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 Hassig, Ross (2001). Time, History, and Belief in Aztec and Colonial Mexico.
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Lockhart, James (1992). The Nahuas After the Conquest: A Social and Cultural History of the Indians
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 Adams, Richard E. W. (2005) [1977]. Prehistoric Mesoamerica 3rd ed. Norman, Oklahoma:
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 FAVRE, Henri. A civilização Inca, Editora : Zahar; 1ª edição (11 janeiro 1987)
ebook disponível em

 STIRLING, Stuart. Pizarro o conquistador dos incas. Editora : Madras; 1ª edição (5


fevereiro 2014)

 25
SANTOS, Eduardo Natalino. Deuses do México Indígena. Palas Athena: São Paulo, 2002. p.
276.
 FLORESCANO, Enrique.Hacia uma nueva interpretación del mito de Quetzalcóatl. In:
______. El mito de Quetzalcóatl. 2a ed. México: Fondo de Cultura Económica, 1999.

1.3.
O frei dominicano Reginaldo de Lizárraga (2006, p.59-60), autor de Descripción
Colonial, relata que os chiriguanos de Potosí, foram taxados de “selvagens”, pois,
teriam sido indagados por um padre carmelita acerca do “vício bestial de comer carne
humana”. Como resposta, disseram que, se eventualmente a comiam assada, mas que a
trinta léguas daquele local, havia outros índios denominados Tobas que a devoravam
crua.
A passagem relatada pelo escritor europeu Garcilaso (1918, p.35) a respeito dos
nativos que viviam nos Andes e comiam carne humana, enfatiza a adoração ao
demônio, representado por alguma figura animal, pois não tinham nenhum Deus e,
muito menos, nenhuma lei.
Os nativos que viviam na América espanhola exerciam um grande conhecimento de
astrologia e de elementos da natureza aos quais divinizavam astros, plantas, animais e
pedras (SANTOS, 2020; GRUZINSKI, 2003). Acosta (1894, p.12) exemplifica a
atribuição de diversas estrelas nas quais os nativos adoravam, a exemplo da
Chuquichinchay, podendo ser representada por jaguares, leões e ursos. No Perú,
chamavam a Terra de Pachamama e o mar de Mamacocha, assim como também
cultuavam o sol, chamando de Punchao, e o trovão, chamando de Illapa. Havia ainda, o
culto a seus reis e antepassados aos quais os imortalizavam através do processo de
mumificação de seus corpos, fato que chocou os missionários (HORSWELL, 2013).
3

Casas que tinham jaulas


Tenia dentro de la cibdad sus casas apossento, tales é tan grandes é tan
maravillosas, que dice Cortés en su relación fecha á.Céssar, que en España no
hay otras semejantes.
Avia en esta casa ciertas salas baxas é grandes, todas llenas de jaulas
grandesdemuygruessosmaderos muy bien labrados y eneaxados, y en todas
<> en las mas deltas avia leones, tigres, lobos, corras é gatos de diverssas
mane- ras , é lodos en cantidad : á los míales da- ban de comer gallinas
quantas les bastaban (Oviedo y Valdés, 1853 [v3], p.306).

“Tornando á la historia, es de saber, que partidos los chripstianos de Tascaltc-


cle para una cibdad que se dice Chelula, de la qual , en su prosperidad , en el
tiem- po de la guerra salían en campo ochenta ó noventa mili hombres de
guerra , la qual estaba rebelada de Monteguma ; mas por esso no flexó de
acoger á los chrips- tianos é darles muy bien de cenar aque- lla noche , á cada
uno una gallina é torti- llas de mahiz ; é otro dia dixeron que si se querían yr ,
les darían indios que lle- vassen las cargas, como lo hicieron. Allí vinieron
mensajeros de Monteguma, é truxeron un alambor de oro al señor de la cibdad,
y envióle á mandar que atasse los chripstianos é se los llevasse. Y esta- ban
de propóssito de lo poner allí por sus ydolos, á su costumbre, é sacrificá- ronle
cinco niños de edad de tres años cada uno, é cinco mocas vírgines, por- que es
gerinionia que acostumbraban en principio de la guerra. Y era ordinaria cosa en
aquella cibdad , por aquello é otras causas de sus ritos é infernal cos- tumbre,
sacrificar cada año diez mili cria- turas de muchachos é muchachas. Assi que ,
venidas las hamacas pensando que ,los chripstianos se metieran en ellas , hi-
giéronse quatro esquadrones, é con qua- tro capitanes dellos se fueron á
qualro puertas que tenia el apossento que era, un palio gercado de dos estados
, disimu- lando el caso. Los de caballo estaban apergebidos é dentro de una
sala, para que quando se sollasse una escopeta, sa- liessen con mucho
ímpetu, é los demás españoles é gente de pié, é mencassen las manos; é
higiéronlo como leones, é gente puesta en tal estrecho : é fué mucho el daño
que hicieron en los contraríos, tan- to que todos los nuestros estaban teñidos
en sangre , é no podían pisar sino sangro ú hombres muertos. En el instante
llegó la gente de Tascaltecal en favor de los chripstianos, como si vinieran á
valer é porque avian venido para esse efet- to treynta mili hombres , que
estaban es- perando a los chripstianos dos leguas de obra , porque los indios
desta cibdad no los dexaron entrar; mas ofrescieron de lle- var atados á los
chripstianos , y estonces Monteguma pensaba de aver aquella cib- dad , en
achaque que yban á rescebir los pero essotros indios, avisa- dosdestacautela,
nolosdexaronentrar. Assi que , salido el sol , vinieron indios para llevar las
cargas de los chripstianos, é los chripstianos decíanles que truxessen de
comer; é los indios, sonriéndose, de- cían entre sí: «Para qué quieren comer
estos, pues que presto los han de comer á ellos cocidos con axí». E degian
más: «Si Monteguma no se enojasse, aquí los mataríamos nosotros , é nos los
comería- mos». En fin, este secreto se descubrió por la lengua Aimilar (pie los
oya hablar, é lo dixo é avisó a Cortés, é le consej'ó que se tornasse á
Tascaltecle, porque aquella gente era mucha é traydora, é los chrips- tianos
pocos (p.498).”
“Este grand principe Montecuma, el qual, en una grand sala de ciento é
ginqüenta piés de luengo é de ginqüenta de ancho, de grandes vigas é postes
de madera que la sostenían, encima de la qual era todo un terrado ó acutea ,
tenia dentro des- ta sala muchos géneros de aves é de ani- males. Avia
ginqüenta águilas caudales en jaolas, tigres, lobos, culebras, tan grues- sas
como la pierna, de mucho espanto y en sus jaolas assimesmo , é allí se les lle-
vaba la sangre de los hombres é mugercs é niños que sacrificaban, é gebaban
con ella aquellas bestias ; ó avia un suelo fe- cho de la niesma sangre humana
en la di- cha sala, é si se metía un palo ó vara, temblaba el suelo. En entrando
por la sa- la, el hedor era mucho é aborrescible é asqueroso: las culebras
daban grandes é horribles sil vos, é los gemidos é tonos de los otros animales
allí pressos, era una melodía infernal é para poner espanto. Tunian quinientas
gallinas de ración cada dia para la sustentación dessos animales. En medio de
aquella sala avía una capi- lla , á manera de un horno grande , é por encima
chapada de láminas de oro é plata é piedras de muchas maneras , como
ágatas é cornerinas , nicles, topaçios, plasmas de esmeraldas é de otras
suertes muchas é muy bien engastadas. Allí en- traba Montecuma é se retraía
á hablar con el diablo, al qual nombraban. Atezcatepo- ca (que aquella gente
tienen por dios de la guerra) y 61 les daba á entender que era señor é criador
de todo , é que en su mano era el vencer ; é los indios en sus areytos é
cantares é hablas le dan gra- cias, é lo invocan en sus nescessidades (Oviedo
y Valdes, 1853 [v3], p.503-504).”
“Los animales que hay, á lo menos de los que se tuvo noticia, son tigres, dan-
tas ó beoris , ciervos conejos adives, (pie son como corras, é muchos dellos
son muy pintados é gritan toda la noche sin cessar, de quando en quando toda
ella, hasta que comienga a esclarescer el dia siguiente; gatillos , monillos
pardillos con solos dos dientes altos, con que hora- dan las nueces é se comen
lo de dentro, ques malo de despegar de la nuez (Oviedo y Valdés, 1853 [v3],
p.631)”
Bruxos e bruxas:
CAPITULo 11 - En el que se Irada de los areytos é de oirás particularidades de
la gobernación de Nicaragua i sus anexos, é assimcsmo de algunos ritos
¿ (;erimonias de aquella genle, demás é allende de los que la hisloria ha con-
tado
“Es opinión do muchos que en esta go- bernación de Nicaragua hay muchos
bru- xos é bruxas, é que quando quieren se hagen tigres é Icones é pavos é
gallinas é lagartos: é de algunos sobre estas vani- dades se higo.justigía en
León, y ellos mesmos confcssaban que hablaban con el diablo. É hánse
hallado indios é indias muertos, é digen que los matan los bru- xos, quando se
enojan, é á este propóssi- to dígense mili vanidades, que no son pa- ra aqui,
sin tener más expiriengia dello (Oviedo y Valdes, 1855 [v4], p.101).”

