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el culto permanente de los valores que conforman el acervo de

Ensayo Sobre El Justicialismo a la luz del


nuestra nacionalidad. Sin sensibilidad popular y sin sensibilidad
Materialismo Histórico nacional no es posible compenetrarse con el desarrollo revolu-
cionario. Eduardo B. Astesano
Los hombres como los pueblos aprenden a través de sus gran-
des yerros, pero pueden muy bien ahorrarlos si saben estudiar El 17 de Octubre de 1945 fué el toque de alarma que nos llevó
oportunamente el error ajeno. Cumplimos por ello con un deber a la crisis que exigía la urgente revisión de todo cuanto había-
en iniciar el presente trabajo con nuestra propia autocrítica, mos creído firme y definitivo. Estábamos colocados frente al mo-
reconociendo que hemos llegado al presente ensayo después de vimiento de liberación nacional y frente a nuestro pueblo, ence-
haber sido partícipes -en los últimos veinte años-, de los graves rrados en una jaula de oro de fórmulas sin contenido. Y sobre
errores políticos que caracterizaron al sectarismo de izquierda en las dudas que se acumulaban sin cesar vino el salto necesario,
el país. Manejando los valores de una filosofía profundamente en que aportamos nuestra primera adhesión sentimental a la
crítica, no supimos ir recogiendo experiencias de los falsos enfo- Revolución Justicialista movidos únicamente por el deseo de es-
ques para adherir a la actual Revolución Nacional desde sus tar junto a la clase trabajadora. Al mismo tiempo que las posicio-
primeros pasos. nes reaccionarias, los peculados y las desviaciones de todo
orden -que naturalmente pueden aparecer en los procesos polí-
La luz no nos vino del análisis teórico sino de los propios acon- ticos-, tonificaban los restos del sectarismo antinacional y anti-
tecimientos. La Revolución Justicialista constituyó el terrible im- popular que arrastrábamos de nuestra etapa anterior, en una
pacto que alumbró el pantano ideológico en que lentamente nos posición autocrítica conseguimos seguir avanzando.
habíamos deslizado. Puso de relieve el carácter pequeño bur-
gués del sectarismo de izquierda, que con su concepción super- Los discursos orientadores del General Perón y el influjo de su
ficialmente liberal del marxismo había desconocido el proceso presencia personal en las oportunidades que tuvimos el privile-
de liberación; permitió caracterizar sus tendencias metafísicas gio de oírlo, nos iban abriendo el inmenso panorama de la auro-
(exaltación de la labor práctica, que aferra a la limitada expe- ra de un movimiento revolucionario de masas, que, a través de
riencia personal y desconoce la situación revolucionaria en su grandes contradicciones y graves errores marchaba pujante y
conjunto; defensa dogmática de una permanente línea política renovador. La entrevista en la Residencia Presidencial efectua-
antinacional); destacó su falta de sensibilidad nacional, por atá- da a mediados de 1951, por un núcleo de hombres del "Instituto
vicas vinculaciones a la ola inmigratoria que había engendrado de Estudios Económicos y Sociales", a la Sra. Eva Perón, nos
un internacionalismo abstracto, ajeno al país, en donde vivían permitió despejar a fondo los restos de prejuicios en que todavía
cómodos quienes tienen todavía puestas sus mejores vivencias nos debatíamos. Grabadas en nuestro recuerdo están todavía
en las regiones de Europa de donde provienen. Los que milita- sus manifestaciones de fervorosa posición antioligárquica y las
mos en la izquierda fuimos durante muchos años gringos en felicitaciones reiteradas a todos los presentes, por su larga mili-
nuestro propio suelo. tancia en favor de la clase trabajadora, reconociendo que élla
había sido llamada recién a la defensa de los humildes por la
La fe en la infalibilidad de las direcciones pseudomarxistas nos doctrina del General Perón. Salimos de allí fuertemente tonifica-
arrastró en los comienzos del actual proceso revolucionario a dos y con la sensación de haber conocido la representación más
posiciones antipopulares y a las aberraciones antiargentinas auténtica que pueda darse de una sensibilidad popular llevada
más graves. Nuestro caso -que fué el de muchos otros-, prueba al extremo del sacrificio.
la necesidad de una permanente vigilancia teórica, que debe
estar apoyada en una ferviente adhesión a la clase obrera, y en UNTREF VIRTUAL | 1
Estuvimos así sin reserva con las nacionalizaciones, votamos la labor del conductor político y le permite mantener el rumbo en
por la nueva Constitución Revolucionaria y apoyamos la reelec- la marea de contradicciones que todo lo envuelve y confunde.
ción, con el convencimiento de estar dando continuidad al en-
grandecimiento nacional que hoy vive el país. Dimos a publicidad En el presente trabajo determinaremos algunos aspectos de esa Eduardo B. Astesano
tres libros que aclaran algunos aspectos parciales del proceso "lógica" en la economía y en la política del movimiento justicia-
revolucionario, que revelan al mismo tiempo como hemos ido lle- lista. No somos metafísicos y no queremos buscar fórmulas má-
gando lentamente a la comprensión de conjunto. Aportamos por gicas. Sólo indicaremos tendencias generales, posibles cami-
Último nuestro esfuerzo a la organización del "Instituto de Estu- nos, sujetos siempre a desviaciones de uno u otro sentido, en el
dios Económicos y Sociales", en cuyo periódico "Argentina de solo deseo de abrir nuevos panoramas o a los cuadros dirigen-
Hoy" aparecieron los elementos teóricos que hoy resumimos en tes de la Revolución Nacional.
este opúsculo.

