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El siguiente material se reproduce con fines estrictamente académicos y es

para uso exclusivo de los estudiantes de la materia INTRODUCCIÓN A LA


CONTADURÍA PÚBLICA del programa académico CONTADURÍA PÚBLICA de la
Facultad de Ciencias de la Administración, de la Universidad del Valle, bajo
la responsabilidad del docente WILLIAM ROJAS de acuerdo con el Artículo 32 de
la Ley 23 de 1982.

ARTÍCULO 32:
“Es permitido utilizar obras literarias o artísticas o parte de ellas, a título de
ilustración en obras destinadas a la enseñanza, por medio de publicaciones,
emisiones o radiodifusiones o grabaciones sonoras o visuales, dentro de los
límites justificados por el fin propuesto o comunicar con propósito de
enseñanza la obra radiodifundida para fines escolares educativos,
universitarios y de formación personal sin fines de lucro, con la obligación de
mencionar el nombre del autor y el título de las así utilizadas”.

DIGITALIZADO el 01 de Noviembre de 2013 CON FINES ACADÉMICOS


CONTENIDO

INTRODUCCION

CAPITULO I
Profesiones y asociaciones

CAPITULO n
Desarrollo histórico de los principales
gremios de la contaduría

CAPITULO m
Código de ética

CAPITULO IV
Intentos de reforma a la ley Í45/60 58

CAPITULO V
Características de las asociaciones
gremiales de contadores

CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFIA

ANEXOS
LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 353

INTRODUCCION

A A/fred e/arke.
e/ iniciador...

E ste trabajo pretende detenninar los aportes de las Asociaciones Gremiales;


de Contadores a la configuración de la Contaduría Pública como prof~­
sión en Colombia. Para alcanzar este objetivo habrá de examinarse de modo
especial la fonna como se ha venido reglamentando la Contaduría por parte del
Estado Colombiano.

Esto significa que dentro del .conjunto de factores que intervienen en el


surgimiento de un orden jurídico, (dentro del cual están inmersas las profesiones
liberales en Colombia), se verá la influencia de las Asociaciones Gremiales
-grupos de interés- como un aspecto del proceso que detennina la emergencia y
el foco de las nonnas legales que regulan a la Contaduría. En este sentido no
se encontrará aquí una concepción que lleve al lector a concluir que hay una
relación de causa-efecto entre las actividades de las asociaciones y la fonna
como se configura la profesión. Esta última es producto específico de la vida
social en la cual se dan una serie de relaciones sociales y económicas que no se
traducen directa y automáticamente en nonnas legales; lo que ocurre es una
refractación de esas relaciones a través de luchas políticas como puede ser la
participación de los individuos en grupos de presión o de interés, como son las
Asociaciones Gremiales, aunque desde luego, esta es sólo una de las múltiples
fonnas de estas luchas.

En tal orden de ideas puede plantearse como tesis central de este trabajo,
que ~as asociaciones gremiales de contadores actuaron como entes sociales que
coadyuvaron en la unificación de sectores mayoritarios de contadores en tomo
a la lucha por un estatus legal de la contaduría como profesión liberal en Colombia.

Esto supone la participación de factores de orden económico y técnico que


venían creando ciertas regularidades sociales que no son causadas por el orden
354 HISTORIA DE LA CONT ADURIA PUBLICA EN COLOMBIA

jurídico del Estado, como cabría en una concepción puramente legal, sino que
por el contrario estos factores son generadores del orden jurídico en el que
buscaban enmarcar a la profesión las Asociaciones.

La limitación fundamental que tuvo el desarrollo de esta temática fue la


escasísima fuente primaria documental encontrada en las asociaciones, sus minús-
culas bibliotecas y muy escasas publicaciones, reflejo de la debilidad económica
y organizativa de éstas. A ello se agrega la poca propensión de los contadores
a escribir sobre los aspectos más debatidos de su profesión. Por lo tanto el
experto que se adentre en este escrito encontrará más que nuevos datos, el
esfuerzo por darle a todo el proceso de surgimiento de la profesión, un enfoque
que permita su comprensión global con el auxilio de las ciencias sociales.
LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 355

CAPITULO I

Profesiones y asociaciones

as profesiones

La sociología del trabajo parte de considerar que como germen de toda


profesión está implicado el ejercicio de un oficio, es decir, un conjunto de
capacidades técnicas de trabajo individuales (1).

Desde esta perspectiva lo que diferencia a quien ejerce un oficio de un


profesional es su formación y calificación: Un "profesional" es un trabajador
previsto de una experiencia educada (2). Obviamente en el mundo social -del
que forma parte el fenómeno del trabajo-, estas diferencias son simplemente
analíticas, puesto que, en la realidad, cuanto más sea el tiempo para la adquisición
del dominio de un oficio y más amplios los conocimientos requeridos, mayores
serán los elementos que lo acerquen a una profesión.

Sin embargo, la movilidad jerárquica es un aspecto que distingue un oficio


de una profesión, en cuanto ésta permite hacer una carrera. Sólo en las profesiones
se presenta una elevación en la jerarquía que permite el paso de actividades
técnicas elementales a actividades de organización y de control dirigente~ Es
en este sentido que se ha entendido la idea de profesionalización en el mundo
del trabajo, particularmente en el área anglosajona.·Lo que se denomina en estos
países profesiones, va mucho más allá de las llamadas profesiones liberales, y
se refiere a la tendencia a la profesionalización, a la probabilidad de hacer carrera,
esto es, la posibilidad de acceder a mayor estabil idad, progreso, garantías (3).

(1) G .• Friedman y P .• Neville. Tratado de Sociología del Traha.Í'" Editorial Fondo de Cultura
Económica. Volumen 1. México. 1971. pág. 230.
(2) Ibid. pág. 230.
(3) Ibid. pág. 232.
356 HISTORIA DE LA CONTADURIA PUBLICA EN COLOMBIA

Ahora bien, dentro de esta organización del trabajo hay un sector específico,
ya mencionado, que es el de las profesiones liberales. A estas se le han encontrado
cualidades propias, que serían las que en el desarrollo histórico han aparecido
y se han institucionalizado. Son ya conocidos los criterios internos que dan la
pauta de organización de las profesiones liberales. Ellos son:

l. Para alcanzar el rol de profesional es indispensable una fonnación técnica


perfectamente reglada, lo que implica todo un procedimiento institucionali-
zado que garantice la adecuada fonnación y la eficiencia o competencia del
profesional. Esto se logt!l actualmente a través de institutos, escuelas o
universidades. Para el caso particular de la contaduría se pueden constatar
nuevamente tres etapas en lo que se refiere al procedimiento institucionalizado
para alcanzar la moderna competencia profesional: la primera, de creación
de establecimientos académicos que fueron auspiciados por el Estado con la
Escuela Nacional de Comercio a la cabeza. La segunda, cuando la disciplina
contable pasa a fonnar parte de instituciones académicas de reputación insti-
tucional, con la creación de la facultad de contaduría de la Universidad
Nacional. Finalmente, la tercera se presenta con la masificación como conse-
cuencia de la proliferación de centros académicos. La fonnación del profesio-
nal también está asociada a una tradición cultural que "concede preeminencia
al componente intelectual, es decir, ha de dar primacía a la evaluación de la
racionalidad cognoscitiva aplicada a un campo determinado" (4).
Este criterio pennite deslindar algunos oficios de la profesión líberal en la
medida en que en aquellos no predomina una base intelectual sino la simple
ejecución empírica o intuitiva del trabajo. Este criterio es, además, un ele-
mento notorio en la fonnación universitaria, toda vez que al profesional liberal
se le enfatiza en que no debe conocer sólo la técnica (i.e, la técnica contable)
sino también debe acercarse a los conocimientos de la economía, la historia
de sus doctrinas, la tradición jurídica, etc.

(4) Aquí simplemente se pretende dejar en claro que el fenómeno de la profesionalización consiste
en que hoy en día muchos oficios que ocupan un lugar en la organización del trabajo son vistos
cada vez más como carreras o profesiones, en la medida en que adquieren estabilidad, encuentran
formas de progreso dentro de la empresa, etc. La profesión es de esta forma un concepto que
abarca toda forma de trabajo estable, con garantías. que pueda llegar a ascender en la escala
jerárquica incluso llegar a desempeñar actividades de organización y dirigencia, aunque no
necesariamente la gerencia. Citamos el caso de los controladores de vuelo, labor que actualmente
es considerada como profesión. Ahora bien, lo que se conoce como profesión liberal es sólo
una de las formas de profesión, con características propias que se verá unas líneas más abajo.
Finalmente. es posible percibir el paso del oficio a la carrera profesional. en el caso de la
contaduría. si se observa cómo la labor manual propia de un tenedor de libros pasa a ser más
de vigilancia y control de una actividad industrial o comercial.
Sobre este aspecto puede consultarse a:
TALCOTT. Parsons. Ensayos de Teoría Sociológica. Editorial Paidos. Buenos Aires, 1%7.
Cap. 6. pág. 536. Y "Las profesiones liberales" En: Enciclopedia Internacional de la Ciencias
Sociales. Editorial Aguilar. Madrid. 1976. pág. 538.
LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 357

2. Como segundo criterio cabe señalar que esa tradición cultural deber ser objeto,
no sólo de su comprensión y su dominio, sino también de una apropiación
que genere la habilidad que permita su utilización social. Es decir, el profe-
sional debe dar a la tradición un uso concreto que convierta su pericia en un
servicio al que los miembros de la sociedad puedan acudir.
3. Por último, una profesión moderna debe contar con un medio institucional
que se encargue de garantizar el cumplimiento del procedimiento apropiado
para la formación de los individuos y que como resultado de la preparación
obtenida haya una dedicación a actividades socialmente responsables. La
forma como se ha logrado consolidar históricamente este criterio ha sido a
través de las Asociaciones profesionales y los códigos de ética. Características
que también se han presentado en el surgimiento de la contaduría como
profesión liberal, aunque con las vicisitudes que analizaremos más adelante.

A los anteriores criterios, que describen los elementos inherentes a lo que


se llamará aquí una profesión libera1 cabe agregarle algunas consideraciones
históricas respecto de lo que diferencia las profesiones modernas de los oficios
u ocupaciones anteriores (5).

Las profesiones modernas son el resultado de la íntima relación de las


disciplinas intelectuales (las humanidades y las ciencias naturales y humanas)
con la sociedad. Vale decir, del proceso histórico que concluyó en una técnica
guiada por la ciencia, en el predominio de la reflexión científica sobre la escueta
elaboración de la técnica, entendida ésta como el conjunto de instrumentos que
el hombre (cuya pericia hace parte de la técnica) pone entre sí mismo y el objeto
que busca transformar. Antes de la revolución científico-técnica las profesiones
no participaban de la relación técnica-ciencia, y si lo hacían era de manera casual
o esporádica. en una palabra, tangencial (6). Lo qu~ sobresalía era, entonces,
el sentido común. Es por ello que hoy en día la formación profesional supone
una base intelectual, pues se trata de que quie~ ejerce una actividad no se guíe
por la simple intuición, por lo que empíricamente resulte sino que haya una
aprm>iación del conocimiento previamente acumulado y racionalmente estableci-
do. Por tanto, la importancia que tienen las profesiones en la sociedad actual,
-y que no tenían antes- se aprecia por el significado que tiene el hecho de que

(5) Aquí llamarnos profesiones modernas única y exclusivameme a las actividades para cuya prepa-
ración es indispensable el paso por una universidad o centro de investigación. En este sentido
las profesiones liberales son parte o equivalen a lo que en términos de Talcott Parsons se conoce
como Profesiones Modernas. La legislación colombiana An. 30 del Decreto 80 de 1980 que
reglamenta la educación post-secundaria, menciona al término "profesión liberal" sin darle la
especificación sociológica que se le da ~n este ensayo. Este decreto distingue entre disciplinas
académicas y profesiones liberales dandu a las segundas una dimensión más "instrumental" que
las primeras.
(6) Cfr. MESA, Darío. Ciencia y Tecnología en Colombia. Biblioteca Básica Colombiana. Bogotá.
pág. 376.
358 mSTORIA DE LA CONTADURIA PUBLICA EN COLOMBIA

tanto la adquisición como la aplicación de las ciencias (tecnología) se lleva a


cabo preponderantemente en el contexto profesional, es decir, dentro del sistema
educativo institucional.

A nuestro modo de ver, una asociación que ignore esta perspectiva concep-
tual, que no tenga en cuenta las tendencias y cualidades actuales difícilmente
va a contribuir a la solución de los problemas de la profesión. Si se descuida,
por ejemplo, el problema de la reflexión científica, quedándose en la simple
técnica, o si se olvida a los medios institucionales de formación, la "profesiona-
lización" y el trabajo colectivo, es probable que dichas asociaciones no estén
al;>untando a lo significativo y digno de atención.

Características del rol profesional

Continuando con los elementos propios de la profesión moderna, precisare-


mos a continuación los rasgos específicos del rol profesional tal como a grandes
rasgos se nos presenta hoy.

Como aspecto fundamental hay que señalar que el foco central del papel
profesional reside en la competencia técnica, es decir la habilidad en el manejo
de los medios que se suministran en la formación y que se requieran para poder
desempeñar el rol profesional (7), y adquirir un estatus profesional. Esa habilidad
se limita siempre a un "campo" particular del conocimiento. Por tanto el rol
profesional es funcionalmente específico. Esta especificidad a su vez cumple la
función de delimitar dicho campo para que sea relativamente manejable, para
definir la relación profesional -cliente o paciente- y de esta manera pueda ser
regulada de algún modo y queden excluidas o adecuadamente controladas otras
alternativas de definición que puedan ser consideradas como lesivas.

Como resultado observable socialmente a este respecto está el hecho de que


el profesional ejerce una autoridad que es una especie de status basado en la
competencia técnica del profesional. Es pues en este sentido. y sólo en este. que
el profesional da órdenes o consejos.

Otra característica del rol profesional es su universalismo que proviene del


mismo carácter de la ciencia. Es decir. toda proposición científica o todo concepto
profesional -que debe procurar estar científicamente fundado- es. y debe ser
considerado independientemente de las cualidades particulares del individuo que
lo lanza. esto es. sólo hay que atender al problema objetivo del qué y el cómo.
Esto implica tanto una imparcialidadd técnica como una neutralidad afectiva. La

(7) A diferencia de los roles en las sociedades pre- modernas. que eran adscritos. es decir asignados
desde antes de nacer. que era lo propio de la sociedad estamental: "EI que nacía siervo moría
siervo".
LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 359

posición contraria sería el particularismo propio de la familia, el parentesco, la


amistad, lealtad de clase, etc., que si bien tiene su presencia en el mundo social
no fonnan parte de la pauta estructural que se haya institucionalizada para el
profesional; sin que ello signifique desconocer que las pautas particularistas
ejercen presión y crean tensión en el ejercicio profesional. Sin embargo, lo que
se espera del profesional, la expectativa social, es que desempeñe un rol adquirido,
funcionalmente específico, universalista y neutral afectivamente.