INTRODUÇÃO

ORIGEM DO NOME AMÉRICA/INDIAS:

“Y si por la gran distancia que Iray de esta tierra á Eu- ropa la llamaron Indias, teniéndola por la úhima
región del Occidente, no menos bien le dice el nombre por esta razón; y si por la segunda de barruntar
que se continuaba con la India Oriental (COBO, 1890, p110)”.

A divisão da Terra: “OS geógrafos antiguos dividieron toda la Tierra des- cubierta de agua, de que tenían
noticia, en tres partes principales, que son Europa, Asia y África; mas, luego que se descubrieron estas
Indias Occidentales, se pusieron por cuarta parte del Universo con nombre de América; y como las
navegaciones modernas se hayan ido alargando más cada día, han venido á hallar en este hemisferio An-
tartico otra gran parte de tierra separada de la América y mucho más de las otras tres partes antiguas; la
cual conjusto título se puede reputar por quinta parte del Mundo, y por tal siento que se debe poner con
nombre de tierra Austral, á causa de comprehenderse toda ella y sus islas adyacentes, que son muchas,
dentro deste hemisferio Meridional. (COBO, 1890, p84)”
Devido a riqueza foi batizada de Ilha: “Porque si la bautizaron con nombre de In- dias por sus
riquezas, después que así se nombró se ha hallado ser mucho mayores estas riquezas que las que pro-
metió al principio: pues vemos que el día de hoy es mayor sin comparación la riqueza que á Espafía se
lleva en cada flota, que la que solía llevarse en muchos juntos de aque- llos primeros años”. (COBO,
1890, p.110)

Novo Mundo: “El tercero nombre que dio á esta tierra el Almirante D. Cristóbal Colón, su
descubridor, y el que no menos le cuadra que el de Indias, bien considerada la naturaleza y calidades
della, es el de Nuevo Mundo; y así, para memo- ria perpetua del servicio grande que hizo á la corona de
Castilla en este descubrimiento, puso en el escudo de sus armas esta letra: «Por Castilla y por León
Nuevo Mundo halló Colón.» El cual nombre le viene tan á pelo, como lo muestran las cosas que en él se
hallan tan nuevas y extra- ñéis y muy contrarias á toda la doctrina de los antiguos maestros de la filosofía
y diligentes escudriñadores de cosas naturales, á lo cual sin.duda tuvo atención el Almirante Colón para
darle este nombre. Demás de que se movió á ello por descubrirse de nuevo tan gran parte del Universo de
que jamás tuvieron noticia los hombres del Mundo Viejo (COBO, 1890, p.111).”
Atribuían á diversas estrellas diversos ofi- cios, y adorábanlas los que tenían necesidad
de su favor (…) (p.11). ; como á cargo de otra estrella, que llamaban Chuquichinchay,
que es tigre, están los tigres, osos y leones (ACOSTA, 1894, p.12)

DESCENDENTES DE NOÉ:
“Que en esta tierra primero vivían serpientes – amaro- salvajes, sacharuna uchuc ullco,
tigres, otorengo, duendes, hapiñuño, poma, león, atoc, zorra, osos, acumari, huicho y
venados, estos dichos primeiros índios uariuiracocha los mataron y conquistaron la
tierra y señorcaron ellos y se entraron en este reino de las Indioas por mandado de
Dios (AYALA, 1936, p.40).”

en la provincia de Cemaco é en el Darien, Los hombres en una parte son


negros , é en otras provincias son blancos,
ó los unos c los otros son hombres (Oviedo y Valdes, 1831 [v1], p.402).

