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La Revolución Justicialista es así una "tercer forma" que se En la política y la economía de la nueva democracia se halla la UNTREF VIRTUAL | 4
desarrolla dentro de los marcos internacionales de una revolu- solución de todos sus interrogantes. Ya veremos como nuestra
economía se concreta en ese "estado intermedio", en un equi- Tal era el cuadro de la Argentina capitalista agropecuaria y semi-
librio típicamente nuestro, entre la "Economía de Estado" basa- colonial, en cuya dirección política se encontraban la burguesía
da en el control estatal de gran parte de los medios de cambio terrateniente y la poderosa burguesía y pequeña burguesía
y el impulso, con cierto control, del capitalismo privado y la libre comercial vinculada al fructífero comercio de importación. Eduardo B. Astesano
empresa. Ya veremos como la política expresa en forma con-
centrada esa economía de "tercer forma". A fines del siglo XIX se conforman los dos elementos contradic-
torios que preparan un salto revolucionario: a) la formación del
Una Revolucion Popular mercado interno (de consumo y de medios de producción) de-
pendiente de la oleada de mercancías extranjeras que invadían
En la reducida producción mercantil de la época colonial espa- nuestros puertos, que permitió, durante el aislamiento de las dos
ñola (pequeños productores que utilizan su propia fuerza de tra- últimas guerras mundiales, el desarrollo de la burguesía y la pe-
bajo) existía una doble posibilidad de nacimiento del capitalismo: queña burguesía industrial (civil y militar) ; b) las grandes inver-
vinculado al débil mercado interno, o al absorbente mercado ex- siones imperialistas en los medios de intercambio de la riqueza
terior. En 1810 se inicia el ciclo de organización de un sistema y en los servicios públicos, que al mismo tiempo que dan naci-
capitalista de producción (empresarios que utilizan fuerza de miento a un poderoso y organizado proletariado urbano (merca-
trabajo ajena), vinculado al mercado exterior por el puerto de do interno de la mano de obra) frustran la revolución popular
Buenos Aires. Desde entonces el crecimiento de las fuerzas (democrático-burguesa) y condicionan el desarrollo de las fuer-
productivas, el nacimiento de las clases sociales, el desarrollo zas productivas de la industria y el comercio vinculadas a nues-
político y cultural como partes de ese ciclo de nuestra revolución tro mercado interno.
popular (revolución democrático-burguesa); se han condiciona-
do y deformado conforme a las normas del mercado europeo. Sobre tales fuerzas de clase (trabajadores, burguesía industria-
lista, civil y militar) nace desde comienzos del siglo la "oposición
Después de la Revolución de Mayo, nace en el litoral el capita- nacionalista" que culmina en el actual movimiento que tiende
lismo ganadero (exportador), culminando con la constitución de ahora, a completar la revolución popular (democrático-burgue-
la burguesía terrateniente. Desde 1860 surge en forma comple- sa) iniciada en 1810, y frustrada en su desarrollo por el capital
mentaria el capitalismo agrario (exportador) que incorpora a la extranjero. De ahí sus dos objetivos: recuperación nacional que
escena histórica a la pequeña burguesía (arrendatarios y pro- busca de volver a manos argentinas los sectores de la econo-
pietarios). En forma contradictoria aparece en el otro de los po- mía ocupados por el capital extranjero, y desarrollo de la indus-
los (como efecto de la disgregación de la producción mercantil tria pesada para cubrir nuestro mercado interno de medios de
norteña y de la inmigración extranjera) el proletariado rural que producción, dependiente de la manufactura también extranjera.
según el IV Censo Nacional supera hoy al millón de hombres.
Si ubicamos así la Revolución Justicialista en la perspectiva
A diferencia de los grandes países industriales, nuestra revolu- histórica, es sólo la continuación actual de la revolución popular,
ción capitalista tuvo como eje la esfera rural y no la urbana, democrático-burguesa, que parte de 1810, buscando de cons-
manteniendo en esta última durante largos años la producción truir una sociedad capitalista, independiente.
mercantil de los pequeños artesanos, que no pudo alcanzar las
etapas superiores de la manufactura y la mecanización, por la Estamos además frente a una revolución popular, democrática,
competencia de las mercancías extranjeras. no en el sentido liberal de la "democracia electiva", sino en
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cuanto ha llamado a la vida pública a las masas, a la clase obre- Los acontecimientos de los últimos años prueban aún a los cie-
ra, a los sectores más pobres y olvidados, que han visto impre- gos políticos, que esa doctrina construída partiendo de las nece-
sas en el rumbo revolucionarios sus aspiraciones de justicia sidades nacionales, constituye una poderosa palanca capaz de
social, acompañadas de un evidente mejoramiento en el nivel sostener por largo tiempo el movimiento de liberación argentino Eduardo B. Astesano
de vida y en el concepto moral, y de algunas oportunidades en y aún latinoamericano. A través de ella nuestra clase obrera
el control de la economía y el Estado. está, realizando su experiencia de como alcanzar en la econo-
mía y en el poder político, los peldaños de su propia indepen-
Se suman así los elementos para definir el Movimiento Justicia- dencia económica como clase secularmente explotada.
