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EL CUERPO Y EL TRABAJO
La finalidad del módulo
En este módulo se facilita a los alumnos información fáctica acerca de cómo la exposición
a los riesgos del lugar de trabajo puede influir en el organismo de un trabajador y por
consiguiente en su salud. En él se analizan los temas siguientes: cómo pueden penetrar en el
organismo los agentes peligrosos; sus efectos locales, sistémicos, agudos y crónicos; y la
función del delegado de salud y seguridad tocante a crear un lugar de trabajo seguro y
saludable.
I. Introducción
¿Cómo combate los peligros el organismo?
Entre los riesgos que puede haber habitualmente en su lugar de trabajo están los
siguientes:
4. Es importante conocer los riesgos laborales, aprendiendo entre otras cosas cómo la
exposición a ellos puede influir en la salud y cómo protegerse de la exposición a
esos peligros en el lugar de trabajo.
Si contempla usted un diagrama del organismo humano verá que está expuesto al mundo
exterior a través de distintas superficies: la piel, los pulmones, la nariz, la boca y los tractos
digestivo, urinario y genital. Los agentes peligrosos (p. ej., los productos químicos y
microorganismos, las bacterias y los virus) pueden penetrar en el organismo a través de
cualquiera de esas superficies. Las vías de entrada más habituales son:
b) la piel (absorción)
c) la boca (ingestión)
A. La inhalación
En su
organismo
entran por
inhalación (al
ser respirados)
más agentes
peligrosos que
por cualquier
otra vía.
Los órganos diana son las partes del organismo a los que siempre afectan
determinados productos químicos. Así, por ejemplo, el plomo ataca al sistema
nervioso central (el cerebro y la médula espinal), pero se almacena en los huesos
cuando se acumula (aumenta) con más exposiciones. Así pues, los órganos diana
del plomo son el sistema nervioso central y los huesos. Otros órganos diana de
los diferentes productos químicos son el corazón, los pulmones, los riñones y el
hígado.
¿Cómo saber si se está expuesto a riesgos respiratorios en el trabajo?
olores
estornudos
toses
nariz que
moquea
Los nuevos trabajadores y los visitantes son otra posible señal de los riesgos del
lugar de trabajo. Están "expuestos de nuevas" y pueden decirle a usted si tienen
problemas de salud únicamente cuando acuden al lugar de trabajo.
La piel es
también una vía
principal de
penetración de
agentes
peligrosos en el
lugar de
trabajo. Se
pueden contraer
enfermedades
cuando los
productos
químicos y otros
materiales
utilizados en el
trabajo entran
en contacto con
la piel.
Algunos de los muchos productos químicos que ocasionan dermatitis son los
siguientes:
Algunos de los productos químicos que causan dermatitis por contacto son los
siguientes:
formaldehído;
los compuestos de níquel;
las rexinas de epoxy y los catalizadores utilizados en la fabricación de
productos plásticos;
los agentes germicidas que llevan el jabón y otros productos de limpieza, en
particular el hexaclorofeno, el bitionol y las salicilanilidas halogenadas;
los cromatos.
3. Las lesiones de la piel también son resultado habitual de riesgos físicos como los
siguientes:
Los agentes
peligrosos
también pueden
penetrar en el
organismo por
ingestión
Algunas sustancias sólo tienen un efecto localizado en una parte del organismo, donde el
agente peligroso entra en contacto con el cuerpo o penetra en él. Así, por ejemplo, el efecto
local se puede producir en la piel, como una quemadura de ácido, o en el tracto digestivo
cuando se ingiere un agente peligroso. Algunas sustancias como el amoníaco, el cloro, los
humos de soldaduras y los humos de evacuación pueden irritar los pulmones cuando se
inhalan.
B. Los efectos sistémicos
Los efectos sistémicos son problemas ocasionados dentro del organismo cuando ha
penetrado en él un agente peligroso. Pueden suceder en la sangre cuando se absorbe la
sustancia en el torrente sanguíneo, y en los órganos si éstos almacenan el material tóxico
(por ejemplo, los huesos y el cerebro), lo neutralizan (como el hígado) o bien
lo eliminan del cuerpo (como el riñón y la vesícula).
El hígado puede resultar dañado por sustancias tóxicas porque su misión consiste
en debilitar muchas de ellas una vez que han penetrado en el organismo. Algunos
de los productos químicos que se sabe que dañan el hígado son: el benzeno, el
DDT, el dioxano, el fenol y el tricloroetileno. Del cloruro de vinilo monómero,
que se utiliza en la industria de los plásticos, se sabe que ocasiona una forma rara
de cáncer hepático.
Los riñones y la vesícula también pueden verse afectados por muchas sustancias
tóxicas porque son vías principales de expulsión fuera del organismo.
.
Algunas
sustancias
peligrosas
que causan
efectos
locales y
sistémicos
La exposición a muchos riesgos laborales hace que el organismo produzca una respuesta
patente inmediata, denominada efecto agudo. Los efectos agudos desaparecen a menudo tan
pronto como cesa la exposición y con frecuencia son reversibles. Un ejemplo de efecto
agudo es la náusea, el dolor de cabeza o el vómito que un trabajador puede sufrir tras haber
utilizado un disolvente para limpiar piezas de un automóvil. Los efectos agudos se pueden
localizar en una parte del cuerpo (por ejemplo, una reacción de la piel ante un producto
químico), pero también pueden ser sistémicos (si, por ejemplo, ese producto químico es
absorbido además en el torrente sanguíneo, se pueden producir efectos en los órganos
diana).
D. los efectos crónicos
Al igual que los efectos agudos, los crónicos se pueden localizar en una parte del
organismo (por ejemplo, una enfermedad pulmonar crónica que se desarrolla a lo
largo de los años), pero también pueden ser sistémicos.
Una delegada
de salud y
seguridad
Eliminar los peligros del entorno laboral es siempre lo primero que hay que
hacer para evitar las enfermedades.
Medidas que ayudan a alcanzar la meta de suprimir los peligros para el aparato
respiratorio en el lugar de trabajo:
1. Colabore con su sindicato y el empleador para que se controle
periódicamente la atmósfera del lugar de trabajo a fin de detectar posibles
riesgos. El control del aire es una manera eficaz de determinar los niveles
precisos de contaminantes que hay en él. (Lamentablemente, puede ser
difícil obtener el equipo y el personal necesario para hacerlo.)
2. Entérese de las conclusiones del examen del aire y compárelas con las
normas nacionales o internacionales aplicables a los materiales que se
utilicen en su lugar de trabajo.