A QUIEN NO LE GUSTA ESCUCHAR UN CHISTE

¿A quién no le gusta contar (y oír) un buen chiste corto? A algunos, tipos curtidos en mil
batallas cómicas, les encantan los chistes de humor negro no aptos para todos los públicos;
otros en cambio nunca le hacen ascos a una buena ración de chistes verdes picantes y de sexo;
no nos olvidemos tampoco de aquellos de mente rápida y despierta a los que siempre puedes
conquistar con una sesión de chistes inteligentes e ingeniosos; y un último capítulo merecen
los chistes para niños cortos y fáciles... si es que alguna vez consigues que levanten la vista de
sus iPads y te hagan puñetero caso por un segundo.

Pero la duda nos surge cuando, aunque tengamos claro que nos gustan los buenos chistes
cortos (para no olvidarte del final por el camino) y graciosos (para que la risa esté asegurada),
nos toca diferenciar los chistes malos cortos y fáciles de recordar que ya hemos tratado de
recopilar para que no queden en el olvido en el tecnológico siglo XXI y los chistes cortos
buenos. "Bueno, tú sabrás diferenciar un chiste corto malo de uno bueno, no me cabe duda",
fue la respuesta del redactor jefe de esta cabecera cuando le fue trasladada esta legítima
cuestión.