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MÓDULO II
LECTURAS
Argentina 2013
(54) 0298-154505712 / 0298-4452089
mariaelena_iriarte@hotmail.com
snt.rionegroargentina@gmail.com
Copyrigth © 2010 por Sara Nossa Terra
Todos los derechos reservados. Derechos internacionales Registrados.
Publicado originalmente por Sara Brasil Ediciones y Producciones.
A menos que se indique otra cosa, las citas bíblicas fueron tomadas de
la Biblia Nueva Versión Internacional © 1999 por la Sociedad Bíblica
Internacional. Usadas con permiso.
Clasificación: Capacitación
Traducido por: Obispa Daniely Nogueira Da Silva
Corregido por: Pastora María Elena Iriarte
Impreso en, Argentina.
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Sana Nuestra Tierra // Instituto de Vencedores // Módulo II // Lecturas
Nuestra declaración de fe
• Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios inspirada e infalible
(2 Timoteo 3:16, 2 Pedro 1:21).
• Que el hombre fue creado bueno y justo, pero perdió esa naturaleza
por caer voluntariamente en pecado. (Génesis 1:26-31).
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INDICE
CAPÍTULO 1:
Proyecto de Dios Vs. La decisión del hombre………………………………………10
CAPÍTULO 2:
Carácter deformado: Mente distorsionada………………………….……….…….15
CAPÍTULO 3:
Carácter deformado: Emociones descontroladas……………………………..…24
CAPÍTULO 4:
Carácter deformado: Vana manera de vivir…………………………………………30
CAPÍTULO 5:
Carácter en construcción: Valores organizados…………………………………..38
CAPÍTULO 6:
El perfil del carácter cristiano………………………………………………….……….…46
CAPÍTULO 7:
Ser Humano:
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CAPÍTULO 8:
Jesús El Gran Consejero…………………………………………...............................59
CAPÍTULO 9:
Instrumentos para el proceso de la sanidad del alma………….............…..69
CAPÍTULO 10:
Como mejorar sus relaciones…………………………………………………..………….75
CAPÍTULO 11:
El verdadero amor……………………………………………………………………………….85
CAPÍTULO 12:
Practicando el perdón………………………………………………………………..…..…..97
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Capítulo 1
PROYECTO DE DIOS
VS
LA DECISIÓN DEL HOMBRE
Proyecto de Dios
Dios creó al hombre a “su imagen y semejanza” (Gn1:26). Esta
es la verdad que excede, en mucho, el entendimiento de los hombres.
En esta fase está el proyecto de Dios para el hombre. Él no creó
cualquier cosa ni cualquier ser, mas creó al hombre, que traía en si la
imagen de Dios y fue hecho a su semejanza.
La palabra IMAGEN (tselem) habla de la semejanza en la
apariencia y la palabra SEMEJANZA (damah) habla del interior.
IMAGEN (tselem): apariencia exterior
SEMEJANZA (damah): apariencia interior
El propósito era que fuéramos parecidos a Dios, que cargáramos
la esencia de Dios. Fuimos creados, Dios saco de sí mismo para nuestra
creación. Fue usado el polvo de la tierra para dar la forma al hombre,
pero el aliento de Dios es lo que lo hizo vivir, o sea, lo que hizo al
hombre ser hombre salió del Dios todo poderoso.
Cuando la Biblia dice que fuimos hechos a imagen, significa que
fuimos hechos para que la gloria de Dios fuese vista en nosotros. No que
necesariamente fuéramos la apariencia externa de Dios; pero seriamos
como Él, es una persona creativa, inteligente, capaz, etc. Y cuando dice
que fuimos hechos conforme a la semejanza significa que seriamos
iguales a Dios por dentro, o sea, reflexionaríamos el carácter de Dios,
tendríamos emociones, sentimientos, voluntad, como Él.
Todo proyecto de Dios, todavía hoy para nosotros, es que
seamos como Él es: “Sed santos porque Yo soy santo” (Lv.11:44); “hasta
que lleguemos a la estatura del varón perfecto” (Ef.4:13);“También los
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Rebeldía
Falta de sumisión, desobediencia. La persona rebelde es aquella que no
se somete a una autoridad u orden. El hombre perdió la capacidad de
obedecer voluntariamente. Por sí solo, el hombre siempre tiende al
pecado y a la oposición a Dios. Cuando el hombre peca, él se rebela, o
sea, asume una posición de oposición a Dios y a sus principios.
Ejemplos:
Adán y Eva fueron rebeldes a la autoridad de Dios. Ignoraron su
orden de no comer del fruto del árbol del conocimiento.
Jonás fue rebelde, pues no fue adonde Dios lo había enviado.
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Idolatría
El hombre pasó a crear imágenes y a reverenciarlas. Pasó a adorar a la
criatura (a el mismo, sus semejantes, objetos hecho por él mismo) en el
lugar del creador. Una vez que Dios ya no estaba en su plan de vida, era
necesario crear otros dioses de acuerdo con su propia voluntad. Lo
curioso es que el hombre, insatisfecho de servir a quien era mayor que
él, pasó a postrarse delante de cosas inferiores: madera, yeso, animales
y etc., quizás con la ilusión de que a estos, elevándolos a la categoría de
dioses, pudiese dominar.
El ternero de oro, hecho por el pueblo de Israel, en el desierto, y
constituido como dios que lo había libertado del Egipto.
Mucho de los discípulos de Jesús, hasta Judas, fueron
transformados en objetos de idolatría. Infelizmente el creador
es sustituido, por la criatura, en el corazón del hombre.
Libertinaje
Es el individuo libertino. Sin frenos, sin límites, capaz de
hacer cualquier absurdo o cometer cualquier atrocidad, en
nombre de libertad, quebrando principios, normas y padrones de
comportamiento. Sin la ley y los principios de Dios el hombre creó
para si su propio código de ética. El resultado fue dañoso, como si
utilizásemos un producto fuera de las especificaciones del
fabricante, El hombre pasó a vivir sin frenos, dando salida a todo
tipo de incoherencia, maldad y depurador.
Las ciudades de Sodoma y Gomorra son símbolos de una
generación desproveída de cualquier moral. La ley era la
inmoralidad y el libertinaje.
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Maldad:
El hombre se lanzó al mal. La cabeza del hombre maquina
el mal. Todo su pensamiento se corrompió, toda intención que
brotaba de su corazón era mala, y esto erosiono toda la raza
humana. Las inclinaciones del hombre son solamente para la
práctica de cosas erradas y completamente desvinculadas del
propósito de Dios. El hombre se tornó inútil para el bien y todas
sus obras apenas expresaban el estado de confusión que había en
su interior.
