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Roland Barthes “La retérica antigua” sligua: Sec B.La Red” en*La aventura semioligica’ Fd. Pailbn Barcelona, 1985, Pigs 118-180 B. Lared BO.1. La exigencia de clasificacion ‘Todos lo’ tratados de la Antigiiedad, sobre todo los postaristotélicos, ‘muestran una obsesion porlaclasificacién (el término mismo de partitio oratoria lo atestigua): Ia retérica se presenta abiertamente como una clasificacién (de materiales, de regias, de partes, de géneros, de estilos). La clasificacin misma es objeto de un discurso: anuncio del plan del tratado, discusion minuciosa de laclasificacién propuesta por los prede- cesores. La pasién por Ia clasificacién parece siempre bizantina a quien to participa de ella: gpor qué discutir tan acerbamente el lugar de fa propositio, colocada unas veces al final del exordio, otras al Final de ta naratio? Sin embargo, ta mayoria de las veces, y esto es normal, la ‘opeidn taxonémica implica una opcién ideol6gica: hay siempre algo en juego al tratar el lugar de las cosas: dime cémo clasificas y te diré quién teres Es imposible adoptar, como lo haremos aqui, para fines didacticos. tuna clasificacién nica, candniea, que «olvidari> voluntariamente las rnumerosas variaciones de las que ha sido objeto el plan de la rekhne rhétoriké, sin decir una palabra, primeramente, sobre esas variaciones, B.0.2. Los puntos de partida de la clasficacin La exposicin de la retérica se ha hecho esencialmente con tres puntos de pastida diferentes (estoy simplificando): 1) Para Aristoteles el Punto de partida es la fekhie (institucion especulativa de un poder para Producir lo que puede existir 0 n0); la teklne (rhetoriké) genera cuatro tipos de operaciones, que son las partes del arte retorica (pero no las del iscurso, de la oratio): a) pisteis, el establecimiento de las «prucbase (inventte); b) taxis, la colocaciéa de esas pruebas a lo largo del discurse de acuerdo con cierto orden (dispositio): ) lexis, la formulacién verbal {(enel nivel de la oracidn) de los argumentos (elocutio):d) hupokrisis. 1a ‘ecenificacién del discurso por medio de un orador que se convierte en. a3 60 actor teatral (actio). Estas cuatro operaciones se examinan tres veces (por lo menos en lo que se reBere a la inventio): desde el punto dé vista del emisor del mensaje, desde el punto de vista de su destinatario, desde el punto de vista del mensaje mismo."* Atendiéndose a la nocién de tekhne (es un poder), el enfoque aristotélico coloca en primer lugar la estructuracién del discurso (operacion activa) y relega al segundo plano su estructura (el discurso como producto). 2) Para Cicerén, el punto de partida es la doctrina dicendi, es decir, no ya una tekhné especulativa, sino un saber ensesiado para ites practicos; la doctrind dicendi, desde el punto de vista taxonémico, genera: a) una energia, un trabajo, vis orato- ris, del que dependen las operaciones previstas por Aristoteles; 4) un producto, o si se prefiere, una forma, la oratio, a la que se refieren las partes extensivas de las que esta compuesta; c) un tema o, sise prefiere, lun contenido {un tipo de contenido), la quaestio, det cual dependen los. géneros de discursas. Es asi como se esboza cierta autonomia de la obra respecto del trabajo quella produjo. 3) Conciliador y pedagogo, Quintilia- no combina Aristételes y Cicerén; su punto de partida es ciertamente la tekkné, pero una tekhné prictica y pedagogica, no especulativa; com- prende: a/ las operaciones (de arte), que son lasde Aristételes y Cicerén; bj el operador tde artifice);c) la obra misma (de opere) (estos dos ultimos temas son comentados, pero no subdivididos). B03, El riesgd de la clasificacién: el lugar del plan Es posible situar con precision la apuesta que se arriesga mediante estas variaciones taxondmicas, por minimas que parezcan: es el lugar del lugar, de la dispositio, del orden de las partes del discurso: ga qué referirla, esta dispositio? Dos opiniones son posibles; o se considera el plan como un «poner en ardens (y no como un orden ya dado), como.un ‘cto creativo de distribucién de los materiales, en una palabra, comoun trabajo, una estructuracign. y se lo identifiea entonces con la prepara- ‘ion del discursoy6 bien 3e toma el plan en su estado de producto, de ‘estructura Fifa.y se To Teentifica entonées con la obra, la oratio;o bien es un dispatching de materiales, una distribucion, 0 bien es un casillero, ‘una forma estereotipada. En una palabra: el orden, ces activo, creador, 0 pasivo, creada? Cada opcién ha tenido sus representantes, que la han Mevado al Kimite; algunos identifican la dispositio con la probatio (descu- 18. Véase, AA. 6 brimiento de las pruebas); otros Ia vinculan con a elocutio: es una simple forma verbal. Es conocida la importancia que cobré este proble- ‘ma en el umbral de los tiempos medemos: én el siglo’ x" Ramus, violentamente antiaristotélic (la rekhné es una sofisticacién contrariaa Ja naturaleza), separa radicalmente la dispositio de la inuentio: el orden ‘es independiente del descubrimiento de los argumentos: en primer lu- gar, la busqueda de los arguments, luego su agrupamiento, llamado método, Enel siglo xvi, los golpes decisivos contra la retérica decaden- te fueron aplicados precisamente contra la codificacién del plan, de la dispositio, tal como habia terminado por concebirla una retérica del producto (y no de la produccién): Descartes descubre lacoincidencia de Ia inveneidn y del orden, no ya.en los retdricos, sino en los matematicos; y para Pascal el orden tiene un valor creativo, basta para fundar la novedad (ésta no puede surgir de un casillero ya construido, exterior y precedente): «Que no se diga que no he dicho nada nuevo: la disposicién de las materias es nueva» La elacién entre el orden de invencién (dispo- siti) y el orden de presentacion (ordo), y especialmente el alejamiento y la orientacién (contradiccién, inversion) de los dos érdenes paralelos tiene siempre, por consiguiente, un alcance teérico: es oda una concep- cid de la literatura lo que esté en juego cada vez, como atestigua el nilisis ejemplar que Poe hizo de su propio poema «El cuervos: partien- do, para escribir la obra, de lo iltimo aparentemente recibido por elector (recibido como «ornamento») a saber, el efecto melancélico del never- ‘more (e/o), para remontarse de alli hasta la invencién de a historia y de la forma métrica BOA. La maquina retérica Si, olvidando la controversia, o por lo menos optando decididamente por el punto de partida aristotélico, se suprimen de alguna manera las subclasficaciones dela retérica antigua, se obtiene una distribucion candnica de las distintas partes de la fekhm2, una red, un Arbol, © més bien una gran liana que desciende de nivel en nivel, unas veces divi diendo un elemento genérico, otras veces reuniendo las partes esparci- das. Esta red es un montaje. Uno piensa en Diderot y en fa maquina de hacer medidas: «se la puede considerar como un solo y dnico razona- rmiento, cuya conclusién eslafabricacién de la obra... Eala miquinade Diderot, 1o que se mete al comienzo es el material textl, lo que se encuentra a la salida son medias. En la «maquina» ret6rica lo que se uh a introduce al comienzo, emergiendo apenas de la afasia nativa, son los fragmentos brutos de razonamientos, hechos, un «temar; lo que se en- ‘cuenira al final es un discurso completo, estructurado, construido ente- ramente para la persuasion. B05, Las cinco partes de la tekhnd rhetoriké ‘Nuestra linea de partida estara constiruida, pues, por las diferentes operaciones madres de la tekhnd (se comprende por lo que precedé que Gdemifiearemos el orden de las partes, la disposttio, con laitekhine, no con ta oratio: es lo que hizo Aristoteles). En su maxima‘extensién, Is iekhne hetoriké comprende cinco operaciones principales; hay que insistir en fa naturateza activa, transitiva, programatica y operative de estas divisio- neo: no se trata de elementos de una estructura sino de actos de una driculacion progresiva, como bien muestra la forrna verbal (mediante verbos) de las definiciones (véase la tabla més adelante} : Las tres primeras operaciones son las mas importantes (Inuentio, ispostio, Elocutio}; cada una sustenta una red amplia y sutil de nocio- ew 9 todas han alimentado la retbrica mas allé de fa Antigitdad (sobre todo la Elocutia), Las dos uktimas (Actio y Memoria) fueron sacrificadas uy pronto, deide que la retérica dejé de versar solamente sobre los discursos orales (declamados) de abogados o estadistas, o dé «conferen: Ciantes» (género epidictico) para ocuparse casi exelusivamente de las 1, INVENTIO INVENTIO - invenire qu dicas encontrar qué decir 2, DISPOSITIO bs FTO venta disponere poner en orden lo que se ha Taxis 7 encontrado 3. BLO} HOCUTIO orpare veris agregar eFomamento elas palabras, de las figuras 6 4. AcTIO a an o Fonsbesis o8e7eetpronuntiare rectar el discurso como un 7 actor: gestos y diccién MEMORI/ -~ 5. MEMORIA jpemoriae mandare aprender de memoria cobras» (escritas). Es indudable, sin embargo, que estas dos partes pre Sentan un gran interés: la primera (Actio) porque remiteauna dramatur. gia dela palabra (es decir, aunabisteria ya un ritual) la segunda, porque postula un nivel de estereotipos, un intertextual Bijo, transmitide meca: Ficamente, Pero eomo estas dos éperaciones estan ausentes de la obra (opuesta ala ovati) y como, aun entre los antiguos, no dieron lugar 2 ninguna clasifcacin (sino solamente a breves comentarios) las elimi- aremos aqui de la maquina retoriea. Nuestro arbol, por consiguiente, Comprendera tres cepas: |) Inueruio; 2) Dispositio; 3) Elocuto, Precise- ros sin embargo que entre el concepto de Lekhné el de los tres puntos {de partida se ieterpone todavia un plano: el de los materiales «sustancia less del discurso: Rest et Verba. No pienso que haya que tradueir simple- smente por cosas y palabras. Res, dice Quintiliano, son quae significantur. } Verba: quae significant; en conclusion, en el nivel del discurso, tos Jignifieadosy los signficantes. Res es lo que ya esté comprometido con eiéntido, constituido desde el comienzo en materiales de signficacién Verbum es la forma que va ya a buscar el sentido para realizarlo. Lo que interesa es el paradigma res/verba, es la relacién, la complementarie Gad. clintereambio, nola definiciGn de cada termine. Como la Dispositio versa a la ver sobre los materiales (729) y sobre las formas discursivas Gerba), el primer punto de partida de nuestro arbol,el primer escorzo de suestra maquina tiene'que inscribirse asi: She tekhné rhévoriké te res oS verba poo YB mmventio 2, pisrostrio 3. sLoctrto 64 Bu. Lainventio B.L.1. Descubrimiento y no invericién Laiinventio remite menos a una invencién (de los argumentos) que a un descubrimieto: todo exis yuo co necesara chencontaio + una nocién més «extractiva> que «creativay, Esto se ve(corroborado por Ja designaciga de un «lugar» (la t6pica) de donde te pueden extraer los argumentos ya donde hay que irlos a buscar: la inventio es una camino (via argumentorum). Esta idea de la inventio implica dos sentimientos: Por tna parte, uita confianza muy segura en el poder de un método, de tun camino: si se arroja la red de las formas argumentativas sobre el material con una buena téenica, hay la seguridad de obtener el material para una excelente discurso; por otra parte, la conviecién de que lo espontineo, lo ametédico no rinde nada: al poder de la palabra final corresponde una nada de la palabra ariginal: el hombre no puede hablar sino ha dado a luz su palabra, y para este dar a luz hay una ‘ekhné particular, a inventio, pees B.L2 Convencer/eonmover ve De ls weno pate ds gies vi, una igi. te psclogen: cconvencer y conmover. Conmever (idem Jacere) requiere un apartado logico 0 pseudolégico que se denomina en conjunte la probato (dominio de las «prucbas+): mediante el razonamiento, se trata de introducir una violencia justa en el espiritu del oyente, cuyo caricter, las disposiciones Psicolbgicas, nose tienen entonces en cuenta: las pruebas tienen su fuerza propia. Conmover (animos impellere) consiste, por el contrario, en pensar el mensaje probatorio no en si mismo sino segin su destino, el humor de sqwien debe recibirlo, en movilizar prucbas subjetivas, morales. Descende- rFemos inicialmente e! largo camino de la probatio(comvencer), para retor- ‘nar luego al segundo término de la dicotomia que tomamos como punto de partida (conmover). Todos estos «descensose serin recogidos grificamen- te, bajo la forma de dxbol, en un anexo. BLL. Rrucbds téenicas y prucbas extratécnicas __ Pistes,dlas pruebas? Retendremos el término por costumbre, pero tiene entre nosotros una connotacién cientifica cuya ausencia misma es la que define las pistes ret6ricas. Seria mejor decir: razones convincen- tes, vias de persuasion, medios para obtener crédito, mediadores de 63 ‘confianza (fides). La divisién binaria de las pisteis es célebre; hay razones {que son ajenas ala tekhné (pisteis étekhnoi) y razones que forman parte de la técnica (pisteis éntekhnod, en latin: probationes inartificiales/ artificiales; en francés (B. Lamy): exirinseques/intrinseques (extrinsecas/ intrinsecas). Esta opgsicién,no es dificil de comprender, si tenemos presente qué es una fekhné: Una instituciOn especulativa de los medios de producir lo que puede existir 0 no, es decir, lo que no es cientifico {(necesario) ni natural. Las prucbas ajenasala fekhné son, pues, las que se cscapan ala libertad de crear el objeto contingente; se encuentran fuera Serato te operador de aelfing; son razonesinberentesala natura leza del objeto. Las pruebas que forman parte de la técnica dependen, por el contrario, del poder de raciocinio del orador.. Ba hic al B.L4, Pruebas ajenas a la tekhné {Qué poder tiene el orador sobre las prucbas dtekhno? No puede conducirlas (indueir 0 deducir); lo tinico que puede, ya que son «inertess de por si, es ordenarlas, hacerlas valer mediante una disposicién metédi- ca {Cuiles son estas pruebas? Son fragmentos de lo real que pasan directamente a la dispositio medfante un simple chacer valers, no me ante una transformacién; o tambien: son elementos del «expediente> {que no pueden inventarse (deducirse) y que son aducidos por la causa tnisma, por el cliente (nos encontramos por el momento en lo puramente iidicial), Tales pruebas dtekhnio se clasifican de la manera siguiente: 1) praciudicia, las sentencias anteriores, la jurisprudencia (el problema consiste en excitarlas sin atacarlas frontalrhente); 2)los rumores, el testi: mono pablico, el consensus de toda la ciudad; 3) las confesiones obteni das mediante torturas (lormenta, quaesita); respecto de la tortura no txiste ningun sentimiento moral, sino un sentimiento social: fa Antigic dad teconocia el derecho de torturar a los esclavos, no a los hombres libres; 4) los documentos (tabulae): contactos, acuerdos. transacciones centre particulares, hasta las relaciones forzadas (violacién, asesinato, bandidaje, afrentas); 5)el juramento ((usiurandum): es el elemento de todo un juego de combinatoria, de ura tactica, de un lenguaje: se puede sceplar, negarse a jurar, se acepta o se rechaza el juramento del otro, cicetera; 6) los testimonios (testimonia):son eseacialmente, por lo menos para Aristételes, ls testimonios nobles, procedentes de los poetas ant Juos (Soln que cits a Homero para justificar las pretensiones de Atenas ue 66 sobre Salamina), proverbios, dichos de coiiteiiporiineos; se trata més bien de «citase. ian . ane BuIlS Seatido de los dtekhnot 7 Las pruebas eextrinsecas» son del géneto jdicial los rumors y los » testimonia pueden servic para el deliberativo y para. epidjctics), pero gpresentacionss, embargo.en, no, contin: razonamienta; 5¢ (ata progede delexteriog. de (eratura estas ‘ontrado ta fad. Tal es, preeisainente, el sentido de los iekhnoi: gel Lenguaje social qué entran directamente jmados mediafte ningiina dperacign téeni- en sin ser transt a del orador,, del autor, B.i6. Praebas que forman parte de la rekind : ‘esos fragmentos del lenguaje social proporcionados directatnente, cen estado bruto (salvo en lo que se refiere a poner de relieve el valor de nig), 5 oppnen ls razonaniientos, allds si, depen tgide ecopacled del cider (pels nt@Drue).Eriebinos uiere decir aqui que €s cl producto de una précti¢ rador,,porque ' transformido en fuerza persiasiva mediante wha opera cién. giga. Estajonsracion, hablande, riguresamen idoble? induc- iba y deduccian:Las pists émtekinoi se dividén,por consiguiente, en * induccién){) el entimema (deducci6n); se induce ‘deduccién-no‘ciemtilicas, sablicade (park eI bab pee tran mediantexcjemplas 2. entimemas: 10, ¢ hacerlo (Aristelés)>Sincembargo se introdyj la, casi estbtia, una diferent de estilo, entree ejemplo y el entime- ma: el exemplum produce una persuasin mas suave, mejor apte- 67 da por el vulgo: es una fuerza luminosa, que halaga al placer que es inherente a toda comparacién; el entimema, mas poderoso, mas vigoro- so. produce una fuerza violenta, perturbadora, se beneficia con la fuerza del silogismo; lleva a cabo un verdadero rapto: es la prueba. en toda la fuerza de su pureza, de su esencia. B.L7. El exemplum El exemplum (paradeigma) es la induccién retdrica: se procede de algo particular a otra cosa particular mediante la cadena implicita de lo general: de un objeto se infere la clase, luego de esta clase se infiere. Gescendiendo en generalidad, un nuevo objeto."