Estamos convencidos que la doctrina revolucionaria del Justi- Capitulo Primero


cialismo puede ser ayudada en su desenvolvimiento por la teo- Bases Politicas De La Revolucion Nacional
ría más radical del marxismo, sometida con éxito a las experien-
cias de otros pueblos que luchan por su liberación. Tal labor Por que Estamos Viviendo Una Revolucion
puede constituir un aporte inapreciable si se considera que el
proceso revolucionario se organiza sobre un conjunto extre- Hay que reconocer que en nuestro país, hoy estamos cruzando
madamente confuso y contradictorio en donde se equilibran y a un proceso revolucionario, porque visiblemente se ha producido
la vez se oponen, los intereses, sentimientos e ideas de las dis- en el orden político un desplazamiento de clases y sectores de
tintas clases sociales. Dentro de la sucesión de hechos, impor- clases que controlan el Estado y porque conjuntamente en el
tantes unos, accesorios otros, es necesario descubrir una "lógi- orden económico se ha desplazado la propiedad y dirección de
ca" revolucionaria, que organice los materiales para una estrate- los instrumentos más fundamentales para el intercambio y con-
gia y una táctica adecuada al proceso. trol de la riqueza (Ferrocarriles, Puertos, Marina Mercante, Ban-
cos, Moneda, Créditos, Seguros, etc.), que pasaron del poder
Decíamos al iniciar nuestro trabajo sobre la "Movilización eco- de la burguesía extranjera monopolista, principalmente inglesa,
nómica en los ejércitos sanmartinianos" que todos los aconte- a manos del Gobierno Nacional Argentino. Estos cambios inne-
cimientos sociales tienen siempre esa "lógica' interna de desa- gablemente revolucionarios en el orden político y económico
rrollo, conforme a la cual, aquellos que les toca vivirlos, para han producido luego, por reflejo, una total convulsión en el cam-
detener como para empujar su proceso, uniforman en grandes po de los sentimientos y de las ideas, confundiendo a todos
líneas sus ideales, sus sentimientos y hasta acomodan sus aquellos que tratan de buscar un rumbo sin partir, de la base
intereses. El problema teórico consiste en estudiar tal "lógica" fundamental: El análisis de las clases y el sistema de propiedad
universal del proceso, para poder deducir de ella sus leyes y de la sociedad argentina.
tendencias que permitan preveer por donde han de marchar los
hechos futuros. Durante los períodos revolucionarios como el La concepción liberal (desde los conservadores a los pseudo-
presente no es ésta una tarea sencilla y debe ser encarada por marxistas), cataloga la conmoción que vive el país como una
la labor teórica, desde los distintos ángulos y especialidades, perfecta "contrarrevolución", como una detención en el progreso
con aportes personales que en su compenetración dialéctica del país. Parte de un análisis reducido de algunos pasos reac-
ayudan al nacimiento de esa "lógica" general que facilita luego cionarios del peronismo en el campo ideológico o político, dados
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sí dentro de un clima antiliberal, que expresa en gran parte el Los acontecimientos políticos y sociales del país, como los de
punto de partida en Junio de 1943, pero que va lentamente dis- todas las revoluciones coloniales, sufrieron un cambio profundo
olviéndose en el proceso de masas que se inicia el 17 de octu- después de la primera Guerra Mundial de 1914 y la Revolución
bre de 1945. Tal crítica ha recibido acogida en los sectores de Rusa de 1917, que torcieron el curso de la historia universal, Eduardo B. Astesano
la burguesía y pequeña burguesía, en sus ambientes intelec- dando nacimiento a la revolución socialista proletaria mundial.
tuales y universitarios, y es popularizada profundamente en el "Ella tiene como principal ejército el proletariado de los estados
exterior por la prensa que dirigen los monopolios. Si bien esto capitalistas, y como ejércitos aliados, los pueblos oprimidos de
es natural y lógico, pues las clases sociales elaboran siempre el las colonias y semicolonias. Poco importan las clases que par-
material de ideas y sentimientos destinados a defender sus ticipen en la revolución entre los pueblos oprimidos, poco impor-
situaciones sociales de privilegio, muy grave es que esa posi- ta la extracción clasista de los partidos políticos o individuos,
ción mental haya ganado a los partidos de "izquierda", pretendi- poco importa todavía que sientan o no este punto, que compren-
dos representantes de la clase obrera. Ellos se han dejado lle- dan o no objetivamente este punto. Basta que se opongan al im-
var por esa tendencia, olvidando que la premisa fundamental perialismo, para que su revolución se convierta entonces en
para no desconectarse de la realidad, es la de partir del estudio una parte de la revolución socialista proletaria mundial y consti-
de la correlación de las clases sociales en su lucha por el poder tuyan entonces las tropas aliadas de la revolución socialista
y por el control consiguiente de los instrumentos de producción proletaria mundial" (Mao-Tse-Tung "Selecciones de trabajos",
y de cambio de la riqueza. Conocida así la calidad del material La Habana, 175).
que forma el armazón de la sociedad, recién podrá pasarse al
estudio de sus adornos y revestimientos, constituídos por los En nuestra época en que el mundo socialista tiene cercado al
reflejos sentimentales, políticos e ideológicos. imperialismo, constituyendo un apoyo natural de los movimien-
tos coloniales de liberación, en que los partidos obreros de los
No se reconoce que los saltos que todo proceso revolucionario grandes países obstaculizan la opresión colonial de sus respec-
apareja, que el paso del gobierno a sectores de clase con intere- tivas burguesías. En esta época, cualquier movimiento de libe-
ses y concepciones distintas, va siempre a compañado con la ración como nuestra Revolución Justicialista, al levantarse con-
violencia de la lucha por el poder, contra las clases que lo deten- tra el imperialismo, se levanta contra el capitalismo internacio-
tan en sus manos. Enceguecidos por la falsa postura liberal-bur- nal, no pudiendo considerarse ya como aliada del actual frente
guesa, reaccionan contra la inevitable confusión inicial, identi- capitalista contrarrevolucionario, sino como aliada del frente so-
ficándola con el fascismo, tomando los "efectos" como causas, cialista revolucionario mundial.
confundiendo los adornos, los revestimientos, con la verdadera
estructura, con el armazón de la sociedad. Desde esta perspectiva internacional es claro que la Revolución
Justicialista, constituye una parte importante de la lucha gene-
Su Ubicacion Internacional ral contra el imperialismo, al abrir un nuevo frente imprevisto en
la retaguardia del continente americano.
En la perspectiva mundial, todos los grandes cambios que se
produjeron en nuestro país desde 1810, estaban dentro de la Tal planteo permite criticar las tendencias aislacionistas que re-
antigua revolución democrático-burguesa internacional en ducen el problema de la liberación a las fronteras nacionales, no
ascenso, que tendía a organizar un sistema capitalista (por entendiendo que la lucha por el socialismo, del proletariado de
oposición al feudalismo) y un Estado de dictadura burguesa (por los grandes países imperialistas, la existencia de un mundo
oposición a la monarquía). socialista independiente, los levantamientos populares de las
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colonias y semicolonias de Asia, Africa y América, contribuyen ción de nuevo tipo que aparece hoy en todos los países colo-
en su conjunto a garantizar y afirmar nuestra propia indepen- niales y dependientes en revolución, de América, Asia y Africa:
dencia nacional, impidiendo que el imperialismo concentre sus la revolución de la nueva democracia. Desde el punto de vista
fuerzas para aplastar los movimientos latinoamericanos. político es realizada por muchas clases revolucionarias que se Eduardo B. Astesano
unen para formar una dictadura revolucionaria contra los impe-
La Revolución Justicialista debe ser enjuiciada como argentinos rialistas, los traidores y los agentes internos. Desde el punto de
y como socialistas. Como argentinos, debemos prestarle nues- vista económico es llevada a la nacionalización de todas las
tra adhesión porque se desenvuelve en el plano de la conquista grandes empresas imperialistas y las de sus agentes nativos. La
de nuestra soberanía, despertando la sensibilidad nacional de Revolución Justicialista tiende a cumplir los objetivos de esta
todas las clases, y unificando las tradiciones patrióticas de com- etapa, verdadero período de transición entre el fin de una so-
pletar nuestros atributos de Nación. Independiente. Como so- ciedad capitalista dependiente y la instauración de una sociedad
cialistas debemos agregar la adhesión que surge de considerar- socialista (Ver, sobre la "tercer forma" Mao-Tse-Tung, ob. cit.,
la como parte de un fenómeno más general, ubicándola en la 158, 162).
escena mundial de la lucha contra el imperialismo. Desde este
punto de vista el movimiento justicialista, por su composición de La revolución de la nueva democracia es el rasgo histórico nue-
clase y por sus objetivos políticos y económicos, debe ser en- vo de la revolución nacional. ¿Cómo se va concretando ese
cuadrado ante todo dentro del derecho general de los pueblos rasgo nuevo en las relaciones políticas y económicas del país?
oprimidos, dependientes y coloniales, a la autodeterminación A tal pregunta contestaremos aproximadamente a lo largo de
nacional, es decir, a la existencia como Estados y como Nacio- este trabajo.
nes independientes. La "cuestión nacional" argentina como la
de todos los países coloniales y dependientes, debe ser enca- La república de la nueva democracia, donde el poder es ejerci-
rada como una parte del todo mayor, de la batalla general por el do por todos los elementos antimperialistas, se distingue clara-
socialismo. mente de la república capitalista de tipo europeo o norteameri-
cano, donde la dictadura es ejercida por la gran burguesía, y se
Objetivo De La Revolucion Justicialista distingue también de la dictadura del proletariado. La república
de la nueva democracia es una "tercer forma" que aparece en
La Revolución Justicialista, teniendo como objetivo la lucha por todos los países coloniales en revolución. La "tercer posición"
la independencia económica, la lucha contra el imperialismo, y argentina que de la política externa del país va siendo traslada-
agrupando para tal tarea a todas las clases y sectores de clase da a la solución de los problemas internos, ha sido impuesta por
revolucionarios (proletariado, sectores militares y civiles de la las exigencias de mantener el proceso revolucionario alejado de
"Economía de Estado" pequeña burguesía y burguesía indus- esos dos extremos: de la dictadura burguesa de los grandes
trial) no se dirige contra el capitalismo en general contra las pro- países imperialistas y de la dictadura proletaria de los países
piedades capitalistas, sino contra el imperialismo. Es decir que que marchan ya hacia el socialismo. La tercer posi ción argenti-
la revolución justicialista no es una revolución socialista. Al mis- na tiene pues su fundamento natural en esta "tercer forma" de la
mo tiempo, su vinculación con la revolución socialista proletaria democracia popular hacia la que se desplazan naturalmente
mundial, y el papel político, la fuerza numérica y organizativa del todos los países coloniales y dependientes en revolución, como
proletariado argentino, crean las condiciones para impedir que, consecuencia de la necesidad de mantener la unión de todas las
se transforme en una dictadura burguesa. clases que integran el frente revolucionario.

