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CAÍN Y ABEL, TINIEBLAS Y LUZ (GÉNESIS 4)

Hace 311 nació uno de los filósofos y pensadores más determinantes de la historia occidental, Jean-
Jacques Rousseau. Él le quitó toda responsabilidad al hombre, al considerar que es la sociedad la
que lo corrompe. "el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe", lo que hace referencia a que
el hombre nace sin una estructura moral de comportamiento, la adquiere conforme vive en
sociedad, por lo tanto pierde la pureza a medida que va creciendo. No hay nada más equivocado y
trágico que esto pues busca despojar al hombre de toda responsabilidad y no entiende la gravedad
de la situación con la que nace. Todo hombre tras la caída nace separado de Dios, muerto en delitos
y pecados, con una naturaleza inclinada al mal. He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado
me concibió mi madre. Salmo 51:5

Esto no es solo un punto de vista filosófico, es la razón de entender nuestras familias, la sociedad,
las tragedias alrededor nuestro. Cuantos hogares se destruyen a causa del pecado de aquellos que
los conforman, cuántas vidas son vulneradas por dar rienda suelta a nuestro pecado, es algo que
nosotros no podemos manejar, solo el DIOS eterno nos da esperanza en un mundo caótico a través
de la simiente de la mujer, JESUCRISTO quien venció, vence y vencerá mediante su vida, muerte y
resurrección proveyéndonos esperanza en medio de la realidad que nos rodea, esperanza sobre
nuestro propio pecado.

El pecado de Adán y Eva no produjo desastre en sus vidas solamente; continuó de hijo a hijo y de
edad en edad. La historia del capítulo 4 ilustra dramáticamente esta realidad, y las genealogías
amplifican las repercusiones del mal a través de la historia del mundo. La historia de Caín y Abel, es
el conflicto entre la luz y las tinieblas. Los primeros 16 versículos del texto se enfocan en Caín,
arquetipo de Satanás quien exhibe su carácter al robar, mentir y asesinar. Roba a Dios en sus
ofrendas, miente sobre el estado de su hermano tras su asesinato.

1. HIJO DE LAS TINIEBLAS E HIJO DE LA LUZ (Génesis 4:1-8): Una de las emociones más grandes que
podemos experimentar es el nacimiento de un hijo, trae para nosotros sentimientos casi
indescriptibles, es una luz de gozo en medio de las circunstancias que vivimos. Este debió ser un
momento muy especial para Adán y Eva, quienes experimentarían alegría y verían con esperanza
este nacimiento, tras la expulsión del Jardín del Edén, por quebrantar el Pacto del Señor. Ahora,
pensarían que el cumplimiento de Génesis 3:15, con el nacimiento de Caín, cuyo nombre significa:
Por voluntad de Jehová he adquirido varón. Tiempo después nacería un segundo hijo, Abel, cuyo
nombre es bastante triste y no augura un buen final. Abel tiene como significado “vapor, aliento,
nada”, tal vez nació con dificultades y débil, pero también nos hablaría de lo efímero de su vida.

Las Escrituras no nos hablan más acerca de su juventud, sus conflictos, como era su relación, pero
algo que si se aprecia es que sus padres les enseñaron que ahora en su nueva condición se debían
relacionar con el SEÑOR mediante ofrendas y sacrificios. Un día Caín y Abel traerían un tributo, un
regalo a Su Señor, de acuerdo al oficio que desempeñaba, Caín traería el fruto de la tierra y Abel lo
mejor de las primicias de su ganado. Ambos oficios eran importantes porque a través de ellos
adoraban a Dios al desempeñarlos. Ellos debían reconocer que debían adorar al CREADOR y
SUSTENTADOR de todo cuanto existe, la manera en que lo harían nos indicaría que ocurría en el
corazón de estos hombres:
CAÍN: trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Pudo ser un buen fruto, algo apetitoso y bien
cultivado, sin embargo en contraste con ABEL no se nos dice que fueran las primicias de su trabajo,
externamente no se podría saber, pero DIOS quien conoce todo sabía que había en el corazón de
CAÍN. La manera en que adoramos al Señor es la expresión de nuestro estado, claramente CAÍN
externamente cumplió, pero algo más ocurría en él. Esto lo expresó el Señor: pero no miró con
agrado a Caín y a la ofrenda suya. No sabemos cómo el SEÑOR se lo manifestó pero se lo hizo saber.