? El exemplum puede tener cualquier dimensién: puede ser una palabra, un hecho, un con- junto de hechos y el relato de esos hechos. Es una similitad persuasiva tun arumento por analogs: para encontrar buenos exempla hay ave tener el don de ver las analogias, como también, por supuesto, los contrarios: ® como su nombre griego indica, esta situado del lado de lo poradigmatico, de lo metaforico. Desde Aristoeles, el exemplum se Fivide en real y feticio: el ficticio se divide en parabola y /abula: to yeal cubre los ejemplos historicos, pero tambien tos mitologicos, por Gposicion no a fo imaginario sino a fo que uno inventa, la pardhola seins comparacisn breve. Ia fibula (logos), un conjunto de acciones, foto indica la naturale narrativa del exemplum, que se ampliars historicamente. B.L.8. La Bgura ejemplar: la imaro A comiengos del siglo [a.C.aparece una nueva forma de exemple! Ta encamacién de una virtud (Cicerén). Se establece un personaje ejemplar (eikén, imago) designa tn una igura: Cato illa virudum viva imago ino: «Dos lautistas que se ‘mediante un decreto del tempos habian forzadosl ex eps personas utiles, expulaadas y convocadas nucwamente, iP Ecomplurm a conirario: «Estos cuadros, estas extatuas que Marcclo devel: ‘enemigos, Verres Tas arrebataba a los aliadose (Cicerén)- Semple de pardbola, tomado de un discurso de Sécrate: no hy a3e los ‘ose hace con losatletasy los Pi 24 legit por sorteo a los magistrades, come tampoc' Totos. Wr 68 repertorio de estas wimaginess para su empleo en las escutlas de los retéricos (Valerio Maximo, bajo Tiberio: Factorum ac dictorum memora- biliu libri novern), seguido posteriormente de una redaccién en verso. Esta coleccién de figuras tiene una fortuna inmensa en la Edad Media: la poesia culta propone el canon definitivo de estos personajes, verdadero Olimpo de arquetipos que Dios colocé en la marcha de la historia: la imago vireutis incorpora a veces personajes muy secundarios, destinados 2 una fortuna inmensa, como Amiclas, el barquero que transporté a César y su fortuna de Epiro a Brindis en el curso de una tempestad (= pobreza y sobriedad);en la obra de Dante hay numerosas «imagines». EI hecho mismo de que se haya podido constituir un repertorio de exempla subrava claramente lo que podria Ilamarse la vocacién estruc tural del exemplum: es un fragmento separable, que comporta expresa- mente un sentido (retrato histérico, hagiogrifico); se comprende bien ‘asi que se pueda seguir su pista hasta la escritura a la vez discontinua y ‘legérica de la gran prensa contemporinea. Churchill, Juan XXIIT son imagines», ejemplos destinados 2 persuadimnos de que hay que ser valiente, de que hay que ser bueno. BLS. Argumenta 5 Frente al exemplum, modo persuasive mediante la induceién.esté el grupo de Ins modos por deduecién, los argumenta. Laambiguedad de la palabra argumentum resulta aqui signficativa. El sentido usual antiguo es: wma de una fabula escéniea (el argumcnto de una comedia de Plauto); 0 también: aceidn articulada (por oposicion de muthos, con junto de acciones); Para Cicerén, es a la vex «algo ficticio que habria ; podido sticeders (Io plausible) y .Evolucién signif- cativa: la sententia emigra de la inventio (del razonamiento, de la 23, Un epiquerema extendido: todo el Pro Milone de Cicerén: 1) es licito _matar a quienes nos tienden emboscadas; 2) pruebas extraidas de la ley natural del derecho de gentes, de exempla:3) hora bien, Clodio tendié una emboscada a Milén: 4) pruebas extraldas de los hechos; 5) como consecuencia, ea lielto que Milén diera muerte aClodio. 24. Laméaima (gnome, sententia) es una frmula que expresa algo general que tiene por objeto las acciones (lo que puede elegirse o desecharse; par Aristoteles, Ia cede de In grome es siempre el etkds, steniéndose en esto a su definicion del entimema a partir del contenido de las premisas; mas para los clisicos, que definian el entimema por su «truncamientor, la maxima es esencial: mente una sabreviacions (raceoureil: ~Sucede también algunas veces que se n retorica sintagmatics) a la elocutio, al estilo (Gguras de amplificacién 0 de disminucion); en la Edad Media se expande, contribuyendo a formar tun tesoro de citas sobre los temas de la sabiduris: frases, versos gnémi- ‘cos aprendidos de memoria, coleccionados, clasificados por orden alfa batico. B.1.12, Placer del entimema Como el silogismo retdrico esta hecho para el publico (y no bajo la mirada de la ciencia), las consideraciones psicologicas son pertinentes. y “Aristoteles insiste en ellas, El entimema tiene los atractivos de un enca minamiento, de un viaje: se parte de un punto que no necesita ser prabado, y desde él se va hacia otro punto que tiene necesidad de serlo, fe tiene el sentimiento agradable (por mas que proceda de un forza niento) de descubrir algo nuevo mediante una especie de contagio pratural, de capilaridad, que extiende lo conocido (lo opinable) hacia lo desconocido, Sin embargo, para producir todo su placer, este encamina: miento tiene que ser vigilado: el razonamiento no debe tomarse desde Gemasiado lejos y no hay que pasar por todas las etapas para sacar fa onclusidn: esto cansaria (el epiquerema tiene que ser usado solamente ten las grandes ocasiones), porque hay que contar con Ia ignorancia de tos oyentes (la ignorancin es precisamente esta incapacidad de deducir posendo por diferentes grados y de seguir largo tiempo un razona Friento};o mas bien, esta ignorancia hay que explotarla, haciendo sentir aloyente que ex él quien Ia hace cesar por si mismo, por su propia fuerza tnental: el entimema no es silogismo truncado por carencia, por degra tncion, sino porque hay que dejaral oyente el placer de ocuparse de todo cn la construceion del argumento: es un poco el placer que se sient pleta un casillero (eriptogramas, juegos, palabras cru de juzgar que el lenguaje es defec tunsilogismo de cuando uno com zadas). Port-Royal, aunque sin deja tuoso en comparacién come espritu~yelentimemaes un si Tenguaje~, reconoce este placer del razonamiento incompleto: sopresin [de una parte del slogismo] halags la vanidad de aquellos con quienes se habla; al dejar algo a cargo de su inteligencia y al abrevior “Tpcierven dos proposiciones en una sola proposicion: lasentencia entimemsticay (Ejemplo. «Mortal, no albergues un odio inmortal». 44 n el discurso, lo hace mas fuerte y vivaz» se ve, sin embargo, el cam! oral (por referencia & ArstOiles) el placer del entimema se “tee menos una autonomia ereadora del oyente que auna exceleacia de la concisibn, presentada triunfalmente como el signo de un exceso del pensamicnto sobre el Lenguaje (el pensamiento supera en longitud al lengusie): «Una de las principales bellezas de un discurso consiate en estar lleno de sentido y dar ocasion al espiritu para formar un pensoriento ims extenso de su expresin..« B.L.13. Las premisas entimeméticas El lugar det que partimos p: i 108 para seguir el grato camino del entimema son las premisas. Este lugar es conocido, cierto, ero no tiene Ia cert dumbre cientifica: se traig de nuestra certidumbre humana. ¢Qué tene ‘mos, pues, por cierto? 