La Revolución Justicialista es así una "tercer forma" que se En la política y la economía de la nueva democracia se halla la UNTREF VIRTUAL | 4

desarrolla dentro de los marcos internacionales de una revolu- solución de todos sus interrogantes. Ya veremos como nuestra
economía se concreta en ese "estado intermedio", en un equi- Tal era el cuadro de la Argentina capitalista agropecuaria y semi-
librio típicamente nuestro, entre la "Economía de Estado" basa- colonial, en cuya dirección política se encontraban la burguesía
da en el control estatal de gran parte de los medios de cambio terrateniente y la poderosa burguesía y pequeña burguesía
y el impulso, con cierto control, del capitalismo privado y la libre comercial vinculada al fructífero comercio de importación. Eduardo B. Astesano
empresa. Ya veremos como la política expresa en forma con-
centrada esa economía de "tercer forma". A fines del siglo XIX se conforman los dos elementos contradic-
torios que preparan un salto revolucionario: a) la formación del
Una Revolucion Popular mercado interno (de consumo y de medios de producción) de-
pendiente de la oleada de mercancías extranjeras que invadían
En la reducida producción mercantil de la época colonial espa- nuestros puertos, que permitió, durante el aislamiento de las dos
ñola (pequeños productores que utilizan su propia fuerza de tra- últimas guerras mundiales, el desarrollo de la burguesía y la pe-
bajo) existía una doble posibilidad de nacimiento del capitalismo: queña burguesía industrial (civil y militar) ; b) las grandes inver-
vinculado al débil mercado interno, o al absorbente mercado ex- siones imperialistas en los medios de intercambio de la riqueza
terior. En 1810 se inicia el ciclo de organización de un sistema y en los servicios públicos, que al mismo tiempo que dan naci-
capitalista de producción (empresarios que utilizan fuerza de miento a un poderoso y organizado proletariado urbano (merca-
trabajo ajena), vinculado al mercado exterior por el puerto de do interno de la mano de obra) frustran la revolución popular
Buenos Aires. Desde entonces el crecimiento de las fuerzas (democrático-burguesa) y condicionan el desarrollo de las fuer-
productivas, el nacimiento de las clases sociales, el desarrollo zas productivas de la industria y el comercio vinculadas a nues-
político y cultural como partes de ese ciclo de nuestra revolución tro mercado interno.
popular (revolución democrático-burguesa); se han condiciona-
do y deformado conforme a las normas del mercado europeo. Sobre tales fuerzas de clase (trabajadores, burguesía industria-
lista, civil y militar) nace desde comienzos del siglo la "oposición
Después de la Revolución de Mayo, nace en el litoral el capita- nacionalista" que culmina en el actual movimiento que tiende
lismo ganadero (exportador), culminando con la constitución de ahora, a completar la revolución popular (democrático-burgue-
la burguesía terrateniente. Desde 1860 surge en forma comple- sa) iniciada en 1810, y frustrada en su desarrollo por el capital
mentaria el capitalismo agrario (exportador) que incorpora a la extranjero. De ahí sus dos objetivos: recuperación nacional que
escena histórica a la pequeña burguesía (arrendatarios y pro- busca de volver a manos argentinas los sectores de la econo-
pietarios). En forma contradictoria aparece en el otro de los po- mía ocupados por el capital extranjero, y desarrollo de la indus-
los (como efecto de la disgregación de la producción mercantil tria pesada para cubrir nuestro mercado interno de medios de
norteña y de la inmigración extranjera) el proletariado rural que producción, dependiente de la manufactura también extranjera.
según el IV Censo Nacional supera hoy al millón de hombres.
Si ubicamos así la Revolución Justicialista en la perspectiva
A diferencia de los grandes países industriales, nuestra revolu- histórica, es sólo la continuación actual de la revolución popular,
ción capitalista tuvo como eje la esfera rural y no la urbana, democrático-burguesa, que parte de 1810, buscando de cons-
manteniendo en esta última durante largos años la producción truir una sociedad capitalista, independiente.
mercantil de los pequeños artesanos, que no pudo alcanzar las
etapas superiores de la manufactura y la mecanización, por la Estamos además frente a una revolución popular, democrática,
competencia de las mercancías extranjeras. no en el sentido liberal de la "democracia electiva", sino en

