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COMIENZO DE UN APIARIO

La apicultura tiene como objetivo criar abejas para producir miel,


polinizar, cera, propóleos, polen, jalea real y veneno de abeja,
veneno utilizado en la industria farmacéutica.

Para empezar a crear, el apicultor puede obtener abejas de tres


maneras diferentes:

comprar las colonias de abejas de otros apicultores comerciales.

capturar las colmenas en la naturaleza.

atraer a las familias a las trampas enjambre o cajas .


1º ADQUISICIÓN DE LAS ABEJAS

La cantidad de colmenas depende del interés de cada uno. Para


comenzar 1 ó 2 núcleos, comprado en primavera es una buena
opción. A veces no conviene comprar una colmena ya grande,
porque no se pueden verificar ciertas condiciones.

Siempre compre en negocios o particulares con experiencia en la


actividad. Siempre que compre material apícola asesórese antes.
Una vez que compramos colmenas y abejas nos queda
2º LA INSTALACIÓN DEL APIARIO Y ESTA DEPENDE DE UNA
SERIE DE FACTORES QUE SON:

Capacidad melífera de la vegetación: del área donde pondremos


el apiario. Aquella zona con una exelente flor melífera se
recomienda una carga de 4 colonias / ha, en apiarios de 20-30
colmenas (80 A 120 COLMENAS / há).

Cuando la zona es pobre en flora melífera, se recomienda una


carga de 2 colonias / ha en apiarios de 12-15 colmenas (24 a 30
colmenas / há).

Estos valores están limitados porque se recomienda que no estén


juntas más de 50 colmenas / apiario.
La distancia entre apiarios: está relacionada con la distancia de
vuelo de las abejas. La orientación más frecuente es Sur, SE, SO
en función de los vientos dominantes. El viento excesivo dificulta
la salida y entrada de abejas a la colonia. Una colmena aireada
en exceso puede afectar a las crías provocando su muerte o la
incidencia de patógenos.
La colonia se debe aislar del suelo para evitar humedad y limpiar
zonas de malas hierbas para evitar los posibles enemigos.

La separación entre apiarios será entre 3 y 4 Km. y estarán


agrupados en filas. Hay que tener en cuenta la disponibilidad de
agua en las cercanías, si no existe agua hay que disponer de
bebederos.

Las necesidades medias de agua son 45 cc / colmena y día en


invierno y 1000 cc de agua / colmena, día en verano.
3º EQUIPO NECESARIO PARA MANEJAR LAS
ABEJAS:

Ahumador: indispensables para la apicultura, ya que sin el


empleo de humo no se puede abrir la caja. El humo calma a las
abejas, permite inspeccionar la colmena y sacar la miel.
Máscara: o un velo especial para proteger los ojos y la cara de las
picaduras.
Guantes: de cuero delgado o lana gruesa encauchada, protegen
las manos de las picaduras.
Overol, o traje especial: protege el resto del cuerpo de las
picaduras. Debe ser blanco o de un color claro.
Una palanca: para abrir, limpiar y safar las distintas piezas de las
colmenas.
Un cepillo o escoba de cerda suave: para limpiar las abejas de los
panales sin herirlas.
4.UN CONOCIMIENTO BÁSICO DE LAS ABEJAS, SU
EXPLOTACIÓN Y CULTIVO:

El conocimiento técnico se adquiere por medio de libros y folletos


sobres apicultura, pero es indispensable completar este
conocimiento con un "conocimiento práctico". Esto se consigue
trabajando al lado de un apicultor experimentando o
inscribiéndose en un tipo de enseñanza práctica, como las
capacitaciones que ofrecen algunas instituciones
gubernamentales o educativas.

Con una pequeña inversión y un breve entrenamiento, cualquier


persona que tenga interés puede comenzar a conoce el
maravilloso mundo de las abejas y sus colmenas.
El verdadero trabajo de la apicultura sólo comenzará después de
la instalación de la primera colmena. Siendo el trabajo principal
del apicultor, reforzar sus abejas en los momentos más duros
después pueden beneficiarse de la plena producción.

