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Procesamiento de la actividad motora SISTEMA EXTRAPIRAMIDAL

La ejecución de los movimientos involuntarios y los automatismos motores está regulada por el
sistema extrapiramidal que, a diferencia del sistema piramidal no se inicia en la corteza cerebral
sino en diversas estructuras situadas en el interior del cerebro.

Aquí se originan las fibras nerviosas que se conectan con las


neuronas motoras inferiores.

Recibe el nombre de sistema extrapiramidal porque sus tractos


nerviosos no atraviesan por las pirámides del bulbo raquídeo.

El sistema extrapiramidal regula actividades como marcha,


postura, tono muscular, nivel de alerta y conductas instintivas
como micción, defecación y cópula, estando formado por cinco
tractos nerviosos: Tracto rubroespinal - Tracto tectoespinal
Tracto vestibuloespinal - Tracto retículo-espinal
Tracto olivoespinal.
Tracto tectoespinal:
Tracto rubroespinal: También tiene un origen mesencefálico y tras decusarse
Se inicia en el núcleo rojo del mesencéfalo y decusa finaliza en la región cervical y en la región dorsal.
inmediatamente finalizando en la zona media de la médula Es responsable del control de giro de la cabeza ante estímulos
espinal. auditivos o visuales.
Tracto vestibuloespinal: Tracto retículo-espinal:
Se inicia en el núcleo vestibular externo, denominado Núcleo de Se origina en los núcleos de la formación reticular situados
Deiters, situado en la parte anterior del bulbo raquídeo y en la protuberancia y se encarga de regular los
desciende sin cruzarse, controlando los músculos que regulan la
postura y el equilibrio.
movimientos automáticos de la locomoción.
Tracto olivoespinal.
Se origina en el núcleo olivar inferior y es responsable de
la coordinación de los movimientos de la cabeza, el
cuello y los miembros superiores del lado opuesto del
cuerpo.

Numerosas estructuras encefálicas colaboran con el


sistema extrapiramidal facilitando el ajuste fluido de los
movimientos: ganglios basales, subtálamo, núcleo rojo,
núcleo de Deiters, sustancia negra del tronco cerebral y
cerebelo.

La lesión del sistema extrapiramidal no provoca parálisis,


aunque produce distintas alteraciones psicomotoras
como corea, balismo, tics, temblores o ataxia.

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