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IMPACTO DE LA ING.

QUIMICA EN LA
SOCIEDAD ACTUAL EN EL SECTOR DE MINERIA

INTRODUCCION:

El Perú es conocido como un país minero por la alta concentración de


metales en su territorio. Actualmente el 1,2% del territorio peruano
contiene unidades mineras en actividad1 . Asimismo, Perú ocupa el
segundo lugar a nivel mundial en producción de cobre y plata, y tercero en
zinc y estaño. Más del 50% de los ingresos del país por exportaciones
provienen del sector minero. Dada la importancia del sector, aunado al
interés de muchos profesionales en incursionar en la minería desde
diferentes especialidades, se ha considerado conveniente desarrollar un
estudio del sector que permita una descripción del mismo desde el punto
de vista laboral, enfocándose principalmente en las profesiones
demandadas. Se estableció como objetivo principal conocer las demandas
de las empresas del sector. Se busca también identificar brechas entre la
calidad de profesionales egresados y los demandados por ellas, de modo
que sirva de orientación para los alumnos y profesionales interesados en
desarrollarse en el sector, así como para que sirva de ayuda a los
esfuerzos de la Universidad en la preparación de alumnos que se adecúen
a las necesidades de nuestra sociedad. De acuerdo a las características
particulares de la actividad minera; la presentación aborda el tema
separando cada etapa de un proyecto minero. El lector que busque
insertarse laboralmente en el sector deberá tener en cuenta que las
etapas son determinantes en las oportunidades que se generen para su
especialidad. Se ha tomado en cuenta en la parte inicial una
caracterización amplia del sector, considerando temas generales como los
principales clientes del país en el consumo de minerales. Se sugiere al
interesado en el sector mantenerse atento a la evolución de la economía
mundial y en particular de los países clientes, como factores que incidirán
en las perspectivas de la actividad minera, y por ende la empleabilidad en
el sector en nuestro país.

La minería Moderna Promueve el Desarrollo Sostenible:

ECONOMIA:
El Perú es conocido como país minero por la alta concentración de
metales en su territorio. El 20.42%2 de su territorio está entregado en
concesión a la actividad minera, sin considerar el área ubicada en el mar
peruano. La quinta parte de las hectáreas en concesión (5 millones Ha)
pertenecen a 15 empresas mineras las cuales realizan actividades de
extracción polimetálica. Se puede observar en el cuadro N°1 que, a pesar
de que la quinta parte del territorio peruano se encuentra en concesión,
solo el 1.2% contiene unidades mineras en actividad3 . Una mejor
comprensión de estas cifras, aparentemente contradictorias, se logra si se
toma en cuenta que las concesiones se conceden por un mínimo de 100
Ha, de las cuales es común que la totalidad del terreno en concesión no
sea completamente explotable. Puede darse el caso por ejemplo, de
contener áreas arqueológicas restringidas. Además de ello, el Estado
autoriza un derecho sobre el subsuelo más no sobre la superficie, por esa
razón, si la empresa minera no llega a un acuerdo con el propietario del
terreno, aunque tenga la concesión, no le será posible explotar el
yacimiento. Otra razón radica en el hecho de que la obtención de la
concesión es el primer paso y no autoriza la explotación, para poder
explotar el yacimiento es necesario realizar otra serie de trámites. Esas
son las razones principales que explican la gran diferencia.

¿Cómo va la producción?

El reporte mensual de producción del Instituto Nacional de


Estadística e Informática (INEI) da cuenta de que en el mes de
mayo de 2022 se registró nuevamente un incremento en el PBI
peruano, esta vez de 2.3% respecto al mismo mes del año
anterior. Este aumento se produce por décimo quinto mes
consecutivo y evidencia que continúa la reanudación de
actividades económicas, en el marco de la declaración del Estado
de Emergencia Sanitaria Nacional por la presencia del COVID-19
en el país a partir de 2020. A pesar de esta recuperación, la
economía nacional viene creciendo cada vez a un menor ritmo.
Otros indicadores como el empleo estarían retomando los
niveles pre- pandemia registrados en el 2019, aunque con
menores sueldos en promedio.

De este modo, en los últimos doce meses se presenta un


incremento acumulado de 6.9% del PBI, mientras que en el
período enero-mayo de 2022 el crecimiento de PBI tiene un
avance de 3.5%.