Con base en estos puntos se ha venido haciendo una distinción entre el


profesional liberal y el hombre de negocios. Veamos:

La tradición del pensamiento económico y el utilitarismo han considerado


que los miembros de la sociedad están inmersos en un libre juego que pennite
a cada cual la búsqueda de su propio interés. En cierta fonna todos seriamos
hombres económicos a quienes poco importa el interés de los demás; sin embargo
a los profesionales se les concibe por encima de e~tas sórdidas consideraciones:
"ellos consagran su vida al servicio del projimo". La diferencia se ha establecido
entonces partiendo de las motivaciones: unos se guian por- el interés propio Y los
otros DO. Sin embargo esta diferencia es dificil de probar pues es eminentemente
subjetiva. De otra parte, la meta dominante como valor buscado generalmente
por todo individuo es el éxito ya sea éste hombre de negocios o profesional. Es
por esto que para la sociología actual el punto parece estar en la fonna y en los
medios institucionales socialmente consagrados para alcanzar ese é,rito.

Es esto lo que configura la diferencia. O dicho de manera más precisa: La


diferencia está en las "definiciones de la situación". En la situación del comer-
ciante se espera, por ejemplo, que éste impulse sus intereses mediante (medios)
una propaganda agresiva. Que considere si el cliente puede o no pagarle. Esto
no se espera del profesional, que en ténninos generales sólo puede anunciarse
modestamente. No debe regatear sobre sus honorarios con los pacientes, se
impone la actitud de "lo toma o lo deja". No puede rechazar pacientes sobre la
base de que no ofrecen garantías financieras. y si lo hace es socialmente repudia-
do, no así respecto al hombre de negocios. En fin, se trata de prácticas simbó-
licamente significativas que podrían precisarse pero cuyo análisis aquí desborda-
ría el objeto de este estudio.

La diferencia de la situación se explica. en síntesis. por lo que se espera


de ellos socialmente, o sea. por las expectativas estructuradas e institucionalizadas
en mucho casos. tales como las profesiones con código de ética. El que no lo
tengan no significa que no haya unas expectativas estructurales, es decir. un
comportamiento que se espera del profesional por parte de la sociedad.

Evidentemente. la comercialización profesional se presenta. es ingenuo


desconocerla. Pero cuando ello ocurre nos enfrentamos al problema (desde el
360 HISTORIA DE LA CONTADURIA PUBLICA EN COLOMBIA

punto de vista funcional), de falta de integración de la conquista objetiva de los


medios técnicos (que se valoran institucionalmente en la universidad) con los
símbolos de reconocimiento social (el dinero fundamentalmente). Ambos son
elementos inherentes al éxito. De nada vale una alta calificación técnica sin un
reconocimiento social que se mide socialmente por los ingresos. Cuando esto
ocurre se presenta una tensión en el actor (el profesional) que puede degenerar
en una práctica decididamente comercial. Este fenómeno de anomia (falta de
integración) de hecho se presenta en sociedades con desequilibrios agudos como
la nuestra, lo cual puede estar afectando, de entrada, la pauta institucional del
rol profesional (8).

Las asociaciones profesionales

Dentro de las diversas formas como se organizan los miembros de una


sociedad, -como podrían ser los partidos políticos, sindicatos- está la que se
conoce como las asociaciones profesionales. Estas últimas corresponden a lo
que en las ciencias sociales se han tipificado como AsOCiaciones Volll!!taria~
en cuanto' reunen las siguientes características:

l. Se forman con el objeto de lograr un objetivo común a sus miembros.


2. La afiliación es voluntaria, en el sentido de que ni es preceptiva, ni se adquiere
por nacimiento, y
3. Son independientes del Estado, aunque posteriormente se puede pedir, en el
caso colombiano, un reconocimiento de éste, esto es, obtener personería
jurídica. Pero como derecho es posible de ejercerse, en principio, sin un
reconocimiento legal puesto que está garantizado por una norma superior, la
Constitución (Art. 46: Derecho de Asociación).

Estas Asociaciones Profesionales, como asociaciones voluntarias, se con-


vierten en grupos de influencia en cuanto buscan, dentro de su objetivo común,
presionar la política gubernamental para defender sus intereses. Hay en estos un
deseo consciente (llamado interés) " ... de que la política gubernamental, o la
asignación de valores por parte de las autoridades competentes vaya en una
determinada dirección general o específica" (9). Tal deseo se presenta por el
hecho mismo de que en el proceso político dichas asociaciones arriesgan algo.
Ese algo es una adecuada o deficiente reglamentación de la profesión y por tanto

(8) Para Parsons el problema se resume así: "El funcionamiento sin tropiezos de los mecanismos
de una conducta tal. que integra las satisfacciones individuales y las expectativas sociales.
dependen de la estrecha correspondencia entre el logro objetivo y símbolos de reconocimiento"
Ensayos de Teoría Sociológica. Op. Cit. pág. 43.
(t}) efr. SILLS. DaVid L. "Asociaciones Voluntarias" En: Enciclopedia internacional de la.~ ciencia.'
""ciak" Tumo L Editorial Aguilar. Madrid. pág. 615.
LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 361

de la actividad que desarrollan socialmente según que una decisión del Estado
los favorezca o no.

En últimas, pues, la principal función de un grupo de presión y, dentro de


estos, de las asociaciones profesionales, es la de encauzar la corriente de influencia
entre gobernantes y gobernados. Pero por las características mismas de la Aso-
ciación Profesional, que agrupa sólo miembros de una misma profesión, existe
también otra función igualmente importante aunque notoriamente descuidada en
la práctica, que es la de garantizar el ejercicio responsable de la profesión, lo
que implica, de suyo, una vigilancia de la adecuada competencia técnica entre
sus miembros. La realización de este objetivo concretaría lo que señalamos antes
como tercer criterio para el análisis de las profesiones liberales.

Por último es importante señalar dos elementos que nos permiten destacar
aspectos específicos de las asociaciones profesionales frente a otras asociaciones
voluntarias. En primer lugar son organizaciones que guardan relación con ocu-
paciones que, para quienes las ejercen, son la fuente principal del sustento
económico. Evidentemente no es lo mismo una Asociación de Contadores que
la Asociación de Coleccionistas de Autos Antiguos, o la asociación de adoradores
del Divino Rostro. En segundo lugar, no son asociaciones a las que sólo se les
dedica el tiempo libre. Estas características vale la pena anotarlas ya que la
grandes asociaciones gremiales como ANDI. FENALCO. etc .• tienen dirigentes
de tiempo completo. Este elemento está determinando en parte su capacidad de
acción. pero ello a su vez se encuentra determinado por la propia capacidad
económica y estructural de la asociación. Las Asociaciones Profesionales. a
diferencia de las industriales. no cuentan con estos dirigentes de tiempo completo.
Esto pudo evidenciarse en el caso de las Asociaciones de Contadores.
LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 363

CAPITULO II

Desarrollo histórico de los principales


gremios de la contaduría

H istóricamente los gremios profesionales de contadores han participado


en el devenir de la profesión en dos grandes momentos que deben tenerse
en cuenta para el desarrollo unificado que se hará en este aparte:

r
.' 1.
Una primera etapa de la lucha por la habilitación profesional que libran las
Asociaciones, y que se circunscribe al lapso comprendido entre principios de
siglo y 1960 cuando culmina el proceso de habilitación profesional con la
ley 145/60 que sienta las bases definitivas sobre las cuales aún opera la
profesión en cuanto a su regulación institucional.
2. Una segunda gran etapa que va de 1960 a nuestros días, período en el cual
se dicta la profesión su código de ética y se enfrentan al sector nacionalista
de la Asociación con las multinacionales de auditoría, particularmente entre
:--- 1960 y 1976.

En estos dos grandes bloques históricos es que los gremios profesionales


han acompañado el desarrollo de la profesión.

La emergencia de las profesiones liberales modernas en Colombia, con las


características descritas en el capítulo anterior, está orgánicamente relacionada
con la consolidación del Estado Nacional Liberal de la década del 30 de este
siglo. No podemos dejar de señalar que el proceso que sufrirá la contaduría para
lograr su estatus de profesión liberal será mutatis mutandi el mismo que tendrán
que enfrentar profesiones como la economía y la administración, para mencionar
las 2 profesiones más afines con la contaduría.

Las similitudes que se presfntaron obedecen al empeño que tenía el Estado


por regular y coordinar políticamente el proceso económico que hizo eclosión
en las décadas del 20 y 30, de este siglo. pero fundamentalmente en ésta última.
364 HISTORIA DE LA CONTADURIA PUBLICA EN CULUMHIA

Las diferencias, en cambio, están dadas por las especificidades de cada profesión,
de las cuales nos corresponde abordar aquí la contaduría.

Es para 1916 cuando se conoce que el ingeniero Uribe Hoyos trae desde
Estados Unidos el primer sistema contable que puede adaptarse a las necesidades
económicas e industriales que implicaba la construcción del ferrocarril de Antio-
quia. El sistema contable empleado antes " ... era muy dispendioso, siendo a
veces imposible conseguir con exactitud ciertos datos que el público deseaba
conocer, como por ejemplo los relativos a la inversión de los fondos que entraban
a las cajas del ferrocarril" (10).

Se trataba entonces de adecuar la tradición de un oficio milenario como era


el de una contabiliºªd, limitada a la teneduría de libroS:a una dinámica capitalista
e.~presaria1 que surgía en el país. Este esfuerzotUvo que-ser llevado a cabo por
ingenieros que se formaron en' lo que en la época se conoció como contabilidad
industrial pero que hoy se conoce como contabilidad de costos. El propio ingeniero
Uribe Hoyos fue quien llevó esta contabilidad a las empresas regionales de
entonces, incluso la implementó en el Ministerio de Obras Públicas que ocupó
en 1920. En 1926, por ejemplo, el propio Jorge Echavarría. copropietario y
gerente de Fabricato, era capaz de dirigir y controlar a sus 300 obreras, sin
ingenieros, administradores o contadores, pues él mismo "llevaba cuidadosa-
mente la contabilidad de costos de la empresa" (11).

Por tanto el surgimiento de lo que la sociología industrial ha llamado "la


oficina" se sitúa en los finales de la década del 20. En la oficina se concentrarían
los profesionales que, como el ingeniero, el administrador o el contador, planea-
rían de una manera racional el trabajo capitalista moderno. Y siendo así no
puede desconocerse que la labor contable, en la forma autónoma y con su
componente técnico específico como se conoce hoy, se derivó del ingeniero.
como en forma clara lo expone Alberto Mayor.

Es por lo anterior. y además por las condiciones de desarollo económico


del país para la década del 20, que puede afirmarse que la Contaduría Nacional
careció de importancia estratégica en el momento más importante de esta década:
la llegada de la Misión Kemmerer en 1923.

El vuelco que requería el control del gasto público y d~ las rentas del país
tuvo que ser emprendfdo por esta misión norteamericana que por su experiencia,

(10) MAYOR. Alberto. Etica. trabajo y productividad en Antioquia. Tercer Mundo. Bogotá. 1989.
pág. 117.
(11) MAYOR. Alberto. Industrialización Colombiana y surgimiento de 101.\ Profesiones. Universidad
Nacional (Mimeografiado) S.N.
LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 365

proveniente de una nación más desarrollada, pudo hacer proouestas como la de


la creación de la Contralaría General de la República. No existen evidencias de
que alguna asociación hubiese presentado propuestas o críticas a la reorganización
emprendida con la Misión Kernrnerer. El desarrollo de la contaduría en la década
del 20 ~recaria que las funcionj;s_~.Illa-dor~~o!!Jan desempeñadas
~~s_de libros o cootabilistas. sin o!ro hºriz.<>1!!~!li .ªffitlÍción que la del
emplead~ y. disposiciones ~eJ patrono, quien sin conoci-
mientos técni~o::.eontables ordenaba y dirigía asientos (12).

La situación antes descrita muestra el inicio de la primera etapa del desarrollo


profesional en este siglo, cuya característica era una acentuada dependencia de
la disciplina contable al querer y pretensiones del contratante o patrono; etapa
que no permitía todavía la consolidación de la profesión, dado que si algo
caracteriza modernamente a las profesiones es su compentencia técnica, basada
en un conocimiento científico, lo que conlleva a su vez, un alto grado de
independencia mental y legaJ. Lo anterior viene a variar sólo a finales de la
década del 30 cuando se conoce de la participación de una asociación de conta-
dores en el problema de la reglamentación y entrada en vigencia de la ley 58 de
1931 (13).

Pueden mencionarse. a este respecto, testimonios de cómo para la época


en que Alfred Clarke (principal historiador de la contaduría colombiana) \lega
a Cartagena en 1922, el ejercicio de la contaduría no tenía el estatus de profesión:
..... una cierta persona me dijo que la contabilidad no era profesión; que en la
universidad o escuela comercial la enseñanza duraba seis meses solamente" (14).
Esta concepción rondaba en el país incluso hasta principios de la década del 50,
según se desprende de la preocupación qUe aún mostraba entonces Régulo Millán,
conocido líder de las luchas de los contadores, quien para graduarse en la Escuela
Nacional de Contaduría escribió la tesis titulada: "La Contaduría Pública ante
la filosofía de las profesiones liberales". en la cual él se esforzó por demostrar
que la contaduría se encontraba en igualdad de condiciones a las otras profesiones
liberales (15).

La tesis se fundamenta de manera bastante aproximada en los puntos que


señalamos en la parte inicial: en primer lugar afirma que la contaduría, al igual

(12) En esta apreciación están de acuerdo los tres historiadores más conocidos de la profesión:
Alfred Clarke, Régulo Millán y Jac\e Araujo.
( 13) Esta Ley creaba la Superintendencia de Sociedades Anónimas pero por otra ley. la 81 de 1931,
se había postpuesto su entrada en vigencia.
(\4) CLARKE. Alfred. Historia de la Contabjlidad en Colombia 1923-1966. Tipografía Dovel.
Barranquilla. 1967. pág. 9.
(\5) Cfr. MILLAN PUENTES. Régulo. Historia de la Contaduría Públjca en Colombja. Editorial
Retina. Bogotá. 1975.
366 HISTORIA DE LA CONTADURIA PUBLICA EN COLOMBIA

que las otras profesiones liberales es producto de la inteligencia por oposición


a las artes mecánicas que exigen ante todo el trabajo manual o el uso de la
máquina. Lo cual no es otra cosa que la preminencia del componente intelectual
que señalamos antes. También expone como características de la contaduría la
imparcialidad (componente universalista) y la especificidad de los conocimientos
(competencia técnica funcionalmente específica). Todo ello supone obviamente,
como todo ejercicio de la razón, independencia de pensamiento que no se da en
el caso del empleado que acata órdenes del patrono,que signifiquen una alteración
del ejercicio técnico. Como tampoco puede acatarlas el ingeniero o médico por
el s610 hecho de ser contratados para alguna actividad.

