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Cued. de Geogr. + 22 + 29-58 + Valencia + 1978 JUAN PIQUERAS HARA DESARROLLO URBANO DE REQUENA Las RAICES DE UNA CAPITAL COMAKCAL La ciudad de Requena en sus origenes, que corresponden al actual barrio de fa Villa, esté asentada en una plataforma de toba caliza que se levanta centre 6 y 12 metros sobre ef resto det glacis que desciende del antictinal jucisico de Juan Navarro al ro Magro. La erosién de las aguas ha dado lugar a sendos escarpes por los lados oriental (revajo de Reinas y fuente de Bemate) y occidental (fuentes de Peral, Pino y Pilas). Orientadas de NE a SW, la tobe cubre una longitud de 420 m, una anchura méxima de 160 m a la altura de la calle Somera de Arriba y otra minima de 50 m a la altura de la Placeta del Pozo. Los barrios de Las Petias y de La Loma, aunque posteriores, nacieron sobre otras tablas tobiceas que, por lo dems, han servido como techo para viviendas trogloditas y bodegas ®. Dentro del Altiplano de Requena, enmatcado por las sierras de Util, Juan Navarro y el Tejo, por el NE; por las de Malacara y Martés, al E, y por él inmenso atéo que describe el rio Cabriel por los lados $ y W, la posicién de Ia ciudad, rodeada por las mas copiosas fuentes de (oda la comarca, factor muy importante a la hora de clegir el lugar para cl poblado, eontrola el inicio de uno de Jos pasos naturales que comunica las tierras de la Meseta con cl litoral valenciano y la huerta del Turia, por el lano del Rebollar y el paso de las Cabrillas, El otro paso, menos accidentado pero més largo, es por el valle de Montesa y lo controlan Xativa y Almansa, siendo esta ditima rival 1 LG. ME, Mape geoldsico de Espata, 1:50.000, Madsid, segunda serie, 1973, hhoja y memoria explicate nim. 720, Requena. Segin la. memoria explicstiva, et asen. tamiento de Ia ciudad seria sobre un travertino en telacién con un potente manantial "= Ambas ciudades han sido objeto de estudios por parte de A. Lares. Géver, “Jé- tiva: 1a eiudad y su huerta", Saab, t. XVI, 1966, pp. 167-189, y R. Provenas Gancis, “Almansa. Desarrollo Econémico y urbano”, Cuademos de Geografia, 16, Valencia, 1975, pp. 41.63. au JUAN PIQUERAS HABA de Requena cuando la existencia de aduanas entre los reinos de Castilla y Valencia. Desde esta posicién Requena controlaria ademés los caminos que fueron apareciendo sucesivamente hacia Almansa y Alicante, por Tos valles de Ayora y del Vinalopd; hacia Albacete y Cérdoba, por el Cabriel; hacia Cuenca Y Madrid, por ei Pajazo o Camporrobles; hacia Arazén, por Moya; hacia Lia y Segorbe, por la fosa teet6nica del Reatillo. No se puede definir una ciudad sin tener en cuenta sus funciones, aunque aqui s6lo nos limitaremos a hacer algunas cortas referencias. Requena nace con una funcién viatia, de la cual quedan mitiples testimonios en el trazado urbano, ya que sus principales calles o ejes en cada perfodo de fa historia han correspondido a los sucesivos trazados del camino entre Ia Meseta y Valencia Asi se puede apreciar en la calle del Rosario, musuimana; en las del Carmen y Botica, correspondientes al periodo medieval cristiano; en la del Peso, du- Tante los Austrias, y en la de San Carlos, con a carretera de las Cabrillas desde su inauguracién en 1847 hasta mediados del presente siglo, en que se realiz6 el desvio de la carretera. La funcién viaria ha sido més o menos im- Portante segiin el volumen de intercambios comerciales y humanos entre el interior y Ia costa, ‘Tres Ia conquista cristiana reforzaré esta funeidn Ia crea cién de la Aduana y Puerto en la linea fronteriza entre Castilla y Valencia, al tiempo que se acrecentaré la funcién defensiva © militar que ya habia adquirido tras la disgregaci6n del Califato en taifas* ‘Otra funcién a tener en cuenta seria la importancia como centro de una ‘comarca o esfcra de influencia +, especialmente si la ejerce sobre una zona rural y si esa relacién es de tipo comerciel. Dicha funcién esté en la base de toda ciudad y puede ser catalogada como consustancial al hecho urbano, ‘desempeiando un papel primordial la posicién de ceniro-mercado, euyo valor ‘cuantitativo depende del alcance de sus conexiones con el territorio circundan- te®, La posesidn legal de un mercado desde finales del siglo xv, y feria desde pposiblemente mucho antes, hubicra valido ya en aguella época para definir virtualmente a Requena como una ciudad. Mientras existié la division territorial entre los reinos de Castilla y Valencia, Requena, parte del primero, detent6 ta capitalidad de una extensa érea, ya que no muy poblada, que se prolongaba al W del rio Cabriel, por tierra de la actual provincia de Cuenca. Hoy sigue ¢jerciendo su inftuencia, aunque compartida la capitalidad con Utiel, habien- dose extendido su rea de influencia a tietras del antiguo reino de Valencia, como Sinareas, Chera y Valle de Ayora, 4 Desde el ao 1021 Requena mare6 ta divisoria entre los reinos taifas de Valencia y Toledo, formando parte del primero, excepto en el periodo 1965-1076, en que. per tenoci6 al de Tolado, M. Saxcsiis GUARMUR, HistOrla del Pais Volencla, 1, “Bpoca ri- sulmana", Vallncia, 1968, pp. 306-336. “'Cussor, Guoncts, Las cludades, Barcslona, 1972, p. 154, y Jounson, hoes, Geograjta urbana, Barcslons, 1974, p. 123. © Tenapot ox OrTo, Mania ests, Punclones y desarrollo urbano de Valencia, Valencia, 1976, p. 14, ey DESARROLLO URBANO PE REQUENA 31 La CIUDAD MUSULMANA Aunque los hallazgos arqueoi6gicos, conservados en el Musco Arqueolé- ico Municipal, permiten asegurar un poblamiento ibérico, una intensa ro- manizaciin y una ocupacién visigética, ninguna de estas tres culturas ha dejado restos urbanos, probablemente destruidos por edificaciones posteriores, ‘en el solar que hoy ocupa la ciudad. Hemos recogido restos de cerimica ibérica y medieval incrustados en ia argamasa de los muros del castillo y de Ia cerca meridional; puesto que la construccién de los mutos se realizaba, aprovechando el material mis préximo, es de suponer que bajo el actual barrio de la Villa hubo un poblamiento ibérico. Sin embargo no hay dificultad en identificar el recinto musulmén, puesto gue se puede seguir casi en su totalidad la cerca murada jalonada con torres, pesar de que una y otras se encuentran én muchos casos ocultas a ta vista exterior por los edificios adosados a las mismas. El levantamiento del plano de esta cerca nos ha permitido dilueidar en parte et desarrollo urbano del barrio de la Villa, en contra de la opinién local tradicional, En efecto, Herrero y Moral, que escribié a finales del x1X, suponfa que el micleo musulmién Primitivo debié estar en el extremo meridional de la toba, en tomo a Ja iglesia de San Nicolés —que él identifica con la mezquita érabe— y las calles Somera de Arriba y Somer de Abajo. Abundando en su teoria, el muro que va desde Ia angostura de Santa Marfa hasta la puerta del Angel serviria de cicrre septentrional a dicho nticleo y el Palacio del Cid habria sido edificado en cl siglo xv sobre el primitive alcézar musulmén, en el que debid alojarse Rodrigo Diaz de Vivar a finales del 21°, Herrero se dej6 llevar por Ia anti- siedad de la iglesia de San Nicolés, de finales del xtit, y por el fendmeno de que en esta zona se hallen los edificios més antiguos, ademés de la presencia de adarves, algorfas y arcos musulnanes, no tan abundantes en el resto de Ja Villa, sin pensar que ésta pudo ser objeto —como de hecho Io fue— de una reforma posterior a los musulmanes. La misma configuracién topogratica de la toba, con un desnivel de 29 m centre la zona del castillo y Ia iglesia de San Nicolés, hace sospechoso que una ciudad musolmana, que a la hora de ser construida tiene muy en cuenta cl factor defensive, quedata enclavada en la parte inferior de 1a cucsta, Por otro lado, y este argumento lo consideramos més convincente, un examen del plano actual y de la fotografia aérea deja ver enseguida que la calle del Rosa- rio, paralela a la muralla meridional, presenta forma arqueada con su parte convexa hacia San Nicolés, y la parte convexa suele ser siempre Ia exterior. Un recorrido por el interior trasero de las casas con miimeros pares de dicha calle permite descubrir que el muro que aparece en el arco del Ovejero y en © Heaneo ¥ Mont, EXmque, Historia de la tes veces muy lea dos veces muy noble, y fidelisima ciudad de Reguena, Valencia, 1890, p. 17. 