1) lo que se incluyeen los sentidos, lo que vemos y oimos: los indicios séguros, tekmeria; 2) lo que se incluye en los senti dos y sabre lo que los hombres estan generalmente de acuerdo, lo que esta establecido por las leyes, lo que ha sido incorporado a los usos (reise diosee: shay que honrar aor padres, ettters): som I verosimilitudes, eikora,o , de una manera general, lo verosimil (eik6s) 5y erred pos de scestdumbees humana, Misteles coloea ua categoria mas ligera: los sémeia, los signos (an: i . cosa que sirve para hacer conocer otra, per quod alia res intelligitur) " B.L14. El tekmerion, ef indicio segur (Belmondo segure bl sgno necesatioo también vl sigho indestructibles, el que es lo que es y no puede ser de otra manera. Una mujer ha dado a luz: es el indicio seguro (tekmerion) de que ha tend contacto con un hombre sta premise aproxima mucho ala que inaugura el silogismo cientifico, aunque no se base mé ic inaugt ; ‘mas que en.una universalidad de experiencia. Como sucede siempre que se exhuma este viejo material lio (o relic) uno se queda wrprendlo de verlo incionar con perfecta comodidad en las obras de la cultura llamada de masas, hasta el punto de que cabe preguntarse si Aristoteles no es el 25, Ejemplo de sbreviacién lograda: este verso de la Medea de Ovidio, que contin uin entimema muy elegante: «Servare pou, perdere an possi rogas? {Gehe podido conserva por lo tant te pueco perder) (Quen fs odio conser ‘ar puede perder: yo te he podido salvar, luego podria perderte) B filosofo de esta cultura y por consiguiente no funda a critica que puede tenet efecto sobre ella; estas obras, en efecto, movilizan corrientemente wCuidencias» fisicas que sirven de partida para razonamientos implicit Ton para cierta percepeién racional del desarrollo de Ia anéedota. En ‘Goldfinger hay una electrocucion en el agua: esto es comtn, no tiene vecesidad de ser fundado, es una premisa «naturals, un fekmerion en Siro lugar de la pelicula una mujer muere porque han recubierto su Guerpo con oro; aqui, es necesario saber que la pintura fabricacia a base Ge oro impide respirar y consiguientemente provoca la asfixia: como esto es raro, es necesario fundarlo (mediante una explicacién); no es, por consiguiente, un tekmerion.o por lo menos esta «desenganchador para fundarse en una certidumbre precedente (la asfixia hace mori) Es pajudable que los fekmeriano tienen, historicamente, el bello equilibrio fue Aristoteles les otorgaglo scierto> publico depende del vsabere piv, tiico,y éste varia con el fémpo y las sociedades: para volver al ejemplo de Ouintiliano (y desmentirlo) me aseguran que algunas culturas no csablecen relacién alguna entre el alumbramiento y la relaci6n sexual {el nifo duerme en el dtero de su madre, Dios To despierta) B.1.15. CEl eikés, lo verosimit El segundo tipo de «certidumnbres (humana, no cientifiea) que puede serie de premisa al gntimema es lo verosimil, nocién capital a juicio de seietételes. Es una idea general que se basa sobre el juicio que se har Tormado los hombres mediante experiencias ¢ inducciones imperfectas {Perelman propone'lamarlo lo prefribles) Enel verosimil aristoteico fey dos nicleos: Ijaidea de lo general, en a medida en que se aPone & Le dden de universal: lo universal es necesario (es el atributo de In cit tia), Ip general no es necezario; es un «generals humano, determinade si Gentiva estadisticamente por la opinién de la mayors: 2) la posibilt dad de contrariedad; es verdad que el entimema es recibido por et publica como un silogismo cierto, parece pair de una opinion en 2a¥° cae ccon la firmeza del hierrow; pero, en relacién con la ciencia, Jo Se oaimil admite lo contrario: dentro de los limites de la experiencia Jenmana yde la vida moral, que son los limites det eik6s, lo contrario no sana imposible: es imposible prever de una manera cierta (cient Sys resoluciones de un ente ire: «el que esté sano hoy verd la ) del ccasillero (de latépica) surge una idea posible, una premisa de entimema. En la Antigiiedad existié una versién pedagogica de este procecimiento: la cria (kheria), o ejercitacién «tle, era una prueba de virtuosismo impuesta alos alumnos que consistia en hacer pasar un tema por una serie de lugares: quis? quid? quibus auxiliis? cur? quomodo? (quando? Inspirandose en las t6picas antiguas, Lamy, en el siglo xvi, propone el casillero siguiente: el genero, la diferencia, la definicién, la cnumeracion de las partes, la etimologia, los «conjugadoss (se trata del Campo asociativo del radical de la palabra, la comparacién, los contra: \fios, los efectos, las causas, etcétera. Supongainos que tenemos que hacer un discurso sobre la literatura: estamos esecos» (hay motivo para extarlo), pero felizmente disponemos de la tépicade Lamy: podemos por fo menos plantearnos preguntas y tratar de responderlas: ¢a qué «Be nneror vincularemos la literatura? ;Arte? {Discurso? ;Produccién cultu: Tal Si es una cartes, gqué diferencia hay con los ottos artes? ¢Cudntas tes asignarle y cuales? (Qué nos inspira la etimologia de Ia palabra? Tou relacin con sus vecinos morfologicos (tera, liter, Leta, le ffedo, etegtera? cCon qué se encuentra la literatura en relacién de repupnancia? cel Dinero? cla Verdad?, etcétera.” Laconjunci6n ¢el casi Hero y la qa se asemeja a la del tema y los predicados, del sujeto y } sus atributos: la «t6pica atributivas tiene su apogeo en las tablas de los lulistas (ars brevis): los atributos generales son especies de loci. Se ve ccudl es el alcance del casillerotépico: las metéforas que apuntan al lugar (opes) nos lo indican suficientemente: los argumentos se ocultan, estén agazapados en regiones, profundidades, moradas, de donde bay que ‘Convocarlos, despertatlos: la Tépica es la comadrona de lo latente es una os atleros picos som estipdos, no tlenen reaction algura con a ie ee aan Re urtcors deterason den ensetianea modern, cet Free ear ee ad aun que fs seme (de edaclone, de composi a ad Perdana bela ction Cuando ceri xa, entero deque uno gecamreten 4 fimo smamen de bacharato oe igo st amo sey gue dee a icons Para un tema enti, ln open es napensabie Ba B forma que articula los contenidos y produce asi fragmentos de sentido, uunidades inteligibles. piai. tatépica:unareera fe este lia Los loci son en principio férmuilas vacias, pero estas formas tuvieron muy pronto tendencia a llenarse siempre de la misma manera, aapode- vue de contenidos, inicialmente contingentes, luego repetides, cosif ‘ados. 4 topica xe convierte en una reserva de estereotipos; de temas cor rie sfragmentos» lenos, que se colocan casi obligatoria- cemnte en el tratamiento de.todo tema. Dé ahf la ambigiiedadhistorica de In expresign lugares comunes (Lopoi Koinoi, loci communes): 1) on formes vacias comunes a todos los arguinentos (cuanto més vacias, més Comunes); #2) son estereotipos, proposiciones repetidas muchas ve- cea. La topica, reserva plena: este sentido no es el que le da Aristoteles, pero se encuentra yaen los sofistas: éstos hablan sentido la necesidad de eeryas com una tabla de temas sobre los que se habla comarunente yen oe cusles no bay que edejarse arrinconars, Esta cosificacién de la tapica prosifio gestandose regularmente, més alla de Aristteles, 8 través de los autores latinos; riunfé con la nearretérica y fue absolut. tnente general durante la Edad Media. Gurtius ha dado un cathlogo teneral de estos temas abligadiearacompaliados de au atmo 0 Bjo. Fre aquT alguns de estos lugares cosificados (en la Edad Media): 1) 1 pode a modestafingida todo orador debe declarar que estabrumado Por su tema, que es incompetente, que decir esto no <5 coqueterie eedanra (excusatio propterinfirmitatem);7” 2) topas del puer semis: ese tema magico del adolescente dotado de wna. sabjdutia perfecta o del viejo provisto de la belleza y la gracia de a juventud: 3) topos del locus aaa eres el paisaje ideal, Eliseo o Paraiso (irboles, bosauecillos, fuente Jpndera), ha proporcionado un buen mimero de «descripcioncis Tavrarian® pero el origen es judicial: toda narracién demostrativa de anertnusa obligaba al argumentur a foco: habia que basar las pruebas ten la naturaleza del lugar donde habia acontecidolaaccidn; la topogrs 28. Véase mis adelante, B.1.23. 