Ahora bien, varios hechos tuvieron que presentarse en la historia nacional


para que se le reconociera socialmente la competencia técnica funcional al con-
tador. Se destaca entre ellos la ley 81 de 1931, que creó, el impuesto sobre la
renta. Clarke señala cómo esta ley fue una bendición para los contadores: " ... pues
con la participación del gobierno en las utilidades a base del impuesto sobre la
renta y complementarios, los comerciantes tenían que comprobar la veracidad
de sus declaraciones. La preparación de cuentas se complicaba para el lego, y
fue necesario acudir a los contadores para que prestaran sus servicios ( ... ). Así
pues la ley 58 de 1931,-la ley 81 de 1931 y el Art. 15 de la ley 18 de 1936
aseguraban la marcha de la profesión. Solamente necesitaba una institución como
la Asociación Colombiana de Contadores para consagrar su importancia y obtener
una ley específica sobre su reglamentación" (16).

Desde la perspectiva del desarrollo profesional fue este el momento en el


cual por primera vez un grupo de contadores, a través de una asociación, tomó
la iniciativa en un asunto que directamente afectaba sus legítimos intereses. Esta
afirmación puede hallarse en la primera revista conocida, de este siglo, (El
Contador Colombiano) que publicó la Asociación Colombiana de Contadores en
Octubre de 1938.

En dicha publicación se señalaba la importancia de que sea a los mismos


contadores a quienes se les encargue la labor de vigilancia de las sociedades
comerciales que ya existían en el país. Estas leyes, 58 y 81 de 1931, no son
'más que la consagración del comienzo del despegue comercial e industrial en
Colombia, que creaba una mayor complejidad en la actividad contable a seme-
janza de lo que había ocurrido en Inglaterra después de la primera guerra mundial,
cuando se incrementaron los impuestos y se volvió un problema técnico para los
legos. Así se afianzó el prestigio del contador profesional en Europa.

(16) CLARKE. Alfred. Op. Cit. pág. 30. La Ley 58 Y 18 se refieren a la creación de la Superinren-
denciade Sociedades Anónimas y al aplazamiento de su entmda en vigencia. respectivamente.
LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 367

Una vez en Colombia el mismo desarrollo socio-económico había contri-


buido al proceso de diferenciación, en este caso profesional, -que a su vez es
parte de la división del trabajo-, la labor a realizar se iba a concretar en la
habilitación profesional, es decir, en la reglamentación de la profesión. Actividad
en la cual se requirió un gran esfuerzo de las asociaciones.

El objetivo esencial de la reglamentación de una profesión es hacer que


dicha actividád u ocupación no pueda ser practicada socialmente sino por aquellos
que legalmente hayan sido autorizados por una agencia del Estado. Problema
este que no fue exclusivo de la contaduría, ya que por ejemplo la Sociedad
Colombiana de Ingenieros, creada en 1887, con apoyo directo del gobierno de
entonces, sólo obtuvo hasta 1937 la reglamentación de la profesión (17).

En el entretanto, la sociedad tuvo que batallar en defensa de ella ...... Así


fue que en julio de 1916 por medio del Ministerio de Obras Públicas obtuvo la
presentación de un proyecto de ley, que no fue aprobado, ordenando que las
obras de ingeniería auxiliadas por el tesoro nacional debían estar a cargo de un
ingeniero competente" (18). Casos como estos se repitieron históricamente, hasta
la época en que Mariano Ospina Pérez presidente de Colombia e ingeniero,
decidió hacer la reglamentación: lo cual es un buen ejemplo de lo que son los
medios alternativos de influencia, pues Ospina Pérez había sido presidente de
la Sociedad Colombiana de Ingenieros.

Vale la pena mencionar, por las coincidencias que veremos con el caso de
la contaduría, que esta reglamentación de 1937 concedía matrÍCula de ingeniero
a personas no tituladas; hecho que sólo vino a desaparecer en 1954 con el Decreto
Legislativo 1782, que reglamentó la ingeniería. Pues bien, la lucha en contaduría
comenzó en 1936 cuando Alfred Clarke procedió a redactar los estatutos de la
primera Asociación conocida de Contadores. Esta Asociación Colombiana de
Contadores se creó en Cartagena con base en los estatutos de asociaciones ' \
similares que existían en Inglaterra y Estados Unidos, y que fueron conocidas
por Clarke cuando realizó sus estudios en Europa, pues era Contador Licenciado
en Economía de la Universidad Philotecnique de Bélgica. Esta asociación alcanzó /
a publicar la revista El Contador Público, que como órgano de difusión de sus
objetivos buscaba unir a los contadores y concretar la reglamentación de la
profesión. En 1941 la asociación es invitada a un congreso internacional de
contadores en Buenos Aires, hecho cuya importancia termina siendo escamoteada:
la prensa colombiana a pesar de que la Asociación les comunica el suceso,
prefiere publicar un informe sobre una asamblea de emboladores realizada en

(17) Cfr. Anales de Ingeniería. No. 738. Enero a Mayo de 1962.


(18) 1bid.
368 HISTORIA DE LA CONTADURIA PUBLICA EN COLOMBIA

Bogotá. Esto nos muestra la debilidad en la capacidad de presión por intermedio


de la prensa que hubo entonces y que aún subsiste. No obstante, en otra ocasión,
a raíz de la expedición de la ley que estableció la institución de la Superintendencia
de Sociedades Anónimas (Ley 58/31), que le otorgaba la facultad de reglamentar
el ejercicio de la contaduría, se observa cómo la asociación sí presionó sobre
los órganos de decisión estatal: sucedió que como demoraba la expedición del
decreto reglamentario, el contador Enrique Méndez Polanco, miembro de la
asociación, escribió un artÍCulo en la revista de esta última, que fue enviado a
todas las Cámaras de Comercio, al Ministerio de Fomento y a otras agencias
del Estado que pudiesen tener injerencia en la expedición del Decreto. " ... no
presumo que tal artÍCulo tuvo que ver con el Decreto Reglamentario que vio la
luz en el año de 1939, pero sea que tuviese influencia o no hubo la coincidencia"
(19). Con la reglamentación (decreto 1984/39) entró por fin en vigencia el funcio-
namiento de las Supersociedades.Clarke como presidente de la Asociación visita
a Esteban Jaramillo en Bogotá -conocido Ministro de Hacienda de la época-
quien, a su vez, había sido nombrado presidente honorario de la asociación,
como otra manera de interesar a grandes personajes por los problemas de la
profesión. Seguidamente visita al superintendente ante quien hace entrega de las
leyes que regulan la profesión en algunos estados de los Estados Unidos y de
los estatutos de la Asociación Colombiana de Contadores y de otras asociaciones
extranjeras.

No obstante, el resultado no pudo ser más contrario a lo que Clarke esperaba.


Ya que dos años después, en 1941, se expidió la Resolución 531 de 1941
aprobada por el Decreto 1357/41, con el que entre otras cosas se prohibió el
ejercicio de la contaduría a los extranjeros, y no se reconocía tampoco a los
otros miembros de la asociación como contadores juramentados. La Superinten-
dencia había dado título de contadores sólo a trece personas (entre ellas al futuro
presidente Carlos Lleras Restrepo) para que revisaran balances y libros, liquidaran
o sirvieran de peritos a las sociedades anónimas de todo el país. Fueron estos
los primeros trece contadores titulados pero, en estricto sentido, no se había
regulado todo el problema, que eran las ya numerosas personas que en su actividad
estaban relacionados con todas o algunas de las tres labores anteriormente seña-
ladas, y que habían pasado por las varias escuelas de comercio que entonces
existían. Se solucionaba con ese decreto, y hasta cierto punto, la vigilancia de
las sociedades anónimas, pero no el ejercicio de la contaduría. A lo anterior se
agregó, casi que como consecuencia lógica, una demanda contra el decreto
mencionado que después lo haría caerse por vicios de inconstitucionalidad, el
principal de los cuales era que sólo el Congreso puede regular los oficios y
ocupaciones en Colombia y esta facuItad no podía delegarse a una dependencia
del gobierno como la Superintendencia (Art. 39 CN.).

(19) CLARKE. Alfred: Op. Cit. pág. 90.


LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 369

Por una errónea legislación, se estaba consolidando de tacto un problema


que aumentaría más tarde, y que no se presentó en ingeniería, como vimos,
puesto que además el decreto 1357/41 exigía a los contadores título universitario
..... cuando no era posible esperar que hubiera un número suficiente de contadores
titulados para satisfacer la demanda que sin duda nacería a raíz de la reglamen-
tación" (20).

A pesar de todos los inconvenientes que hemos relatado, la labor de la


.Asociación Colombiana de Contadores merece destacarse porque inició el camino
~ia la habiljtación profeiigqal (reglamentación) Lcomenzó a esforzarse por I~
colocar la actividad del contador en el contexto de las aeiñas]!ofesiones en .
Colombia. Esto se corrobora con la publicación de la revista El Contador Colom-
biano (la primera de las cuales salió en Octubre de 1938) en donde se empezaron
a debatir los asuntos propios de la disciplina, y así se fue especificando el campo
propio de su competencia técnica.

Una nueva etapa en el desarrollo de la reglamentación de la profesión


empieza con la caída de los decretos 1539 de Agosto 9 de 1940 y el 1357 de
Julio 31 de 1941, normas que reglamentaban el Art. 46 de la ley 58/31. Un fallo
de la Corte Suprema de Justicia se dicta el 2 de marzo de 1943 declarando
inconstitucionales tales decretos.

Frente a este hecho y antes que surgiera una nueva asociación que asumiera
el compromiso de la unión, defensa y reglamentación de la profesión, habrían
de transcurrir ocho años, cuando en 1951 (el 23 de Noviembre) se funda el-,Jt
Instituto Nacional de Contadores Públicos. Este instituto a su vez, es consecuencia
~uietudes que se presentaron dentro de la Escuela Nacional de
Comercio de Bogotá, entidad que sólo empezó a promocionar contadores a
partir de diciembre de 1947. Estos egresados y sus estudiantes. en 1951, fueron
los que crearon el mencionado instÍluto.

Al año siguiente se nombra una comisión para que llevara a cabo la prepa-
ración de un proyecto de ley que reglamentara la profesión contable en el país.
Se encarga al abogado Antonio Rocha la tarea específica de redacción del proyecto
yen Julio de 1953 se envía al gobierno para la aceptación definitiva.

El gobierno, por su parte, en 1955 remite el proyecto nuevamente a la


comisión revisora (21) del Código de Comercio de la cual formaba parte José
Gabino Pinzón, abogado especializado en Derecho Comercial y conocedor de

/ (20) lbid. pág. 124.


(21) Confonnada por Emilio Robledo. Carlos Mario Lontloño. J ....é Gallino Pin,,"". Jc'ú, Antnnin
Guzmán. William Villa Uribe y Filibeno Godoy Ch.

r~;
370 HISTORIA DE LA CONTADURIA PUBLICA EN COLOMBIA

los problemas de la profesión contable que llegó incluso a ser Presidente del
Instituto Nacional de Contadores en 1955.

Dicha comisión revisó el proyecto que el gobierno le había enviado e hizo


algunas observaciones que se concretaron en un nuevo proyecto de 50 artículos.

En el artículo 2 de ese proyecto (22) se introdujo quizá la innovación más


importante: al determinar el título que se le daría a las personas que serían
reconocidas como contadores se especificó que se denominarían Contadores
Juramentados y estos a su vez se distinguirían en dos clases: Contadores Inscritos
y Contadores Públicos.

La distinción que fue adoptada finalmente por el gobierno en el decreto


2373/56. apuntaba a clasificar a los contadores juramentados entre aquellos que
no podían dar fe pública (Contadores Inscritos) y los que tenían la facultad de
dar fe pública respecto de determinados actos o documentos indicados en las
leyes (Contadores Públicos).

En la exposición de motivos que enviaron los miembros de la comisión se


hizo expresa cuál era la intención que se tenía al introducir la expresión Contador
Público. El adjetivo aquí no tenía nada que ver con las relaciones que establece
todo profesional con la sociedad en general y con un Público particular. Se
trataba por el contrario de especificar las " ... funciones públicas. ejercidas en
nombre del Estado. como una delegación suya. para prestar a los terceros y al
mismo Estado un servicio que no es técnicamente el de la Contaduría sino del
testimonio en forma fidedigna de determinados actos o situaciones contables"
(23). y argumentaba más adelante la comisión cómo ..... siguiendo el ejemplo
de otras legislaciones. ha considerado que esas funciones ('asi notariales no deben
encomendarse a todos los contadores h~bilitados para ejercer la profesión de
contador sino a los que reunan determinadas condiciones de competencia y
probidad que los hagan. de suyo. acreedores de esa fe pública de que el Estado
los hace o los va a hacer depositarios". C!41.

En efecto. el proyecto contemplaba en el artkulo II unos requl~ltos que


pretendían definir los parámetros legales la competencia técnica del profesional
de la contaduría que iba a ser reconocido como tal por el Estado. Se establecía.
como en últimas se consagró en el decreto 2373/56. que sólo podía ser matriculado
como cont¡tdor público la persona que hubiese ejercido la profesión por lo menos

(22, Cfr. 1:/ C"IlI,,,/,,r I'IiNíl"Cl. Vol 2. No. 7. nogol¡i. AJi,' 1'155. Mayo. Junio. pág. 11.

e." /hit/. pág. 12. Suhrayado nuc'ln>.


(2 •., /hÍ</. pilg. 12.
LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 371

con cinco años de anterioridad a la expedición del decreto. Además se le exigía


al candidato que presentara una prueba o examen sobre unas materias específicas
que eran consideradas por los miembros de la comisión y por el Instituto Nacional
de Contadores (que apoyó el proyecto). como la información o conocimiento
mínimo que debía manejar un contador si quería ser matriculado (25).

Es de resaltar que todas estas observaciones del proyecto presentado por la


comisión se unificaron con las presentadas en el proyecto de Antonio Rocha. y
el texto definitivo se acogió. salvo' pequeñas excepciones de redacción, para
convertirse en el decreto 2373/56. expedido por el General Rojas Pinilla.

Esta puede considerarse la primera reglamentación seria de la profesión, y


por tanto. el punto de partida del surgimiento de nuevas asociaciones gremiales
que asumieron posiciones frente a esta reglamentación.

