El término "currículo" tiene diferentes interpretaciones.

Algunas personas lo ven como el

contenido, estándares o metas educativas que las escuelas deben alcanzar. Otros lo
consideran las estrategias de enseñanza planeadas por los maestros. Algunos incluso lo ven
simplemente como las experiencias de aprendizaje reales.

Estas diferencias se basan en si el currículo se ve como los fines deseados de la educación

(como los resultados de aprendizaje planificados) o como los medios para alcanzarlos
(como los planes de enseñanza). Algunas personas argumentan que los planes, ya sean para
fines o medios, son insignificantes en comparación con la enseñanza real y sus métodos
específicos.

La definición del currículo no es neutral desde el punto de vista político o filosófico. Las
decisiones sobre los fines y los medios de la educación tienen implicaciones políticas y
éticas. La diferenciación entre fines y medios también es motivo de debate para los
filósofos pragmáticos, que argumentan que los fines no se pueden decidir
independientemente de los medios.

Cuando se centra el concepto de currículo en los planes educativos, los estándares y los
resultados esperados, se está tomando una posición política. Esto puede justificar la
responsabilidad de los profesores por la efectividad de sus planes y la implementación de
los currículos de una manera predeterminada.

Existen varios conceptos comunes de un currículo, que incluyen: alcance y secuencia,

programa de estudios, esquema de contenido, estándares, libros de texto, ruta de estudio y
experiencias planeadas. Cada una de estas definiciones tiene diferentes implicaciones en
términos de responsabilidad y control. Por último, la definición de currículo no es ética ni
políticamente neutral, y diferentes definiciones conducen a distintas conclusiones sobre
quién debe recomendar y controlar los diversos aspectos de la educación.

El texto describe cinco tipos de currículos relacionados:

1. El currículo oficial: Este es el currículo documentado en estándares, objetivos, guías

curriculares, etc. Su propósito es proporcionar a los profesores una base para planificar
lecciones y evaluar a los estudiantes.

2. El currículo operativo: Este se refiere a lo que realmente se enseña en las aulas y cómo
los maestros enfatizan su importancia para los estudiantes.

3. El currículo oculto: Este es un conjunto de normas y valores no reconocidos oficialmente

por las escuelas, pero que tienen un impacto profundo y duradero en los estudiantes.

4. El currículo nulo: Este incluye los temas que no se enseñan, lo que lleva a preguntas
sobre por qué ciertos temas se ignoran.
5. El currículo adicional: Este comprende todas las experiencias extracurriculares de los
estudiantes.
Estos cinco tipos de currículos contribuyen significativamente a la educación de los
estudiantes. Sin embargo, al analizar el currículo oficial, es importante tener en cuenta
cómo los otros cuatro currículos pueden afectar su implementación y efectividad.

Para analizar un currículo, es necesario desglosarlo en sus componentes y examinar cómo

se ajustan para formar un todo. También es necesario identificar las ideas y compromisos
de aquellos que diseñaron el currículo. Este análisis puede ayudar a entender las
implicaciones de estos compromisos para la calidad de la experiencia educativa.

El texto concluye con la mención de la "lógica tyleriana" como un modelo dominante para
la planificación curricular, propuesto por Ralph Tyler. Este modelo sugiere que al planificar
un currículo, se deben responder cuatro preguntas relacionadas con los propósitos
educativos que la escuela debe esforzarse por alcanzar, y cómo estos propósitos pueden ser
evaluados.