Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ef04c664-940c-4556-ba28-a42009466a94
ef04c664-940c-4556-ba28-a42009466a94
SAMANTHA TOWLE
La presente traducción ha sido llevada a cabo sin ánimos de lucro, con
el único fin de propiciar la lectura de aquellas obras cuya lengua madre
es el inglés, y no son traducidos de manera oficial al español.
¡Disfruta de la lectura!
3
• •
Flor
• •
• •
Lelu
• • 4
Dai, Flopyta, Aurive31, Lelu, Dine_hye13, Maga
• •
ZombieQueen
• •
ZombieQueen
Sinopsis Capítulo 21
Capítulo 1 Capítulo 22
Capítulo 2 Capítulo 23
Capítulo 3 Capítulo 24
Capítulo 4 Capítulo 25
Capítulo 5 Capítulo 26
Capítulo 6 Capítulo 27
Capítulo 7 Capítulo 28
Capítulo 8 Capítulo 29
Capítulo 9 Capítulo 30 5
Capítulo 10 Capítulo 31
Capítulo 11 Capítulo 32
Capítulo 12 Capítulo 33
Capítulo 13 Capítulo 34
Capítulo 14 Capítulo 35
Capítulo 15 Epílogo
Capítulo 16 Sobre la autora
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
tuvo la vida perfecta, hasta que cumplió dieciséis.
Fue entonces cuando todo cambió. A partir de ese momento la vida fue
de mal en peor... a lo peor.
Es su decisión.
6
Lo que anhela.
Primero, ir a Inglaterra.
Aun así, sé que lo que importa es la razón por la que estoy en el avión.
Me voy a Londres, el lugar al que siempre he querido ir. Voy a ver dónde 7
nació y creció mi madre, dónde se conocieron y enamoraron mis padres.
Y, mientras estoy allí, voy a completar mi lista.
La lista.
Y no quiero eso.
Solo quiero completar mi lista en el viaje que se suponía tenía que hacer
con mi familia antes que murieran, y luego...
Estaré con ellos de nuevo. Escuchar sus voces y los sonidos de sus
risas, tocarlos... abrazarlos.
Y, ahora, gracias al tumor que crece en mi cabeza, ese día será más
pronto de lo que pensaba.
Tal vez debería renombrar mi lista a Cosas que hacer antes de morir.
Ir a Londres, Inglaterra.
Besar a un chico.
Besar a un chico.
Tener sexo.
Bien, ¿qué me pasa con los extraños? Besar a uno. Acostarme con uno.
Quiero sexo sin nombres, sexo salvaje a los pocos minutos de conocer a
un extraño.
Supongo que la idea de tener sexo con un completo extraño parece sexi.
Alguien que no me conoce. No sería Taylor, la chica que mató a toda su
familia. O Taylor, la chica del tumor cerebral. Solo sería la chica sin
nombre, la chica con la que tener sexo.
Pero al menos debería tener sexo oral antes de morir. Aunque solo sea
una vez. No quiero morir virgen de sexo oral.
Ir a un concierto de rock.
Emborracharme.
Perfecto.
Hacerme un tatuaje.
Hacerme un piercing.
Cantar en público.
11
Bailar bajo la lluvia.
Ahí. Perfecto.
Una sombra cae sobre mí. Me saco los auriculares de las orejas
mientras echo un vistazo a mi izquierda, y mis ojos se encuentran con
un traje. Un traje negro muy bonito que cubre un pecho muy amplio.
El tipo del traje se sienta a mi lado y se vuelve hacia mí con una sonrisa
en el rostro. Enfrento ese rostro por primera vez y…
Señor, ayúdame.
Cabello castaño oscuro ondulado de forma natural. Su nariz tiene un
ligero bulto, como si se hubiera roto una vez. Ojos hermosos con el tipo
de pestañas largas y oscuras que las chicas envidian, labios perfectos y
piel bronceada.
Mis hormonas sexuales están fuera de los gráficos solo por estar cerca
de él. Puede ser que necesite ir al baño y poner mi mano a buen uso
solo para un poco de alivio.
Creo que debo moverme para abrir la persiana, pero parece que no
puedo funcionar como un ser humano normal ahora mismo porque este
bombón inglés me ha dejado sin sentido.
Tal vez sea porque huele como el cielo con su rica colonia y algo
totalmente masculino. O porque no he dejado de pensar en el sexo
desde que se sentó a mi lado; bueno, en realidad, estaba pensando en
sexo un poco antes de eso también. O quizás es porque sus deliciosos y
besables labios están tan cerca de los míos. O porque es así de sexi.
Pero lo beso.
Pero, Dios mío, sus labios se sienten tan buenos y firmes, como los de un 15
hombre, pero lo suficientemente gruesos como para que quiera
morderlos... y sabe tan fenomenalmente bien. Como canela, café y algo
único en él.
Con todo, esto probablemente duró unos segundos, pero parece que son
horas.
Horas de sus deliciosos labios contra los míos. Dios, ¿no sería eso
increíble?
Está bien, Taylor, es hora de alejar tus labios del agradable y caliente
extraño.
Me estoy preparando para alejarme cuando sucede lo más loco. El
inglés sexi mueve su boca. Sus labios se separan en un gemido
silencioso, y comienza a devolverme el beso.
Santa mierda.
¡Devuélvele el beso, idiota! Tienes al chico más sexi que hayas visto con
su lengua en tu boca… oh Dios, su lengua está en mi boca...
Necesito sentir más de él, deslizo mi otra mano por su pecho, sintiendo
esos increíbles músculos, y sobre su hombro. Curvo mi mano alrededor 16
de su cuello.
Dios, sus ojos son increíbles, realmente únicos; una mezcla de verde y
avellana, como un dorado verdoso. Me recuerdan al otoño cuando las
hojas cambian de verde a marrón.
Nunca llegó a abrirla porque lo detuve con mi boca loca por los besos.
¡Oh, mierda! ¿Qué pasa si está casado? Podría haber violado un vínculo
sagrado. Forcé al chico a hacer trampa.
Aun así, probablemente debería decir algo. Como, lo siento por besarte.
Él está callado por tanto tiempo que tengo que mirar. Y parece que
está... casi ofendido por mis palabras. O tal vez solo está ofendido
porque lo besé. Quiero decir, me ofendería si una persona al azar me
besara de la nada. Bueno, tal vez no si se pareciera a él. Fingiría estar
ofendida, pero por dentro, estaría dando volteretas.
—¿Mentí? 19
—Mmhmm. Ya sabes por qué me besaste.
—¿Lo hago?
Mis ojos buscan mi lista, que está en el suelo junto con mi bolígrafo y el
folleto de Hunter Airways. Deben haberse caído cuando estaba ocupada
metiéndole la lengua en la garganta.
Mierda.
—No.
Una azafata aparece a nuestro lado. Ella está mirando al inglés sexi.
Santo…
De hecho, trago porque... bueno, dice esas palabras con ese acento
inglés, tan increíblemente caliente.
—Boston. —Sonrío.
Deja escapar una profunda risa. Resuena en mi pecho, dejándome con
una cálida sensación de brillo.
Puedo imaginarlo.
—¿Puedo verla?
—No, no puedes verla —le digo, ofendida porque cree que puede.
—¿Por qué no? ¿Qué hay allí? —Se está inclinando más cerca, con
curiosidad escrita en su rostro.
23
Me alejo.
—¡Oye!
—¡Devuélveme eso!
Bastardo.
24
Caigo de nuevo en mi asiento, mi rostro se siente como un soplete.
Él ríe.
—Lo siento. Pero no tienes por qué avergonzarte. Es una buena lista. —
Mira de nuevo a mi lista—. Tener sexo con un extraño —continúa
leyendo—. Tener sexo con un extraño al aire libre. Sabes que puedo
ayudarte con todo esto, ¿verdad? —Levanta una ceja.
Mierda.
—¿Qué? —chillo.
—No voy a ir al baño del avión contigo. —Mi voz todavía es chirriante, y
esa sensación de vergüenza se ha convertido en un sofoco total.
¿Horas?
—No lo creo.
¿Qué?
—Uno, no te follarías por lástima. Y, dos, nunca dije que te iba a follar.
Dije que te iba a dar sexo oral.
26
—Bueno, entonces no quiero sexo oral por lástima.
Se da cuenta y sonríe.
Me atrapó.
—Iré a tu casa contigo, para que podamos... bueno, puedas. —Le señalo
el rostro y luego mi entrepierna—. Hacer eso.
Me devuelve mi lista.
Si lo ofrece, lo tomaré.
Cuando tienes tan poco tiempo como yo, reflexionar sobre correcto e
incorrecto de las etiquetas sexuales claramente sale por la ventana.
Literalmente.
—Oye, hay una foto tuya... —Las palabras mueren en mi lengua cuando
en realidad leo el inicio.
Santa mierda.
Oh.
Oh, vaya.
—Lo hiciste.
—Por el amor de Dios, gime así otra vez, y te follaré aquí y ahora. Me
importa un carajo quien lo vean —dice en voz baja.
Bien, entonces.
—Y para que lo sepas, que me besaras fue la cosa más ardiente que me
ha pasado.
—Oh, salgo bastante. —Me lanza una mirada que me dice que Liam
Hunter sale regularmente.
—Oye, ¿por qué estás sentado en clase económica? Eres dueño del
avión. Deberías estar sentado en primera clase. O en un trono o algo
así. De todos modos, ¿no tienes tu propio avión para volar por todo el
mundo?
—Sí, lo harás.
Santos... escalofríos.
Estoy segura de que debe ser mayor que yo, pero no parece tan viejo.
—Solo me lo preguntaba.
31
—Tengo treinta y dos. Tu turno.
Vaya. Es diez años mayor que yo. ¿Qué tan caliente es eso?
Su expresión se congela.
—Aunque eres diez años mayor que yo. Un hombre mayor. Como un
sugar daddy sexi.
Él ahoga un sonido.
—Tengo treinta y dos, no cincuenta y dos. Y llámame sugar daddy otra
vez, y voy a rescindir la invitación oral.
Estoy en Inglaterra.
Tiro de mi equipaje de mano desde debajo del asiento que tengo delante
y lo cuelgo de mi hombro mientras espero a que Liam saque su bolsa y
su chaqueta del compartimento superior.
—Abren otra taquilla para mí. —De hecho, parece un poco avergonzado
de decirme esto.
—Gracias.
La mirada que me da... la siento hasta los dedos de los pies, solo
haciendo una pausa en el camino para prestar una atención especial a
mi vagina.
35
Se acerca, tan cerca que puedo sentir el calor de su cuerpo a través de
mi ropa. Y, Dios, es alto. Me domina. Tengo que inclinar la cabeza para
mirarlo.
—Sí, todos hacen lo que digo. —Su tono es bajo y sexi—. Pero tengo la
sensación de que vas a ser la excepción a la regla.
—¿Vas a quedarte allí todo el día, Boston? —dice por encima del
hombro—. ¿O vas a venir?
¿Venir? Definitivamente.
¿Y... Boston? Supongo que tengo un nuevo apodo.
—Hola. —Sonrío.
—Paul te la traerá.
Y me doy cuenta que estoy aquí, a solas con él, y que es muy probable
que tengamos sexo, o al menos, sexo oral.
Le echo un vistazo.
Me está besando.
—He esperado siete largas y malditas horas para probar esta boca de
nuevo —dice con voz ronca contra mis labios—. Mejor de lo que
recordaba.
Y es increíble.
Enrollo mis brazos alrededor de su cuello, mis dedos deslizándose en su
cabello. Es más suave de lo que esperaba.
—¡Jesucristo! —Salto.
Liam se ríe. Su boca todavía contra la mía, sus labios rozan los míos
mientras habla:
Mi cabello está despeinado por las manos de Liam, y mis mejillas están
sonrojadas.
La risa burbujea dentro de mí y tengo que taparme la boca con las
manos para frenar el ruido.
Pero este es el precio que tengo que pagar por todo lo que he hecho. El
precio que pago para poder morir.
—¿Liam? —grito.
—Estoy en la cocina.
—Me duché —le digo—. Me sentía asquerosa después del vuelo. Espero
que haya estado bien.
—No hay problema en absoluto. Pensé que tendrías hambre, así que
hice pollo salteado. No eres vegetariana, ¿verdad?
Cocinó.
Me enderezo.
Liam me mueve para enfrentarme a él. Su mano se eleva hasta mi cola
de caballo. Me arranca el lazo y me pasa los dedos por el cabello.
Mierda.
—Boston, te voy a lamer tan bien, y te voy a hacer venir tan duro que
vas a rogarme que te folle.
—Más ancho.
Liam se inclina hacia adelante. Deslizando sus manos bajo mis muslos,
me tira de la cama hasta que mi culo está en el borde. 44
Se pone de rodillas. No puedo quitarle los ojos de encima.
—Eres tan sexi —me dice mientras me pasa un dedo por los pliegues,
haciéndome temblar.
—Oh, Dios mío. —Mi cabeza cae de nuevo sobre la cama, y mis dedos
agarran el edredón que cubre la cama.
Así que, lo hago. Sigo frotando sin vergüenza mi coño contra su boca.
Le grito a Dios y a Liam y tal vez hasta diga que Liam es Dios.
—Eso fue...
Cuando está completamente envainado, levanta sus ojos hacia los míos.
—Te sientes tan bien. Incluso mejor de lo que imaginaba —su aliento
susurra sobre mis labios.
Puedo sentir su corazón latiendo contra el mío mientras su pene está
enterrado en mi interior.
Liam gime, y suena como puro placer. Me hace sentir muy excitada
cuando me doy cuenta de que lo estoy afectando de esta manera.
—Dime que estás cerca, nena, porque no puedo aguantar más. Quería
durar, pero eres tan sexi, y esperé demasiado para follarte.
Estoy cerca, pero sabiendo cuánto tiene que venirse, decido ayudar en
el proceso. Alcanzo una mano entre nosotros y empiezo a frotar mi
clítoris con los dedos.
—Claro que sí, carajo. Eso es, tócate. —Sus ojos vuelven a los míos.
Están todos oscuros de lujuria—. Eres tan hermosa, Taylor.
Me rio.
Me mira, con las pestañas oscuras abanicándose mientras parpadea.
—¿Qué?
Sonríe ampliamente.
—Y tú, Boston, no eres como cualquier otra mujer que haya conocido
antes.
Le echo un vistazo.
50
—¿No se suponía que estuvieras en ese vuelo?
—No, tenía que regresar mañana, pero la reunión de hoy se canceló, así
que decidí regresar. Y estoy muy contento de haberlo hecho.
Le doy una última mirada al edificio de Liam, tocando mis labios con
51
una mano. Sonrío al recuerdo que me acaba de dar, pero siento una
pizca de tristeza porque no lo volveré a ver.
Traducido por malenajc19
Corregido por Dai
¿Liam?
—¿Liam? 52
—El único e inigualable.
Él suspira.
—¿Hiciste la llamada?
—No, mi asistente la hizo —dice, como si no hubiera nada malo con
ello.
Me rio.
—Claro que sí. Doy un increíble sexo oral. Y follo… duro. —Eso me hace
temblar—. Y también cocino salteados a chicas de Boston que hacen
listas y no paran de hacer preguntas.
—Quiero saber aún más lo que tienes puesto. —Su voz baja una octava
más sonando sexy y seductora.
—¿Estoy en bragas?
—¿Qué? ¿Braguitas?
Y funciona.
Lo escucho gemir.
—Así que, sí. —Se aclara la garganta—. Tengo tus braguitas. Las
braguitas que dejaste en mi casa después de escaparte esta mañana.
—Es lo mismo.
—No. Desperté con una furiosa erección y no estabas allí para poder
follarte. Así que tuve que venir a trabajar, luciendo una enorme
erección. Está haciendo que mi personal levante sus cejas.
—¡Es pervertido! Has estado caminando por ahí con mis braguitas en la
mano.
Dios santo.
—¿Alguna vez te han dicho que eres extremadamente mandón?
—No soy mandón. Solo soy un hombre que sabe lo que quiere, y ahora
mismo, te quiero a ti. Quiero estar entre tus muslos con mi pene bien
dentro de ti, follandote duro. ¿Eso está bien para ti?
Oh Dios mío.
—S-sí.
¡Santa mierda!
Creía que lo de anoche sería algo de una sola vez. Pero, ahora, él
vendrá, y vamos a tener sexo de nuevo.
Oh dios mío.
Y ahí está Liam. Lleva un traje gris carbón de tres piezas con una
camisa blanca y una corbata gris, y se ve muy sexy.
—Sí, señor.
—Bueno, las personas generalmente hacen lo que les digo sin quejarse.
—Excepto yo.
Me encanta demasiado.
—Mandón —farfullo.
—No escuché ninguna queja anoche cuando mi cabeza estaba entre tus
piernas, haciéndote venir. Ahora, desnúdate.
Después de ese pequeño discurso, no tengo nada… nada más que
bragas mojadas y pezones duros.
Me quito primero el sujetador, amando como sus ojos van a mis pechos
y parecen quedarse allí. Engancho mis pulgares en el elástico de mis
bragas y las deslizo por mis piernas, haciéndolas a un lado.
Mi parte tímida quiere cubrir mi cuerpo con mis manos, pero me niego
a ser esa chica tímida.
—Cosas que te harán venir por días. Ahora, sube a la maldita cama.
Todo lo que quiero hacer es pasar mi lengua por todo ese vello y seguir
el rastro feliz que llega hasta esos pantalones, para llegar a lo que sé
que me espera allí.
Liberando su pene.
Sabía que era grande por como lo sentí dentro de mi anoche, pero
ahora, mirando su pene en la luz del día, me pregunto cómo diablos
entro.
No tengo mucha experiencia dando sexo oral. Pero quiero que esto sea
increíble para Liam, así que lo doy todo para que se sienta tan bien
como él me hace sentir a mí.
—Ahora —dice.
No discuto porque sé que lo que sea que tenga en mente significará más
placer para mí.
Con mi rostro presionado en la almohada, escucho a Liam moverse, y
luego se sube a la cama. Un condón cae sobre la almohada al lado de
mi cabeza.
