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res BEVOGIONAMES CLASICOS = S = Pitas cnaronace se onsaceaitaraiea aan mA ye lecturas escogidas de varios recon tales t Tn ACLU Rosie DIETRICH BONHOEFFER o Aen nd STANLEY JONES PIU asa JUAN CALVINO. Cen LoS aera DEVOCIONALES CLASICOS A EDIT POR nee RIGHARD FOSTER & BRYAN SMITH DEVOCIONALES CLASICOS 780811 HM) ie 0074 Lecturas escogidas para el estudio individual y de grupo Richard J. Foster James Bryan Smith editores EDITORIAL MUNDO HISPANO EDITORIAL MUNDO HISPANO 7000 Alabama Street, El Paso, Texas 79904, EE. UU. de A. wwweditorialmundohispano.org Nuestra pasién: Comunicar el mensaje de Jesueristo y. fa formacién de diseipulos por medios impresos y electrsnicos. Devocionalesclisics. © Copyright 2004, Editorial Mundo Hispano. 7000 Alabama Swet, F Paso, Texas 79904, Estados Unidos de América. Traducido y publicado con permiso. Todos los derechos reservados. Prohibida su reproduccién o transmisién ‘oral o parcial, por cualquier medio, sin el permiso escrito de los publicadores. Publicado originalmente en inglés por Renovaré, Inc, bajo el titulo Devotional Classic: Selected Reading for Individuals and Groups, © copyright 1993, por Renovaté, Inc. Para informacién: Harper Collins Publisher, 10 East 53rd Stree, New York, NY 10022, Las cits biblicas han sido tomadas de la Santa Biblia: Versién Reina-Valera, Accualizada, © Copyzight 1999, Editorial Mundo Hispano. Usada con permiso Copyright © 1993 by Renovaté, Inc. Originally published in the U. S.A. by HarperSanFrancisco under the tide Devotional Classics, copyright © 1993 by Renovaré, Inc. Traductor: José Septién Disefio de la portada: Carlos Aguilar Ediciones: 2005, 2006, 2015 Clasificacién Decimal Dewey: 242.8 ‘Tema: Devocionales ISBN: 978-0-311-40074-4 EMH Nem. 40074 2M 215 Impreso en Colombia Printed in Colombia A CAROLYNN FOSTER y MEGHAN SMITH anuestras amadas esposas, compatteras fieles Ly mejores amigas, PRESENTACION DE LA OBRA EN ESPANOL Editorial Mundo Hispano/Casa Bautista de Publicaciones procu- 1 publicar recursos que ayuden en la profundizacién de la vida ctistiana. En un esfuerzo conjunto con Visién Mundial ponemos en sus manos una herramienta de crecimiento devocional que sin dduda seré de mucho provecho. Por veinte siglos los cristianos hemos luchado, en nuestras ropias experiencias, por buscar una relacién ms intima y enriquecedora con nuestro Dios. Cada uno partimos de nuestra experiencia personal. DEVOCIONALES CLASICOS cs un resumen de esta brisqueda. Por estar basado en la experiencia de cada uno y en ciettos contextos especificos, las opiniones de los autores son diversas, No siempre van a coincidir con le posicién doctrinal de Editorial Mundo Hispano; seguramente muchos de ellos no coincidirén con la posicién tcoldgica sobre determinado asunto con cada lector, pero queremos insistir en ponerlos en sus ‘manos para que seamos mujeres y hombres sabios que podamos discernir y tomar ventaja de estas experiencias para aplicarlas a nuestra vida, en la situaciéin en que cada lector vive su cristianis- mo, haciendo un lado los prejuicios sobre determinadas posi- ciones doctrinal y legando 2 la mujee u hombre en bxisqueda de una relacién vigorosa con Dios. en mes uerdo que DEVOCIONALES CLASICOS sea una erramienca Gel, para ser usada en manera personal o en grupos de estudio y meditacién, La gran canidad de libros citadow, los hhemos dejado con sus ttulos en inglés, salvo los escrcos original- mente en espatiol, y uno que otro que es de Facil acceso a nuestros Tectores de habla espafiola. Experamos que luego del uso adecuado del libro, cada uno hhaya encontrado.al menos un elemento que le ayude a crecer hasta Hegar a “la medida de la estarura de la plenitud de Los editores. CONTENIDO v Introduccién 7 Preparacién para la vida espititual 11 C. 8. Lewis: Entregar todo a Cristo 13 Dallas Willard: El costo de no ser un