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"- No puedes entrar en la vida de alguien, hacer que te quiera y luego

marcharte. Esas cosas no se hacen, Weigel. Mucho menos cuando entras para
darles esperanzas a su patética vida."

"-Quién dijo que después de la tormenta hay sol, cuando puede haber un
rayo."

"-Rompe mi corazón pero no te vayas, nunca lo hagas."

"-Tómame y destruyeme, corazón resiste, solo una vez más será.


Metafóricamente Weigel se volvió mi adicción. Y demonios. Tantas adicciones
habiendo en este jodido mundo, sustituía la droga por una persona. Por ella.
Por alguien que tarde o temprano se iría, se alejaría, desaparecería de mi vida
con murmullos. Creí encontrar la felicidad y así fue. La encontré, porque a su
lado mis sonrisas se pintaban de sinceridad, de honestidad y aclamaban el
amor puro que nunca quise sentir, aunque tener los pies sobre la tierra era
algo que no me olvida de tener en cuenta. Siempre estuvo presente, y así
sería. Líneas paralelas. Eso somos Weigel y yo. Tan juntos en una misma
dirección y tan separados que nunca se encuentran, sin embargo a un punto
de vista diferente se pueden visualizar juntas. En un infinito, pero juntas, y sí,
aún así, el mismo infinito pueda ser un corto tiempo en segundos. Esta bien.
Honestamente lo estaba."

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