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CONSPIRACIÓN DE VALLADOLID

o Conformada por José Mariano Michelena, Ignacio Allende y Mariano Abasolo. Los conjurados
de Valladolid pretendían el establecimiento de un congreso soberano, a partir del 21 de
diciembre de 1809, formado por representantes de las villas de Nueva España, y que, como la
Junta de México, gobernaría en nombre del rey Fernando VII de España, cuyo trono había sido
usurpado por los franceses un año antes. La justificación era la preservación de la Nueva
España para la monarquía española. La conjura fue descubierta en diciembre de 1809 y sus
miembros procesados por conspiración, aunque fueron puestos luego en libertad por
intervención del virrey Lizana.
CONSPIRACIÓN DE SAN MIGUEL EL GRANDE,

GUANAJUATO

o En la zona de El Bajío, comenzaron a organizar una conjura en San Miguel el Grande los capitanes Ignacio Alende y Mariano
Abasolo, quienes habían tenido contacto, el año anterior, con los conspiradores de Valladolid José Mariano Michelena y José
María García Obeso. Las reuniones se trasladaron a la ciudad de Querétaro, en donde se sumaron un grupo de letrados,
pequeños comerciantes y más militares del ejército colonial.
CONSPIRACIÓN DE QUERÉTARO

o Entre sus miembros se encontraban el cura Miguel Hidalgo y Costilla, el industrial Juan Aldama,
el corregidor José Miguel Domínguez con su esposa Josefa Ortiz de Domínguez, el presbítero
José María Sánchez, los abogados Parra, Laso y Juan Nepomuceno Mier y Altamirano,
Francisco Araujo, Antonio Téllez, Ignacio Gutiérrez, los comerciantes Epigmenio y Emeterio
González, el regidor José Ignacio de Villaseñor y Cervantes, el capitán Joaquín Arias, el teniente
Francisco Lanzagorta y el teniente Baca. La organización de los conspiradores preveía en el
mando a Ignacio Allende como general, Aldama como segundo e Hidalgo al frente del
movimiento popular. Sus primeros pasos serían la destitución de todos los españoles en los
puestos de gobiemo, apoyados por un levantamiento que se llevaría a cabo el 1 de octubre,
para lo cual se prepararon lanzas, espadas y municiones que almacenaron en San Miguel el
Grande, Dolores y Querétaro.

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