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cuanto ha llamado a la vida pública a las masas, a la clase obre- Los acontecimientos de los últimos años prueban aún a los cie-
ra, a los sectores más pobres y olvidados, que han visto impre- gos políticos, que esa doctrina construída partiendo de las nece-
sas en el rumbo revolucionarios sus aspiraciones de justicia sidades nacionales, constituye una poderosa palanca capaz de
social, acompañadas de un evidente mejoramiento en el nivel sostener por largo tiempo el movimiento de liberación argentino Eduardo B. Astesano
de vida y en el concepto moral, y de algunas oportunidades en y aún latinoamericano. A través de ella nuestra clase obrera
el control de la economía y el Estado. está, realizando su experiencia de como alcanzar en la econo-
mía y en el poder político, los peldaños de su propia indepen-
Se suman así los elementos para definir el Movimiento Justicia- dencia económica como clase secularmente explotada.
lista, como una Revolución Nacional (por su oposición a la pene-
tración económica extranjera) Democrática (por la participación La vitalidad intrínseca de la Doctrina Justicialista radica en que
popular) Burguesa (por mantener todavía el régimen de la pro- sus elementos componentes han sido tomados de las exigen-
piedad privada, y la libre empresa en parte del orden interno). cias imperiosas de la propia realidad argentina, nacional y po-
pular, desatando así naturalmente la adhesión integral que el
Las revoluciones burguesas y democrático- burguesas del siglo proceso de masas significa. Concreta en forma ajustada, en sus
pasado contra el feudalismo, se realizaron bajo el signo de la dos términos de Soberanía Política e Independencia Económi-
libre competencia y la democracia política. ca, la necesidad de completar los atributos de Nación, y en el
de Justicia Social el aporte del pueblo, que le da su estabilidad
Los ejemplos actuales de Irán, Egipto, China o Bolivia, revelan histórica.
que las revoluciones burguesas y democrático-burguesas, se
realizan hoy contra el imperialismo, por el camino opuesto de la La Revolución y su Doctrina Justicialista deben ser encaradas
concentración del poder económico politico, y bajo el signo del como un desarrollo sucesivo, por etapas, del advenimiento del
más crudo proteccionismo, porque está probado que el régimen socialismo en el país. Es necesario ver la etapa actual justicia-
liberal encubre la penetración economica de los monopolios. En lista como un paso previo necesario en un país que lucha por su
los demás aspectos, tales movimientos mantienen las modali- independencia en marcha hacia el socialismo. Conforme a ello
dades de las revoluciones del siglo pasado, pues responden al el presente trabajo prueba suficientemente que como marxistas
carácter ascencional y progresista del capitalismo en sus res- de un país que lucha por su liberación, prescindiendo de deta-
pectivos países, ofreciendo un amplio campo de acción econó- lles, debemos aceptar los tres postulados de la Doctrina Justi-
mica, sobre todo en los sectores deformados por la opresión cialista y luchar por su aplicación, dentro de los cauces que fija
extranjera. el propio gobierno revolucionario en su política económica.

Caracter Revolucionario De Su Doctrina Dada la identidad de la Doctrina Justicialista con el programa