lista, como una Revolución Nacional (por su oposición a la pene-
tración económica extranjera) Democrática (por la participación La vitalidad intrínseca de la Doctrina Justicialista radica en que
popular) Burguesa (por mantener todavía el régimen de la pro- sus elementos componentes han sido tomados de las exigen-
piedad privada, y la libre empresa en parte del orden interno). cias imperiosas de la propia realidad argentina, nacional y po-
pular, desatando así naturalmente la adhesión integral que el
Las revoluciones burguesas y democrático- burguesas del siglo proceso de masas significa. Concreta en forma ajustada, en sus
pasado contra el feudalismo, se realizaron bajo el signo de la dos términos de Soberanía Política e Independencia Económi-
libre competencia y la democracia política. ca, la necesidad de completar los atributos de Nación, y en el
de Justicia Social el aporte del pueblo, que le da su estabilidad
Los ejemplos actuales de Irán, Egipto, China o Bolivia, revelan histórica.
que las revoluciones burguesas y democrático-burguesas, se
realizan hoy contra el imperialismo, por el camino opuesto de la La Revolución y su Doctrina Justicialista deben ser encaradas
concentración del poder económico politico, y bajo el signo del como un desarrollo sucesivo, por etapas, del advenimiento del
más crudo proteccionismo, porque está probado que el régimen socialismo en el país. Es necesario ver la etapa actual justicia-
liberal encubre la penetración economica de los monopolios. En lista como un paso previo necesario en un país que lucha por su
los demás aspectos, tales movimientos mantienen las modali- independencia en marcha hacia el socialismo. Conforme a ello
dades de las revoluciones del siglo pasado, pues responden al el presente trabajo prueba suficientemente que como marxistas
carácter ascencional y progresista del capitalismo en sus res- de un país que lucha por su liberación, prescindiendo de deta-
pectivos países, ofreciendo un amplio campo de acción econó- lles, debemos aceptar los tres postulados de la Doctrina Justi-
mica, sobre todo en los sectores deformados por la opresión cialista y luchar por su aplicación, dentro de los cauces que fija
extranjera. el propio gobierno revolucionario en su política económica.
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Lo normal pues, es la resistencia del imperialismo a abandonar sistema de producción y el de otros países capitalistas más
un mercado colonial conto el nuestro. A esta resistencia, la res- avanzados, el inglés y el yanqui.
puesta debe ser: la restricción política y económica a las mani-
festaciones del imperialismo. Mucho es lo que queda por hacer en el mecanismo de la libe- Eduardo B. Astesano
ración económica, y en la defensa contra nuevas penetraciones
El desarrollo de esta contradicción general de la lucha contra el del imperialismo. Sin embargo, como esta forma de liberación
imperialismo, no debe impedirnos ver que el propio proceso re- estatal constituye el hecho más característico y predominante
volucionario puede caer en desviaciones sectarias de derecha, de la actual situación, puede decirse que la primer etapa está
si llega a restringir las libertades políticas y económicas a la llegando a su fin, y que ya pugnamos por saltar a una nueva.
clase obrera, a la democracia social, que constituye una de las
fuerzas fundamentales del proceso, una de las más amplias Si en la primer etapa de la Revolución Nacional nos identifi-
garantías del triunfo. camos con los movimientos de liberación de los países colonia-
les y dependientes de América, Asia y Africa. la segunda etapa,
Las Etapas De La Liberación que tiende en todos ellos a recomponer la deformación en el
orden interno, resultado de la dependencia, nos separa profun-
El ciclo actual de nuestra revolución democrático-burguesa, tiende damente.
a completar el desarrollo económico capitalista dei país, frustrado
por el zapato chino de las inversiones imperialistas. La expansión Es casi común a todos los casos conocidos, el mantener un vie-
revolucionaria se concreta a su vez en dos grandes etapas. jo sistema de producción agraria, con grandes reminiscencias
semifeudales, caracterizando por eso la segunda etapa de "su"
Ya hemos visto que el capital comercial y el capital agropecua- revolución democrático-burguesa, como un movimiento cuyo eje
rio, constituyen los dos pilares de nuestro desarrollo capitalista principal es la revolución agraria, que tiende a la distribución de
dependiente. Ellos conforman los elementos bases de la primer la tierra y a la formación de un capitalismo pequeño burgués
etapa revolucionaria. El monopolio extranjero de toda la comer- agropecuario.
cialización por el control bancario, portuario, ferroviario, mercan-
te, fluvial y de ultramar, del seguro, de las compañías importa- La originalidad del caso argentino radica en que, las exigencias
doras y exportadoras, constituyó un verdadero "estado privado", permanentes de un potente mercado exterior, impulsó un extra-
principalmente inglés. Instintivamente, la Revolución Nacional ordinario desarrollo de las "industriales rurales", organizadas
emprendió una acción liberadora contra ese aparato de explo- sobre la libre empresa capitalista para la producción en masa,
tación capitalista exterior, y por el camino de las nacionalizacio- empleando fuerza de trabajo, y en lo posible, instrumentos me-
nes, fué engendrando una nueva vía de crecimiento estatal que cánicos. Nuestro propio mercado interno de consumó, acentuó
tomó a su cargo el control de todas esas actividades directoras ese desarrollo capitalista agropecuario, dando nacimiento en
de la sociedad argentina. otras regiones del país, a nuevos sectores industriales agrope-
cuarios, (yerba, azúcar, lanares, algodón, vid, etc.).