61 JUAN PIQUERAS HABA Ja angostura de Santa Maria tiene en realidad més de 180 m de longitud y conscrva adosadas a él hasta siete torres que avanzan todas ellas hacia lo ‘que Herrero suponfa nécleo primitivo. Es evidente que estas torres no defen- dian el lado meridional, sino el septentrional, ya que, ademés, los muros siguen uego hacia el N buscando, por un lado, Ia puerta y torre del Cristo y, por otro, Ta iglesia de Santa Maria, ditigiéndose por ambos lados hacia el castillo en el extremo septentrional de Ia. toba. En ese caso cl barrio de San Nicolds debié ser un arrabal que, al alcanzar cierta extensién, fue rodeado por una muralia nueva, manteniéndose ta antigua cerea medianera en la que se abrieron puertas o arcos de comunicacién como cl del Ovejero, todavia en pic, los de Ia Purisima y Santa Maria, ya desapa- rocidos, y la misma puerta del Angel, si es que ésta no era una puetta original del primer recinto murado. Precisamente la cerea murada, ya que no la trama de sus calles, era lo tinico que los musulmanes planificaban en su trazado, aditamentos y puertas?, y ello nos va a permitir reconstruir ta Requena rmusulmana, por fo menos en lo que a su perimetro se refiere. La aleazaba ‘Toda ciudad hispano musulmana se componia de tres elementos funda- rmentales: aleazaba, medina y arrabales*, La alcazaba ocupaba la parte més elevada, estaba defendida por torres y muros y era la sede del principe o sefior de la comarca. Por otro lado, se ubicaba siempre en la periferia de la cerca general y algo distanciada del resto de 1a ciudad, para protegerse no sélo del enemigo exterior sino también del de intramures, La aleazaba de Requena se levanta en el extremo N de la cetea y de la toba, en la zona més elevada {690 m), Su puerta principal, Manqueada por dos torres, mint hacia la ciudad, aunque hoy s6lo es visible desde fa plaza de Armas, ya que por el exterior se halla oculta por las casas adosadas al muro, La construccién de la alcazaba esté catalogatla como anterior al siglo xt, probablemente durante l periodo califal. Actualmente han desaparecido fos muros y torres que mi- aban hacia el N (calle del Peso), aunque por este lado los muros no debieron ser tan potentes, ya que se contaba con la defensa natural que es el desnivel de 12 m en cortado que hay entre el piso del castillo y Ia actual calle del Peso. En el lado $ queda un lienzo de muralla de tierra de casi 50 m de longitud, 2 de anchura y 15 de altitud, sobre el que sobresalen las dos torres, de la puerta, también de tierra pero reforzadas en sus esquinas con piedras de silleria y ladrillos. En el extremo occidental del muro hay un montén de 1 Rossuits Venour, V. M, y CaNo Gatcts, G. M., Evolucién urbana de la ciudad de Murcia (831-1973), Murcia, 1975, 9. 28 9 “Tonnes Batis, Leovo.vo, Ciudades hispano-rmsulmanas, Ministerio de Asuntos Exteriores, Tasiuto Hispano-Arabe de Cultura, t. 1, s. a, p. 127. 2 Paz ¥ EspEHO, JuLLis, “Castilos y fortalezas del Reino", Revista de Archivos, iblioweas y Museos, XXVIL, 1912, 2, p. 443. wl DESARKOLLO URSANO DE REQUENA 33 Figura 1-—Requent musulmén (iglos xox). A: Muralla y torres en pie, B: Muralla derruida. C: Cerca del Arrabal de San Nicolés, D: Idem derruida, E: Eaificaciones posteriores. 34 JUAN PIQUERAS HABA tierra, lo que queda de un antiguo torreén derruido. Independiente del resto de la alcazaba, protegiendo la subida por la cuesta del Castillo, esté la torre mayor, reconstruida totalmente de silleria durante el siglo xv y comuni- cada con el resto mediante un puente levadizo ya desaparecido. La medina y su cerca Delante de la alcazaba se abria un espacio libre que corresponde hoy @ ta plaza del Castillo y a las casas que hay entre ésta y Ta plaza de Armas. La medina vendria a comenzar donde hoy termina la plaza del Castillo, siempre signiendo la pendiente abajo de la toba, y terminaria en la muralla que corre paralela a la actual calle del Rosario, la mezquita, que generalmente quedaba ‘en Ia calle principal de la medina y hacia la mitad ce ta misma, no sabemos exactamente dénde estuvo, pero todo parece indicar que debié ser a Ta altura dde la actual iglesia de Santa Maria, a la mitad de la calle del mismo nombre y junto a la puerta de Fargalla, que mira hacia el oriente. A pesar de Ia profunda remodelacién de que fue objeto la antigua medina en la época de los Austrias, el callejero musulmén puede ser reconocido en los adarves *? de la Placcta de! Pozo, en el callejin de Segura, cubierto por una magnitica algorfa, en los caliejones de Poblete y la plaza de la Jorra o en el quiebto que da la calle de Marinieves para seguir paralela a si misma. Numerosas son los balcones enrejados, derivados de los ajimeves o celo- sias musulmanas, mientras que el intento de ampliar el espacio habitable de los pisos superiores mediante tornajuntas 0 jabalcones de madera se puede apreciar en el callején de Segura, la calle de la Carcel o en la de Piftueo. La cerca, mas d&bil en Tas zonas Ey W, en donde el desnivel del terreno servia ya como defensa natural, casi ha desaparecido totalmente entre la torre mayor del Castillo y la puerta del Cristo (mirando a Cantarranas), asi como entre Ia plaza de Ins Almenas y la puerta de Fargalla, pero entre esta puerta y a del Cristo se mantiene casi completo. A ta altura de las easas némeros 37 y 39 de Santa Maria existen dos torres, que protegian la puerta de Fargalla, visibles dnica y parcialmente desde extramuros. Entre ambas casas se descubre cl arrangue del muro hacia el W. La destraceién de unas casas en el otro lado de la calle hace totalmente visibles tanto el muro como una de las torres; ‘euza la calle de la Purisima; tiene una torre a la altura de Tos miimeros 12 y 14 de Ja calle del Rosario, a partir de Ia cual falta un trozo de muro que ‘se arruiné en 1934; aparece de nuevo en el arco del Ovejero, en donde hay otra torre; desde alli a la puerta del Angel aparece otra (niimero 21 de la plaza de la Jorra y 8 de la calle del Angel); en a misma puerta hay una 10 Adarve: en arabe Ia palabra “darb” significa celle 0 calleén, casi siempre sin silida, con una © varias puertas para su clerre. Adarve signficé en castellano desde cl sigio xit al xvi muro o muralla; més tarde se reservé Gnieamente al estrecho paso fave va por encima de Ix muraila y protege el parapeto almenado, Tonnes BaLais, L., ©. city p. 369, io DESARROLLO URPANO DE REQUENA 35 tereera torre, tras Ia cual el muro gira hacia el N buscando la de la puerta del Cristo, antes de llegar a Ia cual hay que contabilizar una torre mds. En total, contando Ia del Cristo, son nueve torres, todas ellas dc tres pisos, coms- truidas de tapial, como los muros, aunque unos y otras presenten una especie de r6calo mampuesto de 1°30 m de altura. El grosor del tapial es siempre, en muros y torres, de 135-140 cm, La altura de la rmuralla oscila entre los 9 y 10 m, mientras que las torres parece que fueron de la misma altura. Cada torre avanza unos 5 m de la muralla y tienc un frente de 6° m, La fabriea de la cerca puede darnos una pista para conocer su datacién. Normalmente dicha fabrica estaba en funcién del material existente al pie de la obra, pero también de los recursos econémicos de las gentes que los levan- taban y do la moda militar dominante en cada periodo. En el easo de Requena pudo haberse empleado tanto Ia tierra como la toba, pero sus constructores prefirieron el primer elemento formando una argamasa en la que inciuian, ademés de barro, cal, piedras pequetias y casquijo de adobes y cerémicas. El empleo de tapial es propio del periodo califal, aunque se generalizé en €l siglo x11 con los almorévides y siguié Iuego con los almohades y los naza~ ries", El supuesto de que Ja cerca general no pudo ser posterior a la alcazaba (ia arquitectura y materiales son los mismos) y la aparicién de una segunda cerea en tomo @ un atrabal, que por nevesidad no puede ser posterior al siglo x11, nos induce a pensar que dicha cerca fue levantada durante el periodo califal, entre los siglos vital Xt El arrabal de San Nicolés Respecto al arrabal que se extendié por la parte meridional de fa toba y que ya estaba cercado cuando Requena fue atacada por Ximénez de Rada en 1219, sus detensas artificiles, apoyadas por el desnivel del terreno, son més reducidas que en la medina. Las torres de Montijana y Grande (esta sltima ya desaparecida) fueron reconstruidas en ef siglo xv. La de Montijana es de forma redonda, construida de mamposteria y con basamento de silleria, y la protege tna sitara de silleria y ladrillo. La puerta de Alcalé, en recodo, denota igen musulmén, Algunos adarves como los que salen de la Somera de Arriba, y el callej6n de Paniagua, el de Cantero y ef de la Cortina, asi como Jos quicbros de Ia calle de Santa Maria denuncian un trazado musulmén, si bien las calles Somera de Arriba y Somera de Abajo, con ta plaza de San Nicolas entre ambas, forman un conjunto rectilineo y cuadriculado propio de cciudades cristianas posteriores a la conguista (casos de Vila-real y Castell6n), Jo que nos hace suponer una reforma de este barrio en el siglo xtv 0 xv, siendo el Palacio de Cid (siglo xv) el edificio que parece debid marcar tal reforma urbana. 