En mayo el crecimiento estuvo sustentado en los resultados


positivos de la mayor parte de los sectores de la economía, con
excepción de minería e hidrocarburos, financiero y seguros y
pesca.
Inversión prevista
Los proyectos más grandes, en términos de inversión, que se tienen
actualmente son tres: Las Bambas, Conga y Cerro Verde. Las Bambas han
marcado un hito en la historia del Perú pues ha significado una inversión
de US$ 10,000 millones, cifra que supera lo invertido anteriormente en
cualquier otro yacimiento minero. Ese proyecto cuenta con estimados de
generar una producción anual de 450 mil TMF6 de cobre. Además de ello,
la mina produce como subproductos oro y plata, así como también
molibdeno. Solo el 10% del terreno total concesionado ha sido explorado
hasta la fecha. Tiene una vida útil estimada de 20 años, aunque es muy
probable que se extienda, dado el potencial que presenta hasta el
momento. Conga, por su parte, representa una inversión de US$ 4 800
millones. Esta mina empezará operaciones en diciembre del 2020, según
está previsto, y tendrá una producción de 680 mil onzas de oro y 54 mil
TMF de cobre al año. Por último, la ampliación de Cerro Verde empezó
operaciones en junio del presente año para lo cual ha invertido US$ 4 600
millones. Con la ampliación se espera llegar a procesar el triple de
concentrado procesado por día. Estima tener una producción anual de 272
mil TMF de cobre y contratar alrededor de 2 mil trabajadores más para
cubrir la ampliación de operaciones. En la página web del Ministerio de
Energía y Minas está disponible una lista de proyectos mineros con fechas
probables de inicio de actividades. En los siguientes cuadros se muestra el
detalle.

3. Conflictos socio ambientales:

Las actividades mineras comprenden diversas etapas, cada una de las cuales
conlleva impactos ambientales particulares. En un sentido amplio, estas etapas
serían: prospección y exploración de yacimientos, desarrollo y preparación de
las minas, explotación de las minas, tratamiento de los minerales obtenidos en
instalaciones respectivas con el objetivo de obtener productos
comercializables.

En la fase de exploración, algunas de las actividades con impacto ambiental


son la preparación de los caminos de acceso, mapeos topográficos y
geológicos, el montaje de campamentos e instalaciones auxiliares, trabajos
geofísicos, investigaciones hidrogeológicas, aperturas de zanjas y pozos de
reconocimiento, tomas de muestras.

Durante la fase de explotación, los impactos que se producen están en función


del método utilizado. En las zonas de bosque, la sola deforestación de los
suelos con la consiguiente eliminación de la vegetación --más vasta en los
casos de minas de cielo abierto-- tiene impactos a corto, mediano y largo
plazo. La deforestación no solo afecta el hábitat de cientos de especies
endémicas (muchas llevadas a la extinción), sino el mantenimiento de un flujo
constante de agua desde los bosques hacia los demás ecosistemas y centros
urbanos. La deforestación de los bosques primarios causa una rápida y fluida
escorrentía de las aguas provenientes de las lluvias, agravando las crecidas en
los periodos de lluvia debido a que el suelo no puede contener el agua como lo
hace en presencia de las masas boscosas.

Además del área perturbada por la socavación, el desgaste que las minas
provocan en la superficie por la erosión y colmatación (sedimentación del
lecho de los cursos de agua) consiguientes, se ve agravado por los montones
de residuos de roca sin valor económico (a los que se llama material estéril),
que suelen formar enormes montañas a veces más grandes que la superficie
sacrificada para la socavación.

El enorme consumo de agua que requiere la actividad minera generalmente


reduce la napa freática del lugar, llegando a secar pozos de agua y
manantiales. El agua suele terminar contaminada por el drenaje ácido, es decir
la exposición al aire y al agua de los ácidos que se forman en ciertos tipos de
mena --especialmente las sulfúricas-- como resultado de la actividad minera,
los que a su vez reaccionan con otros minerales expuestos. Se genera así un
vertido autoperpetuado de material tóxico ácido que puede continuar durante
cientos o incluso miles de años. Por otro lado, las pequeñas partículas de
metales pesados que con el tiempo pueden separarse de los residuos, se
diseminan con el viento depositándose en el suelo y los lechos de los cursos
de agua e integrándose lentamente en los tejidos de organismos vivos como
los peces.