2e NES carlo propterinfirmitatem reina sin arapliamente en, aues\roS tie ta burda excuwsatio de Michel Cournot (Le Nouvel Observe, Here fe marzo de 1965): testa semana no me rio; tengo el Evangel ome TY por qué no decirlo de iamediato, no estoy a la altura, etc#tera> 30." Vease ekphrasis, A'5.2 1» fiainvadié luego ia literatura (de Virgilio a Barrés); una vezcosificado, el topos adquiere un contenido fij, independiente del contexto:olivos ¥ Teones son situados en las regiones ndrdicas: el paisaje ¢s separado de! tug, porque su funciénes constituirun signo universal el de la Natura: esa: ) los adnata (imposibilia): este topos describe como bruscamente compatibles fenémenos, objetos y seres contrarios, y esta conversion peradéjiea famcionaba como el signo inquietante de un mundo sal re eee: el lobo huye ante los corderos (Virgilio); este topos florecié en le Edad Media, durante la cual permitié una critica de la época: es el tema frunén y senil del «Hay que ver cada cosalr, 0 también l det era." Todos estos fopoi, ya antes de la Edad Media, som trozos que se puede independizar (prucba de su fuerte cosficacion), moviles, trans Portables son los elementos de una combinatoria sintagmatica: su colo reciGn estaba sueta a una sola reserva: no podian ser colocados en la perorati (peroracién), que es enteramente contingente, puesio aie Ache requmicla ratio. No obstante, luego y an hoy, cusntas conclusio nes estereotipadast. .- - B12. Algunas topicas Reornesnos a nucstraltépicacasillero, porque ella ¢s.la que nos permitinivolveral descenso» de uesiro dba retérica, dentro del val funciona como un gran lugar de distribucién (de disparching). La Ante tarced el elascisme han producio dstinas topics, deeidas ef por la agrupacién de les lacien funcién de st ‘afinidad ya sea por lade los temas. Dentro del primer tipo se puede citar Ia topica general de Port: vet fpivada por el Logic alemén Clauberg (1654) le topion de Pore due ya hemos citado, da una Kea de elle hay fet gramatieaiss (ar toga, coniupat) loci lgicos (género, nombre propio, acciden\ ree diferencia, dfinicion, division: loc! metafisicas (causa Fo! carecieeiente, efecto, todo, partes, verminas opuestos; es evidente, 31._Dos ejemplos de adiinator See eee negro cucrvo se uniré I golondrin/ Pronto a. oor ta paloma in Lajos del lech conyullevard sin amides a sleg PO ta paloms inl tzophie de Viau este aroyo remonta baci sy Seemed [erase I campanaro La sangre mana de eats petad Un Sep Se rempareia buy tee) Sobre Wo alto de una vija torred Una serpiente Seswarrs 7 co abge rila dentro del hel,/ El sol se ha waco negrod Veo le luna peta a punto de cact,/ Este drbol se marche de su lagers 53 80 mente una t6pica aristotélica, En el segundo tipo, el de las tépicas por temas, se pueden citar Ias siguientes: 1) la ‘épica oratoria propiamente ddicha, que de hecho comprende tres tpicas: una tépica de los razona nientos: una t6pica de las costumbres (éihé: inteligencia prictica, vir- fud, amistad, abnegacién) y una t6pica de las pasiones ( pathé: c6lera, amor, temor, vergienza y sus contrarios); 2) una topica de lo ridéculo, parte de una retrica posible de lo eémico; Cicerdn y Quintilano ent Fheraron algunos loci de lo ridiculo: defectos corporales, defectos inte- Iectuales, incidentes, exteriores, etcéters; 3) una f6pica teolégica: com prende les diferentes fuentes de donde los tedlogos pueden extraer sus argumentos: Escrituras, Padres, Concilios, etcétera:4) una tépica sensi- ble, o tépica de la imaginacién, que aparece esbozada en Vico: «Los fandadores de la civilizacin (alusién a la época anterior a la poesia] se cntregaron a una fépica sensible, en la que unfan las propicdades. las caalfdades o las relaciones entre los individuos y sus especies y las ‘Empleaban de una manera enteramente conereta para formar su género potticor: Vico habla en otro lugar de los «uriversales de la imaginaciny; puede verse enesta t6pica sensibleun antecesor de la critica temética, Ia Jue procede por categorias, no por autores: Ia de Bachelard,en surna: lo a escnstonal, lo cavernoso, lo torrencial, lo reverberante, lo durmiente, tredtera, son lugares» a los que s¢ someten las «imagenes» de los poets pa pee F B23. Los lugares comunes La jamente di erp topics oratoria, aristotelica), la que cpende de las pistes Eniekindf, por oposicién ala ‘épica de los saracte- res yall de las pasiones, comprende dos partes, dos rabedpieset) una topica general, la de los lugares com 2) una topica aplicada, la de tos lugares especiales. 125 topoi koinoi, loci commu- nei) HonEH para Aristoteles un sentido enteramente diferente del que Dtribuimos nosotros a esta expresién (por influencia del tercer sentido dela palabra tépica).* Los lugares comunes no son estereotipos plenos, (gino, pore contrario, lugares formales: por ser generals (lo general es ‘profit de lo verosimil), son comunes atodos los temas, Para Aristoteles, Cstos lugares comunes son en total tres: 1) el deo posible/imposible: 32, Vease, B.1.21, relacionados con el tiempo (pasado, porvenir); estos términos generan ‘ana pregunta topica: el hecho en cuestion, gpuede haber tenido lugar, podri tener lugar o no? Este lugar puede aplicarse a las relaciones de contrariedad; si es posible que algo comenzara, es posible que termine, ctcétera; 2) existentefinexistente (0 real/no real); como el precedente, teste locus puede ser relacionado con él tiempo: si algo poco probable para suceder, sucedié pese a todo, otro més probable para suceder ha Sucedido realmente (pasado); aqui hay materiales de construccién reu niidos: es probable que se construya una casa (futuro); 3) més/menos: es cl lugar de lo grande y lo pequeno; su recurso principal es el «con mis razon»: es muy probable que X haya golpeado a sus vecinos, puesto que hha golpeado efectivamente au padre. Por mas que los lugares comunes, por definicién, carezcan de especificidad, cada unode ellos puede perie- ecer a uno de los tres géneros oratorios: el. de lo posible/imposible Conviene al genero deliberativo (ces posible hacer tal cosa?); el de lo yeaV/irreal al judicial (ctuvo lugar el erirmen?); el de lo mds y lo menos al epidictico (elogio o censura). B.1.24, Los lugares especiales {Los lugares especiales (eide, idia) son lugares propios de temas parti- culares; son verdades particulares, proposiciones especiales, aceptadas por todos: son verdades de experiencia, vinculadas con la politica, el Gerecho, las finanzas, la marina, la guerra, eteétera. Sin embargo, como ‘estos lugares se confunden con la prictica de disciplinas. géneros, ternas particulares, no se los puede enumerar. Pero es necesario plantear el problema tedrico. La continuacién de nuestro arbol consists Confrontar la inventio, tal como la conocemos hasta aqui, ya especiali- dad del contenido. Esta confrontacién se produce en la quaestio. 122 Ea tess y Ia hipstesis: causa Oca quaestions la forma de a especalidad del dscurso/ En todas ls ‘operaciones planteadas idealmente por la «maquina» retérica se intro- duce una nueva variable (que, a decir verdad, cuando se trata de hacer el discurso, es la variable de partida): el contenido. Este referente, que por efinicidn es contingente, puede sin embargo ser clasificado_en dos rndes formas, que constituyen los dos grandes tipos de quaestio: ) la Eejaian 0 tesis (thesis, propositum): es una cuestion general, «abs eetas, diciamos hoy, pero precisada, referida (sin lo cual so tendria + atributos: 2 «que ver con los lugares especiales), aunque, a pesar de ello (y esa st ‘marea) no tenga, parimetro de lugar 0 de tiempo (por ejemala: ghay que casas hipdtesis (Aypothesis) es una cuestién particular, ‘qué implica hect ccunstancias, personas, dicho en pocas palabras, ‘un tiempoy un lugar (por ejemplo, debe X casarse?). Es evidente que en retérica los terminos fesis ¢ hipdresis' tienen un sentido muy diferente de quel al que estamos acostumbrados. Pero la hipétesis, ese punto de partida temporalizado y localizado, tiene otro nombre, que halcanzado fran presigi: causa Una causa es un negotiurm, un asunto, una combl- facién dé contingencias variadas; un punto