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Fernando Savater Etica de urgencia Arid Diao de cabin Comput ‘Note ecb Gone Ma (Binge gona Banos Aes: Ae 2012 Seopp arisen, roa sre.cer-1496 9227 4 Fat tho, opi edt x Eat pon de 2012 no Are pent 2012 Rome ods detesos, Que guoaene poi dn urn ta de lores dl py nj arcs err en seeped pro ‘eden ola por niger medio pce ncusepopfiyelusamiene ine, (© 2012 Kenan See ‘Ein al cud de Goma Tot (© 2012, de odes or edna Blea ae 8A ‘ri Dingo 63 ‘034 Reesor oc Al en ada de Panes, S.A rales ‘Prrepuclecadeencm (© 2012 delapraen eins ‘ar ade SATCE Pallindo jo el Ae” Independence 16811636, Baenos ie Agetina Email dngucspldescomar ‘wom pisoarpeninarrnat ete gin geri 1.73 Siegen ater npr co MIS, Sntg el Eero 355, (Ge, Province de Barbs Aes, segs de 2012 “Tied 6500 empl ISBN 978 997-9637 Presentacion, Hace yamnés de veintaffos que se publi tea para Amador, un libro sin otra pretensién que ayudar jévenes y adolescentes a reflexionar sobre a perspectiva moral que debe acompafia la libertad humana, Pensados para esa anja de edad ya exstian ‘muchos libros de fecin, junto a musica, peliculas, videojue- 0s... perono propiamentelibros de ensayo. Los que yoconocia deese género eran mds bien obras de estudio—de esas que exi- genla tutorfadeadultosoprofesores—enelmejor delos casos, {¥ encel peor, libros catequistcos ode autoayudla Mi intencién fue escribir un ensayo filoséfico,sencillo y accesible pero que plantease preguntas en lugar de apresurarsea dar respuestasiy sabre todo, que pudiese se leido polos propiosinteresados sin necesidad de guia por parte delos mayores, tal como ellosleen tun cuentode Stephen King Elser delosenilos. tica para Amador y después su complementaria Poltia para Amador obtuvieron una aceptacién internacional muy generosa de la que confieso que fui el primer sorprendio. Por lo visto, se revelaron tiles y gratas para sus destinata- ros, as{ como sirvieron para facilitar el didlogo pedaggico enlas familias yen las escuela. Vain deben conservar parte deestasvirtudes dos décadas después, pese a tantos cambios socialesy tecnolégicos ocurridos desde entonces, silaasidui- dad dereediciones no engaia. 5 Razones para la ética Durante buena parte del dia vivimos como sinos hubieran dado cuerdas nos levantamos, hacemos cosas porque s¢ las ‘hemos visto hacer a los demas, porque nos lo ensefiaron asi porque eso es lo que se espera de nosotros. No hay demasia~ dos momentos conscientes en nuestro diaa dia, pero de vez en cuando, algo ocurre ¢interrumpe nuestra somnolencia, nos obliga a pensar: «z¥ ahora qué hago? gLe digo que siole digo queno? {Voy ono voy?». Estas preguntas sefialandistin- tas opciones éticas, nos exigen una buena preparacién men- tal, nos interpelan para que razonemos hasta aleanzar una respuesta deliberada, Tenemos que estar preparados para ser protagonistas de nuestra vida y no comparsa. La imagen del mundo como un teatro es muy antigua. El fildsofo Schopenhaver imaginaballa vida comoun escenario, cada uno de nosotros ve entre bambalinas cémo unos perso najeshablan, loran, gritan, luchan, seenfrentany seasocian sobre las tablas, De pronto, sin previo aviso, una mano nos empujaynos sorprendemosen elcentrodel escenario, nosobli- gana intervenir en una trama que no conocemos demasiado ‘bien porque hemos llegado con la obra comenzada, y tene- ‘mos que enteramos a toda prisa de quiénes son los buenos y Jos malos, de qué seria conveniente decir de cudl seria la ac cign correcta. Decimos nuestro mondloge y antes de enterar nos de cémo acabaré todo, nos vuelven 2 empujar, ynos-sacan del escenario, esta ver ni siquiera nos dejan quedamnos entre bambalinas, Pero no nos pongamos tétricas, no siempre tenemos un papel relevante en la obra. Podemos pasar dfas actuando como figurantes en escenas pensadas y escritas por otros. Pero hay veces que nos apetece ser protagonistas de nuestra vida, y pensar en las razones por las que actuamos como ae- ‘tuamos, No se trata de vivir de manera muy original ni de hhacer cosas muy extravagantes, sino de examinarlos motives porlos queactuamos, nuestras metas ysideberiamos buscar objetivos mejores, o cambiar la manera de proceder. La ética no nos interesa porque nos entregue un cédigoo tun conjunto de leyes que baste con aprender y cumplir para ser buenos y quedarnos descansados con nosotros mismos. Hay una pelicula de los Monty Python en la que Moisés baja el Sinai con tres tablas de la ley entre los brazos, se detiene ante su pueblo yles habla: «Aqui os traigo los quince manda- ‘mientos...», entonces se le resbala una de las tablas, cae al suelo y se rompe, y ahora les dice: «Bueno, los diez manda- ‘mientos». Pues la ética no va de aprenderse