Esta vez, esta vez sí aprendí a dejar de amarte. Ya no opté
por olvidarme de tus besos, esta vez comencé a odiar tu boca, ya no deseaba el roce de tus labios con los míos porque al verlos, solo podía recordar a tantos otros que pasaron por ellos, no paré de pensar en lo incómodo que son tus abrazos cuando imagino a tantos otros que acobijaste así mismo. Esta vez no quise olvidar tu voz, simplemente al recordarla no podía soportar ese sonido que antes consideré dulce, ni mucho menos tus caricias llenas de amor fingido y sentimientos que ocultaste. A diferencia de la última vez que creí haber aprendido a no amar a alguien, esta vez estoy seguro, porque lo único que me hacía dudar se fue, se fueron los pequeños momentos de felicidad. Siempre creí que lo necesario para dejar de amarte era olvidarte, pero estaba errado por completo, la mejor forma de dejar de amar es odiando y hoy, hoy aprendí a odiarte.