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Re Locar
Re Locar
Lockhart, James (1992). The Nahuas After the Conquest: A Social and Cultural History of the Indians
of Central Mexico, Sixteenth Through Eighteenth Centuries. Stanford: Stanford University Press.
Adams, Richard E. W. (2005) [1977]. Prehistoric Mesoamerica 3rd ed. Norman, Oklahoma:
University of Oklahoma Press. ISBN 978-0-8061-3702-5. OCLC 58975830
FAVRE, Henri. A civilização Inca, Editora : Zahar; 1ª edição (11 janeiro 1987)
ebook disponível em
25
SANTOS, Eduardo Natalino. Deuses do México Indígena. Palas Athena: São Paulo, 2002. p.
276.
FLORESCANO, Enrique.Hacia uma nueva interpretación del mito de Quetzalcóatl. In:
______. El mito de Quetzalcóatl. 2a ed. México: Fondo de Cultura Económica, 1999.
1.3.
O frei dominicano Reginaldo de Lizárraga (2006, p.59-60), autor de Descripción
Colonial, relata que os chiriguanos de Potosí, foram taxados de “selvagens”, pois,
teriam sido indagados por um padre carmelita acerca do “vício bestial de comer carne
humana”. Como resposta, disseram que, se eventualmente a comiam assada, mas que a
trinta léguas daquele local, havia outros índios denominados Tobas que a devoravam
crua.
A passagem relatada pelo escritor europeu Garcilaso (1918, p.35) a respeito dos
nativos que viviam nos Andes e comiam carne humana, enfatiza a adoração ao
demônio, representado por alguma figura animal, pois não tinham nenhum Deus e,
muito menos, nenhuma lei.
Os nativos que viviam na América espanhola exerciam um grande conhecimento de
astrologia e de elementos da natureza aos quais divinizavam astros, plantas, animais e
pedras (SANTOS, 2020; GRUZINSKI, 2003). Acosta (1894, p.12) exemplifica a
atribuição de diversas estrelas nas quais os nativos adoravam, a exemplo da
Chuquichinchay, podendo ser representada por jaguares, leões e ursos. No Perú,
chamavam a Terra de Pachamama e o mar de Mamacocha, assim como também
cultuavam o sol, chamando de Punchao, e o trovão, chamando de Illapa. Havia ainda, o
culto a seus reis e antepassados aos quais os imortalizavam através do processo de
mumificação de seus corpos, fato que chocou os missionários (HORSWELL, 2013).
3
INTRODUÇÃO
“Y si por la gran distancia que Iray de esta tierra á Eu- ropa la llamaron Indias, teniéndola por la úhima
región del Occidente, no menos bien le dice el nombre por esta razón; y si por la segunda de barruntar
que se continuaba con la India Oriental (COBO, 1890, p110)”.
A divisão da Terra: “OS geógrafos antiguos dividieron toda la Tierra des- cubierta de agua, de que tenían
noticia, en tres partes principales, que son Europa, Asia y África; mas, luego que se descubrieron estas
Indias Occidentales, se pusieron por cuarta parte del Universo con nombre de América; y como las
navegaciones modernas se hayan ido alargando más cada día, han venido á hallar en este hemisferio An-
tartico otra gran parte de tierra separada de la América y mucho más de las otras tres partes antiguas; la
cual conjusto título se puede reputar por quinta parte del Mundo, y por tal siento que se debe poner con
nombre de tierra Austral, á causa de comprehenderse toda ella y sus islas adyacentes, que son muchas,
dentro deste hemisferio Meridional. (COBO, 1890, p84)”
Devido a riqueza foi batizada de Ilha: “Porque si la bautizaron con nombre de In- dias por sus
riquezas, después que así se nombró se ha hallado ser mucho mayores estas riquezas que las que pro-
metió al principio: pues vemos que el día de hoy es mayor sin comparación la riqueza que á Espafía se
lleva en cada flota, que la que solía llevarse en muchos juntos de aque- llos primeros años”. (COBO,
1890, p.110)
Novo Mundo: “El tercero nombre que dio á esta tierra el Almirante D. Cristóbal Colón, su
descubridor, y el que no menos le cuadra que el de Indias, bien considerada la naturaleza y calidades
della, es el de Nuevo Mundo; y así, para memo- ria perpetua del servicio grande que hizo á la corona de
Castilla en este descubrimiento, puso en el escudo de sus armas esta letra: «Por Castilla y por León
Nuevo Mundo halló Colón.» El cual nombre le viene tan á pelo, como lo muestran las cosas que en él se
hallan tan nuevas y extra- ñéis y muy contrarias á toda la doctrina de los antiguos maestros de la filosofía
y diligentes escudriñadores de cosas naturales, á lo cual sin.duda tuvo atención el Almirante Colón para
darle este nombre. Demás de que se movió á ello por descubrirse de nuevo tan gran parte del Universo de
que jamás tuvieron noticia los hombres del Mundo Viejo (COBO, 1890, p.111).”