Poma otorango:

AUCARUNA DE ESTA CUARTA EDAD DE INDIOS llamada Aucapacharuna, descendientes


de Noé [...] esses índios se multiplicaram por 2100 anos.
[...] estos dichos índios se salieron y despoblaron de los dichos Buenos sítios de temor
de la guerra y alzamiento y contradicción que tenían entre ellos, de sus pueblos de
tierra baja se fueron a poblarse en altos y cerros y peñas, y por defenderse, y
comenzaron a hacer fortalezas que ellos llaman púcara, edificaron las paredes y cerco,
y dentro de ellas casas y fortalezas.y esconderijos y pozos para sacar agua de donde
bebían; y comenzaron a reñir y batallar mucha guerra y mortandade con su señor y
rey, y con outro señor y rey, bravos capitanes y valientes y animosos hombres. Y
peleaban com armas que ellos le llamaban chasca chuqui, zuchac sacmana, chambi,
uaruaca, conca cuchona, ayri uallcanca, purapura umachuco, uayllaquepa antara, y
com estas armas se vencían y habían muy mucha uerte y derramiento de sangre, hasta
cautivarse; y se quitaban a sus mujeres e hijos y se quitaban sus sementeiras y chacras,
y acequias de agua y pastos, y fueron muy crueles, que se robaron sus haciendas, ropa,
plata, oro, cobre, hasta llevarle las piedras de moler, que aquellos le llaman maray,
tonay, muchoca, calota y belicosos índios y traidores, y tenían mucho oro y plata puron
cullque, puron curi tenían muchas riquezas; entre ellos adoraron a Dios creador como
los antigos índios y habian mucha caridade y mandamento desde antiguo, Buenos
hombres y buenas mujeres y mucha comida, y mucho multiplico de índios y de
ganados, y se hicieron grandes capitanes y valorosos prínc ipes; de puro valientes dicen
que ellos se tornaban em la batalla em leones y tigres, y zorros y buitres, gabilanes y
gatos de monte, y así sus descendientes hasta hoy se llaman poma otorongo, atoc,
condor anca, usco y viento, acapana, pájaro uayanay, culebra, machacuay, serpiente,
amaro, y así se llamaron de otros animales sus nombrres, y las arnas qye traían sus
antepassados las ganaron en la batalla que ellos tuvieron [...] (AYALA, 1936, p.48).”

LIVRO 9 - el qual 1 ráe- la de la gobernación de la provincia de Veragua , que


es en la Tierra-Firme , en la costa septentrional della
“Parégeos, letor, que para lan breves dias son cosas estas de chripstianos?
¡Oh mal aventurados hombres! pues que os disponéis á buscar esle oro ques
la ver- dadera soga é lago que á tantos lleva al infierno, no lo hagáis con tan
deshonestos y feos atrevimientos, que no solamente perdéis el ser de hombres
ragionales y os convertís en animales brutos y fieros, bestias rapages é tigres
hambrientos é de sangre humana; pero de- más desso perdéis el temor de
Dios é la vergiienga al mando, é ponéis vueslias ánimas en poder del diablo:
mancilláis vuestros debdos é los desais lastimados para que lo que vivieren
sea maldicién- doos, desprefiándosse del amor é afini- dad ó parentesco que
os avian , é nega- rán ser vossoiros de su.pátria contra la natural amistad é
obligación chripsliana, aborresciendo vuestro nombre totalmen- te. Mirad bien
el fin que han hecho lodos los que en semejantes culpas halláredes notados en
estas mis historias; y hallareis en ellas mismas ques la mas extraña é
aborresQida y descomulgada cosa que se puede leer y sospechar entre los
hom- bres, y la mas desechada é culpable é mas desviada de ragon é mas fea
entro chripstianos é la que mas notoriamente ha castigado Dios en estas
partes, donde tales pecados se han cometido, sin aver alguno escapado en
vista de los ojos de lodos. No desespere la hambre ni otra nesgcssidad á
ninguno de la missericor- dia de Dios por trabaxo que tenga pues nunca faltó á
ningund fiel écathólico, que con entera voluntad é fée le llamasse. Los que os
llamáis buenos, no os canséis de serlo, porque no basta al hombre ser
virtuosso, si hasta el fin de la vida no lo conserva, assi lo degia Ciro, rey de los
persas. Los lestrigones en Cecilia, dige Ovidio, que comian á los hombres ex-
tranjeros, é assi intervino con ellos á un compañero de ülixes, segund Home- ro
en la Odisea. Los gícoples hafian lo mismo en essa misma Cecilia ; pero no
u.^aban tal crueldad en sus naturales, «'orno lo hicieron estos mal aventurados,
de quien se ha tractado de susso (Oviedo y Valdés, 1852 [v2], p.490-491)”

IDA DE MONTECZUMA A ESPANHA, COM OURO E TIGRE:


CAPÍTULO CXCII – CÓMO VINO CORTÉS A ESPAÑA
“Hizo Cortés inventario de su hacienda mueble, que la valuaron en doscientos mil
pesos de oro; dejó por gobernadores de su estado y mayor- domos al licenciado Juan
Altamirano, pariente suyo, a Diego de Ocampo, y a un Santa Cruz. Basteció muy bien
dos navíos, dio pasaje y matalotaje franco a cuantos entonces pasaron; embarcó mil y
quinientos marcos de plata, y veinte mil pesos de buen oro, y otros diez mil de oro sin
ley, y mu- chas joyas riquísimas. Trajo consigo a Gonzalo de Sandoval, Andrés de
Tapia y otros conquistadores de los más principales y honrados. Trajo un hijo de
Moteczuma, y otro de Maxixca, ya cristiano, y don Lorencio por nombre, y muchos
caballeros y señores de México, Tlaxcallan y otras ciu- dades. Trajo ocho volteadores
del palo, doce jugadores de pelota, y cier- tos indios e indias muy blancos, y otros
enanos, y otros contrahechos; en fin, venía como gran señor. Y sin todo esto, traía
para ver, tigres, alcatra- ces, un aiotochtli, otro tlacuaci, animal que ensena o embolsa
sus hijos para correr, cuya cola, según las indias, ayuda mucho a parir a las mujeres; y
para dar, gran suma de mantas de pluma y pelo, ventalles, rodelas, plu- majes,
espejos de piedra, y cosas así. Llegó a España en fin del año de 1528, estando la
corte de Toledo. Hinchó todo el reino de su nombre y lle- gada, y todos le querían ver
(GOMARA, 2007, p.367).
Monteczuma entrava em oração para que o diabo pela noite viesse conversar com ele:
CAPITULO LXXIII – CASA DE AVES PARA CAZA
“Los españoles no vieron esto, mas vieron el suelo cuajado de sangre como en
matadero, que hedía terriblemente, y que temblaba si metían un palo; era mucho de
ver el bullicio de los hombres que entraban y salían en esta casa, y que andaban
curando de las aves, animales y sierpes,y nuestros españoles se holgaban de mirar
tanta diversidad de aves, tanta braveza de bestias fieras, y el enconamiento de las
ponzoñosas serpientes; mas empero no podían oír de buena gana los espantosos
silbos de las culebras, los teme- rosos bramidos de los leones, los aullidos tristes del
lobo, ni los fieros gañi- dos de las onzas y tigres, ni los gemidos de los otros animales,
que daban te- niendo hambre o acordándose que estaban acorralados, y no libres
para ejecutar su saña. Y certísimamente era de noche un traslado del infierno y
morada del diablo; y así era ello, porque en una sala de ciento cincuenta pies larga, y
ancha cincuenta, estaba una capilla chapada de oro y plata de grue- sas planchas, con
muchísima cantidad de perlas y piedras, ágatas, corneri- nas, esmeraldas, rubíes,
topacios, y otras así; adonde Moteczuma entraba en oración muchas noches, y el
diablo venía a hablarle, y se le aparecía, y aconsejaba según la petición y ruegos que
oía (GOMARA, 2007, p.144).
GUERREIROS: Habia unas gentes que eran como asesinos, los cua- les se llamaban
JS'ouotzakque, era gente usada, y atrevida para matar, traían consigo del pellejo del
tigre, un pedazo de la frente, y otro del pecho, el cabo de la cola, las uñas, el corazón,
los colmillos y los hocicos: decian que con esto eran fuertes, osados y espantables, á
todos, y todos los temian, y á ninguno habian miedo por razón de tener con- sigo estas
cosas del ^tigre. Estos se llamaban tam- bién Pixequetecolpachoani (SAHAGUN, 1830
[tomo III], p.151).