Productos químicos peligrosos utilizados en las distintas fases de


procesamiento de los metales, como cianuro, ácidos concentrados y
compuestos alcalinos, si bien supuestamente están controlados, es moneda
corriente que terminen, de una forma u otra, en el sistema de drenaje. La
alteración y contaminación del ciclo hidrológico tiene efectos colaterales muy
graves que afectan a los ecosistemas circundantes --de manera especialmente
agravada a los bosques-- y a las personas.
La contaminación del aire puede producirse por el polvo que genera la
actividad minera, que constituye una causa grave de enfermedad,
generalmente de trastornos respiratorios de las personas y de asfixia de plantas
y árboles. Por otro lado, suele haber emanaciones de gases y vapores tóxicos,
producción de dióxido de azufre --responsable de la lluvia ácida-- por el
tratamiento de los metales, y de dióxido de carbono y metano --dos de los
principales gases de efecto invernadero causantes del cambio climático-- por
la quema de combustibles fósiles y la creación de lagos artificiales detrás de
los embalses hidroeléctricos destinados a proporcionar energía para los hornos
de fundición y las refinerías.

La actividad minera, además, consume enormes cantidades de madera para la


construcción --en el caso de las minas subterráneas--, y también como fuente
de energía en el caso de las minas con hornos de fundición a base de carbón
vegetal. También, cuando se realiza en zonas remotas, implica grandes obras
de infraestructura, como carreteras --que abren el acceso a los bosques--,
puertos, poblados mineros, desviaciones de ríos, construcción de embalses y
centrales generadoras de energía.

Tanto el ruido ensordecedor de la maquinaria utilizada en la minería como las


voladuras no son un impacto menor, ya que crean condiciones que pueden
resultar insoportables para las poblaciones locales y la fauna de los bosques.

Se aduce que la minería es vital para la industrialización, porque aporta


materias primas y fuentes de energía. No obstante, la desproporcionada
concentración de inversión actual en la búsqueda de oro y diamantes, que son
marginales para la producción industrial, dan por tierra la justificación social
del sector para sus actividades. En 2001, el 82% del oro refinado tuvo como
destino el mercado de la joyería, y vale la pena tener en cuenta que para
producir un anillo de oro, el promedio de residuos de roca generados en una
mina es de más de 3 toneladas. En Estados Unidos, la compañía Pegasus Gold
hizo desaparecer la montaña Spirit Mountain de Montana, reemplazando lo
que fuera sitio sagrado de las tribus por una mina de oro a cielo abierto.
Durante los próximos 1.000 años, el sitio seguirá destilando ácido en la
cuenca de la región.

Las distintas "fiebres del oro" a lo largo de la historia han llevado muerte y
devastación a las poblaciones locales. Desde los Sioux de Black Hills a los
aborígenes de Bendigo en Australia, la historia del oro está manchada de
sangre. Y hoy, los Yanomami y los Macuxi de la Amazonia, los Galamsey de
África Occidental y los Igorot de Filipinas, corren el mismo peligro.

La minería llega a un lugar con su promesa de generación de riquezas y


empleo, pero se cuentan en millones quienes en todo el mundo pueden dar
testimonio de los altos costos sociales que trae consigo: apropiación de las
tierras de las comunidades locales, impactos en la salud, alteración de las
relaciones sociales, destrucción de las formas de sustento y de vida de las
comunidades, desintegración social, cambios radicales y abruptos en las
culturas regionales, desplazamiento de otras actividades económicas locales
actuales y/o futuras. Todo eso aparte de las condiciones laborales peligrosas e
insalubres de ese tipo de actividad.

Puede aducirse que muchas de las comunidades afectadas han dado su


consentimiento. Pero difícilmente puede hablarse de consentimiento
informado previo genuino, ya que no tienen la oportunidad de saber
cabalmente lo que les espera cuando se les pide que pongan su firma sobre la
línea punteada al pie de un contrato. Es por eso que se reclaman mecanismos
que permitan a las comunidades indígenas y locales participar efectivamente
en los procesos decisorios, así como normas que les permitan rechazar ese
tipo de emprendimientos en sus territorios.

