En sus fibras guarda secretos sutiles,

vivencias, costumbres, sonrisas, sueños,

que se fortalecen con tu cálida presencia.

Son los hilos de una fraternidad incorpórea,

tejidos con nudos anclados en el infinito,
arcanos que marcan un antes y un después.

Es mutua gratitud plena de humildad,

son manos enlazadas que simbolizan,
la unión perenne de genuina amistad.

Son experiencias, conversaciones del alma,

donde el vínculo afectuoso, a veces se tensa,
a veces se enreda, pero jamás se rompe.

Siento por ti un gran y profundo afecto

te estimo como de mi sangre fueras
contigo cuento para lo que quieras
hasta para embarcarme en un proyecto.

Nuestro amor fraternal no tiene muros

tampoco tiene lugares oscuros
es muy sentido con el corazón.

Espero la amistad toda la vida

y que jamás la demos por perdida
mantengamos siempre la relación.