La historia del abuso sufrido por Dina, y de la respuesta
violenta de sus hermanos, matando a todos los hombres de la
ciudad, es una evidencia de la maldad humana y de la “ley” que se
estableció de pagar mal por mal.
Los hermanos de José lo quisieron matar por envidia, más
acabaran vendiéndolo como esclavo.
Egoísmo
En el estado en que el hombre se encuentra él tiene un
amor casi explosivo hacia sí mismo, siendo altamente egocéntrico
(hace del propio “yo” su mayor centro de interés), sin
preocuparse por su prójimo, por el contrario, viéndolo como
enemigo, competente y alguien que interrumpe sus intereses
personales.
Adán estableció un orden de Dios y trajo enormes
perjuicios para el pueblo, pero hasta haber sido descubierto no
quedó tranquilo.
El sacerdote y el Levita, de la parábola contada por Jesús,
que vieron un hombre necesitando de ayuda, más pasaron sin
hacer nada por él, más preocupados con sus quehaceres.
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Violencia
El hombre cerrado dentro de sí mismo pasó a desconsiderar al
prójimo. El otro pasó a ser visto como concurrente, un enemigo
que necesita ser exterminado a cualquier costo. Mi éxito pasa a
ser atraído al fracaso del otro y para eso fue “permitido todo tipo
de violencia física, moral y emocional. Cuanto más arrinconado
por las culpas y más frágil por las crisis, el hombre reaccionará
cada vez más violentamente.
Caín, que de forma cobarde, mató a su hermano, sin que
este tuviera ninguna culpa, solo porque Dios no acepto su
ofrenda (Génesis 4:8).
Lamec era un hombre que actuaba violentamente por
motivos banales. Su actitud era llena de liviandad (Génesis 4:23).
Conclusión
Mismo el hombre desviándose del propósito de Dios no
significa que el plan de Dios, de tener el hombre a su imagen
y conforme a su semejanza, haya sido vencido o mismo
abortado. Él ya tenía un plan establecido, Jesucristo, su hijo,
era el cordero que fue preparado desde la fundación del
mundo. Él sería más allá de Señor y Salvador, el hombre
modelo, perfecto, igual a Dios, o sea, a su imagen y
conforme su semejanza. Jesucristo puede llevar al hombre
de vuelta al proyecto de Dios arreglando las distorsiones
ocurridas en su carácter que deformaran su mente y sus
emociones. Estudiaremos, en los próximos capítulos, las
principales alteraciones que deformaran nuestro carácter
como consecuencia de la caída.
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Capitulo 2
Carácter deformado
Mente Distorsionada
Introducción
Aquello que pensamos refleja lo que somos, así como, aquello
que pensamos refleja nuestro carácter. Lo que pensamos es debido a
nuestra percepción que a su vez, determina como vemos las cosas y
también nuestro comportamiento. La percepción es el modo cómo
observamos al mundo y esto es una actividad de la mente. La mente fue
distorsionada por el pecado, pues nuestro entendimiento fue alterado
(Gn.3:5-8). El resultado fue un mapa nuevo de pensamiento, o sea,
nuevos paradigmas fueron establecidos. De forma más general nuestra
percepción, compresión e interpretación de las cosas y hechos fueron
alteradas. Tales paradigmas o conceptos establecidos pasaron a ser la
fuente de nuestras actitudes y comportamiento afectando
profundamente nuestro carácter. Paradigmas personales son
inseparables del carácter. Estudiaremos en esta lección algunas de las
principales alteraciones de nuestra mente, que forman actitudes de un
carácter deformado.
Mentira
Es una afirmación contraria a la verdad. Se cuenta algo falso
como si fuese verdadero. La mentira es algo tan común, que hasta
tenemos un día dedicado a ella en nuestro calendario. Es un pecado que
a tomado a toda la raza humana. David, en el Salmo 116:11 expresa un
estado de aflicción muy intenso, cuando dice: “Todos los hombres son
mentirosos”. También podemos constatar en varios versículos bíblicos
que el hombre tiene una fuerte inclinación para la mentira, para
formular pensamientos y después colocarlos en práctica a pesar que
entre en oposición con la verdad. Pero la mentira tiene serias
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Malicia
Es ser propensos a encontrar el mal en todo, es el individuo que
tiene intención malvada. En el Sl 10:7 David afirma que debajo de la
lengua del hombre hay malicia y maldad, y en Ro 1:29 la Biblia registra
que los hombres están llenos de malicia y el propio Jesús habla de los
fariseos, Lc 11:39, pues el interior de ellos estaba lleno de intenciones
malvadas. Con tales informaciones, llegamos a la conclusión que la
tendencia natural del hombre, sin conocer a Dios es poseer una mente
malvada, maliciosa, llena de pensamientos pecaminosos, en sus gestos y
en la forma de relacionarse con los otros. Para estas personas nada es
inocente o puro, toda es ocasión para un comentario malvado: “para los
corrompidos e incrédulos nada le es puro” Tito 1:15. Por eso la palabra
de Dios viene con la propuesta de que nosotros nos opongamos a tales
cosas, pues en Tito 3:3-5 vemos que “vivíamos en malicia, pero cuando
se manifestó la bondad de Dios nuestro salvador, y su amor para con los
hombres, según su misericordia, él nos salvó mediante el lavado de
regeneración y de renovación por el Espíritu Santo”. En 1 Pedro 2:1-3 la
palabra también nos estimula a “desead como niños recién nacidos, la
leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación
si es que habéis gustado la benignidad del Señor”. Pablo en 1 Cor 14:20
dice “Hermanos no seáis niños en el modo de pensar, si no sed niños en
la malicia pero maduros en el modo de pensar”. Por tanto somos
conducidos a la siguiente conclusión: a través de su palabra, Dios quiere
que dejemos atrás todo mal pensamiento y busquemos llenar nuestra
mente con elementos pertenecientes al reino. “Poned la mira en la
cosas de arriba, no en las de la tierra, porque habéis muerto, y vuestra
vida está escondida con Dios”.
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Juzgar
El problema de juzgar consiste en que el hombre asume una
posición que no le corresponde. Todos estamos en la misma condición,
solo Dios es juez por encima de todos nosotros (Stg 4:11-12).
