1.

CÓMO FRENAR CORRECTAMENTE

C
uando empezamos a montar en bicicleta, una de las cosas que más hacemos es ¡fre-
nar! Y, por desgracia, es una de las cosas que hacemos la mayoría de las veces de forma
incorrecta.
Frenar correctamente y sin desgastar los componentes de la bicicleta implica muchas varia-
bles. Entre estas variables se encuentran el tipo de freno (cantilever, v-brake, disco, entre otros), el
tipo y estado del terreno (asfalto, tierra, arena, etc.) y el tipo de bicicleta que conducimos.
Para tener un buen frenado, es necesario tener neumáticos actualizados, buenos frenos (con
buenas “zapatas” o buenos discos, según el caso), buenas ruedas y, principalmente, mantener el
conjunto siempre limpio, bien ajustado y lubricado. Sea cual sea la calidad de las piezas, la mala
colocación del conjunto de frenos compromete la eficacia de todo el proceso.
Lo ideal es frenar siempre en línea recta, para obtener la mayor tracción posible del conjunto.
La posición de las manetas de freno debe estar siempre lo más cerca posible de la potencia del
manillar, ya que lo ideal es que nuestros dedos estén en las puntas de las manetas y no en el cen-
tro, ya que esto nos da más fuerza de palanca y por tanto menos desgaste físico.
En cuanto al terreno, lo ideal es dar siempre prioridad al frenado en terrenos más secos y
firmes. Es decir, en días de lluvia o llovizna, debemos reducir la velocidad e intentar anticiparnos
siempre a las reacciones de los demás vehículos que nos rodean. Si circulas por tierra, elige la
parte más seca del terreno, con menos vegetación y humedad. Créeme: ¡esto puede marcar la
diferencia entre “dar una voltereta” o no!
Un frenazo excesivo también puede provocar accidentes. Intente siempre mirar hacia don-
de va lo más “hacia delante” posible. Esto reducirá la sensación de velocidad porque cuando miras
más cerca de donde estás, parece que vas “demasiado rápido” y tiendes a frenar más.
Como en los vehículos de bicicletar, lo ideal es trabajar con las marchas y la velocidad, fre-
nando lo menos posible. Con la experiencia, nos damos cuenta de que cada lugar tiene su propia
velocidad. Y trabajando así, ahorramos componentes de la bicicleta.

