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VAMOS A CALENTAR EL SOL

TERCERA PARTE: “Mi sapo - cururú”

Capítulo 1: “La casa nueva, el garaje y doña Sevéruba”

Zezé y su flia se mudaron de casa, a una casona enorme en Petrópolis, Natal.

El perro Tulu se recuperó y corría como cualquier perro que nunca había sido atropellado.

En el garaje de la nueva casa, Zezé encuentra una pila de neumáticos desinflados y un


inflador. Se propuso que todos los días inflaría neumáticos y así haría ejercicio.

Adán le puso nombre a la bomba: “doña Celeste”. Zezé llamó “doña Maneca” al garaje.

Las cosas mejoraban con su padre. Incluso tuvieron una corta conversación.

Zezé le enseñó a Tulu a caminar sobre la pared.

Los vecinos de la izquierda eran un matrimonio con una hija y del otro lado vivía una inglesa
con un carácter horrible, llamada “doña Sevéruba”. Es muy egoísta. En su patio posee
muchas guayabas rojas y Zezé robó algunas. Las robó con una punta y un clavo, una por una.

A Zezé le gustaban mucho los circos. Imaginaba que participaba en uno con trapecios y
muchas otras cosas.

El árbol de Zezé se llamaba “doña Gustava” y el perro de doña Sevéruba se llamaba León.

Zezé miraba con impaciencia a su vecina que no arrancaba el mamón ya maduro. Entonces, a
la noche se escapó y lo robó. Al día siguiente doña Sevéruba estaba muy enojada, furiosa.
De noche Zezé se comió el mamón.

La “Vocecita” (conciencia) lo incitó a que deje las cáscaras en el patio de la vecina y así
armaría un gran lío. Adán no lo pudo convencer de lo contrario pero de todas maneras nadie
se enteró que él fue el culpable.

Capítulo 2: “El bosque de Manuel Machado”

Maurice, Fayolle y Adán estaban disconformes con la idea de que Zezé trabaje en un circo
por lo que decidió desistir de esa idea.

La vocecita acarreó a Zezé hacia el bosque de Manuel Machado que “lo atraía como un
imán”. Fue (incluso cuando ya era de noche) varias veces. Además, le habló acerca de las
almas de otro mundo y de volverse una de ellas. Lo hizo hacer que parezca que hay un alma
en el bosque, gimiendo muy feo.

Todos comentaban los gemidos oídos. Todos tenían miedo. Fayolle tiene sospechas de Zezé
y éste le miente negando su culpabilidad.
Una noche, Dadada descubre a Zezé en el bosque y se da cuenta de que él había hecho
todo. Fue la última noche porque Dadada le hizo jurar que nunca más lo haría.

Capítulo 3: “Mi corazón se llamaba Adán”

Maurice estaba muy ocupado y no tenía mucho tiempo para ir a ver a Zezé.

De pronto, una noche se aparece Adán fuera del corazón de Zezé, debajo de la cama y con
una valija. Se va a ir porque su misión ya se cumplió: Zezé ahora es un niño decidido y sin
miedos. Aprendió a defenderse. Zezé se entristece mucho. Se va a ir a algún lugar que
Zezé no conozca, para que nunca lo pueda hallar.

Cuando se va, parecía todo un sueño. Zezé se despierta agitado, pero no había sido un
sueño. Llega Maurice y Zezé le cuenta todo lo sucedido. Maurice además le dice que se irá
cuando Zezé descubra el amor, y para eso le dice que falta bastante todavía.

Capítulo 4: “Amor”

Zezé tiene casi 15 años y ese mismo año terminaba el bachillerato y se iba a Río.

Zezé se enamora de Dolores, su vecina. Era blanca, de ojos castaños, con los cabellos
rizados y rubios. La amaba. Su padre trabajaba en el Banco de Brasil y lo trasladarían a
Fortaleza, por lo que ella se quedaría solo unos días más y luego partiría hacia Ceará.

Zezé le propone a Dadada que planche en el garaje y que si, mientras él estaba con Dolores,
venía su madre, ella avise cantando.

A Dolores le gustaba Clark Gable (un artista que no se parecía en nada a Zezé) y para
vengarse Zezé le dijo que a él le gustaba Kay Francis (una artista elegante, pero muy vieja).

Zezé llama a su hermana “Piraña” porque es muy mala. Ella odia a Dolores, la critica mucho.

Cuando pasa el tranvía, Zezé y su familia esconden los rosarios (cuando están orando) para
no interrumpir ese momento de paz.

Dolores patinaba por la vereda y Zezé la miraba por la ventana. A ella no le gustaba Tarzán,
porque ella no se parece a Jane (la novia).

Zezé espera con ansias ver a Maurice para contarle de su nuevo amor.

Capítulo 5: “Piraña del amor divino”

Los Hermanos se iban de retiro a Recife, pero Fayolle le dice a Zezé que ese año se haría
más tarde. Le pide que le cuente todo. Entonces Zezé le cuenta que ahora le dan más
permiso para ir a la playa y le cuenta de Dolores, el gran amor de su vida.

El Hermano Luis le cuenta a Zezé que 3 hermanos se han ido del colegio: los Hermanos
Gonzalo y Antonio se fueron (para siempre) y el Hermano Manuel fue trasladado a Maceió
(los hermanos hacen votos de castidad, obediencia y pobreza).
Zezé cuenta a los hermanos que la situación en su casa ha mejorado y que ahora fuma (a
escondidas).