Atribuían á diversas estrellas diversos ofi- cios, y adorábanlas los que tenían necesidad
de su favor (…) (p.11). ; como á cargo de otra estrella, que llamaban Chuquichinchay,
que es tigre, están los tigres, osos y leones (ACOSTA, 1894, p.12)
DESCENDENTES DE NOÉ:
“Que en esta tierra primero vivían serpientes – amaro- salvajes, sacharuna uchuc ullco,
tigres, otorengo, duendes, hapiñuño, poma, león, atoc, zorra, osos, acumari, huicho y
venados, estos dichos primeiros índios uariuiracocha los mataron y conquistaron la
tierra y señorcaron ellos y se entraron en este reino de las Indioas por mandado de
Dios (AYALA, 1936, p.40).”
Poma otorango:
LAS CASAS, Bartolome. Historia de las Indias. Edición, prólogo, notas y cronoligia –
André Saint-Lu. Biblioteca Ayacucho, volume 3, 1986.
Vasco Nuñez chega a Pedradia
“Las gentes de los diecinueve caciques aperreados, viéndose así privados de sus naturales señores, y el
muchacho, hijo de Chiruca, sin su padre, acordaron de juntarse para esperar los españoles, cuando del
Birú tornasen, si pudiesen matarlos. De lo cual estuvo ayuno Morales, y así, cuando tornó, dieron en él de
súbito e hiriéronle luego algunos, y a uno atravesaron una vara por los pechos, que de repente cayó
muerto sin habla. Los españoles como leones peleaban y los ahuyentaban y mataban, pero los indios no
por eso dejaban de tornar sobre ellos, y así los siguieron siete días arreo, hiriendo algunos españoles y
ellos muchos de los indios matando. Viendo que tanto los seguían, los españoles no osaron más
esperarlos, y así una noche diéronles cierta cantonada. Estaba herido allí un español llamado Velázquez,
de tal manera tullido, que no pudo huir, y por no morir a manos de los indios, acordó de ahorcarse a vista
del capitán y de otros que, con lágrimas, dizque se lo estorbaban al malaventurado (p.241).”
“En este pueblo vieron una torre o corno torre, cuadrada, de cantería hecha y blanqueada, con sus gradas;
debía ser su templo, por lo que después se ha visto en toda la Nueva España y Guatemala. Estaba en lo
alto della un ídolo grande con dos leones o tigres que parecían comerlo por los ijares, y una sierpe o
animal que tenía sobre cuarenta píes en largo y como un grueso buey, que tragaba un fiero león; todo de
piedra muy bien labrado. Estaba todo asaz ensangrentado de sangre de los hombres que allí o justiciaban
o sacrificaban, como arriba de la isla de Cozumel hablamos. Estuvieron aquí los españoles tres días
holgándose, tan espantados de vet los edificios de piedra y de las cosas que veían, como los indios de
verlos barbados, vestidos y blancos; y no poco alegres los nuestros con ver las buenas muestras de oro
que hallaban y de lo mucho que la esperanza les prometía y multiplicaba (p.356).”