1 Tonnes BALMS, L., op. cit, p. S61 m 36 JUAN PIQUERAS HABA Las puertas La puerta es un elemento de Ia ciudad que adgulere un carécter decisivo con Jos musulmanes. No era una simple entrada, sino que venia a significar Ja separacién radical entre el campo abierto y el espacio interior, entre el peligro y Ia seguridad, entre lo publico y lo privado. De las puertas arrancaban Jos caminos hacia las ciudades populosas de las que con frecuencia recibian ‘el nombre, De los nombres actuales s6lo recuerda la toponimia drabe la de ‘Alcala, que marca el inicio del camino de Alicante y que seguramente esta relacién con el puente sobre el rio Mazro que hay en dicho camino a menos de un kilémetro de Requena, Otra puerta, la de Fargalla, marcaba 1 inicio del viejo camino de Valencia, pero su nombre recuerda més bien la toponimia mozérabe y estaria en relacién con alguna antigua forja. La puerta musulmana solia ser doble; una primera daba paso a una pe ‘quefia plaza 0 patio de armas, en donde solia estar Ia guardia, y la sogunda daba acceso a la ciudad. En su interior formaba a veces uno 0 varios recodos, disposicién heredada de la arquitectura militar bizantina, para dificultar of acceso del asaltante, El recodo rara vez fue empleado en Tas urbes cristianas medievales. Al igual que la puerta de Alcalé, las del Cristo y de Fargalla son también en recodo, si bien en esta segunda no so aprecia a simple vista por hallarse velada por edificaciones adosadas a la misma. El conjunto murado musulmén comprendia a finales del xix el espacio que hoy ocupa el barrio de la Villa, con una extensién do 4°7 Ha, a la que eo- rresponderia una poblacién aproximada de 1.600 habitantes, si aplicamos el patron de 348 habitantes por Ha ya cldsico en Jos tratados de cindades hispano- ‘musuimanas #, Tal ndmero de habitantes no difiere mucho del actual, ya que en ese mismo recinto habitan 1.443 habitantes. Si la comparamos con otras ciudades de Al-Andalus, Requena se aproximaba mucho a la poblacién de Elx, que era de 1.750, pero quedaba muy por detris de las grandes aglo- ‘meraciones urbanas del momento, como eran Valencia y Murcia, con 15.000 y 14,000 habitantes.respectivamente ™, Dr LA CONQUISTA CASTELLANA A Los REYES CaT6LICOs AA finales del siglo xin Requena se habia convertido en plaza fronteriza ‘entre el reino musulmén de Valencia, al que pertenecta desde la disgregacién del Califato, y el de Castilla. La caida de Cuenca en 1177 y la de Moya, ellave de Requena> segin el-Bérisi, en 1181, Ia situaba en primera linea frente al is, L, Extensiin y demografia de las ciudades hispanonusulmanas, MK (1955), pp. 3359. 88) Gozitvez Péavz, ViceNte, La cludad de Fiche, Valencia, 1976, p. 36; Sancons Guanven, Maxuet, Fa clular de Valencia, Valencia, 1973, p. 56; Resse1i6”VERcER, V.M., ¥ Cano Garis, GM, op. city 9. 84 8) DESARROLLO URBANO DE REQUENA 37 peligro castellano, por Jo que sus defensas fueron reforzadas a cargo de los de Vatencia, englobando también el arrabal de San Nicolés. En otofio de 1219, el arzobispo de Toledo, Ximénez de Rada, fracasaria en su intento dé conguistaria a pesar de que atacé «con almajaneques et con delibra ¢ derriba- ron torres ¢ azitaras e antemurales> Se desconoce la fecha de In conquista definitiva, que muy probablemente se limité a una ocupacién pacifica tras la caida de Valencia en 1238; el caso es que, tras un breve litigio jurisdiccional entre Jaime I y Alfonso X, Requena quedaria formando parte del reino de Castilla y frontera con el de Valencia. Este carécter fronterizo determinaria sus funciones, conservando y viendo reforzadas sus murallas y castillo, y pasando a ocupar un importante papel ‘aduanero en las relaciones comerciales entre ambos reinas, sobre todo con la concesién del Puerto Seco y Almojerifazgo por Alfonso X en 1264" La economia del Altiplano requenense, como Ia de Castilla, se convirtié en ganadera, y el ganado, la lana y el trigo fueron fos tres principales productos que cotizaban en su Puerto Seco, eamino de Valencia. La aduana, instalada junto al regajo de Reinas, a la altura del puente de Santa Cruz, daria origen a un caserfo que ya a finales del siglo xut aparece con el nombre de «Ollerias, viexas> y que hoy sigue laméndose de , levantado en el siglo xv siguiendo el estilo gético, Las calles de la Purisima, Collado, parte de la de Marinieves y la misma plaza de Ja Villa responden igualmente al planteamiento renacentista, aunque su trazado o remodelaci6n sean ya de la época de los Austrias. La calle de Marinieves, esquina con la del Cristo, conservé hasta hhace poco un azulejo en el que rezaba ta fecha de su apertura, siglo xvi. Las iglesias. — Las tres iglesias del barrio de la Villa fueron construidas entre los siglos xi y XVI, si bien més tarde sufririan notables ampliaciones. La iglesia de San Nicolés, en el extremo meridional de la Villa, fue consagrada poco después de la conguista cristiana, ya que en las paredes de la capilla ‘mayor estaban pintadas las armas del obispo de Cuenca, Gonzalo Gudiel, que fegent6 su didcesis hacia 1275. Fue ampliada en 1459, 1553 y 1585. De comienzos del xvi era su portada gética, similar a las que se contemplan en el Salvador y Santa Marfa, pero en 1706, durante la Guerra de Sucesién, tas tropas austracistas de Peterborough bombardcaron la ciudad, adicta a Felipe de Anjou, y destruyeron totalmente Ja fachada, resultando tan datiado el resto de Ia iglesia que todo el edificio fue reconstruido entre 1721 y 1727, conser- vando tinieamente su plants roménica de transicién y adquiriendo una arqui- tectura superior neoclisica.. La iglesia gotica de Santa Marfa fue levantada a comienzos del siglo xv sobre otra anterior dedicada a Nuestra Sefiora del Popul y que probable mente haba sido antes mezquita musuimana. Su portada gética, declarada monumento nacional, es de comienzos del v1 y la protege un alero consteuido en 1536. Su tinica ‘nave fue ampliada entre 1730 y 1734 y cubierta con adomes neoclisicos, destacando la azulejeria de su z6calo, La iglesia arciprestal del Salvador, también de estilo gético, consagrada a comienzos del x1v, estuvo dedicada en un principio a Santa Bérbara, La composicién de su forma actual empez6 en 1380 y se concluys en 1533, segin reza en la imagen del apéstol San Andrés, en la portada de su fachada principal. El interior consta de tres naves, revestidas de barroco a comienzos del xvirt por ef maestro Juan Pérez Castiel. La torre, de mediados del xVr, fue reconsiraida en 1636, dindole tanta altura que se derrambé en 1779 y destruyé parte del templo, volviendo a ser restablecida en 1781 ". 1 Berxamew L6rE2, RAFAEL, Historia de Requena, Requena, 1945, p. 415 ma 40 BUAN PIQUERAS HABA estaba ya levantada a mediados del x1v, si bien jones, especialmente en el xvit Las cercas de defensa. — La Baja Edad Media, hasta ct advenimiento de Jos Reyes Catélicos, se caracteriz6 por las luctas fronterizas y pot las disputas internas entre nobleza y monarquia. Tales trastornos politicos dieron pie a ‘que Ia Aduana y el Puorto Seco tuvieran que ser cerrados en més do una ‘ocasién; en 1419, debido a las Iuchas contra los valencianos, fueron cerrados, fn beneficio de los de Almansa, la otra ruta de mercancias entre el interior y Valencia, La gesti6n de unos judios hizo posible que esta fuente de ingresos no fuera suprimida totalmente, consiguiendo que por lo menos se pudiera cobrar cierto peaje. La reapertura definitive no tendria lugar hasta 1456. La plaza de Requena, villa real, seria pieza apetecida por aragoneses y nobles castellanos, Entre 1370 y 1374 estuvo ocupada por los aragoneses que habjan ayudado a Enrique de Trastémara en su guerra contra Pedro el Cruel. La derrota de este segundo y el hecho de que Requena hubiera defendido su causa Je valid In segregacién de Utiel. Los aragoneses realizaron algunas obras de fortficacién por las que los vecinos se vieron obligados a pagar Ia suma de 180,000 florines. EI marqués de Villena, que controlaba la otra ruta més meridional entre Castilla y Valencia, intent6 repetidas veces adue~ fiarse de Requena y conseguir asi el monopolio aduanero. En 1449 sus hnuestes