Puestosen vigencia los decretos 2373 y 3136 de 1956 un grupo de contadores


se agrupó y creó I~nión Nacional de Contadores con el fin de oponerse a los
exámenes señalados en el parágrafo del artículo once del decreto 2373. que se
exigirían para poder desempeñarse como Contador.

Esta asociación logra en sólo dos meses y antes de que se le concediera


personería jurídica que se expida el decreto 6025 de 1957. que eliminó los
exámenes ante el Instituto Nacional de Contadores para aquellos contadores que
demostraran 4 años de experiencia previos a la expedición del decreto 2373/56.
"esto había que tolerarlo -dice Régulo Millán- sin esta política de amplitud. tal
vez la reglamentación habría fracasado". (26).

La lucha por la habilitación profesional que se presentó en este período


implicaba el problema de la subsistencia económica de los contadores. asunto
más agudo en este sector. particularmente limitado en sus recursos. si se tiene
en cuenta el predominio del tradicionalismo en la escogencia de profesiones que
existe en Colombia en las clases sociales de mayores recursos. Debe anotarse
que este problema es propio de todo proceso de habilitación profesional: Simón
Rottenbergn señala cómo

Las peticiones a los cuerpos legislativo~ de habilitación de una profesión o


de que maticen aún más los estándares de ocupación ya sometida a habilita-
ción. raras veces proviene de agrupaciones de consumidores. sino casi siem-
...
(25) Las materias eran: Teoría contable. práctica contable. auditoría e intervención de cuentas.
legislación comercial y legislación tributaria. Estos conocimientos pueden considerarse para
este momento histórico concreto como el área específica de competencia técnica del profesional
de la contaduría.
(26) Cfr. MILLAN. Régulo. Op. Cit. pág. 145.
372 HISTORIA DE LA CONTADURIA PUBLICA EN COLOMBIA

pre de asociaciones de practicantes de la correspondiente ocupación. Esas


peticione~ vienen casi siempre acompañadas de las propuestas de quienes
ya practican la ocupación sean habilitados pro forma y exentos del examen.
Esa cláusula de benevolencia figura con frecuencia en la legislación sobre
habilitación profesional; solamente se somete a exámenes a los que en ade-
lante de~een practicar la correspondiente profesión (27).

y efectivamente no otra cosa ocurría para entonces dentro de la legislación


que se estaba elaborando para la contaduría y que sólo quedaría definitivamente
establecida con la ley 145/60, que reemplazó a los decretos arriba citados, ya
que aquellos habían sido dictados en estado de sitio y que al levantarse quedaban
automáticamente derogados. Esta inestabilidad jurídica afectó intensamente el
proceso de que venimos hablando, puesto que nuevamente se tenía que llevar
al congreso la reglamentación de la profesión. Así se complementaban tres
momentos, tres esfuerzos, hasta concluir en la ley 145/60. Y para las Asociacio-
nes, por su parte, el eje central de su actividad fue la mencIonada hablhtaclón
profesional, y-en tomo á esfeprotslema fue que aparecieron 13 AsoclacI15h Colom-
mana'-Je Contaifcires; él Instí[ütóNiicíonal, la Unión Nacional Contadores oe
.,$.,' (estos tres ya mencionados) y la Academia Colombiana de Contadores Píiblicos.
r agruRaf.!c?n~ también se había cado en Se tiembre de 1955~ara o nerse
a la modifi~aci(m .ciel pr9)'ect(). r:~~~,c_t~~~eor Ant0!lio.__ ,~~ La modificaCIón
prefendía:'como se anotó antes, imponer un úamen, incluso a los contadores
públicos titulados. para poder obtener la autorización de ejercer la profesión y,
se le concedía el privilegio de hacer dicha evaluación al Instituto Nacional de
Contadores. Estos dos requisitos fueron considerados como una afrenta y un
privilegio odioso para el Instituto (28). Poco después, como ya vimos, otra
asociación, (a escala nacional y para aumentar sus fuerzas), fue la que logró se
derogaran los Decretos 2373 y 3131 de 1956: La Unión Nacional de Contadores.

Es en la década del sesenta cuando se presenta el surgimiento de los congresos


nacionales de contadores que. en un sucinto seguimiento. muestran también el
afán de influir en la dirección de la legislación de la contaduría (aspiración
legítima propia de toda asociación).

El primer congreso se realizó los días 29 y 30 de julio de 1960. meses antes


de la ex.pedición de la ley 145/60 (de diciembre 30), con el fin de influir en su
ex.pedición y evitar vacíos en la reglamentación de la profesión.

En efecto, otro momento en el proceso de reglamentación se presentó con


motivo de la expedición de la Ley 145/60 que hubo que dictar en razón a que

(27) ROTIENBERG, Simón. "Habilitación profesional". En: Enciclopedia Internacional de las


Ciencias Sociales. Tomo 8. Editorial Aguilar. Madrid. 1976. pág. 536.
C!8) Cfr. MILLAN. Régulo. Op. Cit. pág. 123 Y 138.
LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 373

el decreto 2373/56 dejó de ser aplicable por haberse levantado el estado de sitio.
Esta ley sólo reguló la Revisoría Fiscal pero no la auditoría externa, aunque la
admitió como existente, pero de hecho terminó negando la consagración de esta
actividad como inherente a la contad\lrí~ pública. LO que peñIñtlÓCilleIasTtrmas
transnacionales ejercieran la auditoría extern.a .sil} Dingún~. Tampoco se
reglamentó el ejercicio de la contaduría por medio de firmas de contadores y,
por último, no se puso límite al número de revisorías que podía ejercer un
contador público. Vacíos que posteriormente se constituirían en el punto crítico
sobre el cual va a girar la polémica entre las asociaciones de contadores en
Colombia.

Por el lado deII.N.C.P. defendiendo el statu,<¡uo, y por el otro las asocia-


ciones conocidas como nacionalistas que pretendían avanzar en el proceso de
reglamentación que implica, en esta etapa del desarrollo, un avance en las
condiciones para el ejercicio teórico-científico de la profesión.

La ley 145/60 para poder obtener el consenso y apoyo de las asociaciones


aceptó que personas sin título académico fuesen consideradas como contadores
siempre y cuando tuviesen experiencia laboral, es decir que hubiesen desempe-
ñado cargos en ciertas oficinas públicas, empresas de creación legal o compañías
privadas por cierto período.

Posteriormente, a pesar de los intentos de reabrir las inscripciones para los


empíricos (29) la profesión reconoció la importancia de la formación intelectual
para desempeñarse como contador. Hoy en día para poder ser inscrito como
contador es necesario haber obtenido el respectivo título en una facultad colom-
biana que haya sido autorizada para otorgarlo, o haber obtenido dicho título de
contador público o una denominación equivalente, expedido por instituciones
extranjeras de países con los cuales Colombia tenga convenios sobre reciprocidad
de títulos y refrendados por el Ministerio de Educación. (Ver ley 145/60).

El segundo congreso nacional de contadores se realizó en Barranquilla a


finales de 1961, el tercer congreso se celebró en octubre de 1973, y el cuarto
en 1975 que consagró la plataforma de las Asociaciones Nacionalistas de la
Contaduría.

En efecto, un nuevo ingrediente se había mezclado en el proceso de desa-~


rroIlo
.-
de la profe~de . --
las asociaciones que buscaban impulsarla, y fue el /

(29) Hasta hace algo más de 10 años en el Proyecto de Ley No. 45 de 1975 presentado a la Cámara
de Representantes por Aldemar Gómez Aristizábal se intentó reabrir la inscripción así: ·'Art.
1: Por el término de dos años a partir de la vigencia de la presente ley. reábrase la inscripción
para solicitar matrícula de Contador Público Autorizado de que trata el Art. 6 de la Ley
45/60 ...... El proyecto evidentemente no fue aprobado.
374 HISTORIA DE LA CONT ADURIA PUBLICA EN COLOMBIA

enfn:ntamiento de !1lS_ AS<J<::iaEiones en dos sectores: el n~ionalista y ~er­


salista. Este enfrentamiento agrietó y fracturó cualquier posible unión e os
profesionales de la contaduría. La táctica fue relativamente fácil: consistió en
que las firmas extranjeras, -dentro de ellas la Price Waterhouse, primera que
llegó a Colombia en 1947- vincularon a sus socios y empleados a las Asociaciones
Nacionales de Contadores, particularmente al Instituto Nacional de Contadores
y desde allí defendieron los intereses de los "universalistas", El panorama que
presentaba la profesión era: por un lado el problema de la habilitación profesional
y, dentro de éste, la lucha porque se tuviera o no en cuenta a los contadores
empíricos antes de la reglamentación; por el otro lado, la lucha para que al
tiempo de la reglamentación se limitara el ámbito de movilidad de las firmas
extranjeras que desde 1947 venían trabajando en Colombia, y que para el sector
nacionalista implicaba la monopolización del ejercicio de la profesión en Colombia.

El sector nacionalista ha enfrentado este último aspecto de manera perma-


nente. Fue así como obtuvo un triunfo varios años después de la Ley t45 de
1960, que había consagrado la regulación de la profesión. En efecto, en 1968,
Régulo Millán, como presidente de la Unión Nacional de Contadores presentó
denuncia ante la Junta Central de Contadores, contra 18 contadores por el hecho
de acaparar las revisorías fiscales de las Sociedades Anónimas. Y señaló el caso
de Ira L. Paret quien se desempeñaba como revisor de 102 sociedades anónimas.
Inmediatamente la comisión redactora del código de comercio, que para entonces
preparaba el código que entraría en vigencia en 1972, tuvo en cuenta las obser-
vaciones de Millán y consagró en el artículo 215 que ninguna persona podía
desempeñarse en más de cinco revisorías en las Sociedades por Acciones. Se
ejercía así una forma de presión sobre los organismos encargados de decidir
asuntos que afectasen la labor profesional de la contaduría. Sin embargo, "lástima
que la segunda parte de ese artículo le quitó importancia y trascendencia a la
disposición, con el famoso 'mico' de que las personas jurídicas pueden ser
designadas revisores fiscales" (30). De esta manera quedó abierta la puerta para
que las multinacionales de auditoría, como firmas, siguieran monopolizando el
trabajo en esa parte del ejercicio de la contaduría. Y se concretaba así un nuevo
frente de conflicto de intereses en el que las asociaciones se concentraron en
una larga disputa por el mercado laboral que aún no termina. Se generó desde
entonces una radical división en el gremio de contadores que se conoció entonces
como el sector universalista representado fundamentalmente por el Instituto Na-
cional de Contadores y el sector nacionalista representado por el resto de las
diferentes asociaciones existentes.

',~ Como transfondo de la anterior disputa se arguyen dos concepciones de lo


~ que se entiende por ciencia contable: los universalistas sostienen que " .. .los

(30) MILLAN. Régulo. Op. Cit. pág. 207.


LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 375

(prtñcípios y nonnas ~e-____ _profesión


rigen nuestra _ _debían
oser -____universales,
-_. . esto es
que se puedan aplicar si,! f!~!!~~ y que sus reglamen.!a.ciones de6én tener en
cueiltal¡lS-:-~.ex@en- en los.~ 'p;lís~s sin que opere la reciprocidad de
títulos" (31). Por su parte los nacionalistas tienen una perspectiva según la cual
" ... buscaba (n) aplicar esos principios y esas nonnas a las necesidades y pecu-
liaridades de los países en donde iban a operar;.otro tanto sucedía con las reglamen-
taciones de la profesión, las que se tenían que dictar de acuerdo con la Constitución
0" ~las Leyes de la Nación, favoreciendo a sus gentes y respetando la soberanía
nacional" (32).

El resultado de este enfrentamiento n9 fue, sin embargo, la definición de


una concepción de la contabilidad, la búsqueda de unos principios teóricos
orientadores en el campo de una investigación contable que pennitiera enfrentar
coherentemente las prácticas y procedimientos que venían, y vienen utilizando
las multinacionales de auditoría. El resultado, en cambio, fue la definiciºº--<!~ ~
lInaserie g~.p-royectos...ikl~.~~~ más hacia el co~.ºic.~~JX>lítico-ideo- IV
lóiic~~_..!.~_inv~~.i~n extranjera y hacia ermoiio~Jjo -qu~.las_I1]lIJtioacionales .
de auditoría habían hecho del mercado laboral de los contadores o, al menos
las posiciones más relevantes del sistema económico.

Frente a estos problemas el sector nacionalista planteó la nacionalización


de la profesión en los ténninos del programa mínimo por ellos presentado en 1975.
---,

l. Eliminación de los monopolios que las finnas norteamericanas de auditoría


han establecido en el país.
2. Evitar el disfraz que dichas finnas quieren adoptar para aparecer como nacio-
nales.
3. Evitar la creación de los monopolios de finnas nacionales de auditoría propia-
mente dichas.

El momento de la multiplicación de propuestas en este sentido comprende


el lapso entre 1970 y 1975, cuando se presentan al Congreso de la República 9
proyectos de ley, (entre propuesta y contrapropuesta), que se colocan, cada uno,
en la orilla de su concepción de lo que debía ser la regulación de la profesión
y la fonna de limitar y controlar a las fmnas transnacionales de auditoría.

Esta situación de monopolio continuaba estando en el centro de la polémica


del ::jercicio de la contaduría para 1985 cuando el presidente de la Sociedad
Colombiana de Contadores envió una carta a uno de los periódicos de circulación
nacional en Colombia en donde se revela que la situación aún persistía ...

(31) MILLAN, Régulo. [bid, pág. 240.


(32) ldem.
376 HISTORIA DE LA CONTADURIA PUBLICA EN COLOMBIA

Cada día un nuevo Banco, una Corporación Financierd es controlada por


las mencionadas firmas transnacionales de auditoría, no importa que para
disfrazar este espionaje económico hagan nombrar a contadores públicos,
empleados de las mismas firmas como revisores fiscales.

Esta determinación, lógicamente autorizada por la Superintendencia Banca-


ria, conlleva a que el contador público colombiano independiente, única
forma de dar fe pública, haya sido desplazado del cargo de revisor fiscal,
por empleados que tienen subordinación laboral con las firmas extranjeras
de auditoría ya mencionadas y que les efectúan igualmente la auditoría
externa, función auxiliar de la Administración (33).

