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Manual de Técnicas de Comunicación del Evangelio CREA Nivel Uno

Eleuterio Uribe Villegas Josué Uribe Verduzco

LECCIÓN 7
EVANGELISMO MASIVO
INTRODUCCIÓN

Las campañas evangelísticas representan un método de evangelización muy


conocido en nuestras iglesias, pero muchas veces mal empleado, ya que no se les
organiza como debe ser o no se tiene una finalidad clara de lo que se quiere lograr
con ella, a veces tampoco la iglesia se prepara espiritualmente para dicho evento.

Esto ocasiona que la satisfacción de dichas actividades solo quede en que asistió
mucha gente a dicha campaña, pero el crecimiento como resultado de ella no se
logra ver.

I. LAS FINALIDADES DE LAS CAMPAÑAS

Antes de organizar una campaña, el pastor y el ministerio de evangelismo


(coordinador de evangelismo, supervisores de células y líderes de célula) deben
tener bien clara la finalidad que persiguen con ella. Ya que la finalidad con que se
hace una campaña definirá su contenido y organización. Así, pues, existen tres
finalidades básicas de las campañas: Campañas para sembrar el evangelio;
campañas para cosechar bautismos; y, campañas de siembra y cosecha a la vez.

II. LA ORGANIZACIÓN.

Parte importante es la preparación de la campaña. Esta debe constar de tres


etapas llamadas: precampaña, campaña y post – campaña.

A. La Precampaña

Se debe llevar a cabo con mucho tiempo de anticipación. Desde que queda
calendarizada en el programa de trabajo la precampaña prácticamente empezó.
Los trabajos de precampaña consisten, principalmente, en organizar y preparar
todos los aspectos que se necesitan para la campaña: publicidad, literatura,
programas de culto, designar liturgistas, invitación y confirmación de predicadores
especiales, invitar un grupo musical u organizar a los músicos de la Iglesia,
establecer equipos de evangelistas y discipuladores, organizar un equipo de
ujieres, contratar el auditorio con tiempo o solicitar permiso de las autoridades
correspondientes si es que la campaña se habrá de hacer en un espacio público.
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B. La Campaña

La realización o ejecución de la campaña propiamente dicha; de todo lo planeado


y organizado para ello. En esta fase se verá si cada persona o trabajo de comité
se llevó a cabo adecuadamente o no. Será muy importante que los liturgistas
lleguen y empiecen puntualmente los cultos. Asimismo la congregación. El sonido
y los instrumentos deberán estar preparados con anticipación. Los ujieres
haciendo su trabajo. El comité de evangelismo y su equipo de trabajo con sus
hojas de bienvenida y toma de domicilios, etc.

C. La Post – Campaña

Esta se lleva a cabo para conservar los resultados de la campaña. Es el


seguimiento de la campaña. Si la campaña fue de siembra evangelística,
entonces, la post-campaña tratará de conservar a los simpatizantes que se
acercaron, brindándoles atención después de la campaña por medio de: los
padres espirituales, las células de evangelismo, y puede incluirse también una
clase especial para ellos en el templo en los horarios de las Escuelas de
maduración y de Ministerios. Pero, si la campaña fue de cosecha de bautismos,
entonces, la atención que se les deberá dar como seguimiento será: integrarlos a
una célula de evangelismo si no lo están e integrarlos a la Escuela de Maduración
a fin de fortalecerlos en la fe apostólica y en su crecimiento a imagen de Cristo, a
fin de que se conserven en la Iglesia.

III. La Preparación Espiritual

Un aspecto de gran importancia, sin duda alguna es, que la congregación se


prepare con oración y ayuno de una manera especial, al menos durante un mes
antes de la campaña, y de una manera gradual alcance su clímax en la semana
previa a la campaña y en el desarrollo de la campaña. En esta oración se debe
pedir, entre otras cosas, por lo siguiente:

1. Por los que van a salir a evangelizar para que Dios los use al hablar la
palabra de Dios.
2. Por los que habrán de dirigir los cultos.
3. Por el predicador o los predicadores.
4. Para que sucedan manifestaciones de poder y sanidad.

CONCLUSIÓN
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Las campañas son también una estrategia muy usada por muchas iglesias.
Frecuentemente se programan para arrancar una serie, aprovechando que las
campañas producen un fuerte entusiasmo en los oyentes, de esa manera las
células manera se organizan y realizan un trabajo de convocatoria ya en la
conclusión de las campañas se recaba la información de las personas que desean
continuar en un programa de estudios bíblicos y son canalizados a las células que
mejor les acomode.

