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Antología

gauchi
peronista
(1945-1975)
Selección y prólogo
a cargo de
Emiliano Ruiz Díaz
Antología
gauchi
peronista
(1945-1975)
Antología
gauchi
peronista
(1945-1975)

Selección y prólogo
a cargo de
Emiliano Ruiz Díaz
Biblioteca Nacional Mariano Moreno
Antología gauchiperonista, 1945-1975 / compilación de Emiliano
Ruiz Díaz. - 1a. ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Biblioteca
Nacional, 2021.
480 p. ; 23 x 15 cm.

ISBN 978-987-728-129-3

1. Literatura Gauchesca. 2. Poesía Gauchesca. 3. Peronismo. I.


Ruiz Díaz, Emiliano, compilador. II. Título.
CDD A861

BIBLIOTECA NACIONAL MARIANO MORENO

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Blanco
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de la Nación, 1949 (ilustración de Azpiri).

© 2021, Biblioteca Nacional


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www.bn.gov.ar

ISBN: 978-987-728-129-3

IMPRESO EN ARGENTINA
Hecho el depósito que marca la ley 11.723
Índice

Los gauchiperonistas (1945-1975) 9


por Emiliano Ruiz Díaz

Poesía 69

Relatos 323

Otros textos 351

Decretos / Resoluciones 405

Perón, el criollo 413

Índice de obras 429

Anexo de imágenes 433


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Los gauchiperonistas (1945-1975)


por Emiliano Ruiz Díaz

... porque si el gauchaje no hubiera hecho suyo el poema,


nadie se acordaría hoy ni del Martín Fierro, ni de José
Hernández. Si esto no lo sabíamos antes es por la falsa
orientación de nuestra crítica literaria que se ocupa de
hombres y libros y no de la masa de lectores.
Rodolfo Kusch, La negación en el pensamiento popular, 1975

A partir de la publicación en 1988 de El discurso criollista en la forma-


ción de la Argentina moderna —formidable trabajo crítico de Adolfo
Prieto—, se consolidó en los ambientes académicos la hipótesis de que
la literatura gauchesca había ido esfumándose a mediados de la década
de 1920, con Don Segundo Sombra de Ricardo Güiraldes como último
exponente de un ciclo que se había iniciado en nuestro país con la poe-
sía de Bartolomé Hidalgo, en los tiempos de la gesta independentista.
Sin embargo, si bien es cierto que en los años siguientes el género
no fue capaz de producir nuevos títulos que pasaran a formar parte
del canon literario, no menos real es que en aquel tiempo la cultura
criollista estuvo lejos de desaparecer. A juzgar por la cantidad de pu-
blicaciones y por la pervivencia de sus tópicos, el criollismo fue capaz
de sostenerse como un hecho de consumo popular que se revivificó
con el auge del nacionalismo en la década del treinta y que se mantuvo
vigente en las décadas posteriores, manteniendo una fuerte presencia
hasta los dos primeros gobiernos de Juan Domingo Perón. Los recien-
tes y muy completos estudios de Matías Casas,1 La metamorfosis del
gaucho, y de Ezequiel Adamovsky,2 El gaucho indómito, lo demuestran
con sobrados ejemplos.
A partir de la provechosa lectura de estos trabajos, emerge la cu-
riosidad primero y la necesidad luego de publicar en la editorial de la

1. “En 1953, por ejemplo, una de las obras que será analizada en este estudio cataloga-
ba más de 500 artículos, referencias iconográficas y ensayos publicados sobre el gaucho
desde 1927” (Casas, 2016a, p. 16). Más adelante: “en las décadas sucesivas a las estu-
diadas por Prieto, la manifestaciones políticas, institucionales y culturales exacerbaron
la reproducción de los tópicos criollistas” (p. 20).
2. “La publicación de relatos de gauchos matreros solo decayó con claridad luego de
1950” (Adamovsky, 2019, p. 49).
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Biblioteca Nacional la presente Antología gauchiperonista (1945-1975),


un conjunto de textos vinculados a la temática gauchesca que no solo
se dieron a conocer durante el primer peronismo, sino que además for-
maron parte de la construcción de la identidad del movimiento, en una
de sus aristas no siempre recordada. Esto, a pesar de que la investigación
realizada comprueba que el gauchiperonismo fue una impronta estéti-
co-política prolífica y que llegó a extenderse incluso hasta la tercera pre-
sidencia de Perón, acompañando cada una de las etapas del peronismo
hasta 1975. Toda una plataforma de enunciación que no fue ajena a la
intervención en las disputas internas del movimiento que se agudiza-
rían en la década del setenta.
Durante el llamado peronismo clásico, la Subsecretaría de Informa-
ciones y Prensa dirigida por el publicista Raúl Apold fue clave para el
lanzamiento de afiches, audiovisuales, publicaciones periódicas y folle-
tos que le dieron protagonismo al imaginario gauchesco en la Nueva
Argentina. No obstante, lo que surge de textos e imágenes del acervo
gauchiperonista en sus treinta años de desarrollo no se circunscribe so-
lamente al accionar del Estado. Militantes de base con iniciativa intelec-
tual, durante el peronismo clásico o a posteriori durante la proscripción
del movimiento, se volcaron en repetidas oportunidades a la escritura
de versos gauchescos, dándole al uso del género un devenir mucho más
amplio que lo que en principio supone una mera direccionalidad esta-
tal (potente, sin dudas). En este sentido, la Antología gauchiperonista se
acerca a los planteos de Omar Acha (2017) y Guillermo Korn (2017),
quienes en sus trabajos sobre cultura y peronismo sostienen que existió
un campo de producción en donde puede observarse el aporte intelec-
tual activo de protagonistas de segundas o terceras líneas, cuando no del
llano militante.3 La imagen de un peronismo totalizador, ajeno a una
articulación amplia y plural, muchas veces olvida que la construcción
y el propio nacimiento del movimiento provino de múltiples afluentes
como la doctrina militar y el nacionalismo católico-conservador pero
también del laborismo, el radicalismo, el socialismo y el comunismo,
entre otras.4

3. Círculos criollos tradicionalistas como El Rodeo adhirieron al peronismo y genera-


ron un tipo de sociabilidad que se puede incluir en este proceso (Casas, 2016, p. 119).
4. En este sentido puede mencionarse el libro de Silvia Mercado, El inventor del
peronismo, donde la autora realiza un completo análisis de la gestión y figura de
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Quizás a raíz de la subvaloración de esta zona de la literatura del


período, entendida únicamente como fenómeno propagandístico y/o
estatal, los estudios culturales dominantes hasta el presente tendieron a
obliterar el abordaje de un corpus de textos que tomaron a la gauchesca
y a la figura del gaucho como un medio para expresar un conjunto de
preceptos políticos, ciertamente con una fuerte carga panegírica hacia
el conductor, pero también manifestando en esa elección la estrategia
de trazar un hilo histórico de continuidad con la tradición popular y la
cultura nacional.
Las agudas reflexiones de Rodolfo Kusch nos recuerdan que cuando
Leopoldo Lugones consagró al Martín Fierro y al gaucho como emble-
ma nacional en sus conferencias compiladas en 1913 en El payador, lo
hizo contra el extranjero. Para entonces, había en su sentir un naciona-
lismo de exclusión, que en un giro teórico-aristocrático realizaba una
valoración positiva de aquello que su clase siempre había desprecia-
do. Pero resulta que el gaucho no había desaparecido, apenas se había
diversificado aún más que en los tiempos de José Hernández y eran
finalmente el pueblo y la clase trabajadora quienes con mucha anterio-
ridad se habían identificado con la cultura criolla, pues básicamente era
su vida hecha literatura. Se abrió así con el fenómeno gauchiperonista
una original interpretación y un nuevo momento de disputa con las
concepciones más conservadoras respecto del mito gaucho que había
establecido hasta ese momento la elite dominante.

Perón y el género gauchesco

Los hermanos sean unidos / porque esa es la ley primera /


tengan unión verdadera / en cualquier tiempo que sea /
porque si entre ellos se pelean / los devoran los de afuera.
José Hernández, El gaucho Martín Fierro, 1872

Raúl Apold, pero no logra escapar a la tentación de plantear al peronismo como


un artificio proveniente de una oficina del Estado, como el propio título de su
investigación lo afirma.
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Ha llegado ahora el momento del consejo. Trabajadores:


únanse; sean hoy más hermanos que nunca. Sobre la her-
mandad de los que trabajan ha de levantarse en esta her-
mosa tierra la unidad de todos los argentinos.
Juan Domingo Perón, 17 de octubre de 1945

La mayoría del público que desfiló en las más diversas co-


lumnas por las calles lo hacía en mangas de camisa. Viose
a hombres vestidos de gauchos y a mujeres de paisanas, [...]
y hombres y mujeres estrafalariamente, portando retratos
de Perón, con flores y escarapelas prendidas en sus ropas, y
afiches y carteles. Hombres a caballo y jóvenes en bicicleta,
ostentando vestimentas chillonas, cantaban estribillos
y prorrumpían en gritos.
La Capital, 19 de octubre de 1945

En 2004 Manuel Urriza publicó El Perón que conocí, libro en el que


el autor recuerda sus años de actividad militante y sus entrevistas con
Perón en Madrid hacia fines de los sesenta. En el capítulo segundo,
titulado “Perón, el criollo”, señalaba:

Mi impresión era, desde un principio, que había otra fuente cultural en


la raíz de su forma de ser, de pensar y de actuar y para mí es la que se
ha denominado el criollismo […] Le gustaba usar términos criollos. A
sus interlocutores varones nunca les preguntaba por su “señora” o por
su “esposa”, sino por “la patrona” (2004, pp. 36-40).

Por su lado, el ensayista Horacio González también se refirió a esta cos-


tumbre de Perón, llamándolo “Viejo Vizcacha justicialista”:

Esta propensión de crear un ejército de reserva de adagios y sen-


tencias egregias lo acompañó toda su vida, y no había problemas
cuando el gran almacén de citas yacía en el Martín Fierro y en otros
textos del trabajo anónimo de las voces de la humanidad —y sin este
recurso no hubiera existido el armazón retórico de Perón— (2017,
pp. 111-113).
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El testimonio de Urriza y las lúcidas palabras de González confirma-


ban algunos de los señalamientos que durante el primer peronismo ya
habían realizado algunos intelectuales como Carlos Abregú Virreira,
quien en 1952 advirtió la notoriedad del vínculo del por entonces pre-
sidente con los modismos gauchescos: “Es natural, sustancioso, rico en
sentencias, proverbios, adagios y refranes criollos […] El primer man-
datario ha recogido de la tradición gauchesca sus mejores sentencias y
refranes” (1952, pp. 184-185).
Ese mismo año Enrique Pavón Pereyra, primer biógrafo de Perón,
se encargó de remarcar esta característica, dotándola de estatus oficial:
“Las citas y referencias de las inmortales estrofas del Martín Fierro
constituyen la principal característica de las conversaciones de Perón”
(1952, p. 53).5 Yendo aún más atrás en el tiempo, la Preparación de una
vida para el mando de Pavón Pereyra destacaba en la infancia del líder
en la ciudad de Lobos una peculiar anécdota:

La calavera de Moreira, el que por cierto murió en su ley, estuvo en


poder de don Mario Tomás Perón por espacio de varios años, hasta
que resolvió cederla al Museo de Luján. Le faltaban unos dientes que
Juancito quebró cierta vez que cayó abrazando la calavera, mientras
trataba de asustar a Gabriela, una vieja sirvienta de doña Dominga
Dutey (p. 19).

De orígenes indígenas por el lado materno, Perón reforzó la idea de


una educación sentimental criolla, al contar que a los 13 años recibió
de su padre un ejemplar del Martín Fierro con una dedicatoria que re-
zaba “para que nunca olvides que, por sobre todas las cosas, sos un crio-
llo” (Galasso, 2005, p. 49 [citado de Juan Domingo Perón, Panorama,
14/4/1970]). Bajo este influjo, siendo todavía cadete militar, un joven
Juan Domingo redactó en 1911 un poema manuscrito de tipo campero
que se preserva en la Sala del Tesoro de la Biblioteca Nacional y que
se incluye en esta Antología. Escrito con tinta negra, comienza con los
versos “Permiso pido señores / y al silencio la atención” y cuenta allí una
breve historia en la que un criollo cabalga hasta llegar a un baile, en el
que finalmente canta “una décima de amor” para luego despedirse.

5. Otro ejemplo: “Desde niño sabe de memoria el Martín Fierro y la literatura gau-
chesca no tiene secretos para él” (ibídem, p. 68).
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Más allá de estas curiosidades y anécdotas,6 lo cierto es que un releva-


miento general de los discursos y escritos de Perón7 apunta no solo a una
apelación muy frecuente a ciertas máximas del poema hernandiano, sino
también a una modulación en la que la retórica de Martín Fierro permea
una de las vetas de su pensamiento, al punto que el acontecimiento consti-
tutivo del ser del peronismo, el 17 de Octubre, se cerró con un discurso en
el que los conceptos del consejo y la hermandad —como se ilustra en los
epígrafes— provenían de uno de los versos más recordados del poema, ecos
de la ley primera. La presencia en aquella jornada de hombres y mujeres
con atavíos gauchescos, según lo testimonian algunos registros de la época,8
permite suponer además que ese tramo de su prédica no fue casual, sino
que intentó conmover a un interlocutor preciso, de corte popular y criollo,
conocedor de esos valores.
Sin embargo, en 1947 Perón volvió a realizar un movimiento discursivo
similar al decir que “más que enseñar muchas cosas, debemos enseñar cosas
útiles”9 o como también lo hizo en el Primer Congreso Argentino de Biblio-
tecas Populares de 1954, donde sostuvo que “la sabiduría es suficiente cuan-
do el hombre conoce gran parte de la verdad, y ello se obtiene no cuando se

6. Antonio Cafiero contó que en 1945, siendo aún estudiante, se acercó a Perón para
reclamarle por la nacionalización de la CHADE, una empresa de electricidad que ha-
bía sido concesionada de modo fraudulento durante la década infame, frente a lo cual
este le contestó: “Mire, m’hijito, yo le voy a responder con un verso del Martín Fierro:
‘El que gana su comida / güeno es que en silencio coma; / ansina, vos ni por broma /
querrás llamar la atención: / nunca escapa el cimarrón / si dispara por la loma’” (Perón,
2007, p. 14, en “Prólogo” de Cafiero).
7. En la sección “Perón, el criollo” de esta Antología se puede leer un muestrario
bastante completo de las veces que Perón se refirió al poema de Hernández para
apuntalar sus ideas.
8. “Era la muchedumbre más heteróclita que la imaginación puede concebir. Los ras-
tros de sus orígenes se traslucían en sus fisonomías. El descendiente de meridionales
europeos iba junto al rubio de trazos nórdicos y al trigueño de pelo duro en que la
sangre de un indio lejano sobrevivía aún […]. Hermanados en el mismo grito y en la
misma fe iban el peón de campo de Cañuelas y el tornero de precisión, el fundidor,
mecánico de automóviles, la hilandera y el peón […] el espíritu de la tierra se erguía
vibrando sobre la plaza de nuestras libertades, pleno en la confirmación de su existen-
cia” (Raúl Scalabrini Ortiz, “Los enemigos del pueblo argentino”, en Yrigoyen y Perón,
Buenos Aires, Plus Ultra, 1972, pp. 27-28. La conferencia fue pronunciada original-
mente el 3 de julio de 1948 en Mercedes, provincia de Buenos Aires).
9. Discurso de Juan Domingo Perón en la Universidad de Córdoba, 30 de mayo de 1947.
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saben muchas cosas, sino cuando se saben suficientemente las cosas buenas
y convenientes”.10 Perón parafraseaba aquellos versos de Martín Fierro que
afirmaban que “es mejor que aprender mucho / el aprender cosas buenas”,
evidenciando así una pedagogía inspirada en la gauchesca, que no recurría
únicamente a la cita literal, sino que en ocasiones podía incorporarse casi
con naturalidad a la articulación misma de su pensamiento, y ya no dirigida
únicamente a un auditorio popular sino a uno ilustrado, lo que permitía
entrever una estrategia de interpelación sencilla y conocida, que le resultaba
efectiva con distintos tipos de público. Como en aquel recordado “desen-
sillar hasta que aclare”, dicho con motivo de la asunción del presidente de
facto Juan Carlos Onganía en 1966.
La relación entre Juan Domingo Perón y la gauchesca11 funciona

10. Discurso de Perón en el Acto de Clausura del Primer Congreso Argentino de Bi-
bliotecas Populares en el Teatro Nacional Cervantes, 12 de abril de 1954.
11. Confirma esta relación la biblioteca personal de Juan Domingo Perón hasta 1955, ac-
tualmente preservada en el Archivo General de la Nación. La misma cuenta con una impor-
tante cantidad de textos de temática gauchesca y/o criollista, incluyendo diversas ediciones
de Martín Fierro y algunos de los títulos que fueron escogidos para la Antología. Un número
menor de libros de esta colección se encuentra en la Sala del Tesoro de la Biblioteca Nacional
(Colección Juan Domingo Perón). El conjunto total de los volúmenes de dicha biblioteca así
como sus avatares se puede consultar en: Graciela Swiderski, Biblioteca de Juan D. Perón. Bi-
bliografía sobre el peronismo, Buenos Aires, Archivo General de la Nación, 1999. Una extensa
y lúcida exégesis también se puede consultar en: Matías Rodeiro, “La biblioteca de Perón”,
en Horacio González (comp.), La memoria en el atril: entre los mitos de archivo y el pasado de
las experiencias, Buenos Aires, Colihue, 2005, pp. 177-227.
A continuación, se listan alfabéticamente los registros vinculados a la temática gauchesca,
rural y/o criolla, según consta en la pormenorizada bibliografía del AGN: Bianco, Francisco,
Antología peronista. El laurel de la victoria, Buenos Aires, Olimpo, 1949; Bianchi, Enrique,
Martín Fierro: un poema de protesta social, Buenos Aires, G. Kraft, 1952; Del Campo, Esta-
nislao, Fausto: impresiones del gaucho Anastasio el Pollo, Buenos Aires, Círculo Militar, 1926;
Castiñeira de Dios, José María, Campo sur, Buenos Aires, Medina del Río, 1952; Comisión
de Cultura Tradicionalista del Río de la Plata, Homenaje póstumo a Romildo Risso, s. l., La
Comisión, s. f.; Del Giudice, Fiorangel, Perón: infancia, juventud, madurez, Buenos Aires, s.
e., s. f.; Gómez, Adolfo, La Argentina milagrosa, Buenos Aires, Códex, 1948; Dillon, Ricardo
L., Advertencia del gaucho Martín Fierro a los marineros de la Armada, Buenos Aires, Minis-
terio de Marina, 1942; Eguía, Pedro Manuel y Vargas Caba, Fernando, Don Quijote en la
pampa, Buenos Aires, s. e.,1948; Fray Mocho, Un viaje al país de los matreros, Buenos Aires,
Círculo Militar, 1926; García Rodríguez, Nicanor, Eneas Garcán o Perón, el vaticinio de Mar-
tín Fierro, Mar del Plata, s. e., 1951; García Mellid, Atilio, Montoneras y caudillos en la histo-
ria argentina, Buenos Aires, Recuperación Nacional, 1946; Gaudino, Enrique M., Cosas de
mi tierra, s. d.; Hernández, José, El gaucho Martín Fierro y la vuelta de Martín Fierro, prólogo
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entonces como una suerte de prólogo necesario al ciclo gauchiperonista


y permite trazar un itinerario que va de la biografía personal a su de-
finitiva irrupción en la historia argentina como líder político y, sobre
todo, como conductor del Estado. Tal vínculo aporta una serie de claves
comunes que complementan el marco general para el abordaje de una
de las líneas de la política cultural e identitaria del peronismo.

de Ernesto Morales e ilustraciones de María A. Ciordia, Buenos Aires, Ciordia y Rodríguez,


1949; Hernández, José, Martín Fierro, Buenos Aires, Cosmopolita, 1945 (texto en alemán);
Hernández, José, Martín Fierro, París, Nagel, 1955; Hernández, José, Martín Fierro, edición
crítica de Carlos Alberto Leumann, Buenos Aires, A. Estrada, 1945; Hernández, José, Mar-
tín Fierro: the Argentine Gaucho Epic, traducido al inglés, con introducción y notas de Henry
Alfred Holmes, Nueva York, New York Hispanic Institute, 1948; Hernández, Roberto F.,
Tierra para el obrero rural: plan de afincamiento, Tucumán, s. e., 1946; House, Guillermo,
El último perro, Buenos Aires, Emecé, 1949; Ivern, Andrés, Martín Fierro y la tradición,
Buenos Aires, Ciordia & Rodríguez, 1949; Jijena Sánchez, Rafael, Ramo verde: antología
(1925-1945), Buenos Aires, Emecé, 1946; Laguna, Zoilo, Versos pa’l General, Buenos Aires,
Mundo Peronista, 1954; López Osornio, Mario A., Oro nativo: tradiciones bonaerenses, poesía
popular y antología del payador en la pampa, Buenos Aires, El Ateneo, 1945; López Osornio,
Mario A., Trenzas gauchas. El cuarto de las sogas. Al tranco, Buenos Aires, edición del autor,
1950; Madariaga, Eduardo, El estatuto del peón rural, Buenos Aires, Hechos e Ideas, 1948;
Maglione Jaimes, Pedro, Martín Pueblo, Buenos Aires, Mundo Peronista, 1952; Martínez
Paiva, Claudio, Lluvia en los cardos, Buenos Aires, Ramón J. Roggero, 1948; Martínez Paiva,
Claudio, Fiesta del pueblo, Buenos Aires, Mundo Peronista, 1952; Poema gauchesco dedicado
al Plan Quinquenal: Para recitar o cantar por cifra o milonga, s. l., Creaciones Populares, s. d.;
Revista del Instituto Nacional de la Tradición, año 1, nro. l, enero-diciembre de 1948; Risso,
Romildo, Hombres, Buenos Aires, Comisión de Cultura Tradicionalista del Río de la Plata,
1944; Rodríguez Morel, J. R., Pa’los gauchos, Buenos Aires, s. e., 1944; Rosas, Juan Manuel
de, Instrucciones a los mayordomos de estancias, Buenos Aires, Americana, 1942; San Martín,
Félix, Desde el rodeo, Buenos Aires, Círculo Militar, 1929; San Martín, Félix, Entre mate y
mate, Buenos Aires, Círculo Militar, 1928; Solá, José Vicente, Diccionario de regionalismos de
Salta, Buenos Aires, Amorrortu, 1950; Terrera, Guillermo A., El caballo criollo en la tradición
argentina, Buenos Aires, s. e., 1947; Uballes, Roberto, Boleando chimangos, Buenos Aires,
s. e., 1942; Villafañe Casal, María Teresa, Elementos para una geografía folklórica argentina,
La Plata, s. e., 1945; Yáñez, Salustiano, Relatos y cuentos de Córdoba, Córdoba, Biffignandi,
1944; Zorrilla, Reginaldo Martín, La revancha de Santos Vega, Buenos Aires, s. e., 1951;
Zorrilla, Reginaldo Martín, Mi campiña, Buenos Aires, El Ateneo, 1947.
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Fomento de la cultura tradicional

Nosotros no nos disfrazamos de gaucho, no somos un


gaucho de talabartería. Somos gauchos de corazón
y lo llevamos en la sangre y en nuestra acción
para reivindicar al pueblo argentino.
Eva Perón, Día del Trabajador, 1° de Mayo de 1948

Nuevas lecturas del Martín Fierro, realizadas a la luz de


una “conciencia histórica” que se nos viene aclarando a los
argentinos desde hace varios lustros, hicieron que yo con-
siderase al poema […] en aquellos valores que […] hacen
que una obra literaria o artística se constituya en el para-
digma de una raza o de un pueblo, en la manifestación de
sus potencias íntimas, en la imagen de su destino histórico.
Leopoldo Marechal, Simbolismos
del Martín Fierro, 1955.

En cierto modo es lo que se hizo en 1946 en Argentina.


Una política de reculturización, a partir de lo popular
mismo, abrió la posibilidad de la satisfacción colectiva de
necesidades y el restablecimiento de circuitos propios de
alimentación, en razón de ir acompañado de una recupe-
ración de la cultura popular general.
Rodolfo Kusch, Esbozo de una antropología
filosófica americana, 1978

Aunque posteriormente Carlos Astrada le quitó su apoyo a Perón, ya


en El mito gaucho de 1948 el filósofo había planteado la idea de la clase
trabajadora del octubre peronista como heredera de la inacabada epo-
peya gaucha:

En un día de octubre de la época contemporánea —bajo una plúmbea


dictadura castrense—, día luminoso y templado, en que el ánimo de
los argentinos se sentía eufórico y con fe renaciente en los destinos na-
cionales, aparecieron en escena, dando animación inusitada a la plaza
pública, los hijos de Martín Fierro. Venían desde el fondo de la pampa,
decididos a reclamar y a tomar lo suyo, la herencia de justicia y libertad
legada por sus mayores (1948, p. 118).
18 |

La imagen se repetía en “Significación


social del descamisado”,12 un artículo de
Eva Duarte del mismo año: “[Los desca-
misados] aparecían en el escenario políti-
co argentino como una reencarnación del
gaucho, defendiendo lo suyo, clamando
por justicia”. Un análogo concepto se pre-
sentaba en 1946 en Montoneras y caudillos
en la historia argentina del revisionista Ati-
lio García Mellid.13 Por su parte, el padre
Leonardo Castellani14 había publicado en
1942 El nuevo gobierno de Sancho, texto
paródico en donde pergeñó un Sancho
Leonardo Castellani, El nuevo gobier- Panza agauchado que tendría la oportu-
no de Sancho, Buenos Aires, Dictio,
1976. Bajo el seudónimo de Jeróni-
nidad de gobernar el país. Modificado en
mo del Rey, la primera edición es de posteriores ediciones —1944 y 1965—,
1942. Con modificaciones de Caste- imaginó en el cierre del texto la llegada de
llani, fue reeditado en 1944 y 1965.
los hijos de Fierro para liderar la resisten-

12. Democracia, 4 de agosto de 1948. Fue publicado también en folleto.


13. “Por obra del coronel Perón se ha puesto en marcha, una vez más, la prístina le-
vadura histórica argentina. Porque […] la verdad simple es que nuestra democracia ha
sido fundada por los caudillos y sostenida por la montonera. En los montoneros (que eran
los gauchos de ayer y son los descamisados de ahora) se refugió, consolidó e impuso
el sentimiento federalista que organiza nuestra vida nacional” (Atilio García Mellid,
Montoneros y caudillos en la historia argentina, Buenos Aires, Eudeba, 1974, p. 113.
García Mellid fue director del Departamento de Cultura del Ministerio de Relaciones
Exteriores durante el peronismo).
14. Cultor del criollismo, Castellani publicó varios libros de la temática como Cam-
peras: cuentos de la Pampa y el Monte (1941), Doce parábolas cimarronas (1959) o La
muerte de Martín Fierro (1953), una autobiografía contada a través de versos gauches-
cos. Nacionalista, católico y conservador, según lo consigna Matías Casas, el cura asis-
tió a la inauguración del primer festejo bonaerense por el Día de la Tradición en San
Antonio de Areco, donde realizó una ceremonia religiosa. Aunque su relación con el
peronismo fue sinuosa, en las elecciones de 1946 fue candidato a diputado por la lista
de la Alianza Libertadora Nacionalista, agrupamiento que fue parte del frente electoral
que apoyó la candidatura de Perón. En 1946 dirigió ¡Ahijuna!, un periódico que duró
siete números y en el cual se alternaron apoyos y demandas para con el proceso inicia-
do el 4 de junio de 1943. En la presente Antología se incluyen las tapas de dos números
de la publicación, donde la figura del gaucho aparece como un símbolo de soberanía,
exigiendo la nacionalización de los ferrocarriles, los frigoríficos y los servicios públicos.
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cia al derrocamiento del funambulesco y nacional-popular gobierno


de Sancho. En Proyección social del Martín Fierro, conferencia editada
por la Subsecretaría de Informaciones en 1950, el poeta Horacio Rega
Molina planteó que “aquella tercera parte que Hernández prometió,
sin llegar a escribir, fue escrita en la jornada del 17 de Octubre por
el pueblo, heredero de la inspiración y la fe del poeta en su propio
destino” (1950, p. 6). Proveniente de la prestigiada generación martin-
fierrista, en su alocución Rega Molina intepretaba al peronismo como
el suceso político que venía a retomar la historia inconclusa de Fierro
como símbolo del gaucho perseguido, pero esta vez abrazado por el
Estatuto del Peón, los nuevos tribunales del trabajo y la ley de arren-
damientos como políticas de Estado que garantizaban la anhelada Jus-
ticia Social para el sector.
El Estatuto del Peón y los tribunales de trabajo se decretaron prime-
ro en 1944 por impulso de la Secretaría de Trabajo y Previsión dirigida
por Perón. Posteriormente, el Estatuto y todos los decretos dictados
desde junio de 1944 hasta el mismo mes de 1946 se promulgaron como
parte de la Ley 12921. En septiembre de 1948 el Congreso sancionó
la Ley 13246 de “arrendamientos rurales y aparcería”. Con la reforma
constitucional de 1949 la función social de la tierra quedó incorporada
en el artículo 38. Si bien existieron algunas excepciones, finalmente el
gobierno no realizaría la prometida reforma agraria tantas veces aludida
en la consigna “La tierra para quien la trabaja”. No obstante, los dere-
chos y garantías laborales implementados a partir del nuevo armazón
legal significaron un verdadero cambio para los peones y pequeños pro-
ductores rurales.15
Para el primer peronismo, se trataba entonces de la necesidad no
solo de iniciativas jurídicas y económico-laborales, sino también del
establecimiento de una entera cosmovisión simbólica, lo que luego en
el capítulo cultural del Segundo Plan Quinquenal de 1952 se denominó
específicamente como fomento de la cultura tradicional (“Las mani-
festaciones tradicionales concurrirán a la integración de la unidad es-
piritual del Pueblo, mediante la más amplia difusión de las auténticas
expresiones culturales autóctonas” [Presidencia de la Nación, 1953, pp.
97-106, “Capítulo V. Cultura”]).

15. Un estudio pormenorizado y completo de este tema puede consultarse en La justi-


cia peronista de Juan Manuel Palacio (2018).
20 |

“Capítulo V. Cultura”, Segundo Plan Quinquenal,


Buenos Aires, Subsecretaría de Informaciones, 1953, p. 97.

Este entramado dispuso de diversos hitos previos que desde el Es-


tado fueron consolidando lo que el Segundo Plan intentó trazar como
definitivas líneas de gestión cultural. El 8 de noviembre de 1943, el por
entonces ministro de Justicia e Instrucción Pública, Gustavo Martínez
Zuviría,16 dispuso que en todos los colegios del país se realizaran acti-
vidades por el Día de la Tradición, en un primer movimiento de nacio-
nalización de una jornada que hasta el momento se celebraba solo en la
provincia de Buenos Aires.17 Al mes siguiente, también por iniciativa de
Zuviría, el presidente de facto Pedro Ramírez firmó el Decreto 15951,
creando el Instituto Nacional de la Tradición.18 El 9 de noviembre de
1948, mediante el Decreto 3454, Perón oficializaba el 10 de noviembre

16. Conocido también por su seudónimo de novelista, Hugo Wast, Martínez Zuviría
fue un intelectual de raigambre católica y nacionalista, de tendencia antisemita. Su
designación como ministro estuvo a cargo del presidente de facto Pedro Pablo Ramírez
en los primeros meses de gobierno de la revolución de junio de 1943. Fue director de
la Biblioteca Nacional durante casi veinticinco años. Se alejó del peronismo fruto de
la ruptura con la Iglesia que se inició en 1954. Había sido uno de los promotores de la
educación religiosa en las escuelas.
17. Por iniciativa del círculo tradicionalista Las Bases, el 18 de agosto de 1939 se pro-
mulgó la Ley 4756 que instituyó el 10 de noviembre como Día de la Tradición en la
provincia de Buenos Aires, en honor al natalicio de José Hernández.
18. Se designó como director y vicedirector respectivamente a Juan Alfonso Carrizo y
Manuel Gómez Carrillo.
| 21

como fecha dedicada a los festejos nacionales del Día de la Tradición,


refiriendo al natalicio de José Hernández y al gaucho como “máxima
expresión de la argentinidad” y promotor del cultivo de las “puras esen-
cias del alma argentina”.19 Como último ejemplo, cabe mencionar el
Decreto 17648, dictado por el presidente Perón el 16 de septiembre
de 1953, mediante el cual se declaró el pato como deporte nacional,
en una fundamentación que encontraba su arraigo histórico en las cos-
tumbres gauchas, considerando que

el origen de esta noble justa, de acuerdo con las investigaciones realizadas


por numerosos historiadores, es auténticamente Argentina, puesto que
dicho deporte era ya practicado por nuestros gauchos en los albores de la
nacionalidad, y el mismo lleva puesto e impreso el sello de reciedumbre
de jinetes diestros como eran y son los jinetes de nuestros campos.20

En este marco, el primer peronismo encontró en el teatro un campo


más que propicio para el fomento de la cultura tradicional.21 Solo por
mencionar algunos casos, en las actividades de la Semana del 17 de Oc-
tubre de 1950 se representaron al aire libre dos obras camperas como
Tierra extraña, de Roberto Vagni,22 y El cantar de los gauchos, de Alberto

19. Tomo esta información del ya citado libro de Matías Casas, La metamorfosis del
gaucho. Aparentemente el texto completo del decreto original ha desaparecido. Solo
perviven algunos fragmentos que fueron citados en la prensa de la época. Según re-
seña Casas, en el primer festejo nacional del Día de la Tradición el gobernador de la
provincia de Buenos Aires, Domingo Mercante, pronunció las siguientes palabras: “El
gaucho ha sido recuperado en este surgimiento amanecido de la Tradición, por una
institución rectora y por la mística suprema de la Revolución de Junio, cuyos postu-
lados sociales amparan las reivindicaciones de los hijos del campo argentino” (El Día,
11 de noviembre de 1948, p. 3).
20. En el Archivo General de la Nación se puede consultar un corto del mismo año
del decreto, titulado El pato, un deporte gaucho (AGN.376.C16.1.A, Legajo 104,
1/1/1953).
21. “Los dramas camperos y los romances pampeanos alcanzaron la mayor difusión
junto con aquellas novelas escénicas y radiales que abordaban temas históricos” (Zayas
de Lima, 2017). Debo a la lectura de El teatro en el primer peronismo (1943-1955),
completísima investigación de Perla Zayas de Lima, todos los datos acerca del teatro
tradicional que selectivamente se mencionan en esta sección.
22. Publicada originalmente como una novela de temática rural, Tierra extraña fue pos-
teriormente adaptada al teatro y al cine (1951, bajo la dirección de Carlos Torres Ríos).
22 |

Vacarezza, en el cruce de la calle Moreno y la avenida 9 de Julio. El


mismo año, en el barrio Perón, en el Teatro Infantil Labardén, se llevó
a cabo la obra folklórica Alma nativa, de Celina Nasso de Martínez
Payva. En 1953, el incansable Vacarezza junto con la Compañía de
Grandes Espectáculos al Aire Libre, puso en escena la obra criollista La
fiesta de Juan Manuel, asociando los mejores momentos de Rosas con
el gobierno de Perón. En el mismo año dirigió además una adaptación
de Martín Fierro dentro del Ciclo del Teatro Criollo en la ciudad de
Buenos Aires, función a la que asistió el presidente de la Nación. Por úl-
timo, también en 1953, Antonio Pagés Larraya ganó el Primer Premio
Municipal de Teatro por su obra Santos Vega, el payador.
Una parte de la propaganda visual y audiovisual del momento tam-
bién apelaría a la identificación entre el arquetipo gaucho y el peón
rural como una manera de explicar las conquistas del presente a la luz
de una historia de postergaciones. Como se señala en la introducción,
en la Subsecretaría de Informaciones y Prensa dirigida por Raúl Apold23
se pergeñaron la mayoría de los afiches con representaciones gauches-
cas y/o criollas que pueden observarse en el anexo de imágenes de esta
Antología.24 La Subsecretaría produjo además Payadas del tiempo nuevo,
un corto de contenido criollista dirigido por Ralph Pappier. La película
exhibía un contrapunto entre dos criollos, uno viejo y otro joven, en
el que se resaltaban las realizaciones del peronismo. En contraste con
un pasado reciente de oprobio, el gaucho viejo, encarnado por Enrique
Muiño, terminaba vivando a un Perón que en el film aparecía homo-
logado al Libertador de América, en el año sanmartiniano de 1950.25

Montada en diversas oportunidades, se presentaba como un documento de un ominoso


pasado rural reciente que el peronismo venía a reconocer y reparar.
23. Apold fue primero director del Noticiario Panamericano y luego del diario Demo-
cracia. En 1947 se hizo cargo de la Dirección General de Difusión de la Subsecretaría y
en 1949 finalmente asumió como subsecretario de Informaciones y Prensa de la Presi-
dencia de la Nación. En 1954 logró que la cartera se convierta en Secretaría y organizó
la primera edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
24. La mayoría de estos afiches fueron extraídos de Afiches del peronismo 1945-1955,
de Raquel Quintana y Raúl Manrupe (2016).
25. Diferentes cortometrajes producidos por la Subsecretaría hicieron referencia a la ad-
hesión gaucha al gobierno de Perón. Por ejemplo, en Los agrarios con Perón aparece una
toma del afiche “El agro con Perón” ilustrado por Héctor Alfonsín en 1953 y un desfile
a caballo de un conjunto de trabajadores rurales con vestimentas tradicionales. Filmado
| 23

Los primeros gauchiperonistas

El canto es anónimo porque el autor es el pueblo mismo.


Por eso, “a la criolla”, vamos conformando la doctrina
que, como una divisa gaucha enarbolada en una tacuara,
lanzamos jubilosamente al viento, en esta patriada de la
recuperación nacional que el país esperaba.
John William Cooke, “Perspectivas de
una economía nacional”, 1947

¿Quién será el argentino —se preguntaba [Perón]— capaz


de suprimir tanto mal en nuestro país? ¿Cuándo vendrá ese
criollo del que hablaba Fierro, a mandar
en esta tierra de varones?
Enrique Pavón Pereyra, Perón 1895-1942.
Preparación de una vida para el mando, 1952

Nuestro gaucho Presidente: / ¡Don Juan Domingo Perón!


Santos Gómez, “Nueva Argentina”, 1952

Aquí me pongo a cantar / el trabajo es mi vigüela /


porque áura sí que consuela / lo que hasta ayer angustiaba.
Pedro Maglione Jaimes, Martín Pueblo, 1952

A partir de la aparición en 1976 del clásico Los gauchipolíticos rioplaten-


ses de Ángel Rama, los profusos estudios sobre la literatura gauchesca
adquirieron una sistematización canónica, ineludible hoy para cual-
quiera que decida acercarse a una lectura crítica del género.26 Es debido

en la localidad de Pergamino durante una visita oficial del presidente, el locutor decía en
el minuto 3:03: “La caballería gaucha integrada por la representación de varios fortines
pasa como nueva demostración de que los gauchos están dispuestos a apoyar la magnífica
obra de recuperación nacional de Perón” (AGN 690.C16.1.A, Legajo 367, 1/9/1953).
Otro desfile de gauchos puede verse en Plaza de Mayo en un acto realizado por el 17 de
Octubre en 1947 (Registro N° 8, AGN 31.C16.1.A, Legajo 128, 16/10/1947).
26. El título del libro de Rama hace referencia al periódico publicado por el clérigo
Francisco de Paula de Castañeda en 1820-1822, el Desengañador gauchi-político: fede-
ri-montonero, chacuaco-oriental, choti-protector, y puti-republicador de todos los hombres
de bien, que viven y mueren descuidados en el siglo diez y nueve de nuestra era cristiana.
24 |

a esto que el presente libro toma el alusivo nombre de Antología gauchi-


peronista, compilación en la cual un recorrido por el grupo de escritores
que mixturaron la gauchesca (y/o al gaucho) con el peronismo permite
advertir la presencia de una de las características primigenias del género,
es decir, su capacidad de inscribirse en el seno de una coyuntura políti-
ca precisa, con todas sus afirmaciones y
controversias.
Un antecedente de este cruce entre
lo nacional-popular y el criollismo se
dio en 1934 con el poemario El paso de
los libres, que en clave gauchesca Arturo
Jauretche27 dedicó a la trunca rebelión
radical de la cual fue participe a fines
de 1933 en la provincia de Corrientes.
No sorprende así que “Pajarito gaucho”,
poema de su autoría, sea uno de los más
tempranos del ciclo gauchiperonista.28
Allí Jauretche da cuenta de la figura del
cabecita negra, es decir, aquel hombre o
Arturo Jauretche, El paso de los libres,
mujer que venía del interior del país a
Buenos Aires, La Boina Blanca, 1934. emplearse en la ciudad o en los cordo-
nes industriales de la provincia de Bue-
nos Aires (“Pajarito del campo / en la ciudad; / cabecita negra / ¿cómo
te va?”). Se trataba del fenómeno de la migración criolla, el pueblo
mestizo y periférico que había asomado el 17 de Octubre, uno de los

27. Corresponde reseñar que, según Jauretche, la idea de un Estatuto del Peón fue
acercada por él mismo al gobierno: “En este asunto de los cabecitas negras, estoy
defendiendo algo en lo que creo tener alguna parte, aunque más se refiere al peón de
estancia... La culpa que confieso es haber lanzado las palabras estatuto del peón ante
quien podía establecerlo y esto lo hice recogiendo de labios del Dr. Luis Güemes el
relato de un verdadero estatuto del gaucho, que había implantado el caudillo de Salta
para proteger a sus paisanos, cuando amurallaban con sus pechos el frente Norte de
nuestra independencia. […] Y después se preguntan por qué el gaucho apoyó a los
caudillos. ¡Qué civilización y barbarie y qué niño muerto! El caudillo era el sindicato
del gaucho” (Jauretche, 1982, p. 69).
28. El poema fue publicado en 1993 en una antología de Fermín Chávez. Según reseña
Ezequiel Adamovsky en la nota al pie número 412 de El gaucho indómito, Norberto
Galasso posse una copia del poema y estima que fue escrito “a más tardar en 1950”.
| 25

tópicos más recurrentes de la poesía gauchiperonista junto al recurso


narrativo del ayer y hoy, estructura de comparación entre las desigualda-
des del antes (década infame, por ejemplo) y las promisorias realizacio-
nes del ahora (peronismo, siempre).
En el temprano peronismo Jauretche además retomó el uso de cierta
torsión del habla popular en la revista Descamisada,29 donde firmó sus
columnas “Cartas de un descamisado” bajo el seudónimo de Juan Fabri-
quero, un trabajador que reivindicaba al peronismo desde una escritura
no gauchesca pero sí popular, con marcadas faltas de ortografía y cercana
a lo barrial-orillero. En dicha revista fue muy habitual la presencia de lo
gauchesco en sus tapas, ilustraciones y viñetas humorísticas. Descamisada,
rival de la opositora Cascabel30, apeló frecuentemente a la picaresca en la
figura criolla de “Juan Pueblo” para representar las vicisitudes de una gau-
chesca peronista, en la cual en más de una oportunidad el propio Perón
aparecía en escenas gauchas o incluso vistiendo ropas criollas, tal como se
puede apreciar en el apéndice de la presente Antología.
Juan Pueblo fue un arquetipo muy común durante la primera mitad
del siglo XX, principalmente en publicaciones periódicas de costum-
bres y en revistas políticas. Original de Ecuador, fue un personaje que
remitió al hombre común, por lo general de rasgos y hábitos criollos.
Ilustradores de revistas humorísticas del peronismo, como Descamisada
y PBT, recurrieron con frecuencia a su silueta. A diferencia de Desca-
misada, en el caso de PBT31 Juan Pueblo apareció representado con ras-
gos europeos, asociado a una clase trabajadora industrial. Existió en el
período también una publicación peronista dirigida por E. Echeandía
llamada Juan Pueblo, en la que el logotipo era el dibujo del rostro de un

29. Descamisada apareció por primera vez en enero de 1946 por iniciativa de Germinal
Lubrano, militante del espacio FORJA, al igual que Jauretche. En un inicio autoges-
tionada y sin auxilio estatal, nació al calor de la coyuntura electoral de 1946. En 1947
empezó a recibir ayuda oficial hasta su cierre en 1949 (ver Gené, 2016).
30. Publicación fundada por el publicista Jorge Piacentini. Aunque salía desde 1941,
en agosto de 1945 cobró un marcado tono burlesco hacia Perón y hacia la dirigencia
del golpe del 4 de junio de 1943. Dejó de aparecer en 1947, asfixiada por las restric-
ciones de papel que regulaba el Estado.
31. La PBT del peronismo reapareció en 1950. Fue una publicación dirigida primero
por Raúl Apold y luego por Carlos Aloé a través del sello Haynes y ALEA, una socie-
dad cuyos principales accionistas fueron funcionarios del gobierno, empezando por el
propio Aloé (ver Poderti, 2016).
26 |

criollo, acompañado de un lema del Martín Fierro: “No me salgo de la


huella aunque vengan degollando”.
La solemnidad poética que caracterizó a parte de las composiciones
gauchiperonistas tuvo en revistas como Descamisada y PBT un claro di-
ferencial, recuperando así el atributo humorístico-satírico de clásicos de-
cimonónicos del género, como el Fausto de Estanislao del Campo o el
caso del Viejo Vizcacha en La vuelta de Martín Fierro. Por caso, en PBT
existió una sección fija llamada “Mientras dura un cimarrón”, firmada
por Rudecindo Lucero, en la cual un anciano criollo y un joven militante
descamisado conversaban, mate mediante, acerca de temas coyunturales
de la política nacional, aprovechando para exaltar las realizaciones del pe-
ronismo y cerrar con alguna burla a la oposición, en un marco narrativo
semejante al del film Payadas del tiempo nuevo. “Es de la boca del viejo /
de ande salen las verdades”, dijo Perón alguna vez citando a Fierro.
Equivalente resultaba una sección humorística de Mundo Peronista
llamada “Al compás de la vigüela”, en la que a través de versos gauches-
cos un payador anónimo acostumbraba fustigar a los detractores del go-
bierno (“aunque es seguro el degüello / tendrá la ‘contra’ al final. / Que
al pueblo salió a peliar / en un vichoco mancao, / la ‘contra’ pa’l otro
lao / con pretensión de ganar…”). Mecanismo narrativo equiparable al
que Enrique Santos Discépolo haría popular en 1951 en su ciclo radial
¿A mí me la vas a contar? a través del personaje Mordisquito, parodia del
contrera incorregible.
Otro de los recursos habituales de los gauchiperonistas fue la ficcio-
nalización de un regreso al presente del personaje Martín Fierro. De
este modo, con el seudónimo de Tiberio Sincamisa, el catamarqueño
Juan Oscar Ponferrada compuso en 1946 “La vuelta de Martín Fierro”,
una serie trunca de poemas publicada en la revista Política, dirigida por
el escritor nacionalista Ernesto Palacio. Allí, Fierro observaba satisfecho
el nuevo gobierno, artífice de conquistas que a fines del siglo XIX pare-
cían imposibles (“Y aquí me pongo a cantar / igual que en otra ocasión,
/ mas con distinta razón / porque la cosa ha cambiado: / ¡al fin! el criollo
ha ganado /con una revolución…”). El Fierro de Ponferrada no se aho-
rraba alusiones irónicas a figuras de la oposición, como Alfredo Palacios
o José Tamborini, y adquiría una mirada revisionista en el trazado de
una línea de continuidad entre Rosas y Perón.
Las alusiones burlescas hacia la oposición fueron una constante,
sobre todo en las producciones primeras de los gauchiperonistas. En
| 27

un mismo sentido funcionan, por ejemplo, “Repartiendo leña... (a


lo Martín Fierro)” de Álvaro Lona en Descamisada o “Braden”, título
de uno de los poemas de Eduardo Reynoso incluidos en su libro La
Patria en marcha (Cantos a la Nueva Argentina) de 1952. La poe-
sía de Reynoso se hacía cargo de la consigna “Braden o Perón”, un
lema que aún años después de las elecciones de 1946 apuntaba a la
puesta en valor del estandarte nacional, una síntesis de la cuestión
antiimperialista en clave popular con el gaucho como garante de la
soberanía (“¿qué creías de esta tierra? / Si a tu látigo responden los
serviles, / ¡Sábete!, patrón de circos, / ¡que es de gauchos mi bande-
ra!”). Por su lado, al igual que Tiberio Sincamisa, Jorge del Campo
en La sombra de Martín Fierro (el poema de la revolución)32 planteaba
en 1947 un Fierro resurrecto. En un racconto por la década infame, el
fraude electoral y la sujeción a la economía inglesa, con un periodis-
mo cómplice como parte de la misma trama, Del Campo incluía una
reivindicación de la figura de Hipólito Yrigoyen y el elogio a figuras
más cercanas al ideario liberal, como Domingo Faustino Sarmien-
to, Lisandro de la Torre y Enzo Bordabehere. Hacia el final, Fierro
presenciaba un discurso de Perón y su triunfo electoral, lo cual le da
motivos para volver a su tumba y descansar en paz: había una Nueva
Argentina por delante.
Continuando con el recorrido, autores como el rosarino Francisco
Bianco resultan destacables, ya que con ellos se incorporaba al gau-
chiperonismo la figura del payador profesional. En 1949, Bianco, que
dirigía la colección Alma Gaucha de la editorial Olimpo, incluyó un
título de su autoría llamado Antología peronista, en donde se destacaban
poemas como “El clásico presidencial”, que planteaba una compara-
ción entre las elecciones de 1946 y una carrera de caballos, una de las
principales atracciones populares de la época. En “Festejando el triun-
fo”, el resultado victorioso se coronaba con la enumeración de una serie
de celebraciones criollas que expresaban la alegría por el triunfo pero-
nista (“La ‘turba descamisada’ / de vaga suerte ilusoria / por la rotun-
da victoria / se encuentra muy animada / festejando entusiasmada / el
triunfo de Juan Perón”). La similitud con el clásico “Por una cabeza” de
Gardel y Le Pera no es casualidad: composiciones del propio Francisco

32. Poco se sabe sobre este autor cuyo nombre verdadero fue José Dirceo Ibáñez, según
consta en el Boletín Oficial de 1948. Debo este dato a la generosidad de Guillermo Korn.
28 |

Bianco, como el vals “Ausencia”, fueron grabadas por el Zorzal Criollo


en 1933. También íconos del tango como Agustín Magaldi y José Beti-
noti interpretaron algunos de sus versos. Los vínculos entre la milonga
payadoril de entresiglos y nuevas músicas populares orilleras como el
tango se hicieron presentes en la obra de artistas que Amalia Sánchez
Sívori en su Diccionario de payadores incluyó dentro de la “segunda y
tercera generación” de payadores.
Versos de cantores como Evaristo Barrios y Martín Castro se su-
maron en algunas ocasiones a la saga de un criollismo abocado al
peronismo. A través de estos ejemplos, es posible identificar la con-
fluencia de tradiciones políticas previas con la argamasa del movi-
miento peronista, ya que Barrios provenía del socialismo y Castro,
del anarquismo. Por caso, “Frente al hombre” de Barrios reenviaba
además al Fausto de Estanislao del Campo. Allí el poeta apelaba a la
imagen del criollo que llega a la gran ciudad, solo que en esta ocasión
no se trataba de una visita al Teatro Colón, sino de una entrevista
en la Casa Rosada con el primer mandatario (“Y me enfrenté al Pre-
sidente. / ¡Es un hombre de talento, / que lleva su pensamiento, /
mesmo que escrito, en la frente!”). Por su parte, Martín Castro firmó
en 1969 un poema titulado “Al compañero Hugo del Carril”, donde
el anarquista revelaba su afinidad con el peronismo y con el cantante
de la marcha,33 quien a su vez simpatizó con las ideas del comunismo,
más allá de su conocida adhesión al partido peronista. Los versos de
Castro hacen referencia a las persecuciones que Hugo del Carril sufrió
luego del golpe de 1955, lo cual permite colocar al poema temporal y
temáticamente en la saga de los versos gauchiperonistas de la etapa de
la proscripción y la lucha por la vuelta del conductor exiliado (“Can-
temos con el trovero / porque es la voz argentina, / la canción que es
la doctrina / que en cien instantes oí: / ‘Los muchachos Peronistas’ /
que como un toque de diana / anuncia cada mañana / ‘Que ya sale
de Madrid’”). En coincidente sentido, otro letrista insigne del tango,
el santiagueño Homero Manzi, dio a conocer “Versos de un payador
al General Juan Perón” y “Saludos de payador a Doña Eva Perón”,
composiciones escritas a pedido de Hugo del Carril, quien los recitó
el 8 de octubre de 1950 en la residencia presidencial con motivo del

33. Dato curioso: una de las primeras versiones de la marcha peronista fue cantada por
un grupo folclórico-criollo (ver Adamovsky y Buch, 2016, p. 104).
| 29

cumpleaños del presidente. “Quisiera en esta emergencia / tener el


don de Gabino / para elogiar con más tino / la Histórica Presidencia /
que realiza Su Excelencia”, iniciaba una de las letras, invocando al mí-
tico payador negro de origen radical. La estructura comparativa entre
el injusto pasado y el venturoso presente era, una vez más, el motivo
principal de los halagüeños versos.
Otro fuerte tópico del primer
gauchiperonismo se debió a una
consigna que se ilustra en uno de
los epígrafes de esta sección. Por
consiguiente, en el laudatorio poe-
mario Perón, el vaticinio de Martín
Fierro se decía: “Y el criollo vati-
cinado / por aquel gaucho, llegó /
después que el pueblo vivió / lar-
gos años ultrajado; / hoy ya todo
ha terminado / por la titánica ac-
ción / de tan ilustre varón / que
Martín Fierro anunciara / y que
se manifestara / en el General Pe-
rón”. Publicado en Mar del Plata
en 1951 por Nicanor García Ro-
Alberto Vacarezza, Dijo Martín Fierro, dríguez y Alcides Atilio Cano, bajo
Buenos Aires, Subsecretaría de Informaciones
el seudónimo conjunto de Eneas
de la Presidencia de la Nación, 1950.
Garcán, este extenso libro además
de recurrir a una historización que apelaba al contraste entre el ayer y
hoy, recalaba también en la escena de un anciano y un joven criollo que
contrapunteaban sus ideas. En idéntico sentido, el dramaturgo y poeta
Alberto Vaccarezza34 versificó en Dijo Martín Fierro: “Tiene el gaucho
que aguantar / hasta que lo trague el hoyo, / o hasta que venga algún
criollo / en nuestra tierra a mandar. / Bien podría cantar yo / en el len-
guaje que usaba / que el ‘criollo’ que él esperaba / ya para todos llegó”.

34. Nacido en 1886 en la ciudad de Buenos Aires, Alberto Vacarezza fue poeta y
dramaturgo, el más destacado de su tiempo en los géneros populares como el teatro
criollo y el sainete. Presidente de Argentores, el 17 de Octubre de 1950 recibió junto
a Claudio Martínez Payva la medalla a la Lealtad, durante la celebración de la Semana
de la Lealtad. Falleció en 1959.
30 |

Publicado en 1950 por la Subsecretaría de Informaciones, Dijo Martín


Fierro compilaba los guiones del autor emitidos por radio Splendid.35
En su astradiana conferencia “Perspectivas de una economía nacio-
nal”, John William Cooke retomó en 1947 los mismos versos, desta-
cando que “el hijo de la tierra”, es decir, el pueblo argentino mestizado,
podía recuperar “la fe en el porvenir” al hacerse cargo de que su futuro
tenía la posibilidad de empezar a realizarse cuando viniera “a esta tie-
rra algún criollo a mandar”: “Por eso es que cuando al conjuro de los
acontecimientos manda algún criollo que sabe interpretar el verdadero
estado anímico del ser nacional, se produce el retorno eterno de la gesta
patria: una revolución del 90, el triunfo de Yrigoyen, un 17 de Octu-
bre” (Cooke, 2016, p. 32). Era un Cooke de estilo nacionalista, aún
jalonado por la tradición radical, sin los aditamentos del ideario mar-
xista que en los sesenta le darían forma a su pensamiento. Como puede
notarse en estos ejemplos, los versos extraídos del poema de Hernández
fueron en la época un lema constante, en el que Perón aparecía como la
encarnación de aquel criollo profetizado por el Martín Fierro, que venía
a mandar al gauchaje pero también a redimirlo del abuso oligárquico.
Pero si de primer peronismo se trata, es necesario destacar el caso de
Mundo Peronista,36 quizás el principal dispositivo gauchiperonista del pe-
ríodo, no solo por la cantidad de trabajos del género que se publicaron en
sus páginas, entre 1951 y 1955, sino también por el lugar que se le dio a
ese tipo de producciones en diferentes secciones de la publicación, inclu-
yendo poesías en el correo de lectores y algunos cuentos como “El labrador
vagabundo”, de Vicente Trípoli, y “El incendio”, de Américo Barrios. Ór-
gano de doctrina de la Escuela Superior Peronista dirigida por el médico y
escritor Raúl Mendé, la presencia de versos gauchescos en Mundo Peronista
implicó la decisión de proporcionarle esa particular veta a la formación
político-cultural de los cuadros, militantes de base y simpatizantes del mo-
vimiento, a quienes en definitiva estaba destinada la publicación.
Uno de los escritores más destacados de la revista fue Enrique Olme-
do, quien produjo una considerable cantidad de versos del género bajo

35. Un fragmento del audio original de estas emisiones se puede escuchar en “Lo que
cantó Martín Fierro” (1000.D25.AGN. Duración: 00:03:43).
36. Editada por el sello Haynes, Mundo Peronista salió entre julio de 1951 y septiem-
bre de 1955. La revista era dirigida por Jorge Newton y en total se llegaron a publicar
93 números (ver Panella, 2016).
| 31

el seudónimo de Zoilo Laguna. A través de este gauchesco personaje,


Olmedo urdió sus estrofas en función de los temas de agenda política
tratados por el número de la revista en el que cada poema se publicaba.
Así, la campaña de Perón para un segundo mandato (“La releción”),
una salutación al sacrifico del sargento Miguel Farina37 (“Sargento Mi-
guel Farina”), la crítica a la burocratización del funcionariado peronista
(“Juncionario”) y un nuevo aniversario del 17 de Octubre (“El coronel
arrestao”) serían algunos de sus temas. Significativo fue un poema en
particular, “El ritrato”, aparecido en marzo de 1952, en momentos en
los que cierta mejoría de Evita38 habían generado en la población ex-
pectativas acerca del rumbo de su salud. Allí, el criollo Zoilo Laguna
se llenaba de esperanza, vislumbrando en un retrato sonriente de Eva
las buenas nuevas: “Ansina quiere verla tuito el pueblo… / He mirao
el ritrato... ¡Estaba riendo! […] / Aura podemos ya gritarlo juerte…
/ ¡Dios no ha querido castigar al pueblo!...”. De este modo, Evita se
transformaría en un motivo permanente durante 1952 y los años pos-
teriores, como en “La pena del chango”, de Alberto Soria, y “Plegaria de
un coya”39, de J. I. Este tópico se hizo presente incluso en las cartas de
lectores, en las que, en ocasiones, los firmantes asumían una identidad
gaucha y/o criolla, representando el fervor religioso y el dolor popular
por la partida de la “Jefa Espiritual de la Nación”. La figura de Evita

37. Miguel Ángel Farina fue asesinado el 28 de septiembre de 1951 en Campo de


Mayo, cuando se opuso al intento de levantamiento liderado por Luciano Benjamín
Menéndez.
38. Enrique Olmedo, Fermín Chávez, Claudio Martínez Payva, José María Castiñeira
de Dios y Juan Oscar Ponferrada fueron algunos de los gauchiperonistas que en 1950
formaron parte de la “Peña de Eva Perón”. Se trataba de un espacio de intercambio
cultural y lectura de poesía ubicado en el Hogar de la Empleada, lugar al que Evita
asistió en más de una oportunidad. Algunas de las composiciones leídas allí fueron
publicadas en forma de plaquetas en el sello Peña de Eva Perón.
39. Si bien estos poemas no son gauchescos, fueron compuestos con una lengua que
representaba los modismos dialectales de los sujetos populares de la Puna y Santiago
del Estero. Debido a esto, fueron incluidos en la presente Antología. Sobre la cuestión
particular de la relación entre los indígenas y el peronismo se recomienda la lectura
de Los indios invisibles del Malón de la Paz de Marcelo Valko. El frustrado reclamo de
tierras por parte del pueblo kolla remitía a la consigna “La tierra para quien la trabaja”,
que estuvo muy presente en los primeros tiempos del gobierno de Perón y en las propa-
gandas gubernamentales destinadas al sector, algunas de las cuales se pueden observar
en el anexo de imágenes de este libro.
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adoptaría una acentuada centralidad en la revista a partir de su muerte,


tanto en las tapas como en las permanentes notas recordatorias de su
obra política y social.
Algunos de los versos gauchescos de Enrique Olmedo incluidos en
Mundo Peronista y otras publicaciones serían además editados por la
Subsecretaría de Informaciones en folletos ilustrados, hoy casi incon-
seguibles. Títulos como ¡La pucha mi General! (1953), El coronel arres-
tao (1953), Qué linda está mi nación (1953), Juan del montón (1953),
Juncionario (1953), Se vienen las votaciones (1954), Versos p’al General
(1954)40 y Juan Perón. En el aniversario... (1954) fueron divulgados por
el Estado en forma masiva. El caso particular de Juncionario —también
aparecido en Mundo Peronista— es quizás uno de los más interesantes
ya que, lejos del habitual tono injundioso para con la oposición o por
el contrario celebratorio para con el movimiento, planteaba una crítica
explícita hacia los funcionarios del gobierno, quienes además eran los
potenciales lectores de la revista. Era una advertencia para aquellos que
se desviaban del rumbo popular que el peronismo se había fijado como
agenda de gobierno: “El que sea diputado / o menistro o comesario, /
juez de paz o juncionario / ¡no me lo ha de haber llevado / a suponer,
aparcero, / que ha sido usté el cocinero /que preparó el estofao…!”.
A la vez, Mundo Peronista tuvo su propio sello editorial. En su ca-
tálogo se publicó Fiesta del Pueblo. 1° de mayo de 1950, del poeta y
dramaturgo entrerriano Claudio Martínez Payva. La historia que na-
rra se desarrollaba en el Día del Trabajador, evento que junto con el
17 de Octubre fue una de las fechas clave de la liturgia peronista de
la época. Allí, entre otras curiosidades, el narrador contaba cómo un

40. Buenos Aires, Mundo Peronista, 1954. Si bien su existencia figura en la biblio-
teca personal de Perón hasta 1955, no se pudo acceder a este material. Gracias a un
fragmento citado como epígrafe en un artículo de Talía Gutiérrez, se pudo saber que
al menos parte del poema fue reproducido en la página 19 de Mundo Agrario, en
septiembre de 1952, con el nombre Versos p’al general. Plan económico: “Comprienda
qu’en cada máis / quiere ser libre este páis / que usté supo enderezar / ¡Se puede aura
cosechar / sin peligro’e que unos vivos / se nos alcen con el trigo / por lo que nos quie-
ran dar!”. Tampoco fue posible acceder a Qué linda está mi nación y Juan del Montón,
aunque de este último se conoce que fue publicado el 4 de octubre de 1953 en La Pren-
sa. Cabe agregar que se conoce que Olmedo publicó otros poemas gauchiperonistas en
la Resistencia peronista pero tampoco tuvimos la oportunidad de acceder a ellos. Ver
“Carta de Enrique Olmedo a Felipe Romeo” incluida en esta antología.
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gaucho acudía a caballo con su “china” y su “gurí” a Plaza de Mayo,


para encontrarse con una Evita desfalleciente41 que salía al balcón de la
casa de gobierno, brindando uno de sus míticos discursos pero en for-
mato gauchesco: “¡Queridos descamisaos! / ante el lide nos riunimos /
fieles y juramentaos / como en otubre lo hicimos”. La gauchificación
alcanzaba también al discurso de Perón y al secretario general de la
CGT José Espejo (“Criollazo el mozo”). El 1° de Mayo entonces ya no
era una fecha de protesta como lo había sido en tiempos de hegemonía
de la izquierda, sino que se había transformado paulatinamente en una
demostración organizada de fortaleza que no se contradecía con el agra-
decimiento al gobierno y su celebración.
Claudio Martínez Payva también publicó versos gauchiperonistas
en libros de su propia factura como Cantos de la fe triunfante. Habi-
tual redactor de poemas camperos, el autor incluyó en este volumen
de 1954 algunos de los mejores poemas del género. A los temas como
el fustigamiento a la oposición o el combate al agiotismo, agregó otros
menos habituales como en “Así no más, de montao”, donde un criollo
departía lecciones morales para un hijo que se aprovecha de los be-
neficios sociales del gobierno, ajeno a la cultura del trabajo (“Sos de
aquellos que relaja / con injundios de haragán / la protección que hoy
le dan / al paisano que trabaja”). En “De mano propia” asumió la voz
de una mujer peronista que podía emanciparse de su irresponsable ma-
rido —contrera él— gracias a la posibilidad de acceder con su hijo a la
vivienda propia como resultado de la bonanza que para tal derecho el
peronismo garantizaba (“Soy tu mujer ante Dios / y en lo que antes jué
mi cueva / me han hecho una casa nueva: / es moy grandota pa dos”).
Este poema de Payva resulta importante ya que es uno de los pocos
del ciclo que se destina particularmente a la mujer, por fuera de todos
aquellos versos gauchiperonistas dedicados a la figura de Evita o a la
de Isabel en los años setenta. En este sentido, la gauchesca peronista
no escapó a los límites de su época y menos al machismo de la cultura
criollista en general. Existieron escritoras peronistas del período como
Alicia Eguren, María Granata o Julia Prilutzky Farny, entre otras, que
incluyeron temáticas peronistas y bucólicas en sus producciones, pero

41. Si bien la acción del poema transcurre en 1950, el libro es publicado en 1952.
Es de suponer, entonces, que la mención a la “poca vida” de Eva no es una refe-
rencia al tiempo ficcional de la obra, sino al momento en que se publicó el texto.
34 |

no específicamente gauchiperonistas. La única excepción fue Gracie-


la Albornoz de Videla, que en 1953 compuso los versos celebratorios
“Cielito de Juan Perón” para un libro de lectura escolar.42 Y también se
puede mencionar a la cantante Nelly Omar, quien se dedicó de lleno a
la música popular-criolla43 durante toda su carrera y en los años sesenta
adoptó el uso de un tradicional poncho rojo.
También por la editorial Mundo Peronista fue publicado en 1952
Martín Pueblo, de Pedro Maglione Jaimes, donde el gaucho aparecía una
vez más como figura vigente pero ya sin motivos para el sufrimiento:

42. Diversos textos escolares del período peronista clásico incluyeron alusiones a lo
gauchesco. Por caso, en Mensaje de luz, libro de lectura para tercer grado de Elsa G.
R. Cozani de Gillone, se incluyó un texto llamado “Ha llegado un criollo”, donde
Perón se vinculaba con la profecía del Martín Fierro (Buenos Aires, Estrada, 1954, p.
2). En Abriendo horizontes, nuevamente Graciela Albornoz de Videla dedicó el relato
“¡No llore, Tata!” a las leyes de protección del trabajador rural (Buenos Aires, HME,
1953, pp. 38-39). En “Perón y el campo”, la ilustración de un niño a caballo y vestido
con ropas criollas aparecía acompañada del siguiente texto: “El domingo mi papá me
llevó al campo. ¡Cómo me divertí! Anduve a caballo casi todo el día. En todas las casas
vi vacas, bueyes, gallinas, pollos, gallos, patos… Los campesinos están contentos con
Perón” (Luis Arena, Alelí, Buenos Aires, Estrada, 1953, p. 29). En Patria Justa, de
Luisa F. de García, con relación a la Fundación Eva Perón: “La limosna hiere, la ayuda
conforta. ‘Sangra mucho el corazón / del que tiene que pedir’, dice Martín Fierro”
(Buenos Aires, Kapelusz, 1953, pp. 30-31). En Un año más, de Ana Lerdo de Teja-
da y Aurora Zubillaga, se mencionaba la creación de la Escuela Nacional de Danzas
Folklóricas por inspiración de Perón, acompañando el texto con una pareja de niños
bailando una danza nativa con ropas criollas bajo la mirada de un profesor, también
ataviado a la criolla (Buenos Aires, Lasserre, 1953, p. 100). En Obreritos, de Luisa F.
de García, apareció un texto exclusivamente dedicado al gaucho, donde se lo exaltaba
como símbolo de patriotismo y como “soldado ejemplar” (Buenos Aires, Kapelusz,
1953, p. 99). Por último, cabe mencionar a “Matecito”, un gauchito protagonista de
una historieta publicada en Mundo Infantil del sello Haynes. Su autor fue el dibujante
español Jacinto Bofarull Forasté (1903-1977). Tapas con ilustraciones alusivas al mun-
do campero también se pueden observar en los siguientes libros escolares del período:
José Carlos Astolfi, El trabajo del hombre, Buenos Aires, Kapelusz, 1949; José Carlos
Astolfi, El trabajo en la zona agropecuaria, Buenos Aires, Kapelusz, 1952; Ángela Gu-
tiérrez Bueno, Comienza el día, Buenos Aires, Estrada, 1954; Ángela C. de Palacio, La
Argentina de Perón, Buenos Aires, Laserre, 1954. Muchos de estos materiales se pueden
ver en librosperonistas.com.
43. El fomento de la cultura tradicional tuvo también su capítulo en la explosión del
folklore en la época en figuras como Antonio Tormo, Buenaventura Luna e incluso el
por entonces filocomunista Atahualpa Yupanqui.
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“Aquí me pongo a cantar / el trabajo es mi vigüela /porque áura sí que


consuela / lo que hasta ayer angustiaba”. Además de recurrir al repetido
ayer y hoy, Maglione Jaimes volvía a invocar el espíritu de Fierro pero
sumando en esta oportunidad al Viejo Vizcacha, que ya sin motivos
para ser un personaje inmoral, hacía a un lado su filosofía ladina, per-
diendo algo de su picardía (“‘Hacéte amigo del juez…’ / aconsejaba
yo a todos / porque era uno de los modos / de gambetiar la ‘justicia’, /
hecha de pura malicia / en ese tiempo de lobos. // Hoy la justicia ya es
otra, / perfeta en su aplicación: / su balanza es la razón”). Finalmente,
Perón aparecía aludido como el “Patrón Grande”, haciendo de la gau-
chesca no ya una reivindicación del matrerismo, sino un alegato de
inclusión social que no excluía cierta idea de ordenamiento, afín a los
planteos de la Comunidad Organizada.

Galería gauchi-opositora

Esa reivindicación patriótica del Martín Fierro es la


reivindicación por los mismos jueces que él acusó y
despreció, y esos jueces que lo absuelven ahora
no procuran sino su propia absolución.
Ezequiel Martínez Estrada, Muerte y transfiguración
de Martín Fierro, 1948

Yo no canto a los tiranos / ni por orden del patrón. /


El pillo y el trapalón / que se arreglen por su lado /
con payadores comprados / y cantores de salón.
Atahualpa Yupanqui, El payador perseguido, 1964

Si Sarmiento quiso suprimir políticamente todo lo relativo


a Facundo, este se reinstala precisamente en el campo
político a través del peronismo.
Rodolfo Kusch, Esbozo de una antropología americana, 1978

Pienso que nuestra historia sería otra, y sería mejor, si hubiéramos


elegido, a partir de este siglo, el Facundo y no el Martín Fierro.
Jorge Luis Borges, El matrero, 1970
36 |

Así como en el siglo XIX el gobierno rosista dispuso de una gauchesca


que le fue favorable con El torito de los muchachos de Luis Pérez, por
otro lado obtuvo su reverso en la réplica gauchi-unitaria de Hilario As-
casubi y su Paulino Lucero, en lo que Ángel Rama denominó “la etapa
faccional” del género, inmediatamente posterior a su período indepen-
dentista. En similar modo, el peronismo tuvo sus detractores en un
conjunto de intelectuales que acudieron a la gauchesca en algunos casos
y a una reflexión sobre el género en otros, pero siempre para disputar
los usos peronistas del criollismo.
En este aspecto, es ineludible el voluminoso ensayo de Ezequiel
Martínez Estrada Muerte y transfiguración de Martín Fierro publicado
en 1948 por el Fondo de Cultura Económica. Allí, el escritor bahiense
salía a la escena para pensar al poema hernandiano por fuera de la épica
nacional-popular que en las apropiaciones peronistas del texto aparecía
cada vez con más frecuencia y que el autor no parecía distinguir dema-
siado de las lecturas de Lugones y los revisionistas del treinta. “¿Quiénes
quisieron encontrar en el Martín Fierro una lengua nacional? Aquellos
mismos que ansían lo nacional, lo propio” (2005b, p. 215), aseveraba
Martínez Estrada en una interpretación que se sentía más cómoda con

Tristán (Antonio Ginzo), 150 caricaturas, Buenos Aires, Gure, 1955, pp. 46-47.
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una mirada kafkiana y pesadillesca de sus estrofas que con la “admira-


ción patriótica en calidad de variante correlativa del héroe” (p. 267).
Admirador extasiado del poema, Martínez Estrada escribía su ambicio-
so ensayo contra “la farsa carnavalesca del gaucho” que consolidaba “un
sistema entero de valoraciones falsas, de mistificaciones, de supercherías
que recubren con banderas y arengas de estrepitosa vacuidad” (p. 300).
Muerte y transfiguración era entonces una valoración distinta del libro,
una exégesis que rehuía de las formas heráldicas del Estado y que lo
colocaba como un enigma del pueblo por descifrar, más cercano a un
“contrapoema” del “odio contra lo correcto” (p. 348) que urgía trans-
figurar más que canonizar. Incluso contra el propio Hernández, que
según Estrada —al igual que el peronismo— muchas veces conspiraba
contra Fierro (David, 2005). Sin embargo, lo que por momentos pare-
cía lindar con una mirada protoanarquista en relación con los aspectos
autoritarios del peronismo, de pronto se salía del poema para manifes-
tarse como un profundo desacuerdo de clase propietaria con el Estatuto
del Peón, el cual Martínez Estrada denostaba al plantear que “no se ha
creado en él [el peón] la conciencia de su responsabilidad social ni de
sus derechos verdaderos” sino más bien “un regreso de facto a la política
de Rosas” (Martínez Estrada, 2005b, pp. 558-559). Símil que volvería
a arriesgar luego del derrocamiento del peronismo en ¿Qué es esto?, pu-
blicado en julio de 1956.
En este contexto, las caricaturas del ilustrador Antonio Ginzo
—mejor conocido como Tristán—, publicadas en periódicos del Par-
tido Socialista, recurrieron al motivo gauchesco pero para denunciar
al peronismo. En un dibujo de su autoría publicado el 12 de junio de
1945 en La Vanguardia, un gaucho aparecía dejando la mano de la
dictadura para acercarse a la mano de la normalidad acompañado de
una leyenda que reforzaba “el cambio que el pueblo en realidad desea”
(Casas, 2016b). En otra de sus viñetas, el gaucho que ayer había sido
esquilmado por los monopolios privados ahora era estafado a punta
de pistola por el Estado, personificado en Perón. La leyenda “La tierra
para el que la trabaja” remataba la escena, en una clara alusión irónica
(Tristán, 1955, p. 47). Por la misma época, un anónimo de la Unión
Democrática hacía uso de un dibujo de Juan Pueblo, aunque retratado
como un gaucho víctima del engaño nazi-peronista y la Iglesia: “¿Los
padres de los pobres?”, se preguntaba el volante que llamaba a votar
por la coalición en las elecciones presidenciales.
38 |

“¿Los padres de los pobres?”, campaña electoral de la Unión Democrática 1945-1946. CeDInCI.

Más tardíamente, otro socialista como Luis Ramicone publicó en


noviembre de 1954 el gauchesco Cartas pa’ mi hija, en el que un viejo
criollo enviaba esquelas en forma de versos a su hija para denunciar las
desigualdades del campo sin disimular su oposición al gobierno pero-
nista: “y hemos cáido en el infierno / propio d’estas ocasiones: / hay
promesas a montones / por parte’ el oficialismo, / que atao al persona-
lismo / sigue al que manda halagando, / incienso a sus pies quemando...
/ güérfano’ e tuito idealismo” (1954, p. 66). En el libro se reivindicaban
personajes históricos como Rivadavia, Moreno, Alberdi y Sarmiento
en contraposición a un rosismo nuevamente asimilado al peronismo:
“El matón está enraizao / en la Mazorca rosista, / y si es posible que
esista / es qu’ el páis anda atrasao” (p. 79). Ramicone en realidad era un
dirigente sindical gráfico que provenía del Partido Socialista Obrero,
una ruptura por izquierda con el PS que se dio en 1937 y que eviden-
temente no le alcanzó para distanciarse de la línea Mayo-Caseros que
la historiografía liberal había consagrado como suya. Paradójicamente,
en este punto, peronismo y antiperonismo coincidían en establecer una
continuidad entre Rosas y Perón, aunque cada sector lo hiciera con
diferente signo valorativo.
El músico y poeta Atahualpa Yupanqui también fue un duro opo-
sitor al peronismo que pasó por la trama gauchesca. En este sentido,
en 1946 firmó columnas de tono campero en la sección “Hombres y
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caminos” del periódico Orientación


del Partido Comunista y el 1° de sep-
tiembre de 1946 publicó en La Hora,
también del PC, una carta abierta en
solidaridad con los kollas de la frus-
trada marcha de “El Malón de la Paz”
que terminaría siendo desactivada por
el gobierno peronista, a pesar de que
inicialmente la había alentado y hasta
financiado. Sostuvo: “Yo no fui con un
verso, ni un discurso, ni monté ajeno
potro para lucir el barato gauchismo
del hombre que se enhorqueta en Ciu-
dadela para apearse en Plaza de Mayo”.
Y agregó más adelante: “Aquí ningún Luis Ramicone, Cartas pa’ mi hija. Consejos
del finao, Buenos Aires, Borocaba, 1954.
centro tradicionalista levantó su protes-
ta. Ningún gaucho de los que se lucieron a tu lado, desde Ciudadela
a Plaza de Mayo, mostró su potro ajeno para decirte ¡Venga a mi casa
amigo!” (Valko, 2012, pp. 156-157). Sus posicionamientos críticos y la
militancia en el comunismo, así como esta carta, le valieron el encarce-
lamiento en Villa Devoto, donde fue sometido a apremios ilegales que
lo llevaron luego de su liberación en 1949 a irse del país por un tiempo
(Galasso, 1992, pp. 102-105). Más tarde, diría al grabar El payador
perseguido: “Por fuerza de mi canto / conozco celda y penal / con fiereza
sin igual / más de una vez fui golpeado, y al calabozo tirao / como tarro
al basural”.
Por su lado, en 1957 el poeta y periodista entrerriano Marcelino
Román publicó en la editorial Lautaro del PC Itinerario del payador,
una imprescindible investigación sobre la historia del arte de la payada
en nuestro país y en la región, en la que auscultaba sus orígenes indí-
genas. Román aludía lateralmente en su libro a la gauchesca peronista,
afirmando que ese modelo era incompatible con la fuerza libertaria del
género: “Ha sido reconocida la importancia de la poesía popular. Pero a
menudo se la quiere utilizar —y se la utiliza— para fines ajenos o con-
trarios a los intereses del pueblo” (1957, p. 326). Y más adelante: “Es lo
que resalta siempre, por más que enemigos del pueblo hayan intentado
desfigurar horrorosamente al gaucho y aunque rosistas, falangistas, cle-
ricales, etc., hayan querido interpretar a su modo el poema” (p. 368).
40 |

Años más tarde, en su poemario Nuevas coplas para los hijos de Fie-
rro, reforzaría en el prólogo la imposibilidad de movimientos como el
peronismo para asimilarse a lo que Román entendía como verdadera
esencia de la gauchesca: “No podemos emplear hoy, con invocaciones
populares o populistas, un lenguaje que corresponde a otro tiempo his-
tórico y a otras condiciones, a otro clima social y a otras necesidades”
(1968, p. 8). Esta posición cercana al indepedentismo, de compromiso
político pero no partidista, ya había sido sostenida años antes por el
escritor Osvaldo Vargas Molteni, quien en la introducción a su libro
de relatos camperos Palenque Pampa había sostenido: “en esta época de
tendencias deformadoras se pretende hacer de todo hecho histórico, de
toda realidad objetiva, un símbolo para la militancia” (1949, pp. 9-17
[citado en Casas, 2016b]).
Por último, infaltable en esta galería, Jorge Luis Borges fue uno de
los intelectuales antiperonistas que más vínculos observó entre los te-
mas gauchescos y el peronismo, cuestión que lo llevó a emitir un con-
junto serial de impugnaciones. Si en 1953, en el prólogo de El “Martín
Fierro”, sostuvo que su libro buscaba promover la lectura del poema de
Hernández como “objeto principal”, con el paso del tiempo el escritor
fue cambiando su posición al respecto. Según señala Carlos Gamerro
en Facundo o Martín Fierro, en sus conversaciones con Bioy, Borges
declaró que Fierro “sería, si viviera en el contexto del peronismo, otro
peronista más” (2015, p. 229). De esta manera, en coincidencia con
Martínez Estrada, Borges descubría en El payador de Lugones un invo-
luntario antecedente de una mistificación que el peronismo había sabi-
do apropiarse, destino trágico que se hubiera transmutado si el Facundo
de Sarmiento hubiera sido escogido como definitivo texto nacional.
“El Martín Fierro es un libro muy bien escrito y muy mal leído
[…]. Lugones exaltó a ese desventurado paladín y lo propuso como
arquetipo. Ahora padecemos las consecuencias”, afirmó Borges en 1974
(1996, pp. 84-93 [prólogo a Martín Fierro]). Y luego, ese mismo año:
“Sarmiento sigue formulando la alternativa: civilización o barbarie. Ya
se sabe la elección de los argentinos. Si en lugar de canonizar el Martín
Fierro, hubiéramos canonizado el Facundo, otra sería nuestra historia
y mejor” (ibídem, pp. 120-124 [prólogo a Recuerdos de provincia, de
Sarmiento]). Los agitados años de la proscripción peronista y la defini-
tiva vuelta de Perón a principios de los setenta habían puesto a Borges
nuevamente frente a un hecho que consideraba inexplicable.
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Es debido a esto que buena parte de su repertorio con relación al


tema proviene de este período, en el que con matices repitió más o
menos la misma idea obsesiva. “El gaucho ha sido reemplazado por
colonos y obreros; la barbarie no solo está en el campo sino en la plebe
de las grandes ciudades y el demagogo cumple la función del antiguo
caudillo, que era también un demagogo. La disyuntiva no ha cambiado.
Sub specie aeternitatis, el Facundo es aún la mejor historia argentina”
(ibídem, pp. 120-124), escribió en 1973 en el prólogo a una edición
del libro de Sarmiento, deviniendo así, por la negativa, en un curioso
promotor de la asociación entre la gauchesca y el peronismo.

La Resistencia

Y aquellos siniestros demonios de la llanura, que Sarmiento


describió en el Facundo, no habían perecido […] He aquí
el obrerismo de Perón, cuán diferente del electoralismo de
Yrigoyen, pero a la vez cuán parecido al gobierno de la
mulatería y de la gauchería de Rosas.
Ezequiel Martínez Estrada, ¿Qué es esto?, 1956

El intelectual se encontró prisionero de ideas que en modo


alguno correspondían a las necesidades nacionales. Esclavo
de un “democratismo” carente de médula, apoyó a las fuer-
zas más reaccionarias contra los nietos de Martín Fierro
que irrumpían en la escena argentina.
Jorge Abelardo Ramos,
Revolución y contrarrevolución, 1957

Yo era en un tiempo Juan Pueblo…


Ahora soy Juan Guerrillero.
José María Castiñeira de Dios,
“Poema de Juan Guerrillero”, 1957

Luego del golpe de septiembre de 1955, a su modo, el gobierno de


facto se encargó de homologar al peronismo con una línea revisionista
que sin ser oficial durante el gobierno de Perón había nutrido buena
parte de la producción intelectual de algunos de sus adherentes. Así, en
42 |

noviembre de ese mismo año Aramburu se refirió a la “segunda tiranía”


depuesta del siguiente modo: “Un solo espíritu alienta al movimiento
de la Revolución; es el sentimiento democrático de nuestro pueblo, que
afloró en 1810 y resurgió después de Caseros” (Slipak, 2015, p. 77).
Con este enaltecimiento de la línea Mayo-Caseros, ¿Qué es esto?, de
Martínez Estrada, hallaba una gruesa respuesta antes de que el ensayista
tuviera la oportunidad de afirmar que los peronistas, al fin y al cabo,
eran la continuidad de la mazorca, una “especie de representantes le-
gales, [que] ejercían sin poncho en la ciudad, en el seno de la misma
ciudad sin poncho pero con facón” (Martínez Estrada, 2005, p. 56).
Curiosamente, los golpistas militares e intelectuales afines aparecían
como los facilitadores del corpus revisionista que desde diferentes ver-
tientes se iría afincando en las filas del campo nacional en el período de
la proscripción del peronismo, en los años de la llamada Resistencia.
De esta suerte, en junio de 1957 la Confederación General del Tra-
bajo publicó un “Manifiesto al pueblo argentino” en el que el gaucho
de la independencia y el obrero aparecían identificados como parte de
una misma saga histórica, así como el oligarca del presente era una me-
tamorfosis del patrón de estancia de siglo XIX:

El antepasado del Obrero actual, aquel gaucho romántico de la epo-


peya argentina, despreciado por el patrón de entonces, antepasado a
su vez del oligarca de hoy, ese gaucho, cuando la Patria lo llamó con
su clarín, cruzó medio continente llevando el mensaje de libertad de
un pueblo digno, para luego en la Guerra Gaucha de las Montoneras
luchar por la Unidad Nacional (Baschetti, 1988, p. 63).

Perón mismo recogió el guante y quizá por vez primera haría pública
una clara recuperación de la figura de Rosas en el cierre de Los vende-
patria, texto publicado desde el exilio que establecía un contrapunto
directo con las afirmaciones de la “Libertadora”: “¿Cómo puede el Go-
bierno Provisional invocar los ‘ideales’ de Caseros? ¿A qué ideales se
refiere? Si la Revolución de Setiembre constituye una repetición de Ca-
seros, preferimos el horror de la ‘Tiranía’ a la caída vertical de la Patria”
(Perón, 1958, p. 221).
Fue en este período que autores como Jorge Abelardo Ramos, Rodol-
fo Puiggrós, Eduardo Astesano, Juan José Hernández Arregui y Arturo
Jauretche, entre otros, consolidaron un imaginario teórico y político
| 43

que, si bien tenía sus extensos antecedentes, combinó la adhesión al pe-


ronismo con una lectura histórica en la que las montoneras gauchas del
siglo XIX se mixturaban con la clase obrera peronista. En esta senda, las
ideas del marxismo nacional de Jorge Abelardo Ramos fueron uno de
los insumos teóricos que mayor influencia ejercieron sobre la formación
y el imaginario de la militancia peronista. En Revolución y contrarre-
volución en la Argentina, libro clásico que tuvo su primera edición en
1957, sostuvo: “Los voceros de la izquierda cosmopolita eran incapaces
de discernir en las masas peronistas a las continuadoras modernas de la
guerra civil, de las montoneras clásicas y del gauchaje alzado. Pero no
existía otro método de filiar la herencia de nuestros trabajadores que
situándolos en la historia e indagando en su pasado el secreto de sus
luchas actuales” (Ramos, 1957, p. 148).
En 1963, también desde la llamada izquierda nacional, el historiador
Eduardo Astesano planteó en Martín Fierro y la justicia social un análisis
clasista del sujeto gaucho como representante del primer proletariado
argentino, de corte rural y también antecedente de lo que denominó
montonera ciudadana: “Fierro y Cruz […] se han venido en avalancha a
ocupar las grandes ciudades en cinturones obreros industriales” (1963,
p. 269). Reeditado y aumentado en 1973, el libro de Astesano modifi-
caría su nombre a Bases históricas de la Doctrina Nacional. San Martín,
Rosas y el Martín Fierro, posicionando al libro hernandiano en el mismo
plano de trascendencia que las figuras históricas aludidas en el título.
Por otro lado, separando las aguas, John William Cooke distinguió
en Apuntes para la militancia lo que era la reivindicación del gaucho
por parte de los sectores combativos del peronismo de los revisionis-
mos conservadores, en una lectura que se distanciaba de “una utópica
restauración del fijismo de la estancia rosista”.44 Anticipando las fisu-

44. Por caso, se puede mencionar a la UNES, brazo estudiantil de la Alianza Li-
bertadora Nacionalista que sería el antecedente de lo que fue Tacuara hacia fines de
la década del cincuenta. En un boletín que llevaba ese nombre, se explicaba así la
decisión de apelar a dicho símbolo: “Es algo nuestro, pues fue nuestra tierra quien
la puso al alcance de los criollos que un día dejaron las rudas tareas del campo
para que al grito de ¡libertad! tomarla en sus manos como arma, convirtiendo una
colonia en una nueva y floreciente nación. Nosotros utilizaremos ‘TACUARA’
que con sus páginas será un arma contra los enemigos de nuestra nacionalidad,
defendiendo así las virtudes de la estirpe criolla relegada por una prensa que ocupa
sus principales páginas con artículos foráneos” (“Tacuara”, en Tacuara. Órgano
44 |

ras que se harían irreversibles en los setenta, Cooke, embebido de la


experiencia de la Revolución cubana, planteaba sus diferencias con
lo que denominó “nacionalismo de derecha”. De un lado se apostaba
por “caudillos de gauchos sometidos a la elite”, del otro, el peronismo
revolucionario, se vislumbraba un “gaucho de carne y hueso transfor-
mado en cabecita negra, obrero, y que buscaba conducción sindical,
orientación para sus luchas, conquistas políticas, líderes de las masas”
(Cooke, 2014, p. 301).
Como continuación de este proceso, el artista plástico Ricardo Car-
pani ilustró en 1965 una nueva edición del Martín Fierro, en una com-
posición del personaje que apelaba a una figura hercúlea de enormes
proporciones, comparable a sus representaciones de una clase traba-
jadora épica y viril, casi como una contracara del Fierro sufriente que
versionó Juan Carlos Castagnino en la edición de Eudeba de 1962. Por
si quedaran dudas, en la nota preliminar al libro, firmada por la edito-
rial Programa, se planteaba que Carpani le había devuelto a Fierro “los
elementos puros y esenciales de su drama humano”, afirmando de esta
manera que “el gaucho desgraciado y rebelde avanza amenazante desde
el fondo de la Pampa o desde los suburbios, luchando por el cumpli-
miento de nuestro destino nacional” (Hernández, 1965). Y más ade-
lante, el investigador histórico Rubén Bortnik, también de las filas de la
izquierda nacional, remataba en el prólogo: “los modernos proletarios
—hijos de peones, nietos de gauchos— revivirán en jornadas de activa
presencia las glorias del pasado histórico, reflejadas en el poema y en
la acción militante de José Hernández. Porque la historia no es sino la
política del pasado y los gauchos de entonces, los descamisados del pre-
sente”. De este modo, el Fierro de Carpani imaginaba una militancia
combativa que podía encontrar en la lectura del poema un antecedente
histórico glorioso, una inspiración para la etapa en curso.45

oficial de la Asociación Otto Krause de Alumnos Industriales, año 1, nro. 1, julio de


1945, p. 1).
45. También en los sesenta, luego de la experiencia frustrada del foco rural en la localidad
de Taco Ralo, Tucumán, las Fuerzas Armadas Peronistas declararon: “grupos de jóvenes
peronistas decidimos constituirnos en FUERZAS ARMADAS PERONISTAS (FAP) y
al igual que nuestras montoneras gauchas y los Descamisados que hicieron posible el 17
de Octubre de 1945, iniciar la guerra revolucionaria como forma de señalarle al Pueblo
el auténtico camino hacia su propia LIBERACIÓN” (“Destacamento Guerrillero ‘17 de
Octubre’ de las FAP”, en Cristianismo y Revolución, nro. 11, noviembre de 1968, pp. 7-8).
| 45

Finalmente, cabe mencionar el caso de Roberto Carri y la publica-


ción en 1968 de su ensayo Isidro Velázquez. Formas prerrevolucionarias
de la violencia, donde el sociólogo concebía al bandolero rural como
exponente de un último avatar gauchesco, de tintes antisistémicos. De
hecho, entre los epígrafes que abrían el libro se podía leer una cita del
Martín Fierro (“Y atiendan la relación / que hace un gaucho perseguido,
/ que padre y marido ha sido, / empeñoso y diligente, / y sin embargo
la gente / lo tiene por un bandido”). Carri había pasado del trotskismo
al peronismo, en un corrimiento que comenzó a manifestarse en su
primer libro, Sindicatos y poder en la Argentina, publicado en 1967 por
la editorial Sudestada de Rodolfo Ortega Peña.
Provenientes de diferentes afluentes del campo nacional, estos auto-
res conformaron la estructura de sentimiento en la que desenvolvió un
nuevo tiempo de la poesía gauchiperonista, la cual en esta etapa reapa-
reció por fuera de la estructura centralizadora del Estado, en un período
de cárcel, exilios, fusilamientos y prohibición de la identidad peronista.
En este sendero, el poeta José María Castiñeira de Dios redactó
en 1957 “El poema de Juan Guerrillero”, donde el arquetipo de Juan
Pueblo como figura individual y a la vez colectiva se metamorfoseaba,
presto a una fase de combate. Probablemente impreso en una hoja
suelta para ser repartido clandestinamente, el poema respondía a una
etapa de radicalización, donde la poesía militante era una de las for-
mas en la que se libraba la disputa político-cultural. Expulsado de
la función pública, Castiñeira reconfiguraba su lugar de enunciación
para pasar a formar parte de una batalla política más amplia: la de la
Resistencia (“pero mi pueblo está firme / y ellos temblando de mie-
do”). En similar sentido se podía leer “Cielito del evocar”, un anóni-
mo del mismo año (“Cielito, cielo que sí; / Cielito para el recuerdo…
/ ¡Con la cruz se levantaron, / y el país se fue al infierno!”); “¡Apretate
el cinturón!”, de un probable Elías Castelnuovo bajo el seudónimo de
Trimigenio (“Cambian los tiempos pal pobre / con esta nueva jun-
ción”); y un poema de Fermín Chávez, quien bajo el seudónimo de
Juan Montiel le dedicó un romance al general Valle, mártir del frus-
trado levantamiento del 9 de junio de 1956 contra de la dictadura de
Aramburu (“Atención pido, señores, / para este simple compuesto: /
quiero contarles la muerte /de un general verdadero”).
De extracción católica al igual que Castiñeira, el sanjuanino Mi-
guel Tejada fue otro de los intelectuales que publicó diversos poemas
46 |

durante la Resistencia, período en el que se mantuvo clandestino.


En uno de ellos, “Millones de cabecitas”, estableció un paralelo entre
la situación del cabecita y la historia de persecución al gaucho, en
una línea que establecía una continuidad entre el pensamiento libe-
ral-sarmientino, los gobiernos militares y las democracias restringidas
del período: “Fusiles, fusilería / muertes a diestra y siniestra... / ‘No
ahorren sangre de gauchos / ni de cabecitas negras’. // Consigna del
unitario / cada vez que hace la guerra: / ‘La sangre criolla sirve / solo
de abono de la tierra...’”.
Anónimos, clandestinidades, nombres de fantasía y hojas sueltas.
Mientras la persecución aumentaba, José María Castiñeira de Dios,
Leopoldo Marechal y Enrique Olmedo serían los responsables de re-
dactar la “Proclama del Movimiento de Recuperación Nacional”, texto
de fundamentación y defensa de la rebelión del general Valle.46
Finalmente, uno de los textos más completos de una etapa menos
temprana de la Resistencia fue Juan Moreno. Poema gauchipolítico de ac-
tualidad del rosarino Luis Eduardo Lescano, quien publicó en 1964 la
historia de un personaje que reunía bajo un mismo nombre a la arque-
típica figura de Juan Pueblo y a los cabecitas negras. No sería arriesgado
agregar que de algún modo ese nombre podía evocar también a todos los
juanes del ciclo gauchesco (Juan Moreira, Juan Cuello, Juan sin Ropa,
Juan Acero, Juan Pueblo, Juan Guerrillero y hasta al propio Juan Perón).
En estos versos, Juan Moreno se presentaba como el hijo de un gau-
cho resero que asumía el legado payadoresco de su padre. Si por un
lado Lescano incursionaba en algunos de los tópicos de la gauchesca
del primer peronismo tales como el recuerdo de la jornada del 17 de
Octubre, la reivindicación de Rosas e Yrigoyen, la descalificación de
las izquierdas y la descripción del pasado oprobioso durante la década
infame, por otro lado encontraba su mayor originalidad en la narración
versificada de un viaje en tren desde el interior hacia la capital.
En ese desplazamiento del campo a la ciudad, una vez más al modo
del Fausto criollo, se ejemplificaba entonces el fenómeno de la migra-
ción interna: Juan Moreno era esa clase rural que al llegar a Buenos Ai-
res primero pasaba por la miseria para luego ingresar como operaria en

46. José María Castiñeira de Dios, De cara a la vida. Primera parte (1920-1972), Buenos
Aires, UNLa, 2013, pp. 159-163. Se puede leer completa en Pulfer, 2017b, pp. 36-40.
| 47

una fábrica de Avellaneda.47 Casi como siguiendo las tesis de Eduardo


Astesano, el proletariado rural se sindicalizaba en el cordón industrial
de la zona suburbana, consiguiendo vivienda gracias a Perón y devi-
niendo de este modo en clase obrera urbana. A su vez Juan Moreno se
casaba con una descendiente de inmigrantes, triunfaba en una payada
de contrapunto con Pedro Contrera en un club (no ya en la pulpería)
y en una milonga aprendía a dar sus primeros pasos de tango, aunque
no sin conflictos con un orillero, quien lunfardo mediante tallaba en el
lugar. En esta escena, el personaje del Pardo funcionaba como una re-
escritura del moreno asesinado en la ida de Martín Fierro, solo que esta
vez el duelo no se resolvía con un crimen ominoso, sino apenas con “un
golpe certero” (“El Pardo se retiró / muy triste y alicaído, / se le notaba
en la cara / qu’él era un hombre vencido”). Juan Moreno entonces era
la síntesis superadora entre el criollo y el inmigrante, entre la cultura
rural y la urbana, un nuevo sujeto social que asumía en su simbólico
nombre la vindicación del moreno y el gringo denostados en el poema
de José Hernández.
Ya en el Canto XV, el que da cierre al poema, Juan Moreno hace
referencia al golpe de 1955, los fusilamientos y al secuestro del cuerpo
de Evita por parte de la dictadura (“Se yevaron el cadáver / de nuestra
dama primera; / no tuvieron ni siquiera / respeto pa los difuntos, / si ja-
más tant’odio junto / en nuestra patria se viera”). De este modo el texto
llegaba hasta su presente, donde a pesar de lo males sufridos aparecía la
esperanza de un tiempo de resistencias y supervivencia (“Y hago así una
reflesión: / mucho es lo que han destruído, / muchos son los que han
caído / y muchos los que han matado, / pero algunos se han salvado / y
no todo está perdido”). Docente y militante de la CGT de los Argenti-
nos de la ciudad de Rosario, Luis Eduardo Lescano fue asesinado por la
Triple A en 1975. La inclusión de su Juan Moreno en esta antología es
acaso un acto de justicia y memoria para con un militante gauchipero-
nista cuya vida fue violentamente arrancada, en el fragor de un tiempo
trágico como lo fue la década del setenta.