Da adoração por animais: tigres e leões


“A este tono cualquier cosa que tenga extrañeza entre las de su género, les parecía que
tenia divinidad, hasta hacer esto con pedrczuelas y metales, y aun raíces y frutos de la
tierra, como en las raíces que llaman papas hay unas extrañas, á quien ellos ponen
nombre llallahuas, y las be- san y las adoran. Adoran también osos, leones, tigres y
culebras, porque no les hagan mal. Y como son tales sus dioses, así son donosas las co-
sas que les ofrecen, cuando los adoran. Usan cuando van de camino, echar en los
mismos ca- minos 6 encrucijadas, en los cerros, y principal- mente en las cumbres que
llaman apachitas, cal- zados viejos y plumas, coca mascada, que es una yerba que
mucho usan, y cuando no pueden mas, siquiera una piedra; y todo esto es como ofrenda
para que les dejen pasar, y les den fuerzas, y di- cen que las cobran con esto: como se
refiere en un Concilio provincial del Perú (Com. Limens. 2. P.2 cap.99). Y así se hallan
en esos caminos muy grandes rimeros de estas piedras ofrecidas, y de otras inmundicias
dichas (ACOSTA, 1894, p.18).”
Cada província do Peru tinha sua casa de adoração
“En cada Pro- vincia del Perú [inca] habia una principal Guaca, ó casa de adoración; y
ademas de ésta algunas universa- les, que eran para todos los Reinos de los Incas
(p.44).”
donde esta- ban pintadas muchas culebras, leones, sapos y tigres, diciendo (usachúm)
que significa: Suce- da nuestra victoria bien; y otras palabras en que decían: Piérdanse
las fuerzas de las guacas de nuestros enemigos. Y sacaban unos carneros prie- tos, que
estaban en prisión algunos dias sin comer, que se llamaban urcu, y matándolos decían,
que así como los corazones de aquellos animales esta- ban desmayados, así desmayasen
sus contrarios. Y si en estos carneros veían, que cierta carne que está detrás de el
corazón no se les habia consumi- do con los ayunos y prisión pasada, teníanlo por mal
agüerro (ACOSTA, 1894, p.44)

CAPITULO XXVI – DEL MODO DE PELEAR DE LOS MEJICANOS, Y DE LAS


ORDENES MILITARES QUE TENIAM
“El principal punto de honra ponían los Mejica- nos en la guerra, y así K. s nobles eran
los princi- pales soldados, y otros que no lo eran, por la glo- ria de la milicia subían á
dignidades y cargos, y ser contados entre nobles (p.218).”
“Para defenderse usaban rodelas pequeñas y rscudos, algunas como celadas ó
morriones, y grandísima plumería en ro- -délas y morriones," y vestíanse de pieles de
tigres ó leones, ú otros animales fieros: venían presto a manos con el enemigo, y eran
ejercitados mucho á correr y luchar, porque su modo principal de vencer, no era tanto
matando, como cautivando; y de los cautivos, ""como está dicho, se servían para sus
sacrifícios (ACOSTA, 1894, p.219).”
Em Montezuma haviam 3 ordens de cavaleiros: “Había otra Orden, que decían los
Águilas: otra, que llamaban los Leones y Tigres (p.219).”
“Cada un género de los cuatro dichos tenia en Palacio sus aposentos propios con sus
títulos: al primero llamaban apo- sento de los Príncipes: al segundo de los Águilas: al
tercero de Leones y Tigres: al cuarto de los Pardos, &c. La demás gente común estaba
abajo en sus aposentos mas comunes, y si alguno se alo- jaba fuera de su lugar, tenia
pena de muerte (p.220).”
Tigre como besta:
CAPÍTULO 34 - Kl (altor Johao do Tavira, yendo por el rio grande qué entra en
el golpho de l iaba,
“e que no meres- ciera perdón mi ánima si tales cosas caé que están muchas
provincias aso- ladas é yermas en estas partes, é que no puede avér
disimulación tan terrible y es- panloso daño. Ni penseys que lo que en este
caso aqui he escripto, ó la mayor piule dello, no lo he dicho én España, y en el
Consejo Real de Indias lo dixe mas ha de veynte y quatro años, y lo que se ha
enmendado en estas cosas no ha seydo poco . aunque no del lodo: porque es
mc- nester en algunos subcessos dar lugar al tiempo, y el largo camino desde
acá has- la nuestro Principe es luengo ó dificultoso (p.173).”
“Pero no quiero ni soy de parescer que se cargue (oda la culpa á los seys (pies
di- cho: ni tampoco absuelvo a los particula- res soldados . (pie como
verdaderos mani- goldos ó bucliines ó verdugos ó sayones o ministros de
Satanás, mas enconadas es- padas'é armas han usado, que son los dien- tes é
áni - de los tigres é lobos, con di- ferenciadas é ¡numerables é crueles muer-
tes que han perpetrado, tan incontables confio las estrellas (todavía sacando é
de- sando aparte los virtuosos é comedidos mi- lites a quien olas exorbitancias
nunca plu- guieron, é que eri parte templaron é repre- hendieron á losculpados,
enquanto én ello (lié, e les peSSÓ de ludo lo mal lecho). Ni se crea ni sospeche
que los que males se- mejantes acometieron, lo fueron á pagar al otro mundo;
pues por no tener allá tan- to que penar, o porque su castigo ha de pei
maneseer para siempre sin fin, ó co- mencaronaqui á padescer, para que
acullá como á tales carniceros sean tractados desde la hora que acá mal
acabaron, los mas de los malhechores, é muy pocos son los que á su patria
volvieron, en compa- ración de los que por estas mares é ríos é arenales é
montes é cerros é valles peres- cieron , unos ahogados , otros comidos de
peces c cocalriccs é grandes lagartos é ti- burones, é otros do tigres c bestias
fiera é olios de aves, é otros de hambre, c otros de sed, ó otros de frios
y'helados, é otros a manos de los indios é de otras ma- neras. Pero ¿qué
quereys que se esperasse de tantas diferencias 6 gentes é naseiones
mezcladas ó de extrañas condiciones co- mo á estas Indias lian venido é por
ellas andan?.. Tanto es aquesto perjudicial, que los buenos ó virtuosos
hidalgos, é losper- fettos españoles é gente de honra, que por estas partes
están , viven é andan a mu- cho peligro (Oviedo y Valdés, 1853 [v3], p.173-
174).”