¿Quiénes somos nosotros para juzgar? Jesús no nos prohibió el juzgar
erradamente. Prohibió emitir cualquier juzgamiento (Mt 7:1). Solo Dios
conoce los verdaderos motivos y sentimientos del corazón del hombre
para emitir un juicio verdadero (Ro 2:16). Cuando yo juzgo a alguien,
estoy sacando conclusiones, suponiendo, pensando algo con respecto a
esa persona o alguna actitud de ella. Frecuentemente: Juzgamos y
somos juzgados, sacamos conclusiones precipitadas, juzgamos sin
conocernos, sin saber los motivos que llevaron a la persona a reaccionar
de tal manera, y otros elementos que están relacionados al acto de
juzgar. Por tanto, la mente del hombre posee una fuerte tendencia para
tales actitudes. Como deseamos ser personas que buscan tener la
mente de Cristo y reaccionar como él nos orienta a hacerlo, debemos
rogarle al Espíritu Santo que en nuestras mentes no haya más espacio
para juzgar, actitudes que no conducen al Reino de Dios, pues la palabra
estimula a reaccionar de forma diferente. En Ro 14:13 leemos: “No
debemos juzgar según la apariencia “y en Mt 7:1-5 vemos que el juzgar
solo le pertenece a Dios. Queremos que examines cada parte para llegar
a la conclusión propia de que es verdad lo que estamos afirmando. Por
tanto, tienes que elegir sabiamente y no precipitadamente, sacando
conclusiones acerca de una persona y sus actitudes, pues solo Dios tiene
permitido hacerlo. Es Él quien conoce a cada uno de nosotros y las
motivaciones que existen en nuestros corazones. Ya tiene bastantes
fundamentos bíblicos para proceder. Deseamos que haga la elección
correcta, que glorifique el nombre del Señor.
Pesimismo
Muchas personas decaen delante de sus dificultades en la vida.
De hecho, la vida está llena de conflictos. El propio Jesús dice: “en el
mundo tendrás aflicciones”. El pesimista es aquel que, sin fuerza para
enfrentar los problemas, “entrega los puntos”, pues no consigue ver una
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Injusticia
Justicia es la virtud de dar a cada uno lo que le pertenece; y el
reto de proceder en las relaciones unos con otros. La injusticia es lo
opuesto a este proceder. Se refiere a la condición de la sociedad
humana en Ro 1:29 el apóstol Pablo describe así a los hombres: “llenos
de injusticia”, y a continuación, enumera varios pecados e injusticias
específicas que los hombres cometen. Vivimos en una sociedad repleta
de injusticia. En todos los niveles, en todas las relaciones se cometen
injusticias. Dios declara “que no hay justo”. Todos tenemos pecados.
Reaccionamos injustamente contra Dios, no amándolo y no
obedeciendo de todo corazón; y contra el prójimo tratándolo mal,
criticándolo engañándolo, etc. Pero nuestro Dios es tan justo. El se
opone a toda forma injusta. La justicia de Dios es uno de sus atributos
morales. El es el único justo en el sentido absoluto, pero en Cristo el nos
justificó a través de perdón y por la liberación de una vida de pecados
Ro 3:23-26 y 6:17-18. Mediante la renovación de nuestro
entendimiento, debemos despojarnos continuamente del viejo hombre
y vestirnos del nuevo; creado según Dios, en la justicia y santidad.
(Ef. 4:22-24).
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-En el trabajo
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Él es un Dios distante
Hay quien afirma que Dios creó al mundo, dio cuerda y se fue? Para
esas personas, Dios es inaccesible, no comparte nuestras necesidades y
alegrías, pero Dios es próximo y presente. Él está con nosotros todos los
días, nunca nos deja solos. Él esta tan próximo que nos dice: Él es tu
sombra a tu derecha” Sl 121:5
Él es un Dios Correctivo
Desde el principio de la humanidad, el hombre trata a su Dios con
miedo, teniendo que ofrecer sacrificios para apaciguarlo y obtener sus
favores. En la parábola de los talentos hay una persona que, por miedo
a Dios, escondió sus talentos y tuvo una vida limitada y triste. En la
verdad Dios es justo, más grande en amor, misericordia y bondad.
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Él es solo amor
Quien piensa así trata a Dios con liviandad, pues cree que
independientemente de lo que Dios venga hacer lo trata
amigablemente. De hecho, la esencia de Dios es el amor, pero Él no
llama para una relación basada en la santidad y redención. El no durara
en traer su juicio sobre los malos y desobedientes.
CONCLUSIÓN
Es necesario cambiar nuestro nivel de
pensamientos, o sea, entrar en un nuevo nivel de
pensamientos más profundos, con paradigmas
basados en nuevos principios de la palabra de
Dios. A este llamamos de cambio o transformación
de la mente (Ro. 12:2). Nuestra mente solo será
transformada a través de la palabra.
Transformando nuestra mente experimentaremos
la voluntad de Dios y así nuestro carácter será
también renovado. Hacer la voluntad de Dios
cambia nuestras actitudes y por lo tanto nuestro
carácter, y así manifestaremos la mente de Cristo.
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Capítulo 3
CARACTER DEFORMADO:
EMOCIONES
DESCONTROLADAS
Introducción
Las emociones, en nosotros, son evidencias de nuestra creación
a partir del Creador. Dios tienes emociones, por eso, también las
tenemos. En comunión con Dios teníamos emociones controladas, un
estado emocional estable y organizado. Alejados de Dios, con un
carácter deformado, nuestras emociones sufrieron alteraciones
pasando del estado emocional organizado, a un estado desorganizado o
descontrolado. A seguir, vamos a estudiar algunas de las principales
alteraciones presentes en un estado emocional deformado.
Ira
En Ec. 8:11 leemos sobre un hecho muy común en nuestros días:
la impunidad. Vivimos días de violencia, corrupción, lo que vemos es
una justicia lenta, que no condenan a los culpables, causando un
sentimiento de ira y revuelta en las personas. Por otro lado quién se
siente ofendido, no tiene más fe en acción de la ley y termina queriendo
hacer justicia con las propias manos. Ira es ese deseo de venganza, que
consume una vida y a cada día, va creciendo más y sofocándola. Debajo
de este sentimiento, muchas personas han cometido hechos
impensados que han sido fuente de gran dolor y amargura: griterío,
ofensas, insultos, homicidios etc. La ira causa mucho mal a quien siente
pues le roba la paz, alegría y tranquilidad. El hombre que compone la
sociedad de hoy está con su corazón inundado de cólera y de ira. Tales
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sentimientos los conducen a actitudes que no son los valores del reino,
y que los conducirán a prácticas desfavorables, que fatalmente llegarán
a perjudicarlo. La palabra de Dios nos revela en Stg. 1:19-20 que: “la ira
del hombre no obra la justicia de Dios”. Y si deseamos ver la justicia de
Dios prevaleciendo debemos desvincularnos de tal resentimiento, pues
en Sl. 94:1-2 leemos que la “venganza pertenece a Dios”, Él como recto
juez es quién dará a cada uno conforme sus obras. En Ef. 4:26-27 la
Palabra nos revela la siguiente cosa: “Airaos y no pequéis. No se ponga
el sol sobre la vuestra ira, y no deis lugar al diablo”. En otra versión
leemos: “cuando estén airados no pequen alimentando su propio
rencor. No dejen que el sol se ponga con ustedes todavía airados,
resuelvan rápido, porque cuando ustedes están airados ofrecen un
fuertísimo punto de apoyo al diablo”. Ahora llegamos en un punto de
confrontación: ¿deseamos ver la justicia de Dios prevaleciendo sobre
nuestra vida o todavía insistiremos en ser agresivos? ¿Queremos dar
lugar al diablo? Es lógico que como personas que desean poseer sus
sentimientos reorganizados, buscaremos andar a la luz de la palabra, en
el consejo del Señor y no teniendo prácticas que teníamos antes,
cuando todavía no teníamos el conocimiento de Dios y de su voluntad.