Toma una de mis muñecas y luego la otra, y las junta sobre mi cabeza.
Comienza a atar su corbata alrededor de mis muñecas.
—No te preocupes. Tengo planes para ti esta tarde que no requieren que
estés atada a la cama.
62
Ata mis muñecas a la cabecera de metal, usando lo que queda de la
corbata.
—Ay —siseo.
—No.
Pero, te estás muriendo Taylor. Así que, ¿por qué diablos no? ¿Qué tienes
que perder?
—Nop.
Sus manos agarran mis caderas y me levanta. Levanto mis piernas para
poder sostenerme. Dios sabe cómo ya que mi cuerpo en este momento
se siente como gelatina.
El sexo con Liam es mucho más. Hay tantos sentimientos que vienen
con ello… y es tan increíblemente intenso, es una sensación de que
estoy a medio camino entre la locura y el éxtasis cuando estoy con él. 64
Empuja su dedo dentro de mi otra vez, y empieza a follarme con él.
Giro la cabeza para poder verlo poner el condón en ese magnífico pene
suyo. Su pene apunta hacia arriba, viéndose duro y listo para follarme.
—Te ves tan hermosa ahora mismo —dice con una voz baja y áspera.
No puedo recordar que algún hombre con el que haya follado me haya
dicho hermosa… excepto por él.
Levanto la mirada hacia él, lo que hace que el lazo que está en mis
muñecas se tense. Pica, pero me gusta la picadura del dolor.
—Sí —susurro.
Asiento.
—Mierda sí, eso es, nena. Dios, desde el momento en que puse mis ojos
en ti supe que serias caliente.
—Es todo músculo, nena. —Me muerde el hombro con sus dientes, y
luego se levanta, apartándose de mí.
67
Decido que esa es mi parte menos favorita de tener sexo con Liam, él
saliendo de mí. No me gusta la sensación de perder su calor de mi
cuerpo.
—¿Qué está mal con esta habitación? ¿Estás diciendo que las
habitaciones de tu hotel son una mierda?
Me toma en sus brazos, y nos desliza por la cama hasta que estamos
frente a frente, con las piernas enredadas y abrazándonos.
—Lo que quiero decir es que deberías estar en una habitación mejor.
Deberías estar en una suite.
—No necesito una suite. Solo soy yo. Esto es todo lo que necesito.
Otra sonrisa.
—¿Por ejemplo?
—Tú.
—¿Mi lista?
—¿Lo harás?
—Normalmente, no hago nada más que follar. Pero estás sola en este
país, y parece que podrías necesitar un amigo mientras estés aquí. ¿Por
cuánto tiempo estarás aquí?
—Entonces, follaremos durante las dos semanas que estés aquí, ya que,
por alguna extraña razón, a mi pene le gustas un montón. Y cuando no
estemos follando, te ayudaré a completar tu lista.
Está duro.
—Solo tengo dos semanas para poder follarte. Entonces, si, otra vez.
—Háblame de la lista.
Giro mi cabeza sobre la almohada para mirarlo. Gira su rostro hacia mí,
encontrándose con mis ojos.
Quiere una razón. No es como si pudiera decirle toda la verdad, así que
voy con una media verdad.
71
Miro hacia el techo.
—¿Por qué esperar tanto tiempo para hacer las cosas de la lista?
Pero no hay nada que minimice el hecho de que mi familia murió por mi
culpa.
Porque el tumor ha vuelto y estoy lista para morir. Estoy lista para
unirme a mi familia. Solo quiero hacer algunas cosas antes de irme.
—Porque... es el momento.
Liam tiene el toque de Midas en los negocios, no son mis palabras. Era
una cita de un artículo que leí sobre él.
Me pongo de lado, así estoy frente a él, poniendo mis manos debajo de
mi mejilla.
73
—¿Y cómo es eso?
—No hay nada más probable que matarte por caer en picada desde los
nueve mil cien kilómetros del altura. —Bueno, excepto un tumor en
crecimiento en tu cerebro.
Me sonríe. Es una sonrisa tan infantil, que lo hace parecer años más
joven que los treinta y dos que sé que tiene.
No estaba pensando.
Y todo lo que tengo es esta maldita lista que voy a completar. Voy a ver
esta ciudad donde creció mi madre, el lugar donde conoció a mi padre y
se enamoraron. Voy a hacer todas las estupideces que quería hacer a
los dieciséis años... y luego dejaré que este tumor me mate.
¿Por qué tuve que salir esa noche? ¿Por qué insistí en dormir en la casa
de mi mejor amiga? ¿Por qué tuve que pedirle a mi madre que lavara mi
sudadera con capucha favorita para poder usarla en el vuelo que
debíamos tomar al día siguiente? El vuelo que nos traería a Inglaterra.
¿Por qué la secadora tuvo que tener una falla e incendiarse? ¿Por qué,
unas semanas antes, hice que mi padre sacara las pilas de la alarma
contra incendios porque seguía sonando todo el tiempo?
¿Por qué no pude haber muerto en casa con ellos en lugar de tener que
morir aquí sola?
—¿Taylor?
76
Me vuelvo hacia él. La pena se ha ido, y estoy aliviada.
—¿Qué?
Asiente.
—¿Lo hacemos?
77
Traducido por Taywong
Corregido por Flopyta
—Recuerdo todo fuera de esa lista. Especialmente el, tener mucho sexo,
y tener sexo al aire libre. —Me muestra una sonrisa lasciva.
Con mi rostro rojo llameante, mis ojos se mueven hacia Paul sentado en 78
el asiento del conductor.
—Jesús, Liam —siseo—. Paul está sentado allí mismo. Puede oírte.
—No señor.
—Sabes, necesito una cita para hacerme el cabello —le digo mientras
empuja la puerta del salón para abrirla.
—¡Liam!
No puedo creer que me haya traído al salón de una mujer a la que solía
follar.
O tal vez todavía folla.
—Ha pasado demasiado tiempo desde la última vez que te vi —le dice.
Además de ser hermosa, tiene un increíble acento inglés.
Cálmate, Taylor.
—Dios, sí, eso fue hace seis meses. Esa fue una buena noche. —Le
sonríe. Es una especie de sonrisa soñadora. 80
Un tipo de sonrisa de sexo.
Ugh.
—Sí, fue una buena noche —dice Liam—. Megan, esta es Taylor —
finalmente él decide presentarme.
—¿Seda de caramelo?
Toco los bordes de mi cabello, que cuelga unos centímetros más allá de
mis hombros.
Yo diría que sí a todo lo que dice Jamie. Él solo suena tan entusiasta y
como si realmente supiera de lo que está hablando. Y dijo que tengo
una gran estructura de mandíbula y óseo, así que realmente me gusta.
—De acuerdo.
—¿Lo hice?
—No. No lo hizo.
Me giro para ver a Liam entrar por la puerta. En lugar de sentirme feliz
de verlo, me siento enojada.
—Oye. —Liam agarra mi brazo cuando acabo de salir del salón—. ¿Qué
pasa?
—Lo hice.
—Porque puedo.
85
—Porque puedes. —Aprieto mis dientes.
Estoy enojada por el dinero, pero en realidad estoy más enojada sobre
Megan. Es estúpido, lo sé, pero es lo que es.
—Sé que no eres un caso de caridad. Solo pensé que sería algo bueno
de hacer.
—No. —Sí.
—Sí. No me gusta que la gente pague por mí. Pago a mi manera en este
mundo.
Trago.
—Y-yo... creo que puedo vivir con eso. —Mi voz tiembla con una
necesidad repentina. Una necesidad por él.
Es un beso que me debilita las rodillas. Tengo que agarrar sus brazos,
para no caer.
—Podría comer —digo, todavía sin aliento por su beso—. Pero yo pagaré
por la cena.
—Ah, ahora, solo estás retorciendo mis palabras. Dije que siempre
había querido follar a una prostituta...
—No. Porque la gente preferiría ser follada por mí que follar por mí.
—Lo es. ¿Por qué siento que hay algo más en esa declaración que
Megan siendo amable?
—Es bonita.
Estoy tan frustrada que ni siquiera me río, así que solo suspiro y vuelvo
a mirar por la ventana.
—No compré el salón para Megan. Le presté el dinero. Me pagó una vez
que el negocio comenzó a ganar dinero.
Él suspira.
Levanto un hombro.
Su boca se tensa.
—Tienes razón. Hubiera sido de mal gusto. Puede que tenga muchas
fallas, Boston, pero el mal juicio no es una de ellas. No he tenido sexo
con Megan. Tampoco intento tener sexo con Megan.
Obviamente estoy ansiosa por pelear con él. ¿Pero por qué?
Liam niega con la cabeza lentamente, sus ojos oscuros fijos en los míos.
—Creo que ambos sabemos que tú y yo somos más que amigos. Creo
que mi pulgar en tu culo mientras te follaba el coño con la polla debería
haberte confirmado ese hecho.
—No soy grosero. Solo soy un hombre que sabe lo que quiere. Y cuando
quiero algo, lo tomo. No ando con cautela. Como cuando tomé tu culo
antes. La próxima vez, será mi polla allí. —Se inclina más cerca, por lo
que su aliento roza mis labios—. Y te follaré duro... con tanta fuerza que
mi nombre quedará grabado en tu laringe cuando grites.
Santa mierda.
Mis ojos se abren de par en par para encontrarse con los suyos.
—¿Estabas qué?
—Estoy de acuerdo.
—Solo con los bostonianos que hacen listas calientes. —Da una sonrisa
juvenil—. Hablando de listas, ya llegamos.
—Sí, cantar en público. Cam tiene una banda residente. Esta noche es
noche de karaoke, por lo que es la oportunidad perfecta para que lo
elimines de tu lista.
—Oh... no sé. Estaba pensando que tal vez haría una cosa por día. Y el
cabello constituye una sola cosa.
Liam ríe.
—No estoy siendo una gallina. Yo fui quien lo puso en mi lista, ¿verdad?
—Bien, hagámoslo.
Él sonríe ampliamente. 94
—Esto va a ser épico.
Salimos del auto con Liam diciéndole a Paul que se vaya y que él
llamará cuando sea necesario que nos recojan.
—Estaré sola para cuando empiece a cantar porque mi voz limpiará este
lugar.
Liam ríe.
—Tendré lo mismo —me dice Liam—. Cam, ¿puedes hacer que Nancy
nos prepare hamburguesas y patatas fritas?
Me dirijo a la voz que se acerca. Un tipo con cabello castaño, que tiene
aproximadamente la misma altura, pero no es tan corpulento como
Liam y es más ágil que musculoso, camina hacia nosotros.
—Eddie, amigo.
Hacen ese gesto de apretón de manos y medio abrazo que los hombres
hacen.
—Con todo mi corazón. —Liam ríe entre dientes, golpeando una mano
sobre su pecho.
—Sí, primer día en Eton. Conocí a Eddie y a ese imbécil. —Liam asiente
hacia Cam, que acaba de aparecer detrás de la barra.
—Guau, ¿ustedes fueron a Eton? ¿No es realmente una escuela de
élite? —Suena como una sorpresa, lo que no quise decir en absoluto. No
me imaginaba que Liam fuera un chico de escuela privada.
—Yo, por otro lado, no defraudé a mis padres —dice Eddie con aire de
suficiencia. 97
Cam le da el dedo medio.
—Me tomó un tiempo, pero valió la pena. Aun así, después de todos
esos años, no hago ni rastro de lo que Hunter gana en un año. ¿Cuál es
tu valor neto hoy en día, Hunter? ¿Has alcanzado la marca de los mil
millones de libras?
—Apuesto a que tus padres están muy orgullosos de lo que has logrado
—digo a Liam.
—No te preocupes por eso. —La voz de Eddie viene a mi oído—. Liam es
sensible con su familia. No entraré en sus asuntos personales porque es
su mierda. Él te dirá si quiere que lo sepas. Todo lo que diré es que el
padre de Liam es un desperdicio andante de buen oxígeno.
—Sí —respondo.
—Um-hum.
Liam les contó a Eddie y a Cam todo sobre la lista de cosas que yo
quería hacer, excepto las relacionadas con el sexo. Afortunadamente no
se los dijo. Y tampoco entró en los detalles de por qué tengo la lista, que
es otra cosa por la que estoy agradecida.
—A ti también. Así que, ¿quieres cantar con nosotros esta noche? ¿Sólo
una canción?
—No te preocupes. Tengo las partituras. Liam la eligió para ti. Insistió
mucho en que la cantaras.
—Oh, lo hizo, ¿verdad? —Me encuentro con los ojos de Liam al otro lado
de la barra y observo como una enorme sonrisa se extiende por su
rostro. 101
—Aquí está la letra. —Lee me da una hoja de papel con la letra.
Esta canción es sobre una mujer que se hace venir mientras piensa en
el hombre que quiere.
Bastardo.
—Gracias.
—Supongo...
Liam va a pagar por esto. Puede olvidarse de tirar del cabello y follar
más tarde. A este paso, el tipo va a dormir solo con su mano como
compañía.
—Dieciséis. De acuerdo.
—Así es.
—Ella estuvo más que genial, imbécil. Ella estuvo muy caliente allá
arriba —le dice Eddie.
—Lo hiciste muy bien —me dice Cam otra vez—. Déjame invitarte un
trago por cuenta de la casa.
—Puedes pagar por la tuya, bastardo tacaño —le dice Cam. Agarra una
botella y abre la tapa, poniéndola en la barra frente a Eddie.
—¿Qué hay de mí? —dice Liam—. ¿No me ofrecen un trago por aquí? —
Agita su botella de cerveza vacía.
—Estás listo para cantar. Pensé que querrías mostrar tus habilidades
de serenata asesina a Taylor. Porque todos sabemos que lo quieres de
esa manera —se ríe Cam, una sonrisa que come mierda en su rostro.
—¿No lo hiciste?
—¡Dime por qué! —Cam apenas saca las palabras porque se está riendo
mucho.
Liam parece un asesino, lo que sólo hace que Eddie y Cam se rían más.
—Lo que sea que te digan, es mentira. —Levanta sus ojos sobre mi
cabeza, nivelando a ambos con una dura mirada—. Y si yo fuera
ustedes dos, dormiría con los ojos abiertos de ahora en adelante. —Sus
ojos vuelven a mí—. Recuerda, Boston, son mentiras. 105
—Son mentiras. Lo tengo.
De acuerdo...
Eddie me dice:
106
—Estábamos sentados en el parque, emborrachándonos con sidra
barata, cuando Liam se pone de pie y de repente anuncia que tiene esta
maravilla. —Enfatiza con las manos, riendo—. La idea y que Sophie lo
perdonará y volverá a juntarse con él.
Cam se ríe.
—La misma canción. —Eddie me golpea el puño—. Sophie era una gran
fan de Backstreet Boys. Así que, ese idiota de ahí pensó que podía
recuperarla dándole una serenata con su canción favorita.
—No lo hizo. Pensó que ella le estaba ocultando algo, así que siguió
cantando, hasta que llegó la policía.
—¡Oh, Dios mío! —me estoy riendo tan fuerte, imaginando a un chico
de dieciséis años que le da una serenata a su chica para ganársela de
nuevo—. Entonces, ¿volvió con Sophie? —pregunto, secando lágrimas
de risa de mis ojos.
—No —se ríe Eddie, moviendo la cabeza—. La vecina que había llamado
a la policía les contó a ella y a sus padres lo que había pasado cuando
llegaron a casa. Sophie ni siquiera miraría en su dirección después de
eso.
—Pobre Liam.
—No te sientas mal por él. Tenía una fila de chicas esperando para
acostarse con él después de oír lo que había hecho. Por alguna razón,
todos pensaron que era muy romántico, poner su corazón ahí fuera y
cantarle a Sophie. Hunter folló mucho ese año —me dice Cam.
—Creo que lo que hiciste fue muy dulce. —Me vuelvo en mi asiento para
enfrentarme a él—. ¿Cantar así para tratar de recuperar a tu chica?
Nadie ha hecho nunca algo así por mí.
Desliza sus manos por mis muslos, me separa las piernas, se asegura
de que mi falda todavía me cubre, me acerca más, así que estoy casi a
horcajadas sobre él.
Cam saca tres botellas del refrigerador. Quita las tapas y las pone en la
barra. Entonces, parece que se congela. Sus ojos están fijos en algo
sobre mi cabeza.
¿Quién ha entrado?
Liam frunce el ceño y luego se vuelve hacia donde Cam está mirando.
Sigo su mirada. Hay un tipo rubio, de unos dos metros, parado ahí.
Diría que tiene más de 30 años, pero es difícil verlo bien desde aquí.
—Le haré saber que estás aquí. —Cam echa una mirada nerviosa a
Liam, que está mirando a Jeremy como si quisiera matarlo.
—No sabía que Nancy era tu tipo, ella era soltera y todo eso. Y pensé
que tenía mejor gusto, pero claramente no.
—Mira, Liam....han pasado siete años. ¿No crees que sea hora de
enterrar el hacha de guerra?
Liam se vuelve hacia Cam, con las manos dobladas alrededor del borde
de la barra.
112
—¿Está viendo a Nancy? —dice Liam en voz bajo.
—Y ahora no lo somos.
—Porque, por supuesto, sería algo que hice. Suena muy bien. —La risa
de Liam es seca, pero puedo escuchar el dolor debajo y me
interrumpe—. No es el perfecto Jeremy Bentley. Nunca haría nada
malo. ¿Pero yo, el hijo bastardo de una stripper? Sí, definitivamente
haría algo malo. —Se aleja del bar.
Sus ojos se mueven hacia los míos. La mirada en ellos me hace querer
encogerme en mi asiento. Posiblemente salga de la cabina mientras esté
en movimiento.
—Sí, me excita.
—Eso es, nena. Folla mi dedo. Igual que te voy a follar con mi polla.
Dios, ahora tengo muchas ganas de follarte. Quiero doblarte sobre este
asiento, levantarte la falda, bajarte las bragas y meter mi polla dentro
de ti. Quiero follarte aquí mismo, en la parte de atrás de este taxi,
mientras el conductor mira, celoso porque yo soy el que está dentro de 115
ti, follándote.