LAS CASAS, Bartolome. Historia de las Indias. Edición, prólogo, notas y cronoligia –
André Saint-Lu. Biblioteca Ayacucho, volume 3, 1986.
Vasco Nuñez chega a Pedradia
“Las gentes de los diecinueve caciques aperreados, viéndose así privados de sus naturales señores, y el
muchacho, hijo de Chiruca, sin su padre, acordaron de juntarse para esperar los españoles, cuando del
Birú tornasen, si pudiesen matarlos. De lo cual estuvo ayuno Morales, y así, cuando tornó, dieron en él de
súbito e hiriéronle luego algunos, y a uno atravesaron una vara por los pechos, que de repente cayó
muerto sin habla. Los españoles como leones peleaban y los ahuyentaban y mataban, pero los indios no
por eso dejaban de tornar sobre ellos, y así los siguieron siete días arreo, hiriendo algunos españoles y
ellos muchos de los indios matando. Viendo que tanto los seguían, los españoles no osaron más
esperarlos, y así una noche diéronles cierta cantonada. Estaba herido allí un español llamado Velázquez,
de tal manera tullido, que no pudo huir, y por no morir a manos de los indios, acordó de ahorcarse a vista
del capitán y de otros que, con lágrimas, dizque se lo estorbaban al malaventurado (p.241).”
“En este pueblo vieron una torre o corno torre, cuadrada, de cantería hecha y blanqueada, con sus gradas;
debía ser su templo, por lo que después se ha visto en toda la Nueva España y Guatemala. Estaba en lo
alto della un ídolo grande con dos leones o tigres que parecían comerlo por los ijares, y una sierpe o
animal que tenía sobre cuarenta píes en largo y como un grueso buey, que tragaba un fiero león; todo de
piedra muy bien labrado. Estaba todo asaz ensangrentado de sangre de los hombres que allí o justiciaban
o sacrificaban, como arriba de la isla de Cozumel hablamos. Estuvieron aquí los españoles tres días
holgándose, tan espantados de vet los edificios de piedra y de las cosas que veían, como los indios de
verlos barbados, vestidos y blancos; y no poco alegres los nuestros con ver las buenas muestras de oro
que hallaban y de lo mucho que la esperanza les prometía y multiplicaba (p.356).”

Leones pardos hay en Tierra-Firme, bermejos é pintados de manchas negras


de la manera ó forma que los he visto traer en la cara al rey Luis de Francia é
otros príncipes en Italia, ó como aquel que tuvo la Cesárea Magestad, que se
murió en Toledo, del qual se hizo mención en el capítulo X , de los tigres , y
como los que hay en Africa : é son ve- loces é fieros; mas ni aquestos ni los
leones rasos yo no sé que hayan fe- cho mal á chripstianos, ni que lo ha- yan
acometido á hacer, como los ti- gres (Oviedo y Valdés, 1830 [v1], p407).”

Província de Darién era uma região de muitos números de tigres.


1522: El año de mili é quinientos é voynte é dos años los regidores de la cibdad de
Sánela María del Darien hecis en nuestro cabildo una ordenanca, en la qual prometimos
quatro ó cinco pesos de oro al que malasse un tigre des- los, \ por este premio se
mataron muchos dellos en breve tiempo, de la manera está dicho , é con cepos assi
mismo. Para mi opinión dicho he lo que siento de ser ó no ser tigres estos ochis ; mas
sea qualquiera de los que se notan en el número de la piel maculada, ó por ven- tura otro
nuevo animal que assi mismo la tiene y no está en la cuenta de los que están escriptos,
porque de muchos animales que hay en Tierra-Firme, y en- tre ellos aquestos que yo
aqui porné (ó los mas dellos), ningun escriptor de los antiguos hace memoria dellos ,
como quier que están en provincias que ignoraban, é que la cosmographia del Tho-
lomeo ni de otros auctores no se lo acor- daba ni lo dixo , hasta que el almiranle don
Cripstóbal Colom nos la enseñó (Oviedo y Valdés, 1830 [v1], p.403)

Los primeros españoles que en la Tier- ra-Firme, en la provincia de Cemaco é en el


Darien , vieron aquellos animales que en aquella tierra los indios llaman ochí,
llamáronles ellos tigre: los quales son tales, como aquel que en la cibdad de Toledo el
año susodicho dieron al Em- perador, nuestro señor, enviado de la Nueva España. Tiene
la hechura de la cabeca como león ú onza pero mas grue- sa, é ella y lodo el cuerpo é
bracosé piernas pintado de manchas negras unas á par de otras, perfiladas de color ber-
meja, que hacen una hermosa labor ó concierto de pintura : en el lomo y á par dél
mayores aquellas manchas , é vánse disminuyendo hácia el vientre y los bra- cos y
cabeca. Este que allí se truxo era pequeño ó nuevo , é á mi parescer podría ser de tres
años ó menos; pero háylos muy mayores en Tierra-Firme. Yo le he visto mas alto que
tres palmos y de mas de cinco de luengo , é son muy doblados é recios de bracos é
piernas, é muy ar- mados de dientes é colmillos é uñas , é en tanta manera fieros , que á
mi pares- cer ningund león real de los muy gran- des es tan fiero ni tan fuerte. Pero creo
bien que los leones son mas denodados y de mas esfuerco. Estos ochís ó tigres, ó mejor
diciendo panteras (porque les falla la ligereca del tigre que se alegó de suso, y estos no
tienen coyunturas en las pier nas postreras é van á saltos), hay muchos dellos en la
Tierra-Firme , é comen á mu- flios indios, é son muy dañosos. Mas co- mo he dicho , yo
no los avria por tigres, viendo lo que se escribe de la ligereca del tigre é lo que se ve de
la torpeca de aquestos ochís . quo tigres llamamos en estas ludias. Verdad es que,
segund las maravillas del mundo y los extremos que las criaturas mas en unas pai tes
que en ¡tras tienen , segund las diversidades de las provincias constelaciones donde se «
rian, ya vemos que las plantas (pie son nocivas en unas parles, son sanas é pro- \
cebosas en otras , como la yuca , que en estas islas mala é en la Tierra-Firme es buena
Eructa. Y por esto diré Sanct Gre- gorio 1 que las hiervas que sustentan á unos animales
, matan á otros (Oviedo y Valdés, 1831 [v1], p.401-402).