47. Con sus variantes, este itinerario fue el que había recorrido Evita cuando partió del in-
terior hacia la ciudad. Al respecto señaló la escritora Aurora Venturini: “Para salir al balcón,
se ponía algunas joyas que le regalaban y al regresar decía ‘voy a desensillar’. Se comportaba
como una mujer de campo porque lo era y quería seguir siéndolo. Usaba muchas expresio-
nes rurales y le encantaba esa vida” (sección “Mundos íntimos”, Clarín, 2012).
48 |

La Vuelta

Si nuestra sociedad desea preservar su identidad en la


etapa universalista que se avecina, deberá conformar y
consolidar una arraigada cultura nacional […]. Mucho se
ha dicho sobre la cultura nacional, pero poco se ha
especificado sobre su contenido.
Juan Domingo Perón, Modelo argentino
para el proyecto nacional, 1974

Si Evita viviera sería montonera.


Consigna de la Tendencia

Y ansina jué nomás. / Un día, amigo, / se tomó el aroplano


allá en Madrid / y se largó p’al pago / llegando al
aeropuerto / que le llaman de Eseiza… ¡fíjese!...
Facundo de los Llanos, La güelta del Juancho, 1974

Nos quieren hacer creer que Martín Fierro era judío.


El Caudillo de la Tercera Posición, 1975

Este entramado heteróclito de textos que iba de 1945 a mediados de


los sesenta funcionó como un legado textual, político e identitario
que, al arribar la década del setenta, confluiría con dos hechos que
se imbricaron en un mismo núcleo temporal-histórico del devenir
nacional: los cien años de la Ida (Año Hernandiano, 1972) y la vuelta
de Juan Domingo Perón (o su inminencia). Fruto de esa sugestiva
coincidencia, la relación entre el género gauchesco y el peronismo
tendría un nuevo y último episodio que no escapó al influjo de las
internas desatadas en el movimiento. La concordia peronista que se
vivió en el estreno de Juan Moreira de Leonardo Favio, apenas un
día antes de la asunción de Héctor Cámpora el 24 de mayo de 1973,
duraría poco. La asistencia a la función de sectores enfrentados del
movimiento como José Ber Gelbard, José Ignacio Rucci y el propio
Cámpora, entre otros, permanecería en la historia apenas como anéc-
dota de color (Gerschuny, 1973).
En esta dirección, la época quedó marcada por el crecimiento ex-
ponencial de Montoneros, un agrupamiento principalmente juvenil
| 49

que hegemonizó la denominada tendencia revolucionaria del pero-


nismo. La adopción de la lucha armada como metodología de ac-
ción del grupo y la apelación al bagaje revisionista se resumió en su
escudo, que combinaba la estrella federal, una lanza tacuara y un
fusil. De este modo, la cosmovisión que alineaba al gauchaje federal
decimonónico con el militante peronista encontraría en Montoneros
un lugar central, extendiendo esta particular fórmula identitaria a un
espacio que nucleó mayoritariamente a sectores medios urbanos, en
muchos casos de formación universitaria: “El peronismo es la conti-
nuación en la historia de nuestros patriotas de la Independencia, de
San Martín y Güemes, de los caudillos y gauchos montoneros, desde
Rosas hasta el Chacho y Felipe Varela, que defendieron la integridad
de la Nación y lucharon contra la prepotencia de la oligarquía por-
tuaria de Buenos Aires”.48
Efectivamente, en la ejecución de Aramburu por parte de los
Montoneros y su proclama del 1° de junio de 1970 que se cerraba
con “¡Perón o Muerte! ¡Viva la Patria!” parecían resonar las banderas
de Facundo Quiroga y, en relación con la acción en sí, asomaba una
versión moderna del degüello rosista. Asimismo en su política cultu-
ral, el agrupamiento impulsaría la Cantata Montoneros, un disco de
coloratura criollo-folclórica a cargo del conjunto Huerque Mapu,49 y
450 años de guerra contra el Imperialismo, una historieta ilustrada por
Leopoldo Durañona y escrita por Héctor Germán Oesterheld que
apareció en el periódico montonero El Descamisado. En la historieta,
publicada entre julio de 1973 y marzo de 1974 hasta la clausura del
periódico por parte del tercer gobierno de Perón, la presencia de cau-
dillos como Artigas y Dorrego se complementaba con las soldadescas
gauchas del período, en un claro empleo de la línea revisionista de
carácter nacional-popular.

48. “Las armas de la Independencia hoy están apuntadas hacia el Pueblo”, en Cristia-
nismo y Revolución, nro. 30, año VI, septiembre de 1971.
49. A mediados de 1973 la conducción de Montoneros le encargó a Nicolás Casullo
la idea de lanzar un vinilo que contara la historia argentina y del peronismo desde la
visión del agrupamiento. Casullo, quien por ese entonces dirigía el Departamento de
Cultura y Comunicación de Masas del Ministerio de Educación, se encargó de convo-
car al conjunto Huerque Mapu. El disco se terminó en octubre de 1973 y se presentó
el 28 de diciembre en el Luna Park. Tuvo una segunda presentación poco después en
un acto de la Juventud Peronista en Tucumán (ver Sessa, 2010).
50 |

En sintonía con estos lineamientos se puede leer “Décimas de la Pa-


tria Nueva”, poema del mendocino Carlos Berazategui50 que exponía de
manera clara cómo aquellas formulaciones políticas que maduraron en
la década del sesenta se consolidaron definitivamente durante los años
setenta en la opción por la lucha armada. Poema de batalla aparecido
en Nuevo Hombre —publicación que buscaba aunar a las tendencias re-
volucionarias por fuera y dentro del peronismo—, los versos militantes
de Berazategui vinculaban expresamente a las guerras de los caudillos
y montoneras decimonónicas con los agrupamientos revolucionarios
del momento. Para esta concepción se trataba de una “Lucha que se
hizo bandera / que nació en el caudillaje / tacuara, lanza y coraje / de la
gaucha montonera /que en Evita Capitana / fue protesta soberana”. El
sacrificio y el fusil complementaban dicha empresa, en una exaltación
del camino elegido que caracterizó a los diferentes agrupamientos gue-
rrilleros de la etapa.
En respuesta a El Descamisado, en noviembre de 1973 se publicó el
primer número de El Caudillo de la Tercera Posición. Dirigida por Felipe
Romeo, la revista fue el órgano público
de la Alianza Argentina Anticomunista,
grupo paraestatal que condujo el minis-
tro de Bienestar Social, José López Rega.
De tono amenazante, la publicación lle-
gó al punto de publicar en sus páginas
diatribas contra muchas de las personas
que después serían perseguidas y/o ase-
sinadas, funcionando así como un bo-
letín semioficial de las listas negras que
aumentarían significativamente durante
1974. Apelando a una discursividad ori-
llera y abiertamente macartista, en sus
páginas se incluyeron viñetas humorís-
ticas donde un montonero aparecía con
aspecto intelectual y rasgos semitas, vis- El Caudillo de la Tercera Posición, nro. 7,
tiendo un disfraz entre gaucho y cowboy, 28 de diciembre de 1973, p. 23.

50. Debo el conocimiento de este poema al compañero Leandro Pankonin, quien en


septiembre de 2019 publicó su tesis Los avatares del rosismo y la historia de los usos de la
estrella federal (1921-1954) (IDAES-UNSaM).
| 51

abonando a la idea de la llamada


tendencia como instrumento de
una conspiración que podía ser
yanqui, pero también sionista o
soviética.51 En otra de las viñe-
tas, dos mazorqueros se referían
a un joven peronista como “in-
filtrao”, “afeminao”, “cajetilla”
y “pichón de oligarca”. Casi
como emulando una escena de
El Matadero de Echeverría, por
más que gritara consignas fe-
derales intentando camuflarse,
el montonero de pantalones
oxford y corbata era descubierto
por los colorados del monte, en
una disputa que en la superficie
podía parecer historiográfica o
identitaria pero que en realidad El Caudillo de la Tercera Posición, nro. 49,
tenía que ver con la violencia 1° de noviembre de 1974, p. 23.
política desatada.52

Aunque por estos motivos se exhibió por primera vez en 1980,


dentro de este marco el exponente más recordado y conocido del arte
gauchiperonista estuvo, sin dudas, en Los hijos de Fierro de Fernando
“Pino” Solanas, película que se rodó entre 1972 y 1975. Allí, en la
periferia industrial, los gauchos eran los obreros resistentes, hijos de
un Perón al que, como a Fierro, se le daba por volver. Sin embargo,
por los mismos años el fenómeno tendría su hoy olvidado capítulo en
libros como La güelta de Juancho. Editado en 1974 por Peña Lillo, fue
firmado por Facundo de los Llanos, nuevo seudónimo de Enrique Ol-
medo, quien durante el primer peronismo había sido uno de los más
entusiastas cultores del gauchiperonismo con su álter ego Zoilo Laguna.
Allí, Facundo de los Llanos asistía con su hijo al aeropuerto de
Ezeiza en noviembre de 1972 (“Yo había llevao conmigo a mi ca-
chorro; / un gauchito apenitas quinceañero”) y aprovechaba para

51. El Caudillo, nro. 7, 28 de diciembre de 1973, p. 23.


52. El Caudillo, nro. 49, 1° de noviembre de 1974, p. 23.
52 |

mencionar al payador Gabino Ezeiza, en una nota humorística basada


en la coincidencia de ambos nombres: “llegando al aeropuerto / que
le llaman de Eseiza… ¡fíjese!... / lo mesmo que Gabino, / un nombre
criollo de un cantor del pueblo, / que pa’ más asco de los ‘destingui-
dos’ / era pa’ colmo negro…; / como los cabecitas negras d’esas ‘villas’
/ que miran con disprecio”. La güelta de Juancho era un poemario
sobre el regreso del líder pero también una actualización de la historia
del peronismo, en el cercano contexto de las disputas con el gobierno
de facto de Agustín Lanusse.
Tiempo después, en septiembre de 1975, Enrique Olmedo asumió
el cargo de secretario de Prensa y Difusión del gobierno de Isabel pero
debió renunciar por enfrentarse al director de El Caudillo, Felipe Ro-
meo. Este incidente fue relatado y festejado en las páginas de la revista:
“el hombre que se atrevió a acusarnos de estar atacando al Gobierno
Nacional por criticar su gestión personal fue sancionado con la cesantía
fulminante. Es decir que desde las más altas esferas de la conducción
oficial se dio tácitamente la razón a nuestros reparos”.53 Olmedo no
era precisamente del ERP o de Montoneros, se trataba más bien de un
militante que provenía del peronismo clásico, que había actuado en la
Resistencia y que siempre se había mantenido ligado a las estructuras
oficiales del peronismo.54 Sin embargo, las purgas continuaban a pocos
meses del golpe que se avecinaba.
Del lado de los sectores del peronismo más tradicional apareció en
1972 un nuevo poema gauchiperonista del sanjuanino Miguel Tejada,
titulado Martín Fierro y nosotros los trabajadores argentinos. Editado por
el gremio de los trabajadores de la sanidad (FATSA), en una completa
vuelta de tuerca, Tejada llegaba a afirmar en el prólogo: “no es exa-
gerado decir que Martín Fierro, profeta que anunció a Perón, fue un
peronista del siglo pasado”. De carácter autobiográfico, el poema del
católico Tejada fue fechado en dos partes: la primera había sido escrita

53. “Ganó El Caudillo. Se fue Olmedo”, en El Caudillo, nro. 72, 21 de noviembre de


1975, p. 29.
54. En este número además se publicó la carta que Enrique Olmedo le envió a Felipe
Romeo como director de El Caudillo, en la que repasó su historia en el movimiento,
destacando, entre otras cosas, la publicación de poemas gauchiperonistas durante la
Resistencia. Felipe Romeo publicó además su respuesta bajó el título de “Las cuentas
claras y el chocolate espeso” (ibídem, p. 11). La carta de Olmedo se incluye en la pre-
sente Antología.
| 53

en 1957 durante la primera Resistencia y la segunda en 1972, con la


vuelta de Perón como telón de fondo. Con una voz narradora que se
asumía como parte de “los nietos de Fierro”, el poema repetía algunos
de los tópicos más frecuentes como el ayer y hoy, la reivindicación de la
línea Rosas-Alem-Yrigoyen y la profecía del criollo que venía a mandar.
Más novedosos resultaban versos como “Peronista es Martín Fierro y
Perón martinfierrista” y su lectura del derrocamiento de Yrigoyen en
1930 como un antecedente del golpe de 1955. También sobresalía su
mención a la desarticulación de la CGT (“Nos quebraron la columna
/ vertebral cuando nos dieron / este golpe… Intervinieron / nuestro
cuerpo organizado; hoy está despedazado”) y un “Canto intermedio”
especialmente dedicado al robo del cadáver de Evita (“Se supo que pro-
fanaron / sus restos y la escondieron / los gorilas y bebieron / en cere-
monia salvaje / brindando por el ultraje / que borrachos cometieron”).
Cabe mencionar también la aparición en junio de 1974 de La vuelta
de Juan Domingo. Romance que no es pa’ gringos (El Martín Fierro pero-
nista), firmado por Fiorangel del Giudice y editado en formato vinilo
como La gloria de Juan Domingo. Los hechos del libro se contaban
a partir de un personaje llamado Don Florindo, un gaucho payador
que se encargaba de relatar la historia del peronismo hasta la vuelta del
conductor, exaltando a Isabel y López Rega: “Su misión jué cumpli-
dora / y dio su fruto la entrega, / mas no solo la Chabela / este triunfo
se despacha, / sino un hijo del Viscacha / que se yamó Lópes Rega”.
Del Giudice sumaba en sus versos la idea de la infiltración, en abierta
confrontación con los sectores de la izquierda peronista: “Bien sabía el
condutor / desde su puesto en Espania, / que también la gente estrania
/ con su mística marsista, / se tituló peronista / y se mescló en la ma-
rania”. Poema de considerable extensión, El Martín Fierro peronista se
cerraba con el triunfo de la fórmula Perón-Perón y la asunción del nue-
vo gobierno: “No sé ni cuánto duró / aquel trueno de ovasión, / ¡Perón!
¡Perón! y ¡Perón! / ¡Perón! ¡Evita! ¡Isabel! / Ansí coreó el pueblo aquel”.
Por esos años, los versos de Del Giudice y su personaje gauches-
co aparecieron también en la sección “Verdades de Don Florindo” de
la publicación Patria Peronista. Órgano de Reafirmación Doctrinaria.55

55. Dirigida por Heberto Bo y Omar Egea, Patria Peronista se editó por primera vez
en 1973. Perón figuraba en el staff como “director honorario”. La revista tuvo un total
de veintisiete números y se dejó de editar a principios de 1976.
54 |

Sin llegar a los extremos de El Caudillo, la revista expresaba una visión


tradicional del peronismo. En sus páginas aparecía propaganda oficial
del gobierno y luego del fallecimiento de Perón, se hizo permanente
la cobertura del gobierno de Isabel. Entre los versos de Don Florindo
que se publicaron en la revista, apareció la referencia a la llamada infil-
tración en boca de un Perón agauchado (“Yo bien sé que ái infiltráos /
que dispersan mil rumores, / pero sigan sin temores / “desmascarando”
sotretas / pues no habrá mejor riseta / pa correr a los traidores”) y por
supuesto la salutación a Isabel. De los textos que pudieron encontrarse,
el más destacado fue el que un acongojado Del Giudice dedicó a Perón
con motivo de su fallecimiento, el único poema gauchiperonista referi-
do al tema: “Y aquel primero de julio / vil é infame y traicionero / nos
dio en un golpe sertero, / la punialada trapera / que enlutó a la patria
entera / con mil crespones de duelo”. De esta manera, en medio del luto
y el dolor, Isabel heredaba el gobierno: “¡Se á muerto mi General! / dijo
Isabel desgarrada / y en la rosa desangrada / que le cubrió todo el pe-
cho, / su pueblo le dio el derecho / pa seguir de abanderada”. En 1983,
algunos de los versos de Don Florindo de La vuelta de Juan Domingo se
reprodujeron en Otra Vez. Revista de Ortodoxia y Lealtad, publicación
afín a las 62 Organizaciones y la CGT Brasil que fue dirigida por el
propio Del Giudice.
Finalmente, como cierre del ciclo gauchiperonista, vale la pena men-
cionar la inclusión en la presente Antología de “A Don Arturo Lewinger,
peronista y montonero”, poema que Francisco “Paco” Urondo le dedicó
al militante caído en una acción armada en 1975. Sin responder exacta-
mente al género, los versos de Urondo destacaban el apodo de Lewinger
en un trasfondo de muertes, donde el Gaucho era otro de los tantos que
perdían la vida en aquellos años de violencia política. En las antípodas
del antisemitismo de El Caudillo, Urondo destacaba el contraste entre
el origen judío de Lewinger y su apodo criollo, que podía en ocasiones
llamar la atención: “Seguramente cuando te decían El gaucho, muchos
/ sonreían pensando estar / frente a una vulgar broma / antisemita; se-
guramente / sabías muy bien que todos / te consideraban seriamente /
nuestro Felipe Varela, nuestro / Chacho Peñaloza”. Lewinger era reivin-
dicado así por su arrojo, en una acción por la liberación de un compa-
ñero preso que terminaría con su vida y que Urondo hubiera preferido
sea la muerte de un enemigo político: “Gaucho que jugara su vida, que
seguirá / haciendo lo que hiciste: entrar, / liberar al compañero preso,
| 55

/ recibir en el pecho / la estrella punzó, si es necesario: mejor abrirla


/ en la entraña del enemigo”. Bello y sentido poema, escrito bajo el
influjo del dolor, con paréntesis como desgarros que enumeraban otras
muertes, Urondo no escapaba en sus versos a la impronta sacrificial del
momento, a la espera de “los combates” y “el asalto final”.

Y ya dejo el estrumento

Porque la imagen verdadera del pasado es una imagen


que amenaza con desaparecer con todo presente
que no se reconozca aludido en ella.
Walter Benjamin, Tesis sobre el concepto de historia, 1940

Hay, pues, en el Martín Fierro


un mensaje lanzado a lo futuro.
Leopoldo Marechal, Simbolismos del Martín Fierro, 1955

Contrariamente a Borges, Leopoldo Marechal planteó una brillante in-


terpretación del Martín Fierro en una alocución de comienzos de 1955
en La conferencia de Hoy, programa emitido en Radio del Estado. En
su habitual metafísica, Marechal no solo rescató el carácter popular del
poema, sino que además lo pensó como una manifestación del ser crio-
llo que negaba el modelo agroexportador de las elites, quienes habían
visto en el gaucho, en el mejor de los casos, un sujeto de explotación.
Además, colocaba la mirada puntualmente en el episodio del rescate de
una mujer cautiva por parte de Fierro, leyendo en ese pasaje el “drama
de la nación entera, como si aquella mujer, en el doble aspecto de su
cautiverio y su martirio, encarnara repentinamente ante sus ojos [los
de Fierro] el símbolo del ser nacional, enajenado y cautivo como ella”
(Marechal, 1995). Marechal veía en esa escena una plena identificación
de Fierro con la cautiva. De este modo, la mujer como cuerpo vejado y
variable de negociación en la frontera era tan víctima como el gaucho
perseguido por la justicia y el ejército profesional. Rescatar a la cautiva
era el “rescate de la Patria”.
Pero para Marechal, lo fundamental del poema se cifraba en la dis-
persión a los cuatro vientos de Fierro y sus hijos, en una íntima promesa
que se arrastraba como una misión hacia los cuatro puntos cardinales
56 |

del país: “A no dudar, se trataba de una misión tendiente al rescate del


ser nacional, y a su restitución al escenario de la historia, como único
protagonista de su destino”. Marechal entonces cerraba su texto con
un llamado a trabajar “por abajo”, porque “el humus de abajo siempre
conserva la simiente de lo que se intenta negar en la superficie” (ibí-
dem). Corría el año 1955 y esa misión pronto sería una profecía de lo
que estaba por venir. Su lectura, claramente nacionalista, era a su vez un
modo otro del gauchiperonismo, en un sendero que buscaba la defensa
del alma nacional en los hombres y mujeres de a pie, aquello que en
última instancia había hecho del peronismo la encarnación de las espe-
ranzas emancipatorias de todo un pueblo.
En este sentido, puede arriesgarse una hipótesis respecto del ol-
vido que al gauchiperonismo le tocó en suerte. Esa desmemoria se
tejió en base al propio proceso de modernización que se vivió en
la época. En ese múltiple e incesante viaje del pueblo criollo hacia
las ciudades se produjo una inevitable transmutación, generando a
posteriori el recuerdo vivo y actual de una base social peronista más
cercana a una configuración industrial-urbana, en la que la imagen
de los overoles y las humeantes fábricas de a poco tendió a ser he-
gemónica en la memoria. Desde ya, el gobierno peronista alentó
también este imaginario de desarrollo y crecimiento de la capacidad
tecnológico-productiva, motivos muy presentes en ilustraciones e
iconografías de la época.
Sin embargo, si bien se observa, la impronta federal y criolla del
primer peronismo se evidenció también en las biografías de los propios
gauchiperonistas, muchos de ellos originarios de diferentes provincias
de nuestro país, cuando no de localidades rurales de la provincia de
Buenos Aires (tal como fue la experiencia de la propia Evita). Esto ex-
plica además la insistencia del peronismo con la cultura tradicional, ya
que en los años cuarenta los porcentajes de población rural trabajadora
todavía eran numéricamente comparables a los de las ciudades y los
modismos del habla criolla, así como las costumbres camperas, eran
parte de la identidad de las masas del bajo pueblo.
En este plano, la revolución justicialista no impostó su gauchipe-
ronismo, sino que se encargó de proporcionarle un lugar protagóni-
co. Se trató de un gesto que hizo de la vieja gauchesca una novedad
histórica, la cual consistió en rescatar su carácter de manifiesto de los
pobres, quienes por primera vez se redimían en grande. Esa lectura del
| 57

peronismo con relación al Martín Fierro era acaso la más potente, la


misma que sin demasiado éxito había intentado a principios de siglo
XX un exponente del anarquismo romántico como Alberto Ghiraldo.
Pero en definitiva lo que cabe remarcar es que era popular y so-
bre todo cierta: efectivamente el poema de Hernández fue el primer
gran texto que nuestra literatura dedicó a la defensa y reivindicación de
aquello que quedaba por fuera de los planes de la clase dominante para
la Patria, es decir, los y las humildes.
En tiempos críticos para nuestro país y la humanidad entera, quizá
sea este el principal mensaje que la presente Antología gauchiperonista
pueda dejar para el presente y el futuro, en la invocación de aquellos
versos del Martín Fierro que aún resuenan en la conciencia:

Mas Dios ha de permitir


que esto llegue a mejorar,
pero se ha de recordar
para hacer bien el trabajo
que el fuego, pa calentar,
debe ir siempre por abajo.
58 |

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Publicaciones periódicas

¡Ahijuna!
Descamisada
El Caudillo
El Hogar
Juan Pueblo
Mundo Peronista
Mundo Atómico
Mundo Agrario
Nuevo Hombre
Patria Peronista. Órgano de Reafirmación Doctrinaria
PBT. Alegre, política y deportiva
Sexto Continente
| 65

Criterios de la antología

La presente antología consta de seis secciones: “Poesía”, “Relatos”,


“Otros textos”, “Decretos/Resoluciones”, “Perón, el criollo” y un “Ane-
xo de imágenes”. A través de un orden cronológico, en cada una de ellas
se da cuenta del vínculo entre el peronismo y la gauchesca (o del gau-
cho y la cultura tradicional). Aunque la investigación fue exhaustiva,
es probable que existan más versos del género en revistas y libros que
por diversos motivos no fueron consultados, incluyendo publicaciones
periódicas que solo pudieron ser revisadas parcialmente.
En el caso de la poesía, que constituye buena parte del libro, se tra-
ta mayormente de versos que apelan a lo que se conoce como género
gauchesco y/o criollista aunque también se incluyen poemas donde la
versificación es de otra índole pero la apelación a la figura del gaucho se
hace presente. Las dos excepciones a estos criterios son “Plegaria coya”
y “El lamento del chango”, poemas que decidí incluir por los motivos
que se señalan en las correspondientes notas al pie. En todos los casos se
respetó la ortografía original, solo remedando evidentes errores de im-
prenta y cierto uso innecesario de mayúsculas en el inicio de los versos.
Todos los textos se reproducen enteros excepto en los casos de Perón,
el vaticinio de Martín Fierro y La vuelta de Juan Domingo, que fueron
resumidos por razones de extensión, respetando los núcleos fundamen-
tales de las narraciones.
En la parte dedicada a los relatos decidí agregar dos cuentos destina-
dos al público infantil y dos diálogos de la sección “Mientras dura un
cimarrón” de la revista PBT que no son exactamente cuentos, aunque
creo que no desentonan con el apartado.
En la sección “Otros textos” se incluye un artículo, una conferencia,
dos prólogos de libros, una reseña y una carta.
En lo que hace a la legislación, incluí apenas tres documentos para
agilizar la lectura, ya que muchos son de fácil acceso y consulta. Cabe
repetir aquí que no pude hallar el texto original del Decreto 3454, me-
diante el cual se hizo efectiva en 1948 la nacionalización de los festejos
por el Día de la Tradición. En este punto, recomiendo la lectura del
excelente estudio de Matías Casas, La metamorfosis del gaucho, donde
el autor trabaja en detalle estos temas y se rescatan algunas de las lí-
neas de la ley a partir de la cobertura de la prensa de la época. En este
sentido menciono también el muy buen trabajo con documentos de
66 |

Mara Glozman en Lengua y peronismo. Políticas y saberes lingüísticos en


la Argentina, 1943-1956.
En la sección “Perón, el criollo” intenté dar cuenta del prolífico uso
de citas del acervo hernandiano y criollista por parte del líder. De nin-
gún modo se trata de un rastreo exhaustivo, es apenas un muestrario
que merecería una indagación completa. Lo mismo vale para los libros
criollos presentes en la biblioteca de Perón y que se listan en nota al pie
del texto preliminar. Se incluye aquí además “Permiso pido señores”, el
poema campero que Perón escribió de puño y letra en 1911.
El anexo de imágenes se compone de afiches, propagandas en publi-
caciones periódicas e ilustraciones en revistas, diarios, libros y folletos.
Decidí incluir de modo intercalado en el cuerpo del libro y en este ane-
xo casi todas las imágenes que pude rastrear alusivas a la temática, con
la certeza de que el corpus gauchiperonista quedaría incompleto sin su
imaginario visual, cuestión abordada con precisión por Marcela Gené
en Un mundo feliz: imágenes de los trabajadores en el primer peronismo.
Finalmente cabe aclarar que, salvo en excepciones, no se incluyen
notas biográficas al pie respecto de aquellos autores sobre los que no
pudimos encontrar información.
| 67

Agradecimientos

A Guillermo David, Evelyn Galiazo y Andrés Tronquoy, por su apoyo.


A Maia Kujnitzky por su trabajo y su compañerismo.
A Pablo Fernández por su dedicado trabajo y su paciencia.
A todxs mis queridxs compañerxs de la Dirección de Investigaciones y
a todxs lxs compas de la Biblioteca Nacional.
A mis compañerxs de la Junta Interna de ATE.
A Guillermo Korn, Darío Pulfer, Matías Casas, Roberto Baschetti, Ma-
ría Verónica Solari (Biblioteca de la Facultad de Agronomía), Liliana
Sáez (Instituto Nacional Juan Domingo Perón), Leo (librosperonistas.
com), Talía Gutiérrez, Nicolás Del Zotto, Véronique Pestoni, Leandro
Pankonin, Mara Glozman, Juan Giani, Matías Rodeiro, Ezequiel Ada-
movsky y Juan Manuel Alfaro. Cada unx de ellxs me ayudó de un modo
u otro con su conocimiento.
A José Luis Castiñeira de Dios, Ernesto Jauretche, Guillermo Caviasca,
Delia García y Ángela Urondo por su amabilidad.
A todos lxs amigxs y familiares.
A mi amiga Isela Mo Amavet (Biblioteca del Congreso).

Dedicatorias

Al maestro Horacio González, que nos enseñó a imaginar mejor.


Al compañero guardián, Ángel Mallo.
Al tío Moneda.
A mis queridxs viejos, Miriam Altamirano y Julio Ruiz Díaz, y a mi
hermano, el payador Rodrigo Ruiz Díaz.
Por último y particularmente a la Tola, a la Catulis, a mi esposa Mavi y
a la “Abula” Camila, otra gauchiperonista que nos acompaña siempre.
Poesía
| 71

No pide1 todavía seguiríamos


Ricardo M. Otero esa misma situación
si no es la revolución
Porqué no pide elecciones que llegó en aquel momento
en este pueblo el gauchaje, en que nuestro parlamento
si el gaucho tiene coraje iba hacia la perdición.
para hablar a los patrones;
es que no quiere ladrones ¿No quiere el pueblo elecciones?
haciendo de gobernantes, Él quiere, mas no reclama
como los que hubieron antes pues su patria soberana
que todito se llevaron, jamás pretendió mandones;
pero jamás gobernaron pero quiere que varones
mas cometieron desplantes. se lleven al parlamento,
que no sirvan de instrumento
Porqué no pide elecciones al oro de otras naciones
y prefiere no meterse y no quieran ser patrones
es que empieza a conocerse por el medio fraudulento.
de que estaban los ladrones;
en las altas posiciones
del presupuesto argentino,
pero no por el destino;
por el fraude vergonzoso
y el crimen escandaloso
cometido por cretinos.

En el senado teníamos
como en un circo a payasos,
toda una runfla de crasos
que nosotros manteníamos

1. En Sangre Gaucha. Versos, recitados, consejos gauchos, Buenos Aires, Imprenta La


Comercial, 1945. En la tapa incluye la siguiente leyenda: “Dedico a los trabajadores y
en honor al Coronel Perón”. El libro tiene la particularidad de intercalar en el borde
inferior de las páginas breves frases, algunas del propio autor, otras del prologuista Pa-
blo Prat y algunas del propio Perón: “Deseo el bienestar común, sin pobres demasiado
pobres ni ricos demasiado ricos” (Perón, p. 20); “Mejor que decir es hacer, y mejor que
prometer… es realizar” (Perón, p. 82); “Si amar a su pueblo y defenderlo de piratas es
‘fascismo’, bendita sea esa palabra” (Otero, p. 29); “Perón evitó la más sangrienta de las
revoluciones argentinas” (Otero, p. 75).
72 |

Cabecita negra2 la gente ríe


Arturo Jauretche si te oye el canto.

Pajarito del campo Tus moneditas


en la ciudad; cuidalas bien;
cabecita negra aquí las pagan
¿cómo te va? pero las quitan.
Como los marineros La gente es pícara
fuera del puerto, y arma tramperas
andarás boleado con chucerías
al pisar el centro, a los del campo,
con los tranvías che cabecita.
y el subterráneo, Te gusta el baile,
cabecita negra, te gusta el canto;
saltito y salto. dale que dale
pero cuidado.
Cabecita negra
de las vidalas, Como quien canta
mucho cuidado, dale al trabajo
la gente es mala. aura que pagan
Sos de Santiago, mejor que antes;
sos de Corrientes, guarda en el nido
¡mucho cuidado! cuidá la cría,
hay mala gente. ya que saliste
de mala vida.
Mucho cuidado (Aquí lo mismo
con la tonada; que allá en el campo
no sos polaco andan caranchos
ni yugoeslavo; rondando el nido).

2. Sin fecha. Incluido en Fermín Chávez (comp.), Aquí me pongo a cantar. Poetas y
trovadores del Plata, Buenos Aires, Pueblo Entero, 1993. En el prólogo, Fermín Chávez
afirma que el poema original estaba en su poder, mecanografiado.
Nacido en 1901 en la localidad bonaerense de Lincoln, Arturo Jauretche fue aboga-
do, escritor y ensayista. De origen yrigoyenista, en 1935 fue uno de los fundadores
del grupo FORJA. Entre 1946 y 1951 ocupó el cargo de presidente del Banco de la
Provincia de Buenos Aires. Durante la Resistencia publicó algunos de sus principales
libros como Los profetas del odio, convirtiéndose en uno de los pensadores nacionales
más influyentes. Falleció en 1974.
| 73

Y si se ríen La vuelta de
por tus costumbres Martín Fierro3
o por tu canto, Tiberio Sincamisa
no te sulfures, (Juan Oscar Ponferrada)
que los polacos
y yugoeslavos En nada le falto
serán un día si al intentar mi payada
pájaros gauchos remedo la voz honrada
cuando se crucen del mayor de los hermanos:
pues todos somos paisanos
las nuevas crías.
y de la misma tonada.
Tal vez entonces
vuelvas al campo;
no habrá miserias I
allí en el rancho
porque aura valen Como el asunto me gusta
mucho los brazos. y es hora de comenzar,
(Como valían aquí me pongo a cantar
cuando una lanza la verdad descamisada:
costaba un gaucho). aprovechen la bolada
que otra no van a encontrar.
Cantá la vida,
pájaro gaucho, Muchos me habrán olvidado
ni con rencores con el tiempo y su mudanza;
ni con envidias. mas no pierdo la esperanza
Cuidá tu canto, de hallar nuevamente hermanos
tu canto humilde pues siempre se dan la mano
no lo resignes; la honradez con la confianza.
echale azúcar
al mate amargo, Y aquí me pongo a cantar
mas tu derecho igual que en otra ocasión,
cantale alto mas con distinta razón
que sos un hombre, porque la cosa ha cambiado:
che cabecita, ¡al fin! el criollo ha ganado
pájaro gaucho. con una revolución…

3. Las tres partes de este poema fueron publicadas en el semanario Política, nros. 38
74 |

Algunos se harán los sonsos no el que se prende de la ubre


al sentir esta payada, después de las de febrero…
pues en ella está pintada (continuará).
su imagen de cuerpo entero:
y nunca le gusta al tero II
que le toquen la huevada.
Atención pido al silencio
Otro tomarán la cosa y silencio a la atención:
con cariño INESPERADO… a Braden más discreción
mas nos tienen sin cuidado y a Palacios menos ruido;
si de engatusarnos tratan: a Mosca poco zumbido
porque hay cariños que matan y a Tambo… resignación…
y Braden lo ha demostrado.
Yo no soy hombre muy léido
Mi canto no es para “vivos” y poco entiendo de historia;
ni tampoco para otarios; mas tengo buena memoria
los tipos patibularios y muy limpia la conciencia;
yo solo los tomo en cuenta con esa poquieta ciencia
al cantarles las cuarenta basta para ir a la Gloria…
o ajustarles el horario…
Y ya que está aclarado
Las verdades que yo canto diré, como “bunge y Bor”:
son para el hombre sincero; vamos al grano, señor,
aquel que se jugó entero que es hora de hincar el diente
el diecisiete de octubre

(15 de mayo de 1946), 39 (22 de mayo de 1946) y 40 (29 de mayo de 1946). La


publicación, dirigida por Ernesto Palacio, se interrumpe con la asunción de Perón a la
presidencia y del propio Palacio como diputado nacional. De este modo queda trunca
la serie. Debemos estos datos a Darío Pulfer, “Cantos y poesía en torno al 17 de Octu-
bre de 1945. De los orígenes a la libertadora”.
Nacido en Catamarca en 1907, Juan Oscar Ponferrada fue poeta, ensayista y drama-
turgo. Su labor como autor teatral de temática costumbrista y folklórica fue muy des-
tacada. Durante el peronismo se desempeñó como director del Instituto Nacional de
Estudios de Teatro, que funcionaba en el segundo piso del Teatro Nacional Cervantes.
En 1947, en el volumen Argentina en marcha sostuvo: “En ese despertar que tuvo su
expresión culminante y grandiosa en las jornadas populares de octubre, está la fuerza
recuperativa del teatro nacional con sentido profundo de la tierra del hombre y de la
época”. Falleció en 1990.
| 75

y el pan cuando está caliente pues vemos por la experiencia


se come mucho mejor… que toda CIENCIA sin CON
como algo sin corazón
Gracias le damos a Dios no es más que una pobre ciencia.
por esta memoria fiel, Es por falta de conciencia
más segura que el papel que el hombre a su hermano explota;
para recordar las cosas como igual falta denota
que van del tiempo sin Rosas el que se deja explotar;
a tiempo del Coronel… la falta, entrando a jugar,
es como cualquier pelota.
Por la memoria pudimos
hacer la comparación Recuerden los oligarcas
de lo que era la Nación que para poder subir
antes con la oligarquía, con vino solían suplir
y de lo que es hoy en día la conciencia ciudadana;
con Juan Domingo Perón… hoy, rota la damajuana,
no tienen con quien dormir.
Por la memoria el criollo
puede conocer a muchos Era inconciencia clavada,
que dándoselas de duchos en todo politiquero,
se lo querían fumar el amontonar dinero
para después de pitar vendiendo a nuestra Nación
tirarlo como a los puchos… sin mirar que, por tragón,
lo tragan al usurero…
Y gracias a la memoria,
que es un don entre los dones, Inconciencia también era
no les valdrán confusiones la de ciertos santulones
a esos pobres bradenistas que, por ordeñar pensiones,
que hoy resultan peronistas… fueron al TAMBO devotos:
¡después de las elecciones! sin ver que un santo sin votos
(continuará) no ganan las elecciones.

III Muchos fueron los tramposos


que, estando el “truco” perdido
BENDIGO EN DIOS LA al cantar la falta envido
CONCIENCIA a su conciencia faltaron.
BENDITO sea Tata Dios Así en la falta llevaron
cuando nos dio la CONCIENCIA el castigo merecido.
76 |

Pues la verdad es, amigos, Repartiendo leña…


que los que siempre “tallaron” (a lo Martín Fierro)4
siempre mintiendo “envidiaron” Álvaro Lona
hasta que, en las de Febrero,
cuando alguien les dijo “quiero” Con su pinta de Vizcacha
como arpa vieja sonaron… por lo zorro y refranero,
cayó ayer en Baradero
Y es que el buen pueblo criollo, don Ruperto Saladillo,
sin camisa y sin postigo, tipo viejo de caudillo
guardó como el mejor trigo socarrón y ventajero.
de su conciencia el tesoro;
y eso hoy vale más que el oro, Por no perder la costumbre
pongo a Braden por testigo. de presentarse a deshora,
no bien despuntó la aurora
Por eso bendigo en Dios vino a hacerme una visita
la CONCIENCIA que tenemos; con su eterna sonrisita
que es “CIENCIA” LO QUE picaresca y sobradora.
[APRENDEMOS,
y “CON” lo que aprovechamos: Después de darme la mano
mas sin el CON que le damos y de empinarse el porrón,
la CIENCIA se viene menos. tomó asiento en un cajón
(Continuará) haciéndome una guiñada
y con voz medio cascada
rompió la conversación:

“Mirá, potrillito Lona:


vos sos ‘nene’ todavía;
no tenés la picardía
ni la cancha de los viejos…
Voy a darte unos consejos
pa que te sirvan de guía.

4. En Descamisada, Buenos Aires, año I, nro. 25, 24 de julio de 1946. La revista


Descamisada le dio abundante espacio al cruce entre peronismo y gauchesca en sus
páginas, sobre todo en materia de ilustración. En el apéndice se reproducen algunas de
las imágenes, en las cuales la figura del criollo Juan Pueblo tiene un rol protagonista.
| 77

Cuando Tambo te convide desde la Casa Rosada


pa seguirlo en sus andadas, y de tanto no hacer nada
no descuides las paradas los comieron las polillas!
del tren; esperá que siga…
¡Y echate bien de barriga No hagas caso a Sanmartino
pa cuerpearle a las pedradas! si empieza a sacar defectos:
hombre de largos proyectos
No borrés de tu memoria se gasta en puros virajes…
el fracaso de la Unión; ¡Pero nadie agarra viaje
así, tené precaución, con semenantes ‘boletos’!
no cometas disparates…
pues las manchas de tomate Cuando mueva la singüeso
no se sacan con jabón. el amargo Laurencena,
retrucale con voz llena
Si te habla Solano Lima si a denigrarte se mete…
pa las nuevas elecciones, ¡Desde que bajó el copete
decile vos que los peones anda como ánima en pena!
no viven de largos cuentos…
¡Al que siembra malos vientos Dicen que Noticias Gráficas
lo corren los chaparrones! es diario que tira a rojo…
Hoy se muestra sin enojo
Cuando alguna ‘Mosca’ brava y parece más tranquilo…
se te cruce en el camino, ¡No te fíes del cocodrilo
pa no hacer un desatino cuando llora con un ojo!
si le das el esquinazo,
espantala de un ponchazo Ladiá el carro de la güeya
¡porque es bicho muy dañino!... si se te cruza Molinas:
no le aceptés las propinas
Con Ghioldi tené cuidado, ni contestés si te nombra…
no vas a meter la pata; ¡No da nunca buena sombra
si te habla de la alpargata árbol de muchas espinas!
hacete el desentendido…
¡Andá siempre prevenido Cuando se corra la octava
pa dispararle a su ‘lata’! no jugués a la soncera;
mas, si perdés la carrera
De los clubs conservadores y la miseria te invade,
no quedan ni astillas… no te olvides que la Cade
¡Prometieron maravillas es buena vaca lechera.
78 |

De esa vaca se prendieron,


como terneros mamones,
muchos ‘mártires varones’
que se pasan la gran vida…
¡Hoy se largan por Florida
como grandes señorones!

Si te topás con Pinedo


disparale a sus ‘arrullos’:
con esos modales suyos
pa enredar a los chorlitos,
anda siempre a los saltitos
como sapor entre los yuyos…”. La sombra de Martín
Fierro (el poema de la
........ revolución)5
Jorge del Campo
Iba a seguir don Ruperto, (Jorge Dirceo Ibáñez)
pero el negro Baltazar
se asomó para avisar Mi causa es la causa
que estaba listo el asado del pueblo, y mi guía, la
y respondiendo al llamado bandera de la Patria.
nos fuimos a churrasquear. Perón

Prólogo

Al lector:

Encontrarás en este libro valien-


te y franco, una síntesis breve de
la dolorosa realidad política de
nuestra patria antes de la Revo-
lución del 4 de junio, y el relato
sentido y emocionado de los su-
cesos posteriores que teniendo por
protagonista al pueblo argentino,
al auténtico pueblo trabajador y a

5. Buenos Aires, 1947.


| 79

todas sus clases sociales, expresa-


ran libremente su voluntad en la
histórica elección del 24 de febre-
ro de 1946.
Allí el Pueblo Argentino eligió su
conductor. Y sus primeras pala-
bras de mandatario anunciaron su
ausencia de rencores y odios, lla-
mando a la concordia a todos los
argentinos, para trabajar unidos
por la grandeza de la patria.
Que esa unión se realice. Y que Capítulo I
esta generación marque el hito del
camino a seguir, con fe de argenti- Por un camino ignorado,
nos dignos de sus pasadas glorias, y al tranco de su “gateao”,
con honestidad de ciudadanos de apareció en un poblao
una democracia ejemplar. de nuestra inmensa llanura
Que los Manes de la Patria ilumi- la legendaria figura
nen a sus conductores, y el espíri- de aquel gaucho tan mentao.
tu de Dios la proteja en sus reali-
zaciones. Martín Fierro era ese gaucho
que como sombra volvía
EL AUTOR ya nadie lo conocía
en este mundo de extraños.
Habían pasado los años.
Y la gloria de sus días.

Iba mirando en silencio,


todo lo que veían sus ojos,
los trigales tan hermosos
que bordeaban los caminos,
las casitas los molinos,
los sembraos y los rastrojos.

Los pueblos habían surgido


donde antes los pastizales
competían con los cardales
alfombrando desiertos.
80 |

Eran recuerdos ya muertos… No era sueño. Era real


sus hazañas inmortales. la Patria había progresado.
El desierto, hoy poblado,
Ya las gentes ni sabían era colmena industriosa,
lo que la Pampa había sido “¡Amigo… qué cosa hermosa!...”
en aquellos tiempos idos decía el gaucho, admirado.
de fronteras y malones
de gauchos y de facones Iba viendo boquiabierto,
en luchas de predominio. caminos iluminados,
telégrafos, alambrados,
La sangre gaucha mojó hacienda fina, alfalfares,
aquellos campos salvajes grandes negocios, bazares,
para vengar los ultrajes que lo dejaban pasmado.
que el indio infiel nos hacía.
Y esos campos, hoy en día, —¡Bien “haiga” la mano e’ Dios…
se vestían de otros ropajes. que a esta Patria ha bendecido!...
—pensó el gaucho, agradecido,
Vio los trenes al pasar, y musitó una oración
los autos y los camiones, embargao su corazón
las máquinas, los aviones, ante el milagro cumplido.
todas cosas de embeleso
que había traído el progreso —¡No es nada lo ya sufrido,
transformando las naciones. qué importa ya lo pasado.
Lo que habíamos soñado
Grandes fábricas, riqueza, hoy lo vemos florecido!...
rutas, canales, caminos… Gloria al héroe y al vencido
“¡Felices los argentinos… —dijo el gaucho, emocionado…
dueños de tanta hermosura!...”
pensó el gaucho con ternura —¡La Patria ya resplandece
al mirar tanta belleza… de riquezas y de hermosura.
Gracias doy a la ventura
Y al tranco de su “gateao” que me permite mirar
iba viendo maravillas. después de resucitar
Cosas que su alma sencilla y reencarnar mi figura!...
no alcanzaba a comprender
pero que las podía ver Todo esto es nuestro. Ya veo…
ahí nomás, junto a su silla. se realizó el sueño, al fin,
de nuestro gran San Martín…
| 81

que altas hazañas cumplió


y nuestra fama esparció
del uno al otro confín…

¡Cuando, templado su acero


venció las cumbres andinas
y llevó las argentinas
armas, que él mismo creó
y a tres pueblos libertó
con sus bravos ganaderos!...

¡Hazaña, gloria sin par


sin parangón en la historia.
Que es orgullosa memoria
de nuestra estirpe alabada
y que el “Santo de la Espada” Capítulo II
solo supo realizar!...
Y al tranco de su “gateao”
¡Esta es la herencia gloriosa arribó a la Capital
que todo argentino leal en tarde primaveral
fielmente debe guardar. en que todo sonreía…
Castigando con firmeza ¡Qué lindo le parecía
Cualquier maniobra o bajeza lo que había visto al pasar!
que la quiera mancillar!...
Y ya entrando en la ciudad
¡Porque la gloria argentina se empezó a relacionar…
es nobilísima gloria, curioso entró a preguntar
brillante lección de historia sobre todo lo que veía
orgullo de sus varones!... y se pasaba los días
¡Y es de todas las naciones dedicándose a observar…
la de más gaucha memoria!...
Rumbió pa’ los Mataderos…
Todo esto pensaba FIERRO donde otrora el criollaje
y en su alma criolla crecía luciendo gaucho ropaje
algo que lo enorgullecía daba fe de su destreza
y llenaba de emoción, demostrando su viveza
al ver que su gran nación o alardeando su coraje.
tanta fama merecía.
82 |

Ya no había pulperías para bien de nuestra gente


ni corrales, ni palenque… y que el criollo inteligente
aquello era un mar de gente por lo visto ya ha aprendido.
de toda laya y pelaje
donde el clásico gauchaje ¡Pero no voy a aceptar
hacía tiempo estaba ausente… que ellos con ese motivo
crean que todo lo nativo
¡Ya no se veían paisanos es de una clase inferior
de bota e’potro y lloronas… y que solo es superior
o esas chinas querendonas lo que viene de ultramar!...
que alegraban la matanza
entre un mate y una danza, Pues si lindo es progresar
y el sonar de las bordonas!... no revela mucho tino
permitir que lo argentino
Y se enteró al conversar quede siempre relegao…
que eso fue cosa pasada ¡con su prestigio empañao
que la vieja paisanada y en el segundo lugar!...
se había alejado corrida
pues hoy es cosa sabida Y esto no es desconocer
otros mandan la parada… el valor de lo de afuera
sino buscar la manera
La máquina ha sustituido con Justicia y sin pretexto
con ventaja al artesano. de que reluzca “lo nuestro”
¡Ya no hacía falta un paisano a la par de otro cualquiera.
pa’voltear un animal!...
pues eso era elemental Siendo una noble ambición
y lo hacía cualquier fulano… aprender bien lo enseñado,
cuando el momento ha llegado
—Ya veo que cantan mejor y sin armar gran barullo,
—dijo el gaucho al ver todo eso—. es permitido el orgullo
Reconozco en el Progreso al alumno aprovechado.
mucho bueno y lo saludo.
Pues no voy a ser tozudo Y así habiendo ya llegado
negándole su valor. la Patria a su madurez
corresponde a su altivez
Porque acepto complacido obrar con independencia
este mundo lisonjero sin esperar la licencia
que ha traído el extranjero de ningún tutor o Juez.
| 83

El gaucho discurría así que el gobierno no podía


después de haberse informado a pesar de su baquía
del esfuerzo continuado ponerlos en criolla senda.
de criollos de corazón
que pa’ elevar la nación Grandes “pulpos” financieros
habían sufrido y luchado. explotaban sin recelo
todo lo que en este suelo
A la par del extranjero tenía algo para explotar.
que a nuestras playas llegó La cuestión era “ganar”…
y en esta tierra encontró sin tener en cuenta el pelo.
buena lumbre y buen yantar
y así supo trabajar El trigo era negociado
hasta fortuna amasó. a buen precio de rigor.
Pero el pobre labrador
Pero vio también el gaucho no tenía ni pa’ botones,
que no todos eran buenos, pues los grandes tiburones
por suerte, tal vez los menos se embolsaban su valor…
no se mostraron cumplidos
siendo desagradecidos La carne buena salía
luego de sentirse llenos… con el cuento de la guerra
rumbo a la rubia Inglaterra
Olvidaron tal vez pronto pues había pa’ la ocasión
que habían llegado en apuros un trato con la Nación
y sintiéndose seguros con más dientes que una sierra.
olvidaron sus dolores
pretendiendo ser señores ¡Y los criollos pa’ carnear,
y encerrándose en sus muros. con ese “trato” que se hizo
tenían que pedir permiso…
Y supo con mucha pena y apretar al que faenaba,
que ese oro que relucía pues el inglés protestaba
y que su orgullo creía alegando el compromiso!…
ser totalmente argentino
tenía un oculto destino Y con todo esto amigazo
en tierras de extranjería!... ya no se podía achurar
pues pa’ poder churrasquear
Pues los grandes capitales había que entrar por el aro
manejados desde afuera porque el asado era caro…
se habían trenzao de manera y el bueno para “exportar”.
84 |

Y el inglés también tenía que se hacían los convencidos,


controlados los candiles que “el pueblo” los había ungido
de luz, los ferrocarriles, pa’ ser sus legisladores…
teléfonos y tranvías.
Todo lo que “se movía” Y ellos, sí, “legislarían”…
y daba plata por miles… pero en qué forma y razón…
“entenaos” con la Traición,
Las leyes se habían dictado ciegos y sordos a todo
con gran liberalidad lo que no fuera “acomodo”
y la Diosa “Libertad” y ganancia en el tirón…
protegía los “negociados”
donde iba muerto el Estado El criollo miraba absorto
“ventajeao” por la amistad… la puja de arrebatiña
le habían dejado la viña
Y en este juego no había pelada por la langosta
ni derecho a protestar. y engordaban a su costa,
¡Pues al querer terminar ¡sin dejarlo entrar en riña!...
las leoninas “concesiones”
ya salían los “figurones” La JUSTICIA funcionaba
para hacerlas prorrogar!... no siempre con sana ciencia,
sentando “jurisprudencia”
Para eso tenían Congresos por rara casualidad,
hechos con listas “mechadas” CONTRA la Patria heredad
en elecciones robadas Y CONTRA su conveniencia!...
al pueblo que las sufría,
que callado se mordía… Los “fallos” llenos de “citas”
y aguantaba las fregadas. salían de “jure” o de día,
con repetida porfía,
El pueblo no había votado. del derecho o del revés,
(¡Y… pa’ qué iba a votar!... a favor del interés…
si todo era pa’ engañar…) de tal o cual Compañía…
¡Y los pseudo “candidatos”
eran mancos, o eran ñatos, LA GRAN PRENSA hacía coro
enseñaos para bailar!... a todo lo convenido,
que el Código… que el sentido…
Había grandes diputados, que la opinión “tal” o “cual”…
había grandes senadores, lo cierto era que al final,
había lamidos doctores “lo criollo” salía molido…
| 85

Esa PRENSA era así, había “progresao” bastante.


y no había más que hablar. Que la ESCUELA iba adelante
Lo que ella quería apoyar con ritmo de perfección.
tenía que ser apoyado
y su triunfo celebrado, Se enseñaban muchas cosas
como verdad ejemplar. que en sus tiempos se ignoraban.
Los Maestros platicaban,
El gaucho se hizo leer había mucho movimiento
esos diarios tan leídos… y el sueño del Gran SARMIENTO,
con avisos muy nutridos, por lo visto, realizaban.
con despliegue de lirismo,
muy pobres de patriotismo… Pero oyó a la gente hablar
¡Y sin embargo, creídos…! con aire no de favor
de una ESCUELA SUPERIOR
Y preguntó quiénes eran llamada UNIVERSIDAD
esos tales “periodistas” donde en cada “Facultad”
tan duchos en sus revistas se preparaba un “doctor”.
tan ligeros y ladinos
que daban vuelta el “pepino” Pero muchos de esos “doctos”
y le engañaban la vista… una vez ya titulados
resultaban ser “empleados”
Y era esa gente de pluma de compañías EXTRANJERAS…
la que se unía al extranjero y así… hacían sus “Carreras”
haciendo lonjas del cuero como fletes ALQUILADOS…
de la Patria escarnecida
MINTIENDO en letra florida Que servían sin aprensión
FALSEANDO lo verdadero. los intereses extraños
duchos en tejer engaños
Alardeando de imparcial… y capaces por codicia
llamándose “Prensa Seria”. hasta de errar con malicia
Rebalsando su miseria para escalar más peldaños.
a pesar del “mimetismo”.
Si aquello era “Periodismo” Carentes de Patrimonio
para él, era cosa fiera… de todo afán argentino
indiferentes al sino
Luego el gaucho averiguó de la Patria y sus honores
que en su querida Nación —¡Vaya, con estos “doctores”
también lo de la EDUCACIÓN que van por tan mal camino…!
86 |

Pensó FIERRO, y se sonrió de bienestar e igualdad.


con un profundo desprecio… Palabras de “Libertad”
—Yo no soy un gaucho necio, y sonrisas muy gentiles.
pa’ indignarme porque sí.
Pero… yo creo que aquí Y si el criollo sigue sufriendo
hace falta pegar recio… sin esperanza o consuelo.
Que hoy está sembrao el suelo
La función pública era y el porvenir florecido
menester de malandrines pero jamás ha podido
de mucha labia y latines ver satisfecho su anhelo.
de mucha audacia y cinismo
sin nada de patriotismo Y que rodeao de riqueza
y con alma de serviles… aún pasa necesidad.
Nunca por ociosidad
Que al interés de la Patria como se dice a menudo
anteponían su interés sino porque nunca pudo
que aplicaban al revés imponer su voluntad.
las leyes a sus paisanos
que robaban a dos manos Pues siempre fue defraudado
y se jactaban después… este pueblo tan sincero
por tanto camandulero
Había Ministros vendidos y Caudillejo baquiano
había siniestros doctores que le decían “SOBERANO”…
jueces prevaricadores y le hurtaban su dinero.
funcionarios sin moral
y en el medio “intelectual” —Bueno, amigo… —dijo FIERRO—
muchos malos “profesores”. ya conozco estos “partidos”
son mis viejos conocidos…
—Veo —dijo el gaucho— que aquí y la Patria, hoy acosada
pasa lo que antes pasaba ha de verse más postrada
que al gaucho se lo “estaquiaba” si los cree arrepentidos.
cuando quería votar
o pretendía reclamar Para ser buen argentino
lo que en justicia ganaba. basta como condición
tener un leal corazón
Después de aquellas promesas y ser fiel a la bandera
“de colonias y carriles…” porque la nuestra es señera
han sucedido otras miles de histórica tradición…!
| 87

No es necesario alardear de su estirpe y de su anhelo


vano y falso patriotismo señoreando tierra y cielo
ni cantar a diario el HIMNO sin mostrarse nunca indigna.
o ponerse la escarapela
pero sí estar en vela ¡Esa PATRIA era la suya…!
de un auténtico civismo. Esa Patria había soñado…
por eso había lagrimeado
Al palpar la realidad al mirar en su miseria
el gaucho se entristeció. al ver que de ella hacían “feria”
Pues nunca se imaginó los tratantes del mercado…
que su noble corazón
vería morir la ilusión ¿Y para esto habían peleado
de la Patria que soñó…! los valientes de la historia?...
¿Y juntado tanta gloria
Y en su dolor argentino en los campos de batalla
surgió como una esperanza dando el pecho a la metralla
la visión en lontananza. en heroica ejecutoria?
De su Patria redimida
altiva, fuerte y erguida Era indigno de los criollos
triunfando de la acechanza. permitir tanta bajeza…
esa vida sin nobleza
Y soñó para su tierra no era de los argentinos…
la sonriente realidad OTROS ERAN LOS DESTINOS
de una armoniosa hermandad que marcaban su grandeza…
de serenas ambiciones
donde las nobles acciones Otros eran los deberes
fueran credo de verdad. que marcaban nuestra historia.
Otra era la trayectoria
Donde la Patria sintiera y el nuevo rumbo a seguir.
ser dueña de su destino So pena de ver morir
donde todo lo argentino a esta Patria con su gloria.
pudiera ser alabado
y sin mengua comparado Y MARTÍN FIERRO sintió
con lo más perfecto y fino. que en su pecho renacía
el viejo orgullo que un día
Una Patria y una Raza como un sol resplandeció
tan altiva, fuerte y digna y fue el sello que nos dio
que cumpliera la consigna tanta fama y nombradía.
88 |

Y en aquellos días tan tristes Y allí comenzó la ruta


para su alma atribulada que la Patria había elegido
despertó una madrugada para rehacer el florido
ante el toque de un clarín jardín de sus ilusiones
que anunciaba al pueblo el fin y que en tantas ocasiones
de la vergüenza pasada!... había sido destruido…

Muchos tropiezos habría


muchos “toros” a vencer
pero ya se podía ver
que el rumbo estaba tomado
y que el “Carro del Estado”
iba a marchar sin caer.

Alma de este movimiento


perfilado netamente,
era un criollo inteligente
y de noble corazón
llamado JUAN D. PERÓN
y surgido de repente.

Él era hombre signado


Capítulo III por el dedo del destino.
Él era el gran argentino
Era la heroica llamada que este pueblo había buscado,
del Ejército Argentino y que al fin había encontrado
que a su glorioso destino en su áspero camino.
convocaba a la Nación.
Era el toque de reunión JUAN PERÓN comienza su obra
en un alto del camino. proclamando que el Estado
debía dispensar cuidado
Y vio, en mañana brumosa, al humilde y al obrero
como aquel glorioso día y que los pobres primero
en que la Patria nacía debían de ser escuchados.
un Veinticinco de Mayo,
el Cuatro de Junio, el rayo Que el criollo tenía derecho
que al régimen abatía. a vivir con dignidad.
Y que no había equidad
| 89

si al que a diario trabajaba Si vamos a gobernar


la sociedad le negaba hay que empuñar el timón.
la mínima felicidad… Para que nuestra Nación
maneje su economía
Que el obrero era digno y su real soberanía
de ser bien considerado. no sea pura ilusión.
Si con su trabajo honrado
cimentaba la riqueza Ni solo nos limitemos
y su jornal con largueza a mantener en lo interno
debía ser mejor pagado. el “tinglado” subalterno
de un “Poder” que sin disfraz
Que la riqueza argentina no es al final nada más
tendría que ser repartida que “parodia” de gobierno.
más pareja la medida
entre el serio Capital Una cosa es alardear
y el obrero que al ser tal de tener mucho Poder.
pone en la lucha su vida. Y luego nomás ceder
a la codicia extranjera
Y que en esa obra común dejando a la Patria entera
del Capital y el Trabajo sin poderse defender.
el obrero que está abajo
tendría que ser valorado Que la INDUSTRIA y la MONEDA
su esfuerzo recompensado por nosotros manejada
sin tenerlo de estropajo. deje de ser controlada
por la gran BANCA extranjera
Noble era la intención como una vaca lechera
de este argentino valiente harta de ser ordeñada…
y ya el criollaje doliente
lo adentró en su corazón No aceptemos tutelajes
y aprovechó la ocasión para lo que sea argentino.
pa’ aplaudirlo largamente. Sabemos nuestro destino
y con recto proceder
—En esta tierra, señores la Nación ha de vencer
—decía PÉRÓN discurseando—, cualquier valla en su camino.
muchos han tenido mando
y ocasiones de triunfar El Gobierno no es negocio
pero al querer gobernar ni a él se va para vender,
se han quedado cacareando… es Orgullo y es Poder,
90 |

y un presidente argentino Pero… al que creo de cuidado


debe tener mucho tino es al otro Capital
y no dejarse envolver. llamado Internacional
y que fiado en su poder
Al Pueblo hay que darle abrigo ha pretendido torcer
y no engañarlo a porfía. ¡el destino nacional…!
Ni dejarlo en la agonía
con su miseria y su pena, Porque hay que recuperar
como perro con cadena la riqueza enajenada
¡pa’ que ladre noche y día! dando al Pueblo su tajada
a la hora de repartir
Dar al Obrero en justicia y no obligarlo a pedir
buena casa y buen vestir cual naranjo, “naranjada”…
y si se enferma acudir
sin preguntarle su nombre Que esa suma de millones
que el pobre también es hombre que hace el esfuerzo argentino
y hay que dejarlo vivir. debe tener su destino.
Dentro de la Patria criolla
Que el Capital se humanice y que todos “paren la olla”
y no explote al hombre obrero sin que falte el pan y el vino.
que reconozca él primero
que ese Obrero que trabaja ¡JUAN PERÓN!... ¡JUAN PERÓN…!
no es una manojo de paja fue el grito que resonó
sino un valor verdadero. y que el eco repitió
más allá de la frontera
Que cimenta con su esfuerzo hasta en la tierra extranjera
la riqueza que elabora que asombrada lo miró.
porque ya ha llegado la hora
en esta Era Industrial El Pueblo Argentino vio
de la “Justicia Social” en Perón su abanderado
como norma bienhechora. y su nombre fue coreado
con un ansia verdadera.
No voy contra el Capital PERÓN era la bandera
—dijo Perón, inspirado— de ese Pueblo recobrado.
cuando es patrón moderado
y al obrero considera Y su obra se concretó
porque esa es buena manera con rápida decisión
y ese es Capital honrado. cuando con clara visión
| 91

de Estadista con maestría Ya PERÓN era una fuerza


fundó la SECRETARÍA como río desbordado.
DE TRABAJO Y PREVISIÓN. Pero el odio concitado
como pérfida agua mansa
Ella fue el “laboratorio” le había jurado venganza
de la obra de PERÓN. ¡hasta verlo destrozado…!
Ahí comenzó la función
que había venido a cumplir Y el Hombre fue resistido
después de mucho batir con razón y sin razón
esta gran REVOLUCIÓN. fue la hora de la traición…
una vez más renacida
Sus gestores primitivos y la Oligarquía herida
tuvieron la inspiración ¡hizo caer a PERÓN…!
pusieron su corazón
y el Pueblo les respondió Y así el Hombre fue forzado
porque su instinto lo guió a alejarse del Gobierno.
a buscar su redención. Y un diplomático externo
creyendo estar en lo cierto
A todos ellos habrá dijo: “PERÓN está muerto…
que recordarlos un día por designio del Eterno”.
rindiéndoles pleitesía
al Jefe como al Soldado Todas las fuerzas oscuras…
que junto al Pueblo inspirado en cobarde maridaje
mostraron su valentía. no escatimaron ultraje
para el criollo que caía
A ellos rindamos las armas y con fiera alevosía
con la piedad de cristianos le cobraron su coraje.
y que con su sangre de hermanos
sea fecunda por sagrada Como ya lo habían hecho antes
para que esta Patria amada con otro criollo genuino
no haga sacrificios vanos. espíritu sibilino
y “atalaya” del civismo
Todo esto había visto FIERRO grande por su patriotismo
y como ya mencioné. de verdadero argentino.
sintió renacer su fe
a pesar de ser su Sombra… ¡IRIGOYEN se llamaba
que si a la Patria la nombra ese Apóstol traicionado…!
¡Dios ha de saber por qué…! que en su hora fuera vejado
92 |

y volteado del poder Dando colmo a estas vergüenzas


por los que iba a vender una tarde con la Rural
¡el “petróleo” codiciado…! en la “Exposición Anual”
con sin igual desatino
Y era esa misma gente el Ejército Argentino
que había llevado a la muerte ¡fue silbado al desfilar!...
a un espíritu tan fuerte
como el Viejo DON LISANDRO… Aquel acto tan indigno
y que amargado y penando allí descubrió la treta:
¡tuviera tan triste suerte…! … entre esa gente selecta
para “silbar” habían ido
DON LISANDRO DE LA TORRE los que habían recibido
tribuno de alta elocuencia el “pito” con la tarjeta…
que en horas de decadencia
tronó con Verbo indignado El Pueblo “descamisado”
y que casi fue baleado… no había entrado a la Rural
¡por un “matón” sin conciencia!... pues entre tanto animal…
el lugar se había colmado.
Eran los días vergonzosos Todo estaba preparado
de pasiones desatadas para el “silbido final…”.
y entre las bancas “viciadas”
fue matado un Senador: Con Braden en el proscenio
¡BORDABEHERE… gran señor todo el concurso gritó:
y hoy alma sacrificada! “¡Se achicó… se achicó!”
(Dando a entender que Perón
La más cínica campaña no había ido a la exposición
de injurias y falsedades porque el miedo lo venció…)
con “Rótulo” de Verdades
en la prensa fue iniciada Con sus “troncos” relucientes
y la Opinión engañada asomó una batería
por hipócritas cofrades. del 1° de Artillería
lista para desfilar
Que fingiendo patriotismo … ¡y comenzó allí un “silbar”
y “democrático” afán que Carnaval parecía…!
“¡Los Millones de San Juan…!”
pedían a grito pelado Pero un grupo de argentinos
(sin decir que habían cobrado al ver lo que sucedía
EL CHEQUE… aquel del refrán…). con patriótica energía
| 93

y con osada manera Y PERÓN fue derribado


el respeto a la bandera con intrigas y falsía.
impusieron ese día. Para el Pueblo triste día
fue ese en que vio caer
Y con odio ciego y sordo a su “LÍDER” en poder
A PUEBLO Y PATRIA invocaron ¡de la odiada Oligarquía…!
y hasta de DIOS se acordaron
los ateos y los vendidos… Hubo largos conciliábulos
¡Pero iban a verse hundidos negros de Envidia y de Traición.
en el fango que amasaron…! Se puso preso a Perón
y se formó un “gabinete”
Una vez más, eran fieles que a fuerza de colorete
a sus hábitos de antaño fue una rosada ilusión…
querían mandar el “rebaño”
como siempre habían mandado En aquella hora fatal
y ya le habían preparado en que muchos lo negaron,
al Pueblo otro desengaño… hubo otros que se jugaron
por el “Líder” sin temor.
Y el 9 de OCTUBRE fue Y la Lealtad y el Valor
el nefasto día de cita sus nobles rostros mostraron.
de la “élite” y su comandita
en la Plaza San Martín El “Líder” su fe mantuvo
¡con “pic-nic” y copetín… en el Pueblo que él amaba.
en una farsa inaudita!... Y a la isla donde se hallaba
llegó pronto su clamor,
Y allí, la “crema” dorada que indignado y con furor,
ávida de desquite y mando ¡su presencia reclamaba!...
para “La Corte” clamando
los poderes del Gobierno La caída de PERÓN
pedían con voces de cuerno. celebraban jubilosos…
lo que estaban esperando… en sus salones lujosos
los Oligarcas reunidos,
Y una voz les prometió y ya ensorbecidos
en esa hora de zozobra sin bozal a sus antojos…
destruir toda la Obra
“matar” la Revolución Anunciaron ahí nomás
diciéndoles: “¡No soy Perón!... a los Gremios sorprendidos
¡Soy la venganza que cobra!...”. que serían abolidos
94 |

en la primera ocasión a un Pueblo altivo reunión


los derechos que PERÓN ¡que era digno de su historia…!
les tenía reconocidos.
Los caminos de la Patria
Pero las fuerzas del mal tronaron como el cañón
no pueden nombrar a Dios ¡Perón!... ¡Perón!... ¡Perón!...
y como milagro en pos y ante esa ola borrascosa
de su Espíritu Sagrado la oligarquía temblorosa
volvió PERÓN agrandado ¡vio naufragar su ambición!
con una fuerza mayor…
Y volvió Perón triunfante
Capítulo IV por su Pueblo aclamado
era el valiente soldado
Y entonces se vio a ese Pueblo que había luchado y vencido
Encresparse como un mar y era ese Pueblo sufrido
ya dispuesto a rescatar el que lo había rescatado…
a su gran Jefe cautivo.
PERÓN era ya el motivo Imponiendo en la ocasión
de un despertar nacional. con voluntad y osadía
a la Vieja Oligarquía
Los campos y las ciudades su ya expresa decisión:
se vieron pronto poblados EL RETORNO DE PERÓN
por legiones de indignados a su puesto de vigía…
hombres que exigían a son
¡la libertad de PERÓN…! Los Tartufos coaligados,
para sus “descamisados”… en desesperada UNIÓN,
tocaron a dispersión
Y ese nombre despectivo al darse cuenta corridos
que quiso al pobre ofender que habían sido sorprendidos
con el tiempo habría de ser por el Pueblo en su traición…
todo un símbolo en acción
honra y prez de JUAN PERÓN Y que en esta vez no podrían
que la supo merecer. como en otras ocasiones
robarle las elecciones
Y el 17 de OCTUBRE… con desvergüenza y audacia
la Plaza de la Victoria e invocar la “democracia”…
suelo bendita de gloria ¡agitando sus pendones…!
donde la Patria nació
| 95

Esa era la DEMOCRACIA… el Sillón Presidencial.


que amaban estos felones. Y un orgullo general
Con el vuelco de padrones todos los pechos llenó…!
al ir el Pueblo a votar
para luego proclamar Embajadas especiales
el triunfo de los sayones…! de las Naciones hermanas
aun de aquellas muy lejanas
Y en los Congresos del fraude, arribaron ese día.
los grandes “declamadores” Cantó el Pueblo su alegría
del brazo con los señores con revuelo de campanas…!
de la “Peca” electoral
hacían olvido total Festejaba así su gloria
de sus viejos resquemores… con auténtica emoción:
¡había triunfado Perón…!
“¡Aquí el fraude ha terminado!” y se cumplía su destino.
rotundo afirmó PERÓN ¡Gloria del Pueblo Argentino…!
y nuestra Constitución ¡Gloria de esta gran Nación…!
tendrá que ser respetada
las URNAS serán sagradas Y allí FIERRO comprobó
por ser del Pueblo la expresión. cómo en un trance tan duro
a un noble criollo en apuro
Que cuando elige Gobierno ¡todo un Pueblo defendió…!
no acata otra voluntad y contento se sonrió
que la surgida en verdad respirando el aire puro…
de su expresión SOBERANA,
y no habrá fuerza o chicana Y al tranco de su “gateao”
que coarte su libertad…! abandonó la ciudad
rumbo a la Pampa heredad
Y en histórica elección de donde había resurgido.
votó el Pueblo libremente. No había su tiempo perdido
Eligiendo Presidente al palpar la realidad.
A JUAN DOMINGO PERÓN…!
Y hubo fiesta en la Nación Requintado su sombrero
en una tarde esplendente… silbó de puro contento…
y pensó en ese momento
Día de fiesta nacional a punto de regresar
todo el pueblo festejó que algo debía de cantar
cuando Perón ocupó en su olvidado instrumento.
96 |

Y al compás de su guitarra de la Estirpe Americana


cantó con honda emoción noble hija y noble hermana
la dicha que su corazón en su ámbito y en su hora.
había sentido latir,
viendo a su Patria surgir Fiel guardiana de su honor
en histórica eclosión. bajo el signo de la Cruz.
Blanca estrella cuya luz
Y a PERÓN se dirigió ilumina el firmamento.
diciéndole: —Siga amigo… Madre de Ideal sentimiento
con peligro o sin peligro ¡Faro en el lejano Sud…!
por la senda que eligió.
Que el Pueblo que usted sirvió
es un Pueblo agradecido.

Pueblo noble y muy leal


tantas veces engañado
que jamás ha sido hollado
¡y que nunca lo será!
Cuna de la Libertad
donde el hombre será honrado.

La Argentina tierra heroica


ya ha señalado en su historia
con actos de honda memoria
su respeto general
por el hermano o igual
en el Honor y en la Gloria…!

Noble amiga de Naciones


acogedora y cordial
generosa sin igual
sacrosanta como un templo
que esta tierra sea un ejemplo
¡por su JUSTICIA SOCIAL…!

Y esta tierra tan amada


ha de ser como hasta ahora
Gran Matrona y Gran Señora
| 97

El clásico presidencial que le costará trabajo


(milonga criolla)6 si se le empaca en la raya.
Francisco Norberto Bianco
“El Gena” también se trujo
Recitado desde la montevideana
Pronto la van a correr un flete de estampa enana
lindamente y con cordura de pelambre colorao
eso sí, habrá hasta usura si se le queda el mentao
y el criollo se puede armar se quedará con las ganas.
digo, si llega a ganar
el pingo’e la pata dura. Y otros más que ni los nombro
aunque bien valen la pena
Canto que será gaucha la escena
Porque la presidencial puras levitas mi don!...
es más que peluda brava Voy mil pesos al de Perón
si le responden las tabas corriendo libre en la arena.
y aguanta el peso’e los cueros
nadie la gana al lobero Hablado
corriendo en punta y sin traba. Poniendo estaba una gansa
en un nidal de gallina
El doradillo’e Perón lo demás pura pamplina
es más ligero que bola y cacareo no más
la corre sin baticola jugale viejo y verás,
a lo flete montaraz que ha de resultar ansina.
llegarán pero detrás
revoliándole la cola. Ya largaron la carrera
tan famosa y comentada
Aunque el tobiano contrario ansiosa la paisanada
dicen que es de güena laya jadeante ya se rejunta
que cuando un floreo ensaya porque el tobiano la punta
demuestra ser frío de abajo tomó, desde la largada.

6. En Antología peronista. El laurel de la victoria, Buenos Aires, Olimpo, 1949, pp. 8-12.
Nacido en 1894 en la ciudad de Rosario, Francisco Bianco fue músico, payador y
poeta. Discípulo del gran payador radical Gabino Ezeiza, bajo el seudónimo artístico
de Pancho Cueva llevó el arte de la improvisación y el contrapunto a todos los rincones
de la Argentina y a otros países de la región como Chile y Uruguay. Sus versos criollos
fueron editados en el formato de la folletería popular de la época. Falleció en 1960.
98 |

Cruzaron los mil seiscientos Perón en la colorada7


el tobiano con acción Francisco Norberto Bianco
trasponiendo el pelotón
desiste de la pelea ¡De punta a punta Perón!
al ver que se le aparea sin un fustazo pegar
el doradillo’e Perón. en la recta ni que hablar
cola quedó el pelotón
Hablado vencidos y sin acción
Quiere castigar en vano revoliándole las colas
no le responde la fusta después de hacerles cabriolas
—¡Metele si es que te gusta! y escarceos miles al cuete
Le gritó el de la doradilla cortao les ganó el flete
si es que le salió el colmiyo de una envestida sola!
y la pinta no le asusta.
Y sin conocer la cancha
¡Pero de ande! se quedó eso es lo lindo y campero
el pobre tobiano viejo se la ganó de ligero
como se queda el cangrejo y sin hacer patancha
después de una lluvia larga si quieren una revancha
del doradillo la carga Perón se la puede dar
siguió y se cortó muy lejos. déntrelos a aligerar
delen maíz, mucha avena,
El de la tierra’e Moreira que en la próxima escena
pingazo de juerza ignota ya lo van derrotar!...
que tiene por as la sota
y ya por cetro el osario Todo puede ser, ¡caracho!
le hizo besar al contrario si se sintió de la pata,
el polvo de la derrota. y el de arriba hecho una batata
decide mandarlo al tacho
que si el flete está fortacho
aliviando y ligero
la salva como en febrero
tendrán que hacer sin discursos
el papel que hacen los burros
a lado de un parejero.

7. Ibídem, pp. 12-13.


| 99

Desde ya por Juan Perón Festejando el triunfo8


y su mentao doradillo Francisco Norberto Bianco
que doble contra sencillo
le apostamos un millón La “turba descamisada”
aprovechen la ocasión de vaga suerte ilusoria
que el quesillo es para todos por la rotunda victoria
si creen que hubo acomodo se encuentra muy animada
encierros, mala largada, festejando entusiasmada
primero en la colorada el triunfo de Juan Perón
Perón, el resto en el codo. de una gran orquesta al son
más criollasa que el angola
compuesta de flauta y viola
violín y bombo y acordeón.

De flautista hace Emiliano,


de violero Cueva Pancho
que es el encargado del rancho
de violinista Lauriano,
baterista es Camorano
que la oficia de choufer,
de acordeonista hay que ver
cómo se porta Amaranto
ni en el día del gran santo
mejor preludia el placer.

En tanto que Victoriano


asa un peludo con lana
María al pozo’e roldana
baja la redonda’e vino
cuadrito más argentino
no se ve en la población
güeno en honor de Perón
y todos los mandatarios
vivan los correligionarios
de la pasada elección.

8. Ibídem, pp. 14-17. En este poema se hace referencia a “Pancho Cueva”, seudónimo
que adoptó el propio Bianco en su oficio de payador.
100 |

Rompen la Lola y Martínez y el hombre le sale un cerdo


con un gauchesco barato después de tantas promesas
rasgan, bailan un gato si lo he visto no me acuerdo.
sureño con macachines Del trigo sale la harina
resuenan por los confines de la harina el almidón.
de la rueda el clamoreo
porque en el zapateo Si la paja no da granos
tiene Martínez soltura es pura conversación.
les hace dos mil posturas La promesa de Palacios
al compás del rasqueteo. es igual que el aserrín
no hay que hacerle camaradas
Las criollas de las ramadas da más jugo un adoquín.
pa los quehaceres no lerdas La promesa de Perón
al horno los con cerda ¡es un hecho, compañero!
al sartén las empanadas No los que va a dejar con hambre
en tanto que las mozadas habiendo carne con cuero.
del pago con atención
van cebando el cimarrón Sé que la oligarquía
que chupeteamos contentos puede con fraude y audacia
los viejos charlan sus cuentos adueñarse del poder
aligerando el porrón. que anhela la democracia.
Pero ese bocao, amigos,
De pronto lo más triunfal será del que se lo gane
con sincera estimación mal argentino ha de ser
victoriamos a Perón el que nuestra ley profane.
nuestro Líder nacional. en güena ley, aparcero,
canta Cueva el gaucho hombre a hombre y corazón.
a la rueda floreciente
pide a todos conciente Me juego el pellejo entero
que con Perón esté, nadie le gana a Perón.
de que se ponga de pie Vos que la estás esperando
y victoree al presidente. que caiga como de arriba
en contra de Perón, viejo,
Allá donde el sol se esconde no gastes seso y saliva
y el pasto dobla la punta es al cuete compañeros,
en los días de elecciones tirarse contra Perón,
la paisanada se junta. verán el día veinticuatro
¿Para qué? para votar quién se pela la elección.
| 101

La promesa de Perón9 antes de las elecciones


Francisco Norberto Bianco los crioyos valemos mucho
después de ella los varones
Iba con la casa a cuesta valemos menos que un pucho.
más pobre que el caracol
mi catre era el campo raso La política, hembra falsa
y mi poncho pampa el sol. que enredó a tantos varones,
Mi china era la guitarra no se casa con ninguno
mi gran amigo el facón varían sus ilusiones
mis parientes eran los nales hay criollos que aseguran
que tenía en el tirador. que el caudillo es un palenque
para algunos suele ser
Mi maistra era la experiencia peor que lonja de rebenque.
mi amiga la soledad
mi hermanita la esperanza Lo mejor es no votar
y mi madre la orfandad, para ninguno pensando
si tenía era dichoso, al cuete es querer subir
si no tenía era igual cuando uno viene bajando
el tiempo lento corría votaré a Perón-Quijano
llevando a cuestas mi mal. con gran entusiasmo y fe
y via decirte el porqué
Para el gaucho resignado ¡porque es un bolo, che hermano!
el tener o no tener
viene a ser la misma cosa
hoy no tengo, tuve ayer,
tuve algo y me faltaba
de lo que me sobra hoy
de lo pobre que ayer era
cuenta hoy recién me doy.

Cuando uno más la vive


más profundo es en pensar
sabio viejo vale un mundo
aunque no tenga que dar

9. Ibídem, pp. 19-21.


102 |

Argentino hasta ¡Malhaya el pueblero jeta!...


la muerte10 de aguachento caracú
Francisco Norberto Bianco al deber a lo ñandú
lo esquivó de una gambeta
Aunque muy ignorantón quizá de necio o trompeta
por cierto y poco escribido como el ladero chambón
como Fierro, me decido… que en la pasada elección
en tiempo e’ regolución del paisano fue adversario
puede mi gaucha opinión y no correligionario
ser útil como consejo de las filas de Perón.
y al hombre en lo desparejo
servirle de guía y aliento De los tiempos al mudar
dejando por un momento las cosas las viejas leyes
de hacer las que hace el cangrejo. obligados como los güeyes
tendrán que a secas marchar
¡Para adelante es la cosa!... al romerillo rumear
que el que se resaga, don, la oreja’e negro la ortiga
llega último, ¡papelón! que ninguna aguada amiga
el que hace en la rocallosa que le prodigue su clara
que no hay hora más gloriosa ¡ahijuna con igual vara
según mi claro entender, se mide ocio y fatiga!
que la que ofrece el deber
correctamente cumplido No hay tiempo más oportuno
el gaucho sale lucido que aquel que nos viene al pelo,
haciéndose más querer. veremos caer sin recelo
al redil más de un toruno
Mas cuando la causa es sana sea contramarca reyuno
y apeligrea la nación del otro lao de la orilla
deber de todo varón zaino pampa gargantilla
es defenderla a picana ravicano contrahecho
ante de cargar badana buscando el verde derecho
tirarse pal lao del oro ande abunda la flechiya.
mejor es sentirse toro
y enderesarle las guampas Pero el bocao de gramiya
defendiendo cielo y pampas y la alfalfita verdeoro
con argentino decoro. será del potrillo moro

10. Ibídem, pp. 23-29.


| 103

que arar supo la cuchilla se une a su patrimonio


del paisano de goliya libre y preclara a la vez.
que sin frac, guantes, galera
por la blanca azul bandera Goza el que le rinde bien
la honra y su libertad y el que pierde la cosecha
luchó y votó con lealtad rastrojo es que aprovecha
defendiendo su tapera. pa las que flacas estén
su único parabién
Volverá el colita’e pato es el campo y su trabajo
junto a la espesa ladera desde la aurora a destajo
a erguir su franca cumbrera batalla en toda faena
dándole realce al lato su indumentaria más buena
arrendamiento pa rato es casi un reidón andrajo.
tendrá el paisano arador
compensará su sudor Pero el domingo el paisano
exuberante cosecha junto a su china descansa
el que su tiempo aprovecha chupetea el verde esperanza
no llora su desamor. se arropa libre y ufano
en el palenque a su ruano
Hasta los topes la troje le chanta el brilloso apero
de rubia o morocha espiga se ajusta bien el sombrero
tendrá el placer de la hormiga a la nuca y lo requinta
cuando en el catre se arroje en su donaire, su pinta,
el que de sobón se encoge de vespertino lucero.
en tan útil menester
le gambetea al deber Si es domingo de elección
en la hora del civismo de donde el paisano esté
por falta de argentinismo ya rumbea al comité
siempre hundido se ha de ver. que hociquea en la población
cumple la civil misión
Viva el fecundo arado y de hoy con gaucha alegría
hijo del rancho de paja derecho en pulpería
que de sol a sol trabaja festeja cívica hazaña
sin que le arredre el calor con unos tragos de caña
es un emblema el color en amable compañía.
de su simpática tez
¿quién duda de su honradez? Si el “petizo blanco” al trote
nadie ese testimonio florea su linda laya
104 |

que digo de raya a raya Versos de un payador al


cual sobre el labio el bigote General Juan Perón11
ya le sacude un pesote Homero Manzi
que si se le hace, mi Dios,
acoyaradito en dos I
lo arrea pa la de cuero Va a dispensar Su Excelencia
¡hasta no echarles un cero que un payador del camino
le pega el gaucho sin tos! le alce su verso genuino
ante tanta concurrencia.
Y sigue, juna gran perra, Quisiera en esta emergencia
como carta con membrete tener el don de Gabino
mientras no le enseñe el siete para elogiar con más tino
el paisano de la sierra la Histórica Presidencia
aunque perder no le aterra que realiza Su Excelencia
pal truco que es puro envite en este suelo argentino.
no se achica ante un convite
del más loro, ¡cómo no!... II
lo que en petizo perdió Perdóneme Presidente,
en el maso halla desquite. pero tengo la certeza
de que alabar su grandeza
Como a eso de la oración es traducir muchas mentes.
si el rodeo se disace Usted luchó por la gente
en retornar se complace desbrozando la maleza
para el rancho de terrón y el criollo que siempre pesa
seis leguas el mancarrón con justicia noblemente
le sacude al galopito sabe que usted fue un valiente
tarariando un estilito al lado de su pobreza.
surca con su cara al viento
desensilla muy contento
suelta al campo el potrillito.

11. Octubre de 1950. Incluido en Fermín Chávez (comp.), Historia y antología de la poe-
sía gauchesca, Buenos Aires, Margus, 2004, pp. 585-587. Los versos dedicados a Perón y
Evita fueron escritos por Manzi a pedido de Hugo del Carril, quien los recitó en octubre
de 1950 en la residencia presidencial con motivo del cumpleaños del presidente Perón.
Nacido en 1907 en la localidad santiagueña de Añatuya, Homero Manzi fue periodis-
ta, profesor, poeta y guionista de cine. A los 9 años de edad se trasladó a Buenos Aires.
| 105

III Usted es la lumbre querida


Usted liquidó el instante de esta etapa bienhechora
de la miseria social y su ciencia salvadora
y el oprobio general mientras se cumple no olvida
del vendepatria triunfante, a la clase desvalida
vergüenzas del tiempo de antes que es patriota y cinchadora.
cuando el fraude electoral
era el destino fatal VI
que le aguardaba al votante Por eso mi general,
en aquel tiempo distante con esta improvisación
de ignominia nacional. quise arrimar mi montón
a su labor nacional.
IV Nadie ha comprendido igual
Siguiendo la ejecutoria las penas de la nación.
de esta noble evolución Nadie con más corazón
el pueblo de la nación nos libró de tanto mal.
vive su trance de gloria. Nadie como Juan Perón
Él siempre tendrá memoria Presidente y general.
de la gran evolución
y a punta de corazón
mantendrá la trayectoria
que ha señalado en la historia
el general Juan Perón.

V
Usted trabaja y nos guía
desde que nace la aurora,
robando tiempo a las horas
le quita vida a su vida.

Como militante radical, fue miembro fundador del grupo FORJA en 1935. Antes de
sumarse al peronismo, apoyó incialmente a la Unión Democrática. Se destacó como
letrista de tangos y milongas. En 1948 asumió como presidente de la Sociedad Ar-
gentina de Autores y Compositores (SADAIC). En 1950 realizó el guión de El último
payador, película de Ralph Pappier dedicada José Betinotti. Falleció en 1951.
106 |

Saludos de payador a Cegado por la impaciencia


Doña Eva Perón12 cometí la incorrección
Homero Manzi de hacer la salutación
olvidando en mi imprudencia
I de festejar la presencia
Con aires de payador del general Juan Perón.
entro en su casa, señora,
con la guitarra canora IV
templada por mi fervor. Él es el verbo mayor
Cada clavija una flor y usted la mayor templanza:
y cada cuerda cantora él es la punta de lanza
una pulsación sonora y usted la punta del amor.
que restalla con amor Él es un grito de honor
para vibrar, en su honor, que hasta el deber nos alcanza
mi dignísima señora. y usted la mano que amansa
cuando castiga el dolor.
II Él es el gran sembrador
No se acostumbra actualmente y usted la gran esperanza.
este estilo de canción.
Se fue con la tradición V
el payador elocuente. Él es el gran constructor
Pero siento de repente de la patria liberada
que en esta noble ocasión y usted la descamisada
debo hacer una excepción que se juega con valor.
para cantar gentilmente Los dos, uncidos de amor,
mis décimas oferentes son vanguardia en la cruzada.
que dedico a Eva Perón. Las masas emocionadas
al brillo de ese fervor
III han jurado con honor
Mas debo con su licencia morir en esa patriada.
o tal vez con su perdón
reandar la improvisación
y borrar mi inexperiencia.

12. Ibídem, pp. 587-589.


| 107

VI Frente al hombre13
En estilo payador Evaristo Barrios
canté en su casa, señora.
con la guitarra sonora Y me enfrenté al Presidente.
templada para su honor. ¡Es un hombre de talento,
Perdóneme si al favor que lleva su pensamiento,
de su mano acogedora mesmo que escrito, en la frente!
mi pobre musa cantora Me dio la mano sonriente,
no supo cantar mejor y me hizo la invitación
al estallar con amor de que ocupara un sillón
en esta casa, señora. que estaba como soplao,
era de cuero forrao
y bastante retacón.

Puse el cuerpo despacito,


con cuidao de no aboyarlo,
y comencé a acariciarlo
pa domarlo, suavecito.
Largó un suspiro cortito,
y yo, bastante atorao,
pensaba que había dentrao
a un sitio que no debía,
y el buen hombre se reía
al verme como embarao.

Y me dijo: “No se asuste,


usted ha llegao a su casa;

13. 1950. Incuido en Fermín Chávez (comp.), Aquí me pongo a cantar. Poetas y trova-
dores del Plata, Buenos Aires, Pueblo Entero, 1993.
Nacido en 1889 en la provincia de Buenos Aires, Evaristo Barrios se trasladó en 1911
a Ensenada, donde se acercó a las filas del socialismo. Poeta y músico, contrapunteó
con figuras como Francisco Bianco, Martín Castro y Luis Acosta García. En Milongas
gauchas, folleto de su autoría, apareció en la parte inferior de sus páginas la consigna
“Apoye el Segundo Plan Quinquenal”. Y en la página 33: “Apoyar y difundir el Segun-
do Plan Quinquenal del general Perón es obra de todo buen argentino. Cumpla usted
con él y habrá contribuido a consolidar la grandeza de la Nueva Argentina, como la
deseamos todos: Justa, Libre y Soberana” (Buenos Aires, ABECE, Biblioteca Los Ases
de la Canción, 1954). Falleció en Uruguay en 1959.
108 |

y cuentemé qué le pasa que jué carne del caudillo,


y pida lo que le guste. tenía que andar a cuchillo
Lo que usted pida que ajuste pa que juera respetao.
pronto ha de ser ajustao;
si los tiempos han cambiao, Y aura llega; la entablada
yendo por mejor camino, queda orillando la plaza,
es pa que al pueblo argentino y el gaucho va con su traza
le den lo que le han quitao”. hasta la Casa Rosada.
La gente, bien educada,
Yo, con el atoramiento, lo deja pasar sonriente,
no sabía qué contestar. lo tratan como a decente,
Y dije: “Va a disculpar y hasta con respeto lo oyen.
semejante atrevimiento; ¡Lo mesmo que hacía Yrigoyen
pero la verdad del cuento que jué otro gran Presidente!
es que, aunque tenga inorancia,
una virtú es la constancia Sin rodeos
que a todos deja asombraos;
hago un tren con mis gatiaos “Bueno —dijo—, ni que hablar
y venzo cualquier distancia”. que usté ha venido a pedir;
así que me ha de decir
“Quise visitar a usté en qué lo puedo ayudar.
y aura me resulta grave; No es cuestión de conversar
bien dicen que el que no sabe pa trairme ponderaciones,
es igual que el que no ve; yo tengo muchas cuestiones,
cuando a la ciudad dentré amigo, que resolver,
jué cuando cuenta me di y me olvido del deber
que tendría que ser, pa mí, con estas conversaciones”.
un asunto peliagudo,
pero mesmo que el peludo, Por toda contestación
como porfiando, seguí”. le dije: “Si aquí he venido
es porque usted ha cumplido
Y aura que estoy frente a frente de sobra su obligación.
con el Primer Ciudadano, Yo traigo la almiración
que sereno y campechano de todos mis aparceros:
me da la mano sonriente, piones de campo, troperos,
puedo decir que el presente montaraces, achadores,
es diferente al pasao; puesteros, ordeñadores,
antes, el gaucho atrasao, gente de siembra y carreros.
| 109

Traigo el agradecimiento pero el hombre se arregló,


de los pobres provincianos, un asistente llamó,
que se sienten sus hermanos y sentí que le decía
por su buen comportamiento. algo de caballería,
Traigo el mejor sentimiento y ansina me despidió.
de aquellos desamparados,
que vivían olvidados, Buscando techo
sumidos en la pobreza
en un nido de riqueza, Con palabras de cumplido,
hambrientos y desgraciados. de esas que son obligadas,
y en el lomo dos palmadas,
De los que usté ha despertao salí como protegido.
pidiendo que se levanten Pa muchos, juí un atrevido
y que en la huella se planten porque me sobró coraje;
pa que no vuelva el pasao. pero aprendí en ese viaje
Del que su voz ha escuchao lo que seguiré contando,
que pa poder conseguir y que juí aprovechando
el bienestar pa vivir metido en el puebleraje.
hay que vencer la pereza;
que el trabajo crea riqueza
y luego, hay que ¡producir!

Traigo las palpitaciones


de los que aquí no han venido,
y que le han formao un nido
en sus propios corazones.
Hay poderosas razones
para que le cante esta nota;
si me ha tomao a chacota
no me importa que se ría;
cumplí con lo que quería,
saludar al gran Patriota.

Y aura, le digo el deseo


que me está haciendo cosquilla:
muéstreme, pa mi tropilla,
un campo de pastoreo”.
Era el caso medio feo
110 |

Perón, el vaticinio de
Martín Fierro14
Eneas Garcán (Nicanor García
Rodríguez y Alcides Cano)

Dedicado con gran afecto al


Excelentísimo Señor Presidente de
la Nación General Juan Domingo
Perón y a su Digna Esposa
Doña Eva Perón.