discfpulo 20 Jonathan Edwards: Compromiso del corazn 27 Francisco de Seles: Una devocién verdadera 35 Juan de la Cruz: La purificacién del alma 43 Bernardo de Claraval: Los cuatro grados del amor 51 Francois Fénclon: Una voluntad indivisible 59 Agustin de Hipona: Una rendicién completz 66 La vida de meditacién contemplativa 73 "Thomas Merton: Maneras de meditacién 75 Juliana de Norwich: La forma mds alta de oracién 83 Lancelot Andrews: Una luz. que jamés se apaga 90 El Hermano Lorenzo: Un sentido habitual dela presencia de Dios 97 Douglas V. Steere: Las fuentes internas de Ia oracién 104 Henri J. M. Nouwen: Trayendo soledad a nuestras vidas 111 George A. Burtrick: Un régimen sencillo de oracién privada 118 S@ren Kierkegaard: Orando para desear una cosa 125 Evelyn Underhill: Qué queremos decir por oracién? 132, Frank Laubach: Abriendo ventanas a Dios 140 John Baillie: Oraciones matutinas 147 Martin Lutero: Orando con fe 154 Jean-Nicholas Grou: La oracién del silencio 161 La vida virtuosa 169 Teologia Germanica: Del hombre exterior al interior 171 Gregorio de Nisa: Corriendo la carrera 179 Richard Rolle: La llama espiritual 186 Juan Calvino: Fl goro de la autonegaciin 193 Blas Pascal: Cayendo en la presuncién 200 Benito de Nursia: La escalera de la bumildad 207 ‘Tomés de Kempis:"Tratando con las tentaciones 214 William Law: Dios, la regla y la medida 221 Teresa de Avila: Esforzdndose en progresar 228 __DEVOCIONAL La vida en el poder del Espiritu 237 ‘Thomas Kelly; Convirtiéndose en un santuario sagrado de adoracién 239 Catalina de Génova: Esperando en Dios 247 George Fox: Caminando en el poder de Dios 254 Ignacio de Loyola: Movimientos producidos en el alma 261 Jean-Pierre de Caussade: El momento presente 268 Isaac Penington: Esperando el soplo del Espiritu 276 Juan Bunyan: Bjercicando el don 282 La vida compasiva 289 William Temple: El impacto de la iglesia en la sociedad 291 John Woolman: Rompiendo el yugo de opresién 298 Hannah Whitall Smith: Recobrando el goro del servicio 305 Jeremy Taylor: La gracia de la humildad 312 Elizabeth O'Connor: Tratando con el dineto 319 Juan Wesley: Amindonos unos a otros 326 Catalina de Siena: Sobreabundando en amor 333 Diettich Bonhoeffer: Cristo en la comunidad 340 La vida centrada en la Palabra 347 E, Stanley Jones: El habito de la lectura diaria de la Biblia 349 Sadhu Sundar Singh: Compartiendo el gozo con los demés 357 Francisco de Asis: Una cosecha de almas 364 Madame Jeanne Guyon: Orando la Escritura 370 Juan Criséstomo: Un sermén acerca de morie al pecado 377 Charles Spurgeon: Sermén sobre el avivamicnto espiritual 384 ‘Watchman Nee: Fvangelismo 392 Reconocimientos 399 Indices 405 INTRODUCCION Hoy en dia padecemos de la nocién poco estudiada de que las ‘cosas més recientes son mejores y verdaderas. En este libro inten- tamos oponernos a esta miopfa del dia presente. Este libro retine 52 porciones cuidadosamente escogidas de Jos Hamadlos grandes “devocionales disicos’. Es importance desde el comienzo llamar la atencién a estas dos palabras: devocional y elisico. Para muchas personas de nues- ‘ros dias la palabra devocional significa eréreo, alejado del mundo, irrelevance; para otros, implica sentimentalismo, superficialidad y una despana para enfrentar las duras realidades de la vida. Sin em- argo, lo cierto es que los verdaderos escritos devocionales no tienen nada que ver con los malentendidos modemos. Por el con- trario, étos aspiran a transformar la personalidad humana. Tocan el corazén, se dirigen a la voluntad, moldean la mente. Convocan, a una formacién radical de carfcter, inculcan hébitos santos. ‘Asimismo, la palabra clésco no goza de popularidad en nucs- tro tiempo, $i un libro es un “clésico”, inmediaramente pensamos que debe ser oscuro, dificil de leer y seguramente alejado de los asuntos modernos. Como acertadlamente apunta Mark Twain, es la clase de libro que “todo el mundo