Para ello, el productor debe conocer los diferentes ciclos que una
colonia se debe a que durante los períodos de escasez de
alimentos, la familia languidece y los zánganos son expulsados
de la colmena, la reina disminuye la postura y la producción de
miel, polen y cera disminuye. Es precisamente en este momento
cuando apicultor debe actuar con el fin de rescatar a su colonia.
Se deben proporcionar alimentos artificiales, con el fin de salvar
la obra abejas, compruebe el estado de las colmenas y reducir las
piqueras de las colmenas en los períodos fríos.
Inicio Primaveral
Después del duro receso invernal comienza el ciclo mas
activo del año.

En vísperas de primavera comienzan las primeras floraciones:


En Julio-Agosto; las almendras, durazneros, ciruelos.
En agosto-septiembre; la mora, los cítricos, la el palto, etc.
Todo gradualmente, hasta que llega al pick máximo a fines de septiembre
y parte de octubre con las floraciones de la mayoría de las plantas.
quillay

tevo

litre
corontillo

avellano
peumo
ulmo

acacio
ALMENDRO
CEREZO
Las abejas comienzan a ingresar con poco polen y poco néctar porque
la naturaleza no lo aporta en grandes cantidades, si las colmenas
tuvieran mucho polen y mucho néctar de golpe no lo podrían utilizar
porque no hay suficientes abejas para acopiarlo, ni alimentar las crías
y calentar el nido.

Pero la naturaleza no hace eso, provee de alimentos en forma gradual,


al principio pocas flores, poco néctar y poco polen.
Gradualmente en sintonía con el incremento de la floración se produce el
incremento de la población de abejas para llegar al pick de floración
(fines de septiembre) con la cantidad de abejas suficientes para
aprovechar esa gran oferta floral. Un poco después, con las reservas
completas y saturadas de abejas jóvenes; la colonia Decide multiplicarse
y comienzan a salir los primeros enjambres, aquí a Mediados de octubre.
Multiplicación

La enjambrazón se produce corrientemente en momentos en que


se inicia la gran mielada, con grandes flujos de néctar, con gran
cantidad de abejas que calientan el nido y dificultan la
termorregulación. El néctar compite por espacio con la postura
que se ve desplazada hacia abajo, la reina, al no poder poner con
la misma frecuencia disminuye la liberación de feromonas, este
fenómeno se incrementa en colmenas con reinas viejas ya que
éstas de por sí, liberan menos feromonas.
OTOÑO

Después de la mielada de verano, en los inicios del otoño, con los


panales
llenos de reserva, suficientes para pasar el invierno, la reina
comienza a
disminuir la intensidad de la postura y simultáneamente van
muriendo las
abejas viejas agotadas por la ardua tarea del pecoreo intensivo
del verano.

A medida que disminuye el trabajo de pecoreo, también


disminuye la
actividad de las nodrizas que ya no tienen que alimentar tanta
cría. El
desgaste de proteínas corporales disminuye y se acumula en las
La Matanza de los Zánganos.

Los zánganos después de fecundar a las reinas, única misión


aparente de
estos individuos de la colmena, son expulsados y /o asesinados
por las
abejas obreras, que preparan a la colmena para invernar. La
colmena ya no necesita de los zánganos y debe ser austera en el
consumo de los alimentos durante el periodo de receso invernal.
Después de la matanza de los Zánganos, la reina, en algunos
climas mas
rigurosos baja tanto la postura que prácticamente no hay crías,
las pecoreadoras van muriendo poco a poco hasta desaparecer.
En la colmena solo quedan abejas de invierno o longevas, estas
que acumularon reservas proteicas y adiposas, las que dan el
inicio primaveral alimentando a las crías nuevas de la primavera y
labran los primeros panales
El manejo de otoño, al contrario de lo que muchos apicultores opinan, es
uno de los manejos más importante de la actividad apícola.

