Almacenamiento y Distribución en el Laboratorio UT3 Incompatibilidad de productos

U.T. 3 INCOMPATIBILIDAD DE PRODUCTOS

1. INTRODUCCIÓN

Para disponer de un almacén de productos químicos seguro y elaborar

las normas preventivas y de protección adecuadas se ha de establecer
previamente una estrategia de almacenamiento que evite posibles
incompatibilidades entre productos. Para ello es necesario obtener la máxima
información posible sobre los riesgos de los productos y su reactividad con
otros; es necesario, por tanto, conocer las fichas de seguridad de sustancias y
productos suministrados por los proveedores.

2. REACTIVIDAD ENTRE PRODUCTOS QUÍMICOS

Existen muchos productos químicos que manipulados de forma

adecuada no entrañan riesgos importantes, sin embargo, mezclados con otras
sustancias pueden producir reacciones violentas incontroladas con fuerte
desprendimiento de calor, causando incendio y/o explosión. A continuación, se
muestra una tabla en la que se reflejan la lista de productos que mezclados dan
reacciones peligrosas y violentas.

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Las reacciones peligrosas con ácidos:

Para conocer la reactividad de los productos químicos hay que consultar

su Ficha de Datos de Seguridad principalmente la sección 10.
SECCIÓN 10. Estabilidad y reactividad 10.1. Reactividad 10.2. Estabilidad
química 10.3. Posibilidad de reacciones peligrosas 10.4. Condiciones que

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deben evitarse 10.5. Materiales incompatibles 10.6. Productos de

descomposición peligrosos

3. INCOMPATIBILIDAD DE PRODUCTOS QUÍMICOS

Los criterios generales de compatibilidad e incompatibilidad desde el

punto de vista logístico se indican en la tabla siguiente, tal y como, recoge el
Reglamento de Almacenamiento de Productos Químicos (RD 656/2017) en su
ITCMIE APQ-10.

(1) Aquellos no incluidos en APQ 5

A. Los productos corrosivos podrán almacenarse conjuntamente sin restricciones siempre que no se produzcan
reacciones entre sí (por ejemplo, productos ácidos con productos alcalinos). En caso de incompatibilidad se dispondrá,
al menos, de cubetos de retención separados.
B. Los líquidos inflamables o combustibles no se almacenarán conjuntamente en la misma área de almacenamiento
con productos químicos comburentes (fila 6 de esta tabla) ni con productos químicos tóxicos que no sean combustibles
(fila 8 de esta tabla), a no ser que se sectoricen mediante la colocación de armarios protegidos.
C. Los productos químicos corrosivos contenidos en recipientes frágiles (fila 7 de esta tabla) y los bifenilos policlorados,
no podrán almacenarse en un área que contenga líquidos inflamables o combustibles que no tengan, además, estas
propiedades, a menos que se adopten las medidas necesarias para que, en caso de siniestro, no provoquen reacciones
peligrosas (por ejemplo, separación mediante obra, grandes distancias, cubetos colectores separados, utilización de
armarios protegidos etc).

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Si consideramos la clasificación según las normas internacionales para

el transporte de mercancías peligrosas dadas por la ONU, la matriz de
compatibilidades de almacenamiento químico mixto quedaría de la siguiente
manera:

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4. ESTRATEGIAS DE ALMACENAMIENTO

Considerando los diez grupos descritos anteriormente, que pueden

llegar a generar riesgos de importancia en su almacenamiento, según el
Reglamento de Almacenamiento de Productos Químicos (RD 656/2017) en su
ITCMIE APQ-10, se pueden segregar éstos a la hora de su almacenamiento
en:

- Inflamables

- Pirofóricos y sustancias que experimentan calentamiento

espontáneo

- Sustancias y mezclas que, en contacto con el agua, desprenden

gases inflamables

- Comburentes

- Corrosivos

- Tóxicos no inflamables

- Productos peligrosos no incluidos en los grupos anteriores

Los pirofóricos al igual que las sustancias que en contacto con el agua
desprenden gases inflamables, requieren medidas especiales de
confinamiento, debiéndose aislar del resto.
Los tóxicos no inflamables y corrosivos se pueden almacenar
conjuntamente. Ahora bien, teniendo en cuenta las posibles reacciones entre
los ácidos y las bases se almacenarán de manera que tengan cubetos de
retención separados. Por otro lado, conviene señalar que los productos
altamente tóxicos, los carcinogénicos, mutagénicos y tóxicos para la
reproducción se guardarán bajo llave.
Los comburentes se pueden almacenar junto con corrosivos siempre y
cuando estos últimos no sean también inflamables.
Los inflamables no se almacenarán junto a comburentes ni junto a
tóxicos salvo que éstos últimos sean a su vez inflamables.
Los productos peligrosos no incluidos en los grupos anteriores se
pueden almacenar junto con cualquiera a excepción de los pirofóricos y de las
sustancias que en contacto con el agua desprenden gases inflamables.

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Aun así, en caso de duda se deben considerar las indicaciones de las

fichas de datos de seguridad correspondientes dadas en su sección 7.
SECCIÓN 7. Manipulación y almacenamiento 7.1. Precauciones para una
manipulación segura 7.2. Condiciones de almacenamiento seguro, incluidas
posibles incompatibilidades 7.3. Usos específicos finales.

5. IMPORTANCIA DEL ESTADO FÍSICO EN EL ALMACENAMIENTO

Es conveniente resaltar que el estado físico de un producto químico

tiene importancia tanto en el almacenamiento como en la respuesta a posibles
emergencias.
Los sólidos no suelen plantear tantos problemas como los líquidos
(exceptuando los sólidos inestables o altamente reactivos). Los sólidos no
fluyen, no suelen emitir cantidades importantes de vapores a la atmósfera, no
producen fugas y, si se derraman, su recogida no plantea tantos problemas
como los líquidos. Por el contrario, los sólidos pueden producir atmósferas
pulverulentas, y si el sólido es tóxico (por ejemplo, los compuestos de plomo)
afectarán a la salud del manipulador si no se han adoptado las necesarias
medidas de seguridad. También si el sólido es combustible (por ejemplo,
azufre), una atmósfera pulverulenta podría desarrollar una violenta explosión si
existe una fuente de ignición en las proximidades.
Los gases poseen una gran energía cinética, mayor que los líquidos y,
por supuesto que los sólidos. Los gases fluyen, tendiendo a ocupar cualquier
espacio. Por esto, deben ser envasados en recipientes con unas características
especiales, como es la estanqueidad y una alta resistencia para soportar las
presiones a las que está sometido. Estos recipientes se construyen bajo
estrictas normas (Reglamento de Aparatos a Presión), lo cual hace que su
transporte y almacenamiento no suponga tanto riesgo como cabría esperar. No
obstante, un gas descontrolado, fuera de su recipiente, puede tornarse más
peligroso que un líquido y un sólido. Ocupará rápidamente una dependencia,
generando los riesgos propios de su naturaleza, los cuales presentarán mayor
dificultad de control que en líquidos y sólidos.

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Por último, están los líquidos, los cuales son la causa de la mayoría de
los accidentes con productos químicos producidos por manipulación,
almacenamiento y transporte. Los líquidos fluyen, adaptándose a la forma del
recipiente en el que se encuentran contenidos. En muchas ocasiones, los
recipientes donde se almacenan no son tan resistentes ni herméticos, ni están
sometidos a controles posteriores de buen estado, como los recipientes para
gases. Muchos líquidos emiten vapores a la atmósfera, tanto más cuanto
mayor es la temperatura, siendo fácilmente inhalados por el manipulador y
pudiendo provocar atmósferas peligrosas si los vapores son, por ejemplo,
inflamables. Grietas, recipientes mal cerrados, golpes, trasvases o
manipulaciones incorrectas son causa de derrames, fugas y contactos
accidentales.
La actuación en estos casos puede resultar complicada, puesto que el
líquido no permanecerá inmóvil, sino que se desplazará por desniveles hasta
filtrarse o alcanzar los acuíferos. De ahí que en el diseño del almacén deban
considerarse estos factores. Drenajes, cubetos y depósitos adicionales pueden
ser necesarios.