quiere que se lea pero que nadie quicte leet”. Sin embargo, lo cierto es que cuando se dice ‘que determinado escrito es un clisico, lo que se quicre decir es que mucha gente, con el paso de! tiempo, ha sacado fuerza de sus ver- ‘dades y da testimonio de su vali Cuando estas dos palabras (devocionales cldsicos) se unen, describen una clase de escrito que ha pasado la prueba del tiempo y que busca formar el alma ante Dios. Empaparse de los devocionales clisicos representa una ver- dadera ventaja. La modernidad nos hace provincianos. Pero estos cexcritos han hecho época. Han sobrevivido a las novedades del ‘mercado. Nos dan perspectiva y balance. C. S. Lewis observa: “Un libro nucvo esté todavia a prueba, y el amateur no est en posicién, de juzgaro... El nico terreno seguro es tener una norma de cris- ‘ianismno sencillo y esencial (“crstianismo puro”, como Baxter lo lamaba) que pone las controversias del momento en la perspecti- va correcta, Esta norma puede adquirirse tinicamente de los libros viejos. Es una buena regla: despucs de leer un libro nuevo, jams te permitas otro nuevo, hasta que bayas leido uno viejo entre los dos”. El libro que tiene en sus manos trata de poner a la disposi- cién del lector promedio precisamente esta “norma de crstianis ‘mo sencillo y esencial”. _DEVOCIONALES CLASICOs Hay que leer con el corazén necesario dar una palabra e instruccién acerca de la manera en que deben leerse estos clésicos devocionales. Los escritores no intencan asile répida y Fuertemente. No pretenden causar escozor «en los ofdos ni estimular sus faneastas, No prometen pasos féciles para alcanzar una santidad instanténea, no garantizan un plan para alcancar la prosperidad personal, ni una técnica infalible para Jograr tranquilidad de espiitu, Ya que estos hombres y mujeres escribieron antes del naci- rmiento de la nocién moderma de la lectura répida, no llenaban ‘cada parrafo con clichés trillados y jerga sin sentido. El resultado que cada frase estd cargada de sentido, por lo que es mejor leer- | a paso mesurado, deteniéndonos a menudo para volver a leer, pensar y experimentar las palabras hasta que logremos no sélo ‘comprendr su significado, sino ser moldeados poz sus verdades. Jean-Pierre de Caussade nos aconseja: “Lean tranguila y lenta- mente, palabra por palabra, para entrar al tema mds con el co- razén que con la mente... De cuando en cuando hagin breves pausas para dar tempo a que estas verdades fluyan por todas las artes recénditas del alma y den ocasién para la operacién del Espiritu quien, durante estas pausas sosegadas y tiempos de silente atencién, graba e imprime estas verdades celestiales en cl cora- un... Mientras mas perdure esta paz y descanso, cudnto mejor. ‘Cuando te percates de que tu mente vaga, reasume tu lectura y contintia asi, renovando frecuentemente estas mismas pausas” Hay una palabra técnica para esta clase de leceuta: Jectio di- ind, “lectura diving”, y puede que resulte itil conocerla. Esta es una clase de lectura en la que la mente desciende al corazén, y ambos son introducidos al amor y ala bondad de Dios. Hacemos mais que leer palabras; estamos buscando “la Palabra expuesta en. las palabras", pare usar la frase de Karl Barth. Nos esforzamos por ir rads allé de la informacién a la formacién, ser moldeados y for- mados por lo que leemas. Escuchamos con el corazén al santo dentro de nosotros, Esta lectura piadosa, como podriamos lla- ‘matla, nos transforma y fortalece. Cinco grandes corrientes Las lectura estin divididas en una seccién preparatoria y luego en cinco secciones teméticas: “Preparacién para la vida espirivual”, “La vida de meditacién contemplaciva’, “La vida virtuosa”, “La vida en el poder del Espiritu”, “La vida compasiva” y “La vida cen- INTRODUCCION 2 ‘ada en la Palabra’. No es un accidente que éstas siguen a las cinco grandes corrientes de la vida cristiana y a la fe que hemos