De este manejo dependerá la producción de la próxima temporada, esto


debido a que las abejas que nacen durante este periodo son las que
invernarán y comenzarán la actividad en la temporada siguiente. Estas
abejas viven 5 a 7 meses a diferencia de las que nacen durante el periodo
de plena actividad que viven alrededor de 42 días, de allí que se les
denominen “abejas longevas”. Por lo tanto, si no se produce un buen
nacimiento de abejas en este periodo, sean cual sean las condiciones del
invierno, o se interrumpe la postura en forma violenta, la colmena no
llegará a la próxima primavera. Por eso, es importante preocuparse en
esos momentos de la postura de la reina.
RECESO INVERNAL
Ultima revisión antes de la invernada

En estos momentos, que se ha retirado de las colonias


toda la cosecha de miel de la temporada, dejando suficientes
provisiones para el invierno, hemos llegado al periodo otoñal.
Antes que dejen las abejas toda actividad, el Apicultor debe hacer
una rápida pero concienzuda revisión de todo el colmenar.
El objeto de esta revisión, que se efectúa durante un
día de sol, es el siguiente: en general cerciorarse si todas sus
familias están en condiciones tales que puedan pasar con
seguridad los rigores del invierno y comenzar un nuevo desarrollo
al inicio de un nuevo año apícola. Esta revisión se dirige
básicamente hacia cuatro objetivos:
1. ¿ Hay en cada familia una Reina que pueda satisfacer las
necesidades de la colmena y que pueda responder con
seguridad al inicio de la nueva temporada?. ¿ Qué hacer? :
2. ¿ Está la familia, en abejas vivas, en cría sellada u
operculada, de tal fuerza que puedan atender como nodrizas y
3 ¿ Tienen las familias tantas provisiones de miel y de polen que
puedan pasar holgadamente el tiempo de invierno, y alcanzan
estas provisiones también para iniciar una crianza grande y
rápida sin temor que su población y ellas mismas puedan morir
de hambre?.

4 ¿Se encuentra la colmena en un buen estado sanitario, sin la


presencia de indicios de varroa u otro agente patógeno? ¿Qué
hacer?
Etapas de desarrollo de la abeja (huevo, larva y
pupa)

Cría 1
El primer día, el huevo es perpendicular al fondo del alvéolo; después, empieza
a
inclinarse hasta que, al tercer día, se tiende sobre el fondo y se rompe. Esta
etapa
inicia de cero a los tres días. Es un bastoncillo blanco de 1.5 mm de longitud y
0.3 mm de diámetro.

Cría 2
Adherida al fondo del alvéolo, la larva crece rápidamente, enroscándose sobre

misma hasta que, al cabo de tres o cuatro días, sus extremidades se tocan. La
etapa va del cuarto al noveno día.

Cría 3
Una vez operculada la celda, la larva hila su capullo, transformándose en
PRIMAVERA: Con los primeros días de estación, un poco de sol
y ambiente tibio, comienzan las actividades de la temporada. Es
la época crítica para un colmenar, visitas oportunas evitarán
sorpresa y dificultades.

1. Hacer limpieza debajo de la colmena para observar lo que


ocurre debajo de la piquera.
2. Efectuar trasiegos de rústico a moderno
3. Revisión inicial de todas las colonias
4. Anotar en cuaderno del apiario especificando fechas y
situación de las colonias usando abreviaturas
5. Tomar el peso de las colonias para darnos una idea del flujo
de néctar
6. Observar el movimiento de la piquera (polen, zánganos, etc.)
7. Colocar las trampas de polen
8. Nivelación de las colonias en población intercambiándolas de
posición
9. Alimentación artificial si el caso lo requiere
10.Estimular la postura de la reina para mieladas 40 días después
11.Renovación de los marcos del cuerpo de cría y estímulo de la
postura de la reina
12.Cambiar el piso reversible
13.Iniciar crianza de reina y formación de núcleos para la venta o
crecimiento
VERANO

1. Limpieza debajo de la piquera


2. Colocación de alzas
3. Se continúa con las trampas de polen
4. Fusión de familias débiles
5. Preparación de la cosecha (materiales, centrífuga,
desoperculadores, etc.)
6. Al final del verano y después de la cosecha se pueden hacer
núcleos para crecimiento (dependiendo de las condiciones
nutricionales)
7. Registrar las producciones y ventas de miel
8. Trampas de Propoleo.
OTOÑO