Exteriorizamos en este poema


épico, impregnado de tangibles
realidades, nuestro pensar y nues-
tro sentir de argentinos que han
comprendido y que han sentido
hasta en lo más recóndito de su
ser la trascendental hora en que
vivimos. Por ello, y en prueba de
nuestro sincero agradecimiento al
artífice de tan majestuosa obra,

14. Mar del Plata, 1951. El libro además contiene ilustraciones de Alcides Cano. El
seudónimo “Eneas Garcán” es un acrónimo formado a partir de los nombres del autor
y el ilustrador: “Ene” por Nicanor, “as” por Alcides, “Gar” por García y “can” por
Cano. Se presenta una versión resumida a cargo del compilador debido a la extensión
de los versos originales.
Nacido en Ayacucho, provincia de Buenos Aires, Nicanor García Rodríguez dejó la
escuela para dedicarse al trabajo en el campo. Luego se mudó a la ciudad de Mar del
Plata y se desempeñó como obrero de la construcción en la obra del Casino de esa ciu-
dad. De origen forjista, formó parte de la seccional marplatense del Partido Laborista
que acompañó la candidatura de Perón. En 1947 fue electo como secretario general de
la Unión Obreros de la Construcción, puesto del que fue destituido en 1955. En ese
contexto nace el poema “Volvieron los caranchos” (Julio Melón Pirro y Darío Pulfer,
“Poesía, prensa y política en la primera Resistencia peronista”, en revista Movimiento,
nro. 23, julio de 2020, pp. 210-212). Publicó otro volumen de versos gauchiperonistas
denominado Lauro Pampa. Editado en 1971 por Pereda Hermanos en la ciudad de
Mar del Plata, según consta en el libro, se trató de una tirada de apenas diez ejemplares.
Uno de ellos está disponible en el catálogo de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.
Falleció en 2004.
| 111

dedicamos este humilde trabajo riormente le sucede en el relato


con el que iniciamos nuestra la- otro personaje que también he-
bor literaria al General Perón y a mos creído necesario crear con el
su Digna Esposa Doña Eva Perón, nombre de Don Tomás Cisneros
figuras rectoras de la nueva Argen- como representante de la expe-
tina “socialmente justa, econó- riencia de un cruel y triste pasado,
micamente libre y políticamente consecuencia lógica del extraño
soberana”; ambos han sabido ca- sentir que tuvo en aquellos días la
tequizar el fervoroso anhelo de su conducción de nuestros destinos.
pueblo al dejar cristalizada la vieja A continuación, y para terminar,
esperanza que en el oscuro pasa- viene el relato de la era actual y
do fuera marchitada por quienes con ella el líder que transformó
no supieron ser lo suficientemente aquel viejo dolor en una era de
responsables ni como gobernantes justicia, de paz y de trabajo para
ni como argentinos. bienestar de todos los habitantes
Al calor del venturoso presente del patrio suelo; y como bendi-
brota el poema intitulado: Perón, ción a tan magno sacrificio, la ab-
el vaticinio de Martín Fierro, con negada compañera Eva Perón que
la plena convicción que el do- como luminosa visión de una es-
lor que cantara el inmortal José peranza, proyecta su virtud sobre
Hernández movido por ansias de los hombres del mañana y deja a
justicia y de libertad en sus par- la vez recuerdos indelebles en los
ticularísimas sextinas y que recla- trabajadores de la patria, constitu-
mara insistentemente la gallarda yéndose en auténtica abanderada
acción de un buen argentino para del movimiento obrero argentino
poner fin al embrollo, termina al y en fiel defensora de su justa cau-
cumplirse su propio vaticinio, o sa que es la causa del pueblo que
sea cuando llega el “criollo vatici- Perón defiende.
nado” que no puede ser otro que
el General Perón, prototipo de la E. G.
nacionalidad, y con él la alborada
redentora y la esperanza florecien- Permiso, mi General
te en su doctrina justicialista. Para
ello, hemos creído conveniente Permiso, mi General,
que hablara nuestra juventud me- dignísimo Presidente;
diante el personaje Eneas Garcán ante usted me hago presente,
que hace consideraciones sobre el no sé si haré bien o mal.
presente y sobre el pasado; poste- Soy criollo a carta cabal
112 |

y quiero en esta ocasión Perón, el vaticinio de


vertir mi interpretación Martín Fierro
del presente y del pasado
como argentino y soldado Capítulo I
de vuestra revolución.
Señores, estén atentos
Cumplo con ello el mandato que en esta oportunidad,
que me dicta la conciencia, quiero cantar la verdad
fruto real de la experiencia que guarda mi entendimiento.
hecha carne en mi relato Ya he pulsado el instrumento
que justiciero y sensato y sus notas, dulcemente,
me brota sin contenerlo vendrán a aclarar mi mente
y se alza con voz de pueblo para cantar inspirado:
cantando gloria al presente las desdichas de un pasado
porque al pasado reciente y las glorias de un presente.
hemos logrado vencerlo.
Nuestra Nación Argentina
A la luz resplandeciente tan rica y tan generosa
de tan genuino ideal es la estrella luminosa
se ha erigido el pedestal que vierte luz cristalina;
del magnífico presente por sus virtudes divinas
que son pruebas concluyentes descansa en brazos de gloria
de un promisorio futuro que ha cimentado la historia
que abre un destino seguro, el valor de un argentino:
de heroica argentinidad, forjador de su destino
que habla de patria y lealtad y héroe real de su victoria.
sentada en sólido muro.
Hoy la patria refulgente
Que Dios con su diva ciencia irradia tiempos mejores
bendiga la noble acción y son guirnaldas de flores
que en tan sabia concepción las que coronan su frente,
hoy nos brinda Su Excelencia, y es este hermoso presente
que iluminó la conciencia promisorio a nuestra vista,
de nuestra raza genuina gracias al gran estadista
para hacer una Argentina que en su sabia concepción
de paz, justicia y trabajo, nos dio una nueva nación
que es histórico legado llamada justicialista.
que conjura su doctrina.
| 113

Es actualmente la llama fue causa de muchos males


que a nuestra mente ilumina que brotaron a raudales
y es el agua cristalina en un nebuloso clima
que la vertiente derrama. donde no hubo más doctrina
Por eso el pueblo lo aclama que apetitos personales.
con fervor inusitado
porque ha sido el fiel soldado Perpetuos en el poder
custodio de su bandera con el fraude y la opresión
que con fe imperecedera retrasaron la Nación
a nuestra patria ha salvado. con injusto proceder;
permitiendo así ascender
Convendrían recordar a un régimen colonial
los tiempos funestos idos que en una forma ilegal
de proyectos no cumplidos sobre el país se cernía
y leyes sin aplicar quebrando la economía
para poder explicar y el progreso nacional.
cómo en forma sorprendente
en una marcha ascendente Defraudaron lo más puro
con altivez se ha elevado de nuestra Constitución
sobre el luctuoso pasado hundiendo así a la nación
la Argentina del presente. en un destino inseguro;
subyugando su futuro
Los preceptos que dejaron a la triste corruptela
nuestros próceres gloriosos que la exótica tutela
que lucharon afanosos le impuso a la burocracia
por la patria que soñaron y que llamó democracia
en el olvido quedaron el comando de alta escuela.
en carpetas bien guardadas
y en alguna fecha honrada A esa influencia se entregaron
en discursos recordaron hombres de gran resonancia:
con proyectos que elevaron “cultos de la democracia”
a la gloria de la nada. que a nuestro pueblo engañaron;
a sus espaldas gestaron
Soportó nuestra Nación los contubernios más ruines
muchos años de gobierno asociándose a esos fines
de políticos enfermos los llamados dirigentes,
víctimas de la ambición; que habían sacado patente
su parásita función de eminentes paladines.
114 |

Estos no quisieron ver en el desdén del olvido


tantos males conocidos, y sobre el suelo teñido
quizá por un simple olvido por la ponzoña existente
al hallarse en el poder; el pueblo se halló impotente
mas nunca han de comprender y entre tinieblas sumido. […]
la palpable realidad
porque llamaron verdad Pero al ver tanta injusticia
explotar la situación, en este suelo divino,
denigrar a la Nación del ejército argentino
con toda perversidad. se alzó la voz de la justicia;
la insuperable pericia
Qué podrá el pueblo esperar de un coronel valeroso
de toda esta corrupción, rompió el círculo vicioso
solo tenía una ilusión venciendo aquel infortunio
que no podía concretar; en la jornada de junio
pero después de luchar donde salió victorioso.
con divina valentía
amasó en su sangre fría Noble ejemplo ciudadano
un coraje superior que ha coronado de gloria
y el necesario valor aquella inmortal historia
al nacer el nuevo día. de San Martín y Belgrano;
es el amor ciudadano
El plan internacional que por la patria despierta
complotó a los genuflexos cuando en las horas inciertas
que entregaron el progreso peligra el patrio destino,
de la vida nacional puja el coraje argentino
y como broche final forjador de nuestras gestas. […]
de grandes realizaciones
digitaban “los mandones” El pueblo lo ha comprendido
que la máquina montaban porque habla el mismo lenguaje
y con fraude le ganaban y ha demostrado un linaje
al pueblo las elecciones. que jamás será vencido;
por su acción ha merecido
Fue la política creada el apoyo popular
por el medio peculiar que en su constante anhelar
y que pudo vegetar nadie lo había escuchado
en las masas mal formadas como este eximio soldado
por gente desorientada tan noble y tan singular […]
| 115

Con elevada visión al esfuerzo realizado


de protector y vigía y obligó a ser compensado
crea la Secretaría en forma proporcional,
de Trabajo y Previsión; ecuánime y racional,
desde allí empezó Perón para que no haya explotado.
a hacer justicia social
reivindicando aquel mal A esas dos fuerzas coordina
que oprime al trabajador limando toda aspereza
por el trust expoliador para labrar la grandeza
del foráneo capital. de nuestra grande Argentina,
que soberana y genuina
La clase trabajadora asoma en el continente
se sintió fortalecida con el sol resplandeciente,
porque eran defendidas de su destino fecundo
sus conquistas y mejoras; elevándose ante el mundo
y halló en la acción bienhechora visionaria y esplendente.
concreción a sus anhelos
que tras de largos desvelos La antipatria reaccionaria
por primera vez alcanza a la dádiva entregada
a concretar la esperanza: de afuera era alimentada
sueños de nuestros abuelos. por la influencia mercenaria
que agresiva y temeraria
Fuertes organizaciones interfiere aquella acción
bajo su amparo se crearon que impulsaba a la Nación
y su anhelo concretaron hacia un próspero futuro
de lógicas ambiciones, por un idealismo puro
y con sanas intenciones de justicia y redención.
desde la Secretaría
trabajando noche y día Gesta el avaro extranjero
por el bienestar social con los malos argentinos
le dio a esa fuerza gremial un plan diabólico e indigno
también su personería. […] producto de los bandoleros
que por los “treinta dineros”
Humanizó al capital mandarán a la prisión
y reivindicó al trabajo; a tan ilustre varón
porque en su visión atrajo traicionando a su bandera
que en forma muy desigual, que dejó de ser postrera
era inferior el jornal por la titánica acción. […]
116 |

Después que la oligarquía de heroicos descamisados


consigue la detención que a la calle se han lanzado
del Coronel Juan Perón en busca del Coronel
lo manda a Martín García, y han de luchar sin cuartel
donde una celda sombría hasta verlo librado.
injustamente le espera
tornando triste y postrera Desde apartados lugares
la suerte de sus hermanos cunde la voz pavorosa
que con amor ciudadano de la masa laboriosa
luchan por la nueva era. que llega de todos lares
y repiten a millares
Con esa práctica indigna en esa gran rebelión:
castigaron a otro hombre “Queremos libre a Perón
que ya perpetuó su nombre y tenerlo a nuestro lado
la noble historia argentina; que por ser descamisado
lo recluyen en la ruina está en nuestro corazón”.
de su avanzada vejez
por ser leal y sin doblez; En la populosa urbe
a la patria idolatrada miles de almas se concentran
muere en la celda malvada que en plena lucha se encuentran
sin doblegar su altivez. […] el 17 de Octubre:
incesante muchedumbre
Pronto corrió la versión sin descanso ni desmayo
en la clase laboriosa llega a la Plaza de Mayo
que la antipatria viciosa proclamando a aquel varón
ha detenido a Perón, que ha recluido en la prisión
y con garra de león la fuerza de “los lacayos”.
ese pueblo enardecido
en su defensa ha salido A ese pueblo dolorido
en temerario alzamiento que reclama al coronel
porque en aquel movimiento lo acompaña una mujer
el pueblo se ha definido. […] que siente su pecho herido;
ella de amor ha encendido
Han tocado el sentimiento la masa descamisada
del pueblo trabajador: que en tan valiente cruzada
muere o sale vencedor no dudan de su victoria
en aquel pronunciamiento; que registrara la historia
se conjura el movimiento en tan brillante jornada. […]
| 117

Es la compañera Evita ni detallar de memoria


que leal a su coronel esa hermosa trayectoria
también luchaba por él del gran progreso ascendente
y por la patria bendita; que hoy da vistas al presente
ardiente fervor palpita que habla de patria y de gloria.
en aquella mole humana
de la cual se siente hermana Como cosa primordial
por lazos de sufrimientos restituye los derechos
y encabeza el movimiento con leyes y con decretos
llena de fe ciudadana. maneja el nivel social
para que todos igual
Todos los trabajadores puedan sentirse amparados
abandonan sus tareas por imperio del Estado
y de a miles por doquiera ecuánime y justiciero
van gritando sin temores: donde no pueda el dinero
“Abajo con los traidores, parir a privilegiados.
antipatrias y vendidos”,
que reprimir no han podido Promulga la agremiación
a ese pueblo en rebelión, de cuantiosas entidades
que arrancó de la prisión para que estas sociedades
a su coronel querido. […] concreten su aspiración
y sea el medio de expresión
Libre el Coronel Perón legal, representativo
y por la Patria inspirado del interés colectivo
es genio, acción y soldado en el problema gremial
de la gran revolución. ante el resorte estatal
Un plan de organización que es justo y equitativo. […]
es la base valedera,
que en forma imperecedera La nueva Secretaría
dará fruto en el futuro suplantó al Departamento
donde un porvenir seguro de Trabajo, que instrumento
a todo el pueblo lo espera. […] era de la oligarquía;
viejo resorte que hacía
Es difícil numerar un oficio irregular;
el trabajo realizado pues no podía traicionar
porque a un paso acelerado la voluntad de su amo
era preciso marchar y allí resultaba en vano
y no es tan fácil contar presentarse a reclamar. […]
118 |

Le pone al pueblo en sus manos del poder, en la elección,


el derecho electoral guardan con grata impresión
para que en acto legal de acuerdo a los resultados
ejemplar y soberano que la prensa ha publicado
elijan los ciudadanos en su última edición.
sus propios representantes
que serán los gobernantes El escrutinio termina
que regirán los destinos con la victoria completa
de este, su pueblo argentino, del partido que proyecta
por voluntad de votantes. […] engrandecer la Argentina;
ya la balanza se inclina
Ha marcado el calendario en forma definitiva
veinticuatro de febrero, gracias, a la directiva
y el pueblo se juega entero del gobierno, en las primeras
en el acto eleccionario. elecciones verdaderas
Van unidos los contrarios que ese derecho cultiva.
en la etapa perentoria
en busca de la victoria Capítulo II
para poder gobernar
y así de nuevo tomar Como primeras medidas
la antigua y vil trayectoria. […] el gobierno en sus funciones
proyecta realizaciones
Termina la gran jornada que mejoran nuestras vidas:
y el pueblo que ya ha votado y con fe, toca enseguida
espera los resultados los principales resortes:
de las urnas escrutadas, nacionaliza el transporte,
y la masa impacientada los teléfonos y minas
por lo que allí va pasando que harán la grande Argentina
ansiosos están deseando con su imprescindible aporte. […]
que se arribe a los totales
de los cómputos parciales Reconoce los derechos
que se siguen registrando. que cabe al trabajador,
mitigando ese dolor
Los famosos entreguistas con la fuerza de los hechos.
que su partido han formado Ya lo antiguo se ha deshecho
con los socios desplazados con la actual innovación:
para completar la lista. la nueva Constitución
Una ilusoria conquista es materia dominante,
| 119

gracias al celo constante que hace la Ayuda Social


del gobierno de Perón. hasta en zonas apartadas;
familias necesitadas
Esa obra social testimonian al momento
viene siendo realizada su eterno agradecimiento
en forma planificada por la atención dispensada
de acuerdo a un plan quinquenal. por la mujer venerada
La grandeza nacional del heroico movimiento.
por todas partes se expande
y nuestra Nación tan grande Cumpliendo con un deber
nos presenta un cuadro nuevo: lucha este ser abnegado
de Jujuy a Tierra del Fuego como un valiente soldado
y del gran Plata a los Andes. […] para hacer reconocer,
los derechos de mujer
Es nuestra flota mercante en esta tierra bendita:
cada vez más poderosa es la compañera Evita
que en forma vertiginosa que hace digna a la vejez
va siendo preponderante; y protege a la niñez
cruzan el cielo silvante con su ternura infinita.
los aviones a reacción
que causan admiración, Hoy el pensar argentino
mientras los aires domina incluye en el movimiento
la flota aérea argentina el puro y fiel sentimiento
que une nación por nación. del derecho femenino.
Hoy dirige sus destinos
Teléfonos del Estado la auténtica abanderada
como otros medios comunes de la opinión no aceptada
lejanas regiones une por los hombres que olvidaron
a los centros más poblados: el sentir del ser que amaron
también se ha acelerado con su pasión denodada. […]
la industrialización
y la electrificación Con santo amor maternal
aplicando la doctrina se desvela por los niños
de la joven Argentina con el inmenso cariño
que hizo la Revolución. […] de su gesto sin igual;
desde la Ayuda Social
Es bastamente apreciada lleva la dicha a la infancia
la gran obra en general que recorre la distancia
120 |

de esta tierra venturosa Se debe robustecer


como blancas mariposas a la escuela y al hogar:
mensajeras de la esperanza. modeladores sin par
del carácter del ser;
Gozan de sus vacaciones porque hay que reconocer
en lugares de recreo, como altamente expresivas
completando los deseos las costumbres colectivas
del niño en las excursiones que con el tiempo en acción
viajando hacia otras regiones forjará la tradición
contingentes de almas puras de nuestra estirpe nativa. […]
que a las fértiles llanuras
contemplan en raudo vuelo, También debe fomentar
conociendo el patrio suelo por la importancia que encierra
tierra de paz y ventura. […] el arraigo a nuestra tierra
si se pretende llegar
Capítulo III gradualmente a concretar
una aspiración genuina
Hoy estamos orientados de la gente campesina
por una nueva conciencia que ansía realizar el sueño:
donde el trabajo y la ciencia ser su legítimo dueño
se encuentran complementados en esta nueva Argentina.
por preceptos sustentados
en los sabios pensamientos La agrícola producción
que expresan los fundamentos debe ser protegida
de la gloria nacional: para que el nivel de vida
la política social del que vive en la extensión
del heroico movimiento. […] se mantenga en relación
con salarios adecuados,
El gobierno con esmero precios bien remunerados
debe actuar rápidamente como el labrador desea,
y obrar enérgicamente permitirá que no sea
contra vestigios postreros una ilusión su sembrado. […]
de los abusos que hicieron
antes, en varios aspectos; Es preciso vigilar
y los prácticos efectos bienes y toda existencia
de la obra ya iniciada ante la oscura inconciencia
serán la ruta obligada del arte de acaparar;
de los futuros proyectos. porque no es bueno lucrar
| 121

en un mar de tempestades que roía silencioso


faltando a sanas verdades hasta en la propia indigencia.
en vez de dar solución
con la real satisfacción Siempre estuvo sometido
de crueles necesidades. a la tutela del vicio,
que gobernaba de oficio
La suba injustificada el régimen pervertido,
de precios establecidos que tenía sumergido
deben ser combatidos al humilde locatario,
y esa suba nivelada; donde solo el propietario
y si es justificada encontraba la razón
y no se puede bajar, para imponer la condición
pronto se ha de equilibrar a todo problema agrario. […]
al salario que se gana
para que nunca sea vana El contubernio explotaba
la honradez al trabajar. […] a su capricho y antojo
imponiendo desalojo
Capítulo IV a aquel que se rebelaba
y a la calle lo arrojaba
Vivió nuestro campesino por la fuerza policial
por la adversidad azotado, que siempre en forma especial
sin lástima era explotado ofrecía sus servicios,
en los campos argentinos. para proteger el vicio,
Fatal e injusto destino causante de tanto mal. […]
la suerte le deparaba
a quien con afán labraba Son los males de una era
la entraña del patrio suelo, que por suerte ya pasó
padeciendo mil desvelos pero grabado quedó
que nunca los compensaba. en la mente del que espera;
una expresión verdadera
En la mayor desventura de todo lo sucedido
vivía desamparado no la borrará el olvido
este valiente soldado, porque vierten mis canciones
morador de la llanura; el veneno a borbotones
soportando de natura como la sangre a un herido.
el sol fuerte y la inclemencia
a merced de la indolencia Yo digo la realidad
del capital poderoso que vivió el desamparado,
122 |

no es que lo haya imaginado del bravo campesinado,


en aquella soledad, que hoy vive reivindicado
sino que es pura verdad en un clima de bonanza.
todo el mal que desembucho;
de estos casos hubo muchos El precio del arrendamiento
y este es pálido reflejo: hoy no puede ser variable
los que vieron nuestros viejos porque en forma inexorable
en los campos de Ayacucho. […] se aplica el procedimiento;
ya no se usan de instrumento
Hoy el colono argentino los resortes del Estado,
se siente reivindicado; para ser desalojado
no es el paria desdichado el humilde agricultor
que ambulaba en los caminos; que va siendo poseedor
hoy se labra su destino del campo que ha trabajado. […]
en la fecunda llanura,
y a la esperanza futura Ese humilde campesino
que riega con su sudor, empuñando la mansera
son frutos de bella flor honra a la hermosa bandera
por milagro de natura. que ampara nuestro destino;
sea extranjero o argentino
Ya no vive presionado tiene el mismo derecho
por los riesgos anteriores; a gozar de un noble techo
vive libre y sin temores, que le dé una vida humana
protegido del Estado. y en la labor cotidiana
Su anhelo se ha concretado trabajar en su provecho.
con soberana justicia.
Ya no teme la franquicia Ahora el precio de los frutos
que antes gozaba el patrono, es justo y equitativo;
para explotar al colono ya no es el trust agresivo
por la bastarda codicia. […] quien goza del usufructo;
hoy se venden los productos
El Poder Ejecutivo con el control del Estado,
terminó los viejos males después de haber estudiado
de los grandes capitales este problema rural
con dominios exclusivos; dio solución integral
los consorcios agresivos, para que no haya explotado. […]
buitres de larga acechanza,
ya no matan la esperanza
| 123

Capítulo V lleno de cueros de hacienda;


y aunque parezca leyenda
También era un desdichado es realidad de un pasado
el aguerrido mensual que se halla documentado
viejo esclavo de ese mal con toda veracidad;
por el régimen pasado; y solo por cortedad
su patrón, un potentado el lugar no le he nombrado. […]
dueño de hacienda y estancia
que explotando la ignorancia Al comparar el pasado
de los pobres desdichados al presente esplendoroso
llegó a ser acaudalado resulta un sueño horroroso
con la excesiva ganancia. del que uno se ha despertado;
con gran justicia el Estado
De toda aquella extensión hoy le ha dado protección
era el amo indiscutido y elevó su condición
ya de cuna había adquirido a una vida más humana
el hábito de “mandón”; que estrictamente proclama
su elevada posición el Estatuto del Peón.
lo llevó a la sociedad
y con gran celebridad Protegidos por decreto
fue caudillo o gobernante y otras reglamentaciones
en la era denigrante hoy son aquellos peones
de la antiargentinidad. […] tratados con más respeto;
ya no muestran ese aspecto,
Jamás era valorado sinónimo de abandono
el trabajo de ese peón, que por parte del patrono
no tenía compensación imperaba en las estancias,
al esfuerzo realizado; porque con gran vigilancia
el jornal remunerado hoy se canta en otro tono. […]
ya era tradicional
resultando así anormal Soy joven y no he podido
pedir un sueldo elevado; cantar con mucha experiencia
porque era interpretado el dolor de la existencia
como abuso al principal. de esos años transcurridos;
aunque niño lo he vivido
Era toda la vivienda lógicamente al cantar
la que le daban al peón algo tengo que olvidar
un infectado galpón de lo mucho, que de lejos,
124 |

vivieron aquellos viejos No solo la inteligencia


que hoy lo deben recordar. le hace falta al payador,
sino también el calor
Y como se halla presente que le brinda la experiencia;
un viejo con experiencia siendo joven su existencia,
le pido con condescendencia, no pudo haber conocido
para que a su vez nos cuente; esos tiempos que se han ido
él que retiene en su mente y que han dejado el reflejo
y grabado en su memoria en el alma de este viejo,
de su pasado, una historia ya por los años vencido. […]
curtida en desengaños:
experiencia que son años Trabajaba en una estancia
de una criolla trayectoria. de nombre “Los Cuatro Vientos”,
de unos “Señores Barrientos”,
Capítulo VI que vinieron de “Alta Gracia”;
de alcurnia y de aristocracia,
DON TOMÁS CISNEROS: según oí conversar,
Y como todo buen criollo pero debo confesar
de ley y de corazón, que con gracia o sin la gracia
se alumbra con el porrón vivía en la desgracia
antes de largar el rollo: quien tenía que trabajar.
—Soy viejo, pero no arrollo
aunque vengan “degollando”; Era un “yoni” el mayordomo
mi “temple” nunca fue blando, al parecer muy leido,
me llamo TOMÁS CISNEROS que de “extranja” había venido
y sostengo con el cuero en un barco, no sé cómo;
lo que les diré cantando. […] él nunca agachaba el lomo
porque estaba pa’ mandar;
Les juro, lo que ha contado nunca lo vi saludar
al principio ENEAS GARCÁN cuando mandaba a los peones
es cierto, y perdonarán no quería conversaciones
de que me haya emocionado; solo pedía trabajar.
yo que conozco el pasado
con todos sus pormenores; Pero eso estaría muy bien
a nadie perdono errores si se usara el buen respeto
que él, por cierto, no ha tenido y un sueldo justo y correcto
y si algo dejó en el olvido, pagaran ellos, también;
yo les diré las razones. pero tenían la sartén
| 125

y protestar era al ñudo, Pero volviendo al inglés


se volvían sordomudos que era nuestro mayordomo,
cuando del sueldo se hablaba, me empezó a cobrar encono
que le juro, no alcanzaba y yo lo supe después
ni pa’ agarrarse un peludo. […] que el comisario una vez
de mí le hizo referencia
Cuando la hacienda marcaba diciéndole en confidencia
en el establecimiento, que a mí me gustaba el juego
este “yoni” de angurriento, y por eso desde luego
ni siquiera asao nos daba; le molestó mi presencia.
nuestras costumbres mataba
porque a todo ponía freno Pretendiéndose cobrar
y yo juntaba veneno, antiguos resentimientos
les juro sin contenerlo este le fue con el cuento
porque a la par de los de ellos sin duda pa’ hacerme echar;
también marcaba el ajeno. […] el gusto te vas a dar,
pensé, viéndome en carpeta
De estos Señores Barrientos y preparé las maletas
era amigo el comisario, por si la orden llegaba
que sabía hacerse el otario porque ya no me importaba
si le tiraban un ciento; fuera pato o gallareta.
y a hacer el procedimiento
llegaba cuando era tarde Y temprano al otro día
y después de hacer alarde ni bien yo me levanté
de su gran capacidad me hizo llamar el inglés
ofrecía su autoridad con toda su picardía
la que nunca era de balde. […] y me dijo que tenía,
por orden de los patrones,
El caso de los Barrientos que cesar en mis funciones,
es un pálido reflejo quedando así despedido,
de la verdad que este viejo lamentando lo ocurrido
pudo ver en otros tiempos; pero cumplía obligaciones. […]
hoy que al presente contemplo
me parece aberración; Por dondequiera que he andado
que haya habido en la Nación me castigó el mismo mal
gobernantes manejados de ese destino fatal
por el interés malvado al que me vi condenado
que siembra la destrucción. […] toda una vida explotado
126 |

por los mismos mercaderes Por eso el pueblo hastiado


siempre cumpliendo deberes ya de tanta hipocresía,
porque no tenía derecho detesta esa oligarquía
meditabundo y maltrecho por la que ha sido engañado;
a cuestas con mis enseres. sigue a su líder confiado
en tan magna concepción
Porque declaro, paisanos y triunfante en la elección,
que donde yo trabajé libérrima y cristalina
todo patrón pa’ mí fue consagra en nuestra Argentina:
cortado por la misma mano; Presidente a Juan Perón. […]
pero me hice baqueano
tanto rodar en la huella Si algunos saben guardar
esperando ver la estrella de los que se hallan presente
que alumbrara los destinos el recuerdo bien latente
de esta tierra de argentinos de lo que quise expresar;
tan generosa y tan bella. tranquilo he de terminar
esta larga exposición
Llega la revolución con la plena convicción
que ya contó ENEAS GARCÁN de haber hecho lo propuesto
con el valiente titán cantarle a todo lo nuestro
viejo coronel Perón para bien de la Nación.
emprendiendo aquella acción
tan noble y tan justiciera; Es el mismo sinsabor
yo sentí por vez primera que Martín Fierro ha cantado
de esa justicia el efecto y que el pueblo ha soportado
mejor trato y más respeto impotente en su dolor;
como nunca conociera. […] es aquel mismo rigor
que desde épocas lejanas
Viera cómo se apilaron viene metiendo chicana
los “Barrientos” de “Alta Gracia” dentro de nuestras fronteras
en esa “Unión Democrática” por las mentes extranjeras
que entre el descarte formaron faltas de fe ciudadana.
y al pueblo calificaron
de aluvión equivocado, Más de una vez me acordaba
porque había despertado al verme en aquel destierro
él ya su propia conciencia, de lo que nos decía Fierro
y en aquella nueva ciencia cuando con dolor cantaba;
se hallaban incorporados. […] y en sus versos proclamaba
| 127

para dejar de penar Versos al Héroe de la


que viniera a gobernar Pampa: el Gaucho15
y poner fin al embrollo Alcides Atilio Cano
un auténtico criollo
que se hiciera respetar. Un Centauro en el pasado
luchando nos defendió
Y el criollo vaticinado y la frontera cruzó
por aquel gaucho, llegó… por noble causa inspirado;
después que el pueblo vivió con Güemes estuvo aliado
largos años ultrajado; y a Belgrano acompañó;
hoy ya todo ha terminado con San Martín se cubrió
por la titánica acción de gloria en cruda refriega:
de tan ilustre varón hablo del gaucho, del “Vega”,
que Martín Fierro anunciara del “Fierro” que no cedió.
y que se manifestara
en el General Perón. El gaucho patria nos dió
ahuyentando al adversario;
FIN con arrojo temerario
al cruel opresor venció;
a nadie nada pidió
a cambio del sufrimiento;
por eso es que en el momento
de contemplar esa estampa
del poblador de la pampa:
más argentino me siento.

Gaucho, te evoco arrobado


en tu día de evocación:
DÍA DE LA TRADICIÓN,
nuestra gloria del pasado;
porque eres el ser alado
que va acortando camino;
fiel, heroico y peregrino,
por lo exótico azotado;
primer patriota y soldado
del Ejército Argentino.

15. Incluido en el anexo de Perón, el vaticinio de Martín Fierro, óp. cit., pp. 149-151.
128 |

Gaucho, te guardo respeto La releción16


por ser “mi abuelo” en mi casa Zoilo Laguna (Enrique Olmedo)
prototipo de una raza
que enorgullece a “su nieto”; Escuche, mi General,
eres el ser predilecto usté qu’está mañerando
que como antorcha divina porqu’ el pueblo está gritando
todo el sendero ilumina que quiere su releción:
con fugaces proyecciones he andao por cuanto rincón
a las vecinas naciones tiene la Patria Argentina
y a la conciencia argentina. y en tuitos es la consina:
¡Lo queremos a PERÓN!
Gaucho fuerte de mi tierra
ejemplo de probidad Veo qu’en esta ocasión
tus ansias de libertad —se lo digo con rispeto—
te llevaron a la guerra; se va a ver en un aprieto
cruzaste el llano y la sierra pa cuerpiarle a la cuestión…
como un león americano si pa’usté no hay más razón
y lo hiciste soberano que hacer lo que el pueblo quiere…
y dueño de su destino ¡Hombres, niños y mujeres
al propio pueblo argentino l’esigen l’acetación!
al chileno y al peruano.
No me parece certero
Gaucho, justicia se te ha hecho —y disculpe m’inorancia—
después de tanta injusticia; relevar la Comandancia
la detestable malicia en medio del entrevero;
que nunca albergó tu pecho; estamos peliando fiero
hoy subiendo un gran repecho por lo que usté nos ha dado.
con el fervor que domina ¡Y en medio del zapateo
se alzó gallarda y genuina no hay que cambiar bastonero!
la azul y blanca bandera
y con la atómica era En este desacomodo
nació la NUEVA ARGENTINA. que tiene al mundo rivuelto

16. En Mundo Peronista, nro. 1, 15 de julio de 1951, p. 32.


Nacido en 1914, Enrique Olmedo fue escritor y periodista. Se desempeñó como sub-
secretario del Ministerio de Asuntos Técnicos y dirigió la Escuela Superior Peronista
cuando Raúl Mendé asumió la Secretaría Privada de la Presidencia. Publicó versos
gauchiperonistas bajo los seudónimos de Zoilo Laguna durante el peronismo clásico y
| 129

como si mandinga suelto ¡No vaya’ aflojar el pial


metiera la cola en todo, cuando lo tiene afirmao!
no acierto a ver otro modo
pa defender la Nación Soy poco léido y cuestión
¡Que otra güelta con PERÓN será que no entienda ansina
de punta a punta y pa todos! que haya entre usté y la dotrina
modo de hacer división;
Si viera mi General, dijo Evita con razón
dende que usté está’l pescante y a nadie le va a dentrar
cómo el país va p’adelante que se puedan separar
siguro y bien afirmao… Justicialismo y PERÓN.
¡Está tuito tan cambiao!...
Si hasta’l gaucho más pobrete Le he dicho de corazón
tiene su rancho y su flete lo que piensa el paisanaje;
como el mejor afincao. no me ha hecho falta coraje
porque me suebra razón.
Siguro —y soy disconfiao— Será insubordinación
qu’en cuanto usté afloje ansina faltando a la disciplina
güelve p’atrás l’Argentina. que yo le discuta ansina
¡Y’ái si qu’estamos aviaos! siendo usté el Jefe y el patrón…
¡Con cara de hambre atrasao
más de cuatro sabandijas Si áhura es cosa que me moje,
tan espiando por la hendija ¡que se venga el chaparrón!...
con el colmillo afilao! soy tiento qu’en el cimbrón
pa más aguantar se encoge;
Es de tenerles cuidao está bien que usté se enoje
y no aflojarles ni un tranco; porque me he insubordinao…
¡Pa la traición no son mancos merezco ser castigao.
y están siempre preparaos! Arrésteme…, ¡pero afloje!...
Usté que los ha golpeao
en güena ley, General.

en los setenta como Facundo de los Llanos. Redactó junto con José María Castiñeira
de Dios la proclama del frustrado levantamiento del general Juan José Valle en junio
de 1956. Fue secretario de Prensa durante el gobierno de Isabel Perón, aunque re-
nunció al poco tiempo debido a las presiones del lopezrreguismo. Falleció en 1985
(ver Darío Pulfer, Aproximación bio-bibliográfica a Enrique A. Olmedo, Buenos Aires,
Peronlibros, 2017).
130 |

Sargento Miguel Farina17 cobardiándole a la muerte


Zoilo Laguna (Enrique Olmedo) pa mezquinarle ‘l pellejo...!
¡Como si ansina valiera
Guapo el cachorro ¡canejo! la pena seguir viviendo!
Dirse ansina pa’la muerte
con semejante disprecio… ¡Muchacho! Morir gritando
¡tirándoles con la vida con tu garganta de pueblo
a los traidores del pueblo…! “Viva Perón”…que es gritar ¡Viva
¡Guapo el cachorro…! Sin duda [la Patria!...
de su mesma laya jueron ¡lo mesmo!...¡Porque Perón es la Patria.
los que a punta de tacuara Por lo que vos diste ‘l cuero!
—pa defender nuestro suelo— ¡Muchacho…!¡Cachorro ‘e tigre…!
¡iban dejando a jirones Dormí tranquilo tu sueño,
tiritias de su pellejo! que Perón y que la Patria vivirán
¡Que ansina se’a hecho la Patria…! siempre ¡canejo!
¡Ansina…! ¡Con hombres d’estos! Mientras quede un solo gaucho
como vos…¡muchacho’e fierro!
¡Muchacho…! ¡Cachorro’e tigre…!
Gaucho de tuitos los tiempos
que va endenante ‘e la Patria
pa dispejarl’el sendero
¡Con el alma hecha bandera
y a corazón descubierto…!
Si el alma ‘e tuitos los gauchos
llevaba metida adentro…
¡y el alma ‘e los gauchos tiene
tendencia pa’ dirse al cielo…!

¡Sargento Miguel Farina..!


Tu nombre suena lo mesmo
qu’el de Cabral y Falucho
¡Flor y nata de sargentos!
que como vos ¡a lo macho
dejaron tendido el cuero...!
¡Muchacho…! ¡Cachorro ‘e tigre…!
¡Vergüenza e los que juyeron

17. En Mundo Peronista, nro. 8, 1° de noviembre de 1951, p. 7.


| 131

Sencilla payada18 tiene paz, felicidad


V. de G. y en el futuro confianza.

V. de G. nos envía desde Santa Fe


lo que él titula “Sencilla payada”,
pero que nosotros, haciendo jus-
ticia al mérito de su notable con-
cepción poética y a la síntesis nada
común de su ajustado pensamien-
to, publicamos con complacida
preferencia.

ÉL
Escuche el pueblo argentino
esta sencilla payada,
porque ella está dedicada
al nuevo genio latino.
Él un mensaje divino
nos trajo en su corazón;
y es el sol de la nación
y luz para el mundo entero;
genio sencillo y austero,
arquetipo de varón.

ELLA
Ella es la fe que consuela
y la mano que mitiga,
la compañera y la amiga
del que sufre y del que anhela:
es insomne centinela
y Dama de la Esperanza;
por Ella el enfermo alcanza
salud, y la ancianidad

18. En Mundo Peronista, nro. 10, 1° de diciembre de 1951, p. 18. Sección “Amigos de
Mundo Peronista”.
132 |

Un pobre paisano…20
H. B. de Saldungaray

Y en la humilde y serena sencillez


del campo, el criollo corazón de
nuestros gauchos envía a Mundo
Peronista, a través de los versos
de H. B. de Saldungaray, toda la
emoción, la ternura y la angustio-
Rezo gaucho19 sa esperanza de que Dios devuelva
A. P. y G. cuanto antes la salud a la enferma
por la que el pueblo argentino reza
Y desde las lejanas montañas del permanentemente.
nordeste argentino, con la pureza
del agua de manantial de sus sie- Yo soy un pobre paisano
rras, trémulo, humilde, generoso, que sé poca escribisión,
nos llega la conmovedora ternura mas me suebra corazón
de este gaucho rezo que ha escri- y sentir de buen cristiano;
to A. P. y G. por la pronta recu- hoy con amo soberano,
peración de la salud de doña Eva le dedico esta versiada
Perón. a la que en cama postrada
lucha con amor y afán
Desde el valle hasta la cumbre, pa’ que tuitos tengan pan
en tuita humilde vivienda, y a naides le falte nada.
cada corazón te ofrenda
la tibieza de su lumbre:
hasta Dios llegue el vislumbre
del fuego de la oración
que tuita la población
eleva al cielo por vos,
rogándole a Tata Dios
por tu pronta curación.

19. En Mundo Peronista, nro. 10, 1° de diciembre de 1951, p. 18. Sección “Amigos de
Mundo Peronista”.
20. En Mundo Peronista, nro. 11, 15 de diciembre de 1951, p. 24. Sección “Amigos
de Mundo Peronista”.
| 133

Un “crioyo”21
J. P.

J. P., de esta capital, recorrien-


do las páginas del Martín Fierro,
comprendiendo los dolores del
gaucho heroico y sufrido, ha sen-
tido su alma argentina, aliviada de
angustias frente a la histórica reali-
zación justicialista del gobierno de
Perón, y entonces, por fuerza de
su convicción, nos dice en sus pro-
pios versos la profética esperanza-
da ensoñación de Hernández…

¡Cómo ha cambiado mi nación! El ritrato22


Pues es cosa bien sabida Zoilo Laguna (Enrique Olmedo)
que hemos mejorao la vida
desde que manda Perón. Ansina quiere verla tuito el pueblo…
Hernández tenía razón He mirao el ritrato... ¡Estaba riendo!
en su modo de pensar
que el gaucho debe aguantar ¡Mesmo qu’en una noche de tormenta
hasta que cayera al hoyo se hubiera un redepente abierto el
o hasta que viniera un crioyo [cielo!...
en esta tierra a mandar.
¡Mesque que si cruzaran por el
[campo
juguetiando en bandada los
[jilgueros!...

O si dispués de castigar la seca


juera la lluvia música en el suelo…

21. En Mundo Peronista, nro. 11, 15 de diciembre de 1951, p. 23. Sección “Amigos
de Mundo Peronista”.
22. En Mundo Peronista, nro. 17, marzo de 1952, p. 31. Con motivo de un número
especial por el fallecimiento de Eva, el poema fue también publicado en El Hogar, 1°
de agosto de 1952, nro. 2229, p. 22.
134 |

¡Ansina, a ella, qu’e es música en


[el alma
de tuitos los demás, la quiere
[el pueblo!

Ansina…, como estaba en el ritrato…


¡Y como la llevamos aquí dentro!

¡Aura sí que otra vez no estamos


[solos!
¡Aura se nos ha güelto el alma
[al cuerpo!

¡Velay! ¡qu’e este penar ha sido largo!


¡Si hasta ya la nombrábamos con
[miedo!…

Por si el destino se olvidaba d’ella


y pasaba de largo por su lecho!...
Plegaria coya23
¡Era como escondérsela a la muerte J. I.
manteniendo su nombre en el
[sicreto!... Hasta vos me’i llegao, mi virgen
[churita,
Aura podemos ya gritarlo juerte… quepiando penitas qui mi hacen iorar;
¡Dios no ha querido castigar al pueblo!... sabiéndote santa, milagrosa y justa
y mi dice el alma qui mi ai de escuchar.
Se l’a dejao como ángel de la guardia… Evita ‘stá enferma. Malhaya la suerte,
¡Da ganas de llorar p’a agradecerlo!… qui siempre mandinga andi
[haciendo mal;
lo supe aier tarde por boca’e mi coya
por eso e venío a tu lado a rogar.
Por ella io tengo, mi virgen churita
un racho’e piegra qui aguanta el azote,
dondi hai lliclla p’al invierno crudo,
y no falta changua, ojota y picote.

23. En Mundo Peronista, nro. 20, 1° de mayo de 1952, p. 19.


| 135

Por ella mi chango ia sabe de letras: En nombre de los


vieras lo churrito qui li vi escrebir. reseros…24
El mesmo maistro, chispiao di alegría, Feliciano Garay
no sé qui li ha dicho de su porvernir.
Mi virgen churita, te pido un milagro “Soy un humilde obrero rural
por lo qui más quieras, por el peronista desde la Revolución.
[te­ qui Dios; Como sé que esa hermosa institu-
hacé qui si sane, qui riya, qui cante, ción alcanza a todo peronista, in-
qui faldee los cerros mesmito que io, cluso a los más humildes, me diri-
qui es chachacoma pa tóitos los jo a usted, hoy precisamente, a un
[guaguas. mes de la desaparición de nuestra
Lo digo endiveras. No me’i gusta querida Evita…, para pedirle que
[engañar. tenga la bondad de hacer publicar
Viera la ropita qui ha llegado al paigue. en las páginas de Mundo Peronista
Y no es otra qui ella, qui la hizo llegar. estas humildes estrofas dedicadas a
Si haces qui si sane, mi virgen churita, nuestra querida Evita…”.
pa’l diya’e tu santo, d’juro ti haré, En estos términos nos escribió,
una coronita di guarzo adornada en hojas de papel de sencillo cua-
y un manto’e vicuña qui io tejeré derno escolar, nuestro amigo Fe-
pa’ cubrir tu cuerpo y no tengas friyo liciano Garay, de la estancia “Las
cuando la ventisca comience a soplar. Mercedes”, de Coronel Dorrego,
Si eso no tei basta, mi virgen churita, expresando que “este pedido lo
toita mi vidita también tei de dar. hago, señor Director, en nombre
de todos los reseros de Coronel
Quepiando: cargando. Dorrego”.
Lliclla: frazada de lana. ¡Y corren brisas frescas de pampa
Changua: alimento molido, maíz trigo.
argentina, sol de cielo nuestro,
Ojota: calzado serrano.
Picote: género fabricado por el indio. acordes de guitarras gauchas y
Tequi: niño. voz de payador enternecido en las
Chachacoma: planta buena. “humildes estrofas” del resero Fe-
Paigue: caserío indio. liciano Garay!
Guarzo: cristal de roca. Ritmo límpido, puro, sencillo, de
nuestro sufrido paisano.
¡Voz de nuestro pueblo siempre
nuevo, siempre joven, siempre

24. En Mundo Peronista, nro. 31, 15 de octubre de 1952, p. 30. Sección “Amigos de
Mundo Peronista”.
136 |

sano, siempre leal y gaucho!


Hagan sonar en sus corazones
estos versos:

Pobre Evita, ¡quién diría!,


que por amor a tu pueblo
con la vida pagarías
tus afanes y tu anhelo.
¡Tú, que con maternal desvelo
la mano al pobre tendiste
y al desdichado ofreciste
tu más divino consuelo!
Quiera Dios que desde el Cielo,
desde una brillante estrella,
siempre ilumines la huella
de los humildes reseros;
de estos humildes obreros
con cuya gauchesca estampa
cruzan airosos la Pampa La pena del Chango25
donde tu nombre palpita Alberto D. Soria
como leyenda bendita
a tu labor consagrada. No se asuste máma,
le voy a contar;
¡Se me añuda el “zoncoi”!
Déjeme llorar…

Y güeno po’ máma


pa’ eso hemos nacío;
usté no si’ asuste,
el dolor es mío.

Anoche cuando iba


pa’ el rancho e’ la Rita,
mi’ han dao’ la noticia
que había muerto Evita

25. En Mundo Peronista, nro. 32, noviembre de 1952, p. 11.


| 137

Di’ ahí nomás mi’ güelto, El Líder 26


le juro, i’ llorao Eduardo Reynoso
todita la noche,
no me i’ consolao. Si da gusto escucharlo, compañero,
oyendo su palabra
Saqueló al ritrato le confieso,
que sabía guardar, parece que la pampa se metiera
vamos a alumbrarlo más que en el corazón,
pa’ dispués rezar. hasta en los güesos,
mesmo así como juera en esos tiempos
El pañuelo negro de argentinos, ¡canejo!
pongamé en el cuello; Y… ya nomás le explico lo que
ricuerdo e’ mi tata; [he óido,
no tengo consuelo… que aunque dicen que el crioyo
[no compriende,
¡Qué tristeza, máma bien nos yeva el instinto,
ni una hoja se mueve; y la experiencia,
y hasta el sol se esconde, pa saber quién nos compra
de pena se muere… y quién nos vende;
y este es crioyo de lay, se lo aseguro,
Es que ha muerto Evita, lial, patriota y valiente.
nuestra güena madre.
¿Por qué esta disgracia? Entre gritos y aplausos de contento,
Solo Dios lo sabe… este varón con alma de tacuara,
de águila el ojo y voluntad de acero,
como un apóstol predicó a la gente:
Compañeros: Al llamarnos la Patria,
yo, como fiel soldado,
¡presente! he respondido a su llamada;
que he nacido argentino y eso hace
quererla con el alma,

26. En La Patria en marcha (Cantos a la Nueva Argentina), Buenos Aires, 1952, pp. 9-12.
No se obtuvo información sobre Eduardo Reynoso. Tuvo vínculos fehacientes con el
sector de los trabajadores rurales, como puede inferirse del poema “Trabajador rural”,
que inicia con una dedicatoria a la FATRE, y de la siguiente leyenda en el colofón
del libro: “con el amplio apoyo de la Federación Argentina de Trabajadores Rurales y
Estibadores (FATRE)”.
138 |
| 139

como quiere el beduino su desierto den reposo cordial al buen anciano


y el pequeño esquimal quiere su y al joven muestren la verdad
[escarcha. sin mancha.
Servirla con honor, Que al “yo” egoísta se interponga
con patriotismo, [el “todos”
con mi hacienda y mi sangre, en solidario afán de otra alborada,
es juramento que hice con la vida y el derecho se funde y subordine
desde la entraña misma de mi madre. al fin social que anima nuestra causa.
Que tanto el “prometer” como el
Hermanos: Mi doctrina [“decir”
es profunda; humanista, del falso explotador de la palabra,
es profunda: cristiana. conviértanse en la acción
Justicialismo significa en suma [incontenible
y es de intenciones limpia, de Hacer y Realizar, de un pueblo
y es de intenciones clara: [en marcha.
solo quiere la Paz entre los hombres
en un canto de amor y de esperanzas, Sea esta tierra noble y generosa
con justicia de agujas y camellos para quienes se alleguen a estas
en un andar de acciones y [playas,
[parábolas… mas, entiéndase bien, que en
[argentino
Que ni ricos ni pobres lo sean tanto se resuelve su vida ciudadana.
al extremo infamante Y puesto que argentino significa
de hacer de la hermandad una centauros, en mi Patria,
[piltrafa; quede advertido todo imperialismo
que el capital sea aliado del progreso que por ser nuestra historia,
y herramienta eficaz del que trabaja, [His­ toria Gaucha,
y en mutuo entendimiento labren hay diez y seis millones de argentinos
[juntos dispuestos a jugarse en la patriada.
el porvenir feliz
de nuestra raza. Compañeros: Ni izquierdas ni
Justicalismo sea Estad Justo, [derechas,
donde al medir la ley con igual vara, Tercera Posición, prudente y sabia,
vuelva la fe perdida en la justicia que de extremas pasiones está el
por utópicas leyes de oligarcas. [mundo
Que sabias previsiones hagan plagado de tremendas enseñanzas.
[siempre Justicialismo en suma, en que se
feliz al niño con su risa franca, [encierra
140 |

la fabulosa hazaña, El Descamisado27


de hacer de nuestra Patria, ayer Eduardo Reynoso
[colonia,
una Nueva Argentina (A mi hermano Carlos)
¡SOBERANA!
Todo era llegar el día
............... en que había que votar,
para sentirnos llamar:
Tal predicó el gigante; —¡Amados conciudadanos!
la mirada fija —¡Pueblo leal, soberano!...
en el azul y blanco de la Patria, (Daban ganas de llorar).
un símbolo viviente parecía
del resurgir glorioso de una raza. Y entre el vino y la empanada,
y un asado de mi flor,
todo era un: —¡Viva el Dotor!
Que con sus mejores modos
hablaba hasta por los codos
de un futuro promisor.

Después, vuelta la picana,


se acababa el carnaval,
y al sufrir su cada cual
como carne de cogote,
que al más suave de los motes
fue el llamarnos: —¡Animal!

Así fue pasando el tiempo


hasta que todo cambió,
pues un hombre apareció
que se llamó don Hipólito,
y tuvo tantos acólitos
que a los demás aplastó.

Ese fue un hombre sincero


que al pueblo le dio su mano.
Era dotor, pero hermano

27. Ibídem, pp. 13-19.


| 141

de los pobres se mostró, Un General, José Félix,


y por la Patria luchó fue el que esa hazaña cumplió,
porque era argentino sano. el pueblo nada entendió
y se entregó sin saber,
Luego, dejó su lugar pero a poco pudo ver
a un llamado don Marcelo, cuánto y cuánto se mintió.
muy alejado de su suelo
pues siempre en París vivió, Ante este acontecimiento
y aquí los brazos cruzó Don Marcelo, hecho perdiz,
sin movérsele “ni un pelo”. escribió desde París
diciéndole a don José:
También el tal fue dotor —¡Bien hizo a Hipólito usted
pero jamás como el otro, darle así por… la nariz!...
aquel jineteaba un potro,
este era un oligarcón, Y otra vez las andadas
y un día en la oposición como pingo cimarrón,
se encontraron uno y otro. siempre aguantando el cimbrón
de un endiablado destino,
A uno llamaban Pelao cual si fuera nuestro sino
y el otro era don Peludo, ser más pobre que un ratón.
y aunque el combate fue rudo
el resultado final Nadie quiso, o nadie supo,
fue un triunfo muy desigual: guiarnos por la buena senda,
el Pelao quedó hecho un nudo. todos tras de la prebenda
aguantaron hasta el fraude,
Cuando volvió don Hipólito siempre alegando ser tarde
todos a él se entregaron, pa alzarse en una contienda.
mas el triunfo festejaron
los pobres, de corazón, ¡Cobardes! Las charreteras
que los otros la intención de Agustín P. más que injusto,
muy distinta demostraron. los tuvo de susto en susto
a todas sus señorías,
Así fue cayendo el hombre viviendo de minorías
que al pueblo dio su amistad, que aquel les tiraba a gusto.
falta de sinceridad
hubo en cuantos lo rodearon, De pronto se alzó un varón;
porque un día lo voltearon Don Lisandro se llamaba,
y se quedó en la orfandad. que de frente se cuadraba
142 |

ante tanto trapalón, A tu lado el pueblo entero


y al Senao de la Nación se jugó con patriotismo,
sola su alma lo enfrentaba. resurgió el argentinismo
y el progreso hoy es un hecho,
Eso bastó pa que un día ya no es el pobre un deshecho
¡Santo Cielo!, en el Congreso juguete del cretinismo.
por defender el progreso
de nuestra Patria Argentina, Por eso con toda saña
cruzó una bala asesina en un grito que da risa,
que matara a un tal Don Enzo. hoy, que tenemos camisa,
nos gritan —¡DESCAMISADOS!...
Y así, entre el “fraude patriótico”, (Pues sí que es ser descastados
leguleyos y bribones, o ser flojos de cornisa).
sonaron nuestras razones
como campanas de palo, Que griten cuando les plazca
ante un porvenir tan malo por lo que ayer nos gritaron,
que enlutaba corazones. cuando el fraude digitaron
y a don Enzo asesinaran
De allí surgió la plegaria: a Hipólito atropellaran
—¡Haz que la Patria, Señor, y fórmulas les vetaron.
concluya el cruento dolor
con que la suerte se ensaña, Que griten cuanto les plazca
donde todo a fuerza e’ maña que al decir —¡DESCAMISADO!
va cambiando hasta el honor! dicen de un nuevo soldado
que surge en la Patria nuestra,
Dios que es criollo respondió como una hechura maestra
con un hombre e’ pelo en pecho, de aquel gaucho desplazado.
como una verdad, derecho,
y una intención limpia y clara, ¡Descamisado que surges
bravo como una tacuara para el poema inmortal,
que compuso lo deshecho. gaucho de ayer, que en su mal,
gestó este bien fabuloso,
¿Quién no conoce su nombre descamisado glorioso,
si el mundo hoy dice PERÓN? sos de Patria, pedestal!
Te ganaste el corazón
y el alma e’ la Patria altiva;
¡Sos la imagen rediviva
de San Martín, Juan Perón!
| 143

Trabajador rural28 Mas, como todo en la vida


Eduardo Reynoso tiene un principio y un fin,
desde uno al otro confín
(A la Federación Argentina de Traba- se oyó como una consigna:
jadores Rurales y Estibadores, FATRE) —¡Para darnos vida digna
se acerca otro San Martín!
Crioyo o gringo, a vos dedico
estos versos que mi cencia Y en verdad, la Providencia
dictan sin pedir clemencia fue hacia el campo en su socorro,
en esta ocasión propicia, Dios le mandaba un cachorro
porque es grito de justicia de un raza de jaguares,
que está en todas las concencias. pa’ hacer justicia en los lares
de gauchos y no de zorros.
...............
Así fue que terminaron
Abandonao a su suerte las peripecias del crioyo,
vivió el obrero rural que hoy, antes que vaya al hoyo,
sin una ley que su mal ha de vivir como gente,
no hiciera tan afligente, que el ser manso y ser prudente
por culpa’ el terrateniente, no es pa’ tirarlo hecho un boyo.
ese gran señor feudal.
Y así también terminaron
Amos de vidas y haciendas, los tiempos en que el camino
siempre ostentando el gobierno, era el seguro destino
sin importarles un cuerno de ese gringo chacarero,
del pobre en sus desazones, cuyo mal fue el ser obrero
sin atender más razones de sátrapas y cretinos.
que sus flujos del infierno.
Pues quiere Dios que en el mundo
Sudor, piltrafa y mendrugo los hombres sean hermanos,
era al fin el capital ir tendiéndonos las manos
con que el obrero rural si algún dolor nos apreta,
arrastraba su destino, porque es cosa de sotretas
porfiando contra su sino preferir ser un gusano.
en lucha tan desigual.

28. Ibídem, pp. 31-33.


144 |

Y quiere Dios que también ¡Alpargatas sí, libros no!29


se acabe la explotación, (Según así dijeron
que no es cosa del varón algunos que se dijo)
vivir siempre del vecino, Eduardo Reynoso
que hasta el bicho más ladino
suele quedarse rabón. No supo comprender lo que pasaba
en el alma del gaucho,
A respetar el trabajo el que a la lengua con furor y estruendo
se ha dicho en todas partes, le dejó decir: —¡bárbaro!
ya no valen malas artes
porque el sudor marcha unido; ¡Claro!... es verdad. No niego que
¡Al pescao no hacerle ruido [el gauchaje
y a responder al descarte! demostró con rudeza su recelo
viendo en cada “letrao” mucha
[puntiya
y el poncho pampa dispreciao
[por eso;
¡Pero es que la razón no quiere la
[fuerza!
¿No fue todo empezar con los
[dotores
pa que con lengua extraña
y mucho arreo,
con el cuento e’ ser güenos los de
[adentro
terminaran mandando los de afuera?

¿No fue todo un mirar pa las Uropas


lambiéndose de gusto’ e ser como
[ellos,
y en lugar de mostrar todo lo
[nuestro
con honor de argentinos,
mostraron con vergüenza el
[macho suelo?

29. Ibídem, pp. 41-43.


| 145

¿No fue todo un hablar sobre el esto es cuanto pretende y quiere


[progreso, [el pueblo:
y de nuestras riquezas
llamándonos “canasta’ e pan del Escuelas, sí, Dotores y Progreso,
[mundo”. pero ARGENTINO todo,
mientras ni un rial al pobre iba ¡eso queremos!
[quedando
siquiera pal rimedio?

¿No fue todo un perder entre


[“esas” letras
de Patria el sentimiento,
que hasta el máistro’ e los máistros
[se fue a Chile
pa ofrecer tierra crioya ¡santo cielo!,
sin una pena por la sangre de héroes
con que fuera ganada por los
[nuestros?

¿No fue todo mistura, extranjerismo,


hasta el colmo’ e juir a la otra oriya
pa volver contra el sol de la bandera
empuñando las armas enemigas?

¿Es que ser renegao está en los libros?

Vaya, pues, con la gloria de “esa”


[escuela
que entre polvos y encajes importara
ese “mulato indigno” (repitiendo
lo que de él San Martín dijera…),
y vaya, pues, la lengua del sotreta
que al gaucho dijo ¡bárbaro! por ella.

Hoy de nuevo la herencia del mulato


y el alma del gauchaje
en la contienda,
solo falta agregar, que en la Argentina
146 |

Braden30 Y en un día veinticuatro de febrero


Eduardo Reynoso ¡sepultó tu desvergüenza!...

Cruel azote del destino Expresión super total del privilegio,


detestable planta fiel americana, de la desdicha humana, en su miseria,
prepotente, hombre-símbolo;
metal-hombre. ¿es que no piensas hartarte, en tu
Yo señalo tus designios tenebrosos. [soberbia,
¡Y te acuso! de tesoros bajo tierra,
Como a un reo, de palacios que se pierden desde
en el nombre sacrosanto de la Patria, [el suelo,
de la acción justicialista de los de extensiones infinitas
[hombres, y montañas de dinero?
y el derecho inalienable ¿Es que solo te alimentas
de los pueblos. de sudor, sangre y llanto,
sordo y ciego a los preceptos?
Mascarón de buen vecino, ¡Oh, Atilas, que cabalgas media
mercader de conciencias, [América!
dominante, En el nombre de los libres:
hombre lobo, —¡Te desprecio!
¿qué creías de esta tierra? Mas, en nombre de mi Patria,
Si a tu látigo responden los serviles, te condeno y te conmino:
¡Sábete!, patrón de circos, —¡Vuelve al fondo del infierno!...
¡que es de gauchos mi bandera!

Satanás dentro del templo,


saltimbanqui del derecho,
hombre-afrenta,
bien marcadas te quedaron las es-
paldas
con la rúbrica de un Hombre,
¡Todo un hombre!
Que cual dijo tu paisano allá del norte,
respondía a tus sobornos:
—¡El honor de la Argentina
no está en venta!

30. Ibídem, pp. 56-57.


| 147

no podía haber temor


pa el viaje que dib’hacer.

Trote y tranco, tranco y trote


anduvimos la semana
nochiando en cualquier mogote
pa seguir a la mañana.

En un campito e gramilla
por Luján y de pasada
había dejao la tropilla
con la madrina maniada.

Al fin frené y cabalmente


Fiesta del pueblo tan cerquita a Plaza e Mayo
(Primero de mayo que de no haber tanta gente,
de 1950)31 me les meto de a caballo.
Claudio Martínez Payva
¡La montonera que había!
Primera parte Un hervir de pororó;
ni cuando hubo Romería
Bien temprano, con mi china con volatines, se vio.
que traiba el gurí de pecho
enderecé la madrina Tuita la gente del mundo
sol naciente y sur derecho. moviendo en línias espesas
entre un bramido projundo
Con una tropilla flor un oliaje de cabezas.
como me precio en tener

31. Buenos Aires, Mundo Peronista, 1952 (Serie Roja, vol. 4).
Nacido en la ciudad entrerriana de Gualeguaychú en 1887, Claudio Martínez Payva
fue poeta, periodista y dramaturgo. Proveniente de la Unión Cívica Radical, durante
el período 1946-1947 dirigió el Teatro Nacional Cervantes y fue vicepresidente de
Argentores entre 1950 y 1955, siendo uno de los principales impulsores del teatro
en general y del criollo en particular. Obras de su autoría fueron representadas por
el Teatro Obrero de la CGT en el Cervantes. En 1950 integró la Comisión Nacional
de Cultura. Murió en 1970 (ver Perla Zayas de Lima, El teatro en el primer peronismo
(1943-1955), Buenos Aires, Eudeba, 2017; y Darío Pulfer, Aproximación bio-bibliográ-
fica a Claudio Martínez Payva, Buenos Aires, Peronlibros, 2017).
148 |

Porqu’eso es hazaña y pico,


una es contar, otra hacerlo;
pechar sin matar al chico
o en un rempujón perderlo.

Mas es justicia aclarar,


son tan güenos y cristianos
que uno al fin se viene’ hallar
“¡Viva Perón! ¡Viva Evita!” igualito qu’ entre hermanos.
“¡Por Evita y por Perón!”
Mi china la pobrecita Son un pocos arrebataos,
se tambalió de la impresión. irredutibles, lo aceto,
mas naide les gana a honraos
“Sabes que no quiero verte en escuela y en rispeto.
flojeras” dije a dijusto:
“tomá un trago d’esto juerte Natural, si uste se mete
pa que se te pase el susto”. y ofiende a nuestro partido
lo sacan como chijete
Y entre aflijo y morisqueta y a lo mejor, bien servido.
le hice empinar, apurada,
tan a fondo la limeta Yo vide uno, un tal Contrera,
que cuasi se cái ahugada. que andaba chismiando y riendo:
¡quién le diría que juera!
Pero pasó el sofocón tuavía estará durmiendo.
y ya dentrando al gentío,
se mezcló en la conjusión La cuistión que nos paramos
el grito d’ella y el mío. encimbraos por tuitas partes,
bajo una copa quedamos
Pa buscarle el acomodo de carteles y estandartes.
a su rigular presencia
mi china encajaba el codo Enfrente, abierta y rodiada
entre un suave: “Con licencia”. de un balcón de esquina a esquina,
vimos la Casa Rosada.
Cosa brava es la mujer ¡El grito que dio mi china!
decir “yo quiero” es “yo puedo”;
no cabía un alfiler “¡Ese es Perón!” “¡Esa es Eva!”.
y juimos al medio el ruedo. De abatatao yo ni vía.
| 149

“Ese de camisa nueva De pronto oyimos “¡Espejo!”


ese es Perón”, me decía. y el nombrao salió al anillo;
yo lo creiba un hombre viejo
¡Varón mácua! De un repente y apenas si es un potrillo.
lo divisé, tan grandote
qu’el más alto de su gente Criollazo el mozo y car’ancha
no le llegaba al cogote. de lejos, cuasi moreno,
las cejas como una mancha,
¡Qué bien plantao! ¡Qué camisa! y al parecer, muy sereno.
Rodiaba ese mar humano
l’armada de su sonrisa Le habló a los trabajadores
o el saludo de su mano. de injusticias y aprovechos,
de miserias y dolores,
Cómo injunde su bondá: de su causa y sus derechos.
dende su cara, parece,
nacer una claridá Los puso a los ricachones
que lo agranda y ennoblece. como palo e gallinero:
de chupasangre a ladrones
¿Y ella? Un ángel de oro y cielo, les cantó el rosario entero.
un velloncito e persona,
una santa, si hasta el pelo ¡Quién olvida la herejía
se me ocurrió una corona. qu’en otros tiempos se hiciera!
Martirios de noche y día
Que Dios en males me cobre pobreza y hambre ande quiera.
si miento: te estoy mirando
mi santa Evita del pobre Yo lo impondré alguna vez
y dende entonce rezando. de los que juimos “rurales”
a veinte pesos por mes,
Como tero en la cuchilla y trataos como animales.
alguien gritaba escondido,
tal vez dende una casilla Segunda parte
porque denguno lo vido.
Cuando Espejo terminó
Hay p’hablar, como una rosa, reventó una catarata
o un anillo, de estrumentos, que me desacomodó:
que a la voz más silenciosa quedé parao pero agata.
l’hace un trueno a cuatro vientos.
150 |

¡Que hable Evita! ¡Evita! ¡Evita! servir los altos idiales


y entre un rumoriar tremendo es placer y no fatiga.
salió al frente la bendita:
¡Era un sol amaneciendo! Precisaba que ansí juera
pa levantar del abismo
“¡Queridos descamisaos! a la esclava masa obrera
ante el lide nos riunimos con que se halló el peronismo.
fieles y juramentaos,
como en otubre lo hicimos. Capitalistas negreros,
moltitú desamparada,
Supimos obedecer bandadas de pordioseros
y hemos labrao nuestra suerte y la Patria enajenada.
porqu’ esto quisimos ser:
nación libre y pueblo juerte. Eso jué, puede decirse,
la clamante voz corriente
Quien dude que salga y vea: que oyó Perón al ceñirse
hasta el último rincón la banda de Presidente.
el pueblo está en asamblea
por la Patria y por Perón. Morían chicos en piñas,
faltos de alimentación,
Los pulíticos de oficio cuando entre salto y rapiñas,
en negarlo se complacen, devoraban la Nación.
si hacen daño con su juicio
es al país a quien se lo hacen. ¿Qué ley castigó es’ espanto?
¿A quién priocupó la infancia?
Mas nojotros rializamos ¿Qué amor alivió su llanto,
lo que Perón aconseja, su miseria y su inorancia?
sin desmayar trabajamos
como en su panal l’abeja. Nada ni nadie intervino,
sabiendo los criminales
Ni un segundo de abandono qu’ eso era el pueblo argentino
permite nuestra dotrina; pereciendo en los pañales.
la vagancia es el abono
que engendra el yuyo y la espina. De cuevas y conventillos
los he sacao en mis brazos
Debemos de ser iguales tristes, flacos, amarillos,
en el tesón a la hormiga: alma y ropa hechas pedazos.
| 151

Yo he besao esos despojos su manantial de energía


pensando que Dios es güeno ni cesa ni se consume.
al concederle a mis ojos
verlos dormir en mi seno. Nos enseña que la vida
del justo es una vertiente,
Pa que la Patria supiera que agua del bien, consumida,
qu’ era ofrenda en sus altares, brota en raudal nuevamente.
del color de su bandera
hice cuna y delantares. Y ansí será, truene o llueva;
lición consagrada d’hecho
Blancos nidos infantiles, qu’ escrita el obrero lleva
blandas camas de azul puro, en las tablas de su pecho.
ande hoy crecen cientos, miles,
de argentinos del futuro. Mi ambición, únicamente,
es ser un puente de amor
Dos cosas tengo que a diario que a nuestra masa sufriente
me hacen levantar la frente: la una con su Conductor.
el odio del millonario
y el amor del indigente. La mujer, ayer vencida
tanto o más paria que el paria,
Soy una humilde mujer se alza también redimida
que si del llano surgí de su sombra milenaria.
y algo güeno pude hacer,
a Perón se lo debí. Por fin la madre del hombre
y por él mesmo negada
Mentira jueron los otros. tiene en propiedá su nombre,
Perón es pura verdá, en tuito al hombre igualada.
ama la Patria en nojotros
y en tuitos, la humanidá. Ella vendrá a corregir
lo que su eterno tirano
Su causa justicialista le había impedido cumplir
no es misterioso artificio, en bien del género humano.
es obra qu’ está a la vista
y en público beneficio. Solo una pena provoca
mi secreto padecer:
Él no tiene hora vacía que la vida me sea poca
ni tarea que lo abrume, pa lo que aún resta que hacer.
152 |

Eso es mi noche sin sueño, Dicen que Evita, enojada,


mi pasión disesperada se eriza a lo liona herida,
por mantener est’ empeño: que no afloja una pisada
a cosa hecha, otra empezada. y es fatal en la embestida.

No crean que soy cobarde Debe ser, los que hacen tanto,
si sufro pensando, en vano, ha de tener alma doble:
en si es que llegué muy tarde una de cera ante el llanto,
y he de ausentarme temprano. la otra, peliando, de roble.

Dios sabrá, y en Él confío: Yo, la vide, hecha un jilguero,


en nuestra gloriosa empresa un copo de oro y de luna,
no tiene interés lo mío. ¡y linda… como no espero
¡La Patria es lo que interesa! que ensista mujer denguna!

Ni ante la muerte vacilo, Tercera parte


si cáigo, será mi lema;
sacrificio a lo pabilo De pronto un alto y rubión
que alumbra mientras se quema”. patió un bombo amarillento,
y el estruendo de un cañón
(Mi china alzó su gauchito retumbó en el firmamento.
llorando al decir: “Mirala
ella es otro ángel, m’hijito, Dio un clarín dos sacudidas
y tenés que verle el ala”). se alzó un palomar en vuelo
y hubo voces tan tupidas,
Dio una güelta a lo coscrito que empezó a temblar el suelo.
y firme, altiva, triunfal,
nos traspasó con el grito: Y áhi sí que yo no me explico
¡Presentes, mi General! qué lo salvó en la ocasión
de que no se hiciese añico
¡Qué de aplausos y estampidos! golpiando, mi corazón.
En projundos corredores,
el mundo de los sonidos Es que avanzó el General
redoblaba en sus tambores. y jué su voz tan potente
tan linda, que me hizo mal;
............... de almirao, siguramente.
| 153

No es posible óirlo tranquilo. apunta y los deja secos


Sus razones, sus bravuras como a zorro en los caminos.
como algo con punta y filo
penetran haciendo achuras. Mas cuando baja la prima
endulza al triste y lo salva
Dende la nuca al garrón d’ese odio que lleva encima;
me corrió un calambre frío es un zorzal en el alba.
lo mesmo que al mancarrón,
cuando como “Mío Mío”. Tuito esperanza es su canto,
uno se ve sano y juerte
De guapo me sosegué trabajando sin quebranto
y pa escuchar la proclama con güen tiempo y güena suerte.
vide un árbol, y áhi quedé
medio colgao de una rama. Dan ganas de hacerse arao
coyunda, mansera o güey
Mil gigantes es un monte pa gritarle al mal mandao:
hachiando hasta hacer un abra “¡Yo he cumplido con la ley!”.
y ver limpio el horizonte,
semeja aquella palabra. Mas nadie embrolle su cuenta
pues como güen escribano
Fe, verdá, sabiduría cuando él acusa cuarenta,
cada cosa por su nombre: ya tiene el as en la mano.
oyéndolo se diría
qu’ es Dios, convenciendo al hombre. Clarito habló del asunto:
“Quien recibe debe dar
La música de su acento llenando punto por punto
por el pecho se desgrana, su obligación: trabajar”.
y uno siente en tal momento
qu’está en guerra y tocan diana. Haciendo a un costao la cruz
pasamos con la precisa
Se empieza a tantiar el fierro de la tiñiebla a la luz,
olfatiando la pelea de l’amargura a la risa.
pa ensarcillarse a lo perro,
con cualisquiera que sea. Chacarero o pión de estancia;
vemos que la paisanada
No se anda con recovecos si no nada en la abundancia
cuando ataca a los dañinos: tampoco le falta nada.
154 |

Tienen máistros sus gurises yo no compro ni me vendo


ropa y pan a tuito abasto: es libre quien me acompaña.
no hay más chiquilines cuises
que se alimenten con pasto. Aquel que conmigo trata
es que con la Patria está:
La justa correspondencia no tengo ni quiero plata,
le impone al menos honrao: busco y pido dinidá.
a preducir por decencia
siquiera lo que ha gastao. En las famosas arriadas
de aquellos gobiernos malos
Eso lo digo al barrer, no hubo pueblo, hubo majadas,
entienda el güen compañero votantes juntao a palos.
que si queremos vencer
el trabajo, es lo primero. ¿Qué junción dieron como esta?
Las suyas eran maniobras:
Mal de un pueblo, es la pereza, discursos, banquete y fiesta
la bebida y la baraja: y el pueblo, comiendo sobras.
lo grande de un pueblo empieza
en cada uno que trabaja. Ansina hallamos al páis
sin una moneda de oro,
Si tuitos tiran parejo más pelao que planta e máiz
y nuestro pueblo se cuida dispués que la invade el loro.
de hacer lo que le aconsejo,
hemos ganao la partida. Al negociar el cogollo
y dejarnos la hoja seca,
Entre otras cien invenciones, quedó en la miseria el criollo
ha dicho la oligarquía y la Patria en hiputeca.
que yo los traigo en vagones
y a tantos riales por día. Del malón d’esos infieles
y de sus sucios enriedos,
(¡Mienten! pensé pa vaciarme solo encontramos papeles
en la juria de un insulto, con los rastros de los dedos.
pero quien diba a escucharme:
pobre diablo en el tomulto). Hubo que hacer brujerías
sudar, cinchando a lo vasco,
Ellos sí, siguió diciendo, tapar tantas porquerías
jueron tuito fraude y maña: que daban vergüenza y asco.
| 155

Pudimos tarjar los lotes, dispuso Dios pa perderlo


jundirlos, tomar venganza, darle una cuarta de oreja.
pero unos nacen Cuijotes
y otros nacen Pancho Panza. Basta pues mirar un rato
pa sacar el lobo al medio:
(Aquí, rialmente, me pierdo: la escoba del Sindicato
¿quién son los dos d’esta historia? es dispués santo rimedio.
Por si han muerto y no ricuerdo
que Dios los tenga en la gloria). “Porque es pa tuitos un bien
esta es la ley nacional”,
Creo en mi pueblo argullía ha dicho el pueblo ricién
con su voz más entonada, en un Congreso legal.
en él no hay chafalonía,
es plata pura sellada. Es su más grande conquista
la Nueva Costitución,
Mi fe y mi confianza están quien la niega o la resista
en el pueblo verdadero, amenaza a la Nación.
y entre el pueblo me hallarán
desafiando al mundo entero. En ella no hay diferencia
pa las humanas criaturas:
Por eso creo oportuno, su Segunda Independencia
evitar que nos sorprenda es pan y vida siguras.
la cornada de un cebruno
misturao con nuestra hacienda. Ni muy alto ni muy bajo
ni yo mando y yo me humillo:
De puros consideraos los derechos del trabajo
hemos dejao que estuviera quedan fijaos a martillo.
el galpón sin los candados,
y sin cerrar la tranquera. Ya se han dao en criticarla
pensando en no obedecerla:
Esto puede hacernos daño: sepa el pueblo vigilarla
hay que limpiar los potreros, yo me encargo de imponerla.
bicho malo y bicho extraño,
¡a la calle! compañeros. Con ademán entrañudo
dijo que “la ley obrera
Es muy fácil conocerlo; era pa el pobre un embudo,
cuando el lobo se hace oveja, pa el rico, lo que quisiera”.
156 |

Pero ahura, agregó, yo tengo se traga su propio hermano


juez y cárceles pa el caso: ande lo halle descuidao.
en este baile hasta el rengo
tendrá que marcar el paso. ¿Qué paz l’espera a la vida?
¿Qué gana el mundo con eso?
Con nuestras leyes sociales Ilusión, gata-parida
no hay entenaos ni padrinos: que algunos llaman pogreso.
en su letra, son iguales,
pión, patrones y vecinos. Pogreso del caracol
que carga avaro su casa,
No podrán por cuña o cuna si sale a pasiar al sol
burlarla en su aplicación, manchando por ande pasa.
ni el peso de la fortuna
ha de aplastar la razón. Moral y avaricia vieja
“esto es mío y me lo llevo”,
El problema se reduce y embolsa la comadreja
por sencillez natural: a su hijo, al pollo y al güevo.
si el obrero es quien produce
¡ese hombre es el capital! Mal social es el tacaño
que de su prójimo vive:
Entiendaló quien lo esplota vende oro y risulta estaño
y no por tener el tarro trampea lo que recibe.
le dé al empliao una gota,
mientras él s’empina un jarro. El sangra-pueblo, sostiene,
qu’ellos nacieran clavijas,
Si ese bien, y por supuesto, y que si hay santos, conviene
es de la vida, y no suyo, que haiga también sabandijas.
en vez de empezar con resto,
comience con contribuyo. El pueblo piensa al revés,
y no juercen a los pobres
Está ciego el que arrebata a colgarlos de los pies,
una común propiedá, pa que les caigan los cobres.
no mira que ansina mata
su mayor felicidá. Su posición es ansurda,
yo les señalo una brecha,
Hace añares qu’el cristiano tienen un oso, a la zurda
procede como el pescao: y un tiburón, por derecha.
| 157

(Lo he rumiao, pero tampoco cuando llamen a cavar


acá llegué a compriender: el diablo trairá las palas.
pa el que sabe lo coloco
algo jundao debe ser). Entonces será muy tarde
pa lo que hoy se les ofrece:
No les quedarán ni velas la cosa se ha puesto que arde
entre esas dos alimañas; y ellos siguen en sus trece.
tanto hacerse sanguijuelas
les chuparán las entrañas. Lo feliz es ser dichoso
viendo alegres los demás,
Y esto es lo que hay que evitar, tratando que nuestro gozo
que los pueblos se subleven, no perjudique al de atrás.
si lo podemos lograr
se han salvao y me lo deben. Si aún esperan mi fracaso
que se sienten los que aguardan:
Pa impedir ese derrumbe las cartas de nuestro mazo
valen doble los minutos: ni se matan ni se empardan.
es urgente y les incumbe
o se han amolar por brutos. Yo también tengo un rencor
que jamás se ha de aplacar,
Quiere la cudicia humana es la infamia del traidor
qu’el que sufre d’esa peste, que debimos comprobar.
no gaste ni en lo que sana
aunque la vida le cueste. San Martín lo dejó escrito;
el que a su Patria traicione
Lo que no se me perdona sea por siempre maldito,
es conocerles la hilacha: ni en su tumba se perdone.
quien roba, esconde, amontona,
tiene un alma de vizcacha. Los denuncio ante la historia
pa que sus apelativos
Torpe error del infeliz se borren de la memoria,
que en sus riquezas se encierra, estén muertos o estén vivos.
y se hunde como lumbriz
ande es más gorda la tierra. Nuestra misión es sencilla
nada de zurda o derecha:
De allí lo irán a sacar hablamos con la semilla
a las güenas o a las malas: y risponde la cosecha.
158 |

Esta fiesta es laboreo ¡que en su saliva se moje


preparar los corazones el que escupió contra el cielo!
pa dir contento al rodeo,
o a despedazar terrones. Reciba, pues que termino,
la masa descamisada
(Y como alumbrando el suelo con mi lialtá de argentino
con su poderosa llama mi abrazo de camarada
este hombre con voz de agüelo
cerró ansina su proclama). ...............

A su fragua el artesano, Igual que cuando uno siente


a su andamio el albañil; que se hunde el techo y el piso,
el que es sembrador, al grano jué el estallar de la gente
y el soldao, a su jusil. y el entrevero que se hizo.

Se terminó la pachorra Los óidos se me taparon,


y aquel sistema perverso perdí el sombrero y la manta,
de que uno trasude y corra las vistas se me ñublaron
y diez vivan de su esjuerzo. y era un ñudo mi garganta.

Formamos una milicia Alegre, lindo, terrible,


que tiene por causa y guía voces, risas, llanto y canto:
Patria, Trabajo, Justicia, parece cuasi imposible
Honor y Soberanía. que a un tiempo suceda tanto.

Esta fecha tuvo origen Y sin embargo es ansí:


en otro páis por errores grité, lloré sin consuelo
que hasta el presente lo aflijen y avergonzao me escondí
y que cada vez son piores. hecho una sopa el pañuelo.

De áhi vino que el oprimido ¡Hombre y medio y alma grande!


la hizo bandera sangrienta, Me hice entonce un juramento:
rencor, dolor, alarido “anque a la muerte, me mande,
que la vieja deuda aumenta. por él, moriré contento”.

Nuestro pueblo no recoge Diciembre 9 de 1950


herencias de sangre y duelo:
| 159

definitiva y en los destinos futuros


de la sociedad y con ella se enla-
zan íntimamente, estableciéndose
entre sí una dependencia mutua,
cuestiones de política, de mora-
lidad administrativa, de régimen
gubernamental, de economía, de
progreso y de civilización”. Lo
que el peronismo ha realizado,
toque más, toque menos, con el
Martín Pueblo32 gran mérito de haberlo hecho de
Pedro Maglione Jaimes un modo definitivo al guarecer las
conquistas obreras con la almena
Las realizaciones del peronismo de la Constitución Justicialista.
parecen seguir una a una las ansie- He creído por eso que, con el per-
dades de Martín Fierro, o sea las miso natural de Hernández, debía
de Hernández y su época, hasta re- volver a oírse la voz del gaucho
sultar una especie de albacea para perseguido, del pobre desalojado
el cobro de esa deuda demasiado de su propio suelo por la invasión
postergada cuya raíz histórica no foránea y, principalmente, por la
aceptó nunca la prescripción. El ayuda que a ella le prestaba una or-
autor del poema manifiesta frente ganización político-administrativa
a algunas apreciaciones de Maria- que olvidaba las gestas de la Patria,
no Pelliza: “Para mí la cuestión cuánto le debía ésta al gaucho, asi-
de mejorar la condición social de milando —contagio inexplicable
nuestros gauchos no es solo cues- para una mentalidad latina— el
tión de detalles de buena adminis- amor a lo material según la me-
tración, sino que penetra algo más talizada consigna de Arón. En-
profundamente en la organización tendí que sin esa voz que cantara

32. Buenos Aires, Mundo Peronista, 1952.


Es casi nula la información que se pudo hallar sobre Pedro Maglione Jaimes. En dife-
rentes reseñas consta que redactó un artículo dedicado a Manuel Carlés, fundador de la
Liga Patriótica Argentina (“Una figura señera: Manuel Carlés”, La Nación, 12 de enero
de 1969). Sobre Martín Pueblo: “Por caso, Martín Pueblo encontró un lugar privilegiado
en la Exposición del Libro Argentino organizada por el Ministerio de Educación en Mar
del Plata durante el año 1953” (Matías Casas, “El Martín Fierro peronista: emociones
y sentimientos en las reescrituras del poema nacional 1947-1952”, en Revista Latinoa-
mericana de Estudios sobre Cuerpos, Emociones y Sociedad, nro. 35, 27 de abril de 2021).
160 |

la recuperación, el panorama de pulso firme del Conductor, gene-


la Nueva Argentina no resultaba roso entusiasta de este poema sin
integral en esa vena, y me lancé otro mérito que no sea el de que su
a la tarea sin más bagaje que un autor lo ha sentido muy sincera-
gran entusiasmo. Sin embargo, y mente hasta entregarlo a estampa
a pesar de ser escrito en nuestros con esa misma sinceridad.
días, hubiera resultado desatinado
darle a Martín Pueblo forma poéti- Martín Pueblo
ca actual; preferí entonces utilizar
los clásicos octosílabos para hablar
de la actualidad mediante símbo- Aquí me pongo a cantar.
los consagrados. Reproduzco, sin EL TRABAJO es mi vigüela,
luz original naturalmente, frases porque áura sí que consuela
y modismos de nuestra “biblia lo que hasta ayer angustiaba,
gaucha” como una expresión más puesto que ha cáido la taba
del respeto que el poema de Her- clavada como una espuela.
nández debe merecer a todos los
argentinos. Por eso conservo para El criollo de antes tenía
mi personaje el nombre de pila que tristeza e’ bicho enjaulao,
tuvo el de Hernández dándole, en pero hoy que lo han libertao
cambio, un apellido que sustan- pa que respire contento,
cia todas las realidades presentes: vive feliz como el viento
¡Pueblo! El Pueblo —aquí en sen- sobre el campo o el poblao.
tido genérico— vive por primera
vez sus bodas con la Vida; para él No es solo que gane plata
la vida ya no resulta un sacrificio, lo que al criollo lo entusiasma;
un renovado dolor cotidiano, por- es que lo han curao del asma
que se conjugan en ella todos los que hace tiempo lo afisiaba
derechos que hoy, justicieramente, y áura, si juega a la taba
el Trabajo concede a sus olvidados es pa olvidar la fantasma.
agentes naturales.
No hay en Martín Pueblo el menor La fantasma… ¿No compriende?
encono ni la más leve intención de Ya voy a largarle el rollo:
herir; es una narración sucinta de podía mirarse el arroyo
todo lo que la Nueva Argentina ha dende lejo, no arrimarse,
dado a luz fecundada por el Tra- no sea que juera a empañarse
bajo y es, además, un canto de fe con el aliento del criollo.
a los destinos de la Patria y en el
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Si algo había pa comprar y, a lo más, lo hagan rumiar


intentarlo era un delirio, lo que no se debe dar
desearlo, un hondo martirio ni al bicho más desgraciao.
pues, cualquier cosa juera,
estaba tras la “vidriera”, Si había vino y empanadas
siempre lo atajaba un vidrio. era en tiempos de eleción
y a no ceder la ración,
¿Sabe, paisano, lo que era sino, quedaba obligao,
trabajar un día y deshecho como redomón pialao,
no encontrar ni un sucio lecho pa la nueva votación.
pa descansar la osamenta?...
Vaya echando usté la cuenta Dende que mi agüelo Fierro
y verá si había derecho. comenzó a meterlo en danza,
no ha terminao la alabanza
Las manos se nos llenaban que el país al gringo rendía,
de callos y verrugones hasta que llegó este día
sin darnos otras razones, pa aujerearle bien la panza.
brillantes como la lata,
que no alcanzaba la plata Se ha desinflao como un globo,
pa la vida e’ los patrones. perdiéndose entre los vientos
aquellos grandes comentos
Y uno ¿qué tenía que ver? que sobre el gringo se hacían;
Si Dios nos puso en la tierra hoy ya nos dice “güen día”
como a tropilla en la yerra y él mesmo engrasa sus tientos.
pa que nos marcara el juego
su beso caliente y luego… Se le ha mojao el penacho
la tranquera que se cierra. acetando la baraja
con que el criollo al juego baja,
Y de áhi no salirse más porque ha dispuesto el destino
ni molestar al vecino; que en este suelo argentino
mas, si al parejero fino solo coma el que trabaja.
le da un máiz de güen gusto,
tampoco resulta justo El criollo anduvo hasta entonces
que a ese triste güey cansino rotoso a más no poder
y no era posible crér
que del arao siempre tira que en un páis lleno e’ riqueza,
a la llanura amarrao, a sus hijos la pobreza
lo tengan siempre olvidao los tuviera que morder.
162 |

Porque era granero ‘el mundo que si uno estaba en su tierra,


a nuestro páis lo esquilmaban; otro dirijía esa yerra
los animales fainaban con el fierro que quería.
sin respetar ni al cordero;
no dejaban ni los cueros Preparaban los gobiernos
pa saber cuántos faltaban. como relleno ‘e empanada:
dende adentro, no había nada,
Todo estaba preparao; de ajuera todo venía
trenes y barcos grandotes y sin largar, se sabía
pegando sus largos trotes cómo iba a ser la llegada.
encima ‘el agua o la tierra
llevaban hacia otras tierras Dende ajuera nos tocaban
lo mejor de nuestros brotes. tambor pa marcar el paso,
y hasta el menor barquinazo
Nos quedábamos mirando de ajuera aquí se sentía;
como el que ve un camalote, llamarle a eso “tierra mía”
cómo en tales “paquebotes” me dolía como un lonjazo.
lo que s’ eiba no volvía;
de mirar tánto sentía Muchas veces he penao
puntadas en el cogote. al óir la patria canción,
que en su hermosa rilación
“Pa que votes”, decía yo de tanta gloria pasada
y aclarada la razón, parecía una puñalada
véia bien la dirición en mi triste condición.
del vino y las empanadas:
con eso estaba pagada Me quedaba la bandera
ésta y la otra votación. pa verla flamiar altiva;
se me hacía un nudo ‘e saliva
Y ellos no tenían la culpa. y mi vista se empañaba,
Pa mercachifles nacieron pues véia que palpitaba
y en todo momento vieron como una esperanza viva.
el negocio antes que nada;
la cuenta será cobrada “Pero ha querido el destino
a los que todo vendieron. que todo aquello acabara…”
y que de pronto llegara
Daba pena caminar pa imponerse a los patrones,
al costado de la vía en medio ‘e tantos varones,
porque en ello se alvertía uno, que al fin los gritara.
| 163

Aura se ha parao la bola en el modo de vestir,


cansada ‘e tanto rodar ansiando ‘el padre sentir
y no hace falta “aguantar las bondades del consejo.
hasta que nos trague el hoyo”,
porque al final llegó “un criollo Yo me acordé del Cabildo,
en esta tierra a mandar”. del veinticinco de mayo…
Todo se hizo sin ensayo
Es claro que jué un regüelo. lo mesmo que aquella vez.
Se vieron todos perdidos (Sonando el trueno, después
y dentrando enjurecidos puede descargarse el rayo).
con mentiras a insultar,
trataron de mesturar El Patrón Grande esplicó
en uno, cinco partidos. frente a todos los hocicos,
que solamente los chicos
En cambio el criollo valiente tendrían sus previlegios
que el pecho puso adelante, y que habrían más colegios
se vio rodeao al istante y menos pobres y ricos.
por los otros descontentos,
que vivían sin sustento Se alborotó el avispero
en los tristes tiempos de antes. y empezaron a decir
qu’eso no podía seguir
Jué de ver el espetáculo. y harían la rivolución,
Los pobres menesterosos y que no era una razón
mirados como pestosos dar al que debía pedir.
en la propia tierra de ellos;
los otros —charlas y cuellos—, El Patrón Grande se ráia
elegantes y rabiosos. oyendo ese lengüetear
y en cuanto entró a gobernar,
Encontró el Pueblo a su padre. buscó un talero grandote,
Y él, que andaba sin patrón, propinándole un azote
se volcó en una eleción al que intentó protestar.
sin urnas pa guardar votos;
conservo entuavía las fotos Total, más clara que’l agua.
de esa noche ‘e redención. ¿El asunto?: Repartir;
¿por qué tenía que seguir
Y en los ojos, el recuerdo muriendo ‘e menesteroso
de niños, hombres y viejos el que se metía en el pozo
rotosos y desparejos pa darles con qué vivir?
164 |

¿Que el pozo era de ellos? Güeno; al óirlo decir, celoso:


naides se lo discutía; —¡En mi casa mando yo!
pero también se sabía:
si al pozo alguien no dentraba, Lo mesmo que las hormigas
el pozo nada daría. cuando hallan ocupación,
escuchamos al Patrón
El que gana con ayuda y seguimos su consejo,
tiene que reconocerla, sintiendo bajo el pellejo
y humanamente atenderla una rara comezón.
cuando espone sus cuestiones,
sino corre en discusiones Ya no era cuestión de estar
el peligro de perderla. todo el día junto a la fragua
sin encontrar, después, ni agua
Conservar no hay duda qu’es caliente pa’l mate amargo.
una valiosa razón, Siempre el tiempo es menos largo
pero llamo la atención cuando en la bondá desagua.
buscando hacerme entender:
no siempre es fácil tener Organizao de ese modo
istinto ‘e conservación. el paisanaje empezó
a dar lo que nunca dio
Repartiendo —un por ejemplo— y guardó en forma secreta;
usté el apoyo asegura le habían degüelto la teta
y si de doce aventura y al punto lo agradeció.
al menos repartir tres,
la cuenta no va al revés, “Cada lechón en la suya…”
que el nueve es fruta madura. decía el viejo don Vizcacha;
por eso cada uno el hacha
De otro modo si la angurria cazó pa tumbar su tronco,
le aconseja ser cuatrero y empezó el ruidaje ronco
guardando dentro ‘e su cuero del martillo que remacha.
ganancias propias y ajenas,
han de morderlo las penas Y ansí cada uno en su oficio
cuando la cuenta sea cero. tuvo su libro bien hecho
ande constaba el derecho
“Aricmética” sencilla, que él podía reclamar,
la peonada entendió; cuánto le habían de pagar
por eso el Patrón rodeó y cómo iba a ser su techo.
y se llenaba de gozo
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Otra vez se dio en decir pa apostar con dicisión


qu’eso pronto pasaría, y se dio la condición:
qu’eso era “medagojía” ELLA es del que la trabaja.
y que aún no era la ocasión…
Pero en la Costitución Dende entonces es qu’ el criollo,
todo ESO se escribió un día. de tarde, junto al arao,
alza un terrón amasao
Aura ya no había peligro con el sudor de su frente
de que ESO se discutiera, y lo besa reverente,
y por mucho que quisiera después de lo que ha penao.
el ratón comerse el queso,
el Patrón respondió de ESO Una voz
guardandoló en la quesera.
—¿Penar dijiste, muchacho?
Mucho oro había empaquetao Ya has sufrido suficiente,
(tal vez pa las votaciones), pero ha llegado tu frente
que tengo yo mis razones a aquietarse en su destino,
pa decir que no era mío: porque este pueblo argentino
naides me curó un resfrío se despertó de repente.
ni me ofreció patacones.
Martín Pueblo
A ese oro —peste del mundo—,
el Patrón Grande cambió —Su voz me preocupa un poco
por lo que siempre deseó pues no sé desde ande viene;
el criollo que juera suyo, mas, me parece que tiene
mirando desde el mangrullo la verdá de una sentencia.
lo que el gringo le quitó.
Voz
Y ansina, junto a los trenes
paridos por “La Porteña”, —Hijo, soy pura experiencia
aparició una risueña de lo que al mundo conviene.
fila de barcos grandotes, Mucho he pensado en tu tierra
pa devolvernos los lotes derramando lagrimones
llevados sin dejar seña. al ver a algunos varones
que, intentando libertarla,
La tierra jué devidida tenían que abandonarla
como al truco la baraja; no obstante sus intenciones.
cada cual tuvo su taja
166 |

Y a otros —sin ninguna urgencia— pa que viva en un abrazo


vender metros, uno a uno, toda esta felicidá…
de los que ganara alguno
de los próceres cantados Fierro
y, después, arrodillados
reverenciar nuestro escudo. —Hijo mío, así será.
Me gusta el encontronazo.
Martín Pueblo
Martín Pueblo
—¿Nuestro escudo? Entonce’ usté
también nació en esta tierra… —Yo no lo riconocí
porque habla como pueblero.
Voz
Fierro
—Nací en el libro que encierra
la verdad del tiempo viejo; —Llegando Allá, lo primero
de mi tiempo no me quejo que se aprende es el hablar;
porque era tiempo de guerra. nadie te viene a enseñar,
la lengua encuentra el sendero.
Después de sacrificados
—pregunto a mi corazón— Arriba, ya lo sabrás
dónde estuvo la razón cuando te llegue tu hora,
de lo que ustedes sufrieron, no existe ni una demora
pues pusimos el alero de palabra o de ademán;
de la civilización. las horas tejiendo van
una calma bienhechora.
Como Cruz, siempre pensé
que una vez desalojado Pero también —te lo aclaro—,
el indio, se habían armado tenemos día por día
el proscenio y la función la visión perfecta y fría
y que vendría la Nación de lo que pasa aquí abajo
a organizar el Estado. y aplaudimos el trabajo
cuando la bondad lo guía.
Martín Pueblo
La Patria es algo que aun vive
—¡Agüelo Fierro, compriendo!... vivida la sepultura,
Venga el nido de sus brazos y cuando estás en la altura
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diáfana y pura del cielo, Todo le llega —ricuerden—,


es tuyo cada desvelo como última apelación
que a tu patria la asegura. y que debe su atención
permanecer bien despierta;
Desde arriba yo he gozado si abre a destiempo la puerta
con este florecimiento puede entrársele el ratón.
y al fin de tantos lamentos
como los que hemos oído, Piensen también que en el mundo,
la nueva suerte ha querido que anda en fiera quemazón,
darnos un dulce momento. hace roncha la cuestión
que nacido en este suelo:
Aunque a veces mi protesta cada vez alza más güelo
—que como es natural, callo— la tercera posición.
me hace extrañar mi caballo
para allegarme al Patrón Pa escaparle a la injusticia
y en un signo de adhesión, es la posición ideal
servirle de pararrayos. y no hay por qué ser desleal
a quién la crió con zozobra,
Lo diré en tu lenguaje porque es la base de su obra
para que así se difunda: oponer el bien al mal.
como la almuada en la junda
por el aro han de dentrar, Pa mayor felicidá
sino tendrán que escuchar el Patrón Grande ha encontrao
mis razones tremebundas. quien se le ponga a su lao
de la mañana a la noche,
A un hombre de esas agallas y venga a ser como el broche
hay que ayudarlo hora a hora. de bondá pa lo alcanzao.
pues piensen que cada aurora
lo sorprende trabajando, Hada de todos los pobres,
que es como el padre velando la compañera ejemplar
sin fatiga ni demora. con las dos manos a dar
se ha puesto en esta cruzada,
Todos los días lo ven resultando embanderada
a él, que de todo es el centro, de la Justicia Social.
salir de todo al encuentro
sonriente como un muchacho, Da gusto verla radiante,
pues por tratarse de un macho como el sol de rubia y blanca,
la procesión va por dentro. dir destrancando las trancas
168 |

que al pobre tienen trancao, Darle con juerza al trabajo


qu’ ella es pa’l necesitao pa poder juntar los cobres;
como un puerto ‘e puerta franca. después no guardar en sobres
lo que sobre del regalo,
Y no solo dentro ‘el páis hará que no sean de palo “las razo-
cumple con su devoción. nes de los pobres”.
pues si en lejana región
el dolor clava la espina, Conviene criar una caja
llega su mano argentina pa aquel que la necesite
como aliento ‘e bendición. y en su apuro al punto grite
que ya habrá quién lo socorra;
No ostante tanta bondá tendrá así la mazamorra
buscan bombiar la carrera, la cubierta de un confite.
dende adentro y dende ajuera,
los que perdieron el queso, Previsión deben tener
chismeando todo el día d’eso los paisanos alvertidos.
como lechuzas solteras. Cuando todos los sentidos
tironean pal mesmo lao,
A ese enjambre hay que oponerse no ha ‘e quedarse empantanao
mientras mucho no se tuerza el problema discutido.
y la cosa no sea alversa,
con la juerza ‘e la razón, Es claro que hay remolones
mas, si apura la ocasión, que aprovechan la bonanza
con la razón de la juerza. y mientras todos la lanza
hunden en el enemigo,
Lo importante es trabajar ellos miran si el umbligo
y unirse dentro ‘el trabajo; se les va hundiendo en la panza.
mientras más espeso el fajo
de billetes, más juerte es; Otros, sin necesidá,
no se acaban de una vez usan guante ‘e proteción,
contando de arriba abajo. sin ver que no es de varón
tenerle miedo al trabajo;
Te hablo de plata aunque nunca yo los oservo y… barajo
un peso tuve en mis manos, el naipe ‘e la maldición.
pero entiendan tus hermanos
que se debe trabajar Lo perfeto no es posible
con sistema similar pues todos somos arrieros,
a aquel de los viejos amos. mas, si en medio ‘el entrevero
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surgen equivocaciones Otra voz


ya vendrán esplicaciones
que nos laven bien el cuero. —Que espera servidor.