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CELOS
El concepto de celos está íntimamente ligado a dolor y
sufrimiento. El diccionario define como: “Sentimiento doloroso causado
por la sospecha de infidelidad, angustia provocada por sentimientos
exacerbados de posesión”. El celoso sufre mucho, pues vive en un
constante estado de ansiedad y miedo de perder la persona o cosa
amada. El celo es una prisión tanto para quién siente como para quién
es el objeto del sentimiento. Gl. 5:20 nos revela este sentimiento como
obra de la carne y Job. 5:2 habla que el celo mata al necio. La
desconfianza destruye las relaciones humanas. Es grande el número de
crímenes pasionales causados por celos. El verdadero amor no puede
llevar a otra cosa sino a la vida.
Solamente con mirar a nuestro alrededor percibiremos sin
dificultad alguna, que el hombre es perturbado por este sentimiento
tan dominante y opresor. El hombre manifiesta esta de forma tan
vehemente que no tendremos dificultades ninguna de notar cuando él
tiene problemas con tales sentimientos. Entretanto, la Palabra de Dios
una vez más viene a confrontarnos con tales actitudes que todavía
existen en nosotros, que son vestigios del viejo hombre.
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RECHAZO
Este sentimiento puede ser manifestado en dos direcciones.
En relación a los otros: el hombre lleno de si, egoísta se ve a sí
mismo como el centro del universo y desprecia al prójimo por el color,
apariencia, clase social, o cualquier otro motivo banal que el atribuya
como un defecto. Considera al prójimo insignificante, despreciado, por
no poseer las calidades que el establece para ser aceptado.
En relación a sí mismo: muchas personas no se aceptan. Tiene
problemas con su auto imagen, conjunto de ideas o pensamientos que
una persona tiene de sí mismo, se creen inadecuadas, diferentes, tienen
baja auto estima, atribuyen para sí las mismas fallas en contra de si, su
experiencia y su condición es un motivo de vergüenza y humillación.
Esto las hace tímidas, cerradas e introvertidas. Viven una vida de
soledad y tristeza deseando ser otra persona y tener una suerte
diferente.
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MIEDO
Este es tal vez el sentimiento más primitivo y común en el ser humano.
Este sentimiento se tornó conocido en el hombre en un
momento muy difícil: Después de haber pecado el hombre oyó la voz de
Dios que como todos los días venía encontrarse con Él.
Aquella voz que antes le traía profunda alegría esta vez provocó
miedo. El miedo nace por varios motivos: culpa, soledad, inseguridad,
traumas, etc. Y tiene varias consecuencias: fuga, pánico,
agresividad, etc., pero lo más común y fuerte es su efecto paralizante.
En I Ju 4:18 afirma que el miedo nos impide ser perfeccionados.
El miedo nos impide ir adelante, crecer, realizar nuevas conquistas. El
miedo limita todas las posibilidades en todas las áreas de nuestras vidas:
profesional, emocional, financiera, espiritual.
El antídoto contra ese veneno es el amor. El verdadero amor de
Dios, derramado en nuestros corazones, nos llena de confianza y nos da
la certeza de que Él siempre está con nosotros.
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CONCLUSIÓN
Dios quiere traernos de vuelta al estado original. Nuestras
emociones afectadas, no son un estado irreversible. Jesús
dijo: Conoceréis la verdad y la verdad os hará libre, Juan.
8:32. El proceso de la liberación de la ira, del pesimismo, del
celo y del rechazo es el conocimiento de la verdad sobre
nosotros mismo, quiénes somos sobre quién Dios es y sobre
lo que Él hace por nosotros y cuál es nuestra posición en
Jesús. Nuestra alma, donde viven nuestras emociones, desea
el reposo del Señor, o sea, volver a su estado original de
organización. Un hombre no puede tocar nuestra alma
verdaderamente, y ni los psicólogos. Ellos intentan en su
proceso de ayuda conseguir algún resultado pero no puede
transformar o restaurar nuestra alma. Solamente la palabra
de Dios es viva y eficaz y puede ir al encuentro de las
necesidades de nuestras almas, Salmos 19:7-8; Stg 1:21.
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Capítulo 4
Carácter deformado vana manera de vivir
Introducción
La Biblia dice que fuimos rescatados de nuestra vana manera de
vivir que, por tradición, recibimos de nuestros padres (I Pedro 1:18).
Esta vana manera de vivir recibida influencia directamente la
construcción de nuestro carácter, a través de formación de hábitos
perjudiciales a nuestra persona, así como al grupo donde estamos
insertados.
En el desenvolvimiento de esta lección estudiaremos algunas de
las malas actitudes o procedimientos adquiridos y cómo hacer para
vencerlos.
Estaremos, entonces, tratando tres asuntos que acostumbran
a ser los errores más comunes practicados por el mundo en nuestros
días. Las doctrinas, predicadas por los hombres como ciertas, necesitan
ser completamente retiradas de nuestras vidas, para que podamos
tener un punto de vista bíblico sobre: el modo de hablar, vicios y el
sexo.
El modo de hablar
(Ef. 4:29-31 y 5-4)
El hablar es algo que distingue a los hombres de las demás
especies. Es una de las herramientas básicas de su desarrollo. Con ella
exteriorizamos nuestras reacciones, sentimiento, ideas, deseos,
pensamientos, etc. Es algo de tanta importancia, que en Prov. 18:21
leemos: “la muerte y la vida están en el poder de la lengua”. Ella es una
espada o un remedio. Depende de cómo la utilizamos. El decaimiento
moral y espiritual de estos días es claro y manifiesto en todas las formas
de comunicación y en nuestro día a día. Chusmear, murmurar, criticar,
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* Mal contenido
Existen personas que no consiguen controlar las malas palabras,
o el deseo de hablar de los otros. Cuando ven ya están hablando todo
de nuevo. Es como un animal que no tiene un freno sale disparado,
destruyendo todo lo que ve por adelante.