1. Cerciorarse de la relación espacio-población-alimento


2. Hacer manejo sanitario contra Varroa
3. Colocación de piqueras
4. Control de peso de las colonias
5. Inclinar las colmenas y asegurar techos
6. Asegurar que todas las colonias tienen una reina
INVIERNO

1. Trabajo en bodega, control de polillas y roedores


2. En el colmenar sólo visitas con inspección externa
3. Preparación de material y reparación de ellos
4. Visita al colmenar después de temporales
5. Control de hormigas en los entretechos y en el suelo.

Es un hecho que la capacidad para invernar saludablemente


y de volver a reiniciar vigorosamente el ciclo primaveral es
directamente proporcional a la calidad de la alimentación que
la abeja reciba durante el otoño y de un correcto control de
varroa.
 Temario de Prueba Miércoles 13 de Febrero
 Páginas desde la 32 hasta la 39 (manual del curso)
 Proceso de traslarve (paso a paso lo hecho en
terreno)
 Ciclo del traslarve, con fechas (trabajo de clases).
 Estados de las larvas (ciclo de desarrollo).
NUTRICIÓN: Las abejas al igual que la mayoría de los seres vivos
pluricelulares no son formadores, sino transformadores de energía y materia,
por lo tanto necesitan, al igual que la mayoría de los individuos, ingerir
alimentos con todos los nutrientes necesarios para el mantenimiento de las
funciones vitales del organismo.

Dentro de las sustancias que son imprescindibles para las abejas están: Los
Hidratos de Carbono (azúcares), Las Proteínas, Lípidos (grasas), El agua y los
Minerales.

Algunas consideraciones sobre la alimentación de las


abejas:

1- Las abejas recolectan preferentemente pólenes de calidad y variado. El


hecho de que tenga un color homogéneo no significa que sea de una misma
especie. La mayoría de las pelotitas de pólenes observados al microscopio
provienen por lo menos de 5 a 7 especies distintas.

2- En la fase larvaria es cuando queda determinada la cantidad de tejido de


reserva que acumulará la abeja, tejido que compone la proteína corporal.
4- El polen almacenado durante el otoño tiene escaso valor
nutritivo para las abejas que invernan. Las reservas de proteínas
están en su propio organismo en forma de proteínas corporales y
no en el polen acumulado ya que las abejas lo juntan para los
requerimientos de 5 o 6 días nada mas.

5- Las abejas al alimentar las crías utilizan parte de sus reservas


proteicas pero en otoño cuando se corta la cría estas abejas
jóvenes, al no tener que alimentar a las crías, mantienen las
reservas de proteína corporal por mas tiempo lo que le da mas
longevidad.

6- La buena alimentación proteica de los primeros 10 días de vida


de la abeja es imprescindible para una adecuado desarrollo de
las glándulas hipo-faringeas, glándulas que producirán la jalea
real para las crías de primavera.
HIDRATOS DE CARBONO (azúcares): Las moléculas de los hidratos de
carbono están compuestas por; hidrógenos, oxígeno y carbono. Son conocidos
comúnmente como azúcares pero también los componen las harinas y los
almidones. Constituyen el 80 % de la dieta en las abejas. Son el combustible
que en el proceso de oxidación, queman los seres vivos para su
funcionamiento. Los mas sencillos, -monosacáridos; (glucosa y fructosa).
Cuando se encadenan (enlazan) dos monosacáridos se forma un
disacárido, como la Sacarosa, Cuando se encadenan tres monosacáridos,
se forma un trisacárido. Cuando se encadena muchos, un polisacárido o
Almidón. Para cumplir estos requerimientos son suplidos por el nectar y
la miel.
Néctar
Jugo azucarado de las flores; producido por pequeños órganos glandulares
denominados nectarios. Es una solución dulce constituida predominantemente
por azucares reductores (monosacáridos), como por glucosa y levulosa (65-
70%) y sacarosa; contiene generalmente, 17% de humedad.
LAS PROTEINAS: Hay otro tipo de sustancias alimenticias para los seres
vivos que, además de carbono, hidrógeno y oxígeno (como los azúcares y las
grasas), tienen otro elemento imprescindible para la vida: el nitrógeno. Esas
sustancias nitrogenadas, se llaman PROTEÍNAS.