identificado en RENOVARE. (RENOVARE, palabra latina que significa “hacer nuevo", es un esfuerzo tendiente a la renovacién de la iglesia de Jesucristo en todas sus multifacécicas expresiones). Estas divisiones, sin embargo, vienen después del hecho, si asi Io quiere ver. Comenzamos desarrollando primero estas lecturas en tun incento por encontrar material dil, a partir de los clisicns re- conocidos de la fe y la devoei6n, para las reuniones semanales de nuestros grupos de formacién espititual. Fue sélo mds tarde que nos dimos cuenta de lo bien que armonizaban con las cinco grandes tradiciones: contemplativa, santidad, carismética, justicia social y evangélica. ¥ de hecho estébamos sorprendidos al ver que hhabjamos escogido aproximadamente un ntimero igual de por- ‘iones de cada teadicién. Esto nos alegré porque estamos convencidas de que nevesita- mos experimentar cada una de estas tradiciones si es que quere- sof tener una visién balanceada de fe y vida. Cada una cepeesen- ta.una dimensin vital de una espiritualidad cristiana verdadera- mente universal. Desafortunadamente, aunque podemos sentir ‘nos cSmodos, aclimarados o interesados en una o dos de estas cinco ttadiciones, pocos somos fuertes en todas ellas. ‘Nos parecemos tun poco al gimnasta que sobresale en los ejer- cicias de piso, la barra de equilibrio y las barras paralelas pero no puede competir en la barra de altura y en el potto. Una persona asf simplemente no esté bien balanceada en sus habilidades gim- nisticas. De la misma manera, estamos faltos de equilibrio y dejamos de ser eficientes si sobresalimos en, digamos, evangelismo y oracién pero carecemos de santidad de vida y compasién hacia los pobres. Cada tradicién, aun nuestra favorita, nos dejard des- balanceados si eso es todo lo que conocemos. Estamos bien ba- lanceados cuando nos esforzamos por aprender de las cinco, reconocemos su importancia, y comenzamos a hacerlas parte de puescra vida. ‘Las secciones, por lo tanto, estan planeadas para ayudarle a ver bas reas de desarrollo espiritual més importantes. Pero es probable que no desee leerlasen orden. Después de leer la primera seccién sobre la preparacién para la vida espiritual, puede encon- trar provechoso saltarse varias selecciones de este libro. Si, por ejemplo, siente una carencia en el dcea de a justica social, pode empezar su lectura en la quinta seccién: “La vida compasiva’ 0 ___ DEVOCIONALES CLASICOS Quiads despues de dos o tres lecturas querré ocuparse en la vida de oracién si es asl, puede regresar ala segunda seccién: “La vida de meditacién contemplativa’. Siempre la clave seté tencr una dicta equilibrada de nutrientes espiituales. Ta caren de edie PREPARACION PARA Oftecemos ahora una nota breve acerca de la condensacién y edi- cid de estos escritos. Muchos de estos libros se escribieron en J [L.A WIDA ESPIRITUAL ‘otros siglos; y aspectos tales como el estilo literario arcaico y la Jongitud de las oraciones podrian desanimar al lector contem- pordneo. Por consiguiente, hemos abreviado oraciones y parrafos. ‘Se han cambiado los vocablos arcaicos por sus equivalentes voca- blos castcllanos modernos. Fl material se ha condensado donde hay digresiones o alusiones que corresponden a las costumbres de Jos escritores. En pocas ocasiones se ajusté cl lenguaje donde cref- mos que al hacer asi se daria realce al mensaje del escritor. En todo momento trabajamos arduamente para ser fieles al mensaje esencial del autor y seguir tanto como fuera posible el estilo original y las mismas palabras del autor. Es nuestro deseo: que la condensacién y edicién ayudarin a provocar en el lector: moderno la misma clase de repucsta que se obtuvo en aquellos que los Icycron primero. Estamos especialmente agradecidos con Lynda Graybeal por Ja edicién de nuestro trabajo editorial. Ofrecié incontables horas de labor enidadosa y dedicada para que estas palabras del pasado Pudieran