0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
24 vistas1 página
Este poema narra el deseo no correspondido que una mujer siente por un hombre que ve a diario en el autobús. Aunque intenta llamar su atención con su vestimenta, él no parece notarla. Un día, el autobús frena bruscamente y él la atrapa entre sus brazos, despertando en ella una pasión que finalmente es correspondida cuando él la besa. Ella desea aprovechar la noche para saciar su anhelo por él.
Este poema narra el deseo no correspondido que una mujer siente por un hombre que ve a diario en el autobús. Aunque intenta llamar su atención con su vestimenta, él no parece notarla. Un día, el autobús frena bruscamente y él la atrapa entre sus brazos, despertando en ella una pasión que finalmente es correspondida cuando él la besa. Ella desea aprovechar la noche para saciar su anhelo por él.
Este poema narra el deseo no correspondido que una mujer siente por un hombre que ve a diario en el autobús. Aunque intenta llamar su atención con su vestimenta, él no parece notarla. Un día, el autobús frena bruscamente y él la atrapa entre sus brazos, despertando en ella una pasión que finalmente es correspondida cuando él la besa. Ella desea aprovechar la noche para saciar su anhelo por él.
Cada día te veo caminar frente a mí, te paras a mi lado, o a unos
espacios más allá en el autobús. Viendo el reloj, escuchando música, pero nunca te fijas en mí. Escucho tu respiración cuando estas cerca, de vez en cuando tu voz, y me excito, una voz ronca y muy masculina, imagino como seria que dijeras mi nombre. Veo tus manos fuertes e imagino como seria sentirlas recorriendo mi piel, tus labios y pienso como te comería a besos. Ahí estas tan cerca, tan distante a la vez. Cada día trato de llamar tu atención, un vestido ajustado, uno de colores, un par de botas rojas, un peinado libre, un labial rojo. Pero nada ocurre, la rabia alimenta cada día mi determinación.
El autobús para bruscamente, y voy a caer a tus brazos que me
rodean y aprietan mi cintura, siento tu pecho contra el mío y se agita mi respiración, estoy tan cerca de ti y ves mis ojos, presiento que ves mi mirada hambrienta de ti, porque solo sonríes.
Una de tus manos se enreda entre mi cabello y me acercas
imponente sin hacerme daño, me besas jodidamente bien. Esta noche, solo por esta noche voy a alimentar por fin este deseo con trozos de cielo, vino y tu piel.