ABEL: Por el contrario, trajo de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas.
Posteriormente en la Ley veríamos que las primicias y los primogénitos le pertenecían al Señor,
además daba la grosura, la cual al quemarse subía como olor agradable al Señor (Deuteronomio
26:1-11, Éxodo 13:2,12). Esto hablaba de la intención del corazón de ABEL, quien con gozo y gratitud
adoró al SEÑOR, mostrando su confianza en la redención, perdón y guía de su Señor. Por la fe Abel
ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo,
dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella. Hebreos 11:4. Y miró Jehová
con agrado a Abel y a su ofrenda

A Caín se le mudo su rostro, eso nos recuerda que la expresión de nuestra cara da a conocer también
lo que hay allí, solo falta un evento para que salga a la luz lo que se quiere ocultar o esconder. Dios
mismo con GRACIA le hizo la pregunta: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu
semblante? La palabra ensañarse transmite la idea de un lobo que se ceba con la carne y sangre de
su presa. Su corazón era malvado, el Señor le advierte de lo que hay allí, el pecado lo dominaría y
terminaría en muerte y dolor. Nadie puede controlar en sus fuerzas el pecado y la naturaleza caída
en nosotros.

Cristo nos advierte de los deseos que llevaron a Caín a matar a su hermano y como estos afectan
nuestra adoración: Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será
culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de
juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le
diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te
acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda,
reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. Mateo 5:21-24.

El Señor le habló a CAÍN advirtiéndole, pero su corazón era malvado y realmente no estaba dispuesto
a ninguna corrección o advertencia sobre sus emociones, pensamientos y acciones. No hay nada
más necio que escuchar la Palabra del Señor e ignorar sus advertencias. La raíz de amargura en CAÍN
daría un fruto de muerte, planificaría y ejecutaría su pecado, el asesinato de su hermano. Dios nos
advierte de la misma manera sobre las emociones que nos dominan, realmente expresan la GRACIA,
BONDAD y HUMILDAD del corazón de CRISTO, o tenemos en nosotros deseos de venganza, odio,
amargura. Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a
otros. No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque
sus obras eran malas, y las de su hermano justas. Juan 3:11-12.
2. PREFIRIENDO LAS TINIEBLAS A LA LUZ (Génesis 4:9-15): Cuando pecamos, hay diversas maneras
en que lo enfrentamos, a veces lo negamos, otras veces nos avergonzamos, en otras ocasiones nos
hacemos los desentendidos, otras veces nos indignamos y nos autojustificamos, muestra de la
gravedad del pecado en nosotros. CAÍN fue confrontado amorosamente por el SEÑOR quien fue a
él y le dijo: ¿Dónde está Abel tu hermano? El Señor usa diferentes medios como las predicaciones,
los hermanos, incluso personas impías para que nosotros vayamos a DIOS y confesemos nuestra
maldad, así hallaremos perdón.

CAÍN manifestó su irrespeto y resentimiento al SEÑOR, su respuesta tosca y ruda tras cometer un
ASESINATO nos deja ver su impiedad. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? No manifestó tristeza,
dolor, angustia por lo que había hecho, él deja ver su duro y frío corazón. Rechazada la Gracia, el
SEÑOR manifiesta su justicia sobre él, el pecado debía ser castigado.

¿Qué has hecho? Le pregunta DIOS, manifestando su indignación exponiendo el ASESINATO que
quiso encubrir pero que el SEÑOR observó. Eso muestra nuestra ceguera, pensar que nos podemos
burlar y esconder de DIOS, pero aún, pensar que le podemos mentir. Nos creemos muy listos cuando
pecamos, pero la torpeza queda expuesta, no queremos ser avergonzados pero no nos importa el
carácter SANTO DE DIOS.

Dios ejecuta su justicia y maldice a CAÍN, algo que ni sus padres recibieron ante tan grave pecado.
Esto muestra el vínculo que hay entre Caín y Satanás, ambos son homicidas y mentirosos. El tiempo
de la Gracia culminó para él y es juzgado, CAÍN se convertiría en un fugitivo errante, no encontraría
un lugar seguro y permanente para vivir, echado fuera de la presencia de DIOS, no hallaría un camino
hacia una ciudad habitable donde hallara paz.

Pese a esto, ni siquiera lo vemos implorar misericordia, solo piensa que es injusto, que es una pena
demasiado fuerte, no pensó en el dolor que causó su pecado, en el daño al nombre de DIOS, el solo
temió la exhibición pública, la vergüenza familiar. No manifestó temor de Dios, no hubo
arrepentimiento. Caín teme ahora la venganza de su misma familia. DIOS no lo permitiría, pondría
una señal, no sabemos cuál, pero es un juramento, él llevaría la afrenta de su pecado.