hablar al presente con dlaridad y poder. FLLIE fom Op- ja 'C. S. Lewis, God in the Dock (Grand Rapids, Ml: Eerdmans, 1970), pp. 201, 202. ‘Jean-Piere de Caussade, The sarament of the Preent Moment, wad. Kitty ‘Muggeridge (San Francisco: Harper 8 Row, 1982), p. ax iiss mimeras ocho pociones nos inwodcen ab vide epi al. Note que éstas no siguen el pateén al que estamos acostumbrados hoy en dia, el darle a la gente una “iglesia baja calorias” con la esperanza de poder hablarles més adelante ace de la rendicién, el abandono y el discipulado, ;Vana esperanz Estos autores eldsicos sabfan mds y mejor. Entendian que nuest Dios no es un Dios de acomodos. Solamente un compro absoluto funcionari. ‘Todos ellos tienen una sola vor. Francisco de Sales habla tuna “devocién verdadera’, Agustin de Hipona de una “compl rendicién’, Francoise Fénelon de una “voluntad indivisa", y C, Lewis de “entregar todo a Cristo”, Jonathan Edwards nos recu da que amamos a Dios con los sentimientos asi como con ‘mente, y Bernardo de Claraval nos apremia a “amar a Dios amor a Dios” y esencialmente a “amarse a uno mismo por amor Dios”. Juan de fa Cruz nos llama al bafio purificador de la “nod oscura’, Todo esto nos equilibra y nos recuerda que la gracia, aun 5 gratuita, no es barata, como nos enseiié Dietrich Bonhod Ser discipulos de Jesucristo nos cuesta nada menos que co Como escribe Dallas Willard el costo de na ser un discipule ‘mucho més grande: “No ser diseipulo nos cuesta la paz durs nos cuesta carecer de una vida penetrada por completo por amor; por la fe, que ve todo a la luz del gobierno primordial Dios para biens por la esperanza, que se mantiene firme en las ct cunstancias més desalentadoras; por el poder, que nos capaci para hacer el bien y resists fuezas del mal. En poes pals no ser un discipulo cuesta esa abundancia de vida que Jess di que vino a ter”. ‘A.una sola vor estos autores testfican que el costo de ser discipulo es una oferta muchisimo mejor que el costo de no 4 ser uno de ellos FRAGMENTOS DE CRISTIANISMO.. ENTREGAR TODO A CRISTO == C. S. Lewis (1898—1963) PRESENTACION DEL AUTOR C. S. Lewis sera recordado como uno de Tos pensadores cristianos ‘més importantes del silo XX. Nacié en Ilanda en 1898, yla mayor parte de su vida aduita la pas6 como miembro del cuerpo docente del Magdalen College, Oxford, donde enseiié literatura medieval En 1931 fue *sorprendido por el gozo”, seatin la propia descripcion de Lewis, de su conversion al crstianismo, Como enuclito y escritor brillant, Lewis empleé sus talentos para alcanzar a miles por medio de le palabra hablaca e impresa Ely un grupo de amigos {incluyendo a J. R. R. Tolkien, ator de El sefior de los anillos) se reunjan una vez por semana para com partir sus escrtos, Durante aquellos afios Levvis produjo su famosa ‘obra Cartas a un diablo novato. A comienzos de los cuarentas dio tuna serie de charlas sobre varios temas cristianos en la radio ingle- sa, Su fama crecié en toda Gran Bretafia v se extendié a los EE. ‘UU. de A, De aquellas charlas surgi el libro Cristianismo... jy nada ‘del, una penetrante obra de apologética crstiana. Un ineontable rimero de cristianos mantfiestan que este libro es parte esencial en su viaje de fe. Si el indice de ventas fuera un indicador de la popu- laridad, entonces, C. S. Lewls, atin 30 artos después de su muctte, 8 uno de los pensadores cristianos més populares de! siglo XX. En Jos siguientes pérrafos, Lewis discute la pregunta: gser un cristiano 5 algo dificil o es algo faci? iY NADA MAS! 1. gCudnto de mi mismo debo dar? él “yo” desea se convierten en lo que La idea comin que todos tenemos antes de hacernos cristianos es es- ‘a. Tomamos como punto de partida nuestro “yo” ordinario con sus varios sdeseos @ intereses. Entonces recono- cemos que algo mas, llamese “moral dad, “conducta decente” o “el bien de la sociedad”, demanda algo de este “yo", esta ‘demanda