diez ni quince ‘mandamientos, ni uno o dos cédigos de buena conducta. La ética es la préctica de reflexionar sobrelo que vamos a hacet ¥ylos motives por los que vamos a hacerlo, eX por qué deberfa yo razonar, vivir deliberadamente, en- ‘twenarmeen la ética? Semeocurren dos buenos motivos para no hacer la vista gorda, Elprimero esque no tenemos més remedio, Hay unaserie deaspectos en la vida dondeno se nos permite razonar ni dar nuestra opinidn: no depende de nosotros tener corazén, ha- cet la digestién, respirar oxigeno... Son actividades que me 6 ‘vienen impuestas por la naturaleza, por el e6digo genético, por el diseio de la especie, Tampoco puedo elegir el ao en que he nacido, ni que el mundo sea como es, ni el pats natal, ni los padres que tengo. Los hombres no son omnipotentes, no les ha sido dado el poder de hacer y deshacera voluntad, Pero si nos comparamos con los animales enseguida verios ‘que disponemos de un eampo de eleccién bastante amplio. EL resto delos eres vivos parecen programadosparaserloqueson, Jo quel evolucién les ha deparado, Nacen sabiendo qué de- ben hacer para sobcevivir, saben cémo ocupar su tiempo, No hay animales tontos. Muchas veces hemos visto las imagenes de los chimpancés y los monos caminando cada vez mis ex- ¢guidosy al final un ingenicro decaminos con su sombrero, y &2 sla idea que tenemos nosotros dela escala: pasamos de los animales inferiores al ser humano; pero segiin cémo lo ‘miremos, os animales son mucho ms perfectos quelos hu- manos. Observa el brazo de un gibén o de cualquier mono arboricola: es un instrumento de precisin, de una flexibili dadyy una potencia tan asombrosas que puede subirun enor- ‘me peso hasta lo alto de un érbol 0 piensa en la zarpa de un Jen, es0 es un aparato itil para desgacrar la carne de sus vietimas, ola aleta de un pez, etcétera, son apéndices admi- tables, que sirven muy biena su propésito, La limitacién de Jos animates es que sdlo puede hacer una cosa cada especie, «stn especalizadisimos. Unosnadan,otzos vuelan, éstos ca zan con el pico, os otros hacen agujeros en el suelo. Por 30 cuando cambia el ecosistema empiezan a moriey desapare cen, porque no se pueden adaptar. Los hombres venimos al mundo con un buen hardware, del quenos ha provistola naturaleza, perono tenemos el pro sgrama establecido, tenemos que procurarnos un software para orientar nuestras acciones sociales, los proyectos crea 7 tivos, nuestras aventuras intelectuales, Los humanos no es- tamos especiaizados en nada, esta caracterstica tiene sure- fejo en el disefio anatémico: el brazo humano sitve para tee pit, pero mal; puede dar algxin golpe, pero nada comparable con los del leén; podemos nadar, pero tampoco como el del- fins pero podemos hacer todas esas cosas y también tocar el piano, disparar un misil, sefialar ala Tuna, meternos en un barco para cruzar el océano sin saber adénde vamos, y tam: poco puede descartarse que un dia destruyamos el mundo, algo que bien segurono podrén hacer los animales. Graciasa «que no estamos cireunscritos ana sol trea, Jos humanos podemos elegir entre cosas distintas, y hemos desarrollado cestrategias y culturas que nos permiten habitar el desierto, teproducimnos en el polo. Ese campo abierto de eleccién tan amplio es una extraordinaria ventaja evolutiva orcontrapartia, esta indefinicién conlleva una seriede responsabilidades, La principal es que tengo que elegir qué voy a hacer con mi vida, qué voy a aceptary qué voy recha- zat. Tengo que escribirmi papel ena funcién dela vida. Ten- {go que elegir lo que hago y justificar mi decisin; si quiero vivir humanamente y no como un animalito es bueno que sepa por qué creo que me vendré mejor hacer una cosa y no otra, A veces la explicacisn es bien sencilla por ejempio, si vivo en un octavo piso y quiero bajar a laealle puedo optar pormeterme en elascensor tirarme porla ventana; a menos ‘que viva en un entresuelo o que haya decidido acabar con mi vida, en un caso asf tengo buenas rzzonesppara defender ante quien sea mi decisidn de optar por elascensor. Perohay deci- siones mds dftciles de tomary de justificar,y no puedo esca- bullitme, pues se trata de una serie de elecciones obligadas, Efildsofo Jean-Paul Sartre lo dio en el siglo pasado con una frase contundente: «Estamos condenados ala libertad. Es 8 decir, somos libres pero no disfrutamos de libertad para re- rmunciarala libertad. Esta necesidad de elegir es caracteristica del ser humano, y no podemos desdecirnos de ser humanos. Estamos destinadosa inventar nuestro destino, sin segundas ‘oportunidades. Por eso los hombres nos equivocamos y nos defraudamos, y cometemos atrocidades, pero también, gra-

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