Si hay quienes de todas maneras desean usar oro, o bien utilizarlo para las
arreglos odontológicos o en los microcircuitos de las computadoras y
teléfonos celulares, está bien. Pero, como alguien propone: saquémoslo de
fuentes recicladas. De las 125.000 toneladas de oro extraídas de la tierra, más
de 35.000 toneladas yacen en las bóvedas de los bancos centrales. Es más, la
Reserva Federal de Estados Unidos posee 8.145 toneladas de oro,
aproximadamente el 6% de todo el oro extraído. Entonces, ¡qué mejor que
reciclarlo de las bóvedas de los bancos!
Explotación:
Uno de los especialistas en recursos humanos asegura que la diferencia
entre una mina pequeña, una mediana y una grande reside en el volumen
de producción. Por ejemplo, Antamina procesa 140 mil toneladas por día,
mientras que la planta que posee su empresa en Mala procesa 7 mil
toneladas por día. La diferencia radica en que en Antamina se explota a
atajo abierto, se procesa mayor volumen pero las leyes son más bajas, son
de menor calidad. En relación a este punto, uno de los investigadores
académicos comenta que normalmente en la sierra del país se encuentra
mineral con mayor ley, sin embargo, últimamente se extrae de otras
partes porque se han permitido leyes menores. En esta etapa las reservas
probadas son extraídas y se evalúan las reservas probables, que pueden
generar que se extienda por más tiempo la explotación. Como se comentó
anteriormente, existen dos métodos de extracción que también fueron
comentadas por el entrevistado: i. Galería (en mina subterránea). Si el
mineral está concentrado, tipo en veta10, es mejor mina subterránea.
Normalmente la ley del mineral es mayor porque hacer una mina de este
tipo es más caro. ii. Bancos (en mina a tajo abierto). Si el mineral es de
menor ley y está más diseminado es más barato explotar el cerro y
extraerlo así. Otro investigador académico añade que, luego de la
planificación del método de extracción y la construcción de la mina en sí,
el ingeniero metalurgista se encarga de diseñar el tratamiento del material
extraído para su concentración y posterior comercialización (entre los más
comunes están: flotación, lixiviación y fundición). En la comunidad se
construye la planta metalurgista hasta donde se dirige el material
concentrado para su refinación. Es necesario tomar en cuenta que, por
ejemplo, el oro se encuentra en tal condición que por cada tonelada
extraída se encuentra 1 gramo de oro o medio gramo. Esto no es
económicamente rentable y mucho menos transportar esa cantidad de
material para lo poco que se puede extraer, sobre todo tomando en
cuenta que el transporte es uno de los costos más altos. Por ello, el
ingeniero metalurgista se encarga de concentrar en lo máximo posible el
mineral para ser transportado. Desde la etapa exploradora de gabinete
hasta la del diseño de la extracción y del tratamiento del mineral extraído,
se le puede denominar Etapa de Planificación. Esta etapa puede durar
desde 5 hasta 15 años, cada mina es un caso distinto y depende de
muchos factores. Por ejemplo, en el caso de Yanacocha esta etapa duró 9
años, después de esa etapa puramente de inversión se comenzó a extraer
el mineral, es decir, inició actividades y pudo generar ingresos.
Cierre
El representante del gremio afirma que el sector minero y el de
hidrocarburos son los dos sectores económicos que están obligados
actualmente a hacer el cierre de sus actividades para no aumentar el
número de pasivos ambientales de la industria. Asimismo, se tiene
pensado establecer un plan de cierre de actividades para el sector
industrial a futuro. Para uno de los investigadores académicos
entrevistados en la etapa de cierre o concentración se realiza la
regeneración de los suelos. Este proceso puede durar entre 6 meses a 10
años, dependiendo del tamaño de la mina y la cantidad de material que
requiere neutralizar. El proceso consiste en cubrir el depósito de relaves
con geomembranas HDPE11, que son polímeros de alta densidad con una
pulgada de espesor y funcionan como aislante que evita que todo el relave
se mezcle y genere más reacción. Finalmente, se coloca encima del relave
el top soil12, y sobre esto se siembra pasto natural. Otro de los
