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Anna Freud
Anna Freud
Anna Freud plantea que la decisión de analizarse nunca parte del pequeño paciente,
de este modo, en la situación del niño falta todo lo que consideramos indispensable en
la del adulto: la conciencia de enfermedad, la resolución espontánea de analizarse, la
confianza (en el analista) y la voluntad de curarse: cuestiones consideradas por Anna
Freud como las precondiciones necesarias para iniciar un verdadero análisis.
Anna Freud intenta establecer con sus pacientes una alianza, aliarse con su yo
conciente contra una parte divorciada de su personalidad o contra el mundo exterior o
los padres (considera que en el análisis todo debe ser conducido a partir del yo. Todo
parte para ella de la persuasión o de la educación del yo). Trata de establecer en el
niño una sólida fijación al analista y de llevarlo a una relación de dependencia,
establecer complicidad, transferencia positiva. Apunta a que el paciente (niño) llegue a
tener confianza en el analista, a adquirir conciencia de su enfermedad, anhelando así
por propia resolución un cambio en su estado. Con esto llega al segundo tema: el
examen de los medios para realizar el análisis infantil propiamente dicho.
Anna Freud postula la debilidad del ideal del yo infantil, la subordinación de sus
exigencias y, con ello, de su neurosis bajo el mundo exterior, su incapacidad de
dominar por sí mismo los instintos liberados y la consiguiente necesidad de que el
analista domine pedagógicamente al niño. Así, el analista reúne en su persona dos
misiones difíciles y opuestas: la de analizar y educar a la vez, permitir y prohibir al
mismo tiempo.
Anna Freud considera que es necesario establecer en los niños una sólida fijación al
analista y llevarlos a una relación de dependencia. El niño no forma neurosis de
transferencia ya que aún existen sus primitivos objetos amados. El analista debe
ocupar el lugar del ideal del yo infantil, debe ser la autoridad más elevada en su vida
afectiva (sobrepasando su autoridad a la de los padres).
Tres ventajas del análisis del niño (por sobre el análisis del adulto):
-permite alcanzar modificaciones del carácter mucho más profundas que el análisis del
adulto.
-influencia sobre el superyó que aún no se ha establecido.
la labor a realizar en el superyó infantil es doble: analítica, en la desintegración
histórica llevada desde el interior, y pedagógica, influyendo desde el exterior,
modificando la relación con los educadores, creando nuevas impresiones y revisando
las exigencias que el mundo exterior impone al niño.
Si la niña de la que hablamos no hubiese llegado al tratamiento a los 6 años, su
neurosis infantil habría terminado en la curación espontánea, pero como herencia de
aquella neurosis habría quedado un superyó muy severo. Este superyó severo es para
Anna Freud la consecuencia y no el motivo de la neurosis infantil.