História de um Leopardo em Toledo: No dexaré de traer aqui á memoria del letor lo que
se siguió de aquel ochi ó tigre que vino á César, para acordar á los hombres que no
aprendan oflicios bestiales ó de conversación de bestias fieras é indómitas. Al tiempo
queste animal llegó á Toledo, pocos dias antes ó después se murió un león pardo que
César tenia con que cacaba, y esta caca, aunque es rara y de príncipes, no es cosa nueva
ni tan provechosa ni aplacible, como de auctoridad é significar una grandeca que es mas
apropóssito de un cacador é de sus salarios que de otro ninguno. Y cómo so murió aquel
león, quedó vaco el officio, y el leonero , por no perder su ración é quitación suplicó á
César que le hiciesse , merced de aquella guarda é administra- ción del tigre,
ofresciéndose de le doc- trinar é amansar é enseñar á cagar tan domésticamente ó mas
que lo hacia con el león pardo ; y Su Magostad se lo conce- dió , y este cacador lo llevó
á su posada, en una huerta fuera de Toledo, porque las reglas que avia de enseñar á
aquella bestia eran bestiales é para fue- ra de la cibdad. Mas en la verdad él se pudiera
ocupar en otra cosa mas útil de menos peligro á su persona porque aquel tigre era nuevo
é cada dia avie do ser mas regio é fiero é doblársele la ma- ligia. Con todo, por su buena
industria, este cagador ó maestro desta nueva caga de tigres le avie ya sacado de la jaola
é le tenia muy doméstico , atado con muy delgada cuerda, é tan familiar que yo me
espanté de que assi lo vi ; é por salir de dubda el capitán Pamphilo de Narvaez é yo é
otros hombres que estábamos en aquella sagon en la córte sobre negogios de Indias ,
fuimos á ver esta mansedumhumbre del tigre (p.403-404).”
“Y cómo aquel que le doc- trinaba, entendió que aviemos visto estos animales en estas
Indias, quísose infor- mar de nosotros de la genealogía ó plá- tica destas bestias, y
cúponie á mí la ma- no de responderle : y yo le dixe que en- tre qnantos españoles á
estas partes avian passado, (pie eran mochos millares de hombres, no sabia que alguno
dellos uviesse contraído tanta amieiciacon nin- guno deslos ocliís ó tigres, como él tenia
conaquel,yqueporessoeraéldemas mérito en tenerle tan pacifico é benívolo; pero que le
rogaba que no fiasse dél, que era mala bestia, éque dicsse gracias á Dios que le avie
librado del pardo que se avie muerto , é diessc essotro tigre al diablo, y ipie no
durmiessc con él, de una puerta adentro de noclie ni de dia, ni dexasse de estar en vela,
porque si dubda me parecia que ya le vía muerto , ó que á bien librar, le avia de poner
en tra- baxo , é que yo DO alcanzaba otra cosa de la condición destos tigres. Estonces el
, riyéndose é no paresriéndole que yo inerescia gracias por (al consejo, llegó- se al tigre,
o lia\éndole la mano por el lomo, decía : « Eslc i mi filiólo, ¿ un uniólo ¿ lo farro far
miracitle; anri voijlio andar ni la India é portar rinque ó xeij d-c qui.sti ¡>iu picolitti é
voíjlio que César havia una raczia de Imjierator , é voglio que mi dia uno siato. » Quiere
decir esto quel car ador di- \o en su lengua lomhardcsca: Este ani- mal es mi bijo é es
DO ángel éyolc liaré hacer miradlos : antes quiero yr á las In- < lias é traer cinco ó scys
destos mas pe- qaeñltoe , é (piiero que l'.ésar tenga una ara di- Emperador ('• (piiero que
me déun estado. Pues cómo yo y los que allí estábamos, vimos un contentamento,unos
le loaban su buen (1 o y los otro- rallaban ; y jo, romo vi (pie desríaba , ovele
compasión , 6 dixe: Dios lo haga, romo vos lo desseais; pero todavía os acuerdo que no
fie¡« denla bestia, porque vos pensais quél agradesç elo que le enseñays, y esso él no lo
puede aprender sin dieta; y él pienssa que os engaña á vos en sofrir la bain- bre, para
que (¡uando mucho le aqueje é no le deis de comer, confiado vos de su amistad os
lleguéis á rascarle, como agora lo hacéis, y él os haga podaros, tacedme, dixe yo, é
cortadle las uñas, é aun sacádselas de rayz, é aun todos los dientes y colmillos : é no
creáis que selasdióDios, paraquevosle deisá comerá horas diputadas, porque nunca
alguno de su linaje comió en tinelo ni llamado con campana á la tabla, ni tuvo
otrareglasinodevorar, écrueldadána- tura, é queréislo vos hacer observante (p.404).”