Ya veremos como la primera etapa de la Recuperación Nacio-
nal, ha dejado pues como saldo, esa nueva conformación antim- Ese consumo nacional, aseguró también el surgimiento de una
perialista de la "Economía de Estado", constituída por el conjun- poderosa rama fabril de la alimentación (molinos, frigoríficos,
to de instituciones oficiales de carácter comercial y financiero, tambos, fábricas de pan, fideos, etc.), base de nuestra industria
que se apoya en las dos faces complementarias del comercio liviana. El eje de todo este crecimiento económico, está consti-
exterior. El Estado controla hoy la zona de choque entre nuestro tuído por las "industrias madres" agropecuarias, que utilizan en UNTREF VIRTUAL | 12
sus labores la mitad de la mano de obra nacional, y arrojan la mentos más fundamentales para el intercambio y control de la
mitad de la renta de un año. Se trata del núcleo más poderoso riqueza, que pasaron de manos de la burguesía extranjera al
sobre el cual se levanta la oligarquía capitalista ganadera y la Estado Argentino.
numerosa burguesía agraria. Eduardo B. Astesano
2) La Revolución Justicialista debe ser considerada como aliada
No cabe entonces entre nosotros, hablar de una revolución agraria del frente socialista revolucionario mundial y no del frente con-
semejante a los otros países coloniales y dependientes, como trarrevolucionario capitalista.
China, Egipto, Irán o Bolivia.
3) La Revolución Justicialista tiende hacia una república de nue-
El proceso histórico determina aquí los elementos propios de la va democracia, "tercera forma" que aparece en todos los países
segunda etapa que no puede ser otra que la revolución indus- coloniales en revolución, entre la dictadura burguesa de los
trial en la rama de producción de medios de producción. Las grandes países imperialistas y la dictadura proletaria de los paí-
industrias de la alimentación, los transportes, las industrias ses que marchan hacia el socialismo, y en la que el gobierno
agropecuarias, crecieron dependientes de la industria pesada deberá constituirse por la alianza de todas las clases que lucha
extranjera. Hoy nuestro país, desarrollado en forma capitalista por la liberación nacional.
en las industrias agropecuarias y fabriles livianas no cuenta con
una industria pesada propia, como resultado, precisamente, de 4) El Movimiento Justicialista, es una revolución nacional, por su
esa dependencia. oposición a la penetración económica y política del imperialis-
mo, democrática, por la participación popular, y burguesa, por
La segunda etapa es pues, inevitablemente, a diferencia de otros mantener todavía el régimen de propiedad privada y la libre em-
países, la organización de la industria pesada, eje de la revolu- presa en parte del orden interno.
ción nacional.
5) El Justicialismo es una doctrina de toda la Nación, que los
Capitulo Cuarto marxista aceptan conto nn programa mínimo en la actual etapa
Tesis Fundamentales de la liberación. sin renunciar a su programa máximo, o la etapa
futura del socialismo.
El presente ensayo constituye en su conjunto un armazón lógi-
co de tesis que partiendo de una fundamental (estamos vivien- 6) El primer impulso de la Revolución estuvo representado por
do una revolución) trata de caracterizar luego sus distintos la fuerza extraeconómica del Ejército Argentino, dando origen a
aspectos en consideración a una estrategia y una táctica ajus- que la independencia militar constituya el corazón de nuestra
tada que oriente su proceso económico y político. Presentamos independencia económica.
un conjunto de ideas que luego, más tarde, deberán ser desa-
rrolladas al compás de los propios acontecimientos, ajustando o 7) Las fuerzas motoras que empujan la Revolución, democráti-
ratificando cuanto se afirma sobre la tesis principal de que vivi- ca antimperialista son: el Ejército Argentino y la Clase Obrera,
mos una revolución. Para nosotros éllas son las siguientes: que constituyen al mismo tiempo los dos poderes definitivos de
la sociedad.
1) Estamos viviendo una revolución, porque en el orden político
se ha producido un desplazamiento de clases y sectores de 8) La Revolución dió nacimiento a un nuevo Estado, indepen-
clase que controlan el Estado, y conjuntamente se ha desplaza- diente de la burguesía extranjera, y a un nuevo sistema de dic-
do en el orden económico la propiedad y dirección de los instru- tadura democrática antimperialista. UNTREF VIRTUAL | 13
9) La Revolución Nacional se desenvuelve en dos etapas: la
recuperación nacional y la revolución en la industria pesada,
que constituye ahora su eje principal.
Eduardo B. Astesano
10) En la actual economía argentina ha surgido un "fenómeno
nuevo", la "Economía de Estado", que constituye su forma pre-
dominante.
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