problematico_en_el que interviene lo contingente, y en particular el Hempo. Como existen tres «tiempos» (pasado, presente, futuro) habra también tres tipos de Causa y cada uno de ellos corresponders a uno de los tres géneros Gears que ya eonocemos: de esta manera quedan estructuralmente fandades, situados en nuestro Arbol retérico. Podemos asignarles sus Géneros Auditrig Fnalidad Objet Tempo Resone,Lugares ‘mientt)comunes CIBER onde scorer! novo fro cermin pone SEBS Sete Tee ZHUOICIAL jeces sete aero patio arimeras lier enmricd epmtnore,sabafcenur Yllofeo+ Los ethe son los atributos del orador (y no los del publico, path); son los rasgos de caracter que el orador debe mostrar al auditoria (0 impor- ta mucho su sridad) para causar una impresién favorable: son sus anires, Noe trata, pues, de una psicologia expresiva, sino de una psicolo- Gis iaginaria (en el sentido psicoanaltico); tengo que significar eso fque quiero ser para el ofro. Por esta razon ~dentro dela perspectiva dé asta psicologia teatral~ es mejor hablar de tonos que de caracteres: (ano cnet sentido musical y ético que Ia palabra tenia en la maisica griega. En Sentido propio, el éthos es una connotacién: el orador enuncia una informacion y al mismo tiempo dice: yo soy éste: yo no soy aquél. Para Aviotteles ay izes «aires, cuyo conjunto constituye la autoridad perso- ao ee Jar lj phronesisesla cualidad del que delibera bien, del que aa ee elroy loam es una sabiduria objetiva, un buen sentido que aes er chibejla are: esla ostenitacion de una franqueza que noteme tus conrecueils se express con 1,2) yyuda de expresiones directas, ‘marcadas por una lealtad teatraG éunol ‘se trata de no chocar, de.no provocar, de ser simpatico, de entigran una complicidad complaciente pon elauditorio. En conclusién: Gientras habla y desarrolla.l protocolo de las prucbas Logicas, el orador debe también decir incesantemente: SGguidine (phrénesis); estimadme (areté) y amadme (éunota) B29. Pathe, los sentimientos «9s? ‘Los path son los sentimientos del que escucha (no ya del oradon), por lo menvs tal como este se los imagina. Aristételes no se ocupa de ellos inde que dentro de la perspectiva de una reine, es decir, como premisss de cadenas argumentativas, distancia que marca mediante el impers sic ate (adnan gue), que precede a la deseripen de cada iby fue, segiin vimos, e& 2] operador de Ip «verosimile. Cada «pasion» es seysiderada en su habitus (las disposiciones generales que la favorecen), cn au objeto (por quién se la siente) y segin las circunstancias que Scucitan fa seristalizacion» (cdlera/serenidad, odio/amistad, emor/eor- fianea, envidia/emulacién, ingratitud/gratitud, te#tera) Hay que insistic an esto, porgue pone de manifesto la profunda modernidad de Aristote 85 les y lo convierte en el patron sofiado de una cultura llamada de masas: todas estas pastones son voluntarlamesteestudladas en su trvialidad: Ia Calera es lo que todo el mundo plensa dela cdlera la pases solamen- te lo que todos dicen de ella, lo intertextual pur, la eitacibne (aslo comprendian Paolo Francesca, que no se amaroa sino porhaber leldo fos amores de Lancelot). La psicologia retérica, por ende, es todo lo contrario de una peicologia reduceionisia, que intentara ver qué hay deirés de lo que la gente dice y que pretendiera reduc la élera, por cjemplo,actra cosa, mds oculta, Para Arstoteles, la opinién del publica (fice mere bay en eleingu eben cacframtento) paral. las pasiones son fragimentos de lenpuaje prefor: odor, que el oradoe debe simplemente conoce shila idea tn easillare de as pasiones, no como una coleccion de ceencias sino Como un montaje de opiriones. En lugar de la psicologia reduccionista {que prevalece achuslmente) Arsttcles coloca (antcipadamente) una paicolopa casificadora, que distingue slenguajese. Puede parecer muy Famplén (sin duda flso) decir que los jovenes se encolerizan mas faellmente que loa ancianos. pero esta ramploneria {y ese erro) se vuelve interesante si comprendemos que tal poposicion noes mas que Unelomentode es lengusje genera del otroqueArstelesr-consiruye de conformidad, quits, con el arcano de la flsofia ainotlia: ea opinién universal es la medida del ser» (Etica a Nicémaco, X.2.1173*1). L130. Semina probationum De esta maners se termina el campo ola red de la vento, prepa cidn heursticn deoaynaterates del discurso, Ahora es necesaio abor {lr la Orato mismarel orden de las partes (Disposiio)y sa expresia en tas palsras(Elocufio)sCusles son las relaciones . Tal es, quizds, el fondo del que procede el exordio retérico, la inauguracién reglamentada del discurso. B25. Elexordio . El exordio comprende candnicamente dos momentos: 1) captatio. benevolentiae o empresa de seduccidn de los ayenies, alos queseintenta conciliar de inmediato mediante una prueba de complicidad. La capta- tio ha sido uno de los elementos mis estables del sistema retorico (Borecié todavia en la Edad Media y lo sigue haciendo atin en nuestros dfas); sigue un modelo muy elaborado, codificado segin la clasificacién de las causas: la via de seduccién varia seguin la relacion de la causa.con Ja doza, I opinién corriente, normal: a) sila causa se identifica con la dora, sise trata de una causa normals, de buen tono, no es dul someter al juez a ninguna seduccién, a ninguna presiOn; es el género éndoxon, ‘honestum; b) si la causa es en cierta medida neutra en fo referente ala doxa hace falta una accién positiva para vencer la inercia del juez, suscitar su curiosidad, volverlo atento (aitentum); es el género édazon, ‘hurile;)si a causa es ambigua, hay que hacerlo inclinarse haciauna de las dos partes; es el género amphidaxon, dubiwm: d) si la causa esta embrollada, oscura, hay que arcastrar al juez para que no siga como a guias, como avanzadilla, hacerlo docilem, receptivo, maleable; ¢s el género dasparakoloiitheton, obscuruun e) finalmente, si la causa es ex- traordinaria, suscita asombro por situarse demasiado lejos de la dora (por ejemplo, acusar a un padre, a un anciano, un nifi, un ciego, ir contra el human touch), no es suficiente ya una accién difusa sobre el juez (una connotacién), es necesario un verdadero remedio, pero este o 89 remedio debe ser indirecto, porque no hay que enfrentarse, chocar abiertamente con el juez; es la insinuatio, fragmento auténomo (y no ya ‘un simple tono) que se coleca después del comienzo: por ejemplo, Engir ‘star impresionado por el adversario. Tales son los modos de la capratio benevolentiae; @ la partitio, segundo momento del exordio, anuncia las divisiones qué se Varrzremplear, el plan que se vaa seguir (las partitiones pueden multiplicarse; se pueden colocar una al comienzo de cada par- te); la ventaja, dice Quintiliano, es que jamas parece largo aquello cuyo término se anuneia. B26. Elepilogo {Como saber si un discurso termina? Es algo tan arbitrario como el comistizo, Hace falta, por consiguiente, un signo de que halllegado el fin, tun signo de la clausura (asi, en ciertos manuscritos: «ci alt la geste que Turoldus declinets) Este signo ha sido racionaliiado con la coastada del placer (ilo que probaria que los antiguos tenian conciencia del «aburri- mientor de sus discursos!). Aristételes lo seialé, no a propésito del epilogo sino a propésito del periodo: el periodo es una oracién en nuestra literatura, fuera de lo judicial. Hay que sesalar todavia, para terminar con la narratio, que el discurso puede incluir todavia una segunda narracién: si la- primera fue breve, se la recoge Ttego en detalle («expondré con detalle cémo sucedié lo que acabo de relatary): es la epidiégesis, la repetita narratio. B210, La confirmatio AL ion de los hechos, sigue lafeanfirmatid, 0 cposicion de losargumentos: en ella se eauncian | feucbass Plabora- even el curgg de la inventio, La confirmatio (apddeixis) pueds,ineluir tres elementos) Ta propositio (prothess); es una definicién sintética de le causa, del punto on debate; puede ser simple o multiple, y esto depende de_los puntos. fundamentales sobre los que se argumentars (Socrates fue agusadae corromper a los évenesy de introduce di Sadek nvevass):2) la ergumentaio, que es la exposicién de las razones | cgonvincentes; no se recomienda niguna estucturacion particular ex eno la siguiente: hay que comenzar por is razones mas fuertes, cont sane por las débiles y terminar con algunas muy fuerte: 3) algunas veces al final dela eonfirmati, el diseurso continuado (oratio continua) wEsarosrumpido por un didlogo muy vivaz con el abogado contrario oun Feiiges el otro irrumpe en el mondlogo, es la altercatio, Este episodio setters eva desconocido por los griegos y se relaciona con el género de Inrogatio,ointroduccién acusadora («Quousque tandem, Catlina.