Liam me está follando con su dedo y estoy lista para más. Entonces,
saca abruptamente su dedo y gimo por la pérdida.
Sin decir una palabra, Liam saca algunos billetes de su cartera y se los
tira al conductor.
Abre la puerta y me agarra de la mano, sacándome del taxi. Comienza a
caminar rápido hacia su edificio, y yo tengo que apresurarme a seguirle
el ritmo.
Sólo lo quiero a él. Ahora. No importa lo que pase, sólo quiero que esté
dentro de mí.
Sus manos pasan por debajo de mis muslos, empujándome por la pared
del ascensor.
Empuja una mano entre nosotros y empieza a frotar sus dedos sobre mi
clítoris.
—Siempre tan mojada para mí. —Le da a mi coño una bofetada,
haciéndome jadear. Dejándome, su mano va a mi culo junto con la otra,
también—. Pronto voy a follar este culo —dice bruscamente, clavando
sus dedos en las mejillas de mi trasero.
Mi cabeza cae hacia atrás contra la pared con un ruido sordo, mis ojos
cerrados por la sensación de que él me llenaba tanto.
—Liam —gimo.
—Levanta tu camiseta. Quiero ver tus tetas —dice con voz ronca.
Me pega en el culo.
No usamos condón.
No voy a estar por aquí el tiempo suficiente para que importe si consigo
una. Y valió la pena sentirlo desnudo y caliente dentro de mí.
Luego, toma mi falda. Levanto las caderas y dejo que me la baje por las
piernas. Luego, me quita la blusa y el sostén.
—No.
120
Traducido por AnotherGirl
Corregido por Flopyta
Liam tenía mucha ira que joder, y yo estaba más que dispuesta a ser su
compañera en su esfuerzo.
Me siento y sirvo cada café mientras Liam sirve los huevos y el tocino.
Se sienta frente a mí y recoge su café.
A la luz del día, veo una terraza en la azotea a través del panel de cristal
completo de la cocina. —¿Tienes una terraza en la azotea?
—¿Cuáles son tus planes para hoy? —me pregunta mientras mastica el
tocino.
—No estoy segura. No soy realmente una planificadora. Soy más del
tipo de improvisar.
—Bien, porque tengo algo preparado para ti para esta tarde, ¿si eso está
bien?
—Está bien —digo con dudas—. Pero debo decir que no me gustan las
sorpresas, por si no me gustan.
Sonríe.
—Jesús, Taylor. ¿Estás bien? —La voz de Liam suena como si estuviera
bajo el agua.
—Pastillas. Mi bolso.
Escucho que Liam me dejó. Me giro hacia mi lado, enrollándome en una
bola. Mis manos agarran mi cabeza, mis ojos apretando fuertemente,
deseando con todo mi corazón que el dolor se detenga.
—Las tengo. —Ha vuelto. Suena sin aliento—. Este era el único frasco
de pastillas que encontré en tu bolso. También traje agua. ¿Cuántas
tomas?
—Abre, cariño.
Siento las pastillas presionando mis labios. Separo los labios y Liam
mete las pastillas en la boca. Entonces, siento una botella de agua en
mis labios.
—Sí.
—Bien.
—Estoy bien.
—No fue eso. Yo sólo.... a veces tengo dolores de cabeza. Nada de qué
preocuparse.
Me mira fijamente.
No puedo decirle que sólo soy así porque no tengo nada que perder, así
que no tengo nada que temer. Y quiero experimentar todo lo que pueda,
incluso las cosas que me asustan, antes de ir con mi familia.
Así que sonrío y deslizo una mano por su pecho desnudo, hacia el sur, 126
como una distracción para mí, pero Liam me toma de la mano.
—Lo estoy. Eso fue sólo un pequeño vértigo después de estar acostada
tanto tiempo.
—Mentira. —Me mira con incredulidad.
—Estoy bien.
—Boston, siempre estás bien para chuparme la polla. Todo lo que tienes
que hacer es pedirlo y yo la sacaré para ti. A cualquier hora del día, no
importa dónde estemos, sólo pídelo, y mi polla es tuya para que hagas
lo que quieras.
128
Traducido por Taywong
Corregido por Flopyta
Me puse maquillaje, una sombra de ojos beige claro y brillo rosa pálido
en mis labios. Mi cabello rosa dice mucho hoy en día, así que el
maquillaje tiene que ser neutro para que no parezca una muñeca. Como
hace calor afuera, he optado por usar mi camisa vaquera con un 129
cinturón marrón en la cintura, y tengo puestas mis botas marrón, que
solo tienen un tacón pequeño, ya que no sé si vamos a caminar o no.
No necesito complicaciones.
—¿Estás lista?
—Bajaré en un momento.
No tengo que esperar mucho por un elevador. Recorro los cuatro pisos,
emocionada por ver a Liam, lo cual es una locura porque lo vi hace solo
una hora.
—De verdad. —Me sonríe, con una mirada suave en sus ojos.
—Arriba. Es un techo abierto, así que puedes ver todo lo que Londres
tiene que ofrecer.
—De verdad.
Sus dedos bajan por mi mejilla, su tacto es ligero como una pluma.
—Solo estarás aquí dos semanas. Quiero que todos los días sean
geniales para ti. —Inclina su rostro hacia el mío, presionando
suavemente sus labios contra los míos.
—Supongo que será mejor que nos sentemos —le susurro a Liam.
Una gran sonrisa se extiende por mi rostro cuando veo lo que está
sentado en el asiento delantero.
—Lo hice.
Los ojos de Liam están brillando en los míos. Su mano acaricia mi 134
mejilla.
—Supongo que fue una buena decisión venir aquí entonces. —Liam ríe
entre dientes.
—Fue una gran decisión. —Voy más despacio, así que caminamos uno
al lado del otro.
—Sí. —Asiento con la cabeza—. Solo... odio las atracciones. Bueno, tal
vez no odiar, pero definitivamente me desagradan en una cantidad
significativa.
—No. Pero cinco minutos es mucho tiempo para un viejo como tú, así
que tal vez deberías sentarte. —Sonrío con suficiencia.
—Eso, y —roza sus labios sobre los míos—, porque tu boca inteligente
me pone la polla dura en los momentos más inapropiados.
Sus labios tocan los míos otra vez, y siento su erección presionando mi
cadera.
—Estaba pensando.
—Gracioso. —Le saco la lengua—. No, está en mi lista. Tengo que hacer
algo que me asusta.
—Si recuerdo bien, decía, haz algo que te aterrorice hasta el punto de
orinarte en los pantalones.
—¿Ahora? —chillo.
Cierto.
—Abajo por ahora. Aunque sigue hablando así, y hará otra aparición.
—De acuerdo, bueno, ¿qué hay de la comida? ¿No deberíamos comer
primero? —Me estoy demorando totalmente.
Ahí es cuando veo que estamos de pie frente a una montaña rusa.
—¿Bragas de chica grande? ¿En serio, Hunter? Eso podría ser lo menos
sexy que he oído en mi vida.
—De verdad. —Me da una sonrisa sexy. La mirada en sus ojos es como
si me estuviera imaginando en ellos ahora mismo.
—¿Lo estamos?
—Estamos enloqueciendo.
—Mmhmm.
—Mmhmm.
142
Se ríe entre dientes.
—Haz algo por mí. Piensa en cuando lleguemos a la cima del viaje.
Dios, por favor, no me dejes tener dolor de cabeza ahora. Ahora no.
—No soy valiente, nena. Muchas cosas me asustan. —Me mira a los
ojos, y la mirada en ellos hace que mi corazón lata más rápido—. Me
niego a dejar que esos miedos me controlen.
Así que, lo hago. Le miro a los ojos que me recuerdan al otoño, y no 143
miro para otro lado.
—Mi abuelo solía estar en las Fuerzas Aéreas Reales cuando era más
joven —me dice Liam—. Le encantaba volar. Tenía su propio avión.
Todavía lo tiene. Cuando tenía doce años, me dijo que pensaba que era
hora de que aprendiera a pilotar un avión.
—¿Volaste un avión cuando tenías doce años? —Le doy una mirada de
sorpresa.
Liam ríe.
—Entonces, ¿volaste este avión cuando tenías doce años? —le pregunto.
Podría verlo haciendo una locura como esa.
—El abuelo me dijo que saldríamos el fin de semana. Así que, durante
toda la semana anterior, me preocupé, y cuanto más lo pensaba, peor
me sentía. No se trataba de estar en el cielo. Me encantaba eso. Era la 144
idea de que quería que hiciera algo... tan grande. Cuanto más cerca
estábamos del fin de semana, más miedo tenía. Incluso pensé en fingir
una enfermedad, para no tener que ir. Pero entonces supe que lo iba a
reprogramar para otro momento. Y...
—¿Qué dijo?
—¿Qué dijiste?
Dulce Jesús.
Puedo ver todo Londres desde aquí arriba. El sol se está poniendo a lo
lejos, y la vista es increíblemente hermosa, como Liam.
—Así que… —sus ojos dejan los míos para mirar por encima de la
vista—, ¿te sientes libre ahora mismo?
Sus palabras son interrumpidas por los fuertes gritos que nos rodean
mientras la montaña rusa se precipita hacia adelante a una velocidad
vertiginosa.
Le sonrío, al menos lo mejor que puedo con los labios que han sido
forzados a poner en mi rostro.
Me siento viva.
Y es por su culpa.
Pero jugamos a dardos y Bull's Eye, que es básicamente tiro con arco y
tienes que dar en el blanco para ganar. Y jugamos un juego de disparos
en el que tienes un rifle de perdigones y tienes que golpear un naipe con
un perdigón. Fui especialmente mala en eso.
―Excusas, excusas.
Le saco la lengua.
―Estoy seguro de que estas latas están jodidamente pegadas― dice con
voz baja y gruñona, haciéndome reír.
―No creo que lo estén. Estoy bastante segura de que eso es ilegal. Solo
tienes un brazo débil, Hunter, y tu puntería es horrible.
Liam me dijo que solía jugar al rugby. Fue como se rompió la nariz,
aparentemente dos veces. Hombres y deportes: nunca lo entenderé.
―¿Cómo lograste lanzar un touchdown?
―El rugby no tienes touchdowns ―. Aprieta los dientes, por lo que sus
palabras salen en una sola sílaba. ―Se llama try2 y la posición en la que
jugué fue Winger3, y me exigía sobre todo correr rápido y anotar un try.
Él exhala por la nariz, lo que lo hace sonar como un toro enojado. Eso
me hace reír más fuerte.
Logró golpear las dos primeras, por lo que solo tiene siete latas más
para tirar.
Siete latas y una pelota. No veo que ocurra, pero si logra derribar a las
siguientes tres, ganará un premio, lo que significa que yo gano un
premio.
151
La cosa es que solo le queda una bola, y su objetivo es espantoso.
Él frunce el ceño.
que recibe una posición en un equipo de rugby union. Cada equipo posee dos wings o
alas (izquierdo y derecho), ubicándose como últimos jugadores en cada uno de los
laterales. Los wings son los jugadores más rápidos del equipo, independientemente de
su peso o talla.
―Así haces. Justo cuando te corres, tu cara se ve... bueno, justo como
lo hace ahora. ―Le hago un gesto con la mano en la cara.
―Lo siento. Por favor continúa. ―Agito una mano hacia él y me alejo.
Y falla
Punto justo.
Giro mi cabeza para mirarlo. Está entrecerrando los ojos al juguete que
he recogido.
Miro hacia abajo en mis manos, y creo que tiene razón. Es un juguete
de medusa tejido.
―Engancha al Pato.
―Pato.
―Deberías.
―Tal vez no. Pero es tu primera vez en una feria en Inglaterra, y tienes
que jugar―. Liam toma mi mano y parte, supongo, en busca de este
juego Engancha al Pato.
Encontramos uno unos minutos más tarde, y está cerrado. Todo tapado
con la lona que cubre la cabina.
―Está cerrado. No importa ― le digo.
―Uf― me quejo.
Liam se apoya contra el borde del falso estanque y cruza los brazos,
mirándome.
―Pequeño bastardo―siseo.
Liam se ríe.
―Oh.― Saco el pato del palo, pongo el palo contra el estanque, y coloco
el pato en la pequeña repisa a continuación―. Bueno, simplemente se
siente un poco... decepcionante4 ahora.― Me apoyo contra el estanque
al lado de él.
―¿Aquí?― susurro.
―Sí, pero esto apenas está en el exterior. Estamos en una carpa llena de
un estanque falso, patos de goma y juguetes baratos.
―Mmhmm. ―Él roza sus labios con los míos, suavemente, en broma―.
No me conoces, y yo no te conozco ―. Somos dos extraños con una
química insana que necesitamos follar.
―¿Dolió?
―Toda esa charla de nalgadas antes... pensé que te merecías una antes
de follarte.
Lo miro de vuelta.
―Al diablo con ser extraños. Solo sé tú. Porque me gustas, Liam Hunter.
Y amo lo que me haces. Cómo me haces sentir cuando estás dentro de
mí, follándome.
Sus palabras son ua dura realidad para mí. Pero no permito que ellas
me molesten o arruinen el momento.
Sus ojos oscurecidos en los míos, abre de un tirón el botón de sus jeans
160
y los empuja hacia abajo, dejándolos en sus caderas. Toma su polla en
su mano, acariciándola.
―Jodidamente mojada.
―Más amplio.
Lo miro a pesar de que esa bofetada fue tan caliente como la mierda,
abro las piernas todo lo que puedo.
―Liam―grito.
―Una chica tan sucia. Ahora, saca tus tetas para mí. Las quiero en mis
manos mientras te follo ― ordena en voz baja.
―Uno de estos días, te follaré donde todos puedan ver. Donde pueden
verme follar tu coño caliente y apretado. ―Las palabras gotean de su
boca.
O tal vez es solo él. Estar con él. Todo lo que Liam hace y dice me 162
excita.
Sí, tú lo eres. Tan perfecto que me haces desear que las cosas sean
diferentes.
Pero no lo son.
Pero lo hizo.
Él ríe.
Si solo...
Estaba un poco decepcionada por no pasar el día con él. Estaba casi
acostumbrada a estar a su alrededor.
Pero entonces me dijo que había hecho una cita para un día de spa en
mi hotel, bueno, su hotel, y que ese era su regalo. Le agradecí, pero le
dije que yo lo pagaría.
Él sólo sonrió y dijo que dejaría que lo agregaran a mi cuenta por pagar
cuando dejara el hotel.
Fue asombroso.
Tan mandón. Pero esa era una de las cosas que me gustan de él. Liam
sabe lo que quiere, y va por ello.
Por este momento, no era Taylor Shaw, la chica con un tumor cerebral.
Así que, le dije las cosas que solía desear antes de perder a mi familia.
Sabía que no iba a estar aquí para ver que todo sucediera, pero al
menos sabía que él sería feliz, haciendo lo que amaba.
Realmente tuve la mejor noche con él. Pero de nuevo, cada noche…
cada momento que pasaba con Liam era increíble.
Después del sexo, me cargó hasta el baño. Me puso sobre mis pies, me
sacó el vestido, y encendió la ducha. Pasamos tiempo lavándonos el uno
al otro. Cuando todo el jabón estaba enjuagado en él, me puse de
rodillas, tomé su polla en mi boca, y dejé que me la follara.
Pero el sexo fue diferente esa vez. Fue más lento. No el sexo alocado o 168
las folladas frenéticas que normalmente teníamos.
Después que ambos nos vinimos, Liam se quedó dentro mío por un
largo tiempo, sólo sosteniéndome y besándome, antes de eventualmente
moverse para limpiarse.
En todo el día de ayer no tuve ni uno, ni siquiera una punzada. Así que,
me preocupa que pueda estar pagándolo hoy.
Pero sé que toda el agua del mundo no va a solucionar lo que causa que
mi cabeza grite de dolor.
Está toda arrugada, pero huele como él, y eso es lo que me gusta, tener
el aroma de Liam alrededor mío.
Camino por el pasillo, mis fríos pies contra el piso de madera, después
de haber dejado la calidez de la afelpada alfombra del dormitorio. Paso
el cuarto de invitados y me detengo en la entrada del baño de invitados
que usé la primera noche que estuve aquí.
Dios, eso parece hace tanto tiempo. En realidad, sin embargo, fue hace
solo un par de días.
Que…
Estoy atrapada por el poder con el que su cuerpo se mueve. Sudor corre
como riachuelos por su nuca y sobre los músculos de su espalda. Su
piel está brillando.
No que sea una total pervertida y me lo esté comiendo con los ojos,
camino hacia él, moviéndome a su lado, para no aparecer detrás de él y
sobresaltarlo.
—Pensé que dormirías más tiempo ya que te tuve despierta hasta tarde
anoche.
El brillo en sus ojos me dice que está pensando en todo lo que hicimos.
Eso envía un cálido estremecimiento por mi columna y mariposas a mi
estómago.
—Recordaré eso para la próxima vez. —Liam recoge una botella de agua 171
sobre el sostén de la cinta, y toma un trago.
—Sí, estoy bien —miento con una sonrisa forzada—. Es solo toda la
champaña de anoche. Mi cabeza está un poco mareada.
—Serás un buen esposo para alguien algún día, Hunter. —Me las
arreglo para darle una sonrisa burlona.
—Sí, solo algunos problemas con una compañía que estoy comprando.
Necesito llamar a algunas personas. Gritarles —dice con una pequeña
sonrisa.
—Tremendo jefe.
Con todo el tiempo que pasó conmigo desde que llegué a Inglaterra, es
fácil para mí olvidarme que Liam tiene un trabajo diario, como en, mi
trabajo diario es ser el dueño de una compañía multimillonaria.
—Cuando digo eso, lo que quiero decir es, que follarte es mi nuevo
pasatiempo favorito. Pasar tiempo contigo, por supuesto, es un bonus.
—Buena salvada.
—Eso pensé. —Sonríe—. Así que, hoy… ¿qué hay de las compras?
Liam se ríe.