* Es fuego
Que quema y desbasta. Después de lanzar una chispa de
mentira o de sospecha sobre alguien es algo difícil de apagar. Cuántas
vidas ya fueran muy dañadas por comentarios maldadoso y mentirosos.
VICIOS
El vicio priva al hombre del uso normal y digno de sus facultades
creando dependencia mental, física o espiritual, conduciendo a una vida
de escasez y sufrimiento (Pv. 23:20-21). En busca de libertad o huyendo
de problemas el hombre se envuelve en una práctica que a los pocos
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Soledad y aborrecimiento;
Malas compañías;
Fuga de problemas;
Busca del placer;
Rebeldía;
Necesidad de aceptación: hacer lo que los otros hacen;
Abuso de medicamentos.
Consecuencias
El sexo
Esa es un área muy delicada, por ser muy explorada hoy en día y
distorsionada de las más diversas formas. El sexo fue creado por Dios,
pero después del hombre haber pecado, hubo entre otras
consecuencias, la distorsiones de su sexualidad, que han sido
corrompida al extremo. Los principios establecidos por Dios se tornaron
tabúes, reglas anticuadas, que precisaban ser quebradas para que el
hombre probara el máximo del placer. Pero, tener un carácter cristiano
bien formado, no es sinónimo de tener sexualidad inhibida; significa
que debemos desarrollar una de forma, sana y equilibrada.
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Pornografía
La busca por temas (películas, fotos, libros, etc.) que tratan de
temas obscenos o licenciosos. Por la exposición constante y demasiada
a este material la mente es afectada y esto puede generar violencia
sexual de las más diversas formas.
Homosexualidad
Decurrentes de una alteración en la identidad sexual y en el
comportamiento sexual del hombre y de la mujer. La identidad sexual se
refiere al censo de virilidad y feminidad Dios creó solamente hombre y
mujer ( y nunca se engaño, atribuyendo a un cuerpo masculino un alma
femenina o viceversa). El pecado degeneró al hombre para un
comportamiento anormal, produciendo un comportamiento sexual
contrario al establecido por Dios. Este no es un tipo de amor valido,
sobre lo cual reposa bendición de Dios, por el contrario es tenido como
maldición, como practica inaceptable y con un castigo ya estipulado.
Masturbación
Es la auto realización sexual. Siendo desenvuelta en un clima de
grandes disfraces sexuales. Aunque siendo una práctica universal (95%
de los hombres, 80% a 90% las mujeres) es una violación del
propósito de Dios. En Mt. 5:28 Jesús afirma que el pensar en el acto
sexual ya constituye un pecado, que puede diferir de la práctica en las
consecuencias, pero que es igual en la esencia del error.
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* Oración
Exponer con clareza delante de Dios cual sea su dificultad en
cualquiera de estas áreas y pedir al Espíritu Santo que lo ayude a vencer
estas dificultades, transformando esta área de conflicto en su
vida. Acuérdese de que Jesús llevó cautivo todo cautiverio” (Ef. 4:8), y
guerree en oración para que este beneficio otorgado por Jesús, sea
cumplido en su vida.
*Lectura de la palabra
Solamente la fuerza de la palabra de Dios puede
cambiar hábitos que están arraigados dentro de
nosotros. Necesitamos llenar solo nuestra mente con las semillas del
reino de Dios, cambiando nuestro raciocinio y nuestra forma de encarar
la vida.
* Buscar ayuda
Dios nos hizo estar juntos en un cuerpo para que pudiéramos
ayudarnos unos a los otros. Cambiar un mal habito exige mucha lucha y
usted no necesita pasar por esto solo. Lejos de acusarlo o criticarlo el
consejero traerá a usted comprensión, ayuda y ánimo para que usted se
torne un vencedor.
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*Fe
Sin fe los cambios no son posibles en nuestras vidas. En I Ju. 5:4
leemos que “es nuestra fe que vence el mundo”. Solamente con esta
arma poderosa podremos tomar una nueva actitud delante de la vida. A
pesar de los vicios que quieren condenarnos definitivamente siempre
hay una posibilidad de liberación por medio del poder de Jesucristo.
Conclusión
En la construcción de nuestro carácter tiene una
participación especial el Espíritu Santo, que exige también
de nosotros un gran esfuerzo y voluntad. El secreto es estar
en constante contacto con la Palabra de Dios, pues es ella
quien nos confronta, nos estimula nos anima a buscar
estos elementos que deben hacer parte de nuestras vida.
Así usted conocerá el carácter de Dios y, Su carácter,
reorganizará sus emociones y sentimientos, su mente será
transformada por contacto diario con las
Escrituras Sagradas y nuevos hábitos serán adquiridos por
la lectura, haciéndonos tener conductas que hacen parte
del carácter de los hijos de Dios.
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Capítulo 5
Carácter en Construcción valores
organizados
Introducción
“No somos del mundo, mas estamos en el mundo”. Jn 17:11-16.
Está es una realidad bíblica en la vida de un cristiano. En todo
esto hay una verdad práctica de la vida. “No solo nosotros estamos en la
sociedad, pero si la sociedad está en nosotros.
Por eso, todo necesitamos pasar por un proceso doloroso de arrancar
continuamente los valores de la sociedad que están en nosotros” (Paúl
Freston).
El mundo impone a los hombres su sistema de valores, su forma
y prioridades, que atienden a los intereses del ego, de la carne y su
consumo (codicia) (I Jn 2:17). Este sistema dirige al hombre a una lucha
obstinada por cosas esencialmente materiales y egoísta llevándolo a
creer que tales cosas son más importantes en la vida.
Nuestra lucha para mantener los valores ya alcanzados y
añadir nuevos debe ser intensa y continua, ya que la sociedad desea
guardar en nosotros toda su forma y estructura.
Como hombres (raza humana) somos productos de la sociedad en la que
vivimos, pero Dios quiere que reaccionemos y no que nos conformemos
con este mundo (sistema) sino que se transforme por la renovación de
nuestra mente Ro. 12:12.
En el hombre
Genera la deshumanización del propio hombre (luchando por la
posesión de bienes en la pérdida del propio hombre) (Ec. 5:13).
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En la sociedad
Genera una sociedad corrompida y corruptora (hombres
corrompiendo y dejándose corromper en un proceso continuo y
creciente) (Ez. 22:12-13: Pv. 17:8, 23; Ec. 7:7).
Genera una sociedad de patrones injustos que retiene los
sueldos de sus empleados (Stg. 5:3-6).
En la iglesia
Genera una iglesia sin énfasis en el Reino de Dios (cristianos que
procuran status, disputan por el poder, enfatizan el saber sin poder o el
poder sin carácter (Mt. 22:29; Jn. 6:27).