História de um Leopardo em Toledo: No dexaré de traer aqui á memoria del letor lo que
se siguió de aquel ochi ó tigre que vino á César, para acordar á los hombres que no
aprendan oflicios bestiales ó de conversación de bestias fieras é indómitas. Al tiempo
queste animal llegó á Toledo, pocos dias antes ó después se murió un león pardo que
César tenia con que cacaba, y esta caca, aunque es rara y de príncipes, no es cosa nueva
ni tan provechosa ni aplacible, como de auctoridad é significar una grandeca que es mas
apropóssito de un cacador é de sus salarios que de otro ninguno. Y cómo so murió aquel
león, quedó vaco el officio, y el leonero , por no perder su ración é quitación suplicó á
César que le hiciesse , merced de aquella guarda é administra- ción del tigre,
ofresciéndose de le doc- trinar é amansar é enseñar á cagar tan domésticamente ó mas
que lo hacia con el león pardo ; y Su Magostad se lo conce- dió , y este cacador lo llevó
á su posada, en una huerta fuera de Toledo, porque las reglas que avia de enseñar á
aquella bestia eran bestiales é para fue- ra de la cibdad. Mas en la verdad él se pudiera
ocupar en otra cosa mas útil de menos peligro á su persona porque aquel tigre era nuevo
é cada dia avie do ser mas regio é fiero é doblársele la ma- ligia. Con todo, por su buena
industria, este cagador ó maestro desta nueva caga de tigres le avie ya sacado de la jaola
é le tenia muy doméstico , atado con muy delgada cuerda, é tan familiar que yo me
espanté de que assi lo vi ; é por salir de dubda el capitán Pamphilo de Narvaez é yo é
otros hombres que estábamos en aquella sagon en la córte sobre negogios de Indias ,
fuimos á ver esta mansedumhumbre del tigre (p.403-404).”
“Y cómo aquel que le doc- trinaba, entendió que aviemos visto estos animales en estas
Indias, quísose infor- mar de nosotros de la genealogía ó plá- tica destas bestias, y
cúponie á mí la ma- no de responderle : y yo le dixe que en- tre qnantos españoles á
estas partes avian passado, (pie eran mochos millares de hombres, no sabia que alguno
dellos uviesse contraído tanta amieiciacon nin- guno deslos ocliís ó tigres, como él tenia
conaquel,yqueporessoeraéldemas mérito en tenerle tan pacifico é benívolo; pero que le
rogaba que no fiasse dél, que era mala bestia, éque dicsse gracias á Dios que le avie
librado del pardo que se avie muerto , é diessc essotro tigre al diablo, y ipie no
durmiessc con él, de una puerta adentro de noclie ni de dia, ni dexasse de estar en vela,
porque si dubda me parecia que ya le vía muerto , ó que á bien librar, le avia de poner
en tra- baxo , é que yo DO alcanzaba otra cosa de la condición destos tigres. Estonces el
, riyéndose é no paresriéndole que yo inerescia gracias por (al consejo, llegó- se al tigre,
o lia\éndole la mano por el lomo, decía : « Eslc i mi filiólo, ¿ un uniólo ¿ lo farro far
miracitle; anri voijlio andar ni la India é portar rinque ó xeij d-c qui.sti ¡>iu picolitti é
voíjlio que César havia una raczia de Imjierator , é voglio que mi dia uno siato. » Quiere
decir esto quel car ador di- \o en su lengua lomhardcsca: Este ani- mal es mi bijo é es
DO ángel éyolc liaré hacer miradlos : antes quiero yr á las In- < lias é traer cinco ó scys
destos mas pe- qaeñltoe , é (piiero que l'.ésar tenga una ara di- Emperador ('• (piiero que
me déun estado. Pues cómo yo y los que allí estábamos, vimos un contentamento,unos
le loaban su buen (1 o y los otro- rallaban ; y jo, romo vi (pie desríaba , ovele
compasión , 6 dixe: Dios lo haga, romo vos lo desseais; pero todavía os acuerdo que no
fie¡« denla bestia, porque vos pensais quél agradesç elo que le enseñays, y esso él no lo
puede aprender sin dieta; y él pienssa que os engaña á vos en sofrir la bain- bre, para
que (¡uando mucho le aqueje é no le deis de comer, confiado vos de su amistad os
lleguéis á rascarle, como agora lo hacéis, y él os haga podaros, tacedme, dixe yo, é
cortadle las uñas, é aun sacádselas de rayz, é aun todos los dientes y colmillos : é no
creáis que selasdióDios, paraquevosle deisá comerá horas diputadas, porque nunca
alguno de su linaje comió en tinelo ni llamado con campana á la tabla, ni tuvo
otrareglasinodevorar, écrueldadána- tura, é queréislo vos hacer observante (p.404).”

on muy fieros y tienen tan fuertes dientes, que los venados que toman comen hasta los
huesos. (MOTOLÍNIA, 2014, p.198).

Llámase este animal ocotochtli. De estos animales he yo visto uno de ellos. De los
grifos, ha más de ochenta años que no parecen ni hay memo- ria de ellos
(MOTOLÍNIA, 2014, p.198).

“Tiene cosas prodigiosas este animal; porque es animoso y feroz como un León;
(COBO, 1891 [tomo II], p.315-316).”
Acá en estas Indias los hay muy fieros donde he dicho; assi como en la tierra del gran
príncipe Bogotá, que los españoles llaman Nuevo Reyno de Granada: é son de muy
hermoso pelo é para ricos enforros de señores ú altos hombres de Estado, é los indios es
tímanlos mucho (Oviedo y Valdés, 1830 [v1], p.406-407).
La propiedad del tigre es, que come animales como son ciervos, conejos, y otros
semejantes, es regalado, y no es para trabajo [...] y de noche vé los animales que ha de
cazar: tiene muy larga vista, aunque haga muy obscuro [...] (SAHAGUN, 1830 [tomo
III], p.150)
“Tiene cosas prodigiosas este animal; porque es animoso y feroz como un León; de
ningún animal huye, á cualquiera espera y hace rostro, y lo mismo á la gente; antes, en
viendo un hombre, arremete á él con gran furia. Tiene gran odio y enemistad con el
Tigre, porque el Tigre gusta mucho de su carne; el cual, para cazarlos, se pone escon-
dido por donde los Zahinas han de pasar, y esto es de ordinario junto á un árbol, para
tener donde guarecerse; y cuando ellos van pasando, acomete al postrero y de una
manotada lo abre; mas, apenas lo ha herido y el puerquecillo levanta la voz,