—La puerta al final de este pasillo, esa es la sala de cine. Está bien
provista de películas.
Camina hacia un armario, abre una puerta, toma una toalla, y se gira
hacia mí. Presiona la toalla en su rostro, secándose el sudor.
—Ah. Creo que voy a necesitar un libro con frases en inglés británico
para aprender estas cosas nuevas.
Me pongo de pie y doy pasos suaves hacia él. Me observa todo el tiempo.
Parada justo frente a él, presiono mi mano en su sudado y resbaladizo
pecho. Tengo la repentina urgencia de lamer el lugar dónde está mi
mano.
—Por supuesto.
Fuego destella en sus ojos, y su sonrisa regresa, más amplia esta vez.
—Despierta, dormilona.
¿Dónde estoy?
Pestañeo abriendo mis pesados ojos para ver los ojos otoñales de Liam
mirándome.
Dios, es hermoso.
No fue sino hasta la hora del almuerzo que me sentí medio humana, así
que me duché el olor a vómito mientras recordaba lo que Liam me había
hecho en la ducha esa mañana. Y a pesar que me hizo sonreír, en
realidad también me hizo sentir sola.
—Sí, pero estar aburrido contigo es mucho mejor que estar atrapado en
una reunión con un montón de hombres. Contigo, si los dos estamos
aburridos, al menos podemos inventar alguna diversión juntos. —Sus
cejas y sus labios se elevan, y puro sexo es lo que describe su
expresión.
Pongo mis pies juntos y me doy cuenta que están fríos. Levantando mis
piernas, pongo un pie dentro de la chaqueta de su traje, y el otro entre
sus firmes muslos.
—Mucho. Gracias.
—No. Pero confía en mí cuando digo, que vas a querer hacer esto. Esta
noche, vamos a revisar algo más de tu lista.
—Oh, ¿qué?
Liam se ríe.
A veces, me olvido de quién es Liam, como que tan rico es. Supongo que
es, porque no vive de manera excesivamente adinerada. Seguro, tiene
180
un lindo departamento, pero no es ostentoso. Va al pub con sus amigos
y me lleva a la feria.
—¿Solo asombroso?
—Nop. Eres fenomenal —digo, tirando mi cabeza hacia atrás para mirar
sus ojos. Lo beso de nuevo en los labios—. Y maravilloso. —Otro beso—.
E increíble. —Pongo mis manos en sus mejillas—. Eres perfecto, Liam
Hunter. —Acaricio con la punta de mi nariz la suya, mirando sus ojos
otoñales.
—Acepto todo eso. —Me empuja hacia sus labios, dejando un suspiro
de aire entre nuestros labios—. Pero quiero un beso de gracias
apropiado.
Así que le doy uno.
Sus ojos van desde mí, hasta el reloj de la pared y regresan a mí.
181
Traducido por Flor
Corregido por Lelu
—Estoy segura.
Puedo ver el palco privado de su compañía. Está muy por encima de los
asientos. Sé que se supone que los palcos son exclusivos, pero parece
estar demasiado lejos del escenario y de la acción.
Liam podría ser rico, pero él encaja perfectamente conmigo y con todos
los demás.
Dios, por favor no me dejes actuar como un caso perdido total cuando
los conozca.
Sus ojos se mueven hacia abajo para mirarme. Cuando digo mirar, es
más un deslumbramiento. Él no se ve feliz.
—¿Qué te pasa? —digo con una voz demasiado aguda para tratar de
hacer que él sonría.
Entonces, me golpea.
Me doy vuelta en sus brazos, así que estoy frente a él. Sus manos se
deslizan lejos de mis caderas.
Sus cejas se juntan tan fuerte que me sorprende que no esté estirando
185
los músculos de su frente.
—Vete a la mierda.
Sin embargo, tengo que decir que se siente bien estar del otro lado de
los celos. Aunque nunca puse a Liam Hunter por el tipo celoso. Pero, de
nuevo, nunca fui de las celosas, hasta que lo conocí.
No estoy segura de lo que dice eso acerca de mis sentimientos por él.
Honestamente, no voy a pensar demasiado en eso porque podría ser un
agujero de conejo en el que no quiero aventurarme.
Ahora quiero dar la vuelta al frente, así que no tengo que tratar con
super enojado Hunter.
—No soy una groupie, idiota. ¿Y no sabes nada? Jake Wethers está
felizmente casado con su novia de la infancia, y tienen como cien niños
juntos.
Puede que sepa una o dos cosas... o, como, casi todo sobre The Mighty
Storm. Soy una fanática de ellos, por si no lo hubieras adivinado.
Sus ojos están llenos de deseo y fijos en mí. Mi piel se siente febril y mis
pezones están duros. Y estoy casi segura que mis bragas también están
empapadas.
Pero no es por la razón por la que pensé que sería. No es porque The
Mighty Storm esté a punto de aparecer en cualquier momento.
Él es intoxicante.
Lo quiero.
—Cuando te lleve a casa más tarde esta noche, te follaré durante días.
Te joderé tan fuerte y minuciosamente que me sentirás semanas
después. Ese será tu castigo por hacerme sentir celoso. Porque no me
gusta sentirme celoso, Taylor.
Tal vez debería ponerlo celoso más a menudo si provoca este tipo de
respuesta.
—Quise decir lo que dije, Boston. Follar por días —enuncia las últimas
tres palabras.
Por un momento, solo deseo que las luces se apaguen nuevamente, 190
para poder darle un buen uso a la mano de Liam.
La multitud que nos rodea estalla en gritos, y luego veo que The Mighty
Storm comienza a caminar sobre el escenario.
¡Jake ya viene!
El chico podría quedarse allí toda la noche sin decir una palabra, y la
gente todavía saldría de este lugar y diría lo maravilloso que es. Él solo
tiene presencia, carisma y encanto y ese factor de simpatía sobre él.
Además, respira sexualidad, lo que sin duda ayuda.
Me inclino hacia atrás y envuelvo mis brazos alrededor de él. Miro hacia
arriba. Sus ojos me sonríen.
192
Traducido por ZombieQueen
Corregido por Lelu
—La banda debería estar en la sala verde, así que iremos hacia allí—
me dice Liam.
—No. Sí.
—Exactamente.
Pero... si Jake Wethers pidiera un beso, ¿quién sería yo para decir que
no?
Es una broma.
Un poco.
Santa mierda.
194
Allí están. The Mighty Storm está allí. En esta habitación. Conmigo.
Hay otras personas aquí, pero no puedo ver a nadie más porque todo lo
que veo es a Tom, Jake, Denny y Smith.
Jake me sonríe.
—Hola —dice.
Jake se ríe.
—UH Huh.
¿Niños?
¿Caridad?
Jake se ríe.
—Apenas lo hizo.
Liam asiente. Parece un poco incómodo, y ese rubor en sus mejillas está
de vuelta.
197
—No es un gran problema, pero mi contador parece pensar que sí. A él
no le gusta mucho.
Yo... no sé qué decir. Hay tantas cosas que podría hacer con su dinero.
—Bueno, creo que Taylor tiene razón, hombre. Es loable lo que haces.
Me dan ganas de hacer más. —Jake se frota la barbilla con una mano—
. Haré que Stuart hable con tu gente sobre cómo involucrarnos un poco
más, en la recaudación de fondos o algo así. Mi esposa, Tru, es dueña
de una revista. Ella dirige la oficina de Los Ángeles, pero la oficina aquí
en Londres está dirigida por su socia comercial, Vicky. Estoy seguro de
que Tru y Vicky también querrán involucrarse.
198
—Eso sería... genial —dice Liam. Suena un poco ahogado—. Realmente
lo apreciaríamos.
Me encanta.
Es perfecto.
Es él.
Por supuesto que sabía que era genial. Es maravilloso, encantador, 199
divertido, inteligente y jodidamente increíble en la cama.
Pero esto, su obra benéfica y lo que hace para ayudar a estos niños que
no tienen mucho en la vida, creo que me hace ver lo especial que es
realmente Liam.
O algo más.
200
Traducido por ZombieQueen
Corregido por Dine_hye13
—Hola a ti. — Sonrío. Abro las piernas, dejándole saber lo que quiero: a
él dentro de mí. Liam, sonríe contra mi boca, besándome otra vez,
mientras se empuja dentro de mí.
Liam rara vez dice mi nombre, pero cuando lo hace, es cuando está
dentro de mí o enojado conmigo, como anoche. Pero me gusta
escucharlo decir mi nombre, especialmente cuando se queja de placer.
—Suena ominoso.
El sonríe.
—No es nada malo. Es solo el fin de semana del Grand Prix 5, y siempre
voy a la casa de mi abuelo. Suelo conducir el viernes por la noche.
Salimos y volamos el sábado, y luego nos dirigimos al Prix el domingo.
Debería evitar querer estar con él este fin de semana. Debería hacerme
querer decir que no.
Me muerdo el labio.
—Correcto.
—Oxford—dice.
Mi respiración se detiene.
Esto aquí, con él, se suponía que era solo sexo y diversión. Pero, ahora,
está empezando a parecer más que eso. Por mi parte, al menos.
Anoche no estaba segura de sí los sentimientos que tenía por Liam eran
de amistad... o algo más. Ahora estoy segura. Son algo más.
Él podría estar pasando este tiempo fuera del trabajo conmigo, pero
esto, para él, son solo unas vacaciones. Soy su romance de vacaciones
en casa.
Cuando me vaya de Londres, Liam será alguien a quien debo dejar ir, y
me dolerá. Para Liam, solo seré esa chica americana con la que pasó
dos semanas locas. Con el tiempo, solo seré un recuerdo. Un buen
recuerdo, espero.
Pero una cosa es cierta. Esta cosa entre Liam y yo terminará como
siempre se suponía que terminaría, independientemente de los
sentimientos que tenga por él.
206
Traducido por ZombieQueen
Corregido por Dine_hye13
—Lo es. — Sonríe. Abre el maletero y coloca su bolsa junto con la vacía
que le he pedido prestada. Nos detendremos en el hotel para poder
recoger mis cosas antes de ir a Oxford. Todo lo que tengo conmigo es mi
bolso que he estado usando para pasar la noche en su casa, y claro, es
grande, pero un fin de semana requiere más cosas. Lo único que tengo
conmigo es mi gran maleta, y preferiría no llevarla a Oxford conmigo,
así que Liam me prestó una de sus bolsas de fin de semana.
Él viene alrededor del auto hacia mí. De pie frente a mí, toma mi cara
entre sus manos, inclinándola hacia atrás para que pueda ver sus ojos.
Inclinándose, me besa suavemente en los labios.
—Como que también te he hincado el diente un poco, Boston.
Guau. El coche es tan bonito por dentro como por fuera. Es cuero rico y
todo brillante. Tengo miedo de tocar cualquier cosa en caso de que deje
una marca.
—Prometo que este viaje será tan bueno como los que te doy cada noche
en mi cama—. Una sonrisa se extiende sobre su hermoso rostro,
haciéndome reír de nuevo.
—La compré hace unos años. Un regalo para mí cuando cumplí los
treinta. Sin embargo, no puedo conducirlo tanto como me gustaría.
Él deja salir esa sonrisa en sus labios. Alcanza todo el camino hasta sus
ojos.
Si tengo suerte.
Me mira.
Como llevo puesta la ropa de la noche anterior, ya que era todo lo que
tenía conmigo en casa de Liam, hago un cambio rápido y opto por usar
un vestido rosa pálido hasta la rodilla, que combina con el color de mi
cabello. Quiero hacer un esfuerzo para lucir bien ya que conoceré a su
abuelo. Mi maquillaje y cabello ya están listos porque me bañé en casa
de Liam antes de salir.
El tono en su voz me hace sentir que tal vez no sea una pregunta que
querré responder.
Me los trago.
—Y yo soy diez años mayor que tú. ¿Debo suponer que las mujeres
Shaw tienen algo por los hombres mayores?
¿Salido? 212
¿Es eso lo que Liam y yo estamos haciendo, saliendo? Porque todo lo
que se suponía que estábamos haciendo era tener relaciones sexuales.
—Me alegra oírlo—. Su tono es brusco y suena muy alfa. El alfa, que
suele enviar un escalofrío por mi espina dorsal.
Oh Dios.
—No, tienes razón. Ella era una perra. Mi madre había confiado en ella
y apuñaló a su propia hermana por la espalda. Nunca volvieron a
hablar después de eso. Después de que mi abuelo supiera de su
relación, puso el grito en el cielo. Su principal preocupación era su
carrera política. Si se supiera que su hija estaba teniendo una relación
con un profesor en su universidad... aparentemente, eso se habría visto
mal reflejado en él.
Necesito recordar la razón por la que estoy haciendo todo esto. Por qué
he elegido el camino que he tomado.
Pero, en ese momento, hablar de mis padres con él... se sintió... bien.
Manejable.
―No me des las gracias. Lo sé, venir aquí... es importante para ti. Eso lo
hace importante para mí.
¿Soy importante para él?
Mi cerebro me está gritando que tengo que detener esto, sea lo que sea
que esté sucediendo con Liam, antes de seguir adelante.
Mi corazón quiere estar con él por cada momento que tengo antes de
que sea hora de irme.
Mi corazón gana.
Tal vez mi corazón sea más fuerte ahora porque mi cerebro está
enfermo. Me está debilitando.
Me recuerda a mi papá.
Las manos de Liam tocan mis hombros por detrás. Abro los ojos y lo
miro.
―Lo intento.
― Mmhmm. ― Eso fue cierto hace mucho tiempo. Quería ser profesora
de inglés como mi papá.
―Si eso es lo que quieres hacer.― Su voz y su aliento son suaves contra
mis labios.
―Lo es.
No hay mucho que ver dentro del edificio, y no veo nada relacionado con
mi madre aquí, no es que pensé que lo habría. Solo esperaba, supongo.
El asiente.
―Peonías― me dice.
Sonríe.
Se inclina hacia atrás y arranca una flor del arbusto. Luego, él cepilla
mi cabello detrás de mí oreja y coloca la flor allí.
221
―Casi el mismo color que tu cabello― dice suavemente, sus dedos
persistentes en mi cara.
Dejando ir su mano, saco mis ojos de los suyos y miro hacia delante.
Tener a mis padres como los tuve por el tiempo que los tuve... o que
nunca se hayan conocido.
―Sí. ― Abro los ojos y vuelvo la cara hacia él―. Sólo pensando.
―¿Sobre tu familia?
Miro hacia otro lado y asiento. Es demasiado difícil mirarlo a los ojos y
hablar de ellos.
―Mi madre estaba...― Él aparta la vista de mí, sus ojos enfocados en la 223
hierba debajo de nuestros pies, y respira profundamente―. Fue
asesinada por su novio.
―La forma en que murió... fue horrible y brutal... pero la vida que ella
vivió...― Él lleva sus ojos a los míos. Veo el dolor enterrado
profundamente en ellos―. Fue difícil.
―Difícil, ¿cómo?
Se aclara la garganta.
Mi corazón se está rompiendo por él. Por el niño que solo quería a su
madre.
―Sí, lo hizo ―La expresión de Liam se suaviza. Pero entonces sus ojos
se endurecen―. Pero no lo vi durante tres meses. Mi madre cumplió su
palabra y no dejó que me viera. Sabía que estaba peleando con ella por
la tenencia. Vi las cartas de los abogados. Puede que tuviera diez años,
pero sabía que estaba luchando por la custodia. Y.... odiaba a mi madre
por alejarme de él. —Su voz se escucha atrapada.
Y entiendo que necesitar a aquellos que amaste y que se han ido sepan
cuánto los amaste. Lo mucho que significaban... aún significan para ti,
y lo mucho que lo sientes por todo.
―Las cosas fueron una mierda en los últimos tres meses sin mi abuelo―
dice en voz baja, el dolor dolorosamente evidente en su voz―. Quiero
decir, nunca fueron particularmente geniales antes, pero se pusieron
mal. El abuelo cortó financieramente a mi madre después de que ella le
impidió que me viera. Ahora sé que él estaba tratando de hacerla entrar
en razón. Pero cortarla significaba hacérmelo también a mí. No comí
bien en esos tres meses. — Sus ojos se deslizan hacia el suelo―. El
dinero que recibía del gobierno iba directamente a la aguja que se metía
en el brazo.
»No volví a ver a mi abuelo hasta el día en que mi madre fue asesinada.
Esa mañana me levanté, me preparé para ir a la escuela y salí de casa.
Ella no se había levantado de la cama, pero eso no era inusual. Y, por lo
que sé, por lo que nos dijo la policía, Russ apareció en nuestra casa a la
hora del almuerzo. Se drogaron con heroína. Entonces, se metieron en
una discusión. Russ había estado acusando a mi madre de engañarlo
por un tiempo. Escuché y fui testigo de sus peleas, algunas físicas. —
Me mira a los ojos―. Ellos discutieron ese día por lo mismo... él la acusó
de engañarlo. Supongo que las drogas estaban alimentando su
paranoia. Cuando Russ fue arrestado, él dijo que estaban discutiendo,
que la golpeó, ella se defendió... y la discusión... se salió de control.
Entonces... ―Se aleja, levantando un hombro.
―No, no creo que ella lo estuviera engañando. Pero, ese día, Russ creyó
que lo estaba. Y la apuñaló hasta matarla en nuestra cocina. Nuestro
vecino escuchó el alboroto, vio a Russ salir corriendo de nuestra casa,
cubierto de su... sangre. — Él exhala con dureza―. Mi abuelo recibió la
llamada. En realidad, fue incluido como el contacto de emergencia de
mi madre. Supongo que él era la única familia que ella tenía. Yo
también. Todavía estaba en la escuela. Los maestros me hicieron
quedarme después de que todos se habían ido. Yo estaba sentado en la
228
oficina del director. Recuerdo la forma en que me miraba. Sabía que
algo estaba mal. Entonces, mi abuelo se presentó y me llevó
directamente a su casa. Me sentó y me contó lo que le había pasado a
mi madre. Me abrazó por lo que se sintió una eternidad. Me quedé en
su casa y nunca me fui.
