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1947 Frédérick Kiesler. Arquitectura Magica Durante la guerra, lo: tas franceses fueron co Cfreulos de tog la_barbarie de la q: la postguerra, Frédérick Ki gonaba la, «arquitectura vital», ‘a eon el espacio», realiz6 junto con Max Mat si bien de modo muy distinto, El siglo xrx ha visto el creptsculo y el primer cuar- to del siglo xx ha presenciado la destruccién de la uni- dad arquitectura-pintura-escultura. El Renacimiento logré florecer en esta unidad, que era sostenida por la fe del pueblo en la felicidad ultraterrena. Nuestra época (1947) vuelve a adquirir conciencia Social, La demanda instintiva de una nueva unidad vuelve a renacer, La esperanza de esta unidad ya no Se enfoca en el més alld, sino AQUI y HOY. fi La nueva realidad de las artes plasticas se Ba bat? Como una interrelacién de hechos que oe '’88n sélo en las percepciones de los cinco sen' , Sno que también alcanzan‘a las necesidades psiquicas. El «funcionalismo moderno» de la arquitectura ha . id: una su- pentt®. En la medida en que la «funcién» “Gel Ambito 233 vivencia —sin ni tan solo un examen Scanned with CamScanner material sobre el que se apoyaba—, fracas6 y se con- sumié en el misticismo higiene + esteticismo. (Bau- haus, sistema Le Corbusier, etc.) La «Salle des Superstitions» presenta un primer intento por conseguir la continuidad arquitectura-pin- tura-escultura con los medios y la expresidn de nues- tra época. El problema es doble: 1. creaci6n de una unidad, 2. cuyos componentes pintura-escultura-arquitec- tura se transformen unos en otros. He realizado el boceto de la configuracién espacial. He invitado a los pintores Duchamp, Max Ernst, Matta, Mir6é, Tanguy y a los escultores Hare y Maria a reali- zar mi plan. Han colaborado con entusiasmo. He pro- yectado cada parte del conjunto —forma y contenido— especialmente para cada artista. No ha surgido ningtin malentendido. Caso de no conseguirse una armonfa, habra sido exclusivamente. culpa mia, pues ellos han seguido ri- gurosamente mi plan de correlaciones. Esta obra colectiva, que no fue creada por artistas de una sola especialidad, sino por el grupo arquitecto- pintor-escultor (a mds del poeta, en lo que respecta al tema), incluso en caso de un fracaso representaria la promesa mds estimulante en vistas.a la evolucién de nuestras artes plasticas. Al misticismo de la higiene (a la supersticién de la «arquitectura funcional») contrapongo las realidades de una arquitectura magica; arraigada en el conjunto ~ ae humano y no en lo exaltado o rechazado de r. 234 Scanned with CamScanner 1958 Hundertwasser: Manifiesto del enmohecimiento contra el racionalismo en arquitectura El 4 de julio de 1958 el Wasser (Viena 1928) lee Manifest (Manifiesto del abadia de Seckau. Un afio antes ya habia pro- testado en el panfleto de una exposicién contra «los 4ngulos rectos de Viena»: «Que en 1920 se construyeran las aceras y los muros rectos era una necesidad, pero, en 1957, es un absurdo que no comprendo. Los bombardeos de 1943 fueron una perfecta leccién automatica sobre formas; la linea recta y sus estructuras vacias debfan ser derruidas, y lo fueron. Normalmente, como conse- cuencia de ello deberfa haberse iniroducido un transautomatismo... jPero se construyen cubos, cubos! Dénde esta la conciencia...» pintor vienés Hundert- su Verschimmelungs- Enmohecimiento) en la La pintura y la escultura son ahora libres, pues actualmente cualquiera puede producir todo tipo de creaciones y exponerlas después. No obstante, en ar- quitectura atin no existe esta libertad fundamental, que se debe considerar como condicién de todo arte, puesto que para poder construir es necesario primera- mente poseer un diploma. ;Por qué? 3 Todo el mundo debe poder construir y, en tanto No exista esta libertad de construccién, la arquitectura Planificada de hoy no se puede considerar en absoluto un arte. La arquitectura sufre entre nosotros la misma censura que la pintura en la Union Soviética. ;Lo que Se realiza son compromisos individuales desdichados de hombres lineales con mala conciencia! Los pdrrafos marcados con una + fueron afiadidos al Mani- fiesto del Enmohecimiento con posterioridad a su lectura en el Congreso de Seckau. 