on muy fieros y tienen tan fuertes dientes, que los venados que toman comen hasta los
huesos. (MOTOLÍNIA, 2014, p.198).
Llámase este animal ocotochtli. De estos animales he yo visto uno de ellos. De los
grifos, ha más de ochenta años que no parecen ni hay memo- ria de ellos
(MOTOLÍNIA, 2014, p.198).
“Tiene cosas prodigiosas este animal; porque es animoso y feroz como un León;
(COBO, 1891 [tomo II], p.315-316).”
Acá en estas Indias los hay muy fieros donde he dicho; assi como en la tierra del gran
príncipe Bogotá, que los españoles llaman Nuevo Reyno de Granada: é son de muy
hermoso pelo é para ricos enforros de señores ú altos hombres de Estado, é los indios es
tímanlos mucho (Oviedo y Valdés, 1830 [v1], p.406-407).
La propiedad del tigre es, que come animales como son ciervos, conejos, y otros
semejantes, es regalado, y no es para trabajo [...] y de noche vé los animales que ha de
cazar: tiene muy larga vista, aunque haga muy obscuro [...] (SAHAGUN, 1830 [tomo
III], p.150)
“Tiene cosas prodigiosas este animal; porque es animoso y feroz como un León; de
ningún animal huye, á cualquiera espera y hace rostro, y lo mismo á la gente; antes, en
viendo un hombre, arremete á él con gran furia. Tiene gran odio y enemistad con el
Tigre, porque el Tigre gusta mucho de su carne; el cual, para cazarlos, se pone escon-
dido por donde los Zahinas han de pasar, y esto es de ordinario junto á un árbol, para
tener donde guarecerse; y cuando ellos van pasando, acomete al postrero y de una
manotada lo abre; mas, apenas lo ha herido y el puerquecillo levanta la voz,
cuando revuelven todos los de la manada sobre el Tigre, el cual se libra de sus enemigos
subiéndose ligeramente en el árbol, y los Zahinas, con gran rabia, suelen estar más de
dos horas dando crueles navaja-as en el tronco, hasta que, cansándose, se van. Entonces
baja el Tigre y se come la caza que dejó muerta (COBO, 1891 [tomo II], p.315-316).”
Las noches que los indios duermen en el agua en aquellos acalme no se tienen de
descuidar por temor de las bestias marinas, y por temor de los tigres y leones no osan
salir a tierra. (MOTOLINIA, 2014, p.214-5)
cuando vé al cazador con su arco y saetas, no huye, si no siéntase mirando acia él sin
ponerse detrás de alguna cosa, ni arrimarse á nada, luego comienza^ á hipar, y aquel
aire enderézale acia el cazador á proposito de ponerle temor y miedo, y des- mayarle el
con el hipo, y el cazador comienza luego á tirarle, y la primera saeta, que es de caña,
tómala el tigre con la mano, y hacela pedazos con los dientes, y comienza á regañar y
gruñir, y echándole otra saeta, hace lo misino (SAHAGUN, 1830 [tomo III], p.150).”
Los leones que que por allá yo he visto, no son vermejos, ni tienen aquellas vedijas con
que los acostumbran pintar: son pardos, y no tan bravos como los pintan. Para cazarlos
se juntan los Indios en torno, que ellos llaman chaco, y á pedradas, y con palos y otros
instrumentos los matan. Usan encaramarse también en árboles estos leones, y allí con
lanzas ó con ballestas, y mejor con arcabuz, los matan (ACOSTA, 1894, p.422-423).”