investigadores académicos añade que el Plan de Cierre presenta tiempos
variables porque está condicionado por el tipo de roca en el que se
encuentra el mineral, unas son más simples que otras. Sin embargo, la
legislación actual pide que el plan de cierre esté incluido en la
planificación de la explotación. Desde el comienzo de una concesión
minera se tiene que prever esta etapa. Ambos investigadores concuerdan
en que, lo que se acostumbra en el Perú es cubrir la zona explotada con la
membrana impermeable. Esa primera opción se ha constituido como la
única en el país, hasta ahora. En otros países se pueden usar estos grandes
yacimientos como museos que sirven al turismo o como ayuda académica.
Por ejemplo, en la localidad de Ruhr en Alemania se ha invertido en
mostrar toda la tecnología de punta que en algún momento sirvió para
extraer minerales. Esto lo ha convertido en una obra de infraestructura
que es considerado uno de los atractivos más bellos de la zona. Por otro
lado, el tercer investigador académico entrevistado remarca que no hay
ninguna mina en el Perú que haya cerrado operaciones. Lo que hay son
cierres parciales como el de Maqui Maqui, el tajo ha sido convertido en un
reservorio de agua que, a la fecha, presenta problemas y aún no está
aprobado por el ministerio. El Ministerio de Energía y Minas (Minem) no
ha aprobado ningún cierre de mina porque para que pueda aprobarlo,
tienen que transcurrir mínimo 5 años de monitoreo post cierre y en
ninguna mina se ha hecho eso hasta ahora debido a que la legislación es
muy reciente. El especialista hace hincapié en la diferencia entre los
planes de cierre de minas y la ejecución al cierre de la mina parcial o total.
En el primero, las empresas mineras están obligadas a presentar al
ministerio un plan para, una vez aprobados, puedan explotar la mina; se
podría decir que es un paso importante previo para obtener los permisos.
Y, en el segundo caso, se hace referencia a la ejecución en sí del plan;
existe también una diferencia entre el cierre total y el cierre parcial. El
cierre es “parcial” cuando la mina no se ha cerrado sino que culminó la
explotación en esa zona, por lo tanto, esa parte ya puede ser remediada
Empleabilidad en el sector
Para poder analizar las perspectivas de empleabilidad en cuanto a las
oportunidades laborales, se toma en cuenta que la demanda por
profesionales varía con el nivel de inversiones y/o por la evolución del
precio internacional de los minerales. El lado de la oferta únicamente se
ve afectada por una mayor tasa de crecimiento del número de egresados.
Hasta la fecha se conoce que a nivel nacional son las siguientes
universidades las que enseñan: 11 Ingeniería Geológica; 25 Ingeniería de
Minas; y 10 Ingeniería Metalúrgica. Con respecto a los ingenieros
metalurgistas, la especialista en recursos humanos del sector señala que
ellos trabajan principalmente en la planta, en los laboratorios. Su empresa
tiene 7 plantas concentradoras y una planta de lixiviación, también varios
laboratorios; sin embargo, las personas que trabajan en los laboratorios
son pocas en comparación con los geólogos. La proporción aproximada es
de 1 a 3. De toda la población contratada, los geólogos representan el 5%.
En la etapa de exploración es en la que más se requieren geólogos, ahí
representan el 80% del personal. El 20% restante son administradores,
geofísicos, físicos, ambientalistas, sociólogos.
BIBLIOGRAFIA

- AROYO, Adbel 2022 Explotación de Minas Métodos para la


extracción de minerales. Consulta: 16 agosto 2021
- BANCO CENTRAL DE RESERVA DEL PERU 2016 Estadísticas: PBI
Sectorial. Consulta: mayo de 201
- MINISTERIO DE TRABAJO Y PROMOCIÓN DEL EMPLEO 2019
Principales resultados de la encuesta de demanda ocupacional en el
Sector Minería e Hidrocarburos. Lima
- “PBI en el primer trimestre: recuperación minera, pero debilidad
interna” Semana Económica. Lima, 17 de mayo. Consulta: 16 de
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- , Eduardo, José ORIHUELA y Maritza PAREDES. 2020 “Minería y
economías familiares: explorando impactos y espacios de conflicto”
Lima: Consorcio de Investigación Económica y Social

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