interfiere con nuestros propios deseos. Lo que queremos decir con esto de “ser bue- nos” es satisfacer tales demandas. Al- qunos dz as comms Halo carieral podriamos llamar ‘lo malo"; y por supuesto, debemos renunciar a ellas. Otras cosas, que el “yo" no quisiera hacer, se convierten en lo que po- driamos llamar “lo bueno"; y por su- puesto que tenemos que hacerlas. Pero siempre estamos a la espera de que cuando todas las exigencias se hayan cumplido, el pobre “yo” natu- ral tenga su oportunidad, disfrute de algin tiempo para disponer de su propia vida y hacer lo que le agrada Eovatecies at eeieialieione rentiecad 4 hombre honrado que paga sus im- puestos. Los paga, pero espera gue le quede lo suficiente para vivir. Es que estamos tomando como punto de partida a nuestro “yo” natural. 2. Dos resultados Mientras pensemos de esta forma, Jo mas probable es que resulte una de estas dos cosas: o desistimos de tratar de ser buenos, o llegamos a sentirnos muy desgraciados. Porque si en reali ad estamos tratando de curmplir con todas las demandas que se imponen sobre nuestro “yo” natural, no que- dara lo suficiente para que este “yo” natural se sustente. Mientras més obe- dezcamos a nuestra conciencia, mas seré lo que ella nos exigira. Y nuestro “yo” natural, que poy tal motivo esta hambriento, acorralado y preocupa- do, se iré enojando mas y més. ‘Alfin, o dejaremos de tratar de ser buenos, © por el conirario vendremos a ser una de esas personas que, como: dicen, “viven para los dems”, pero siempre descontentas y quejumbro- sas; siempre sorprendidas de que los. demis no se den cuenta de lo que hacen, y asumiendo el papel de mar- tires. Y una vez que hemos llegado a este estado, nos convertimos en un estorbo mucho mayor para aquellos con quienes vivimos que si hubiéra- ‘mos permanecido siendo abiertamen- te egoistas. 3. Més dificil y mas facil La vida cristiana es diferente: mas dificil y més facil. Cristo. nos dice: “Dame todo. No deseo parte de tu DEVOCIONALES CLASICOS tiempo, ni parte de tu dinero, ni parte de tu trabajo, Te quiero a ti, No he venido a atormentar a tu 'yo" natural sino a darle muerte. Los acomodos no son buenos. No deseo cercenar na rama aqui y otra allé; lo que deseo es echar abajo todo el érbol No deseo hacer un arreglo en el dien- te, ni recubrirlo, sino extraerlo, En- trégame todo tu 'yo' natural; dame todos los deseos que piensas que son inocentes, asi como los que conside- ras que son malos; entrégame todo. En su lugar te daré un nuevo ‘yo. En efecto, te daré mi propio ser. Mi pro- pia voluntad seré tuya”” Esto es mas dificil y mas facil de lo que estamos tratando de hacer. Es pero que todos nos demos cuenta de que Cristo mismo algunas veces des- cribe la vida cristiana como muy diff cil, y a veces como muy facil. Dice: “Tomen su cruz”, en otras palabras, ‘es como que nos maten a golpes en tun campo de concentracién. Para luego decir: “Mi yugo es facil y ligera mi carga”. Y quiere decir ambas co- sas. Y se puede ver por qué ambas son verdad, 4. La cosa mas peligrosa Los maestros nos dirén que el ru chacho mas perezoso de la clase es el que al fin del curso escolar trabaja con mayor empefio. Esto es, sia dos muchachos se les da una proposici6n geométrica para que la resuelvan, el que esti preparado para las dificu- tades trataré de entenderla. El pere- 2030 trataré de aprenderla de memo- ria, porque por el momento esto es lo _ LEWIS: Eneregar todo a Cristo ‘que requiere menos esfuerz0. Pero seis meses més tarde, cuando se apro- ximan los examenes, el perezoso se vera pasando horas y horas de des- agradable trabajo en cosas que el otro muchacho entiende, y posiblemente goza, en unos cuantos minutos. La pereza significa a la larga mu- cho més trabajo. O veémoslo en otra forma: En una batalla, 0 en el ascen- so de una montafa, a menudo hay cosas que hay que tener agallas para Jograrlas: pero también, ala larga, es Jo menos peligroso. Si no lo hacen por cobardia, horas mas tarde se ha- llarén en peor peligro. La cobardia es ‘mas peligrosa. 