Si injustamente un lonjazo Fierro


les toca a los del partido,
no hay por qué sentirse herido —Hable nomás, aparcero,
ni quejarse a lo mujer, que aquí estamos pa escuchar.
pues se debe comprender Chicharras, a no zumbar;
que jue un lonjazo perdido. que el silencio se haga gordo
de manera que hasta un sordo
O que, acaso, el Patrón Grande oiga y pueda contestar.
dejó en manos del algún mozo,
pendenciero o pretensioso, Voz
en préstamo su talero
y que el muchacho altanero —Aquí me pongo a cantar
agarró pal lao del pozo. todo mi arrepentimiento;
y aunque había hecho el juramento
El Patrón Grande tendrá de no pulsar la vigüela,
conocimiento, más tarde, güelve a picarme la espuela
de que la herida nos arde como por vía ‘e lamento.
y no nos hemos quejao,
y al mocito retobao Fierro
le ha de hacer pagar su alarde.
—De sus arrepentimientos
No es fácil alministrar a Dios cuenta le ha de dar;
justicia cuando se es pollo; pero no venga a amargar
la esperiencia es güen apoyo conversación tan amable,
porque la guía la memoria, pa quejarse, mejor no hable
sino el laurel de la gloria si nos piensa hacer llorar.
se te güelve hoja ‘e repollo.
Voz
Pero dejemos lo injusto
en manos del Hacedor —No es queja lo que yo traigo;
y volvamos al tenor es pura sinceridá,
que llevaba mi relato, pues lamento de verdá
y cortemos, que hace rato… haber vivido en otro tiempo
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o haber nacido a destiempo, A cada uno ella le da


que, total, lo mesmo da. lo que en derecho le asiste,
por eso solo anda triste
Por lo menos mis consejos el que vivía de emprestao
a algunos han ayudao. y a todo lo sancionao
Juí matrero y retobao como bagual se resiste.
y tuve como costumbre,
estando al lao de la lumbre, Pero tendrá que acetar
la de escupir el asao. las razones de los más,
porque si te demorás,
“Hacéte amigo del juez…” intentando ser matrero,
aconsejaba yo a todos no han de respetarle el cuero
porque era uno de los modos los que avanzan dende atrás.
de gambetiar la “justicia”,
hecha de pura malicia Fierro
en ese tiempo de lobos.
—Yo ya lo he reconocido
Hoy la justicia ya es otra, por escupir el asao;
perfeta en su aplicación: pero me encuentro apurao
su balanza es la razón; pa llamarlo por su nombre,
ni con la venda en los ojos ¿he de decirle “güen hombre”
sirve pa servir antojos en tono civilizao?
que ordene algún señorón.
Voz
¡Pucha!... quisiera volver
al juzgao ande robé —Su libro a mí me ofreció
el tintero y disparé una fe ‘e bautismo guacha;
pa guardarlo en mi guarida; en eso mostró la hilacha
con la tinta bien batida el que tal libro escribió:
escribe bien cualquier juez. a usté el título le dio
y a mí me llamó Vizcacha.
Porque áura la lai encierra
una virtú ejemplar: Fierro
no sirve pa castigar
al pobre, según costumbre, —No crea. Siempre se respira
le sirve pa que se alumbre lo que el viento trae del cerro:
y se defienda del mal. a mí, por llamarme Fierro,
me jundieron a lonjazos,
| 171

y a juerza de garrotazos pa’l criollo ni disfrazada


quedé como pa’l entierro. le dejaban una miga.

Usté, en cambio, la sacó Por eso, escuchá el pedido


barata en toda aporriada: que pa tu nieto reservo
un susto y una guasquiada, yo, que esas penas conservo:
siempre salvó su pellejo… que pida Pueblo al Patrón
que gobierne la Nación
Vizcacha pa espantar a cualquier cuervo.

—No olvides, che, que de viejo Y aconsejále, además,


mi vida te jué contada. que también le dé un consejo;
yo soy como el vino añejo
De vivir en este tiempo pa’l que me quiere escuchar,
otra habría sido mi suerte: sé ofrecer al paladar
del nacimiento a la muerte lo que he aprendido por viejo.
me hubiera dao al trabajo;
no lastima estar abajo Que el Patrón Grande comprienda
mientras no te pisan juerte. que una vez que abrió la escuela,
hay que mantenerse en vela
Pero bien sabés qu’ el campo aunque a uno le ardan los ejes,
en que vivimos denantes, porque solo el que la teje
te impedía dir pa’ adelante sabe cortar bien la tela.
y pa’ atrás te tironiaba
no bien un gringo llegaba Y que por ser güen letor
diciendo que era “enigrante”. y de muy güena memoria,
ricuerde que en toda historia
Güenos los hubo, no hay duda, siempre esiste un prisionero,
y más me inclino a pensar pues es común que el guerrero
que a ellos también a llorar sea prisionero ‘e su Gloria.
los mandaban al velorio
los que tras de un escritorio Y áura, como está clariando
no saben más que mandar. pa toda la paisanada,
vos Fierro y yo hacia la nada
Pero otros gringos se apiaban tenemos que regresar;
y empezaban sus barrigas nada nos queda pa hablar:
a inflarse como vejigas la taba está reboliada.
y, la cena despachada,
172 |

Fierro y prenderme al cimarrón


si está descansando el hacha.
—Tiene razón, don Vizcacha,
vamos a buscar el rumbo; Vayan tranquilos los dos
pa nuestro páis ya no hay tumbo por el camino del cielo,
que pueda hacerlo apurar, que al viejo, pa su consuelo,
pues se supo mesturar Dios lo ha de haber perdonao…
con lo más grande del mundo.
Vizcacha
Miremos nuestra bandera
y a su pliegue soberano —Siempre juí un bicho meniao
que todos den una mano de todos por el desvelo.
con su obra de cada día, Tuve que hacer muchos buches
que hoy es como lo quería pa redotarla a la vida,
su criador, Manuel Belgrano. y en medio ‘e la sacudida
los güesos supe salvar;
Zumbón a Vizcacha pero naides me ha ‘e tratar
como manzana podrida.
Y dende arriba: —no sé
si a usté le abrirán la puerta—, El tiempo ya ha demostrao
contemplemos siempre alerta que a la vida dí triguto.
lo que en nuestra tierra pasa, pues nunca juí ningún bruto
porque hasta del cielo enlaza y se ha probao por demás
el criollo ‘e vista despierta. que piedras solo tirás
al árbol cuando da fruto.
Pueblo
Decíles a tus hermanos,
—Agüelo Fierro, las gracias siguiendo mi tradición
yo le doy por su trabajo; que dejo por maldición
no he de apartarme del tajo pal que olvide su deber,
ande se echa la semilla que se tenga un día que ver
pa que salga flor de trilla con la punta ‘e mi facón.
en este su páis de abajo.
Yo no lo ví’ a manejar,
Y le prometo, además, pero, anotá Martín Fierro,
lo mesmo que a don Vizcacha, han de óir esos el cencerro
tener a mano la guacha que tu hijo me ató en la mano,
pa acompañar al Patrón
| 173

que después de muerto, hermano, ***


de noche me comió un perro.
Simbolismo del Martín Pueblo
Pueblo
El poema se escribe en lengua-
LA PATRIA se ha hecho pureza je gauchesco para aprovechar la
de propiedá restituida; acústica ya universal de Martín
güelve su pulso a la vida Fierro. Martín Pueblo, persona-
pa resumirla hasta el tope, je central, es el pueblo mismo, el
creciendo como un galope “descamisado” de la ciudad o del
dentro ‘e su normal medida. campo, que comienza cantando y
contándonos sus desventuras en el
A todos les sirve ‘e toldo tiempo de antes para oponerlas al
en su inmensa realidá bienestar actual, a su condición de
y aparece la verdá, dignidad recobrada, que no solo
alumbrada ‘e solo radioso, emana de su paga mejor, sino tam-
como quien sale de un pozo bién de su figuración fundamen-
pa encontrar la claridá. tal en la Nueva Argentina, pues
ha recuperado su perdida función
Por eso en esta ARGENTINA social.
JUSTA, LIBRE Y SOBERANA, El “gringo” (que Vizcacha reivin-
nace con cada mañana dica parcialmente al fin del poe-
la ansiedá de mejorar, ma) no es por cierto el esforzado
buscando un día llegar inmigrante que arraigó en el cam-
a la perfección humana. po argentino, sino el individuo
voraz —director o enviado—, que
Dueños ya de la RIQUEZA, industrializó ese campo, sí, pero
de los barcos y los rieles, con prescindencia y en desmedro
los que nos sentimos fieles del habitante nativo.
a todo lo que ha venido La presencia de Martín Fierro y del
digamos, agradecidos: Viejo Vizcacha no son substancia-
les; aparecen en el ánimo de Mar-
Pueblo, Fierro y Vizcacha tín Pueblo como una reflexión;
(a coro) por eso Fierro surge a manera de
una voz después que el Pueblo ha
¡SEAN ETERNOS LOS establecido la distancia entre lo
[LAURELES! anterior y el peronismo: “Dende
entonces es que el criollo / de tar-
174 |

de, junto al arao, / alza un terrón te, en este otro verso: “ni con la
amasao / con el sudor de su frente venda en los ojos / sirve pa servir
/ y lo besa reverente / después de antojos / que ordene algún seño-
lo que ha penao”. Allí aparece Fie- rón”. Vizcacha es también quien,
rro con sus reflexiones y consejos hablando con Fierro, le indica
acerca de cómo debe comportarse lo que debe aconsejarle a Martín
el trabajador con el Patrón Grande Pueblo para que este se lo pida al
y cuál ha de ser su agrupamiento y Patrón Grande.
conducta social, o sea de fraterna El cierre del poema, al reproducir
comunidad. una estrofa del Himno Nacional,
Vizcacha, en cambio, es la picardía refleja, dentro siempre del simbo-
criolla gambeteándole a una justi- lismo poético, el hallazgo defini-
cia siempre a favor del poderoso. tivo de una grandeza tan cantada,
Fierro enfrentó a esa “justicia” la de nuestra gloria dentro de la
peleando o desterrándose; Vizca- realidad de la Nueva Argentina; o
cha, hábil, con su diablura desa- sea la Gloria alcanzada totalmen-
prensiva: “Tuve que hacer muchos te, para todos, la Gloria integral,
buches / pa redotarla a la vida…” pues, como decía Hernández: “El
y el poema establece (arrancan- fuego pa calentar debe ir siempre
do de Hernández y dentro de la por abajo”.
reflexión íntima de nuestro per-
sonaje) que la injusticia de aquel
tiempo hizo matrero y salteador al
gaucho, al criollo del campo, en
que el autor, a través de la liber-
tad poética del símbolo, encarna
al trabajador de todos los tiempos
en su lucha siempre estéril y san-
grienta en contra del capital nunca
satisfecho.
Vizcacha aplaude la Justicia de
hoy dando una imagen de la equi-
librada distribución de la riqueza
en la función social cuando dice:
“A cada uno ella le da / lo que en
derecho le asiste; / por eso solo
anda triste / el que vivía de em-
prestao…” y , más particularmen-
| 175

Cielito de Juan Perón33 ¡La pucha mi General!34


Graciela Albornoz de Videla Zoilo Laguna (Enrique Olmedo)

Cielito que canta el criollo ¡La pucha, mi General!


con un temblor en la voz: ¡Cuántas cosas en montón
“¡hoy aramos tierra nuestra se tráiba en su corazón
por Juan Domingo Perón!...”. pa este otro Plan Quinquenal!
En cada ringlón
Cielito que lleva el viento vide su alma tuita entera
y recorre la Nación: simejando una bandera…
“¡hoy somos más argentinos ¡la bandera nacional!
por Juan Domingo Perón!...”.
Jué una fiesta sin igual
—Patria y pueblo en conjunción—
qu’esaltó la oposición
con esa ausencia total…
porque ansina ¡menos mal!
tuito lo que allí se vía
—limpito de… bicherías—
naide lo alcanzó a empañar.

33. En Evita, Buenos Aires, Lasserre, 1953, pp. 58-59. Libro de lectura para Primero
Inferior (6 años).
34. Buenos Aires, Subsecretaría de Informaciones, 1953.
176 |

¡Tanto y tanto discursiar La riqueza apuntalar


y tramar rivoluciones es el primer objetivo
habiendo tantas cuistiones de este plan gaucho y altivo
pa ponerse a trabajar! por el que hay que trabajar.
Ya no le podrán contar Es la güeya p’alcanzar
al páis que nadie les dijo —entiendanlón bien, paisanos—
p’ande y en qué rumbo fijo Un páis justo y soberano
convenía galopiar. que nadie va’atropellar.

Ya verán que a rispetar


nos dentran los más grandotes,
que antes nos tráiban a azotes,
como reses p’achurar.
Ricuerden que al comenzar
Perón a domar el potro
no mandábamos nosotros
¡y áura ya es otro cantar!

Tuito empezó a mejorar


dende qu’él nuestras riquezas,
a lo macho, con guapeza,
comenzó a recuperar.
Aura nos toca cinchar
—de acuerdo con su consejo—
tirando tuitos parejo
sin cansarse ni aflojar.

Güeno es también ricordar


que asigún él lo ha espresao
este plan lo ha preparao
Güeno, en fin… pa qué gastar pa tuitos, por empezar.
más pólvoras en chimangos… Quien dentre ansina a pensar
¡no aprenden los maturrangos qu’es tan solo p’al gobierno,
ni a azotes a jinetear! sepa que no entiende un cuerno
Ansina más bien hablar del oficio’e gobernar.
sin fijarse en los estorbos;
por lo demás, ¡no hay pior sordo Debemos también pensar
qu’el que no quiere escuchar! que si es calva la ocasión
| 177

solo se da un Juan Perón,


y es cuistión de aprovechar.
¡No sea que por andar
disperdiciando tabaco
ricién al morir de flacos
pensemos en engordar!

Paisanos, pa terminar:
Tata Dios guarde a Perón
el más grande corazón
que la Patria supo dar.
Tuitos áura a trabajar
por esta tierra bendita,
en nombre d’él y de Evita,
Cada criollo en su lugar ¡dos banderas pa triunfar!
—si es que no es un renegao—
tiene ansina riservao
un deber que rializar.
A cumplirlo sin pensar
si es grande o es chiquitito,
qu’en el trabajo de tuitos
está el sicreto’e triunfar.
178 |

“mío” es un pecao…—
No sé si se habrá fijao
qu’en materia e’valimiento
dentro ‘e nuestro Movimiento
nos vestimos d’emprestao.

Tuito viene regalao


—honor, fama, situación—
y nos sacan del montón
a la cincha o rempujaos.
Ansina el que haya pensao
que sale por sus cabales…
¡en los primeros barriales
vá quedarse empantanao!

Por demás, ser señalao


d’esta forma es un orguyo,
que no autoriza el baruyo
sino a sentirse obligao,
porque no ha sido sacao
Juncionario35 d’entre tuitos por mejor
Zoilo Laguna (Enrique Olmedo) ¡que nadie en el pueblo es pior
ni da ventaja al de al lao!
Aparcero: me han contao
que de güenas a primeras De un tiempo atrás he notao
parece que usté anduviera que con raras atitudes
con el paso algo cambiao… va perdiendo las virtudes
No sé qué le habrá pasao, que le habían encontrao.
y es posible que me arguya ¡Al pasito y con cuidao!
que me meto en cosas suyas Qu’en su apuro y d’infeliz
sin que me haya autorizao. vide a más de una perdiz
matarse en el alambrao.
Sin licencia me he largao
porque asigún la dotrina No sé si usté se ha olvidao
—yo entiendo la cosa ansina decir cómo y de ánde es que ha venido

35. Buenos Aires, Subsecretaría de Informaciones, s. f. También se publicó en Mundo


Peronista, nro. 41, 1° de mayo de 1953, pp. 40-41.
| 179

o si echa mano al olvido me le hace notar la falla


porque se ha “oligarquizao”… ¡pela ái nomás la medalla
(Esta palabra la he empleao y hasta se pone enojao!
sin ser de la jerga mía
porque aunque no la sabía Que a más de uno ha amenazao
¡la pucha! ¡si la he aguantao!) —sigún los que cuentan esto—
con hacerlo echar del puesto
El que sea diputao por haberlo “molestao”…
o menistro o comesario, ¡Aparcero…! ¿No ha pensao
juez de paz o juncionario —si es qu’e es lial en su entender—
¡no me lo ha de haber llevao y es usté el equivocado…?
a suponer, aparcero,
que ha sido usté el cocinero
que preparó el estofao…!

Con el naipe preparao


y ansina, sin darse cuenta,
se le hicieron las cuarenta
sin haberlas barajado.
El que les haya cantao
no es razón pa’ tanta buya
ni pa crérse que son suyas
porque las haya ligao.

Sin embargo usté se ha hinchao


y pasa por la vedera
levantando polvadera
derechito y engestado…
Se lo encuentra tan cambiao
que parece de otro arreo,
y vi’á demostrarle, creo,
que no soy exagerao.

Por ejemplo: me han contao


que su auto en cualquier lugar
usté lo suele atracar
esté o no esté autorizado;
y si el melico, obligao,
180 |

Otra güelta l’escuchao es preciso que comprienda


decir sin ningún prejuicio que son pueblo y son sagraos.
que usté a Perón pa’l comicio Porque Perón ha expresao
le arrimó su eletorao… del pueblo —y Perón no yerra—
¡Caray! Si usté hubiera estao qu’es lo mejor de esta tierra…
en la vedera d’enfrente ¡ricuerde, si lo ha olvidao!
Perón no era Presidente…
¡menos que lo ha ayudao…! Ruempa aparcero el candao
y deje al pueblo dentrar,
También dicen que ha cerrao que no le van a sacar
su “despacho” con falleba nada suyo ¡no hay cuidao!
y ái se lo pasa en cueva ¡Quién sabe cuánto entripao
como peludo asustao. que usté pudo risolver
No quiere ser molestao cumpliendo con su deber
por un asunto cualquiera se ha güelto como ha llegao!
y a nadie abre su tranquera
si no está recomendao. Otras veces lo he notao
cinchar como percherón
¡Claro que a usté lo ha votao pa’ponerse en posición
o me lo han hecho menistro y salir jetografiao.
pa’que atienda a cuanto cristo ¡Después —¡claro!— habrá contao
llegue a usté necesitao…! muy suelto’e cuerpo a la gente
¡Pero usté es tan ocupao…! que jué el mesmo Presidente
y además, por otra parte, que lo hizo dir a su lao!
ya ha fijao el primer martes
p’al que no esté apadrinao… En tuitas entreverao
como perro en cancha ajena
Tiene bien amaestraos usté está siempre en las güeñas
a sus cuatro secretarios ¡qu’en las malas no hay cuidao!
pa’que se hagan los otarios De lo suyo nunca ha echao
mostrándose interesaos, nada en la bolsa común
y nadie hat’áura ha lograo y manotiando al tun-tun
—ni en el apuro mayor— parece un saca-bocao.
pasar por “el colador”
como los han bautizao. De a poco se ha mesturao
sin saber cómo ni cuando
Tuitos los que han esperao con gente del otro bando
de vicio que los atienda que me lo tiene rodeao.
| 181

Y a sabiendas o engañao p’aventar ese pasao.


los defiende como a hermano ¡Piense en ella! que alumbrao
sin darse cuenta, paisano, por la luz de ese lucero
que me lo han utilizao. andará siempre, aparcero,
bien seguro y bien rumbeao.
¡Claro! A usté le habrán gustao
porque ha óido qu’es “gente bien”… Ya ve que usté se ha boliao
Y usté, aparcero, ricién por echar en el olvido
se ha dao cuenta…¡qué atrasao!... de ande a la luz ha salido
“gente bien”… qu’en el pasao y cómo lo han encontrao.
jué el azote d’ste suelo Un derrepente se ha hallao
y achuró hasta a sus agüelos… con mando y autoridá
¡pucha qu’es dismemoriao! y ha créido en su necedá
qu’era suyo o lo ha ganao.
Dispulpe si me he bandeao…
¡pero es qu’esto ha costao tanto Ricuerde lo que ha expresao
que m’enjuresco y no aguanto Perón, amigazo, a gritos:
si me buscan de ese lao! qu’es necesario que tuitos
Y a más ¡qué va andar mezclao patiemos p’al mismo lao.
en medio’e la sabandija ¡Usté por ái se ha mandao
si es mucho mejor qu’elija cada gol pa’ los contrarios
gente güeña a su costao! que más parece alversario
que de nuestro combinao!
Aquel gorrión inspirao
que se nos jué y se hizo estrella ¡Cha qu’está mal informao,
dejó su vida en la güeya paisano! ¡Deje esa güeya…
que no he visto andar por ella
nadie que se haya salvao!
Ta clarito pa’qué lao
agarran los entendidos.
¡Recule, que se ha perdido!
¡El olfato lo ha engañao!
182 |

Canto a Evita36
Arturo Veliz Díaz

Capitana de blancas epopeyas,


mártir inolvidable de la Causa,
para cantar la gloria de tu gesta
¡traigo fuego en las venas y en el alma!
Millones de latidos mañaneros
desparramados en la tierra arada,
con la reja caliente y la mancera
y los flecos de humildes alpargatas…

Ah, que lleguen mi fe y mi fanatismo


para formar la guardia en tu morada
y recibe mi ruego campesino
vibrando en el fervor de las campanas;
un puñado de versos proletarios
y un nudo indefinible en la garganta,
blasonado en jornadas terroneras
de aladas nervaduras libertarias
y en los recios latidos galponeros
haciendo filigrana en las planchadas… ¡Capitana, tus manos del futuro
encendieron el fuego de la Causa!
¡Oh, Capitana de legión de bronce, En la noche sediente de agonía,
Santa de la Oración Descamisada! llegó la vibración de tus palabras,
¡Sí! Velaremos tus heroicas gestas grito de hierro hendiendo las centurias
con el buril, el libro y las palancas, con vapores de sangre proletaria.
con el mensaje vertical del trigo
y la canción humilde de las fraguas. Capitana divina del presagio,
altivo y blando corazón en llamas,
Caudilla Azul de la legión de Bronce, siempre ondea tu insignia de combate
mirada blanca y corazón en llamas. en el corazón eterno de la raza.
Capitana de huestes de la aurora ¡Tus pregones de acentos libertarios
¡Santa de la Oración Descamisada! —clarinadas de aliento en la batalla—
Capitana del Pueblo, en tu mirada se los llevaron ya, los Cuatro Vientos,
alborean los lirios de la Patria, prendiendo victoriosas madrugadas!

36. En Mundo Peronista, año III, nro. 47, 5 de agosto de 1953, p. 15.
| 183

¿y pá’qué ha de ser el cuero?...


¿pa perderlo apolillao?
¡Pucha! ¡Si lo’imos jugao
tantas veces por pavadas!
¡A mí no me ataja nada!...
¡ni anque salga agujeriao!

3
Dicen que lo han embarcao
en no sé qué barco’e guerra…
¡pegarán la güelta a tierra!
¡d’eso no tengan cuidao!
Hasta’aura naide ha inventao
ninguna diablura —hermano—
que haga vivir al cristiano
del agua, como al pescao.
4
¿Dicen que se han sulevao
en algunas guarniciones
El coronel arrestao37 y que tienen municiones
Zoilo Laguna (Enrique Olmedo) hasta pa’dar d’emprestao?...
A mí ni me han preocupao,
1 ni m’echo atrás, ni me dueblo…
Dicen que lo han apresao… ¿no son las madres del pueblo
¡y güeno! ¡qué’ imos de hacer!... las que paren los soldaos?...
¡la cosa se va a poner
que ni se han imaginao!... 5
¿Que el puente está levantao?... ¡Van a tirar!... ¡t’arreglao!
¿y de ái?... ¡si a ese Riachuelo Dende Cabo a General
lo bandiaban mis agüelos tuitos han nacido igual:
y ninguno ha muerto augao! como hijos y no entenaos.
Los jefes y los soldaos
2 en este país son hermanos
Qu’el asunto es de cuidao… ¡si no juera así, paisanos,
Qu’está cada vez más fiero… no lo hubieran libertao!

37. Buenos Aires, Subsecretaría de Informaciones, s. f. También se publicó en Mundo


Peronista, nro. 53, 1° de noviembre de 1953, p. 17.
184 |

6 ¡pero junto al Coronel


Los que juntos han cruzao está el pueblo acorralao!
los Andes con San Martín ¡El pueblo!... que ya ha dentrao
han de ir juntos hasta el fin a mi entender a olfatiar
con el Pueblo ¡no hay cuidao! que al fin dentrará a mandar
Se pondrán siempre del lao el criollo profetizao…
en qu’el Pueblo se coloque
¡no hay criollo que s’equivoque 9
y escupa su propio asao! “Esto está muy conversao
y no es hablando, paisanos,
que se defienden a un hermano
cuando se encuentra apurao”.
“Por nosotros se ha jugao
—se escuchó la voz de Evita—
y áura que nos necesita
¿qué haremos aquí paraos?...”.

10
¡Ni lo hubiera mencionao!
Aquello jué un entrevero
pa’ver quién era el primero
en ponerse a su costao.
El chiripá arremangao
s’echaron en la corriente
y ái se quedó solo el puente
7 como si no hubiera estao.
¿Y si lo han ajusticiao?...
¡Cruz diablo!, ¡bicho agorero!, 11
¡ni me lo nuembre, aparcero, No jué solo en ese lao:
qu’estoy con ese entripao! dende tuitos los rincones
Pero si algo le ha pasao… las calles a borbotones
¡válgame l’ayuda’ el cielo!, parían descamisaos.
¡que va’temblar este suelo Se largaron al poblao
como hast’áura no ha temblao! como tigres en tropel
riclamando al Coronel
8 ¡al Coronel arrestao!
El Coronel arrestao…
¡si juera nada más qu’él!...
| 185

12 si no les hubieran tráido


Gramando en el empegrao su coronel libertao!
y en menos que canta un gayo
llegaron a Plaza’e Mayo 16
sudando y descamisaos. Cuantito se hubo asomao
¡Yo estuve entre ellos mezclao! al balcón, ¡Virgen María!,
¡Yo los vide en la retina ¡viera visto de alegría
rejusilar la consina la forma en que’imos llorao!
de morir, si era llegao! ¡Era él!, ¡el esperao!
¡En cuerpo y alma era él!
13 ¡Era nuestro Coronel!,
¡Yo los vide! Allí plantaos ¡el criollo profetizao!
con humildá y con fiereza
¡no vide nunca grandeza 17
que se hubiera comparao! ¡Era mi pueblo salvao
¡El pueblo!, ¡el pueblo!, ¡apretao!... y mi tierra redimida!,
¡solamente pudo ir él ¡mesmo que una vieja herida
en busca de un Coronel que hubiera cicatrizao!
vencido y encarcelao!.. ¡Era el pueblo reencontrao
con su destino y su gloria
14 en esta sencilla historia
¡Solo el pueblo!, ¡sin pecaos del Coronel arrestao!
de soberbia y de traiciones!,
¡solamente corazones
humildes, descamisaos!
¡Solo él, que tuito lo ha dao!
¡Solo él, pudo haber salido
a buscar, agradecido,
su Coronel arrestao!

15
Allí estuvieron clavados
masticando la impaciencia
y esigiendo la presencia
del Coronel a su lao.
¡Y allí se hubieran quedao,
y uno a uno hubieran cáido,
186 |

Eva Perón38
Luis Estrella

Vengan musas en mi ayuda


en este grave momento,
en que va mi copla al viento
y la garganta se añuda;
disípenme cualquier duda
que turbe mi pensamiento,
y aclaren este momento
pues voy a andar por la huella
para cantar a una estrella
que brilla en el firmamento.

Vaya mi canción al viento


transportada en su fragancia,
con su finura y prestancia,
con su diademado acento,
para que al fin mi tormento
halle el regazo sentido
y al encontrar el bien mío
por quien pulso el diapasón,
le perfume su emoción
y embellezca sus oídos.

Tierna madre de los niños,


cenicienta de ilusiones,
murmullo de las pasiones
que se truecan en cariños;
ante tu imagen me ciño Tú solo hiciste el milagro
para que tierna me acojas, de crear caritas sonrientes,
porque eres como una rosa a pesar de las sufrientes
que en la tarde del estío, amarguras de otrora.
perfuma por mar y río Tú le brindaste, señora,
todo lugar donde posa. el campeonato infantil,

38. En Mundo Peronista, nro. 54, 15 de noviembre de 1953, p. 17.


| 187

una ciudad tan gentil,


juguetes a manos llenas,
realidades por docenas
y alegrías por doquier.

Por ti la patria es más bella,


los sueños son realidades,
no existen calamidades
y brilla feliz la estrella;
todo el amor que hoy destella
por esa infancia feliz
es obra de tu cariz
de hada buena y milagrosa,
con tu tersura de rosa
y tu imagen tan feliz.

Y es por eso que hoy yo quiero


pulsar la viola en tu honor,
con las notas del amor
y las cuerdas de tu cielo; Sección “Al compás
y ante la faz de este velo, de la vigüela”39
y el son de mi diapasón,
vaya fuerte mi canción Me imagino que escuchaste40
hacia la cumbre y el pozo lo que te dijo Perón.
para gritar victorioso: “Que es güeno dar ocasión
¡Dios te salve, EVA PERÓN! al campo que te criaste
por la ciudad, que no baste
pa conquistar el futuro,
sino trabajando duro
y prendido a la mancera
pa llenar la sementera
de lindo fruto maduro”.

39. Sección humorística que apareció de forma interrumpida en Mundo Peronista


con ilustraciones a cargo de Fícaro, quien probablemente fuera también el autor de
los versos.
40. En nro. 44, 15 de junio de 1953, p. 48.
188 |

Si cosechás de endeveras ***


y aumentás la producción,
te agradezca la nación, Se dice q’en la otra banda42
los de adentro y los de afuera, se ha complicao el transporte
que no es cuestión que anduvieras y a naides dan pasaporte
de cuello duro paseando, ni por un queso… de Holanda.
y al mismo tiempo olvidando Siguro se le desbanda
que la fuerza se produce la población si le dan
cuando el amor la conduce: piedra libre a donde van,
ciudad y campo luchando. que palpitando el asunto,
no dejan dirse ni a un punto
*** para esta tierra de pan.

¡Cruz Diablo! ¡Qué profecía!,41 La cosa es clara, aparcero,


que asigún charló la gente, q’en la Patria de Perón
p’al 23 del corriente cualquiera tiene ocasión
el mundo se acabaría, de levantarse pueblero
y la contra, de alegría, con su rancho contra el pampero
gritaba con emoción: mientras Perón los asista
“al cabo la solución con su ley Justicialista,
nos llegó sin que pensemos, que es la ley mejor del mundo
que aunque tuitos terminemos, por el sentido profundo
¡también termina Perón! de su credo peronista.

Se olvidaron, ¡Dios me asista!, ***


que la pirámide, viejo,
está en Egipto, canejo, ¿Que ha llegao la primavera?43
y Naguib es peronista. ¡Pa los otro ai de llegar!
Parece que pasó lista Que en mi tierra, sin cesar,
de lo que estaba pasando nos dura la vida entera;
y haciendo uso de su mando y no la tendrá cualquiera
dijo con juicio projundo; ni se forjen la ilusión.
¡pa qué va a acabar el mundo ¡Es necesario un Perón
si Perón lo está arreglando! flor de vida y de otimismo,

41. En nro. 49, 1° de septiembre de 1953, p. 48.


42. En nro. 50, 15 de septiembre de 1953, p. 48.
43. En nro. 51, 1° de octubre de 1953, p. 47.
| 189

que impulsa con heroísmo y a su fe justicialista


de la patria el corazón! lo premiaron a la vista
con nuestro agradecimiento
Y pa todos lo que están, mientras volaba en el viento
escuchenmé este consejo: ¡la bandera peronista!
la vida se ha hecho ¡canejo!
pa vivirla, pero en paz. ***
Y en esta tierra feraz
primavera está presente 2 de noviembre45
con la figura vidente
y la fuerza de Perón, ¡Güen día le han elegido
¡el más florido varón pa festejar el cumpleaños!
de esta patria independiente! A esta “troupe” que ya hace años
que de la Patria se ha ido
*** y aunque ellos estén perdidos
sin embargo, y esto es cierto,
17 de octubre44 aquí no se dan por muertos
mientras se oigan resoyar
¡Qué fiesta fenomenal! ¡que es de crioyo enderezar
¡Hubiera visto, aparcero, a los que “facen” entuertos!
cómo estaba el pueblo entero
vitoriando al General! ***
Y fue la alegría tal,
que al corazón alboroza, Hemos llegao al final46
que el mismo cuñao Somoza del reñido campeonato
no pudo con su emoción… con glorias risas y llantos
y se abrazó con Perón repartidos por igual…
en esa tarde gloriosa. solo le resultó fatal
en este duro entrevero
Y a los gritos de la gente, a un “grupito”, “asigún veo”.
de canciones y de vivas, Le han aplicao el raje
las gurisas sensitivas con ese gol “Averaje”
lagrimaron de repente por no dominar el “cuero”
cuando a nuestro presidente

44. En nro. 53, 1° de noviembre de 1953, p. 53.


45. En nro. 54, 15 de noviembre de 1953, p. 49.
46. En nro. 55, 1° de diciembre de 1953, p. 49.
190 |

Deben aprender la lección ***


de memoria, si es posible,
para que nadie los silbe Permítame que le cuente48
en nuestra querida Nación. lo qu’e visto, General;
Tomen de ejemplo a Perón en mi pueblo el carnaval
que “despeja” sin temores y asigún lo vio la gente,
como hacen los campeones a un disfrazao prepotente
sin demostrar otro empeño con galera y con bastón
que el de sentirse los dueños hacéndose el compadrón
de sagradas tradiciones. y golpiando fuerte el piso,
con un cartel y un aviso
*** “Soy la contra de Perón”.

A prepararse, señores;47 Que a poco de averiguar


ya comienza la riunión risultó ser candidato
y es güeno en esta ocasión pa la “Vice” el tal ritrato
sentirse de los mejores, que le acabo de explicar.
que estamos en los albores Y ansina que empezó a hablar,
de la carrera, en la cual tan grande risa nos dio,
corra y pueda como tal qu’el jurado se obligó
asigún le dé el resuello, a darle el premio y responsos,
aunque es seguro el degüello por ser el disfraz más sonso
tendrá la “contra” al final. que en este mundo se vió.
Que al pueblo salió a peliar
en un vichoco mancao, ***
la “contra” pa’l otro lao
con pretensión de ganar… ¡No se lo dije, cuñao!49
¡La risa que nos va a dar ¡Si es cosa ‘e morirse ‘e risa!
carrera tan despareja! No ha quedao ni una gurisa
Van a correr… ¡la coneja!, que no lo hubiese votao.
¡que al mismo don Juan Perón Y el gauchaje apasionao,
se le dé vuelta el mentón con peronista emoción,
riyéndose hasta la oreja! volvió a ganar la elección
obedeciendo al mensaje…

47. En nro. 60, 1° de marzo de 1954, p. 49.


48. En nro. 61, 15 de marzo de 1954, p. 49.
49. En nro. 65, 15 de mayo de 1954, p. 49.
| 191

¡flor de criollo el paisanaje ¡Si nadie le ha dicho nada!,


que tanto quiere a Perón! ¿a qué sacar tanto pecho?

Pero entre tanta alegría Mas, lo que quiere Perón


no pudo faltar, traidora, es claro como agua clara.
la mano perturbadora Cada cual cuide su cara
que ha enlutao la luz del día. y su propia obligación.
Mano alevosa a porfía Y no hacerse el remolón
de una contra delincuente y que le apreta el zapato…
que mata rabiosa y miente. ¡Pa trabajar, hace rato
¡Malhaya no haberlo visto! que se ha dao la voz señuela:
Porque le juro, ¡Por Cristo! cada uno con su parcela
que no aguanto por… valiente! sin buscar tres pies al gato!...

Y perdonen la expresión ***


que pa decir lo que siento
me está sobrando el aliento Siempre ha sido el rumorear51
y el filo de mi facón. costumbre de gente baja;
Que si ansí, contra Perón porque el hombre que trabaja
juegan con taba carguera no tiene tiempo pa andar
tendré que salir ajuera, charlando sin calcular,
ya que me sobran razones, que resulta peligroso
a cortarles los garrones andar haciéndose el oso,
sin estudear la manera. bailando al son que le tocan,
y ansí muchos se equivocan
*** como sapo de otro pozo…

Por fin, se ha encontrao el hilo…50 Y si alguno no lo entiende


¡Qué modo de lagrimear! y a la lengua le da gusto,
Tuito se vuelve llorar que lo castiguen es justo
con lágrima’e cocodrilo. si al bien común se lo ofiende.
Y ahura cualquier tirifilo La chispa más chica enciende
se hace dolido y maltrecho, y provoca la explosión,
y habla no sé, de “un derecho si por charlar un chambón
de enseñar a la mozada”… mete la lengua y la pata,

50. En nro. 83, 1° de abril de 1955, p. 50.


51. En nro. 89, 1° de julio de 1955, p. 44.
192 |

¡y aquí amigazo se trata


de ayudar a la Nación!

Regolver el avispero
y alborotar a la gente
nunca ha sido lo prudente
y es maña de ventajero…
Ansina yo considero
apelando a la razón,
que en esta y otra ocasión
hay que seguir la ordenanza
que con serena esperanza
nos indica JUAN PERÓN. Vea Sargento52
Claudio Martínez Payva

No me ande con prieguntas ni


[chicanas
yo voy a reclararle de corrido
de qué modo pasó lo sucedido:
al fin y al cabo, me saqué las ganas.

Yo soy de los Lucero, de Algarrobo,


un campito que agata nos dejaron
los gobiernos de ayer, de fraude y robo,
que por gracia de Dios, se terminaron.

Tengo mujer y sáis criaturas y ando


más alegre que flor de enredadera,
porque esa lonja e tierra, trabajando,
hoy da lo que no dio la Estancia entera.

De contento y confiao, ensillo el pingo,


y brilloso de gusto y platería,
caigo a la sobresiesta del domingo
a nuestra diversión: la pulpería.

52. En Cantos de la fe triunfante, Buenos Aires, Biblioteca Nueva, 1954, pp. 33-34.
| 193

Tomo una copa y entre pucho y prosa que corría, de miedo, entre la gente
le paramos rodeos a la vida anque tuvieran que tragar saliva.
y le sacamos punta a cada cosa:
una costumbre vieja y divertida. Lo tenía marcao pa el primer día
qu’estando hablando yo, se
Semos tuitos amigos, o vecinos [entrometiera;
de añares, compañeros, una promesa zonza que me hacía,
que hemos tranquiao tropiando, pero confieso, ansiando que
[los caminos [ocurriera.
bajo soles fríos y aguaceros.
¡Y me agarró con un porrón a
Gente sufrida, que aura, se divierte, [mano…!
comparando un pasao tan pesaroso Mire si no son trampas de Mandinga…
con estas horas de la güena suerte Conversaba asombrao con un paisano
que nada falta pa vivir dichoso. que anda como embrujao por
[una gringa.
Risulta que hace un tiempo y no
[sé cómo “Son cosas d’este páis de muertos
apareció un zafao empedernido [de hambre”
de lengua suelta y medio hinchao dijo, y voltió el sombrero y el
[de lomo [rebenque…
p’hacernos ver qu’estaba prevenido. Y ahí lo dejé, colgao, en el alambre,
que sirve en el boliche de palenque.
Veneno puro el forastero: a veces
se metía a estropiar conversaciones
sin rispertar edá ni condiciones
no conociéndonos ni por los pieses.

No había forma de hablar sin


[qu’el terciara:
un máistro de arriador y de cartilla;
ande quiera encajaba la cuchara
regolviendo a su antojo la tortilla.

Pa él lo injusto era justo, y el


[presente
una mentira del mandón de arriba
194 |

Así no más, de montao53 me las cedió con recibo


Claudio Martínez Payva cuasi como regaladas.

Con pena, te vengo’hablar, No pagué ni la mitá


más juerte que la otra vez, y ya me dio por cumplido:
porque m’hijo, y’hace un mes, si otro igual se ha conocido
que no vás a trabajar. baje un santo y lo dirá.

Cuando te alzaste de casa En verdá, ni prieguntó


tu mamá quedó llorando si estabas pior o mejor
y yo en silencio, cismando; y eso mesmo jué un dolor
diba a pasar, lo que pasa. que hasta el güeso me dentró.

Ayer vide a tu patrón, El menos juicioso piensa


hombre güeno, si los hay, que si de intento lo hacía,
que en más de un caso, caray, es porque el hombre sentía
te sacó de un apurón. vergüenza de mi vergüenza.

Ni oligarco ni usurero Te juro que si averigua


luce en vejez y en riqueza por tu vida y por tu estao,
porque en chacarero empieza yo le hubiera contestao
y termina en chacarero. francamente y a la antigua.

No vino a enterarse de ojo “M’hijo, señor, está sano:


de si es cierta tu dolencia puede no más despacharlo,
pasó en surky en cuincidencia que aquí estamos pa probarlo
que yo andaba en el rastrojo. yo, la madre y el hermano”.

Hablamos del máiz, del trigo Sos de aquellos que relaja


me ofreció enfardar el pasto con injundios de haragán
corriendo él con tuito el gasto la protección que hoy le dan
pues bien sabés qu’es mi amigo. al paisano que trabaja.

Las diez hetáreas cuadradas Nunca más justa una ley


en que con tu madre vivo ni en más justa circunstancia:

53. Ibídem, pp. 41-44.


| 195

¡si lo sabrá el pión de estancia tu fama, en las pulperías,


que jué tratao a lo guey! le cargo en mi cuenta yo.

Pero vos has confundido Me estás deshonrando el nombre


vagancia, con protección, y como d’eso se trata,
chicaneos, con razón, he dejao de ser tu tata:
pillería, con despido. vengo a enfrentarte como hombre.

Nu jué pa eso que se hiciera Aura, yo, t’echo del pago,


la ley que el trabajo ampara al menos que arrepentido
ni tiene sangre en la cara cambiés el paso torcido
quien la embrolla a tu manera. y dejés de ser un vago.

Manqueras o sacaduras Cincuenta años de honradez


por este mal o este daño no es un honor alcanzao
los doce meses del año pa que dengún enviciao
se te van en composturas. como vos, lo pisotiés.

Cuando no es fiebre es la tos Sin rispeto ni concencia


el óido, el pecho, la vista: tomaste mi apelativo
ni caballo de prebista pa utilizarlo de estribo
tiene más mañas que vos. en cualisquiera indecencia.

En tanto, la ley ubliga Te lo niego: ya no es tuyo:


al que mal pensó, al empliarte, no ha sido pa dispreciarlo
a callarse y a pagarte tirarlo al barro y mancharlo
porque si nó, lo castiga. que lo hice mi único orgullo.

Los patrones que te echaron ...............


jué pa llorarlo cien veces:
amenazaos por los jueces Me voy, sangrando, y te dejo:
qué diban’hacer, pagaron. si no cambiás, Dios risuelva,
que no te halle cuando güelva:
Esa plata te sirvió no es amenaza, es consejo.
pa siete mil herejías:
196 |

De mano propia54 en lucirme ante la gente


Claudio Martínez Payva con lo mío, porque es tuyo.

Me enteré por Rosa Ayala Sáis años cumple pa enero,


de tu ofensiva priegunta: será, su tata en retrato,
“que si he güelto a formar yunta no de alma, porque lo mato;
o si alguien me arrastra el ala”. brilla en mí, como un lucero.

El chisme llegó volando Comenzó a dir a la escuela


y esto me obliga a escrebirte y firma, aunque muy torcido
yo mesma quiero decirte su nombre, con tu apellido:
lo que andás averiguando. Nazario Agustín Ramela.

Estoy… igual qu’ese día No es legal… pero al tenerlo


que ensillaste a media siesta cuando a mi lao se haga un hombre
pa dir, dijiste, a una fiesta ha de limpiar el mal nombre
que ha de durar todavía… de un padre indino de serlo.

¡Hace tanto! Si no falla Natural que pa salir


el palo de la tranquera del atraso en que nos vimos
áhi está la cuenta entera; Dios sabe lo que sufrimos:
cada mes le hago una raya. jué a veces pior que morir.

No he mudao, más que de pelo… Sin pan, trabajo, ni techo


Me asusto ciertas mañanas a ucasiones la criatura
al ver que me lleno e canas mamó leche de amargura:
pero al rato me consuelo. se me había secao el pecho.

Son cosas del mundo, pienso; De allí, sacó una patrona


quise, soné, me engañó… que si el gurí me estorbaba
Jué un dolor que ya pasó por qué no lo regalaba
ni sufro ni me avergüenzo. pa conchabarme de piona.

Por el contrario, mi orgullo ¡Que el Malo la tenga a estaca


está en eso, justamente, ande el pasto no le sobre!

54. Ibídem, pp. 52-57.


| 197

Pa que sepa que una pobre No me aflijo más, ni lloro,


es algo más que una vaca. tengo salú y alegría
ropas, muebles, cuenta al día
No faltó el soltero o viudo y alguna alhajita de oro.
que con cimbra a todo lazo
trató de cortarme el paso, Un aire de paz respiro
pero m’hijo jué mi escudo. y ansí qu’el disierto juera
se me hace una primavera
¡Lo que cuesta ser honrada! ande me halle y lo que miro.
La mujer que ansí se estima
ha de mirar siempre encima “¡Justicia Humana!”… Esa causa
rondando la caranchada. puso fin a mis quebrantos,
obra santa de unos santos
Tuito el mundo l’abandona que han decretao esta pausa.
pero si cái, de abatida,
se habrá condenao por vida: No solo a mí me han salvao
ni el más justo la perdona. de miserias; pa lograrlo
no es preciso mendigarlo:
Pa el hombre, en cambio, es halago; basta con ser desdichao.
áhi va la zonza y su cría
como la Virgen María Pa mí jueron… noche güena
rodando de pago en pago. de una noche cualisquiera,
la más oscura, porqu’era
Hecha un diluvio los ojos llanto y sombra nuestra cena.
se verá la disgraciada
cuando es fiera, de agregada ¿Quiénes son? Vos lo sabés:
si es linda… saltando abrojos. cubren la tierra argentina
él es puro, ella, divina,
D’esa hazaña has de alabarte al cielo se irán dispués.
pues tal que la Virgen tuve
que padecer lo que anduve Ellos han hecho otra vida,
sin deshonrarme ni odiarte. dan amor y curan penas:
con sus manos de azucenas
Lo cierto es que ni crerás cicatrizaron mi herida.
que hoy, tal vez por tu abandono,
soy una raina en su trono, Ya no hay madre abandonada
ni espero ni pido más. ni criaturas muertas de hambre
198 |

ni remiendos con alambre Y haceme el favor, no andés


ni humilde gente esplotada. chismiando sobre lo que hago
con la Ayala o el rezago
Se acabó el patrón hereje de chinas que no conocés.
nadie es más por ser más rico
la ley, del mayor al chico, Si nuestra vida te inquieta
los iguala y los proteje. vení vos… sin compromiso:
ansí en estos casos lo hizo
Como vivís emperrao el hombre que rispeta.
en vicios de tu partido
siguro no has alvertido Sean los ángeles jueces
que nuestro pueblo ha cambiao. y mi corazón testigo
de que lo último, lo digo
Sacá un poco las narices pa que lo rumiés cien veces.
del comité y el estaño
y has de sentirte un estraño: Soy tu mujer ante Dios
no hay más que caras felices. y en lo que antes jué mi cueva
me han hecho una casa nueva:
Nada nadie necesita es moy grandota pa dos.
tuito el páis ha florecido
como un campo humedecido Mendoza - Octubre 1951.
con baldes de agua bendita.

Es tanto lo que una cobra


ahura, cosiendo o lavando,
que hasta voy de cuando en cuando
al Banco, con lo que sobra.

Dejá el trago y la pendencia


da más fama que un barbijo
la gloria de criar un hijo
sano de cuerpo y de conciencia.

Mirate de arrib’abajo
poné de una vez cabeza,
la política es pobreza,
riqueza y dicha el trabajo.
| 199

Tienda y pulpería55 las mangas a medio brazo


Claudio Martínez Payva y de largo, puel umbligo.

Pión que llega a un mostrador Son lo que no hay, de ladrones,


lo limpian como Dios manda, el máiz pa la mazamorra
este lo pasa a zaranda da tanto en gorgojo y borra
y el otro con cernidor. como en bosta de ratones.

Es un puro asarlo en frío Y ¡pobre! del disgraciao


en vicios, ropas o botas, que se le muere un pariente
porque están como gaviotas y pa que no hable la gente
cuando echan basura al río. le hace honores al finao.

Hay que verlos recargar, Dentra… temblando a la tienda


impuesto, preduto, flete… mas, allí, ¡se han güelto hermanos!
Tienen el negocio al cuete “Lleve, que semos cristianos.
por gusto de trabajar… Dispués paga, y no me ofienda”.

Venden yerba puro palo Merinos… ¡lo que precisa!


y cuando es vinagre el vino Velas, ¿bebida?, en surtido,
es el pueblo mendocino cajón, entierro ¡y cumplido!
quien lo manda caro y malo. de luto ¡pero en camisa!

Pa encandilar la persona Cuasi siempre el Comisario


ponen ojos de lechuza: es quien impone la cuenta
por casimir va la blusa que el bolichero presenta:
pero al lavarla… es cambrona. ¡mide un metro aquel rosario!

El domador Juan Ardaz Pasan años y entuavía


compró un lindo saco el jueve debe un pico de ese: “Tome,
ande va qu’el vierne llueve entre vecinos… no embrome…
y no pudo usarlo más. ya ha de cumplir otro día…”.

Le quedó ese saco amigo El caso se hace tan serio


que ni chaleco e payaso, que al fin saber se precura

55. Ibídem, pp. 59-62.


200 |

si en vez de una sepoltura Pa qué estatutios rurales


le han cobrao un cimenterio. priaviso y otras mejoras
¡fiesta pa loros y loras
Lo mesmo si alquiere apero; si están granaos los maizales!
anque llore la rebaja
a medida que lo alhaja Cuanti más se paga al pión
se va uno quedando en cuero. más embucha el bolichero,
la plata de Enero a Enero
Por eso es que dijo Agrelo cái mansita en su cajón.
que jué a comprarlo y no pudo:
“Antes de vivir desnudo ¿Y la ley? ¿Qué ley? ¡La suya!
prefiero montar en pelo”. Sabe que alguno se afana
en que haiga Justicia Humana,
Y cuando es cliente, ¿qué tal? que haiga… siempre qu’él enguya.
Los infelices presumen
que justo, lo que consumen Se rái de los ispetores
irá en la lista mensual. del agio y demás verduras:
p’aclarar cosas escuras
Regüelto a lo nido e gatos nunca faltan limpiadores.
es su apunte en las libretas:
cuando las dan, van repletas Y si revienta el jusil
de rayas y garabatos. ¿qué hacen? Clausura ¡muy bien!
¡Tres días! Multao en cien
Es al ñudo que se peguen y siga el robo de a mil.
a estudiar lo que reciben;
nunca sabrán qué l’escriben
pero al punto, lo que deben.

Gritó un zonzo liendo “Adiós”


“¿¡Diez pesos la despedida!?”
y lo ahugaron en seguida:
“Áhi, su bruto, dice, arroz”.

Solo el total es clarito.


¡Flor de robo! y sin tutía,
y tan legal pa el que fía
que se lo da por escrito.
| 201

Fantasmas pueblerinos56 “y el imbécil exclama: ¡Estamos


Claudio Martínez Payva [llenos de oro!

Va todas las mañanas al café de la “Gobierno que construye es


[esquina [gobierno que roba,
con el diario en la mano y el “cuanto más constructiva es la
[gesto avinagrado: [acción del Estado
leyendo gesticula mientras toma “más grande y bochornoso resulta
[el cortado: [el negociado.
“¡Pobre Patria!” —murmura— “Felizmente, mi amigo, pronto
[“¡Mentiras! ¡Farsa! ¡Ruina!”. [vendrá la escoba.

“Mire usted, Sindicato” “¡El terrible escobazo de la causa


[—Sindicato es apodo [sagrada!
que le ha puesto al gallego que “¡A látigo y a fuego caerán los
[sirve a la clientela—. [mercaderes!”
El aludido observa: “Ya lo he El gallego, impasible, tragina en
[visto, otra Escuela”. [sus quehaceres,
“¡¿Escuelas?! ¡Otra coima, otro parece que le escucha, pero no
[sucio acomodo!”. [escucha nada.

“Estos con los recursos de la Total hace siete años que soporta
[antidemocracia. [esa gota
“Convenios, Obras Públicas, dele a veces, tiene ganas de estrellarle
[bombo y platillos [una taza
“para embaucar los tontos y mas, es viejo, paciente, y el mal
[enriquecer los pillos. [momento pasa:
“No lea nueva escuela, lea, nueva “¡Ya te traerán un día con la
[desgracia. [cabeza rota!”

“A pueblo sin conciencia gobierno Paga y parte a zancadas el austero


[sin decoro, [Isaías
“¡eso es lo que sucede! La opinión no va hacia su trabajo: “¡Que
[está muerta, [trabajen los brutos!”
“vivimos con el hambre delante es su expresión corriente, él
[de la puerta [cultiva otros frutos,

56. Ibídem, pp. 63-66.


202 |

el chisme, la calumnia, las En este vende drogas, tiene, casi


[sospechas sombrías. [un hermano
—y una caja de rentas— también,
Sus dineros provienen de este o [como de un pozo
[aquel amigo lo sacó en circunstancias de un
que apañó cuando él era [hecho tenebroso,
[personaje influyente: algo feo en que al hombre se le
“En horas de abundancia, de la [fuera la mano.
[gente decente,
“cuando sobraba todo, la carne, el Por fortuna mandaban personas
[vino, el trigo. [ilustradas
y el acusado no era un pobre
“¡Oh! tiempo, en que los criollos [analfabeto,
[se estaban en sus ranchos se escamotió el sumario, todo
“conformes con su suerte, sin [quedó en secreto,
[derechos ni leyes. salvo un pasquín obrero que dijo
“Con sueldos miserables vivían [unas pavadas.
[como reyes
“el maíz, a dos pesos, se tiraba a “¡Buenas! ¿Qué tal? ¿Ha visto?... Ya
[los chanchos. [tiene el Intendente
“otro camino en obra, para sus
“¡Aquello era la Patria, la vieja [protegidos,
[Patria criolla…! “nos va a llenar de vagos y asfalto
“Los gauchos se cuadraban [los ejidos
[llegando el Estanciero “cada día descubre dónde clavar el
“el peón era dichoso comiendo [diente”.
[un mal puchero
“para el gringo, bastaban un pan Estira el boticario su cara de
[y una cebolla”. [conejo:
“Trapicheos… negocios… en
Va conversando solo y pues nadie [cemento, y camiones
[replica “para los acarreos, tendrá sus
el monólogo crece en voces y [comisiones…
[ademanes: “Con repartir un poco de alpiste
“Demagogos, tiranos, fraguadores [en el Consejo…
[de planes…”
lo para una cortina de vidrio: “¡Natural! ¡Chusma dócil! Además,
[la Botica. [investigue
| 203

“y verá que es el dueño de algunos no es hora todavía para el


[de esos lotes [aperitivo
“que cruza el afirmado. No mas ¡qué le importa al mundo si
[bastarán azotes “ni cárce- [adelanta el almuerzo!
les, el día que el crimen se
[castigue”. En la Confitería, pide un
[Vermouth completo:
Remolinea un rato, después en vos como ve oficialistas declina sus
[muy baja: [prestancias,
“Disculpe compañero… me llega él es oveja o tigre, según las
[el agua al cuello [circunstancias,
“y hay que engrasar la máquina; le la educación le impone sus formas
[aseguro que aquello [de respeto.
“¡avanza!, cuando estalle, veremos
[quién lo ataja”. Jamás tales “gentuzas” dirán que es
[un grosero;
El droguista entre crédulo y un saluda, hasta se mezcla con esa
[tanto desconfiado [“chamuchina”.
urga el cajón: “¿Qué dicen los Su técnica aconseja captar a la
[demás elementos? [sordina
“Son tímidos, en plata, de palabra, lo que hablan, aunque tenga que
[opulentos… [hundirse en un chiquero.
“Así es mi amigo, esperan el guiso
[cocinado. Y anuda a su capricho noticias
[sobre trenzas,
“Pero no se arrepienta de este… disensiones vanales, fricciones
[desprendimiento, [simples, cosas
“cuando reconquistemos la que a través de su lengua de
[posición perdida [esencias ponzoñosas
“su actitud generosa será se trocaran en hechos de públicas
[reconocida: [vergüenzas.
“recobrará su planta al cuatro mil
[por ciento”. De injerto y mesa a mesa, destila
[su veneno:
Recibe los billetes con un heroico “¡¿El Presidente?! ¡Claro! ¡Un
[esfuerzo [genio! Honrado… puro,
y escapa. Va con paso de cazador “más ¿quiénes lo acompañan?...
[furtivo, [Da pena, le aseguro;
204 |

“rodeándose de malos se echa a Llama un coche, el taxista le


[perder el bueno. [fusila la cara:
“Gratis, y a hombros, te llevo, si
“Yo espero sin embargo [vas al Campo Santo!”.
[—al fin… soy argentino
“y solo me interesa que la Nación Un rencor de aguardiente le ciega
[se eleve— [el ojo airado:
“que de pronto el que puede “¡Ah, si fuera como antes…!”
[proceda como debe [y se va, cabizbajo,
“arrojando esas lacras al medio extranjero en su suelo, desertor
[del camino”. [del trabajo,
simbólico y absurdo residuo del
Ha bebido sus copas y siente en [pasado.
[bulla el casco,
perversamente amable se despide
[sonriente:
en la calle rehace su austero
[continente
mastica frases cortas de burla,
[envidia y asco.

Zambulle entre las ondas de la


[rubia mañana…
El “gin” y ese vinillo y el ají con
[salmuera
le aumentan desniveles y baches
[en la acera:
“¡Ni vereda te dejan mi calle
[ciudadana!”.

“Todo se roban, todo!”. Pasa un


[niño y su canto:
“Lóos muchachos…” le duele
[como si lo pinchara
| 205

Se vienen las votaciones57 4


Zoilo Laguna (Enrique Olmedo) Ansina ni el más chambón
tendrá derecho a quejarse
1 si áura güelve a equivocarse
Otra güelta en la Nación por no aprender la leción.
se vienen las votaciones Ya naide tiene perdón
pa’mujeres y varones si l’erra a la viscachera
sin ninguna distinción. por olvidar lo qu’esto era
Y es güeno en esta ocasión cuando no estaba Perón.
que piense el eletorao
las cosas que aquí han pasao 5
endenantes de Perón. Yo ricuerdo en la ocasión
lo qu’era encontrar trabajo,
2 juera mensual, a destajo
No es de güena educación o en cualquier condición.
dende chico m’enseñaron S’endurecía el talón
(¡y aquí también m’engañaron!...) de patiar, amigo, al ñudo
el hacer comparación. ¡Pucha qu’era peliagudo
No he sufrido yo al botón d’encontrar ocupación!
pa’no sacar conclusiones
y hacer las comparaciones 6
que aconseje la razón. No le daban ni razón,
y aunque lo vieran sufriendo
3 me lo sacaban carpiendo
Ta’bien la equivocación como si juera un ladrón.
si uno yerra en la primera, ¡Más de una ves de un portón
pero risulta sonsera o una tranquera cerrada
si ha errao en otra ocasión. me chumbaron la perrada
No tiene ansina perdón p’acabar con la cuestión!
el que no busca la enmienda
¡Pilcha que no se remienda
no sirve ni de ocasión!

57. Buenos Aires, 1954. Si bien en el folleto no figura la editorial, lo más factible es que se
trate de un material de la Subsecretaría de Informaciones de la Presidencia de la Nación.
206 |

7 De balde’s que la Nación


Esa era la situación. y el pueblo estén como estén
No me cuenten otra historia, ¡A ellos les jué siempre bien
que tengo güena memoria con la mala situación!...
y a más, no sufrí a botón.
Será inorante “el montón” 11
—asigún los “entendidos”…— ¡Pero que hable el qu’era pión!...
¡Pero los qu’hemos sufrido No ganaba, hablando en plata,
no olvidamos la lección! ni siquiera p’alpargatas
¡no digamos pa’ración!
8 Es claro qu’en proporción
Por demás, cada guión se ripartían las cargas…
que a uno le marea el pellejo ¡Pa’él siempre eran las amargas
no se borra ni de viejo y las dulces pa’el patrón!
ni a juerza’e conversación…
Ansina, pues, dejenlón 12
al que quiera discutir, Si era empleao, la situación
porque una cosa es morir era pior o parecida:
y otra hablar de dejunción… pasaba tuita la vida
de susto en priocupación.
9 En su desesperación
Algunos la perdición p’asegurarse el puchero
la buscan nomás de zonsos moría en los usureros
a esos récenle un risponso a escondidas del patrón.
y asiguren el cajón…
13
Otros por otra razón Porque a más, ricuerdelón,
quieren que güelva el pasao… de hambriar sin poder quejarse
y son los que han explotao l’era prohibido endeudarse
al pueblo sin compasión. bajo pena d’expulsión.
¡Si habremos pasao, crealón,
10 días y meses amargos
Con ellos no hay discusión cuerpiándole a los embargos
que se les pueda ganar; sin plata… y con discreción!
nacieron para explotar
y áura no hay explotación…
| 207

14 Pero en más de una ocasión


Cáido ya en la explotación si por él no hubiera sido
cinchaba tuitos los meses cuántos no habrían comido
pa’pagar los intereses, durante un mes ni a cañón…
sellao, multa y comisión.
¡Dispués ni el mesmo Sansón 18
Podría haber levantao Ansina eran la Nación
un pagaré tan pesao y el pueblo de rejundidos.
con simejante hinchazón!... ¡Quién va’echar en el olvido
que ansina la halló Perón!
15 Aparceros, pienselón
Si el Estao era el patrón con juicio esto que les digo,
¡pa’qué le voy a contar!... y habrán de llegar conmigo
amarrete pa’pagar a la mesma conclusión:
y p’atrasarse un campión.
Ha habido, amigo, ocasión 19
que los máistros no cobraron Quien a ese negro pasao
—aunque lo mesmo enseñaron— no quiera qu’el país rigrese
durante un año y fracción. es necesario que pese
su voto con gran cuidao;
16 que una vez que lo haiga echao
¡No le digo l’aflisión tuito termina ái nomás;
de comprarlo tuito al fiao!... no podrá volverse atrás
daba vergüenza un mandao ni anque se haiga equivocao.
siempre en esa condición.
(Le rindo como emoción 20
mi gratitú al bolichero Caiga’e… traste o de clavao
qu’esperaba hasta el primero la taba, sabe’l paisano
con… susto y resinación). qu’en cuantito abrió la mano
de golpe quedó jugao.
17 Dispués que l’á revoliao
Habrá habido algún ladrón ya es al ñudo el alboroto;
—naide lo puede negar— y ansina, amigo, es el voto
que se supo aprovechar no güelve una vez largao.
simejante situación.
208 |

21 ¡Es que no se han resinao


En esto ha diferenciao a qu’el pueblo los distinga
también Perón a esta tierra y sepa quién es mandinga
porque antes d’él ¡la gran perra! ni anque venga disfrazao!...
distinto era el estofao.
Uno l’echaba confiao 25
el voto a su candidato ¡Libertá!... ¡Si habrán hablao
¡Y no habiá pasao un rato d’ella en otras ocasiones
que se lo habían cambiao!... ganando las eleciones
a garrotazo pelao!...
22 Libertá de andar tirao,
En este juego endiablao sin techo, pan ni trabajo
de hacer fraude y volcar urnas ¡Esa era pa’los de abajo
los políticos se turnan la libertá del pasao!...
con el mesmo risultao;
algunas veces pa’un lao 26
y en otras veces pa’l otro… Libertá de andar alzao
¡Pero siempre’l mesmo potro —¡si a eso llaman delicia!...—
con diferente recao! juyéndole a la justicia
la de los ojos vendaos…
23 ¡Si pudiera haber bichao
¡La pucha si habrán ganao ella mesma en tiempos de antes
ansina las elecciones se la sacaba endenantes
estos mesmos señorones que se la hubieran sacao!
que hoy se hacen los olvidaos!...
Mucho tiempo no ha pasao 27
sin embargo d’esta historia. Que las cosas han cambiao
Qu’está fresca en la memoria con la Justicia’e Perón
de tuito el eletorao. —sin venda y con corazón—
lo sabe hasta el más negao.
24 Pero, paisanos… ¡cuidao!...
Andan a grito pelao —y yo sé que me comprienden—
por el campo y la ciudá las conquistas se difienden
riclamando libertá como un tesoro sagrao.
¿No se habrán equivocao?...
| 209

28 Juan Perón. En el
De más está haber penao aniversario de un día
si en el momento oportuno venturoso para la Patria:
no difiende cada uno el de su nacimiento
lo que penando ha alcanzao. (8/10/54)58
Aura el momento ha llegao, Zoilo Laguna (Enrique Olmedo)
pa’mujeres y varones,
a ráiz de las eleciones 1
a que nos han convocao. Yo alzo mi canto inspirao
pa’cantarle a mi Nacion
29 las glorias de Juan Perón
En ellas aquel pasao el crioyo predestinao
güelve de nuevo a cinchar, el que jué profetizao
anque nos quiera engañar en las estrofas de Hernández
viniéndose disfrazao… varón grande entre los grandes
¡Sin asco a darle cruzao a San Martín comparao.
qu’en esta tierra el destino
tiene ya un nombre argentino: 2
¡¡Perón!!... ¡y asunto arreglao! En su homenaje he templao
esta guitarra nacida
pa’dar por Perón la vida
cantando o en cualquier lao
porque su gaucho encordao
por él —si se priesentara—
sería chuza, tacuara,
facón, rebenque trenzao.

3
Rejucilo entrerao
en cualesquier entrevero
pa’dar por él hasta el cuero
con orgullo de soldao
porque ansina mesturao
nació su cordaje libre
mezcla’e torcaza y de tigre,
de tala y ombú cruzao.

58. Buenos Aires, 1954.


210 |

4 mesmo que juera un lucero


¡Perón! el gaucho esperao sobre su cielo colgao.
por los gauchos de mi tierra,
los de la pampa y la sierra, 8
los del monte y el poblao. Mangrullo en la pampa alzao
¡Perón! El crioyo soñao como punta de esperanza
—como sueñan los varones— por donde mi pueblo avanza
por tantas generaciones de nuevo juerte y confiao;
de crioyos esperanzaos. palenque ande han cabrestiao
—por lajuerza o la razón—
5 Los que usaban mi nación
Gaucho que nació marcao pa’sus estintos malvaos.
por Dios en su sabia yerra
con el signo de la tierra 9
pa’qu’e estaba destinao. Campanario alborotao
Jugo del suelo sagrao que hacen ya tres mil mañanas
que su alma patriota enllena echa a güelo las campanas
porque corre por sus venas mucho antes que haiga aclarao
el mensaje del pasao. y en coraje renovao
se da entero cada día
6 pa’bien de la Patria mía
Gaucho en quien se han encarnao qu’en él el rumbo ha encontrao.
en una estampa machaza
las virtudes de mi raza y de mi sue- 10
lo el legao. Máistro que nos ha enseñao
Centauro que ha galopiao con su ejemplo y su humildá
por las güeyas de la historia lo qu’en ningún libro está
pa’darle a mi Patria gloria ni el más léido habrá encontrao
como nadie se la ha dao. y el saber nos ha inculcao
d’esa cencia que la vida
7 vá dejando en cada herida
Montonero siempre alzao como el surco de un arao.
en contra de la injusticia
por su coraje y pericia 11
como ninguno mentao. La cencia que Dios le ha dao
Candil gaucho que ha alumbrao al hombre menos enstruído
de mi pueblo el derrotero la cencia del que ha vivido
| 211

con la vida entreverao; 15


cencia que naide ha estudiao Es el horcón bien plantao
y en la que no hay más dotores en quél rancho descansa
que aquellos qu’en los dolores es el centro’e la balanza
y en el sufrir se han graduao. que difiende lo ganao;
es el arriador trenzao
12 que apura la marcha lenta
¡Juan Perón! Gaucho templao pa’que al llegar la tormenta
en la fragua d’esa cencia no lo agarre el descampao.
¡Juan Perón! alma y esencia
de mi pueblo liberao 16
rocío desparramado Es el tirador plateao
sobre el dolor de mi tierra de los lujos domingueros
bandera gaucha en la guerra el cimarrón mañanero
que a su sombra hemos librao. calientito y bien cebao;
es pa’l crioyo liberao
13 el grito’e la independencia
Conductor y abanderao es la voz de la querencia
siempre en la güeya el primero la Patria en él se ha encarnao.
centinela como el tero
que pone en guardia al poblao; 17
aparcero acollarao Jagüel en el que ha abrevao
a cualquier penar ajeno mi pueblo manso y sufrido
padre güeno entre los güenos la sé que lo ha consumido
corazón sin alambraos. d’injusticia en el pasao;
ansina en la gloria ha entrao
14 cuesta arriba a lo varón
Poncho pampa bien trabao la estampa de Juan Perón
p’atajar el aguacero el crioyo profetizao.
en la escuridá yesquero
y en el arreo recao; 18
es el facón preparao Nuembro su nombre sagrado
pa’defender la razón qu’es grito y es oración
en el bracero tizón que sale del corazón
y espuela pa’l apurao. de un gaucho humilde y honrao
y por haberlo invocao
sin tener merecimiento
212 |

le pido mi atravimiento Romance de Perón el


sea por él disimulao. Conductor59
L. A. G. H.
19
Pero sepa que inspirao I
en el ricuerdo d’Evita Toda la voz en el grito.
si mi vida necesita Mi sangre en mi devoción,
disponga d’ella confiao porque no tiene medida
porque solo un renegao la grandeza de Perón.
—y el crioyo nunca jué d’esos— Nos llegó de lo más hondo
no daría hasta los güesos de la RAZA y su secreto,
por aquel que lo ha salvao. donde la enjundia española
de flor se hace pensamiento.
20 Venía tan bien armado
Sea bendito y ensalzao como el mejor caballero
su nombre gaucho en mi tierra; de la Mancha; era un Quijote
sea siempre el grito ‘e guerra de corazón y cerebro.
cuando el peligro ha llegao No reparó en los vestigios
y mañana arrodillaos ni en sus torres de dinero
en su estatua nuestros nietos y cuando oyó la señal
vean en él con rispeto del alba en el viento nuevo,
la Patria que hemos soñao. fue al asalto del castillo
donde gemía entre hierros
la justicia, una princesa
que los tiranos prendieron.
Ahora la santa justicia
ha llegado a nuestro pueblo
y este Quijote la escolta
con su lanza de respeto.
Muchos le tienen cariño,
algunos le tienen miedo,
pero él en sí mismo encuentra
razón, entusiasmo y premio.
Yo pertenezco a su orden,
vivo por él combatiendo,
por la antigua edad de oro

59. En Mundo Peronista, nro. 89, 1° de julio de 1955, pp. 8-9.


| 213

que al mundo con él ha vuelto. para cien años lo menos!


En la estrechez del romance Él es mi padre y mi madre
no cabe su dimensión, con demasiada razón.
pero yo grito lo mismo: Mi sangre para la Patria,
que viva don Juan Perón. mi vida para Perón.

II III
Nos llegó de lo más hondo Nos llegó de lo más hondo
de la SANGRE y su secreto, de la HISTORIA y su secreto.
donde la tierra argentina Si la Justicia era un mito,
tiene amor y olor de pueblo. la libertad era un sueño.
Era un hombre como hay pocos, San Martín se estremecía
así, de capaz y entero. en su sepulcro de hierro,
Para el himno, Santos Vega, inútil para el combate
para el lazo, Martín Fierro. si necesario al recuerdo.
Si bailaban sus espuelas ¡Otra vez cruzar montañas
se oían los guitarreos de sangre y de menosprecio
y era el criollo que esperaban para tronchar los cien brazos
los criollos en el gobierno. del oligarca despierto!
Cuando él lo quiso, los pobres Ya un segundo general
formaron tras él ejércitos. viene a mandar a su pueblo,
El campo los germinaba a conducirlo al combate
y los vomitaba el puerto y a liberarlo del miedo.
¡Qué montoneras de gauchos La espada de Juan Perón
esos millones de obreros! que no es ni manco ni ciego
¡Qué pequeña la antipatria para batallas de industrias
frente a la masa del pueblo! que nos ganen valimiento.
¡El pueblo tenía culpas Ya lo han visto en lo más alto
y no tenía derechos! de los Andes, cóndor nuevo
Sus osamentas cansadas de azules soberanías
llenaron los cementerios… y seculares derechos.
Pero ya hay pan, ya florecen Ya su voz escucha el mundo,
casitas en el desierto. su voz que es programa férvido
Ya cantan madres y niños de amos y paz a los hombres,
al son de los buenos sueldos. sin fronteras, como el cielo.
¡Ay tiempos ya mejorados Banderas justicialistas
por obra de un hombre bueno cubren las alas del viento,
a quien Dios guarde la vida como clarines de América
214 |

despertadores del pueblo. ¡Apretate el cinturón!60


Trabajo y paz, han clamado Trigemino
de Cuba a Tierra del Fuego
y San Martín y Bolívar Cambian los tiempos pal pobre
sonríen al mismo tiempo. con esta nueva junción.
Libertador de Naciones, Ára qie aura no le sobre
luminoso conductor, ni siquiera un triste cobre
orgullo de Buenos Aires, vino la Regolución.
viva por siempre Perón. Contra la gente de “abajo”
Prebisch, el “mago” entregón,
maneja “con gran trabajo”
cantidades a destajo
¡apretate el cinturón!
¡Otros los tiempos pasados
con un criollo en el timón!
Aura nos han “avanzado”
los que están subvecionados
por Chicago y Albión.

60. En Lucha Obrera, 15 de diciembre de 1955. Según Julio Melón Pirro y Darío Pul-
fer, Trigemino podría tratarse de un seudónimo de Elías Castelnuovo (“Poesía, prensa
y política en la primera Resistencia peronista”, en revista Movimiento, nro. 23, julio
de 2020, p. 206).
| 215

Volvieron los caranchos61 la voz de la conciencia, menos al


Nicanor García Rodríguez [soberano;
objetivos mundanos no
Salieron los caranchos de su vieja [cristalizarán.
[guarida
con la garra extendida sobre el Son aves de rapiña de constante
[patrio solar, [acechanza,
exóticos vestigios de cruel en pos de la revancha supieron
[apatricida [esperar
que en vuelo tenebroso los vemos que el cóndor de los Andes,
[retornar… [indómita esperanza,
Agüaitan ya la presa que devoran trepara hacia la cumbre en un
[sus ojos, [gesto sin par
meditan tendenciosos dispuestos desistiendo a la lucha sangrienta
[a saciar [y fratricida,
el hambre de sus vicios a costas sacrificando vidas no quiso ser
[del despojo [titán,
que al noble soberano sin duda prefirió el sacrificio a gloria sin
[han de cobrar… [altura;
los caranchos al cóndor jamás
Marcaron ya el retorno con su [alcanzarán.
[vulgar graznido
disonante y temido agorero La vuelta del General
[del mal,
tan ruin como bastardo será su Lucha el noble soberano
[cometido en ardua y fiera jornada
exento del más mínimo sentido reeditando la patriada
[fraternal… del Cóndor Americano.
Rastrean con las uñas buscando Lucha inerme desde el llano
[el privilegio, contra el extraño rival
son hijos del desprecio por eso con la fe de su ideal
[nunca oirán que no muere ni es vencido,

61. 1955. Extraído de “Poesía, prensa y política en la primera Resistencia peronista”,


óp. cit., pp. 210-212. La parte titulada “La vuelta del General” aparece seguida al
poema en el manuscrito original (conversación telefónica don Delia García, hija de
Nicanor García Rodríguez).
216 |

porque el Pueblo ha decidido Monta el chasqui del destino


la vuelta del General. el patriótico bagual
y hace su marcha triunfal
No canta más el arado por el deber contraído,
en la entraña de la tierra porque el Pueblo ha decidido
porque el suelo es ultrajado. la vuelta del General.
Como acudiendo a un llamado
se detiene el manantial, Surge un poder de ultratumba
se hace el grito acción virtual que por su gloria no teme,
de los muchos que han caído, es la voz de Martín Güemes
porque el pueblo ha decidido que surge desde la tumba
la vuelta del General. y en el espacio retumba
con acento de metal
Corre veloz el pampero, con que a la patria ha servido,
salta montes y quebradas porque el Pueblo ha decidido
arriando mil clarinadas la vuelta del General.
por el patrio derrotero.
Grita presente el guerrero En histórico tropel
desde su bronce inmortal de la gaucha montonera
en esta hora fatal retumba en la cordillera
del poder embravecido, gloria del viejo laurel,
porque el Pueblo ha decidido y el celo de Juan Manuel
la vuelta del General. en acción inmaterial
es temido vendaval
Dios bendiga a los caídos que hasta el Plata ha sacudido,
en tan generoso empeño, porque el Pueblo ha decidido
que tengan paz en su sueño la vuelta del General.
héroes del deber cumplido.
Luchará sin ser vencido
este Pueblo colosal,
con su Jefa Espiritual
que su acción ha presidido,
hasta que haya conseguido
la vuelta del General.

Su sentencia despiadada
con la garra ensangrentada
que hunde en el Pueblo Argentino.
| 217

El poema de o han perdido las posturas


Juan Guerrillero62 en medio del entrevero.
Juan Guerrillero (José María
Castiñeira de Dios) Cuando viene la tormenta
no es bueno hacerse el rumbero,
Canto I quien no esté bien afirmado
puede enredarse los huesos,
Yo era en un tiempo Juan Pueblo… y habrán de faltarle piezas
Ahora soy Juan Guerrillero. en las listas del recuento.

1 2
Mírenme de arriba abajo, Yo era en un tiempo Juan Pueblo…
desde los pies al chambergo; ahora soy Juan Guerrillero.
mírenme hasta las entrañas Tengo dos años de vida
del alma que tengo adentro, y ciento y pico de viejo;
porque soy aquel que fui, un 16 de setiembre
pero ya con escarmiento. nací del dolor del pueblo:
mi sueño se llama “Juan”
Como en el cielo está el rayo, mi vigilia “Guerrillero”.
como en el aire está el viento,
traigo mi escudo de octubre, Entre aviones y cañones
tatuado en medio del pecho, vi cómo se alzaba un muerto
tengo mi patria en la sangre, que velamos en octubre
como quien trae un incendio. y enterramos en febrero,
y resucitó el mandinga
Los que no me reconocen para mal de nuestro suelo!
es porque nunca me vieron;
los que me ven y se asustan (Dios castiga a los traidores;
es que andan duro de cuello, Dios castiga a su cortejo:

62. 1957. Incluido en Fermín Chávez (comp.), Aquí me pongo a cantar. Poetas y trova-
dores del Plata, Buenos Aires, Pueblo Entero, 1993.
Nacido en 1920 en Tierra del Fuego, José María Castiñeira de Dios fue un prolífico
poeta y periodista. De extracción católica, trabajó en diversos periódicos y revistas
como La Nación, La Prensa, Democracia, Sol y Luna y Sexto Continente, entre otros.
Durante el primer peronismo se desempeñó como director general de Cultura entre
1950 y 1952. Fue el fundador en 1950 de la Peña Eva Perón. Ocupó el cargo de secre-
tario de Prensa y Difusión en 1973. En los años noventa fue director de la Biblioteca
Nacional y secretario de Cultura de la Nación (1991-1994). Falleció en 2015.
218 |

sables, ateos, sotanas Torturaron, fusilaron,


que a San Martín ofendieron pusieron a miles presos;
y a Dios y a la Santa Iglesia tiraron sin compasión
por falta de amor al Pueblo). contra mujeres y obreros,
pero no pueden matar
3 la lealtad de mi Pueblo.
Yo era en un tiempo Juan Pueblo…
ahora soy Juan Guerrillero. Hoy mi Patria es un frontón
Yo era manso como oveja, de muerte y fusilamientos;
más alegre que un cencerro; los chacales se alimentan
por mi bandera luchaba, con sangre de nuestros muertos,
lidiaba por mis derechos, pero mi pueblo está firme
crecía en mi corazón y ellos temblando de miedo.
la palabra “compañeros”.
Yo era en un tiempo Juan Pueblo…
Nos apuraron de afuera, Ahora soy Juan Guerrillero.
nos madrugaron de adentro;
ellos tenían municiones,
nosotros el sentimiento;
¡pobre del pobre que crea
tener razón sin el fierro!

Después pusieron la Patria


en venta a libra por metro;
la desollaron en vivo
y al inglés la repartieron…
¡Las horcas que se merecen
las va levantando el tiempo!

4
Yo era en un tiempo Juan Pueblo…
ahora soy Juan Guerrillero.
Como bárbaros avanzan
tocando a muerte y degüello;
querrían cortar de cuajo
la fidelidad del pueblo,
pero no hay arma capaz
de segar un sentimiento.
| 219

Romance por la muerte Andaba por reventar


del General Valle63 el carozo del silencio.
Juan Montiel (Fermín Chávez)
Allá va el general Valle
Atención pido, señores, sin coraza y sin recelo,
para este simple compuesto: llena de fe la cintura,
quiero contarles la muerte de gaucho coraje lleno.
de un general verdadero.
Allá va el general Valle
El mes de junio corría cual un jefe montonero;
y era duro aquel invierno, allá va como una luz
—una fría bayoneta en la madera del pueblo.
bajo una luna de hueso—.
Los obuses reventaban
El mes de junio empezaba en esquinas y paseos
y el corazón de mi pueblo chamuscando la hoja gris
andaba por estallar reseca de aquel invierno.
empujado desde adentro.
Allá está el general Valle
Fusiles madrugadores ocultándose en San Telmo.
como unos pájaros negros Allá va el general Valle
llegaban a los hogares entre el humo de su cielo,
inviolados de mi pueblo.
prendidito a su destino
Estaba el padre dormido que es un bagual traicionero,
y por eso lo prendieron. bagual de trágica estirpe,
duros tobillos de acero.

63. En Resistencia Popular, 1957. Tomado del artículo “Poesía, prensa y política en la pri-
mera Resistencia peronista”, de Julio Melón Pirro y Darío Pulfer (óp. cit., pp. 230-232).
Nacido en 1924 en Nogoyá, Fermín Chávez fue periodista, historiador y poeta. De
amplia formación, adhirió al peronismo desde una mirada nacional-revisionista y par-
ticipó en diversas publicaciones de la época como el periódico Tribuna y Nombre,
revista de poesía que fundó y dirigió. Autor de una numerosa obra poética e histo-
riográfica, fue un gran promotor de la cultura criollista, destacándose su Historia y
antología de la poesía gauchesca (1994) y Aquí me pongo a cantar (1993), donde publicó
a varios de los poetas gauchiperonistas que forman parte de esta antología. Muchos de
los libros y folletos poco conocidos que hoy atesora la Biblioteca Nacional se deben a
su persona. Falleció en 2006.
220 |

General Juan José Valle, Se marchó como una luz


de cogollo tan sereno, de blancos huesos saliendo.
el diente de la traición
te debe doler adentro. ¿Qué doctorcito del mal
les dictó la voz de Fuego?
A Las Heras te llevaron ¿A qué boca te entregaste?
en el auto de los reos. ¿Quién estuvo en el teléfono?
Los ojos te relumbraron ¿Qué chaquetilla ordenó
igual que un Cristo sereno. inmolar tus compañeros?

Sabemos que te entregaste ¿Qué fuerzas de la impiedad


solo por llegar al cielo. tan enorme te volvieron
Sabemos que fue tu historia colocado junto al diente
la de un argentino entero. pequeñito del lucero?

A Las Heras los llevaron ¡Malhaya la tarde oscura


con la venda del silencio, del 12 de junio espeso!
amarrándole la fe ¡Malhaya la piel tan fina,
junto al muro amarillento. malhaya los perros negros!

Aquella tarde de junio, ¡Malhaya aquella promesa


12 de junio en el tiempo, que te sacó de San Telmo!
12 de junio en el odio, ¡Malhaya el buen tirador
12 de junio en el rezo, del pelotón fusilero!
aquella tarde de junio
el general verdadero ¡Ay malhaya la amistad
tanteó su pecho y halló y malhaya los teléfonos!
una magnolia de fuego.

El pelotón conmovido
oyó su voz como un trueno.
Balines de hierro cruel
lo bandearon como un cuero.
¡Viva la Patria!, se oyó.
¡Viva Valle!, compañeros.
Ya está la carne dormida,
ya está el odio satisfecho.
| 221

Cielito del evocar64 Millones de cabecitas65


Anónimo Miguel Tejada

Cielito, cielo que sí; Millones de “cabecitas”


Cielito para el recuerdo… van tristes por los caminos
¡Con la cruz se levantaron, de la patria… andan sin patria
y el país se fue al infierno! por los campos argentinos.

Cielito, cielo que sí; Ayer cantaban… El cielo


Cielito de los gorilas. y la tierra eran su herencia,
¡En fervor del patriotismo libres sus voces se alzaban
lo repatriaron a Atila!… cantando la Independencia.

Cielito, cielo que sí. Sus trinos eran de gloria,


Cielito, cielo que no. sus vuelos de libertad;
¡Que aquí ya no manda nadie, y desde el norte hasta el sur,
si no manda… el que mandó! “canto noble de igualdad”.

La alegría de la tierra
afloraba en sus canciones:
millones de “cabecitas”
unían sus corazones…

Mas, llegó la extranjería


volcando sobre las playas
sus tropas de desembarco,
con bombas y con metralla.

Fusiles, fusilería,
muertes a diestra y siniestra…

64. En Soberanía, nro. 33, 19 de octubre de 1957. Tomado del artículo “Poesía, prensa
y política en la primera Resistencia peronista”, de Julio Melón Pirro y Darío Pulfer
(óp. cit., p. 240).
65. Sin fecha precisa, fue escrito durante el período de la resistencia y la proscripción
del peronismo. Extraído de Aproximación bio-bibliográfica a Miguel Tejada, de Darío
Pulfer, Buenos Aires, Peronlibros, 2016.
222 |

“No ahorren sangre de gauchos


ni de cabecitas negras”.

Consigna del unitario


cada vez que hace la guerra:
“La sangre criolla sirve
solo de abono de la tierra…”.

Millones de “cabecitas”
andan tristes, cabisbajos;
ya no es de ellos la alegría
ni el fruto de su trabajo.

Los quieren hacer colonia,


(pájaros tristes, cautivos)
y que un virrey administre
la sangre de los nativos…
Juan Moreno
Les quieren cortar las alas (Poema gauchipolítico
y castrar los sentimientos; de actualidad)66
negociarlos como esclavos Luis Eduardo Lescano
y cobrar tanto por ciento.
Acá viene Juan Moreno,
Millones de cabecitas Juan Moreno y’a yegado,
andan tristes, perseguidos este sí qu’es de los buenos
cazadores de cabezas porqu’es un… DESCAMISADO.
los siguen por los caminos.
A mis hermanos,
los cabecitas negras.
Cazadores con las armas
y el uniforme argentino…
¡Es un viento de locura Han servido de fuente de inspira-
que andan tronchando destinos!... ción para esta obra: José Hernán-
dez (Martín Fierro), Manuel Gál-

66. Rosario, Sur, 1964. Un análisis completo de Juan Moreno puede leerse en: Jorge
Torres Roggero, “Juan Moreno. Un poema gauchipolítico de la Resistencia peronista”,
en Tumultos del corazón. Pensamiento Nacional, Popular y Democrático, Rosario, Funda-
ción Ross, 2012. Ver además http://www.robertobaschetti.com/biografia/t/140.html.
| 223

vez (El uno y la multitud), Arturo Yo, muchachos, m’e criado


Jauretche (Los profetas del odio, El sin tener mucha instrucción.
paso de los Libres y sus consejos y Mi canto es del corazón,
charlas personales) y por supuesto: mi canto no es de la mente,
lo visto, lo oído y vivido por el au- yo canto naturalmente
tor, en estos años. y canto con emoción.

Hablo en forma bien senciya,


Canto I sin rebuscar el lenguaje;
no me visto con un traje
Les voy a cantar m’historia, que sé que me queda mal,
tal vez resulte aburrida; ni soy un intelectual
es la historia de la vida ni ando engrupiendo al sonsaje.
de un hombre trabajador,
que por ser caminador Porqu’esos grandes letrados
tiene ya muchas corridas. que les gusta mucho hablar,
son gente de desconfiar,
Quizás les parezca extraño me lo dice la experiencia,
que cuente en verso mis cosas. por eso, con gran prudencia,
Hoy todo el mundo habla en prosa, yo les suelo disparar.
es época de la industria
y ya la gente no gusta He oído a muchos políticos
de andar cosechando rosas. hablar de moralidá,
decencia y honestidá,
Mas yo la cuento cantando mas sintiendo olor a plata,
al qu’escucha con paciencia, meten la mano en la lata
y eso ha de ser por herencia con toda tranquilidá.
de algún viejo payador,
que fuera mi antecesor Si yegan a gobernar,
y me legara su cencia. se rascan bien para adentro,
y olvidan en un momento

Nacido en la ciudad de Rosario en 1933, Luis Eduardo Lescano fue maestro y aboga-
do. En 1963 trabajó como asesor jurídico de distintos sindicatos. A fines de los sesenta
fue uno de los impulsores de la seccional rosarina de la CGT de los Argentinos. En
1972 fue detenido por el gobierno de la autodenominada “Revolución Argentina”. En
1973 se desempeñó como delegado en la Dirección Nacional de Educación del Adulto
(DINEA). El 30 de septiembre de 1975 fue secuestrado y asesinado por un grupo
paraestatal de la Triple A en Ricardone, a 32 kilómetros de Rosario.
224 |

que al hablar de la tribuna, Canto II


prometieron dar la luna,
los astros y el firmamento. En el campo me crié
viviendo bien a lo macho,
Muchos dicen cosas beyas, fuerte y duro cual quebracho,
en perfetas oraciones, pasando mil desventuras
forman grandes construciones y haciendo las travesuras
de pura filosofía que hacen todos los muchachos.
pero hacen mil porquerías
después de las eleciones. Ubicado en las afueras
de un pueblito de campaña,
Otros, enfáticamente, en un rancho e’barro y caña,
dicen que son muy sinceros, yeno de trastos inmundos,
y que se juegan enteros vino este cristiano al mundo
por la Patria a cada instante, y empezaron sus hazañas.
y son los representantes
del capital extranjero. Mi padre era d’esos crioyos
que ahora no se ven más,
Y hay otra especie muy rara luchador como el que más,
de anteojudos despeinados, había sido domador,
que hablan muy entusiasmados, resero y alambrador
de Marx, Lenin y otras yerbas y hasta medio capataz.
y forman una caterva
de tipos desaforados. Mas vino la mala racha;
todo el campo dependía
A esos yo me los conozco solo de la Compañía
como de haberlos parido, que le compraba el cereal,
son mozos muy instruídos que lo pagaba muy mal
en teorías importadas, pero muy bien lo vendía.
pero no conocen nada
del suelo donde han nacido. De pibe, lo vide al viejo,
siempre triste y cabizbajo,
M’está resultando larga, en busca de algún trabajo,
amigos, la introducción. y al final, ¡y como ganga!,
Comienzo la relación agarraba alguna changa
de mi aventura y mi pena, en el maíz, y a destajo.
y si mi canto les yena,
oiganló con atención.
| 225

Si la cosecha perdía el hambre da mal consejo,


se quejaba el chacarero, y así jue, amigos, por eso
pero mucho más julero que yo aprendí a calotiar.
le juro que la pasaba
el pión, que ya no sacaba Si se armaba algún asado
ni siquiera pal puchero. toda la chiquilinada
iba pa la parriyada
Pasábamos días enteros que había en el comité
sin tener un solo cobre, ¡Nos hubiera visto usté
sin un cacho e’pan que sobre; peliar por una empanada!
y yo de esto colijo:
Cómo l’acertó el que dijo: Yo qu’era el más avispado
¡Más largo qu’e invierno e’pobre! me arrimaba al asador
y le decía qu’el dotor
Habrá de parecer triste por ahí me había mandado,
esta historia verdadera, pa que cortara, de asado,
porque la vida es fulera: el pedacito mejor.
para el pobre: ¡mal eterno!,
porque resulta un invierno Con ese cuento, mi amigo,
que no tiene primavera. me ligaba un güen pedazo,
y si viera, ¡qué gustazo!
Será la fortuna ciega. ¡comerlo y lamber el güeso!
Yo la creo sordomuda, Pero duró poco eso
pues al crioyo qu’en la ruda pues me dieron el guantazo.
tarea del campo está,
cuando la yama, se va, Un día que me acerqué
y jamás le presta ayuda. pa repetirles la historia,
me dijeron: —De memoria,
¡Ahijuna!, si m’estremezco se sabe a qué venís vos,
al recordar esos tiempos. a buscar para el dotor
Andábamos harapientos, chinchulín o tripa gorda.
mostrando desnudeces
y pasábamos los meses Mas da la casualidá
sucios, rotosos y hambrientos. dijo el que hacía l’asado,
que recién, al diputado,
El bolichero no fiaba, yo lo acabo de servir,
nada se podía comprar, y maliceo que venís
me la debí rebuscar; a comer vos el asado.
226 |

Así que salí rajando, porque mandaban los menos


y si es que apreciás el cuero, —queran los qu’estaban yenos—
andá yéndote lijero, los más tenían que sufrir.
no sea que con la tenaza,
agarre de acá una brasa Para el pobre no había leyes
pa calentarte el trasero. que fueran en su provecho,
para él no había derecho
Pero pese a la corrida y solo existía el deber
me las supe componer, de luchar, y no tener
pensando que sin comer ni para vivir un techo.
no iba a quedarse Moreno;
y l’encontré el lado güeno Yo que todas esas cosas
dond’empezar a correr. en carne propia he sentido
y qu’el dolor he sufrido
Y asi jue que m’empeñé del crioyaje explotado
y salí por lo ligero, n’olvidaré ese pasado
con viveza y con esmero, que nuestro pueblo ha sufrido.
empleé mi picardía,
y gané la simpatía Dicen que había libertá,
del morocho parriyero. dicen que había democracia,
y a mí me producen gracia
Le ayudaba a asar la carne, todas esas frasesitas,
y con gracias y monadas, que aunque parecen bonitas
o improvisando payadas, también resultan muy vacías.
hacía reir a la gente
pa poder incar el diente, La libertad existía
después, en la parriyada. solo pa los señorones,
la libertá de los piones
Mas no siempre había eleciones, era la de trabajar
y no era todo jarana noche y día sin parar
y de hoy para mañana pa engordar a los patrones.
la gente nunca sabía
cómo iba a pasar el día Libertá pa enriquecerse
¡mucho menos la semana! tenían las grandes empresas
—con numenclatura inglesa—
Ya dije que la miseria pues ay todo iba a parar,
reinaba en este país, y así ellos, sin trabajar,
y que la cosa era así yenaban la bordalesa.
| 227

La libertá para ellos por el cambio de la lista,


era la del tiburón, le decían: —¡anarquista!
que siempre haya la ocasión y a lo mejor lo encanaban.
de comerse al pez menudo,
y si este chiya, es al ñudo, Yo creo qu’esa democracia
no almiten reclamación. era para los tipos yertos,
porque sigún los expertos
Y en cambio, la libertá la matufia preparaban:
era para el pobre crioyo los vivos nunca votaban
la misma que la del poyo, pero votaban los muertos.
por alambrada rodeao,
y que al final, desplumao, Esas son cosas, amigo,
siempre va a parar al hoyo. que yo vi en mi juventú,
y mientras tenga salú
Y en cuanto a la democracia, habré de contarselá,
si es como dijo un fulano, porque cantar la verdá
cuando el pueblo soberano es creo, mi mayor virtú.
elige a su gobernante
la democracia, ¡qué diantre!, Y si aura quieren saber
era algo extraño y lejano. por qué un día me alejé,
muchachos, y abandoné
El día que había eleciones, aquel pueblito natal,
mucha gente no elegía, y rumbié a la capital,
pues la libreta vendía sigan escuchandomé.
al que le daba unos pesos.
Había miseria, y por eso, Canto III
esas cosas sucedían.
Murió mi viejo y murió
Pero si usté iba al comicio al poco tiempo mi madre,
de su votito provisto, y asi jue como, compadre,
ay l’encajaban el visto, yo con mis muchos hermanos,
encima de la libreta en la miseria quedamos,
y cambiaban la boleta, güerfanos de madre y padre.
porque para eso eran listos.
Igual que cuando se corta
Eso era la democracia, el hilo que une al collar
y así, amigos, se votaba, y las perlas al rodar
y si alguno protestaba van por los cuatro costados,
228 |

así, pa distintos lados, Andaba escaso el trabajo


juimos todos a parar. y era muy poca la paga,
parecía que alguna plaga
Cada uno de nosotros al pueblo hubiera asolado,
tomó su rumbo en la vida. o que por algún pecado
Las mujeres enseguida el Cielo nos castigara.
hayaron colocación.
Siempre encuentra proteción Si alguna changa se hacía
una mujer afligida. era a penas pa tener
lo justo para comer,
Algunas como sirvientas amigos, y no pasarse,
muy pronto se colocaron, sí hubo a veces de tomarse
hubo otras qu’encontraron mate con yerba de ayer.
varón que les dio consuelo;
con él emprendieron vuelo Cansaos de tantas disgracias
y con él se amartelaron. un día nos despedimos
y por distintos caminos
Dios las haya protegido jue cada uno a seguir,
en sus distintos destinos, cada uno habría de vivir
que no hicieran desatinos solo, su propio destino.
deseo a las pobres muchachas,
que a veces, las malas rachas Dispuse dirme del pueblo
yevan por malos caminos. y me decidí a viajar,
buscando de mejorar
Pa los varones, en cambio, la fortuna, en otro lado,
no era tan fácil la cosa, y es que andaba tan tirado
pues no era un lecho de rosas que nunca podría empiorar.
nuestra dura situación.
Había desocupación Jui al boliche a saludar
y vida dificultosa. a la gente conocida;
tomé un poco de bebida;
Buscando de colocarnos canté un poco en la guitarra,
juimos por muchos lugares, y esa jue toda la farra
juimos solos o de a pares, del día de mi despedida.
siempre con la misma suerte
pues en verdá era una muerte Y pese a qu’era poyito
la vida por nuestros lares. con mis dotes de cantor,
| 229

era medio picaflor Canto IV


—ese vicio no lo pierdo—,
amigos, nunca jui lerdo Un viejito charlatán
pa las cosas del amor. me dijo: —Yo no soy vago;
lo que pasa es qu’en mi pago
Y a un ranchito a despedirme de trabajar no me dan.
de una china, me jui yo;
un dulce beso me dio; Y mientras buscaba lumbre
después, con una gran pena, para ir prendiendo su pucho,
igual que una Madalena me decía: —Yo hablo mucho
la pobrecita yoró. pa no perder la costumbre.