―Tu padre…
El sacude la cabeza.
―El día que te conocí en el avión, se suponía que iba a reunirme con él
para cenar. Necesitaba más dinero. Él está viviendo en Boston en este
momento. Su última amante está allí. Ella tiene más o menos tu edad.
— Pone los ojos en blanco―. Estaba allí por negocios. Debió enterarse
porque me llamó el día anterior, pidiéndome que me reuniera con él.
Siendo el tonto que soy, fui. Retrasé mi vuelo un día. Lo esperé en el
restaurante. No apareció, no es de extrañar. Entonces, recibí un
mensaje de texto cuando salía del restaurante, diciendo que no podía
venir, que había surgido algo, y preguntándome si podía transferirle
algo de dinero a su cuenta. Así que decidí volar a casa temprano. Tomé
el siguiente vuelo. Y ahí estabas tú. ― Sus ojos se centran en los míos,
calidez en ellos.
Porque él me importa.
Sentándome hacia adelante, enrosco mis manos alrededor del borde del
asiento.
Me vuelvo a poner la flor en el pelo y veo pasar los edificios cuando nos
vamos, y tengo la sensación de dejarlo ir.
Liam se ríe.
Y me gusta más.
―Técnicamente, sí.
232
―Eso significa que estás relacionado con la Reina.
Él se ríe.
―Bueno no…
―¡Oh, Dios mío! —cubro mi rostro con mis manos―. ¡He estado
teniendo sexo con la realeza!
Su frente se arruga.
―Entonces, ¿tienes que descubrir que hay una gota de sangre real
seriamente diluida en mí para poder superar a Jake Wethers? Dios, me
siento tan jodidamente especial.
Se ríe de nuevo. El sonido es tan rico y puro que una mano llega dentro
de mi cuerpo y se envuelve alrededor de mi corazón.
―¿Estás seguro de que solo debería llamarlo Bernie? ―Se siente raro
hablar con alguien de la nobleza por su nombre de pila.
―Bueno, puedes llamarlo Lord si quieres, pero no creo que le quede.
Simplemente no es él. Sabrás a lo que me refiero cuando lo conozcas.
¿Ahora, yo, por otro lado? Si en algún momento quieres llamarme Lord
o Señor o... Dios, entonces siéntete libre, nena.
―Claro que sí. ―Luchando contra una sonrisa, sacudo la cabeza ante su
cara sonriente.
―Aun así, tienes un gran golpe para ser una persona tan pequeña.
Oh Dios mío.
Liam detiene el auto afuera del castillo justo cuando un hombre sale
por la puerta principal y se dirige directamente hacia el auto.
El abuelo de Liam.
Lord Hunter.
O Bernie.
―Ha pasado demasiado tiempo desde la última vez que te vi, muchacho.
—Abraza a Liam.
―Estuve aquí hace solo unas semanas ―dice Liam mientras su abuelo
lo libera.
―Como he dicho, demasiado tiempo. —Él apoya sus manos sobre los
hombros de Liam―. ¿Has crecido desde la última vez que te vi? ― Su
cabeza se inclina hacia un lado, sus ojos miran a Liam con los ojos
entrecerrados.
Liam se ríe.
―Tú debes ser Taylor. —Deja a Liam y camina hacia mí, deteniéndose
justo delante de mí―. Entonces, tú eres la que finalmente consiguió que
mi nieto se tomara un tiempo libre de sus asuntos.
―Oh, gracias. ―Me toco el cabello con la mano―. Hace poco me lo hice.
―Realmente te queda bien. ―Sonríe. Entonces, me abraza.
En realidad me abraza.
Me congelo.
No estoy segura de sí me está dando las gracias por el abrazo o por que
Liam se haya tomado un descanso del trabajo. Entonces, me encojo de
hombros y digo:
―Lo estoy ―No sé lo que Liam le dijo y si él sabe de mi lista, así que no
lo menciono.
Sonrío al recordarlo.
No puedo creer que haya pensado en sexo salvaje como monos mientras
estaba sentada aquí con su abuelo.
Archie pone la bandeja sobre la mesa. Está llena de tazas, una jarra
pequeña de leche, un azucarero, un plato de galletas, un decantador de
café y una tetera.
Bernie se ríe.
Bernie sirve tres cafés. Supongo que una es para Liam, que aparece en
el momento en que pienso en su nombre.
Alejo mis ojos de Liam y veo a Bernie mirándonos con una sonrisa en
su rostro. No sé por qué, pero hace que mi cara se caliente.
―Sí. ―Y mi última.
―Me encanta Londres ―dice Bernie―. Pero nunca podría vivir allí.
Demasiado lleno de gente para mi gusto. Me gusta poder visitar y luego
irme cuando he tenido suficiente. No sé cómo vive Liam allí.
Bernie suspira.
―Sí, todo está bien. Son solo algunos contratiempos con el proyecto
Watertown. Nada importante, pero ya sabes cómo se pone Tate.
Liam me mira.
―¿Quieres un tour?
Pero no lo creo. Estos pasillos hacen eco. Los ecos llevan el sonido.
Es enorme.
Grandes ventanales con vistas al jardín y al lago. La cama es una de
esas enormes camas trineo de madera. El colchón parece que podría
hundirme en él y nunca volver a levantarme.
Trofeos llenan los estantes que recubren las paredes. Los diplomas y las
fotos enmarcadas cuelgan de las paredes y están colocados en la
cómoda.
―El baño está ahí―. Liam señala una puerta cerrada al otro lado de la
habitación―. Y tu maleta está allá con la mía.
―¿Tú crees?
―Lo sé.
Estoy tentada de mirar hacia abajo, pero obligo a mis ojos a permanecer
en los suyos.
Liam se saca las manos de los bolsillos y da un gran paso hacia mí,
haciendo que el espacio entre nosotros sea mucho más pequeño.
―Sé que te gustan los hombres mayores, Boston, pero una brecha de
edad de cincuenta y cinco años es pedir demasiado.
Así que, decido burlarme, sabiendo que voy a conseguir el resultado que
quiero, estar debajo de él. O encima de él. De cualquier manera, no me
importa.
Raspo con mis dientes mi labio inferior, amando la forma en que sus
ojos siguen el movimiento, obteniendo esa mirada lujuriosa y drogada
que tiene cuando está encendido.
Lo sé, ¿cierto? ¿Siete platos? Puede que tengan que sacarme de aquí.
Pero Bernie me asegura que cada plato es pequeño, así que estaré bien.
Estamos esperando que salga el primer plato, que es una sopa de ajo
silvestre. Gracias a Dios, Liam está comiendo lo mismo, o no lo estaría
besando más tarde.
―Sí.
―Lo hice.
―Bueno, serías más que bienvenida. Eres una vista mucho más bonita
que Archie ―dice Bernie, haciéndonos reír a todos. Toma un trago de su
vino y deja su copa―. ¿Qué hay de tus padres, Taylor? ¿A qué se
dedican?
Mis ojos van a los suyos. La mirada en ellos me cubre como una red de
seguridad, atrapándome y sosteniéndome con cuidado en su lugar.
Fallecieron.
―Gracias. 246
Realmente odio decir “gracias”, pero ¿qué más puedo decir? No te
disculpes. Fue mi culpa que murieran. Yo los maté. No, definitivamente
no puedo decir eso.
―¿Tienes hermanos?
―Mi esposa murió cuando tenía treinta y cinco años ―me dice Bernie.
Veo que sus ojos parpadean hacia Liam, y sé que Bernie está pensando
en la madre de Liam.
Muevo mi mirada hacia Liam. Sus ojos están en mí. Siento esta
sensación de caída en picada en mi estómago junto con la seguridad.
Me siento segura en sus ojos.
Me siento un poco agotada después de toda esa comida y vino. Los siete
platos eran pequeños, pero estoy llena.
Él abraza a Liam.
Liam saca dos copas y luego vierte el brandy del decantador. Las trae y
me pasa la mía.
―¿Te dio brandy cuando eras joven? ―supongo que se refería a joven
por el comentario de la rodilla raspada.
Él ríe.
―Te tenía volando aviones cuando apenas dejabas los pañales, así que
no debería sorprenderme el licor fuerte.
Y, ahora, no lo tengo.
―Está bien.
Y lo estaba. Podría haber sido mucho peor. Pero lo manejé mejor que
antes.
―Ah, sí, buen punto. ―Él se ríe antes de poner su copa en sus labios.
Miro hacia atrás en las fotos. Veo una de Liam, Cam y Eddie. Están
vestidos con uniformes de rugby, de pie en una fila, y se abrazan.
Parece más joven que ahora. Yo diría que está en sus primeros veinte
años en la imagen. La niña parece tener aproximadamente la misma
edad. Y es bonita. Realmente bonita. Cabello largo pálido y rubio. Ojos
tan azules que se destacan en la fotografía. Y ella se ve alta, de pie junto
a Liam.
―¿Una ex novia? ―digo las palabras con calma, pero los celos que
siento son impactantes en su intensidad.
Deja su copa sobre una mesita junto al sofá. Luego, se acerca y toma la
foto de mi mano. Se acerca a un armario y abre el cajón. Liam coloca el
marco en el cajón y lo cierra tan fuerte que el gabinete se sacude. Se
acerca y toma su copa de la mesa.
Oh.
Siento que hemos tenido una pelea sin haberla tenido realmente.
Y golpea mal.
―Mira, Boston, estoy... Jesús, Taylor, ¿qué pasa? ―Liam está a mi lado
en un instante, con pánico en su voz. 252
¿Por qué tenía que entrar ahora?
No quiero que me vea así. La última vez que tuve un dolor de cabeza en
su casa y él lo vio, fue lo suficientemente malo y este ataque es mucho
peor.
Los ataques están empeorando cada vez más, Taylor. Sabes lo que
significa.
Trato de separar mis labios secos para decirle que se vaya cuando la ola
de náuseas golpea.
Me voy a enfermar.
Y otra vez.
Pero no.
―No— murmuro.
Otra mentira.
―¿Crees que fue la comida del restaurante? Porque me siento bien. Pero
probablemente debería ir a ver cómo está mi abuelo.
―No ―le susurro. ―No llames a un doctor. Solo necesito mis pastillas. 254
Es solo... un dolor de cabeza. Mis pastillas siempre lo arreglan. Es como
el anterior, ¿recuerdas?
―Voy por tus pastillas ―dice Liam. Puedo escuchar la preocupación aún
en su voz―. ¿Están en tu bolso?
Liam.
Sé que Liam está despierto porque sus dedos acarician la piel desnuda
de mi cintura desde donde se me subió la parte superior de mi pijama.
Abro los ojos y vuelvo la cabeza sobre la almohada. Sus ojos están
abiertos y mirándome fijamente.
Nunca ha habido una vista más hermosa que la que estoy viendo en
este momento.
Creo que Liam parece más joven que sus treinta y dos años a primera
hora de la mañana. No es que se vea viejo normalmente. Simplemente
parece más despreocupado y relajado en estos primeros momentos.
Verlo a gusto y aquí conmigo me hace feliz de una manera que no
puedo explicar. Hay algo absolutamente perfecto en abrir mis ojos y ver
a Liam a mi lado.
Yo sonrío.
—Mejor.
—¿Estás segura?
—Un rato.
—¿Cuánto tiempo es un rato?
—¿Te quedaste aquí? ¿Durante todo ese tiempo? —Mis palabras salen
en un susurro.
—¿Qué estamos haciendo hoy? —le pregunto. Sé que hoy está claro, ya
que el Gran Premio es mañana.
—Estoy bien —le reitero, presionando las palabras—. Sabes que tengo
dolores de cabeza de vez en cuando.
—Ese no fue un dolor de cabeza, Taylor. Esa fue una jodida migraña
que te hizo vomitar. ¿Sabe tu médico que todavía tienes dolores de
cabeza y que te afectan de esta manera?
No.
—Sí —trago la mentira—. ¿De dónde crees que vienen las pastillas para
el dolor de cabeza? Ella las prescribe.
Una mentira.
Las píldoras son lo que quedaba de una receta antigua que tenía
cuando tuve el primer tumor. Solo espero que Liam no revise la fecha
en el frasco de pastillas porque se remonta a años atrás.
261
Las pastillas estaban en el gabinete del baño en el piso superior de mi
casa donde estaba mi dormitorio. Las encontré cuando me dejaron
entrar en la casa después de que el departamento de bomberos hubiera
considerado seguro entrar.
Excepto por enterrarlos. Eso fue horrible, ver cómo bajaban sus
ataúdes al suelo... y Tess era tan pequeña. Sabiendo que todos estaban
allí por mi culpa... fue un dolor inimaginable.
Todo lo que quería hacer era meterme con ellos y que me tiraran tierra
encima.
Y, muy pronto, ese deseo se hará realidad.
Pero no hoy.
—¿Sobre qué?
—Sí. Eran todos los meses al principio. Pero, ahora, son cada seis
meses. —Y falté a la última cita a la que tenía que asistir porque sé que
está de vuelta.
—Todo bien. —Sonrío. Duele como una perra, sonriendo a través de esa
mentira.
Necesito asegurarlo.
Estando tan cerca de la verdad como esta... siento que estoy pisando
minas terrestres. Pero es la única manera de detener esta línea de
preguntas. Abordarlo de frente, y luego acostarme de regreso.
—Tal vez no para ti. Pero lo es para mí. Tuve un tumor cerebral,
Hunter. Un crecimiento canceroso en mi cerebro. Me las arreglé para
sobrevivir. Tengo la suerte de estar viva. El dolor de cabeza ocasional es
un pequeño precio a pagar cuando podría haber sido mucho peor.
Miro fijamente a los ojos de Liam, deseando que crea mis mentiras.
Él suspira.
—Lo haré —le digo a través del nudo de mi garganta. Entonces, fuerzo
la mejor sonrisa que puedo manejar.
Él no mueve su mano.
Y está bien. Solo estoy aliviada de que sea la cicatriz lo que está
buscando y no el tumor.
Así que cierro los ojos y acerco mi boca a la suya, besándolo, tratando
de decirle con este beso lo que no puedo decir con palabras.
Salgo de la cama.
—Había planeado que hiciéramos algo hoy. —Él envuelve sus brazos
alrededor de mi cintura y se muerde el labio. Una mirada de
incertidumbre se extiende por su rostro.
De pie detrás de mí, con las manos sobre mis hombros, Liam ríe, y la
siento retumbar en su pecho contra mi espalda.
—Sé que no te gusta volar, pero pensé que querías hacer algo que te
aterrorizara hasta el punto de orinarte en los pantalones.
—Estabas feliz. Pude verlo en tus ojos. Tenías ese aspecto... parecías
libre, Boston.
Tal vez, en ese momento, sí. Pero no soy libre. No seré libre hasta que
los vea de nuevo. Hasta que pague mi penitencia.
Liam se acerca un poco más. Tan cerca que tengo que inclinar el rostro
para mirarlo. Su olor me envuelve, aliviando el miedo que llevo dentro.
Maldito sea.
La risa de Liam se desvanece. Su expresión se profundiza, sus ojos se
vuelven serios.
Sé que estoy siendo estúpida, no quiero subirme a este avión. Pero ése
siempre ha sido mi problema: dejar que mis temores me superen.
Hacer cosas a las que tienes miedo hace que tu respiración sea más
rápida. El corazón late tan fuerte que se siente como si se estuviera
saliendo de tu pecho. Tu mente corre tan rápido que es difícil seguir el
ritmo de los pensamientos.
Y aún no soy solo un recuerdo para Liam. Estoy aquí, soy real, sólida y
estoy en sus brazos.
Siento su aliento contra mi boca antes de que sus labios toquen los
míos.
—¿Sí?
Un tipo sale del avión cuando nos acercamos. Es bajito, parece de unos
cuarenta años y tiene el cabello castaño claro.
—Liam. —Lo saluda estrechándole la mano—. Ella está lista para ti.
Henry me sonríe.
—Encantado de conocerte.
—Taylor va a ser mi copiloto hoy.
—¿Qué? —chillo.
Sé que es una tontería porque tiene sentido que Liam tenga su licencia
de piloto —considerando cuál es su compañía— y me dijo que su abuelo
solía llevarlo a volar, pero nunca me ha dicho que tiene su licencia de
piloto.
—Entonces, es tuya.
—Sí, la compré una nueva el año pasado. Tengo un par de aviones más.
270
Los más viejos.
Liam hace un gesto hacia la puerta de la cabina que Henry dejó abierta
para nosotros.
—Sí.
Delante de mí hay pantallas y botones, y a cada lado hay una cosa que
parece un volante. No conozco el término elegante para ellos. Solo
espero que Liam no espere que yo controle uno de ellos.
—El yugo —Liam ríe—. Y, no, nena. Pero puedes, si quieres, una vez
que estemos en el aire.
—Mmhmm.
—Pensé que ya había tenido uno de esos. —Le doy una sonrisa, pero se
siente incómodo en mis labios.
—Mis pilotos son buenos, nena, pero no tan buenos como yo. —Guiña
el ojo, totalmente ajeno al hecho de que estoy a punto de enloquecer.
No.
Pero todas esas cosas significan que sigo viva. Todavía estoy aquí con
él. Estoy a salvo con él.
Santa mierda.
Todo lo que puedo ver es el cielo azul mientras Liam lleva el avión más
alto.
274
Cielo azul y nubes.
¿Será así cuando muera, subiendo al cielo para estar con mi familia?
Liam vuelve a hablar con los auriculares y gira los diales con una mano
mientras dirige con la otra.
Parece que hemos estado escalando desde siempre antes de que Liam
nivele el avión. Presiona unos cuantos botones mientras continúa
hablando con su auricular.
—Seis mil cien metros. Podríamos ir más alto, pero pensé en tomármelo
con calma porque es la primera vez que sales.
—¿Llamas fácil a seis mil ? Mil, no, cien metros habrían estado bien
para mí.
—Si hubiéramos volado bajo, que no se puede volar a cien pies, para
que lo sepas, te habrías perdido estas vistas. Y son jodidamente
espectaculares. Echa un vistazo. —Asiente hacia la ventana.