Genera una iglesia mezquina que no sabe dar con alegría
(Pv. 11:24-25).
Genera una iglesia que da solamente aquello que le conviene
reteniendo lo mejor para si mismo (Hc. 5:1-11).
Genera creyente pobres que no conocen la bendición de dar al
Señor (Pv. 3:9-10).
Genera creyentes no diezmista que no saben ofrendar teniendo
sobre sus economías al devorador (Ml. 3:7-10)
Genera maldición sobre aquellos que dan las sobras de
sus financias (MI. 3:9).
La palabra afirma:
“…mas el que confía en Jehová prosperará” (Pv. 28:25) “…Y todo lo que
hace prosperará” (Sl. 1:3). Y te hará Jehová sobreabundar en bienes…”
(Dt. 28:11).
Así como estas, la Biblia está llena de afirmaciones sobre la prosperidad
de los que sirven a Dios. Es verdad, pero que toda prosperidad está
ligada por lo menos a dos verdades básicas:
1. Oír la voz de Dios y guardar sus palabras.
2. Saber que la prosperidad material es dada no para el uso
personal solamente, sino para que podamos bendecir á otros en el
reino de Dios.
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“Hay un gran mal que vi debajo del sol; riquezas fueran guardadas por
sus dueños para su propio daño” (Salomón).
La actitud cristiana correcta es: usar los bienes materiales para hacer la
voluntad de Dios y para servir a su reino, consideramos al materialismo
una filosofía anticristiana y maléfica a la vida espiritual y las relaciones
humanas.
2. Soberbia de la vida
(Orgullo, prepotencia, superioridad)
El segundo aspecto que estamos analizando es la soberbia de la vida,
ésta desemboca en una vida egocéntrica, o sea, en el egoísmo que toca
tanto en el lado material como espiritual del hombre.
Sus principales manifestaciones se dan de la siguiente forma:
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La soberbia de la vida tiene como tema básico: “Las cosas son más
importantes que las personas, y creerse hombres superiores a otros”.
Su énfasis está en la desvalorización del hombre por el hombre.
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CONCLUSIÓN
En la construcción de nuestro carácter tiene una
participación especial el Espíritu Santo, más exige
también de nosotros un gran esfuerzo y voluntad. El
secreto es estar en constante contacto con la Palabra de
Dios, pues es ella la que nos conforta, nos estimula y
nos impulsa a buscar de éstos elementos que deben
hacer parte de nuestras vidas.
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Capítulo 6
El perfil del carácter Cristiano
Introducción
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Llorar (Vs.4)
Este no es un lloro de la necesidad material, ni por la falta de
algún ser querido, pero es el lloro por identificación, tanto del pecado
personal como de los otros, un lloro de quebrantamiento. Quién llora
muestra sensibilidad. Este lloro de identificación es propio del cristiano.
La consolidación es perdón de Dios. Jesús, que nos perdona de
todo pecado, es descrito como Mesías consolador (Is. 61:1). El es
llamado a la consolidación de Israel (Lc. 2:25).
Este tipo de lloro es propio del creyente en Jesucristo, pero en el
final “Dios enjugará de los ojos toda lágrima” (Ap. 7:17).
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Amargura Odio
Preocupación Lucha interior
Irritación Avaricia
Ansiedad
La justicia legal
Es la justificación por la fe dada por Jesucristo, o sea, un
relacionamiento correcto con Dios. (Ro. 5:11)
La justicia moral
Es la justicia de carácter y conducta que agrada a Dios.
(Mt.5:20; Mt. 6:1-4)
La justicia Social
Es la busca del cristiano para transformación de la ciudad en lo que dice
respecto a la dignidad del hombre. Es la lucha por la liberación del
hombre, de la opresión, por la promoción del derecho civil, de la
integridad de la honra en el hogar y en las relaciones. (Mt. 5:14-16)
Ser sal evoca también un sentido moral tanto en lo que dice respecto al
hombre cuanto a Dios. Ser luz es conseguido a través de buenas obras
de forma que los hombres glorifiquen a Dios.
Misericordia
Misericordia es compasión por aquellos que pasan por el dolor, miseria
y desespero. Es una acción en dirección al necesitado; es ver el dolor y
no solamente llorar, pero si hacer algo para traer alivio. El hombre sin el
carácter de Cristo prefiere no envolverse con el dolor y la calamidad de
los otros (Lc. 10:30-37).
La misericordia que recibimos del Señor es esencial para nuestras vidas.
Ella difiere de la gracia porque en cuanto este trabajo con el pecado y la
culpa, la misericordia trata del dolor, de las heridas del pecado, del
desespero, de la angustia. Solamente los misericordiosos es que
recibirán misericordia.
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Pacificador (Vs. 9)
Esta señal del carácter cristiano es para la iglesia así como para
sociedad. La vida cristiana vivida en integridad genera muchos
conflictos. El propio Jesús dice “no vine traer paz, pero la espada”.
Afirmó también que habría “disensión entre el hombre y su padre”
(Mt. 10:34-36). Como entonces ser pacificador si el conflicto es
resultado inevitable de una vida cristiana piadosa? Con todo, la Biblia
dice que debemos buscar activamente la paz “seguí la paz con todos”
(Hb. 12:14). Luego, queda claro que jamás debemos procurar conflictos
o ser causantes de ellos.
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Conclusión
Esta es la propuesta de Dios para
cada uno de nosotros. Como ciudadanos
del Reino de Dios, debemos contagiar al
mundo con estos principios, trayendo una
forma de vida alternativa. Este es un
proyecto por lo cual vale vivir y morir.
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Capítulo 7
SER HUMANO: CONCEPTOS Y LA IMPORTANCIA
DE LA SANIDAD DEL ALMA
La conversión, también llamada nuevo nacimiento, es el primer
paso en el proceso de la restauración y la sanidad del hombre. Las
experiencias vividas en la conversión causan un gran impacto en la vida
de las personas y ellas son testigos de una paz nunca sentida, de una
alegría, de una esperanza que antes no tenían. La fuerza de la vida que
brota de esta experiencia inicial es un marco para todo un proceso de
restauración. No hay como negar los efectos y beneficios sobre el
psiquis, es sobre el cuerpo de esta experiencia
espiritual. Ninguna experiencia humana es descrita, hasta hoy, con tan
visible poder de cambio y transformación. Los efectos pueden ser
sentidos por las personas más próximas en los cambios de actitud en los
cambios de comportamiento que pueden hasta cambiar aspectos de la
personalidad y carácter. Un nuevo mundo, un nuevo reino se abre para
el ser humano a partir de la conversión.
