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Significado de Milagro
El término griego del cual se deriva la palabra “milagros” es dunameis. Ese término se empleó en
la frase “hacer milagros” para dar a entender “un acto del poder divino, superior al orden natural y
a las fuerzas humanas,” “un poder sobrenatural para realizar lo que sería imposible de otra
manera.”
Introducción: Un milagro es una intervención sobrenatural en el curso ordinario de la naturaleza,
una suspensión temporal de las leyes físicas, una interrupción del sistema de la naturaleza;
operado por la fuerza del Espíritu de Dios.
EL HACER MILAGROS.
El hacer milagros es un don poderoso a través del cual Dios es glorificado. Los milagros no son
producidos por agentes y medios naturales.
El Espíritu Santo hace los milagros y maravillas a través de hombres y mujeres que le permiten
manifestar su poder a través de sus vidas.
El Señor permite que un ser humano, en el poder del Espíritu Santo, dé una palabra y el mar se
divida; Dios, que creó las aguas deja que una parte de Su Omnipotencia se manifieste en esa
persona.
Significado de Sanidad
Sanidad significa “calidad de sano; hacer que uno esté bien, cabal, completo”. Don significa
“dádiva, presente o regalo. . . Gracia especial o habilidad; favor, bondad.”
Pero es importante que pensemos en la palabra “dones”, la cual es plural. Plural significa más de
uno.” En este caso, dones significa “más de un don de sanidad.” Los dones de sanidad, por tanto,
son manifestaciones de la gracia de Dios; de su favor y su bondad.
Estos dones fluyen del Espíritu, a través del creyente, y de éste a las personas que necesitan
sanidad. Los dones de sanidad son dados para los necesitados. Se manifiestan a través de los
creyentes. Por ello no se debe decir que cierto creyente tiene un don de sanidad. Es mejor decir
que por el Espíritu Santo y a través del creyente lleno del Espíritu se manifiestan en la iglesia los
dones de sanidad.
Introducción: El Espíritu Santo a través de los dones de sanidades imparte sobrenaturalmente
su poder sanador a los enfermos. Esta manifestación se describe como dones (plural) ya que hay
muchas maneras de ministrar sanidad a los enfermos.
EL SEÑOR JESUCRISTO SANÓ A LOS ENFERMOS POR LA UNCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO.
El Señor Jesucristo ministraba no como el Hijo de Dios, sino como el ungido por el Espíritu Santo.
El Señor Jesucristo sanó toda clase de enfermedades y dolencias. Todos los dones de sanidades
se manifestaron en Jesús, porque Él tenía la unción del Espíritu Santo.
La Biblia no declara que el Señor Jesucristo hubiera sanado a un enfermo antes de ser ungido
con el Espíritu Santo y con poder. Después que el Señor Jesús fue ungido con el Espíritu Santo
las sanidades y los milagros comenzaron a suceder.
El Señor Jesús dijo en (Lucas 4:18) «El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido
para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a
pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos»;
Años después, Pedro, predicándole el Evangelio a Cornelio y a su casa, dijo, (Hechos 10:38)
«Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo
haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con Él”.
Aunque Jesús siempre fue el Hijo de Dios, Él nunca sanó a nadie hasta después que fue ungido
con el Espíritu Santo y con poder.
SANIDADES EN EL ANTIGUO Y EL NUEVO TESTAMENTO.
Los dones de sanidad estuvieron activos en Antiguo Testamento para traer sanidad a los afligidos
por diversas dolencias; no sólo las personas creyentes sino también los incrédulos fueron
sanados.
La sanidad de Abimelec y su casa. Abimelec rey de Gerar quiso tomar a Sara, como su mujer; la
consecuencia por ese pecado fue que él, su mujer y todas las mujeres de su casa se enfermaron.
Abraham oró a Dios y el Señor los sanó. La Biblia dice en (Génesis 20:17-18) “Entonces Abraham
oró a Dios, y Dios sanó a Abimelec y a su mujer, y a sus siervas, y tuvieron hijos…”.
La sanidad del leproso Naamán. Naamán era general del ejército de Siria, pero leproso. Él no
creía en Dios; el profeta Eliseo le dio una palabra y Dios lo sanó de la lepra. (2 Reyes 5:14) “Él
entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de
Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio”.
Sanidades en la Isla de Malta. Después del naufragio de la embarcación donde iba Pablo con
otros prisioneros hacia Roma, estando a salvo llegaron a la Isla Malta. Allí el poder del Espíritu
Santo se manifestó y sanó al padre de Publio, hombre principal de la isla; Pablo impuso las manos
sobre ese hombre y quedó sano; también ministró sanidad a todos los enfermos de la isla. (Hecho
28:7-9) “En aquellos lugares había propiedades del hombre principal de la isla, llamado Publio,
quien nos recibió y hospedó solícitamente tres días. Y aconteció que el padre de Publio estaba en
cama, enfermo de fiebre y de disentería; y entró Pablo a verle, y después de haber orado, le
impuso las manos y le sanó. Hecho esto, también los otros que en la isla tenían enfermedades,
venían, y eran sanados”.
DOS MANERAS PARA RECIBIR LA SANIDAD
Hay una diferencia entre la manifestación de los dones de sanidades y el recibir sanidad por la
oración de fe basados en la Palabra de Dios. La sanidad divina es obra de Dios, pero la diferencia
está en el canal que Él usa para llevarla a cabo.
Sanados por la fe en la Palabra de Dios. El creyente ora por su sanidad basado en la Palabra
de Dios, y Dios confirma Su Palabra sanando su cuerpo. (Salmo 107:19-20) “Pero clamaron a
Jehová en su angustia, y los libró de sus aflicciones. Envió Su Palabra y los sanó, y los libró de su
ruina”.
Usa a un creyente. En el Nuevo Testamento leemos (Santiago 5:14-15) “¿Esta alguno enfermo
entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él ungiéndole con aceite en el nombre
del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido
pecados, le serán perdonados”.
Sanados por la manifestación de los dones de sanidad. El Espíritu Santo usa a un creyente para
que los dones de sanidades se manifiesten y los enfermos sean sanados.
¿Es la Voluntad de Dios sanarnos?
1. La voluntad de Dios es sanarte
Éxodo 15:26
Pero el pide una serie de condiciones o requisitos que debemos cumplir o seguir para que
seamos sanados
1: Oír atentamente la voz de Jehová.
2: Hacer lo rectos delante de sus ojos
3: Oír sus mandamientos
4: Guardar sus todos estatutos
Ninguna enfermedad que mandare al mundo, la enviara a ti.
¿Por qué el no quiere enviar las enfermedades a nosotros?
Porque yo soy Jehová tu sanador
Salmos 103:2-3
(Bendice, alma mía, a Jehová,
Y no olvides ninguno de sus beneficios.
Él es quien perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus dolencias)
Isaías 53:5
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de
nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Mateo 8:17
para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras
enfermedades, y llevó nuestras dolencias.
1 Pedro 2:24
quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros,
estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.