*) narratio, 0 x B.211. Otras divisiones del discurso La codificacidn muy fuerte de la dispositio (de la que subsiste una hhuclia profunda en la pedagogia det «plan» (de la edisertacin» fran tesa) ateaigua que el humanismo, en su pensamiento det lengua. 8 prescupé iatensamente por el problema de ls unidades sintagmsticas Padispostio es una segmentacidn mis enice otras posibles. Algunas de “Gllas, comenzando por las unidades de mayor dimension, son las si fGulentes: I el discursoen su totalidad puede constituir una unidad s+ Bspone a otzos discursos; es el caso dela clasificacion por géneros 9 wooo es también el easo de las figuras de termas, cuanto PO Ge Maras cae una alos tropos, las Bguras de iceiony izuras de pensarmiento: igure de temas abarca toda la oratia. Dionisio de Halicarnase tinguia tree: a) Ia directa (decir lo que se quiere decir): Ia oblicua BA yee (discurso sesgado: Bossuet amonestando a los reyes con le excusa de religi6n); c) Ia contraria (antiass,ironta) 2) las pares dela dispositio. (ga las conocemos); 3 el troza, el fragmento, la ckphrasis 0 deseripeion (también la conocemos); 4) En la Edad Media el ariculus es una unidad de desarrollo: es una obra de conjunto, compllacién de Disputationes 0 Summa, se presenta un resumen de la cuestién dlsputada (introducida por uirun); 5) el periodo es ura oracién gramatical estracturada segin un mdeloergnico (con prise in} iene porlo menos dos miem- rs (elevacion y descenso, taxis yapdstasis) ya lo sumo cuatro. Debajo del periodo (ya decir verdad, desde él) comienza a oracién gramatical, objeto de la compositio, operacién técnica que incumbe a la elocutio. B3., La elocutio, Una vez encontrados los argumentos y situados: Ina rentos y situados en grandes masas en las distintas partes del discurso, resta «formularlos en palabras»; tales la funcién de esta tercera parte de la tekhné rhetorike llamada lexis o | elocutio, a la que, abusivamente, hay la costumbre de reducir a la retdrica, parte (pero sélo parte) de la Elogufia, SSS 3.1. Evolucién de la elocuio sgramaticales son conversiones de sentido que han pasado al iso corrien- te, hasta el punto de que no se ssiente> ya el ormamento: electricidad (metonimia de luz eléctrica), una casa alegre (metéfora tivializads), ‘mientras que los tropos retoricos son advertidos como un uso extraordi- nario: [a colada de la naturaleza, pore Diluvio (Tertuliano), la nieve del iano, etcétera. Esta oposicién corresponderia casi en su totalidad a la de denotacién y connotacién: 3) palabras/pensamientos: la oposicion de figuras de palabras y figuras de pensamiento es la més trivial; Tas figuras de palabras se dan cuando la figura desapareceria si se cambiasen las palabras (por ejemplo, el anacaluto, que depende exclusivamente de! orden de as palabras: La nari de Cleopatra, si hubiera sido mds corta, la faz del mundo... las figuras de pensamiento subsisten siempre, cuales ‘quiera que sean las palabras que se decida emplear (por ejemplo, la antitesis: Yo soy la llaga yel cuchillo, eteétera); esta tercera oposicién es rmentalista, pone en escena significados y significantes; los unos pueden cxistir sin los otros. Es todavia posible concebir nuevas clasificaciones de figuras, ya decir verdad se puede adelantar que no existe nadie que, al ‘ocuparse de retérica, no se tlenta tentado de clasificar a su vez ya su manera las figuras. Sin embargo, nos falta aun una clasificacién pura- mente operativa de lai principales figuras: los diccionarios de retérica ‘en efecto, no permiten Ficilmente saber que es un cleuasmo, una epana lepsis, una paralipsis, pasar de la designacién, frecuentemente muy hermética, al ejemplo; pero ningun libro nos permite hacer el trayecto inverso,irde la oracién (encontrada en un texto) al nombre dela figura; sileo «tanto marmol teriblando sobre tanta sombras, zqué libro me dira aque es una hipdlage, si no lo sé de antemano? Nos falta un instrumento inductivo, itil sise quieren analizar los textos clisicos de acuerdo con su propio metalenguaje. B.6. Recordatorio de algunas figuras No se trata, evidentemente, de dar una lista de los «omamentos» reconocidos por la antigua ret6rica bajo el nombre general de «figuras»: cexisten diccionarios de retérica. Creo, sin embargo, itil recordar la definicion de una decena de figuras, tomadas al azar, de manera que se “cree una perspectiva concreta para estas pocas observaciones sobre fa @\ lectio: 1) laaliteracién es una repeticion cercana de consonantes enun Sintagma corto (el cazo de Lazaro); cuando lo que se repiten son los timbres, hay apofonta (il pleure dans mon coeur comme il pleut sur la ville), Se ha sostenido que la aliteracién ¢s menos intencional de lo que _ Tos eriticosyestilsts tienden asuponer; Skinner ba demostrado que en {os sonetos de Shakespeare las aliteraciones no sobrepasan en niimeroa las que pueden esperarse de la frecuencia normal de las letras y grupos de letras; 2) el anacoluio es una ruptura de la construccién, a veces con defectos gramaticales (Ademds del aspecto de un gran ejército ent posi- ‘idn de batalla, los macedonios, se asombraron cuando...); 3) la catacre- Sisse produce cuando se hace necesario emplear un término «igurado> porque la lengua no dispone de un término propio (aspas del molina): 4) La elipsis consiste en suprimir los elementos sinticticos hasta el Kite ten que pude ser afectada la inteligibilidad (Yo te amaba inconstante, Saud hubiera hecho fil?) con frecuencia se ha sostenido que la elipsis, epresenta un estado «naturale de la lengua; seria el modo «normals de ia palabra en la pronunciacién, la sintaxis, el suefio, el lenguaje infan ti #6) In hipérbole consiste en exagerar: sea incrementando (éuxesis corre mas rapido que el viento), sca disminuyendo (rapinosis: mas lento (que una tortuga);2) la ironia o antifrasis consiste en hacer entender una Cosa distinta de la que se dice (es una connotacién); como dice F. de Neufchateau: «Ella elige sus palabras: todas parecen halagitenas, Pero el fono que les aftade les da otro sentido; 8) la pertfrasis es originariamente tin rodeo del lenguaje, que se efectia para evitar una notaciéon tabu Sila perifrasis est4 depreciada, se Ia Mlama perisologia: 9) la reticencia 0 Eposiopesis marca una interrupcién en el discurso debida a un cambio temocional brusco (el Quos ego virgiliano); 10) La suspensién cetarda el Cnunciado, mediante la adicién de incisos, antes de resolverlo: es un suspense en el nivel de la oracion gramatical B.3.7. Lo propio y lo figurado Como se ha visto, todo el edificio'de las «figuras» se basa sobre la idea de que existen dos lenguajes, uno propio y oiro figurado, y en consecuen- cia la ret6rica, en su parte elocutiva, es un cuadro de los apartamnientos del lenguaje. Desde la Antigiiedad, las expresiones metarretoricas que 34, Enel texto del que disponemos, hay un salto de 46. Se supone que en 5 tendria que situarse la singedoque, en la cual se dice Ia parte por el todo. (1.} 7 atestiguan esta ereencia son innumerables: en Ia elocusio campo de las Figarm), les palabras son stransportadasy,«desviadas, walejadasy de st habitat normal, familiar. Aristoteles ve en ello un gusto por el extrafta- mmiento: hay que «alejarse de las locuciones comunes (.) nosotros expe miimentamos a este respecto las mismas impresiones que en presencia de Saranjeros: hay que dar al estilo un aire extranjero, porque lo que viene {de lejos excita la admirsciéne. Hay, por consiguiente, una relacién de ceiranjeria entre las spalabras corrientes, de las que cada uno de noso- tros (pero quién es ese , palabras extranjeras al uso cotidiano: «barbarismot» (palabras de los pueblos extranjeros), neologismos, metaforas, tcétera. Para Arstételes Pe necesario mezclar estas dos terminologias, porque si uno se sirve exclusivamente de palabras corrientes, resulia un estilo rbajor si uno se case exclusivamente de palabras insignes resulta un discurso erigmét co. De nacional/extranjero y normal/extraio, la oposicién se desliz6 a propio/fiqurado. £Qué e3 el sentido propio? «Es la primera sigificacién sea palabras (Dumarsais: «Cuando la palabra significa aquello para lo (que fae originariament establecida. Sin embargo, l sentido propio ne ede ser el sentido muy antiguo (el arcalsmo es extrafiador}, sino et Jantida inmediatamente anterior a a creacign de (a figure: lo propio. 