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NOVENA A SAN FRANCISCO DE ASIS

2do. Día: Oferentes: Sr. Wilfrido Arguello y esposa Sra. Mayra Arguello

1. Hacemos la señal de la cruz.


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En
el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

2. Acto penitencial
Para celebrar dignamente esta oración pidamos perdón a Dios por nuestros pecados
y por los del mundo entero, para que limpios el corazón podamos elevar nuestras
súplicas al Señor.
Digamos juntos:
Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante vosotros hermanos que he pecado
mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.! Por mi culpa, por mi culpa, por mi
gran culpa. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y
a vosotros hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, Nuestro Señor. Amén.
Canto: Ten piedad.

3. Ángelus
El Ángel del Señor anuncio a María;
Y concibió por obra del Espíritu Santo.
Dios te salve, María......

Aquí está la esclava del Señor;


Hágase en mi según tu palabra.
Dios te salve, María ......

Y el Hijo de Dios se hizo hombre;


Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María ......

Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.


Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Dios te salve, María.....

Oración: Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del Ángel,
hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión y su
cruz, y con la intercesión de la Virgen María, a la gloria de la resurrección. Por
Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
4. Martes Misterios de Gloria
El que dirige el rezo:
¡Oh Dios!, tú único Hijo nos ha conseguido con su muerte y resurrección los bienes
de la salvación eterna: concédenos que, venerando estos misterios en el Santo Rosario
de la Virgen María, imitemos aquello que contienen y obtengamos aquello que
prometen. Por Jesucristo nuestro Señor. Amen.

MISTERIOS GLORIOSOS
Primer Misterio: La resurrección del Señor (Marcos 16,6-8).
Y entrando en el sepulcro vieron a un joven sentado en el lado derecho, vestido con
una túnica blanca, y se asustaron. Pero él les dice: «No os asustéis. Buscáis a Jesús
de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado, no está aquí. Ved el lugar donde le pusieron.
Pero id a decir a sus discípulos y a Pedro que irá delante de vosotros a Galilea; allí le
veréis, como os dijo.» Ellas salieron huyendo del sepulcro, pues un gran temblor y
espanto se había apoderado de ellas, y no dijeron nada a nadie porque tenían miedo.
Padre Nuestro.
Digna eres Virgen Santísima…
Ave Marías
Gloria
María es Madre de Gracia y Misericordia
Oh Jesús mío perdona nuestros pecados, líbranos…

Segundo Misterio: La ascensión del Señor (Mateo 28,18-20; Hechos


1,9-11)
«Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a
todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con
vosotros todos los días hasta el fin del mundo.» Y dicho esto, fue levantado en
presencia de ellos, y una nube le ocultó a sus ojos. Estando ellos mirando fijamente
al cielo mientras se iba, se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco que les
dijeron: «Galileos, ¿qué hacéis ahí mirando al cielo? Este que os ha sido llevado, este
mismo Jesús, vendrá así tal como le habéis visto subir al cielo.»
Padre Nuestro.
Digna eres Virgen Santísima…
Ave Marías
Gloria
María es Madre de Gracia y Misericordia
Oh Jesús mío perdona nuestros pecados, líbranos…
Tercer Misterio: La venida del Espíritu Santo (Hechos 2,1-4)
Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente
vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la
casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se
repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu
Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía
expresarse.
Padre Nuestro.
Digna eres Virgen Santísima…
Ave Marías
Gloria
María es Madre de Gracia y Misericordia
Oh Jesús mío perdona nuestros pecados, líbranos…

Cuarto Misterio: La asunción de Nuestra Señora a los cielos


(Cantar 2,3-6,10; Apocalipsis 11, 19a; 12, 1. 3-6a. 10ab)
“Fui asunta al Cielo: también en cuerpo y alma, gracias a la misericordia del Padre,
al amor del Hijo y al poder del Espíritu Santo y desde el Cielo, en mi cuerpo glorioso,
junto a mi Hijo, intercedo ante Él, por las necesidades de los hijos”.
Padre Nuestro.
Digna eres Virgen Santísima…
Ave Marías
Gloria
María es Madre de Gracia y Misericordia
Oh Jesús mío perdona nuestros pecados, líbranos…