“De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no
puede ver el reino de Dios” (Ju. 3:3)
La sanidad del alma es llamada en la Biblia de la restauración.
“La ley del Señor es perfecta y restaura el alma” (Sl. 19:1). Otro nombre
para este proceso es salvación del alma. “Recibid con mansedumbre la
palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.”
La experiencia del nuevo nacimiento puede ser comparada a los
primeros meses de la vida de un bebe, adonde el recibe toda la atención
y amor de madre. La sensación de plenitud de esta primera experiencia
con Jesús es comparada a este lugar calentito y seguro, pero da la
misma manera que un bebe tiene que aprender a andar y a comenzar a
enfrentar todos los desafíos y dolores del crecimiento, el nuevo
cristiano va percibiendo, poco a poco, que la vida cristiana no es un mar
de rosas y que Dios nos va probar a través de las frustraciones y
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decepciones de la vida. Esta es, sin duda, una de las primeras crisis
serias en la vida del cristiano.
A medida que el tiempo pasa, el nuevo cristiano
comienza a percibir que algunos problemas antiguos no fueron todavía
resueltos. Puede iniciar entonces, una lucha muy grande para vencer
estos problemas a través de la oración, del ayuno, de la fuerza de
voluntad, del auto sacrificio. La persona arranca el fruto del árbol y tiene
una sensación temporaria de alivio. De aquí a poco nace de nuevo el
mismo fruto. De esta forma, el entendimiento al respecto del proceso
de la restauración del alma va a contribuir para que las personas se
abran para recibir en sus corazones el poder curador de Dios a través de
la Palabra, del Espíritu Santo y de las personas.
La Biblia deja muy clara el conflicto existente en la vida de las
personas convertidas. “…desechando toda inmundicia y abundancia de
malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede
salvar vuestras almas. (Santiago 1:21)
En la visión bíblica el hombre es una trinidad (Tri-unidad). La
historia de la creación demuestra que el Señor Dios formó al hombre del
polvo de la tierra y le sopló en la nariz el aliento de la vida o espíritu de
la vida. El espíritu vino de Dios y el hombre se forrno un alma viviente.
La vivificación del espíritu hizo del hombre un alma viviente, un ser
consciente de sí mismo.
El alma se tornó a punto del encuentro entre el espíritu y el
cuerpo. A través del cuerpo el hombre mantiene su relación con el
mundo exterior. A través del espíritu él mantiene las relaciones con el
mundo exterior. A través del poder de autodeterminación, de escoger.
El término usado en el Antiguo Testamento para designar el
espíritu es “Ruah” que está ligado al psíquico y a lo sobrenatural y
algunas veces se refiere al centro de la vida. En el Nuevo Testamento a
la palabra que designa espíritu es “Pneuma” que se refiere a los
aspectos más elevados de la naturaleza del cristiano.
El espíritu es la parte del hombre que estaba muerta por el
pecado y que es vivificada por la gracia redentora de Jesús. Allá de esto,
el espíritu es la porción sobrenatural que se vincula a Dios y que se
comunica con el mundo espiritual.
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Capítulo 8
JESÚS EL GRAN CONSEJERO
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JERUSALÉN EMAÚS
Jerusalén era el blanco donde Jesús dice que iba a encontrar los
discípulos. Ellos quedaron allá hasta que recibiesen el Espíritu
Santo; esto, después que Jesús subiese a los cielos. Los discípulos
sabían de esto, pero por causa de una crisis, ellos fueron
para Emaús.
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Ellos estaban con los ojos cerrados de tal manera que Jesús
se acercó y ellos no lo reconocieron.
Cuando una persona está en crisis, ella no consigue
entender las cosas de una forma clara y objetiva. Eso porque las
emociones ciegan los ojos. Son las heridas, las tristezas, las
lastimaduras, que nos impide ver las cosas de la óptica correcta.
Por eso alguien que exagera tiene que acercarse, y por eso
Jesús hizo nos enseñando y dándonos el modelo.
Los discípulos en crisis estaban yendo para Emaús con los
ojos cerrados.
CERRADOS
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Corrigiendo la visión
Primer Jesús se acercó (v.15). Segundo, El preguntó para
enterarse de la situación (v.18-24). Y en tercer lugar, El los
confrontó y corrigió la visión (vs. 25-27)
Nosotros normalmente solamente confrontamos. No escuchamos,
no oímos, y no andamos junto con las personas.
Cuando yo digo que Jesús escuchó los discípulos en esta caminata
hasta Emaus, yo quiero decir que no es como aquél que escucha,
entra por un oído y sale por el otro. El dio la atención a lo que
ellos hablaban. Y nosotros sabemos que oír una persona hablar de
su dolor. Hablar de su tristeza, ya es extremamente terapéutico.
El hecho de la persona poder desahogar, hablar todo lo que
piensa y lo que siente, limpia y sana por adentro.
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En la hora de decisión
Lc. 24:30-31
INTERVENCIÓN DECISIÓN
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JERUSALÉN
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Capitulo 9
INSTRUMENTOS PARA EL PROCESO DE LA SANIDAD DEL
ALMA
De muchas maneras, Dios puede conducir una persona a la
sanidad. Son instrumentos para la sanidad:
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3-Predicación de la Palabra
El ministerio de la Palabra trae dirección, alimento y esperanza a
un rebaño. Principalmente donde hay ministerios proféticos,
sensibles a la necesidad del pueblo. Es a través de la palabra
predicada que los corazones son tocados. La luz del Espíritu
penetra, y entonces podemos rendirnos al Señor y pedir que Él
nos toque.
La imposición de manos se torna necesaria aquí. Después
del mensaje, pueden ser hechas oraciones personales,
ministrando liberación, sanidad y poder del Espíritu Santo.
Que el Señor nos enseñe a detectar la necesidad de su pueblo,
para que los mensajes sean para edificación y no para
conocimiento intelectual.
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d). Enseñar
El aconsejar es enseñar y el auxiliado estará aprendiendo como
actuar, sentir pensar de modo diferente. El aconsejador estará
ejerciendo el papel de facilitador y profesor. Asociado a este
concepto está el ejemplo de vida del consejero, acordando que
aprendemos con el ejemplo (Fp. 3:7).
e). Autenticidad
Significa: sinceridad, imparcialidad y consistencia.
Autenticidad significa presentarse honestamente al aconsejado,
sin defensas y objetivos ocultos.
Son antónimos de autenticidad: falsedad, estar a la defensiva,
deshonestidad, ocultación del yo y manipulación.
Si el consejero es auténtico, será percibido como autentico. Tener
esa concepción del consejero ayudará al aconsejado a sentirse
más seguro y a desenvolver una cuota de confianza mayor que
ayudara en el proceso de crecimiento.