Las proteínas: están formadas por elementos más sencillos, los aminoácidos,
de los que hay unos veinte diferentes. Hay muchos tipos de proteínas, que se
diferencian en el número total de aminoácidos y en los tipos de aminoácidos
que las forman. Se puede decir que los aminoácidos son como los ladrillos,
según el tipo que se utilice y como se junten puede hacerse con ellos una
pared maestra, un tabique, una columna, una bóveda, etc.

Las proteínas: Intervienen en la formación de los músculos, en los tejidos de


soporte (tendones, el externo o “caparazón” en las abejas), en las secreciones
digestivas (enzimas), en las hormonas, en los sistemas defensivos
(inmunológicos), en los genes de los cromosomas (ADN), en las células
nuevas que reponen a las dañadas en los tejidos, etc. Las larvas, la reina en
plena postura y las abejas nodrizas, necesitan mayores cantidades que las
abejas viejas o los zánganos.

En la dieta de las abejas, el polen, es el único aporte proteínas con


cantidades variables pero con un promedio del 25% de proteína cruda y
ESTRUCTURA DE
UNA PROTEINA
Polen: Es el conjunto de gametos masculinos de las plantas (transportados por las
abejas
obreras a las colmenas en su tercer par de patas). Fuente principal de alimento para la
abeja melífera. La composición química del polen consiste en proteínas, glúcidos,
lípidos y fibra; contiene de 18 a 22 aminoácidos esenciales, minerales (especialmente
cobre), vitaminas (B2, B3, B5, C, D y E), enzimas y coenzimas, pigmentos como
xantofila y carotina, esteroles y antibióticos. Su valor alimenticio es variable, dependerá
de la fuente de procedencia, por eso es necesaria la mezcla de diferentes ingredientes
para brindar a las abejas una dieta equilibrada. El polen constituye un factor importante
en la estimulación del consumo en dietas suplementarias para las abejas
EL AGUA: En promedio, el 66% de los organismos vivos es agua (en algunos
más). El agua interviene en las reacciones químicas que mantienen la vida,
como disolvente y también como refrigerante. En todas las reacciones se
produce calor, y si este no es eliminado, la temperatura corporal iría subiendo
poco a poco hasta “freír” a las abejas por dentro. Las proteínas se coagulan
por encima de los 45º C y pierden sus funciones. Las abejas tienen en sus
antenas unos termo-receptores, termómetros conectados a nervios, que se
activan cuando la temperatura sube o baja y envían mensajes a los ganglios
cerebrales que provocan determinados comportamientos (ventilación,
agrupación, acarreo de agua...).

Si la temperatura sube las abejas salen a por agua, la vierten en gotas en los
panales y ventilan para que se evapore, esto “roba” calor y la temperatura baja
a su nivel normal. Si no, salen de la colmena y se sitúan bajo esta, a la sombra.
Si hace frío, se agrupan en un racimo compacto y se mueven produciendo
calor (quemando sus reservas de hidratos de carbono, miel que tienen a mano
en el panal, y en una segunda fase, sus grasas internas). Si no pueden
mantener constantemente en alguna zona del panal una temperatura de 35 ±1º
C y una humedad relativa de alrededor del 80%, cesa la cría (esta se
deshidrata con facilidad a través de su fina piel). Por ello se ven abejas
recogiendo ávidamente agua al inicio de la cría, en primavera temprana, pues
si falta agua en la colonia, la cría se paraliza. Otro elemento que necesita agua
es la respiración, el aire que entra en los sacos respiratorios se carga de
humedad interna de las abejas, humedad que estas deben reponer. La
excreción de residuos también consume agua.
Se establece que una de las principales causas de mortandad de familias en
los apiario, se debe a la falta de alimento, lo que es de absoluta
responsabilidad del apicultor, tanto por ambición en la cosecha, como por
negligencia en alimentar.