Los leones que que por allá yo he visto, no son bermejos, ni tienen aquellas vedijas con
que los acostumbran pintar: son pardos, y no tan bravos como los pintan. Para cazarlos
se juntan los Indios en torno, que ellos llaman chaco, y á pedradas, y con palos y otros
instrumentos los matan. Usan encaramarse también en árboles estos leones, y allí con
lanzas ó con ballestas, y mejor con arcabuz, los matan (ACOSTA, 1894, p.422-423).”
“Yo os prometo que si vivimos un año que ó vos ó el tigre avés de ser muertos;
y perdonadme, que en verdad (pie os hé lástima." Mis palabras no le supieron
bien ó dixo quél me rengraciaba pero quél sabia muy bien aquel oflicio. (lomo
yo no tenia nosccssídnd de le aprender, nos fuimos riendo de su desatino. \ en
la verdad yo quedé confiado que aquella amistad avie de durar poco, porque
aun (piando el cacador le rascaba, el tigre no sé qué se decía recado ó
murmuraba en- tre dientes. Finalmente que no passaron ocho días después,
(¡uando entredós ovo no sé que desacuerdo sobre sus liciones, y el ligre le
oviera de matar al maestro, é le tracto de manera (pie si no fuera so- corrido, le
maiiira. Desde á ¡loro tiempo el tigre se murió, ó su maestro le ayudó á morir, lo
qual creo yo mas. Y en la verdad tales anim
Y pues destos animales se ha tractado, diré un caso que en el Nombre de Dios Idos
araesrio ron un ligre deslos, que 1 dubda es cosa notable. Andaba por ali un tigre, y
entraba de noche en el pueblo é mataba gallinas é perros é otros animales, é aun indios
mansos, é hacia mucho daño, é armáronle con una alca- prima é de manera quél cayó en
el lago, é quedó colgado por un braco extendido alto , é apenas llegaba con los pies al
suelo. É cómo fué preso, dió un brami- do , al qual acudió toda la gente , é ya estaban en
vela: ó con una ballesta recia, desde á ocho ó diez pasos , un buen ballestero dióle con
un rallón é metiósele hasta las plumas; é cómo se sintió heri- do, dió otro bramido é un
tirón, que oviera de derribar una viga, de dó pen-día la soga que le tenia ; é diéronse
prisa a tornar á armar la ballesta , é tiráronletres ó quatro lancones, é ni ellos ni la saeta
no le pudo passar aun el cuero: que assi cómo le dieron unas dos saetadas, se caian las
saetas é los lancones en tierra. É de tal manera se armó el tigre, que si el primero tiro no
(que aquel le tomó desapercibido), ningund otro le en- tró ni le hico daño pero por aquel
se desangró é se le acabó la vida. Esto fue año de mili é quinientos é veynte y cin- co , y
todo aquel pueblo lo vió é es no- torio. Y esto baste quanto á los tigres de Tierra-Firme,
que los indios llaman ochís en la lengua de Cueva , y en la de Nica- ragua se dice teguan
(al animal , é assi en diferentes provincias diferenciada- mente los nombran (Oviedo y
Valdés, 1830 [v1], p.404-405).”