Con este discurso sólo ha persistido hasta nuestros días el Colegio Nacional
de Contadores, asociación gremial nacionalista que es prácticamente quien lidera
este tipo de posiciones frente al conjunto de asociaciones. Ahora bien, en todo
este devenir es preciso resaltar algunos elementos que permiten entender el hilo
conductor de este proceso:

l. Las asociaciones lucharon por la reglamentación o habilitación profesional


con el fin de que no toda persona pudiese ser reconocida como contador sino
sólo aquella que reuniese ciertos requisitos-.--·
2. El desempeño de los contadores apoyados en sus asociaciones coincidió en
el tiempo con los esfuerzos que se hacían en otras profesiones, que por su
prestigio social hubieran podido estar más avanzadas en matena de reglamen-
tación. Como en el caso antes citado de la ingeniería, que sólo hasta 1954
se exigió título profesional para desempeñar la profesión en obras del gobierno.
O el caso de la medicina y la odontología que se reglamentaron a partir de
1962 con las leyes 14 y 10 del mismo año, respectivamente.
En este sentido puede decirse que, comparativamente, la contaduría tuvo un
. proces..!l ..~~!l!.~~lración muy rápi~~_ a nivel de reglamentac¡¡'n-ybabilitaci.ón
si
profesional, más aiín se compara con profesiones como Economía y Admi-
. itistraciÓn q·ue se reglamentaron en 1969 la primera y en 1981 la segunda,
(ley 41169 y ley 60/81). y en ese proceso tuvo un papel importante la p~seJlcj¡J
permanente de las asociaciones en los órganos de decisión estatal.
En cuanto a su aceptacioDdeñiro de l~unidad universitaria, podemos
decir que es en 1952 cuando la contaduría obtiene el estatus de profesión
univesitaria mediante el decreto 686 de 1952, -que fijó el pensum de estudios
para la carrera y estableció los requisitos que debían llenar las facultades de
contaduría y ciencias económicas- pero sólo hasta la expedición del decreto
1297 de 1964, reglamentario de la educación superior en Colombia, es cuando
definitivamente se coloca al mismo nivel de las otras profesiones liberales.

(33) ANGULO GARCIA, Roberto. Carta enviada a El Espectador, Bogotá. Domingo 30 de Junio
de 1985.
LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 377

En cambio el proceso de reglamentación de su ejercicio, que aquí hemos


denominado como habilitación profesional, fue supremamente rápido. Otras
profesiones, como la medicina que ya tenía estatus universitario, se regla-
mentó su ejercicio con posterioridad a la contaduría.
Esto significa que los intereses económicos que rodean el ejercicio de la
contaduría la hacen particularmente sensible a una definición precisa de las
características fundamentales de su ejercicio, en tanto que es pieza fundamen-
tal de las reglas del juego del sistema económico, el cual no puede estar
sujeto a variaciones incontroladas de dichos intereses.
3. Las asocia~se cOPitim,en así en mee8RiSlRoli o iAlitp,mentos..ql!~pe~i­
tieron ¿onc~ar la necesidad de profesionalizar una .!~!ividad_que tt;~ía que
ver co~~ estratégicos. del sisteJlljl e<;QnÓmicQ.:....Pero debe quedar
claro que dicha reglamentación no es el reflejo mecánico de las condiciones
económicas, sino la resultante de una lucha de intereses que buscan predominar
en el manejo de la economía; este aspecto se observa en el conflicto en que
se ven envueltas algunas organizaciones a raiz de los vacíos que quedaron
una vez dictada la ley 145/60.
LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 379

CAPITULO m

Código de ética

e omo hemos señalado antes. los códigos de ética forman parte del proceso
por el que históricamente han pasado todas las profesiones liberales
modernas. Ahora bien. la formación del criterio ético profesional se desprende
de dos aspectos fundamentales:

l. La formación personal del profesional y


2. La dimensión jurídica establecida en códigos como resultado de los valores
predominantes en un grupo social determinado.

La familia y la sociedad son los ámbitos en los cuales se le suministra al


individuo una formación personal que le permite obtener las bases de la valoración
de su acción. y de él depende actuar a conciencia frente al Estado y la sociedad.

La universidad por su parte es factor predominante de formación en lo


concerniente a la ética profesional en cuanto proporciona criterios mediante una
sólida preparación académica que permita capacidad analítica y hermenéutica.
Ello hace más probable que se asuma la profesión con el rigor y la dignidad que
la caracteriza.

Las Asociaciones. por su parte. han buscado más desarrollar la dimensión


jurídica proponiendo códigos de ética sobre todo después de la caída en 1981 del
código de 1967 aprobado por la resolución No. 111 de la Junta Central de
Contadores. Fueron 15 años durante los cuales la profesión tuvo un código de
ética que corroboraba la característica de la contaduría como profesión liberal.

A lo que apuntan los Códigos de Etica es a elevar el nivel de responsabilidad


social del profesional y. a garantizar su prestigio. manteniendo un alto nivel en
el desempeño de su acción en aspectos críticos donde la imagen profesional es
importante.
380 HISTORIA DE LA CONTADURIA PUBLICA EN COLOMBIA

Esa imagen guarda relación con la conducta esperada del profesional por
parte de la sociedad. Esa conducta generalmente es especificada en estos códigos,
que adquieren un carácter jurídico, donde se consagran normas sobre la
independencia de acción y de criterio, el secreto profesional, la laboriosidad y
eficiencia, la discreción en la publicidad profesional y la relación con la clientela
y con sus colegas. Por último se establecen sanciones disciplinarias, tales como:
como:

1) Suspensión de la tarjeta profesional por un tiempo determinado,


2) Cancelación definitiva de la tarjeta, que es la sanción más drástica,
3) Amonestación y
4) Multas.

Las formas como se ha querido asegurar históricamente lo anterior han


variado en su redacción, pero en lo esencial han permanecido. Es decir, la
columna vertebral de los códigos de ética de contaduría es el problema de la
independencia de acción y de criterio, en el cual se desarrollan las incompatibi-
lidades, o sea las situaciones en las cuales no debe verse envuelto un contador
para que no pierda su independencia en el ejercicio profesional. Otro conjunto
de normas en estos códigos se refieren a la competencia desleal.

Los contadores hasta el momento han tenido un solo código de ética profe-
sional que fue aprobado por la Junta Central de Contadores mediante la resolución
III de 1967 pero que luego fue declarado inexequible por la corte suprema de
justicia mediante fallo del 24 de septiembre de 1981, por ser función privativa
del congreso la reglamentación de las profesiones.

Este código tenía los siguientes capítulos: 1) prohibiciones a los contadores,


2) obligaciones de los contadores, 3) relación de los contadores con terceros, 4)
normas generales, 5) sanciones a los contadores, 6) procedimiento para aplicar
sanciones.

Los artículos que se referían o contribuían a la independencia mental y


técnica del contador para que se ejerciera la profesión atendiendo sólo al carácter
universal de toda disciplina eran los artículos 13, 14, 16 Y 18. Veamos a manera
de ilustración dos de ellos:

Artículo 13: Los contadores públicos que en ejercicio de actividades públicas


o privadas. hubieren intervenido. conceptuado, certificado o fallado en de-
tenninado asunto, no podrán actuar ni asesorar, directa o indirectamente,
por sí o por interpuesta persona, a la parte contraria en el mismo asunto,
ni ejecutar actos contrarios al dictamen anterior.

Artículo 16: Ningún contador podrá prestar servicios profesionales corno


asesor. empleado. contnttista. etc .. a personas naturales o jurídicas a quien
LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 381

haya revisado o auditado en su carácter de funcionario público. Esta prohi-


bición se ex.tiende por el término de seis (6) meses contados a partir de la
fecha de su retiro del cargo.

En estos artículos se muestra cómo u~ código de ética va mucho más allá


que la ley penal en el campo específico de la independencia que debe observar
el profesional, pues si bien la ley penal sanciona las falsedades e inexactitudes
en los balances o certificaciones, el código de ética se adelanta tratando de evitar
que se llegue al delito, haciendo que quienes tuvieran intereses en ciertos asuntos
como funcionarios, no se ocupen inmediatamente de ellos una vez dejen de serlo.
Todo ello con el fin de garantizar un criterio imparcial, y poder garantizar la
buena fe de los terceros.

Una vez la profesión se queda sin un código de ética surgen nuevos intentos
de rehacerlos. En este trabajo se encontraron evidencias de dos propuestas: Una
del Instituto Nacional de Contadores que se presentó en 1983 y que fue desau-
torizada por la Asociación de facultades de contadores públicos (Asfacop) el 5
de noviembre del mismo año "por ser copia del código de ética médico."

Los artículos que tenían que ver con la independencia del contador para
ejercer la profesión elan: Artículos 8, 23, 25, 27 Y 22.

Comparados estos artículos con los que traía el código que rigió hasta
1981, las normas son iguales salvo el 8 que ampliaba las incompatibilidades:

Cuando la firma o sociedad de contadores, de la cual es socio o empleado


un contador público, participe en cualquier forma en la selección o nombra-
miento del personal de una empresa, dicho contador no podrá ejercer en
ésta el cargo de Revisor Fiscal o el de Auditor.

Un aspecto que dichos códigos no han podido desarrollar tiene que ver con
el problema de la vinculación laboral o dependencia laboral del contador como
revisor fiscal con la sociedad comercial, lo cual implica que múltiples presiones
hagan inestable su cargo anulando su independencia de criterio. Se pudo constatar,
sobre todo para las asociaciones del sector nacionalista que una medida urgente
de carácter legal es lograr que el revisor fiscal sea elegido y remunerado por un
ente que no pertenezca a ninguno de los órganos de la sociedad comercial. Esta
medida haría más que las múltiples normas de carácter ético que no logran
impedir las presiones para evitar el ejercicio independiente de la profesión.

Por último cabe mencionar el código que fue presentado al VI Congreso


de Contadores Públicos Colombianos, celebrado en Medellín en 1983, con el
respaldo del Colegio Colombiano de Contadores. Este código tenía 5 capítulos
que eran: 1) declaración de principios, 2) relaciones con la sociedad, 3) relaciones
382 HISTORIA DE LA CONT ADURIA PUBLICA EN COLOMBIA

con los clientes y empleadores, 4) relación con el Estado, 5) relación con los
colegas.

Dentro de estos capítulos los artículos 28,29,30,32,33,58 Y 70 son los


que se refieren a la independencia del contador para su ejercicio profesional. En
ellos destaca el afán por incrementar el tiempo en que se considera incompatible
haberse desempeñado como auditor o revisor para luego pasar a un cargo dentro
de la sociedad. El tiempo de la incompatibilidad aumenta de 6 meses a 2 años.

Pero es el artículo 70 de este código el que ha suscitado las más arduas


discusiones entre las asociaciones nacionalistas, con el Colegio Colombiano de
Contadores a la cabeza, y las firmas multinacionales de auditoría. El artículo
decía: "Ninguna firma de contadores podrá simultáneamente prestar sus servicios
de auditoría externa y revisoría fiscal,.a una misma empresa o dos de sus filiales
o subsidiarias directamente o por medio de terceros".

Con este texto se buscaba reducir el monopolio que desarrollan dichas


multinacionales en la parte del mercado colombiano más importante desde el
punto de vista económico, si se tiene en cuenta el tipo de empresas que atienden
dejando por fuera a un gran número de contadores que no pueden desempeñar
su profesión a este nivel por no formar parte de las multinacionales de auditoría.
Como se verá inmediatamente, este problema del mercado laboral continúa siendo
crítico en la definición de las relaciones entre las Asociaciones y en las condiciones
de posibilidad de un acuerdo entre ellas para el avance en el desarrollo profesional.
LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 383

CAPITULO IV

Intentos de reforma
a la ley 145 de 1960

H ubo una serie de proyectos de ley que pretendían de una u otra manera,
introducirle modificaciones a la Ley 145 de 1960, reglamentaria de la
profesión. Detrás de cada una de estas propuestas es posible percibir la tendencia
y sesgos de los intereses que se movieron en la profesión los cuales son abande-
rados por las diferentes asociaciones.

En la realización de este trabajo se encontraron en total 13 proyectos de


reformas presentadas al congreso de Colombia entre 1965 y 1984, que son
significativos para detectar los vaivenes del desarrollo de la reglamentación de
la Contaduría. Esto nos obliga a regresar a los años anteriores al programa
mínimo del sector nacionalista.

Los proyectos son los siguientes:

l. Proyecto No. 95, de Agosto de 1965. (Cámara de Representantes) presentado


por Froilán Montoya. En él se pide que se reabra la licenciatura para los
contadores sin título univesitario.
2. Proyecto No. 26, de Marzo de 1967. (Cámara de Representantes) por Mario
Velásquez. Se insiste en la reapertura de la inscripción para los contadores
prácticos.
3. Proyecto No. 103, de Noviembre de 1972. (Senado) presentado por Alfonso
Angarita Baracaldo. Se pide la modificación de algunos artículos de la ley
145/60.
4. Proyecto No. 94 de Diciembre de 1972. (Senado) presentado por Hernando
Echeverry Mejía. Se presenta una modificación para la Ley 145/60.
Este proyecto se convirtió o pasó a ser posteriormente el proyecto 149 de
1972 de la Cámara. y es fundamental en la división clara que se presenta
entre el sector comx:ido como nacionalista. frente al ·derado por el
384 HISTORIA DE LA CONTADURIA PUBLICA EN COLOMBIA

Instituto Nacional de Contadores. Será comentado por lo tanto con cierta


amplitud.
5. Proyecto No. 61, de Septiembre de 1973. (Senado) presentado por Diego
Suárez Villa. Este proyecto surge para que, eII.N.C.P., pudiese enfrentar
la movilización que se había gestado para sacar avante el proyecto 149172.
6. Proyecto No. 77, de Noviembre de 1974. (Senado) presentado por Enrique
Rueda Riveros. Que pretende reformar la Ley 145/60.
El senador Rueda Riveros, fue el impulsador en el Congreso de la República
de los contenidos defendidos por el Instituto Nacional de Contadores Públicos
(I.N.C.P.).
7. Proyecto No. 4, de Julio de 1975. (Senado). Presentado por Enrique Rueda
Riveros. Adicionaba la ley 145/60.8. Proyecto de Ley No. 45, de Septiem-
bre de 1975. (Cámara). Presentado por Aldemar Gómez Aristizábal. que
pedía reabrir la inscripción de que trata el ordinal d) del Art. 6 de la ~y
145/60 (para contadores sin título).
9. Proyecto No. 113. de Noviembre de 1975. (Senado). Presentado por Ernesto
M. Allister. Intenta introducir reformas a la Ley 145/60.
10. Proyecto No. 1, de Julio de 1976. (Senado). Presentado por Enrique Rueda
Riveros. Se insiste en modificación de la Ley 145/60.
11. Proyecto No. 136, de Agosto de 1983. (Cámara). Presentado por Horacio
Serpa Uribe. Se pide modificar la Ley 145/60.
12. Proyecto No. 149. de Octubre de 1983. (Cámara). Presentado por Jesús
Suárez Letrado.
Solicita modificar la Ley 145/60.
13. Proyecto de Ley No. 39, de 1984. (Cámara). Presentado por Horacio Serpa
Uribe.
Este proyecto es con el que concluye el tortuoso camino hacia la nueva
reglamentación de la Contaduría. El proyecto se convierte después en el
No. 236 (Senado y finalmente se convirtió en Ley de la República).