La colonia debe quedar con una provisión de 18 kilos de miel


aproximadamente, para su invernada.

En caso de alimentar artificialmente, el jarabe debe ser preparado


adecuadamente y con estrictas medidas de higiene, para evitar diarreas. Se
estima que una familia bien alimentada la hace vigoriza y fuerte, resistente a
las enfermedades, plagas y saqueos.
La alimentación artificial: es una técnica apícola utilizada para cubrir
necesidades
provocadas por las situaciones climáticas o por la propia manipulación del
apicultor; así como, para estimular el desarrollo en períodos específicos,
especialmente a inicios de primavera, con el objeto de disponer de colmenas
fuertes para la polinización de árboles frutales y otros.

Existen dos tipos de alimentación artificial según el objetivo:

1) Para sostén de la colonia o de mantenimiento.


2) Para estimulación de la colonia.

La alimentación de mantenimiento está prevista sobre todo para completar las


provisiones estimadas insuficientes, ésta puede ser suministrada diariamente
en pequeñas dosis cuando es estimulante y grandes dosis, cuando es de
mantenimiento. Consiste en proporcionar jarabe de azúcar para evitar que las
abejas mueran de hambre por la falta de reservas de miel. Se prepara con dos
partes de azúcar y una de agua.
La alimentación estimulante, tiene el objetivo de lograr que la colonia de
abejas se
desarrolle lo suficientemente como para que al inicio de la floración principal,
se encuentre con todo su potencial productivo disponible. Consiste en ofrecer
a las colonias un jarabe preparado con una parte de azúcar y dos partes de
agua y se ofrece 50 o 60 días antes de la floración. Tiene como fin, estimular la
postura de la reina y por consiguiente el aumento de la población.
Aceptación de los suplementos: Debido a que los suplementos del polen no
siempre son bien aceptados por las abejas, se recomienda colocarlos cerca del
nido de cría y utilizar sustancias como aceite de anís, de hinojo o esencia
artificial de miel para lograr una mejor tolerancia
Alimentación artificial complementaria: La primera pauta para diagnosticar
el padecimiento de hambre en una colmena es la inexistencia de reservas de
miel o jarabe azucarado en la parte superior de los marcos que rodea el
área de cría. La colonia al notar falta de reservas comienza a matar cría no
operculada, fenómeno que se detecta por la presencia de cría muerta en
la piquera. A partir de ese momento, la población comienza a disminuir hecho
que no solo tendrá consecuencias inmediatas sino que al faltar una generación
de crías, la ausencia de nacimientos se notará luego de algunas semanas de
iniciada la hambruna, aunque esta ya haya cesado.

Diferentes tipos de alimentos o sustitutos alimenticios para las abejas A pesar


de que la miel es el alimento energético natural de las abejas, el fuerte pillaje
que puede provocar su distribución, la transmisión de enfermedades apícolas
a través de la misma y su mayor valor comercial con respecto a sus sustitutos,
son algunas de las razones que no hacen aconsejable su suministro para la
alimentación de las colonias.

La sacarosa: es más aceptada y produce mejores resultados que la glucosa.


Cuando las abejas se alimentan por sus propios medios visitan
preferentemente, las flores cuyo néctar tiene como azúcar predominante a la
sacarosa.
Sustituto de miel: El mejor elemento para sustituir a la miel es el jarabe de
azúcar, en primera por que el costo de 1 kg de azúcar en relación al de 1 kg de
miel actualmente se encuentra en una relación 5 a 1 además el azúcar es
100% sacarosa y la abeja lo puede degradar fácilmente. Tiene como objetivo
sustituir el alimento energético natural (miel) producido por las abejas,
asegurándose de que cumpla con los mismos requisitos nutricionales del
natural.