Otra forma en que se emplean las campañas es para lograr buenos resultados de
cosecha. Muchas personas que ya son oyentes del evangelio, simpatizantes en
las reuniones de las células y los servicios del templo, que también en gran
medida ya viven una vida cristiana solo requieren el empujón que las campañas
dan en cuanto a fortalecer para tomar la decisión por Cristo.
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LECCIÓN 8
LOS GRUPOS PEQUEÑOS EN EL SISTEMA CELULAR
Juan 15.8: “En esto es glorificado mi padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así
mis discípulos”

INTRODUCCIÓN

Las razones bíblicas que legitiman el trabajo de las células son muchas. Jesús
mismo ordenó en el pasaje de la gran comisión “Por tanto, Id y haced discípulos...”
(Mt. 28:19a). Claramente, en este pasaje, Jesús dejó asentado que la
evangelización de todas las naciones demanda de la iglesia como método ir a
ellas; no encerrarse en sí misma dentro del templo.

En nuestra iglesia la estrategia celular es conocida como RCM e indudablemente


puede ser un medio por el cual se pueden obtener grandes resultados y
bendiciones si se implementa adecuadamente. Pero, para que estos beneficios
sean más profundos y especiales es necesario que los miembros de células,
líderes y pastores comprendan qué son la RCM y cuál es la visión que tratan de
realizar.

Así, un aspecto que debe quedar muy claro en la RCM es que esta no es una
reunión de hermanos para tener un estudio bíblico; es mucho más que eso. Las
células de evangelismo se deben organizar en una iglesia como una herramienta
para el crecimiento en número y madurez de la Iglesia. Así que no son un fin en sí
mismo. Las células se organizan y funcionan como herramienta para lograr una
visión y unos objetivos precisos que tienen que ver con la misión de la
Iglesia.

I. LAS CÉLULAS Y SU VISIÓN

Es preciso destacar que la visión fundamental de las células consiste en la


multiplicación de creyentes, para eso para lograr eso se requiere desarrollar una
labor de evangelización que involucre también la visión restauradora de vidas y
familias.

A. La visión evangelizadora.
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Para lograr su visión multiplicadora, la RCM requiere movilizar e involucrar a todos


los miembros de las células en la tarea de traer a los perdidos a Cristo. Para
lograrlo, el líder de célula deberá organizar al grupo como sigue:

1. Organizar a los miembros bautizados para que lleven al dos o tres personas
a la reunión del grupo.
2. Motivar a los hermanos para que desarrollen la paternidad espiritual.
3. Supervisar que cada miembro de la célula cumpla con evangelismo
personal a través de la paternidad espiritual.
4. Organizar los guerreros de oración que intercedan por las visitas y
personas que están siendo atendidas.

Uno de problemas más frecuentes de la iglesia consiste en la dificultad de


involucrar a los miembros en la paternidad espiritual. Sin embargo, en gran
medida esto depende mucho del líder, el cual requiere transmitir esta visión y
movilizar a los hermanos para llevarla a cabo.

B. La Visión Restauradora de Familias.

El mundo en que vivimos tiene muchos entretenimientos pecaminosos que


destruyen la unidad familiar y la relación de pareja. Se dan múltiples problemas en
el seno familiar: pleitos de pareja, desacuerdos en el gasto del hogar, adicción a
las drogas, alcoholismo, infidelidad conyugal, desacuerdo en la disciplina de los
hijos, pleitos por el poder en el hogar, etc. El diablo tiene muchas formas de
desunir y desintegrar a las familias.

Ante esta realidad, la RCM puede tratar en sus reuniones también de temas que
respondan y brinden soluciones relativas a este aspecto. El mejor concepto de
pareja y de familia lo tiene la Biblia. Con la palabra de Dios se puede unir,
asesorar y consolidar a las parejas y a las familias. Pero, también se hará
necesario que los creyentes reciban o busquen desarrollar capacidades de
asesoramiento de crisis familiares y conyugales en términos sencillos. O también
aprenda a canalizar a tiempo con un consejero más avanzado que él para que las
parejas y familias puedan ser ayudadas. En este renglón, por supuesto, un
elemento importante es la oración de intercesión por tales necesidades. Así como,
el testimonio personal de las parejas de hermanos que conforman la iglesia y las
células. El ambiente de amor y de comprensión de los creyentes será también de
ayuda para una familia en una situación así.