cuando revuelven todos los de la manada sobre el Tigre, el cual se libra de sus enemigos
subiéndose ligeramente en el árbol, y los Zahinas, con gran rabia, suelen estar más de
dos horas dando crueles navaja-as en el tronco, hasta que, cansándose, se van. Entonces
baja el Tigre y se come la caza que dejó muerta (COBO, 1891 [tomo II], p.315-316).”
Las noches que los indios duermen en el agua en aquellos acalme no se tienen de
descuidar por temor de las bestias marinas, y por temor de los tigres y leones no osan
salir a tierra. (MOTOLINIA, 2014, p.214-5)

cuando vé al cazador con su arco y saetas, no huye, si no siéntase mirando acia él sin
ponerse detrás de alguna cosa, ni arrimarse á nada, luego comienza^ á hipar, y aquel
aire enderézale acia el cazador á proposito de ponerle temor y miedo, y des- mayarle el
con el hipo, y el cazador comienza luego á tirarle, y la primera saeta, que es de caña,
tómala el tigre con la mano, y hacela pedazos con los dientes, y comienza á regañar y
gruñir, y echándole otra saeta, hace lo misino (SAHAGUN, 1830 [tomo III], p.150).”

Los leones que que por allá yo he visto, no son vermejos, ni tienen aquellas vedijas con
que los acostumbran pintar: son pardos, y no tan bravos como los pintan. Para cazarlos
se juntan los Indios en torno, que ellos llaman chaco, y á pedradas, y con palos y otros
instrumentos los matan. Usan encaramarse también en árboles estos leones, y allí con
lanzas ó con ballestas, y mejor con arcabuz, los matan (ACOSTA, 1894, p.422-423).”

Los leones que que por allá yo he visto, no son bermejos, ni tienen aquellas vedijas con
que los acostumbran pintar: son pardos, y no tan bravos como los pintan. Para cazarlos
se juntan los Indios en torno, que ellos llaman chaco, y á pedradas, y con palos y otros
instrumentos los matan. Usan encaramarse también en árboles estos leones, y allí con
lanzas ó con ballestas, y mejor con arcabuz, los matan (ACOSTA, 1894, p.422-423).”

“Yo os prometo que si vivimos un año que ó vos ó el tigre avés de ser muertos;
y perdonadme, que en verdad (pie os hé lástima." Mis palabras no le supieron
bien ó dixo quél me rengraciaba pero quél sabia muy bien aquel oflicio. (lomo
yo no tenia nosccssídnd de le aprender, nos fuimos riendo de su desatino. \ en
la verdad yo quedé confiado que aquella amistad avie de durar poco, porque
aun (piando el cacador le rascaba, el tigre no sé qué se decía recado ó
murmuraba en- tre dientes. Finalmente que no passaron ocho días después,
(¡uando entredós ovo no sé que desacuerdo sobre sus liciones, y el ligre le
oviera de matar al maestro, é le tracto de manera (pie si no fuera so- corrido, le
maiiira. Desde á ¡loro tiempo el tigre se murió, ó su maestro le ayudó á morir, lo
qual creo yo mas. Y en la verdad tales anim
Y pues destos animales se ha tractado, diré un caso que en el Nombre de Dios Idos
araesrio ron un ligre deslos, que 1 dubda es cosa notable. Andaba por ali un tigre, y
entraba de noche en el pueblo é mataba gallinas é perros é otros animales, é aun indios
mansos, é hacia mucho daño, é armáronle con una alca- prima é de manera quél cayó en
el lago, é quedó colgado por un braco extendido alto , é apenas llegaba con los pies al
suelo. É cómo fué preso, dió un brami- do , al qual acudió toda la gente , é ya estaban en
vela: ó con una ballesta recia, desde á ocho ó diez pasos , un buen ballestero dióle con
un rallón é metiósele hasta las plumas; é cómo se sintió heri- do, dió otro bramido é un
tirón, que oviera de derribar una viga, de dó pen-día la soga que le tenia ; é diéronse
prisa a tornar á armar la ballesta , é tiráronletres ó quatro lancones, é ni ellos ni la saeta
no le pudo passar aun el cuero: que assi cómo le dieron unas dos saetadas, se caian las
saetas é los lancones en tierra. É de tal manera se armó el tigre, que si el primero tiro no
(que aquel le tomó desapercibido), ningund otro le en- tró ni le hico daño pero por aquel
se desangró é se le acabó la vida. Esto fue año de mili é quinientos é veynte y cin- co , y
todo aquel pueblo lo vió é es no- torio. Y esto baste quanto á los tigres de Tierra-Firme,
que los indios llaman ochís en la lengua de Cueva , y en la de Nica- ragua se dice teguan
(al animal , é assi en diferentes provincias diferenciada- mente los nombran (Oviedo y
Valdés, 1830 [v1], p.404-405).”

História que índio matou tigre:

“Estos indios, que assi hallaron atados, perlificaron mucho la riqueza de IMela, é
lleváronlos á los navios; é conlinuaron su camino, é ya el rio de Huyapari [rio Huyapari
(atual rio Orenoco, Venezuela] estaba en su curso ordinario, é subccdió una cosa ques
notable y fué aquesta. Que en la una y en la olra costa del rio, assi co-. ino el agua yba
siendo menos, assi se veiau muchos tigres fieros por la ribera; y una noche huyéronse
dos indias de los navios , é topó un tigre con ellas é mató la una é comióla, é yendo
ciertos compañeros chripstianos á las buscar, vieron el tigre y no tenia sino sola la
cabega por comer de la india muerta, y la otra india viva estaba alli junto asustada ; y
cómo el tigre vido á los chripstianos, fué á la olra é matóla, é fuesse (Oviedo y Valdes,
1852 [v2], p.220)

Bufeos:
“Y junto al pueblo de Aruacay se ha dicho ; y en medio de todas ellas po- hay
una laguna de agua dulce de mas 'de seys leguas de circunferencia, y sale por
un estero al rio de Huyapari : en la qual hay todo^ los pescados que en. el rio, y
assimesmo unos tan grandes ó mayores que uynas, que tienen en la frente un
agujero [lor ilondc arroxan el agua en al- to, y llámanse bufeos: su pescado es
á manera de vaca , y mútanlos con harponcs en la laguna desde canoas , y
también los matan en el rio, quando van los navios navegando, á los quales se
allegan (p.222).”
ESPANHOL MORTO POR TIGRE

EXPLICAR AS REGIOÕES E O PORQUE DE CHAMAR GATO ANDINO


Gato cervales animal fiero é de la manera y hechura y color (píelos galos parddlos
pequeños, mansos domésticos, que tenemos en la casa, para la guerra de los ratones.

Mas estos cervales son tan grandes ó mayores que los tigre ú orlos, de quien |6 tracto en
el capítulo X , y es el mas feroz animal (pie hay en la mas temen , porque es mas ligero
de todos los (pie por allá hay (i se han visto, y muy osado. Fn la Nueva España y (días
parles dcstas Indias los hay.