mínimo marxista, aceptamos la Doctrina del General Perón, que
En la visita que los miembros del "Instituto de Estudios Econó- es ya un cuerpo teórico nacional y revolucionario, para la actual
micos y Sociales" realizáramos a mediados de 1951 al General etapa histórica, como una base de principios del frente nacional
Perón, nos expuso detalladamente como en la marcha se había de lucha contra el imperialismo. Aceptamos también el concep-
visto obligado a elaborar una "doctrina" que le había servido de to repetidamente expuesto por el creador del justicialismo, que
motor para llevar adelante a las masas, organizada sobre tres estamos frente a una doctrina de toda la Nación, y que en la pre-
ideas fundamentales que fueron tomadas de la propia realidad sente etapa histórica no pueden existir grupos políticos ajenos a
del país (Soberanía Política, Justicia Social e Independencia la misma. Dentro de la unidad nacional alrededor de la doctrina,
Económica). surgirán luego las variantes de aplicación de sus principios. que UNTREF VIRTUAL | 6
naturalmente fluyen de los intereses y las aspiraciones de las Asegurar La Independencia Militar
fuerzas políticas y militares que componen el frente antimperialista.
Si entramos al análisis del momento inicial del salto revolucio-
En tal sentido los marxistas argentinos, que nos identificamos nario, los "hechos reales" ponen en evidencia un primer impulso Eduardo B. Astesano
con el programa nacional que la Doctrina Justicialista significa de la fuerza extraeconómica representada por el Ejército Argen-
en la presente etapa, no renunciamos a los postulados de nues- tino, que responde a dos causas distintas.
tro programa máximo, a la etapa futura, del socialismo en la
Argentina. Como partícipes de la revolución internacional de los Cuando un estadista extranjero dijo hace ya muchos años que
países coloniales y dependientes del mundo, poseemos princi- nuestro ejército era "un león sin dientes", queriendo significar su
pios para el presente y para el porvenir. Ellos constituyen dos dependencia de los países exteriores eu la adquisición de arma-
partes de una misma visión política: para el presente la Doctrina mentos, y en la utilización de los combustibles (al igual que
Justicialista en sus postulados más radicales, para el porvenir el nuestra industria liviana), ponía de relieve una realidad que exi-
socialismo. Ambas vienen a ser así dos partes orgánicas del gía soluciones radicales, y que fué conformando en los cuadros
mismo pensamiento revolucionario (Ver al respecto, Mao-Tse- de oficiales la conciencia de buscar caminos necesarios para la
Tung, ob. cit., 1951). independencia militar. Los generales Mosconi y Savio, en distin-
tas épocas y en distintos aspectos, encararon hace ya muchos
En la reunión antes mencionada el Presidente indicó además años esta defensa de un desarrollo libre de los monopolios ex-
que su doctrina revolucionaria, era para él solo el tronco de un tranjeros, camino común por el que debía marchar también la
gran árbol al que le faltaban las ramas que debían ser aportadas industria privada. La independencia militar constituye pues el
por la "teoría" revolucionaria. Surgió en nosotros una profunda corazón de nuestra independencia económica.
preocupación cuando el General invitó a los hombres del Ins-
tituto a lanzarse a la labor de completar el árbol de la doctrina, En segundo lugar, las nuevas ideas sobre la conducción de la
desarrollando la "teoría" revolucionaria en las distintas especia- guerra, que han florecido durante las dos últimas conflagracio-
lidades. Con su gráfico lenguaje, dijo al rematar su planteo co- nes mundiales, produjeron un profundo cambio en la ciencia mi-
mo formulando una invitación: ¡les tiro la manzana! litar, a la que no pudo ser extraño nuestro ejército. Existe hoy el
convencimiento de que no bastan para la seguridad nacional los
Salimos de allí convencidos que teníamos ya el deber moral de planteos puramente técnicos, porque toda la economía de una
recogerla, iniciando el análisis desde nuestro particular punto de nación debe respaldar en momentos de guerra, la acción de las
vista filosófico, de algunos aspectos de la Revolución Nacional fuerzas armadas. Tales conceptos sobre la "guerra total" y la evi-
y su doctrina rectora. dente dependencia militar argentina, despertaron en el cuerpo
de oficiales, un gran número de especialistas que no están aje-
La teoría revolucionaria debe perfilar los detalles y determinar nos al desarrollo de nuestra economía, por que ven en la socie-
los rumbos futuros de la doctrina, debe fundarla científicamente dad civil, uno de los elementos de la defensa nacional.
al compás de los nuevos tiempos, penetrando a la vez con ella
todos los ambientes de las superestructuras ideológicas. La En este nuevo clima mental florecieron las circunstancias históri-
elaboración de una teoría revolucionaria, ayudará el proceso cas que impulsaron a nuestras fuerzas armadas a garantizar
político real, tanto como su doctrina, al permitirle diferenciar, en mucho antes del 4 de Junio, los pasos sucesivos de la liberación
la obscuridad del bosque formado por los acontecimientos veni- antimperialista, que hoy caracterizan la Revolución: Estatización
deros, cual es el mejor rumbo y cuales son los obstáculos que del Banco Central, de los Ferrocarriles, del Comercio Exterior,
se insinúan en el mismo. del Control de Cambios, o el impulso a la industria. UNTREF VIRTUAL | 7
Quien repase detenidamente los documentos públicos que tra- autor material y creador ideológico de tal política fué el entonces
ducen el pensamiento del cuerpo de oficiales argentinos, no Coronel Perón, ubicado en la Secretaría de Trabajo y su acción
puede dejar de reconocer que expresan la convicción de que en lleva aparejada a la vez, un sentido organizativo de masas, mar-
un mundo de grandes monopolios internacionales, no tendre- chando por el camino sindical en una labor práctica, cuyos as- Eduardo B. Astesano
mos ejército independiente, y por tanto, en condiciones de cum- pectos más sacrificados fueron llevados con ferviente posición
plir su función específica de defensa, si no controlamos todo el militante por la señora Eva Perón.
sistema de cambios y contamos con una siderurgia propia en la
escala general de Estado, para la fabricación de máquinas y Como resultado de ese esfuerzo, los sindicatos, los actos públi-
motores militares. Es pues de la esencia de nuestra Revolución cos realizados por éllos, y sobre todo, los grandes llamamientos
Antimperialista, asegurar la "independencia militar". de la Confederación General de Trabajo y del propio Estado Re-
volucionario, concentraron a miles y miles de trabajadores que
Al respecto, queremos sólo recordar, que en el período formati- hacían así su aprendizaje político.
vo de la sociedad capitalista, el militarismo jugó un papel pre-
ponderante en la destrucción de la sociedad feudal, y que, en el Lo importante de tal acción organizativa, además de significar
período actual del imperialismo, aunque sufre un cambio de ca- una elevación real en el standard de vida de las grandes masas
rácter en los países avanzados, "retiene -como dice Sweezy en populares, es que supo vincular las reivindicaciones económi-
su "Teoría del desarrollo capitalista"- su función y significación cas de la clase obrera, con la lucha por la liberación nacional.
anterior, en el caso de las nacionalidades oprimidas, y adquiere
esta característica por primera vez en las regiones atrasadas y Las peticiones trabajadoras aisladas del movimiento político,