II. EL PASTOREO MUTUO.


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Como se ha dicho antes, las células no se reúnen precisamente para estudiar una
lección bíblica, además del objetivo de ganar almas también debe apuntar a
atender las necesidades físicas, morales y espirituales de sus miembros.

Por eso, es de gran importancia dimensionar la visión de los miembros de las


células a fin de que comprendan que es preciso también desarrollar el trabajo de
pastoreo mutuo, consolación y ayuda en situaciones de necesidad física o
material, enfermedades, problemas matrimoniales, familiares, desempleo o
situaciones de sufrimiento. Por tanto, en la célula se debe promover y practicar el
amor y la ayuda mutua. En la reunión de las células es necesario que haya un
tiempo para organizar visitas de consolación a hermanos en necesidad, desaliento
espiritual, moral, enfermedad o cualquier otra forma de sufrimiento, prueba o
lucha.

De esta manera consolida al débil y lo fortalece para que no desmaye ni


claudique. Aligera la carga del cansado. Le da compañía y fuerza al que está
siendo atacado por huestes espirituales de maldad. Restaura a la oveja perdida, a
hogares y vidas destruidas.

III. PERFIL DEL EVANGELISTA

No debemos olvidar que la conversión de las personas es un acto redentor que


viene de Dios por su gracia y amor. Y que además, las personas se encuentran
esclavizadas y muertas en el pecado. Por eso, sólo un acto de poder divino les
puede librar y darles nueva vida. El evangelista debe ser un creyente de oración y
búsqueda del poder de Dios para evangelizar y ser testigo de Jesucristo con
autoridad y respaldo divino (Hch. 1:8).

En la RCM a los hermanos que desarrollan el evangelismo personal y llevan


invitados a las células los llamamos padres espirituales, sin en un lenguaje bíblico
son evangelistas.

Es muy importante que los evangelistas atiendan con responsabilidad semana tras
semana a sus contactos, que se preocupen por llevarlos y atenderlos en el templo,
y que sepan acercarlos a amistar con otros hermanos en la misma Iglesia. De esta
manera se logrará que el prospecto al bautismo se sienta aceptado, valorado y
amado en la Iglesia.

Hay que señalar que a veces los simpatizantes necesitan consejo en medio de
problemas. Es recomendable que el evangelista tenga el cuidado de que si no
está capacitado para brindar el consejo adecuadamente turne al pastor dicha
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tarea. Pues, un consejo desacertado puede alejar a las personas de la iglesia.


Sobre todo en problemas matrimoniales y familiares, los cuales por su propia
naturaleza son extremadamente delicados. Una palabra mal dicha puede
desencadenar un problema mayor que lo se pretendía solucionar. En estos casos,
normalmente, el pastor tiene mucho más experiencia para manejar situaciones de
conflicto tan delicados. Por ello, será mucho mejor turnárselo a él.

A. El Ideal Bíblico.

La Biblia nos presenta el ideal de un siervo de Dios, sus cualidades se mencionan


en 1 Ti. 3:1 – 7. Lo que aquí se demanda del siervo de Dios lo dispone para lograr
excelentes resultados. A veces se ha pensado que estos requisitos son los que se
deben demandar de un pastor, presbítero u obispo. Pero en realidad también son
las características idóneas para que todo creyente desarrolle eficazmente y con
resultados sorprendentes su labor evangelística o cualquier otro ministerio. Un
evangelista que se lanza a trabajar en una célula, sin luchar por adquirir las
características bíblicas mencionadas, se arriesga a fracasar, y a caer en la
frustración de no haber podido llevar a cabo su propósito de servir. Los requisitos
que debe tener el evangelista se pueden dividir en: requisitos morales,
espirituales, de carácter y de capacidades.

B. Resultados de tener los Requisitos.

Obviamente, los resultados no serán los mismos entre el evangelista que no tenga
las cualidades mencionadas arriba y a aquel que en verdad las posea. El respeto,
el aprecio y la obediencia que logrará el creyente con dichas cualidades, serán
resultados presentes en su ministerio, pero especialmente logrará verdaderas
conversiones y bautismos.

CONCLUSIÓN

Actualmente se entiende que la mejor estrategia para realizar la labor


evangelística y la multiplicación son las células de evangelismo. Las iglesias más
grandes del mundo son las iglesias celulares. Nuestra iglesia, por su naturaleza no
puede ser una iglesia celular, sin embargo si ha integrado las células como parte
de su proyecto misionlógico.

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