245 Scanned with CamScanner iNo deben ponerse impedimentos a la f. f quitecténica individual! Todo el mundo tee coe a der construir y debe construir y ser asf plenaments responsable de las cuatro paredes entre lag que vive. ¥ se tiene que correr el riesgo de que esta loca cons. truccién luego se desmorone, y no se debe ni se puede tener temor de los sacrificios humanos que exija, o por lo menos pueda exigir, este nuevo modo de cons- truir. Hay que poner fin al hecho de que a los hom- bres se les asigne su morada como a las gallinas y a los conejos sus jaulas. Si una de esas construcciones desvencijadas, reali- zada por los mismos moradores se desmorona, suele crujir un poco antes y hay tiempo de huir. El inqui- lino se mostrard a partir de entonces mas critico y creador respecto a las viviendas que ocupa y reforzara con sus propias manos los muros y vigas, en caso de que le parezcan frdgiles. + La inhabitabilidad material del barrio miserable es preferible a la inhabitabilidad moral de la arqui- tectura funcional, utilitaria. En los llamados barrios bajos s6lo puede perecer el cuerpo del hombre, pero en la arquitectura que se dice planificada especial- mente para el hombre es su alma la que muere. Por ello, debe perfeccionarse el principio del barrio pobre, es decir, de la arquitectura que prolifera espontanea- mente y tomarlo como punto de partida en vez de la arquitectura funcional. + La arquitectura funcional ha demostrado ser un ca- mino equivocado, igual como la pintura. con regla y. compas. Nos acercamos a pasos de gigantea una ar- quitectura no prdctica, inutilizable y, en’ definitiva, inhabitable. A El gran cambio, que, en la pintura, corresponde al automatismo tachista absoluto, es en arquitectura la absoluta inhabitabilidad, que. atin esta por llegar, pues la arquitectiira’ lleva tréinta “aiiés , de -retraso, 246, Scanned with CamScanner Asi como hoy, una vez superado el automatismo ta- chista total, experimentamos las maravillas del trans- automatismo, tras la superacién de la total inhabita- bilidad y del enmohecimiento creador, experimentare- mos las maravillas de una arquitectura nueva, autén- tica y libre. Puesto que atin no hemos asimilado la total inhabitabilidad, puesto que desgraciadamente atin’ no nos encontramos en el transautomatismo de la ar- quitectura, debemos tratar de lograr lo mas pronto posible la total inhabitabilidad, el enmohecimiento creativo en la arquitectura. Un hombre que vive en una casa de alquiler debe tener la posibilidad de asomarse por la ventana y ras- par las paredes hasta donde alcancen sus manos. Debe permitirsele coger un largo pincel y —hasta donde al- cance— pintarlo todo de rosa, de modo que pueda verse desde lejos, desde la calle: alli vive un hombre que se distingue de su vecino, jel borrego resigna- do! También debe poder aserrar los tabiques y em- prender toda clase de transformaciones, aunque con ello quede destruido el cuadro arquitecténico-arméni- co de una supuesta obra de arte de la arquitectura y a poder llenar su habitacién de fango o de plas- tilina. iPero los contratos de arrendamiento lo prohiben! Ya es hora de que la gente se rebele contra el he- cho de que los pongan en casilleros, igual como las gallinas y los conejos son encerrados en jaulas, com- pletamente extrafias a ellos. + {Una construccién en forma de jaulas o cons- truccién utilitaria es un edificio que resulta completa- Mente ajeno a las tres categorias de hombres relacio- nadas con él! _1._ El arquitecto no tiene ninguna relacién con el edificia.. Incluso. si..se.trata..del.m4ximo genio. de. la. 247. Scanned with CamScanner arquitectura no puede prever qué clase de i vira alli. La llamada dimenaich humana Oana ie tectura es un engafio fraudulento. En particular cai do esta medida se ha obtenido como valor medio de una encuesta tipo Gallup. + 5 2. El albafiil no tiene ninguna relacién con el edi- ficio. Si desea, por ejemplo, construir una pared un poco. distinta, de acuerdo con sus ideas personales, si las tiene, pierde su trabajo. Y ademas le importa muy poco, puesto que no va a vivir en esa casa. + 8. El inquilino no tiene ninguna relacién con el edificio. Porque él no lo ha construido y sdlo se ha instalado alli. Sus necesidades humanas, su espacio humano son seguramente muy distintos. Y esto con- tintia siendo valido, incluso cuando el arquitecto y el albafiil, se esfuerzan por construir de acuerdo con las exigencias del futuro morador y cliente. + + S6lo cuando el arquitecto, el albafiil y el mora- dor constituyen una unidad, es decir, son una misma persona, se puede hablar de arquitectura. Todo lo de- mas no es arquitectura, sino la encarnacion fisica de un acto delictivo. i Arquitecto-albafiil-morador son una trinidad igual como Padre-Hijo-Espiritu Santo. Obsérvese la simili- tud, casi la identidad de ambas trinidades. Si se pierde la unidad arquitecto-albafil-morador, no existe arqul- tectura, igual como los edificios que actualmente se fabrican no se pueden considerar arquitectura. j hombre debe recuperar su funcién critico creadora per- dida, sin la cual deja de existir como hombre! + + También es