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Argumento de

La Celestina
Primera parte. La acción arranca de una circunstancia
fortuita: el joven Calisto, que va persiguiendo a un halcón,
penetra casualmente en el huerto de Melibea, de la que se
enamora. Fascinado por su hermosura, le declara su amor,
pero la muchacha lo rechaza violentamente al percatarse
de que sus intenciones son deshonestas.

Para satisfacer sus apetitos necesita la mediación de


Celestina. La vieja entra en acción, pero se topa con la
resistencia de Pármeno y la actitud esquiva de Melibea.
El criado se muestra inicialmente fiel a Calisto: su sentido
de la lealtad le impide atender a los requerimientos de
Celestina. Esta, gran conocedora del corazón humano, lo
tienta con la codicia y la lujuria. El sirviente mantiene una
lucha interior y, tras prolongadas vacilaciones, claudica.

Melibea, atraída por Calisto desde el primer momento,


reprime y disimula la pasión que la domina. En su alma, el
deseo amoroso pugna con el temor a transgredir unas
normas sociales que le han inculcado desde niña. La vieja
hechicera, con el auxilio de la magia y segura de sus artes,
aprovecha la insensatez de Alisa, su madre, para doblegar
la resistencia de la joven. Pero Celestina, tan hábil
desatando las pasiones humanas, paradójicamente muere
víctima de una de ellas: la codicia. Cegada por el afán de
lucro se niega a compartir con Pármeno y Sempronio la
recompensa obtenida por sus servicios; estos la asesinan y
son ajusticiados. Mientras tanto, los jóvenes amantes,
ajenos a cuanto les rodea, se entregan desenfrenadamente
al goce de su pasión.
Segunda parte. Afectadas por la muerte de sus amigos y
de la vieja Celestina, Elicia y Areúsa traman venganza
contra Melibea, a la que consideran culpable de sus
desventuras. Se sirven de la ingenuidad de Sosia para
conocer el sitio y la hora del encuentro de los enamorados,
y encomiendan a Centurio la ejecución de su plan. Este
personaje envía a unos compinches al lugar de la cita con
el único objeto de armar alboroto. Calisto, al oír ruido,
acude apresuradamente en auxilio de sus criados y, al
bajar por la escalera, tropieza, cae al vacío y muere.
Melibea, desesperada tras conocer el trágico fin de su
amante, se suicida.

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