Yo vi el año de 1504 uno destos gato muerto á par é al pié de la peña de Amboto en
Vizcaya , el (pial deslicé de una breña rasa e minio del golpe que dio abaxo. E aunque
he visto muchos Tierra-Firme, y del que lo» chripstianos mas temen , porque es mas
ligero de todos los (pie por allá hay (i se han visto, y muy osado. En la Nueva España y
(días parles dcstas Indias los hay. Yo vi el año de mili 6 quinientos y quatro uno destos
gato- muerto á par é al pié de la peña de Amboto en Vizcaya , el (pial deslicé de una
breña rasa e minio del golpe que dio abaxo. F aunque he visto muchos tigre en las Indias
ú ocliis, é muchos leo- nes reales en España é Italia é Flandes, en especial en Gante , en
el palacio de César, vi uno muy fiero é viejo el año de 1516; mas en todos ellos no he
visto animal de tan fieros colmillos é dientes é uñas, como era el que he dicho que vi
junto á la peña de Amboto. (Oviedo y Valdés, 1830 [v1], p.406-407)
TIGRE E LEAO QUE MATAM INDIOS

DOS CAC
REALOCAR SELVAGEM: Existe um relato feito pelo frei dominicano espanhol
Lizárraga (1916, p.236-237) nessa região dos Andes, que diz a respeito da morte de
quem não havia aceitado Deus e se convertido ao cristianismo e a Igreja Católica. De
acordo com a descrição, havia tigres muito terríveis entre os Ingás e, certa feita, um
desses tigres adentrou em uma casa onde dormiam muitos índios, entre eles, havia
apenas um nativo que não tinha sido batizado e seguido os ensinamentos jesuítas. A fera
levou esse índio não cristão para fora da casa e deixou os outros que já eram cristãos
sem importunações.
Toda aquella tierra, como otras muchas que contienen millares de leguas,
( Llenísimas (latinismo) estando de gentes refertísimas iy, está hoy desierta y habitada
de fieras bestias, mayormente de tigres.(p.605)”

“Los pueblos que están más abajo a la costa, en sabiendo que los flaires andan
visitando, luego van a los recebir y a llevar en acalme o barcas en que vengan a sus
pueblos, que la tierra hacia la costa en muchas partes se manda por los ríos, por estar
perdidos los caminos por la falta de la gente, porque está muy despoblada según lo que
solía ser bien poblada y abundante de gente, que, por una parte, los grandes tributos y
servicios y casas que hacían a los españoles lejos de sus pueblos, y esclavos que sacaron
y los hicie- ron sin lo ser, y en otras partes, guerras y entradas que los espa- ñoles
hicieron, han quedado pocos indios. (MOTOLÍNIA, 2014, p.212-3).”
Es el Miztli um animal igual o congénere de nuestro león no crinado, de color pardo em
su infância, leonado em su juventude y a veces rojizo o blanquecino, pero más
corpulento (lo cual se debe tal vez a la diversidade de las regiones) y mucho menos
ferozes. (HERNANDÉZ, 1959 [v3], p.301)
También es semejante al león el quamizli, de donde le vino el nombre, pero más manso
y más ágil, por lo que algunos españoles han creído que es pantera. A las mismas
variedades pertenece el mazamizli, que tomó su nombre del ciervo y del león, pues
recurdo al uno o al otro en algunas partes de su cuerpo, y también el cuitlamizli, cuyo
nombre se forma de los del lobo y del león, y que és más grueso que éste, más chico y
más manso, vive este animal de la caza de ciervos, de gallinas y huevos, y mata
asimismo, mientras no se sacia, cuantos animales encuentra; pero cuando ha satisfecho
su hambre duerme durante dos o tres días, y se abstiene de la presa hasta que vuelve a
estar hambriento( HERNANDÉZ, 1959 [v3], p.301)
Hay además el tlalmiztli, menor que un gato pero con cabeza de león, y cuya imagen
damos para que se admire el parecido que existe en tan pequeño cuerpo con el león, el
más feroz casi de todos los animales (HERNANDÉZ, 1959 [v3], p.301).
A esta variedad pertenecía quizá el pequeño león que, según me dicen, llevado de la isla
Margarita al rey Felipe, murió en la travesía (HERNANDÉZ, 1959 [v3], p.301-302)
COMERAM MUITOS INDIOS
Y por otra parte, los tigres y leones han comido mucha gente, lo cual no solían hacer
antes que los españoles viniesen. La causa de esto se cree que es que cuando la gente era
mucha, los tigres y leones no osaban salir ni bajar de las montañas altas a lo bajo, y
después encarnizáronse en los indios que morían por los caminos, o fue por permisión
de Dios, porque cuando todos los otros pueblos de la tierra rece- bían la fe y el
baptismo, entonces también fuera razón que ellos despertaran y buscaran al verdadero
Dios, y no lo hicieron. Acon- tecioles a éstos como a los gentiles advenedizos que
poblaron a Samaria, que porque no temieron a Dios ni le adoraron, mandó Dios a los
leones que descendiesen de las montañas y los mata- sen y comiesen.6 De esta manera
acá, en este tiempo que digo, los leones y tigres salían a los pueblos de las costas y
mataron y comieron muchos indios y algunos españoles a vueltas; tanto, que casi se
despoblaron muchos pueblos y a los indios les fue forzado a desamparar la tierra, y los
que quedaron en ella morar juntos y hacer cercados y palenques,7 y aun con todo esto si
de noche no se velaban no estaban seguros (MOTOLÍNIA, 2014, p.212-3).”
“6. Referencia a II Reyes, 17, 24-28, en el que se hace refe- rencia al origen de los
samaritanos. 7. palenque: ‘cercado o valla (p.213).”
CAHORROS QUE MATAM TIGRES E LEONES
Y en- tre otros perros tenía uno, que degia que aquel solo , sin ayuda de otros canes,
avia matado á dos ó tres de aquellos tigres. É me mostró el cuero de uno dellos tan ne-
gro como un terciopelo é muy lindo el pe- lo ; é rae decia que eran mayores é más fieros
tigres los negros que los pintados: é al perro se le páresela bien en la lucha
éinsigniasdesusbatallas porqueassila carao cabeca, como todo el cuerpo, tenia lleno de
las señales de las heridas é cica- trices que avia baratado é ávido de las
uBasédientesdelostigres Émejuraba aquel Aviles que no daría el perro por quinientos
pcssos de oro; porque decía que sus puercos valían más de mili, é que si los tenia, era
por aquel perro, porque sin él ya se los ovieran muerto todos los leones é tigres, é assi
ya no osaban lle- garse al charco de sus puercos, en oyen- doladrarunperro
qualquieraquefues- se, para el qual efelto estaba ya bien pro- veydo de canes ( Oviedo y
Valdés, 1855 v[4], p.64).”

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