fraudulenta la utilizacién de Ja re- gla y escuadra en arquitectura, instrumentos que sre ben considerarse, como es facil demostrar, como 248. Scanned with CamScanner yehiculos de la destruccién de la trinidad arquitec- ténica. + Ya el hecho de llevar consigo una linea recta ten- dria que estar prohibido, al menos moralmente. La regla es el simbolo del nuevo analfabetismo. La regla es el sintoma de la nueva enfermedad de la deca- dencia. ‘Actualmente vivimos en un caos de lineas rectas, en una selva de lineas rectas. El que no lo crea, que ge moleste un dia en contar las lineas rectas que lo rodean y comprenderé; pues nunca lograra terminar la cuenta. f En una hoja de afeitar conté 546 lineas rectas. Si se une lineal e imaginariamente a otra hoja de afeitar de la misma serie, que ciertamente sea idéntica, se obtienen 1.090 lineas rectas y, cuando se suma el en- voltorio, 3.000 lineas rectas por hoja de afeitar. No hace mucho tiempo que la posesién de lineas rectas era un privilegio de los reyes, los opulentos y los sabios. Actualmente cualquier cretino leva millo- nes de lineas rectas en el bolsillo del pantalén. Esta selva virgen de lineas rectas, que cada vez nos rodea mds como prisioneros en una prisi6n, debe ser despejada. Hasta ahora, el hombre siempre ha despejado las selvas en que se encontraba y se ha liberado. Por otra parte, lo primero que debe hacer es adquirir concien- cia de que se encuentra en una selva, pues esta selva se ha formado en secreto, sin que la poblacién se haya enterado. Y esta vez se trata de una selva de lineas rectas, Toda arquitectura moderna, en la cual la regla o el compas —aunque sélo sea imaginariamente— haya in- tervenido un segundo siquiera, debe ser rechazada. No hablemos ya del trabajo de planos, alzados y maque- tas, que no. sdélo es enfermizamente estéril, sino que 249- Scanned with CamScanner esta resultando realmente absurdo. La linea recta eg atea e inmoral. La linea recta no es una linea creado. ra, sino reproductiva. En ella no vive Dios ni el espi- ritu humano, sino la masa de hormigas sin cerebro. vida de comodidades. A Las estructuras constituidas por lineas rectas, aun cuando se inclinen, se curven, se superpongan y se lenen de agujeros, son un fracaso. Todo ello sdlo eg panico del fin, es el temor de los arquitectos construc- tivos de verse obligados a volverse en direccién ‘al ta- chismo, es decir, a la inhabitabilidad. Cuando se oxida una hoja de afeitar, cuando una pared comienza a enmohecerse, cuando comienza a cre- cer musgo en un rincén de una habitacién y se redon- dean los dangulos geométricos debemos alegrarnos, ya que junto con los microbios y hongos entra la vida en la casa y, mas conscientes que nunca, nos convertimos en testigos de las transformaciones arquitecténicas de las que atin nos queda mucho por aprender. Es conocida la furia destructiva irresponsable de los arquitectos constructivos y funcionales. Querian eli- minar simplemente las hermosas casas con fachadas de estuco de los afios noventa y Art Nouveau y plan- tificar sus vacuos edificios. Me refiero a Le Corbusier, que queria arrasar Paris, para substituirlo por cons- trucciones monstruosas rectilineas. Para actuar con justicia, hoy tendriamos que derribar también los edi- ‘ficios de Mies van der Rohe, de Neutra, de la Bauhaus, de Gropius, de Johnson, de Le Corbusier, etc., Pac que hace una generacién que han quedado supera y .resultan moralmente intolerables. ia Los transautomatistas y todos los que han super: do la arquitectura inhabitable, acttian sin embargo forma mds humana. Ya no quieren destruir. nal de Ja ruina itectura funcio’ Cae Para salvar la arquitec des de vidrio y moral,.deben rociarse las limpias pare! 250, Scanned with CamScanner + Ha llegado el momento de que la industria re- conozca su misién fundamental, y ésta es: jla produc- cién de moho creador! Ahora corresponde a la industria, inducir en sus especialistas, ingenieros y_doctores un sentido de res- ponsabilidad moral para la produccién de moho. Este sentido de responsabilidad moral para la pro- duccién de moho creador y de eros i6n critica debe es- tablecerse en la legislacién sobre la instrucci6n pi- blica. + + Sélo los técnicos y cientificos que estén en con- diciones de vivir entre el moho y de producir creati- vamente el moho, serdn los dirigentes de mafiana. + Y sélo después del enmohecimiento creador, del que nos queda mucho por aprender, surgira una arquitec- tura nueva y maravillosa. ORI Scanned with CamScanner PROGRAMAS Y MANIFIESTOS- DE LA ARQUITECTURA DEL SIGLO XX ULRICH CONRADS Bk ui, PALER TA siempo ; (ARGUITECTURA Y UBBANISMA, dl oR ith

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