3. LA SIMIENTE DE LA SERPIENTE Y LA DE LA MUJER: CAÍN salió de la presencia del Señor, dejando


atrás el camino a Él. Estableció su propia familia y bajo su propia sabiduría. Esta simiente mostraría
avances en la agricultura, ganadería, música y metalúrgica, pues esto es parte de la naturaleza
humana, manifestar atributos del Señor, sin embargo las intenciones de ellos no serían darle gloria
a DIOS. Ellos edificaron una ciudad, CAÍN abandonó al Señor y no se refugiaría más bajo sus alas y si
haría una ciudad posiblemente amurallada para salvaguardar su vida por medio de su propia fuerza,
estas ciudades llevarían los nombres de los fundadores mostrando su independencia al SEÑOR. Estas
ciudades y las vidas de estos hombres son un contraste en ver a Dios como nuestro escudo y
fortaleza a vernos como los que podemos sostener y guardar nuestras propias vidas.

En ese relato vemos por contraste que el séptimo hijo se llama LAMEC, un hombre despiadado y
malvado que cometió asesinato y juró que su vida sería vengada setenta veces si alguien atentaba
contra Él. Además este hombre inicia la Poligamia desafiando la institución divina del matrimonio.
El pecado afectó al hombre y en la simiente de Caín se hace patente a través del malvado LAMEC,
quien compuso una canción haciendo alarde de su violencia y maldad.
Es en medio de este capítulo donde pareciera que los malvados progresan cuando la promesa del
Señor nos ilumina y trae esperanza, el Señor mostró su favor a Adán y Eva al darles otro hijo, SET
“designado”, donde a pesar del dolor y la tragedia de la pérdida de un hijo. Eva continuaría
confiando en DIOS y su Pacto. Es a través de SET que viene la simiente de la mujer, a partir de él
vendría en la séptima generación ENOC quien no murió y que era amigo de DIOS en contraste con
LAMEC, el séptimo en la genealogía que era homicida y murió. Esta descendencia es muy
importante, desde allí empezaron a invocar el nombre de DIOS y darle gloria. De esta genealogía
vendría el MESÍAS, aquel cuya sangre es mejor que la de ABEL.

La sangre de ABEL clama por justicia, un hombre inocente muerto por el pecado de otro, Y clamaban
a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre
en los que moran en la tierra? Apocalipsis 6:10. Esto apunta a otro hombre, a JESÚS el mediador de
un mejor PACTO, quien siendo inocente entregó sus vidas a una muerte injusta para que su justicia
nos fuese contada. Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la
de Abel. Hebreos 12:24

CONCLUSIÓN: Estamos en un mundo caído, el pecado no se puede erradicar mediante cambios


sociales, culturales, viviendo en otro país, es imposible. Cada uno de nosotros experimenta el
pecado en su propia vida por sus acciones o las de otros, por lo que la Biblia nos muestra que no hay
algo que el hombre pueda hacer para traer el bienestar para el que fue hecho por sus fuerzas. Solo
la acción Divina en los corazones por la OBRA REALIZADA de nuestro SEÑOR JESUCRISTO trae
esperanza, por ello es imprescindible enseñar el evangelio, comenzando desde casa.

1. El pasaje nos enseña que los verdaderos adoradores son aquellos que lo hace en Espíritu y
en Verdad, aquellos que han depuesto su rebelión a DIOS y han aceptado su pecaminosidad
y confían en CRISTO y su obra que nos justifica y adopta. Estos adoradores son reconocidos
pues sus obras no buscan la vanagloria sino que el SEÑOR sea manifestado a través de ellos.
Los falsos adoradores, tienen sus corazones entenebrecidos, sus actitudes hostiles, sus
rostros endurecidos, hablan de la raíz amarga en ellos y no del amor de CRISTO mediante el
cual se nos perdona y limpia para presentarnos a ÉL como un sacrificio vivo y agradable.
2. Los seres humanos están divididos, aquellos que viven para sí, que trabajan, prosperan, se
desarrollan, incluso se ufanan cantando de sus logros y pecados, quienes confían en las
obras de sus manos, las fortalezas de sus economías y los otros, aquellos que parecen
débiles como ABEL, cuyas vidas parecieran no ser sobresalientes o duraderas pero que en
verdad viven con FE agradando a su SEÑOR porque reconocen su pecado y la necesidad de
CRISTO como Salvador. Estos son GUARDADOS y PROTEGIDOS por DIOS mismo quien es su
escudo y fortaleza y quien les prospera en todos sus caminos.
3. Aquí aprendemos que donde abunda el pecado sobreabunda la GRACIA DE DIOS, este
pasaje que es triste, desgarrador, donde una familia sufre los efectos de su pecado y los de
su hijo, también reciben el favor de DIOS quien es fiel al PACTO y que deja ver su gracia a
través de todo el pasaje. Somos grandemente bendecidos por el SEÑOR quien nos ha dado
a nosotros una ofrenda que realmente le satisface y mediante la cual somos unidos a DIOS
eternamente y para siempre, gozando de esperanza.

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