Las calles y su abandono con la basura.

Las carreteras sufren de falta de mantenimiento

y limpieza. La basura se alinea en las aceras y alcantarillas, acumulándose en
montones. Envoltorios, latas, botellas y escombros hasta donde alcanza la vista, sin un
bote de basura a la vista. El desprecio por el saneamiento público apunta a problemas
más importantes: falta de ética cívico, insuficiente presupuestos municipales ajustados.
Sin embargo, se puede encontrar esperanza incluso en los detritos. Los organizadores
comunitarios organizan campañas de limpieza para recuperar sus vecindarios. Los
ciudadanos preocupados se encargan de recoger a sus vecinos indiferentes. A partir del
abandono y el desorden, se forjan lazos y se construyen relaciones sobre el objetivo
compartido de un espacio más limpio y habitable para todos. La belleza vive en los
pequeños actos de servicio que transforman un lugar. Juntos, paso a paso, se
recuperan las calles, nuestro objetivo general es que tomemos conciencia de todo lo
malo que está pasando con las toneladas de basura que notros mismos como
ciudadanos hacemos lo mínimo que podríamos hacer es recliacr nuestra basura,
separarlos por contenedores y siempre ponerlo tirarár la basura en su lugar.