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El documento habla sobre cómo la vida se está yendo y cómo la persona ya no vive plenamente, sino que sobrevive. Recuerda a la niña que era llena de sueños y alegría, en contraste con el presente gris y seco. La persona se ha acostumbrado tanto a la palabra "mal" que ha perdido sentido. Teme que ciertas personas le enseñaron sobre la vida arrastrándola a sus peores miedos e inseguridades. Ahora su mente la persigue en un círculo vicioso que no la deja respirar,
El documento habla sobre cómo la vida se está yendo y cómo la persona ya no vive plenamente, sino que sobrevive. Recuerda a la niña que era llena de sueños y alegría, en contraste con el presente gris y seco. La persona se ha acostumbrado tanto a la palabra "mal" que ha perdido sentido. Teme que ciertas personas le enseñaron sobre la vida arrastrándola a sus peores miedos e inseguridades. Ahora su mente la persigue en un círculo vicioso que no la deja respirar,
El documento habla sobre cómo la vida se está yendo y cómo la persona ya no vive plenamente, sino que sobrevive. Recuerda a la niña que era llena de sueños y alegría, en contraste con el presente gris y seco. La persona se ha acostumbrado tanto a la palabra "mal" que ha perdido sentido. Teme que ciertas personas le enseñaron sobre la vida arrastrándola a sus peores miedos e inseguridades. Ahora su mente la persigue en un círculo vicioso que no la deja respirar,
Y me encontraba ahí, aquella noche en compañía de mi mente y los
demonios en ella presentes, pensando una y otra vez en la vida que se nos fue. Recordando a aquella pequeña niña con sueños grandes, recordando la alegría que le causaban las cosas pequeñas, saltando y bailando en cada esquina. Un frío recorre todo mi cuerpo cuando de ella se trata, Y es que hoy vivimos en un constante dejavú oscuro, en un presente lleno de flores secas, días grises, y, aunque somos amantes de lo simple no se trataba de convertir nuestra vida en eso, en un recorrido en donde la mayor parte del tiempo no vivimos, sino sobrevivimos. Llega el momento en donde te acostumbras tanto a la palabra “mal”, dormir mal, comer mal, soñar mal, sentirte mal, pasarla mal, mal ,mal, mal, ¡eso es! Lo has repetido tantas veces que el término solo se vuelve vago y pierde el sentido, o al menos para mí. Se adhiere tanto a tus emociones diarias, se vuelve parte de ti, y en un abrir y cerrar de ojos dejas de recordar el último instante en donde dejaste de sentir con ganas, con el corazón, el día en donde tuviste tu último choque y adición extra de serotonina solo se vuelve un recuerdo en el espacio-tiempo. Nace aquí el miedo y, divagando en su significado lo asocié contigo y si alguien me pregunta por él, entre palabras cortadas por lo que llegaste a causar en mí puedo decir que nació de ti. Y es que hay personas que te enseñan tanto de la vida de una buena forma, ó, tirándote a lo más profundo de un mar lleno de tus peores miedos e inseguridades, convirtiéndose primeramente en tu ancla más segura cuando de tocar tierra firme se trata, pero la más insegura para soportar la más grande de tus tormentas. A raíz de esto y el hilo que tejen todos los contras presentes, te encuentras ahí, buscando la excusa clave para no enamorarte de las cosas, las personas, la vida. Te encuentras paseando en un círculo vicioso donde tu mente se vuelve guardiana persiguiéndote y sin dejarte escapar. Atando a tus muslos todo aquello agobiante que no te deja respirar, y a tus manos se suma un frío escalofriante, es ahí el momento pertinente en que la llamada “ansiedad” se hace presente.