2 | Cómo Frenar Correctamente

1.1. Ajuste correcto de la palanca de freno
Es esencial que las manetas de freno es-
tén en el ajuste correcto para su mano, al al-
cance de su dedo índice. El riesgo es que si la
maneta no está al alcance de tu dedo índice
cuando tu mano sujeta el manillar, el freno sólo
está ahí de adorno. En la mayoría de las bici-
cletas hay 3 ajustes de freno que puedes hacer
para que tu manillar sea bueno para la conduc-
ción:
• El ángulo del freno (arriba o abajo), para de-
jarlo en línea recta con el puño al sujetar el
manillar;
1.2. El freno respectivo de cada rueda
Las bicicletas suelen tener el freno de-
lantero controlado por la palanca situada en
el lado izquierdo del manillar y el freno trasero
por la palanca derecha. La técnica de frenado
adecuada, especialmente cuando se es nue-
vo en el ciclismo, es: accionar el freno trasero y
después el delantero. Del mismo modo, al sol-
tar los frenos, suelte primero el freno delantero
y después el trasero.
1.3. Eficacia de frenado
Sólo como referencia, un buen juego
de frenos debería accionarse, en situaciones
normales, con un solo dedo, y en emergen-
cias con dos dedos. Si tienes que hacer más
esfuerzo que éste, probablemente tengas
un problema en el sistema y lo mejor es que
acudas a un taller de confianza para que te lo
solucione. Por increíble que parezca, el freno
delantero es el más eficaz para detener la bi-
cicleta. Siempre intentamos trabajar con una
media del 65% de apoyo en el freno delante-
ro y del 35% en el trasero. La importancia de
trabajar los dos frenos “juntos” es muy impor-
tante porque, aunque el freno delantero es el
máximo responsable de “parar” la bicicleta, el
freno trasero es el que proporciona la “firme-
za” en la trayectoria y dirección de la bicicle-
ta, y eso también asegurará la tracción de la
• La colocación en el manillar, más hacia
dentro o hacia fuera, según el tamaño de tu
mano, tu agarre, tu estilo de conducción;
• Y lo cerca que está del manillar. Si está de-
masiado “bajo”, se corre el riesgo de inten-
tar frenar y tocar los otros dedos que suje-
tan el manillar, sin poder frenar del todo.
Por lo tanto, es necesario dejarlo más lejos,
utilizando una herramienta o sangrándolo.
Sujetar el manillar demasiado atrás tampo-
co es favorable, ya que corres el riesgo de no
poder alcanzarlo en una situación de emer-
gencia.
Al accionar el freno delantero mientras el
trasero está accionado, será menos probable que
su peso salga despedido hacia delante y posible-
mente se vaya por encima del manillar. Un gran
enfoque mental para los principiantes a los que
les preocupa caerse hacia delante es mantener el
peso hacia atrás al frenar, aplicar la misma fuerza a
ambos frenos y soltar primero el delantero, segui-
do del trasero. ¡La práctica hace al maestro!
bicicleta para que la parte delantera pueda
rendir.
Debes evitar siempre el bloqueo de las
ruedas, que casi siempre va seguido de un
derrape y una posible caída. Si necesitas fre-
nar bruscamente, “frena” la rueda trasera,
pero nunca la delantera. Y al hacerlo, intenta
echar el cuerpo hacia atrás, como si quisie-
ras “tirar” de la bicicleta. De hecho, la posici-
ón de tu cuerpo afecta mucho a la bicicle-
ta al frenar. Cuanto más peso recaiga sobre
la rueda trasera, mayor será la tracción con
el suelo, lo que hará que te detengas con
mayor eficacia.
Por ejemplo, si estás bajando una pen-
diente y necesitas frenar, levántate del sillín
y mueve el cuerpo hacia atrás, haciendo que
todo tu peso se desplace a la rueda trasera. En
Cómo Frenar Correctamente | 3
tramos más técnicos, especialmente en sen-
deros, llegamos incluso a colocarnos con el
cuerpo detrás del sillín, cambiando el centro
1.4. Empuja tu peso hacia atrás
Al accionar los frenos y reducir la veloci-
dad de la bicicleta, su peso se desplaza hacia
delante sobre la rueda delantera, lo que hace
que toda la fuerza de frenado recaiga sobre el
freno delantero. Esto hace que sea más difícil
controlar la bicicleta y parar con eficacia. Em-
puje su peso hacia atrás mientras frena para
mantener su peso sobre la rueda trasera y
equilibrar las fuerzas de frenado.
Si tienes que frenar bruscamente a gran
velocidad, esto también evitará que te caigas
de cabeza hacia delante. Cuanto más rápido
1.5. Agáchate en las curvas y no frenes
Lo ideal es alcanzar una velocidad adecu-
ada antes de la curva para no tener que frenar
con demasiada fuerza al entrar en ella. Acérca-
te a la curva con las manos en las punteras del
manillar (para bicicletas de carretera), lo que te
proporcionará una mejor palanca de frenado
y mantendrá tu centro de gravedad más bajo,
mejorando el control de la bicicleta. Desplaza
el peso hacia atrás y aplica una presión unifor-
me sobre los frenos. A continuación, suelta los
frenos y mantén una velocidad controlable en
la curva.
Por supuesto, la vida no siempre es ideal.
Si entras demasiado rápido y necesitas frenar,
1.6. Relájese
Si sus brazos y hombros están tensos
cuando frena, su cuerpo no puede absorber
ninguna de las fuerzas de frenado, por lo que
éstas van a parar a sus manos, haciendo que
las manos juntas y frenas de repente con más
fuerza de la prevista, lo que a su vez hace muy
4 | Cómo Frenar Correctamente
de gravedad de la bicicleta. Pero para el uso
diario, y especialmente en zonas urbanas, esto
no es necesario.
frenes, más deberás empujar tu peso hacia
atrás. De hecho, echa el trasero detrás del sillín,
dejando el estómago cerca del asiento. Esto
marca una gran diferencia en tu potencia y
control de frenada.
Puedes practicarlo haciendo algunas pa-
radas de emergencia en un aparcamiento o
en un campo con hierba. Aumenta un poco la
velocidad, sujeta el manillar, estira los brazos y
empuja tu peso detrás del sillín mientras frenas
fuerte con ambas manos, manteniéndote bajo
sobre la bicicleta.
utiliza un tacto muy suave. Frenar demasiado
fuerte al entrar rápido en una curva es una re-
ceta para irse al suelo de golpe. Además, frenar
en la curva hace que tu bicicleta se ponga ver-
tical, que es lo último que quieres en una curva.
También hace que tu bicicleta pierda tracción.
En las curvas, estás cerca del límite de
tracción de tus neumáticos. Así que cuando
añades fuerza de frenado, estás más cerca de
romper ese límite y deslizar el neumático. Un
derrape trasero es mucho más fácil de mante-
ner que uno delantero. Así que utiliza el freno
trasero para reducir la velocidad gradualmente
según sea necesario.
difícil mantener el control de la bicicleta. Así
que mantén los hombros sueltos, los codos fle-
xionados y relaja el agarre del manillar, ya que
esto te permitirá modular la velocidad con la
flexibilidad necesaria para sortear los obstácu-
los y mantener el control.
1.7. Cuidado redoblado en mojado
En mojado se tarda tres veces más en fre-
nar que en seco, así que tenlo en cuenta. Los
neumáticos tienen menos tracción en mojado,
por lo que se necesita un tacto aún más suave
al frenar. Como es más difícil reducir la veloci-
dad y parar, mucha gente pisa el freno dema-
siado fuerte y demasiado tarde. Esto puede
bloquear las ruedas, provocar un derrape y,
probablemente, un accidente.
1.8. Técnicas avanzadas
El freno delantero es, en última instancia,
el que proporciona la potencia de frenado más
eficaz, mientras que el freno trasero es ideal
para regular la velocidad, el terreno accidenta-
do y las condiciones de tracción deficiente. A
Reduce la velocidad aplicando ligera-
mente los frenos. Si está muy resbaladizo y
necesitas aplicar más fuerza, ve a por el freno
trasero para evitar que se bloquee el delante-
ro. Puedes evitar un derrape de la rueda trasera
(o incluso pisar a fondo), pero en cuanto frenes
con la delantera y se bloquee, te caerás.
medida que aumente su destreza sobre la bi-
cicleta y mejore su comprensión de la posición
del cuerpo, ajustará el frenado en consecuen-
cia para proporcionar la máxima potencia de
frenado, permitiendo la máxima velocidad.
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