arrasaron el Arrabal y en 1467 lleg6 incluso @ apoderarse de la plaza y su castillo por algin tiempo. La eventualidad de estos peligros obligs a tuna contintia renovaciéa de medidas defensivas. De 1397 data el privilegio de Enrique II confirmando los 2.000 maravedies que 1a villa tenia en el ‘diezmo para Ta reparaciin de muros y fosos *, cantidad que en 1468 se elevé ‘a 20.000. Las torres de San Juliin y de Montijana, sin fecha conocida, de~ bieron ser edificadas en este perfodo, En el castillo tas obras serfan més importantes. Su torre principal, de argamasa, fue sustituida por otra de sillerfa en 1423, ¢ incluso se intenté sustituir todo el muro musulméin que mira hacia el interior de la ciudad por otro de silleria, como se desprende del inacabado Tienzo de muro pétreo que parte de la torre principal hacia las dos torres que protegen Ia entrada a la plaza de Armas. Sobre la cuestin demogrifica poco se puede decir de este perfodo, ya ‘que no se conserva ningtin padrén de habitantes anterior a 1543. Sélo sabemos de los «Treynta Cavalleros y escuderos fiijos dalgo y otros treynta ciptadanos ¥y peones quantos oy copicren» procedentes de Cuenca, Rioja y Sotia a fos que ‘Alfonso X de Castilla otorgé carta puebla en 1257%, La legada de los Cristianos supuso la expulsiGn de los moriscos de ta ciudad hacia el barrio de las Pefias y otros caserias de la Vega del Magto. La peste negra debi6 causa estragos entre In poblacién, puesto que en 1402 el rey excus6 a la entonces 2 AMR, Coleccién prvilesios, nin. 38 81 AMR, Coleecién Privilegios, nim. 1, copia de Je carta pueblo, 021 DESARROLLO URBANO DE REQUENA 4 villa de pagar sus impuestos como compensacién a las pérdidas demogré- ficas *, Los REYES CATOLICOS ¥ LOS AUSTRIAS La subida al poder de la reina Isabel supondrfa la derrota de las fuerzas nobitiarias, siendo uno de los grandes perdedores el marqués de Villena, enemigo mimero uno de Requena. La pacificacién se vio reforzada por el ‘matrimonio entre Isabel de Castilla y Femando de Aragén, que daban fin a as luchas fronterizas y, al mantener los aranceles aduaneros entre los dos reinos, fomentaban los ingresos que Requena percibia por su condicién de Puerto Seco. En efecto, las relaciones comerciales entre Castilla y Valencia or Requena crecieron de tal manera que los ingresos extraidos por la ‘Aduana y Puerto Seco en aleabalas, tercias y otras rentas, se multiplicaron por diez en menos de treinta aos. En 1477 habfan sido de 360,000 mrs, pasando a ser de 1,251,550 en 1482 y de 3.610.333 en 1504, En In segunda mitad del xvi esta cantidad debia seguir siendo considcrable, puesto que fen 1571 Metchor Herrero, marqués de Valderacete, adquirié los derechos de la Aduana en 3.750.000 mrs. La expulsion de tos judios afect6 solamente a unas doce familias, ya que tun buen miimero de ellos, ligados a intereses especulativos con Ia Aduana, permanecieron en Requena, previa reconciliaciGn piibica ‘Requena se convertitia en el principal y mis proximo mercado suministrador de cereales para Ja cindad de Valencia, y de ello eran conscientes los reque~ nenses de finales del xv. Las otdenanzas municipales de 1479 indican un aumento en la produccién de cereales, asi como una regulacién de la cosecha de vino, muy abundante ™, Un privilegio de 1486 autorizaba el rompimiento de baldios y favorecia el incremento de la agricultura y la ganaderia. Requena perdia su funcién militar y acrecentaba la comercial y de comu- nicaciones entre Valencia y la Meseta. El camino de Valencia, construido entre 1427 y 1438, segin Escolano, seria reparado por el concejo valenciano en 1515, mientras que los de Requena reforzaron los puentes del mismo con el arbitrio de dos mrs por libra de carne que pasara hacia Valencia, La abundancia de ganaderfa lanar, ademés de favorecer Ia exportacion de lana bruta, sirvid también para dar pic a una industria paftera que habria de mantenerse hasta mediados det siglo xvitt en que seria absorbida por la de la seda, Las ordenanzas de 1479 cuentan ya con un capitulo dedicado a los tejedores, cuyo némero se acrecent6 en los comienzos del xvt, segiin se Ie en las ordenanzas de 1535, en las que hubo que nombrar «veedores bat neros cardadores ¢ hyladores por existir muchos officiales cardadores © texe- dores de patios perayles e tyntoreros>. 2 Bennaneo Lévez, R., op. city p. 143. 38 biden, p71. 2 Ancivo DE SBIANCAS, Carpeta de Requene, Ord. Music. de 1479 wa 42 JUAN PIQUERAS HABA El aumento del trafico comercial y el desarrollo de los medios de trans- porte, con la introduccién de grande carretas que dificilmente podian remontar las cuestas de acceso al barrio de la Villa, ast como el peligro de que se hhundieran bajo su peso las bodegas abiertas en el subsuclo ®, aparte de otras razones de transporte, aconsejaron la desviacién de Ia ruta comercial por extramuros, dando origen a ia calle det Peso y al Portal de Castilla, y creando la Plaza del Arrabai en la confluencia entre las calles del Carmen, Botica y Peso. La nueva via comercial aparece denominada como en 1635. De a misma época deben ser Ins calles de! Diezmo y del Almazar. El barrio de le Villa tampoco escapé a It nueva corriente renovadora: las calles de Marinieves, Purisima, del Cristo y, especialmente, Ia plaza Mayor de la Villa, de grandes’ proporciones, son obra de este periodo. La casa del Concejo, instalada en 1350 en las Cuatro Esquinas del Rosario y en 1552 entre ta plaza de ta Villa y el calleyin del Perejl, ocuparia finalmente un stan edificio porticado hacia la mitad de plaza en 1685, delante de la Cércel. Arruinado este edificio a mediados del x1x, en su solar se hallan hoy unas escuelas, La misma Carcel y Ia casa del Corregidor, en Ia calle de ta Cércel, serian levantadas en fa segunda mitad del xvit, Los conventos Dos conventos serian construidos en este periodo, suméndose al ya exis- tente del Carmen. El mismo de los carmelitas se verfa ampliado durante el xvi y su portada actual rematada en 1660. El convento de San Francisco fue proyectado sobre La Loma, otra mesa tobacea situada al NW del casco urbano, al otro lado de fa Hoya de los Molinos, por el afio 1569. En su lugar habia una ermita construida poco después de la conquista cristiana y dedicada a Nuestra Sefiora de la Gracia*", y en tomo a ella se instalaron los primeros frailes, ya que el edificio conventual y la iglesia no serian edificados hasta 1619, siendo ampliado con nuevas depen- 25 Sega tas Ordenancas de 1479 se prohibia el tinsito de carretas por Is calle de Santa Maris y otras en las que habia Bodegas. e BRRAREY Lépez, R,, op. cit, p. 245, 21 ALFARO, F, ody, Hisioria y milagras de Nuestra Sehora de Grati, que se venera ‘on ol Santuario de la Muy Noble Villa de Requena, Cuenca, 1560. ug DESARROLLO URBANO DE REQUENA 43 encias en 1646 *, En 1822 fueron expulsados los 22 refigiosos que lo habi- taban, aunque la exclaustracion definitiva no tuvo lugar hasta 1835, cl edificio sirvié’ primero de fuerte durante la Guerra Carlista * y luego de_presidio durante 1845 hasta 1847 en que se termin6 la carretera de las Cabrillas. Mas tarde fue convertido en hospital y en In actualidad es centro de readaptacién de disminuidos. Er segundo convento de este periodo fue el cle las agustinas recoletas, llamado de San José, levantado en el Portal de Castilla, cl lugar de mayor trénsito, confluencia de las salidas hacia Madrid y hacia Albacete. La primera parte del edificio databa de 1631, micntras que su iglesia no seria consteuida hasta el ao 1700, Este edificio fue considerado como un obstéculo por quienes proyectaban el desarrollo lineal de la calle del Peso. Aprovechando que al convento habia sido incendiado en los inicios de la Guerra Civil (1936), todo el edifcio fue demolido y sobre su solar se delines la avenida del General Varela y la nueva plaza del Portal Fl Hospital det Novillero y el Colegio En 1583, para susttuir al antiguo «Spital> de los frailes carmelitas, se construyé, frente al parador det Carmen y en la calle del mismo nombre, cl Hospital del Dulce Nombre de Jestis 0 del Nit Perdido, popularmente det Novillero, En 1637, dicho hospital seria restaurado y ampliado, invirtién- ‘dose en las obras 5,000 reales En cuanto al Colegio de San José y San Nicolés, fundado por Juan Garefa- vila por lo que hacia 6 DESARROLLO URBANO DE REQUENA 45 1720 habia ya unos 300 telares, 6 tornos y 5 tintes, Hasta tal punto la sederia de Requena lleg6 a ser una proyeccién de la de Valencia lo demuestra el hecho de que, aunque «en los demés pesos y medidas son como en Castilla, la seda se