Temor de las elites políticas de Guatemala Las elites Políticas tradicionales en Guatemala y en otros países suelen tener preocupaciones que varían dependiendo de la situación política y social en curso. Algunos de los temores comunes que podrían haber enfrentado o seguir enfrentando incluyen:
Perdida de poder: Las elites políticas tradicionales a menudo temen
perder su influencia y control sobre el gobierno y los recursos del país cuando surgen movimientos políticos o candidatos que desafían el statu quo.
Descontento social: La creciente insatisfacción de la población con la
corrupción, la falta de servicios públicos, la desigualdad económica y otros problemas puede representar una amenaza para las elites políticas tradicionales, ya que podría dar lugar a movimientos de protesta y demandas de cambio.
Reformas políticas: La implementación de reformas políticas destinadas
a aumentar la transparencia, la responsabilidad y participación democrática puede socavar los intereses de las elites políticas tradicionales que se benefician de un sistema político menos transparente y cerrado.
Competencia electoral: La aparición de candidatos y partidos políticos
nuevos y populares puede poner en peligro la posición de las elites políticas tradicionales en las elecciones, lo que a menudo genera preocupación entre estas elites.
Riesgo de enjuiciamiento: En algunos casos, las elites políticas
tradicionales pueden temer ser investigadas y procesadas por corrupción u otros delitos si cambia el equilibrio de poder en el gobierno. Estos temores pueden variar dependiendo de la situación política especifica y de las dinámicas del momento. El miedo de las élites políticas en Guatemala ha sido un tema de discusión, particularmente en el contexto de las recientes elecciones. Según un artículo en El País, este temor ha provocado una crisis postelectoral. La alianza informal de políticos, élites burocráticas y empresarios, conocidos como el "Pacto de Corruptos", que se protegen mutuamente para mantener el poder, se han visto conmocionados por los resultados electorales. Han planteado la narrativa del fraude, cuestionando por qué una fuerza política relativamente insignificante está en la segunda ronda.
Constitución política de la Republica:
La actual Constitución Política de la República es la ley suprema de la República de Guatemala, en la cual se rige todo el Estado y sus demás leyes y recoge los derechos fundamentales de su población. Fue creada el 31 de mayo de 1985 por la Asamblea Nacional Constituyente de ese año, convocada por el entonces presidente de facto de la República de Guatemala, general Óscar Humberto Mejía Víctores, tras las [[Elecciones a Asamblea Nacional Constituyente de Guatemala de 1984 |elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente]] celebradas el 1 de julio de 1985. Dicha Carta Magna se hizo efectiva el 14 de enero de 1986. Fue suspendida el 25 de mayo de 1993 por el entonces presidente de la República de Guatemala Jorge Antonio Serrano Elías; reinstaurada el 5 de junio de 1993 acto seguido del derrocamiento del presidente; enmendada en noviembre de 1993. Las reformas constitucionales de 1993 incluyeron un incremento en el número de Magistrados de la Corte Suprema de Justicia de 9 a 13. Los períodos de cargo para presidente, vicepresidente, y diputados del Congreso de la República de Guatemala fueron reducidos de 5 a 4 años; para los magistrados de la Corte Suprema de Justicia de 6 a 5 años, y se incrementaron los períodos de los alcaldes y concejos ciudadanos de 21/2 a 4 años. El presidente y vicepresidente son elegidos directamente por medio de sufragio universal y están limitados a un período. Un vicepresidente puede ser candidato a presidente después de 4 años fuera del cargo. Situación política en Guatemala La situación política en Guatemala ha sido tensa recientemente. Diversos sectores han expresado su preocupación debido al irrespeto de los resultados electorales. Esto ha llevado a una crisis política que podría resultar en posibles sanciones comerciales y económicas de socios comerciales como Estados Unidos y la Unión Europea. Eric Jacobstein, subsecretario adjunto de Estados Unidos para Centroamérica, ha calificado la situación política de Guatemala como "bastante preocupante".
Además, la democracia en Guatemala ha enfrentado desafíos. La
inhabilitación transitoria del partido Semilla arrojó más sombras sobre el proceso electoral guatemalteco. Esta situación ha generado incertidumbre y preocupación tanto a nivel nacional como internacional. Hay problemas como la corrupción, la violencia, la agudización de la pobreza, las brechas de desigualdad, la debilidad institucional, la ineficacia del Estado para garantizar los derechos humanos, la inequidad entre hombres y mujeres, las discriminaciones de todo tipo, especialmente contra los pueblos indígenas y las mujeres, y la falta de respuesta a las demandas sociales2. Además, hay violencia política disfrazada de violencia común1. Falta liderazgo político con credibilidad. ¿Por qué es importante la supervision del financiamiento electoral? La supervisión del financiamiento electoral es importante por varias razones clave en un sistema democrático:
Transparencia y confianza en el proceso democrático: La
supervisión garantiza que los procesos electorales sean transparentes y abiertos al escrutinio público. Cuando el financiamiento de las campañas políticas se lleva a cabo de manera transparente y se informa adecuadamente, se construye la confianza en el sistema electoral y se fomenta la participación cívica.
Prevención de la corrupción: La falta de supervisión del
financiamiento electoral puede dar lugar a prácticas corruptas, como la aceptación de sobornos de donantes interesados en influir en políticos o partidos. La supervisión ayuda a prevenir que el dinero ilícito tenga un impacto indebido en el proceso político.
Igualdad de oportunidades: El financiamiento adecuadamente
regulado puede ayudar a nivelar el campo de juego político al garantizar que los candidatos tengan igualdad de oportunidades, independientemente de su origen económico o el respaldo financiero que puedan recibir. Esto promueve una competencia más justa.
Cumplimiento de la ley: La supervisión del financiamiento electoral
asegura que se cumplan las leyes y regulaciones electorales. Esto ayuda a prevenir la evasión fiscal y el lavado de dinero en el contexto de la financiación de campañas.
Protección de la democracia: Un sistema de financiamiento electoral
adecuadamente supervisado contribuye a proteger la integridad del proceso democrático, evitando que sea socavado por la influencia indebida del dinero en la política. la supervisión del financiamiento electoral es esencial para mantener la integridad de los procesos democráticos, promover la igualdad, etc.