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Ensayo comparativo 1: CBU Rusia y China

Isabella Montoya, 202123038

“Dos revoluciones” de Perry Anderson es un ensayo que pretende analizar las similitudes y

diferencias en las trayectorias de la revolución rusa y china, apegándose a la idea de que el

proceso de PCCh siguió y sigue la historia y procesos de la URSS. Mientras que “¿La

historia del éxito del PCCH?” por Wang Chaohua es una respuesta –o más bien, crítica- al

texto de Anderson, ya que, según Wang, Anderson se refiere a que la función del caso ruso

era ayudar a esclarecer la cuestión china, pero no viceversa. Sin embargo, La Unión

Soviética fracasó y su fracaso podría servir de prueba al éxito de la RPCh (Wang, 2015,

p.7). Así bien, en este ensayo se pretende exponer una de las diferencias principales de

dichas revoluciones, el tratamiento de la violencia por los mandatarios en sus respectivos

países, esto a partir de ambos ensayos anteriormente mencionados, ahondando en dichos

puntos particulares.

Previo a resaltar la diferencia del uso de la violencia de los dos procesos, cabe resaltar

diferencias cronológicas, ya que da un panorama a la imagen de sus dirigentes y los

procesos sociales que se efectuaban. La Revolución Rusa se efectuó antes y que se

identificó por su rapidez, Anderson haciendo hincapié en dicha característica, puesto que al

mencionar acontecimientos como la insurrección urbana de 1917 o la guerra civil hasta

1920, se caracterizan por ello; Anderson enumera los eventos enfatizando en su rapidez y

en su meta, así uniéndolos cronológicamente. Por la parte de la revolución China, parte de

la premisa de que, en la actualidad, el gigante asiático se convierte en la locomotora de la

economía mundial. Dicha revolución iniciando en 1921 nacida de la explosión de

militancia de la clase obrera en ciudades costeras y derivando a eventos hasta la guerra civil
final en 1949. Gracias a esto, y a lo nombrado por Wang y Anderson en sus respectivos

ensayos, que ambas revoluciones se pueden resumir a gigantes rasgos en un cambio de un

sistema casi feudal a uno socialista, en el que se priorizó la imagen del líder de la

revolución y/o partido.

Añadiendo al punto anteriormente mencionado, es pertinente enfatizar en las diferencias de

uso de poder de los personajes políticos más relevantes como lo son Stalin en el caso ruso y

Mao en el chino. En las palabras de Andersen:

…Está claro que Stalin, cuya legitimidad como dictador nunca había sido firme por

completo –no había desempeñado ningún papel significativo en la Revolución de

Octubre y Lenin había advertido expresamente al Partido contra él–, era presa de

una morbosa sospecha contra todos los que lo rodeaban, y actuaba con el

convencimiento de que la única manera de ocuparse de los potenciales escépticos o

de los oponentes era matarlos. (Anderson, 2010, p.63)

Así bien, a partir de lo mencionado por Anderson, de lo visto en clase y lo investigado, nos

encontramos con que la revolución Rusa a comparación de la China, fue significativamente

más violenta (sin querer invalidar los procesos de violencia en la revolución china), dando a

entender el sin fin de manifestaciones que ocurrieron en todo este proceso hasta la

actualidad, desde el exterminio de mismos miembros del partido por “sospechas”, hasta

aperturas de fuego hacia civiles, la revolución rusa se basó en el terror a sus dirigentes.

Continuando en la comparación del uso de la violencia en ambas revoluciones, Anderson

menciona:
Las crueldades que se produjeron a continuación fueron innumerables. La violencia

descoordinada –persecuciones y disensiones, humillaciones, palizas, asesinatos,

guerra de facciones– se extendieron de ciudad en ciudad; en las provincias, se

organizaron ejecuciones... Sin embargo, las ejecuciones, proporcionalmente muy

inferiores a la vorágine soviética, fueron impuestas no por una instrucción central

sino por una vengativa iniciativa local, al caer las autoridades y producirse ajustes

de cuentas en el campo. (Anderson, 2010, p.63)

A comparación del caso soviético, en el caso chino se ve otro tipo de violencia: censura

intelectual y de libertad de culto, como podemos ver en el caso del cierre de universidades

y colegios para que dichos estudiantes pasaran a ser parte del ejército rojo de Mao o más

fuerza de trabajo. La humillación, la degradación y la ruralización fueron el destino normal

de la mayoría de los señalados, más que la liquidación. (Anderson, 2010, p.64). O como se

ve en el caso de la política de “El Gran Salto Adelante”, la idea en sí era una propuesta

económica –tal vez descabellada- mas no violenta, sin embargo, esta dejó, gracias a la

hambruna, entre 15 y 55 millones de fallecidos (Play, 2021). Con esto en cuenta, la primera

cuestión que diferencia a ambas revoluciones es el tratamiento a la discordancia, dando

resultado a uno violento y sangriento, mientras el otro se basa en la humillación y destierro.

A modo de conclusión, ambas revoluciones se basan en eventos violentos y de gran escala

nacional e internacional, mas su uso de la violencia hacia los involucrados varió dentro de

cada país, dando a sociedades actuales diferentes y con una memoria histórica alimentada

por los eventos de estas eras. A pesar de que ambos fueron procesos sumamente violentos,

en ambos países se vieron formas diferentes de tratar la diferencia, construyendo la imagen

de sus dirigentes.
Referencias bibliográficas
Wang, C. (2015). El Partido y su historia de éxito Respuesta a «Dos revoluciones» de

Perry Anderson. https://newleftreview.es/issues/91/articles/chaohua-wang-la-

historia-de-exito-del-pcch.pdf

Anderson, P. (2010). DOS REVOLUCIONES Notas de borrador.

https://newleftreview.es/issues/61/articles/perry-anderson-dos-revoluciones.pdf

Play, A. (2021, 27 mayo). La Revolución cultural de Mao. YouTube.

https://www.youtube.com/watch?v=-GZ4dD8lAoU&feature=youtu.be

Play, A. (2017, 21 febrero). La Revolución Rusa en 7 minutos. YouTube.

https://www.youtube.com/watch?v=-mnRwShLmXc&feature=youtu.be

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