Me preparé un atadito Y a vos que sos muy pendejo


con las pilchas que tenía te convendría atender;
y jui p’al lao de la vía siempre hay algo que aprender
a esperar el tren carguero, de las palabras de un viejo.
donde, como pasajero,
seguro me colaría. Dicen qu’el pobre al nacer
trai un pan bajo el brazo;
Yegó el tren y me subí pero eso es un gran bolazo:
junto con otros viajeros, nace y… pide de comer.
en disgracia compañeros,
en la miseria hermanados Y es gran verdá lo que cuento.
—y protestaba el ganado Toda la vida del pobre
por los nuevos pasajeros—. es ir en busca del cobre
para ganar el sustento.
Lo mismo que yo, otros crioyos
d’esa manera viajaban, Vos, el viejo me decía,
al hambre le disparaban todo eso lo aprenderás,
haciendo vida de crotos, pues la vida enseña más
yevaban los trajes rotos que un tomo’e filosofía.
y alguna “changa” buscaban.
Yo era feliz en mi tierra
D’esa gente muchas cosas y era hombre trabajador;
en el viaje yo escuché he sido güen domador
y algunas las contaré y era infaltable en la yerra.
porque las creo jugosas.
230 |

Aunque modesto vivía, o hasta que venga algún crioyo


de nada me privaba, en esta tierra a mandar”.
con los pesos que ganaba
para mis vicios tenía. Debe ver la realidá
aquel que a escribir se meta,
Habrán de causarle asombro pues tan solo es buen poeta
estas cosas que le digo, el que canta la verdá.
al verme ahora, mi amigo,
ir con la linyera al hombro. Y nadie con tanto tino
supo, como José Hernández,
Dicen que nuestra Nación desd’el Plata, hasta los Andes,
granero del mundo es entender a lo argentino.
pero se yeva el inglés
toda nuestra produción. Y si hoy andamos tirados,
algún día yegará,
Es qu’engordamos la vaca ese crioyo de verdá
pa que la coman los otros, por el pueblo reclamado.
pero en cambio, entre nosotros,
la pionada está más flaca. Y no es quejoso el crioyo,
porque al pedo no se queja;
Yo político no soy desatemos la madeja
aunque le diga esto a usté, para entender el embroyo.
con cosas de comité,
amigo, yo no la voy. Y vea usté si no es malo
el régimen que gobierna:
Es qu’en el pais, no se asombren p’afuera la carne tierna
los que decir esto me oyen, para nosotros los palos.
desde que murió Irigoyen
se terminaron los hombres. Es que según me parece
van haciendo los repartos,
Como Hernández refería unos pocos quedan hartos
si en mi memoria no yerro, mientras el pueblo padece.
Cruz, al gaucho Martín Fierro,
estas cosas le decía. Y si la gente replica,
y si s’enoja y se queja,
“Tiene el gaucho que aguantar es porque nunca es pareja
hasta que lo trague el hoyo, la ley que se nos aplica.
| 231

Capitales han yegado si al crioyaje empobrecido


pa enriquecer la Nación no le dan la solución.
y, ¡en qué triste situación
a los crioyos han dejado! Disculpemé si le mezclo
mis cosas con las del pais,
No quiero meter la pata vamos a ver si en el maiz
hablando d’economía, me consigo algunos pesos.
pero es la disgracia mía
que me gusta dar la lata. Es que mi mujer querida
quedó sola con mis changos,
Perdonemé por mis modos si no consigo unos “mangos”
cuando yo toco este tema, no la he de ver en la vida.
pues creo que mi problema
es el problema de todos. Y aunque todo el santo día
—porque a mí el hablar m’encanta—
Estas cosas de que he hablado hasta quedar sin garganta
en ningún libro las leo, hablándoles seguiría,
solo hablo de lo que veo
pues no soy un ilustrado. sé que me debo cayar,
pues indica la prudencia
¿Pa qué sirven los honores no abusar de la pacencia
que da la Universidá del que tiene qu’escuchar.
si después la realidá
no la entienden los dotores? Las cosas que les he dicho,
todas esas reflesiones,
Pues a estos que gobiernan son las simples conclusiones
habría que hacerlos sentir que saca este viejo bicho.
nuestra miseria, y sufrir,
pa qu’entonces nos entiendan. Porque a mí no me ha enseñado
ningún charlatán de feria,
Y yo me digo: —¡qué diantres!, yo aprendí de la miseria
dispués de tanto estudiar, qu’e vivido y qu’e pasado.
no aprienden a gobernar,
deben ser muy inorantes. Y termino aquí de hablar,
largándoles un consejo:
Pero si es que sabios son, crean lo que dijo este viejo
deben ser muy mal paridos porqu’es toda la verdá.
232 |

Después qu’el viejo cayó El comisario era un mozo,


todos respetuosamente con agachadas de tero,
pensamos: ¡cuán sabiamente muy pícaro, muy mañero,
este viejo nos habló! muy sinvergüenza y tramposo.

Canto V Y me dijo: —Vos sabrás


hacer lo que te conviene
Otro mozo que había allí porque la eleción se viene
dijo: —En tren de conversar y al gobierno hay que apoyar.
también les voy a contar
por qué es que ahora ando así. Le contesté: —Soy muy poyo,
y en política no ando,
Por una disgracia mía, no sé porqué y dende cuando
señores, ando juyendo, busca el gobierno mi apoyo.
pues me viene persiguiendo
gente de la policía. —Vos tenés muchos amigos
—me dijo—, y muchos parientes,
Soy hombre trabajador, necesito qu’esa gente,
cabal, decente y honrado, en estas, esté conmigo.
nunca en la vida he peliado
sin tener una razón. Necesito más o menos
unas ochenta libretas
Era feliz con mi gente y vos, con cucha carpeta,
y en mi pueblo era querido, me la podés conseguir.
y ahora soy un perseguido,
por más que sea inocente. Y no me andés matreriando,
hacele caso a este viejo,
Una vez que había eleciones yevate de mi consejo
vino a verme el comisario porque te va a convenir.
y me dijo: —Es necesario
que hagamos negociaciones. Mirá qu’en este negocio
no va a faltar el dinero
Yo le dije: —Vamos viendo, y un güen asado con cuero
a sigún de que se trate, pa los amigos habrá.
pues de negocios no entiendo,
y mientras, tómese un mate. Por estas y otras razones
me debés seguir el tren,
| 233

pues te conviene andar bien que había salido a apresarme


con toda l’autoridá. una partida de agentes.

—Con gusto —respondí yo— A la casa de un amigo


lo sacaría del paso, me tuve qu’ir a ocultar
mas resulta ser el caso y ayí tuve que aguardar
que si ha equivocado de hombre, que los comicios pasaran
y las cosas se calmaran
pues debe saber usté para poder regresar.
que yo no soy ningún piyo
ni tampoco soy caudiyo Volví y ca… yados de miedo
con gente que le responde. a los míos encontré;
vi yorando a mi mujer
Dijo: —Vine por las güenas y asustados los chicos,
y me salís con macanas, porque aún habían milicos
vas a ir a parar en cana que me querían prender.
por ser un opositor
y si no te curo yo Supe que toda la gente
te curará la picana. andaba bastante alzada
y es porque andaba cansada
—Despacito y güena letra del abuso policial;
—le dije—, aunque soy tranquilo, las cosas andaban mal
sepa guardar el estilo, y estaban alborotadas.
no me venga atropeyando,
usté tendra mucho mando Supe que decían que yo
pero en mi cuchiyo hay filo. era el autor d’ese lodo
y qu’era el único modo
Ay no más me le arrimé de parar los revoltosos
y el hombre se jue, cayado, mandarme a mí al calabozo
huyó al sentirse apurado, pa que se calmaran todos.
vio que la cosa era rara,
con la fiereza’e mi cara Supe que aquel comisario
yo me lo había asustado. a las casas había ido,
que andaba por ay, seguido,
Cuando se jue el comisario, no con el fin de buscarme,
pasado ya el incidente, sino para desplazarme
yo me reuní con mi gente de mi mujer y mi nido.
y vinieron a avisarme
234 |

¡Malhaya!, al saber yo eso arrinconao contra el muro


más bronca empecé a juntar, empezó a pedir disculpa;
ay lo quería agarrar dijo no tener la culpa,
al bendito comisario se había equivocao, seguro.
para mandarlo al osario
para siempre, a descansar. Y ansí, cuando descubrieron
que no era la cosa tierna,
A caminar por las cayes con la cola entre las piernas
empecé yo, sin apuro, tuvieron que disparar
y en un lugar muy escuro arrepentidos d’estar
se vinieron dos grandotes metidos en la contienda.
armados hasta el cogote,
pa liquidarme, seguro. Les dije: —Diganlé al ñato
que los acaba’e mandar
Yo tuve mi presentimiento, que aquí me habrá d’encontrar,
y vi un movimiento raro, qu’espero al interesado,
al verlos ay me preparo porque con apoderados
y les digo, ay, al punto: yo no acostumbro a tratar.
—Han de venir los dos juntos
para ver quién es más malo. Y en ese mesmito instante
se apareció el condenado,
La intención de los dos ñatos y con un tono engoyado,
había sido muy aviesa me dio el grito: —¡Date preso!
querían venir de sorpresa ¡te voy a formar proceso
y atacarme por atrás por ser insubordinado!
y despacharme, ay nomás,
con un golpe en la cabeza. —¡Hijo’ e perra! —le grité—
no vengás con matoneadas,
Al hayarme preparado dejá de decir pavadas,
empezaron a aflojar; y agarrame si querés,
uno se quiso arrimar mejor dicho, si podés,
y yo lo mandé a un rincón si es que no te cuesta nada.
y arrimado a un paredón
me lo empecé a castigar. Se me vino enfurecido
y yo lo dejé acercar,
El grandote se achicó cuando me quiso ensartar
al verse así, en tal apuro, el sable le manotié
| 235

y un planazo le mandé ...............


que al suelo se jue a parar.
Así como esa, otras cosas,
Yo lo dejé levantar, en el viaje escuché yo,
no pego al qu’está en el suelo, cada uno refirió
m’echó a la cara un pañuelo su cruz y su triste historia,
como si no juera nada no retiene mi memoria
y amagó una cuchiyada todo lo que se contó.
y ay le puse fin al duelo.
Canto VI
Cuando el tipo se largó
a fondo con su facón, Así anduve, como tantos,
yo adiviné su intención haciendo changas variadas,
y con su propio cuchiyo disparándole a la helada,
le puse fin a ese piyo yendo de un lado pa otro,
y todo se terminó. lo mismo que hacen los potros
cuando buscan la yeguada.
Desd’entonces es que ando
juyendo a la polecía, Tanto anduve al pedo en tren,
es una disgracia mía; tanto tuve que viajar
no me acusa la conciencia, que mi hube de acostumbrar
jue en legítima defensa —yo viajaba casi a diario—
que yo lo maté ese día. qu’el puesto de “ferroviario”
me debieron a mí dar.
Mas, aunque me asuelva Dios
este cristiano s’esconde Hube a veces de dormirme
pues el fayo de los hombres cerca de las estaciones,
me v’a condenar seguro, arrimao a los galpones,
por eso, y en ese apuro, a veces al descampao
viajo siempre y no sé dónde. y a veces acurrucao
en alguno’e los vagones.
Y es mi disgracia tener
que andar como vagabundo, Andaba medio desnudo,
dando güeltas por el mundo, y en el invierno fulero
siempre lejos de los míos, tenía que andar en cuero
de mi mujer, de mis críos, y muchas veces en pata,
de mis amores profundos. porque ni pa una alpargata
alcanzaba mi dinero.
236 |

Una vida de miseria qu’era como una estampiya


yena de intranquilidá, por lo chica y ajustada
jue toda mi mocedá, y que la tenía amueblada
no habré de olvidarlo, ¡ahijuna!, con dos catres y una siya.
y en busca ‘e mejor fortuna
rumbié para la ciudá. Y me dijo en güen crioyo:
—Como te quiero ayudar
A l’estación de Retiro te voy a recomendar
yegué un día como tantos, a mi fábrica, que queda
y empecé a ver los encantos para el lao de Aveyaneda,
que tiene la gran ciudá. pa que podás trabajar.

Los parques y los paseos, Y pa que juera tirando


las plazas y molumentos, me prestó unos pocos pesos
todo ese gran espamento y yo me dije, con esos
yamó mi curiosidá. me tengo que divertir,
y así jue, que jui a cair
Y por las cayes del centro al clú “La Unión y el Progreso”.
vi en varios escaparates
joyas de muchos quilates Canto VII
en una gran variedá.
Yegué cuando la milonga
Vi también otras vidrieras s’encontraba en lo mejor
yenas de prendas lujosas, iba tayando el cantor
de juguetes y otras cosas y los fueyes resongaban
pa entretener a los chicos y las parejas sacaban
y que tan solo los ricos chispas por todo el salón.
podían pensar en comprar.
Le hice ojos a una morocha
Mas pronto pude oservar qu’enseguida me dio calce,
que no era todo beyeza, salimos bailando un valse,
y aparecía la pobreza y después, con mucho porte,
a poco qui uno saliera un tango, con tantos cortes,
y pal lao de las ajueras qu’era como pa quebrarse.
empezara a caminar.
Muy pronto juimos rodiados
Un amigo de mi pueblo por todos los concurrentes
me dio albergue en su casiya, y todos amablemente
| 237

nos aplaudían y vivaban La gente que nos rodiaba


y algunos nos saludaban y que se hayaba a sus anchas,
con frases muy ocurrentes. se abrió y nos jue haciendo cancha;
unos al Pardo alentaban
Y de pronto apareció y otros verlo casi desiaban
un mozo apodao “el Pardo”, quizá, en afán de revancha.
el que m’ increpó en lunfardo:
—Esa nami es d’este choma, ¡Vieran ustedes al Pardo!:
y donde este se asoma, saco negro y ajustao,
¡hacerle sombra él al bardo! pantaloncito rayao,
una flor en el ojal,
Rápido le contesté: pañuelo con inicial
—Tenga mano compañero, y sombrerito ladiao.
y mirándolo fulero
le dije: —Tenga cuidao El Pardo jue reculando
creo que si ha equivocao, y desenvainó el puñal.
y qu’es toro este ternero. Yo le dije: —El Carnaval
tendrá con vos un artista,
La muchacha me miró mas como pingo, en la pista,
con sus ojos de ternera vas a resultar bagual.
y me pidió que me juera,
que la pelea evitara Se vino al humo el muy piyo
pa impedir que me matara y yo andaba desarmado,
el Pardo, o me malhiriera. alguien me prestó un cuchiyo
y ay empezó el entripado.
El Pardo se vino al humo
y amagó con un sopapo, Me tiró un tiro a lo bajo
me dijo: —Yo soy muy guapo, y yo se lo abarajé.
no hay nadie que me resista; Tiró otro y gritó: “¡Barajo!”,
vos querrás ir a la lista porque también lo paré.
de los muñecos de trapo.
Le amagué para un costado
—Pucha que son charlatanes y para otro le tiré
los guapos de la ciudá, y con un golpe certero
tengo gran tranquilidá a l’inicial del pañuelo
—le dije—, quien bravuquea de un tajo se la saqué.
nunca es güeno en la pelea
como lo es en el bla bla.
238 |

El Pardo s’enfureció Dijo que sentía nostalgia


por el hecho del pañuelo, de su lejano “paise”
atacó, trastabiyó, pero qu’él era “felice”,
y se jue redondo al suelo. d’estar acá en l’Argentina,
que acá nació su “bambina”
Se le voló el sombrerito y que acá habría de morirse.
saludó en una ovación
al ver que así terminaba Me dijo qu’era albañil,
la fama del bravucón. qu’era en su oficio el primero,
por lo rápido y ligero,
El Pardo se retiró qu’era músico, y además,
muy triste y alicaído, de ser hábil y capaz,
se le notaba en la cara también como zapatero.
qu’el era un hombre vencido.
Yo le relaté mis cosas
La morocha me dio un beso y atentamente escuchó,
que tenía sabor a gloria. luego, en un papel me dio,
Ese jue mi mejor premio… la caye donde vivía
pero eso ya es otra historia. y dijo que cualquier día
juera a visitarlo yo.
Los concurrentes al baile
dentraron a convidarme, —Andá a visitarme un día
y así jue, como era lógico, y entonces habrás de ver
que acabé por empedarme. cómo te van a atender
en la casa d’este gringo,
Y m’hice amigo de un gringo mi casa es pa los amigos,
que sin dejar el vinacho, como creo que debe ser.
me iba diciendo: —Mochacho,
tengo que felicitarte, ...............
porque acabás de portarte
como un verdadero macho. Como decía, esa noche,
empedo la terminé,
Y m’empezó a hablar en gringo cuando jui a dormir soñé
de las cosas de su tierra, con la morocha y el Pardo,
de que aura estaban en guerra, con el gringo y el lunfardo,
del hambre que había pasado el tango y el chamamé.
y de lo que había sudado
en toda su vida perra.
| 239

Canto VIII ...............

Al otro día en la fábrica Empecé a ir al Sindicato


enganché como operario, donde se hacían riuniones
como supernumerario p’hacer consideraciones
conseguí de trabajar, sobre el sistema ‘e trabajo,
me tuve que contentar sobre el jornal, el destajo
con un pequeño salario. y muchas otras cuestiones.

Me pusieron una máquina Había entre otros asistentes


que yo nunca l’había visto, algunos discutidores
pero yo siempre jui listo, y había algunos oradores
bastaron pocos consejos que hablaban de Protoclín,
pa que para su manejo de Marx, de Trosqui, Lenín
estuviera pronto listo. y de otros temas “menores”.

Al final de la jornada Al poco tiempo aprendí


(qu’era ya al oscurecer), que aqueyos que mucho hablaban
cuando salía del tayer eran los que nunca estaban
metí la mano al bolsiyo cuando había que hacerse ver,
y me hayé con un papel y que s’iban a esconder
con la dirección del gringo. cuando las papas quemaban.

Me decidí a visitarlo Pero había algunos, amigo,


n’ostante mi mala traza. que se jugaban enteros
Tuve al yegar a su casa por todos sus compañeros,
una sorpresa divina dentro ‘e lo que se podía
cuando vi que su “bambina” trabajando noche y día
ya era una “bela ragaza”. por los derechos obreros.

Desd’entonces empecé Y siguieron las regüeltas,


a visitarlo seguido. líos y huelgas dos por tres,
Siempre jui bien recibido formándose, en tal jaez,
por el gringo y su familia los hombres de nuevo cuño,
y en especial, por la “filia” y así llegamos a junio
era muy bien atendido. del año cuarenta y tres.
240 |

Saltó la tapa ‘e la oya formándole oposición


con el golpe militar, a ese Coronel Perón
y al venirse a destapar qu’estaba con los obreros.
se vio bien el estofado,
y más de un negociado La gente de sociedá
se pudo dilucidar. arrugaba la nariz
al ver qu’en este país
Y en el orden sindical empezaba a ser igual,
empezó la variación un estanciero, industrial,
cuando el Coronel Perón peón de campo o albañil.
empezó a atuar, diligente,
como ya se sabe, al frente, Los consorcios extranjeros
de Trabajo y Previsión. los monopolios y trus,
lo mismo que l’avestruz,
Todo comenzó a cambiar escondiendo la cabeza,
y salieron los decretos iban moviendo su pieza
creando bases de respeto p’hacerle al hombre la cruz.
al trabajo organizado,
y el obrero, respetado, Y se pusieron en eso
comenzó a tener derechos. con tanto empeño y ahinco,
que lograron dar un brinco
Y tuvo en todas sus fases a las cosas, de tal modo,
el trabajo proteción, pa darle al pueblo, con todo,
buscándose solución pal año cuarenta y cinco.
para el trabajo industrial
y pal obrero rural: Canto IX
el Estatuto del Peón.
Y pasó lo que se sabe,
Es que s’estaba gestando y aunque por orden de arriba
el gran cambio nacional, ninguno sobre eyo escriba
creándose, aunque mal nadie lo podrá borrar,
a unos pocos le pesara, pues la gesta popular
la idea definida y clara está en nuestra historia, viva.
de la Justicia Social.
Y vino el día más grande
Y como era d’esperar que registra mi memoria,
al poco tiempo salieron jue una jornada de gloria
los viejos politiqueros y que de orguyo nos cubre,
| 241

ju el diecisiete de octubre, Aristócratas de adentro


que ha de quedar en la historia. imperialistas de ajuera
con una misma tijera
Todo el mundo se largó parece que los cortaran,
de a pata o en camionada. siempre le hacen mala cara
¡Había que ver la negrada al pueblo y la montonera.
irse toda pa la plaza,
tayando y hechando basa Si el extranjero en defensa
para hacer la gran patriada! de lo suyo así lo hace,
bueno amigos, ¡vaya y pase!,
Y nos miraban pasar pero, el tilingo de acá,
de las casas señoriales, ¿qué cree que ganará
eyos decían: —¡Qué animales!, con ese modo e’ portarse?
¡gente bruta e inorante!,
¡no se permitían antes Eyos piensan siempre en Londres,
estos actos criminales! en Francia o en Nueva Yor,
pero, me pregunto yo:
Y veían con desprecio para vivir hoy aquí,
los grupos y las hileras ¿hace falta ir a París
de negros y fabriqueras a recibir instrucción?
qu’en argentina emoción
levantaban el pendón Perdonen si acá me pierdo
de una patria verdadera. haciendo divagaciones,
a fuerza ‘e palpitaciones,
Se jue cantando a la lucha siempre encuentro la salida
y a pie firme se siguió, pero la gente instruída
la multitú no cejó no la acierta, ¡ni a cañones!
hasta su triunfo rotundo,
jue un ejemplo en el mundo: Pero están esos que dicen
sin sangre, ¡Revolución! que se han quemao las pestañas,
leyendo cosas extrañas
Y pensar que una señora y las quieren aplicar.
nos criticaba después Los tenemos que aguantar…
porque hubo quienes los pies ¡eso sí qu’es una hazaña!
en la plaza nos lavamos,
eya es culta pero, ¡vamos!, Eyos formaron su esquema
es enorme su idiotez. y lo hicieron de tal modo
que buscaron acomodo
242 |

en el campo nacional ¡los tres, en la misma causa,


para la guerra mundial nos vinimos a encontrar!
¡y se metieron con todo!
Después nos fuimos los tres
Hablaban de democracia a festejar el encuentro.
en lucha contra el nacismo, Estábamos muy contentos
era ceguera o cinismo por el triunfo popular
todo ese razonamiento y el encuentro singular
porque nuestro movimiento de los hermanos Moreno.
¡era de los argentinos!
Supe qu’el Apolinario
Canto X había andado deambulando,
por muchas partes rodando
Estando yo ayá en la plaza, y al final vino a caer
en medio del algarabío, en la ciudá, a un gran tayer,
de todo ese gran gentío dond’estaba trabajando.
que alguien me yama siento;
me doy güelta y, ¿qué me encuentro? Había entrado como pión
¡M’encuentro un hermano mío! y ya era medio oficial,
muy cumplidor, muy cabal,
Me parecía mentira cuidadoso y bien despierto,
¡si era un milagro de Dios! era ya todo un experto
yo le dije: —¡Si vos sos en laborar el metal.
mi hermanito Apolinario!
Y en abrazo extraordinario Pobre, ¡si había sufrido!...
nos confundimos los dos. Y aura muy feliz estaba.
Con el jornal que ganaba
Mi hermano me dijo al punto: había empezado a ahorrar,
—Conmigo está Baltazar. porque se quería casar,
Y yo que creiba encontrar ¡muy enamorado andaba!
un solo hermano perdido
me vi así, muy sorprendido Me decía Apolinario
pues había encontrado un par. haciendo una reflesión:
—¡Qué grand’es m’indinación
¡Justamente aqueya noche ante esa gente canaya
tenía eso que pasar! que quiere qu’el pueblo vaya
En medio del batayar de nuevo a su explotación!
sin darnos tregua ni pausa;
| 243

Hemos debido pasar, ¿Condición pa no ser mal?


vos sabés, las Mil y una, Usar varios apeyidos
y ahora que la fortuna y ser miembro distinguido
se nos viene mejorando, de la Sociedá Rural.
quieren volver e ir sacando
las conquistas de una en una. Mirá nuestro hermano Juan,
tan morocho, ¡y payador!
Como era el Apolinario Su pinta ya causa horror.
medio sentimentalón Él nunca podrá se “bian”.
y muy grande l’emoción
recibida en ese día, Un “bian” debe tomar té,
vi en esas, que le caía el té de las fai o clo
un enorme lagrimón. y para ir al “guater clo”
decir, me voy pal “tualé”.
Viendo la cosa tristona
lo interrumpió Baltazar, Un “bian” es un elegante,
dijo: —Nada de yorar, mejor si es medio marica.
yo los voy a hacer reír. Eso nunca se critica
Tengo mucho que decir entre la “jente desante”.
—y ay nomás empezó a hablar.
Un “bian” debe tener porte,
Canto XI debe arrugar la nariz,
hablar siempre de París,
Hermanito Apolinario, vivir en el Barrio Norte.
Apolinario Moreno,
vos sos un muchacho güeno Debe vestir a la moda,
pero sos muy ordinario. estar contra l’alpargata,
andar en auto, no a pata,
Porque mirá lo que pasa: y estar siempre de gran joda.
si vos fueras “mozo fino”
no serías un argentino Debe decir: —¡Cómo están
que hubiera ido hoy a la plaza. las sirvientas hoy en día!
¡Chinitas de porquería!
Un obrero es gente “mal”, ¡Quién sabe que se creerán!
un cogotudo es un “bian”;
lo que hoy a la plaza van Un “bian” debe estar con Braden
son los “requetemuymal”. y estar contra la Nación.
244 |

Debe decir: —Con Perón Y aunque empecé pa la risa


hoy las “chusmas” nos invaden. aura en serio estoy hablando
de lo qu’estamos luchando
El “bian” es mozo ‘e salón, los muchachos “sin camisa”.
hombre de confitería.
Ir a una borrachería Somos los descamisados
es falta de distinción. los que hoy dijimos: —¡Presente!,
pa que rabien y revienten
En fin, ustedes sabrán los desargentinizados.
que hay qu’estar con el francés,
con el yanqui o el inglés No vinimos del suburbio
para ser un hombre “bian”. tranquilo y sin darnos corte
pa mostrale al Barrio Norte
Yo me yamo Baltazar. cómo se arma un gran disturbio.
No m’importa qu’el rival
me diga mí que soy “mal” —Baltazar —le pregunté—
pretendiendomé insultar. decinos cómo te va,
de qu’estás en la ciudá,
Yo al insulto lo recojo contanos qu’es lo que hacés.
y lo uso como bandera.
La lucha es pa gente entera Baltazar me respondió,
y no para el hombre flojo. y de mientras sonreía
(mi hermano ya parecía
Ante naide me sonrojo un aviso dentífrico).
aunque vengan degoyando; —Estoy en un frigorífico
al pais hay qu’irlo limpiando en una cámara fría.
de mala yerba y abrojo.
Debrán saber que no soy
De mi humildá me despojo; ni un quedado ni un barato,
los vengo así desafiando; estoy en el Sindicato
hay qu’empezarse a ir rascando dedicado por entero,
pa eliminar tanto piojo. me quieren mis compañeros
y eso es pa mí lo más grato.
Basta de filosofar,
la cosa se pone brava Y aura dejemos de hablar
¡que ya está hirviendo la pava porque ya m’estoy cansando.
qu’emos puesto a calentar! Hermanos, l’estado dando
demasiado a la sin güeso.
| 245

Mejor será, que por eso, creyendo que habían ganado,


vayamos aura brindando. sin largarse, la partida.

Y brindamos por el pueblo Encajaron propaganda


y también por nuestro encuentro en todos los paredones.
y después, con sentimiento, Afiches y cartelones
hubimos de separarnos de muy variados colores
tras acordar, encontrarnos, eran los “educadores”
muy pronto, en cualquier momento. del pueblo en las elecciones.

Canto XII Siempre con los mismos cuentos,


siempre con las mismas mañas,
El tiempo siguió corriendo con sus viejas artimañas
y el Pueblo se fue afirmando nos querían embaucar,
y las cosas s’iban dando meta y meta discursiar,
pa entonces de tal manera en toda su gran campaña.
que por l’Argentina entera
el Pueblo estaba triunfando. En todos los grandes diarios
les iban dando manija.
Vino la lucha política, Eran la querida hija
—la gente no estaba apática— de una embajada extranjera.
s’hizo la Unión Democrática Y con l’ayuda de afuera
de los que querían seguir se corrían la gran fija.
envilenciendo al país
como era su vieja práctica. Pero la gente el olfato
había afinao esta vez,
En ese conglomerado y ya, por más qu’el inglés
o conjunto de partidos, y el yanqui los ayudaban,
iban juntos, muy unidos, a la hora d’echar la taba
los que siempre habían andado esta le salió al revés.
con fraudes o negociados
por todos bien conocidos. No podía ser de otro modo,
que los patriotas enteros
Hicieron concentraciones, el veinticuatro de febrero
marchas por calle Florida, ganaron las eleciones
puras idas y venidas con el voto de los piones
y giras por todos lados, y el voto de los obreros.
246 |

No hubo compra de libretas Con todas las de la ley


y no hubo quien las vendiera, se hizo nuestro casorio;
no hubo maniobra fulera luego, en modo provisorio,
ni hubo fraude ni hubo vicio para los primeros tiempos,
en el más limpio comicio en la casa de mis suegros,
que jamás se conociera. pusimos el dormitorio.

Y por toda l’Argentina Me jui juntando unos pesos


el pueblo, yeno de gozo, y un terrenito compré
celebró con alborozo y después solicité
el gran triunfo nacional un empréstito bancario.
en la lucha eletoral, Por el Banco Hipotecario,
¡fue aquello maraviyoso! entonces, edifiqué.

Canto XIII Yegué así a tener un techo,


una casa, ¡qu’era mía!
Fueron pasando los años Pensaba: —¡Quién lo diría!,
y cansao de solteriar, yo que tanto había pasado
me dije: —M’e de casar, y qu’en un tiempo había andado
pues había pensao, hermanos, hecho un croto y en la vía.
qu’el deber de un güen cristiano
es ir formando su hogar. No solo yo, todo el pueblo
iba, amigos, progresando,
Y descubrí que con alma y en el país se iban dando
y vida estaba metido las nacionalizaciones
con la hija de aquel gringo de las comunicaciones
que a poco tiempo’e yegar y de los transportes varios.
en un baile popular
había una vez conocido. Se hicieron buques mercantes
para poder comerciar
La gringuita me gustaba con el extranjero y dar
y eya me correpondía. los nuestros las condiciones,
Así jue, como un güen día, sin hacerles concesiones
le dije mi decisión que no fueran de acetar.
y eya con su acetación
toda yena de alegría. Había en el nuevo gobierno
representantes gremiales,
se crearon hospitales,
| 247

colonias de vacaciones Yegó pa un año el verano


y nuevas legislaciones (rajante el sol sin clemencia),
de los derechos sociales. cuando tuve la licencia
yo, mi mujer y los chicos,
La gente empezó a tener de veraneo decidimos
bienes y comodidades; irnos todos pa la sierra.
paseaba por las ciudades,
andaba y se divertía El asunto ‘el veraneo
en bares, confiterías, en otra época había sido
cines, teatros, variedades. solamente permitido
a unos pocos con dinero
Yo tuve para esos años y un lujo que pal obrero
una sorpresa halagüeña. le resultaba prohibido.
Un día dijo mi dueña:
—Juan, te tengo qu’informar Pero en cambio, en la nueva
que nos vendrá a visitar época que se vivía,
muy prontito la cigüeña. el más humilde podía
ir pa la sierra o el mar
Se podrán imaginar, con los suyos a pasear,
cuando nació mi chiquito; o descansar unos días.
un Moreno “morenito”,
no cabía en mí de contento. ¡Viérame a mí con los míos
Me dijeron al momento en un Hotel Oficial!,
que a su padre era igualito. que por la Obra Social
resultaba más barato.
Menos de un año después Fueron momentos muy gratos
siguió la serie triunfal. de temporada estival.
Se me completó el casal
cuando vino la nenita, Los viejos oligarcones
qu’era toda una “gringuita” no podían comprender
porque a su madre era igual. que juera eso a suceder,
que todo eso pasara,
A estos hijos de mi alma, … qui un obrero veraneara,
hijos de mi corazón, ¡si era cosa ‘e no creer!
yo les doy l’educación
que siempre se necesita: Con el “negro” y la “gringuita”
La niña, sea señorita, nos bañamos en el lago.
sea respetuoso el varón. Yo recordaba mis pagos
248 |

y m’infancia disgraciada, Canto XIV


mientras hoy, la purreteada
tenía juguete y halago. Un güen padre de familia
soy, como lo relaté,
Yo tenía como vecino pero un día me tiré
un viejo discutidor; una canitita al aire:
era muy protestador una noche me jui a un baile
porque a él nada le gustaba, solito, sin mi mujer.
por todas partes hablaba
qu’el era un opositor. En aquel clú de l’Unión
era el baile popular.
Ese señor, mi vecino, Al poco tiempo’e yegar,
hablaba hasta por los codos. en lo mejor de la farra,
Ya es conocida por todos trajeron una guitarra
bien esta clase de gente; invitándome a payar.
protestan eternamente
pero buscan su acomodo. Había por ayí un mocito
yamado Pedro Contrera,
No decía nada concreto, payador, decían que era,
hablaba con vaguedá, de los que aura poco hay
de la falta ‘e libertá y que por el Uruguay
y el gobierno polecía, él en un tiempo viviera.
y mientras s’enriquecía
con toda comodidá. El tan Contrera había sido
mozo de mucha parada.
Estaba este güen señor Empezó con compadriada
instalao como tendero, y entonces, ay, al momento,
chiyaba contra el obrero, yo preparé el estrumento
mas como este bien ganaba, y se largó la payada.
cada vez más le compraba
y él hacía más dinero. JUAN MORENO
Juan Moreno soy señores
Mi vecino, como otros, y acá me pongo a cantar;
extrañaba lo anterior, veamos que ha de resultar
sin embargo, él mejor de un duelo de payadores.
qu’entonces nunca había estado.
¡Si jamás se había encontrado
en tan buena situación!
| 249

PEDRO CONTRERA Dejemos eso, ¡caray!,


Aquí está Pedro Contrera dentremos al contrapunto.
que le responde con brío Respondamé al primer punto,
y le aceta el desafío ¿qué hacía usté en el Uruguay?
como, donde y cuando quiera.
CONTRERA
MORENO Le contesto su pregunta
El rival me ha resultado diciendo que fui a buscar
muy bravo en l’arremetida. lo que no podía encontrar
Bien le ha d’ir en la partida en mi país, porque no hay,
pues yo soy poco letrado. amigo, fui al Uruguay,
buscando la libertá.
CONTRERA
No se me venga de achique, MORENO
recién vamos comenzando. Pero, digamé en verdá,
Igual m’está resultando según dite su conciencia,
al traje de don Enrique. expliquemé lo que piensa.
¿qu’es pa usté la libertá?
MORENO
No lo conozco a ese gringo. CONTRERA
Permítame que l’explique. Para mí la libertá
No sé quién es don Enrique, es la libertá de prensa.
yo soy de don… Don Juan
[Domingo. MORENO
Me parece su conceto
CONTRERA un poquito estrafalario
Está arrancando muy mal porque solo un miyonario
con sus Domingos y Juanes. la puede a esa gozar,
Libertados no son panes. la libertá e’macanear
Sáquese amigo el morral. es solo e’los grandes diarios.

MORENO CONTRERA
Paso de largo su ataque Cierto es, pues tal libertá
igual al de un diputado no es pa todos en la vida,
qu’insultó al descamisado qu’ella ha de ser ejercida
y alabó al hombre de fraque. por el que tiene cultura
y no por una criatura
inculta y embrutecida.
250 |

MORENO MORENO
Ya que en forma tan segura Ha de resultar sin duda
me viene usté constestando, muy pobre la opinión mía,
váyame ahora esplicando que ante su sabiduría
qu’es para usté la cultura. mi voz será tosca y ruda.

CONTRERA Yo le voy a responder


La cultura es lo que sabe y tengamé usté paciencia,
toda la gente instruída yo respeto su sapiencia,
y que luego es repetida usté habló de lo léido,
en forma solene y grave. yo solo de lo vivido,
es nuestra gran diferencia.
La cultura es europea
y es pa la gente de altura Me ha dao sus definiciones
pues, mi amigo, la cultura y he de sacarles peluza,
no es para la clase rea. pero a mí no m’engatuza
con tantas conversaciones
Porqu’estoy con la cultura, y con sus revoluciones
porque soy civilizado a la francesa o la rusa.
la guerra l’e declarado
a cualquiera dictadura. Usté es de los que admiran
las revueltas populares
Estoy con la libertá hechas… en otros lugares
y con la fraternidá pues si las ve en l’Argentina,
y también con la igualdá a comprenderlas no atina
como muy claro lo expresa aunque sean más populares.
la revolución francesa
pa toda la humanidá. Me habló de la libertá
(y estuvo medio barato).
Y aura payador Moreno Me ha hecho reir un rato
yo le voy a preguntar. con todas sus vaguedades
Veamos qué ha de contestar, y con esas libertades
si resulta malo o güeno. que las presenta en astrato.

Mi pregunta va ser ésta Libertades no son panes,


y espero contestación. cierto es, tampoco son fiambres,
Quiero saber su opinión mas si uno está como alambre
sobre todas mis respuestas. de flaco, y no tiene pan,
| 251

la libertá que le dan y lo que me ha preguntado


sirve para morirse de hambre. yo nunca lo he aprendido.

Y no hay fraternidá MORENO


ni un hombre es a otro igual Amigo, eso es consecuencia
cuando no se cura el mal de que lo que usté aprendiera
de una manera certera es de una esencia extranjera,
con justicia verdadera pues lo que l’e preguntado
qu’es la JUSTICIA SOCIAL. ya se lo había contestado
al nombrar las tres banderas.
Y por eso es que siguiéndole
a usté toda l’analítica, Y así todo terminó,
yo le rechazo la crítica terminó d’esa manera,
pues estoy, en la ocasión, y derrotado, Contrera,
defendiendo una Nación del baile se retiró.
con SOBERANÍA POLÍTICA.
Canto XV
La libertá y la cultura
que presentó en forma armónica Fueron pasando los años,
(a mí me resultó cómica), el tiempo seguía corriendo,
¿pa qué sirven criatura, mis hijos iban creciendo
si una Nación no estrutura y yo feliz, trabajando.
l’INDEPENDENCIA
[ECONÓMICA? La Nación se perfilaba
Soberana, Independiente,
Pa dar fin a la payada, siguiendo su marcha al frente
para ponerle final, marcando grandes destinos
le pediré, mi rival, pa todos los argentinos
ya que tanto definea, y pa todo el Continente.
que me defina la idea
de la Causa Nacional. Tal vez alguien me dirá
que hubo algunos desaciertos,
CONTRERA yo le diré qu’eso es cierto,
Bueno, habré de confesarle pero nunca en forma tal
que m’e de dar por vencido, el sentido nacional
pues lo qu’e l’e definido estuvo así, tan despierto.
es lo que me han enseñado
252 |

Cierto es que se cometieron, fue la nuestra, compañeros.


amigo, algunos errores, P’atajar a los obreros
y eso es porque hubo traidores había metraya y cañón.
en nuestra causa infiltrados,
eternos acomodados, Largáronse a destruir
¡si conozco a esos señores! como si fuera una hazaña,
mocitos de mala entraña
Los enemigos del pueblo con sus comandos civiles,
qu’estaban siempre al acecho sujetos ruines y viles
y no flojaban ni un trecho y de muy baja calaña.
pretendían, en la ocasión,
fomentar la división Contra los bienes del pueblo
para sacarle provecho. se largaron a la carga;
gente con uñas muy largas
Y yegaron los aviones fue a intervenir a los gremios.
a bombardiar la ciudá, Ellos yevaron su “premio”,
mayor iniquinidá nosotros: horas amargas.
jamás ha visto el que cuenta.
Esa es una historia cruenta Se yevaron el cadáver
de miseria y de ruindá. de nuestra dama primera;
no tuvieron ni siquiera
Se largó la oligarquía respeto pa los difuntos,
en la forma qu’eya estila si jamás tant’odio junto
con la crueldá de un Atila en nuestra patria se viera.
todo eya destruyó
y así fue como se dio Proclamaron muy ufanos
el golpe de los gorilas. ser eyos los herederos
de Mayo y de Caseros
Contra el pueblo y el obrero y entonces pensé una cosa:
se habrá de largar ahora ¡Gran hombre debió ser Rosas
esa furia destrutora si estos lo atacan tan fiero!
que todos esos salvajes
hasta han tenido el coraje Si hasta parece mentira
de yamar “libertadora”. esto que ahora les cuento,
pero fue ese un momento
Y salimos a la caye yeno de persecuciones,
en gran manifestación. s’enyenaron las prisiones
Patriótica indinación ¡y hubo hasta fusilamientos!
| 253

Desd’entonces hasta ahora hoy ocupada estuviera


vienen pasando los años, por una fuerza extranjera
mentiras, fraudes y engaños que nos ganara una guerra.
hemos debido sufrir,
pronto hemos d’ir a vivir Y ya termino m’historia
seguramente a los caños. con los momentos atuales,
les he hablado de mis males
En las altas posiciones y al irlos así, cantando,
siempre se haya algún piyastre. se me han venido mezclando
Están haciendo un desastre con las cosas nacionales.
pero ninguno lo aclara,
porqu’en vez de dar la cara Y hago así una reflesión:
te salen mostrando el traste. mucho es lo que han destruído,
muchos son los que han caído
Siempre hay algún general, y muchos los que han matado,
almirante o comodoro pero algunos se han salvado
que se viene con su yoro y no todo está perdido.
y hay que dejarlo conforme.
Muchos visten de uniforme Pues no ha muerto JUAN
pero pocos con decoro. [MORENO,
vivo está el qu’esto les dijo.
Te salen de vez en cuando, Por la muerte no me aflijo,
en algunas ocasiones, que aunque yo muera, paisanos,
con asunto d’eleciones han de quedar mis hermanos
pero ellos yevan lo suyo o habrán de quedar mis hijos.
y pa los que hacen baruyo
inventan las proscripciones. FIN de Juan Moreno

Amigos, a esas partidas,


no hay que sentarse a jugar;
eyos siempre han de ganar
porque son viejos fuyeros,
mas si pierden, son mañeros,
y no te quieren pagar.

Lo que se ve por momentos


a todos ya nos aterra.
Si parece qu’esta tierra
254 |

Al compañero moral y físicamente


Hugo del Carril67 “el precursor de un ideal”.
Martín Castro
Hugo es el vivo reflejo
Para escribirle a un amigo de Perón en la Argentina,
con benevolencia suma la presencia masculina
pulso mi modesta pluma en el ambiente civil;
de mis tiempos de escritor; en las horas de la espada
es que quiero dedicarle se oyó su voz optimista,
con franqueza sin escollos ¡señores, soy peronista!,
“al más criollo de los criollos” y fue Hugo del Carril.
una rima y una flor.
Con un lenguaje inaudito
Hugo del Carril se llama fue cruelmente insultado,
el estoico compañero cobardemente ladrado
que ha marcado un derrotero por una jauría vil;
con su templo de varón; pero todos los mordiscos
un valor indiscutible. que acribillaron su nombre
Coraje que hizo público se encontraron con el hombre
en honor al Gran Repúblico que es don Hugo del Carril.
Don Juan Domingo Perón.
Le hicieron cruel y difícil
Están sus gestos viriles la existencia en cualquier plano
prendidos en la memoria y en el quehacer cotidiano
y en las horas de la historia encontró el no del patrón;
su valentía moral. se le cerraron las puertas
Porque del Carril ha sido, en los casos más precarios,
lo digo concientemente, y en todos los escenarios
le bajaron el telón.

67. 1969. Incluido en Fermín Chávez (comp.), Historia y antología de la poesía gauches-
ca, Buenos Aires, Margus, 2004, pp. 539-541.
Nacido en 1882 en Merlo, provincia de Buenos Aires, Martín Castro se inició en las
artes payadorescas hacia el 1900, formando parte de la llamada segunda generación de
payadores. Su obra se caracterizó por una fuerte impronta de denuncia social. Libros
de versos como Guitarra roja (1928) lo posicionaron como exponente de un criollismo
de orientación anarquista, aunque en 1945 se acercó al peronismo. Falleció en 1971
(ver Ezequiel Adamovsky, “Martín Castro, un payador criollo”, en El gaucho indómito,
Buenos Aires, Siglo XXI, 2019, pp. 115-132).
| 255

La ley lo silencia al hombre Décimas para la


mientras aplica el castigo, Patria Nueva68
pero queda el enemigo Carlos M. Berazategui
el hombre frente a la ley;
siempre que humillar quisieron Lucha que se hizo bandera
un carácter masculino que nació en el caudillaje
surgió un valiente argentino tacuara, lanza y coraje
y un prócer contra la ley. de la gaucha montonera
que en Evita Capitana
Hoy en el numen del Pueblo fue protesta soberana
es un símbolo su nombre, de la oprimida Nación:
en la Patria todo un hombre es la Patria de PERÓN
y un honor para el hogar; que con fusiles reclama!
ojalá que este viajero
ultrajado, perseguido, Tiene del pueblo sencillo
encuentre el lugar querido nombre moreno y nativo
“en el alma popular”. grito caliente y altivo
de combatiente y caudillo
Cantemos con el trovero canta a puño el estribillo
porque es la voz argentina, de su marcha nacional
la canción que es la doctrina y el nombre del General
que en cien instantes oí: cores en todo reciento
“Los muchachos Peronistas” con carga y pistola al cinto
que como un toque de diana y una estrella federal!
anuncia cada mañana
“que ya sale de Madrid”. Antes muerto que vencido
paga la sangre la hombreada
Ciudadela, 15-XI-1969 deja su vida inmolada
por la tierra que ha querido
lejos de echarse al olvido
nace en su muerte también
por uno muerto habrá cien

68. En Nuevo Hombre, año I, nro. 13, 13 a 19 de octubre de 1971, p. 13. Según consta
en la publicación, Carlos M. Berazategui fue un obrero peronista, ex miembro de la
mesa directiva de ATSA filial Mar del Plata, dirigente de la Juventud Peronista en
Mendoza. El poema está precedido de una carta de presentación que firma como “Un
compañero mendocino”.
256 |

que empuñarán el fusil Cielito para Perón69


por cada cien habrá mil Julio Héctor Meirana
que pelearán como él!
Cielito de la Nación
Tenue flor de juventud justa, libre y soberana,
quemada en inmensa llama cielo azul de la mañana,
es la patria que reclama cielito de Juan Perón.
la sangre de su virtud
y en la humana latitud Cielo el pueblo ya triunfó
de su vida idealizada en el campo y la ciudad,
como no sea la IGUALDAD cielo y sol de la verdad,
y la honrosa LIBERTAD cielito del que volvió.
de la raza esclavizada!
Volvió y dijo: —Compañeros,
POR LA UNIÓN AMERICANA aquí lo pongo a Perón,
¡LIBERACIÓN NACIONAL! tengo el cuero y la razón,
POR LA JUSTICIA SOCIAL por eso me juego entero.
TIERRA LIBRE Y SOBERANA
GUERRA DE HOY, POR Nadie piense en la derrota,
[EL MAÑANA les digo de corazón,
ES LA GRAN REVOLUCIÓN cielo grande de la unión
CON EL FUSIL LA CANCIÓN de todos los compatriotas.
DEL PUEBLO JUSTICIALISTA
FUERZA ARMADA PERONISTA Llegan, cielo, en mi tonada
¡POR LA PATRIA Y POR PERÓN! la Victoria y el Futuro,
cielito del aire puro
con la Patria emancipada.

Cielito traigo la gloria,


la imagen de la Mujer

69. Década de 1970. Incluido en Fermín Chávez (comp.), Aquí me pongo a cantar.
Poetas y trovadores del Plata, Buenos Aires, Pueblo Entero, 1993, pp. 155-156.
Es poca la información que se tiene sobre este autor. En la compilación de Fermín
Chávez (p. 153) consta que nació en 1919 y los siguientes datos: “Entrerriano. Autor
de ‘Milonga de un entrerriano’, a la que puso música Miguel A. Martínez. Las compo-
siciones que aquí reproducimos pertenecen a la década de 1970”.
| 257

que al pueblo supo querer Martín Fierro y


como pocos en la historia. nosotros los
trabajadores argentinos70
Ni hablar de claudicación, Miguel Tejada
oiga bien el que me escucha,
cielito de temple y lucha, Soy nieto de Martín Fierro
cielito de Eva Perón.
Canto I
Y el pueblo que lo escuchó Todo criollo en mi tierra
con una inmensa alegría,
cielito de pleno día, Escuchen, paisanos míos
su combate redobló. y el que me quiera escuchar…
Yo me quiero presentar
(También oyó el gran chambón
que hizo el torpe desafío,
cielito y aquí me río,
cielito del gran jabón).

Se acabó la discusión,
se acabaron los enredos;
que nadie se tire al quedo
es la orden de Perón.

Lo digo de corazón:
para el mejor compañero
va este cielo todo entero,
¡cielito de Juan Perón!

70. Buenos Aires, Ediciones Revista FATSA, 1972. Ilustraciones de Marta Mastricchio.
Nacido en San Juan, probablemente en 1905, Miguel Tejada fue poeta y diputado
por su provincia durante el primer peronismo. Publicó trabajos en La Prensa dirigida
por la CGT. En el periódico Democracia, el 23 de agosto de 1951, publicó el poema
“¡Siga, Siga General!”, donde hizo referencia a la recurrente profecía del Martín Fie-
rro: “Y después cuando vencida / esa raza fue explotada, perseguida y despreciada,
/ la bandera tutelar / preparó la gallardía / del criollo que pedía / Martín Fierro en
su cantar // El criollo tan ansiado / ha surgido de la historia / y labrando está la
gloria / colosal de la Nación / No hace falta que lo nombre / porque tiene nombre
de hombre / y se llama Juan Perón”. Perseguido durante la Resistencia peronista,
258 |

para que sepan quién soy, Sus melodías nos presta


de ande vengo… adónde voy en poblados o en campaña;
y lo que quiero cantar. y si nuestra voz se empaña
a causa de sentimiento,
Cantar es una manera con su voz el instrumento
de decir y de contar… a llorar nos acompaña…
Cuando me pongo a versear
me ocurre lo que a mi abuelo: De modo que nuestro canto
piso la pampa y el cielo, es un canto y una historia;
el cielo quiero tocar… si ustedes hacen memoria
recordarán que mi abuelo
Soy nieto de Martín Fierro luchaba entre infierno y cielo…
que fue poeta y cantor, ¡Que Dios lo tenga en su gloria!
gaucho bravo y peleador
por defender su derecho, El infierno es la injusticia
que supo poner el pecho y es el verse perseguido
y batirse con honor. en la tierra en que ha nacido
y a la que uno quiere tanto;
Todo criollo en mi tierra y es dejar sufriendo en llanto
tiene algo de Martín Fierro: a los seres más queridos.
si estamos en un encierro
o echados a la frontera, El gaucho tuvo “en un tiempo
encontramos la manera hijos, hacienda y mujer…”.
de aguantar nuestro destierro… Pero empezó a padecer
miseria en su propia tierra
Si la injusticia maldita porque le hicieron la guerra,
nos atrapa entre sus garras una guerra sin cuartel…
o el corazón se desgarra
por una pena de amor, De esta forma le pagaban
para aliviar el dolor tantos servicios prestados
cantamos en la guitarra. y tanto amor ofrendado
para hacer la patria grande:

publicó diversos poemas de batalla y se mantuvo cercano a dirigentes sindicales como


Amado Olmos. En Carta abierta a mi país, publicado en 1977, volvió a reivindicar
al peronismo aunque mostró un cierto acercamiento con la dictadura. No se conoce
su fecha de fallecimiento (ver Dario Pulfer, Aproximación bio-bibliográfica a Miguel
Tejada, Buenos Aires, Peronlibros, 2016).
| 259

en la pampa y en el Ande “Educar el soberano”


el gaucho había luchado! era echarlo a la frontera
al gaucho… y traer de afuera
Mi abuelo y todos los gauchos otro “soberano” nuevo…
sin cobrar ni pedir nada “El gaucho es gaucho malevo,
hicieron la gran patriada y es preferible que muera…”.
contra la fuerza extranjera,
levantando la bandera Que muera o se lo extermine
de una patria libertada… hablando sin eufemismo:
palabra de unitarismo
La patria la hicieron ellos, en acción fusiladora…
¡carajo… qué tanto lío! Lo ha sido ayer y es ahora
Cruzaron montes y ríos haciendo siempre lo mismo.
y se jugaron enteros:
el gaucho fue lo primero, Y colocado en el trance
después el procererío… de injustas persecuciones
de inquinas y de traiciones
Aunque leer no sabían fue cruelmente perseguido…
fundaron una Nación En un paria convertido,
a fuerza de corazón lo echaron a los malones.
y de coraje criollo.
Después empezó el embrollo La patria entonces al gaucho
de la ci… vilización. se le volvía un infierno;
de hombre manso y hombre tierno
Parece que para darle que había sido en su hogar,
adecuada “educación” se vio obligado a pelear
extremaron la lección, contra los malos gobiernos.
(“la letra con sangre entra”)
y le infligieron la afrenta Sin embargo en la pelea
de una cruel persecución. y entre tanto sufrimiento,
jamás perdió el sentimiento
“El gaucho es bruto —dijeron— hacia su patria querida,
y no merece vivir… soñándola redimida
Esa raza hay que extinguir de nuevo en cualquier momento…
y traer sangre extranjera”;
y de tan simple manera Y esta es la parte del cielo
el gaucho empezó a sufrir. que amenguaba su dolor…
Porque el gaucho aguantador
260 |

“habiendo sufrido tanto, Cosas del cielo que alegran


no perdió su amor al canto y ayudan a hacer la vida
ni su voz como cantor…”. una acción comprometida
con la fe del patriotismo:
El canto es la poesía a creer en uno mismo
que nace muy desde adentro; y a jugarse en la partida.
da fuerza en cualquier encuentro
y en cualquier encrucijada: No perdía la esperanza
es la Fe iluminada de poder recuperar
por Dios que se haya en el centro. la patria y el dulce hogar
donde feliz había sido
Todo criollo en mi tierra antes de ser perseguido
es payador y poeta; y antes de… peregrinar.
payando en rueda contesta
cualquier pregunta sin dolo; Entre tantas cosas lindas
y si el hombre canta solo, que Martín Fierro decía,
llora, sonríe o protesta… existe una profecía
que yo quisiera citar,
Si hay cierta pena en su canto, pues conviene actualizar
no existe desesperanza. la verdad que predecía…
Tiene una inmensa confianza
para el tiempo venidero “… Y dejo rodar la bola
y hay un deseo sincero que algún día ha de parar;
de que triunfe la esperanza. tiene el hombre que aguantar
hasta que lo trague el hoyo
Cosas hermosas ha dicho o hasta que venga algún criollo
del amor y la mujer; en esta tierra a mandar”.
sobre el tierno florecer
de las estrellas y flores; Una esperanza infinita
de los eternos amores encierra esta profecía;
y la dicha del querer. todo criollo tenía
casi la seguridad
De la amistad, del amigo que llegaría en verdad
y de la unión entre hermanos; aquel que lo salvaría…
de los que tienden la mano
al que se encuentra caído Y que sería un criollo
y del premio merecido de entera sinceridad
por los que aman en cristiano. y amante de la verdad
| 261

para salvar al paisano, “Nuestra cuna y por supuesto


hablándole mano a mano también nuestro porvenir;
lenguaje de lealtad. que para poder vivir
con dignidad y grandeza,
Casi cien años sufriendo, desde la cuna se empieza
casi cien años peleando el patriotismo a sentir.
y siempre, siempre esperando
al criollo que pedía “Alta y clara es mi divisa;
mi abuelo en su profecía, mi bandera es la bandera
y que estaba demorando… de la patria y el que quiera
seguirme… que me acompañe;
La patria estaba vendida, la vista no se le empañe
las tierras enajenadas, que el porvenir nos espera…”.
la Nación hipotecada,
nublado nuestro destino, “Compañeros”, dijo y todos
y del orgullo argentino nos sentimos compañeros
no quedaba casi nada… con impulsos montoneros
recorriendo los caminos
Y entonces el cielo quiso de los campos argentinos
que en nuestra pobre Nación y los nuevos derroteros…
apareciera el varón
salvador de su destino (“Compañero”, creo yo,
con ese nombre argentino que viene de compañía,
de… Juan Domingo Perón. de militar noche y día
en el mismo regimiento
El hombre predestinado y tener el pensamiento
por el destino y la Historia; puesto en la soberanía…
su voz fue convocatoria
a los patriotas sinceros, También, y según me dijo
y nos dijo: “Compañeros, un amigo… “compañero”
marchemos hacia la gloria… viene del acto sincero
de vivir el mismo afán,
“Dios nos ha dado una patria compartiendo el mismo pan…
hermosa como ninguna; Estos es, compan… compañero”).
y aunque esta inmensa fortuna
está casi destruída, Lo cierto es que allí empezamos
empeñemos nuestras vidas a vernos unificados
para salvar nuestra cuna… y por Perón convocados
262 |

a una empresa gigante; Justicia, justicia justa


y empujar para adelante fue la Justicia Social:
al país empantanado. en lo que hace al Capital,
sirviendo a la Economía,
Los criollos de mi tierra, y ésta a la Soberanía
de aquí y de cualquier lugar de nuestro ser Nacional.
viendo a Juan Domingo actuar
vimos que había llegado Justa, libre y soberana
lo que Fierro había anunciado: eran los tres atributos
“un criollo a gobernar”. que reinaban los absolutos
en nuestra hermosa bandera
Peronista es Martín Fierro cuando mostraba señera
y Perón martinfierrista; sus colores impolutos…
con los hechos a la vista
clarita estaba la cosa: Era bandera divina
mi tierra maravillosa que alzaban enamorados
sería justicialista. los niños privilegiados,
los obreros laboriosos,
Para quién fue la Justicia? los ancianos respetuosos
Para el pobre perseguido, y los valientes soldados.
para el hombre enflaquecido,
para el obrero explotado, ¡Ah, tiempos!, como decía
para los peones hambreados, mi abuelo si recordaba
para el pueblo escarnecido. los tiempos en que reinaba
la alegría del trabajo…
La tapera se hizo casa ¡Mas todo se vino abajo
y la casa se hizo hogar; y se dio vuelta la taba!
y en el amor familiar
habiendo pan y comida, Pero aquí no fue la taba
alegre se hizo la vida ni lo que tiene detrás…
y hasta se pudo estudiar… No fue casualidad
lo que torció nuestro sino:
Los obreros eran hombres fue la traición que se vino
y los hombres ciudadanos vestida de Libertad…
con los derechos humanos
y los derechos divinos: Traición a la patria ha sido
en fe cristiana, argentinos, quitarle la Independencia;
como argentinos, hermanos. hablar de honor y decencia
| 263

para emputecerlo todo Y aunque pretendan tener


y chapotear en el lodo a la Nación humillada
sin honor y sin conciencia. y a la patria esclavizada
para servir a sus amos,
La farsa “Libertadora” nosotros luchando estamos
fue el festín de la venganza: para verla liberada.
cárcel, tortura y matanza
casi con odio extranjero: Somos el pueblo luchando
“destruir es lo primero”, sin más armas que el amor;
parecía la ordenanza… y el amor nos da el valor
con que al final triunfaremos
Ordenanza, pues de afuera y una lección les daremos
ordenaban los patrones de patriotismo y honor.
a empleados con galones
y con grados diferentes “Si cien veces la traicionan
que acataban obedientes o la pretenden hundir,
a sus jefes, los masones. el pueblo ha de conseguir
de nuevo su salvación…”
Siendo tantos nos dejamos Esto lo dijo Perón,
sorprender por los bandidos… y esto se debe cumplir.
Así fuimos sorprendidos
por los grupos sublevados Canto II
que estaban apalabrados Esa gente tiene un nombre
y que ya estaban… vendidos.
Es una historia sabida
Y nuestro mayor error la que les voy a contar.
fue bajar por un momento Cualquiera puede narrar
la guardia; yo no descuento las cosas que están pasando
que eso nos costó la vida… porque hay que ir documentando
Hoy con alma dolorida p’al tiempo que va a llegar…
decimos nuestro lamento.
Perdonen si el documento
Pero si algo nos enseña no va muy bien presentado:
la vida en su suceder, soy “grasa”, “descamisado”,
es que se debe aprender “cabecita”, “chamamé”,
y dos veces no incurrir “negro”, “chusma”… y ya ni sé
en lo mismo… El porvenir cuántos nombres que me han dado.
nuestro de nuevo ha de ser.
264 |

Pero es que la “gente bian” pero caliente el bolsillo…


tantas palabras buscó ¡No diré que sean pillos
para ofenderme y me dio pero hacen sus pillerías!
tantos nombres despectivos,
que se pasaron de vivos… ¡Cosa seria, compañeros,
¡y cada nombre me honró! hacer su “radiografía”!
Gente “culta” y muy al día,
Y vean cómo es la cosa: menosprecia a los de abajo;
me hicieron un gran favor pero es como el escarabajo,
porque miré en rededor dorado en la por… quería.
y vi tantos compañeros
humildes pero sinceros Ellos son los cultos, ellos
gonzando del mismo honor. los sabios, los educados;
son los únicos llamados
“Si el ser pobre no es delito, a opinar y gobernar…
—dijimos— ¿por qué la ofensa? Los otros… ¡a trabajar
Si el hombre que estudia y piensa y a gemir esclavizados!
debe elevar a los otros,
¿por qué ese odio hacia nosotros, “Que no levanten cabeza
por qué la continua ofensa?”. y que aguanten su desgracia
sin mirar siquiera hacia
“Nosotros no odiamos nunca horizontes prometidos…
y envidia nunca sentimos; Para esclavos han nacido,
de nuestro esfuerzo vivimos ¡Y… viva la Democracia!”
pero en justicia aspiramos
a gozar lo que ganamos, Cómo se llenan la boca
pues para todos rendimos”. con esta palabra inmensa…
Por la radio y por la prensa
“Otros hay que no trabajan la oligarquía la grita,
y quieren para ellos, todo. y en los mitines la cita
Se pasan buscando el modo ocultando lo que piensa…
de quedarse con lo ajeno
y tener el vientre lleno Democracia llaman ellos,
y feliz de cualquier modo…”. tener ellos la manija…
Y dicen: nadie se aflija
Esa gente tiene un nombre porque se hable de elecciones,
y se llama Oligarquía; manejando los padrones
el alma la tienen fría nos corremos una fija.
| 265

Es viva la oligarquía de salvar sus privilegios:


no se le puede negar… de chicos en los colegios
Es viva para engañar ya hacen su círculo aparte.
que es la maldita viveza:
se sabe cómo se empieza, El Ejército los tiene,
pero no… qué va a pasar. los cultiva la Marina
donde existe la consigna
No crean que es un partido de que el hijo de oligarca
la oligarquía en conjunto; seguirá siendo el jerarca
se la encuentra en cualquier punto de las naves argentinas.
y en cualquier conglomerado;
oligarcas se han hallado Oligarcas hay metidos
hasta en cajas de dijuntos… en la Iglesia y en la curia,
aunque sean una injuria
Son esos politiqueros al ideal que representan.
que andan muertos caminando Muy campantes se presentan
y que viven esperando y hasta exhiben su lujuria.
alguna revolución
que les brinde la ocasión Oligarcas uno encuentra
de seguir… politiqueando. en cualquier institución,
tienen pose y presunción
Oligarcas hay en todos y al hablar se los conoce:
los partidos… socialista, si un hombre del pueblo tose,
radical y progresista dicen… “Enfermo al pulmón”.
y conserva, como es lógico;
¡son un caso patológico Si el pobre come su pan
en la vida… oficialista! con un pedazo de queso
porque al final unos pesos
Pero un párrafo especial el pobre tipo tenía,
le daré al conservador se compran la quesería
que conserva hasta el olor y sube el valor del queso.
de la grasa que lo engorda;
el alma la tiene sorda Si el pobre va con sus hijos
pero es buen conversador… y su mujer de paseo,
dicen: “Los chicos son feos
Ocupan puestos y están y la mujer paridora;
metidos en todas partes; no es verdadera señora
son duchos en ciencia y arte pues… no evita los deseos”.
266 |

Si el pobre se está bañando de González y Garreta…


le dicen que ensucia el río; ¡Nombres largos, la pipeta
y si este, evitando un lío y los hombres qué petisos!
deja el agua y no se moja,
le dicen: “Amigo, escoja: Bueno, amigos, yo comprendo
se baña, o lo tiro al río”. que estas cosas no interesan;
lo que importa es lo que piensa
Si humildemente proclamo de nosotros esa gente
la epístola de San Pablo en su charla permanente
y de justicia les hablo por la radio y por la prensa.
en un lenguaje fraterno,
dicen: “Andate al infierno —Que este pueblo… es pueblo bruto,
salí de aquí pobre diablo!”. que el país no vale nada,
que la gente es atrasada
Todo el derecho es para ellos y que aquello que produce
y para el pobre, deberes; no interesa… pues no luce,
hombres, niños y mujeres porque no es cosa importada.
deben servir a esa casta
que poco produce y gasta Que la Francia, “dulce Francia”,
millonadas en placeres… y que Albión, la rubia Albión,
y que el dólar de la Unión
Quieren formar una casta y el progreso que han traído,
y entre ellos hay mesturanza; todo claro, traducido
se hacen mutua alabanza en muy mala traducción…
pero se comen el cuero;
y nadie se va primero La cultura de esa gente
para no entrar en la danza… es de pura imitación;
si le cae un chaparrón
Si heredaron apellido o está al sol, se les despinta…
de algún colonizador, Son papeles pura pinta
lo mantienen a favor que hacen, sí, gran papelón.
de sus hijos y sus nietos
y aunque el crío sea un feto Los ejemplos que ellos siguen,
pasará por gran señor… y que imitan con esmero,
son con ellos altaneros
Y combinan apellidos justamente y con razón…
como quien hace chorizos: ¡Hacen mala imitación
Aranguren Pérez vivo estos pobres rastacueros!
| 267

Sin embargo ellos no cejan Canto III


ni se dan por ofendidos; Revolución en septiembre
quieren verse protegidos
por potencias extranjeras. Revolución en septiembre
¿Por cuál de ellas?... ¡Por cualquiera, es brote de oligarquía…
pues cipayos han nacido! Es cierto y no es fantasía
por lo que hace a mi memoria;
Hay ejemplos en la historia no sé qué dice la historia
que recuerdan sus alianzas: de Levene o de Gandía…
Inglaterra y luego Francia
consiguieron sus negocios; Recuerdo un 6 de septiembre
y hasta fueron de ellos socios de mil novecientos treinta
estando en beligerancia… Uriburu se presenta
y algunos disparos se oyen
Cada vez que el pueblo lucha que derrocan a Yrigoyen
por su azul soberanía, que andaría en los ochenta…
se junta la oligarquía
con la potencia extranjera Yrigoyen más o menos
e injuriando a la bandera, fue un caudillo popular;
se pliega a la extranjería… consiguió en el pueblo entrar
y del pueblo fue querido;
Es tal su desprecio al pueblo, además tuvo un sentido
es tanto su odio, ¡velay!, hondamente nacional.
que si otra potencia no hay
que reciba sus reclamos, … Y pues bien: 6 de septiembre,
buscando cómplices y amos destronado está el “Peludo”.
recurren al Uruguay… Salvó el viejo como pudo,
triste y solo, su pellejo;
¡Bueno!... aquí se me acabó y al partido como al viejo
ya el deseo de escribir… se les puso peliagudo.
Quizá pueda proseguir
en una ocasión cualquiera: El Teniente General
¡voy a mirar mi bandera, José Félix Uriburu
a llorar… y a sonreir! parecía un hombre duro
decidido a terminar
con los vicios y a sacar
al país de sus apuros…
268 |

¡Perro diánde!... Lo rodearon que en algunas situaciones


tantos tipos cogotudos y tras ciertos figurones
y oligarcas galerudos se nos viene haciendo el cuento.
que empezaron a luchar
cada cual para ocupar En los nombres hallo a veces
la vancante del Peludo. un marcado simbolismo:
nadie escapa de sí mismo
¿Y los votos?... ¡Lo de menos ni a las letras de su nombre,
en la oli-democracia! las naciones y los hombres
Coincidían en el ansia recibieron su bautismo…
del Poder y fue por eso
que en la búsqueda del queso En el pueblo quién acierta
se formó la Concordancia. con los nombres; o bien llame
burdamente o bien aclame,
¿Candidato?... Si hasta el nombre con su verba califica…
ya lo indica: vino Justo, Hoy se rascan y les pica:
General que muy a gusto ¡los llamó “Década infame”!
empleó toda su táctica
en el fraude, en cuya práctica ¡Patrón Costa…! Pero miren
no mostró miedo ni susto… lo que evoco, un tal Patrón…
¿Cuál será la sinrazón?...
¡Madre mía!... Cuántas cosas Que la vieja oligarquía
fraudulentas sucedieron; con el tal gobernaría
cuántas cosas se vendieron como un feudo a la Nación…
y cuánta hambre se pasó;
solamente nos quedó Fracasaron… Y ya viene
las migajas que nos dieron… al recuerdo míster Braden.
Simboliza a los que invaden
Y después siguió la farra con pujanza plutocrática
con Ortiz y con Castillo. y a las “fuerzas democráticas”
Progresaba un circulillo que del brazo andan con Braden…
y mandaba el extranjero
porque ya era consejero ¡Bueno, bueno!... Se me viene
míster Presbich, el vivillo. al recuerdo, aquella UNIÓN
DEMOCRÁTICA, fusión
Yo no soy cronista, evoco de partidos en terrible
solo algunos sufrimientos lucha contra “EL IMPOSIBLE”
de mi pueblo; pero siento candidato, Juan Perón…
| 269

¡Ah, criollo!... Si hasta el nombre para fe de sus hermanos,


es un nombre de varón… quienes ponen en sus manos
Ya lo dijo en su canción tantas ansias infinitas…
Martín Fierro que vendría
y a su pueblo sacaría Solo quiero consignar
de una triste explotación. lo que dicen en protesta
porque el pueblo anda de fiesta
Recordemos una fecha: y pregona su alegría…
24 de febrero. Dice así la oligarquía
¡Qué patriada, compañeros, indignada y descompuesta:
qué magnífica lección:
les ganamos la elección “¿Quién aguanta a esta negrada?
sin alardes altaneros! ¿A esta chusma, quién la aguanta?
¿No la ven?... Unida canta
Limpiamente la ganamos y proclama sus derechos;
con los votos, mesa a mesa, hasta ayer comía afrecho
frente a frente y con limpieza; y hoy, erguida se levanta…
y al final de la carrera
surgió nítida y señera Quiere casa confortable,
la ventaja… ¡Una Cabeza! ya no quiere la hojalata
ni la ropa tan barata…
Aquí digo, una Cabeza Va al Congreso y al Colón
y repito, con razón, y al llegar la vacación,
pues de entonces la Nación va a pasear a Mar del Plata.
tiene un rostro y su sonrisa;
y la patria se humaniza Que es igual como nosotros,
por el rostro de Perón… dice en tono que provoca…
¡Si será atrevida y loca
Pero aquí yo debo hacer esta chusma miserable:
una pausa bien notoria, hasta se halla comparable
no por falta de memoria a la gente que provoca!...
sino pura y simplemente
porque el pueblo está presente Demagogo del infierno
en el campo de la historia. el Caudillo que la alienta
y sus ansias alimenta
Y además, porque en el Pueblo de igualdad y de justicia…
florenciendo está, bendita, ¡No se aguanta esta inmundicia,
con amor eterno Evita esto es ya una loca afrenta!
270 |

Hay que unirse, hay que barrerlos y de industria incomparable,


y salvar la democracia la llamaron “despreciable”,
e imponer la aristocracia la tildaron de baldón…
de la gente limpia y pura,
la que tiene la cultura “Es la crisis más horrenda”,
y las armas y la audacia…”. dijo Presbich contratado,
—otros dicen que alquilado
Así fue como en los años por la gente del Imperio—;
otra vez llegó septiembre; pero nadie tomó en serio
y esta vez salió Menéndez al charleta inigualado…
con su pobre chirinada
que al final fue sofocada En los diarios se leía:
el 28 de septiembre. “Latrocinio, negociado,
coima, robo, peculado…
El Ejército argentino Con oprobios, con engaños
siempre tiene un General se han pasado estos diez años
o la Armada algún Contraal y el país está quebrado…”.
decidido a hacer la guerra,
pero aquí, en su propia tierra, “No hay una obra —se decía—,
y a su pueblo bombardear… ni un trabajo, una mejora…
La República es deudora
… Otra vez llegó septiembre porque todo lo ha fumado
y la gente septembrina; el ‘tirano’… y se ha comprobado
en ejército y marina mil zapatos, su señora…”.
y también en aviación
a un tiempo hizo eclosión Este fue el “descubrimiento”,
y surgió la gente “fina”… esta ha sido la “doctrina”;
esta ha sido la consigna,
Empezó luego la infamia la bandera y la proclama
de enlodar a los caídos; y también este el programa
de llamarlos corrompidos de la gente septembrina…
y malvados y leprosos;
de enterrarlos en un pozo, ¡Qué batalla que ha ganado
todos juntos, confundidos… nuestro Ejército glorioso!
¡Qué festín apetitoso
A la época vivida preparó a la extranjería!
con afán de construcción, ¡Y a la odiosa oligarquía,
de febril legislación qué desquite más hermoso!...
| 271

¿Y el país?... ¿Y la obra toda Canto IV


que se ha hecho en la Nación, Dispersos y perseguidos…
y la inmensa construcción
justa, libre y soberana?... “Los hermanos sean unidos”,
Dicen: “¡todo eso es macana mi abuelo siempre decía.
y un invento de Perón!...”. Con su consejo quería
prevenirnos contra extraños;
Los políticos aplauden, y veo al pasar los años
los políticos aceptan. la razón que lo asistía.
Unos hablan, otros reptan
en la Junta Consultiva; No hay duda que en ese libro
y su baba o su saliva está toda la verdad
contra el pueblo también sueltan. del campo y de la ciudad
y del futuro argentino…
Mientras tanto otra victoria ¡Brindemos con un buen vino
la Marina se apuntó… por tanta sinceridad!
De un zarpazo destrozó
a la inerme CGT; Y sobre todo brindemos
su valor aquí se ve por la profunda emoción
su valor o qué se yo… con que elevó la canción
en medio de su desgracia.
Nos quebraron la columna ¡Ya hablaban de democracia,
vertebral cuando nos dieron pero mandaba el patrón!...
este golpe… Intervinieron
nuestro cuerpo organizado; Échele un trago, amigazo,
hoy está despedazado y alcánceme la botella;
y entre patas de carneros… quiero mirar las estrellas
que Fierro también miraba
Este asunto es para un canto cuando ellas le iluminaban
y un capítulo especial: en noche oscura su huella.
el derecho sindical
iba a ser “muy respetado…”. En esta noche de lobos,
¡Pero hermanos, ha empezado en esta noche de perros
una lucha colosal!... vamos los nietos de Fierro
dispersos y perseguidos:
unos presos, otros juídos
o escondidos en los cerros…
272 |

Y lo que más acongoja a la ciudad indefensa


en esta persecución y a realizar lo que piensa:
es que se rompe la unión pisotear y bombardear.
necesaria entre argentinos
y se frustran los destinos No me explico cuál la causa
del pueblo y de la Nación. o el motivo de la inquina
si mi pueblo a la Marina
Quebrantada la armonía la supo considerar
y rota la “ley primavera” mensajera sobre el mar
ya no hay unión verdadera de las glorias argentinas.
pues solo hay debilidad.
Y con mucha habilidad Pero allí en el mar dijeron
aprovechan los de afuera. —pareciera que así fue—
“Esa chusma qué se cree,
Las cosas que están pasando qué se creen esos gatos
ya son como pa llorar; que están en los sindicatos
podrían avergonzar y tienen la CGT?
al hombre más sin vergüenza,
pero el gobierno no piensa Los vamos a destruir,
que debe reflexionar… lo vamos a aniquilar,
esto es, democratizar
Nos pretende abochornar pues tienen fuerza que indigna…
de haber sido lo que somos Por eso nuestra consigna
y de haberle puesto el lomo es des… personalizar”.
al trabajo con empeño
soñando aquel viejo sueño El asunto es que llegaron
de “ser o no ser…” ¡y somos! a nuestra sede central,
(la sede confederal
Nuestro único delito de Azopardo e Independencia)
es el ser la mayoría con gran ruido y estridencia
que creyó llegado el día como a batalla campal.
de implantar nuestro derecho;
pero andando corto trecho, ¡Qué destino mi destino
se enojó la oligarquía. y qué triste es recordar,
pues jamás podré olvidar
La ola más vengativa que según filosofía
está saliendo del mar de la vieja oligarquía,
decidida a destrozar el patrón debe mandar!...
| 273

Capitán de la Marina ser cipayo de Inglaterra


(de corbeta o de fragata, que servir aquí en su tierra
debe ser tipo de plata la intención del comunismo.
porque dicen que es Patrón)
aceptó la intervención “Gremialistas libres…” dicen
a la gente de alpargata… que ellos son, y se hacen dar
cargos para “investigar”
¿Lo buscaron o es un símbolo donde se hallan… los dineros
o tal vez una intención y tragarse el toco entero,
el mandar de intervención es decir… “moralizar”.
(de corbeta o de fragata)
a que juegue con la plata Pobres gremios, ha pasado
del obrero un tal Patrón? la langosta o la “hormiguita”
que decía el socialista
Por más datos y señales (socialista al acomodo);
un Patrón de Laplacete; después dicen, todo, todo
un patrón que se entromete lo ha comido el peronista…
mano armada en casa ajena
y en las arcas que están llenas Mientras tanto el dirigente
interviene y arremete… verdadero está en prisiones
a la vez que los millones
Algo así como quien dice: de obreros argentinos
“Asaltó la patronal… por su fe, en los caminos
el derecho sindical sufren las… persecuciones.
que venían disfrutando
lo verán otra vez cuando ¿No sabrán los militares
lo permita… el Capital”. (estrategos de casino)
que la patria y su destino
Yo pregunto si es posible está en manos del obrero,
que marinos y soldados y que el pueblo si está entero
nos entreguen maniatados es mejor que dividido?...
a nosotros los obreros
y que apoyen a carneros Otra vez será la lucha
rompehuelgas, paniagudos… otra vez el descontento.
Esto sí que no es un cuento,
Paniagudos y vendidos es historia ya vivida;
a cualquier imperialismo: y por cierta y conocida
para ellos es lo mismo nos produce sufrimiento…
274 |

Otra vez es el mirarnos que sin casi resistencia


como a carne de cogote; atará la Independencia
otra vez harán capote nuestra al carro triunfador!
los políticos mañosos
y el patrón hosco y tramposo ¿Quién habría de oponerse?
otra vez será un azote… ¿Los políticos, acaso?
¡Si andan todos en abrazo
¡Oh, Dios mío, este es el triunfo disfrutando la Revancha,
del Ejército Argentino! democráticos trocha ancha
Y también de los marinos de motín y cuartelazo!
y los “bravos” aviadores:
a cipayos y traidores ¡Ya triunfó la “democracia”
prepararon los caminos… como en tiempo de mi abuelo!...
Arrojado de su suelo
Los caminos del Imperio el criollo irá sin rumbo
y de cruel imperialismo a los golpes y a los tumbos,
preparó el militarismo entre angustias y desvelos.
obcecado, ignaro y ciego.
Divorciados de su pueblo, ¡Pobre pueblo!... Pobres somos
se negaron a sí mismos. más jamás renunciaremos
al destino que debemos
… Y nosotros, a rendir, realizar de cualquier modo…
porque habrá que hacer divisas ¡Por la patria damos todo
pues ya está como premisa y hasta muerte padecemos!
en el Plan Presbi-oligar
que el primero en aportar Si cien veces la traicionan
debe ser el sin camisa… y la venden, cien batallas
libraremos sin metralla
“Y nos guste o no nos guste” y sin golpes asesinos…
el empréstito imperial ¡Nuestro pueblo es de argentinos,
hay que hacerlo… y es fatal no es un pueblo de canallas!
porque así lo ha decidido
míster Presbich que ha venido Ya una vez reconquistamos
con la bola de cristal… del poder de los ingleses
a la patria y otras veces
¡Oh cerebro misterioso del poder de sus aliados.
de este mágico asesor! No hemos sido aún castrados
¡Oh “genial” coordinador como a ellos… les parece.
| 275

Uniremos nuestros pechos, Y en la casa nuestra estaba


nuestras voces, nuestras manos como quien dice dormida
recordando que entre hermanos la hermana mayor querida:
nuestra unión es lo primero, Evita, la hermana nuestra
y que triunfa el extranjero cuando la ola siniestra
cuando adentro nos peleamos. llegó con su arremetida…

¡Deme un trago, compañero, Se supo que profanaron


deme un trago pa brindar! sus restos y la escondieron
Quiero al pueblo saludar los gorilas y bebieron
aunque ahora ande vencido… en ceremonia salvaje
¡Ya muy pronto reunido brindando por el ultraje
nuevamente ha de triunfar! que borrachos cometieron.

Canto intermedio Desde entonces no sabemos


Recordando a nuestra dónde se halla su hermosura;
hermana mayor… pero en dolos y amargura
cuando su nombre invocamos,
Se puede asaltar la casa hermosa la contemplamos
y matar para robar… sonriendo de las alturas…
Más no se puede matar
a quien pasó a la otra vida, Entonces en vez de pena
y está aquí como dormida nos da una inmensa alegría.
porque ha de resucitar… Dijo que siempre estaría
viva o muerta a nuestro lado;
Pero el odio que no sabe y ahora está comprobado
ni siquiera respetar que todo se cumpliría…
la fe, ni puede mirar
a la eternidad de frente, Uniendo el cielo divino
sabe sucia y torpemente a su Argentina natal
lo sagrado profanar… demuestra que es inmortal
la fe y que nunca muere
No puede ver la belleza el que cree y el que quiere
el que es sucio, ni el malvado vencer con el Bien al Mal…
puede mirar lo sagrado
sin escupir su veneno. Venciendo vamos y vamos
Lo hermoso como lo bueno ganando con la verdad…
quiere verlo pisoteado… ¡Qué saben de eternidad
276 |

los gorilas de la selva!; elogian procererías


solo desean que vuelva de sus padres y sus tías
el hombre a ser la mitad… que están en los cementerios.

Mitado hombre es el gorila Discúlpenme los poetas


porque es la parte animal; de metáforas con clave
en cambio lo espiritual y los que tienen la llave
no lo tiene ni le agrada, del premio municipal,
y a veces él se degrada yo canto como el zorzal,
más allá de lo normal… soy simple como es el ave…

Se degradó al ofender Por lo tanto no podría


la figura y la memoria participar en concurso…
de quien ya estaba en la gloria Además estoy incurso
y fue por lo buena y bella en patriotismo obstinado;
como una radiante estrella y de este modo he cantado
que ilumina nuestra Historia. casi diciendo un discurso.

Mas dondequiera que el odio, Haciendo una confidencia


el miedo y la sinrazón les podría confesar
la hayan guardado en prisión que a veces suelo cantar
mediante esa acción maldita, con dulces y tiernos versos
hoy día se encuentra Evita que van como arroyos tersos
viva… en nuestro corazón. cantando o llorando al mar…

Canto V Pero hoy no puedo decir


Nuestro canto de esperanza versos con tal mansedumbre
porque no tengo la lumbre
Discúlpenme los poetas de mi hogar ni la alegría
delicados primorosos de la dulce amada mía
que en sus versos melodiosos que me da su dulcedumbre…
dedican hermosos trinos
al eterno femenino No puedo hacer firuletes
y a los labios amorosos. ni quiero hacer morisquetas
como hacen hoy los poetas
Discúlpenme los poetas que parecen muy contentos
académicos y serios porque ochenta regimientos
que empuñando sus salterios ostentan sus bayonetas.
| 277

No puedo cantar amores mi corazón no entregado,


cuando mi pueblo está muerto debe ser porque han pensado
de miedo… y el desconcierto que me pueden engañar…
cunde como una maleza,
y el gobierno la cabeza Pero no se engañen “ellos”
perdió en manos de un experto… ni se engañen los traidores;
no se gasten los postores
Estoy peleando en las sombras haciendo ninguna oferta
no sé si con hombre o diablo; ni arreglen tras de la puerta
sinceramente les hablo los “gastos libertadores…”.
pues lucho como argentino
y voy haciendo el camino Es vieja Celestina
a ciegas como San Pablo. que oficia de mediadora
entre la “Libertadora”
“A ciegas” digo, pero a eso y posibles compradores,
su simbolismo le doy: es conocida, señores:
ciegos vamos todos hoy Política Entregadora.
hasta que la noche acabe;
mas dónde va el pueblo sabe Esa vieja Celestina
y yo también dónde voy… tiene cómplices mayores
con títulos de doctores
“Vamos, suerte, vamos juntos y de grandes eminencias
dende que juntos nacimos que emplean toda su “cencia”
y ya que juntos vivimos en los más… sucios amores.
sin podernos dividir,
yo abriré con mi cuchillo Doctores que se graduaron
el camino pa seguir”. para servir al demonio
y aumentar su patrimonio
Vamos, suerte, vamos juntos con turbias asesorías
venciendo las emboscadas en las grandes compañías
de las fuerzas complotadas que nos hacen el embrollo.
contra mi bello destino:
yo soy el pueblo argentino, Abogados que defienden
de rutas predestinadas… todas las causas, excepto
la causa que más respeto
Si por algo me codician y honor les merecería:
y me quieren conquistar; la total Soberanía
si aspiran a dominar de la Argentina y su pueblo.
278 |

Y “grandes jurisconsultos” más jamás ignominiosa


que son simples mandaderos con minorías rabiosas
del capital extranjero ansiosas de mordedura.
que les dicta la sentencia
y ellos firman… a conciencia Lo que han mordido esa gente
de lo que dice el dinero. solo nosotros sabemos,
la carne enferma tenemos
La prensa, la prensa que habla del veneno que inyectaron.
de histórico patriotismo Falló el refrán: nos ladraron,
mientras destila mitrismo pero también nos mordieron…
con su estilo literario,
miente con el otro diario Hoy están en sus festines
que produce pazgancismo. mareados en las alturas,
tramando una dictadura
De la otra prensa no hablemos por un tiempo inacabable;
porque va de mano en mano quieren fundar sobre el sable
cual ramera, hoy con fulano, la democracia futura.
mañana con el que llega
primero y le hace la entrega, Al pueblo a veces mencionan
es decir, platita en mano… con brutal hipocresía
porque siendo minoría
Los que viven de rodillas dicen que el pueblo son ellos
ante culturas extrañas: —ser pueblo es honroso y bello—
pero ante el pueblo se ensañan y que no es la mayoría.
tildándolo de atrasado
diciendo: “Porque ha heredado Emplean todas las armas
viejas creencias de España”. —crueldad, mentiras, engaños—.
Han pasado ya dos años
Escritores y poetas torturando al pueblo inerme;
que se dicen educados ya no puedo sostenerme,
y en estilo refinado Señor, se me acaba el paño…
escriben feos insultos
contra el pueblo “que no es culto” Oh, Señor, Cristo bendito,
como ellos… ni está castrado. también yo estoy estaqueado;
en el pecho me han lanceado,
Militares que rompieron me han hecho beber vinagre
su espada en una aventura, y me salpica la sangre
forjando la dictadura de argentinos fusilados.
| 279

A veces me siento débil, de amor dará sus esencias:


a veces, casi vencido esta es mi tierna creencia
y evoco lo que has sufrido, de una patria venturosa.
los azotes que te dieron
y el precio en que te vendieron Ancha y hermosa es mi patria,
cuando fuiste escarnecido… rico y fecundo su suelo,
amplia bandera su cielo
¡Jesús… perdoname, hermano que incita a eternas conquistas
y padre a un mismo tiempo! humanas (no imperialistas
Si es que menciono el ejemplo que alzan banderas de duelo…).
de su tragedia sagrada,
mi patria crucificada Cuando yo pueda correr
me trae este pensamiento. fuerte y libre como el viento
librado de este tormento
Mirando tu cruz se encuentran que me tiene aprisionado,
las fuerzas que se han perdido. bajo su cielo estrellado
No me daré por vencido jugará mi pensamiento.
y lucharé como un hombre:
Señor, al decir tu nombre. Como en los tiempos mejores
no me niegues lo que pido… galoparé en la llanura;
escalaré las alturas
Pido que nunca se apague de la montaña argentina
la fe del pueblo argentino, y orlaré con luz divina
y que salve su destino los hierros de mi montura.
venciendo las emboscadas
de las fuerzas coaligadas “Soy gaucho y entiéndalo
que le obstruyen el camino. como mi lengua lo explica:
para mí la tierra es chica
Si sabe pelear, el triunfo y pudiera ser mayor,
será por añadidura… ni la víbora me pica
Huirá la dictadura ni quema mi frente el sol”.
avergonzada, vencida
cual víbora a su guarida Dueño y señor de mi tierra
que esconde entre la espesura. seré el día de mañana.
En el aire las campanas
Y ya libre de reptiles con música cristalina
la patria será otra cosa… cantarán a mi Argentina
En cada hogar una rosa Justa, Libre y Soberana.
280 |

Entre sombras y nostalgias que hoy es llanto en alegría


este es un sueño, lo sé… reirá la patria mía
Cualquiera mi angustia ve por el triunfo de su amor.
y sabe que estoy soñando;
pero esto le está mostrando ¡Hasta entonces, compañero,
que no he perdido la Fe. y a luchar como varón!...

Ni jamás he de perderla República Argentina, 1957


mientras Dios no me abandone.
Somos pueblo de varones
y mujeres de quebracho; Epílogo con presente y futuro
duro el tallo y el penacho
con capullos y canciones. Este canto quedó escrito
hace ya bastante rato
Nuestra voz en el desierto bajo el roja-aramburato
—lo sé bien— se pierde hoy día… como un claro testimonio
Y aunque somos mayoría de que el trágico binomio
nos acallan las descargas se movía por mandato…
de armas cortas y armas largas
en humana cacería… Por mandato de las logias
y las fuerzas extranjeras.
Cazadores de argentinos Nos devoran los de afuera
hoy manejan los fusiles; cada vez que nos peleamos;
ya cazaron varios miles y cien años retrasamos
y sonríe el extranjero del amor… la primavera.
que mandó a sus mandaderos
fusilar y ser ser… viles. La discordia entre nosotros
para ellos… es cordura;
Este canto es un augurio nuestro hambre es su gordura
pero al tiempo es un clamor. y su más rico bocado
Si le encuentran un sabor ver al pueblo sojuzgado
más de pena que alegría por cipaya dictadura.
es porque hoy la patria mía
llora y gime en su dolor. Aramburu fue a medida
su deseado dictador…
Pero el día de mañana Con disfraz “libertador”
quizá tenga otro sabor… perseguía y fusilaba
Convertido ese clamor
| 281

y después tartamudeaba Quince años hilando fino


tartajeando hasta el honor. para el Fraude… No se piensa
que esto es pequeño… la trenza
El honor… ¡vaya qué cosa ya es casi una institución
y qué chicle es el honor! oficial… y la Nación
Si decía este señor se nos muere de vergüenza.
que al que gane entregaría
el poder… la mayoría, Yo de vergüenza me muero
¿por qué diablos la vetó? a cada instante al pensar
que se me quiere quitar
¿Eso acaso es democracia? mi dignidad ciudadana;
¿Es tal vez eso el honor…? pero al pensar en mañana
Un tremendo sinsabor me siento resucitar…
me produce la mentira
y el que afirma y que delira Mañana será otro día
sin tener, que tiene honor. pues siempre existe un mañana…
Con el alma limpia y sana,
Ay, amigos, mis amigos, libre y totalmente erguido
de ahí vienen nuestros males el Pueblo impondrá, reunido,
pues todos fueron iguales su voluntad soberana.
después de la dictadura,
con distinta cobertura Cien años hace que dijo
hicieron sus festivales. mi abuelo: “Sean unidos”.
Si hemos sido divididos
Festival, orgía o fiesta no es por culpa de nosotros:
como le quieran llamar; fueron más vivos los “otros”,
se encierran para tramar porque nos han desunido…
cómo ha de ser la elección:
si en mínima proporción Pero hoy al cumplir cien años
o doble vuelta hay que dar… el mensaje de mi abuelo,
pido a los santos del cielo
Doble vuelta o ballotage y a su Majestad Divina
y fechas de calendario, que ilumine a mi Argentina
vetos, reformas, temarios y proteja mis anhelos.
de juntas que se rejuntan
y prolijamente apuntan Mi anhelo es que mi Argentina
su honor… y sus honorarios. en su nuevo amanecer
piense en el hoy y el ayer
282 |

para poder ser mañana GRACIAS LE DOY A LA


justa, libre y soberana, [VIRGEN,
porque es lo que debe ser. GRACIAS LE DOY AL SEÑOR
PORQUE ENTRE TANTO
Pasado heroico y presente [RIGOR
de lucha hacia el porvenir; Y HABIENDO PERDIDO
para poder subsistir [TANTO,
a dos palabras me aferro; NO PERDÍ MI AMOR AL
como pueblo, a Martín Fierro, [CANTO
y como hombre… a San Martín. NI MI VOZ COMO CANTOR

Martín Fierro es el poeta, (Martín Fierro)


San Martín, héroe y santo;
es decir, que en mi quebranto
para salvar mi destino
ya tengo abierto el camino
por la espada y por el canto.

Y no hace falta que agregue


que mi pueblo en la ocasión,
siguiendo la orientación
fierrista y sanmartiniana
sigue la voz soberana
de Juan Domingo Perón.