Las personas auténticas son aquellas que pueden ser vistas por
adentro, son transparentes. Al mismo tiempo el consejero debe
ser cuidadoso en no revelar impulsivamente al aconsejado o
discípulo todo su pensamiento, opinión y sentimiento. Es preciso
tener sensibilidad sobre cuanto la persona puede soportar.
Siempre acordando que usted ejerce un papel de influencia en la
vida de su discípulo.
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Capítulo 10
COMO MEJORAR SUS RELACIONES
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Capítulo 11
El verdadero amor
El amor en definición
Pasión no es amor:
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Controlando la sexualidad:
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Dependencia no es amor
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Capítulo 12
Practicando El perdón
Lo que Dios nos habla sobre el perdón.
Para Dios, el hecho de perdonar a quien nos hizo mal es tan
importante que Jesucristo lo inclinó en la oración modelo que nos
enseña en Mateo 6:12:”…Y perdona nuestras deudas, como también
nosotros perdonamos a nuestros deudores…
En el versículo 14, Jesús presenta la condición para nuestro
perdón por el Señor: “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os
perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial.”
Y, en el versículo siguiente, la consecuencia terrible para
nosotros, si no somos capaces de perdonar a quien nos ofendió:
“Más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre
os perdonará vuestras ofensas”.
En Colosenses 3:13-14, el apóstol Pablo muestra que aprendió
bien las enseñanzas del Maestro Jesús, al establecer, inspirado por el
Espíritu de Dios: “Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a
otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os
perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas esas cosas vestíos
de amor, que es vínculo perfecto”.
En Mateo 18:21-22, el apóstol Pedro quiso sacarse una duda con
Jesús, acerca del perdón, de la frecuencia con que debemos practicarlo:
“… ¿Señor, cuantas veces perdonaré a mi hermano que peque contra
mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aún hasta
setenta veces siete”. Lo que el Señor quiso decir con este alto número
es que debemos perdonar siempre. Y, a medida que lo hagamos, las
ofensas cesarán, porque la otra parte verá que no tenemos más un
corazón vengativo, pero si, revestido de amor.
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borracho ahora estaba de espalda para mí. Yo podía ver sus codos,
doblado como si estuviera listo para arrojar un golpe de puño. Si ellos se
movían un milímetro yo le acertaría un golpe.
El viejo continúo sonriendo. No había en él ninguna debilidad de
rabia o miedo. “¿qué es lo que usted anduvo bebiendo?”, le pregunto
con los ojos brillando de interés. “yo estaba bebiendo saque”(bebida
japonesa) , puerco sucio. “¿qué es lo que usted tiene que ver con
esto?”, grito el operario. El viejo se regocijo. “OH! ¡Eso es maravillo,
absolutamente maravilloso!” es que yo amo el saque. Todas las noches,
¿yo y mi señora que tiene 67 años sabes?- calentamos una botellita de
saque y lo llevamos al jardín, donde nos sentamos en el viejo banco que
un estudiante de mi abuelo hizo para el .Nosotros vemos el sol ponerse
y como esta nuestro árbol. Mi abuelo planto aquel árbol, usted sabe, y
estamos preocupado por saber si él se recuperara de esta tempestad de
granizo del último inverno. El Caquizero no se recupera después de la
tempestad de granizo, sin embargo yo debo decir que el nuestro salió
mejor de lo que yo esperaba, especialmente cuando usted tiene en
cuenta la mala calidad del suelo. De cualquier manera, llevamos de
nuestra botella de saque y apreciamos el anochecer junto de nuestro
árbol. ¡Lo mismo hacemos cuando llueve!”. El sonrió para el operario,
sus ojos brillando, feliz por compartir la información.
Mientras intentaba seguir la intrincada conversación del viejo, la
expresión del borracho se fue atenuando. Sus puños se abrieron
lentamente. “Y, a mí también me gusta el saque…” dice él cuando el
viejito termino. Su voz fue disminuyendo. “si, y estoy seguro que su
mujer es maravillosa”, sonrió el viejo” no, yo no tengo mujer”, replico
tristemente el operario. El dejo inclinar su cabeza y la movió
silenciosamente acompañando el movimiento del tren. Y, entonces, con
una sorprendente suavidad, comenzó a sollozar. “yo no tengo esposa”,
gimió rítmicamente, “yo no tengo casa, no tengo ropa. No tengo
herramientas, no tengo dinero y ahora yo no tengo lugar para dormir.
Estoy tan avergonzado”. Lagrimas rodaban por el rostro del grandote y
un espasmo de puro desespero sacudió su cuerpo. Arriba del
portaequipaje, un anuncio de colores exaltaba las virtudes de la vida
lujosa en los suburbios de Tokio. La ironía era casi insoportable. Yo
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Haciéndose oír
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Para hacer que las personas con quien estamos enojados nos
escuchen no basta hablar alto, gritar; esto requiere, muchas veces
algunas habilidades:
I. Ayuda mucho elegir una hora y lugar apropiado. Intentar hablar
con nuestro conyugue, por ejemplo, cuando él sale corriendo para
un compromiso es tener certeza de que él no va registrar lo que
dijimos;
II. Debemos intentar dejar la persona con quien estamos hablando
bien tranquila. Si ella siente que estamos listos para una batalla, no
estarán en su estado mas receptivo;
III. Debemos decir nuestras verdades de manera más clara, sin
rabia, en declaraciones directas y no-acusatorias. Debemos,
después de todo, estar conscientes del objetivo de nuestra
comunicación – que es la reconciliación –y, por lo tanto, atentar
para el estado de espíritu con que declaramos nuestra verdad.
Asumiendo la responsabilidad sobre nuestros sentimientos, en lugar
de responsabilizar a los otros por ellos, cree el mejor clima
emocional posible para ser oídos.
Una de las maneras más importantes de hacer esto es utilizar frases que
comiencen por mí, en lugar de poner usted:
1. Una frase que comienza por usted generalmente es
interpretada como un ataque, en cuanto una frase iniciada
con un yo es percibida como una invitación a la escucha; al
contrario de las frases con usted, las frases como yo son
poco amenazadoras e invitan a la persona con quien
estamos hablando a asumir más responsabilidad por su
comportamiento. Ellas pasan el mensaje de que nosotros
esperamos que él o ella va responder a la situación teniendo
más respeto por nuestras necesidades. Esto porque la frase
con yo simplemente expone la verdad sobre nuestra
experiencia y es improbable que cause cualquier resistencia,
típica de quien está siendo acusado;
2. Las frases comenzadas con un usted parecen, y son
interpretadas como un juicio final negativo, o con la
exposición de un hecho. Ellas casi siempre alejan
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