En este lapso (1965 y 1984), el año de 1972 resultó especialmente signifi-


cativo en la historia de las asociaciones, pues fue el momento de polarización
de las posiciones de lo que debía ser el ejercicio profesional y su reglamentación.
En efecto, en oficio dirigido por las Asociaciones gremiales a la Cámara de
Representantes estas se quejan de que se le vaya a dar trámite al proyecto de
ley No. 7172 que pretendía eliminar la limitación a cinco revisorías fiscales por
persona (jurídica se entendía entonces) que establecía el artículo 215 del Código
de Comercio: ..... esto, Señores Representantes. sólo beneficia a las firmas extran-
jeras de contadores públicos". Se iniciaba así la lucha en el Congreso por el
control del ámbito de movilidad de las firmas extranjeras (34).

(34) crr. Anales del Congreso. Bogotá. Manes 21 de Noviembre de 1972. pág. 1441.
LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 385

Para afianzarse en este proceso las Asociaciones empezaron por denunciar


las actividades de dichas finnas, lo cual implicaba un conocimiento mínimo de
las actividades realizadas. En la carta mencionada, las Asociaciones muestran
ya un interés por hacer un seguimiento de las actividades contables a nivel
internacional. Por ello citan también a continuación: "Para que ustedes evalúen
el poder de las finnas extranjeras, anexo a la presente acompañamos un artículo
aparecido en la revista Busines Week de abril de 1972, en el cual se puede
apreciar el dominio del mercado profesional por ocho grandes firmas las cuales
monopolizan 1.000 billones de dólares de un total de 2.500 billones de dólares
que facturan por honorarios profesionales las finnas de contadores americanos.
Contra esas 8 grandes finnas debe competir el profesional colombiano pues ellas
están establecidas en Colombia y, como ya se dijo, en nuestro país el monopolio
es aún mayor ya que reciben más del 95% de los honorarios por concepto de
las Auditorías" (35).

Pues bien, al mismo tiempo que se oponían a la eliminación de la Iimitante


de 5 revisorías. las Asociaciones, proponían medidas encaminadas a reducir el
poder de las 8 grandes en Colombia. Ya en el mes de julio del año que estamos
comentando (1972) se habían reunido, en la ciudad de Medellín, los contadores
en el Segundo Congreso Nacional de Revisores Fiscales. Allí, la Academia
Colombiana de Contadores Públicos Titulados (ADECONT), Seccional Antio-
quia, presentó una ponencia sobre el desarrollo profesional de la Contaduría y
en una parte del escrito señalaba como " ... si la presencia de las finnas fue en
un principio una necesidad para la inversión extranjera, su presencia hoy en
nuestro país, es no sólo innecesaria sino, principalmente, perjudicial para el libre
desarrollo de la profesión contable en Colombia. Este hecho, como se verá más
adelante, se manifiesta en la posición defensiva que han adoptado últimamente
dichas 'finnas' frente a los contadores colombianos y frente a nuestra propia
legislación" (36).

Se gestaba así lo que en ese encuentro de Revisores se llamó una conciencia


nacionalista del profesional colombiano de la Contaduría.

Además esa discusión que se dio en el Congreso de Revisores se concretó


en algunos artículos del proyecto de la Ley 94172. De ellos merecen mención
especial el artículo 7 el cual señalaba que ninguna persona podría desempeñar
el cargo de revisor fiscal en más de cinco sociedades por acciones:

El Revisor Fiscal siempre será una persona natural, deberá tener la condición
de colombiano en pleno goce de los derechos civiles, y sin vinculación de
dependencia laboral con finnas de contadores o auditores extranjeros.

(35) ¡bid.
(36) ¡bid. pág. 1442
386 HISTORIA DE LA CONT ADURIA PUBLICA EN COLOMBIA

y agregaba el artículo 14:


Cuando fuere necesario emitir conceptos o certificar balances de empresas
o instituciones nacionales, departamentales, municipales o distritales, tales
conceptos o certificaciones sólo podrán ser expedidas por firmas nacionales
de contadores públicos. Igual procedimiento se empezará en toda empresa
en la cual el Estado colombiano tenga algún capital (37).

Evidentemente estos dos artículos apuntan a defender el ejercicio profesional


ante la competencia del mercado que difícilmente se podía sostener con las
finnas extranjeras. Se trataba pues, de que en el plano legal (y no en el de la
libre empresa, que es el que alegaban las finnas) se le diera al contador colombiano
la oportunidad de un Take off, de un despegue, que no lo haría sin un mínimo
de proteccionismo por parte del Estado.

Los dos artículos mencionados se reiterarán en los proyectos siguientes de


corte nacionalista y que apoyarán asociaciones como:

l. Academia Colombiana de Contadores Titulados (con sus seccionales en


Bogotá, Medellín, Cali y Popayán).
2. Federación de Contadores de Antioquia.
3. Federación de Contadores Públicos de Colombia (Bogotá).
4. Asociación de Contadores del Valle (Cali).
~. Asociación Santandereana de Contadores (Bucaramanga).
6. Asociación de Contadores del Tolima (Ibagué).
7. Asociación Colombiana de Contadores (Barranquilla).
8. Asociación de Contadores de Córdoba.
9. Asociación de Contadores del Meta (VilIavicencio).
10. Asociación de Contadores del Huila (Neiva).
11. Colegio de Contadores del Quindío (Annenia).
12. Colegio de Contadores del Risaralda (Pereira).
13. Colegio de Contadores de Nariño (Pasto).
14. Sociedad de Contadores Públicos de Ipiales (Ipiales).
15. Unión de Contadores del Norte de Santander (Cúcuta).
16. Unión Nacional de Contadores (Bogotá).
17. Asociación de Contadores de Bolívar.

Estas Asociaciones, junto con eII.N.C.P., se reunió el año !.iguiente (1973),


los días 21 a 23 de junio, para el 111 Congreso de Contadores, en Cali, con el
propósito de discutir el proyecto No. 94 de la Cámara y que pasó a ser el 149
del Senado. Asistieron al Congreso, también, los decanos de 10 Facultades de
Contaduría Pública, estudiantes de décimo semestres, lo cual dio un total de
1.130personas asistentes entre delegados, observadores, estudiantes y extranjeros.

(37) lbidem. pág. 1443


LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 387

Hasta ese momento el sector no nacionalista de la contaduría dudaba que


hubiese una conciencia tan unificada del futuro de la profesión. por ello participó
en dicho Congreso. proponiendo que no se tuviese en cuenta el proyecto 149172
como digno de ser el reglamentario de la profesión. Tal sector no nacionalista
fue estruendosamente derrotado en su ponencia (presentada por eII.N.C.P.). y
finalmente se aprobó la solicitud muy respetuosa al honorable Senado para
que el proyecto No. 94 se convirtiera en Ley de la República,

Con lo cual se remediará una grande y excesiva injusticia que actualmente


pesa en contra del profesional colombiano. ante la desigualdad que existe
con el profesional extranjero, y se limitará, así sea en parte, el cerrado
monopolio que las firmas extranjeras de auditoría han establecIdo para con-
trolar la casi totalidad de nuestra economía nacional (38).

Se perfila así claramente el ideario que incentivaba la actividad gremial de


la década del 70 y que se mantendrá hasta 1988 cuando se aprueba una modifi-
cación de la Ley 145/60 aunque con características diferentes a lo señalado en
los arto 7 y 14 del proyecto 94/72.

Se trataba entonces de perfeccionar de una manera clara la Ley 145/60. en


el sentido de frenar el monopolio del mercado de trabajo. que tenían las firmas
extranjeras ante lo cual el profesional colombiano. no podía enfrentarse sin un
mínimo de protección.

Ante el embate nacionalista. el otro sector presentó. para defender sus


intereses. el proyecto 61 de 1973. que buscaba dividir la opinión en el congreso,
objetivo que logró a pesar de la petición mayoritaria antes mencionada.

Esto demostró la dinámica que se presentó entre las Asociaciones Gremiales


y el órgano legislativo: No sólo había que tener la mayoría democrática, parti-
cipativa de los miembros de un grupo (el gremio de los contadores) con unos
intereses legítimos claramente definidos, sino que también debía conseguirse esa
mayoría dentro de las esferas del poder. es decir. de los mecanismos establecidos
institucionalmente para un cambio de rumbo igualmente institucional. Aquí la
balanza se inclinó a favor del Instituto Nacional de Contadores que logró entor-
pecer el curso del proyecto 94172.

Bien asesorado. el sector no nacionalista. alegó que las 8 grandes no eran


firmas extranjera porque según el arto 469 del Código de Comercio no están
constituidas conforme a leyes de otros países. ni tienen domicilio en el exterior.

(38) Cfr. "Anales del Congreso", Manes J7 de Septiembre de 1974,


388 HISTORIA DE LA CONT ADURIA PUBLICA EN COLOMBIA

En todo este debate. el panorama de la profesión en ténninos cuantitativos


era este: Había 25 facultades de Contaduría (años 73-74), unos 10.000 estudiantes
y unos 7.000 contadores matriculados ante la Junta Central de Contadores (39).

y por parte de las Asociaciones (entre las citadas asistentes al Tercer Con-
greso de Contadores), las más importantes en el debate del proyecto 149172 eran:
La Unión de Contadores Públicos de Colombia, la Federación Nacional de
Contadores Públicos de Colombia, la Academia de Contadores Públicos Titula-
dos, la Federación de Contadores de Antioquia, y el I.N.C.P. y la Asociación
de Contadores del Valle (6 en total de las mencionadas).

El 19 de Octubre de 1973, en el calor de las discusiones en el Congreso,


por sugerencia de algunos senadores (40), las seis asociaciones citadas, se reu-
nieron para estudiar y conciliar los 2 proyectos de Ley presentados (el 61 y el
149); pocos días después, se llegó a un acuerdo, que se conoció como el acuerdo
de los ocho, ya que en él habían participado 2 representantes por cada una de
las cuatro Asociaciones que intervinieron (41).

Al conocerse dicho convenio, los estudiantes y los decanos de contaduría


se opusieron inmediatamente a él, como también los representantes de las finnas
extranjeras. Para los primeros el acuerdo no era suficientemente nacionalista y
para los segundos era demasiado nacionalista. Las universidades Central, Bogotá,
Nacional y Gran Colombia protestaron públicamente en boletines, por no habér-
seles aceptado dos delegados y, en consecuencia, se abstuvieron de participar
en la discusión-diálogo. Igualmente Fedeconta y los representantes de las llamadas
finnas extranjeras hicieron idénticos reparos (42).

En un oficio de noviembre de ese año (nótese la pennancnte comunicación


con el órgano legislativo) la Asociación Colombiana de Universidades que repre-
sentaba a las universidades Nacional, Externado, Santo Tomás, Jorge Tadeo
Lozano, Libre, Javeriana, Central, Gran Colombia, Cauca y Antioquia manifes-
taba:

Estudiando cuidadosamente el parágrafo del arto 7 Y el parágrafo l del arto


9 hemos llegado a la conclusión de que deben ser eliminados, por ser

(39) Cfr. Anales del Congreso. Bogotá. 29 Noviembre de 1974. pág. 1056.
(40) /bid. pág. 1057. No se precisan sus nombres.
(41) De las seis mencionadas no participaron en el acuerdo la Federación de Contadores de Antioquia
ni la Asociación de Contadores del Valle. En ese momento bien pudo llamarse el acuerdo de
las cuatro grandes.
(42) Aparentemente en ese momento el I.N.C.P. no presentó debidamente los intereses de las finnas
extranjeras o fue simplemente un acto para escamotear las posibles críticas al proyecto por
participación de dichas firmas.
LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 389

francamente regresIvos y contranos el espíritu nacionalista, aunque aparen-


temente se les da un privilegio a las firmas nacionales. Son tan graves las
implicaciones que le traería a la profesión de la C~ntaduría Pública dejar
dichos parágrafos dentro del texto del proyecto, que unánimamente los de-
canos estamos convencidos de que si no fueran eliminados, como respetuo-
samente pedimos, sería más conveniente para la Contaduría Pública colom-
biana que el citado proyecto se archivara y continuara vigente la legislación
actual (43).

Pero qué decía el Art. 7, se preguntará el lector. Dicho artículo establecía


que las firmas nacionales no estarían limitadas al máximo de 5 revisorías que
establece el Código de Comercio. Más exactamente señalaba lo siguiente:

Las limitaciones e incompatibilidades fijadas en este artículo no se aplica-


rán a las firmas nacionales colombianas de Contadores Públicos, pero si
éstas se prestaren a la violación de la presente Ley, en cuanto a la prestación
de servicios propios de la Contaduría Pública, serán sancionadas por el
consejo disciplinario en la forma prevista en esta Ley ...

Los decanos señalaron además que excepcionar a las firmas de contadores


nacionales de incompatibilidades implicaba que las firmas nacionales podían
tener vinculaciones económicas y laborales con los auditores y contadores de
las firmas revisadas. A lo anterior se agrega la crítica que hacían los decanos
al Art. 9 que obliga a que los egresados con título universitario para el ejercicio
propiamente dicho debían tener mínimo 1 año de experiencia.

En estas circunstancias, el acuerdo de los ocho, tampoco avanzó dentro del


Congreso, pero redefinió el ajedrez de las agremiaciones en el sentido de colocar
a cada uno en el escaque correspondiente, es decir, en la defensa de sus propios
intereses. Sin embargo, en este proceso de crítica mutua, es justo reconocerlo,
se va perfeccionando por parte de las asociaciones la forma de presentar los
proyectos, su rigurosidad y alcances.

En el año de 1974 se presenta un nuevo proyecto de ley. el número 77.


cuya tendencia puede percibirse en estos artículos:

Artículo 10. Nadie podrá desempeñar el cargo de Revisor Fiscal en mál. dt:
cinco sociedades por acciones. El Revisor Fiscal será siempre una persona
natural, de nacionalidad colombiana, en pleno goce de los derechos civiles
y en cuanto al ejercicio del cargo, funciones, incompatibilidades y demás,
se estará a lo dispuesto en el código de comercio sobre la materia.

Artículo 11 .. Cuando fuere necesario emitir conceptos o dictámenes. certificar


balances y otros estados financieros, y prestar los demás servicios propim

(43) Cfr. pág. 1153. Anales del Congreso. Bogotá. 13 de Diciembre de 1973.
390 HISTORIA DE LA CONTADURIA PUBLICA EN COLOMBIA

del contador público, en empresas o instituciones nacionales, departamenta-


les, municipales o distritales tales servicios sólo podrán ser prestados por
contadores públicos. Igual requenmlento se eXIgIrá en toda empresa en la
cual el Estado colombiano o cualquier persona natural o jurídica, nacional
colombiana tenga vinculado más del 51 % de su capital.