Buenos Aires, 1972


Año Centenario del Martín Fierro.
| 283

Consigna anónima

LA MADRE QUIERE A SUS


[HIJOS71
EL GAUCHO QUIERE
[AL FACÓN
EL OLIGARCA LA GUITA
Y EL PUEBLO QUIERE
[A PERÓN

La güelta de Juancho72
Facundo de los Llanos
(Enrique Olmedo)

¡Diecisiete años!...
Y en tuito ese tiempo
en coro las comadres y chismosas
—¡eso sí dende lejos!—
no pararon la lengua ni un minuto
sacándole el pellejo,
como suelen hacer con el dijunto
las viejas en velorio de puebleros

71. Extraída de: Jorge Pinedo, Consignas y lucha popular en el proceso revolucionario ar-
gentino, 1955-1973, Buenos Aires, Freeland, 1974, p. 101. Está acompañada de otras
dos consignas y del siguiente texto de Jorge Pinedo: “A esta última serie se la puede ti-
tular de revisionismo popular histórico. Muestra el reconocimiento popular a quienes
han respetado los intereses de los oprimidos, por más que la cultura opresora se haya
ensañado en demostrar lo contrario, haciendo aparecer a la tradición popular como
un fenómeno aislado y obsceno. Aun poseyendo todos los medios, la historiografía
mitrista no consiguió concretar sus propósitos”.
En cuanto a la consigna, es muy probable que haya sido tomada de una copla enviada
en 1952 a la revista Mundo Peronista por Carlos Patricio González, un niño de tercer
grado: “Con aire de payador… / la madre quiere a sus hijos, / el gaucho quiere al
facón, / y todos los argentinos / a Perón y a Eva Perón” (“Copla”, en Mundo Peronista,
nro. 27, 1° de agosto de 1952, p. 41).
72. Buenos Aires, Peña Lillo, 1974. Ilustraciones de Silvia Carrasco.
284 |

(y digo ansina porque aquí en lo qu’es cuando los nervios


[el campo sacan de las casillas a un cristiano
se tiene en los velorios más rispeto). y le dá piegra libre a la sin güeso!...

¡Qué no dijeron d’el…! La cosa es que un güen día


¡qué no dijeron!... el guiso comenzó a ponerse espeso
Qu’era esto o aquello; por las noticias qu’iban y venían
que había robao millones a carradas; dende “Puerta de Fierro”.
que había arruinado al páis y que Que allá s’estaba preparando el viaje;
[además que esta vez era en serio;
se había burlao del pueblo. que s’iba a contratar un aroplano
Dende tirano prójugo a cobarde, que iba dir a traerlo;
canalla, ditador, tiuto dijeron; y que p’al diecisiete de noviembre
y en diecisiete años, amigazo, de güelta iba a pisar el patrio suelo.
no le dieron descanso a la sin güeso. Al principio, paisano, las comadres
Y ansina jué que a juerza’e repetirlo se hacían morisquetas y se rieron…
se jueron las comadres convenciendo ¡tan siguras estaban, amigazo,
que lo habían desollao de tal manera de que lo habían desollao entero!
que no tenía ni pa’ muestra cuero…
Lo curioso del caso
Y entonces comenzaron a chumbarlo: —fíjese compañero—
qu’es libre pa’ venir que no faltaron ni entre sus amigos
cuando le venga en ganas, sin —principalmente los que son
[problema; [más léidos—
qu’es cosa d’el; que a juerza d’escuchar a la comadres
que naide aquí le pone al parecer también se convencieron,
ni tranquera ni cerco; o al menos les dentró juerte la duda
que las juerzas armadas, tuitas de que cosa tan linda juera cierto.
[juntas, Únicamente alguien esperaba
bajo palabra rispondían d’eso. sin aflojar su fe ni por momento,
Y hasta hubo un desbocao siguro —porque nunca le ha
que metiendo la pata hasta’l encuentro [mentido—
gritó jurioso un día: que si él había dicho que venía
yo les voy a decir porqué no viene era palabra de hombre, compañero;
¡porque no le dá el cuero!... y la palabra de hombre es cosa santa
Tanto lo habían dicho las comadres pa’ los que son de ley ¡y él es entero!...
que al parecer lo terminó creyendo. Y ese alguien qu’esperaba
¡Amalhaya paisano, ansina de siguro
| 285

y capaz de apostarse hasta la vida… nadie va a ricordar su nombre y


¡ese alguien era el pueblo! [es posible
que se acuerden de él solo los nietos,
Y ansina jué nomás. sea habiá mandao el papelón
Un día, amigo, [del siglo
se tomó el aroplano allá en Madrid y metido la pata hasta el encuentro;
y se largó p’al pago pa’ dárselas de sabio, digo yo,
llegando al aropuerto sin que pa’ tanto le alcanzara el seso.
que le llaman de Eseiza… ¡fíjese!... No digo que la historia lo perdone,
lo mesmo que Gabino, porque lo vá a olvidar, pa’ su
un nombre criollo de un cantor [consuelo.
[del pueblo, En cambio Juancho,
que pa’ más asco de los por años y por años, aparcero,
[“destinguidos” seguirá vivo derrotando al tiempo
era pa’ colmo negro…; anque no quede ya sobre la tierra
como los cabecitas negras d’esas ni el polvo de sus güesos;
[“villas” pues como el fraile Luis de Lion decía
que miran con disprecio “la vida es la virtú y es el ricuerdo”;
lo que creen que tienen sangre azul y yo le añado a más qu’eso es
o de distinta jorma los parieron [Historia:
a la que paren hijos las mujeres lo que conserva el corazón del pueblo.
dende qu’el mundo es mundo,
[compañero; Güeno; y ansina jué.
¡como si por la “villa” o por la piel Como l’iba diciendo
[no jueran se largó en aroplano pa’ los pagos
hijos de Dios al fin, tuitos lo y yo me juí con miles de paisanos
[mesmo!... en direción p’al aropuerto;
juera por el camino
Pero estoy agarrando pa’otro lao o juera atravesando campo abierto,
y ya le güelvo al cuento. o vadiando un arroyo
¡Viera visto el julepe e’ las comadres si se nos ponía de por medio.
cuando se dieron cuenta qu’era No jué, bajo palabra, intencionao
[cierto! lo que había pensao pa’ mis adentros.
¡Y pa’ qué viá contarle el entripao Se trataba de dir a recebirlo
de aquel que había dicho lo del dispués de tanto tiempo
[“cuero”!... a quien es el más grand’e los patriotas
anque cuando él se muera sin comparancia en el sentir del
—todo cristiano al hoyo vá derecho— [pueblo.
286 |

¡Qu’ibamos a imaginar qu’era Güeno; y un de repente


[prohibido alcanzamos a ver un poco lejos
dispués de las palabras del gobierno, melicos y soldados a montones;
que hasta dijo qu’eso era un con unijorme de fajina
[compromiso y armaos hasta los dientes, aparcero,
de las juerzas armadas, compañero!... con ametralladoras y jusiles,
d’esas juerzas armadas con tanques y cañones y hasta perros.
que a rispetarlas m’enseñó mi agüelo Eran cincuenta mil, asigún dicen;
y en ocasión de los desfiles tata y al ver el unijorme
me decía, ricuerdo: se me vino de golpe a la memoria
“mírelas m’hijo y nunca se le olvide: aquello de mi tata y de mi agüelo:
eso es la Patria lo que usté está viendo; “mírelos, m’hijo, y nunca se le olvide:
eso son los soldados que peliaron eso es la Patria lo que usté está
en Chacabuco, en Maipo, en [viendo”;
[San Lorenzo, de modo que sentí en el corazón
p’hacer libre esta tierra; como un relincho de alegría
que p’al caso es lo mesmo [al verlos,
si el general José de San Martín como siguro le ocurría a tata
y aquellos criollos que su vida en aquellos desfiles de otros tiempos.
[dieron,
debajo’el unijorme de los de áura Me juí ansina arrimando,
siguen en el espíritu viviendo”… demientras a la idea me iba haciendo
que los habían tráido de siguro
Yo había llevao conmigo a mi pa’ defender al pueblo,
[cachorro; un por si acaso a algunos sabandijas
un gauchito apenitas quinceañero les daba por aguarle los festejos.
que pa’conocerlo a Juan Perón Hasta que un derepente,
venía jorobando de hace tiempo; se armó una confusión en mi cerebro
ansina que le dije: güeno, m’hijo, al escuchar un grito de ¡alto amigo,
ha llegao la ocasión, vamos a verlo. y si da un paso más dese por
¡Viera visto amigazo su alegría!... [muerto!...
¡Si me llevó a rastra de contento, ¿Es que no ha léido acaso
sin darse cuenta de que pa’esos trotes en los diarios la órden del gobierno
ya están mis caracuces algo viejos!... que dice bien clarito
Y al igual que nosotros d’iban miles, qu’está prohibido dir p’al
tuitos en dirección p’al aeropuerto; [aeropuerto…?
como si jueran a una fiesta criolla ¡Cristo!... ni me dio tiempo
por los cantos, los dichos y los gestos. [pa’explicarle
| 287

que soy un criollo d’esos Y ansina jue que pude ver algunos
que no hacen mal a naide, jruncido el entrecejo,
como tuitos los criollos, que como diciendo ¡soy la autoridá!
[de güenos porque pa’ su criterio
se bandean más bien p’al otro lao con el sable en el cinto se figuran
y tienen más aguante que los tientos; de que l’autoridá consiste en eso;
que había venido ansina, y dende áhi p’adelante
[güenamente, cualquiera discusión es desacato;
porque golvía al país un criollo viejo y el desacato es un asunto serio,
al que tuitos los criollos rispetamos porque con esto del “estao de sitio”
y al que tuitos queremos el juez no tiene vela en el entierro,
porque le supo dar como ninguno y el cristiano que cai en esas leyes
gloria a la Patria y bienestar al no tiene más rimedio
[pueblo… que dirse de su tierra, si lo dejan,
¡Pero qué diantre… si ni abrí la boca o a parar a la cárcel con sus güesos.
cuando un jusil ya me apuntaba En fin; esta es la ley
[al pecho!... y por algo la ley l’han hecho éllos…

Me hice a un lao y dispués con A muchos se les véia en la mirada


[desimulo una mezcla de orgullo y de contento,
de un lao p’al otro caminé en silencio como si en el jondo se alegraran
semblanteando la cara’e los melicos qu’el viejo general hubiera güelto.
p’adivinar lo que llevaban dentro. Y es que pa’un güen melico
No eran tuitos iguales, le asiguro, —se me figura a mí pa’mis
por más qu’el unijorme juera [adentros—
[el mesmo. no le dentra en el seso ni a garrote
Yo se lo digo, amigo, de que siendo argentino pueda haber
porque demientras me iba un general al que le falte’l cuero.
[haciendo viejo Era lo que les véia yo en los ojos
aprendí a ler los ojos de un cristiano salir p’ajuera y retozar por dentro,
como si juera un libro abierto. mesmo que si se hubieran arrancao
Es que l’alma es ansina, un entripao que les quitaba el sueño.
y aunque quiera meterla usté en
[el cepo A otros les vide en cambio cara triste,
pa’ que naide la vea, un de repente como si un torcedor dentro del pecho
salta por la ventana de los ojos les dijera que no era cosa’e criollos
y grita la verdá que lleva adentro. armaos hasta los dientes hacer eso
y poner los jusiles como valla
288 |

pa’impedir que por áhi pasara que una cosa es a veces el que manda
[el pueblo. y otra cosa es el resto;
Pienso qu’esageraban unos ordenan y otros obedecen,
rigoriándose ansina ellos mesmos, sin querer decir esto
ya qu’estaban allí cumpliendo órdenes que si el que manda no es un
que nadie había consultao con éllos, [güen patriota
porque ansina es la ley pa’ los con tuitos los demás pase lo mesmo.
[melicos, “Ansina es, m’hijo, no se me
y ansina debe ser, asigún creo; [priocupe”,
solo qu’es necesario qu’el que manda le dije sin hallar más argumentos.
mande con la verdá y con
[jundamento, Él me miró entre triste y
pa’ qu’entonces, amigo, la obedencia [sorprendido,
no lo ponga a un cristiano en como si l’estuviera yo mintiendo.
[un aprieto. La cosa era defícil pa’explicarla…
y los dos nos quedamos en silencio.
En fin, paisano, Hasta que un de repente
viá tratar de abreviarle un poco me dijo: sabe tata…
[el cuento. ¡cómo hubiera deseado con
La cosa era distinta, [San Martín
y tuito ese aspaviento estar en una carga en San Lorenzo!...
de miles de melicos y las armas la cosa era clarita como el agua:
no era ¡caray! pa’ proteger al pueblo, d’este lao argentinos
sino por el contrario pa’impedirle y del otro extranjeros;
que pudiera arrimarse al aropuerto éllos queriendo dominar la Patria,
a abrazar a aquel viejo general buscando en cambio libertá los
al que decían no le daba el cuero [nuestros.
porque lo habían dicho las comadres Y ansina ocurrió en Maipo y
y algunos se tragaron el anzuelo. [Chacabuco,
Jue ansina pura espuma en Güelta de Obligao,
la compadrada aquella del gobierno en Salta y Tucumán,
de que podía venir cuando quisiera también Ituzaingó y otros encuentros;
porque aquí naide le ponía cerco siempre en la misma jorma:
y las juerzas armadas, tuitas juntas, d’este lao argentinos
bajo palabra rispondían d’eso. y del otro extranjeros.

Pero el problema jue con mi cachorro, Pero fíjese tata, fíjese áura;
pa explicarle, canejo, mírelos a las caras, son los mesmos
| 289

los qu’estan con jusiles allí en frente ¡Antes me hubiera desollao yo


y los qu’estamos d’este lao del cerco [mesmo!
que han jormao con hilera’e
[bayonetas Lo agarré de la mano
pa’impedir que pasemos; y le dije muy serio:
somos iguales, tuitos argentinos; vea m’hijo,
y entonces no compriendo hay que pegar la güelta, porque creo
porqué estamos ansina y enfrentaos, que’equivocao el rumbo y este no es
como si se repitiera San Lorenzo el camino va p’al aropuerto;
y hubieran argentinos d’este lao por eso tuito le parece extraño
y del otro extranjeros. y no compriende bien lo que’está
Dígame tata y dígamelo juerte… [viendo.
¡ande está San Martín este Ya otro día
[momento yo le voy a explicar con jundamento
pa’que nos diga a tuitos que eso de que la Patria y San Martín
[la Patria… son una mesma cosa con el pueblo
que la Patria es el pueblo!... como a pesar de ser cachorro, m’hijo,
y que si nos peliamos entre se le figura a usté con güen
[hermanos, [criterio…!
como decía Martín Fierro,
nos van a hacer pedazos los de ajuera Güeno; al final de cuentas
¡y eso es justito lo que buscan ellos! —pa’no alargarle más tuito este
[entuerto—
Le asiguro amigazo… no dejaron qu’el pueblo se arrimara
sentí correr un frío por el cuerpo y a Juancho lo tuvieron por
y se me añudaron las palabras [prisionero
como si me apretaran el garguero. sin dejarlo salir por varias horas
¡Cómo le iba explicar a mi cachorro metido en el encierro,
tanta cosa, aparcer…! mientras un tal Martínez, brigadier
¿Le iba a hablar como tata en los y además juncionario del gobierno,
[desfiles…? diba y venía en “elicótero”
¿Le iba a decir acaso de la Casa Rosada al aropuerto,
que San Martín había muerto buscando, asigún dicen, una jorma
y no tuitos ricuerdan su memoria, de llegar a un arreglo
cuando él lo lleva vivo dentro’el pa’que Juancho aflojara y al final
[pecho…? s’entendiera con ellos.
¿Se lo iba a matar yo con mis Pero Juancho no quiso recebirlo
[palabras…? y ansina jue que se golvió sin verlo
290 |

(áura le dicen “el que sabe y que solo con su juerza pueda hacerlo.
[puede”… Y tuitos los presentes acetaron
pero en esa ocasión no pudo el sagrao compromiso, compañero,
[hacerlo…) bajo palabra santa, que a mi juicio
van a cumplirla si es que son
Cuando Juancho salió y se jue [derechos
[a las casas y pa’beneficiarse del barullo
durante días ocurrió lo mesmo no le buscan excusas ni pretextos;
y el cerco pa’que no se le arrimaran cosa que de ningún criollo de ley
siguió ni más ni menos; se atreve uno siquiera a suponerlo.
y la palabra que la habían dao
quedó en agua’e borraja, compañero, Faltaron solamente algunos pocos
hasta que pa’ Madrid pegó la güelta y estaba ansina allí el páis entero;
sin poder rejuntarse con el pueblo, porque los que faltaban
porque con esto del “estao de sitio” —y a los qu’el general no quiso
la ley es el capricho del gobierno [verlos—
que l’aplica asigún su conveniencia; están en otra cosa o han salido
y la palabra no es un documento del riñón del gobierno,
ansina sea de un soldao, amigo; que los ha disfrazao de candidatos
¡fíjese usté cómo han cambiao pa’confundir al pueblo,
[los tiempos! como si el pueblo se olvidara, amigo,
que hasta hace poco de menistro
Güeno; pero endenantes [hicieron,
de golverse a Madrid paró rodeo y hay quien tiene las manos entuavía
y convocó a su lao, allí en don Nino, chorriando sangre de jusilamientos
y en patriótico gesto (aunque áura diga que le duele
a tuitos los políticos [el alma
que ripresientan algo; y tuitos jueron si ve a un gurí llorando sin consuelo);
a escuchar la palabra o como el que se dice “socialista”
del viejo general y sus consejos y pa’más “democrático”, aparcero,
pa’como hermanos y olvidando y escrebía en aquel nueve de junio
[agravios “ya se ha acabao la leche’e la
cinchar tuitos parejo [clemencia”
pa’sacar a la Patria del pantano y hay que jusilar más, sin miramiento;
en que l’han encajao hasta el o el mocito orejudo y retacón,
[pescuezo, de cuyo apelativo no me acuerdo,
porque no hay hombre ni que con tuitos estuvo de menistro
[partido, dijo, y se pasaba hablando del invierno.
| 291

En fin, amigo, tuitos d’este laya y cuando le prieguntaron


eran los qu’en don Nino no al que más manda, al parecer,
[estuvieron, [entre ellos
porque estaban demás en un convite si había alguna ley que lo prohibiera
en que Juancho buscaba unir dijo muy suelto’e cuerpo:
[al pueblo es una decisión qu’emos tomao,
con la liberación como bandera; ansina que la ley es lo de menos.
y ellos, al parecer,
son sapos de otro pozo, compañero. Pero la cosa no quedaba clara
y algunos leguleyos
Y ansina jue, amigazo. les soplaron al óido que mejor
Al viejo general le sobró el cuero era ditar algunos reglamentos
y quedaron comadres y chismosas pa’que la prohibición quedara escrita
como estropajo viejo. anque juera torcido el argumento;
Pero no vaya a crerse que aflojaron total, cuando s’escribe a bayoneta
a pesar del julepe que tuvieron. la ley no necesita jundamento…
Y es que Juancho Y jue ansina, amigazo,
dijo qu’iba a golver pronto de nuevo como un día inventaron un decreto
pa’estas eleciones llena’e mañas qu’esige pa’que un criollo entre a
que s’están cocinando en el gobierno [su tierra
que a las juerzas armadas ripresienta, que saque un documento
asigún por lo menos que le llaman no sé si “pasaporte”
asigura el que manda a cada rato o algo por el estilo asigún creo;
y nadie sabe hast’ande será cierto; y aquel que no lo tenga
acuérdese que Alvear a San Martín es en su propia tierra un extranjero;
lo dio de baja un día del ejército y ya no sirve más pa’entrar en ella
porque créiba, al igual que sus la papeleta del enrolamiento;
[laderos, esa qu’era un orgullo pa’ los criollos
que las juerzas armadas eran ellos; porque la recebía del Ejército…
de modo que los hombres son Y ansina uno discurre:
[distintos ¡Caray este gobierno
por más qu’el unijorme sea el mesmo. “de las juerzas armadas” —sigún
[dicen
Lo cierto es qu’empezaron con y el que manda repite el día
[las trampas; [entero—,
y los que habían dicho lo del cuero que tiene a un catalán como menistro
risolvieron prohibirle que golviera y a un criollo lo convierte en
(la Junta’e Comandantes dispuso eso); [extranjero;
292 |

y hace, pa’la vergüenza de los


[criollos,
qu’el propio catalán firme el
[decreto!...

A más, qué clase’e vivos


son los qu’están mandando,
[compañero,
qu’en vez de sentir orgullo de que
­[a un criollo
lo reciban los jefes de gobierno
de otros páises del mundo,
[porque saben
qu’es hombre de consejo,
aquí, en su propia tierra,
le prohiben dentrar por un decreto…
Cómo, por otra parte,
no han meditao, canejo, La vuelta de Juan Domingo.
que ande Juancho ha dentrao Romance que no es pa’
[naide lo saca, gringos (El Martín
y no se dentra ahí con pasaporte Fierro peronista)73
ni leyes ni papeles de gobierno, Fiorangel del Giudice
y el secreto’e que siempre los derrote
es que ha dentrao al corazón del En estos versos sin pilchas
[pueblo… pero cuajáos de lirismo,
rinde al gaucho JUAN DOMINGO
“Sabe, tata,… su homenaje y lo proclama
¡cómo hubiera deseao con el paisano que se yama
[San Martín y que firma… DON FLORINDO.
estar en una carga en
[San Lorenzo!...”. Con permiso
¡Pucha con las palabras
[del cachorro!... Con permiso voy al canto
¡me van a golver loco si las pienso!... arrancáo del sentimiento
y juro que no é un cuento

73. Buenos Aires, Judex, 1974. Con la colaboración de Argentina Zamora (ilustra-
ciones); Eduardo Héctor del Giudice y Rodolfo D’Alessandro (recopilación de an-
| 293

pues si mi memoria é fiel, Y como ya se han riunido


todos me van a entender los paisanos y pa oirme,
porque saben que no miento. nenguno podrá desirme
que me arrugo en la ocasión,
Yo no soy cantor de fama de manera que atensión
sino un simple desidor empriéstenmen pa lusirme.
que tal véz se cré mejor
por la rasón que lo inflama. Primera parte
Soy igualito a la yama
que debe al fuego el calor. Aquí comiensa el vía crusis
de un hombre que amó a su pueblo.
No faltará quien intente Si algún detaye me pierdo
desmentirme de antemano, yo ruego que se me escuse;
mas todo intento é en vano son muy poquitas las luses
cuando la verdá é más juerte. que me ayudan pal intento.
Siempre fracasa el que intente
tapar el sol con la mano. Pero suplo la inoransia
con el deseo sinsero,
Y no es presiso mentir de querer ser el primero
pa contarles las corridas que en su homenaje y honor,
del hombre que con su vida le ofriende como una flor
le da lús a un Continente estos versos de mi cuero.
y será del siglo veinte
la antorcha más ensendida. El pueblo lo vio yegar
un 17 de otubre.

tecedentes y cronología histórica); Neri Lanza (vocabulario aclarado y explicado) y


Alicia Sastre de Filmote (copia de originales). Se presenta una versión resumida a cargo
del compilador debido a la extensión del libro original.
Nacido en el barrio de Almagro en 1921, Fiorangel del Giudice fue escritor y guionista
de televisión. Ingresó en YPF en 1943, donde se desempeñó como secretario de Actas
del Sindicato de Obreros y Empleados de la empresa. En 1945 publicó el libro biográ-
fico Perón: infancia, juventud, madurez. En una entrevista que le fue realizada en la lo-
pezrreguista Las Bases el 27 de agosto de 1974 (pp. 16-20), se definió como “peronista
ortodoxo”. Sus versos gauchescos protagonizados por Don Florindo fueron publicados
también en Patria Peronista. Órgano de Reafirmación Doctrinaria (1973-1976) y en
Otra vez. Revista de ortodoxia y lealtad (1983), publicación afín a las 62 Organizaciones
y a la CGT Brasil dirigida por el propio Del Giudice. El dato de la entrevista de Las
Bases se debe a la amabilidad del compañero Roberto Baschetti.
294 |

Y el pueblo que lo descubre de aquel que le dio la gloria


igual que el gaucho a su pingo, a ese pueblo verdadero. […]
reconose al JUAN DOMINGO
que viene a barrer la mugre. Se metió en la canionera
con rabia y con impotensia.
Y jueron casi diés ánios Siguió a su sabia consensia
en queste pueblo con tino, pa no equivocarse féo,
pudo beber de su vino púes no quería entrevero
y haser de su harina pan, con sangre, muerte y violencia.
porque al crioyo se le dan […]
sus derechos de argentino.
Sabía que en Paraguay
Jueron ánios de espliendor muy poco tiempo estaría.
de canto, trabajo y risa. Anotisiáo ya le habían
Jueron ánios muy de prisa; que en grupos como culebra,
ánios de fe y de vigor buscaban la noche negra
donde la Patria al calor pa hacerle una porquería.
risurgió de la senisa.
Del “vensedor ni vensido”
Mas de pronto aqueya risa que esgrimieron de primera
se tornó mueca doliente. en la nasión toda entera,
Sobre ese pueblo valiente solo quedó el alarido
cayó la bomba traidora de un pueblo que siempre erguido
que esplotó “Libertadora” jué a la muerte traisionera. […]
sobre miles de inosentes.
Risién compriendo el encono
Y de ahí en más comensó que JUAN DOMINGO tenía
la opresión y las torturas, ya que pudo en aquel día
la cársel, las amarguras, haser el gran iscarmiento,
el pisotear de la léi, pero no quiso el tormento
pa un pueblo que yá sin él de haber malgastáo vidas. […]
yoraba su desventura. […]
La lucha sería distinta.
Por eso cuando se jué Ya no estaba en este mundo,
o mejor cuando lo jueron, no estaba la companiera
alejáo ya se criyeron de aqueyas horas primeras,
que mataban la memoria ni su carinio projundo
le haría de sentinela. […]
| 295

Jué potro, vincha y espuela; Como era bien ilustráo


jué viento sur y torrente, escribió con gran modestia:
mate y áspero aguardiente, “La Juersa. Rasón de béstias”,
poncho, facón y heredera donde ponía al desnudo
de la estirpe gaucha y fiera a sipayos y a cornudos
que jué capeando la muerte. […] que al Tío Sam daban fiesta.

Segunda parte Estaba en los menesteres


finales del tema escrito,
[…] cuando yegóse el negrito
que le lustraba en la caye
En Asunsión JUAN DOMINGO pa desirle: “Patlonsito…
poco tiempo había de estár. lo han hecho fináo a Vaye”.
Y tal jué que al contestar
las acusaciones ruínes, Jué muy amargo el informe.
entre dirétes y dímes Entérao pero en detaye
rompió la hospitalidá. […] supo que su amigo Vaye
con Tanco movieron génte,
Ansí empesó la junsión; rispondiéndole ¡priesente!
Stroessner la léi aplica a la presión de la caye.
y ordena que Viyarrica
se le ofresca la pensión Pero no quiso el destino
y aflojé ansí la tensión que en la Argentina oprimida
que a muchos ya mortitfica. triunfara aqueya estayida
que a punta de corasón,
Don JUAN no aguantó el baruyo le puso a Vaye el pendón
pa no sentirse un cualquiera. pa una muerte homisída. […]
“Soy grande pa mamadera”,
les dijo en un esabruto Tercera parte
y ahí nomás salvoconducto
lo alejó de la perrera. Yo aprendí con la esperensia
que atesoré con los ánios,
Al parár en Panamá que siempre ditrás de un dánio
de paso pa Nicarágua, se nos arríma el consuelo
le ofresió el amigo Arias como pa mostrár que el sielo
su patria como amistá no nos trata como estránio. […]
y entendió que era verdá
cristalina como el agua. […]
296 |

Una mujér y asiguro hecha copla en los cantares:


le yegó en su noche negra; ¡Mártires de León Suáres
noche solitaria y perra quién olvida su grandesa! […]
donde vivir se hase duro
y donde todo é al niudo Todo marchaba al repelo
porque la pena se aferra. […] de acuerdo a su calendario,
pero comensó el rosario
Él le dio grasias al sielo cunado dijeron ¡priesente!
disiendo que pa su fines, todítos los priesidentes
“Dios sabe que sin violines en Panamá, su calvario.
no suena bién una orquesta”,
por eso que sin protesta Como yegaba Aramburu
jué suya Isabel Martínes. […] también a la rinuión,
entendió que la cuestión
Yo no quisiera contár la ordebana el protocolo
detáyes e intmidádes; y entonces como Bartolo
ya tendré oportunidades se jué tocando el flautón.
pa lográr ritrato fiél,
aunque creo güen pinsel Envalijó bien las pilchas
la palabra en sus verdades. sin pitos ni matraca,
y sin ruidos ni alaráca
Y adimás tampoco é justo lo invitó Péres Jiménes
estas cosas esponer pa que su rancho le estrene
y al mesmo tiempo saber en Venesuela, Caracas.
que ayá por la Plasa e’ Mayo
verdugueaban sin desmayo Otra etapa comensaba
cuanto oliera a CGT. y al láo de nuevos amigos,
mas todos jueron testigos
Los obreros se oponían que la amistá y que la fé
con unias, patas y dientes; se debieron a Isabel,
eran fieras impotentes mucho más que a su marido. […]
acorraladas y heridas
que iban jugando su vida Por ese tiempo Jiménes
en el naipe de la muerte. en Caracas tenía bronca,
y ya se vió que la trompa
Ni el tanque ni la metraya de melícos y almirantes,
abatían su fieresa se convirtía al istante
y quedó ansí la proésa en movimiento de tropa.
| 297

Y el pobre Péres Jiménes cuando todo juera crisis,


de JUAN DOMINGO un amigo, los muchachos con Frondisi
le puso a Dios por testigo y otra vés a la Rosada.
de aquel golpe que le daba
el marino Larrasábal Muchos lerdos criticaron
convertido en su enemigo. con don Arturo ese pato,
y hasta JUAN jusgaba el ato
“Veía con sumo agráo como cosa intrasendente,
—le dijo— déje el país pero el flaco e’priesidente
porque cometió el deslís “nos daría mejor trato”.
de frecuentar al tirano”
y JUAN DOMINGO de plano El tiempo que ya pasó
jué un invitáo a salir. aviva mi pensamiento
y me dolió en el momento
“¡Hasta cuándo Dios piadoso!”, la ocasión que JUAN perdió
dijo mirando la güeya. porque el flaco se negó
Baqueano de las estreyas a cumplir su juramento.
y sin tiempo pa un distingo,
enfiló a Santo Domingo Pero también él perdió
y solo orientáo por ellas. […] por su ambisión atrevída.
Se ensartó ya que tenía
Economístas, políticos. pa peliar muy poco royo
sientíficos, sindicales, y murió en el desarroyo
industriosos, militares, contagiáo con anarquía. […]
todos buscaron su turno
pa dedicarle noturnos Yegó ansí el sesenta y dós.
entonándole cantares. El dúo Framini-Anglada
contra Larralde-Sola,
Desde la estrema derecha conformaron los binomios
hasta los bolches de estrema, que dieron el testimonio
le ofresieron la suprema del triunfo pa la lealtá.
solusión pa hayar la clave
y hasta jueron clericales El “flaco” no vió vitoria
a cantarle una novena. […] del peronismo en la lucha
por eso que le dio mucha
Proclamar el voto en blanco manija desde el gobierno.
JUAN DOMINGO aconsejaba; “¡Nunca se a curáo enfermo
pero al yegar la jornada bajo el agua de una ducha!”. […]
298 |

Generales y Almirantes hasta un rincón de Seviya


se riunieron denseguida ques donde el sol más calienta.
pa ver de tapar la herída
y cortar toda infesión, La comitiva era corta.
pero el hombre jué chambón A su láo iba Isabel;
y se perdió la partida. Campos Alberto Manuel
en junsión de delegáo,
Lo acorralaron muy fiero don Américo el peláo
pidiéndole dimisión y su amigo John del Re.
y el muy ladino y sobón
se olvidó de nuestro pato Cuando yegaron a Espania
y a la provincia “irso-fato” dispués de un penoso vuelo,
le mandó la intervinsión. jué Álvares de Toledo
de rasa goda y senior
Pero el parche yegó tarde. quien del gobierno espaniol
Cuando el juego e’ la verdá le ofreció aquel santo suelo.
no é completo y é mitá.
no dá ventaja al que manda, Y es un deber de consensia
por el contrario se agrandan el evocar la atitú
las grietas de la unidá. […] de un pueblo y la gratitú
que le corre por la entrania,
Pa tirios y troyanos porque la gloria de Espania
el vise jué el priesidente nase y vive en su virtú.
mas la bronca jué ilocuente
de asules y coloráos. Esa Espania no podía
Ahí quedó bién pronunsiáo pese al tiempo transcrurrido,
el nuevo lío castrense. […] olvidar que no hubo olvido
cuando en días angustiantes
Cuarta parte JUAN DOMINGO gobernante
les envió carne y trigo. […]
[…]
Entre tanto en La Rosada
Y jué ese mesmo destino don Guido el sobreviviente
que con nosotros no cuenta, convocaba a priesidentes
quien lo yevó en el sesenta pa entregarles el gobierno.
desde el mar de Las Antiyas A él también el invierno
lo dejó convalesiente. […]
| 299

Quinta parte Sexta parte

Y se largó la corrida […]


sin JUAN DOMINGO el inoto. Mientras que acá en Argentina
No dejaron a su potro de males subían serros,
en la línea de partida. […] JUAN DOMINGO a Puerta é Hierro
se jué por buscar quietú
¡Ganó ese tungo tordiyo! y riforsar la salú
Viene de güena familia con Isabel y sus perros.
y se llama Arturo Illia,
roncador aunque sin briyo. La vida ayá jué sensiya.
Se levantaba a la siete,
El país un priesidente caminaba como cuéte
pudo mostrar como entonces, estirando el esqueleto
sonando campana é bronse y dispués quedaba quieto
pa la fe de mucha gente. como gurí con juguete.

Solo una contra tenía; Todito lo analisaba


se llamaba Don Arturo bajo el prisma de su sensia
igual que aquel que no pudo y dejó que la esperensia
saber dónde le dolía. […] lo aconsejara por sabia,
porque a veses de la rabia
Una duda dejó abierta sale poca efervesensia. […]
Don Arturo en un sermón:
“en esta tierra a Perón Tiráo a un láo su partido
naides le sierra la puerta”. luego e’ tantos macanéos,
mentiras y cacáreos
JUAN DOMINGO que entendía del médico priesidente,
pa sí mismo contestó: se desidió de ripente
“¿sabrá el viejo que mintió saber si eran compadréos.
o mintió porque sabía?”.
Se formó una comisión
Y yo que conósco el fato pa su ritorno inmediato.
probaré sin disimulo Al pinsipio jueron cuatro:
que el viejo no jué agayudo Framíni, Iturbe y Vandor
¡Le quedó grande el sapáto! y pa mayor esplendor
Delia Parodi “en el parto”.
300 |

Salieron desde Barajas De manera que la cosa


y el 2 de disiembre en punto jué rápida y contundente.
disendieron todos juntos Pistarini muy caliente
de Brasil en el Galeáo, le ordenó al Alsogaray:
pero estaban priparáos “¡No espere más! ¡Que caray!
los macacos pal asunto. ¡Sáqueme yá al priesidente!”. […]

El priesidente argentino “Las juersas lo han desidido


tal vés un cacho asustáo, y el destino del país
ya le había chivateáo termina aquí de ser gris,
a su colega carioca: pues sin ambisión mesquina
“no le déje abrir la boca Rivolusión Argentina
ni los mande pa este láo”. […] es la que viene a servir”.

La verdá que el pobre Illia Pero disen y asiguran


se le arrugó muy temprano que cuando el viejo escuchó
como acordeón de italiano. el éco de aqueya vós
Al mandarse sus bravatas lansándolé tal premisa,
se creyó que con su lata se marchó muerto e’ risa
Don JUAN crusaría las manos. disiendo: ¡Viva Perón!
[…]
Octava parte
Séptima parte
Los días juertes de junio
[…] del sesenta y seis rodando
En los cuarteles ya todos jueron presagio anunsiando
cuchicheaban de tapada. al mal fin que yegaría
En el aire una estocada el priesidente Onganía
se adivinaba pendiente. que ansí nasía golpeando. […]
Se estudiaba si de frente
o si de espalda se daba. Cuando largó la carrera
el austéro priesidente,
Aigún Alsogaray tuvo el calor de la gente
y su hermano el Alvarito y hasta JUAN que estaba lejos
el gobierno estaba frito le dio a los suyos consejos
como güevo a la sartén. de frenar en la pendiente. […]
Se caía sin sostén
pedasito a pedasito.
| 301

Jué la gota del desastre. ¿Pá qué empeniar un risongo


Un gobierno lastimero; si no estuvo en el bailongo
las finansas por el suelo y lo dejaron de láo? […]
que a las cuentas del rosario,
se ató al Fondo Monetario El asombró jué pa todos.
con lo que jué pordiosero. Pronto se supo la nueva.
Las trés armas se congregan
Con muy pocos patacones y anunsian al mismo son:
como güenos sabandijas, “Don Marcelo Levistón
esigieron la manija será el priesi cuando yega”.
pa que don Krieger Vasena
completara la faena Ansí jué que el diés y ocho
yevándonos la camisa. […] de junio y anio setenta
se marcaron nuevas sendas
Era triste el panorama. de fé pa los argentinos.
JUAN DOMINGO con su pena ¡Mas que importan los caminos
hiso pública condena cuando la fé ya está muerta!
de tamania canayada.
¿Cómo la patria engendraba Novena parte
un hijo como Vasena?
[…]
Esos casos criminales, El paisanaje cansáo
más otros que no rilato, de vivir como matrero
constituyeron el plato salía de los aujeros
con que el grupo liberal igual como leche hervída
se sirvió pa que al final y en pelotón de suisídas
rinunsiaran al muchacho. pasaron a sangre y fuego.

La tierra, el aire y el mar DON JUAN no pidió violensia


con Lanusse, Gniavi y Rey pa que jueran tempestuosos,
aplicabanlé la léi pero en cuantito a los mosos
en nombre de la genuina se les acaba la pasensia,
Rivolusión Argentina ni el ruego ni la clemensia
que lo había puesto ayer. puede calmar sus enojos. […]

Entre tanto el paisanaje Cada provinsia argentina


que al baile no jué invitáo se convirtió en polvorín.
se sonreía de costáo. Jué la política ruín
302 |

del anio sincuenta y sinco, como peléan los parias


que siguió con más aínco por un pedaso de pan”. […]
sin míras de tener fín. […]
Bien sabía el conditor
Por ese entonses los flaires desde su puesto en Espania,
siguiendo a Juan XXIII, que también la gente estrania
que jué, que será y que es con su mística marsista
el Papa más reformista, se tituló peronista
se hisieron tersermundistas y se mescló en la marania.
de la cabesa a los piés.
Mas JUAN DOMINGO, que disen
“Terminar la esplotasión no muchas se equivocaba,
entre tanto semejante”; sabía arrojar la taba
“aiga justisia imperante” y en este punto asiguro,
pedían en los sermones no la iba a clavar de culo
y la grey como leones sinó de suerte estudiada.
la pidió a sus gobernantes.
Pensaba en aprovecharlos
Y la pidió a punta e’ lansa, a todos en el entuerto.
de machete o de metraya, “Juntos sí, mas no rivueltos”,
dando el pecho con agayas ya que en su clara visión
al igual que ayer hisieron de tersera posisión
aqueyos que se murieron dejó al mundo bocabierto.
por haser linda a la Patria. […]
Mundo que se dividía
La órden de JUAN DOMINGO solo en dos imperialismos,
era estrategia cabal. por un láo Capitalismo
“Luchar todos por igual; bajo su yugo absorbente,
con la palabra, la pluma, y un Estáo pripotente
con el fusíl, todo en suma el otro que era el marsismo. […]
pa no dejar de paliar”.
Si con dólar ó martiyo
“En la fábrica, en el monte, la humanidá jué infelís,
en colegio, en la siudá, presiso jué descubrir
con el alma y sin piedá, esa nueva posisión
con fé rivolusionaria que JUAN DOMINGO PERÓN
proclamó pal porvenir. […]
| 303

Décima parte Décima primera parte

[…] […]
El cuadro de las provinsias Por eso que cuando al tiempo
se ponía muy matrero. y dispués de haser mil cruses
En todas ái entreveros, Don Alejandro Lanusse
sacudidas por guerriyas, jué el mandamás del gobierno.
por riclamos, por rensiyas se encomendó al Padre Eterno
entre el gobierno y obreros. suplicándole sus luses.

Y Córdoba arrepentida Por téle un día al país


jué entre todas la primera, le habló con gesto muy duro.
aunténtica mensajera —Les prometo, aquí lo juro,
del indómito coraje, comensar el “juego limpio”—
aunque hubo ayí un maridaje pero el tiempo con sus brincos
armáo de mala manera. […] no mostrí su juego puro. […]

Ante tamanio desastre Don JUAN DOMINGO en Espania


pa la imagen nasional, seguía sus movimientos.
el gobierno federal Había fé en el momento
ordenó al Comando en Jefe, y no en los hombres que hablaban.
de inmediato prosediese Esto a Lanusse inquietaba
con la juersa militar. […] pero seguía en su cuento.

No analiso los porquéses Primero en el “juego limpio”,


en todo esto misturáo. luego “Acuerdo Nacional”
Solo sé que han transitáo y cual queriendo embolsar
en la historia como cuéte, un dividendo seguro,
priesidentes como siete habló siempre y cuanto pudo
desde que JUAN se á alejáo. de un país con igualdá. […]

Y ansí el 26 de marso Los muchacho que de frases


del anio setenta y uno, estaban recontra yenos,
jueron pocos o nenguno se mantenían serenos
que priesintieron con fé, como sordo en coferensia.
que ayí nasía el porqué No tragaban la indulgensia
de un esperar oportuno. […] del que se quire haser güeno.
304 |

Disconfiaos cual tungo tuerto la violencia se corría


oían su perorata, porque los precios subían
ponía como ideal. cada día más y más. […]
Hablaba y siempre la lata
del “Acuerdo Nasional” Y jué entonses que se vieron
de su rasón más sensata. […] y en sicreto pa tal fin
Don Agustín con Balbín,
Si el Acuerdo Nasional el Thedy y el Paladino
llevaba güena intensión pa darle con mucho tino
la “Hora del Pueblo” en cuestión, más carretél al piolín.
por haber nasido antes,
tendría la vos cantante Y disen que en la riunión
en aqueya prosisión. el Paladino enojáo
esigió se hablara claro
Y ansina jué que empesó en diálogos sin piruetas,
en un camino e’ verdá pues sin medidas concretas
el diálogo y la amistá sería defenestráo.
entre el chino Don Balbín
y el entonces benjamín De aqueya esigensia brava
ripriesentante e’ Don JUAN. que persiguió un ojetivo
nasió aquel operativo
Unidas esas dos juersas: que todo el mundo ya sabe:
Peronista y Radical, se devolviera el cadáver
denseguida y por igual de la mártir sin olvido.
las otras también se unieron
y entre todas compusieron Tan solo cincuenta días
el consierto nacional. […] el plaso pedía al tiempo.
Lanusse su juramento
Entre tanto la violensia “con su honor rispondería”
en todos los argentinos y Evita por fin tendría
dispasio abría camino, su sitio en el firmamento. […]
y el gobierno con su léi
iba perdiendo el poder Décima segunda parte
como dijo el Paladino.
[…]
Grave problema en Mendosa, No quisiera detayarles
en Salta y en Tucumán el vía crusis de Eva.
y como si juera imán, Pa naides ya es cosa nueva
| 305

lo que murió pa vivir, Disen —y aunque yo no afirmo—


ni lo que vivió al morir que en aquel presiso istante,
hecha símbolo o bandera […] se oyó una vós estridente
cual un responso guerrero,
Por fin el plaso vensió que retumbó como el trueno
y el 3 de setiembre justo disiendo: ¡EVA PRIESENTE! […]
con el senio muy adusto,
develaron el misterio Décima tercera parte
de aquel largo cautiverio
víl e infáme como injusto. […]
Como aquí está mi compadre
De un camposanto perdido que éstas cosas á vivído,
en las ajueras de Roma, aunque esté medio dormido
el cortejo luego toma y lo vean bostesando,
por un estranio camino pido al Rolo D’Alessandro
y el cadáver peregrino me ayude en el cometido.
yegó a la tierra espaniola. […]
Tome su viola y dispierte
Y en la quinta del caudiyo pa reinisiar la narrada.
ubicada en Puerta e’ Hierro Como si juera payada
el olfatear de los perros usté me cuenta de aquí
con sus ladridos de yanto y yo como de Madrí
anunsiaba: ¡Está yegando rispondo a su prieguntada. […]
la Inmortal en suenio eterno!
Pero me intriga y le juro
En sensiya seremonia que quisiera la verdá
majestuosa en su silensio, me diga y con propiedá,
el enviáo del gobierno por qué al joven Paladino
puso en mano temblorosa ante tanto remolino
el ataú de la esposa lo abrieron del General?
del líder en el destierro.
Don Rolo
Y aquel gigante de piedra, Escuchenmén les suplico
de dolor hecho granito, porque esto vale la pena.
miró hacia el sielo infinito Siempre jué persona güena
como uniendo su destino el delegáo de Perón,
a todo el pueblo argentino pero ensima del fogón
que la yamaba en un grito. cualquiera el culo se quema.
306 |

Y yo creo por mi cuenta Pero a más de otras macanas


que este chico Don Daniel escondía otro sicreto.
se confundió de papél. Firmó de pronto un dicreto:
Delegáo del General “quien juera esté del país
a Lanusse pa su mal tiene un plaso pa venir
lo confundió con aquel. […] si es que quiere ser eleto”.

Don Florindo […] La fecha fijada jué


JUAN DOMINGO vió el filón en agosto el veintisinco,
porque la “Hora e’ Pueblo” y creyó con todo aínco
tenía con Puerta e’ Hierro que JUAN DOMINGO, el maestro,
una güena comunión; al notar algo siniestro,
faltaba un güén empujón con esto daría sus brincos. […]
pa lograr el GRAN ACUERDO.
Don Florindo […]
Y como viejo prudente JUAN DOMINGO que pa eso
ligáo a la medesina jué el mayor titiritero,
se inventó la FRESILINA ni si inmutó lo primero,
pa darle salú al pais, y a Cámpora con un plan
porque sabía que ansí de “Construsión Nasional”
cualquier enfermo camina. lo mandó de mensajero.

Don Rolo Los puntos eran bien claros:


No se resinó Alejandro “Libertá pa con los priesos”,
al ver que estaba sercáo; y un “inmediato proseso
Don JUAN lo había acorraláo pa detener la inflasión”;
de manera contundente además sin poscrisión,
y entonses el priesidente ni “autoridá con eseso”.
de pié se aguantó el nocáu. […]
Y pa agregar lo mejor
Dijo más, dijo: “El gobierno a las consideraciones,
que surja de la ilesión espuso en su plan rasones
será pues de transisión”, pa levantar de inmediato,
y en él habrán de caber “estáo de sitio” ingrato
las juersas que en el poder aplicáo pa ripresiones.
tendrán fiel intervinsión.
| 307

Aqueyos dies puntos jueron defendiendo hasta los trastos


la verdá, pero sin cuentos, y a Galimberti y Licastro
como los dies mandamientos los acopló como pudo.
pal reencuentro nasional,
que daba a todos igual En cuanto a la CGT
pa triunfar los elementos. […] le dio manija a José
en el momento en que aquel
Y como gran estratega estaba más combatido.
desidió sobre la marcha Jué el único preferido
derretir toda la escarcha pa viajar con Isabel.
de los enfriáos con él
y dispuso que Isabel Y con las Sesentaidós
se encargara por ser macha. logró reunificasiones
pa evitar disgregasiones
Había que “reagrupar” y apoyo al ofisialismo.
a todo su movimiento. Don JUAN sabía por sí mesmo
Terminar con tanto cuento lo que pueden las uniones.
político o sindical.
Solo había un GENERAL Con estas cosas y otras
y estaba vivo no muerto. […] que no están en el papel,
salió de Espania Isabel
Su misión era concreta. que JUAN despidió con yanto
Impedir el asionar y hasta la hermana de Franco
y en toda forma trabar se contagió como aquel. […]
a los neo-ofisialistas,
pa dispués tener las pistas
más propias pa aterrisar.

Armar un gran aparato


donde todo se refale
y al mismo tiempo apuntale
al peronismo sin lerdos
pa llegar al GRAN ACUERDO
hecho fuerte sin pretales.

No era un giro de PERÓN


buscar apoyo en los duros,
sino salir sin apuros
308 |

Don Rolo […] Don Rolo


Su misión jué cumplidora Más claro no pudo ser
y dio su fruto la entrega, Don Florindo en su narrada,
mas no solo la Chabela y el gobierno en su judiada
este triunfo se despacha, respiró al atardecer
sino un hijo del Viscacha cuando el 25 aquel
que se yamó Lópes Rega. vió que el MACHO no llegaba.
[…]
Dende hasía muchos anios
la ofisiaba e’ secretario Décima cuarta parte
del JEFE que no jué otario
pa elegir con jundamento […]
a quien de su pensamiento Don Florindo
lo hisiera depositario. Entre tanto en las Espanias
Don JUAN tenía sus problemas,
Siempre humilde y rispetuoso porque entre tantos dilemas
jué el braso de JUAN DOMINGO. áhura había que elegir
Se le dijo: ¡Es un tilingo, y era presiso desir:
es brujo y espiritista!, ¡cuidáo que las papas queman!
mas naides pierda de vista
que pal JEFE jué un güen pingo. Los duros del peronismo
[…] (ya que él no podía ser)
le pedían pal poder
Perdónenmén el ritrato a un hombre con sicatrices,
que hise yo del adivino. pero también los gurises
Lo sierto es que los cretinos pedían su parte en él.
al no yegar a PERÓN
maldijeron su intuisión Otros en cambio pedían
y su olfato de felino. un hombre estrapartidario,
pa que todos el rosario
Y esto ya pa terminar pudieran resar tranquilos
quiero desir sin empacho: y melícos complasidos
Lópes Rega se hizo un cacho apoyaran el temario. […]
del mesmito GENERAL,
aunque a algunos caiga mal Dispués de pensar la cosa
y otros me crean borracho. […] desojando la margarita,
comprendió que necesita
| 309

sin haser el caldo a naides dirá con golpes de asero:


yegar hasta Güenos Aires “¡Yo soy Perón… me dá el cuero,
como peludo e’ visita. […] y estoy paráo donde estoy!”. […]

Don Rolo […]


¡No viera en los rancheríos
la alegría desbordada!
Estaba la paisanada
como pa dir a una fiesta
y hasta ensayaban orquesta
pal consierto que llegaba. […]

Las mamas a los gurises


cambiaron el arroró,
porque en sus almas brotó
como agua de manantial
una vós angelical
que cantó: ¡yega Perón! […]

Don Florindo
En aquel pájaro blanco
todo subimos en Roma,
JUAN DOMINGO y su patrona,
don Cámpora y Lópes Rega,
más todos los que se agriegan
en el buche e’ la paloma. […] José Russi y su paraguas
debajo del temporal
Dispués ya de muchas horas esperaba al general
de cabalgar en el flete, pa cubrirlo e’ la yúvia,
se vino al humo el jinete como lo cubrió con furia
como gayo a la gayina de algún traidor desleal. […]
pa decir: “sobre Argentina
dentrámo a volar y juerte”. […] ¡Por fin estaba en la patria!
Por fin pisaba su suelo
Don Rolo […] dejando a un láo los desvelos
El diesisiete e’ noviembre produsidos por la infamia
del anio setenta y dos que no pudo en su artimania
será el día en que una vós partirlo porque era entero. […]
310 |

Y adentrándose en el coche Cuando las luses del día


con Isabel y sus fieles daban fin a la jornada,
se jué yendo como en rieles don JUAN en su balconeada
sin detenerse en la marcha, a todo el mundo le habló:
por la avenida más ancha —Companieros —les pidió—
que el sol pintó de oropeles. […] me dén una descansada,
porque dispués de este trote
Décima quinta parte que pa mis anios son muchos,
les ruego que sobre el pucho
[…] se manden la dispersada,
Y hasta aqueya residencia porque en la nueva jornada
de Gaspar Campos al norte, ái que quemar los cartuchos. […]
naides usó pasaporte
pa yegar hasta el balcón, Y ansí jué como aquel día
porque mil veses PERÓN el FREJULI se echó a andar,
se mostró con su consorte. y ya pudo pués bancar
disiendo: “paga a la vista
¡Perón! ¡Perón! ¡Isabel! el Frente Justisialista
aqueyas voses gritaban de Liberasión Nasional”.
y eran como una cascada
con sus aguas cristalinas, El radicalismo empero
que por momentos subían mantendría independensia,
y más luego bajaban. al igual que la ponensia
del mesmo justisialismo;
Los bombos repiquetearon solo que aquel por sí mesmo
hasiendo temblar el suelo sin Frente fijó su esensia. […]
y a cada golpe sertero
que sobre el parche metían, La ilesión se puso dura
la sangre toda buyía entre tantos nombres fieros.
como redoble en los cueros. Unos pedían Caffiero,
otros Embrioni o Inigues
Eran coplas de paisanos y muchos otros que siguen
que a pié a cabayo o en coche tan capases como enteros.
todo el día hasta la noche
cantaron frente a su vista: Dispués de mil bordoneos
“Los muchachos peronistas…” en la guitarra que afina,
con entusiasta derroche. […] Don JUAN a nombrar se inclina
cual fórmula concluyente,
| 311

al binomio de su Frente: Con “EL TÍO” en el gobierno


Cámpora y Solano Lima. […] y PERÓN en el poder,
nada había que temer
Pero PERÓN quiso dirse por un pasáo de injustisias.
mientras tanto a otro lugar El triunfo trae la carisia
y arrancó pal Paragüay, que hase olvidar de la yél. […]
invitáo en forma firme
porque ese país distingue Aquel domingo del once
a quien quiere de verdá. de marso y setenta y trés,
creo amanesió tal vés
Recibió los agasajos, con un consierto e’ calandrias
las fiestas, las distinsiones y hasta dejó de ser mandria
y las condecoraciones aquel que a juersa lo jué. […]
que le ofresió a su pasar
el pueblo del Paragüay Esplosionó como un trueno
que lo yenó de emosiones. la caye al saber por fin
que el mesmo chino Balbín
De ahí se jué a Puerta e’ Hierro cabal, honesto y sinsero,
y otra vés a sus madriles, riconosía sin peros
mas pa los fines de abriles el triunfo del Frejulí.
dispués de dir a Rumania,
don JUAN estaría en Espania Ahí nomás se armó jarana
pa ver al de Andrés de Giles. de todo tipo y calibre.
Bombas, bosinas y timbres,
Y todo ansí como al diente boteyas, cuetes y latas
se cumplía como al pelo. se mandaron la tocata
Y pa no tocar el selo al grito de: “somos libres”.
de algún que otro postergáo,
de inmediato confirmáo EL TÍO y Solano Lima
dejó al “Tío” pal gran duelo. priesi y vise riespetivo
cantaban: “Tomo y obligo
Este yegó a Güenos Aires amigo, mándese un trago,
bendito y ya postulante, que este brindi é el halago
y quien no quiso ese cante pa un suenio ya conseguido”.
debió admitir la verdá:
“Perón… Verticalidá” Y en aquella efervesensia
¡y entre todos pa delante! […] de mi Argentina Nasión
alma, vida y corasón
312 |

el pueblo puso en un grito, El “TÍO” dijo: —Yo juro!


y hasta al Dios del infinito —como un grito de protesta. […]
yegó el nombre de PERÓN.
Era la fiesta del pueblo.
Décima sexta parte Era el fruto de la entrega
de aquel que no se doblega
[…] ni aún en el cautiverio,
permita que siga y cuente y rompe con los asedios
los hechos que priesidieron y por todo se subleva.
desde el día en que cumplieron
su juramento solene, Y jué aqueya muchedumbre
los paisanos elegidos como una medaya e’ carne
pa dentrar en la Rosada larga, inmensa como el hambre,
y haser de aqueya jornada que buscaba reverente
un perpétuo veintisinco, el pecho del GRAN AUSENTE
pa ofrecer a JUAN DOMINGO pa cubrirlo con su sangre. […]
una patria esperansada. […]
Pal veinte de junio esato
De pronto y como esplosión se fijó la “bienvenida”.
estaya un grito en la boca Dos días antes hervía
que sin dudas hasta toca Eseisa por la notisia
las mesmas puertas del sielo: y juro que era delisia
¡PERÓN… PERÓN! y es un trueno ver la alegría que había.
que el “TÍO” al yegar provoca. […]
El 19 a la noche
El escribano avansó siguiendo las tradisiones
hasta mitá de la mesa, se ensendieron los fogones
y con un libro que pesa y hubo mate en los braseros
toda la Historia Argentina, y güitarra en los puebleros
pausáo y con vós cansina que se rompía en cansiones. […]
leyó la formula estensa. […]
Nunca en la historia de naides
Al terminar la letura y menos en nuestra historia,
del “TÍO” espero rispuesta, alguien tendrá en su memoria
mientras el sudor en la testa un homenaje tan grande
se secó con disimulo. como brindó aqueya tarde
el pueblo a PERÓN su gloria.
| 313

Don Coco
¿Desa manera anspi jué
que por culpa unos piojosos,
el pueblo no tuvo el goso
de verlo a DON JUAN DOMINGO?
¡Si hubiera estáo los destingo
y achuráos los mando al poso!

Don Florindo
Igualito me pasó
como siente usté Don Coco.
Cuando pienso que unos locos
estropearon el bailongo,
entuavía hasta me pongo
con sangre negra en el ojo. […]

Décima séptima parte

Caía el atardeser […]


como sombreando a la noche. Dispués de la bienvenida
Algunos grupos de choque de su mensaje y de todo,
enlutaron la alegría JUAN DOMINGO quedó solo
que el pueblo tenía como el patriarca cansáo,
pa su líder como broche. […] que se sienta en un costáo
pa vistear desde el recodo. […]
Y ansina nomás les cuento
que aqueya indina parodia Por eso leales y francos,
pa mostrar toda la fobia Cámpora y Solano Lima
del grupo que era más juerte, encontraron repentina
sembró en algunos la muerte la solusión legalista,
y a naides cubrió de gloria. pa que PERÓN a la vista
gobernara en ARGENTINA. […]
Pa evitar males mayores
jué en los pagos de Morón De manera que sin vuelta
que aterrisó JUAN PERÓN ante el Congrieso dejaron
apenáo de la malisia, las rinunsias que cantaron,
que le robó las carisias pa que se hisiera lugar
de un pueblo que lo esperó. […] a un sondeo popular
314 |

con comisios que soniaron. Banderas y gayardetes


Hasta el mesmo JUAN PERÓN también antiguas tacuaras
en pública conferensia estaban entrelasadas
se rindió ante la evidensia con güitarra y bordoneos,
del gesto que los anima. formando como un reguero
El “Tío” y Solano Lima de lús que los bautisaba. […]
cumplían con su consensias. […]
¡Que suenen sí, que risuenen
Y el 23 de setiembre las güitarras como un hino,
del anio setenta y tres porque nada habrá más dino
la urna de nuevo jué pa fondo de mi garganta,
el cause e’ la dimocrasia, que desta manera canta
pa terminar con la audasia las glorias de JUAN DOMINGO!
y el pueblo a tener su fé. […]
Los balcones se vistieron
Por eso la caye, el pueblo de un asúl blanco y sereno
que asigún es “vós de Dios”, que son los colores patrios.
los proclamó en una vós Del Congrieso a La Rosada
y coronó con laurel la avenida se alargaba
a JUAN PERÓN e ISABEL como pa dirse al espasio. […]
que siendo uno son dos. […]
¡Dose de otubre jué el día!
Y ansí quedó la vitoria Día ya que nunca pasa
como en carrera cantada. porque el naser de la rasa
JUAN DOMINGO a la Rosada con nuestro naser se entroncan,
se la ganó en toda léi y pa siempre se prolongan
y entre DON JUAN e ISABEL sus luses con las del Plata. […]
formaron la yunta brava.
Cuando dentró en el salón
Décima octava parte gritos y aplausos se unieron.
De pie todos se pusieron
[…] por rispeto a aquel soldáo
Yo ricuerdo que en la noche que volvía rispetáo
de aquel clásico corrido, como Caudiyo Supremo.
el pueblo en sus alaridos
se asemejó al gran malón, No sé ni cuánto duró
recorriendo la nasión aquel trueno de ovasión,
por uno y otro camino. […] ¡Perón! ¡Perón! y ¡Perón!
| 315

¡Perón! ¡Evita! ¡Isabel! Y esta lágrima es el fin


Ansí coreó el pueblo aquel a la historia que é narrao.
porque pueblo é JUAN PERÓN. […] Naides se sienta enojáo
si no encajé en su sentir.
Dispués de juramentar El tiempo podrá desir
pa inisiar su gobierno si yo estuve equivocáo.
transcurrió un minuto eterno.
María Estela de Perón No faltará quien intente
jurando y con viva vós desmentirme de ante mano,
del pueblo cumplió otro suenio. mas todo intento é en vano
cuando la verdá é más juerte.
Su condisión de mujer Siempre fracasa el que intente
la elevó sobre manera, tapar el sol con la mano.
pues jué la mujer primera
que yegó al Ejecutivo No jué presiso mentir
y también primera á sido pa narrarles las corridas
en nuestra América entera. […] del hombre que con su vida
le da lús a un Continente
Paresía Plasa e’ Mayo y será del siglo veinte
un mar que lansaba olas; su antorcha más ensendida.
la muchedumbre que horas
en vaivén se balanseaba, Por eso que en estos versos
estóica y firme esperaba todos cuajáos de lirismo,
su palabra redentora. rinde al gaucho JUAN DOMINGO
su homenaje y lo proclama
Y jué como un terremoto este paisano a quién yaman
que brotó de la tierra; y que firma: DON FLORINDO.
y jué como un grito e’ güerra
cuando surgió ante sus ojos, FIN
aquel PERÓN que de hinojos 1974
como a su Dios se le aferran.

Yo escondido en un rincón
más achicáo que una rata,
ni escuché su peronata
ni grité ¡VIVA PERÓN!
¿Pa qué? Si mi lagrimón
me agarrotó hasta las patas…
316 |

Verdades de “solo una cosa les pido,


Don Florindo74 que no sean impasientes”.
Fiorangel del Giudice
“Yo bien sé que ái infiltráos
En estos versos sin pilchas 75
que dispersan mil rumores,
pero cuajáos de lirismo, pero sigan sin temores
quiero dar al peronismo ‘desmascarando’ sotretas
con la verdá más esáta pues no habrá mejor riseta
todo aqueyo que destaca pa correr a los traidores”.
la actualidá con realismo.
Dispués dijo: “la esperensia
No faltará quien intente no hase caer en enganios;
desmentirme de antemano sin ella yegan los dánios
mas todo intento é en vano quel no conoser provoca.
cuando la verdá é más juerte. La roca no nase roca,
Siempre fracasa el que intente se va hasiendo con los ánios”.
tapar el sol con la mano.
“Sean los mosos bien yegáos
Yo sé que no tengo luses a nuestro gran movimiento
pa meterme en este embroyo; —agriegó— pero… ¡un momento!
de alguna manera el royo los queremos pa que sinchen
largaré siempre a mi modo y no pa hasernos bochinche
procurando que de todo que nos turbe el pensamiento”.
sirva al gayo que jué poyo.
“Los peronistas tenemos
Y dentrando en el temario que volcar al Movimiento
les diré que jué ilocuente la energía y el sustento
discurseando el priesidente, pa no diformarse nunca,
cuando dijo en su Partido: porque si adentro se trunca
de ajuera lo barre el viento”.

74. Sección de la publicación Patria Peronista. Órgano de Reafirmación Doctrinaria,


dirigida por Heberto Bo y Omar Egea entre 1973 y 1976. Los versos aparecen con la
firma de Don Florindo, personaje narrador de La vuelta de Juan Domingo de Fiorangel
del Giudice. Se reproducen en el presente volumen únicamente los poemas incluidos
en los números a los que pudimos acceder. En 1983, los versos de Don Florindo vuel-
ven a aparecer en Otra Vez. Revista de Ortodoxia y Lealtad.
75. En nro. 15, primera quincena de junio de 1974, p. 19.
| 317

De manera, companieros, Denunsió con valentía


no hay que tener impasensia el plan siniestro lansáo
y dejar que la esperensia y el pueblo siempre a su láo
nos aconseje por sabia, se puso a la defensiva
porque nunca de la rabia pa’ dejar patas arriba
sale güena efervesensia. a todo bicho arrastráo.

Por el momento los dejo ¿Que no ái asúcar, ni yerba?


con todos estos cantares. ¿Que se han voláo los jamones?
Volveré con realidades ¿Qué no ái asáo ni riniones,
desnudas porque son puras ni leche, manteca y queso?
pa todos los que aunque duras Nó, paisanos, todo eso
prefieran estas verdades. es inventáo por ladrones.

*** El rimedio está a la mano.


“Naides sea indiferiente
No me culpen si enojáo76 y atúe como valiente
digo las cosas caliente, sin temores ni desmayos”,
pero es preciso a la gente porque ansí en la Plasa e’ Mayo
desirle sin más rodeo nos lo mandó el priesidente.
lo que pienso y lo que creo
pa’ no pecar de inosente. En cuanto a los que murmuran
inventando mil temores
Las cosas no están muy claras, con mentiras, con rumores,
Esisten abusadores, con intrigas y otras yerbas,
también especuladores diganlés que de culebras
que trabajan noche y día nunca jamás nasen flores.
rompiendo la economía
conviertiéndose en traidores. Porque a pesar de la infamia,
del sabotaje que quiebra
Ante tanta infamia junta y la riundá a que se aferran,
y agotada la pasensia, la Argentina y su tesón
Perón puso en evidensia con Isabel y Perón
ante el pueblo en Plasa e’ Mayo, son aclamáos en Ginebra.
la ruindá e’ los lacayos,
argentinos sin consensia.

76. En nro. 16, primera quincena de julio de 1974, p. 20.


318 |

Y todo esto que digo, No hay lágrimas, ni lamentos,


lo digo pa’ que los ruines ni quejas palgún consuelo.
no se escuden en pasquines Ya naides calma el desvelo
y sepan que ya rebotan que se prende como abrojo
porque la pata e’ la sota y se nos clava en los ojos
le vimo a los malandrines. como una aurora de fuego.

Por el momento los dejo Y aquel primero de julio


con todos estos cantares. vil é infame y traicionero,
Volveré con realidades nos dio en un golpe sertero
desnudas porque son puras, la punialada trapera
pa’ todos los que aunque duras que enlutó a la patria entera
prefieran estas verdades. con mil crespones de duelo.

*** ¡Se á muerto mi General!


dijo Isabel desgarrada,
Yo no sé si habrá en mi lengua77 y en la rosa desangrada
modo y forma pa espresarme; que le cubrió todo el pecho,
contra Dios no éi de quejarme su pueblo le dio el derecho
aunque me ajusten los tientos, pa seguir de abanderada.
porque pienso en el momento
que el dolor es pa probarme. ¡Se á muerto mi General!
Pero es mentira, no á muerto;
Hay quien yora porque es blando sigue vivo, está dispierto
y yora también el duro, y corre como un torrente
pero no hay yanto, les juro, por nuestra sangre caliente
quel corasón más taladre como un potro en campo abierto.
como aquel que yora a un padre
que se nos va deste mundo. ¡No á muerto mi General!
Mienten brujos y agoreros
Se siente entonses quel sielo si piensan que tal vés creo
se disploma a nuestros piés; que se á muerto el General
que todo es negro y sin fé, si hoy mesmito galopar
que nada a vivir nos yama lo vi montando a un lucero.
cual si no hubiera maniana
ni otro nuevo amaneser.

77. En nro. 17, primera quincena de agosto de 1974, p. 18.


| 319

Por el momento los dejo Ayer nomás lansó al viento


con todos estos cantares. desde el ramaje e’ mis venas
Volveré con realidades un himno de voses plenas
desnudas porque son puras, en memoria del varón
pa’ todos los que aunque duras quel pueblo yamó PERÓN
prefieran estas verdades. y de cóndor se hiso estreya.

*** Y hoy dispierto desde el alba


jué un clarín que como diana
Yo canto sin que me pidan78 quiso romper la maniana
porque me brota de adentro. con su consierto sin piel
Yo canto porque en el centro pa’ que la alondra Isabel
del pecho tengo un jilguero vuelo alsara soberana.
que con su canto me mata
y sin su canto me muero. Por eso que les afirmo
pa’ que crean como creo,
Por eso que en noches claras que a mi jilguero lo veo
cuando se enciende el lucero, y lo siento cuando canta
se me hace más compañero porque al trinar su garganta
al poner mi alma en su trinos, yo también me hago jilguero.
ya que entonces adivino
que entre los dos está el cielo. Y ansí jué questa maniana
cuando Dios con su pinsel
Entonces canta a mi tierra, pintaba en papel
a mis espigas de trigo, la aurora que nos yegaba
al gaucho, a su pingo amigo, mi jilguero y yo le daban
al surco, arado y la reja la bienvenida a Isabel.
y en su cantar nunca deja
de proclamarse Argentino. Por el momento los dejo
con todos estos cantares.
Le canta a la guerra gaucha Volveré con realidades
de los que hicieron la historia, desnudas porque son puras,
y los yeva en su memoria pa’ todos los que aunque duras
cuando al gorjear su garganta prefieran estas verdades.
con nuevas notas le canta
a todos su inmensa gloria.

78. En nro. 18, primera quincena de septiembre de 1974, p. 23.


320 |

A Don Arturo Lewinger, peronista y montonero79


Francisco Urondo

Seguramente en el colegio te decían


“El rusito”. Seguramente
te has agarrado a trompadas
más de una vez y seguramente
de allí salió esa estirpe criolla,
esa valentía revolucionaria que nos
alumbra como una firmeza, un sol de comprensión.

(Vengo escribiendo y escribien­do, hablando


y hablando de compañeros que han matado. Hace
años fueron Emilio o El rubio, pero ahora
hay muchos. José Moustache, El mormón, Añamen
el que lloró de alegría sobre mi hombro)

Seguramente cuando te decían El gaucho, muchos


sonreían pensando estar
frente a una vulgar broma
antisemita; seguramente
sabías muy bien que todos
te consideraban seriamente
nuestro Felipe Varela, nuestro
Chacho Peñaloza, en estos llanos
de piedras y males, en estas capita­les injustas.

79. No se conoce la fecha exacta del poema, aunque se estima que es de 1975. Extraído de
Roberto Baschetti (comp.), Campana de palo, Buenos Aires, De la Campana, 2000, pp.
151-152. Dice la anotación de Roberto Baschetti: “Poema dedicado a Arturo ‘El Gaucho’
Lewinger, fundador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y luego de la unión,
militante montonero. Murió al asaltar una comisaría en Mar del Plata con el fin de liberar
a un compañero preso, el 25 de mayo de 1975, en un nuevo aniversario de la fecha patria”.
Nacido en 1930 en la ciudad de Santa Fe, Francisco “Paco” Urondo fue escritor, pe-
riodista, autor teatral y poeta. Aunque durante parte de su juventud se mantuvo más
cercano al ambiente literario que a la política, en los años setenta se sumó a las FAR,
agrupamiento que luego se integraría a Montoneros. En 1973, durante el gobierno de
Héctor Cámpora, fue designado director del Departamento de Letras de la Facultad
de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. En 1976 fue trasladado a la
provincia de Mendoza, donde fue asesinado por la policía luego de una persecución el
17 de junio. Su pareja, Alicia Raboy, que llegó a escapar momentáneamente y poner a
salvo a su hija Ángela, permanece desaparecida desde aquel momento.
| 321

(A la mañana cuando uno abre los diarios, hay


que tener un arma al alcance la mano: El pelado
Marcos fue asesinado esta ma­ñana, seguramente
ayer a la tarde; un tiro en el me­dio de su enorme
terquedad minuciosa: con quién me
voy a pelear ahora)

Seguramente este gaucho


que nos falta, no lo encontraremos
así nomás, aunque seguramente ya estás
en la memoria de todo este porfia­do pueblo.
Gaucho que jugara su vida, que seguirá
haciendo lo que hiciste: entrar,
liberar al compañero preso,
recibir en el pecho
la estrella punzó, si es necesario: mejor abrirla
en la entraña del enemigo.

(Hay que hablar y escribir de otros temas. Además


hay que derrotar al enemigo. No se puede
morir de rabia: hay que ir
armando el poder del pueblo. Nuestros muertos
han muerto por eso: por eso seguirán muriendo: han
caído muchos, hay que tener un arma
al alcance de la mano. La rabia,
el dolor es para
el aniquilamiento del enemigo: los torturados,
los caídos, los asustados, los convencidos)

Seguramente irás al cielo


hebreo, el cielo de Cristo, a todos
los cielos. Y seguramente te que­darás
en el cielo de la Patria, donde
seguramente
no te dejaremos descansar en paz, porque tanta
inmensidad será poca, para recor­darte, para seguirte,
para agradecerte, para gritar tu nombre
en los combates y en el asalto final, querido gaucho.
Relatos
| 325

El pobre peón1
Adolfo Díez Gómez

El resero Jacinto era un pobre


peón de la estancia “La Queren-
cia”, inmensa propiedad rodeada
de hermoso parque, con mucha
hacienda y un vistoso edificio cen-
tral donde solían pasar los veranos
el orgulloso patrón y su familia.
Jacinto vivía con su mujer y
dos hijitos de corta edad en un
rancho, a una legua de las casas y
al lado de un arroyito poblado de
viejos sauces llorones.
Muy de madrugada, cuando
el sol aún no había despuntado,
luego de unos mates amargos ce-
bados por su amante compañe- el pobre peón tenía que arrear
ra, montaba a caballo y galopaba hacienda, apartar ganado, con-
hacia los corrales de la estancia ducir carros, ayudar a la doma y
para dar comienzo a su diaria la- a la yerra y limpiar los aperos y
bor de resero. monturas de los dueños. Ni si-
El trabajo era rudo y cansa- quiera podía esperar la alegría de
dor. De sol a sol, casi sin parar, los domingos para reunirse con

1. En Cuentos criollos, Biblioteca Infantil General Perón (vol. 2), Buenos Aires, Códex,
1948. Ilustraciones de Franco Mosca.
Nacido en 1899, Adolfo Díez Gómez fue escritor, compositor y doctor en Filosofía
y Letras. En 1942 publicó Cuentos de hadas argentinos. Fue libretista en Radio El
Mundo y en Radio Belgrano. En 1945 fue premiado como autor de mejor novela
radial por la Comisión Nacional de Cultura. La Biblioteca Infantil General Perón fue
escrita íntegramente por el autor con ilustraciones de diferentes dibujantes. Constó
de doce títulos y se publicó entre julio y septiembre de 1948 de forma gratuita por la
editorial Códex, aunque lo más probable es que haya contado con la ayuda económica
de la Subsecretaría de Informaciones. Con evidente predilección por temas criollos y
nativistas, Díez Gómez publicó en 1947 el curioso volumen Poemas de Atahualpa (ver
Silvia Urich, Escuchen lectorcitos. La Biblioteca Infantil General Perón, Temperley, Tren
en Movimiento, 2010).
326 |

los suyos, pues los patrones ne- Al regreso no había descanso.


cesitaban que los ayudara en sus Inmediatamente les encargaban
partidas de caza o en sus paseos otras tareas, de modo que Jacinto
hasta el fondo del campo. apenas si tenía tiempo de llegarse
¡Pobre Jacinto! La parte más hasta el rancho y besar a sus hijos.
fatigosa del trabajo consistía en el Una tarde de domingo el po-
arreo de hacienda a largas distan- bre peón pudo pasar algunas ho-
cias. Por lo menos tres veces por ras con su familia.
mes, en unión de otros peones y —Jacinto… —suspiró la mu-
a las órdenes de una capataz, lle- jer—. Los chicos necesitan ropa,
vaba la novillada leguas más allá andan medio desnudos. Además,
de “La Querencia” o bien hacia la hay que llevar a la nena para que la
estación del ferrocarril, viaje que vea el médico, pues sigue con fiebre.
duraba tres o cuatro días por los —Para todo eso se necesi-
silenciosos caminos de la llanura. ta plata —respondió el hombre
Durante esas travesías, Jacinto con amargura—. Yo apenas gano
vivía a caballo a toda hora, de- cuarenta pesos mensuales y ni si-
biendo cuidar que ningún animal quiera me los pagan, porque en
se quedara atrás. Si a algún torito la proveeduría de la estancia ya
chúcaro se le ocurría echar a co- casi los debo entre tabaco, yerba
rrer fuera de la tropa, tenía que y azúcar.
enlazarlo, arrastrarlo y hacerlo en- —Y entonces… ¿qué vamos a
trar en vereda. hacer? —murmuró la madre en
Por las noches dormía al raso, un sollozo.
tirado sobre el poncho y con los —No sé… ¡Es tan triste esto!
bastos del recado por toda cabe- —Pídele algunos pesos al
cera. Uno de los peones vigilaba patrón…
la hacienda para evitar pérdidas o —Me sacaría a empujones…
robos. Aquel a quien le tocaba ha- —Pero… ¿acaso los peones de
cer guardia pasaba sin dormir más campo son bestias? —protestó la
de veinticuatro horas, ya que a la esposa—. ¡Mientras los dueños
madrugada siguiente había que ganan millones, gastan su dine-
proseguir la marcha. ro en fiestas y viajes y vienen al
La comida era escasa. Encen- campo a distraerse jugando a las
dían fuego entre el pasto y asaban cartas, ustedes trabajan y trabajan
algún pedazo de carne, saboreán- para ver a sus hijos descalzos y co-
dolo entre mate y mate acompa- miendo galleta dura! ¡Esto es una
ñado de dura galleta. injusticia!
| 327

Jacinto la miró en silencio y —Más luego pediré unos pe-


agachó la cabeza. sos, ¡pero es más fácil ablandar
—Sí, es una gran injusticia las piedras que el corazón de los
—di­jo—. Ayer, sin ir más lejos, potentados!
otro resero pidió plata para com- Esa misma tarde, al terminar
prar algunos trapos a un recién un aparte de ganado, Jacinto se
nacido, y el administrador le con- presentó en la administración de
testó que nada tenía que cobrar, la estancia.
que lo tapara con cueros… La contestación fue terminante:
—Mala suerte… Yo espero —Salga de aquí, gauchito atre-
que algún día el pobre peón de vido ¡Yo le voy a dar, tirar la plata
campo tenga su premio. Al fin y al en pavadas! Si su hija tiene fiebre,
cabo, con su esfuerzo y sus brazos que se la curen con yuyos.
está haciendo la riqueza de unos Horas después, en el rancho
pocos y ayudando a engrandecer del peón había una escena de lá-
la patria. grimas, amargura y protestas con-
Jacinto sonrió con lástima. tra las injusticias de la vida.
—No pienses locuras, mujer. Pero la noche no podía ser
Nosotros estamos condenados a eterna.
vivir así, miserablemente, y a mo- Tal como dijera don Cirilo,
rirnos de igual manera. Hemos en Buenos Aires, un gobierno
nacido en ranchos y acabaremos elegido por el verdadero pueblo
como perros en medio de la pam- de la República cumplía un pro-
pa. Los de la ciudad no se acuer- grama de justicia social que lle-
dan de nosotros, y los gobiernos vaba la paz a millones de almas
menos… Somos carne de trabajo, desamparadas.
nada más… Aquel viento de esperanza lle-
—Según he oído decir al viejo gó hasta la pampa.
Cirilo, ahora hay en Buenos Aires Se había firmado el Estatuto
un gobierno de hombres buenos del peón de campo. Ello significaba
que piensa ayudarnos. que el campesino, el hombre que
—Cosas de don Cirilo… El trabajaba de sol a sol y moría entre
pobre, desde que se le murió el los surcos o en los caminos solita-
hijo de grano malo, no sabe lo que rios, iba a tener desde ese momen-
dice… to mejor vida. Tendría derecho a
—¿Entonces? —preguntó la salir de la miseria, a pensar que es
esposa—. Me preocupa la fiebre un hombre como los demás, a po-
de la nena… der llevar a su mujer la ropa nece-
328 |

saria y a sus hijos los remedios en —Papá —interrumpió el hiji-


caso de enfermedad. to mayor—, ¿has dicho que ese
En “La Querencia”, la peonada hombre nos dará lo que necesi-
estaba de fiesta. tamos y que por él estarás más
Jacinto llegó al rancho con la entre nosotros? Ha de ser como
buena nueva y abrazó a sus hijos. el Ángel de la Guarda de que nos
—Ya no pasarán más necesida- habla mamita. Cómprame su re-
des —les dijo—. Me van a pagar trato, papito; quiero colgarlo en
más, y no tendré que trabajar sin la pared para agradecerle con una
descanso, como un animal. Podré oración todo lo que hace por los
vivir entre ustedes y reír sin pensar argentinos…
en las amarguras del mañana.
—Ya te decía yo que don Ciri-
lo tenía razón —dijo la esposa—.
Pero… ¿cómo se llama el que se
acordó de los pobres?
—Un hombre de buenos sen-
timientos y criollo de ley: ¡Juan
Perón!
| 329

El gaucho2
Adolfo Díez Gómez

La estancia “La Calandria” desper-


taba esa mañana con el resoplar de
los caballos atados al palenque, el
balido de las ovejas que parecían
suplicar se las dejara en libertad y
el mugir de la hacienda que con
lentitud se dirigía a los campos
aún húmedos de rocío. Los pai-
sanos churrasqueaban en la gran
cocina del establecimiento, espe-
rando que despuntara el sol para
montar a caballo y galopar por la
llanura hacia el lugar de sus distin-
tas ocupaciones.
El mate, cebado por una vieja ignorancia del joven, quien prose-
criolla, pasaba de mano en mano, guía entre sarcásticas risas.
mientras la conversación se ani- —Ya ven… —comentaba el
maba y los temas se sucedían entre paisanito—. Antes, para terminar
las carcajadas de los presentes. un rodeo, se pasaban días y días
Tenía la palabra un mozo nue- entre vueltas y más vueltas, y des-
vo en el pago, quien ponderaba los pués tenían que empezar de nue-
modernos métodos en los trabajos vo porque todo estaba mal hecho.
rurales y ridiculizaba a los gauchos Ahora es otra cosa… Nosotros ha-
de antaño, pues para él no habían cemos el aparte sin tanto grito ni
servido más que para tirar la taba. tanto lazo, y siempre sale de ley.
Don Anastasio, un domador Al escuchar las últimas pala-
viejo, de cara curtida por el sol de bras, don Anastasio dejó el mate
la pampa, de espesa barba blan- en manos de la mujer y, no pu-
ca y de cabello entrecano que le diendo aguantar más, intervino:
caía sobre los hombros aún recios, —Vea, amiguito: ¡para bro-
sonreía a intervalos y meneaba ma ya está bueno! En pocos mi-
la cabeza como disculpando la nutos yo le voy a enseñar lo que

2. En La Argentina milagrosa, Biblioteca Infantil General Perón (vol. 12), Buenos Ai-
res, Códex, 1948. Ilustraciones de Athos Cozzi.
330 |

el gaucho de otras edades ha lucharon en las guerras civiles y


sido para esta tierra argentina. Y formaron montoneras más bravas
cuando pare de hablar, puede que que las fieras del desierto.
usted se vaya avergonzado y con ”El gaucho de antaño, mocito,
la cola entre las piernas, como para que aprenda, fue un indivi-
los perros cobardones… El pai- duo solitario y huraño, pero hi-
sano de otros tiempos, para que dalgo y noble hasta decir: ¡Basta!
sepa, fue carne de cañón en las Vivía en la pampa, en medio del
luchas por la libertad. Con crio- desierto sin alambrados, y en sus
llos se formaron los cuadros que andanzas de vagabundo lo cruzaba
pelearon en San Lorenzo, Tucu- en todas direcciones, eternamente
mán y Salta. Con criollos formó en busca de nuevos horizontes, al
San Martín el ejército que pasó igual que esos caballeros de la vieja
la cordillera y que, de un salto, Europa de que hablan los libros,
se fue hasta el mismísimo Perú. quienes recorrían los caminos con
De criollos fueron las cargas de sus escuderos en busca de lucha y
la caballería que se hizo célebre de blasones para sus escudos.
al mando de Lavalle. De criollos, ”Su castillo era el rancho soli-
de esos de los que usted se mofa, tario. Allí ‘mesturado’ entre los pe-
fueron los pelotones heroicos con rros, sus amigos de todas las horas,
que Güemes mantuvo a raya a los pasaba los días cuidando su caba-
realistas de la frontera del Norte. llo, era bestia fiel que fue otro de
Esa gente de campo, ignorante y los puntales de nuestra libertad.
olvidada, ha sido siempre la pri- ”En la conquista del desierto,
mera en acudir al llamado de los la baquía del gaucho llevó a las
gobiernos para morir peleando a tropas mandadas por hombres
lanza y bola contra los opresores como Pacheco, Rivas, Otamendi
de este suelo pródigo y grande. y Boerr hasta el corazón de las tol-
¡Había que verlos! Se reunían las derías de Salinas Grandes donde
caballerías, ponían horizontal la tenía su nido de salvajes el cacique
tacuara y, al grito de ¡Viva la pa- Calfucurá.
tria!, cargaban como un huracán ”El gaucho no supo de cansan-
contra el enemigo disciplinado, cios, ni de renunciamientos, ni de
venciendo siempre por su empuje flaquezas. Era un hombre hecho
y su coraje. en la pampa, en la que había na-
”De esa misma estirpe de los cido, y tenía un alma más grande
que cayeron para que la patria se que el propio sol cuando despunta
levantara, fueron los otros, los que por el horizonte.
| 331

”En la paz, el paisano sirvió quier rancho, morada de alguna


para ayudar a levantar las grandes criolla, y cantarle melodiosas vida-
estancias de que estamos tan orgu- litas al compás de su instrumento.
llosos todos. ”¿Que era jugador? Lo acepto.
”¿Qué hubiera sido de los pue- Al gaucho lo atraía la emoción de
bleros sin el brazo ni la viveza del ganar o perder, tanto una jugada
paisano para arrear ganado chúca- de taba como una carrera cuadre-
ro, parar enormes rodeos, separar ra. Pero no hay que olvidar, mi
vacunos indóciles, domar potros amigo, que así como jugaba sus
cerriles, levantar viviendas en el patacones a una suerte o a una
desierto, defender vidas y hacien- mala, también sabía jugarse la
das de los terribles malones de la vida por la libertad de su tierra”.
indiada u orientarse en la pampa Y don Anastasio terminó así:
sin límites? ¿Quién hubiera servi- —La civilización de hoy ha
do de chasqui o de conductor de dejado lejos al paisano. Ahora, ca-
diligencias por los ásperos cami- miones llenos de humo y malos
nos de la llanura? olores recorren el campo en lugar
”¿Que era pendenciero? ¡Men- de las chatas de antes, arrastradas
tira! El gaucho nunca peleó por por treinta animales corajudos.
fantasía, como dice Martín Fierro. Hoy se ara la tierra con coches
Solo sacó el facón para defender guiados por hombres de zapatos de
su vida o la de los indefensos. charol. Ahora se trilla entre silbatos
”¿Que fue ladrón? ¡Falso! Nun- de máquinas y alaridos extranjeros,
ca robó a nadie, pues para él hu- y se doma los potros con muñecos
biera sido el peor de los crímenes. de goma para no lastimarlos, según
”¿Que era romántico y solita- dicen. Hoy los campos se han di-
rio? Puede… Esa fue una de las vidido con alambrados y ya no se
mejores virtudes del gaucho de puede galopar a gusto hasta las pul-
antaño. Nunca habló más de lo perías. Cosas del siglo… Pero por
necesario. Era callado porque ha- eso, mocito, no hay que reírse de
bía nacido en el desierto silencio- los hombres de antes. Por el con-
so y, como él, tenía su alma. Y era trario, hay que saber valorarlos, hay
romántico como la misma llanura que reverenciar su memoria como
con horizontes de cielo. Además hacen todos los buenos argentinos.
de su fiel caballo, poseía otro ami- A muchos de ellos los he visto la-
go: la guitarra. Con ella sobre el grimear escuchando las notas de
recado galopaba leguas y leguas un pericón, de una zamba o de un
para, al final, apearse ante cual- gato punteado…
332 |

”Esta de hoy es la patria nueva, Así habló don Anastasio aque-


gran nación, orgullo de todos, res- lla madrugada, y luego, cuando
petada por el mundo entero, pero despuntó el sol, la peonada de
no por eso hemos de olvidarnos de “La Calandria” se dispersó por el
la otra, la vieja, aquella que se hizo campo, con el corazón latiéndo-
a fuerza de coraje, de jinetes y de le algo más intensamente que de
ponchos que, en las cargas heroi- costumbre.
cas, ondeaban como banderas…”.
| 333

Mientras dura
un cimarrón
(el momento político)3
Rudecindo Lucero

—Habrá visto, viejo, que a par-


tir de 1952 los territorios na-
cionales elegirán sus propios
gobernadores.4
—¡Vaya, hombre! Al fin no ha-
brá hijos y entenaos… No era jus-
to, canejo, que en este país que ha
progresao tanto, mientras unos se
manejan solos otros son llevaos de
la mano, como gurises que aprien-
den a caminar.
—Así lo entendió desde el co-
mienzo este gobierno. Por eso en interesaba crearse nuevos proble-
la Constitución Justicialista se les mas políticos.
reconoció a los territorios el de- —Más fácil es gobernar ta-
recho de votar en las elecciones pándose los óidos que oyendo a la
presidenciales. paisanada. Pero áhura que manda
—Eso ya fue un gran paso, el pueblo, tuitos tienen derecho a
porque hasta áhura naides se ha- hacerse escuchar.
bía acordao de ellos. Y ansina re- —Esta primera experiencia va
sultaba que un gringo con carta e’ a permitir apreciar el grado de de-
ciudadano podía votar, y un crio- sarrollo político de los territorios
llo en su propia tierra tenía que nacionales y será el principio de su
quedarse cruzao de brazos pa las futura provincialización.
grandes votaciones. —Es andando que se aprende
—Es que, en realidad, viejo, a caminar, y vas a ver que no va a
a los partidos tradicionales no les haber muchos trompezones. Pior

3. Se trata de una sección fija del período peronista de PBT, publicación humorística
dirigida primero por Raúl Apold y luego por Carlos Aloé. Para la presente antología
se seleccionaron dos diálogos de los que habitualmente se publicaban en cada número
de la revista.
4. En nro. 730, 15 de septiembre de 1950, pp. 28-29.
334 |

es haberlos tenido como hasta que creó una nueva conciencia y


áhura, poco menos que maneaos. por el que está haciendo la patria
Por algo decía mi agüelo: “No va grande que tuitos hemos soñao…
nunca muy lejos el que se queda A eso ponele el número que quie-
parao”. ras y ahí tenés el resultado. Y si
—El año 52 va a marcar una querés otro dato…
etapa histórica en la vida política —¡Cómo no, viejo!
argentina. Fíjese que para enton- —Pa entonces, los radicales
ces no solo van a votar los territo- entuavía se van a estar peliando
rios, sino también las mujeres. entre ellos.
—¡Alegrémonos, muchacho! —¡Oh!… Si siguen así no se
Tuito el páis va a expresar su vo- arreglan ni en cien años. ¿Sabe que
luntá, como jamás lo había hecho. los unionistas, o, mejor dicho los
—Desde luego que es para ce- surcoreanos, van a hacer su propio
lebrarlo. Pero los que vamos a es- congreso en Córdoba?
tar embromados somos nosotros, —Eso y d’ir a chumbarle al
viejito. “mudito”5 e’ Villa María en su
—¡No veo por qué! propia casa es una mesma cosa.
—Naturalmente… Todo cál- —Tiene todo el carácter de un
culo anticipado fallará por su base desafío y con seguridad le va a ha-
y no se podrán tomar como pun- cer muy poca gracia.
to de referencia los resultados de —Y los del otro bando ¿qué
elecciones anteriores. En la pro- dicen?
vincia de Santa Fe votarán como —Siguen trabajando aquí, en
medio millón de mujeres. En la Capital, dispuestos a desalojar-
Buenos Aires… los definitivamente de sus posicio-
—¡Pero, muchacho! Yo, sin ser nes. Por lo pronto, la solución del
adivino y aunque el plazo entua- pleito metropolitano está cada vez
vía está lejos, te puedo anticipar el más lejana. También ellos prepa-
resultado… ran su congresito, de modo que
—¿Con cifras? cuando llegue el momento de ci-
—Tanto como eso no digo, tar a la convención nacional van
pero en la carrera el 52 el pueblo a estar más desunidos que nunca.
se va a volcar por el partido que —No hay cosa pior, mucha-
más le ha hecho justicia, por el cho, que los líos de comadres. En

5. Referencia a Amadeo Sabattini, en ese momento ex gobernador de la provincia de


Córdoba y dirigente radical (N. del E.).
| 335

apariencia andan juntas, pero al —A propósito de almas en


menor descuido se sacan el cuero pena… También van a reunirse
a tiritas… los socialistas y ya no son dos,
—A donde fui los otros días a sino tres las tendencias que los
ver qué pasaba fue a la convención dividen.
de los conservadores de la Capital. —Estás exagerando, mucha-
—¿Entuavía queda alguno? cho. Si no pueden quedar tantos…
—¡Hubiera visto qué espectá- —Sí, viejo… Una de las ten-
culo, viejo! La reunión había sido dencias coincide con el laboris-
convocada para las 19.30. mo inglés, otra se inclina más a la
—Hablame a la antigua, mu- izquierda…
chacho, que yo a esa hora no la —Siempre anduvieron un
entiendo. poco ladeados los socialistas…
—Bueno, a las siete y media de —Y la tercera es equidistante,
la tarde… Eran las nueve, viejo, y entre las otras dos.
en el comité estaba solo el portero —¡Como pa entenderlos! ¿Y
bostezando. De vez en cuando, en qué necesidá tienen de andar mi-
el salón vacío, maullaba un gatito. rando pa ajuera?
Estaba como perdido. —Siempre lo han hecho, viejo.
—¿Ansina que no pudieron re- Por algo son socialistas.
unir ni cuatro gatos? —Y por eso se han quedao sin
—Yo solo vi uno. Ahora dicen pasar de la ciudá. Por algo decía
que van a reunirse en Córdoba y mi agüelo: “Aquel que nacido biz-
lo primero que han hecho es de- co, nunca endereza los ojos”.
signar la comisión de hacienda.
—Es lógico, muchacho. Los ***
conservadores siempre han pensao
primero en el bolsillo. ¿Y quiénes —¿Se da cuenta, viejo? En un
forman la comisión? año y medio se han empadrona-
—Un montón de figuras de do más de cuatro millones de
museo viejito. Uno lee la lista y ciudadanas.6
cree estar en el museo de Luján. —¿Y pa’ cuando van intervenir
Imagínese que están, entre otros… en las votaciones?
—¿Pa qué vas a hacer nombres, —Ya lo anticipó el ministro
muchacho? A las almas en pena del Interior: la mujer argentina va
hay que dejarlas tranquilas… a votar en las elecciones de 1952.

