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ANIMACIÓN BÍBLICA DE LA PASTORAL

DIÓCESIS DE GIRARDOTA

LECTIO DIVINA DOMINGO III DE ADVIENTO GAUDETE CICLO B


TEXTO Juan 1,6-8.19-28
Pbro. Gabriel Jaime Gómez G. (Lic. en Teología Bíblica PUG, doctorando en teología UPB)
“Hay que desarrollar la aportación que la lectio divina y las diferentes tradiciones espirituales,
antiguas y recientes, pueden ofrecer a la práctica del discernimiento.” (Relación final del sínodo de la
sinodalidad 2,i))

PREPARACIÓN
Oh, Espíritu Santo, Amor del Padre y del Hijo, capacidad para retener, método y facultad para
Inspírame siempre lo que debo pensar, aprender,
lo que debo decir, cómo debe decirlo, sutileza para interpretar, gracia y eficacia para
lo que debo callar, cómo debo actuar, hablar.
lo que debo hacer, para gloria de Dios, Dame acierto al empezar, dirección al
bien de las almas y mi propia Santificación. progresar,
Espíritu Santo, dame agudeza para entender, y perfección al acabar.
Amén.

I. LECTIO: ¿Qué dice el texto?


6 Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan:
7 este venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.
8 No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.
19 Y este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a
que le preguntaran: «¿Tú quién eres?». 20 El confesó y no negó; confesó: «Yo no soy el Mesías». 21 Le
preguntaron: «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?». Él dijo: «No lo soy». «¿Eres tú el Profeta?». Respondió:
«No». 22 Y le dijeron: «¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado?
¿Qué dices de ti mismo?». 23 Él contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: “Allanen el camino
del Señor”, como dijo el profeta Isaías». 24 Entre los enviados había fariseos 25 y le preguntaron:
«Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?». 26 Juan les respondió:
«Yo bautizo con agua; en medio de ustedes hay uno que no conocen, 27 el que viene detrás de mí, y al
que no soy digno de desatar la correa de la sandalia». 28 Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del
Jordán, donde Juan estaba bautizando.
Preguntas para reconstruir el texto:
1. ¿Quién envió a Juan?
2. ¿A qué venía Juan al mundo?
3. ¿Qué le pregunta la gente a Juan? ¿Qué le responde éste?
4. ¿Qué dice Juan de sí mismo?
5. ¿Por qué bautiza Juan?
6. ¿Dónde ubica el evangelista el relato (mirar en la Biblia)?
En este tercer domingo del tiempo de Adviento, nuevamente aparece Juan, el Bautista, dando
testimonio de la luz.
Nos ubicamos en el comienzo del Evangelio de Juan y debemos recordar que este comienzo nos
traza un itinerario en la lectura del Evangelio porque nos proyecta la acción del Verbo en la
realidad del pueblo, pero en medio aparece este pasaje del Bautista, que nos recuerda no sólo la
dificultad que existió entre los discípulos del Bautista y los de Jesús, sino que va más allá y nos da
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un testimonio de lo que la comunidad cristiana cree y confiesa desde el principio: Jesús es el Mesías.
Si el domingo pasado podíamos recordar el estilo de vida de Juan, tal como lo narran los evangelios
sinópticos, hoy la fuerza está en que el pueblo “no conoce” a Jesús y ese el punto de partida del
Evangelio (vino a los suyos y los suyos no lo conocieron), por eso el testimonio de Juan es un
testimonio que tiene que plantear el objetivo de todo el evangelio: que crean, porque conocer y
creer van de la mano en este evangelio.
En este tiempo de Adviento, Juan el Bautista es compañero de camino que nos señala el Mesías y
no nos distrae de lo esencial, por el contrario, nos lleva a la luz y desde allí queda sólo CREER.
El mensaje de este domingo se centra en el gozo (primera lectura), que canta la alegría en el Señor
(salmo) y llama a la perseverancia en la espera del Señor (segunda lectura).
Otros textos: Isaías 61,1-2a.10-11 / Sal (Lucas 1, 46b-48. 49-50. 53-54) / 1 Tesalonicenses 5, 16-
24

II. MEDITATIO: ¿Qué me dice el texto?


1. ¿Qué parte del mensaje de Juan el Bautista resuena hoy en mi vida?
2. Si hoy me preguntan quién es Jesús, ¿Cuál podría ser mi testimonio?
3. ¿Puedo afirmar hoy que conozco a Jesús?
4. ¿En estas dos semanas ya recorridas del adviento, siento que me he preparado mejor para la
venida del Señor?
5. ¿Qué me dice hoy esta Palabra?

III. ORATIO: ¿Qué le digo a Dios a partir del texto?


Oremos con el Magníficat

Proclama mi alma la grandeza del Señor, su nombre es santo,


se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; y su misericordia llega a sus fieles
porque ha mirado la humildad de su esclava. de generación en generación.
Desde ahora me felicitarán todas las
generaciones. A los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Porque el Poderoso ha hecho obras grandes en Auxilia a Israel, su siervo,
mí: acordándose de la misericordia.

IV. CONTEMPLATIO: ¿Cómo interiorizo el mensaje?


Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo o frase:
«En medio de ustedes hay uno que no conocen».

V. ACTIO: ¿A qué me comprometo?


¿A qué acciones concretas me lleva este evangelio?
Haré un buen examen de consciencia para acercarme y pedir perdón por mis pecados.
¿Qué elementos puedo dar a mi comunidad o en mi entorno a partir del texto?
En grupo o comunidad buscaremos hacer una revisión comunitaria de vida.
Como Iglesia peregrina de esperanza y en camino sinodal es necesario reconocer que no somos la
luz sino quienes damos testimonio de la luz

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