5. La cosa casi imposible Y esto es lo que sucede aqui. Lo terrible, lo casi inconcebible, es entre- garle a Cristo todo nuestro ser, todos nuestros deseos y cuidados. Pero esto es mucho mas fécil de lo que en su lugar estamos tratando de hacer. Por- que lo que estamos tratando de hacer es permanecer siendo lo que llama- mos “nosotros mismos"; conservar la felicidad como nuestra meta mayor en la vida, y al mismo tiempo ser “buenos”. Estamos tratando de que nuestra mente y nuestro corazén sigan su propio camino; centrados en al dinero, en el placer o en la ambi- cién y esperando, a pesar de ello, comportarnos honrada, casia y hu- mildemente. ¥ esto es justamente lo que Cristo nos advierte que no po- demos hacer. Como é! lo dijo: no se cosechan higos de los espinos. Si sélo somos un campo cubierto de 15 maleza, no podemos producir trigo. Si lo que queremos es producir trigo, hemos de ir més alla de la superficie. El campo se ha de arar y voler a sembrar. 6. Escuchando esa otra voz Por ello el verdadero problema de la vida cristiana se presenta donde la gente por lo general no lo espera. ‘Viene en el momento mismo cuando nos despertamos por la mafiana. To- dos nuestros deseos y nuestras espe- ranzas para el dia caen sobre no- sotros como animales salvajes. Y el primer trabajo de cada mafiana con- siste simplemente en hacerlos retro- ceder; en poner atencién a esa otra voz y tomar otro punto de vista, per mitiendo que fluya otra vida més pro- Jongada, més fuerte y més tranquil Y esto es asi durante todo el dia: per- manecer firmes en contra de todas rnuestras confusiones y temores natu- rales, escapar del huracén. ‘Al principio sélo podemos hacer esto por momentos. Pero de tales cocasiones la nueva vida se esparcirg a través de nuestro sistema, porque le estaremos permitiendo a él que actiie en la parte donde nosotros sabemas que debe actuar. Esta es la diferencia que existe entre la pintura, que ape- nas se pone en la superficie, y la tin: tura, que penetra todo el tejido. El nunca habl6 en forma vage e idea- lista. Cuando dijo: “Sed perfectos’, eso fue lo que quiso decir: que habia ‘que someterse al tratamiento comple- to. Esto es dificil, pero el tipo de aco- modo que siempre estamos buscando es atin mas dificil; y en verdad hasta imposible. Para un huevo puede que sea dificil convertirse en un péjaro, pero seria mucho més dificil aprender volar siendo un huevo. Ahora so- ‘Mos como huevos. Pero no podemos permanecer siendo huevos decentes y ordinarios en forma indefinida. O salimos del eascarén o nos pucrimos. 7. La razén por la que existe la iglesia Regresemos a lo que dije antes. Esto es el todo del cristianismo. No hay nada més. Es tan facil confun- dimos. Es fécil pensar que la iglesia tiene un monién de objetivos dife- rentes: la educacion, el construir edt ficios, las misiones, el velebrar cultos. Es tan facil como pensar que el Es- tado tiene un montén de objetivos diferentes: militares, politicos, econé- ‘micos y muchisimas otras cosas més. Pero en cierta forma el asunto es més sencillo. El Estado existe simplemente para proteger y promover la felicidad ordinaria de los seres humanos en esta vida. Para que los esposos pue- dan hablar tranquilamente en sus ho- gates, para que un grupo de amigos pueda departir y entretenerse en algin lugar piblico, para que uno pueda dedicarse a la lectura 0 a cult- var su huerto sin que nadie lo per- turbe; para eso es que existe el Es tado. Y a menos que todas las leyes, Jos parlamentos, los ejércitos, los tre bunales, la policia, etc. ayuden a au- mentar, prolongar y proteger tales momentos, s6lo significaran una pér- dida de tiempo. DEVOCIONALES CLASICOS De la misma manera, la iglesia existe con el unico propésite de llevar a los hombres a Cristo, de hacerlos