6. En nro. 737, 3 de noviembre de 1950, pp. 28-30.


336 |

Es decir, en los comicios más im- femeninas donde se trabaja con


portantes que hayan habido desde entusiasmo.
el 24 de febrero de 1946. —Pero, además, debe haber
—Es una linda manera de em- otra causa, muchacho. También
pezar muchacho. Ya era tiempo pa’ las mujeres el peronismo ha
e’ que ellas tuvieran ese derecho. hecho realidá muchas esperanzas.
Hoy la mujer trabaja a la par del Gracias a él conquistaron ese dere-
hombre, y le priocupan los mes- cho que tuitos le habían prometi-
mos problemas. Es justo, enton- do, pero que naides cumplió.
ces, que también ellas intervengan —Y si a eso añade que se ha
en las cosas del gobierno. hecho justicia a la mujer que
—Indudablemente, la parti- trabaja…
cipación de la mujer en política —Y que es una mujer la que
marca una etapa nueva y trascen- se ha ganao el corazón de los hu-
dente en la vida del país. mildes, trabajando pa’ ellos sin
—Tuitos los partidos van a descanso… Mirá, muchacho: no
querer atraerlas, porque cuatro es difícil saber por anticipao, pa’
millones de votos no es cosa de quién van a ser esos cuatro millo-
dispreciar. nes de votos. Si hace cinco años
—Así es… la gravitación del el peronismo ganó por media can-
voto femenino en el resultado de cha, pa’ las votaciones de 1952
las futuras elecciones va a ser un va a ganar dende el ¡vamos! y al
factor decisivo. Pero, de todos los galope.
partidos, el único que hasta ahora —Mientras tanto, viejo, la or-
ha conseguido movilizar a las mu- ganización del partido prosigue
jeres es el Partido Peronista. metódicamente. Los miembros
—¿Y los demás qué hacen? del Consejo Superior que fueron
—¡Pero viejo!... Si los propios a Catamarca han vuelto muy sa-
hombres no consiguen organizar- tisfechos de los comicios internos
se, mal pueden atraer y organizar que se realizaron allá el domingo.
a las mujeres. —¿Y qué impresión han
—En eso tenés razón. Si ellos tráido?
no dan el ejemplo… —Inmejorable. Se votó con
—En cambio, el movimien- mucho entusiasmo, y el partido
to peronista femenino está sem- dio un ejemplo de unidad al pre-
brando de unidades básicas todas sentarse una lista única de candi-
las ciudades de la República. Son datos. Por añadidura, se anticipa
las únicas agrupaciones políticas que lo mismo va a suceder en La
| 337

Rioja, donde últimamente habían ninguna forma, que se proclamara


surgido algunas divergencias, y su candidatura.
donde también habrá comicios —¿Y quiénes andan diciendo
internos el 12 de este mes. eso?
—Ya ves que no es difícil es- —Con precisión no se sabe,
tar de acuerdo cuando hay güenos pero la especie circula.
propósitos. —¡Hum!... Entonces, pa mí
—Ese consejo se les podría dar que es el propio “mudito” el que
a los radicales… lo anda divulgando pa que le do-
—¿Qué, entuavía andan como ren la píldora. Vos sabés que ese es
bola sin manija? uno e’ sus viejos sueños.
—Sí, viejito… Pasó octubre —¿Usted cree, viejito?
y el pleito de la capital sigue más —Dejuramente, muchacho.
enredado que barrilete en hilo de De lejos se ve la cola al perro
teléfono. Imagínese que hasta el cuando es rabón.
“mudito” de Villa María sugirió —Es que la candidatura del
una solución que fue rechazada de “mudito” no haría más que ahon-
plano. dar la división. Usted sabe que la
—¿Y áhura qué van a hacer? mitad del partido no lo traga, y
—Parece que llevan, nomás, el que él es, en gran parte, el culpable
asunto a la convención nacional, de los desaciertos del radicalismo
que a mediados de este mes se va a en los últimos años. Por lo menos
reunir en Rosario. eso dicen los propios radicales…
—¿Ansina que la convención —Si ellos mesmos lo dicen,
va a tener que cargar con el perro sus razones tendrán muchacho.
muerto? Pero no tengas la menor duda de
—Y… no le quedará más re- que es el propio “mudito” el que
medio. Pero hay otra cosa más se está candidateando. Mi agüelo
interesante. Los que dicen estar solía decir: “Al que le gusta rascar-
bien enterados, aseguran que en la se, siempre anda con comezón”. Y
convención se hablaría ya de futu- hace rato que el “mudito” se anda
ra fórmula presidencial. rascando…
—¡Ahijuna! Eso sí que se lla- —Los que están en pleno tren
ma madrugar antes que canten los de renovación son los conservado-
gallos… res, viejito.
—Ahora verá… Parece que se —Te estás chanceando, mu-
ha echado a rodar la versión de chacho. Árbol que crece torcido,
que el “mudito” no aceptaría, en difícil que se enderece.
338 |

—Se equivoca, viejo. En Cór-


doba se ha iniciado un movimien-
to para que el conservadorismo
sea un partido democrático y
progresista. Quienes así piensan
sostienen que hay que renovar a
los dirigentes, dándoles la opor-
tunidad de actuar a los elementos
jóvenes y capaces.
—Muchas veces he escuchado
esa milonga, muchacho.
—Pero parece que esta vez va
en serio, viejo; porque hay que
ponerse a tono con los tiempos
nuevos. Son palabras de ellos…
—No seas ingenuo, mucha-
cho, que ya no estás en edá. Y
llevate de este dicho, que siempre
decía mi agüelo: “Al ñudo mira pa
arriba el que no nació p’al cielo”.
¿Ande has visto un conservador
que sea amigo del progreso?
| 339

El labrador vagabundo7
Vicente Trípoli

En el pago de Viamonte, en el cen-


tro del triángulo de pampa forma-
do por Chivilcoy, Bragado y Lin-
coln, me hice labrador. La ocasión
favorable se la debí a don Flores,
un pueblero criollo de ley, a quien
la política mantenía desplazado
de las funciones públicas. Como
yo era un peón más, frecuentaba
los almacenes del pueblo. Fue en
una mesa de truco donde lo co-
nocí. Bastó verlo para convertirlo —¿Oigo bien?
en mi amigo. Tenía la impresión —Oís bien. Si conseguís asen-
de haberlo conocido desde mucho tarte en una chacra, los dos saldre-
tiempo atrás. mos ganando.
—¿Qué haces vos, vagabundo? —Le tomo la palabra, Don
—me preguntó un día, adivinan- Flores.
do que yo me había quedado sin Conocí el campo del poblador,
trabajo. levanté enseguida la casa, cavé el
—Quisiera tener campo —con- pozo con dos peones: Juancho Te-
testé—; levantar mi rancho y que- rrada y Pedro, cuyo apellido des-
darme para siempre en Viamonte, conocía, pero a quien le llamaban
don Flores. Ahora hago lo de to- “Miliuna” en todo el pago.
dos: esperar. Cuando hicimos los corrales
—Si estás decidido —me res- indispensables, me compré una
pondió—, te doy unas hectáreas tropilla nueva. Y antes que la plata
para que me las pagues cuando se de la faja, que mi andar de vaga-
te dé la gana. bundo siempre mostraba vacía,

7. En Mundo Peronista, nro. 29, 15 de septiembre de 1952, pp. 31-32.


Nacido en Tandil en 1912, Vicente Trípoli fue un escritor y poeta proveniente de las fi-
las de FORJA. Durante el primer peronismo se desempeñó en la Secretaría Privada de
la Presidencia y fue uno de los redactores de los planes quinquenales. Luego de 1955,
fue un activo militante de la Resistencia peronista. Murió en 1999 (ver Darío Pulfer,
Aproximación bio-bibliográfica a Vicente Trípoli, Buenos Aires, Peronlibros, 2017).
340 |

volviera a ser la nada misma, me que le permitía hacer mil cosas a


traje del pueblo a Diana. La mu- la vez. Y aunque no las hiciera de
chacha pueblera se vino al campo verdad, su voluntad de ser útil de-
y compartió mi rancho. Y cuando jaba tal sensación en quien lo viera
esto estuvo realizado, vino don trabajar.
Flores a verlo y me dio un abrazo. —Con Miliuna en el cam-
—Mi buen vagabundo —me po —contaba Terrada— estoy
dijo—, si trabajás la tierra como sobrando.
hasta ahora, será tuya. Si te afin- —Sin vos —contestaba yo—,
cás, vas a ser dueño y señor. Miliuna es un cero, porque care-
Y yo, al verme rodeado de mu- ce de iniciativa. Sabe, en cambio,
jer y peones fieles, de tropilla y de obedecer y cumplir como nadie.
un proyecto de quinta y huerta, —Es un pan.
pensé que ese dictado de vagabun- En verdad, Terrada había acer-
do con que siempre me tildaban tado. Nuestro compañero traba-
cuantos me conocieron iba a di- jaba a prueba de inventario, para
luirse en el recuerdo de la vida an- cobrar si la cosecha daba; era
terior, aquella de mis campañas en bueno como el pan. Los dos eran
los arrozales, en los quebrachos, aparceros duros en la ganadería
entre el algodón… Era verdad: y en la agricultura. Ambos hijos
yo había sido un vagabundo. Pero del campo, se habían convertido
¿por qué no podía dejar de serlo? en los auténticos pilares que sos-
Diana rodeó la casa con el jar- tenían la vida de mi rancho. Los
dín, y la chacra fue, gracias a la conocí en el boliche del pueblo.
mujer, que también me iba a dar Miliuna no necesitaba recomen-
un hijo, la prueba de que el vaga- dación. Y de Terrada me había di-
bundo que conoció Don Flores cho don Flores:
iba a desaparecer y a cambiarse —Es un hombre, che.
por un poblador, señor de su tie- Claro, también es manso el
rra, de su trabajo. viento campesino hasta que se
Al hacer el balance de mi vida transforma en pampero. Así eran
anterior, comprendí que si la vida ellos, en fin. Si el enojo llegaba,
es terrible y trágica, también es igual que el vendaval, dejaba
hermosa. Además, con Terrada, limpia la atmósfera de nuestra
que la oficiaba de capataz, y Mi- amistad. Lo mismo que el viento
liuna, de peón, porque así le gus- de la tierra.
taba y que por tan ubicuo merecía Comimos el pan horneado por
el mote definidor de su capacidad, Diana y al año segundo nació mi
| 341

hijo Florencio. Doce meses des- y ahora necesitan despojarme. El


pués se arrastraba por la tierra, despojo va a tardar mucho, por-
gateaba los montones de pasto, que me voy a defender, pero el re-
correteaba con un perro y espan- sultado del juicio está a la vista. Te
taba las gallinas. Sí. Porque por ese aviso que si pierdo, te quedás sin
tiempo el vagabundo estaba afin- en el campo.
cado en Viamonte. Y parecía que Yo no supe qué contestar. El
la vida entraba en un molde pre- recuerdo me abatió como un ra-
ciso, perfecto. Entonces el mundo malazo y me volví a ver de vaga-
era bueno (y debía serlo) porque bundo por la República, lejos de
aparecían nobles las palabras, los Diana, Florencio, Terrada y Mi-
hombres, las cosas y los animales. liuna. ¡Lejos de Viamonte donde
La tierra era buena para el vaga- creí en la muerte del vagabundo!
bundo asentado. Después de esta novedad no
Don Flores repetía que la tierra pude trabajar a gusto. Vinieron
me pertenecía, que yo la había tra- a inventariar mis bienes, que los
bajado y había levantado un mun- componían el rancho y las cosas de
do sobre la desolación. labranza. Decían que nada de eso
—No te preocupés, vagabundo. me pertenecía y Diana se asustó.
Don Flores tenía el respeto de Terrada, cada vez que venían los
todo Viamonte. ¿Por qué no ocu- tasadores, llevaba la mano a la cin-
paba la función pública que mere- tura, y Miliuna, al verlo, se hacía
cía? Yo esto todavía no lo entendía cruces.
bien, pero muy pronto lo iba a en- Pero en el alma del capataz el
tender. Mientras tanto, solo veía le- viento campesino no se había de-
vantarse la felicidad sobre los cua- clarado pampero. Aunque sonaba
tro puntos cardinales de la tierra. lejos, sordo, terrible y ya nadie
dudaba en “las casas” que se haría
*** presente sobre la tierra.
Poco después me dieron un
Un día don Flores me dio la ex- plazo para dejar la chacra. Vino
traordinaria noticia que lo había don Flores a preguntar sobre mi
enjuiciado un supuesto dueño de decisión y nada le contesté. En
sus tierras, y que llevaba todas las cambio, mandé a Diana otra vez
de perder, porque se trataba de un al pueblo. Cargamos un carro con
juego político. todo lo que nos dejaron llevar, que
—No quiero estar con ellos, era poco. Fue necesario vender la
porque tengo una gran esperanza, hacienda escasa. Y como la ausen-
342 |

cia de lluvia duraba ya dos meses, ranza, anunciaba la gran nueva de


y el chalar reinaba en el pago, las la justicia… ¿Podría ser?
vacas las pagaron por peso y por Don Flores insistió:
edad. En total, nada. No solo la —Esta es la carta, la única que
suerte de la tierra había cambiado. tiene el país. Si los criollos no se la
Desde Buenos Aires corrían ru- juegan, no habrá más esperanzas
mores, que luego se confirmaron. para nadie.
Don Flores dijo: Traté de resistir la tentación,
—¿Sabés quién es el Coronel? busqué dominar la turbulencia de
Lo miré interrogativamente. los sentimientos. Quise resistir.
Había sucedido la Revolución Diana me dijo, en el pueblo:
del 4 de Junio, y por eso ese nom- —Don Flores te necesita. Si te
bre no me era desconocido. No vas con él, no te olvides de Flo-
solamente eso, sino que, además, rencio y de mí. Yo sé que en este
tenía en el campo un eco desme- juego, el que pierde lo deja todo.
surado, extraño. Parecía consus- —Quizá lo deje todo, pero
tanciado con la tierra. nunca a vos ni a Florencio.
—Vagabundo —me repitió, —¿Estás decidido a irte con
delante de Terrada y Miliuna—, don Flores?
el Coronel y vos son compadres. —Decidido
Faltan dos meses para las eleccio- Desde el hecho consumado
nes. Si triunfa será la justicia para del despojo de la tierra, el tiem-
vos, para mí, para el campo… po pareció cambiar. Ni un ama-
—¿Qué debo hacer, si soy un go de lluvia. Nada. Todo chalar
vagabundo otra vez? y paisaje ocre. La caballada res-
—El país necesita a todos sus tante ya carecía de agua. Vendi-
hombres… Si vos querés, la lucha mos también los caballos y con
por la justicia está empezada. Es el dinero hicimos provisiones de
por tu justicia, para que vos y los todo género para Diana y Flo-
iguales a vos dejen de ser vagabun- rencio. Miliuna, Terrada y yo
dos en su tierra. nos compramos lo indispensable
Don Flores hablaba un nuevo para ir tirando hasta la nueva
idioma, grato al corazón. ¿Se haría ocasión.
la justicia? Un nombre que llevaba Quince días después de la invi-
sobre las llanuras y los cerros evo- tación de don Flores, el campo era
caciones que parecían olvidadas, una desolación. Bajo el alero de la
que despertaba a los hombres y casa abandonada, con la visión del
había dejado mi corazón en espe- bebedero seco, dije a mis dos com-
| 343

pañeros de la patriada si habían —Echémosle la culpa a la seca,


oído la propuesta de don Flores. don Flores.
—La oyó todo el campo Terrada y Miliuna asintieron
—contestó Terrada. con la cabeza. Envuelto todavía en
—Falta menos de dos meses pa la visión del incendio de mi cam-
las elecciones de presidente, y don po, levanté tribunas en Viamonte
Flores dice que el país necesita que y en los partidos vecinos. Y com-
triunfe esa fuerza nueva. Vamos probé que tenía facilidad para los
con don Flores. apóstrofes y que, según don Flo-
—Nosotros —respondió Mi- res, mis adversarios, los de él y de
liuna sencillamente— hace rato todos, preparaban mi muerte.
que estamos donde don Flores nos Diana tuvo un presagio y me
quiere arrastar. lo dijo:
—Y vos, Miliuna, ¿tenés —Si tus adversarios andan
mucha fe? anunciando tu muerte por todas
—La he de tener. partes, pueden dejarme sin vos.
No necesitamos hablar más. No sé si eso te da qué pensar…
Atamos el carro con el resto de —Si, Diana… Y también
los útiles de las casas, y prendi- pienso que he de dejar algún día
mos fuego al rancho, que lenta- de ser vagabundo, y que para eso
mente se fue consumiendo. El tengo que andar la huella del aho-
fuego se extendió al montecito ra ¡Ahora o nunca!
de la quinta y vimos un espec- Diana calló, pero se puso con-
táculo de destrucción inespera- tenta cuando me vio jugar alegre-
do, en cuyas llamas rojas parecía mente con mi hijo. Yo tenía en el
moverse una masa de hombres pecho un volcán y en el cerebro
en avance, cuya solo palabra era una madeja de razones que fui
ésta: Perón. echando sobre mis adversarios,
Don Flores, completamente sin tener la precaución de recor-
sorprendido, se dejó guiar por la dar por lo menos los rumores de
luminaria del horizonte y vino al venganza que había desatado mi
encuentro. palabra. Hablé de libertades nun-
—Yo pedí tu colaboración y ca ejercitadas, y me atreví a hablar
no tu ruina, compadre. y a explicar la forma que deberían
—Si ganamos en las elecciones tener. Yo notaba el clamor envol-
la carta de la justicia ¿quién podrá vente que un mar crecido invadía
hablar más de ruinas, de miserias? mi tribuna y que podía ahogarme
—Sea. en mi propio elemento; pero mi
344 |

palabra y mi fervor no podían ser adivinaba cabalgando incansa-


detenidos ya, y la marejada siguió. blemente como un chasque con
Me encomendé a Miliuna y a Te- el parte de la victoria. Por eso la
rrada, fieles mastines, ahí al pie, República entera estaba en mi
dispuestos como yo a jugar y ga- pensamiento.
nar. Proclamé la hora de la justicia —¡Los convoco a la liberación
y de la libertad. y a la justicia!
—Pueblo de Viamonte, paisa- Los adversarios hallaron al fin
nos de Buenos Aires, los convoco la ocasión. Un tableteo trágico
a la lucha por la justicia popular detuvo mi palabra. No por mí,
¡Esta es la hora de la rebelión de sino porque al fin del encuentro y
los pueblos!... del asalto armado vi a Terrada de­
Entonces el mar avanzó y sangrado, boca abajo, al pie de la
hasta me pareció que azotaba mi tribuna, de la mía. Sobre él, soste-
cara el pampero. Lo dicho por niendo su cabeza, Miliuna.
mí hizo preocupar a don Flores Había provocado un mártir.
y, cuando lo supo, Diana lloró. ¿Sería en vano? ¿Triunfaría la jus-
Lloró por mí. Solo Terrada y Mi- ticia? Don Flores me dijo que por
liuna callaban, fieles. Don Flores un tiempo debía dejar la tribuna.
sabía que el coronel Perón arra- Le contesté que yo era un vaga-
saba multitudes, pero temía por bundo y tenía por casa mi país.
mi suerte. El alma de Terrada sacrificado me
—Moderá tu vocabulario, acompañaría por la tierra.
vagabundo, porque esto es una Le perdoné eso que yo creía
bola de nieve, y por sí misma va a una debilidad suya. Nada le repro-
aplastar a todos los adversarios del ché y, en cambio, supe agradecer
Coronel. todo su apoyo.
Pero yo estaba desposeído de —Nadie podrá impedir el
mi razón, porque también era un triunfo de la justicia don Flores.
despojado de justicia. Y no callé. Nadie.
Además, Terrada y Miliuna asen- Me despedí de Diana, dicién-
tían. ¿Qué más? dole que iba a Buenos Aires con
—¡Pueblos de Viamonte!... un mensaje de don Flores.
¡Paisanos de Buenos Aires!... ¡Ciu- Corría el año 1946. Miliuna
dadanos de la República!... me acompañó hasta la orilla del
Necesitaba más espacio, estaba pueblo.
desmesurado por un atisbo, por —Quedate con don Flores
la intuición de una gloria que ya —le dije— y recordá siempre a
| 345

Juancho Terrada como yo lo voy Los ojos del perro miserable y


a recordar. hermoso preguntaron lo mismo.
—Florencio será en Viamonte Yo tenía una intuición profunda.
mi mejor aparcero. La muerte de Terrada no iba a ser
—Cuidámelo hasta que yo en vano, porque en Buenos Aires
vuelva. se levantaba un nuevo sol, cuya
—¿Cuándo? aurora determinaría mi vuelta al
—No sé. pago. Porque yo, estaba escrito,
Y seguí andando. ¿Hasta cuán- debía ser labrador.
do? Yo era otra vez un vagabundo —¡Vamos, vagabundo!
en mi país. Pero en realidad ¿había Y partimos el perro y yo.
dejado de serlo alguna vez? Había
dicho: hasta cuándo y pensé que
solo me acompañaba el espacio.
Mas al volverme a mirar por últi-
ma vez al pueblo donde quedaban
Diana y Florencio, me encontré
con la mirada de un perro. Me
contemplaba inmóvil, como si él
también preguntara: ¿hasta cuán-
do? Perro vagabundo con ojos
color pizarra y hombre solo con
sentimiento de nostalgia ¿El en-
cuentro fue provocado por la ca-
sualidad?... Ahí estaba en espera
de una orden el perro miserable y
hermoso. Todo en la vida tiene es-
tas dos apariencias de lo miserable
y de lo hermoso.
¿Por qué la vida es hermosa y
terrible? Partimos, el perro y yo,
solos, libres.
—Vamos, vagabundo.
Antes me lo decían a mí y en-
tonces se lo decía a un perro, ato-
rrante, compañero, que iba a ser
fiel, como lo fue Terrada. ¿Hasta
cuándo?
346 |

El incendio8 maron a los padres en la angus-


Américo Barrios tiosa batalla. Todo fue en vano. La
(Luis María Albamonte) parva dejó de ser amarilla. Cuan-
do salió el sol era gris, como un
La noche se había abierto como jirón de atardecer, o como esos
una rosa negra sobre el campo de trapos viejos que uno encuentra
Selra Zúnder. El cielo estaba acri- por ahí. Pronto se aplastó como
billado de estrellas azules. Una luz si un gigante se hubiera acosta-
roja brillaba en la altura infinita y do en la parva. Después llegó el
a Selra Zúnder le pareció que era viento y se la llevó. Y parecía que
como el farol rojo de un barco que alguien la barría con una escoba
nunca había visto pero que podía violenta y sin piedad. Por un mo-
llevarlo muy lejos. Recordó, tam- mento hubo un revuelo de cenizas
bién, aquella vez que se le incen- que no querían irse, hasta que no
dió la parva de alfalfa, y él corría quedó nada, absolutamente nada.
como un niño desesperado, con Y Selra Zúnder lloró amargamen-
un balde de agua, y llamaba a gri- te. Y sintió un poco de vergüenza
tos a su compañera: porque había llorado y porque se
—¡Zaida! ¡Zaaaaaaida! ¡Se in- había desesperado, y había arras-
cendia! ¡La parva se incendia! trado en su desesperación a la es-
Y Selra Zúnder y Zaida iban y posa y a los hijos, y solo porque se
venían llenando baldes en el jagüel le había incendiado una parva.
y vaciándolos en el fuego, que te- Sin embargo, se justificaba, di-
nía furiosas espadas atravesando la ciéndose: “No era por mí… Era
noche. Después Selra Zúnder gri- por mis hijos y por mi compa-
tó sin dejar de correr: ñera. Mi parva era una parva de
—¡Bílner! ¡Róncer!... ¡Roooooncer! esperanzas. El fruto de terribles
Y los dos muchachitos se su- esfuerzos era lo que se quemaba.

8. En Mundo Peronista, nro. 22, 1° de junio de 1952, pp. 45-46.


Nacido en 1911, Luis María Albamonte fue escritor y periodista, rubro en el cual
se destacó bajo el seudónimo de Américo Barrios en la sección deportiva del diario
Crítica. Durante el peronismo dirigió los periódicos Democracia y El Laborista, que en
1948 incorporó una sección gauchesca permanente. En 1951 se desempeñó como se-
cretario general del Primer Congreso Nacional de Periodistas. Con El viajero hechizado
obtuvo el primer Premio Nacional de Literatura. Formó parte activa de la Resistencia
peronista. Fue delegado personal de Perón y apoderado general del Partido Justicialista
(1961 y 1963). Falleció en 1982 (ver Otelo Borroni, “El pensamiento vivo de Américo
Barrios”, en Siete Días Ilustrados, 30 de septiembre de 1973).
| 347

Era como si se hubiera estado in- las acercaba dulcemente. Los ca-
cendiando algo de mi corazón y ballos eran estatuas inmóviles cer-
de mis manos y de las manos de ca de los árboles. Había llovido y
ellos, que habían arado la tierra, lo embriagaba el olor de la tierra
y la habían sembrado, y se habían mojada.
aferrado a las guadañas, doblados Escuchó leves pasos. Sabía
los cuerpos hasta sentir que ya no quién lo buscaba. Su perro. Se
podían erguirse otra vez…”. echó a los pies de Selra Zúnder,
En eso pensaba viendo el dis- dejó caer la cabeza blanca sobre
tante planeta rojo que brillaba las patas, y miraba. Miraba con
entre las estrellas azules. Pero se esa mirada triste que tienen los
obstinaba en imaginar el barco perros abandonados. Y era como
que él nunca había visto, y que se si el campo se hubiera echado a los
iba de pie, la mano en un mástil. pies de Selra Zúnder. Leal. Amo-
Y que nunca hubiera tenido mujer rosamente. Sumiso.
ni hijos. Y que nada podía afligir- Cuanto tuvo esa sensación,
lo porque nada tenía. Como otro Selra Zúner sintió que el viejo in-
planeta rojo, visible porque la luz cendio le quemaba ahora no solo
se la prestaban las estrellas, pero el corazón, sino las piernas, y los
que lo mismo hubiera sido así, sin brazos, y la sangre. La cabeza era
luz, sin color, totalmente invisible. un pozo de llamaradas enloqueci-
Eran las dos de la mañana. das. Y un fuego corría por sus ve-
Selra Zúnder estaba bajo el alero nas y por sus arterias buscando un
del rancho. Se había levantado escape, una puerta, como aquella
sigilosamente para no despertar vez que él quería salvar a su par-
a nadie, y allí estaba martirizado va. Y el fuego iba hasta los pies,
por su gran dolor. Podía llorar, se estrangulaba para entrar en los
boca abajo en la tierra, sin fuer- capilares diminutos, y se retorna-
zas para nada más que llorar. Por ba al corazón, y allí se ensancha-
momentos lo asaltaba, como un ba en cauces más amplios, como
mono salvaje, un odio caótico, y si estuviera a punto de estallar, y
entonces, podía matar… ¡Matar! otra vez se iba por las venas y por
¡Eso! ¡Matar! las arterias para regresar, sin salida,
¡Cuán hermoso era su cam- al mismo punto. Así era la vida de
po en los brazos maternales de la Selra Zúnder. Sin salida. Sin esca-
noche! Se escuchaba el rumor le- patoria. Acorralada.
vísimo de las espigas maduras del A Selra Zúnder lo desalojaban
trigo, besándose porque la brisa de su campo. Hacía muchos años
348 |

que estaba allí, formando con la —¡Me echan!... ¡Me echan a


tierra una unidad indestructible. puntapiés!... Un día aparecerán
Entrañable. La tierra le había pe- los muebles y las ropas en el ca-
netrado por los poros. Y su sangre mino. Y mis hijos y mi mujer
había penetrado la tierra. Selra también estarán tirados en el ca-
Zúnder y el campo eran una mis- mino… ¿En la vida no hay nada
ma cosa. Casi una misma persona. más importante que una sucia
A veces no le hubiera alcanzado el moneda, para salvar lo nuestro, lo
dinero para pagar el arrendamien- que es nuestro porque está meti-
to si hubiera comido como él ha- do en nosotros como los mismos
bría deseado y se hubiera vestido huesos?
y hubiera hecho para su gozo lo Selra Zúnder hubiera queri-
que ansiaba. Pero había comido do ir corriendo hasta el lecho de
menos que lo razonable, no se sus hijos, ponerse de rodillas ante
había comprado ropas ni se había ellos y decir llorando:
divertido en el pueblo, para poder —¡Perdón, hijos míos, per-
juntar los pesos y las monedas del dón!...
pago inflexible. No sabía por qué tenía que pe-
Pero eso no era lo más impor- dir perdón, pero le hubiera conso-
tante. Su sueños habían germi- lado pedir perdón.
nado como otras semillas en los El olor de la tierra mojada lo
surcos de la tierra. Sus esperan- envolvía como una novia que se
zas, su destino, sus alegrías y sus va. Que se va para siempre. Ahora
angustias estaban ligados a la tie- sí podía llorar. Tal vez estaba llo-
rra como un hombre está ligado rando. Y tuvo miedo. Porque ya
a su hijo. Caminando sobre esa no era Selra Zúnder, el campesino
tierra llegó Zaida, desconocida, ingenuo. El manso. El tímido. Se
y después continuó caminando, miró las manos. Eran otras ma-
amada, esposa y madre de sus nos. Crispadas. Rudas como an-
hijos. En aquella tierra habían tes, pero ahora con la rudeza de
nacido Bílner y Róncer, como un rencor violento.
nacen de entre las raíces de los Estaba amaneciendo ¿Cuánto
árboles, desde allá, desde el fon- tiempo hacía que estaba allí? Co-
do oscuro y húmero, las hierbas lor de plata del amanecer estaba
débiles y hermosas. Ahora lo cuajando en sus manos, como una
desalojaban. escarcha. Y en todo él.
Selra Zúnder mordió la pala- Selra Zúnder sabía que si hu-
bra, y buscó otra y dijo: biera podido mirarse, habría visto
| 349

que ya no tenía el color de la carne Y la gente diría: “Selra Zúnder


morena, sino el color de las latas fue un valiente. Se sacrificó por
filosas, de los cuchillos hostiles. Sí, la humanidad. Terminó con las
tenía el color de la venganza. injusticias”.
Y sabía, también, que depen- Se asombró de sentir semejan-
día de él esa transformación. Y la te gozo, él, el bueno, el tímido
alentaba. Quería ser feroz. Con Selra Zúnder. Estaba transfigura-
los ojos llenos de un brillo extra- do pero ya no podía volver a ser el
ño, espantoso. Irresistible. de antes. Hizo un esfuerzo como
Lo imaginó todo serenamen- el que quiere desprenderse de una
te. Iría al pueblo. Buscaría a Bur- araña gigantesca, pero no podía.
ton, el dueño del campo. Primero Vio cómo el perro daba un salto
lo tomaría de las solapas con las atrás. Y lo desconocía. Y oyó su
dos manos. Lo sacudiría con toda ladrido retador. Y más aún: lo vio
la fuerza de sus músculos y de su huir aterrado.
alma. Sí, primero lo humillaría “Bueno —se dijo—, este soy
con su fuerza. Después le diría: yo. ¿Y qué?”.
“¡Canalla! ¡Desalmado! Usted Respiraba anhelante. Como si
puede desalojarme cruelmente hubiera terminado una larga ca-
de un campo, pero yo puedo des- rrera. De pronto, a lo lejos divisó
alojarlo del mundo. ¡Lo mataré! una sombra. Pensó que era la no-
¡Ahora mismo!”. che que volvía, abriéndose paso en
Se quedó pensando. ¿Cómo la luz del sol, como a través de una
se mata a un hombre? ¡Lo estran- selva. Lo vería claramente. Era un
gularía! Con las mismas manos hombre. ¡Ah, si fuera Burton! El
heroicas con que había hecho hombre caminaba con dificultad.
producir la tierra, le apretaría la Los pies se hundían en el barro.
garganta hasta asfixiarlo. Sentía Entonces era como un trozo de la
un satánico placer en hacerlo. tierra yendo a su encuentro.
¡En matar! Ahora sí; el fuego que El hombre se detuvo. Abrió los
corría por sus venas había encon- ojos desmesuradamente, arrasados
trado el escape y él podía respirar, por un súbito temor. Selra Zún-
satisfecho, sin angustias. Tal vez der sintió una recóndita felicidad
pondría un cartel sobre el cadáver de presentir que el desconocido le
con esta inscripción: “Yo lo des- temía a él. Por su aspecto. Porque
alojé del mundo”. Y pondría su hasta su última célula era temible.
firma. Y entonces tendrían miedo Porque cada célula de él podía inde-
todos los malvados. ¡Qué lindo! pendizarse y matar. Y pensó: “Este
350 |

imbécil va a demorarme, y yo no hundiéndose en el barro, echán-


quiero que Burton se me escape”. dose en los surcos, abrazándose a
El desconocido hizo un esfuer- los árboles, arrancando las espigas
zo. Llegó hasta él como quien se de trigo para apretarlas mejor so-
acerca a un perro rabioso, le alargó bre su corazón, hasta que cayó, y
un sobre y se escapó. Lo vio ale- no quiso levantarse porque tam-
jarse otra vez, hundiendo los pies bién él quería ser un poco más de
en el barro, volviendo al seno de la tierra, sucio del barro limpio y
la tierra. Abrió el sobre y leyó un maravilloso de su campo…
papel del gobierno. ¡Otra vez era Selra Zúnder,
El papel decía que desde ese aquel Selra Zúnder que se sonro-
momento el campo era de Sel- jaba como un niño cuando le de-
ra Zúnder porque la tierra es de cía a Zaida: “¡Te quiero!”…!
quien la trabaja. Jamás había creído que podía
Se quedó atontado. La boca se- ser tan feliz. Y la felicidad era el
miabierta, por donde se escapaban antiguo incendio, purificándolo,
las palabras en tumulto, sin que él con un revuelo de cenizas que el
las pronunciara, y sin saber lo que viento se llevaba a su madriguera.
decía. Sintió que era como una
vieja campana suspendida en un
sótano, con un solo son, prolon-
gado hacia el horizonte. Él no era
la campana. Era el son. Alguien lo
había golpeado en la cabeza y él
era la música del golpe, yéndose…
Y oyó que gritaban:
—¡Selra! ¡Selra! ¿Qué te ocurre?
Y era su mujer, abrazándole.
Pero él no podía hacer otra cosa
que decir:
—La tierra es de quien la
trabaja…
Y lloraba. Y fue de un salto has-
ta la cama de los hijos y los besó,
y dijo, al fin, con todas las ansias:
—¡Perdón! ¡Perdón!
Y volvió afuera, y besó a Zaida,
y se fue corriendo por el campo,
Otros
textos
| 353

Proyección social del de la vida de campaña, la forma


Martín Fierro1 y la esencia de un poema épico y
Horacio Rega Molina de una epopeya a la vez. Poema
épico por la conciencia heroica
El 1° de septiembre del Año del de los hechos y las antiposiciones
Libertador General San Martín, que formula entre la civilización
1950, a las 18.30 se realizó en el del blanco y la barbarie del indio,
Salón “17 de Octubre” la primera y, dentro de la organización cris-
conferencia del ciclo organizado tiana en lucha con la rudimen-
por la Subsecretaría de Informacio- taria sociedad aborigen, las que
nes de la Presidencia de la Nación
conjuntamente con el Ministerio
de Educación, por conducto de la
Dirección General de Cultura. La
disertación inaugural estuvo a car-
go de Horacio Rega Molina, quien
desarrolló el tema “Proyección social
del Martín Fierro”, cuyo texto ínte-
gro se publica en este folleto.

En el Martín Fierro se conjugan,


por la naturaleza del tema, por
sus intenciones sociales y por la
condición del héroe, que es el epi-
centro humano de los fenómenos

1. Buenos Aires, Subsecretaría de Informaciones, 1950. Una similar interpretación a


la de Rega Molina se puede encontrar en: Guillermo Borda, “Martín Fierro, poema
de nuestra Revolución”, en Tribuna de Revolución, Buenos Aires, Nueva Argentina /
Centro Universitario Argentino, 1948, pp. 272-301.
Nacido en 1899 en San Nicolás de los Arroyos, provincia de Buenos Aires, Horacio
Rega Molina fue escritor, periodista, dramaturgo y poeta. Por esta última parte de
su obra recibió diversos reconocimientos. Publicó algunos de sus poemas en revistas
literarias como Martín Fierro y Nosotros. Fue redactor en las secciones culturales de
Crítica y El Mundo. Aunque en los primeros años del peronismo fue opositor, a fines
de los cuarenta se acercó al movimiento. Durante ese tiempo colaboró con Raúl Apold
en los borradores de Mensajes a la Nueva Argentina publicados por la Subsecretaría de
Informaciones. En octubre de 1951, en la presentación oficial de La razón de mi vida,
tuvo la oportunidad de leer su reseña del libro de Eva Perón, “Significado de La razón
de mi vida”. Relegado luego del golpe de 1955, falleció en octubre de 1957.
354 |

nacen de los anhelos de justicia la hospitalidad mental del indivi-


y progreso del gaucho, contra el duo modesto. Como la hierba que
medio adverso y las instituciones no pide más que un terrón para
defectuosas de la época. Y es una crecer, sin pensar que, por primi-
etopeya por el sentido uniforme tiva y escasamente evolucionada,
del relato personal, que le permi- debería ser considerada como un
te al payador evocar primero las aracaísmo del reino vegetal.
costumbres arcádicas del campo
tranquilo, luego el servicio en la Viene el hombre ciego al mundo
línea de frontera, después la vuelta cuartiándolo la esperanza
al pago, con su secuela de desdi- y a poco andar ya lo alcanzan
chas, la huida a las tolderías de las las desgracias a empujones;
pampas y el regreso, para encon- ¡la pucha que trae liciones
trarse con dos de sus hijos y las el tiempo con sus mudanzas!
incitaciones de un nuevo período
de progreso que se inicia, expulsa- Mudanzas que él solamente podía
do ya el indio, aunque no vencido prever, de acuerdo con la tónica
totalmente. Martín Fierro es el gubernamental de aquellos mo-
arquetipo del sector más impor- mentos, como desfavorables para
tante de la colectividad campe- sus aspiraciones. Pero el inmenso
sina, constituida por el paisano espacio vacío es llenado, de pron-
y su familia. Y la simboliza con to, por una verdadera y auténtica
sus ideas, sus obras, sus hábitos, coordinación nacional de los va-
sus lamentaciones, sus protestas y lores y las condiciones de trabajo.
sus sermones morales. Y también Hernández no pudo verla. Sus su-
con los modos rústicos del habla, cesores no supieron determinarla
sumarísima y pintoresca, taracea- ni realizarla. Nos cabe a los habi-
da de voces indígenas y arcaísmos tantes de la República, en este pro-
peninsulares. Dichos modos cons- pio instante, apreciar cómo el inte-
tituyen hoy el tesoro lingüístico rés estoico del gaucho por su tierra
de la tradición, rechazado por el es atendido, en los actuales mora-
habitante culto de la ciudad, que dores y productores de las regiones
consideraba como deformaciones donde, antaño, su individualismo
del lenguaje lo que no era sino la fue motejado, erróneamente, de
supervivencia de una huella idio- estéril; y opuesto, lo cual era cier-
mática constituida por esos voca- to y legítimamente justificable, al
blos que quieren seguir viviendo, urbanismo predilecto y absorbente
tal como nacieron, y se acogen a de la clase dominante.
| 355

Sostenemos, además, contra- En él fructifican la experiencia y


riando lo que afirma un comenta- el amor de las cosas que cuenta.
rista del poema, que en la segunda Sufrió azares, en sus andanzas, tan
parte ni las ideas ni los sentimien- considerables, en determinados
tos de Fierro cambian. El gaucho aspectos, como los de Martín Fie-
permanece fiel a sus principios. rro, Cruz y los hijos de ambos. Y
Se incorpora a la civilización en la primera parte, sobre todo, vio
marcha, sin claudicar ante los la luz con la bendición del dolor.
conocidos problemas que, en sus
diez años de vicisitudes —tres ***
en la frontera, dos de matrero y
cinco en los toldos—, continúan A principios de 1870 arriba a la
sin solución. Martín Fierro con- población brasileña de Santa Ana
figura, pues, en la totalidad de la do Livramento un hombre de a
obra, un signo de unidad física y pie. Ha servido entre las tropas de
espiritual en el inmenso escenario López Jordán, derrotadas en la ba-
de las praderas y el desierto don- talla de Ñaembé por las fuerzas de
de apenas comienza a esbozarse la Roca, que comanda el 7 de línea.
imagen de una Nación laboriosa, El rémington contra las lanzas de
pese a las miserias y desengaños tacuara. Una carga a la bayoneta
del núcleo pastoril, la incompren- decide la victoria. Hernández, que
sión de la gente culta y la atroci- en 1863 ha publicado su Vida del
dad de los malones. Chacho, indignado por el asesina-
Los contemporáneos habían to del famoso caudillo riojano Án-
dado con la flor de llamar, a José gel Peñaloza participa de la pasión
Hernández, Martín Fierro, con- de la campaña y el interior del
substanciando al poeta con su país, y, poniéndose a salvo de Sar-
criatura. Y es que, creado el per- miento, que ordenó su prisión, se
sonaje en la fuente de sus conoci- enrola en las fuerzas de López Jor-
mientos, Hernández se reconoció dán. En Santa Ana do Livramento
y fue reconocido en él y continuó encuentra un techo hospitalario.
campeando por la libertad, el de- Y redacta, presumiblemente, las
recho y la instrucción, más allá estrofas iniciales:
de su epopeya. Y cuando Fierro
anuncia “Aquí me pongo a can- Aquí me pongo a cantar
tar”, es Hernández quien canta, al compás de la vigüela
dentro del objeto de su arte poéti- que al hombre que lo desvela
co. De ahí la vitalidad del poema. una pena extraordinaria
356 |

como la ave solitaria tar las enseñanzas. Hernández se


con el cantar se consuela. sentía solo. En los almacenes, el
pobrerío compraba velas de sebo,
Esa pena del payador es la suya vino ordinario, vainas de algarro-
propia que deja a sus espaldas, bo y cuadernillos del Martín Fie-
y a la que habrá de ponerle más rro. Pero ellos, los que padecían
tarde el pecho. Y enseguida de la los males, no podían procurarles
invocación a los Santos del cielo, alivio, siquiera. Eran pobres pro-
la referencia a sus colegas, que han fesionales. Mas ni como pobres
bordeado el ejido de la poesía gau- tenían un papel social específico.
chesca, sin entrar a fondo en él: Estaban, pues, en la categoría de
parias. De sumergidos.
Yo he visto muchos cantores Pero volvamos al autor. Her-
con famas bien otenidas, nández abandona Santa Ana do
y que después de alquiridas Livramento y se acerca a Buenos
no las quieren sustentar: Aires. Suele alojarse en el Hotel
parece que sin largar Argentino, y allí, entre vistazo y
se cansaron en partidas. vistazo a la situación nada favora-
ble para él, llena algunas cuartillas
Al empezar la segunda parte, cin- más. El propósito toma cuerpo en
co años después, insiste en sus el cuarto de otro hotel, el Interna-
cargos: cional, sito en la esquina de 25 de
Mayo y Rivadavia. Imaginemos la
Yo he conocido cantores habitación, de lecho mercenario,
que era un gusto el escuchar, el lavabo, con su jofaina de loza,
mas no quieren opinar adornada con flores azules, el es-
y se divierten cantando; pejo de azogue no muy bruñido,
pero yo canto opinando la mesa, donde la lámpara siembra
que es mi modo de cantar. su luz, que parece venir de lejos de
tan envejecida y amarilla. La mesa
La indiferencia, ese estatismo que está junto a la ventana. Hernán-
observaba a su rededor, o las mu- dez abre a veces el póstigo. Los
taciones, adversas a la cohesión ojos pasean sobre las luminarias
vital de los grupos rurales, deter- que parpadean en las dormidas ca-
minan ese tono recriminatorio, lles. O se detienen en el carro que
con el cual respondía, de paso, a pasa lentamente, bamboleándose
los opositores en sordina o a los con su carga de cadáveres. La pes-
que elogiaron sus versos, sin adop- te amarilla azota la ciudad. Días
| 357

oscuros y noches trágicas aquellas. 3 de octubre de 1869, Hernández


Allá lejos, la tristeza de sus campos aseveraba (el trabajo se titula, pre-
amados, a sus pies, la angustia de cisamente, “La ciudad y la campa-
Buenos Aires castigado. Y como ña”): “La capital de la provincia se
en una exclusiva imagen, la patria, resiente todavía de los privilegios
salpicada de sangre, de rencores, monstruosos del coloniaje. Así
de rivalidades. Vuélvese a su mesa. se ha creado una especie de aris-
La tinta bien puede tener un la- tocracia, a la que paga su tributo
ceramiento de lágrimas. Y escribe: la campaña desamparada, como
los vasallos del señorío feudal, de
Junta esperiencia en la vida los tiempos antiguos, anteriores a
hasta pa dar y prestar la formación de las sociedades”.
quien la tiene que pasar Ochenta años después, entre los
entre sufrimiento y llanto, resplandores palpables de una
porque nada enseña tanto prosperidad que se hace llegar al
como el sufrir y el llorar. hombre de campo, con la oposi-
ción de los terratenientes, el presi-
¿Cuál es la situación, en aquel pe- dente de la República afirma: “Las
ríodo? Urquiza ha sido asesinado realidades sociales que nuestro
en San José. Sombras y presagios gobierno ha logrado, de acuerdo
se elevan en el horizonte. Las lí- con nuestras esperanzas de 1943
neas de fronteras constituyen una y nuestras promesas y planes de
seguridad relativa, denodadamen- 1946, están en cualquier parte de
te cuestionada con los indios. La la Nación y de ellas es testigo y es
oficialidad lee la Instrucción de prueba cada uno de los hombres
Guerrilla, de César Díaz. El autor y mujeres que en los campos y en
de La vida de un soldado o reminis- las ciudades luchan con un nuevo
cencias de la vida de frontera llega sentido de la vida, del trabajo y de
a esta aserción: “qué más estudios la misma patria, que ya no es para
que la pampa inmensa con su as- ellos el nombre vacío de una rea-
pecto variado, sus médanos, sus lidad ausente, sino la permanente
aguadas, sus mil ondulaciones, sus presencia de una forma viva que,
incesantes peligros, sus grandes como una madre de verdad, pro-
distancias”. El poblador moraba a tege a sus hijos con el abrazo de
merced de infinitas contingencias. la justicia y del amor”. Ante estas
Carecía de lo esencial. En un artí- verificaciones, resultan magnífica-
culo aparecido en el diario El Río mente proféticos los octosílabos
de la Plata, del cual es director, el con que Hernández rubrica esa
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indivisible esperanza que ilumina construcción con baluartes, puen-


su canto: tes levadizos, grandes cuadras in-
teriores y casas adecuadas, el todo
Y dejo correr la bola rodeado de hondos fosos o mura-
que algún día ha’e parar; llas formidables, con sus depósitos
tiene el gaucho que aguantar de víveres y forrajes para hombres
hasta que lo trague el hoyo y caballos, garantidos contra un
o hasta que venga algún criollo ataque, un sitio o un golpe de
en esta tierra a mandar. mano posible. Nada, nada de eso.
Una zanja, que los indolentes a ve-
José Hernández prosigue: “Los ces dejaban borrar, al interior de
intereses de la campaña ¿son inte- ella, un rancho de barro y paja: no
reses distintos de los de la ciudad? faltaba el mangrullo, que el genio
No, por cierto. La campaña y la arquitectónico criollo se aguzaba
ciudad es una misma población, en hacer elevado y resistente; dos
con iguales derechos constitucio- cualidades indispensables para el
nales, con idénticos intereses, con objeto a que estaba destinado: vi-
aspiraciones confundidas”. Her- gilar el horizonte en todas direc-
nández se queja de que las obliga- ciones”. Fotheringham rememo-
ciones de fronteras sean atendidas ra que cada quincena pasaba un
específicamente por los poblado- proveedor mal montado, que bien
res agrarios. Ese criterio le dicta podía ser un cristiano o un indí-
no pocos conceptos del poema: gena de los llamados “destinados”.
“Paleta quince, gritaba el indio y
Tuve en mi pago en un tiempo arrojaba una paleta de vaca flaca,
hijos, hacienda y mujer, que rápido quitaban a los perros
pero empecé a padecer, los cristianos en acecho”.
me echaron a la frontera Esta existencia, descrita en el
¡Y qué iba a hallar al volver! poema con lujo hasta folklórico
Tan solo hallé la tapera. de pormenores, fue sobrellevada
por el gaucho, que por estar en
Desentrañado de la vida arcádica, los confines de la campaña, debía
narrada en los tramos primigenios atender la defensa contra los ma-
del libro, el paisano va a parar con lones. Por eso, con anterioridad a
sus huesos a un cantón. “Un fortín la obra que ya bullía en su men-
—manifiesta el general Fotherin- te, la voz de Hernández clamaba:
gham en La vida de un soldado—, “mientras no se acometa resuelta-
tal vez creerá el lector que era una mente la obra de reorganización
| 359

de la campaña, mientras la ley no Y lo que comprueba es desolador:


cubra con su égida protectora las
poblaciones desamparadas, es ex- Me acerqué a algunas estancias
cusado que nos afanemos en ela- por saber algo de cierto,
borar proyectos grandiosos, que creyendo que en tantos años
jamás resolverán el problema de esto se hubiese compuesto,
nuestra futura grandeza”. Her- pero cuanto saqué en limpio
nández intuye la vigorosa latencia es que estábamos en lo mesmo.
de esas extensiones, mal aprove-
chadas y peor protegidas, entre- No se advertía adelanto alguno
gadas “a las depredaciones de los durante el lapso de su voluntario
indios y sus habitantes expuestos cautiverio. La pampa era un colosal
a ser víctimas en su persona y en latifundio que comenzaba a orga-
sus intereses, del abandono o de la nizarse lentamente, pero en otros
arbitrariedad”. Al regresar, Mar- grandes latifundios. En 1867 se
tín Fierro, del desierto, ya Roca había dictado la ley prohibitiva de
remata la campaña contra los in- la renovación de los arrendamien-
dios y llega con sus efectivos hasta tos, dentro de la línea existente.
Neuquén. Ello acaece en junio de Se procederá, en cambio, a la ven-
1879, año en que, justamente, se ta de las tierras públicas, que son
imprime La vuelta de Martín Fie- divididas en cuatro secciones, que
rro. El gaucho, ya a salvo de las abarcan importantes partidos de la
pampas, confiesa: provincia de Buenos Aires. El pre-
cio oscila entre los 120.000 pesos
Y en humilde vasallaje por legua cuadrada, que se fija para
a la majestá infinita, la primera sección, encabezada por
besé esta tierra bendita Tapalqué, hasta el de 400.000 pe-
que ya no pisa el salvaje. sos por legua cuadrada que es la
cantidad asignada a la cuarta sec-
Se ha consumado, en parte no ción. De esta ley datan numerosos
muy extensa del país, un proceso títulos. Las familias pudientes se
civilizador, contra los indios. Pero subdividieron y padres e hijos se
estamos, apenas, en uno de los ac- hicieron dueños de leguas y leguas.
tos iniciales del drama social. Por- Entre las tierras de la cuarta sección
que Martín Fierro, en cuanto gana figuraban, determinadas en la ley,
su pago, se dedica a averiguar qué y prohibiendo su enajenación, las
se sabe y qué se murmura de él y denominadas Monte del Tordillo,
cuál ha sido la suerte de los suyos. las más codiciadas de todas. El 10
360 |

de diciembre de 1880, en la décima No hallé ni rastro del rancho;


sesión extraordinaria de la legisla- ¡Solo estaba la tapera!
tura de la provincia, José Hernán- ¡Por Cristo, si aquello era
dez pide la palabra. Es diputado. pa enlutar el corazón!
Hace dos años se ha presentado un Juré yo en esta ocasión
proyecto sobre venta de los Montes ser más malo que una fiera.
del Tordillo, una de las escasas frac-
ciones que han quedado en manos Las autoridades, que respondían a
de gente necesitada. “Desde que se los designios de la oligarquía rei-
presentó este proyecto —anuncia nante, representadas por funcio-
Hernández—, he votado contra narios de campaña que obraban
esa pretendida enajenación de los por sí y ante sí, se habían entrega-
Montes del Tordillo, conociendo do a la faena de realizar con Fierro
que la ley era, hasta cierto punto, y su prole lo que diez años después
injusta, pues iba a despoblar a los se pretendía ejecutar, en esta oca-
antiguos poseedores de esta tierra sión con argumentos legales, con
y esto iba a ocasionar muchos pe- los misérrimos habitantes de los
ligros y males a la ciudad de Do- Montes del Tordillo. Escuchemos
lores. Recuerdo que entonces dije: al gaucho:
vamos a despoblar a los Montes del
Tordillo y vamos a poblar la peni- Al dirme dejé la hacienda
tenciaría. Se va a desalojar de allí que era todito mi haber;
a miles de personas, cuya miseria, pronto debíamos volver
necesidad y pobreza, va a lanzarlas según el juez prometía,
tal vez en sendas criminales”. y hasta entonces cuidaría
Él tiene, desde luego, la expe- de los bienes la mujer.
riencia intelectual y moral de los
hechos. Bástale evocar los versos Después me contó un vecino
de su Martín Fierro y la orfandad que el campo se lo pidieron,
social de su protagonista, al térmi- la hacienda se la vendieron
no de su leva: pa pagar arrendamientos,
y qué sé yo cuántos cuentos;
Volví al cabo de tres años pero todo lo fundieron.
de tanto sufrir al ñudo,
resertor, pobre y desnudo, ¡La tierra para el que la trabaja!
a procurar suerte nueva, La fórmula justicialista enuncia-
y lo mesmo que el peludo da y puesta en práctica por Perón
enderecé pa mi cueva. era una aspiración inalcanzable en
| 361

el pasado y hasta la Revolución. Hablaban de hacerse ricos


Quien se atrevía a reclamar lo suyo con campos en la frontera;
concitaba el rigor de las persecu- de sacarla más ajuera
ciones. Tanto como Fierro fueron donde había campos baldidos
desposeídos los que, como él, eran y llevar de los partidos
considerados rebeldes o inadapta- gente que la defendiera.
dos. El drama prosigue en las dé-
cadas siguientes, con los desalojos En el año 1878 el gobierno ne-
de los colonos por los arrendatarios cesita recursos y enajena tierras a
y empresas colonizadoras, hasta medida que las conquista y se va
que las leyes protectoras de hoy lo corriendo la línea de fronteras. Es
impiden en absoluto. En el preciso lo que ha llegado, en efecto, a los
instante en que lanza la imprenta la oídos de Cruz. Y se efectúa la ce-
segunda parte del poema, Hernán- sión de 4000 leguas a 400 pesos la
dez exclama, en el recinto, el 18 de legua. El artículo que encabeza la
junio de 1879, al considerarse dic- ley de referencia establece: “Auto-
tamen de la Comisión de Negocios rízase al Poder Ejecutivo para in-
Constitucionales sobre un mensaje vertir hasta la suma de 1.600.000
del Poder Ejecutivo manifestando pesos fuertes en la ejecución de la
que es imposible dar cumplimien- ley de 23 de agosto de 1867, que
to a la Ley de Justicia de Paz: “Los dispone el establecimiento de la
jueces vinieron a ser señores de línea de fronteras sobre la mar-
horca y cuchillo en cada departa- gen izquierda de los ríos Negro y
mento”. Se refiere al asunto, espe- Neuquén, previo sometimiento o
cificado hasta el año 1852. Retraí- desalojo de los indios bárbaros de
do a las circunstancias en que hace la pampa, desde el río Quinto y el
uso de la palabra, propugna que Diamante hasta los dos ríos antes
los jueces de paz sean elegidos por mencionados”. Las tierras fueron
el vecindario de cada parroquia. adquiridas, por no decir regaladas,
“Volvamos al pueblo lo que es del sin que se la destinara a cultivos,
pueblo y habremos resuelto la cues- ni se las poblara. ¡Oh manes de
tión”, exclama. Los comisarios, los Martín Fierro y José Hernández!
jueces de paz, la partida, estaban, A ese estado, y al posterior,
virtualmente, a las órdenes de los opongamos los postulados y reali-
poderosos. Ellos hacían factible la zaciones que han determinado, en
repartija de las tierras y los bienes. esta hora, una profunda y trascen-
Cruz relata una conversación “que dental transformación en la vida
con otro tuvo el juez”: del hombre de campo. El artículo
362 |

38 de la Nueva Constitución, en de colonización, permitió actua-


uno de sus párrafos substanciales, lizar la casi secular crónica de las
establece: “Incumbe al Estado fis- mismas. En el año 1866 donolas el
calizar la distribución y la utiliza- general Mitre a los originarios del
ción del campo e intervenir con el suelo. Era un modo de mantener la
objeto de desarrollar e incrementar unidad étnica sobre el terreno don-
su rendimiento con interés de la de se asentaba y de capacitar a la
comunidad, y procurar a cada la- comunidad indígena para el curso
briego o familia labriega la posibi- de su adelanto. Pero los favorecidos
lidad de convertirse en propietario se vieron, paulatinamente, sin sus
de la tierra que cultiva”. Las expro- bienes. Y a los 83 años de aquella
piaciones tienen por fundamento adjudicación, que tendía a resolver
incontrovertible que la posesión de un problema, en 1949, la ley dis-
la tierra corresponde al que trabaja pone que esas 16.408 hectáreas se
y civiliza. Y dentro de este orden conviertan en zona productiva. Las
teórico, se asientan las materiali- extensiones declaradas de utilidad
dades de que goza el trabajador del pública a los efectos de vincularlas
agro. La colonización de las tierras eficazmente a la riqueza agraria,
fiscales es otro de los propósitos lle- constituyen fuentes de labor fecun-
vados a la práctica por el gobierno das, cuyos servicios se extienden a
de Perón. En 1949, para no citar imponderables círculos de la socie-
sino un ejemplo entre muchos, el dad humana. Y hace que el hom-
Banco de la Nación, cumpliendo bre laborioso merezca el recuerdo
con el programa del Poder Ejecu- de Virgilio, cuando en Las Geór-
tivo Nacional, puso a cuatro mil gicas canta: “El labrador que con
doscientos jefes de familia en po- rastros rompe los estériles terrenos,
sesión de sesenta y ocho mil hectá- hace gran servicio a su patria; desde
reas. Títulos definitivos por solares, lo alto del Olimpo la rubia Ceres
chacras, quintas, lotes pastoriles le mira propicia, lo mismo que al
han sido entregados a millares de que rompe los terrones de que han
personas en los territorios nacio- erizado el suelo con el arado y cru-
nales. Copiosas hectáreas, dividi- zando de nuevo a través de los pri-
das en lotes, se adjudicaron, en las meros, remueve a menudo la tierra
provincias, de acuerdo con las pre- y la subyuga a fuerza de trabajo”.
visiones de la política nacional. La ¿Qué habría de sembrar el gau-
expropiación reciente de las tierras cho, horro de ayuda y de protec-
denominadas Cacique Coliqueo, ciones? Los pastos de provincia de
para incorporarlas al plan orgánico Buenos Aires eran todos pastos
| 363

fuertes, poco tiernos y jugosos, Sus cuatro patas son las primeras
hijos de la extensión improducti- columnas que conoce. Su cola es
va. En su tratado para el planteo y lo único que se mueve, con seño-
manejo de un establecimiento ru- río errátil, en la llanura. Sus relin-
ral, Instrucción del estanciero, dado chos a pulmón lleno cavan en el
a conocer en 1882, Hernández silencio el pozo irreal por el que
tiene un estudio completo sobre asoma su cabeza el muchacho a lo
dichos pastos. Creía en la existen- desconocido inmediato, que se va
cia de una agricultura adelantada. alejando hacia otras inescrutables
Su fe y su entusiasmo sobrepasa- latitudes a medida que avanza ha-
ban las constancias del medio. En cia el horizonte. El paisano toma
la mitología del trigo, el gaucho el último mate de a caballo y esto
es el ser que toma en su mano un parece mandado por el código de
montón de granos y lo arroja al la pampa. Porque, yerba a yerba,
corto surco que rodea el rancho. hombre y caballo se nutren con la
Cuando llegaron los primeros sobriedad de la naturaleza. Si así
colonos y se aposentaron en el no hubiese sido, el infortunio ha-
país, desdeñaron, ante el inmen- bría terminado por borrar las hue-
so espacio generoso, el nombre de llas étnicas del gaucho. Los hijos
chacareros que tan bien les que- de Fierro, como es notorio, fueron
daba, allá lejos, en sus medidos a dar, uno en manos del Viejo Viz-
predios de procedencia. El gaucho cacha, y el otro, a la penitenciaría.
conocía la semilla de trigo por la El relato del mayor de los dos es
forma, el tamaño, el color. Pero síntesis de la solicitud con que se
ignoraba los dones del rendimien- recelaba del indigente y de la fin-
to intensivo, la buena mecánica gida rectitud puesta en juego para
de la siembra, a qué profundidad su castigo. Dice el desdichado:
tenía que hacerla, cuáles eran los
más ventajosos cuidados cultura- Recordarán que quedamos
les. Nadie le había enseñado cosa sin tener donde abrigarnos;
alguna. Su conducta de agricultor ni ramada ande ganarnos,
era una corajeada más frente al ni rincón ande meternos,
destino. Los hijos de Martín Fie- ni camisa que ponernos
rro, apenas adolescentes, solo sa- ni poncho con que taparnos.
bían, acaso, andar a caballo, y en
pelo. El caballo es para la criatura Su orfandad contenía, desde
de los ranchos el elemento de más luego, la fórmula de lo que le
legítima correspondencia vital. acaecería:
364 |

El que manda siempre puede blos, salen en grupos, a efectuar


hacerle al pobre un calvario; trabajos rudos o la limpieza de las
a un vecino propietario calles. Se los ve andrajosos, des-
a un boyero le mataron greñados, descalzos y con cadenas
y aunque a mí me lo achacaron en los pies. El vecindario, compa-
salió cierto en el sumario. decido, suele acercarles comida o
arrojarles una limosna. Pero exis-
El sistema carcelario —si es que tía el tipo de penado cuya reclu-
así puede llamarse el que pade- sión era constante, aunque la pena
ció— era un pacto impuesto con impuesta no aconsejara semejante
las paredes, las rejas y el más ab- rigor. Es el caso del hijo de Martín
soluto silencio. Los sentimientos Fierro:
se disolvían en el rencor y el ais-
lamiento. No es en grillos ni en cadenas
El régimen de la justicia, en la en lo que usted penará,
campaña y en la ciudad, es defec- sino en esa soledá
tuoso en grado sumo. Las cons- y un silencio tan projundo
tancias del poema no sobrepasan que parece que en el mundo
las singularidades irritantes de la es el único que está.
ley aplicada conforme a fines y
dictados que contravenían, mu- El espíritu de asociación, del gau-
chas veces, su espíritu y su letra. cho, debió necesariamente pade-
El país se ordena, va adquiriendo cer con toda su intensidad el ais-
estilo, pero los jueces, comisarios lamiento estéril, ocioso:
y sargentos, en el interior, tienen
un poder ilimitado que se ejerce El mate no se permite
sobre los humildes. En 1871 tiene no le permiten hablar,
efecto la primera muestra indus- no le permiten cantar
trial; en 1873 se embarca la pri- para aliviar su dolor,
mera bolsa de harina con destino y hasta el terrible rigor
al extranjero; en 1875 se inaugura de no dejarlo fumar.
la primera exposición ganadera;
en 1883, el establecimiento del Y comenta, con aquella aplomada
primer frigorífico significa la des- síntesis que remata, por lo común,
aparición virtual del arcaico sala- las reflexiones del paisano:
dero. Mas las cárceles, entre tanto
progreso, ofrecen un espectáculo La justicia muy severa
deplorable. Los presos, en los pue- suele rayar en crueldad.
| 365

Pero no podía dejar de aparecer, la justicia social imperante, men-


malogrado tanta adversa fortuna, tores y guías y guardianes capaces
en las últimas ramas de su relato, de transmitir, durante la vigilancia
el fruto de su filosofía, de su sensi- y el trato diario, los medios y los
ble acatamiento de las formas del modos de reorganizar el alma y la
mundo moral: conciencia de los desdichados que
han delinquido. Ya no hay seres
Y si atienden mis palabras abandonados a su propia miseria,
no habrá calabozos llenos; en las cárceles. “El Estado ha de
manéjense como buenos; ejercer su función tutelar —ha di-
no olviden esto jamás: cho el Primer Magistrado— sobre
aquí no hay razón de más, todos los habitantes, dedicando
más bien las puse de menos. atención preferente a las clases
menos protegidas y capacitadas. Y
Ya tendrá oportunidad, Hernán- por encima de todo ello considero
dez, de proclamar, en la Cámara: misión esencialísima del gober-
“La campaña lo que necesita para nante procurar por todos los me-
su progreso y bienestar son buenas dios el exterminio del odio en los
garantías de justicia”. La práctica corazones y de la violencia en la
carcelaria se simplificaba con au- acción”. Antes, cuando se habla-
tomática vindicta sin intentar si- ba de “todos los habitantes” nadie
quiera la disciplinaria reeducación tenía en cuenta a quienes cum-
del prójimo, ya que solo pretendía plían una condena porque se los
mantenerlo recluido. El guarda se consideraba como el producto de
constreñía a sus menesteres como una expurgación en la colectivi-
la varilla de hierro que evita que dad, donde, al reintegrarse serían
la llave pase por el ojo de la ce- recibidos, tratados, como presos.
rradura, y que también, por voca- Abiertas las puertas de la cárcel, la
cional coincidencia, se denomina sociedad les cerraba las suyas. El
guarda. Hoy funciona, en cambio, hombre quedaba en la tierra de
una Escuela Penitenciaria, funda- nadie de su fracaso.
da con el objeto de que egresen Dentro del plan gubernativo
de ella profesionales capacitados se ha remodelado sustantivamente
física, técnica y mentalmente en la todo lo que comprende el aspecto
dirección y desempeño de cargos y comodidad edilicia, la provisión
en los establecimientos penales. de camas, ropas, meriendas y co-
La humanización del régimen ce- midas, enseres indispensables y
lular requiere, en consonancia con elementos instructivos. Los talle-
366 |

res dotan de un oficio al indivi- puntos. No podríamos trazar un


duo y si al hijo de Martín Fierro gráfico con líneas quebradas. El
no se le permitía ni cantar para gaucho era menospreciado. Inte-
consolarse, el penado de esta era gró la expedición de Belgrano al
justiciera escucha conciertos, con- Paraguay, el Ejército de los Andes,
ferencias, gusta de proyecciones hizo la guerra de la independen-
cinematográficas, de lecturas en la cia, contuvo a los realistas en el
biblioteca y se entrega a juegos de- Norte, realizó la campaña del Bra-
portivos que tonifiquen su salud. sil, constituyó la milicia de las lu-
Y no podría, nunca, hacer suyo el chas internas, fue al Paraguay, en
mensaje que aquel otro envía a la armas, peleó con la guitarra, como
campaña, desde las rejas: mochila, en la espalda aquí y allá
y opuso su hombría a la lanza del
Hijas, esposas, hermanas, tropel indígena. Mas a la hora del
cuantas quieren a un varón, premio, tuvo que matreriar. Sin
diganlés que esa prisión embargo su destreza en las tareas
es un infierno temido campestres era notoria. Y venía
donde no se oye más ruido desde lejos. Como la templan-
que el latir del corazón. za, casi estoica, de su existir. De
él dice Espinosa, en su “Estudio
Al volver al terruño, Martín Fierro sobre las costumbres y descripcio-
inquiere, como ya lo vimos, por la nes interesantes de la América del
suerte de sus vástagos: Sur”: “En las casas de estas gentes
no se ven otros objetos que una
Los pobrecitos muchachos cama, un fogón, asientos como
entre tantas aflicciones banquillos de zapateros o calave-
se conchabaron de piones; ras de vaca, charque, un cuarto
¡Más que iban a trabajar de carne colgado, algún mueble
si eran como los pichones de cuero, los aderezos de caba-
sin acabar de emplumar! llo y apenas algún otro mueble”.
De sus peculiaridades íntimas
Ambos, no obstante, y Picardía, comenta en sus Notas de viaje.
el hijo de Cruz, tuvieron que Las pampas y los Andes el capitán
malvivir, pobres proletarios de un Head: “El carácter del gaucho es
campo orgánicamente fecundo. con frecuencia muy estimable; es
Lo que le acaece a uno es propio siempre hospitalario; en su ran-
de los tres. La explotación era cho el viajero siempre encontrará
igualitaria. Una recta entre dos amistosa bienvenida, y a menudo
| 367

será recibido con una dignidad reprimió abusos consuetudinarios


natural de maneras muy notables; y realizó el ideal soñado por los
que casi no se espera encontrar en gauchos quejosos, establece: “El
ranchos de aspecto tan mísero”. presente Estatuto rige las condi-
De las garantías del medio asevera ciones del trabajo en todo el país,
Darwin, en su Diario de viaje de su retribución, las normas de su
un naturalista alrededor del mundo: desenvolvimiento higiénico, alo-
“La policía y la justicia carecen de jamiento, alimentación, descanso,
eficacia. Si un hombre pobre co- reglas de disciplina y se aplica en
mete un asesinato y cae en poder aquellas tareas que, aunque par-
de las autoridades, va a la cárcel y ticipen de características comer-
tal vez se le fusile; pero si es rico y ciales o industriales propiamente
tiene amigos, puede estar seguro dichas, utilicen obreros del campo
de que no le seguirán graves con- o se desarrollen en los medios ru-
secuencias”. Los viajeros que visi- rales, montañas, bosques o ríos”.
taron estas tierras a principios y Retrogrademos a 1870 artículo en
mediados del siglo pasado refieren ristre y relacionemos la situación
los hábitos y faenas del gaucho. con las presentes especificaciones
Y connotan su pericia, y lo poco del Estatuto. Cedamos la palabra
que le bastaba para su subsisten- a los peones del Poema.
cia, conservando siempre, de a pie Condiciones del trabajo rural:
o a caballo, la arrogancia varonil
de su estampa. A pesar de ello, la No tenía mujer ni rancho
actitud de los dirigentes, caudi- y a más era resertor;
llos o propietarios fue una cons- no tenía un prenda güena
tante invitación al abandono, a la ni peso en el tirador.
indolencia, por reacción con las
privaciones que reducían a un mí- Retribución:
nimum intolerable su ya rebelde
postura frente a la incuria de los Me llevó a su lado un hombre
puebleros. De ahí que tanto los para cuidar las ovejas,
dos hijos de Martín Fierro como pero todo el día eran quejas
Picardía constituyan un guarismo y guascasos a lo loco,
condómino, en el maltrato agra- y no me daba tampoco
rio. El artículo primero del Esta- siquiera unas jergas viejas.
tuto del Peón, una de las más dig-
nas y magníficas conquistas que Normas de desenvolvimiento hi-
fijó deberes y atribuciones, que giénico:
368 |

Ahí dejé que los ratones ¡La pucha que se trabaja


comieran el guasquerío; sin que le larguen ni un rial!
y como anda a su albedrío
todo el que güérfano queda, Reglas de disciplina. ¿Cuáles?
alzando lo que era mío
abandoné aquella cueva. Para él son los calabozos,
para él las duras prisiones;
De alojamiento: en su boca no hay razones
aunque la razón le sobre,
Yo tenía unas jergas viejas que son campanas de palo
que habían sido más peludas; las razones de los pobres.
y con mis carnes desnudas
el viejo, que era una fiera, La equidad integral, mediante el
me echaba a dormir ajuera contrato de trabajo, los salarios
con unas heladas crudas. remuneradores, el establecimiento
de jornadas de actividad, el repo-
En cuanto a alimentación: so, la consideración en las relacio-
nes, la asistencia médica obliga-
Lo cruza este de un lazazo, toria por enfermedad, el fomento
lo abomba aquel de un moque- del ahorro y las restantes exigen-
te, cias establecidas en el Estatuto del
otro le busca el cachete, Peón llevan, por primera vez en la
y entre tanto soportar, República, la vara de la equidad y
suele a veces no encontrar de lo ecuánime al campo argenti-
ni quien le arroje un soquete. no. Y se cumple el vaticinio social
del poema. La sobrenatural ins-
O sino: piración encauzada por el espec-
táculo de lo circundante va hacia
Me crié como les digo, el futuro, atraviesa numerosas dé-
desnudo a veces y hambriento. cadas y llega hasta nosotros, para
comunicarnos:
En lo referente al descanso, esta
estrofa brilla, de sol a sol: Y han de concluir algún día
estos enriedos malditos;
Yo primero sembré trigo la obra no la facilito
y después hice un corral, porque aumenten el fandango
corté adobe pa un tapial, lo que están, como el chimango,
hice un quincho, corté paja… sobre el cuero y dando gritos.
| 369

Mas Dios ha de permitir Es el pobre en su orfandá


que esto llegue a mejorar, de la fortuna el desecho,
pero se ha de recordar porque naides toma a pecho
para hacer bien el trabajo, el defender a su raza;
que el fuego, pa calentar debe el gaucho tener casa,
debe ir siempre por abajo. escuela, iglesia y derechos.

Del mismo modo, la más grande Ni reclamará, por siempre jamás,


de las instituciones humanitarias su antigua privanza la lastimera
del mundo, por lo que realiza y preceptiva del moreno, en su pa-
se dispone a hacer, la Fundación yada con Martín Fierro:
Ayuda Social “María Eva Duar-
te de Perón” lleva al terreno de la Vive ya desesperado
verdad palpable el criterio de que quien no tiene que esperar;
la felicidad no es un bien privativo a lo que no ha de durar
de unos pocos sino que debe col- ningún cariño se cobre:
mar a la totalidad de los seres que alegrías en un pobre
pueblan los rincones del territorio son anuncios de un pesar.
y exceder, como ha excedido en
cuanta oportunidad se presentara, Ni podría ya acaecerle a una mujer
sus límites, para cobrar universa- lo sucedido a la esposa de Fierro:
lidad. Policlínicos, maternidades,
hogares de tránsito, colonias de va- Lo único que me han contado
caciones, escuelas, ciudades infan- es que mi mujer ha muerto;
tiles, barrios obreros, bloques de que en procuras de un muchacho
viviendas confortables evocan, a la se fue la infeliz al pueblo,
vez, la acción general, extensiva, y donde infinitas miserias
la individual, cotidiana, en el seno habrá sufrido por cierto;
de la familia humilde, en las manos que, por fin, a un hospital
del desvalido. Se ha transformado fue a parar medio muriendo,
así el panorama social argentino y en ese abismo de males
en que los derechos del trabajador, falleció al muy poco tiempo.
los de la ancianidad, los de la ni-
ñez, iluminan un inmenso pórtico Por un lado, los atributos de la
de justicia, de paz y de esperanza. justicia que, conforme la regla clá-
Ha sido, pues, inmensamente su- sica tan bien concebida y tan mal
perada la tribulación del hijo de la aplicada en la historia, da a cada
tierra, resumida en la estrofa: uno lo que le pertenece, y por el
370 |

otro, las virtudes de la generosidad Pero si el campo es un problema


constructiva. Las varoniles manos insoluble frente a las ciudades, el
de nuestro escudo se han poetiza- desierto compone el otro proble-
do así con una abnegada, infatiga- ma, frente al campo y a las ciu-
ble hasta el sacrificio y pura gracia dades. He aquí los tres términos
femenina. de una constitución de las cosas
El conflicto entre la ciudad y que se mantienen durante un ex-
el campo está tan insistentemen- tenso período y se resuelve con la
te planteado en el poema como absorción del desierto, una vez
los bríos del campo para sostener rendido el indio, y, además, y en
la ciudad. Apenas cobró fama el gran escala, con la repartija de la
poema, en arcaicas edades, los extensiones incorporadas a la ci-
hexámetros de Homero. El lector, vilización. Cierto es que Hernán-
con el cuadernillo de edición eco- dez consiente como lo prueba el
nómica, hacía su aparición en la debate originado por un proyecto
pulpería, en aquellas tardes enter- de ley acordando concesiones a
necidas de rosas y violetas, cuando los que edifiquen en la capital de
la hierba comenzaba a enfriarse y, la Provincia (1882) en que, para
por la ventana del boliche, el pai- fomentar la población en la cam-
saje se abismaba de inmensidad. paña, frontera o terrenos lejanos,
La voz grave, como abriéndose hay que hacer mercedes y conce-
camino por las entrecanas barbas, der donaciones. Pero se trata del
resonaba: poblano, de quien se afinque y se
constituya en centinela, en puntos
De los males que sufrimos remotos. Pero no del latifundis-
hablan mucho los puebleros, ta, que se deja estar, en espera del
pero hacen como los teros instante en que hipoteca, crédito
para esconder sus niditos: o venta le proporcione pingües
en un lado pegan los gritos ganancias. Blasco Ibañez, en La
y en otro tienen los güevos. Argentina y su grandezas, ha sub-
Y se hacen los que no aciertan rayado esta generación espontá-
a dar la coyuntura. nea del lucro: “Muchos capitalis-
tas argentinos se han enriquecido
Y también: durmiendo o dejando dormir la
tierra. Mientras permanecían en
El campo es del inorante, la inacción, el país trabajaba para
el pueblo del hombre estruido. ellos con su incesante desarrollo.
Luego, a la hora de las grandezas,
| 371

la república les tocaba en un hom- nos contuvo a 1800 lanzas. Pero


bro para despabilarlos: ‘despierta, no pudo estorbar que Namuncurá
ha llegado tu hora, lo que com- saqueara los establecimientos. En
praste por ocho vale quinientos 1876, a la par que atraca en los
mil, vale un millón’. Y el favori- muelles de Buenos Aires el pri-
to de la suerte no tenía más que mer barco frigorífico y mientras
frotarse los ojos y tender luego más de 300.000 inmigrantes se
la mano para recibir una fortu- agregan a la estadística demográ-
na producto de la actividad y las fica, Marcelino Freire a la cabeza
fuerzas del país”. Esta fue la teoré- de unas escasas tropas rescata del
tica de los latifundistas. Se hicie- indio, en Laguna del Tigre, al Sur
ron poseedores de fincas inmensas de Buenos Aires, 160.000 vacu-
allí donde todavía incursionaba nos, 40.000 lanares, y 25.000 ye-
el indio, o donde este procuraba guarizos. Luego de su expedición
sus temporarios abastecimientos. al desierto, Roca manifestó a un
Entre sus postreras invasiones se escritor español que no había po-
cuentan las de Tres Arroyos, en dido imaginarse qué comía el in-
1870, comandada por Calfucurá, dígena antes de que la conquista y
que acaudilla pampas, ranque- colonización poblara de animales
linos, tehuelches y naturales de las regiones donde incursionaba.
Chile, que subían del Sur, en tráfi- Nuestro indio no conoció las par-
co de pillaje. La población mascu- ticularidades de la sumisión im-
lina de Tres Arroyos fue masacrada puesta a otros hermanos de raza,
y las mujeres y niños conducidos donde las minas excitaban la codi-
en cautiverio. 40.000 cabezas de cia de los españoles. Y las estancias
ganado y las caballadas del parti- fueron sus proveedurías y los pue-
do engrosaron el botín. Después blos sus despensas. William Mac
se efectúa la frustrada invasión a Cann, en su Viaje a caballo por las
Bahía Blanca. Namuncurá y los provincias argentinas, tuvo ocasión
hijos de Calfucurá guían las hues- de ver las manadas de yeguarizos
tes. Una lluvia torrencial impo- indómitos que hacían temblar la
sibilitó a los espías encender las tierra y arrasaban cuanto encon-
fogatas convenidas como señal de traban a su paso. Eso acaecía en
ataque. Los depredadores fueron 1842, y casi sobre la ciudad de
sorprendidos. Salvóse la naciente Buenos Aires, en Quilmes. Tal es
ciudad. En el puesto de la Guar- la geografía virgen y las dramáticas
dia de Campo, el teniente Rufino caracterizaciones en que se desen-
Romero con 10 soldados y 4 veci- vuelve la existencia gauchesca, con
372 |

variantes impuestas por el tiempo. la otra, más auténtica. La quinta


Dentro de dicha existencia, las es la pelea de su reivindicación. La
cinco peleas que sostiene Martín pelea del héroe, quijotesca y pla-
Fierro son otros tantos símbolos. tónica, por librar a una mujer de
La primera tiene efecto duran- las furias del cacique. De la punta
te un malón y su escenario es el de su facón, como de una espada
confín desértico. En ella certifica fulmínea, sale el rayo que le ilu-
su función de paladín, en la van- mina el sendero de su adhesión al
guardia del cristianismo contra el país que abandonó, del encuentro
infiel. En la segunda, de retorno con sus hijos, de sus consejos, de
a la querencia, como desertor, su sus ilusiones. Pero resta otra lucha
adversario es un moreno. Vence el más, a lo largo de todo el poema,
blanco, levantisco, fatídicamente librada, ésta sí, paso a paso, con
entregado a lo irremediable, como la suma de sus recursos. Con el
asimismo ha de vencer en la fa- cuchillo, con la vihuela, con las
mosa payada, con el instrumento boleadoras, con el lazo, con el
y el canto. Ambivalencia en pro de instinto, con sus apóstrofes, con
la raza, que prefigura un cotejo, sus quejas, con sus anhelos, con
grato a Hernández. La tercera es sus predicciones. A caballo y de a
la pelea conta el compadre rural, pie. Es la lucha contra la injusticia
que luego se ha de recostar en los social, que se refleja, nítidamente,
arrabales de las ciudades, a echar en el manantial eterno de sus co-
su trago y su pendencia. La ley del plas. Esas coplas que hoy pueden
más diestro, la supremacía perso- ser el espejo de la dicha que él an-
nal, nacida en el convite descon- sió, vanamente. Y que ha llegado
siderado, está en disputa. Es pelea cabalgando en los años.
de guapos que pregona la inmuni-
dad o la desigualdad de las garan- El tiempo solo es tardanza
tías. En la cuarta, contra la partida de lo que está por venir,
que le busca, y que es el corona-
miento de su rebeldía, nace, como exclamó el varón legendario.
pragmatismo, que es preferible la Y lo que tenía que venir, ha
convivencia con los indios a las venido. Y lo que debía hacerse ha
acechanzas de un orden donde el sido hecho. Y fue la justicia social,
gaucho es recluta de la desgracia. como fue la luz en el principio del
El cuerpo del progreso que avan- génesis, cuando el mundo era una
zaba despedía un vaho y un tufo de sola pampa de tierra y cielo.
barbarie ante el cual era preferible
| 373

Prólogo a La Patria en En sus estrofas palpita el anhe-


marcha (Cantos a la lo, tantos años contenido, de un
Nueva Argentina) hombre del pueblo que esperó que
de Eduardo Reynoso2 muchos males de la Patria tuvieran
Pedro de Paoli fin un día. Se agita el ansia de liber-
tad patria tanto tiempo soñada, y
No siempre el poeta ha de cantar- que, por fin, el poeta ve realizarse.
le a la luna. No siempre la musa Y surge, como un venablo dispa-
inspiradora ha de ser la lánguida rado con arco tenso en extremo y
princesita. Si el genio áspero de pulso seguro, la admonición contra
Almafuerte pudo cantarle a la los vendepatria, los turiferarios de
chusma, bien está que en esta épo- la política, los embaucadores del
ca de constante y rápida transfor- pueblo, los que estuvieron tantos
mación el poeta se inspire en los años mereciendo un paredón y una
elementos de la Revolución del 4 línea de tiradores.
de Junio, y aun en la Revolución Son versos que trasuntan Patria
misma. en cada palabra; versos escritos sin
Tal acontece con Eduardo V. pretensiones, de rima sencilla, de
Reynoso. Hombre del pueblo y expresión común y de tono varo-
militante activo de la fuerza re- nil, gaucho. Son como los moti-
volucionaria del 4 de Junio, su vos que los inspiran. Y en poesía
libro de versos La Patria en mar- ya es un acierto de alto mérito.
cha (Cantos a la Nueva Argenti-
na) se inspira en “El Líder”, “El
Descamisado”, “Braden” (¡Cruz
diablo!), “El gaucho”, y en conse-
cuencias principales de la Revolu-
ción Peronista.
Sus versos, es claro, no son de
la nueva sensibilidad. Son versos
recios, fuertes, varoniles, de len-
guaje común, que tienen el acento
del pueblo en marcha y el ritmo
del yunque y el martillo: suenan
a bigornia.

2. Buenos Aires, 1952.


374 |

Reseña a Fiesta del pueblo hilachan! Y el gaucho se volvía


de Claudio Martínez amargado por los malos tratos del
Payva3 poblado.
Anónimo Hoy el gaucho llega a la Plaza
de Mayo, en un Primero de Mayo,
Desde los primeros versos, el y vuelve a sus pagos, más argenti-
gaucho de Martínez Paiva nos no, más feliz y miembro de una
conquista con la simpleza de sus Nueva Patria.
expresiones y la chispa de sus
“comparancias” que siempre en- EVITA
cierran la poética sabiduría de un
payador. El gaucho, después de describir la
Nos imaginamos al tradicio- multitud de la plaza, que se mue-
nal paisano de nuestro interior, ve como “un hervir de pororó”,
rumbo a la capital, que con in- escucha los mensajes de Perón y
genuidad de la tierra virgen in- de Evita:
terpreta todo lo que ve y todo lo
que oye, sin enredarse en ningún ¡Que hable Evita! Evita, Evita,
momento. y entre un rumoriar tremendo
Porque asistirá a una espectá- salió al frente la bendita:
culo demasiado simple: la fiesta ¡Era un sol amaneciendo!
del pueblo.
Pueblo, Perón, Evita. Y más adelante, tratando de descri-
El paisano hará versos con la bir con toda su poesía la presencia
esencia misma del peronismo: de aquella mujer excelsa, dice:

Mas es justicia aclarar, Yo la vide hecha un jilguero,


son tan güenos y cristianos un copo de oro y de luna,
que uno al fin se viene’hallar y linda como no espero
igualito que entre hermanos. que ensista mujer denguna!

Esto nos hace acordar de aquel Lo que quizás no puedan enten-


otro gaucho de los tiempos pasa- der las mentes criticonas que vi-
dos, que en su flete nuevo y pa- ven más allá del pueblo, el paisano
rejito pasó las mil y una entre el lo comprende y lo traduce en su
gentío de un teatro. ¡Casi lo des- lenguaje siempre claro.

3. En Mundo Peronista, nro. 34, 1952, p. 22.


| 375

Podríanse seleccionar una mul- pa gritarle al mal mandao:


titud de estrofas que encierran los ¡Yo he cumplido con la ley!
grandes pensamientos de Evita
en versos llenos de gracias, pero Y cuando habla de los tiempos
he aquí dos que sintetizan toda la pasados, el paisano le hace decir a
personalidad de la Jefa Espiritual. Perón:
El paisano oye esto de Evita:
Al negociar el cogolo
No crean que soy cobarde y dejarnos la hoja seca
si sufro pensando en vano, quedó en la miseria el criollo
en sí es que llegué muy tarde y la Patria en la hiputeca.
y he de ausentarme temprano
Del malón de esos infieles
Ni ante la muerte vacilo y de sus sucios enriedos,
si caigo será en mi lema; solo encontramos papeles
sacrificio de pabilo con los rastros de los dedos.
que alumbra mientras se quema.
Y después de hacer pasar por la
PERÓN musa del criollo todos los pensa-
mientos del General Perón, Mar-
La tercera parte de la narración tínez Paiva le hace exclamar:
está destinada a pintar impresio-
nes del gaucho al oír la palabra del Aunque a la muerte me mande,
Conducto. por él moriré contento.
Su voz le llama la atención por
sus “bravuras de punta y filo” y ***
su potencia de “mil gigantes en el
bosque”. Fiesta del pueblo de Claudio Mar-
Voz de guerra, voz de tierra, es tínez Paiva, editado por Edicio-
la del General. Su canto se vuelve nes Mundo Peronista y perte-
épico. El gaucho frente a Perón neciente a la Serie Roja, en un
nos evoca a Homero frente a su volumen de 72 páginas, es un li-
Aquiles. bro para el pueblo escrito por un
Los pensamientos de Perón se poeta que ha captado la “hora de
hacen camperos, folklóricos. los pueblos”.

Dan ganas de hacerse arao,


coyunda, mansera y güey
376 |

El lenguaje popular incultura que le impidiera crista-


de Perón4 lizar sus derechos a trabajar, gozar
Carlos Abregú Virreira de una retribución justa, alcanzar
una capacitación constructiva y
Hasta 1943, la literatura oficial desarrollar libremente sus activi-
estaba a tono con la entrega del dades en defensa de los intereses
país al capitalismo extranjero. Los colectivos. Esto quiere decir que
discursos y mensajes presidencia- existía un divorcio absoluto de go-
les tenían un acento académico bernantes y pueblo, cuya simple
que no hallaba eco en el pueblo. mención explica la realidad social
Se hablaba y se escribía para un y política de aquellos tiempos.
núcleo selecto, que representaba a Con la presencia del general
la oligarquía feudal y que trababa, Juan Perón en el gobierno, el pue-
intencionalmente, la evolución blo empieza, recién, a escuchar su
económica del país. La palabra no propia voz, sus propias palabras, sus
valía nada, no significaba nada, propias aspiraciones. Los vocablos
porque carecía de alma, de cuer- tienen su exacto significado. La ex-
po, de ese soplo vital que Barcia presión de las ideas deja de ser un
llama el secreto del espiritualismo. jeroglífico y se convierte en potencia
Se procedía así —como lo rectora del pensamiento renovador
tenemos dicho en otra parte— que la anima, que le da vida, que
porque interesaba mantener a la penetra y se anida en todos los en-
masa trabajadora en un nivel de tendimientos, en todas las almas.

4. En Una Nación recobrada. Enfoques parciales de la Nueva Argentina, Buenos Aires,


Subsecretaría de Informaciones, 1952, pp. 181-199. Sirve de complemento a este tex-
to La cultura tradicional en el Segundo Plan Quinquenal de 1954, también de autoría de
Abregú Virreira. Puede leerse entero en: Mara Glozman, Lengua y peronismo. Políticas
y saberes lingüísticos en la Argentina, 1943-1956, Buenos Aires, Ediciones Biblioteca
Nacional, 2015, pp. 375-380.
Nacido en 1896 en Cochabamba (Bolivia), Carlos Ernesto Abregú Virreira fue un
poeta y escritor de orientación indigenista que ocupó distintos cargos durante el pri-
mer peronismo. Fue intendente de la ciudad de Santiago del Estero durante los años
1945 y 1946. En 1953, en La protección del aborigen en el Segundo Plan Quinquenal,
planteó que “el indio renace de sus propias cenizas, y se reproduce en su propio infor-
tunio; manifiesta su presencia en el gaucho y en el criollo”. Tras instalarse en Buenos
Aires, fue secretario general del Sindicato Argentino de Escritores y secretario general
del Sindicato de Prensa. Fue además director del Museo Municipal de Bellas Artes
y hasta 1948 ocupó la dirección del Museo de Motivos Argentinos José Hernández.
Falleció en Buenos Aires en 1976.
| 377

Desde la ex Secretaría de Traba- por completo su visión y sus po-


jo y Previsión se abre de este modo sibilidades de llegar a un cálculo
el camino de la comprensión y más o menos aproximado”.
valorización del pueblo. Y por el Más adelante agrega esta ex-
léxico que el entonces coronel Pe- presión que lo acredita como in-
rón emplea en sus discursos y pro- térprete inconfundible del pue-
clamas, en sus conversaciones y en blo: “Tengo los datos estadísticos
las asambleas gremiales, el pueblo de casi todos los países del mundo
reconoce en el Líder el auténtico que, comparados con los nuestros,
conductor de su destino. Un día me permiten afirmar que estamos
dice a un grupo de obreros: “Hay en Jauja” (es decir, en el pueblo
una cantidad de muchachos que de igual nombre en el Perú que
nunca llega a nada”. Y el sustan- se hizo famoso por la bondad del
tivo muchachos, que no cambia clima y la riqueza de la tierra). La
jamás por el de mozos o jóvenes, edad de este dicho tiene, por lo
como hubiera empleado en su dis- menos, tres siglos, pero siempre es
curso cualquier presidente oligar- nuevo y bello en boca del pueblo,
ca, suena a pueblo, tiene sustancia sobre todo cuando se lo usa con
vernácula, se nutre en la tradición tanto eficacia.
criolla, enriquece el idioma nacio- El primer mandatario ha reco-
nal. Y todos comprenden a Perón. gido de la tradición gauchesca sus
Otra vez, en 1948, asiste a la mejores sentencias y refranes. En
reunión plenaria del Consejo Eco- el mismo discurso, al referirse al
nómico Nacional y habla para los problema del dólar, les dice: “Los
representantes de la producción, zonzos ya se acabaron en estos
la industria y el comercio del tiempos”. Hernández lo usa así:
país. Su discurso tiene un sentido
idéntico al de las palabras que lo Es ZONZO el cristiano macho
componen. Es natural, sustancio- cuando el amor lo domina.
so, rico en sentencias, proverbios,
adagios y refranes criollos. Es un Y zonzo es un adjetivo del habla
hijo legítimo de las costumbres el popular, sinónimo de tonto o sim-
que está hablando al pueblo: “En ple, que está incorporado por pro-
la aplicación de estos problemas pia gravitación en el diccionario
—dice el primer magistrado— de la Academia.
los economistas argentinos se han La influencia de lo nativo está en
acostumbrado a mirar por el agu- otros aspectos y frases de este discur-
jero de la cerradura limitando así so, empapado magistralmente en el
378 |

acervo popular. Se la encuentra en A todos habla como amigo,


muchos párrafos, se la siente, se la como compañero, campechana-
ve: “Es el caso de un comerciante mente.
que, mientras no tenga una orien- En la reunión de gobernadores
tación amplia, será nada más que electos y legisladores provinciales
un bolichero”. “¿Se puede ser más realizada el 28 de mayo de 1952
papista que el Papa?”. en el Salón Blanco de la Casa de
Otras veces utiliza el general Gobierno, les advierte que pudo
Perón dichos y comparaciones haber preparado un discurso aca-
que, a fuerza de ser usuales en la démico, pero que prefiere hablar
conversación diaria, tienen una con toda la sinceridad de su expe-
vigorosa expresión porteña. En riencia en el gobierno. Y su discur-
este aspecto de su personalidad lo so es una brillante pieza oratoria,
vemos como a Sarmiento, porte- de inconfundible sello argentinis-
ño en las provincias y provincia- ta. Desiderio Erasmo habla así en
no en Buenos Aires. Por ejemplo, su célebre Adaggio latino. Las fra-
cuando se dirige a las delegadas ses de Perón son de origen espa-
censistas de Santiago del Estero ñol, pero muchas son argentinas,
y Salta, les dice lo siguiente: “En tales como “Pongamos el hombro
el movimiento peronista nadie se cuando sea necesario”, “Se les vie-
aprovecha de nadie. Cada uno se ne la estantería abajo”.
aprovecha de su propio esfuerzo “No se puede hacer una con-
constructivo. Cuando hay que ducción a base de trampas y vive-
vencer, se vence por medios leales zas criollas”, “Aquí no hay goma
y sinceros; jamás por la zancadilla para borrar; el error no se borra”,
o la puñalada trapera”. “Nuestra política se caracterizó
Pero más adelante se expresa por una escuela de trampistas y
en el lenguaje popular porteño: tramoyistas”, “Como no le habían
“Lo peliagudo es lo que hay que puesto penalidades a la ley, le de-
hacer en el cargo”, “Sin el queso cían: —Tiene razón, pero marche
no pueden vivir”, “Ya nadie les preso”.
lleva el apunte”, “Quieren hacer No escapa a su lenguaje el sen-
bochinche”, esto es, alboroto, ba- tido animalista que dieron al habla
rullo, tumulto o, como él aclara: popular los reseros de la Patago-
revoluciones. Y añade con igual nia, donde él pasó su infancia. Un
felicidad: “Pero el día que nos de- historiador chileno dice que “los
cidamos a pelear, ellos van saber mercaderes dieron en nombrar la
quién es Calleja”. moneda no por el contenido sino
| 379

por el continente”, es decir, por el Sus derivados son: chacarero, el


cuero de chivato; de aquí el “pago que cultiva la chacra; chacarera,
chivateado”. Y glosa Oreste Plath baile criollo, chacrita, chacra pe-
en su Gráfico animalista en el ha- queña (la primera y la última re-
bla popular del pueblo chileno: “Así gistrada por Lenz), y Chacarita,
como existe el derecho al pataleo barrio porteño donde está el Ce-
está el del chivateo”. En nuestro menterio del Oeste.
país es más corriente el primero. Han usado esta grafía indíge-
Perón le da su justa aceptación na escritores prestigiosos como
argentinista: “Es indudable que el Andrés Bello, Barros Arana, La-
30% restante de las minorías des- fone Quevedo, Granada, Lenz,
plazadas o inconformables tiene Middendorf, Uribe, Segovia, As-
derecho al pataleo”. casubi, Cabrera, Tiscornia, Jaime
Sus frases están saturadas de Freyre, Henríquez Ureña, Leopol-
refranes de hondo arraigo ameri- do Lugones, Bertonio, Holguín,
cano. Además hay voces quichuas Paul Groussac, Garzón, Horacio
y arahuacas: “No traemos más cha- Quiroga y Biedma, entre muchos
careros”, “Menudos macaneadores”. otros más.
Chacarero es un americanismo de- Con respecto a la palabra ma-
rivado de la voz chacra, común en caneador o macaneadores, como la
todo el país. Los conquistadores y usa Perón, sus antecedentes lin-
colonizadores pronunciaban y es- güísticos son igualmente impor-
cribían chácara. Con esta variante tantes. Su raíz ha sido clasificada
aparece consignada en todos los definitivamente en la lista de los
documentos del siglo XVII. Las vocablos indígenas emparentados
chacras en nuestro país son hereda- con la familia caribe, de acuerdo
des de una hectárea y las quintas de con las referencias de Oviedo y
dos o más. Pero también se llama Las Casas, aparte de las investiga-
chacra a la finca rural. ciones realizadas por el Instituto
En la poesía popular, esta voz de Filología de la Facultad de Fi-
quichua, común en toda la Repú- losofía y Letras de la Universidad
blica, vuela en esta copla recogida de Buenos Aires.
por Juan Alfonso Carrizo: Su etimología arahuaca es ma-
cana, de ma, grande, y cana, nom-
Chacarero, chacarero, bre de una palmera. Designa, en
chacarero de los bajo: consecuencia, un garrote grueso
como no cuidas tus CHACRAS de madera que era arma ofensi-
pierdes todo tu trabajo. va de los aborígenes de todo el
380 |

continente. La palabra está muy como siempre, en su léxico popu-


difundida por América, pero en lar. En el discurso que estamos se-
nuestro país tiene otra acepción: ñalando dice: “Hombre prevenido
macana es igual a disparate, error, vale por dos”.
y se dice: “hice una macana” por Pero a continuación nos obse-
“cometí una tontería”. quia con una frase acuñada que
Posee, además, otros derivados habría conformado al Arcipreste
muy usuales, tales como macana- de Hita. Es muy corriente en el
zo, gran disparate; macaneador, norte del país: “Cuando alguien
embustero, mentiroso, hablador triunfe en las urnas, a ese le vamos
sin control; y macanudo, excelen- a entregar el gobierno y le vamos
te, espléndido, bien hecho; pero la a tocar la banda” (con lo cual ex-
voz macanuda, al referirse a la mu- presa que se le rendirían honores
jer, es sinónimo de hermosa. El oficiales, ejecutándose marchas
término conquistó la atención del militares).
ex rey de Inglaterra Eduardo VIII Nada escapa a su oído, atento
en su visita a nuestro país como siempre a la expresión vernácula.
príncipe de Gales, prohijándola Cada uno de sus discursos encie-
con tanto entusiasmo, que adop- rra un concepto, una idea, una
tó la grafía de macanudo para una enseñanza familiar a todos los
marca de sus cigarrillos. argentinos. Hasta la voz popular
En la literatura fue usada por más reciente está en su lenguaje
grandes escritores americanos. verbal. Cuando un delegado obre-
Juan L. Zorrilla de San Martín ro lo interrumpe en su discurso
dice en Tabaré: sobre Justicialismo y Sindicalis-
mo para preguntarle acerca de
Las MACANAS que gritan los los dirigentes de la oposición, el
[charrúas presidente de la República le res-
ya están en sangre tintas. ponde: “Déjenlos que se mueran
solos. Es un proceso que también
Citaremos otros: Esteban Eche- debe cumplirse. Observen ustedes
verría, Cayetano Coll, Rodolfo que cuando me hice cargo del go-
Lenz, Barros Arana, Góngora, Ri- bierno, toda la administración era
cardo Palma, Gagini, Ramos, La- contra”. “Los contra”, dice otra
fone Quevedo, Henríquez Ureña, vez, y no los contrarios, los adver-
Granada y Mendoza. sarios, como dirían otros. […]
Otras veces el general Perón es Aun en el uso de alguno que
sentencioso, correcto e intachable, otro anglicismo, el general Perón
| 381

recurre al término más difundido. pueblo. Entre las nuevas palabras


Así le oímos decir: “Con llamar a argentinas, nacidas bajo el signo
un embajador extranjero y decirle de la revolución, citaremos las si-
O.K., basta”. Y este O.K. —harto guientes: justicialismo, cegetistas,
vulgar en nuestro medio de algún descamisados y contras. Se las usa
tiempo a esta parte— oculta una todos los días en los diarios, las re-
secreta voz indígena de maravi- vistas, los discursos, el vocabulario
lloso poder sintético, según el callejero, en todas partes. Y no hay
testimonio autorizado de Félix S. que alarmarse por esto. Al contra-
Cohen (American Scholar, vol. 21, rio, hay que celebrar jubilosamen-
nro. 2, Spring, 1952). Dice este te el advenimiento de una soltura
escritor que el vocablo O.K. (o verbal que tiende a desvincularnos
más bien okeh) pertenece a la len- de la tiranía del lenguaje. Una de
gua choctaw y no significa “todo las causas por las cuales el país tie-
es correcto”, como lo aplican los ne más ensayistas que novelistas
norteamericanos, sino más bien radica, justamente, en la duali-
“que se ha llegado a un punto dad que durante mucho tiempo
donde un acuerdo es práctico”, nos obligó a hablar de un modo
como lo aplica Perón. y a escribir de otro. La revolución
Y agrega Cohen refiriéndose peronista en la cultura está en el
siempre a O.K.: “Es una idea cen- vocabulario de Perón. En muchos
tral de nuestra concepción ameri- de sus discursos, lo fortalece con
cana de gobierno”. citas de Martín Fierro. Así, en una
Este lúcido enfoque al lenguaje conversación que tuvo con los es-
popular era lo único que necesi- critores argentinos en la Casa de
taba el pueblo para responderle Gobierno, dijo: “Los hombres que
afirmativamente con su acción sin tienen ideas no abundan. Hay que
reservas. ir a buscarlos en su verdadera ca-
Por una vía cierta Perón fija pacidad. Dice muy bien Martín
el itinerario del idioma nacional. Fierro: ‘No todos son domadores /
Y nunca más palpable la evolu- muchos son frangolladores’”.
ción extraordinaria de la lengua, Y en sus magistrales clases so-
la remoción de las palabras, el bre el tema Conducción política,
nacimiento de unas y la muerte del que hemos extraído la mayoría
de otras, no por mandato acadé- de los grafismos consignados en
mico, sino por voluntad popular. este apretado comentario, expre-
La Academia, como se sabe, “solo sa: “En esto —como decía tam-
limpia y da esplendor” al habla del bién Martín Fierro— el quid del
382 |

hombre no está en aprender mu- plido para el pueblo argentino


chas cosas, sino en aprender cosas la invocación de grandeza y de
buenas”. justicia que el Martín Fierro
En otra oportunidad el gene- enseña. Nosotros hemos de
ral Perón recurre nuevamente al tomar de él ese ideal ya can-
poema de José Hernández para tado para llevarlo paulatina-
hablarle al pueblo. Y así dice: mente a la ejecución a fin de
“Entonces se toma la medida que se borren para siempre los
enérgica y no se afloja aunque males que él cantó, no para
vengan degollando, como dijo mal de ninguno, sino para bien
Martín Fierro”. de todos.
Siguen las citas del poema in- Nosotros, criollos, profunda-
mortal: “También es importante mente criollos, no tenemos
saber cómo hay que mantener otra aspiración que la de Mar-
el secreto, sobre todo haciéndo- tín Fierro. Y hemos de cum-
le caso a Martín Fierro: en uno, plirla con su propio consejo,
con gran precaución en dos”, “Esa haciendo lo que había dicho
dirección y el ejercicio de esa di- en los primeros versos: “De
rección solamente pueden mos- naides sigo el ejemplo: / nadie
trar quiénes son capaces y quiénes a dirigirme viene; / yo digo
son honestos, porque para conocer cuanto conviene, / y el qu’en
a un cojo, lo mejor es verlo andar, tal huella se planta, / debe
según dice Martín Fierro”. cantar, cuando canta, / con
El 22 de octubre de 1944 dijo toda la voz que tiene”.
textualmente en la Municipalidad
de San Isidro: Perón habla así porque sabe con-
ciliar, como lo declaró en el acto
Es simbólico para mí que, con de clausura del Primer Congreso
la bienvenida que termina de Nacional de Filosofía, reunido en
darme el señor comisionado Mendoza el 9 de abril de 1949, el
de San Isidro, hayan querido sentido de la perfección de la na-
obsequiarme con nuestro gran turaleza de los hechos, restablecer
poema criollo Martín Fierro. la armonía entre el progreso natu-
Martín Fierro es el símbolo de ral y los valores espirituales y pro-
la hora presente. José Hernán- porcionar al hombre una visión
dez cantó las necesidades del certera de su realidad.
pueblo que vive adherido a la En esta época, como en ningu-
tierra. Todavía no se ha cum- na otra, es, en efecto, indispensable
| 383

volver a las fuentes creadoras de la


tierra con el convencimiento cabal
de que las conquistas de la cultura
deben admitir, como en otras par-
tes, el guión vernáculo para hablar
mano a mano con el pueblo, que
es como abrir las fuentes de la tra-
dición a la intimidad del hombre,
situándolo en la alta zona de su
realidad histórica y social.
Pero lo admirable del lenguaje
hablado y escrito del presidente
de la República, general Perón, es
que si es necesario, por imperio
del protocolo, dirigirles la palabra
a los académicos, lo haga obser-
vando las reglas clásicas del idio-
ma general. De este tenor castizo
son: el discurso pronunciado en la
Academia Argentina con motivo
del Día de la Raza y como home-
naje en memoria de don Miguel
de Cervantes Saavedra, en el cuar-
to centenario de su nacimiento
(1947); la conferencia pronuncia-
da en 1949 en el acto de clausura
del Primer Congreso Nacional de
Filosofía, sus mensajes al Congre-
so de la Nación, el discurso pro-
nunciado en el acto de clausura
del IV Congreso Interamericano
de Cardiología y muchos otros
más que revelan su recia persona-
lidad intelectual y su sólida cultu-
ra humanista.
384 |

Presencia de de la buena. Historia escrita por


Martín Fierro5 un alto poeta, aunque de mane-
Miguel Tejada ra distinta a como se escriben las
historias entre nosotros… Es la
Existe y vive el Martín Fierro. Aca- historia vivida, sufrida y experi-
ba de cumplir 100 años de su exis- mentada por un hombre, y en la
tencia y todo hace suponer que vi- cual se puede reconocer todo un
virá muchos siglos. Su vitalidad es pueblo que también la ha vivido,
extraordinaria y su presencia tan sufrido y experimentado en carne
abarcadora que todos los argen- propia. No es la historia escrita en
tinos, de una u otra manera, nos los gabinetes o en las academias
sentimos incluidos y abarcados donde se manipulan los papeles
en las vibrantes melodías de sus familiares para fabricar con papel
versos. Vale decir que es una obra macé las estatuas de los próceres
vital. Viva y perdurable y trascen- y semidioses familiares al par que
dente como la vida. se queman los documentos que
A diferencia de otras obras que pueden poner al descubierto a los
solo recuerdan o cuentan, el Mar- susodichos semidioses. No es, en
tín Fierro recuerda, cuenta y canta. una palabra, la historia hecha por
Canta en tiempo actual. Actualísi- los vencedores. El Martín Fierro es
mo. Por eso es pasado, es presente la otra cara de la historia; es la his-
y es futuro. En su voz está el pasa- toria de los vencidos… momentá-
do doloroso de una raza persegui- neamente.
da y está la reiteración actual de Porque la historia real de los
esa misma persecución después de argentinos se está haciendo día a
100 años; pero también está el fu- día y el Martín Fierro es un trozo
turo de esperanza de reconquistar de esa Historia que ilumina todo
la patria sometida para hacer de el camino a recorrer porque su luz
ella una patria liberada. El ansia proviene de las fuentes mismas
de liberación es lo que da sentido de la nacionalidad. De ahí que el
a la existencia. Martín Fierro además de ser histo-
Algunos se preguntan si el ria está por sobre todas las histo-
Martín Fierro es historia… Noso- rias que nos puedan contar o que
tros respondemos rotundamente puedan inventar los hacedores de
que el Martín Fierro es historia, y historias. Es la verdadera historia.