compra y vende por peso y moneda valenciana> *. Los apellidos valencianos son cortientes entre los tejedores y comereiantes, incluso entre los tintoreros, si bien aqui aparecen también franceses y malteses. El niimero de telares era de 445 en el aiio 1735; de 500 en 1742; de 750 en 1777, mientras que la Real Sociedad Econémica de Amigos del Pais, en la Aproba- cién Real de sus estatutos (1784) redondea la cifra en 800 telares ®*, En cambio, la industria lanera, que contaba con 61 telares en 1740, solamente mantenia 6 en 1790; Ia lana, antes consumida casi en su totalidad por tos tejedores locales, era’ ahora exportada a Enguera, La estructura de la pobla- cién laboral hacia 1752, extractada de las Respuestas Generales o Catastro de Ensenada“, puede darnos una idea de hasta qué punto Requena era una villa eminentemente artesanal: mientras que el sector primario apenas si su- ponia cl 24°1 % de la poblacién activa, el sccundario o industrial alcanzaba un 61°7 %. El mundo de la seda, con 916 tejedores, 40 comerciantes y 30 artieros acaparaba 986 puestos de trabajo sobre un total de 1927. Los co- ‘merciantes se encargaban de comprar seda hilada en Valencia y reparticla entre los tejedores que trabajan para ellos segin el sistema de trabajo a domicilio vigente hasta la desaparicién de la sederia a finales del x1x. Los arrieros Uevaban las telas a los principales mereados, que entonces eran Valencia, Salamanca, Sevilla y Madrid. El auge de la industria sedera trajo consigo un extraordinario aumento de la poblacién, que pass de 3.757 habitantes en 1699 a 9.500 en 1784, ‘con la consiguiente repercusién en el ensanche urbano y en la necesidad de ampliar el terreno cultivable para dar alimento a tantos trabajadores, co- ‘menzando por el rompimiento de baldios a partir de 1768 *. El desarrollo urbano del XVII El siglo xv comienza con un preludio de destruccién. A pesar de las fortficaciones de los accesos a la villa y de la construccién de un tapial que englobs al barrio del Arrabal en el recinto murado, segin disposicién de Adrin de Bethancourt, capitin de la plaza en 1706, el ataque austracista del 21 Lanauas, Euceso, Memorias polities y econdmicas, tobre los frulos, comercos, Idbricas y minas de Espaia, Madrid, MDCCXCN, t. XVII, p. 16. 32° dlmanak Mercantil 0 Gula de Comerclanies para 1801, Made, 1800, p- 321. 32 Real Cédula de S. M, y Sefiores del Consejo por la cual se apracban los Esta tuios de ta Sociedad Econémica de Amigas del Pais de la Villa de Requena, En Valen- ia, en la Oficina de Joseph y Thomas de Orga, MDCCLXXXIV, p. 1. ‘AMR, Respuestas Generales de 1752, Montes, 3 35 PiquEMs HABA, JUAN, “Propiedad agraria y_cultivos en Requena (Valencia)”, Cuadernos de Geosrafia, 19, Valencis, 1976, eft. 23-40, p. 28. um 46 JUAN PIQUERAS HABA 24 de junio de aquel mismo aio, con baterias instaladas en las Peiias, supuso Ja destruceién de més de 300 casas, segin Dominguez de Ia Coba, arcipreste contemporineo de tos hechos. La iglesia de San Nicolés perdié su portada gotica y cl mismo templo resulté tan seriamente dafiado que tuvo que ser econstruido en los afios veinte; ta tome se termind en 1742 y la nueva portada, una imitacién de Ia del Temple de Valencia, en 1788. En el Atrabal fue incendiado el Hospital, seriamente dafado el Colegio y saqueada Ia casa del Pésito 8. El Hospital Tue luego derribado y se construyé otto sobre el mismo solr. ‘Tras una primera etapa de reconstruccisn, el reinado de Carlos IIT (1759- 1788), coincide con una etapa de prosperidad econémica y urbanistica de Requena. La Sociedad Eeonémica de Amigos del Pais encarg6 hacia 1783 al anquitecto Bartolomé Ribelles unos planes de urbanizacién T que, si bien hho sabemos exactamente en qué consistieron, debieron afectar a las manzanas construidas entre el Arrabal y las Pefias, cubtiendo el campo abierto que quedaba entre los dos. La misma sociedad puso nombre a las nuevas calles ‘que, en honor a los Borbones, Hlevaron los nombres de San Luis, San Fer- nando y San Carlos, Del mismo momento son las calles de las Cruces, al final de la cual se edificé el teatro de la familia Carrasco, la de los Tintes, la del Portalejo, la de Juan Penén, ete. La calle de Talega, al comienzo de las Pefias, fue abieria en 1796, como reza un retablillo de azulejos conmemorativo que hay en la misma. El Arrabal se extendia entonces por el E hasta la calle de Antonio Pérez y por el W hasta la calle de las Monjas. En la Loma algunas familias de gitanos excavaron viviendas trogloditas bajo la toba. Otro foco de expansién serfa la calle de Cantarranas, lamada asf por las balsas Menas de ranas y la especie de charquinero salpicado de muladares y estercoleros que habia extra~ muros en la zona NE del barrio de la Villa, entre la torre mayor del castillo y Ta puerta del Cristo, por desaguar alli parte del caserio intramuros. En 1733, Yarios vecinos soliitaron del municipio permiso para sanear aquel lugar y construir algunas casas *, Comenzando por Ia zona mas préxima al Portal, Jos edificios se fueron alineando pegados ala roca y dando una forma curva ‘4 Ia nueva calle por donde discurria el camino de Albacete. Al terminar el siglo ya casi estaba completo el tramo entre la cuesta del Castillo y la del Cristo, mientras que en Ia parte derecha de la nueva calle solamente fue levantada, ya a finales del xviut, Ia casa de los Ferrer de Plegaméns, inme- diata al convento de San José. ‘A mediados del xvi componian el casco urbano 930 casas, quedando 86 Dowinouer ve LA Cons, PrDRo, Antiguedad i cosar memorables de ta Villa de Requena, eseritas i recopiladas por un vecino apassionada i amante de ella (ma0us- erito sin fechar, primer tercio del xvi), St Bennase Lévrz, Rarazt, “El colegio Garcia Davila", en ta revista local Bl Trullo, marzo de 1963 88” AMR, Acuerdos, 2151738. U8) DESARROLLO URBANO DE REQUENA 41 dentro de Jos muros los bartios del Arrabal y de la Villa, y fuera, el de las Pefias. Del real alcizar solamente quedaban los tres torreones que todavia hoy se mantienen y algunos muros. Contaba la poblacién con 3 iglesias parro- ‘quiales, 3 conventos con sus huertas muradas, 1 colegio, 1 hospital, 5 mesones ¥y un méimero elevado de bodegas subtertineas en el interior de ias casas. Se enterraba en las iglesias y en Ja fosa comin que habia entre Fl Salvador y Ta plaza de la Villa. Circunscribiéndonos tinicamente al espacio que ocupa el término actual #° quedaban en diseminado otras 320 alquerfas que formaban 19 demarcaciones en tomo a otras tantas emitas. En 1757 era restablecida la feria de septiembre, que habia dejado de ce- lebrarse desde Ia Guerra de Sucesion y cuya antigiiedad, segiin sus restaura- dores debfa remontarse hasta finales del siglo xrmt, cuando los Infantes de la Cerda trajeron al Carmen ta imagen de la Virgen de Soterrafia, en cuyo hhonor se celebraba dicha feria ** El lugar de la Feria se extendfa entre la plaza de In Villa y el monastetio del Carmen, cubriendo la cucsta de las Camicerias, calle de la Botica, plaza del Arrabal y calle del Carmen, La feria de ganados, hasta el aiio 1817 en que fue trasladada a la explanada de In Loma, se celebr6 en la salida del camino hacia Madrid. La faculted de celebrar mercado semanal Ie fue concedida por Enrique IV en 1478 y con- firmada por Felipe V en 1721. Puentes Las avenidas de 1728 destruyeron los puentes de Santa Cruz, Jalance y Regajo de Utiel. El de Santa Cruz fue reconstruido en 1733 y cost6 20.000 reales; el del Regajo, también de 1733, costé 10.000. El puente de Jalance, de dos ojos, por ser el Magro rio de mayor caudal, costé 54,000 y data de 1735. Los de Santa Cruz y Jalance conservan todavia su forma dieciochesca, mientras que el del Regajo o puente de Utiel fuc sustituide por uno mas amplio cuando Ja construccién de la carretera de las Cabrillas en 1847. ‘Ademés de las ampliaciones Hevadas a cabo en las distintas iglesias parro- ‘quiales y conventos, Ia ermila de las Pefas fue sustitnida en 1786 por un ucvo templo de tres naves. Demografia de la Edad Moderna En algunos documentos de finales del xv y comienzos del xvr comienzan 1 aparecer apellidos valencianos, sobre todo Ferrer, lo gue hace suponer cierta inmigraci6n desde el reino vecino, probablemente muy en relacién con el desarrollo artesanal lanero y la instalacién de Jos primeros tclares de seda, 39 AMR, Respuestas Generales de 1752, Montes, 3 19 En 1752 el término de Requena inclufe los actoales de Venta del Moro, Vilar gordo del Cabriel, Caudete de las Fuentes, Camporrobles y Fuceterzobles, S1AMR, Acwerdos, afto 1737, fol. 34 09) 