Zezé, antes de Dolores, cuando era más pequeño, había estado enamorado de 2 niñas más:
María de Lourdes (flaquita que daba pena) y Valdivia (gorducha, revolviendo ojos todo el
tiempo).

Zezé le cuenta a Fayolle que Adán se fue de su corazón. Además le confiesa su culpabilidad
por lo de las almas del bosque de Manuel Machado.

Sólo faltan 14 días para la partida de Dolores. Zezé se preocupa mucho.

Capítulo 6: “La estrella, el barco y la nostalgia”

Faltan 3 días para la partida de Dolores y hubo un hecho estremecedor. Dadada comenzó a
cantar lentamente la canción de alerta, y como Zezé y Dolores no la escucharon, y la piraña
se acercaba a la ventaba cantó una canción casi gritando, pero era ofensiva. La piraña la
retó mucho y la amenazó con contar todo.

Lamentablemente, los padres de Zezé se enteraron de todo lo que sucedía con Dolores. No
podría ir al huerto hasta que Dolores se haya ido, lo dejarían ir a la playa porque no tendría
tentaciones allí, podría dar unas vueltas antes de comer y después de cenar no sacaría un
pie fuera de la casa.

Los padres de Dolores también la castigaron duramente. La habían abofeteado y algunas


otras cosas más duras, hasta la partida se quedaría encerrada en su habitación y solo
saldría para comer e ir al baño. Antes de ir a dormir, tenía que quedarse arrodillada con una
silla en la cabeza.

Y a Dadada le prohibieron charlar con la sirvienta de la casa vecina.

Zezé nunca más vio a Dolores. Pero siempre supo que nunca la olvidaría, y tampoco ella a él.

El Padre Monte le había enseñado algunas constelaciones.

Capítulo 7: “Partir”

Con todo lo que implicaba ser adolescente, las notas de Zezé se redujeron, y a duras penas
llegó al 2º lugar de la clase.

Zezé todavía no sabe lo que hará en su futuro, si estudiará medicina, abogacía o qué.
Tarcisio estudiará abogacía.

De pronto, empezó a hacerse amigo de su padre y de su casa. Comenzó a comprender lo


difícil de criar un niño como él.

Maurice volvió y le dijo que lo salude, que aunque sea un adulto siempre lo salude con un
beso. Él había estado muy ocupado con muchos contratos y no había podido volver.
Zezé le cuenta todo: que las cosas mejoraron en casa, que Fayolle sigue siendo una buena
persona, que se enamoró de Dolores y que fuma (1/2 paquete por día).

Pero Maurice le dice que el también debe partir, así como Adán lo hizo. Porque el le había
dicho que cuando Zezé descubra el amor se iría. El niño lo descubrió, con Dolores. Maurice
se despidió y partió.

Sucedió algo hermoso para Zezé: su padre le dio por primera vez las buenas noches

Capítulo 8: “El viaje”

La graduación de Zezé sería una verdadera celebración. Sería el 23/11 en el Teatro Carlos
Gomes e iría el gobernador Rafael Fernandes. Pero estalló la revolución e 1935. Hubo
ataques, bombas, ametralladoras. Duró 5 días de puro pánico. Incluso buscaron al padre de
Zezé para llevarlo a curar heridos.

En la noche llovían las balas. Cuando los revolucionarios se fueron al interior del Estado
Zezé pudo salir de la casa vecina al teatro en la que se había estado alojando.

En su casa había una cerradura rota y un vidrio de la terraza. Lo 1º que hizo fue ir a nadar.
Pero se tardó mucho, y ya era casi mediodía cuando regresó. Se llevó una reprimenda muy
grande.

La ciudad volvió a su calma normal.

Zezé fue a ver a Fayolle antes de su retiro a Recife. Zezé le cuenta que en menos de 15
días va a viajar hacia el Sur en el “Itahité”. Fayolle le dice que va a atrasar su retiro para
poder ir a despedirlo.

Isaura (Dadada) también partió. Pidió su cuenta y se fue de la casa.

Zezé comienza a recordar todos los buenos momentos vividos.

Fue con su padre al barco un rato. Cuando sonó la sirena, Zezé se despidió de todos,
especialmente de Fayolle. Y se alejó cada vez más hasta que no vio a nadie más.

Último capítulo: Mi sapo - cururú

Zezé se encuentra en el bar del Museo de Arte Moderno tomando whisky. Estaba en la
ciudad de San Pablo. De repente apareció María, la hija del intendente. Se sentó con él y
pidió su whisky favorito. Había otras personas en la mesa.

Zezé es escritor ahora. María le cuenta que va a ir a una Radio a ver el único espectáculo de
Maurice Chevalier. Ese nombre le recordó algo a la infancia a Zezé.

María lo invita y él acepta. Incluso, al terminar el espectáculo, Zezé se conmueve mucho. Y


María lo conmueve más al invitarlo a conocer a Maurice.

Pero Maurice no lo conocía y sólo lo saludo como a una persona más. No estaba enterado que
había sido el padre de Zezé.
Zezé escucha voces mientras camina, pensante. Escucha a Adán, a Maurice y a Fayolle.

Zezé hizo un viaje a Natal a visitar su familia y de allí le escribió una carta a Fayolle. Había
recibido una respuesta de Fayolle en la que le decía que estaba enfermo en Fortaleza. Lo
fue a visitar y él estaba muy decaído.

Zezé recuerda a Adán, y quiere saber cómo calentar el sol nuevamente. Le empieza a
cantar…

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