“Estos indios, que assi hallaron atados, perlificaron mucho la riqueza de IMela, é
lleváronlos á los navios; é conlinuaron su camino, é ya el rio de Huyapari [rio Huyapari
(atual rio Orenoco, Venezuela] estaba en su curso ordinario, é subccdió una cosa ques
notable y fué aquesta. Que en la una y en la olra costa del rio, assi co-. ino el agua yba
siendo menos, assi se veiau muchos tigres fieros por la ribera; y una noche huyéronse
dos indias de los navios , é topó un tigre con ellas é mató la una é comióla, é yendo
ciertos compañeros chripstianos á las buscar, vieron el tigre y no tenia sino sola la
cabega por comer de la india muerta, y la otra india viva estaba alli junto asustada ; y
cómo el tigre vido á los chripstianos, fué á la olra é matóla, é fuesse (Oviedo y Valdes,
1852 [v2], p.220)
Bufeos:
“Y junto al pueblo de Aruacay se ha dicho ; y en medio de todas ellas po- hay
una laguna de agua dulce de mas 'de seys leguas de circunferencia, y sale por
un estero al rio de Huyapari : en la qual hay todo^ los pescados que en. el rio, y
assimesmo unos tan grandes ó mayores que uynas, que tienen en la frente un
agujero [lor ilondc arroxan el agua en al- to, y llámanse bufeos: su pescado es
á manera de vaca , y mútanlos con harponcs en la laguna desde canoas , y
también los matan en el rio, quando van los navios navegando, á los quales se
allegan (p.222).”
ESPANHOL MORTO POR TIGRE
Mas estos cervales son tan grandes ó mayores que los tigre ú orlos, de quien |6 tracto en
el capítulo X , y es el mas feroz animal (pie hay en la mas temen , porque es mas ligero
de todos los (pie por allá hay (i se han visto, y muy osado. Fn la Nueva España y (días
parles dcstas Indias los hay.
Yo vi el año de 1504 uno destos gato muerto á par é al pié de la peña de Amboto en
Vizcaya , el (pial deslicé de una breña rasa e minio del golpe que dio abaxo. E aunque
he visto muchos Tierra-Firme, y del que lo» chripstianos mas temen , porque es mas
ligero de todos los (pie por allá hay (i se han visto, y muy osado. En la Nueva España y
(días parles dcstas Indias los hay. Yo vi el año de mili 6 quinientos y quatro uno destos
gato- muerto á par é al pié de la peña de Amboto en Vizcaya , el (pial deslicé de una
breña rasa e minio del golpe que dio abaxo. F aunque he visto muchos tigre en las Indias
ú ocliis, é muchos leo- nes reales en España é Italia é Flandes, en especial en Gante , en
el palacio de César, vi uno muy fiero é viejo el año de 1516; mas en todos ellos no he
visto animal de tan fieros colmillos é dientes é uñas, como era el que he dicho que vi
junto á la peña de Amboto. (Oviedo y Valdés, 1830 [v1], p.406-407)
TIGRE E LEAO QUE MATAM INDIOS
DOS CAC
REALOCAR SELVAGEM: Existe um relato feito pelo frei dominicano espanhol
Lizárraga (1916, p.236-237) nessa região dos Andes, que diz a respeito da morte de
quem não havia aceitado Deus e se convertido ao cristianismo e a Igreja Católica. De
acordo com a descrição, havia tigres muito terríveis entre os Ingás e, certa feita, um
desses tigres adentrou em uma casa onde dormiam muitos índios, entre eles, havia
apenas um nativo que não tinha sido batizado e seguido os ensinamentos jesuítas. A fera
levou esse índio não cristão para fora da casa e deixou os outros que já eram cristãos
sem importunações.
Toda aquella tierra, como otras muchas que contienen millares de leguas,
( Llenísimas (latinismo) estando de gentes refertísimas iy, está hoy desierta y habitada
de fieras bestias, mayormente de tigres.(p.605)”
“Los pueblos que están más abajo a la costa, en sabiendo que los flaires andan
visitando, luego van a los recebir y a llevar en acalme o barcas en que vengan a sus
pueblos, que la tierra hacia la costa en muchas partes se manda por los ríos, por estar
perdidos los caminos por la falta de la gente, porque está muy despoblada según lo que
solía ser bien poblada y abundante de gente, que, por una parte, los grandes tributos y
servicios y casas que hacían a los españoles lejos de sus pueblos, y esclavos que sacaron
y los hicie- ron sin lo ser, y en otras partes, guerras y entradas que los espa- ñoles
hicieron, han quedado pocos indios. (MOTOLÍNIA, 2014, p.212-3).”