48. JUAN PIQUERAS HABA El padrén de 1543, realizado por Alonso Niiez y Hemén Lépee, da una cantidad de 516 vecinos para el niicleo urbano y 203 para los caserios *. Otro padrén, sin desglosar, da para 1563 la cifra total de 1.033 vecinos, incluyendo a las aldeas que hoy son municipios independientes, por lo que el dato no nos sirve de mucho. La peste de 1558 produjo mas de 600 bajas, especialmente entre la «gente mocar del Arrabal y las Pefias, provocando ademés Ia huida de muchos vecinos hacia otros lugares y la conminacién del Concejo que en una Memoria e mandamiento sobre la Peste y testimonio amenazaba con la pérdida de vecindad y confiscacién de bienes a los que pasaran al reino de Valencia *. La expulsién de los moriscos en 1609 afects a més de 200 familias, de las cuales sélo la mitad pertenecian a las Pefias, mientras que tas otras procedian de Hortunas y otras aldeas de la Vega (Terbia, Canterucla, Santa Catalina, etc.). Nuevos casos de peste se rezis- ttaron en los afios 1647, 1681 y 1684, muriendo en el éltimo casi todos Ios habitantes de la Loma, El méimero de vecinos era de 737 en 1641, de 813 en 1685 y de 1.026 en 1699, Este crecimiento tan notable en Ia segunda mitad del xvi1, cuando toda Castilla se hallaba estancada, no parece tener otra explicacién que la influencia del Reino de Valencia y su despegue econémico de finales de siglo. EL siglo xvimt comenz6 con malos augurios. La Guerra de Sucesién y Jas pestes que siguieron al asedio y bombardeo de 1706 ocasionaron aquel afio més de 1.200 muertes, segin Dominguez de la Coba*, si bien en los afios siguientes, Ia recuperacién econdmica y el extraordinario auge de Ta sederia, ast como Ia ampliacién del suclo cultivado, permitieron que la po- blacién se multiplicase a un ritmo sin precedentes, siendo muy importante dems el elemento inmigrado. En 1752 vivian en la ciudad 1.300 veeinos yen diseminado otros 300%; las aldeas y caserios, hoy independientes, su- maban ottos 1.371 vecinos. La seda atrajo mano de obra procedente del Reino de Valencia, Francia, Malta, Italia, arrieros de Santander, comercian- tes de Asturias, ete. Para 1761, sin distinguir entre nticleo y disemtinado, habia, 2,000 vecinos, que ya sumaban 3.000 en 1776, mientras que la sociedad eeonémica daba 9.500 habitantes s6lo para el easco urbano en 1783. 42 Padrén de habitantes de 1543, cto por Bexnaseu, R, op. eit, p. 235. 49 Bpenaneu Lérez, R, 0p. elt, p. 243, 4 Ibféem, p. 267, 4 Dowhhoukz De LA Coss, P, op. clt, sin paginar. 48 AMR, Respuestas Generoler de 1752, Montes, 3, sin pagina. 4 Benvaseu Léeez, R, oP. city pe 294. P01 DESARROLLO. URBANO DE REQUENA 49 EL sicto xx Crisis sedera y transformacién agricola Para Requena, el sigio xix supone una gran mutacién no s6lo por las trans- formaciones que suponen la introduccién de los nuevos elementos urbanisticos, sino por el cambio en su estructura econémica y en sus funciones. En efecto, la muina de su industria sedera y el auge casi simulténeo de Ia viticultura harén que Requena pierda su funcién eminentemente industrial y se convierta en pueblo agrario, aungue con Ia particularidad de que el nacimiento de mittiples aldeas y caserios provocado por la expansién y colonizacién vinf- cola conferiré en breve plazo a la capital municipal un cardeter de centro abastecedor de productos y servicios que los viticultores no podian encontrar fn sus pequeiios miicleos. Su posicién viaria en la carretera de las Cabrillas (1847) y la Megada del ferrocarril (1885), la convertirén, junto con Utiel, en el gran mercado exportador de vinos del Altiplano. La industria sedera comen76 a resents ya en los dltimos aflos del xv cuando la Sociedad de Amigos del Pafs luchaba por propagar el cultivo de a morera y se quejaba de que de los 800 telares existentes solamente fun- cionaban un centenar, mientras que et Ayuntamiento se veia en la necesidad de repartir parcelas de tierra entre los obreros sin trabajo, echando mano de sus bienes de Propios *, Los primeros decenios del x1 fueron malos y sin embargo por los aflos veinte se instalaba en Requena un fabricante procedente de Gandia y montaba una fabrica de tejidos de seda lisos con 74 telares, cuyos modelos imitaban a los del Piamonte **, A partir de los afios treinta se aprecia cierta recuperacién y para 1845 funcionaban 550 telares de los 900 existentes y trabajaba on la seda un promedio de 1.200 personas. Luego, en 1864, vendrfa la crisis ocasionada por la pebrina y, a pesar de que en 1858 se establecieran dos fébrieas para el torcido de seda, una de ellas em- pleando méquina de vapor, en 1863 el mimero de telares se habia reducido 8.175 y solo se consumian 18,000 libras de seda. En 1890 s6lo quedaban 20 telares, se habfan cerrado todos los despachos de morcaderes en seda, todos Jos tintes, todos los tomos y se habian arrancado la mayorfa de las moreras de ta huerta * En los afios cincuenta, coincidiendo con Ja aceleracién de Ja crisis sedera, Ja creciente demanda de vino desde Europa, en donde el cidium habia arrui- 48 Gu, Aveta, "La revolucién histéciea de Requena y su comarca", Estudios Geo- srificos, $0, 1953, pp. 49-66; eft. p. 55, 40" Lévéz BaLtestenos, Luis, Memorla de la Junta de Calificacin de los produc 10s de la Industria Espatola.... Exposiciin de 1821..., Madrid, 1828, p. 135. 0 Anciuvo DiPUTACIGN PROVINCIAL DE VALENCIA, Informe sobre la sitwacién de la industria sedera emitido por el Ayuntamiento de Requena, SecciGn Industri, lee. 63. ‘ Hiraeno Y MORAL, E, oP. cit, p. 213. eo 50 BAN PIQUERAS HABA nado los viliedos, mares el inicio del despegue vinicola requenense, que se acrecentaria en el fitimo tercio de siglo al ser destruidos los vifiedos franceses ¥ catalanes por la filoxera. Muchos comerciantes de seca invirtieron sis aho- 705 en la compra de tierras y se convirtieron en cosecheros de vino. En cuenta afios fueron plantadas de vid més de 15,000 hectéreas, ganadas al pastizal y al monte en muchas ocasiones. Colonos venidos de Cuenca y Al- bbacete, asi como antiguos tejedores sin trabajo, se esparcfan por todo el término y hacéan de Requena un municipio esencialmente rural, hasta el punto que la poblacién dispersa lleg6 a superar @ la concentrada en el micleo ur- bbano, que incluso perderla poblacisn. Vias de comunicacién EL xix fue un siglo decisivo para Requena en cuanto a vias de comunica- in. Dos grandes obras, la carretera de las Cabrillas y el ferrocartil, realza- rfan hasta cotas muy altas su. funcién viaria. Se conoce por las Cabrillas el aso 0 puerto montatioso que hay entre Bufol y siete Aguas y que salva el desnivel entre la Hoya de Buiiol y el Altiplano de Requena, Este tramo, junto con el puerto de Contreras, en el valle del Cabriel, habian sido siempre lun grave obsticulo en las relaciones comerciales y de comunicacién entre Madrid y Valencia, a pesar de ser el trayecto més corto. El primer proyecto de convertir en carretera el antiguo camino de herradura data de mediados del xvirt, cuando se comenzs la de Madrid a Alicante por Almansa, pero se profirié establecer la variante Almansa-Valencia, como pasaria a mediados del xix con el trazado del ferrocarril. La presién e influencia ejercida por la familia Iranzo de Utiel sobre el general Elio hicieron que éste autorizase en 1816 el levantamiento de fos planos para el teamo de las Cabrillas. Con todo, las obras no darian comienzo hasta 1825 y durarian hasta 1847, siendo reputada como «la mejor carretera de Espaia> §. El tramo de Contreras no seria habilitado hasta dos afios més tarde, y tanto uno como otto estaran muy en. relacién con tos intereses comerciales de los exportadores de harina que negociaban en el puerto del Grau por Jos aifos cuarenta *. Primero como ruta del trigo conquense y de la misma Requena, y luego ruta del vino hasta el puerto del Grau, la carretera de las Cabrillas influy6 decisivamente en ef desarrollo agricola de todo el Altiplano, El mismo fenémeno habria ue atribuirle al ferrocartil, inaugurado en 1885 y con término en Utiel hasta bien pasado et primer tercio del siglo xx, en que se construy6 el tramo Utiel~ Cuenca y se finaliz6 Ia tinea Madrid-Valencia, 82 “Carretera de las Cabrilla”, en el Bolen de la Sociedad Econémlca de Amigos del Pals de Valencia, t. TT, pp. 168-176, eft. p. 170. si Piquseas Hapa, J, op. ett, p. 30, p21 DESARROLLO URBANO DE REQUENA 51 Incidencia de la carretera y el ferrocarril en el desarrollo urbano La travesia de las Cabrillas por la poblacién siguié Ia calle de San Carlos, ¥ su ejecucién tuvo lugar en el afio 18475 tres afios antes el antiguo convento {de San Francisco habia sido habilitado para albergar a la mitad del Presidio de las Cabrillas, ejecutor material de la obra. En las salidas de Requena se construyeron dos nuevos puentes: el de Valencia, sobre el regajo de Reinas, y el de Utiel, sobse el de Rozaleme, ambos de 1844. Sobre la calle de San Carlos aparecerfan los nuevos paradores y posadas de «San Carloss, «El Caballo» y «El Contadors, que relevarfan a las de «La Carlotas, , sCarmen>, ¢Mesén del Conde» y «Parador del Comercio> construidos an- teriormente sobre el camino real por las calles del Carmen, Peso, Portal y San Agustin. A pesar de todo, la calle de San Carlos nunca rob6 su cardcter de centro comercial al antiguo camino y la crisis de sus paradores, que sir- vieron para albergar a los carreteros que transportaban el vino hasta el Grau, se inicié con la legada del ferrocarril en 1885, En torno a la estacion del ferrocartil y entre éste y Ia carretera (avenida del General Pereyra) iran le- vanténdose a finales del xix y comienzos del xx la mayorfa de bodegas, al- macenes, fabricas de alcohol y de harina, marcando ademas una linea de expansiOn hacia el W que habia de soguir en el xx Ia avenida del General Varela, paralela a la det General Pereyra, La carretera de Almansa, proyectada en 1834 por la Sociedad Econémica y no llevada a cabo hasta finales del xix, siguié el trayecto de la calle de Cantarranas y dio pie a que se construyeran varias casas en el lado del po- niente; al final de la misma y ya en 1895 serfa inaugurado el Matadero Piblico. La carretera de Chera, prolongacion de fa calle de San Luis, daria origen a la calle de la Libertad, ya en Las Pefias, en donde el desarrollo urbano decimonGnico hay que buscarlo en la calle de las Bodegas y en la plaza de San Cayetano. Otros cambios urbanos José Trinidad Herrero, autor det articulo sobre Requena que aparece en ef diccionario de Pascual Madoz, resume en breves lineas el aspecto urbano de los tres barrios de Requena. La Villa tenia calles estrechas e iregulaes, con casas de 3 y 4 pisos, de pobre aspecto exterior, en las que vivian hidalgos y obreros de la seda; la mayoria de las casas posefan bodega. Las Pefas con- taba con calles mas anchas y de piso desigual, casas de dos pisos, de planta rural y habitadas en su mayoria por labradores. En el Arrabal, sobre suelo mis liano, habfa calles irregulares pero mejoses que las de los barrios anterio- res; sus edificios eran més sélides y los habitaban comerciantes,terratenientes y sederos, 8% Mapoz, Pascual, Diccionario Geogrdfio.... Madrid, 1845-1849, t, XII, p. 423. ay 32 JUAN PIQUERAS HABA La breve dominacién francesa, durante Ia Guerra de la Independencia, dejaria un aspecto positive por sus medidas de salubridad: bajo Ia direccién del coronel Lamrandier se iniciaron las obras del cementerio en Tas cercanias del barrio de las Oilerfas, inaugurado en 1813, aunque algunas familias de abolengo nobiliario siguieron enterrando en tas iglesias hasta 1828 en que se prohibi6 tal costumbre. En 1814 fue derribada la ermita de San Agustin, en Ia salida hacia Madrid, construyéndose en su lugar el parador de Fuera 0 del Comercio. Préxinio a este parador y bajo la iniiativa de los Amigos det Pais se deline6 en 1834, sobre seis tahuillas de terreno, el Paseo de Marfa Cristina, luego Glorieta de Isabel II, que por ser lugar hiimedo y poco frecuentado fue cerrada y sustituida por una nueva en 1852 junto a la alameda que habia detrés del convento del Carmen. Con ligeras variaciones es la misma Glorieta de hoy ®. La desamortizacién de los bienes eclesiésticos produjo también algunas alteraciones. El convento de San Francisco sirvié como fuerte en la Guerra Carlista, pas6 a Presidio en 1844 y a Hospital en 1851. El del Carmen albergs dliversos organismos, destacando el Ayuntamiento, desde 1851, y cl Instituto de Eusefianza Media, desde 1869. De 1870 era el alumbrado de ges, que pudo ser sustituido por otro eléetrico cuando en 1898 el Marqués de Caro monts en San Blas una fébrica de energia aprovechando el agua del Magro. Las torres del telégrafo Sptico datan de 1848, mientras que [a estaci6n de morse por cable es de 1876 Hacia 1880 la Casa de Comedias de la calle de las Cruces fue remodelada y convertida en Teatro Jordé; por Jos mismos afios se constituyé la Escuela Vitivinicola, preludio de la Estacién Enolégica del siglo xx. Detensas militares La guerra napoleénica y las numerosas guerras civiles durante el XIX, devolvieron a Requena su carécter estratégico, olvidado desde 1707, con las consiguientes obras de proteccién y defensa, Partidaria de la causa de Isa- bel I, Requena fue atacada por el general catlista Cabrera en septiembre de 1835, si bien no llegé a ocuparla. A raiz.de este ataque se abrieron algunas zanijas y se formaron barricadas. En cl verano de 1836 se construyeron algunas baterias y se abrié un foso con puente levadizo en la Puerta de Valencia, que sirvieron para rechazar un nuevo ataque cartista, ahora a cargo de Gémez, ‘en septiembre de 1836, suceso que le valié el titulo de Ciudad. Atacada de nuevo en marzo de 1837 por Cabrera, las autoridades militares decidieron dotar a In ciudad de nuevas y més potentes defensas. Bajo la dircecién de Pedro Ortiz de Pinedo y Juan Ramén Carbonell, se mejoraron las, murallas cexistemtes, se construyeron muros de cat y canto, tapias, fos0s, batertas, 8% Beawaneu Lévez, R, op. cit, p. 334 pay DESARKOLLO URBANO DE REQUENA 33 tambores, aspilleras, ete." Restos de aquellas defensas son el tambor del cerrito de Isabel Il, lo que queda de los de Reinas y Honrubia y numerosos tramos de muro aspillerado que aparecen en el pedaz0 de los Muertos, Ia senda de los Asnos, recodo de las Higuerillas 0 corrales de Verda, entre la calle de Pérez Arcas y el Ambulatorio. Et. sicho xx El crecimiento urbano de la primera mitad del siglo xx estar’ marcado ppor la dependencia econémica de la viticultura; més tarde se uniré al mismo, cierto desarrollo industrial (muebles, cueTo, tejidos, caldererfa, ete.) que dard origen al levantamiento de fabricas en las salidas hacia Valencia y Madrid, tomando como eje Ia carretera Nacional IIf. La realizacion de planos, bien por ceruditos, bien por los arquitectos del Ayuntamiento, nos daré un buen punto de apoyo para seguir sobre el terreno el crecimiento urbano. El primer plano de Requena que se conserva data de comicnz0s de os aiios veinte y lo realiaé Casimiro Pino, profesor de dibujo®. En él puede comprobarse el desarrollo urbano centrado principalmente en la avenida del General Pereyra (correspondiente al tramo de Ia carretera de tas Cabrillas en su salida hacia Madrid) y dirigido desde dicha avenida hacia Ia estacién del fertocarril, en cuyo entomno se habian edificado ya a finales del x1X algunas srandes bodegas propiedad de exportadores, fenmeno similar, aunque no de tanta envergadura, al aceecido en torno a'la estaciGn de Utiel. Este creci- miento, siempre hacia el W de la ciudad, lo integraban, ademés de las bodegas almacenes de abonos, fabricas de alcohol, de harinas, serrerias, la Plaza de Toros y el Barrio Obrero Al igual que las bodegas tuvieron su origen en la prosperidad vinicola del tltimo tercio del xax, la aparicién de las fabticas de alcohol fue la res- puesta légica a los enormes excedentes de vino que se quedaban sin poder vender, toda vez que los vifledos franceses habian sido reconstituidos tras los ataques de la filoxera y se habfan suspendido las exportaciones. Entre 1890 y 1920 aparecieron en el casco urbano y sus afueras hasta trece fabricas {de alcohol, sin contar las esparcidas por aldeas y caserios, localizandose nueve de elias en el tado W de la ciudad y las cuatro restantes en el E. La plaza de toros, iniciadas sus obras en 1857 ¢ interrumpidas varias ‘veces, fue por fin inaugurada en 1901. Cuatro aiios més tarde, en 1905, el "AMR, leg. XVII, Memoria presentada por el Comandante Militar (Don José Garcia Orozco) para la toal defensa de Requena y deciién del Ayuntamiento y mayores Cconiribuyenter aa Vsia, 1838. Ea el Servicio Geogratico del Frito, Madrid Secci6n Cantoteca, Provincia de Valencia, nim. 262, se conserva un “Croquis del cerramiento aspillerado de Requena” (1838), 87” Pino, Casintno, Plano Esiructural de la Cludad de Requena, Bscucla de Artes ¥ Oficios, eseala 1:4.000, sin fechar (hacia 1920). ps) SA SUAN PIQUERAS HABA gran Teatro Circo levantado en ta calle de las Cruces, comenzaba a hacer ‘competencia al viejo Teatro Romea (antes Jord) situado al otro lado de la misma calle. Vecina al Teatro Citco, y en 1910, serian