Hasta aquí coincide con el proyecto 149172, pero va más lejos cuando en
sus artículos 17 y 25 establece el Consejo Disciplinario de la Contaduría Pública
y el Consejo Técnico de la Contaduría (instituciones actualmente vigentes, aunque
no se le cambió el nombre a la Junta Central).

Este proyecto habría de tener problemas, además de lo medianamente nacio-


nalista de los artículos señalados, por el hecho de que discriminaba de plano las
Asociaciones existentes entonces. En efecto, el arto 17 disponía quiénes
confonnarían el Consejo Disciplinario y en el ordinal d) establecía:

Un representante por cada una de las siguientes agremiaciones y asociaciones


de contadores públicos, cada uno de los cuales tendrá su respectivo suplente:
Academia Colombiana de Contadores Públicos Titulados, Instituto Nacional
de Contadores Públicos de Colombia, Unión Nacional de Contadores Públi-
cos de Colombia y Federación Nacional de Contadores Públicos de Colombia.

y al resto de asociaciones sólo se le reconocían dos representantes para


todas ellas. Se trataba pues de un proyecto claramente discriminatorio, que
descaradamente reproducía la actitud que las finnas extranjeras tenían para con
ellos. El proyecto No. 77 fue en su momento el más voluminoso (30 artículos
frente a 5 artículos del proyecto 149172) y completo de entonces (44).

Otra fuente de conflicto y de división entre las asociaciones se presenta en


los casos en que se reivindica la calidad de los contadores empíricos y se intenta
reabrir la inscripción de ellos como contadores autorizados. En 1975 tenemos
como ejemplo de ello el proyecto No. 45. presentado por el representante Aldemar
Gómez Aristizábal quien atendió la petición hecha por la Asociación de Conta-
dores Públicos pro-matrícula. El argumento de este grupo de contadores fue que
para este año (1975) existían sólo 8.000 contadores autorizados y 2.000
titulados. mientras que la demanda de profesionales en el mercado de trabajo
era de 150.000 profesionales según cálculos tomados del número de empresas
existentes en el país para entonces (45).

(44) Es importante resaltar que en ninguno de los proyectos hasta ahora mencionados se habla de
la incompatibilidad para que una misma firma desempeñe la auditoría externa y la revisoría
fiscal. Esto sólo ocurrirá en el proyecto No. 106 de 1976.
(45) Cfr. Anales del Congreso. Bogotá. Martes 30 de Septiembre de 1975. pág. 869.
LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 391

Al año siguiente se presenta en el Senado el proyecto No. I de 1976 que


en últimas es el mismo proyecto 77 de 1974, presentado también por
Rueda Riveros. En esta oportunidad el cambio que se le introdujo al proyecto
va en la búsqueda de una línea de convergencia entre las asociaciones. Es por
eso que el artículo que se modifica, en relación con el No. 77, fue el que se
refería a la composición del Consejo Disciplinario (art. 17). Se dijo entonces
que habría

Un representante con su respectivo suplente de las agremiaciones o asocia-


ciones de contadores públicos, debidamente reconocidas, o que llegaran a
ser reconocidas por el Ministerio de Justicia, el cual será escogido por estas.
Según reglamento que expedirá el Ministerio de Educación (46).

Se eliminaba la discriminación entre las Asociaciones pero se les restringía


su participación global. Así se trataba de evitar que los conflictos internos de
las asociaciones afectaran la composición de los organismos a crearse en una
ley reglamentaria de la profesión.

Es de aclarar, sin embargo, que para esta época el enfrentamiento del gremio
se encontraba ya en su punto más crítico. En los boletines que mutuamente se
envían las asociaciones, en especial con relación al Instituto Nacional de Conta-
dores hablan de destruir el Instituto " ... que se vende a los intereses imperialistas,
etc.". Hay en el lenguaje utilizado toda una jerga que demuestra la apropiación
de frases y elementos marxistas sueltos que se conjugan en la expresión de la
"lucha contra el imperialismo yanqui". Aunque sea de manera muy tangencial,
estas asociaciones también se ven permeadas por los contenidos que se difunden
a partir de Revolución Cubana y del mismo movimiento estudiantil del 68.

Retomando el proyecto deLey No. 106 de 1976 debemos hacer un comen-


tario final. Al artículo JO del proyecto que le sirvió de base (No. 77) se le agregó
algo que será motivo, también, de intenso debate en los años siguientes. Se trató
de impedir, por vez primera, que el contador que ejerciera un cargo como auditor
externo o desempeñara la función de revisor fiscal, pudiese tener vinculación
alguna de dependencia laboral o económica con una sociedad o firma de conta-
dores públicos o auditores que prestasen uno de estos dos servicios a la misma
empresa. En otras palabras, se buscaba acabar con la costumbre que tienen las
firmas o sociedades de contadores públicos de nombrar a uno de sus empleados
o a un socio como revisor fiscal de una empresa a la cual, al mismo tiempo, le
prestan el servicio de auditoría, monopolizando así el mercado de trabaju. Este
punto es pues otro de los que contribuirá a acrecentar la diferencia entre los
sectores que grosso modo se denominan nacionalistas y universalistas.

(46) Cfr. "Anales del Congreso". Jueves 29 de Julio de 1976. p. 434.


392 HISTORIA DE LA CONTADURIA PUBLICA EN COLOMBIA

Los siguientes proyectos de ley, que se presentan ante el Congreso por parte
del sector nacionalista, reivindicarán esta reglamentación de la auditoría externa,
que no había realizado la Ley 145/60, aspecto que venía siendo aprovechado
por las llamadas finnas extranjeras. Es así como en los proyectos 106176, 83179,
50/81 Y 10 1/81, sigue apareciendo la delimitación entre auditoría externa y la
revisoría fiscal, punto sobre el cual habrían de llegar a un acuerdo las asociaciones
para poder expedir la reglamentación final por medio del proyecto 236 S - 39
C, en el cual tal asunto silenciosamente desaparece, al menos en la foma antes
planteada.

Es en el proyecto 106 de 1976 en el que por vez pómera encontramos una


norma en la que se establece la incompatibilidad entre revisoría fiscal y auditoría
externa, aunque de manera indirecta, es decir, exigiendo que el desempeño de
dichas funciones estuviesen a cargo de personas naturales, excluyendo así a las
firmas que controlaban ambas actividades. El artículo 4 del proyecto 106 de
1976 decía textualmente lo siguiente:

Artículo 4: No se podrá ejercer como auditor externo o desempeñar el cargo


de revisor fiscal en más de 5 sociedades por acciones. El revisor fiscal o
auditor externo será siempre una persona natural. contador público de nacio~
nalidad colombiana, ciudadano en ejercicio y sin vinculación alguna de
dependencia laboral o económica con la sociedad o firma de contadores
públicos o auditores que preste uno de estos dos servicios a la misma empresa
a la cual revisa (los subrayados son nuestros).

Este artículo muestra a todas luces el carácter nacionalista del proyecto,


arraigado en la lucha por la desconcentración del mercado laboral en pocas
manos. Se trataba, pues, de un proyecto de escasos 7 artículos que apuntaba a
lo fundamental. Es así como en su artículo 6 precisaba ya claramente los requisitos
para obtener la matrícula de contador, señalando para ello que se debía haber
alcanzado título de contador ante una universidad colombiana. Excluía, de esta
forma, a los contadores empíócos que presionaban por un reconocimiento del
Estado para su ejercicio profesional. La profesión, por lo tanto había entrado en
la modernidad y quedaban atrás los tiempos en que por la escasez de profesionales
y por ser incipiente su desarrollo académico, se aceptaban contadores empíócos
(47).

Por su parte el argumento del ponente del proyecto, representante Urbano


Rodríguez Muñoz fue el siguiente:

El objeto de esta norma (Art. 1 y 6) es evitar que personas distintas a los


verdaderos profesionales pretendan ofrecer servicios que no están en capaci-

(47) En la exposición de motivos se cita un mforme del ICFES que señala la existencia de 26
facultades de contaduría para 1976.
LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 393

dad de garantizar, con grave perjuicio no sólo para la profesión sino para
la economía empresarial, y por ende, para la economía nacional (48).

Con el transcurso del tiempo, los otros proyectos repiten de una u otra
manera la posición asumida en 1976 por las asociaciones del sector nacionalista,
que son la gran mayoría (sólo quedaporfueraelI.N.C.P. ,junto con la Federación
de Contadores de Colombia que es el que agrupa a las Asociaciones afiliadas al
I.N.C.P.).

Algunos otros proyectos sólo hacen aclaraciones normativas. Es así como


en 1979 el proyecto No. 83 taxativamente expone que " ... en ningún caso se
podrá designar como revisor fiscal a una sociedad o firma de contadores públicos".
(En lo demás su artículo 5 es idéntico al Art. 6 del proyecto No. 106176).

Aquí cabe un comentario en cuanto a la anterior prohibición, que desapare-


cerá más adelante en los proyectos 236 S Y 39 C. Tal prohibición iba en contravía
del desarrollo de las profesiones modernas. En efecto, día a día se presenta un
cambio en la forma en que se ejercen las profesiones, en la medida en que se
pasa de un ejercicio individual, (por personas naturales aisladas) a un ejercicio
dentro de organizaciones complejas (firmas) que pueden garantizar en el capita-
lismo una mayor eficiencia y racionalidad por las múltiples asesorías que pueden
suministrar a sus clientes. Este fenómeno no es exclusivo de la contaduría, hoy
se observa también en medicina, ingeniería, etc.

Lo que bien podría y puede exigirse a las firmas es que no tengan ante una
misma empresa las funciones de Revisor Fiscal y de Auditor Externo, que es
un asunto diferente.

Es por esto que los anteriores proyectos muestran un atan de lucha naciona-
lista sin una clarificación de los aspectos históricos concretos que debían tenerse
en cuenta. Esta preeminencia del factor político sobre el conocimiento del devenir
social ha ocasionado mucho retardo en la reglamentación de la ya añeja Ley
145/60.

Tanto el proyecto 83 de 1979, que acabamos de comentar, como el proyecto


No. 50 de 1981 que abordaremos enseguida, contienen 8 y 12 artículos respec-
tivamente. Es decir, son puntuales en cuanto a la necesidad de enfrentar a las
firmas que monopolizan el mercado, pero no entran a hacer una honda revisión
de la profesión misma. (Compárese con los 40 artículos del proyecto 236 S,
aunque esa revisión no implique cambios fundamentales).

(48) Cfr. Anales del Congreso. Bogotá. Jueves 4 de Noviembre de 1976. pág. 1297.
394 HISTORIA DE LA CONTADURIA PUBLICA EN COLOMBIA

El proyecto No. 50 de 1981 (Octubre 7) fue presentado por el Senador


Alvaro Uribe Rueda, también de línea nacionalista, y plantea igualmente la
incompatibilidad entre revisoría y auditoría externa. Incluye, sin embargo, otros
aspectos que caracterizan también la lucha de las asociaciones por la profesión:
a) La estipulación de nuevos cargos públicos que deben ser necesariamente
desempeñados por contadores públicos.
b) La creación de la tarjeta profesional para los contadores, tal como ocurre en
la órbita de los abogados.

En cuanto al punto a) el Art. 5 del proyecto No. 50 era del siguiente tenor:

Artículo 5: Se requiere, así mismo, la calidad de contador público para


desempeñar el cargo de auditor fiscal dependiente de la Contraloría Nacional,
de la del Distrito Especial de Bogotá, de las Contralorías Departamentales
y de las Contralorías de Municipios de más de 50.000 habitantes, lo mismo
que para ocupar el cargo de revisor fiscal, auditor o cualquier otro con
denominación equivalente en los establecimientos públicos, las empresas
del Estado y los Institutos Descentralizados.

Este objetivo tiene una cualidad importante: Aunque en primera instancia


parezca sólo una búsqueda de mayor mercado laboral para los contadores, lo
sustancial, nos parece, es que va consolidando a la profesión para que aporte
conceptos técnicos en el campo de su competencia.

Dicho de otra manera, al tiempo que toda disciplina delimita su campo de


conocimiento, también señala el campo en donde se requiere su aporte, si en
verdad se pretende un manejo de la administración nacional, de manera que no
ocurra, como evidentemente se presenta en muchas instancias, que haya veteri-
narios haciéndole auditoría a una institución del Estado. Esto no es racIOnal en
la medida en que el medio no es adecuado para el fin que se busca:el control
técnico de un manejo de cuentas.

De otra parte, en cuanto al punto b), señalaba el ponente en la exposición


de motivos de manera acertada:

El certificado de matrícula con que en la actualidad se identifican los conta-


dores públicos expedido en papel ordinario y acompañado por la fotografía
del profesional, es anticuado y poco funcional... si el contador debe, de
acuerdo con disposiciones vigentes y con preceptos de ética, acreditar su
calidad de profesional en los diferentes actos en que interviene, colocando
el número de la correspondiente inscripción como tal al pie de su firma
aUlógrafa, ofrece mayor seguridad a los institutos oficiales, a las empresas
y al público en general el que se pueda identificar por medio de una tarjeta
uniforme de características inconfundibles,. a diferencia de Jo que ocurre
en la actualidad con el mencionado certificado de matrícula (49).

(49) Cfr. Anales del Congreso. Bogotá. Octubre 7 de 1981. pág. 1689.
LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 395

Tenemos entonces que tanto el punto a) como el b) forman parte del desa-
rrollo histórico que tradicionalmente han experimentado las profesiones. Son en
síntesis aspectos concretos de su consolidación como disciplina técnica y de su
función de apoyo (seguridad a las instituciones) en el funcionamiento del sistema
social.

Por su parte las asociaciones han sido el medio o instrumento a través del
cual se manifiestan las fuerzas que impulsan el desarrollo profesional. No debe
entenderse sin embargo que el devenir de la contaduría tenga un curso forzoso.
De hecho cuando los contadores no encuentran el suficiente apoyo para sus
conquistas, se presentan retrasos, desviaciones, incoherencias, para colocar a la
profesión a la altura de desarrollo de las otras profesiones. Debe, pues, compren-
derse que las firmas de contadores no pueden desaparecer en el ejercicio de la
revisoría ya que la tendencia moderna de las profesiones evidencia que para su
ejercicio éstas se ven cada vez más inciertas dentro de organizaciones complejas,
como son las firmas mismas. Sin esta comprensión la lucha de los contadores
seguirá dándose en un callejón sin salida.

Por tanto el desarrollo de la profesión, no puede circunscribirse a un método


de ensayo y error jurídico, desconociendo las fuerzas que se mueven tras toda
interpretación jurídica, que son las fuerzas mismas de la realidad social.