coloniales del mundo". El ejército es una de las fuerzas con que caen en el tradeunionisino, que agita sólo el "programa burgués
los sectores progresistas de los países coloniales y dependien- de la clase obrera". Las reivindicaciones de esta clase social,
tes pueden imponer su liberación del imperialismo. unidas a la lucha contra el imperialismo, la colocan en la pers-
pectiva histórica de la nueva democracia revolucionaria, en don-
El Programa De Justicia Social de el nivel de vida general no puede ser ya el bajo standard de
los países coloniales.
Si ese momento inicial del proceso revolucionario puesto en
marcha por el Ejército Argentino, garante principalmente el ca- Es natural que, partiendo ese impulso organizativo de la clase
rácter antimperialista y nacional de la Revolución, el 17 de octu- obrera del propio Estado, en un momento en que las viejas di-
bre probó a su vez, que la clase obrera argentina ha sido gana- recciones sindicales se habían colocado al margen del proceso
da a la defensa del movimiento emancipador, aportando, de allí de liberación, esa acción organizativa apareció como un "sindi-
en adelante con su participación, los elementos políticos para calismo" dirigido o estatal que en los primeros momentos chocó
caracterizarla como una revolución antimperialista de carácter violentamente con los viejos conceptos de lo que se entendía
"popular". La clase obrera garante ahora el programa de "Jus- por democracia sindical.La marcha de los acontecimientos prue-
ticia Social", que a la vez que encarna ese carácter democráti- ba que hay una verdadera acción recíproca entre el gobierno
co general, significa un poderoso motor ideológico para soldar que se apoya en las masas, y éstas, que imponen decisiones
esta otra fuerza, la popular, que da estabilidad al proceso. políticas o reivindicaciones económicas. En este permanente
juego entre el gobierno y las masas, no resulta fácil ubicar con
Un nuevo impulso renovador vivificó desde entonces los pasos claridad el papel que juegan los 50.000 dirigentes gremiales que
sucesivos. Los trabajadores fueron ganados por la obra conse- constituyen el punto de unión de estas fuerzas. Representantes
cuente de apoyo a las reivindicaciones de la clase obrera. El en parte, del poder político revolucionario antimperialista, arras- UNTREF VIRTUAL | 8
tran al mismo tiempo, los intereses y aspiraciones espontáneas La debilidad intrínseca y organizativa de la burguesia industrial
de la clase obrera argentina, cumpliendo una función histórica privada, sindicalmente dividida, sin un partido político propio,
en cuanto constituyen el comando político e una de las fuerzas permitió que la inevitable escisión se produjera en los comien-
de la Revolución. zos, bajo el comando ideológico y político del grupo de militares Eduardo B. Astesano
industrialistas que trataban de asegurar la independencia militar.
Las Fuerzas Motrices De La Revolucion En la marcha, su dominio en empresas del Estado, vinculadas
a los controles de la economía a la industria pesada, lo carac-
Contra todo deseo, un proceso revolucionario no se desarrolla terizan como el grupo más potente de la burguesia nacional,
en ningún país del inundo en forma pacífica. El paso del poder que orienta desde ese eje que constituye la industria pesada en
de un sector a otro, va siempre acompañado durante cierto crecimiento, todas las manifestaciones privadas en la industria
tiempo, del empleo de la violencia por los grupos que marchan liviana fabril y agropecuaria. En la marcha, también ha debido
hacia el poder contra los que lo detentan, lo que puede engen- organizar la burocracia civil que le permita seguir alcanzando
drar hasta una guerra civil. El problema debe ser planteado con tales objetivos.
toda claridad en este campo de la fuerza, de la violencia social
renovadora. De ahí., que para determinar el carácter de una re- El segundo de los poderes: "la fuerza elemental y desorganiza-
volución, haya que estudiar sus fuerzas motrices, es decir, las da de las masas", está hoy representada por la clase obrera
clases" o seclpres de clase que toman parte en ese movimiento. argentina, cuya potencia política se expresa a través del movi-
miento sindical, y de su órgano representativo, la Confederación
Los propios acontecimientos posteriores al 17 de octubre, han General del Trabajo. Constituye una "fuerza" más poderosa que
venido clarificando el hecho de que, las fuerzas motoras que la propia burguesía privada, porque históricamente aparece an-
empujan la revolución democrática antimperalista por el camino tes en la escena nacional, vinculada a las empresas de capital
de las grandes reivindicaciones fijadas son: el Ejército Argentino extranjero.
y la Clase Obrera. Cuando Engels afirmaba que: "en politica hay
sólo dos poderes decisivos: la fuerza organizada del Estado -el Para ser veraz en el equilibrio de "fuerzas reales" que impulsan
ejército- y la fuerza elemental y desorganizada de las masas", el proceso, debemos reconocer que en el caso argentino, juega
(Correspondencia, p. 225) concretaba con claridad meridiana la también una poderosa fuerza de carácter personal, representa-
envergadura adquirida por nuestro proceso de liberación que ha da por el Presidente de la República, que en más de una opor-
conseguido, después de salvar grandes prejuicios ideológicos y tunidad impuso con su criterio de estadista, decisiones antimpe-
serios obstáculos políticos, colocar una al lado de la otra las dos rialistas y populares definitivas.
fuerzas, los dos poderes "decisivos" de la sociedad argentina.
Hoy, en la gama de los sentimientos colectivos actúa la gran
Es evidente que el Ejército Argentino está jugando ya un papel fuerza del mito revolucionario de Eva Perón, que mantendrá el
económico y político, más allá de sus funciones de defensa. espíritu del pueblo preparado a las grandes realizaciones y a los
Para la determinación del carácter de esa acción social, ajenas grandes sacrificios.
a sus actividades específicas, es necesario considerar que en
todas las revoluciones liberadoras se produce siempre una esci- De Las Desviaciones En El Proceso De Liberacion
sión en las clases, en los sectores de clase, en los grupos o par-
tidos políticos, y aún en la burocracia civil o militar del propio El frente conjunto de las dos fuerzas motrices de la Revolución
Estado: quienes transan y se entregan al imperialismo y quienes Nacional, el Ejército y la Clase Obrera, conforman un equilibrio
abren la lucha liberadora. inestable, como el de todo fenómeno político que debe ser con- UNTREF VIRTUAL | 9
siderado detenidamente por aquellos que tienen en sus manos por el peso de las circunstancias ha sido colocada precisamente
el control real de ambas fuerzas. Ellas se han encontrado en en una encrucijada antiobrera y antimilitarista.
una encrucijada histórica del desarrollo nacional, unidas por un
programa de reivindicaciones que contempla a la vez, los intere- Los sectarios de izquierda ambicionan un movimiento de libera- Eduardo B. Astesano
ses generales de una "defensa nacional" patrióticamente entendi- ción en el que solo participe uno de los poderes, la clase obrera,
da y las aspiraciones de una justicia social largamente esperada. la fuerza popular, y trabajan políticamente en ese sentido, en
Pero como se mueven en campos ideológicos y sentimentales mayor o menor grado, con mayor o menor conciencia de ese he-
bien distintos, junto a la lógica competencia por el predominio po- cho y sin haber aprendido del ejemplo boliviano, cuánto cuesta