Quinto Misterio: La coronación de María Santísima como


Madre del cielo y de todo lo creado. (Apocalipsis 11, 19a; 12, 1. 3-6a.
10ab)
Apareció una figura portentosa en el cielo. Y se abrió el Santuario de Dios en el cielo,
y apareció el arca de su alianza en el Santuario, y se produjeron relámpagos y fragor
y truenos y temblor de tierra y fuerte granizada. Una gran señal apareció en el cielo:
una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas
sobre su cabeza. Y apareció otra señal en el cielo: un gran Dragón rojo, con siete
cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas. Su cola arrastra la tercera
parte de las estrellas del cielo y las precipitó sobre la tierra. El Dragón se detuvo
delante de la Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su Hijo en cuanto lo diera a
luz.
La mujer dio a luz un hijo varón, el que ha de regir a todas las naciones con cetro de
hierro; y su hijo fue arrebatado hasta Dios y hasta su trono. Y la mujer huyó al
desierto, donde tiene un lugar preparado por Dios para ser allí alimentada 1.260 días.
Oí entonces una fuerte voz que decía en el cielo: «Ahora ya ha llegado la salvación,
el poder y el reinado de nuestro Dios y la potestad de su Cristo, porque ha sido
arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de
nuestro Dios.
Padre Nuestro.
Digna eres Virgen Santísima…
Ave Marías
Gloria
María es Madre de Gracia y Misericordia
Oh Jesús mío perdona nuestros pecados, líbranos…

5. Profesión de fe
“Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su
único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de
Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y
sepultado. Descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los
cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso, y desde allí va a venir a
juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión
de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén”

6. Lectura tomada de los Escritos de San Francisco Vida segunda según Celano
Nro. 9
Francisco lleva alma de religioso bajo el traje seglar, y huyendo del público a lugares
solitarios, es agraciado muchísimas veces con visitas del Espíritu Santo. Lo eleva y
atrae aquella dulzura generosa que desde el principio experimentó tan plenamente;
aquella que nunca más le faltó en toda la vida. Cuando frecuenta lugares retirados,
como más adecuados a la oración, el diablo se esfuerza con sugestiones malignas en
separarlo de allí. Le trae a la imaginación la figura de una mujer de Asís con rostro y
cuerpo desfigurado por la enfermedad, que causaba horror a cuantos la veían. Lo
amenaza con hacerlo semejante a ella si no desiste de sus propósitos. Pero, confortado
por el Señor, experimenta el gozo de la respuesta de salvación y de gracia:
«Francisco-le dice Dios en espíritu-, lo que has amado carnal y vanamente, cámbialo
ya por lo espiritual, y, tomando lo amargo por dulce, despréciate a ti mismo, si quieres
conocerme, porque sólo a ese cambio saborearás lo que te digo». Y de pronto es
invitado a obedecer el mandato de Dios y guiado a probar la verdad de lo sucedido.
Si de algunos-entre todos los seres enfermos e infortunados del mundo- se apartaba
instintivamente con horror Francisco, era de los leprosos. Un día que paseaba a
caballo por las cercanías de Asís le salió al paso uno. Y por más que le causara
repugnancia y horror, para no faltar al mandato, a la palabra dada, saltando del
caballo, corrió a besarlo. Y, al extenderle el leproso la mano en ademán de recibir
algo, Francisco, besándosela, le dio dinero. Volvió a montar el caballo, miró luego a
uno y otro lado, y, aunque era aquél un campo abiertos estorbos a la vista, ya no vio
al leproso. Lleno de admiración y de gozo por lo sucedido, trata de repetir la misma
acción unos días después. Se va al lugar donde moran los leprosos, y según va dando
dinero a cada uno, le besan la mano y la boca. Así toma lo amargo por dulce y se
prepara para realizar lo que le espera.