Me obligo a mirar por la ventana otra vez. Él tiene razón. Las vistas son
impresionantes. Ahora estamos volando sobre los campos con hierba
verde y árboles por todas partes.
Miro hacia atrás por la ventana, todavía viendo campos y la extraña 275
casa de campo esparcida por ahí.
Ahora que estamos aquí arriba, mi miedo no parece tan grande como
cuando estábamos en el suelo, esperando para partir. De una manera
extraña, estar aquí arriba con Liam es sereno y pacífico.
No puedo dejar de mirarlo. Parece tan tranquilo aquí arriba, y luce más
allá de lo sexy. Así que, al mando, sentado aquí, volando su avión.
Hay algo tan increíblemente sexy en ver al hombre con el que duermo a
cargo de esta enorme pieza de maquinaria.
¿Puedo?
Miro de nuevo hacia él. Está mordiendo su labio inferior mientras mira
por la ventana, pensando profundamente. Se ve hermoso.
Ah, a la mierda.
—¿Alguna vez te han dado una mamada a seis mil metros? —susurro.
Ojos en los míos, niega con la cabeza. Sé que no está hablando porque
el micrófono inalámbrico cerca de su boca aún está encendido, y la
gente del otro lado podría oírlo.
¿Puede una polla ser hermosa? Porque, si puede serlo, entonces la suya
realmente lo es.
—Chúpalo con fuerza. —La orden dominante en su voz tiene mis bragas
mojadas y mi boca haciéndose agua por él.
Lamo mis labios, los mojo. Luego, abriendo la boca, deslizo la polla
dentro y le doy lo que quiere.
—Jesús... joder, Taylor... sí, eso es. —Hace un sonido de dolor, pero sé
que está lejos de sentir dolor—. Mierda, nena, vas a hacer que me corra
duro, y si me corro, estrellaré este maldito avión. Así que, o dejas de
hacer lo que estás haciendo ahora mismo, o vuelas este avión, y yo
termino conmigo mismo con mi mano.
Eso tiene mi cabeza subiendo, su polla dejando mi boca con un húmedo
pop.
Lo miro.
Así que, hago lo que me pidió. Cierro la boca y miro la vista por la 279
ventana.
Miro por la ventana hacia el suelo, muy por debajo, y ese miedo que
sentí al principio ya no está ahí. Solo la felicidad de estar aquí con él.
280
Traducido por Taywong
Corregido por Lelu
—Muy bien.
—No debería ser tan bueno contigo, Boston. Deberías estar de rodillas,
terminando lo que empezaste en el avión. Si no quisiera tanto follarte,
entonces eso es lo que estarías haciendo ahora mismo.
Sus ojos se fijan en los míos. La mirada en ellos es letal, y casi me tiene
diciéndole que me haga lo que quiera.
—¡Oh, Dios mío! —Mi risa está amortiguada en la cama—. ¡No puedo
creer que hayas dicho eso! ¿Quién dice eso? —Levanto la cabeza y lo
miro.
Cuando llevo mis ojos a los suyos, él solo está mirándome fijamente,
con una sonrisa en su rostro y una mirada suave en sus ojos.
Liam toma mi rostro en sus manos. Su expresión es tan tierna que creo
que va a decir algo para empujarme al límite.
Lo reflexiono.
¿Qué daño podría hacer? Bueno, para empezar, podría doler como el
demonio. Pero no es que no esté acostumbrada al dolor. Y estoy bastante
segura de que, con este dolor, tendré algo de placer. Bueno, será mejor
que lo haga.
—¿Dolerá? —pregunto.
—Haré todo lo posible para que sea lo menos doloroso posible para ti.
Traje lubricante. Y tengo lo mejor.
Sonríe, grande.
—No es cursi. Es cierto. Eres sexy, nena. —Se inclina y toma mi boca
en un delicioso beso. Rozando su nariz sobre la mía, me mira a los
ojos—. La verdad es que no esperaba nada en absoluto... pero también
me gusta estar preparado. Como un buen Boy Scout. Así que traje
lubricante por si acaso se presentaba la oportunidad. Y, por casualidad, 284
ha surgido.
—Y por eso tienes tanto éxito en los negocios. Siempre preparado para
lo inesperado y brillante en la negociación.
Sus dedos se deslizan hacia abajo, entre mis pliegues, y desliza un dedo
en mi coño, lentamente moviéndolo hacia adentro y hacia afuera. Mi
cabeza vuelve a caer hacia adelante.
Atrapa mi mirada.
285
—Voy a usar mis dedos primero, para calentarte. ¿De acuerdo?
—Bien. —Respiro.
Siento que empieza a trabajar un poco más de su dedo dentro de mí. Va
a entrar mucho más fácil que la última vez que hicimos esto, y tenerlo
dentro de mí de esta manera se siente tan sucio, caliente y sexy.
Liam sigue adelante hasta que su dedo está dentro de mí, y me siento
llena de él, pero extrañamente no lo suficiente.
Necesito más.
—Mmhmm.
—¿Qué pasa?
—Dios, te ves tan jodidamente sexy ahora mismo. —Liam gruñe las
palabras.
—Jesús, Taylor, podría correrme con solo mirarte así... de rodillas con
mis dedos en tu culo. Nunca he visto nada más caliente.
Se queda quieto.
—¿Estás... segura?
—¿Lista?
Mis ojos se encuentran con los suyos. Sus ojos se ven crudos, y su
expresión es tensa, como si se estuviera aferrando a su control por la
punta de los dedos.
—No lo haría de otra manera. Si quieres que pare, dímelo. —Puede que
se esté aferrando a su control, pero no se nota en su voz. Es suave y
calmado.
—Lo haré.
Sus manos agarran mis caderas, sus dedos trabajan sin descanso
contra mi piel, mientras empuja un poco más. Y más hasta que pronto
esté dentro de mí, muy dentro de mí.
Liam humedece los labios con su lengua. Sosteniendo mis ojos, saca su
polla, casi hasta la punta, y luego la empuja lentamente hacia adentro.
La mano en mi pecho baja por mi estómago hasta que sus dedos están
de vuelta en mi clítoris, tocando y burlando.
Es tierno y significativo.
Mucho. 290
Siento mucho por Liam.
Y eso me asusta.
Sexo anal.
Para siempre.
—Traeré algo para limpiarte. —Besa mis labios y luego sale lentamente.
—¿Cómoda? —pregunta.
—Mucho.
Le frunzo el ceño.
—Y, de todos modos, con lo que estás haciendo, pensaría que nunca te
habías follado a una mujer por el culo antes.
Por favor, déjalo ir. Volvamos a la broma y a la luz antes que la cague.
—¿Ah, sí? ¿Y qué hay de diferente en mí, comparado con esas otras
mujeres que te follaste por el culo?
Presiono.
Bueno, sí.
Es porque quiero oírle decir por qué soy diferente. Aunque sé que no
puede salir nada bueno de ello. Pero mi tonto corazón insiste en oírle
decir lo que sea que digan esas palabras.
—Bueno, para empezar, tu culo era virgen, así que oficialmente es mío.
Nunca olvidas tu primera vez. —Inclina la cabeza hacia adelante,
presionando su frente contra la mía. Cierra los ojos y exhala—. Eres
mía, Boston, en todos los sentidos —susurra—. Eres diferente y
perfecta, y eres mía. —Presiona un suave beso en mis labios.
—Voy a ducharme, a limpiarme bien, así estoy listo para la segunda 294
ronda. ¿Quieres unirte a mí?
295
Traducido por Taywong
Corregido por Lelu
El amor no lo hace.
Estos son mis sentimientos, y son míos para conservarlos, míos para
codiciarlos.
Lo sé, ¿verdad? Estoy diciendo que Liam es más guapo que Carrick
Ryan. Debo tenerlo mal. O es solo la pura verdad. Liam es más sexy y
más guapo.
Él lo es todo.
Siento la mano de Liam enroscarse alrededor de la mía. Llevo mis ojos 299
hacia él.
Va a tener un bebé.
Pero no voy a vivir, así que tengo que dejar de pensar así.
Dios, ¿qué diablos me pasa?
Basta ya.
Nunca había oído el acento irlandés en la vida real. Tengo que decirlo, 300
es increíble.
Sé que Liam ama el Prix, y sé que ha visto a Carrick antes, varias veces.
Pero supongo que, si idolatras un deporte, idolatras a los deportistas
que lo hacen lo que es, no importa quién seas.
No sé por qué.
Basta ya.
Puedes sentir el amor fluyendo entre ellos. Como una entidad viviente
que respira.
—Si me disculpan, solo necesito ir al baño —les digo a todos. Pero, por
alguna razón, no me atrevo a mirar directamente a Liam.
Sus ojos arden en los míos. Y hay preocupación en la suya. Puedo verlo
claramente.
No necesito orinar. Era solo una excusa porque necesitaba salir de allí.
Iba a conocer a Carrick Ryan, y todo lo que quería era huir.
Amar a Liam me hace quererlo. Me hace querer que sienta lo mismo por 303
mí que yo por él. Amarlo me hace querer las cosas que todos los demás
pueden tener.
Si estuviera viviendo una vida diferente, podría tener todas esas cosas
con Liam.
Pronto, me iré, y Liam hará todas esas cosas con otra persona. Amará a
otra mujer. Se casará con ella. Tendrá un hijo con ella.
Ellos son la razón por la que estás eligiendo morir en lugar de luchar por
vivir. Para que puedas estar con ellos de nuevo.
Para volver a oír sus voces. Para abrazarlos y no soltarlos nunca. Para
decirles cuánto lo siento por lo que hice. Que se me permita amarlos.
Me lavo las manos y las seco con una toalla de papel. Luego, vuelvo a
Liam.
Carrick y Andi ahora están sentados a nuestra mesa. Bernie está
charlando con los dos, y Andi me sonríe calurosamente mientras me
acerco.
Entonces, mis ojos se encuentran con los de Liam. Todo lo que me dije
a mí misma se tambalea y empieza a desaparecer, y me siento triste de
nuevo.
306
Traducido por Taywong
Corregido por Lelu
Después del tatuaje, solo quedan unos pocos: tener algo perforado,
emborracharme totalmente hasta vomitar y desmayarme, bailar bajo la
lluvia y experimentar un verdadero momento de romance, como lo
hacen en las películas. Pero supongo que he tenido muchos momentos
románticos con Liam, así que cualquiera de ellos podría contar.
La mayor parte del día siguiente, también nos quedamos con su abuelo,
y luego Liam nos llevó de vuelta a Londres.
Entonces, me dijo que hoy había reservado una cita para un tatuaje.
Lo juro, cuando tiene tiempo de hacer estas cosas, nunca lo sabré. Pero
estoy bastante segura que probablemente le manda un correo
electrónico a su asistente personal para que lo haga. Me enteré que su
ayudante se llama Pam, y ha trabajado para él durante ocho años. Solo
lo descubrí porque se lo pedí.
Siento que debo enviarle a la mujer un ramo de flores para las citas que
me ha reservado.
Claro, puse en mi lista que quería uno, pero no sabía qué tatuaje
quería.
Pero entonces supongo que no importa lo que tenga. Se trata más bien 308
de la experiencia de hacerse el tatuaje, no de lo que es.
Me imagino que escogeré el primer tatuaje que vea. Solo necesito decidir
en qué parte de mi cuerpo lo haré.
—No.
Entonces, será como si tuviera su marca en mí. Algo que Liam eligió
ponerme en la piel.
—Awww dices las cosas más bonitas. —Le sonrío por encima del
hombro.
Me abre la puerta. Entro. Hay una chica detrás del mostrador. Sus
brazos están cubiertos de tatuajes. Tiene un piercing en el labio y otro
en la nariz. Sus orejas están llenas de piercings. Tiene el cabello rubio-
blanco afeitado en un lado, y el otro lado colgando justo debajo de la
oreja.
Es muy atractiva.
—Tenemos una cita para Taylor Shaw, pero espero que puedas poner
otra.
—Sí. Yo.
—Lo sé. Y saber que confías en mí me hace jodidamente feliz. Así que,
quiero devolverte ese sentimiento. 310
Mi corazón hace ese pequeño latido en mi pecho.
Sigo a Liam hasta los asientos, aún sorprendida que se esté haciendo
un tatuaje. Y que tengo que elegir lo que él se haga.
—Ni puta idea. Decidí hace solo cinco minutos que estaba haciéndome
uno —ríe entre dientes—. ¿Dónde harás el tuyo?
—Culo.
—¿Me estás llamando así7? ¿O es ahí donde vas a poner el tatuaje?
—Sí.
7 En inglés ella responde Ass, que en español también significa Imbécil o idiota.
—Bueno, yo soy Den, y hoy los tatuaré a los dos. —Luego, le dice a
Liam—: Eres bienvenido a venir a ver mientras tatúo a tu novia si
quieres. Y luego haré el tuyo justo después.
—Ah, bueno, son sus cuerpos, pero siempre digo, escojan sabiamente,
porque un tatuaje es permanente, a menos que quieran pasar por el
dolor de que se lo quiten.
Realmente no tengo que preocuparme por eso, Den. Pero gracias por la
preocupación.
—He elegido uno bueno para ella. Seguro que le gustará. —Liam me
sonríe.
—¿Y tienes una foto de lo que se está haciendo? —le pregunta a Liam.
—No. ¿Y tú?
313
—No.
Tengo la mejor idea de qué tatuar en Liam. Solo espero que entienda el
sentimiento.
—¿Me va a gustar?
Liam me sonríe.
—Es perfecto.
Y el cabrón ríe.
315
Traducido S.O.S. por Jabes
Corregido por Lelu
Den dijo que es lo mejor para usar en un tatuaje porque evitar que la
piel se reseque.
Tal vez haya estado tratando de darle mi corazón, pero olvidé que él es
un hombre. A los hombres no les gusta los corazones.
—Sí.
Nunca.
—No puedo creer que también te hayas perforado las orejas —dice—.
Castigo por glotona.
Le regreso la mirada.
Otra cosa por la que no me estoy quejando. Liam desnudo es una vista
asombrosa.
Tiene el culo más lindo. Tirante y firme. Me hace querer morderlo. Pero
no lo hago.
Remuevo la tapa, pongo crema en mis dedos, y vuelvo a poner la tapa.
Pongo el tubo en la cama junto a Liam, y con cuidado empiezo a
aplicarla sobre su tatuaje.
—¿Mejor? —pregunto.
—Mucho.
—Las cosas que hago por ti —dice, las palabras están amortiguadas por
la almohada.
¿Hizo esto por mí? Quiero decir, nunca le pedí que lo hiciera. Pero no
creo que quiera decirlo de esa manera.
Cuando pienso sobre lo que trata la canción, me doy cuenta de que tal
vez haya una razón por la cual se quedó en mi cabeza.
Por todo.
—Te dije que nunca tienes que arrepentirte conmigo —dice, uniendo
sus cejas—. Y sí, el corazón es un poco femenino, pero no es como si
muchas personas vayan a verlo.
—Las únicas personas por las que necesito preocuparme sobre que
vean esto son Cam y Eddie porque esos bastardos van a comer con esto
durante años. Será el nuevo Backstreet Boys. Y de ninguna manera
dejaré que esos jodidos vean mi culo pronto, así que no hay por qué
preocuparse, nena.
—Terminado.
—¿Qué quieres hacer por el resto del día? —pregunta—. Pero, antes de
responder, tengo una condición. Haré lo que quieras que haga, en tanto
no requiera sentarme sobre mi trasero.
—Sí. —Exhalé.
Pero lo hago, Hunter. Merezco mucho más que actúes como un pendejo.
Merezco tu rabia y tu desdén.
Él cierra los ojos.
Presiono mi mano en su mejilla para dejarle saber que está bien que no
quiera hablar. La barba que está creciendo es áspera y cosquillosa
debajo de mi palma.
—¿Qué?
—Sí. Y, como el idiota que era, no pude ver que simplemente había sido
manipulado. Si Kate realmente hubiera querido dejarme, si la hacía tan
miserable, entonces se hubiera ido, sin importar lo que yo dijera. Pero
ella se quedó. ¿Por qué? Nunca lo sabré. Seguro, tenía dinero, pero no
más que su familia, y la mayor parte del mío estaba invertido en los
negocios. No tenía el dinero que tengo ahora.
¿Cómo puede pensar eso? Que alguien lo querría solo por su dinero.
¿Cómo no puede ver su propio valor?
—Pero después que le pedí que se casara conmigo, ella era más feliz de
lo que la había visto en mucho tiempo. Sí, supongo que eso me hizo
sentir bien, como si hubiera hecho algo bien por una vez. Y las cosas
estuvieron bien por un tiempo. Kate estaba planeando la boda, y yo
estaba trabajando mucho para hacer crecer el negocio. —Refriega la
mano por su rostro—. Profundamente en mi interior, sabía que casarme
con alguien a quien no amaba no era la mejor idea, pero no estaba
preparado para perder a otra persona en mi vida. Tal vez no estaba
enamorado de ella, pero Kate era mi amiga. Supongo que, en ese
momento, ella era mi mejor amiga, o eso pensaba.
—¿Qué sucedió?
—Murió.
325
Entonces, recuerdo esa noche en el pub y a Cam diciendo algo sobre un
funeral… el funeral de Kate. Mierda, ¿cómo no recordé eso?
Oh, Dios.
Su prometida. Y su madre.
Ambas murieron.
Y yo estoy muriendo.
Él tal vez no me ama como las amaba a ellas. Pero se preocupa por mí.
No puedo lastimarlo.
—Seis años, estuve con ella. Seis años, ella estuvo durmiendo con él y
mintiéndome.
—No entiendo.
—Yo tampoco lo hice por mucho tiempo —dijo, riéndose sin humor—. 326
Pero supongo que quería tenerlo todo.
—No, Liam. —Miro fijamente sus ojos—. Quiero decir, no entiendo como
alguien podría tenerte a ti, y querer algo más. Eso no tiene sentido para
mí.
Algo atraviesa su mirada, y hace que mi corazón lata más rápido. Pero
se fue tan rápido como apareció, y él ya no está mirándome.