lítico, se generan con facilidad ideas y prejuicios que pueden lle- llegar al poder político, y cuánto costará en adelante mantener-
gar a frenar la marcha conjunta de esos dos poderes, haciendo lo, cuando sólo se cuenta con el heroísmo dle la clase obrera!
cojear el proceso revolucionario.
Los sectarios de derecha, ambicionan dirigir un proceso de libe-
Es de interés analizar en este aspecto, una desviación sectaria, ración reaccionario, sin participación ele sectores populares, y
extremista, que florece en ambos campos, y que parte de la tra- no recogen la experiencia brasilera, donde un poderoso grupo
dición ideológica diversa en que las mismas se desenvuelven. antiyanqui del ejército, se debate sin poder empalmar con el
movimiento ele nasas.
Por un lado, en los sectores dirigentes del movimiento obrero y
en los grupos intelectuales que con ellos se identifican, existe Ambos casos no son mas que dos ejemplos latinoamericanos en
una cierta resistencia a reconocer el papel revolucionario del que los dos "poderes definitivos" pueblo y ejército, están adqui-
Ejército Argentino en el proceso de la liberación y en la actual riendo a través de triunfos parciales. marchas y contramarchas, la
defensa de la economía. Sus raíces deben buscarse en las experiencia dolorosa de que sólo la identificación material e ideo-
tradiciones anarquistas y socialistas en el campo obrero, y libe- lógica de ambos, garante suficientemente la fuerza liberadora. Al
rales en el sector universitario. Por otra parte, en algunos gru- mismo tiempo, la experiencia argentina de cómo habremos de
pos del Ejército, en la burocracia del Estado, y en determinados mantenerlo, -luchando contra el sectarismo antipopular de dere-
grupos del nacionalismo, existe también una subestimación cha y contra el sectarismo antimilitar ele izquierda- ha de servir
sectaria, infantil, del papel que la clase obrera juega en los pro- como un ejemplo luminoso de táctica, para todo el movimiento de
cesos políticos, que ni siquiera concuerda con la moderna exi- liberación latinoamericano.
gencia de la defensa nacional, que cuenta con la participación
"del pueblo en armas". La concepción del proceso revolucio- Un Nuevo Estado En Una Nueva Democracia
nario queda reducida para éllos, a la acción de pequeños gru-
pos que cuentan con la fuerza, con una absoluta falta de fe en Antes de la Revolución, el Estado Argentino, con su prescinden-
la iniciativa creadora de las masas populares. cia práctica en todos los problemas económicos nacionales,
permitía que los grandes monopolios exteriores constituyendo
Es pues necesario sacar a la luz pública la discusión doctrinaria un verdadero "estado privado" extranjero, resolviera en la Bolsa
de estas dos formas de sectarismo que frenan el proceso de la de Londres o Nueva York, la línea de la política a seguir en el
liberación: el sectarismo de izquierda, antimilitarista, y el sectaris- país: en la moneda, en el crédito, en los fletes, en el seguro y
mo de derecha antiobrero, desviaciones que debe ser combati- hasta en el precio de nuestros productos de intercambio interna-
das diariamente en la prensa oficial, impidiendo que cualquiera cional. El Gobierno Argentino era solo un "jefe de personal" y un
de ellas empalme con el bloque de la oposición proyanqui, que
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administrador de los dineros públicos destinados a mantener en Ahora bien, tanto el problema del Estado como el de la demo-
movimiento ese Estado dependiente. cracia, deben ser analizados al margen de las formulaciones
abstractas. Se trata en todos los casos de determinar qué liber-
La Revolución Nacional, al plantearse una amplia intervención tades concretas caracterizan el sistema, y qué clases y sectores Eduardo B. Astesano
en todos aquellos aspectos de la economía argentina, que ma- de clases gozan de tales libertades. Desde este punto de vista,
nejaban los monopolios extranjeros, tuvo que improvisar en la dictadura y democracia en el orden cultural, político y económi-
marcha, los, nuevos organismos estatales de defensa. Nacieron co, constituyen dos polos entre los cuales oscilan los distintos
así las reparticiones del Banco Central, el aparato del Control de sistemas sociales, coexistiendo ambos a un mismo tiempo.
Cambios, el I.A.P.I., el Banco de Crédito Industrial y los Minis-
terios que forman el "grupo económico", con los cuales se orien- Desde este punto de vista, la Revolución Nacional inaugura tam-
ta ahora parte de la economía del país. La Revolución dió así bién un sistema de dictadura democrática antimperialista que al
nacimiento a un nuevo Estado, independiente de la burguesía mismo tiempo que trata de dar base popular al movimiento,
extranjera, que transformó las viejas instituciones del Estado abriendo las puertas de la democracia política a las grandes
dependiente del imperialismo. La Revolución Nacional, se vió masas, aplica la violencia revolucionaria contra algunos de los
empujada a construir una nueva máquina que respondiera a su sectores de la burguesía imperialista extranjera y sus agentes.
propio objetivo.
Precisamente, el nacimiento del nuevo Estado, trajo el cercena-
En igual forma la economía librecambista, y su complemento la miento de las actividades económicas de los monopolios que se
democracia liberal, simulando colocar en un pié de igualdad de creían inmutables y garantidos constitucionalmente. En el orden
derecho en los manejos económicos, al monopolio extranjero y político, se tomaron medidas de violencia revolucionaria sobre
al empresario nacional, permitía que en la práctica, los mono- los personeros del monopolio en nuestro suelo, sobre sus ideó-
polios extranjeros, con grandes capitales e influencias políticas, logos, ganados en las universidades y los partidos políticos,
impusieran sus intereses. La democracia liberal, amparó así sobre el sector de la prensa dirigida desde el exterior, sobre sus
desde su prescindencia formal, el dominio económico y cultural organismos de penetración cultural, y hasta sobre muchos de
ejercido por el imperialismo. No existe una democracia "pura" al los agentes enquistados en el propio Estado. Desde este punto
margen de los grandes choques internacionales de clases, al de vista, puede también aquí hablarse de una dictadura demo-
margen de esa dependencia económica, política y cultural de crática antimperialista.
país. La democracia argentina constituía un cómodo ambiente
para los manejos de los grupos de cortadores de cupones de las Lo concreto es que, mientras continúa la guerra económica que
grandes centrales de las finanzas extranjeras. el cerco exterior significa, no puede hablarse de igualdad y liber-
tad para el soldado del ejército enemigo de la Revolución Nacio-
La Revolución Nacional superó tales limitaciones al mismo tiem- nal. Debe tenerse en cuenta que los monopolios desplazados del
po que, al requerir el apoyo de las grandes masas, remozó la país, mantienen una fuerza internacional con grandes ramifica-
idea puramente electoral al asegurar una mayor participación ciones; dirigen y controlan la prensa, el cine y la radio; continúan
del pueblo, (le las capas mas bajas en los procesos cívicos, teniendo amplias bases económicas y serias vinculaciones políti-
sino, y esto es mucho más importante, llamando a Ia vida públi- cas dentro de nuestro propio suelo.
ca a todos los sectores de la clase obrera, del campo y de la ciu-
dad, inaugurando una verdadera democracia de masas.

