Aylin Monardes En esta intervención, tuve la oportunidad de contribuir y apoyar en la educación, en un ámbito que considero crucial en donde podemos concientizar como estudiantes y futuros psicólogos y además podemos hacer grandes cambios, tuve la oportunidad de abordar el tema de las drogas y su impacto y dirigirme a alumnos del segundo ciclo de educación básica. Esta experiencia me permitió visualizarme como un futuro profesional comprometido con trabajar en la prevención de la drogadicción. Durante esta labor, experimenté un crecimiento significativo en mi formación al adquirir habilidades sociales, trabajar en equipo y ser parte de una iniciativa que no solo me beneficiara personalmente, dado al entorno académico y profesional, sino que también generara un cambio positivo en las generaciones emergentes. Al fomentar el pensamiento crítico sobre el consumo de drogas, no solo se promueve la salud, sino que también se contribuye a la reducción de la futura delincuencia y pobreza. Este enfoque se convierte en una herramienta efectiva para combatir las desigualdades y proporcionar mayores oportunidades a aquellos que las necesitan. Este tema tiene un significado personal profundo para mí, dado que crecí en un entorno marcado por el predominio del narcotráfico y la prostitución en una población de Santiago. Esta realidad no solo afectaba a la población adulta, sino también a niños y niñas que se veían involucrados en actividades peligrosas desde temprana edad. Recuerdo a un compañero que pasaba todas las noches vendiendo drogas ya que, sino no podía entrar a su casa, así como a compañeras cuyas madres les enseñaban a prostituirse, y caían en el consumo de drogas a una edad temprana no superando los 14 años de edad. A pesar de las dificultades, creo firmemente que intervenir en estas situaciones a una edad temprana puede tener un impacto significativo. Aunque algunos de ellos quizás no lograron salir de esas circunstancias debido a la falta de herramientas en ese momento, estoy convencida de que las pequeñas acciones pueden generar cambios, y la educación desempeña un papel fundamental en este proceso. El papel de la educación debe ser pertinente y socialmente responsable debe contribuir para el conocimiento y la solución, en su ámbito y de acuerdo con sus posibilidades, de los problemas y necesidades de la sociedad. (Lira et al., 2019b). En la actualidad, estas necesidades abarcan diversas áreas que los psicólogos podemos abordar: desde el cuidado de la niñez hasta la provisión de herramientas y oportunidades, nuestro papel es fundamental para ayudar a sanar y ser un apoyo sólido en la comunidad.
Referencia Lira, L. A. N., López, G. S. L., Cueva, F. E. I., & Huamaní, L. N. (2019b). Consideraciones
teóricas en torno a la responsabilidad social de la educación. Revista Venezolana de