Es el Miztli um animal igual o congénere de nuestro león no crinado, de color pardo em
su infância, leonado em su juventude y a veces rojizo o blanquecino, pero más
corpulento (lo cual se debe tal vez a la diversidade de las regiones) y mucho menos
ferozes. (HERNANDÉZ, 1959 [v3], p.301)
También es semejante al león el quamizli, de donde le vino el nombre, pero más manso
y más ágil, por lo que algunos españoles han creído que es pantera. A las mismas
variedades pertenece el mazamizli, que tomó su nombre del ciervo y del león, pues
recurdo al uno o al otro en algunas partes de su cuerpo, y también el cuitlamizli, cuyo
nombre se forma de los del lobo y del león, y que és más grueso que éste, más chico y
más manso, vive este animal de la caza de ciervos, de gallinas y huevos, y mata
asimismo, mientras no se sacia, cuantos animales encuentra; pero cuando ha satisfecho
su hambre duerme durante dos o tres días, y se abstiene de la presa hasta que vuelve a
estar hambriento( HERNANDÉZ, 1959 [v3], p.301)
Hay además el tlalmiztli, menor que un gato pero con cabeza de león, y cuya imagen
damos para que se admire el parecido que existe en tan pequeño cuerpo con el león, el
más feroz casi de todos los animales (HERNANDÉZ, 1959 [v3], p.301).
A esta variedad pertenecía quizá el pequeño león que, según me dicen, llevado de la isla
Margarita al rey Felipe, murió en la travesía (HERNANDÉZ, 1959 [v3], p.301-302)
COMERAM MUITOS INDIOS
Y por otra parte, los tigres y leones han comido mucha gente, lo cual no solían hacer
antes que los españoles viniesen. La causa de esto se cree que es que cuando la gente era
mucha, los tigres y leones no osaban salir ni bajar de las montañas altas a lo bajo, y
después encarnizáronse en los indios que morían por los caminos, o fue por permisión
de Dios, porque cuando todos los otros pueblos de la tierra rece- bían la fe y el
baptismo, entonces también fuera razón que ellos despertaran y buscaran al verdadero
Dios, y no lo hicieron. Acon- tecioles a éstos como a los gentiles advenedizos que
poblaron a Samaria, que porque no temieron a Dios ni le adoraron, mandó Dios a los
leones que descendiesen de las montañas y los mata- sen y comiesen.6 De esta manera
acá, en este tiempo que digo, los leones y tigres salían a los pueblos de las costas y
mataron y comieron muchos indios y algunos españoles a vueltas; tanto, que casi se
despoblaron muchos pueblos y a los indios les fue forzado a desamparar la tierra, y los
que quedaron en ella morar juntos y hacer cercados y palenques,7 y aun con todo esto si
de noche no se velaban no estaban seguros (MOTOLÍNIA, 2014, p.212-3).”
“6. Referencia a II Reyes, 17, 24-28, en el que se hace refe- rencia al origen de los
samaritanos. 7. palenque: ‘cercado o valla (p.213).”
CAHORROS QUE MATAM TIGRES E LEONES
Y en- tre otros perros tenía uno, que degia que aquel solo , sin ayuda de otros canes,
avia matado á dos ó tres de aquellos tigres. É me mostró el cuero de uno dellos tan ne-
gro como un terciopelo é muy lindo el pe- lo ; é rae decia que eran mayores é más fieros
tigres los negros que los pintados: é al perro se le páresela bien en la lucha
éinsigniasdesusbatallas porqueassila carao cabeca, como todo el cuerpo, tenia lleno de
las señales de las heridas é cica- trices que avia baratado é ávido de las
uBasédientesdelostigres Émejuraba aquel Aviles que no daría el perro por quinientos
pcssos de oro; porque decía que sus puercos valían más de mili, é que si los tenia, era
por aquel perro, porque sin él ya se los ovieran muerto todos los leones é tigres, é assi
ya no osaban lle- garse al charco de sus puercos, en oyen- doladrarunperro
qualquieraquefues- se, para el qual efelto estaba ya bien pro- veydo de canes ( Oviedo y
Valdés, 1855 v[4], p.64).”