5. Prólogo a Martín Fierro y nosotros los trabajadores argentinos, Buenos Aires, Edicio-
nes Revista Fatsa, 1972.
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Nosotros, los vencidos en la histo- los otros gauchos. Su carácter in-


ria oficial, hemos tenido la suerte dividual es a la vez colectivo. Es
de contar con un poeta mayor que un gaucho y todos los gauchos…
redimió del olvido y de la men- A todos les ha pasado lo mismo; y
tira la verdad de nuestra Historia si no lo mismo, cosas muy pareci-
para contarla, es decir, para can- das, idénticas. Al gaucho Martín
tarla como se cantan las gestas, los Fierro le ocurrieron sus cosas en
hechos trascendentes en la vida de llanura. Pero cosas parecidas les
los pueblos. Cosa muy distinta a ocurrieron a los gauchos de los
las meras historias inventadas por Llanos de la Rioja o del Norte
los vencedores para justificarse a sí argentino. En todas partes el gau-
mismos de los crímenes y tropelías cho fue despojado de sus bienes,
cometidos contra el adversario. marginado por la “civilización” y
echado a la frontera donde termi-
Historia y epopeya na la justicia y empieza a reinar
bárbara la injusticia, que es más
El gaucho Martín Fierro, verda- barbarie que cualquier otro tipo
dero nombre del poema, es pues de barbarie. La injusticia aplicada
una auténtica historia. Su nom- y cebada en la carne del gaucho
bre no pudo haber sido: Historia es una verdadera barbarie por-
del gaucho Martín Fierro. El autor que significa un retroceso: no es
no creyó conveniente ponerle el barbarie primitiva cometida por
nombre de “historia” porque está desconocimiento o ignorancia,
sobreentendido, y por lo tanto de ninguna manera; es barbarie
hubiese sido una redundancia. ejercida con odio y premedita-
Al bautizar Hernández a su poe- ción por gente que se consideraba
ma con el nombre de El gaucho culta. De ahí que signifique un
Martín Fierro, era como si cro- retroceso, un retroceso de la gen-
nológicamente hubiese dicho: te llamada culta al pretender des-
“Esta es la historia del gaucho truir la cultura que a su vez tenía
Martín Fierro, es decir, es la his- el gaucho. Porque el gaucho, an-
toria de un hombre, de un per- tes de ser un desarraigado, había
sonaje llamado Martín Fierro, y sido un trabajador; antes de ser
que además, esencialmente, es un un pobre desgraciado y persegui-
gaucho”. Esto es lo que lo distin- do, había sido un tipo feliz; antes
gue, lo caracteriza y califica: su de ser un peleador con la parti-
condición de gaucho. Y además da, había sido un batallador en
de distinguirlo lo identifica con el frente; antes de ser un mártir,
386 |

había sido un héroe. Batallador y gaucha). Ambos eran felices, con


héroe anónimo, libró patrióticas esa felicidad simple y sincera que
batallas para forjar la libertad de surge del amor: “Yo he conocido
su tierra, formando en las filas de esta tierra / en que el paisano vi-
los ejércitos libertadores. ¿Acaso vía / y su ranchito tenía / y sus
no fueron gauchos los que pelea- hijos y mujer / era una delicia ver
ron en las guerrillas de Güemes, / cómo pasaban los días”. El pai-
en los ejércitos de Belgrano y de sano era feliz y la tierra también
San Martín para abrir caminos a se sentiría feliz, seguramente, de
la libertad y dejarlo señalado con ver la felicidad de su poseedor, el
las antorchas luminosas de su gaucho. Pero un buen día —es
heroísmo? ¿Acaso no fueron gau- decir un mal día…— llegaron
chos los que acompañaron a Ro- los enemigos del gaucho y lo em-
sas en las supremas batallas para pezaron a perseguir despiadada-
contener la invasión y finalmente mente, a tratarlo como a carne de
echar de esta tierra a los invasores cogote. ¿Motivos? Simplemente
que pretendían repartirse nues- porque era gaucho… y traía en
tra tierra? Es innegable que la su ser la marca de una herencia,
patria fue conquistada y forjada el sello de una cultura. Esa cultu-
por el gaucho. Primero, abriendo ra criolla resistía denodadamente
caminos; luego, levantando su a la ola de extranjería disfrazada
rancho y poblando los desiertos; de progreso; y la resistía natural-
y en todo momento luchando mente por considerarla contraria
contra los enemigos de afuera. al espíritu de la tierra. “Tuve en
Peleó sin miedo, y lo que es más mi pago en un tiempo / hijos,
importante, peleó amorosamen- hacienda y mujer; / pero empe-
te, heroicamente defendiendo a cé a padecer: / me echaron a la
su tierra como se defiende a la frontera, / y qué iba hallar al vol-
amada, jugándose por ella en la ver, / tan solo hallé la tapera”. He
patriada; entregándole todo el aquí el drama de Martín Fierro,
amor de su alma gaucha. Por eso que es el drama de todos los gau-
la patria amada, querida y con- chos. Salir del pago (que es parte
quistada por el gaucho es una tie- de uno mismo); dejar la hacien-
rra gaucha… Porque el gaucho la da (que es fruto del trabajo y del
conquistó con su amor, estable- sacrificio); tener que despedirse
ciéndose esa especie de identifica- de la mujer (que es la prenda del
ción plena y total entre el amante corazón) y dejar a los hijos (que
(gaucho) y su amada (la tierra constituyen el mayor tesoro) para
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encontrar a la vuelta (¡quién sabe de largos heroísmos y sacrificios.


cuándo!) todo aquello convertido Era la negación del ser nacional.
en ruinas, en destrucción, en dis- Por eso afirmamos, sin nin-
persión y en abandono. Se la re- guna duda, que la “historia del
galo al más duro de corazón, sin gaucho Martín Fierro” es al mis-
olvidar, por supuesto, que el gau- mo tiempo una epopeya porque
cho era blando de corazón, tier- cuenta y canta nuestra heroica re-
no, poético y sentimental. Todo sistencia a esos intentos de pene-
aquello era más duro que la gue- tración y desvirtuación del alma
rra; y esto, que no estábamos en nacional. Es una epopeya porque
guerra. Pero está demostrado que canta las luchas y las derrotas;
todo lo que ha padecido el gau- pero también canta las esperanzas
cho y hemos padecido los crio- indeclinables del pueblo argen-
llos no ha sido por causa de una tino, iluminando el camino de
guerra que nos hicieron nuestros una posible recuperación. No im-
propios compatriotas encarama- porta que esas esperanzas tengan
dos en los puestos de mando… un marcado acento individual
pero entregados al servicio de expresado por la voz de su pro-
otros intereses que no eran los tagonista; no importa —o mejor
del país ni los del paisano. La dicho, importa— porque esa voz
campaña contra el gaucho, em- individual es la voz de todos, y
prendida en aquel momento, era todos podríamos en coro cantar
campaña contra la cultura nativa, lo mismo. Y en esto nuestra epo-
contra la manera de ser del pue- peya se diferencia de las epopeyas
blo argentino, contra su persona- clásicas, que por lo general son la
lidad adquirida en no menos de narración de hechos heroicos ya
tres siglos de gestación de una ocurridos y concluidos. La nues-
auténtica cultura enraizada en tra es una epopeya inconclusa,
la tierra y florecida en el corazón que está sin embargo vibrando
de sus hombres. Guerra de auto- por realizarse en el alma de todos
destrucción. Y lo más lamentable los argentinos. Los sufrimientos,
era que toda esa guerra se hacía las esperanzas del Martín Fierro
para imponer otra cultura, otra están presentes continuándose
modalidad, otros objetivos. Lo en nosotros, en una lucha que
cual significa, ni más ni menos, el pueblo sostiene permanente-
que todo aquello era una traición mente para salvar su dignidad,
a la raza, a la tierra y a la cultura para mantener su independencia,
que habíamos elaborado a través para desarrollar plenamente su
388 |

personalidad propia entre todas el mundo para su ideal. A nada le


las naciones. El gaucho nos hizo tuvo miedo y desafió todos los pe-
la gauchada de inaugurarnos una ligros y obstáculos.
patria y de marcarnos el camino El gaucho, lanzado sobre la
de la libertad; tócanos a nosotros pampa ilímite se siente domina-
escribir los nuevos capítulos de dor y dueño no solo de su des-
esa epopeya para hacer de la tierra tino, sino conquistador de la
gaucha, una patria justa, libre y tierra y el cielo. “Soy gaucho y
soberana. entiendanló / como mi lengua
lo explica; / para mí la tierra es
Gauchada y quijotada chica / y pudiera ser mayor / ni
la víbora me pica / ni quema mi
Cuando decimos que el gaucho frente el sol”. Lanzados sobre el
fue perseguido porque en él se mundo de la aventura, ¿quién
quería extirpar una cultura, nos podrá ponerles un límite al caba-
estamos refiriendo obviamente a llero hispano y al gaucho ameri-
que se pretendía extirpar a la cul- cano? Don Quijote de la Mancha
tura hispanoamericana. dejó un día su aldea y salió por el
Hijos de América pero ama- mundo a “desfacer agravios y en-
mantados a los senos ubérrimos derezar entuertos”; y toda su vida
de España, la historia nos había y toda su trayectoria es, a partir
hecho idealistas, soñadores, aven- de ese instante, una… quijotada.
tureros, vencedores de lo posible Desfacer los agravios inferidos a
y enamorados de lo imposible… la humanidad por los malvados
El gaucho es un caballero andan- y enderezar tantas cosas torcidas
te, es un hidalgo en la Pampa, un constituyen sin duda un gesto de
cristiano en América. La cosmovi- sublime amor al prójimo que solo
sión del gaucho es la cosmovisión puede calificarse con ese nombre:
del hispano, únicamente que el quijotada. Martín Fierro dejó un
gaucho en vez de mirar el uni- día su pago para ir por el mundo
verso desde la estepa castellana lo a enfrentar injusticias (entuertos)
mira desde la pampa sin límite del y afrontar los agravios inferidos a
mundo nuevo. Pero su filosofía de su pueblo y a su patria; esa patria
vida, su fe, su religiosidad y sus que él mismo había liberado, ju-
sueños son los mismos. En de- gándose con todo amor en la pa-
terminado momento, el hispano triada, tanto que el hecho heroi-
se largó a los mares desafiando lo co de habernos dado una patria,
desconocido y ansiando agrandar además de computarse como una
| 389

patriada, puede llamarse la más darse cuenta, que les brotan


sublime de las gauchadas… del lecho inconsciente del es-
Por donde vemos claramente píritu ecos inextinguibles de la
que quijotada y gauchada son la madre España, ecos que, con
misma cosa en distintos ámbitos; la sangre y el alma, les legaron
y quizá trasladando de ámbito a sus padres.
los personajes se vea más clara-
mente la identidad; quijotada es Los ideólogos liberales lo sabían
la de Martín Fierro enfrentando a esto perfectamente: por eso se
los gigantes y a los endriagos de la dedicaron con toda la furia de su
injusticia; y gauchada es la de don antiespañolismo delirante a ex-
Quijote de la Mancha desatando tirpar la cultura heredada “de la
al Andresillo que el patrón había madre España” y a tergiversar la
atado al árbol para azotarlo despó- personalidad criolla, ya ubicada
ticamente. La quijotada caracte- perfectamente en el ámbito de la
riza al español como la gauchada Nación que el gaucho había for-
caracteriza al argentino. Y ambas jado con su lucha. Sobre la muer-
son esencias de hispanidad. Por te de la cultura hispánica querían
eso, don Miguel Unamuno, pri- edificar las culturas adventicias
mer intelectual que habló de Mar- de importación: francesa o sajo-
tín Fierro, pudo decir de este que na, no interesaba mayormente;
solo les preocupaba que no fuese
es de todo lo hispanoamerica- española… Y sobre los restos dis-
no que conozco lo más honda- persos de la personalidad del gau-
mente español. Me recuerda a cho, pretendían darnos un tipo
las veces nuestros pujantes y de hombre europeizado: anodino
bravíos romances populares. en su manera de ser e indiferente
Cuando el payador pampea- antes los problemas de la nacio-
no, a la sombra del ombú, en nalidad. Para ellos, España era
la infinita calma del desierto, retrógrada por su fe, por su idea-
o en la noche serena, a la luz lismo y por su espíritu caballeres-
de las estrellas, entone, acom- co. Nada, entonces, de Quijotes
pañado de la guitarra espa- ni de quijotada… Por su parte,
ñola, las monótonas décimas el gaucho era, para ellos, pro-
del Martín Fierro, y oigan los ducto bastardo de España; y por
gauchos, conmovidos, la poe- ende, no solo era retrógrado sino
sía de sus pampas, sentirán, también bárbaro. Nada, pues, de
sin saberlo ni poder de ello gauchos ni de gauchada…
390 |

Así, en esencia, la lucha em- hemos visto ya, la historia del


prendida por los ideólogos libe- Gaucho Martín Fierro no es sola-
rales contra el gaucho es la gue- mente una historia de dolor y de
rra contra una tradición cultural frustraciones; es también un canto
y contra el espíritu de la tierra. de esperanza y un mensaje lanzado
¿Puede pedirse mayor descasta- hacia el futuro. Existe un pasaje en
miento y mayor traición contra la esa historia que es para nosotros
nacionalidad? el nudo central de la epopeya con
sentido de futuro. Vale la pena re-
Somos los nietos de Martín Fierro cordarlo y detenernos un minuto
a meditar en su significado. En el
La intención extranjerizante de poema, primero fue la ida… lue-
cambiarnos el alma y de borrar go la vuelta. Cuando vuelve del
la herencia gaucha triunfó a me- desierto, Martín Fierro encuentra
dias… Porque los argentinos de su rancho en ruinas, y entonces
hoy, en continuidad de sangre y herido en lo más íntimo se larga
alma, seguimos siendo los nietos a andar de pago en pago, como
de Martín Fierro, aunque se ha- un árbol descuajado por el venda-
yan incorporado torrentes de san- val… Un día se encuentra con sus
gre procedentes de otras razas… hijos y todos sienten la emoción y
Y es más, aquí se ha producido el la conmoción de la sangre de los
milagro terrígena, que sin duda seres que se quieren. Pero no po-
habrá defraudado a los ideólogos drán vivir juntos. La dicha de vivir
liberales que no creen en mila- en familia les está vedada. Deben
gros. Las sangres venidas de otras separarse; pero antes de separarse
playas a incorporarse a la tierra el padre les da lo único que pue-
se han vuelto sangre gaucha… y de darles, consejos (un padre que
los millones de hombres nacidos da consejos más que un padre es
y aclimatados en nuestra patria un amigo). ¿Qué otra cosa podía
sienten el orgullo de pertenecer a darles? Toda su riqueza está en las
una tierra gaucha y de ser nietos cosas que ha aprendido, en la ex-
del Martín Fierro… El pueblo ar- periencia vivida, en el dolor hecho
gentino de hoy, a cien años de la sabiduría. Y después de darles esos
denodada lucha del Martín Fierro, maravillosos consejos resuelven
siente el orgullo de este antepasa- separarse, llevando en sus corazo-
do legendario, como siente tam- nes el secreto de lo que juntos se
bién el dolor de la frustración que habían prometido. ¿Qué se ha-
venimos arrastrando. Pero, como bían prometido? No se sabe, es
| 391

un secreto, que los cuatro, es decir ordenada que yo calificaría de


Martín Fierro, sus dos hijos y el “misional”. Y luego, ¿cuál fue
hijo de Cruz, se llevan como una la promesa que se hicieron y
consigna que se han dado para el que todos debían cumplir, y
resto de sus vidas. Y parten hacia cuyo secreto importaba tan-
los cuatro vientos, bajo los cuatro to? Sin duda, fue la promesa
brazos de la Cruz del Sur, llevando de guardar el secreto de una
los cuatro un solo y único secreto. consigna vinculada, natural-
¿Cuál es el secreto que se prome- mente, a la misión que se pro-
tieron guardar, o realizar? ¿Cuál es ponían cumplir. ¿De qué mi-
la promesa…? sión se trataba? A no dudar, se
El poema dice, describiendo la trataba de una misión tendiente
encrucijada: al rescate del ser nacional, y a
su restitución al escenario de la
Después a los cuatro vientos historia como protagonista de su
los cuatro se dirigieron. destino…
Una promesa se hicieron
que todos debían cumplir; Hemos subrayado con toda inten-
mas no la puedo decir ción este último párrafo porque
pues secreto prometieron. aquí está todo el secreto y la clave
para la interpretación del Martín
Varios poetas han aventurado Fierro. El gran poeta Leopoldo
suposiciones y conjeturas sobre Marechal, agudo creador de sím-
la promesa y el secreto que se hi- bolos y descifrador de misterios,
cieron. Yo comparto la tesis de descubre en la despedida de los
Leopoldo Marechal cuando dice: cuatro hombres que parten hacia
los cuatro rumbos el secreto “mi-
Los cuatro vientos quiere de- sional” de los hombres que parten
cir los cuatro puntos cardina- en una especie de cruzada a recu-
les de la patria. Y los viajeros, perar el ser nacional prisionero del
que por la extraña coinciden- liberalismo, de la masonería y de
cia son cuatro ahora (ya que el los intereses foráneos que se ha-
hijo de Cruz aparece con sos- bían apoderado de la enseñanza,
pechosa oportunidad), se di- de los resortes del poder y de los
rigen, en un orden no menos frutos del trabajo argentino. No
sospechoso, al sur, al norte, al olvidemos que en los veinte trans-
este y al oeste. Hay en aque- curridos desde la caída de Rosas
lla partida una distribución (cuando el gaucho tenía hijos, ha-
392 |

cienda y mujer) hasta el momento cuántas cosas más. El ser nacional


del canto del Martín Fierro se ha quedó aherrojado, estaqueado,
producido toda la entrega del país casi muerto entre la maraña de
y toda la traición al ser nacional. extranjería que se extendía triun-
Recordemos estos hechos concre- fante por todo el territorio.
tos: se ha organizado la Nación
“legalmente”, es decir, se han dic- Al rescate del ser nacional
tado una constitución y leyes para
un país ideal, inexistente, a la vez Es en este punto, en este mo-
que se ha destruido y marginado mento histórico en el que Mar-
el país existente, el país real; se tín Fierro juntamente con sus
ha impuesto a sangre y fuego la hijos y el hijo de su amigo Cruz
autoridad centralista de Buenos se hacen la promesa de rescatar
Aires matando al federalismo y el ser nacional. Parten hacia los
exterminando a la montonera que cuatro vientos como cuatro caba-
luchaba por sus derechos; se ha li- lleros cruzados a realizar la epo-
quidado a los caudillos y se ha de- peya de todo un pueblo. Porque
capitado al Chacho (que era como ellos, cuatro caballeros gauchos,
cortarle la cabeza al país real); se llevan el mensaje a todos los ar-
han abierto los ríos interiores al gentinos dispersos en los cuatro
comercio exterior; se han matado vientos, quienes serán, en última
las industrias nativas y se ha inun- instancia, los que realizarán el
dado el país de manufacturas im- mencionado rescate, ya que este
portadas; se ha arrinconado cada no se logrará en un día ni en una
vez más a los pocos criollos sobre- batalla, sino que habrá de darse
vivientes del desastre; se ha insta- en muchas batallas porque los
lado el normalismo liberal, laico y carceleros y traidores al espíritu
aséptico para formar maestros de nacional son poderosos y toman
nuevas generaciones desarraiga- las debidas precauciones. Y esto
das. La enseñanza toda toma un mismo nos está dando la verda-
tinte aguachirle, con el propósito dera dimensión de la epopeya
de facilitar la formación de una que habrá de realizar el pueblo
cultura universalista y carente de argentino, porque con la partida
sentido nacional, estableciendo de los cuatro jinetes se anuncia o
como metas un progresismo inde- preanuncia lo que habrá de rea-
finido y una civilización en la cual lizarse en el futuro y mediante el
el gaucho no podía entrar porque esfuerzo y la voluntad unánime
era inepto y torpe y no sabemos del pueblo argentino disperso en
| 393

los cuatro rumbos de la patria. rar lo perdido; salvar lo que aún


Y aquí insistimos también en la no ha sido vilipendiado del todo y
diferencia fundamental de nues- liberar lo que ha sido esclavizado
tra epopeya con las epopeyas de y frustrado por la negación. Son
otros pueblos contadas en otros palabras ligadas indisolublemente
tiempos. Todas ellas cuentan he- a la Cruz de Cristo, y que por ana-
chos grandes y heroicos que ya logía podemos aplicar a la cruz de
sucedieron. Son obras realizadas los cuatro vientos de la patria, que
y conclusas, con un final cono- debemos liberar y redimir.
cido. En cambio, la epopeya del Por el momento, estos cuatro
Martín Fierro parte de un hecho, jinetes son cuatro hombres que
de una historia conocida, pero en parten con una promesa y un se-
su parte final anuncia o preanun- creto; pero potencialmente son
cia la culminación de los cuatro cuatrocientos hombres; son cua-
caballeros y de todos sus descen- tro millones de hombres; cuarenta
dientes en el futuro. Aquí la epo- millones; cuatrocientos millones
peya ensambla con la profecía. de hombres… Son el hombre ar-
Anuncia lo porvenir, con un neto gentino y son todos los hombres
sentido profético, perfectamente argentinos que en permanente lu-
acorde, por otra parte, con el des- cha a través de los tiempos velarán
tino de la Argentina, que se está por la integridad del ser nacional,
haciendo y realizando cada día, para que la patria sea lo que debe
porque la nuestra es una patria ser y no se convierta en una colo-
con futuro y su verdadera gran- nia o en una tierra de nadie, pro-
deza está todavía en el porvenir. picia a todas las explotaciones que
De modo que la partida de los ejercen los poderosos de la tierra.
cuatro jinetes contiene en sí el más
alto simbolismo que encierra el La profecía de Martín Fierro
poema. Son cuatro hombres que,
puestos en una encrucijada de la Demás estaría recordar que estos
historia, se abren como los brazos cuatro jinetes que se dispersan
de la cruz, haciéndose una prome- hacia los cuatro rumbos deberían
sa y llevando en sus almas un se- afrontar peligros, enfrentar injus-
creto; promesa que, como hemos ticias, sobrellevar angustias. La
visto, es de recuperación, de salva- patria está dominada por una po-
ción y de liberación del ser nacio- lítica que les es adversa, por una
nal. Estas últimas palabras tienen filosofía que los inferioriza, por
casi el mismo significado: recupe- una economía que los empobrece
394 |

y los sume en la miseria. Las leyes Martín Fierro, el poeta que


y todo eso que ha traído el “pro- cantó las desgracias del gaucho,
greso” está orquestado para com- augura ahora mejores días para
batirlos. ¡Pero no importa! Su ca- sus descendientes, convirtiéndo-
pacidad de lucha y de aguante no se en el profeta de su raza. Poeta
tiene límite. Ellos saben, porque y profeta son casi la misma cosa.
lo han oído de su padre: “Ami- Ambos son profundamente hu-
gazo, pa sufrir / han nacido los manos, raigalmente creyentes; tie-
varones…”. Y seguirán luchando nen fe y creen en la Providencia,
y sufriendo como varones, espe- que es quien da la gracia y la ins-
ranzados y siempre mirando ha- piración… Poeta y profeta están
cia el futuro, porque “no hay mal para iluminar los caminos de la
que dure cien años”… Además, patria; por eso saben que la patria
Martín Fierro, entre resignado y no es un simple juego de tiempo y
alborozado, ha dicho su profecía: espacio, sino que tiene algo de la
“Y dejo rodar la bola / que algún voluntad de la Providencia; y por
día ha de parar; / tiene el hom- ende, tienen la seguridad de que
bre que aguantar / hasta que lo la Providencia jamás ha de aban-
trague el hoyo / o hasta que ven- donar a la patria. Saben que en el
ga algún criollo / en esta tierra a momento preciso, en el momen-
mandar…”. Desde el pozo pro- to justo, Dios enviará al criollo
fundo de su resignación salta a la que salve a los criollos. Y tanto lo
cúspide de su esperanza y anuncia cree así Martín Fierro —poeta y
la llegada del “criollo” soñado por profeta— que después del anun-
todos los criollos para que venga cio de que vendrá un criollo “en
a salvar la tierra criolla y a recu- esta tierra a mandar”, solo falta
perarla de la extranjería mental. que diga su nombre y que seña-
Es decir, un criollo que venga en le la fecha. Pero como profeta no
esta tierra a mandar… a mandar hace crónica sino que vaticina, el
como mandaban los viejos cau- tiempo se encarga de poner la fe-
dillos, encarnando y liderando cha: 17 de Octubre; y el pueblo
el sentimiento y las aspiraciones se encarga de aclamar y proclamar
de todos los criollos. El poeta se su nombre: Juan Domingo Pe-
transforma aquí en profeta, y do- rón… El vaticinio se cumple en
minando los tiempos augura para toda su extensión. Y observemos
la patria la venida de un liberta- esta coincidencia: Martín Fierro
dor, de un gobernante realizador, sabía que solo un “criollo” salvaría
de un conductor. a los criollos; Perón proclama que
| 395

“solo los humildes salvarán a los clamaron en el desierto pidiendo


humildes”. Esto es; solo los hijos gobiernos justos, comprensivos y
de esta tierra, los pobres, los que patrióticos; millones de argentinos
han vivido casi un siglo arrinco- languidecieron soñando un desti-
nados, acosados, empobrecidos y no mejor y esperando, esperando
humillados… solamente eso que que se produjera el prodigio… A
se llama “el pueblo” salvará al pue- todos ellos se los tragó el hoyo… y
blo; y solo el pueblo rescatará el no vieron nada realizado.
ser nacional… En cambio, nosotros tuvi-
Todo nos indica que aquella mos la suerte de ver y recibir y
profecía de Martín Fierro prefigu- aclamar y proclamar al “criollo”
raba la venida de Perón, el “crio- Juan Perón que vino a gobernar,
llo” que llegó casi un siglo después a recuperar la patria para hacerla
a mandar en la tierra de los argen- justa, libre y soberana. Todos los
tinos. Lo cual indica, además, que argentinos con sentido nacional
los poetas cuando son verdaderos nos sentimos redimidos política-
cantan el presente y alumbran el mente, fuimos dueños de nuestro
futuro. Es más, podría decirse que destino, pisamos fuerte en nuestra
si se nutren del amor del pueblo tierra…
y de la fe divina, los poetas son En los cuatro puntos cardina-
la voz perdurable y trascendente les de la patria, los nietos de Mar-
del pueblo prolongándose a través tín Fierro sentimos que se estaba
del tiempo y uniendo los acon- cumpliendo la promesa que se
tecimientos providenciales. Poe- hicieron los cuatro jinetes, de re-
ta-profeta fue Martín Fierro en su cuperar el ser nacional, de reivin-
inspiración y en su mensaje. Y a dicar a nuestros padres y de abrir
nosotros, hombres de mediados nuevos cauces a la nacionalidad…
del siglo XX, nos ha sido dado el En eso estábamos; en ese sentido
poder vivir y presenciar el cumpli- trabajaba el pueblo argentino; ese
miento de la profecía anunciada era el objetivo de nuestra lucha.
por el poeta poco después de me- Pero… ya hemos dicho que los
diados del siglo anterior. enemigos del pueblo y los traido-
Varias generaciones de argenti- res de la patria no duermen y tie-
nos han pasado en ese período y nen aliados poderosos. Y en 1955
millones de seres fueron frustra- se complotaron y de nuevo aso-
dos por la injusticia y la miseria mó su forma viscosa la traición.
enseñoreadas en nuestra tierra. De nuevo el pueblo fue dispersa-
Millones de voces, seguramente, do hacia los cuatro vientos; otra
396 |

vez los nietos de Martín Fierro El mismo Perón, asiduo glo-


tuvimos que salir por los caminos sador del Martín Fierro en sus es-
o caer en los cepos del odio y de critos, se reconoce como martin-
la persecución. 17 años llevamos fierrista, admirando su profunda
a la fecha luchando por recupe- sabiduría política. Las citas que
rar otra vez nuestra personalidad hace continuamente en escritos
de pueblo libre; y hoy estamos a y discursos lo muestran, a más
punto de librar una batalla deci- de conocedor, como admirador
siva, porque ya lo dijo Perón: “si del poema y de su autor. Lo cual
cien veces la patria es traicionada equivale a decir que hay plena
y vendida, otras cien el pueblo la correspondencia entre el pensa-
recuperará”. En eso hemos estado miento de ambos, porque ambos
estos 17 años últimos, seguros de interpretan, indudablemente, las
que muy pronto sonará la hora de esencias de la nacionalidad, mar-
nuestra liberación. cando entre los dos la continui-
dad de nuestra verdadera historia
Martín Fierro, un peronista como pueblo, Martín Fierro con
del ochocientos la visión y los problemas de ayer,
Perón con el lenguaje y la proble-
No es exagerado decir que Mar- mática de hoy. Pero ambos en el
tín Fierro, profeta que anunció a mismo rumbo y con idéntica mís-
Perón, fue un peronista del siglo tica nacional. Porque eso es lo que
pasado. Su pensamiento, su lucha, los une: la mística, esa especie de
los motivos de su canto, todo lo religiosidad patriótica mediante la
ubica en las filas de los que ayer cual se sienten ligados a la tierra y
lucharon por lo mismo que esta- religados a su pueblo.
mos luchando los peronistas de Por quererla de esta manera
hoy. Además, su trayectoria polí- sostenemos una lucha indecli-
tica lo ubica siempre al lado de la nable contra todos aquellos que
montonera, junto a los criollos de conciben a la patria como una
entonces que no son otros que los simple residencia para realizar sus
descamisados, el pueblo de hoy. ambiciones o dar libre curso a sus
De modo que su filiación como pasiones. Por eso enfrentamos al
peronista del siglo pasado no es liberalismo económico que solo ve
antojadiza; máxime cuando los en la patria una fuente de riquezas
peronistas de hoy somos los mar- y ganancias; por eso enfrentamos
tinfierristas más fervorosos que se al marxismo que ve en la patria
pueda pedir. solo un lugar de producción y un
| 397

campo propicio para su ideología volución Libertadora”. Y por un


disolvente y materialista. Lucha- descuido nuestro, por exceso de
mos en dos frentes, y nos defende- confianza, o por lo que fuere, con-
mos a diestra y siniestra, erguidos, siguieron su objetivo. Y fue el fes-
firmes en nuestra Tercera Posición tín del odio, de la venganza, de la
de argentinos cabales, combatien- revancha, de la repartija. El pue-
do con nuestra diestra a la zurda y blo nuevamente fue encarcelado,
con nuestra siniestra a la reacción fusilado, perseguido y echado de
oligárquica. Nos batimos solos la frontera… Otra vez la frontera,
contra la doble partida que aten- como en los tiempos de Martín
ta contra la integridad de nuestro Fierro. Otra vez la persecución sin
ser, como se batía el gaucho en tregua a los trabajadores, a los sin-
medio del campo contra los mili- dicalistas, a los hijos de la tierra en
cos que lo atacaban por la derecha su propia tierra…
y por la izquierda… Únicamente Pero también —oh infinito
que nosotros, a veces, tenemos poder de recuperación de nuestro
que enfrentar a la derecha y a la pueblo— otra vez la promesa de
izquierda coaligadas como ocurrió todos los argentinos dispersos en
en el 45, en el 55 y quizá vuelva a los cuatro vientos de recuperar a
ocurrir, porque derecha reacciona- la patria y de rescatar nuevamente
ria e izquierda seudo revoluciona- al ser nacional. Otra vez los hijos
ria son dos brazos de la pinza que de Martín Fierro en los cuatro
pretende ahogar los sentimientos rumbos de la estrella, pero esta vez
y los ideales nacionales. Esto está con un secreto que ya es por todos
comprobado históricamente. En conocido y con una promesa que
1945 se aliaron las izquierdas y ya es propósito de todo el pueblo:
las derechas en la famosa Unión recuperar definitivamente y para
Democrática para impedir el as- siempre a la patria hoy enajenada.
censo del pueblo al Poder. Sin em-
bargo el pueblo los enfrentó solo La verdad de nuestros nombres
y los derrotó. Diez años de reali-
zaciones y de recuperación de la En el momento en que los cuatro
nacionalidad. Pero esto no podía jinetes se dispersan hacia los cua-
gustarle ni a las fuerzas reacciona- tro rumbos, llevándose el secreto
rias ni a la llamada izquierda revo- de una promesa, Martín Fierro
lucionaria. Y de nuevo se aliaron pone en el verso siguiente un de-
para desalojar al pueblo del Poder, talle muy significativo, pero no
formando eso que se llamó “Re- exento de cierto misterio… Y así
398 |

dice: “Les advierto solamente, / y Libertadora. La ciudad tenía ore-


esto a ninguno le asombre, / pues jas enormes y los que andábamos
muchas veces el hombre / tiene por las calles no podíamos decir
que hacer de este modo; / convi- nuestros nombres, pues todos te-
nieron entre todos / en mudar allí níamos captura recomendada y el
de nombre”. país entero estaba a la órdenes del
Los cuatro jinetes cambian de Poder Ejecutivo. Y entonces, para
nombre… Han sido despojados escapar a la captura, para burlar a
de todo y ahora ellos tienen que la policía y para guardar nuestro
despojarse de su propio nombre secreto, todos los que andábamos
porque van a emprender una lucha en la lucha cambiamos de nom-
en la que están marcados… Dejan bre como los cuatro jinetes de la
allí en la encrucijada sus nom- epopeya. Tuvimos que abandonar
bres propios y toman cada uno su nuestros hogares, esconder nuestra
nombre de batalla, de lucha en la identidad y llamarnos por nom-
resistencia, en la clandestinidad… bres supuestos. Así yo, por ejem-
Nos hacemos cargo de la situación plo, me llamaba Salvador More-
de aquellos hombres, extraños no. ¿Por qué Salvador Moreno?
en su propia tierra, desconocidos Porque cuando ya la policía estaba
en su terruño, expatriados en su a las puertas de mi casa, un veci-
propia tierra, desconocidos en su no y amigo, Rodolfo Romano, me
terruño, expatriados en su propia entregó una llave y un plano de
patria, a la que quieren con locu- una casita que tenía en Moreno y
ra y a la que van a rescatar… Es me dijo “Váyase, váyase; allí cerca
doloroso; pero ello se explica y se hay un amigo que se llama Adolfo
acepta únicamente como táctica Rallo… Allí la pasará bien; no se
en la lucha, como una imposición entregue a estos degenerados…”.
de la situación que iba a afrontar. Y tenía razón Romano; me fui a
Traemos a cuento este epi- Moreno y Moreno me salvó; de
sodio porque hasta en eso hay ahí mi nombre de clandestinidad,
coincidencias de nuestra lucha Salvador Moreno.
con las luchas del Martín Fierro. Cuando pude entrar a la ciu-
También nosotros, en 1955, tu- dad y recorrer de incógnito sus
vimos que cambiar de nombres, calles, un día me encontré con
ocultar nuestra identidad, hablar una gran amigo que escondía su
por señas como los sordomudos. incógnito detrás de unos lentes
La delación era la industria más ahumados. Verlo y emocionarme
poderosa que había levantado la fue todo uno; con él habíamos
| 399

luchado en la Cámara de Dipu- siempre. “Quique”, le decíamos


tados y en varios entreveros. Yo familiarmente, y su nombre verda-
hubiera querido gritar su nombre dero es Héctor González del Solar
en aquellos momentos; pero me Hernández, quien resultó ser nie-
acordé que toda la ciudad era ore- to carnal de Martín Fierro, pues la
jas y delación y ojos que se abrían madre de Quique fue doña Isabel
desmesurados. Tomé las debidas Hernández, la hija mayor de José
precauciones. Me acerqué, casi Hernández. ¿Qué me cuentan?
distraídamente, le toqué el brazo ¿No es esto providencial?... Los
y le dije: “Soy Salvador Moreno, nietos espirituales de Martín Fie-
¿y usted… cómo se llama?”. rro llegábamos por esos vericuetos
Amado Olmos —que este era de la historia al “rancho” del nieto
el amigo— me miró sonriente, sanguíneo y a la vez espiritual de
me reconoció en el acto y me dijo: José Hernández. Porque Quique
“Yo soy Loreto, ¡mucho gusto!”. es criollo en sangre y alma. Nos
“El gusto es mío, Loreto”… Y nos identificamos de tal manera que
estrechamos las manos en un cor- su casa era mi casa y la casa de
dial apretón. Desde entonces an- mis amigos. Vivía él en calle Pa-
duvimos juntos en reuniones clan- raguay, cerca del Bajo, y aquella
destinas; él, proyectando huelgas residencia suya era nuestro punto
y levantamientos, revolucionario de reunión en la noche larga de la
como era; yo, escribiendo versos y proscripción sin nombre… Allí
panfletos, poniendo mi parte en la velábamos (a veces literalmente, a
revolución que pensábamos hacer. la luz de una vela) y echábamos un
Nuestra amistad se acrecentó en trago de ginebra para sobrellevar
esa época y agrandamos el círcu- nuestros sinsabores. Luego vino la
lo de nuestros amigos. La amistad conexión con otros grupos y con
en esas circunstancias tiene algo otros compañeros que conspira-
de místico y sagrado. El amigo ban por su parte: Andrés Framini,
se juega por el amigo. Los mejo- Raúl Lagomarsino, el “viejo” Car-
res amigos, que aún conservo, los naglia; y especialmente con otros
hice en aquella época. Y creo que muchachos de Sanidad que esta-
para siempre. ban en permanente contacto con
Recuerdo que de Moreno pasé Olmos, tales como Claverie, Otto
a Malaver, recomendando a otro Calace, Eduardo Severino, Diego
amigo que no conocía; pero que Centurión, que supieron mante-
cuando nos saludamos me dio la nerse unidos, y gracias a lo cual
impresión que nos conocíamos de recuperaron el gremio ni bien se
400 |

presentó la primera oportunidad bién hicieron lo suyo por la libera-


de una elección… ¡Votos sobra- ción que apunta en el horizonte.
ron! Desde aquel entonces viene Y si en esta página hemos puesto
mi amistad con los muchachos de algunos nombres, mezclando al-
Sanidad, a cuyas filas me honro gunos que viven con otros que ya
en pertenecer. En aquel tiempo se fueron, es porque, en los caídos
nació también la idea de escribir como Olmos y Soldani, queremos
la historia de nuestras peripecias y rendir un tributo a los que no vie-
de nuestras desgracias siguiendo el ron la tierra prometida; mientras
canto de Martín Fierro… pues la que al mencionar a los que siguen
cuestión era la misma, aumentada la lucha queremos comprometer-
y agravada en esos días, por obra los a redoblar sus esfuerzos para
de la traición y de la entrega que recuperar en plenitud el ser nacio-
enajenaba nuestro patrimonio y nal y por consiguiente la sobera-
perseguía a los descamisados, des- nía de la patria.
cendientes del gaucho y del criollo
de todas las latitudes de la patria. Buenos Aires, 1972
Pero ya entonces, en medio de la Año-centenario
persecución empezó a operarse el del Martín Fierro.
milagro. La persecución aumen-
taba nuestra fe. Nos sentíamos
unidos e invencibles. Ya habíamos
aprendido que solo los trabaja-
dores salvarán a los trabajadores,
y que solo los argentinos salvarán
a la Argentina… Armados de fe y
de coraje enfrentamos a los ene-
migos del pueblo y de la patria. Y
aunque en el llano, desde el llano
hemos ganado muchas batallas; y
hemos reconquistado este poco de
libertad que respiramos. Y cree-
mos que está cercano el día en que
la patria tendrá la plena soberanía
y nosotros como pueblo, toda la
libertad que merecemos. Muchos
han caído en el tramo recorrido.
También pusieron su parte y tam-
| 401

Carta de Enrique Olmedo sus hombres separadamente, hoy


a Felipe Romeo6 a unos y mañana a otros.
Ahora bien; si usted:
Presidencia de la Nación
Secretaría de Prensa y Difusión a) es argentino nativo como yo
(con ascendencia argentina des-
Buenos Aires, de la Independencia Nacional) y
11 de noviembre de 1975. por lo tanto lleva en sus venas esa
fuerza telúrica que hace amar a la
Felipe Romeo Patria;
Director de El Caudillo b) si al servicio de la Patria y
Lavalle 1942 del Movimiento ocupó y desem-
Presente peñó con dignidad, acompañando
desde 1943 al entonces Coronel
En el editorial de la edición del Perón, los innumerables e impor-
día 6 de noviembre, bajo su fir- tantes cargos públicos de que le
ma, critica usted la ineficacia de ilustraré al currículum que le ad-
la Secretaría de Prensa y Difusión, junto;
de la que soy titular, con absoluta c) si tuvo el privilegio, como
ignorancia del estado de desman- puedo en forma abundante do-
telamiento y carencia total de re- cumentarle, de merecer el afecto
cursos, humanos y materiales, con y cariño permanente de nuestro
que la recibí no hace aún dos me- ilustre Conductor y de Eva Perón;
ses, y con ignorancia, también, de d) si apenas siete días después
cuanto en tan corto tiempo se ha de caído el gobierno peronista
hecho, se ha proyectado y está en comenzó, con el Coronel Gen-
curso de ejecución. tilhuomo y un pequeño grupo
Su crítica se suma a la insidio- de peronistas leales y valientes
sa y sutil campaña de enemigos —mientras otros estaban deba-
del gobierno popular y del Mo- jo de la cama o pactando con el
vimiento Justicialista, que procu- enemigo— a formar los primeros
ran su deterioro no siempre fron- grupos de la Resistencia peronista;
talmente y en forma total, sino e) si participó activamente
desprestigiando sibilinamente sus al lado mismo del General Juan
organismos, sus instituciones y José Valle, formando parte de su

6. En El Caudillo, nro. 72, 21 de noviembre de 1975, p. 29.


402 |

comando, del Movimiento del 9 de combate que se publicaban


de junio de 1956, cuya proclama en casi todos los semanarios de la
redacté; Resistencia peronista desde 1955
f ) si en esa luctuosa noche es- en adelante (Resistencia, Rebeldía,
capó por solo minutos del fusila- El Popular, Línea Dura, Retorno,
miento y debió huir y asilarse en Pero…, Norte, etcétera);
Montevideo; j) si en constante comunica-
g) si por seguir desde allí en la ción epistolar con el General Pe-
lucha y en permanente correspon- rón produjo infinidad de escritos,
dencia “de batalla” con Perón, fue artículos, panfletos, etcétera, para
internado por decreto del gobier- la acción psicológica, casi diría
no del Uruguay en un pueblo del especializándome en ella y formu-
interior y obligado a duras y pre- lando planes que merecieron la
carias condiciones de vida junto a aprobación y la orden de puesta
su heroica esposa. en marcha por el General (todo lo
h) si por no doblegarse y para cual tengo documentado):
poder subsistir debió aprender y k) si desde 1957 a 1970 por
ejercitar el duro e insalubre oficio lo menos redactó muchos de los
de peón aplicador y plastificador documentos medulares y básicos
de pisos durante dos años de exi- del Movimiento, entre ellos el
lio (le acompaño el certificado de denominado “Plan de Hambre y
la empresa uruguaya empleadora), Humillación para 20 Millones de
sufriendo a causa de ellos una le- Argentinos”, de réplica al publici-
sión bronquial permanente y otra tado plan económico del gobierno
traumática —paralización— de de Frondizi;
una mano; todo ello no obstan- l) si durante los dieciocho años
te que en los importantes cargos de ostracismo se negó a ocupar
públicos que había desempeñado ninguna función pública hasta el
(principalmente el de director de Retorno del Peronismo al poder;
Abastecimiento, con facultades m) si ya jubilado como subse-
directas de aplicar multas, clau- cretario y por lo tanto con un ha-
suras y otras sanciones) podía ber más que suficiente para sub-
haberse enriquecido en cortísimo sistir holgadamente y descansar de
tiempo…; tantos años de lucha, no se negó a
i) si en tan duras circunstancia continuarla cuando le impusieron
mantuvo la lucha produciendo como misión de servicio la dura
centenares de artículos, con firma carga de la Secretaría de Prensa.
o sin ella, y poemas gauchescos
| 403

En fin; si usted tiene solamente


un diez por ciento de estos antece-
dentes de más de treinta años de
servicio al país, del Movimiento y
de Perón, vertical y ortodoxamen-
te y otros tantos de conducta mo-
ral insobornable, le invito que se
acerque a conversar conmigo. De
lo contrario, no vale la pena. Pero
no siga, por ignorancia, deterio-
rando al Movimiento, al Gobier-
no y a sus hombres.

Enrique Armando Olmedo


Secretario de Prensa y Difusión
Decretos /
Resoluciones
| 407

Resolución del 8 de Por tanto, el Ministro de


noviembre, disponiendo Justicia e Instrucción Pública
que se celebre el día 10 Resuelve:
del actual, en todos los
establecimientos de 1°. — La Inspección General de
enseñanza del Ministerio, Enseñanza dispondrá lo pertinen-
el “Día de la Tradición” te para que el día 10 del actual y
en la forma prevista por el art. 224
Buenos Aires, del Reglamento General para los
8 de noviembre de 1943. establecimientos de enseñanza se
celebre en los mismos el “Día de
Visto: la Tradición”, en recuerdo y honra
del conjunto de todas tradiciones
Que el día 10 del corriente se religiosas, sociales históricas y cul-
cumple un nuevo aniversario del turales de nuestro pueblo y en ho-
nacimiento de José Hernández; y menaje al esclarecido cantor de las
mismas, José Hernández.
Considerando: 2°. — Comuníquese, anótese y
archívese.
Que la educación integral de los
jóvenes requiere que sus senti- Martínez Zuviría
mientos se formen en el culto
acendrado de las tradiciones pa-
trias, de las que la obra literaria del
inmortal autor de Martín Fierro es
una acabada síntesis en uno de sus
aspectos tan sobresalientes como
el de la sociología de las poblacio-
nes criollas de nuestros campos;
Que el día 10 del corriente repre-
senta con el aniversario del naci-
miento de José Hernández una
fecha propicia para el recuerdo
y la honra de dichas tradiciones,
como así lo han establecido las au-
toridades escolares de jurisdicción
provincial;
408 |

Decreto N° 15951, del 20 y de la Independencia, aparte de


de diciembre, creando el su valor científico, ofrece expre-
Instituto Nacional de la siones de valor moral, estético y
Tradición y asignando al docente, que es deber ineludible
mismo sus fines esenciales de buen gobierno de nuestra per-
sonalidad en el concierto de las
Buenos Aires, naciones libres;
20 de diciembre de 1943. Que la conservación de las tradi-
ciones patrias exige la documen-
Visto: tación total de toda creación del
alma popular, lo que impone
La resolución ministerial de fecha una tarea sistemática de recolec-
de 8 de noviembre del corriente ción, ordenación y clasificación
año, que instituyó el Día de la de sus modos expresivos dentro
Tradición en los establecimientos de normas técnicas adecuadas a
de enseñanza dependientes del su objeto;
Ministerio de Justicia e Instruc- Que esta sistematización de lo
ción Pública, en coincidencia con tradicional y su conocimiento
actos anteriores del mismo Depar- organizado y conjunto facilitarán
tamento y con lo dispuesto sobre los propósitos del Poder Ejecutivo
el mismo asunto por H. Consejo de educar las generaciones en una
Nacional de Educación, Consejos comprensión vigorosa del con-
Generales de Provincias, Institu- cepto de Patria, mediante los ins-
tos Universitarios y demás orga- trumentos de pedagogía escolar y
nismos oficiales y particulares; y social llamados a crearse en virtual
consecuencia;
Considerando:
Por ello, el Presidente
Que la cultura tradicional de los de la Nación Argentina
núcleos históricos geográficos in- Decreta:
tegrantes del pueblo argentino
debe preservarse de los procesos Artículo 1°. — Créase el Institu-
de destrucción o desnaturaliza- to Nacional de la Tradición, que
ción que puedan llegar a afectar- funcionará bajo la dependencia
la como consecuencia de factores del Ministerio de Justicia e Ins-
adversos; trucción Pública y que contará
Que dicha cultura, enraizada en inicialmente con tres secciones
los períodos de la Colonización destinadas: al estudio del lenguaje
| 409

y literatura populares; al de in- zación del Instituto, de confor-


vestigación sobre música y dan- midad con los fines y distribución
zas de igual género, y a cuanto asignados en este Decreto.
se refiere a la cultura popular en Art. 6°. — Los gastos que de-
sus aspectos sociales y materiales, manden la creación del Instituto
respectivamente. mencionado serán imputados al
Art. 2°. — Asígnase como fines Inciso 457, Partida 10 del Presu-
esenciales del Instituto: puesto del corriente año (Anexo
a) Recoger directa y ordenada- “E”), hasta su inclusión definitiva
mente los materiales destinados en el Presupuesto de Gastos de la
formar el conjunto orgánico de Nación.
las tradiciones argentinas; Art. 7°. — Comuníquese, publí-
b) Formar investigadores especia- quese, anótese, dese al Registro
lizados en la materia; Nacional y archívese.
c) Instalar el Museo de la Tradición;
d) Formar bibliotecas, discotecas Ramírez
y archivos especializados; G. Martínez Zuviría
e) Editar obras particulares de
interés tradicional, propias o de
terceros.
Art. 3°. — Nómbrase Oficial 1°
Director del Instituto Nacional de
la Tradición al señor Juan Alfonso
Carrizo (CI 1895 - D. M. 1 - M.
27295), y Oficial 3°, Vicedirector
del mismo Instituto, al señor Ma-
nuel Gómez Carrillo (CI. 1883 -
D. M. 61 - M 3802500).
Art. 4°. — Declárase, a los efectos
del régimen sobre incompatibili-
dades, cargos técnico-docentes a
los creados de acuerdo al artículo
anterior.
Art. 5°. — El Director y Vicedi-
rector nombrados elevarán al Mi-
nisterio de Justicia e Instrucción
Pública, en el término de treinta
(30) días, el proyecto de organi-
410 |

Decreto N° 17468. Considerando:


Buenos Aires, 16 de
septiembre de 1953. que el origen de esta noble justa,
Es declarado Deporte de acuerdo con las investigaciones
Nacional el Juego realizadas por numerosos historia-
Denominado “El Pato” dores, es auténticamente Argenti-
na, puesto que dicho deporte era
Visto: ya practicado por nuestros gau-
chos en los albores de la naciona-
El anhelo expresado por los aficio- lidad, y el mismo lleva puesto e
nados al deporte denominado “El impreso el sello de reciedumbre de
Pato”, por intermedio de la Con- jinetes diestros como eran y son
federación Argentina del Deporte, los jinetes de nuestros campos;
en el sentido que dicho juego sea que su práctica desde entonces
decretado Deporte Nacional; y ha sido ampliamente superada
| 411

desarrollándose actualmente en Por ello, el Presidente


forma reglamentada; obteniendo de la Nación Argentina
el reconocimiento correspondien- Decreta:
te como una actividad deportiva
organizada y alcanzando amplia Artículo 1°. — Declararse Na-
difusión y apoyo popular; cional el deporte denominado
que tales circunstancias son factor PATO.
determinante para establecer sin
lugar a dudas que al deporte “El Artículo 2°. — El presente de-
Pato” con exclusión de cualquier creto será refrendado por el Señor
otro debe declárarselo “deporte Ministro Secretario de Estado en
nacional”; el Departamento de Educación.
que es deber del Estado velar por
que las nobles costumbres de raíz Artículo 3°. — Comuníquese,
histórica pura como lo es “El anótese, publíquese desde a la Di-
Pato”, sean amparadas y apoyadas rección General de Registro Na-
oficialmente, exaltando el senti- cional y archívese.
miento de nacionalidad y amor
sobre lo realmente autóctono. Juan D. Perón
Perón,
el criollo
414 |

Manuscrito de 1911, Sala del Tesoro de la Bibliote-


ca Nacional. En noticia periodística publicada en La
Nación del 11 de junio de 1988 consta la siguiente
información: “La Biblioteca Nacional enriqueció su pa-
trimonio con la compra de manuscritos de autores con-
sagrados y un poema gauchesco inédito del general Juan
Domingo Perón. Como parte de un lote de 9000 piezas
adquiridas por $150.000 a los descendientes de Torres
Agüero, el organismo adquirió textos de los poetas Ru-
bén Darío, Alfonsina Storni, Olegario Víctor Andrade
y Álvaro Melián Lafinur, escritos de su puño y letra. El
poema de Perón se llama ‘Permiso pido señores’ y fue
escrito por el ex presidente en 1911, cuando era cadete
del Colegio Militar”. En el catálogo de la Biblioteca Na-
cional se pueden constatar los siguientes datos: “Autó-
grafo, firmado. Escrito en tinta negra, en papel. Consta
de dos hojas de cuaderno cuadriculadas de 210 x 170
mm. Se encuentra escrito en la hoja 1v y en ambos lados
de la hoja 2. En hoja 2v al pie firma manuscrita ‘Juan
D. Perón. 1911’. Compra Torres Agüero 19980611”.
-1- -6-
Permiso pido señores Era lindo mi caballo
y al silencio la atención redondo como una bala
para esto se quiere gracia con una peladurita
la cual no la tengo yo. de la cruz hasta la cola.
Si las gracias se compraran Hubo una vez una fiesta
yo también las compraría y me mandaron convidar
atiendan nobles señores como tenía buenas prendas
lo emprendado que anduve un día. me hice de rogar.
-2- -7-
Yo tenía mi buen sombrero Y por no ser despreciativo
que él copa no conocía me puse a ensillar
cuando no tenía pañuelo y para la fiesta rumbié
de goliya me servía. pensando a ella llegar.
También tenía mi buena camisa Cuando llegué a la fiesta
que era de salir a noviar me convidaron a bajar
una tira por el cogote até mi pingazo solo
y otra por el costillar. para poderlo mirar.
-3- -8-
También tenía mi buena bombacha Toda la gente miraba
de rica bayeta blanca y empezaban a secretear
que salía reculando diciendo sería un resero
para que no me vieran el anca. que una tropa iba a comprar.
También tenía mi buen recado Y ahí me pusieron un banco
que era de salir a pasear cerquita de una mujer
y que un capitán de Bahía vino una rubia con la guitarra
me lo andaba por comprar. cante Ud. ha de saber.
-4- -9-
Tenía mi buen cojinillo Y como no soy rogado
de cuero de carnero negro para hacerla mejor
mis buenos bastos — empecé a cantar
formando bien el apero. una décima de amor.
Tenía mi buen pretal Yo acabé de cantar
buena cincha y encimera y ellos quedaron bailando
y unos estribos de palo y salí para afuera
que no los usa cualquiera. como vivía vigilando.
-5-
Mi cincha no digamos Juan D. Perón
que cosa particular 1911
del ancho de cuatro dedos
sin argolla y sin longear.
Yo tenía muchos caballos
que el mejor era un pícaro
tocaba la barba al pecho
del dolor del espinazo.
| 417

Perón cita al Martín Fierro y habla del gaucho

La Secretaría de Trabajo ha de seguir incansable en esta obra de supera-


ción de la masa criolla. Ya Martín Fierro había dicho todas las cosas que
le pasan al nativo abandonado de todas las manos, menos de la de Dios,
a pesar de lo que se acostumbra decir. Sin embargo, esa afirmación se si-
gue repitiendo desde entonces hasta nuestros días sin que nadie acertara
cómo debe encararse el problema de dar a ese argentino auténtico una
mejor existencia. Yo digo que no se necesitaba nada más que empezar.
Ante las vanguardias obreras católicas, 23 de junio de 1944

***

Martín Fierro es el símbolo de la hora presente. José Hernández cantó


las necesidades del pueblo que vive adherido a la tierra. Todavía no se
ha cumplido para el pueblo argentino la invocación de grandeza y de
justicia que el Martín Fierro enseña. Nosotros hemos de tomar de él ese
ideal ya cantado para llevarlo paulatinamente a la ejecución, a fin de
que borren para siempre los males que él cantó, no para mal de ninguno
sino para bien de todos.
Visita a la Municipalidad de San Isidro,
22 de octubre de 1944 (citado por Alberto
Abregú Virreira en “El lenguaje popular de Perón”, 1952)

***

Ya lo ha dicho el Martín Fierro, que la ley es como la telaraña: los bichos


chicos se quedan y los grandes la rompen y pasan. Nosotros queremos
que en la tela de la ley, defendida por el fuero del Trabajo, no haya bi-
chos grandes ni bichos chicos que puedan romperla.
Discurso sobre la Justicia del Trabajo,1 1945

1. Citado en Doctrina Peronista, 1947.


418 |

Por eso, por ese profundo amor que siento por los “descamisados”,
quiero hoy pedirles que me acompañen en una idea que voy a lanzar en
este primer aniversario: la de que levantemos en esta Plaza de Mayo un
monumento al descamisado. Este monumento marcará la iniciación de
la primera etapa en que el pueblo, por primera vez en la historia patria,
tomó en sus manos los destinos de la Nación. Ese “descamisado”, que
fue carne de cañón en la independencia, que fue el gaucho de las cuchi-
llas y de las chuzas en la organización nacional, el mismo que después
levantó estos edificios, hizo grande a la Patria y la llevará a sus grandes
destinos, no tiene todavía un monumento que lo perpetúe. Es una deu-
da que la sociedad argentina debe pagar al hombre humilde, al hombre
que todo lo hizo y nada reclamó para sí. En ese monumento al desca-
misado habrá mucho del espíritu y de la forma de cada uno de los que
han muerto ignorados, luego de haber labrado la grandeza de la Patria.
Discurso en Plaza de Mayo,
17 de octubre de 1946

***

Ese es el programa dentro del cual pensamos desarrollar nuestra acti-


vidad. El gobierno proyecta establecer una organización y mantenerla.
Los hombres tienen que ofrecerlos ustedes, porque ustedes los tienen y
el gobierno no. Y eso es lo que quería proponerles en esta reunión. […]
En esas actividades la política no cuenta, sino que cuentan los hom-
bres que tengan ideas, los cuales, desgraciadamente, no abundan, y
hay que buscarlos para ubicarlos en su verdadera capacidad. Dice muy
bien Martín Fierro: “No todos son domadores, / muchos son frango-
lladores…”.
Segundo discurso a los intelectuales en Casa de Gobierno,
11 de diciembre de 1947
| 419

Cuando uno analizaba los elencos del gobierno y de los órganos legislativos
de la Nación, parecía que en este país no había obreros. Todos eran doctores
los que representaban al pueblo. Sucedía lo que hace casi un siglo mentaba
Hernández en su Martín Fierro: los pobres entraban en todas las listas menos
en la de los privilegiados del mando y del gobierno. ¿Es ese, por ventura, el
panorama que está viviendo la Nación? ¿No vemos un gobierno donde hom-
bres de distinta orientación, de distintas profesiones, tenemos el honor de
compartir el gobierno codo a codo con el trabajador más humilde? ¿No ve-
mos en nuestros cuerpos legislativos a nuestros obreros sentados en la mitad
por lo menos de las bancas que componen las cámaras? ¿No vemos en las cá-
maras provinciales, no vemos en los gobiernos de toda la República a nuestros
obreros compartiendo la responsabilidad del gobierno a que tienen derecho,
porque ellos son los que sufren las consecuencias de los malos gobiernos?
Acto de celebración del primer aniversario de la recuperación
de los ferrocarriles, 3 de marzo de 1949

***

Ello impone, señores, que en nuestra organización creemos las autodefen-


sas. Los organismos institucionales, políticos, sociales o económicos, como
los organismos biológicos, si no cuentan con propias autodefensas, una vez
que están perdidos no los salvan ni los santos, como dice Martín Fierro.
Acto inaugural de la reunión nacional
del Partido Peronista, 25 de julio de 1949

***

Quiero darles también un consejo: sean unidos dentro del sindicato;


sean compañeros y piensen siempre con criterio peronista. Para un pe-
ronista, no hay nada mejor que otro peronista; para un taximetrista, no
debe haber nada mejor que otro taximetrista del sindicato. Recuerden
el viejo consejo de Martín Fierro, cuando dice: “Los hermanos sean
unidos, porque si entre ellos pelean los devoran los de afuera”.
Acto organizado por el sindicato de taximetristas,
24 de agosto de 1949
420 |

José Hernández dijo al cristalizar en su Martín Fierro una de sus sabias


concepciones: “El árbol que nace torcido, nunca su tronco enderieza”.
Y nosotros, siguiendo la política sentada en el inmortal poema gauches-
co, creemos que cuando el niño se aparta por propia gravitación de la
madre, que es su mejor maestra, debe comenzar a educarse para que su
tronco no se tuerza. Educando a los chicos, conformaremos la futura
Argentina, porque los pueblos que no saben criar a sus niños, están
perdidos. Estos jardines de infantes tienen asignada esta fundamental
función en la vida de los hombres y en la vida de los pueblos.
Al inaugurarse un jardín de infantes en San Vicente,
19 de octubre de 1949

***

Ya no son oportunos los discursos más o menos sibilinos que ocultan


más de lo que dicen. En estos tiempos, creo que a todos los argentinos
nos conviene más hablar con la franqueza, con la sinceridad y con la
valentía que nos impone nuestra condición de hombres conductores de
otros hombres. Los dirigentes no podemos dejar nada en el tintero; es
necesario que, cuando hablemos, lo hagamos siguiendo el consejo de
Martín Fierro: que cantemos con toda la voz que tengamos.
Acto homenaje a Pablo López,
21 de noviembre de 1949

***

Con referencia al campo, mi señora ha dicho hoy una gran verdad: hay
dos clases de paisanos en nuestra tierra, unos que andan de bombachas,
tirador y poncho, muchas veces un poco disfrazados; y otros que llevan
al gaucho en el corazón. Nosotros los peronistas anhelamos ser de los
segundos, sabiendo que el hábito no hace al monje. Al campo hay que
llevarlo en el corazón, en el alma y no en las bombachas ni en el tirador.
Acto en la plaza 9 de Julio de Pergamino,
12 de noviembre de 1949
| 421

Bien, señores: esto es, brevemente, la explicación que quiero fijar bien
claramente para determinar el método en la conducción. Se ha dicho
que en la conducción el éxito depende más del método que de cualquier
otra operación que la inteligencia pueda realizar durante la conducción
misma, porque los errores cometidos en la percepción del fenómeno
que da origen a la realización no pueden corregirse en el desarrollo de
todos los acontecimientos posteriores. O en otras palabras, como dice
Martín Fierro, “árbol que nace torcido, nunca su tronco endereza”.
Tercera clase de Conducción política,
dictada el 5 de abril de 1951

***

En esto no hay que olvidarse la sentencia napoleónica, que es una de las


cosas más sabias que he oído atribuir a Napoleón. Preguntado por qué
él siempre vencía a los generales austríacos, se limitó a decir: “Los gene-
rales austríacos saben demasiadas cosas”. En esto, como decía también
Martín Fierro, “el quid del hombre no está en aprender muchas cosas
sino en aprender cosas buenas”.
Tercera clase de Conducción política,
dictada el 5 de abril de 1951

***

Cuando uno toma una medida enérgica ha de pensarlo muy fríamente;


que no sean las pasiones las que se lo aconsejen, sino el raciocinio. Que
sea fríamente meditada; que sea apreciada en todas sus consecuencias
y muy consultada antes de tomarla. Consultar hasta a los propios inte-
resados, que cuando uno los sabe consultar, ellos aconsejan lo que uno
quiere, porque es lo justo. Entonces se toma la medida enérgica y no se
afloja aunque “vengan degollando” como dijo Martín Fierro. Se lleva
adelante y se cumple. De lo contrario no se debía haberla tomado.
Cuarta clase de Conducción política,
dictada el 12 de abril de 1951
422 |

Nadie puede enseñar a un hombre cómo debe obtener la sorpresa. Eso lo


lleva cada uno adentro, o no lo lleva. Es cuestión de astucia, de habilidad,
de capacidad, de previsión. Es también importante saber cómo hay que
mantener el secreto, sobre todo, haciéndole caso a Martín Fierro: “en
uno; con gran precaución en dos”. Hay después miles de formas para
disimular y también cómo obtener la información. Allí entra mucho el
hombre, no los hombres. Es decir, hay que saber cómo uno va a formarse,
adónde va a llegar, cómo va a obtenerla y cómo la va a aprovechar, porque
hay algunos espíritus sherlockholmescos que todo quieren saberlo pero
no aprovecharlo, porque si lo aprovechan se descubren.
Sexta clase de Conducción política, dictada el 10 de mayo de 1951

***

Si el movimiento peronista no realizara la preparación de sus conduc-


tores y de sus dirigentes, cometería indudablemente un gravísimo error.
Volvería a organizar otra vez a un pueblo para que mañana pudiera caer
en manos de hombres incapaces y deshonestos.
Esa dirección y el ejercicio de esa dirección solamente pueden mostrar
quiénes son los capaces y quiénes son los honestos, porque “para cono-
cer a un cojo lo mejor es verlo andar”, según dice Martín Fierro. Y es
en la conducción donde los hombres se muestran tales como son y no
como quieren hacer creer que son.
En Conducción política, capítulo X, “La conducción aplicada”, 1951

***

Por donde quiera que observo […] a las gentes humildes, en los campos
y en las ciudades, en todas partes donde habita un obrero y su familia,
veo pasar como en cortejo la injusticia social, el hambre y el sufrimien-
to. ¿Quién será el argentino —se preguntaba— capaz de suprimir tanto
mal en nuestro país? ¿Cuándo vendrá ese criollo de que hablaba Fierro,
a mandar en esta sufrida tierra de varones?
En Perón. Preparación de una vida para el mando (1895-1942),
de Enrique Pavón Pereyra, Buenos Aires, Espiño, 1952, p. 53
| 423

He nacido en la pampa y tengo el extraordinario orgullo de sentir den-


tro de mí algo de ese gaucho legendario que luchó por nosotros […] Yo
he sido de los que no han olvidado que nacieron en tierra de gauchos,
y que también deben morir como gauchos en su tierra.
Visita a la casa natal en Lobos (en Mundo Peronista,
nro. 53, 1° de noviembre de 1953, pp. 20-21)

***

¿Qué eran los descamisados? Esencialmente los marginados, los des-


clasados, los desposeídos de Leandro N. Alem. Los grupos humanos
cada vez más considerables que no tenían sitio en los esquemas del
inmovilismo militar o derechista, que pugnaban por levantar su voz y
ejercer su voto. En una oportunidad, el conde de Motrico me preguntó
si conocía el hecho de que a los partidarios de Espartero, en la Barcelo-
na progresista de 1840, les llamaban así: “descamisados”. Le manifesté
que lo ignoraba. Pero en el Martín Fierro, en cambio, había encontrado
aquella estrofa que empieza “Yo no tenía ni camisa / ni cosa que se le
parezca”. Y que describe perfectamente la pobreza extrema del gaucho.
Lo que sí creo es que el origen del mote es peyorativo. Y que nos bauti-
zaron como tales el día en que los oligarcas descubrieron que nuestros
seguidores más constantes andaban en camiseta.
Villarrica de Paraguay, 27 de octubre de 1955 (en Conversaciones
con Juan Domingo Perón, de Enrique Pavón Pereyra,
Buenos Aires, Colihue/Hachette, 1977, p. 40)

***

Dice Martín Fierro que “el amigo más fiel es una conducta honrada”,
porque los grandes odios se cosechan precisamente a través de una mala
conducta. El camino del infierno, dicen que está empedrado de buenas
intenciones, pero eso no vale para cubrir las malas realidades.
En Los vendepatria. Las pruebas de una traición,
Buenos Aires, Liberación, 1958, p. 208
424 |

Como a mí no me interesa Perón, ¿qué ha de importarme que lo ca-


lumnien o insulten? Tampoco me inquieta la historia, porque yo ya sé
“cómo se escribe la historia”. Solo tengo ante mí la conciencia y mien-
tras ella me satisfaga, no habrá poder en la tierra que me haga claudicar
de mis convicciones, ni volver sobre mis pasos.
En esto sigo el consejo de Martín Fierro: “De nadie sigo el ejemplo,
nadie a aconsejarme viene, yo digo lo que conviene y el que en tal huella
se plante, ha de cantar, cuando cante, con toda la voz que tiene”.
En Los vendepatria. Las pruebas de una traición,
óp. cit., p. 229

***

Yo hago un distingo sutil entre el gaucho y el criollo, que era el hijo


del conquistador español y de las mancebas indias a quienes el primero
fecundaba en proporciones bastante elevadas […] Por el contrario, el
gaucho surge concebido de manera diferente, como que se trata de un
prototipo étnico único, absolutamente original. El gaucho nace de la
cruza entre el indio y blancas cautivas que el salvaje solía robar en las
maloneadas periódicas, que los capitanejos rancules y boroganos orga-
nizaban sobre medio país. Esto es, que el gaucho nace de ese fragmento
de libertad que es el indio de pelea, rodando sobre el abismo horizontal
de la pampa, y la hembra blanca, racialmente superior ¡cómo no! a su
dueño y amo. Ella se sentía obligada a transmitir su ancestral rebeldía
a los cachorros que echaba al mundo. Del ayuntamiento de esas dos
expresiones libérrimas, de esa doble y raigal rebeldía surge el arquetipo
del centauro gaucho, que es la máxima invención del espíritu insurgen-
te de la América autóctona, del continente concebido en el tercer día
de la creación.
Madrid, 1° de octubre de 1962 (en Conversaciones con
Juan Domingo Perón, óp. cit., p. 51)
| 425

En los servicios médicos de nuestros cuarteles aparecían en llaga viva


las vicisitudes de los conscriptos veinteañeros, condenados a sobrellevar
la agonía de sus tuberculosis o de sus anemias, en términos puestos de
manifiesto ya en el Martín Fierro con la crudeza de un alegato.
Madrid, 8 de noviembre de 1965 (en Conversaciones con
Juan Domingo Perón, óp. cit., p. 76)

***

He deseado más que nada ser veraz y sincero en cuanto trato de en-
juiciar. No me ha interesado tanto la dialéctica ni la retórica como la
verdad y, la verdad, como dicen los árabes, “habla sin artificios”. La
política suele tener sus características originales; una de ellas es la nece-
sidad de llamar a las cosas por su nombre. Como José Hernández, en
su inmortal Martín Fierro, anhelo decir con propiedad: “Mas naides se
crea ofendido, / pues a ninguno incomodo: / y si canto de este modo /
por encontrarlo oportuno, / NO ES PARA MAL DE NINGUNO /
SINO PARA BIEN DE TODOS”.
Madrid, agosto de 1968
(prólogo a La hora de los pueblos)

***

Finalmente, parodiando a Fierro quiero decirles: “Y les doy estos con-


sejos que me ha costado adquirirlos porque deseo dirigirlos pero no
alcanza mi ciencia hasta darles la prudencia que precisan para seguirlos”
y “Estas cosas y otras muchas medité en mis soledades, sepan que no
hay falsedades ni error en estos consejos, es de la boca del viejo de ande
salen las verdades”.
“Mensaje del general Perón”, septiembre de 1968
(en Cristianismo y Revolución, nro. 10, octubre de 1968, p. 6)
426 |

El que Rockefeller haya dicho que Vandor estaba invitado a concurrir


a la reunión de las centrales reunidas e hiciera elogios de él, no tiene
ninguna importancia porque es sabido que los dirigentes sindicales han
sido siempre objeto “del amor” de los agentes imperialistas. Lo que
usted no sabe es que Vandor me lo había informado y yo le había au-
torizado a asistir, porque, como dice Fierro, “para conocer a un cojo lo
mejor es verlo andar” […]
Las acciones cruentas o incruentas de la lucha son simples “formas de
ejecución”, pero lo que realmente interesa es la ejecución. A la violen-
cia no se le puede responder sino con una violencia mayor y en este
concepto sería inaceptable solo una actitud defensiva que difícilmente
puede llevarnos a una decisión favorable: un día es preciso dejar de ser
yunque, para pasar a ser martillo y, como dice Fierro: “el que en tal
huella se planta, ha de cantar cuanto canta, con toda la voz que tiene”.
Carta de Juan Domingo Perón a José Hernández Arregui,
Madrid, julio de 1969 (reproducida en
Peronismo y Socialismo, nro. 1, septiembre de 1973)

***

Eva Perón fundó este Movimiento, lo encaminó, lo organizó y le dio las


prendas de su alta moral política. Siempre he pensado que, como decía
Martín Fierro, el nacimiento es lo fundamental, ya que el árbol que
nace torcido, nunca su tronco endereza. Este Movimiento nació bien.
Discurso ante las delegadas del Movimiento Nacional Justicialista
en el Teatro General San Martín, 27 de agosto de 1973

***

Al decir que estamos recomponiendo todo esto, debemos comenzar por


recomponer bien al hombre y para ello tenemos que tomarlo de chico,
porque cuando somos grandes ya estamos torcidos. Dice Martín Fierro:
“el árbol que nace torcido, nunca su tronco endereza”.
Discurso en el despacho presidencial frente a representantes
nacionales del ciclismo, 17 de abril de 1974
| 427

El sectarismo sería perjudicial cuantitativamente; la desviación lo sería


cualitativamente. Evitemos los dos males. Estos solo se evitan con una
extremada prudencia en la conducción que dentro del Movimiento Pe-
ronista está facilitada. Y lo está por muchos años de adoctrinamiento
que tenemos los viejos, por mucha experiencia que tenemos los viejos y
los hombres maduros, por todo lo que hemos pasado y que ha dejado
una enseñanza extraordinaria. Esa experiencia no se adquiere sino ver-
daderamente en el sacrificio de las cosas que han sucedido.
Compañeros: podría decir como Martín Fierro: “les doy estos consejos,
que me ha costado adquirirlos porque deseo dirigirlos; pero no alcanza
mi ciencia para darles la prudencia que precisan pa’ seguirlos”.
Discurso ante el Congreso Nacional Justicialista
en el Teatro Cervantes, 24 de mayo de 1974

***

Mi ilustre abuelo era uno de los médicos más célebres de su tiempo,


compañero de casi todos los fundadores de la moderna medicina argen-
tina. Él sospechaba que en ese símbolo amasijo de contradicciones que
ha sido Moreira pervivía más de un enigma: el de la última resistencia
criolla a los embates de formas más progresistas. Estudió su calavera y,
posteriormente, donó sus huesos al Museo de Luján.
En Conversaciones con Juan Domingo Perón, óp. cit., p. 198

***

Soy de los que aprendieron a andar a caballo antes de caminar. Un an-


tiguo peón de mi padre, el “Chino” Magallanes, me enhorquetó en un
potro chúcaro y, luego de indicarme que me prendiera bien a las crines
del animal, lo hizo trotar de un rebencazo. […] De ese Magallanes,
verdadera reedición de don Segundo Sombra, que marcharía contrata-
do como capataz en la aventura patagónica de mis familiares, proviene
buena parte de la forja inicial de mi carácter.
En Conversaciones con Juan Domingo Perón, óp. cit., p. 199
428 |

Martín Fierro: sigue siendo nuestra Biblia. Justa para un pueblo que
como el argentino sigue siendo el más sensible de la tierra. Lo sé de
memoria y le hago caso en todos los consejos.
“Esbozos, retratos y frases favoritas” (en Conversaciones
con Juan Domingo Perón, óp. cit., p. 220)
| 429

Índice de obras

Poesía
No pide (Ricardo M. Otero). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
Cabecita negra (Arturo Jauretche). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
La vuelta de Martín Fierro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
(Tiberio Sincamisa [Juan Oscar Ponferrada])
Repartiendo leña… (a lo Martín Fierro) (Álvaro Lona) . . . . . . . . . . 76
La sombra de Martín Fierro (el poema de la revolución) . . . . . . . . . . 78
(Jorge del Campo [Jorge Dirceo Ibáñez])
El clásico presidencial (milonga criolla) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
(Francisco Norberto Bianco)
Perón en la colorada (Francisco Norberto Bianco). . . . . . . . . . . . . . . 98
Festejando el triunfo (Francisco Norberto Bianco) . . . . . . . . . . . . . . 99
La promesa de Perón (Francisco Norberto Bianco) . . . . . . . . . . . . . . 101
Argentino hasta la muerte (Francisco Norberto Bianco) . . . . . . . . . . 102
Versos de un payador al General Juan Perón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104
(Homero Manzi)
Saludos de payador a Doña Eva Perón (Homero Manzi) . . . . . . . . . . 106
Frente al hombre (Evaristo Barrios) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
Perón, el vaticinio de Martín Fierro (Eneas Garcán . . . . . . . . . . . . . . 110
[Nicanor García Rodríguez y Alcides Cano])
Versos al Héroe de la Pampa: el Gaucho . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127
(Alcides Atilio Cano)
La releción (Zoilo Laguna [Enrique Olmedo]) . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
Sargento Miguel Farina (Zoilo Laguna [Enrique Olmedo]) . . . . . . . . 130
Sencilla payada (V. de G.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
Rezo gaucho (A. P. y G.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
Un pobre paisano… (H. B. de Saldungaray) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
Un “crioyo” (J. P.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
El ritrato (Zoilo Laguna [Enrique Olmedo]) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
Plegaria coya (J. I.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134
En nombre de los reseros… (Feliciano Garay). . . . . . . . . . . . . . . . . . 135
430 |

La pena del Chango (Alberto D. Soria) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136


El Líder (Eduardo Reynoso) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
El Descamisado (Eduardo Reynoso) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 140
Trabajador rural (Eduardo Reynoso) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143
¡Alpargatas sí, libros no! (Según así dijeron algunos que se dijo . . . . . 144
(Eduardo Reynoso)
Braden (Eduardo Reynoso) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146
Fiesta del pueblo (Primero de mayo de 1950) . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147
(Claudio Martínez Payva)
Martín Pueblo (Pedro Maglione Jaimes) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159
Cielito de Juan Perón (Graciela Albornoz de Videla) . . . . . . . . . . . . 175
¡La pucha mi General! (Zoilo Laguna [Enrique Olmedo]) . . . . . . . . 175
Juncionario (Zoilo Laguna [Enrique Olmedo]) . . . . . . . . . . . . . . . . 178
Canto a Evita (Arturo Veliz Díaz) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 182
El coronel arrestao (Zoilo Laguna [Enrique Olmedo]) . . . . . . . . . . . 183
Eva Perón (Luis Estrella) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 186
Sección “Al compás de la vigüela” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187
Vea Sargento (Claudio Martínez Payva) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 192
Así no más, de montao (Claudio Martínez Payva) . . . . . . . . . . . . . . . 194
De mano propia (Claudio Martínez Payva) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 196
Tienda y pulpería (Claudio Martínez Payva) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199
Fantasmas pueblerinos (Claudio Martínez Payva) . . . . . . . . . . . . . . . 201
Se vienen las votaciones (Zoilo Laguna [Enrique Olmedo]) . . . . . . . 205
Juan Perón. En el aniversario de un día venturoso para . . . . . . . . . . . 209
la Patria: el de su nacimiento (8/10/54)
(Zoilo Laguna [Enrique Olmedo])
Romance de Perón el Conductor (L. A. G. H.) . . . . . . . . . . . . . . . . 212
¡Apretate el cinturón! (Trigemino). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 214
Volvieron los caranchos (Nicanor García Rodríguez) . . . . . . . . . . . . 215
El poema de Juan Guerrillero (Juan Guerrillero . . . . . . . . . . . . . . . . 217
[José María Castiñeira de Dios])
Romance por la muerte del General Valle . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219
(Juan Montiel [Fermín Chávez])
| 431

Cielito del evocar (Anónimo) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 221


Millones de cabecitas (Miguel Tejada). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 221
Juan Moreno (Poema gauchipolítico de actualidad). . . . . . . . . . . . . . 222
(Luis Eduardo Lescano)
Al compañero Hugo del Carril (Martín Castro) . . . . . . . . . . . . . . . . 254
Décimas para la Patria Nueva (Carlos M. Berazategui) . . . . . . . . . . . 255
Cielito para Perón (Julio Héctor Meirana) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 256
Martín Fierro y nosotros los trabajadores argentinos . . . . . . . . . . . . . 257
(Miguel Tejada)
La güelta de Juancho . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 283
(Facundo de los Llanos [Enrique Olmedo])
La vuelta de Juan Domingo. Romance que no es pa’ gringos. . . . . . . 292
(El Martín Fierro peronista) (Fiorangel del Giudice)
Verdades de Don Florindo (Fiorangel del Giudice) . . . . . . . . . . . . . . 316
A Don Arturo Lewinger, peronista y montonero . . . . . . . . . . . . . . . . 320
(Francisco Urondo)

Relatos
El pobre peón (Adolfo Díez Gómez) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 325
El gaucho (Adolfo Díez Gómez) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 329
Mientras dura un cimarrón (el momento político) . . . . . . . . . . . . . . 333
(Rudecindo Lucero)
El labrador vagabundo (Vicente Trípoli) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 339
El incendio (Américo Barrios [Luis María Albamonte]) . . . . . . . . . . 346

Otros textos
Proyección social del Martín Fierro (Horacio Rega Molina) . . . . . . . 353
Prólogo a La Patria en marcha (Cantos a la Nueva Argentina) . . . . . . 373
de Eduardo Reynoso (Pedro de Paoli)
Reseña a Fiesta del pueblo de Claudio Martínez Payva . . . . . . . . . . . . 374
(Anónimo)
El lenguaje popular de Perón (Carlos Abregú Virreira) . . . . . . . . . . . 376
Presencia de Martín Fierro (Miguel Tejada). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 384
Carta de Enrique Olmedo a Felipe Romeo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 401
432 |
| 433

Anexo de
Imágenes
434 |
AFICHES

A excepción de “Perón cumple. Ya son nuestros”, el resto de los afiches fueron


extraídos de Raquel Quintana y Raúl Manrupe, Afiches del peronismo 1945-1955,
Sáenz Peña, Universidad Nacional de Tres de Febrero, 2016.
Gaspar Besares| Soraire,
435 ca. 1946.
436 |

Juan Lamela, 1947.


Héctor Alfonsín, 1948.
| 437
438 | Autor desconocido, 1948.
Imagen del Instituto Nacional Juan Domingo Perón.
Héctor| Alfonsín,
439 1953.
Héctor Alfonsín, 1953.
440 |
Aristo Téllez, s. f.
| 441
Aristo Téllez, s. f.
442 |
Gaspar Besares
| 443Soraire, s. f.
PROPAGANDAS
444 |

EN REVISTAS
Mundo Agrario, nro. 3, agosto de 1949, p. 66.
| 445
Mundo Agrario, nro. 9, febrero de 1950, p. 44.
446 |
| 447

Sexto Continente, nro. 5, septiembre de 1950, p. 3.


448 |

Mundo Atómico, nro. 1, septiembre-octubre de 1950, p. 3.


| 449

Mundo Atómico, nro. 1, septiembre-octubre de 1950, p. 5.


450 |
Mundo Atómico, nro. 1,
septiembre-octubre de 1950, p. 99.
| 451
Almanaque del Ministerio Agricultura
y Ganadería 1951-1952, 1951, p. 2.
452 |

Almanaque del Ministerio Agricultura y Ganadería 1951-1952, 1951, p. 449.


| 453

Mundo Atómico, nro. 5, tercer trimestre de 1951, p. 2.


454 |

Mundo Atómico, nro. 8, segundo trimestre de 1952, p. 102.


| 455

Mundo Atómico, nro. 18, cuarto trimestre de 1954, p. 106.


ILUSTRACIONES EN
456 |

PERIÓDICOS Y LIBROS
| 457

Descamisada, nro. 1, 22 de enero de 1946.


458 ||

Descamisada, nro. 3, 6 de febrero de 1946, p. 14.

Descamisada, nro. 5, 20 de febrero de 1946, p. 9.


|| 459

Descamisada, nro. 4, 13 de febrero de 1946, p. 18.

Descamisada, nro. 13, 17 de abril de 1946, p. 21


460 |

Descamisada, nro. 9, 20 de marzo de 1946, p. 19


| 461

Descamisada, nro. 23,


24 de junio de 1946, p. 16 (arriba).
Descamisada, nro. 14,
1° de mayo de 1946, p. 13 (abajo).
462 |

1. Juan Pueblo, nro. 4, 28 de junio de 1946.


Lema: “No me salgo de la huella aunque vengan
degollando – Martín Fierro”.
2. ¡Ahijuna!, nro. 1, 24 de julio de 1946.
3. ¡Ahijuna!, nro. 3, 7 de agosto de 1946.
|| 463

Descamisada, nro. 27, 8 de agosto


de 1946, portada (arriba) y
viñeta humorística de página 20 (abajo).
464 |

1. Descamisada, nro. 36,


1° de diciembre de 1947.
2. Descamisada, nro. 42,
26 de enero de 1948.
3. Descamisada, nro. 45,
27 de febrero de 1948.
| 465

1. Descamisada, nro. 60,


28 de septiembre de 1948.
2. Descamisada, nro. 64,
30 de noviembre de 1948.
3. Descamisada, nro. 65,
14 de diciembre de 1948.
466 |

1. El Hogar, nro. 2044,


17 de diciembre de 1948.
2. Almanaque del Ministerio de Agricultura
de la Nación, 1949. Ilustración de Azpiri.
| 467

La Nación Argentina. Justa, Libre, Soberana, Peuser, 1949, p 34.


468 |
| 469

La Nación Argentina. Justa, Libre, Soberana, Peuser, 1949, pp. 162-163.


470 |

La Nación Argentina. Justa, Libre, Soberana, Peuser, 1949, p. 164.


| 471

1. PBT. Alegre, política, deportiva, nro. 720,


7 de julio de 1950.

2. PBT. Alegre, política, deportiva, nro. 734,


13 de octubre de 1950, p. 19.

3. PBT. Alegre, política, deportiva, nro. 894,


6 de noviembre de 1953.
TAPAS DE LIBROS
472 |
| 473

1. Ricardo M. Otero, Sangre Gaucha.


Versos, recitados, consejos gauchos,
Buenos Aires, Imprenta La Comercial, 1945.
2. Jorge del Campo (Jorge Dirceo Ibáñez),
La sombra de Martín Fierro (el poema de la
revolución), Buenos Aires, 1947.
3. Adolfo Díez Gómez, Cuentos criollos,
Biblioteca Infantil General Perón (vol. 2),
Buenos Aires, Códex, 1948.
474 |

1. Adolfo Díez Gómez, La Argentina milagrosa,


Biblioteca Infantil General Perón (vol. 12),
Buenos Aires, Códex, 1948.
2. Horacio Rega Molina, Proyección social del Martín Fierro,
Buenos Aires, Subsecretaría de Informaciones, 1950.
3. Eneas Garcán (Nicanor García Rodríguez y
Alcides Cano), Perón, el vaticinio de Martín Fierro,
Mar del Plata, 1951.
| 475

1. Eduardo Reynoso, La Patria en marcha (Cantos a la


Nueva Argentina), Buenos Aires, 1952.
2. Claudio Martínez Payva,
Fiesta del pueblo (Primero de mayo de 1950),
Buenos Aires, Mundo Peronista, 1952.
3. Pedro Maglione Jaimes, Martín Pueblo,
Buenos Aires, Mundo Peronista, 1952.
476 |

1. Zoilo Laguna (Enrique Olmedo), ¡La pucha mi general!,


Buenos Aires, Subsecretaría de Informaciones, 1953.
2. Zoilo Laguna (Enrique Olmedo), El coronel arrestao,
Buenos Aires, Subsecretaría de Informaciones, s. f.
3. Claudio Martínez Payva, Cantos de la fe triunfante,
Buenos Aires, Biblioteca Nueva, 1954.
| 477

1. Zoilo Laguna (Enrique Olmedo), Se vienen las votaciones,


Buenos Aires, Subsecretaría de Informaciones, 1953.
2. Zoilo Laguna (Enrique Olmedo), Juan Perón. En el
aniversario de un día venturoso para la Patria: el de su
nacimiento (8/10/54), Buenos Aires, 1954.
3. Luis Eduardo Lescano, Juan Moreno
(Poema gauchipolítico de actualidad),
Rosario, Sur, 1964.
478 ||

1. Miguel Tejada, Martín Fierro y nosotros los trabajadores


argentinos, Buenos Aires, Ediciones Revista FATSA, 1972.
2. Fiorangel del Giudice, La vuelta de Juan Domingo.
Romance que no es pa’ gringos (El Martín Fierro peronista),
Buenos Aires, Judex, 1974.
3. Facundo de los Llanos (Enrique Olmedo),
La güelta de Juancho, Buenos Aires, Peña Lillo, 1974.
| 479
480 |

L a Antología gauchiperonista (1945-1975)


reúne un conjunto de textos vinculados a
la temática gauchesca que se dieron a conocer
principalmente durante el primer peronismo,
pero que además formaron parte de la
construcción de la identidad del movimiento,
en una de sus aristas no siempre recordada.
La presente investigación comprueba que el
gauchiperonismo fue una impronta estético-
política prolífica que llegó a extenderse
incluso hasta la tercera presidencia de Perón,
acompañando cada una de las etapas del
peronismo hasta 1975. Toda una plataforma
de enunciación que no fue ajena a las disputas
internas del movimiento que se agudizarían en
la década del setenta.

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