pequetios cristos. Si esto no es lo que esta haciendo, todas las catedrales, el cleto, las misiones, los sermones, y aun la misma Biblia seran una pérdida de tiempo. Con ningin otro propésito Dios se hizo hombre. Y aun es dudoso que todo el universo haya sido creado con algin otro propésito. En la Biblia se dive que todo el umiverso fue hecho por Cristo y que todas las cosas han de ser reunidas en él. 8. Transformandose en una parte del plan ‘Supongo que cualquiera de nosotros No puede entender como sucederd ‘sto con todo el universo. No sabemos qué vive, si alguna cosa vive, en’ los lugares que se hallan a millones de kklémetros de la Tierra. Y aun en b Tierra no sabemos cémo la expresién: “todas las cosas han de ser reunidas en él” pueda aplicarse a todas las cosas y no sélo a los hombres. Después de todo, esto era de esperarse, Se nos ha mostrado el plan sélo hasta donde tiene que ver con nosotros. Lo que se nos ha dicho es cémo los hombres pueden ser llevados a Cristo; cémo pueden llegar a ser par- te de este maravilloso presente que el joven Principe del universo desea ofrecer a su Padre: un presente, una oftenda que es él mismo; y por lo tanto, nosotros en él. Para este tinico propésito fue que fulmos creados. En la Biblia hay indicaciones extrafias y emocionantes de que cuando seamos v7 incorporados en Cristo, hay muchas pezaran a marchar mejor. La pesadi- ottas cosas que en la naturaleza em- lla habra pasado y brillaré la mafiana. PORCION BIBLICA: Lucas 14:25-33 andes multitudes iban con él, y él se voli y les dijo: “Si alguno viene a mi y no Gus a su padre, madre, mujer, hijos, hermanos, hermanas y aun su propia vida, no puede ser mi dscipulo, Y cualquiera que no toma su propia cruz y viene en pos de mi, no puede ser mi discipulo. Porque ceusl de vosotros, queriendo edificar luna torte, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después de haber puesto los cimienios y al no poderla terminar, todos los que la vean comiencen a burlarse de él, diciendo: ‘Este hombre comenz5 a eaiicar, y no puro acabar’. ;O qué rey, que sale a hacer querra contra otro rey, no se sienta primero y consulta si puede salir con diez mil al encuentro del que viene eon veinte mil? De otra manera, cuando el otro rey esté todavia lejos, le envia una emba- jada y pide condiciones de paz. Asi, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todas las cosas que posee, no puede ser mi discipulo”, PREGUNTAS PARA LA REFLEXION Las preguntas que siquen pueden emplearse para le discusion en el contexto de un grupo pequefio, o bien para la reflexion cotidiana individual 1.C. S. Lewis acenttia la necesidad de entregar a Dios todas las reas de nuestra vida. ¢Qué encuentra usted més dificil en este asunto de entregarle todo a Dios? 2. Describa cémo se sentiria si Jestis viniera a usted y le las palabras que Lewis cita en la seccién “Mas dificll y més facil” (“Cristo dice: ‘Damelo todo... 3. De acuerdo con Lewis, el camino mas dificil que podemos tomar en la vida es el que parece més facil (p. e}., el mucha- cho que espera a que termine el semestre para prepararse jensivamente para el examen). :De qué manera su expe~ riencia confirma o niega esta afirmacion? 4. La bisqueda de la felicidad personal tratando de ser moral- mente bueno, dice Lewis, termina en frustracién. ¢Cémo llega a esta conclusion? Esta usted de acuerdo o no? 5. En Lucas 14:25-33, Jesiss aconseja a los que le seguirian ‘que “caleulen los gastos” de ser uno de sus discfpulos. {Cuén- to le ha costado a usted ser un disefpulo? DEVOCIONALES CLASICOS EJERCICIOS SUGERIDOS Los siguientes ejercicios pueden hacerse de manera indivi dlual, compartirse entre amigos o emplearse en el contexto de tun grupo pequefio. Escoja uno o més de ellos: 1. Esta semana, escriba un diario para reflexionar en una 0 més de les siguientes preguntas: a.

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