Sustituto de polen: García (2008), indica que aun no se disponen sustitutos


que resulten económicos y que reemplacen perfectamente al polen. De los
compuestos sustitutivos del
polen propuestos, el primero es la harina de soja la principal fuente proteica y
la levadura de cerveza es la mayoritaria del complejo vitamínico B. En lo que
respecta a los elementos individuales, el que cualitativamente mejor sustituye
al polen es la levadura de cerveza en tanto que la harina de soja.
Azúcar granulada o azúcar flor: Se utiliza principalmente en casos de apuro
en el cual es necesario proporcionar un alimento en forma urgente a aquellas
familias que ya no cuentan con reservas de miel. Al comienzo de temporada,
cuando los días son lluviosos o fríos y evitan la salida de las pecoreadoras en
busca de miel y polen, la administración de azúcar molida seca, da un buen
resultado. La administración de este producto es bastante útil para prevenir
casos de pillaje, ya que no hay emisión de olores que alteren la tranquilidad del
apiario. Se aplica por lo general sobre un papel o cartón
que se ubica directamente sobre los cabezales de los marcos. De esa manera
las abejas acceden fácilmente a consumirla.

Jarabe nutritivo: Se trata de un jarabe espeso a administrar con el mismo


objetivo anterior. Se prepara con 2 kg de azúcar más 1 L de agua. Se hierve a
fuego lento por un lapso de 10-15 minutos. Es necesario mantener una
temperatura tal que evite que el
azúcar se queme. Dejar enfriar el jarabe y administrar al atardecer, para evitar
así actos de pillaje.
Pasta de azúcar: Se utiliza a inicio de la temporada, recién salida de invierno
teniendo la característica de ser semisólida. Se prepara con 4 kg de azúcar
granulada más 1 L de agua. Todo se calienta a fuego lento, se debe revolver
constantemente para evitar que se queme o se caramelice. Se retira del fuego
al momento que se evapore el agua. Revolver por algunos minutos y extender
en una capa delgada en una bandeja, una vez enfriada se troza y se distribuye.

Pasta alimenticia: Además de suministrar miel, la adición de leche en polvo


contribuye a suplir la deficiencia de polen que pudiera tener la familia. Se
prepara de la siguiente
manera: se mezcla 20% de miel, 20% de leche en polvo o sustituto lácteo para
terneros, 60% de azúcar granulada. Por cada 0.5 kg de la mezcla, se agregan
70 cc de agua potable o bien hervida o enfriada. Para preparar 1 kilogramo de
esta pasta alimenticia se debe disponer de: 200 g de miel, 200 g de leche en
polvo, 600 g de azúcar granulada, 140 cc de agua potable o hervida y enfriada.
Jarabe estimulante: Especial para estimular la postura de la reina. Útil a
principios de primavera; se recurre a él en casos de crianza de reinas. Se
proporciona de 30-45 días antes de la fecha en que se inicia la gran mielada o
recolección de néctar. Su reparación es a partes iguales entre azúcar (o miel)
y agua, es decir: 1 litro de agua más 1 kilogramo de azúcar o miel. Se hierve a
fuego lento durante 10-15 minutos removiendo constantemente. Se suministra
al atardecer, debido a la posibilidad de desarrollarse pillaje en el apiario. Se
recomienda ir paulatinamente aumentando la administración de este jarabe.
Ejemplo: lunes, una cucharada grande; martes, nada; miércoles, dos
cucharadas grandes; jueves, nada; viernes tres cucharadas grandes.
Dulce: Se utiliza para alimentar reinas que serán enviadas a lugares distantes.
No es útil para alimentar a las abejas durante el invierno ya que se ablanda y
puede aprisionar y matarlas. El dulce se prepara con miel extraída de muy
buena calidad o bien utilizando azúcar flor. Es necesario constatar la ausencia
de almidón en el azúcar, debido a que es perjudicial para las abejas. Su
preparación consiste en calentar la miel hasta unos 60 ºC y dejar enfriar hasta
unos 38 °C, momento en que se adiciona azúcar flor hasta transformar la
mezcla en una masa dura no pegajosa. A continuación se espolvorea azúcar
sobre una superficie lisa en la cual se amasará la pasta recién confeccionada
al igual que la masa de pan. Se le irá adicionando azúcar hasta que no se
pegue a la masa.

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