—¿Cómo lo averiguaste?
»Volé directo allí. Empaqué sus cosas de la habitación del hotel, pero no
las revisé. Solo empaqué, y me fui. Hice todos los arreglos. Traje su
cuerpo de regreso a casa, para que sus padres pudieran enterrarla.
—Los dos fueron tontos. Y no quiero hablar mal de los muertos, pero
Kate fue una perra, y nunca mereció un segundo de tu tiempo. Eras
demasiado bueno para ella.
Lo juro, si Kate está en el cielo, cuando llegue allí, voy a patearle el culo
todo el camino hasta el infierno.
—Sí, supongo.
Pero no lo merezco.
Pero ¿cómo puedo decirle que estoy muriendo? Que quiero morir.
La destructora de vidas.
Puedo contarle.
331
Las palabras están allí. Justo en la punta de mi lengua.
Puedo decirle la verdad, decirle todo. Sobre mi familia. Lo que les hice.
Como su muerte está en mis manos. Decirle que el tumor regresó. Pero
que está bien. Porque quiero morir. Quiero estar con ellos.
Que este tumor está liberándome, así puedo estar con ellos.
Lo dejo. Y luego uso esa excusa para dejar que la verdad se quede
encerrada en mi mente.
Y cuando respira contra mis labios “te deseo”, le digo que me tome.
—Porque te deseo.
Así que, sigo mintiéndole a Liam, lo que significa que puedo estar con él
el tiempo que me queda.
Tal vez cuando llegue al cielo y pateé el culo de Kate hasta el infierno,
lleve a mi propio culo egoísta y mentiroso hasta allí también.
Traducido por Myr62
Corregido S.O.S. por Lelu
Santo Dios.
Liam vistiendo un traje no es algo nuevo para mí. Pero con la forma en
que lleva su cabello, la tierna sonrisa en sus ojos, los colores de su
ropa... los mismos colores que he marcado en mi piel con la forma de su
nombre... solo se ve diferente de alguna manera.
Levanto mis ojos hacia el cielo. Dios, lo hiciste realmente bien cuando
hiciste a Liam Hunter. Realmente muy bien.
333
Llevo mis ojos hacia él y sonrío.
Wow.
Llevo el último vestido bonito que tengo y que traje conmigo. Es blanco
y con tiras, se ajusta alrededor del busto y flota en las caderas, y es
bonito. Liam me dijo que me pusiera algo bonito. Así que, bonito, estoy
usando.
Sus labios se vuelven lentos, y sus ojos se centran en los míos. Estoy
segura de que los míos están llenos de lujuria en este momento.
Montones de lujuria.
―Oh, está bien. ―No puedo decir que no esté un poco decepcionada,
pero también sé que Liam, probándome, terminaría en sexo, sin lugar a
dudas. Y no quiero meterme en líos. Me veo bonita.
―Ya verás.
El mío... no tanto.
Me sorprende ver que Paul no nos está esperando, sino que el Bugatti
de Liam está aparcado frente al hotel.
Bien.
En todo el tiempo que pasé en casa de Liam, nunca había estado aquí
antes.
Y estoy en el cielo.
Liam camina hacia mí. Mi corazón está bailando en mi pecho. Mis ojos
lo siguen hasta que me alcanza.
―¿También bailas?
―Eres hermosa.
―Lo intento.
Un momento después, comienza a cantar suavemente a lo largo de las
palabras.
―Bien, viendo que eres una cosa segura, supongo que no necesitaba
comprarte esto entonces. ―Él pone su mano dentro de su chaqueta y
saca algo de su bolsillo interior. 338
Un joyero. Uno que es exactamente el tamaño de una caja de anillo.
Joder.
Mi corazón se reinicia.
―Lo siento.
―No lo sientas. ―Sonríe―. Pero abre la caja.
―Sé que no eres la mayor fanática de los aviones. Pero los acabo de ver,
y no sé... los vi y te vi a ti.
―¿Si?
―Realmente lo hago.
Y te amo.
Cuando Den me perforó las orejas, dijo que debía mantener los
pendientes permanentemente de cuatro a seis semanas. Él no dijo nada
acerca de no cambiar esos aretes.
―Si los pongo enseguida, todo estará bien. Solo tengo que preocuparme
por los agujeros que se están curando.
―¿Cómo se ven? ―Me sujeto el pelo hacia atrás, mostrándole mis orejas.
―Perfectos.
If You're Not the One llega a su fin, y luego otra vez, comienza a
reproducirse.
―¿Tienes esta canción en repetición? ―Me río. Supongo que tenía razón
antes cuando pensé que había vuelto a sonar.
Tan pronto como las palabras salen de mi boca, siento que una gran
gota de lluvia golpea la parte superior de mi cabeza. Entonces, veo un
toque en la frente de Liam. 340
Sus ojos suben al cielo.
Me pongo a reír.
―No. ―Lo detengo con mi mano―. Bailar bajo la lluvia. ―Sonrío―. Está
en mi lista.
Bailar con Liam bajo la lluvia es lo último que me queda por hacer con
él.
Los ojos de Liam miran a los míos. Hay una gota de lluvia corriendo por
su nariz. La cojo con mi dedo. Él sonríe.
―Planee que lloviera ―me dice―. Recordé que el baile bajo la lluvia
estaba en tu lista, y pensé, Bueno, ¿qué es más romántico en una
película romántica que bailar bajo la lluvia?
―Boston ―dice sin expresión, mirándome a los ojos, pero veo el brillo en
ellos― controlo todo. ¿Cuándo te darás cuenta de eso?
―Tengo algo que quiero preguntarte. ―Está nervioso. Está allí en el tono
de su voz, en sus ojos y en la forma en que se muerde el labio superior.
Nunca lo he hecho.
Esa mirada en su cara es una de las razones por las que tengo que
irme. 343
Quédate, mi corazón susurra.
No puedo quedarme
Ya no tengo opciones.
Le haré daño
Seré tan mala como su madre y Kate. No, voy a ser peor. Porque
siempre he sabido que me estoy muriendo y elegí no decírselo.
―¿Qué... está pasando ahora mismo? ―Las palabras son suaves y están
grabadas con dolor.
―No ―le susurro, mis ojos fijos en su pecho que se acerca cada
segundo.
Porque no te merezco.
―Te amo ―susurra―. Estoy tan jodidamente enamorado de ti, Taylor. 345
Cierro los ojos contra la avalancha de dolor.
Pero no es suficiente.
Me están llamando.
Estoy solo.
Podría haber ido tras ella, pero estaba seguro que ella no querría verme,
así que llamé a Paul y le pedí que diera vueltas y la buscara.
Quería aferrarme a ella, así tendría que volver. Pero sabía que no
estaría bien porque esa no era la razón por la que quería que ella
regresara.
Sé que Taylor todavía está en el hotel, ya que les dije que me llamaran
si ella se iba. O en cualquier momento que se fuera.
Me río en voz alta conmigo mismo. Luego, me ahogo con esa risa porque
siento que podría llorar. Entonces, tomo otro trago de whisky para
lavarlo.
Por supuesto, una parte de mí estaba preocupado de que dijera que no.
Pero estaba tan seguro de que ella sentía lo mismo que yo con ella, así
que de cualquier manera, podríamos resolver algo. Que no la perdería
por completo.
Ella me ilumina
Y ella solo tiene veintidós años. Lo olvido a veces. Cuando estoy con
ella, los diez años entre nosotros parecen evaporarse.
Cuando tenía veintidós años... bueno, estaba con Kate. Pero estaba
estableciendo mi negocio y viendo el mundo mientras lo hacía.
Estaba viviendo.
Eso vino a hacer. Y traté de cortarle las alas pidiéndole que se quedara
conmigo.
Entro. Adele está gimiendo "Todo lo que pido" en el fondo. Supongo que
también puedo torturarme con canciones deprimentes aquí.
Me mira de nuevo. Luego, vuelve sus ojos hacia Cam, quien me ha visto
y está caminando hacia nosotros.
—Está bien.
—¿De verdad?
Lo miro.
—Sí.
—Te daré una pinta. —Toma un vaso y empieza a servirme una cerveza.
No le digo que ella no tiene familia en casa. Que no hay nadie allí para
que vuelva a... que yo sepa.
Podría, pero la verdad es que tengo miedo. No es que les diga a estos
dos eso.
—Le pediste que se quedara —dice Eddie—. Eso tomó algunas bolas,
Hunter. Si puedes hacer eso, puedes llamarla. Quiero decir, te pones
ahí afuera. No has mostrado interés en una mujer en ese grado desde
Kate, así que eso significa algo.
Le echo un vistazo.
Él levanta sus manos.
—Sé que hay una regla tácita en la que no hablamos de ella delante de
ti. Pero es verdad, hombre. Desde que Kate murió... no ha habido nadie
importante para ti.
Lo entiendo.
—No lo sé.
—Pensaste que lo habríamos elegido sobre ti. —Eddie suena aún más
decepcionado de mí que Cam.
—¿Cómo pudiste pensar eso? Eres nuestro amigo —dice Cam con
vehemencia—. Nuestro mejor amigo. Sí, hemos conocido a Jeremy
desde hace mucho tiempo, pero con él, nunca ha sido así entre los tres,
y lo sabes. Siempre he sido yo, tú y Eddie. Jeremy acaba de entrar y
salir de nuestra amistad. Incluso ahora, te veo mucho más que a él. Es
un amigo ocasional. Tú eres mi mejor amigo.
Y sus palabras son justo lo que necesito para evitar llorar como el
marica en el que me estoy convirtiendo.
Taylor.
Sus ojos azules, ojos que siempre me hacen pensar en el cielo en un día
soleado, vuelven a los míos.
357
Puedo ver un mundo de tristeza en ellos. La tristeza que siempre creí
que está escondiendo ahora está clara para que la vea.
—¿Deseas qué, Taylor? —Doblo mis brazos sobre mi pecho y hago que
mi tono suene impaciente, como si fuera un aburrimiento en mi tiempo.
Pero no podría estar más lejos de la verdad.
358
Ella es la única manera en que quiero pasar mi tiempo. Cada segundo
de cada minuto de cada día con ella.
Ella es mi tiempo.
—Sí. Yo solo…
Y me odio a mí mismo.
Espada en el pecho.
—Bien. ¿Terminaste?
—Sí.
Su palabra es suave, y duele más que cualquier cosa que haya sentido
antes, y he sentido dolor.
359
Pero, ahora, hemos terminado, y no sé qué hacer.
Dijo que se había acabo esta conversación. Entonces, todo lo que puedo
hacer es alejarme.
Pero no quiero.
¿Existe tal cosa como un final feliz? Porque, si lo hay, nunca he visto
uno.
Y probablemente ya se ha ido.
No debería mirar.
Pero como el masoquista que soy, necesito saberlo, y estoy girando la 360
cabeza y mirando por encima del hombro antes de poder detenerme.
Puede que esté sufriendo, enojado y amargado, pero no quiero verla con
dolor. Sé lo malos que estos dolores de cabeza pueden ser para ella.
No responde.
Creo que no me ha escuchado, así que abro mis labios para hablar de
nuevo, pero luego se gira. Es un giro lento.
Ella levanta sus ojos a los míos. Parece que le duele hacerlo.
¡Mierda! ¡No!
Ella no responde.
No.
Mi corazón se detiene.
Nada.
362
—Vamos, Taylor. Despierta cariño. Estás asustando hasta la mierda a
Hunter, y sabes qué coño gigante es él. —Eddie le acaricia la mejilla—.
Vamos, Taylor. Despierta, y te lo prometo, compraré la próxima ronda
de bebidas. Todo lo que quieras.
Te lo ruego, haz lo que sea necesario para que ella me mire de nuevo.
El miedo intolerable.
—No, bueno, sí. Quiero decir, ella tiene estos dolores de cabeza de vez
en cuando.
—Sí.
Su lista.
Joder... no.
Jesús, Taylor
No.
364
—No —digo, mis ojos llenos de lágrimas. La atraigo hacia mí,
abrazándola—. No es eso. No lo es, no. —Sacudo firmemente la
cabeza—. Si el tumor hubiera vuelto, lo habría sabido. Ella me lo habría
dicho.
Mi Taylor.
Mi mente se está volviendo loca con todo lo que me ha dicho alguna vez.
Jesús. No.
No la perderé. No mi Boston.
Lejos de mí.
¡No!
Agonizando.
No te mueras Taylor
Solo que ella no puede serlo. Porque no hay nadie como Taylor.
—Soy la Dra. March. He estado cuidando a Taylor desde que ella llegó.
—No me importa cómo te llamas. Quiero saber cómo está Taylor.
—Lo siento. —Dejo escapar un suspiro—. Solo necesito saber que ella
está bien.
Ella me mira.
—Está bien, entonces Taylor está estable en este momento. Ella tuvo un
ataque en la ambulancia en el camino aquí. Y luego otro cuando la
llevaron a buscar un escáner.
¿Haría?
—Liam.
Ella lo supo.
¿Cómo no lo vi?
—Tuuvo un tumor cerebral cuando tenía dieciséis años. Ella conoce los
síntomas —le digo, mi tono es corto.
No sé por qué, pero no me gusta la Dra. March. Tal vez sea porque ella
es la que da las malas noticias. Sea lo que sea, ella me está irritando
como la mierda. Puedo sentir mi nivel de ira aumentando.
—¿No te lo dijo ella? Taylor vive en Estados Unidos: Boston. Ella está
aquí de visita.
Completando su lista.
—¿Y qué?
370
Ella traga, claramente incómoda.
—Sí.
Dios, Taylor, no. ¿Por qué?
Intento tomar aire, pero parece que no puedo. Siento que mi cuerpo se
balancea. El brazo de Cam rodea mis hombros, manteniéndome firme.
—Sí. Esas fueron sus palabras exactas —dice la Dra. March en voz
baja.
—Si lo hubiera hecho, ¿crees que estaría aquí de pie, teniendo esta puta
conversación contigo? —grito.
Hay una posibilidad. Solo necesito hacer que Taylor cambie de opinión.
Taylor es increíble, tan llena de vida. Su risa sola vale la pena vivirla.
Ella tiene mucho que dar al mundo.
Renunciar a la vida.
Tengo que cambiar de opinión. Porque no puedo ver un mundo sin ella.
—El hospital solo puede obtener una orden judicial para hacer cumplir
el tratamiento si creemos que alguien no está en su sano juicio o si es
un niño.
—Tal vez ella no tiene una mente sana. —Odio que esté diciendo esto,
pero sé que los tumores pueden afectar a las personas, cambiar sus
personalidades—. El tumor podría estar presionando su cerebro,
haciéndole pensar y actuar de manera diferente a como lo haría
normalmente. Haciéndola pensar que quiere darse por vencida cuando
realmente no lo hace.
373
Miro a la Dra. March. Ella lo sabría. Ella es la que trata a Taylor.
No ha terminado.
—Necesito verla.
—Te llevaré —dice la Dra. March.
Finalmente, se detiene junto a una puerta cerca del final del pasillo.
—No la molestaré.
Ella se ve hermosa.
Ella no se ve enferma.
Me detengo al final de la cama, con las manos agarradas del pie donde
está colgada su ficha médica.
—No espero que lo hagas. —Su voz es suave, pero las palabras me
ponderan, como si solo me gritaran.
Bien.
Ella presiona sus labios en una línea apretada, diciéndome que la voy a
seguir perdiendo. 376
Necesito calmarme.
—Por favor —le digo con suavidad—. Por favor, solo habla conmigo.
—No hay nada de qué hablar. —Su voz es fría como la piedra.
Ella mira sus manos que están en su regazo, los dedos se enroscan
alrededor de la manta que la cubre.
—Lo siento.
Ella no lo dice de manera diferente a las otras veces que ha dicho que lo
siente. Pero hay algo ahí esta vez que me dice que no hay ningún
cambio en su mente.
La he perdido.
Y lo dejo salir.
—No te veré morir. —Mi voz es tan amarga y áspera como se supone 377
que deben ser mis palabras.
Los ojos de Taylor siempre han estado llenos de algo. Si era la tristeza,
ella siempre pensaba que se estaba escondiendo. O esos raros
momentos en los que ella dejaría escapar esa tristeza y se permitiría ser
feliz. O aquellas veces en que sus ojos se llenaron de tanta lujuria y
anhelo por mí que no podía respirar mientras la miraba.
O tal vez nunca hubo. Solo estaba viendo lo que quería ver porque la
deseaba tanto.
—Necesitas hacerme entender, Taylor. Porque no entiendo por qué
eliges morir.
—Es complicado.
—Entonces, no lo compliques.
Yo exploto.
—No lo hagas. Soy la que lo lamenta. Lo siento por todo esto. Nunca
quise que tú me vieras de esta manera.
Me duele el corazón con cada latido fuerte que toma. Envuelvo mis
brazos alrededor de mi pecho. Retrocedo, apoyándome en el alféizar de
la ventana.
Morir.
Todo lo que quiero hacer es rogarle que cambie de opinión. Pedirle que
se quede. Rogarle que viva. 379
—Lo siento, te he lastimado. —Su suave voz es como mil cuchillos
hundiéndose en mi alma.
—¿Qué querías?
Y me da esperanza.
—Dijiste que se los debes. Que tienes que morir porque se los debes. ¿A
quién le debes, Taylor?
Solo le pido a Dios que esté lista ahora. Porque tengo la sensación de
que su muerte es la razón por la que está haciendo esto.
Sus labios tiemblan de nuevo, las lágrimas brillando en sus ojos. Ella se
muerde los labios, respirando.
—Taylor...
—No lo sabes.
—Sí lo es. Esto es lo mejor para mí: pagar mi penitencia y estar con
ellos. Eso es lo mejor para mí.
—No voy a renunciar a la vida. Solo quiero estar libre del dolor de
extrañarlos... libre de odiarme por lo que hice. Quiero que mi familia
vuelva más que nada. Y... necesito su perdón.
Las lágrimas caen de nuevo, corriendo por su hermoso rostro. Y no me
importa si ella me quiere cerca o no. Tengo que estar cerca de ella.