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Lo normal pues, es la resistencia del imperialismo a abandonar sistema de producción y el de otros países capitalistas más
un mercado colonial conto el nuestro. A esta resistencia, la res- avanzados, el inglés y el yanqui.
puesta debe ser: la restricción política y económica a las mani-
festaciones del imperialismo. Mucho es lo que queda por hacer en el mecanismo de la libe- Eduardo B. Astesano
ración económica, y en la defensa contra nuevas penetraciones
El desarrollo de esta contradicción general de la lucha contra el del imperialismo. Sin embargo, como esta forma de liberación
imperialismo, no debe impedirnos ver que el propio proceso re- estatal constituye el hecho más característico y predominante
volucionario puede caer en desviaciones sectarias de derecha, de la actual situación, puede decirse que la primer etapa está
si llega a restringir las libertades políticas y económicas a la llegando a su fin, y que ya pugnamos por saltar a una nueva.
clase obrera, a la democracia social, que constituye una de las
fuerzas fundamentales del proceso, una de las más amplias Si en la primer etapa de la Revolución Nacional nos identifi-
garantías del triunfo. camos con los movimientos de liberación de los países colonia-
les y dependientes de América, Asia y Africa. la segunda etapa,
Las Etapas De La Liberación que tiende en todos ellos a recomponer la deformación en el
orden interno, resultado de la dependencia, nos separa profun-
El ciclo actual de nuestra revolución democrático-burguesa, tiende damente.
a completar el desarrollo económico capitalista dei país, frustrado
por el zapato chino de las inversiones imperialistas. La expansión Es casi común a todos los casos conocidos, el mantener un vie-
revolucionaria se concreta a su vez en dos grandes etapas. jo sistema de producción agraria, con grandes reminiscencias
semifeudales, caracterizando por eso la segunda etapa de "su"
Ya hemos visto que el capital comercial y el capital agropecua- revolución democrático-burguesa, como un movimiento cuyo eje
rio, constituyen los dos pilares de nuestro desarrollo capitalista principal es la revolución agraria, que tiende a la distribución de
dependiente. Ellos conforman los elementos bases de la primer la tierra y a la formación de un capitalismo pequeño burgués
etapa revolucionaria. El monopolio extranjero de toda la comer- agropecuario.
cialización por el control bancario, portuario, ferroviario, mercan-
te, fluvial y de ultramar, del seguro, de las compañías importa- La originalidad del caso argentino radica en que, las exigencias
doras y exportadoras, constituyó un verdadero "estado privado", permanentes de un potente mercado exterior, impulsó un extra-
principalmente inglés. Instintivamente, la Revolución Nacional ordinario desarrollo de las "industriales rurales", organizadas
emprendió una acción liberadora contra ese aparato de explo- sobre la libre empresa capitalista para la producción en masa,
tación capitalista exterior, y por el camino de las nacionalizacio- empleando fuerza de trabajo, y en lo posible, instrumentos me-
nes, fué engendrando una nueva vía de crecimiento estatal que cánicos. Nuestro propio mercado interno de consumó, acentuó
tomó a su cargo el control de todas esas actividades directoras ese desarrollo capitalista agropecuario, dando nacimiento en
de la sociedad argentina. otras regiones del país, a nuevos sectores industriales agrope-
cuarios, (yerba, azúcar, lanares, algodón, vid, etc.).
Ya veremos como la primera etapa de la Recuperación Nacio-
nal, ha dejado pues como saldo, esa nueva conformación antim- Ese consumo nacional, aseguró también el surgimiento de una
perialista de la "Economía de Estado", constituída por el conjun- poderosa rama fabril de la alimentación (molinos, frigoríficos,
to de instituciones oficiales de carácter comercial y financiero, tambos, fábricas de pan, fideos, etc.), base de nuestra industria
que se apoya en las dos faces complementarias del comercio liviana. El eje de todo este crecimiento económico, está consti-
exterior. El Estado controla hoy la zona de choque entre nuestro tuído por las "industrias madres" agropecuarias, que utilizan en UNTREF VIRTUAL | 12
sus labores la mitad de la mano de obra nacional, y arrojan la mentos más fundamentales para el intercambio y control de la
mitad de la renta de un año. Se trata del núcleo más poderoso riqueza, que pasaron de manos de la burguesía extranjera al
sobre el cual se levanta la oligarquía capitalista ganadera y la Estado Argentino.
numerosa burguesía agraria. Eduardo B. Astesano
2) La Revolución Justicialista debe ser considerada como aliada
No cabe entonces entre nosotros, hablar de una revolución agraria del frente socialista revolucionario mundial y no del frente con-
semejante a los otros países coloniales y dependientes, como trarrevolucionario capitalista.
China, Egipto, Irán o Bolivia.
3) La Revolución Justicialista tiende hacia una república de nue-
El proceso histórico determina aquí los elementos propios de la va democracia, "tercera forma" que aparece en todos los países
segunda etapa que no puede ser otra que la revolución indus- coloniales en revolución, entre la dictadura burguesa de los
trial en la rama de producción de medios de producción. Las grandes países imperialistas y la dictadura proletaria de los paí-
industrias de la alimentación, los transportes, las industrias ses que marchan hacia el socialismo, y en la que el gobierno
agropecuarias, crecieron dependientes de la industria pesada deberá constituirse por la alianza de todas las clases que lucha
extranjera. Hoy nuestro país, desarrollado en forma capitalista por la liberación nacional.
en las industrias agropecuarias y fabriles livianas no cuenta con
una industria pesada propia, como resultado, precisamente, de 4) El Movimiento Justicialista, es una revolución nacional, por su
esa dependencia. oposición a la penetración económica y política del imperialis-
mo, democrática, por la participación popular, y burguesa, por
La segunda etapa es pues, inevitablemente, a diferencia de otros mantener todavía el régimen de propiedad privada y la libre em-
países, la organización de la industria pesada, eje de la revolu- presa en parte del orden interno.
ción nacional.
5) El Justicialismo es una doctrina de toda la Nación, que los
Capitulo Cuarto marxista aceptan conto nn programa mínimo en la actual etapa
Tesis Fundamentales de la liberación. sin renunciar a su programa máximo, o la etapa
futura del socialismo.
El presente ensayo constituye en su conjunto un armazón lógi-
co de tesis que partiendo de una fundamental (estamos vivien- 6) El primer impulso de la Revolución estuvo representado por
do una revolución) trata de caracterizar luego sus distintos la fuerza extraeconómica del Ejército Argentino, dando origen a
aspectos en consideración a una estrategia y una táctica ajus- que la independencia militar constituya el corazón de nuestra
tada que oriente su proceso económico y político. Presentamos independencia económica.
un conjunto de ideas que luego, más tarde, deberán ser desa-
rrolladas al compás de los propios acontecimientos, ajustando o 7) Las fuerzas motoras que empujan la Revolución, democráti-
ratificando cuanto se afirma sobre la tesis principal de que vivi- ca antimperialista son: el Ejército Argentino y la Clase Obrera,
mos una revolución. Para nosotros éllas son las siguientes: que constituyen al mismo tiempo los dos poderes definitivos de
la sociedad.
1) Estamos viviendo una revolución, porque en el orden político
se ha producido un desplazamiento de clases y sectores de 8) La Revolución dió nacimiento a un nuevo Estado, indepen-
clase que controlan el Estado, y conjuntamente se ha desplaza- diente de la burguesía extranjera, y a un nuevo sistema de dic-
do en el orden económico la propiedad y dirección de los instru- tadura democrática antimperialista. UNTREF VIRTUAL | 13
9) La Revolución Nacional se desenvuelve en dos etapas: la
recuperación nacional y la revolución en la industria pesada,
que constituye ahora su eje principal.
Eduardo B. Astesano
10) En la actual economía argentina ha surgido un "fenómeno
nuevo", la "Economía de Estado", que constituye su forma pre-
dominante.

11) La "Economía de Estado", expresa una tendencia a la


autodefensa económica, configurando una forma estatal de li-
beración.

12) La "Economía de Estado" entra en la esfera jurídico-política


por el camino de las nacionalizaciones antimperialistas.

13) Existe una supeditación evidente de la economía privada a


la "Economía de Estado" que disponde una masa mayor de
riquezas y que utiliza la fuerza política del Estado en sus rela-
ciones con las formas privadas de producción y de cambio.

14) El país está entrando en un déficit de mecanización y moto-


rización.

15) Nuestra actual industria pesada, con baja composición orgá-


nica del capital, es fundamentalmente manufacturera, manual, y
no mecanizada.

16) El proteccionismo "fábrica" de industriales y artesanos, ha


engendrado un crecimiento conjunto del capitalismo industrial y
la pequeña economía mercantil.

17) La enorme acumulación estatal permite superar el camino


lento habituar capitalista de construir la industria pesada.

18) Nuestra Revolución tiene pues como eje la industria pesada.

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