Finalmente, debemos mencionar el proyecto 136 de 1983 del cual parte el


texto definitivo que hoy está para sanción presidencial: el Proyecto 236 y 39C/84
(50).

El proyecto 136 de la Cámara se convierte después en el 39 de 1984 también


de la Cámara que en su artículo 7 señala: " ... en ningún caso podrá ser designado
como revisor fiscal una persona jurídica, así se trate de una sociedad o firma
de contadores".

Con otras palabras, se volvía al mismo punto en el enfrentamiento con las


firmas. Lo curioso es que el punto desapareció en el texto que, aunque aprobado
por el congreso, ha sido objetado por el Presidente de la República el último 13
de Marzo de 1989. Lo reciente de los hechos, sin embargo, sólo permite afirmar
que sobre el texto final aprobado la única agremiación que no comparte su
contenido es el Colegio Nacional de Contadores.

(50) Antes del proyecto 136 de 1983 está el 101 de 1982 que no es má, que un refrito de los intentos
de aceptar contadores empíricos como profesionales. Que es también otro cjcmplo que lo hemos
llamado "callejón sin salida".
LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 397

CAPITULO V

Características de las asociaciones


gremiales de contadores

D entro de la estructura organizacional de estos entes puede observarse


una acentuada debilidad. Por su organización puede notarse que un 90%
de las asociaciones visitadas carecen de comités especiales para la divulgación
de sus actividades profesionales. o de actividades en beneficio de sus afiliados.
Eventualmente se constituyen algunos comités que se encargan de contratar
conferencistas que dicten un curso de actualización tributaria o sobre algún
aspecto de la nonnatividad legal que afecte el ejercicio profesional.

En orden jerárquico el organigrama de estas asociaciones está compuesto por:

l. Asamblea General de Asociados


2. Revisor Fiscal
3. Junta o Consejo Administrativo
4. Presidente (y Vicepresidente)
5. Secretario (a)
6. Tesorero (a)
7. Vocales.

A diferencia de otras asociaciones gremiales. las Asociaciones de contado-


res. que fueron visitadas sólo cuentan con una persona de planta. cual es la
secretaria de la asociación. Los demás miembros en un IOOlk ejercen sus cargos
ad honorem, dedicándole a la asociación los tiempos libres que les deja el
ejecicio profesional. Esto ilustra el fenómeno de las limitaciones o debilidades
para una actividad continuada y permanente en pos de la consecución de recursos
y mejoramiento de las condiciones en que se desempeña el profesional de la
contaduría. Los gremios de la producción o económicos, porel contrario, cuentan
con una amplia estructura administrativa con presidente de tiempo completo
398 HISTORIA DE LA CONTADURIA PUBLICA EN COLOMBIA

debidamente remunerados (51). Lo cual es fácilmente explicable, pues mientras


las cuotas mensuales que pagan los profesionales asociados oscilan entre $500.00
y $1.500.00, en el caso de las asociaciones económicas hay un porcentaje que
tiene que pagar el afiliado según su cuota de producción o ventas, ello implica,
comparativamente, la recolección de grandes sumas de dinero. Esto lleva a que
las asociaciones profesionales en general, busquen sus recursos económicos en
bazares, rifas o bingos bailables.

Otra área en la que se nota la debilidad de las asociaciones gremiales de


contadores, (yen general en las asociaciones profesionales) es en la del manejo
de información (52). Carencia de bibliotecas ordenadas y sistematizadas cuando
las hay, (ver cuadro No. 2) (53), el escaso acceso a la tecnología de la informática
y carencia de recursos para mantener asesores permanentes en asuntos críticos
de interés, para poder negociar más sólidamente ante los aparatos decisorios del
Estado. Como consecuencia de estas limitaciones las asociaciones gremiales de
contadores no están en condiciones de crear una opinión pública favorable a sus
intereses. Hay, por lo tanto, un distanciamiento de los medios masivos de comu-
nicación para difundir sus puntos de vista y fundamentar sus pretensiones.

Un seguimiento que se hizo durante esta investigación, de los dos principales


periódicos de la capital de la República, evidencia que en los últimos veinte
años las discusiones que se presentan en los congresos de contadores, así como
las polémicas que se presentan por aspectos tales como la revisoría fiscal y la
auditoría externa, no son recogidas por dichos órganos de información. A ello
se agrega el hecho de la poca continuidad o difusión de órganos de información
especializados en contaduría (ver cuadro No. 2). Lo único que se publica por
parte de las asociaciones son pequeños boletines para difundir temas coyunturales
de la profesión. No hay una sola revista, tal como se ve en el cuadro No. 2,
que tenga un posicionamiento a nivel nacional producto de la labor de asociación
alguna. No ocurría así para las décadas del 40 y 50 cuando circulaba la revista
El Contador Público.

Un último aspecto, pero no menos importante, es el fenómeno de la poca


estabilidad o duración de los presidentes de las asociaciones gremiales de conta-
dores en sus cargos: 4 de las 13 asociaciones que se visitaron tuvieron cambios
de presidente que duraron en su posición un año aproximadamente. Fenómeno
revelador de discontinuidad en las labores y poca proyección en las acciones.

(51) Cfr. URRUTIA. Miguel. Gremio.~. Política Económica y Demonacia. Fedesarrollo. Fondo
Cultural Cafetero. Bogotá. 1981.
(52) No obstante. estas debilidades parecen ser propias de todas las asociaciones proft!sionales. Ver
a éste respecto: MA YOR. Alberto. Indu.~trialización Colombiana y Surgimiento de las Profesio-
nes. Mimeografiado. Universidad Nacional. Bogotá. 1989.
(53) Sólo dos asociaciones de Bogotá tienen biblioteca. pero muy descuidada.
LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 399

En los gremios de la producción en el país se presenta el caso contrario: Dirigentes


de ANIF, ANDI, ACOPI, etc., tienen períodos de permanencia en sus cargos
muy superiores.

Todos los elementos aquí señalados permiten afirmar que la capacidad de


acción actual de los gremios de la contaduría presenta muchos problemas para
una actividad más eficiente en términos de influencia sobre los organismos de
decisión estatal. Podemos afirmar, también, que queda mucho por hacer, por
parte de las asociaciones, para mejorar su nivel de organización. sus limitaciones
presupuestales, su imagen como sector de importancia para el manejo económico
del país (de la contaduría sólo se habló para criticar a los revisores fiscales durante
la crisis financiera de 1982-1983) Y para mejorar la concordancia u homogenidad
de objetivos de los asociados (ver cuadro No. 3).

Tendencias y perspectivas

Hoy hay 31 agremiaciones inscritas ante la Junta Central de Contadores.


Lo que indica que hay más de una por departamento en Colombia. Estas asocia-
ciones agrupan aproximadamente el 21 % de los contadores inscritos ante la Junta
Central, que para el primero de Enero de 1989 eran 28.700 en todo el país, es
decir, que hay 6.000 contadores agremiados. Sin embargo. estos datos varían
mucho y son p<X;0 confiables, por la misma inestabilidad de las asociaciones.

Dentro del proceso de surgimiento de las asociaciones gremiales pueden


verse varios aspectos: en una primera instancia aparecen asociaciones que tienen
o representan intereses regionales específicos (Asociación de Contadores de
Antioquia) o intereses nacionales en las dos tendencias que ex isten en la profesión:
la de los sectores nacionalistas o la del sector que se alinea con las firmas
extranjeras, como fue el Instituto Nacional de Contadores. Acto seguido, a
mediados de los 70 en adelante el tipo de asociaciones gremiales que se formaron
agrupan predominantemente a los egresados de las diferentes universidades que
habían creado con anterioridad Facultad de Contaduría Pública; por último se
empezaron a crear fundaciones para el desarrollo de la investigación en el área
contable, que apenas comienzan en el país y cuyo resultado habrá que esperar
en un futuro (54).

Son, en síntesi5.. los tres tipos de asociación. arriba descritos. los que se
han presentado en el devenir del desarrollo histórico (ver cuadro No. 1). En

(54) En vi,jt", a:ahL.loas a estas funda;'lones para la investigación no fue p",ible c'onocer ninguna
publicación que haya res'ultado de un trabajo de investigación contable,
Para este aspecto en Colombia ver:
SARMIENTO, Carlos, "El Contador y la Investigación", En: Temas Adminis-
trativos. Universidad del Valle, Cali, 1989.
400 HISTORIA DE LA CONT ADURIA PUBLICA EN COLOMBIA

este sentido, y teniendo en cuenta estas etapas, es claro que se ha agotado el


proceso de creación de nuevas asociaciones gremiales (salvo las de investigación).
Lo que indica que la situación está madura para que en cualquier momento se
inicie una reorganización de las existentes.

Es de precisar, sin embargo, que el despegue de las asociaciones gremiales


de contadores cuyo objetivo es el de la investigación, puede ser muy lento e
incluso quedar trunco por varias razones que se detectaron en este trabajo:

Primero.- El objetivo que mueve a estas agrupaciones no guarda relación


con un interés económico, sino intelectual y académico. El interés económico
que implica asegurar un mercado laboral fue el que impulsó y continúa impulsando
la lucha por aspectos concretos de habilitación profesional (en !.l medida en que
el Estado determina quiénes podían legalmente ejercer la profesión contable
en Colombia). En la nueva etapa de la investigación el interés es más abstracto,
es decir, más alejado de los intereses inmediatos que han jalonado el proceso
hasta ahora.

Segundo.- Este aspecto se refiere al hecho de que la necesidad de un trabajo


interdisciplinario en el campo de la investigación no se adapta al esquema de
fundaciones o asociaciones conformadas exclusivamente por miembros de una
sola disciplina (contadores). "La necesidad de la aproximación científica interdis-
ciplinaria llevará al contador a integrarse con el investigador de economía y el
de sociología para diagnosticar a partir de la información representada en un
estado financiero ... " (55).

(55) SARMIENTO, Carlos. Op. Cit. pág. 67.


LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 401

CONCLUSIONES

H
'---_ _---1
istóricamente las Asociaciones gremiales de Contadores participaron de
manera activa en el proceso de reglamentación de la contaduría como
profesión liberal en Colombia. Este proceso, como se vio, fue bastante acelerado
en comparación con otras profesiones liberales, en nuestro país.

Sin embargo, esta reglamentación no puede verse como algo acabado o


finalizado. Para el caso de los contadores es evidente la falta de un código de
ética para la profesión y la presencia de dos sectores pujantes dentro de los
gremios que se agrupan (según se pudo determinar en este estudio), en tomo a
aspectos como la reglamentación en Colombia de la revisoría fiscal y la auditoría
externa. Subyacen aquí otros problemas como el del mercado de trabajo y
elementos técnicos-valorativos referidos al tipo de contabilidad que debe reali-
'zarse en las empresas que existen en el territorio nacional. Este último aspecto,
que no fue desarrollado en este estudio permitiría determinar los modelos conta-
bles y su relación con las dos tendencias gremiales que se presentan en Colombia.

Para que ello ocurra, se hace imprescindible el surgimiento de la figura del


contador investigador que maneje la especificidad de su disciplina pero que
conozca también la metodología propia de la investigación en ciencias sociales.
Pero, sobre todo, que se le dé el reconocimiento y el espacio institucional propio
para la investig"ción en Contabilidad y Contaduría.

El surgimiento de esta figura puede demorarse en parte porque la prolife-


ración de asociaciones gremiales de contadores ha generado un estado de debi-
litamiento que no permite la unificación de propósitos, un ejercicio cabal de una
de sus funciones principales cual es la de lograr un mejoramiento en la compe-
tencia técnica del contador colombiano. Se requiere sin duda de una capacidad
económica y de convocatoria para que las asociaciones no permanezcan reducidas
a entes que a lo sumo presentan aisladamente un proye?, I¡!lUl..lif!caciÓn a la
.~,- r--¡ '.
"
1 ~
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:~~'~:...:.~
402 HISTORIA DE LA CONT ADURIA PUBLICA EN COLOMBIA

reglamentación profesional cada año ante el congreso pero sin la posibilidad de


coordinar esfuerzos por la misma multiplicidad de asociaciones.

La debilidad actual también es apreciable en la escasa participación en el


mercado de las finnas nacionales de auditoría fr~nte a las multinacionales de
auditoría. La lucha que se da en el campo jurídico para reducir la maniobrabilidad
de estas últimas debe ampliarse al desarrollo de las capacidades técnico-opera-
tivas, económicas e investigativas del sector nacionalista.

Las Asociaciones lucharon por la reglamentación o habilitación profesional


con el fin de que no toda persona pudiese ser reconocida como contador, sino
sólo aquella que reuniese ciertos requisitos. Esto se alcanzó con relativo éxito.
Los retos que tienen por delante son ahora de tal envergadura que no pueden
donnirse sobre los laureles. El paso más difícil es el de superar los intereses
regionales o sectoriales de las distintas asociaciones para concentrarse ..en el
apoyo a la construcción del contador que requiere el país para su desarrollo.
LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 403

BffiLIOGRAFIA

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Junio de 1985.
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Revista El Contador Público.

Anales del Congreso.

Anales de Ingeniería.
LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE CONTADORES 405

ANEXOS
CUADRO No. 1

1ETAPA 11 ETAPA 111 ETAPA .....


.......
~----------------------------------------------~ "
Asociaciones Asociaciones de Asociaciones
Regionales o egresados de para la
Nacionales Universidades Investigación

OBJETIVOS:

Generales y de Más específicos, Bastante más


reglamentación de agrupación de específicos: La
los egresados investigación en
ciertas áreas temáticas

PERIODOS:

1936-1979 1979-1987 1987-HOY

CUADRO No. 2 *
PREGUNTAS RESPUESTAS NO. DE VECES

Posee revista o
Po~ee boletín 4

Posee sede propia 4

Son consultadas por


entidades nacionales,
departamentales o
municipales

(*) Fueron visitadas 13 Asociaciones del país .


406 HISTORIA DE LA CONT ADURIA PUBLICA EN COLOMBIA

CUADRO No. 3

PRmCWALESPROBLEMAS No. VECES


QUE HAN ENFRENTADO LAS CITADO·
ASOCIACIONES

1. Falta de integración o de 8
unidad de los contadores

2. Competencia de las
transnacionales 6

3. Falta de sede 6

4. Falta de interés o motivación 5


de los contadores

5. Falta de recursos económicos 4

6. Competencia desleal o antiética 3

7. Desorganización 2

8. Muchas asociaciones 4

9. Otras 3

41

(*) En promedio se citaron 3 problemas fundamentales de entre los 9 meuciona-


dos.

FUENTE: Encuesta realizada a 8 Asociaciones en Bogotá y 5 fuera de ésta.

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