Ella cierra los ojos y se seca las lágrimas de la cara con las manos.
Luego, vuelve a abrir los ojos y dice:
—No los conocías, por lo que no puedes hacer esa llamada —responde
bruscamente.
—Eso fue antes de que yo los matara. —Abre los ojos, pero no me mira.
Y ese poco de esperanza que he dejado se aferra a ese calor en sus ojos
y en silencio le suplica que viva.
—Taylor...
Ella se ha ido.
8 El final que quiero: hace referencia al título del libro “The ending I want”.
31
Traducido por ZombieQueen
Corregido por Maga
Esas cinco palabras… tan terminales. Supe que no había nada que
pudiera decir o hace para hacerle cambiar de idea.
Por primera vez en mi vida, sé que no hay nada que pueda hacer.
Y no sé cómo lidiar con ello… con nada de ello. Así que, la dejé allí, en
esa cama de hospital, y me marché.
Cada vez que tocaba a Taylor me sentía en la tierra… esa seguridad que
solo el hogar te puede dar.
Y, en ese momento, lo hacía. Quería estar solo con mi dolor. Estar solo
para pensar. Para intentar darle sentido a todo eso.
386
Pero cuando caminé dentro de mi departamento, ella estaba por todas
partes. En cada superficie. Cada sonido y aroma… ella.
Y lo perdí.
Aún lo hago.
Salí del parque, todo lo que había en mi cabeza era: ella está allí, en una
cama de hospital, en mi ciudad.
Porque en todo lo que puedo pensar es en haber estado aquí con ella.
—¿Liam?
—Háblame.
Puedo sentir esas jodidas lágrimas luchando por salir otra vez. Inhalo
profundamente. Incluso me duele respirar. Elevo los ojos para mirarlo.
Solo Taylor.
—Se está haciendo sufrir, porque cree que lo merece. Hay una 389
diferencia. Taylor puede que crea realmente que quiere morir. Pero, en
lo profundo, si cavas lo suficientemente profundo, hay una parte de sí
que quiere vivir. La parte de sí que la hizo subir a un avión para venir
hasta aquí a cumplir su lista. La parte de sí que le permitió estar
contigo, preocuparse por ti.
Sacudo la cabeza.
—La vi en la sala del hospital, abuelo. Oí las palabras que decía. Ya se
ha ido. La he perdido.
—Sé que Taylor tiene profundos sentimientos por ti, y esos sentimientos
están provocando la culpa que siente por su familia, porque siente que
se los debe —su vida— pero una parte de ella te quiere, también. Pero
para tenerte, debe vivir. Y si vive, les estaría fallando nuevamente.
—Lo intente, abuelo. Le dije esas cosas, tal vez no tan elocuentemente
como tú, pero no las escucharía.
—¿Hola?
—Taylor se ha marchado.
—Por eso estoy llamando, para decirte que se marchó del hospital sin
que nadie lo supiera. Hace poco, la enfermera ingresó a la habitación a
391
chequear sus signos vitales y su cama estaba vacía. La ropa y calzado
con los que arribó tampoco estaban en el armario. Hemos revisado el
piso para asegurarnos de que no haya caído en alguna parte y herido,
pero no hay señales de ella. Así que fui hasta la seguridad a revisar las
cámaras y se la ve saliendo por la entrada principal hace unas horas.
Sacudo la cabeza.
—No estoy seguro. Tal vez a su hotel.
Lo último que Taylor me dijo era que quería estar con su familia.
Mierda… no.
Ella exhala.
Buzón de voz.
¡Mierda!
Frustrado, cuelgo.
393
Traducido por ZombieQueen
Corregido por Lelu
—Hable y rápido.
—Se desde donde estas llamando. Quiero que me digas si llamas por
Taylor Shaw. 394
Tomo una curva peligrosa y vuelvo a apretar el acelerador.
—¿Se ha marchado?
—Sí, señor.
—¿Cuándo?
—Lo siento, señor. Perrie, la chica que le dio la salida, es nueva. Puede
que no haya visto el aviso que había sobre la señorita Shaw. Solo noté
que se había marchado porque estuve trabajando en las salidas. Le
pregunté a Perrie si le había llamado…
—Está despedida.
Hace una hora. Se marchó hace una maldita hora. Es el tiempo que
toma llegar desde Heathrow hasta el hotel, dependiendo del tráfico.
Podría ya estar en el aeropuerto. Y no se los jodidos itinerarios de vuelo
hacia Boston.
¡Mierda!
Corto la llamada. Juro por dios que si alguien más se disculpa hoy, lo
mataré con mis propias manos.
Excepto Taylor.
Silencio.
—Déjeme ver.
396
La escucho tipear en el teclado.
—¿Cómo es tu apellido?
Otra pausa.
—Crawford.
Siento un latido de alivio. Pero solo porque ella no haya intentado 397
cambiar su vuelo no significa que no lo hará. Podría estar caminando
hacia allí ahora mismo, dirigiéndose al escritorio donde Amber está
sentada.
—Sí.
No creo que Taylor hiciera eso. Creo que está en el taxi de camino al
aeropuerto para cambiar su boleto y salir. Pero sigo diciendo:
No voy a dejarla de nuevo hasta que le haga ver que tiene sentido.
Hacerle ver que el único lugar donde necesita estar es aquí conmigo.
Si ella toma ese vuelo, entonces estoy jodido. Puede que tenga una
aerolínea, pero no soy Dios. No hay manera de que vaya a Boston sin mi
pasaporte.
—Sí señor.
Taylor debería estar aquí ahora. Tomó el taxi hace una hora.
Sacudo la cabeza.
Te necesito…
Sacudo la cabeza.
—No, gracias.
—Señor, ¿está seguro que no hay nada más que pueda hacer? ¿Llamar
a las otras terminales en caso de que decida regresar a América en un
vuelo diferente o tomar otro vuelo de conexión?
No ha aparecido.
No sé qué hacer.
Me mira tristemente.
—¿Amber?
—¿Sí, señor?
—Está bien.
Presionando los labios, cierro los ojos y dejo salir aire por la nariz.
—Hijo de puta.
Respondo:
Yo: gracias.
Solo hay un par de personas antes que yo en la línea de taxis así que
pronto estoy en uno, dándole la dirección de mi departamento al chofer.
Ella se ha marchado.
Una presión crece rápidamente detrás de mis ojos. Los cierro, presiono
la parte posterior de mis manos contra ellos y luego me paso los dedos
por el cabello mientras respiro profundamente.
—Señor Hunter, hay alguien aquí para verle. Lleva mucho tiempo
esperando.
Mis ojos siguen la dirección hacia donde mira Sid, y me quedo inmóvil
en el lugar.
Taylor.
405
Traducido por ZombieQueen
Corregido por Lelu
—Taylor.
Sus ojos están llenos de una emoción, que no puedo descifrar dónde se
encuentra su cabeza y en qué está pensando ahora mismo.
No la dejaré morir. Estoy luchando por ella. Y pelearé sucio si tengo que
hacerlo.
Me aclaro la garganta.
—¿Qué oferta?
—Pero creí…
—Cambié de idea. —Sonríe y eso me desarma. Me desarma como la
mierda—. Bueno, si aún me quieres, eso es…
Cada sentimiento que tengo por ella, sale en este beso. Necesito que
sepa qué es lo que siento por ella, porque las palabras no son
suficientes ahora mismo.
—¿Qué piensas?
Puede que Taylor este aquí ahora mismo, diciéndome que me ama, que
quiere estar conmigo, pero está enferma. Realmente enferma. Y el
tiempo no está de nuestro lado.
Liberándola lentamente, la observo.
—Necesitaba verte.
—Entonces, pensé que podía dejar algunas de mis cosas aquí en lugar
de llevarme todo al hospital conmigo.
Mi corazón se detiene.
—Sí.
Ella dice que sí, pero todavía puedo ver esa oscuridad llamada culpa
que bordea sus ojos.
—¿Y la cirugía?
Pero está diciendo que sí, así que tomaré todo lo que pueda para
mantenerla sana, viva y conmigo.
—De vuelta a ti, nena. —Capturo sus labios con los míos otra vez,
besándola. Saliendo de su boca, le beso la mejilla, la frente, la nariz y
los labios—. Te amo.
—Y yo te amo a ti.
La beso por última vez, y luego me separo de mala gana. Puede que
quiera quedarme así con ella para siempre, pero en realidad, necesita
volver al hospital.
—Lo sé. Y volveré. Solo quiero un poco más de tiempo contigo antes de
ir.
Tengo miedo por ella. Por mí. Pero tiene que ser fuerte en esto, por mí,
porque no existe un mundo donde Taylor no respire y viva conmigo.
—¿En serio?
—Llama a Paul.
—Te amo —dice las palabras como si necesitara seguir diciéndolas para
que sea real. 414
Y estoy lejos de quejarme.
Durante ese tiempo, pensar que Taylor no sentía lo mismo que yo por
ella... fue una puta tortura.
—Paul estará aquí en quince minutos —le digo a Taylor mientras cuelgo
el teléfono. Lo deslizo de nuevo en mi bolsillo.
Ella no dice nada. Y me doy cuenta de lo tenso que está su cuerpo con
sus dedos curvados en su regazo.
—¿Bebé?
—No lo tengas. No hay nada que temer. Estoy aquí. Y estaré aquí
contigo todo el tiempo. Te mantendré a salvo. Siempre te mantendré a
salvo.
416
Traducido por ZombieQueen
Corregido por Lelu
El dinero trae poder, y tengo un montón de ambos, así que usaré todo,
si es necesario, para asegurar que Taylor mejore.
Y comenzaremos nuestra vida juntos tan pronto como ella esté mejor.
Ella va a mejorar.
La cirugía.
—Probablemente —sonrío.
—Lo hicieron y eso me hizo reír. Quiero que me lo cuentes tú, así rio
nuevamente.
Dios, quiero oírla reír. Más que nada, quiero hacerla feliz.
Mis ojos se encuentran con los de ella. Está sonriendo, pero incluso en
esta oscuridad, puedo decir que no está feliz. Tiene miedo. Y me duele
saber que no hay nada que pueda hacer para erradicar ese miedo.
—Sí. —Ella sonríe. Esta parece más genuina. Alcanza todo el camino
hasta sus ojos.
"If You't Not the One" fue la canción que se repitió accidentalmente
cuando le pedí que se quedara en Londres conmigo. La noche en que
me dijo que no me amaba y luego salió corriendo de mi departamento.
La noche que fue el comienzo de mi mundo fuera de control.
—Me dijiste que me amabas por primera vez mientras sonaba esa
canción.
—Taylor...
Sus ojos vuelven a los míos. Hay tantas emociones en ellos que siento
que se envuelven alrededor de mi pecho y se aprietan con fuerza,
dificultándome la respiración.
9 «If You're Not the One» —en español: «Si no eres el indicado...»— es el título de la
canción compuesta por el cantante inglés Daniel Bedingfield.
—Quería quedarme —susurra—. En ese momento, cuando me pediste
que me quedara contigo, quería decirte que sí. Quería decirte que te
amaba. Porque te amé entonces y antes, y te amo ahora.
Aspiro.
Soy un jodido idiota. ¿Por qué tuve que decir eso sobre la canción? Es
importante para ella, por lo que debería ser importante para mí. Y lo es.
Sus ojos vuelven a los míos, y sé que no necesito explicarme porque veo
la comprensión en ellos. Ella sabe que estoy preguntando sobre la
cirugía.
—Lo siento. —Me paso una mano por el pelo—. Yo era un desastre.
Necesitaba alguien con quien hablar. Cam y Eddie son mis mejores
amigos.
—No se va por las ramas. Fue bastante directo al punto, pero está bien
porque creo que era lo que necesitaba. —Ella deja escapar un suspiro—
. Dijo que todos moriríamos algún día, en diferentes circunstancias, y
me preguntó por qué tenía que ser hoy mi día, en sentido figurado.
Sabía que quería estar con mi familia, pero dijo que mi familia querría
que yo viviera, y que... algún día estaré con ellos. Simplemente no tenía 422
que ser ahora. Que tenía a alguien aquí, que me amaba. —Sus ojos se
suavizan en los míos—. Y él dijo que por ser amado por ti, vale la pena
luchar. Valía la pena luchar por la vida.
Supongo que le debo una pinta a Eddie. O tal vez su propio jet privado.
Levanto mi cabeza
Ella ha estado luchando con esto sola por todo este tiempo. El
pensamiento de ella sola y herida me mata.
—Boston... creo que hablar con alguien que entienda de este tipo de
cosas sería una buena idea. Vi a un consejero de duelo después de que
mi madre muriera. Me ayudó mucho.
Ella vuelve su cara hacia la mía, y veo esas lágrimas brillando en sus
ojos.
—Boston —le paso los dedos por la mejilla—. Me habría quedado. —Le
digo esto con la certeza que sé lo que siento—. Me hubiera quedado
porque estoy bastante seguro que estaba enamorado de ti desde el
momento en que me sorprendiste y me besaste en el avión. Me tuviste
al instante. No iba a ninguna parte entonces... y no voy a ninguna parte
ahora.
Ella tira las mantas sobre nosotros y apoya su cabeza contra mi pecho.
La rodeo con mi brazo y empiezo a jugar con su cabello.
—Espero que no. No quiero que los agujeros se curen. Me dolió un poco
cuando los hice. No quiero pasar por ese dolor otra vez.
Me río. Mi chica está a punto de someterse a una cirugía mayor, y le
preocupa que le perforen las orejas nuevamente. Ahora, esa es la
Boston que he llegado a conocer y amar.
Mi corazón se detiene.
—¿Qué?
Supuse que podría ser estéril, y estaba diciendo la verdad cuando dije
que no importaba. ¿Quiero niños algún día? Sí, supongo que sí. Pero
puedo vivir sin tenerlos.
—No me importa.
—Hmm. Supongo.
Silencio.
—Si perder tu cabello significa que te mejores y puedo tener una vida
contigo, entonces, sí, bebé, estoy seguro.
—Tonto.
—Cierto.
Se ve tan hermosa Siempre será hermosa para mí, pase lo que pase.
Una sonrisa empuja mis labios mientras las lágrimas pinchan mis ojos
al mismo tiempo.
427
Traducido por Jabes
Corregido por Lelu
Miro fijamente al ataúd que está detrás del lugar dónde el reverendo
Grey está recitando la oración.
Duele.
Ella luchó contra ese tumor cerebral como una hija de puta. Lo siento,
Dios. Pero lo hizo, y ganó. Tuvimos el alta médica hace dos semanas. No
estamos completamente fuera de peligro. Tiene otro chequeo en seis
meses, pero, por ahora, el tumor se fue, y mi chica está recuperándose.
Odio que estemos aquí ahora. Que hayamos perdido a alguien más que
amamos.
Archie falleció repentinamente una semana después del día que nos
dieron el alta de Taylor. Tuvo un derrame. Salió de la nada y se lo llevó.
—…Tuyo es el reino, el poder, y la gloria, por los siglos de los siglos. 429
Amén. —El reverendo Gray termina la oración.
Perder a Archie fue un golpe de la peor clase. Lo conocía desde que era
un niño. Su derrame y subsecuente partida nos tomaron por sorpresa,
fue especialmente duro para el abuelo.
Presentó su solicitud hace unas semanas, así que, ahora solo tenemos
que esperar.
Abro la puerta del pasajero para Taylor y espero hasta que ella esté
adentro antes de cerrarla. Me meto en el lado del conductor, y
esperamos al abuelo. Él se sube al asiento posterior unos minutos
después.
—Oh, ¿sí?
Miro la lista
—Lo sé… pero quiero tener mi licencia, así puedo llevarte yo algunas
veces.
—“Teñir mi cabello de rosa de nuevo, una vez que vuelva a crecer”. Mm,
Boston, espero que no esperes que me tiña el cabello de rosa.
Ella se ríe.
Taylor tuvo que sacarse los pendientes de las orejas para la cirugía, y
los agujeros se cerraron, para su desilusión.
—Sólo para que sepas no voy a perforarme las orejas. —Le pellizco el
pezón.
—Escuché que hace que los orgasmos sean más intensos. —Levanto mi
hombro sonriendo.
434
—¿Y dónde escuchaste eso?
Me río.
—Um, sí. —Parpadea—. Es todo lo que tengo por ahora. ¿Por qué? ¿Hay
algo que hayas pensado?
Bien, así que esta no es la manera en que planeé que iba a hacerlo, pero 436
estoy siguiendo la corriente. Y maldita sea si no se siente bien. Todo se
siente bien con ella.
Le regreso el bloc.
Quiero que piense que estoy bromeando. Porque quiero ver la cara de
sorpresa en su rostro cuando se dé cuenta que estoy siendo serio.
—Era de mi abuela.
—Es tuyo, si lo quieres, pero… pero si tomas este anillo, eso significa
que me estás diciendo que sí.
—¿Y a qué le estaría diciendo que sí? —Eleva su mirada, sus palabras
son cautelosas.
Sabe lo que le esto pidiendo, solo quiere que diga las palabras. Y ella
merece esas palabras y muchas más. 437
—A casarte conmigo.
—Sí. —Sonríe.
Porque no hay final para Taylor y para mí. Solo ella y yo y toda una vida
de posibilidades.
Y una lista.
Para siempre.
Samantaha Towle es una escritora
de las más vendidas del New York
Times, USA Today y Wall Street
Journal. Comenzó su primera novela
en 2008 durante una licencian por
maternidad. Completó el manuscrito
cinco meses después y desde
entonces no ha dejado de escribir.
Es autora de romances
contemporáneos, las eeries The
Storm y Reveed y tomos únicos como
Trouble y When I was yours. También ha escrito romances
paranormales: The Bringer y la Serie The Alexandra Jones, todas
ambientadas con listas musicales de The Killers, Kings of Leon, Adele,
The Doors, Oasis, Fleetwood Mac, Lana Del Rey y toda su música
favorita.
439
Nativa de Hull y graduada de la Universidad de Stanford, vive con su
esposo Craig y sus hijos en el Este de Yorkshire.
440