGRADI en Sudamérica (fundada y presidida en su origen por el profesor. Montagu), CAADRIA en el Sudeste Asiatico y CAAD Futures (Intercontinental), complementadas por el mantenimiento meticuloso de CUMINCAD, una u base de datos que contiene mas de 4.500 trabajos cientificos de grafica digital, y por tiltimo, y no por esto menos importante, la iniciativa de crear el International Journal of Architectural Computing, constituyen iniciativas que no tienen precedentes en la historia de nuestras profesiones y, desde mi punto de vista personal, conforman un nuevo modelo de cooperacién y consenso, tanto en la comunidad pro- fesional como académica En todos estos esfuerzos, el profesor Montagu, sus co- autores Martin Groisman y Diego Pimentel y toda la gen- te joven que ha estudiado y trabajado en la bisqueda y el desarrollo de la cultura digital, desde el Centro CAO y el PADD, han generado una contribuci6n significativa. Sin duda, este libro —no sélo de calidad, sino estimulante para el pensamiento- constituye su contribucién mas reciente. Arg. THoMas W. Maver Profesor Emérito Department of Architecture and Building Science University of Strathcly de Glasgow 12 Prefacio Caminaba yo plicidamente por las galerias del cuarto piso de la Facultad de Arquitectura, Disefto y Urbanismo de Ia UBA, pensando seguramente en algiin tema de heuristica, claro est. De pronto of que alguien me chista- ba a mis espaldas. Aparecié mi amigo y colega Arturo “el cibernético”, y con esa intemperancia y urgencia propia de los arquitectos me dijo: “Necesito unas palabras como pré- logo para un libro sobre grafica digital que voy a publicar yetcétera, etcétera... Seria para maiiana... Aqui te dejo el texto. Pasadia la sorpresa y el estupor, reaccioné como pude y le dije: “Mira, vos sabés que yo no sé nada de eso, ni sé lo que es un mouse o como se Ilame”. “No importa, mejor, dale, para mafana...” “Mira que yo estoy en otra cosa. estoy muy preocupado por aquelio del ‘aprender a pen- sar’, la filosofia para los nifios, el giro aplicado, mi queri- da heuristica... ahora mismo estamos en el asunto del “pensar cero’ ”. Entonces pegé un salto de un metro del piso y excla- mé “:Qué es eso de ‘pensar cero’? {Eso, eso, escribi so- bre eso!” ¥desapareci6. Por supuesto, me quedé aterrado y bajé la cabeza. Tres dias mas tarde me encontré pen- sando y escribiendo sobre Euclides. Claro esta, siempre se comienza con los griegos. Pensar en los griegos es pe! 13, sar en su mejor invento: el tridngulo. Ustedes vieron, la “triangulaci6n’”, esta otra vez de moda. Pensar - Decir - Hacer, gno? :Acaso no esta eso de lo digital entreverado en la triangulacién? No cabe duda, la cosa empez6 con los griegos. Pitagoras, Euclides, Arquimedes, es decir, los geémetras. E] método, la hipétesis, la tesis, la axiomatica. La realidad ya esta asegurada. Hay reduccionismo, claro esta, pero hay creencia. Asi, se sigue ~sigue el hombre- lo mas c6modo unos cuantos siglos mas. Es la gran pro- puesta, la episteme -por encima de la doxa populache- ra-y es el primer round. Viene el segundo, “De lo que nose puede hablar... hay que pensarlo en silencio” (!) y “el hombre todavia no pien- sa” (1). Algo habia pasado para que aquellos dos tipos ra- ros, Wittgenstein y Heidegger, en pleno siglo XX , con toda la ciencia y la técnica, encima dijeran todo eso. ;Se anima- ron a decir todo eso! Yo creo que lo que habia pasado era que la maquina ya habia comenzado a... pensar. Ya su manera. ¢Era el Proyecto Maquina la segunda propuesta? Un viento frio paso por toda la humanidad. ¢Qué hacemos con nuestra cabeza entonces...? En este momento creo que hay que hacer un silencio, descansar, tomar aire y mantener la paciencia y pensar. 2B Proyecto Hombre debera implantarse? Yo creo que el asun- to esta ahi, precisamente. La maquina nos obliga, pero tam- ign nos invita a hacernos la pregunta. :Cudl debe ser el Proyecto Hombre? jPequeiio detalle!, gno? 2En qué medi- da ese Proyecto Hombre es ahora distinto de hace ochenta afios? A grandes males, grandes remedios. Voy a proponer un modelo; un modelito mas no hace mal a nadie. ‘Supongo un tridngulo ~y vuelta a los griegos- un tridn- gulo equilatero. Abajo a la izquierda, pensar, a la derecha hacer, arriba, en la cispide, decir. La triangulacién otra vez. El modelo es antiquisimo. Lo retomé Lacan cuando hablé de los tres registros: Lo simbélicoarriba, abajo ala iz- quierda, lo imaginario, y a la derecha, lo real. 4 Pues bien... sila maquina puede hablar y a su manera pensar, ¢por qué no le dejamos el vértice superior al regis- tro de lo simbélico?

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