7. Oración Simple
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz.
Que donde haya odio, ponga yo amor;
qué donde haya ofensa, ponga yo perdón;
que donde haya discordia, ponga yo unión;
que donde haya error, ponga yo verdad;
que donde haya duda, ponga yo fe;
que donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
que donde haya tinieblas, ponga yo luz;
que donde haya tristeza, alegría;
¡Oh Maestro!, que no busque yo tanto
ser consolado, como en consolar
ser comprendido, como comprender,
ser amado, como amar.
Porque dando, se recibe;
olvidando se encuentra;
perdonando, se alcanza el perdón;
y muriendo, se resucita a la vida eterna. Amén.
San francisco ruega por nosotros “
- Rezamos un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

8. Letanías a la Santísima Virgen María


Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre Celestial. Ten piedad de nosotros
Dios, Hijo Redentor del mundo. Ten piedad de nosotros
Dios, Espíritu Santo. Ten piedad de nosotros
Trinidad Santa, único Dios. Ten piedad de nosotros

Santa María. Ruega por nosotros.


Santa Madre de Dios. Ruega por nosotros.
Santa Virgen de las vírgenes. Ruega por nosotros.
Madre de Cristo. Ruega por nosotros.
Madre de la divina Gracia. Ruega por nosotros.
Madre Purísima. Ruega por nosotros.
Madre castísima. Ruega por nosotros.
Madre y Virgen. Ruega por nosotros.
Madre santa. Ruega por nosotros.
Madre inmaculada. Ruega por nosotros.
Madre digna de ser amada. Ruega por nosotros.
Madre digna de ser admirada. Ruega por nosotros.
Madre del buen consejo. Ruega por nosotros.
Madre del Creador. Ruega por nosotros.
Madre del Salvador. Ruega por nosotros.

Madre de la Iglesia. Ruega por nosotros.


Virgen prudente. Ruega por nosotros.
Virgen digna de respeto. Ruega por nosotros.
Virgen digna de alabanza. Ruega por nosotros.
Virgen poderosa. Ruega por nosotros.
Virgen fuente de clemencia. Ruega por nosotros.
Virgen fiel. Ruega por nosotros.
Ideal de santidad. Ruega por nosotros.
Causa de nuestra alegría. Ruega por nosotros.
Templo del Espíritu Santo. Ruega por nosotros.
Honor de los pueblos. Ruega por nosotros.
Modelo de entrega a Dios. Ruega por nosotros.
Fuerte como torre de David. Ruega por nosotros.
Hermosa como torre de marfil. Ruega por nosotros.
Casa resplandeciente. Ruega por nosotros.
Arca de la nueva alianza. Ruega por nosotros.
Puerta del cielo. Ruega por nosotros.
Estrella de la mañana. Ruega por nosotros.
Salud de los enfermos. Ruega por nosotros.
Refugio de los pecadores. Ruega por nosotros.
Consuelo de los afligidos. Ruega por nosotros.
Auxilio de los cristianos. Ruega por nosotros.
Reina de los ángeles. Ruega por nosotros.
Reina de los patriarcas. Ruega por nosotros.
Reina de los profetas. Ruega por nosotros.
Reina de los apóstoles. Ruega por nosotros.
Reina de los mártires. Ruega por nosotros.

Reina de los que viven su fe. Ruega por nosotros.


Reina de los que se conservan puros. Ruega por nosotros.
Reina de todos los santos. Ruega por nosotros.
Reina concebida sin pecado original. Ruega por nosotros.
Reina llevada al cielo. Ruega por nosotros.
Reina del santo Rosario. Ruega por nosotros.
Reina de la paz. Ruega por nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Ten piedad de nosotros.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Oremos
Señor, ya que tu Hijo único nos mereció la salvación eterna por medio de su vida, su muerte
y su resurrección, concédenos que, al meditar esos misterios, en el rosario de la Virgen María,
consigamos imitar lo que encierran y alcanzar lo que nos prometen. Por Jesucristo, Nuestro
Señor. Amén

9. Oración: La Salve
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve.
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva,
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.

Ea, pues, Señora Abogada Nuestra,


vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
Oh, Clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,


para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén

10. Bendición final


Y que Dios nos bendiga.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.

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