instalada Ja Estacién Enolégica. Al afio siguiente quedaba terminada también la primera fase det Barrio Obrero, junto a la plaza de toros, costeado por Bartolomé Ruiz de ta Peiia con el deseo de cntregar viviendas gratuitas a obreros pobres y con familia numerosa, Por otro fado, fas familias pudientes reconstruyeron muchas de sus viejas casonas de Ia calle del Peso y levantaron otras nuevas en Ia de ‘San Carlos segin el estilo modernista imperante a comienzos de si La crisis de exportacin vinicola, acentuada por la invasion de la plaga filoxérica a partic de 1914 y aumentada Inego por las erisis econ6micas gc~ nerales de 1920 y 1929, son seguramente responsables, tanto de la emigracién de esos ais, como de la ausencia de erecimiento urbano. Efectivamente, entre el Plano de Pino y el Plan Borso fevantado en 1941% apenas si existen diferencias. Unicamente cabe sefialar ef nuevo edificio de 1a Estacion Eno- logica, de 1933, y el derribo del convento de las Agustinas en 1936, tras ser incendiado. Basindose precisamente en Ia desaparicion de dicho edificio, ef Plan Borso proyectaba la ampliacién del recinto urbano en torno al eje de la futura avenida del General Varela, que arrancaria desde ef solar del convento cn la plaza del Portal de Castilla y se prolongaria hacia el W con ampliaciones sucesivas al correr de los afios, AI mismo tiempo se proyectaba también 1a remodelacién de algunas calles como tas de San Carlos, Monjas, Peso, las Cruces y el Estrecho de las Arenas, remodelacién que se viene Mevando a efecto a medida que se derriban Ios viejos edifcios y se levantan otros nuevos sobre sus solares La posiguerra y los recientes ensanches El Plan Borso de 1941 marcaba de manera definitiva el gran ensenche hacia el W que habria de tener lugar en los siguientes treinta y cinco afios, con algunas variaciones sin importancia. Hasta 1945 la expansién es apenas per- ceptibie: fnicamente cabe sefialar algunos edificios piiblicos como el mercado ‘municipal, en fa recién planificada avenida del General Varela, la Cércel y Ia Bodega de la Cooperativa Vinicola Requeniense, ambos frente a la Plaza de ‘Toros. También se levantaron algunas casas en la prolongacién de la calle de San Agustin y en Cantarranas, De la segunda mitad de la década de los cuarenta son ya el Teatro Principal (1946), edificado sobre el solar del anterior Teatro Circo, el Grupo Escolar Alfonso X (1950) y el barrio comprendido entre las calles de Villajoyosa y Cuenca, primero de una serie que habria de dar la ténica al crecimiento urbano de los aios cincuenta y sesenta, con edi- 5% AvuntaMeNTo DE REGUENA, Seccién Arguitectura, Plan Borso, 1941 50 Tal remodelacién rompe I fisonomis urbana del antiguo beerio del Arrabal, verdadero centro comercial de In ciuded y de Ta comarca, en el que se suceden diversos estilos que abarcan desde ef siglo xiv hasta el Moderaismo de comienzos del siglo >x, 26) DESARROLLO URBANO DE REQUENA 55 Figura 2,-Plano de Ja ciudad de Requena baci Escala aproximeda, 1:16.000. 36 JUAN PIQUERAS HABA ficios de una o dos plantas a lo sumo. En efecto, a primeros de los cincuenta, buscando més la proximidad del reciente desvio de la carretera Madrid-Va~ Tencia que el resto del espacio urbano, son construidos los barrios de «Manuel Cénovas», en las inmediaciones del Campo Municipal de Deportes, y el ba~ rrio de «Salas Pombo» en el camino de la Torrecilla, ahora calle de Madrid. De finales de los cincuenta es Ia primera fase del barrio de , ampliado Iuego en los sesenta, en tomo a las calles de Jerez, Valdepefias y Rioja, El iltimo de estos barrios de casas unifamiliares serfa inagurado en 1967 y es el de ela Torrecillas, situado en el extremo SW, més alla de la carretera Valencia-Madtid. También ha sido la zona W la clegida para la construccién de zonas residenciales estructuradas en toro a Ia avenida de Lamo de Espinosa y al segundo tramo de la del General Varela, en las que predominan las vi- vviendas de dos plantas con zonas ajardinadas privadas. En el cruce de ambas avenidas fue construida en 1964 Ia Residencia Estudiantil Domingo Savio: al final de la del General Valera y en la plaza de Juan Grandia se levantaria el nuevo Instituto de Ensetanza Media (1968), al que hay que afadir Iuego a Escuela de Macstria (1969) y el Centro Escolar «Gil Fagoaga> (1971), todos ellos muy préximos al Complejo Polideportive que abarca una gran extensién de terreno. En los aiios setenta, siguiendo el antiguo esquema del Plan Borso, ahora actualizado por et Plan General de Urbanizacién de 1970 y el Plan de Orde- nacién Urbana de 1975, la expansién ha venido cubriendo los espacios vacios ‘comprendiidos entre Ia avenida del General Pereira y Ia linea férrea (Barrio de Los Molinos, en torno a la calle del Capitin Gadea, y otra barriada més occidental en tomo a la calle de Rozaleme). También se viene edificando al S de la calle de Cuenca, entre las avenidas de Lamo de Espinosa y de Va~ lencia. En el lado oriental se han creado las barriadas de ta Fuente Bernate y del Batancjo, ademés de algunos bloques de viviendas que alternan con ta- Heres y fbricas a lo largo de la carretera Madrid-Valencia Desde 1965 las edificaciones han perdido el carécter unifamiliar para cconvertirse en blogues tipo colmena de ocho y diez alturas, algunos de los ‘cuales han invadido también el antiguo barrio del Arrabal rompiendo total- ‘mente 1a fisonomia urbana de esta érea, sentenciada a muerte también por Jos dos ditimos planes (1970 y 1975) en fos que se mantienen fas remodela~ ciones del Plan Borso y se aumentan a otras calles como las del Portalejo y del Diezmo. El Plan de Ordenacién Urbana de 1975 proyecta los nuevos ensanches hacia la zona oriental (Batancjo, Bernate y Hoya de Reinas) toda vez. que la linea férrea por el N y la carretera por el W y S, dificultan en gran manera 1 crecimiento hacia esas zonas. Por otro lado se conserva el Bartio de la Villa como de interés hist6rico-artistico y se limita la altura de las quevas vi- viendas que puedan edificarse proximas al mismo. En los extremos E y W se dolimitan dos zonas industriales sobre Ia base de las fabricas ya existentes 8) REQUERA 58 SUAN PIQUERAS HABA La demograjta contempordnea Durante Ja primera mitad del x1x el crecimiento fue nulo, En 1807 eran 2.289 vecinos en el nicleo y 535 en los caserfos . La guerra napolednica, la crisis agricola que siguié y las guerras carlistas, tanto como la decadencia de la sederia en el primer tercio del x1X hicieron que la poblacién disminuyera y que en un recuento efectuado en 1840 Requena apareciese con 7.397 hhabitantes y sus aldeas con 3.036, Fn 1845, segiin Madoz, eran 7.404 y 3.000, respoctivamente, mientras que para 1857 eran 7.532 y 2.704. En eenso de 1860 da un total de 12.081 habitantes para el término, sin desglosar las aldeas. Desde estos aos en adelante comienza a dejarse sentir la decadencia sedera, que produce un estancamiento en la poblacién de la ciudad, mientras que el desarrollo vitivinicola puebla de colonos la zona rural y van multipticéndose aldeas y caserios. El proceso de ruralizacién se acrecent6 on el siglo xx y la ciudad alcanz6 un minimo de habitantes en 1930, con 6.687 censados que suponian tinicamente el 39°1 % de la poblacion total del término. El aumento experimentado en 1940 se debe a la inmigracién de republicanos durante la Guerra Civil, pero la verdadera recuperaciin demogrfica de la ciudad, coin- cidiendo con la emigracién rural, no sucede hasta los ais sesenta, década en Ja que comienzan a instalarse algunas industrias. En 1975, con 10.895 habitantes, Requena representaba ya el 61'4% de In poblacién municipal, mientras que las aldeas se hallan en franco retroceso y han quedado despo- blados la inmensa mayoria de los caserios. Entre 1950 y 1975 la poblaci6n rural hha descendido de 12.083 a 6.837; la ciudad a pasado de 8.170 a 10.895. APENDICE Evolucién demogrdjica det ténmino, alidcas y cudad de Requena Teenino_Aldeus Coded ‘Alo Temino Aides ded 1200 L600 1860 12.081 15433284 onze 2312 1877381054964 leat 33318 188714487 Toso 7397 GBS NSE 1900 16.623 1699 4otae spe 3.7566 191017684 102637391 1752930" 1350" 5.5808 190 18BI8 1145273366 W761 8.000% 1930 17.650 109636 687 1776 13.500" 1940 19.22, 14.163 8259 1783, 9.500 1950 2025312083 8:170 1807 12.7256 2.425" 103008 1960 18933. 068s 8278 1840 10435¢ Bose 7397 197 178408004 9.836, ims 10.404 3.000 7404 1975 177768370895, W857 10236 2.708 7532 ts SLSR Se shee @ WER URES, cee SS ‘pertenecen a los ceasos oficiales, = B01

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