0 samfadero es, una ver més, lo primero (el Padre). En la retorica cldsicalo vrimero xe encontro naturlizado, De abt la paradoja: ¢eémo puede ff crrride propio ser el sentido «naturale y el sentido figurado el sentido original»? B38. Funcién y origen de las figuras ‘eden distingurse aqui dos grupos de explicactoneG. 1)Feplicacién porta ance a) el segund Tengaie proviene de la necesidad de fe evan, de eladir los tabues: b).al segundo lenguaje es una técnica de a craaga (en el sentido de la pintura: perspectiva, sombras, rompe oe: aeetatribuye las cosas, las hace aparecer distintas de lo que son, o come seeeijero de una manera imprevsia c) hay un placeyberente a 'a soe eeegn de las ideas (nosotros diriamds un ludismok 2) kaplicacion seer elorgen: estas expicaciones parten del postulado de Gu ls ures Poe a wee la naturalezae, es decir, en el «pucblos (Racine: «No hace Sypris que escuchar Und rifa entre dos mujeres del pueblo de la sare on ings vi qué abundancia de 6gures! Abundan la metonimia, te estscresis a hipérbole, etcetera»); y F. de Neufchateau: «En la cit Gh feat eu 8 . ~\ dad, Salacorte, en os campos en el mercado,/ ba elocuencia del corazén porlos opos se exhala.» (Lamy). Esta ‘pinidn es interesante, porque si las figuras son los «morfemasy de fa pain, mediante las figuras podemos conocer la taxonomia clasica de Tas pasiones, y en especial la de la pasién amorosa, de Racine a Proust: Por ejemplo, a exclamacién corresponde al rapto brusco dela palabra, la afasia emotiva: Ia duda, la dubitacién (nombre de una figura) a la torturade las incertidumbres de la conducta (qué hacer? ¢Esto? ¢Aque- 99 11o2),ala dificil lectura de los ssignose emitidos por el otro;ta clipsis ala ‘censura de todo lo que obstaculiza lapasié lips 0 pretericién) {onunclar que no se va a decir lo que se termina diciendo) al reinicio de (orunetay Que] demonio de la herida; la repetcion a la reafirmacién “Obseaiva de los «derechos»; la hipotipasis a a escena que uno se repre- senta vvamente, al fantasma interior, al argu (deseo, celos ‘icétera). Se comprende mejor entonces como ede ser un Temguaje ala vez natural y segundo: es natural, porque las pasiones estan eA eirraleas: es segundo porque la moral exige que estas mismas fasiones, aunque naturales, sean distanciadas, colocadas en Ia region ‘emo, para un clisico, la «naturaleza» es mala, las Figuras de son algo a la ver fundado y sospechoso. B3.L1, La compositio ‘te necesario valver ahora a la primera oposicign. a que sirve de punto de partida para la red dela elocutia: lx eleedd, campo susttatve Teles oramentos, se opone I composifia, campo asociative de las palabras en fa orac No se tornard aqui partido sobre !a definicion Tingbistica de la «oraciéne: para nosotros es solamente esta unidad de diseurso intermediaria entre la pars orationis (parte mayor de fa oratio) yi fa figuea (pequeto grupo de palabras). La antigua retérica codified doe tipos de eeoastruccioneis: 1) una construccién sgeométricar 6 det Parioda (Aritoteles): «una oracion que tiene en stmisma principio, ny aeecemransign que se puede abarcar ficilmentes la estructura del pe- Moda depende de un sistema interno de comas (cortes) y de puns {Garte) el ndimero es variable y discutido; en general se exigen 5 6% fpantos, sometidos a la oposicion (1/3 6 1-2/3:4): [a referencia 9 64 aaniee er atalinta (el va y viene de la cespiracion) 0 deportiva (cl periodo reproduce a forma eliptica de los estadios: una idea, a 27% rerregrenoy 2) una construcciOn «dindmicar (Dionisio de Halicanase) aero aoneibe entonces como un periodo sublimiado, vitallzado, tarndide por el emovimientor:no se trata ya de un ity volver sing de esc te deazenso; esta especie de swing esis importante aie 4 un acre Yay palabras: epende de una especie de sentido innato de} scoritor, Este emovimientos tiene tres modos: a) éspero, centrecortado fpindaro, Tucldides); b) suave, contenido, acctado (Safo, Iseeraic ci erdn); 6) mixto, reserva de casos flotantes. @3 : 100 ‘Ast concluye la red retérica, puesto que hemos decidido dejar de lado as partes de ta tekhn® rhetorike propiamente teatrales,histéricas, ligadas ala vor: actio y memoria. La menor conclusién histérica (aparte de que habria cierta ironia en codificar uno mismo el segundo metalenguaje que ‘ecaba de usar mediante una perotatio proveniente del primero) excederia a intencién puramente didéctica de este sencillo prontuario. De todas ‘maneras, al abandonar la antigua retérica quisiera decir qué saldo perso- rnal me queda de este viaje memorable (descenso en el tiempo, descenso ‘en la red; como de un rio deble). «Lo que me queda» quiere decir: las preguntas que vienen desde se antiguo imperio hacia mi trabajo actualy ‘que, habiéndome acercado una vez a la ret6rica, ya no puedo evitar. ‘Ante todo, la conviecién de que muchos rasgos de nuestra literatura, nuestra enseiianca, nuestras insttuciones de lenguaje (hay wa sola institu. cin sin lenguaje?) se aclararian y se comprenderian de manera diferente si se conociera a fondo (es decir, sino se censurara) el cédigo retérico que ha dado su lenguaje a nuestra cultura: ni una técnica, ni una estética, ni una ‘moral de la retérica son ya posibles, pero, cuna historia? Si, una historia de la reidrica (como investigacién, como libro, como ensefanza) es actualmente necesaria, ampliada mediante una nueva manera de pensar (Lingiistica semiologia, ciencia histérice, psicoandlisis, marxismo). ‘En segundo luger, estaideade que existe una especie de acuerdo obstina- do entre Aristételes (de quien nacié la retérica) y la cultura lamada de ‘masas, como si el aristotelismo, muerto desde el Renacimiento en cuanto flosofia y en cuanto logica, muerto en cuanto estética desde el romanticis- ‘mo, sobreviviera en estado degradado, difuso, inarticulado, en la prictica cultura de las sociedades occidentales, practica fundada, a través de la democracia, sobre una ideologia del «mayor niimeror, de la norma mayor- taria, dela opinién corriente: todo indica que una especie de vulgata aristo- ithcedeindSedavia wn ipo de Occidente rans histo, una ular (la nuestra), que es la de las éndoxa: como evitar esta evidencia que Aristételes (odtica, lgica, retbrica) brinda a todo el lenguaje, narrativo, discursive, arqumentativo, vehiculado por las «comsmicaciones masivase, un casillero analitico completo (a partir de la noci6n de «verosimils) y que representa esta homogencidad éptima de un metalenguaje, y de un lenguaje-objeto que puede definir una cientia aplicada? En un régimen democritico, el aristte lismo seria entonces la'mejor de las sociologias culturales. Por iiltimo, la comprobacién, bastante perturbadora en su concisin, de que toda nuestra theratura, formada por la retérica y sublimada por el to humanismo, surgié de una préctica politicoudicial (salvo de aferrarse al contrasentido que limita la ret6rica a las «figurass): alll donde los conflic: tos mds brutales, de dinero, de propiedad, de clases, son asumidos, conte- nidos, domesticados y mantenidos por un derecho de Estado, alli donde la instituctén reglamenta la palabra fingida y codifica todo recurso al signifi cante, aki nace nuestra literatura. Por ello, hacer caer la retérica al nivel dé un objeto plena, simplemente histérico, reivindicar, bajo el nombre de texto, de escritura, una nueva practica del lenguaje y no separarse jams de la ciencia revolucionaria, son un solo y mismo trabajo. ions, n. 16, 1970. Communic

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